Diputado prácticamente de manera ininterrumpida desde 1886 hasta 1931, excepto durante el periodo de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) durante la cual se exilió; siempre por la circunscripción de Córdoba, menos durante la segunda República que lo fue por la circunscripción de Madrid.

De familia terrateniente, se licenció en Derecho y ejerció la abogacía compaginándola con su faceta de periodista como director de los periódicos "La Iberia" y "El Español".

Además de diputado, fue gobernador civil de Madrid y gobernador del Banco de España. Tuvo, también responsabilidades de gobierno como ministro de Ultramar en 1893; de Gobernación en 1903, 1913 y 1917; de Fomento en 1908 y de Guerra, en 1922. En este último año, entre el 8 de marzo y el 17 de diciembre presidió el Consejo de Ministros.

De su carrera parlamentaria destacamos su cargo como presidente de la Cámara en cuatro ocasiones; función que llegó a considerar como la más importante de la nación y que prefería, incluso, a la jefatura del Estado. Precisamente, desde su sitial de presidente tuvo que informar a las Cortes del magnicidio de don Eduardo Dato. Ocupa la presidencia por primera vez en la legislatura de 1919-1920, entre el 28 de julio de 1919 y el 27 de abril de 1929, por 182 votos: "... Ni siquiera puedo ni debo hacer un programa de mi futura gestión presidencial, porque el programa no podría encerrarse sino en dos palabras: deseo, espero, que cumpliré mi deber; y aun con esto, me parece que al decirlo me ofendo y os agravio; porque en el cumplimiento del deber no hay opción, y si mi conciencia no me advirtiera de la obligación ineludible que de cumplirlo tengo, por mucha que fuera vuestra bondad no me toleraría el incumplimiento. ... anhelo ser el Presidente de todos; porque solo siéndolo puedo estar aquí con dignidad (Muy bien, muy bien.); ..." (Sesión de 28 de julio de 1919).

La segunda vez, en la legislatura de 1921-1922; primero en calidad de interino y, por tercera vez, a partir del 22 de febrero de 1921 hasta el 21 de febrero de 1922, de manera permanente, por 315 votos de un total de 316: "... No. No puede decirse que el régimen parlamentario ha fracasado en España, cuando es frecuente advertir que los Gobiernos sólo abren las Cortes para poder cerrarlas; cuando vemos que, a pesar de que se proclama que se quiere vivir una vida nueva y prescindir del régimen de partidos, se insista en el error de que las Cortes salgan de los Gobiernos, y no como debiera ser constitucionalmente, los Gobiernos de las Cortes. ...por nadie se dejará distanciar vuestro Presidente en este camino de la abnegación y del sacrificio, porque sólo así creeré hacerme digno de los votos que me habéis otorgado esta tarde en forma tal que por movimiento de mi corazón y por mandato de mi espíritu me ligan a vosotros con lazos de perdurable gratitud. (Grandes y prolongados aplausos.)..." (Sesión de 22 de febrero de 1921).

Por cuarta y última vez, fue elegido presidente de la Cámara en la legislatura de 1922, de forma interina, entre el 1 y el 14 de marzo de 1922, por 307 votos de un total de 308: "... Los enemigos del régimen parlamentario, que son muchos, diversos y ladinos, y que tienen sus tiendas en muchas agrupaciones y en muchos campos, tienen de antiguo la táctica hábil de señalar que los Parlamentos, sobre todo el Parlamento español, fiscalizan demasiado, censuran a la vez la forma en que se hace y legislan poco..." (Sesión 1 de marzo de 1922).

En la legislatura 1922-1923 se elige a Gabino Bugallal como presidente definitivo entre el 15 de marzo de 1922 y el 6 de abril de 1923 en que finaliza la misma.

Tras la caída de la dictadura de Miguel Primo de Rivera, en enero de 1930 se le ofreció el gobierno que finalmente, y tras su rechazo, recayó sobre el almirante Aznar. Ideológicamente su vida política transitó de las filas liberales a las conservadoras siguiendo fielmente a Maura.

Falleció en Madrid el 2 de enero de 1935.

La biografía procede de la publicación "Los presidentes del Congreso de los Diputados, 1810-2010" (2010), coordinada por Sofía Gandarias Alonso de Celis y Mateo Maciá Gómez, y editada por el Departamento de Publicaciones del Congreso de los Diputados. Los textos fueron realizados por ambos coordinadores, con la colaboración de Esperanza Prieto Hernández.