El presidente Villanueva llevaba 32 años de diputado cuando fue elegido para ocupar la Presidencia de la Cámara. Él mismo lo reconoce en su discurso de alocución: "... yo no pensé jamás en llegar a este elevado sitial cuando hace 32 años entraba por primera vez en este recinto..." (Sesión de 27 de mayo de 1913); en este discurso recuerda a Sagasta, Canalejas y a su predecesor en el cargo Segismundo Moret.

Cuatro veces más ocupa la Presidencia. En cada una de ellas el discurso de alocución resulta interesante, pues en ellos se da mucha información de cómo se entendía el ejercicio de la Presidencia de la Cámara. Quedan muy lejos aquellos presidentes gaditanos (elegidos para un periodo de un mes) que en sus discursos sólo se excusaban de no ser dignos de tal honor. Repasando los discursos de Villanueva y en concreto en los que intervino como Presidente se pueden ver los problemas planteados en la interpretación del Reglamento y el desarrollo de las sesiones.

Miguel Villanueva nació en Madrid y estudió Derecho en la Universidad Central. Años más tarde se dirige a la Habana, donde ocupa la plaza de Catedrático. Es allí donde inicia su carrera política: primero como concejal del Ayuntamiento de La Habana y luego como diputado liberal seguidor de Sagasta. Desde 1881 a 1898 es diputado por Cuba; primero por la Habana y más tarde por Santa Clara. Durante todas estas legislaturas vive con gran preocupación todos los temas de Cuba hasta la llegada de su independencia de España.

En la segunda parte de su vida como diputado sale elegido siempre por el distrito de Santo Domingo de la Calzada (Logroño). Diputado desde 1901 a 1931, excepto en la legislatura de 1899-1900 que es senador; la dictadura de Primo de Rivera le aparta de la política.

Al final del periodo de Primo de Rivera conspiró junto con Sánchez Guerra y Melquíades Álvarez, entre otros, y se vuelve a presentar en las elecciones de 1931 por la circunscripción de Logroño. Apenas vivió esta legislatura pues en septiembre de 1931 fallecía en Madrid.

Villanueva vivió una vida política muy activa. Desde su nombramiento como director general de la Administración en 1885 -cargo al que parece ser renunció- pasando por los Ministerios de Agricultura en 1901, Industria, Comercio y Obras Públicas, Gobernación, en 1901 y 1902, Marina en 1905, Fomento en 1912, Estado en 1915 y Hacienda en 1916 y 1923.

Si se indaga en su faceta como diputado y en su modo de ejercer la Presidencia de la Cámara se puede ver como los temas planteados son recurrentes y se acercan a la vida parlamentaria actual. Los problemas de las mayorías y minorías, la necesidad del consenso y otros.

En su primer mandato destaca cómo la presidencia debe recaer en una personalidad unánimemente respetada y hace una gran defensa del régimen parlamentario. Empieza afirmando que la política la debe definir el Presidente del Gobierno y que él debe ejercer la presidencia para hacer cumplir el Reglamento. Ya entonces sugiere la necesidad de reformar lo relativo a la asistencia de los diputados a las sesiones en especial las que contienen preguntas e interpelaciones.

Defiende la idea de implantar dietas para hacer digna la representación de los diputados. Insiste en velar por la buena relación entre las mayorías y las minorías, tema en el que volverá a incidir al ser elegido por segunda vez en la legislatura de 1916-1917.

Aún será elegido presidente por tercera vez durante la legislatura de 1917-1918: "...Las circunstancias, en medio de las cuales vive la Patria, nos obligan a concentrar más nuestra atención y a extremar más y más nuestros esfuerzos. La hora de la paz, con ser tan deseada para el bien de la Humanidad, es, a la vez, motivo de sobresaltos y zozobras para los hombres reflexivos..." (Sesión de 29 de enero de 1917).

Por último, la cuarta vez, de forma interina, es nombrado presidente el 19 de marzo de 1918 y de manera permanente el 8 de abril del mismo año en la legislatura de 1918-1919: "... los conceptos de mayorías y minorías, que tradicionalmente sirvieron de guía en la vida del Parlamento, sufren el influjo de la composición política de las Cámaras y del Gobierno, que obliga a transacciones más amplias y a colocar en otro plano y con otras medidas la fiscalización parlamentaria, que es una de las esencias del régimen..." (Sesión de 8 de abril de 1918).

Falleció en Madrid el 19 de septiembre de 1931; el día 22, Julián Besteiro, como presidente de las Cortes Constituyentes, le dedicaba unas sentidas palabras: "... Don Miguel Villanueva no solamente ha sido un compañero nuestro en estas Cortes, sino que, además, ha ocupado altos cargos en los Ministerios y desempeñado el de Presidente del Congreso de los Diputados; pero sobre todo existía en él un título preeminente, porque cincuenta años de su larga vida fueron dedicados por entero al trabajo del Parlamento" (Sesión de 22 de septiembre de 1931).

La biografía procede de la publicación "Los presidentes del Congreso de los Diputados, 1810-2010" (2010), coordinada por Sofía Gandarias Alonso de Celis y Mateo Maciá Gómez, y editada por el Departamento de Publicaciones del Congreso de los Diputados. Los textos fueron realizados por ambos coordinadores, con la colaboración de Esperanza Prieto Hernández.