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DS. Senado, Comisiones, núm. 323, de 08/02/2022
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COMISIÓN DE CIENCIA, INNOVACIÓN Y UNIVERSIDADES


PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FRANCISCO JAVIER DE LUCAS
MARTÍN


Sesión celebrada el martes, 8 de febrero de 2022


ORDEN DEL DÍA






Ratificación de la Ponencia




Proyecto de Ley de convivencia
universitaria.


621/000035
educación cívica; política educativa;
protección de las libertades; reglamento administrativo; sanción
administrativa; universidad; vida escolar


GOBIERNO






Dictaminar




Proyecto de Ley de convivencia
universitaria.


621/000035
educación cívica; política educativa;
protección de las libertades; reglamento administrativo; sanción
administrativa; universidad; vida escolar


GOBIERNO




Se abre la sesión a las diez horas y cuatro minutos de la
mañana.


El señor PRESIDENTE: Buenos días, señorías; les doy la
bienvenida a todos, me alegro de verlos. Vamos a abrir la sesión de la
Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades.


En primer lugar, someto a aprobación el acta de la sesión
anterior, celebrada el 21 de octubre de 2021. ¿Alguna observación al
acta? (Denegaciones).


Si no hay observaciones, la damos por aprobada.






RATIFICACIÓN DE LA PONENCIA





PROYECTO DE LEY DE CONVIVENCIA
UNIVERSITARIA.


621/000035

GOBIERNO


El señor PRESIDENTE: Procede, de conformidad con el
acuerdo de la Mesa del Senado de 11 de febrero de 2020, ratificar la
Ponencia de este Proyecto de Ley de convivencia universitaria, objeto de
esta sesión, que tiene la siguiente composición: tres ponentes por el
Grupo Parlamentario Socialista, dos ponentes por el Grupo Parlamentario
Popular y un ponente por cada uno del resto de los grupos parlamentarios.
Los ponentes designados han sido los senadores Aguilar Román, Argüeso
Torres, Del Brío González, Castellví Auví, Fernández Álvarez, Fernández
Viadero, Peral Díaz, Reniu Vilamala, Torralba Valiente, Vázquez Rojas y
Vidal Matas. ¿Está de acuerdo la Comisión en la ratificación?
(Asentimiento). Gracias.









DICTAMINAR





PROYECTO DE LEY DE CONVIVENCIA
UNIVERSITARIA.


621/000035

GOBIERNO


El señor PRESIDENTE: Vamos a presentar la
ordenación del debate relativo al Dictamen del Proyecto de Ley de
convivencia universitaria. Les indico, en primer lugar, que no votaremos
antes de las doce y media. Probablemente será después, pero, en todo
caso, no antes de las doce y media de la mañana.


Ahora enumeraré las propuestas de veto y me
referiré a las enmiendas, pero quiero recordar los tiempos que
corresponden a las intervenciones. En la votación sobre los vetos los
autores tendrán diez minutos, el turno en contra en su caso, quince
minutos y el turno de portavoces, diez minutos. En la defensa de las
enmiendas cada grupo parlamentario tendrá diez minutos, en su caso el
turno en contra, cinco minutos y para el turno de portavoces dispondrá
cada grupo parlamentario de cinco minutos.


A este proyecto de ley se han presentado tres vetos
y ciento seis enmiendas. Los vetos presentados son los siguientes: veto
número 1, presentado por el senador José Luis Muñoz Lagares, la senadora
María Ponce Gallardo y el senador Miguel Sánchez López, del Grupo
Parlamentario Democrático; veto número 2, presentado por el senador Koldo
Martínez Urionabarrenetxea, del Grupo Parlamentario Izquierda Confederal,
y veto número 3, presentado por el Grupo Parlamentario Popular en el
Senado.


Las ciento seis enmiendas presentadas se
distribuyen del siguiente modo: enmienda número 1, del Grupo
Parlamentario Vasco en el Senado; enmiendas 2 a 7, de los senadores Muñoz
Lagares, Ponce Gallardo y Sánchez López; enmiendas 8 a 30, del senador
Martínez Urionabarrenetxea; enmiendas 31 a 60, del Grupo Parlamentario
Popular en el Senado; enmiendas 61 a 85, de los senadores del Grupo Mixto
González-Robatto Perote, Marín Gascón y Merelo Palomares, y enmiendas 86
a 106, de la senadora Castellví Auví y el senador Cleries i Gonzàlez del
Grupo Nacionalista.


La ponencia ha emitido un informe con un acuerdo
adoptado por mayoría de no introducir enmiendas en el texto remitido por
el Congreso de los Diputados.


Vamos, por tanto, a pasar, en primer lugar, al
debate de los vetos, para el que abrimos un turno de defensa, como les he
anticipado, de diez minutos para los autores de cada veto.


En primer lugar, procedemos al veto número 1,
presentado por los senadores Muñoz Lagares, Ponce Gallardo y Sánchez
López. Va a tomar la palabra la senadora Ponce. Cuando quiera.


La señora PONCE GALLARDO: Gracias, presidente.


En primer lugar, señorías, y lamentablemente
tenemos que denunciar de nuevo el caciquismo y la falta de diálogo en la
tramitación de este proyecto de ley. Esto no ocurre con todos, sino que
denunciamos exactamente la actitud caciquil, la imposición y el ninguneo
hacia los senadores que representamos a los partidos constitucionalistas
y que defendemos la igualdad de este país. Porque con quienes alientan la
violencia, incluso en las universidades, con quienes acosan, con quienes
insultan y con quienes menosprecian a quienes no piensan como ellos en
comunidades autónomas de España como Cataluña y la justifican
disfrazándola de libertad de expresión, con Esquerra, con Bildu, con
Podemos, con estos sí dialogan ustedes, y más que dialogar les dan
ustedes carta blanca y ellos se encargan de modificar a su antojo y a su
beneficio lo que les conviene de cada ley, y esta no iba a ser una
excepción.


Desde luego, nada tiene que ver este proyecto de
ley que pretenden ustedes aprobar con el proyecto que se planteó
inicialmente. Seguimos de nuevo con el mismo modus operandi de hacer un
traje a medida para aquellos partidos que lo que quieren es crear
discordia, enfrentamiento e imponer su ideas nacionalistas y radicales
sin respetar absolutamente las de nadie, y además se esfuerzan ustedes en
conseguir que puedan hacerlo con todas las garantías jurídicas que todas
estas leyes que están ustedes aprobando últimamente puedan darles. Está
claro que la convivencia en algunas comunidades autónomas de nuestro país
es muy complicada, cada vez más, y está claro también que quien tiene que
velar por garantizar la igualdad, los derechos y las libertades de
absolutamente todos y cada uno de los españoles es este Gobierno, y no lo
está haciendo.


En los centros educativos, incluidas también las
universidades catalanas, se señala, se persigue, se acosa y se llega a
usar la violencia contra estudiantes e incluso contra profesores que no
esconden su rechazo al nacionalismo. Estamos hartos de ver lo que ocurre
en algunas universidades. La plataforma S’ha Acabat! está harta de
denunciarlo, pero incluso hay sentencias condenatorias, señorías. En
Cataluña se politizan las universidades con el beneplácito del Ministerio
de Universidades, como bien señaló además el anterior ministro de
Universidades, el señor Castells, impulsor de este proyecto de ley en
esta misma Cámara, cuando defendió que las universidades no tenían que
ser neutrales y además se posicionó en contra de lo que dictaminaba la
sentencia condenatoria del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña a la
Universidad de Barcelona por aprobar un manifiesto de apoyo a los presos
independentistas condenados por sedición y por atentar contra los
derechos fundamentales de profesores y alumnos.


Ya entonces, cuando el señor Castells vino al
Senado y empezó a hablar de este proyecto de ley que quería poner en
marcha, nosotros mostramos nuestras reticencias y nuestras dudas sobre
que esta ley no fuera a ser una herramienta para sembrar más
desigualdades en regiones como Cataluña, País Vasco e incluso Baleares. Y
sinceramente, si la llamada Ley Celaá era la ley Otegi, esta es la ley
Esquerra, porque han despreciado ustedes a las universidades y han
preferido aceptar las imposiciones de Esquerra en lugar de las peticiones
y lo acordado con la comunidad educativa. Si Esquerra, señorías, dice que
blinda el derecho de reunión y manifestación de los alumnos, la verdad es
que muy bien no suena. De hecho, suena tan mal como cuando dicen que la
nueva Ley de seguridad ciudadana también va a blindar los derechos de
reunión y de manifestación.


Señorías, estos derechos ya los recoge nuestra
Constitución, no tienen que ser blindados. Estos derechos no necesitan
ser blindados, lo que tienen que ser es respetados. A los que están
ustedes blindando es a determinados manifestantes para darles impunidad
ante determinadas conductas. Y Ciudadanos ha presentado una propuesta de
veto porque este proyecto de ley no soluciona absolutamente ninguno de
los problemas de convivencia que hay en nuestras universidades. Todo lo
contrario, este proyecto de ley, esta ley, fomentará la desigualdad.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora
Ponce.


A continuación, será el senador Vicenç Vidal quien
defienda el veto número 2. Cuando quiera, senador Vidal.


El señor VIDAL MATAS: Muchas gracias,
presidente.


Como exalumno de la Universidad Autónoma de
Barcelona, las palabras de la senadora me han resultado casi casi
ofensivas. Creo que la comunidad universitaria de Catalunya y de las
Illes Balears se merece un poco de respeto y que no se utilicen esas
expresiones. Evidentemente, las universidades son un espacio de debate,
de libertad, de manifestación, en las que todos empezamos probablemente
nuestras experiencias políticas. Sí, porque la política no es solo la
política de los partidos; también lo es, por ejemplo, las asambleas
universitarias y las manifestaciones en las que participé pidiendo más
material para los laboratorios, o muchísimas otras experiencias que hacen
mejores a las personas.


El veto que presenta el senador Koldo Martínez va
en el sentido totalmente contrario al veto anterior. Lo que pide es más
autonomía para las universidades, que esta ley no intervenga tanto en las
universidades, y pide más respeto al derecho de las comunidades autónomas
que tienen competencias en la gestión de las universidades a la hora de
establecer los reglamentos, las reglas de juego que se dan en las
universidades.


Señorías, a pesar de las afirmaciones de la
anterior senadora, desgraciadamente coincidimos en solicitar el veto,
pero por objetivos completamente diferentes. Queremos más autonomía para
nuestras universidades, queremos más soberanía para nuestras comunidades
autónomas para decidir el modelo de universidad. Y le pediría a la
senadora que retirara algunas de las afirmaciones que ha hecho sobre las
universidades catalanas, porque evidentemente han sido ofensivas.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senador Vidal.


Para la defensa del veto número 2, presentado por
el Grupo Parlamentario Popular, va a tomar la palabra la senadora Del
Brío. Cuando quiera, por favor.


La señora DEL BRÍO GONZÁLEZ: Buenos días; muchas
gracias, presidente.


Efectivamente, el Partido Popular presenta un veto
que coincide en algunos puntos con el primer veto presentado esta mañana,
no así con el segundo. Lo cierto es que celebramos este año pasado los
cien años de la autonomía universitaria, pero yo creo que la autonomía
universitaria tiene que tener siempre detrás un marco regulador, como
ocurre con cualquier otra norma estatal. En ese sentido, nosotros no
vamos a presentar un veto en el que pidamos más autonomía, pero desde
luego sí vamos a pedir mucho más respeto no solamente a las
universidades, no solamente a los estudiantes y al claustro de profesores
y al personal de administración de servicios, sino que también vamos a
pedir más respeto por esta Cámara.


Yo creo que es por donde deberíamos empezar. Porque
hablamos de cien años y nos gusta mucho hablar de memoria histórica, pero
muchas veces nos olvidamos de lo que ha pasado hace cuatro días. Y lo
cierto es que esta ley se tramitó en plena negociación de los
Presupuestos Generales del Estado para el año 2022 y todos sabemos que
eso supuso cambios importantes, cambios de última hora que rompieron con
el consenso con la propia CRUE. Creo que ese fue un tema muy delicado. En
ese sentido, el primer mensaje que creo que debemos todos enviar y tener
presente es que esta Cámara y el Parlamento en su conjunto no es un lugar
donde vengamos a subastar artículos de leyes y partidas de presupuestos,
porque aquí igual da cambiar mascarillas en exteriores por pensiones que
la convivencia diaria de nuestros estudiantes por los Presupuestos
Generales del Estado, o la Ley de Estabilización de la Función pública,
porque también se sacó y se llevó a presupuestos precisamente que la
competencia de los habilitados nacionales en el País Vasco ya no dependa
del Gobierno central.


Es decir, al final, nos estamos encontrando con una
casa de apuestas en este Parlamento, algo que creo que es muy triste y
creo que es trabajo de todos, y con esa responsabilidad venimos aquí,
anteponer por encima de todo los intereses de los españoles y también de
nuestros votantes. Eso nos tiene que llevar, por tanto, a buscar leyes
que respeten ese consenso constitucional, como decíamos al principio,
pero que lógicamente antepongan a todas las negociaciones de partido, a
todas las negociaciones de presupuestos, el bienestar y las ganas de
legislar para esa comunidad, que es lo que preocupa y lo que nos debe
preocupar. Por tanto, si aquí hablamos de una ley de convivencia y
dirigida muy especialmente al alumnado, al estudiantado, tendremos que
preocuparnos por esos estudiantes.


Nuestro veto lo podemos centrar más o menos en 8
puntos. El primero, como les decía, la ruptura del consenso que se ha
producido muy especialmente con la CRUE. Recordemos que justo antes de su
primer trámite en el Senado la CRUE tuvo que emitir un comunicado
―y creo que no ha emitido tantos a lo largo de su historia―
pidiendo precisamente que se volviera al texto original que había pactado
con el Gobierno y de cuya redacción ellos habían formado parte y habían
trasladado las peticiones de la comunidad universitaria. También nos
extrañó ―lo dijimos ya en su momento y lo tenemos que repetir
ahora― que estemos aquí negociando una parte de un todo que todavía
no conocemos, porque hemos sacado la ley de convivencia fuera de la LOSU,
fuera de la Ley Orgánica del Sistema Universitario, con lo cual vamos
aquí a establecer penalizaciones y castigos para los estudiantes que
incumplan no sabemos qué derechos y qué principios que se recogerán en
esa ley, con lo cual ya no es solo negociar el todo y la parte, mezclar
el todo y la parte, es empezar también la casa por el tejado.


Luego se produce una circunstancia muy peculiar en
esta en esta ley, y es que tiene este empeño por recordarnos que defiende
valores democráticos, pero defendiendo valores democráticos, lo primero
que hace es mermar el papel y la relevancia de nuestra norma fundamental,
la Constitución española, con lo cual realmente aunque hablamos aquí
muchas veces de valores democráticos, y además ya les he dicho que para
empezar estamos castigando por incumplir no se sabe qué principios que
todavía no se han aprobado, yo creo que precisamente no estamos avanzando
mucho en democracia, igual que ocurre si no respetamos la Constitución
española.


Como les decía, este veto también responde a ese
deseo que ya expresamos y que no se ha cumplido, y es que nos hubiera
gustado que se hubiera separado la tramitación de esta ley de los
Presupuestos Generales del Estado. Creemos que habría venido un texto muy
diferente al que tenemos hoy aquí, pero el hecho de que se haya utilizado
como moneda de cambio ha tenido un coste importante.


También son todos ustedes conscientes ―no me
estoy inventando nada― de que llegó faltándole un trámite
parlamentario ordinario y completo, con la ausencia de debate en el Pleno
del Congreso de los Diputados. Por otro lado, se produce a través de la
ley una eliminación de la coordinación y la armonización de
procedimientos entre comunidades autónomas. De tal forma que
—aunque nuestro compañero se haya quejado, no podemos mirar para
otro lado— el conflicto que se produce en las universidades
catalanas cuando los constitucionalistas piden simplemente su derecho de
reunión, resulta que si esta ley precisamente algo deja sin resolver es
el conflicto de convivencia más importante detectado en el día a día. Por
tanto, creo que todo esto es importante.


También de cara al veto hemos mencionado la falta
de seguridad jurídica y un informe del Consejo de Estado en este sentido.
Por tanto, no podemos mirar para otro lado. Asimismo, como les decía,
nuestro veto es la continuación de la enmienda a la totalidad que se
presentó en el Congreso y que no prosperó.


Y finalmente, también hay que tener claro de lo que
estamos hablando, de un proyecto de ley que además nos dice que se van a
establecer, por ejemplo, unos sistemas de mejora de la convivencia y unos
sistemas de mediación por los que no se van a producir incrementos de
gasto, lo cual nos parece que también supone no tener los pies en la
tierra cuando estamos hablando de esas mejoras sin darnos cuenta de los
gastos que esto supone. Ya sabemos que para el PSOE el gasto público es
gratis, y en ese sentido, lo estarán interpretando, pero todos sabemos
que los servicios de calidad suponen siempre un gasto, y nuestros
estudiantes también se merecen no incurrir en esos gastos y que la ley lo
contemple.


Por todo esto, presentamos este veto, con la
esperanza de que no se nos vuelva a aplicar el rodillo que se aplicó la
semana pasada en una reunión de veinte minutos a la que se nos convocó en
un día independiente. Hablamos siempre de conciliación, hablamos siempre
de lo que nos preocupan las mujeres, pues alguna mujer tuvo que coger un
tren a las seis de la mañana para una reunión de veinte minutos. Les
agradecería enormemente que en el desarrollo de la actividad
parlamentaria tuviéramos estos pequeños detalles en cuenta.


Muchísimas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora.


Tengo que hacer una rectificación en lo que se
refiere a la hora de la votación, porque, salvo que interrumpamos hasta
las doce y treinta aproximadamente el debate, como quiera que la votación
de los vetos es previa a la votación de las enmiendas, no podemos esperar
hasta las doce y treinta para votar los vetos. De manera que vamos a
votar los vetos cuando termine el debate que ahora se encamina al turno
en contra y al turno de portavoces, mientras que sí mantendremos las doce
y treinta como hora de partida para los votos de las enmiendas.


Terminado el turno de intervención de los senadores
que han presentado vetos, abro un turno en contra para que, si hay
alguien que lo solicite, pueda intervenir por un tiempo máximo de quince
minutos.


Lo solicitan la senadora Castellví y la senadora
Fernández. Procedemos, entonces, de menor a mayor y, por lo tanto, tiene
la palabra en turno en contra, en primer lugar, la senadora Castelllví.
Cuando quiera, senadora.


La señora CASTELLVÍ AUVÍ: Bon dia. Gràcies, senyor
president.


Señorías, buenos días. Voy a ser muy breve y no
utilizaré ni mucho menos diez minutos. Quiero dejar muy claro que
nosotros no vamos a apoyar las propuestas de veto ni del PP ni de
Ciudadanos, porque difícilmente podemos estar de acuerdo con el modelo
universitario que proponen unos partidos que crean —y digo
crean— situaciones para ir en contra de Cataluña, de nuestro modelo
educativo, de la nostra llengua, el català, y de nuestra cultura.


Sus vetos son nefastos, ya que perjudican la
convivencia universitaria y la convivencia en general. Ciudadanos en su
veto pone textualmente: Hay una violación de derechos fundamentales en el
ámbito universitario que sufren las asociaciones universitarias
contrarias a la independencia de Cataluña y acoso a profesores y otros
miembros de la comunidad universitaria. El PP dice: Hay conflicto abierto
en las universidades catalanas donde los constitucionalistas no pueden
expresarse de forma libre y voluntaria. El único conflicto de convivencia
universitaria activo y grave es la situación de acoso contra los
profesores y alumnos que defienden el uso del castellano en las aulas.
¿De verdad se creen estas mentiras? Ustedes están repletos de odio y
viven en su mundo, el mundo de la discordia de todo y por todo, no en el
real. En el real, el bilingüismo, la inmersió lingüística, la convivencia
universitaria en Cataluña es la normalidad, se lo aseguro; vengan.


Y les voy a poner unos ejemplos. Ustedes lo único
que hacen es dedicar palabras ofensivas a las universidades catalanas
—ya hemos oído a la portavoz de Ciudadanos—, y la convivencia
en las universidades es excelente, y en Cataluña también. Les voy a poner
un caso que no es de la universidad, es de una escuela, y lo han
fomentado ustedes. Es el caso de l’escola del Turó del Drac, de
Canet de Mar. Basan sus declaraciones en tuits de personas que no tienen
nada que ver con el centro, ni las familias ni los alumnos, como si fuera
una verdad absoluta. Ustedes hacen correr la idea de que se hace bullying
a un niño de cinco años, porque su familia ha pedido más horas en
castellano. Señorías, nadie ha acosado al niño en cuestión, nadie le ha
marcado, nadie; es un niño de P5, por Dios. No politicen esto. Pero no
paran. Visto lo visto, ustedes son capaces de todo. Son tan recargolats,
retorcidos, que hasta quieren hacer creer que quien se equivoca apretando
un botón en una votación son los informáticos o el sistema. Pues no, la
gente ya no les cree y esperemos que, más pronto que tarde, la verdad sea
la que gane sus farsas continuas.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora
Castellví.


Para el turno en contra, tiene ahora la palabra la
senadora Fernández. Cuando quiera, senadora.


La señora FERNÁNDEZ ÁLVAREZ: Gracias,
presidente.


Buenos días a todos y a todas. Miren, yo creo que
queda claro que con esta ley se cumple el compromiso de derogar el
Decreto de 8 de septiembre de 1954, por el que se aprobaba el reglamento
de disciplina académica de los centros oficiales de enseñanza superior y
de enseñanza técnica que, como saben, permanecía vigente respecto al
estudiantado y que, además, está en clara contradicción con los
principios democráticos de nuestra sociedad actual.


El objetivo que se pretende con esta ley es
sustituir una norma preconstitucional e inconstitucional, que no tiene
cabida en nuestro actual sistema democrático, que responde a un enfoque
esencialmente punitivo, la norma vigente, y cuya aplicación plantea
problemas, y además dar respuesta a una demanda no solo de las
universidades españolas, sino también de los estudiantes. Fue un
compromiso del Gobierno de España, fue un compromiso del ministro de
Universidades, y con ello lo que se demuestra una vez más es que el
Gobierno de España, el Gobierno de este país cumple, que es un Gobierno
que escucha y que es un Gobierno que atiende a las necesidades de los
ciudadanos, en este caso de la comunidad universitaria.


Miren, esta ley se adapta al ordenamiento
constitucional vigente y además sienta las bases para reformular el marco
de convivencia universitaria, poniendo énfasis en el ejercicio de las
libertades y de los derechos fundamentales y garantizando la igualdad
para un posterior desarrollo por las comunidades autónomas y las propias
universidades. Sería fácil imaginar que un Gobierno progresista no iba a
desarrollar una ley entendida como una norma disciplinaria, que era la
filosofía del reglamento disciplinar que se pretende sustituir, sino como
una norma que apueste por la universidad basada en el ejercicio de la
tolerancia y la libertad dentro de los principios democráticos de
convivencia y poniendo, además, el foco del asunto en la prevención de
conflictos, la mediación y la resolución pacífica de estos.


Miren, esta ley instaura un nuevo marco para la
convivencia universitaria en consonancia, como decía, con los principios
democráticos y el ejercicio pleno de los derechos fundamentales y
libertades básicas, entre ellas las de manifestación, reunión, asociación
y huelga. Por mucho que se empeñen en decir lo contrario, la ley sí es
fruto de un consenso; se ha dialogado y se ha consensuado con la
comunidad universitaria en su conjunto, y es un texto, además, que llega
a esta Cámara consensuado con diferentes fuerzas parlamentarias y que,
además, está en plena armonía con el conjunto del despliegue normativo de
reforma que el Gobierno está llevando a cabo en el ámbito
universitario.


No compartimos las manifestaciones que aquí nos ha
trasladado en la defensa de su veto la señora Ponce. Ciudadanos, como
saben, en el Congreso no presentó una enmienda a la totalidad, y aquí
presenta un veto a esta ley justificándolo en que los acuerdos que se han
alcanzado desvirtúan el texto que en su día fue aprobado por el Consejo
de Ministros. Miren, no solo no compartimos que el texto no tenga nada
que ver, sino que el texto lo hemos mejorado. En ese contexto de acuerdos
y de consenso el texto ha sido mejorado, y el único cambio que se
introdujo para alcanzar esos tan denostados acuerdos por su parte y
llegar a ese consenso fue que las universidades desarrollaran los
mecanismos alternativos de mediación en la resolución de conflictos. La
mediación sigue siendo el espíritu central de esta ley, obligando a las
universidades a su desarrollo, es decir, la mediación no es una opción,
su desarrollo es una obligación de las universidades, y así lo creemos.
Nos lleva a pensar que ustedes no confían en la autonomía de las
universidades. Además, debemos insistir en que es una ley para todas las
universidades españolas, para las cincuenta universidades españolas. Por
tanto, le pedimos que deje de centrar los debates en Cataluña, en este
caso también, y que deje de echarnos en cara, una vez más, que hayamos
llegado a un acuerdo con diferentes fuerzas parlamentarias.


Hemos de decir también que vamos a votar en contra
del veto que plantea el señor Martínez, porque entendemos que son las
universidades las que, en el ejercicio de esa autonomía de la que gozan,
desarrollarán los medios oportunos para la resolución alternativa de los
conflictos en el ámbito universitario.


Con relación al veto del PP, que adelanto
obviamente que votaremos en contra, manifiestan sus señorías que el veto
a esta ley responde esencialmente a razones de oportunidad. Si ustedes
siguen creyendo que no es el momento oportuno para hacerlo, están en su
legítimo derecho, pero creo que oponerse a esta ley, una vez más, es
ahondar en esa labor de negacionismo político, de no sistemático a todas
las iniciativas que se plantean en esta Cámara, además sin presentar
ningún tipo de alternativa y obstaculizando con ello cualquier avance de
derechos.


Creo que la mayoría de los presentes en esta
comisión compartimos la reflexión sobre la necesidad de actualizar una
norma que lleva vigente demasiado tiempo. Los socialistas entendemos que
ya va siendo hora —por eso hemos planteado esta ley— de que
afrontemos el cambio y la evolución que representa este proyecto de ley.
Lo decía al inicio de mi intervención: lo que se pretende con ella es
sustituir una norma preconstitucional y además dar respuesta a una
demanda que venía planteada por las diferentes universidades españolas y
también por los universitarios.


A lo largo de estos años de Gobierno, el Ministerio
de Universidades ha venido trabajando en el desarrollo de un amplio marco
normativo y lo ha hecho, además, de forma coordinada, como no podía ser
de otra manera. Y esa coordinación también se llevará a cabo en el marco
de lo que será la futura tramitación de la LOSU, que sin duda alguna
tendrá en cuenta esta ley de convivencia y la respetará. Alegan ustedes a
ese acuerdo sobre el texto que inicialmente se plantea esa ruptura en el
marco de la tramitación parlamentaria. Les recuerdo, señorías, que
ustedes también presentaron una enmienda a la totalidad a ese texto que
inicialmente se debatió en el Congreso y, además —y luego supongo
que saldrá a colación el tema—, algunas de las enmiendas que hoy
presentan al texto normativo, algunas de esas propuestas de modificación
o de adicción suponen volver a ese texto original que ustedes les
recuerdo enmendaron totalmente en el Congreso.


Por tanto, entendemos que es una ley necesaria, que
viene a reforzar la convivencia en el marco universitario, la autonomía
de las comunidades autónomas y de las universidades y, como decía antes,
es una ley que se aplicará a todas y cada una de las universidades
españolas y que, además, está en consonancia con el resto de la actividad
normativa que ha llevado a cabo el Ministerio de Universidades en estos
dos años de Gobierno y que sin duda seguirá haciendo en lo que queda de
legislatura.


Les anuncio, por tanto, que mi grupo votará en
contra de los tres vetos que aquí se han planteado a la ley.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora
Fernández.


Terminado el turno en contra, abro el turno de
portavoces de los grupos parlamentarios de menor a mayor por un tiempo de
diez minutos por grupo.


En primer lugar, tiene la palabra, por el Grupo
Parlamentario Mixto, el senador Marín Gascón.


El señor MARÍN GASCÓN: Señor presidente, en el
turno de portavoces del veto no vamos a intervenir.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senador Marín
Gascón.


Por el Grupo Parlamentario Democrático, tiene la
palabra la senadora Ponce.


La señora PONCE GALLARDO: Muchas gracias,
presidente.


No iba a intervenir en este turno, pero me veo
obligada a responder a algunos partidos. Dice usted que nosotros nos
inventamos que hay acoso a los niños, que hay acoso en las universidades.
Nosotros no nos hemos inventado nada. Que hay acoso a un niño de 5 añitos
lo han denunciado sus papás, lo han denunciado sus padres y lo han
denunciado, además, muchísimas familias que viven también acosadas, entre
ellas los hijos y las familias de los guardias civiles en Cataluña, que
están constantemente sometidos a acoso, hasta el punto de que muchos de
ellos tienen que recibir atención psicológica, y al menos doscientos
guardias civiles han pedido el traslado fuera de Cataluña por el acoso
reiterado a ellos y a sus familiares. O sea, que no voy a permitir y no
voy a consentir que se acuse aquí a Ciudadanos ni a ningún otro partido
de denunciar lo que está ocurriendo en Cataluña.


Portavoz del Partido Socialista, dice usted que no
centremos el debate en Cataluña, pero es que traen ustedes aquí una ley
de convivencia universitaria y donde hay problemas de convivencia
universitaria es en Cataluña, y esta ley no los soluciona. ¿De qué
quieren que hablemos? Por supuesto que tenemos que hablar de todas las
universidades, pero el problema de dicha ley es que no ataja las
dificultades por las que atraviesan muchísimas de ellas.


Además, dice usted también que esta ley es en
respuesta a lo que le venían solicitando las universidades y las
comunidades educativas. Perfecto, ¿y qué han hecho ustedes con el texto
que habían negociado con ellas y que habían acordado con ellas? Romperlo
y eliminarlo para sustituirlo por el que quería Esquerra. Eso es lo que
han hecho ustedes. Por lo tanto, esto que nos traen ustedes aquí no está
tampoco consensuado con las universidades.


Sin más, simplemente quiero decir que nosotros
vamos a apoyar, por supuesto, el veto del Grupo Popular, no así el otro
veto, y pasaremos después al turno de enmiendas.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senadora Ponce.


Por el Grupo Parlamentario Nacionalista en el
Senado, tiene la palabra la senadora Castellví.


La señora CASTELLVÍ AUVÍ: Yo tampoco iba a
intervenir, porque ya lo he hecho anteriormente, pero quiero contestar a
la señora Ponce. Si ella no va a consentir, yo tampoco voy a consentir
que se ponga una mancha y que se crean lo que se inventan, porque no es
una realidad. Viven de sus farsas.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senadora
Castellví.


Por el Grupo Parlamentario de Izquierda Confederal,
tiene la palabra el senador Vidal.


El señor VIDAL MATAS: Muchas gracias,
presidente.


Evidentemente, estamos en un Parlamento, como los
compañeros que están en el Congreso, y de lo que se trata es de hablar
entre diferentes, llegar a acuerdos y votar. Si ya no podemos intentar
negociar y llegar a acuerdos, incluso respetando acuerdos con los que yo
a lo mejor no estoy de acuerdo —¡faltaría más!—... Esa es la
base de la política: discutir, llegar a acuerdos, pactar y hacer cambios
para conseguir un consenso más amplio. Si eso tan fácil de entender no se
entiende, creo que tenemos dificultades serias para comprender en qué
institución estamos. Creo que es trabajo de todos los senadores que
estamos aquí. Yo he llegado a acuerdos con el Partido Popular y con
Ciudadanos en muchos temas y tenemos ideologías muy diferentes. Yo creo
que no puedo condenar un acuerdo al que han llegado otros partidos cuando
yo he llegado a acuerdos con otros partidos en otros temas. Intentar
llegar al máximo posible de acuerdos es básico y tendría que ser la norma
general porque favorecen la vida política, entendida como esa vía para
encontrar acuerdos y solucionar problemas.


Votaremos que no a los dos vetos, el de Ciudadanos
y el del Grupo Popular, al ser nuestro veto, presentado por el senador
Koldo Martínez, de sentido totalmente contrario. Queremos más autonomía
para las universidades, como ya he explicado, y tenemos que evitar
centrar el debate en los problemas de convivencia en las universidades
catalanas, como si no hubiera otros problemas, incluso se ha hablado de
las Illes Baleares en algún momento. Creo que es falsear un poco la
realidad. En todas las universidades como espacios vivos que son puede
haber conflictos, y esos conflictos se tienen que solucionar y tenemos
que aportar los instrumentos necesarios para ello.


Y para no querer politizar las universidades, las
enmiendas que después discutiremos generan un debate serio cuando
queremos que los partidos políticos tengan libertad para utilizar cuando
quieran todos los espacios de las universidades para hacer campañas
electorales y para hacer política. Creo que eso no liga mucho con el
discurso que ustedes han hecho previamente.


Por tanto, reitero el voto negativo a los dos
vetos.


Muchas gracias, presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador
Vidal.


Por el Grupo Parlamentario Vasco en el Senado,
tiene la palabra la senadora Peral.


La señora PERAL DÍEZ: Egun on. Muchas gracias,
señor presidente.


Quiero únicamente manifestar el sentido del voto de
mi grupo a los tres vetos presentados, que será en contra.


Eskerrik asko. Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senadora Peral.


Por el Grupo Parlamentario de Esquerra
Republicana-Euskal Herria Bildu, tiene la palabra el senador Reniu.


El señor RENIU VILAMALA: Moltes gràcies, president.
Muchas gracias.


Señorías, antes de otras consideraciones, y a la
luz de lo reflejado y de lo expuesto en los vetos del Grupo Parlamentario
Popular y de Ciudadanos, permítanme volver una vez más a invitarles a
acercarse sin prejuicios a la realidad del sistema universitario catalán
para poder hablar así en propiedad de la realidad en Cataluña. Ya sé que
esta invitación caerá en saco roto, puesto que no les interesa lo más
mínimo, dado que se encontrarían con una realidad muy distinta de la que
pregonan; únicamente les interesa ponerse en la boca el nombre de
Cataluña para generar conflictos donde no existen, sea atacando el
catalán o pretendiendo anular la voz crítica, por ejemplo, de las
universidades bajo el impúdico pseudoargumento de la neutralidad
institucional. Quizás si se acercaran a nuestra realidad sin apriorismos
cambiaría alguna de las perspectivas que defienden ustedes aquí, en el
Senado.


Año 2022, señorías. Hemos esperado cuarenta y siete
años, desde que el dictador muriera en la cama, para derogar este decreto
franquista Han pasado sesenta y ocho años desde que se decretó el
reglamento de disciplina académica de los centros oficiales de enseñanza
superior y de enseñanza técnica, dependientes del Ministerio de Educación
Nacional. Eso sí era adoctrinamiento. Si tamaña demora no es muestra de
la inacción de las instituciones estatales en relación con la memoria
histórica, no sé yo cómo calificarlo. Estamos hablando de un decreto que
establecía como falta las manifestaciones contra la religión y moral
católicas y contra los principios e instituciones del Estado; un decreto
que establecía como falta la no asistencia a clase cuando tenga carácter
colectivo, es decir, las huelgas. Pero lo más relevante es que durante
estos cuarenta y siete años las universidades se han visto obligadas a
desarrollar normas de convivencia sobre la base de un marco legal
franquista, sin que los respectivos gobiernos estatales del PSOE y del
Partido Popular se sonrojaran por ello.


Afortunadamente para el conjunto de la comunidad
universitaria, nuestra actuación parlamentaria hace que las cosas pasen y
que sean para mejor, como es el texto que discutimos hoy. Desde el inicio
de la tramitación parlamentaria de la ley, nuestro grupo focalizó sus
esfuerzos en dos grandes objetivos centrales: reforzar la autonomía
universitaria, verdadero derecho fundamental, por un lado, y por el otro,
la defensa de los derechos de los estudiantes, en especial el ejercicio
del derecho a la movilización. Tras retirar nuestra enmienda a la
totalidad, iniciamos un proceso de negociación, verdadera esencia del
ejercicio de la política, con el ministerio y los grupos Socialista y de
Unidas Podemos, con quienes llegamos a un acuerdo; acuerdo que cambió
sustancialmente el texto que deroga el decreto franquista, promoviendo un
mecanismo alternativo de mediación y su afectación para toda la comunidad
universitaria, blindando, esta vez sí, la autonomía universitaria,
permitiendo que sean las universidades en su propio desarrollo normativo,
y blindando también los derechos de movilización del estudiantado, y
estableciendo que el derecho de reunión, asociación, manifestación y
huelga esté garantizado siempre, en tanto que principio superior que debe
regir la convivencia universitaria.


En Esquerra Republicana de Catalunya estamos
comprometidos con el movimiento estudiantil, que constituye sin duda
alguna uno de los pilares de la organización ciudadana y de la promoción
del pensamiento crítico. Por ello aprovecharemos cada ocasión que
tengamos para defender sus derechos. Y también lo estamos con la defensa
de la autonomía universitaria, que seguiremos defendiendo también en la
próxima tramitación de la LOSU, como bien sabía el ministro Castells y
sabe el ministro Subirats.


Así, a la propuesta de veto del Grupo Parlamentario
Democrático, evidentemente votaremos en contra, por cuanto se funda
únicamente en el monotema con el que nacieron en su momento en Cataluña:
el ataque a todo lo catalán se ajuste o no a la realidad.


A la propuesta de veto presentada por el senador
Koldo Martínez, también votaremos en contra, por los argumentos en
defensa a nuestra posición anteriormente expuestos.


Y, finalmente, es evidente que también votaremos en
contra del veto del Grupo Parlamentario Popular, en una versión más
desarrollada que la de sus émulos de Ciudadanos, pero que sigue por los
mismos derroteros discursivos, argumentos demagógicos, sin base real para
una audiencia desconocedora de la realidad política, social, cultural y
universitaria de Cataluña. No es extraño así que su presencia
institucional en Cataluña sea cada vez menor.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senador Reniu.


Por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado,
tomará la palabra el senador Vázquez. Cuando quiera, senador.


El señor VÁZQUEZ ROJAS: Muchas gracias, señor
presidente, y buenos días a todos.


Señorías, conocen bien nuestra posición con
relación a la ley de convivencia, que ha quedado además expresada a
través del veto que hemos presentado. Por tanto, en esta breve
intervención, debido al tiempo disponible, voy a subrayar alguno de los
motivos por los que entendemos que esta ley debería ser devuelta, tanto
por el fondo como por el procedimiento, no muy acertado en nuestra
opinión, que se ha seguido hasta su llegada al Senado.


Recordemos que es la tercera ley universitaria del
siglo XXI que llega a su debate al Senado, tras la Ley Orgánica de
Universidades, la LOU, en el 2001 y la LOMLOU en el año 2007. Es más, si
recuerdan sus señorías, el exministro Castells nos anunció hace un par de
años la derogación urgente del reglamento disciplinario del 1954 por
obsoleto y preconstitucional, algo a lo que desde luego no se va a oponer
este grupo parlamentario, pero sin proponer, y recuerden aquella ocasión,
una legislación alternativa, hecho que causó la protesta generalizada de
las universidades. Por cierto, un reglamento que, como bien saben sus
señorías, está suprimido parcialmente por el Real Decreto de 1985, sobre
régimen de profesorado universitario, y varios de sus preceptos
preconstitucionales han de entenderse además derogados total o
parcialmente o afectados por la propia Constitución. Pero, repito, en
cualquier caso, no será este grupo el que se oponga a la
actualización.


Volviendo a la ley Castells, y debido a esta
exigencia de un texto alternativo, siguió un año de trabajo junto a las
organizaciones y la comunidad universitaria en su conjunto, no junto a
todos los partidos políticos, al menos no fue llamado este Grupo Popular,
hasta alcanzar una propuesta en la que, junto al régimen disciplinario,
se incorporaron dos pilares importantes, que fueron el de mediación y
convivencia que hacían de una ley de 1954 una ley del siglo XXI, aunque
aún con cuestiones sin resolver, como la ausencia del dictamen del
Consejo de Estado, o más importante aún, la oportunidad de hacerlo antes
del debate de la Ley orgánica del sistema universitario o incluso durante
el debate de la Ley orgánica del sistema universitario, porque, como
sucede en otras leyes, podía haber sido un título del mismo, como también
podría haberlo sido de la propia LOU en el año 2001 o de la LOMLOU en el
año 2007.


Este hecho fue en su momento el que propició parte
de las reticencias del Partido Popular y que se trasladó con una enmienda
a la totalidad del Grupo Popular al Congreso, que hemos reiterado en
nuestro veto en los mismos términos. Pero la sorpresa y la perplejidad, a
la que se han referido los rectores el pasado mes de diciembre, estaba
aún por llegar, porque lo acordado con la comunidad universitaria se
disipó y dejo paso a un acuerdo entre el Gobierno y Esquerra, como bien
se ha dicho, anulando parte de la ley, el marco común para los mecanismos
de resolución de conflictos a través de la mediación y la convivencia, y
devolviendo a la esencia del texto el que tenía el propio decreto del
año 1954, obviamente, actualizado en la parte disciplinar. Es decir, al
final, la propuesta que aprobamos en el año 2022 es en esencia el régimen
disciplinario actualizado del año 1954, además eliminando cualquier
mención al artículo 149.1.1. de la Constitución.


Señorías, seguro que se han leído la MAIN, la
memoria del análisis de impacto normativo que acompaña al anteproyecto de
ley, en donde se justifica lo que precisamente este texto ahora
finalmente ha obviado, la igualdad de todos los españoles en el ejercicio
de los derechos y en el cumplimiento de los deberes constitucionales como
competencia exclusiva del Estado, también en la protección y garantía de
la convivencia dentro de un ámbito universitario, a través de un marco
común, de un marco compartido. Y esta cesión, además, se produce en el
marco del debate de los Presupuestos Generales del Estado y con una
realidad en Cataluña que obviamente no podemos obviar en las
Cámaras.


Vamos a votar también a favor del veto propuesto
por el Grupo Parlamentario Democrático. Coincidimos en que el texto que
nos llega al Senado se aleja de cumplir los objetivos que se marcaba la
propia ley mediante la incorporación de un mecanismo de mediación y la
armonización de los procedimientos para la resolución de los conflictos
universitarios.


Señorías, es una ley que, como expresaba, nació
forzada, que quería suprimir una norma de 1954 y se encontró en el dilema
de tener que proponer otra ley a cambio, que no estaba en la agenda
ministerial original y que entendemos en este grupo que su sitio natural
es la propia Ley Orgánica del sistema universitario. Por eso pensamos que
es extemporánea, como creemos que a buen seguro hubiera dicho ese
dictamen del Consejo de Estado si se hubiera solicitado y se hubiera
emitido. Además, es una ley que nace condicionada, porque es el resultado
de haber estado en la ecuación que se llama Presupuestos Generales del
Estado y donde se evidenciaron las cesiones a grupos que apoyaban dichos
presupuestos.


Discrepamos de la ley y una vez más creemos que
habrá ley, porque las matemáticas así lo indican, pero no habrá acuerdo
ni ha habido oportunidad de debate, y en este caso se suma además la
decepción de la comunidad universitaria. Estamos a tiempo de reconsiderar
nuestra posición y de recuperar, junto al régimen disciplinario, la
mediación y la convivencia en la nueva Ley Orgánica del sistema
universitario.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador
Vázquez.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra la senadora María Fernández. Cuando quiera.


La señora FERNÁNDEZ ÁLVAREZ: Gracias de nuevo,
señor presidente.


Muy brevemente, intervengo para ratificarnos en
nuestras afirmaciones anteriores e insistir en ese compromiso del
Ministerio de Universidades y del Gobierno de derogar el Decreto de 1954
que aprobaba ese reglamento, por entender que ahora es el momento para
ello.


Con el debido respeto, señora Ponce, quiero pensar
que habla usted con conocimiento de causa y entiendo que se habrá leído
tanto el texto original del Congreso como el que hoy se debate en esta
Cámara. No compartimos con usted las afirmaciones de que no tiene nada
que ver un texto con el otro. Se lo decía antes y se lo reitero.
Efectivamente, el texto que nace de ese consenso es un texto mejorado y,
por tanto, nosotros entendemos que, en el marco de esa negociación y de
ese acuerdo que hemos alcanzado con diferentes grupos parlamentarios, es
un texto que ha sido enriquecido y que, como le decía antes, se aplicará
a todas y cada una de las universidades españolas.


Sigo sin entender la posición del Grupo Popular,
porque presentan una enmienda a la totalidad al texto originario del
Congreso, ahora a ese texto, que ha sido mejorado, como decía, vuelven a
presentar un veto, por lo que da la sensación de que ustedes prefieren
mantener la vigencia de ese Reglamento de 1954, algo que nosotros, como
le digo, no compartimos. De ahí esta ley.


Creo que urge derogar ese reglamento; parece
haberse pospuesto su derogación injustificadamente, incluso por ustedes
cuando tuvieron responsabilidades de Gobierno. Entiendo que tuvieron
entonces otras prioridades que no eran estas. Por tanto, urge avanzar en
materia de convivencia universitaria con una norma propia, una norma en
perfecta armonía con el conjunto del proyecto normativo universitario de
este Gobierno. Considero, además, que es una buena noticia que pasemos
página, que se derogue ese reglamento del año 1954 y que se apruebe esta
ley de convivencia universitaria en la que se han invertido, no lo duden,
muchas horas de trabajo.


La apuesta de este Gobierno por la convivencia
universitaria en todas y cada una de las universidades españolas es
clara, y también lo es nuestra apuesta por una universidad para todas y
para todos, en la que las desigualdades socioeconómicas no sean un
obstáculo para tener la oportunidad de conseguir un título universitario.
Esta ley, en el marco de ese conjunto normativo al que antes hacía
referencia, hace que la universidad española sea una universidad más
moderna, que apuesta por la convivencia en su ámbito de actuación. Lo que
para algunos de ustedes es ideología, para nosotros en este caso son
valores y cultura democrática. Nuestra apuesta por esos valores y por esa
cultura democrática creo que se demuestra una vez más en esta ley, que
esperamos que hoy alcance el mayor acuerdo posible para su
aprobación.


Gracias, presidente. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora
Fernández.


Terminado el debate de los vetos y antes de
proceder a su votación, ruego al señor letrado que compruebe las
asistencias.


El señor letrado procede a la comprobación de los
señores senadores presentes.


El señor PRESIDENTE: Tras comprobar las
asistencias, vamos a proceder a la votación de los vetos.


Les voy a rogar un poco de paciencia a la hora de
votar y que mantengan el brazo en alto a fin de facilitar el recuento
que, como saben, tiene que ser exacto en relación con la proporción. Así
que les pido disculpas, tardaremos un poco en ese recuento.


En primer lugar, votaremos el veto presentado por
los senadores Muñoz Lagares, Ponce Gallardo y Sánchez López, del Grupo
Parlamentario Democrático.


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
votos a favor, 12; en contra, 17.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazado este primer
veto.


Votamos, en segundo lugar, el veto presentado por
el senador Martínez Urionabarrenetxea, del Grupo Parlamentario Izquierda
Confederal.


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
votos a favor, 1; en contra, 28.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazado.


Pasamos, en tercer lugar, a votar el veto
presentado por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado.


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
votos a favor,12; en contra, 17.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazado.


Procedemos, a continuación, al debate de las
enmiendas que se efectuará en un único bloque en el que se incluyen los
apartados y disposiciones del proyecto de ley. El orden de intervención,
para la defensa de las enmiendas, será por grupo parlamentario de menor a
mayor, por un tiempo de diez minutos. Luego, procederemos a un turno en
contra, en su caso, de cinco minutos, y, finalmente, intervendrán los
grupos parlamentarios, por cinco minutos de tiempo, por el mismo orden,
de menor a mayor.


Por lo tanto, en primer lugar, para la defensa de
las enmiendas números 61 a 85, tiene la palabra, por el Grupo
Parlamentario Mixto, el senador Marín Gascón. Cuando quiera,
senador.


El señor MARÍN GASCÓN: Gracias, presidente.


Damos por defendidas las enmiendas y las mantenemos
vivas de cara al Pleno.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador.


Para la defensa de las enmiendas números 2 a 7,
presentadas por los senadores Muñoz Lagares, Ponce Gallardo y Sánchez
López, del Grupo Parlamentario Democrático, tiene la palabra la senadora
Ponce. Cuando quiera, senadora.


La señora PONCE GALLARDO: Gracias, presidente.


Este proyecto de ley hubiera podido ser una
oportunidad para favorecer de verdad la convivencia y, desde luego, era
una oportunidad para acabar con las agresiones en determinadas
universidades a quienes defienden valores constitucionales que,
precisamente, la ley dice que trata de proteger. Pero, desgraciadamente,
esto no es así y, en ese sentido, iban, precisamente, las enmiendas que
presentó mi grupo en el Congreso de los Diputados y las que ha presentado
también ahora en el Senado. Sin embargo, parece que hay acuerdos
alcanzados durante la tramitación de la ley en el Congreso entre el
Gobierno de España y la formaciones nacionalistas e independentistas,
porque la portavoz del Partido Socialista ha dicho que han pactado y han
negociado con diferentes grupos parlamentarios; digan, entonces, ustedes
con qué grupos parlamentarios han pactado y con cuáles no —esto es
importante también que se sepa—, pero lo cierto es que estos
acuerdos han dejado absolutamente desdibujado el texto inicial y dejaran
también desamparado al alumnado que es acosado en estas instituciones, al
haber aumentado la discrecionalidad de las universidades a la hora de
aplicar el régimen disciplinario y al haber reducido también la capacidad
de sanción de las mismas sobre aquellas personas que atentan, por
ejemplo, contra su inmobiliario. Yo quisiera que reconociera al menos
eso, que no han pactado ustedes con todos los grupos parlamentarios, que
han pactado, precisamente, con los grupos nacionalistas e
independentistas. Y le respondo a lo que decía antes. Este texto sí está
desdibujado, como le he dicho, porque, incluso, y lo ha podido usted ver
en muchos medios de comunicación, si no ha hablado directamente con
ellos, estudiantes y rectores y muchísimas asociaciones de estudiantes y
de rectores de las universidades se han pronunciado en contra de esas
propuestas que ustedes han pactado con Unidas Podemos y con
Esquerra.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senadora Ponce.


Por el Grupo Parlamentario de Izquierda Confederal,
para la defensa de las enmiendas números 8 a 30, tiene la palabra el
senador Vidal. Cuando quiera.


El señor VIDAL MATAS: Muchas gracias
presidente.


Al ser el autor Koldo Martínez, las voy a dar por
defendidas todas.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senador Vidal.


Para la defensa de las enmiendas números 86 a 106,
presentadas por los senadores Castellví Auví y Cleries i González, tiene
la palabra la senadora Castellví. Cuando quiera.


La señora CASTELLVÍ AUVÍ: Gracias, presidente.


Mantenemos vivas las enmiendas para el Pleno.






La
mayoría de nuestras enmiendas están realizadas con la finalidad de poder
mejorar el texto y reforzar la autonomía universitaria. Cabe reconocer
que algunas de ellas, que presentamos en el Congreso, fueron admitidas.
Por ello, no hemos presentado ningún veto y no nos hemos sumado al veto
de Izquierda Confederal que iba en este sentido. Nuestras enmiendas
tratan de reforzar la autonomía universitaria, evitando los excesos
regulatorios de esta ley. Esta iniciativa legislativa debe regular lo
básico, debe considerar las bases como un mínimo necesario, pero poco
más. Su contenido, para nosotros, para Junts, ha de ser más flexible,
para que las comunidades autónomas con competencias normativas en la
materia puedan adaptar sus propias alternativas políticas en función de
su realidad. En Junts defendemos que tenemos que considerar que la
autonomía de las universidades debe ser suficiente para aprobar sus
propios reglamentos de convivencia y de disciplina, evidentemente, sobre
la base de una regulación propia de la universidad. También tenemos otras
enmiendas para mejorar técnicamente el texto y, por lo tanto, en Junts
nos gustaría que todas ellas, las 20 presentadas, se incorporaran,
evidentemente, al texto y que se aprobasen.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora
Castellví.


Para la defensa de la enmienda número 1, presentada
por el Grupo Parlamentario Vasco en el Senado, tiene la palabra la
senadora Peral. Cuando quiera.


La señora PERAL DÍEZ: Eskerrik asko, señor
presidente.


Hemos vuelto a presentar la única enmienda que no
fue aprobada en el Congreso al artículo 19, que regula el procedimiento
disciplinario. Como ya dijimos en la Comisión en la que se aprobó el
proyecto de ley, consideramos que el procedimiento disciplinario descrito
excede de lo que deben ser los principios básicos y entra en un detalle
que supera los principios del propio proyecto de ley. Proponemos que sean
las comunidades autónomas y las universidades las que establezcan el
procedimiento disciplinario que mejor se adapte a sus características
específicas, respetando, por supuesto, los principios contenidos en esta
ley, al igual que se ha acordado para el procedimiento de mediación.
Seguiremos defendiendo esta posición en el Pleno para que el texto legal
permita que las comunidades autónomas y las universidades desarrollen sus
competencias en esta materia.


Eskerrik asko.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora
Peral.


Para la defensa de las enmiendas números 31 a 60,
presentadas por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado, tiene la
palabra la senadora Del Brío. Cuando quiera, senadora.


La señora DEL BRÍO GONZÁLEZ: Buenos días, una vez
más.


Nosotros, de la misma manera, antes de presentar
las enmiendas que hemos registrado, queremos dejar claro que las
mantendremos también vivas para el Pleno, como el resto de los de los
grupos. Lógicamente, las enmiendas que presentamos tienen que ver
directamente con corregir aquellas partes del texto del proyecto de ley
que nos llevaron a presentar el veto, con lo cual, según hablo de ellas,
voy a dar también un poco respuesta a algunas cosas que se han dicho hoy
aquí, como que nuestras propias enmiendas revierten al texto original;
bueno, revierten al texto consensuado. Nosotros siempre buscamos el
consenso. Yo creo que, precisamente, si hay alguien que se está alejando
hoy aquí de lo que presentó es el Partido Socialista, porque cambió su
propio texto, en el que pensamos que creían y que por eso lo presentaron,
mirando por el bien de la comunidad universitaria, por un texto
alternativo, buscando, precisamente, conseguir votos de cara a los apoyos
en los presupuestos. Y eso es un elemento fundamental de por qué esto no
es oportuno, porque no es oportuno que la tramitación de la ley se
encuadre y se encaje en medio de un proceso de aprobación de los
presupuestos, igual que no es oportuno, porque creemos que tendría que
haberse desarrollado dentro de la LOSU. Esos son los criterios de
oportunidad. Pero, aparte de la oportunidad, hemos dado otras siete
razones para ese veto, más allá de la oportunidad, que es lo que aparece
en la primera línea del veto —yo creo que deberíamos profundizar
todos más—, más allá también de la lectura de los textos de los
compañeros. Tampoco nos parece adecuado ese empeño en querer insistir en
que a nosotros nos gusta más un texto preconstitucional, en absoluto. Lo
que pasa es que, precisamente, ese texto venía ya corregido por la
Constitución y la Constitución no se ha convertido — se lo han
dicho aquí hoy y se lo dijo también el Consejo de Estado— en el
marco de referencia de la ley que están ustedes presentando hoy aquí. Por
tanto, una enorme parte de estas 30 enmiendas que presentamos
—unas, efectivamente, siguen vivas en el Congreso y otras las hemos
incorporado aquí— buscan tratar de tomar siempre como punto de
referencia la Constitución española como norma básica, como norma general
del Estado. Creo que no estoy diciendo nada nuevo y nada que no se ajuste
a derecho. El que se aleja de ese texto constitucional es, precisamente,
el texto que ustedes presentan como propuesta de ley de convivencia.


Otra de las razones del veto es esa necesidad de
reconocer el coste económico que va a suponer la aplicación de esta ley.
Por tanto, parte de las enmiendas van también en esa línea. Muchas de
ellas quieren asegurar esa seguridad jurídica que ahora mismo se está
poniendo en entredicho, porque, precisamente, al no tener un nuevo
escenario de la LOSU y pretender derogar la ley anterior, nos dejan un
vacío normativo, y se les ha avisado por diferentes vías. Y, luego,
muchas de las enmiendas van ya directamente a atajar esos problemas de
convivencia, porque, efectivamente, hay pequeños problemas de convivencia
en todas las universidades. Nadie lo niega, lo que pasa es que no se han
producido grandes problemas ni grandes sanciones en la universidad ni
estaban en un régimen preconstitucional nuestras universidades en el día
a día; gracias a Dios, estamos hace mucho tiempo ya en un ambiente
democrático y así se han estado resolviendo todos estos problemas todos
los días. Aun así, nos parece que se debía haber insistido más en temas
que todos conocemos, como el plagio y los relacionados con la compraventa
de trabajos de fin de máster, de fin de grado. Hay también muchas
cuestiones relacionadas con la falta de equidad y de igualdad de
oportunidades entre territorios que está suponiendo el actual texto de la
ley. Además, hemos querido incorporar temas nuevos que no estaban muy
tratados, por ejemplo, temas de convivencia que se pueden generar en el
desarrollo de procesos electorales dentro de las propias universidades,
no su participación, como se ha dicho aquí, en actos en unas generales,
sino en los propios procedimientos de elecciones dentro de los órganos de
gobierno universitarios, que pueden producir, a veces, sustracción de
materiales, modificación, etcétera, etcétera, etcétera. Nosotros también
apoyamos el sistema de mediación. Efectivamente, si hubiéramos tenido que
apostar por ser nosotros los que presentáramos un texto inicial para esta
ley, así lo habríamos hecho, pero se puede mejorar muchísimo el sistema
de mediación y sobre esto va una parte importante también de nuestras
enmiendas. Igualmente, hemos querido abordar el tema de las novatadas, ya
que en esta ley ni siquiera se da una definición de lo que es la novatada
y creo que es uno de los conflictos más importantes que hay que
resolver.


No me voy a extender mucho más, porque tendremos
tiempo en el Pleno para el debate, pero sí que querría comentar a los
distintos representantes catalanes algo sobre este empeño que tienen en
insistir en que los demás no conocemos la realidad catalana. Pero ¿por
qué no? Creo que muchos de nosotros aquí somos académicos, y todos somos
viajeros, todos tenemos familia. No viven aparte, en una isla; estamos
integrados unos y otros y todos sabemos los problemas y los no problemas
que hay en cada territorio y, lógicamente, unos tendremos la opinión
sesgada por un lado y otros por el otro, pero existe una realidad, así
que no nos den, de verdad, lecciones, porque no vivamos todos los días en
Cataluña, no nos digan que no conocemos el territorio catalán.
Personalmente, lo conozco, lo apoyo y lo defiendo, pero, lógicamente, no
voy a defender que aprobemos hoy aquí una ley que no toma a la
Constitución española como punto de referencia básico para regular la
convivencia de los estudiantes de toda España.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Del
Brío.


Hemos terminado el turno de defensa de las
enmiendas. Solicito a los grupos parlamentarios que indiquen si quieren
intervenir en el turno en contra. Hay dos solicitudes. Doy la palabra, en
primer lugar, para este turno en contra, por cinco minutos, les recuerdo,
al senador Reniu.


El señor RENIU VILAMALA: Moltes gràcies,
president.


Intentaré no agotar esos cinco minutos, porque
luego ya tendremos oportunidad en el Pleno para continuar. Nuestro grupo
parlamentario anuncia que va a votar en contra de todas y cada una de las
enmiendas, aunque obviamente, valoramos que los grupos hayan intentado
realizar esas aportaciones, con valores diversos; a fin de cuentas, con
los argumentos que apuntábamos anteriormente, creemos que las enmiendas
presentadas por el Grupo Vasco, Nacionalista e Izquierda Confederal ya
tienen esa justificación, pero quisiera aprovechar este turno para
comentar dos cuestiones especialmente interesantes. Porque yo creo que es
una de las labores más relevantes la lectura y el análisis de las
enmiendas que se proponen a un texto. En primer lugar, quisiera mostrar
un cierto estupor por las reiteradas coletillas en cada una de las
enmiendas, en el apartado de la justificación de estas, sin tener ningún
sentido, sobre neutralidad institucional, sobre valores constitucionales
o un entrecomillado repetido de las enmiendas de la ultraderecha
criticando el acuerdo entre grupos parlamentarios como única
justificación de sus enmiendas. Pero, sobre todo, quisiera, aprovechando
que tenemos a la senadora Ponce Gallardo, comentar una enmienda que me
parece surrealista. Estamos hablando de la enmienda número 6 de ese grupo
parlamentario en la cual yo creo que se condensa lo absurdo, a veces, de
mantener planteamientos injustificados. ¿Y por qué? Si sus señorías van
al punto 1 de esa enmienda número 6, se señala que corresponde a los
órganos de gobierno de cada universidad adoptar las decisiones necesarias
para garantizar la neutralidad en sus espacios. Pero es que si se van
luego al punto número 3, se señala, y es que es asombroso, que los
partidos políticos que hayan formalizado su candidatura a las elecciones
al Parlamento Europeo, al Congreso de los Diputados, al Senado, a las
elecciones autonómicas o a las elecciones locales, es decir, en cualquier
proceso electoral en el que hayan formalizado su candidatura, podrán
hacer uso de esos espacios en la universidad, tanto en periodo electoral
como ordinario, en la forma que determine reglamentariamente la
universidad. Pero, a fin de cuentas, la idea es colonizar un ámbito del
que se predica la neutralidad anteriormente. Voy a intentar decirlo
suavemente, ¿tienen la más remota idea de lo que proponen? ¿Qué modelo de
universidad tiene en la cabeza? Realmente es incomprensible. Señoría,
haga un esfuerzo de humildad y reconozca que el punto 1 y el punto 3 son
agua y aceite, o están por la neutralidad, quién sabe que querrá decir
eso en un entorno como la universidad, o están por permitir que cualquier
formación, incluso las más anquilosadas y naftalinadas que presentan
candidatura a procesos electorales en el ámbito local, puedan utilizar en
un período ordinario espacios de la universidad. Perdone, estamos no ya
en las antípodas, estamos más allá del universo conocido; lo están su
posición política y la nuestra. Por lo demás, obviamente, por lo que
hemos formulado en el turno anterior, reitero, no vamos a apoyar ninguna
de las enmiendas.


Muchísimas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador
Reniu.


Tiene ahora la palabra la senadora Torralba. Cuando
quiera.


La señora TORRALBA VALIENTE: Gracias,
presidente.


Respecto a las enmiendas del Grupo Parlamentario
Vasco (EAJ-PNV), con el fin de garantizar la igualdad, la norma debe
establecer unos contenidos esenciales y los principios que rijan el
procedimiento. La norma, como no podría ser de otra forma, respeta el
derecho fundamental a la autonomía universitaria y apuesta por la
mediación como el método preferente para la resolución de conflictos. Por
ese motivo, no apoyaremos su enmienda.


Respecto a las enmiendas del Grupo Parlamentario
Democrático (Ciudadanos), del Grupo Parlamentario Popular y del Grupo
Mixto (Vox), la norma que pretendemos aprobar define un nuevo sistema de
faltas y sanciones para el estudiantado con las máximas garantías y la
posibilidad de sustituirlas en algunos casos por medidas de carácter
educativo o recuperador, poniendo siempre el acento en los valores
propios del ámbito universitario. Con esta norma se regula un régimen
disciplinario adaptado a nuestro ordenamiento jurídico vigente, pero
también a la realidad social de hoy. Es la primera vez en la historia de
la democracia española que un Gobierno propone tipificar las sanciones a
la comunidad universitaria con un código que respete los principios
constitucionales. No existía hasta ahora una norma legal que regulase los
elementos básicos de la convivencia en el seno de la comunidad
universitaria. No olvidemos que estamos aplicando una norma de la
dictadura en materia de régimen sancionador para el estudiantado.


Ciudadanos, Partido Popular y Vox proponen incluir
una serie de faltas que ya están incluidas en el texto de la ley con la
suficiente especificación de la conducta que da lugar a la sanción. Y sí,
señoría del Partido Popular, las novatadas que menoscaban la integridad,
el plagio en la tesis doctoral, la falsificación, la suplantación, la
violencia física o psicológica, los delitos contra la salud o el acoso
tienen una graduación muy grave dentro de la regulación de esta norma.
Proponen excluir las referencias a lo que establezcan las comunidades
autónomas y las relativas a la autonomía universitaria, pero no se puede
suprimir la referencia a la regulación establecida por las comunidades
autónomas y las universidades porque el texto hace referencia a la
regulación en el ámbito de sus competencias, lo que tienen por mandato
constitucional. Esto también está en la Constitución. Hay partes de la
Constitución que ustedes olvidan o quieren olvidar. La norma respeta el
derecho fundamental a la autonomía universitaria, como digo, recogido en
la LOU y en el artículo 27.10 de la Constitución. Lo dispuesto en la
norma está en consonancia con el marco constitucional vigente, haciendo
el texto referencias constantes a principios y derechos fundamentales. Y
por supuesto, señorías, que serán las universidades las que en el
ejercicio de su autonomía desarrollen los medios oportunos para la
resolución alternativa de los conflictos en el ámbito universitario, de
acuerdo siempre con los principios y directrices de esta norma. Las
medidas sustantivas de las sanciones están en consonancia con el espíritu
de la norma, que trascienden el enfoque meramente punitivo, que es lo que
ustedes desean. Sí, señorías, la mediación vertebra la norma, pues el
castigo tiene que ser siempre el último recurso. La mediación promueve
valores de diálogo, comprensión del otro, conciliación y, a la vez, sirve
de aprendizaje para reforzar una convivencia pacífica. Evidentemente, las
universidades tendrán que incluir en sus normas de convivencia medidas de
prevención contra el acoso.


El Grupo Popular también plantea que la imposición
de sanciones pueda suponer la afectación de los derechos relativos a las
becas, señorías, pero es que el acceso a las becas está considerado como
un derecho vinculado a la situación socioeconómica, y eso ya está
regulado. Dicen que en sus enmiendas defienden el texto original, pero
¿ya no se acuerdan? ¿Tienen amnesia, señorías? ¿Ya no se acuerdan de que
ustedes presentaron al texto original que se llevó al Congreso una
enmienda a la totalidad? ¿Ya no lo recuerdan?


Además, el Grupo Parlamentario Mixto plantea
cambiar en el texto «estudiantado» por «estudiantes» y «personas
mediadoras» por «mediadores». La norma, señorías, utiliza el lenguaje
inclusivo. El artículo 14 de la Ley 3/2007, para la igualdad efectiva de
mujeres y hombres, establece la implantación de un lenguaje no sexista.
Ustedes, señorías, con sus enmiendas, pretenden hacer invisibles a las
mujeres. El lenguaje influye poderosamente en las actitudes, el
comportamiento y las percepciones, y las suyas, señorías, sabemos ya por
dónde van. Lo que pretende el Grupo Vox es continuar con una norma de la
dictadura cuyo único fin era disciplinar a las universidades españolas,
con un reglamento que contradice los principios y valores
constitucionales: la libertad, el pluralismo religioso y la
aconfesionalidad del Estado, entre otros.


Respecto a las enmiendas del Grupo Parlamentario de
Izquierda Confederal y del Grupo Nacionalista en el Senado (Junts per
Catalunya), diré que pretenden suprimir un régimen disciplinario y
excluir todo lo relativo al régimen de convivencia, pero esta norma tiene
un doble objeto: plantear un modelo de convivencia universitario fundado
en la igualdad y establecer para el estudiantado un sistema de faltas y
sanciones con todas las garantías de defensa. La nueva ley delega en los
centros la gestión de la convivencia, amparándose en la autonomía
universitaria. Serán las universidades, señorías, por tanto, quienes
desarrollen esas normas de convivencia. Evidentemente, la ley recoge la
obligación de hacerlo, pero serán las universidades, ejerciendo su
autonomía —que reconoce la Constitución en su
artículo 27.10—, las que desarrollen esas medidas. La norma no
supone en ningún caso un aumento neto de los gastos.


El Grupo Parlamentario de Izquierda Confederal
también plantea suprimir lo relativo a las medidas frente a la
discriminación, la violencia y el acoso, pero en el marco de esta ley
esas medidas constituyen un elemento esencial en el marco de la
convivencia que serán las universidades las que deberán incluirlas en sus
normas de convivencia en el ejercicio, como digo, de su autonomía. La
potestad disciplinaria que plantean los dos grupos, con el fin de
garantizar la igualdad, debe establecerse en los contenidos esenciales y
los principios que rijan el procedimiento de esta norma.


Señorías, en el párrafo once, el Grupo Nacionalista
pretende que se anule que la ausencia de norma genera un vacío normativo,
pero el artículo 25 de la Constitución española reconoce que solo por ley
podrán establecerse las faltas correspondientes y las sanciones.


Respecto a la comisión de convivencia —ya lo
hemos dicho—, la norma exige su creación, pero serán las
universidades, en el ejercicio de su autonomía, quienes desarrollen su
composición y funciones; lo dice clarísimamente el texto.


Por lo tanto, señorías, las enmiendas presentadas
por Junts y por Izquierda Confederal las vamos a rechazar también.


Gracias, señor presidente. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Gracias, senadora
Torralba.


Iniciamos el turno de intervención de portavoces
por un tiempo de cinco minutos para cada grupo, de menor a mayor, como es
habitual. En primer lugar, tiene en este turno la palabra, por el Grupo
Parlamentario Mixto, el senador Marín Gascón.


El señor MARÍN GASCÓN: Gracias, presidente.


Señorías, la tramitación y consiguiente aprobación,
si es así, de este proyecto de ley carece de toda lógica, pues lo lógico,
lo correcto hubiera sido seguir el principio de jerarquía normativa, es
decir, aprobar primero la ley general, la ley orgánica del sistema
universitario y, a continuación, esta otra ley de disciplina académica,
que no es otra cosa que su desarrollo lógico. Ya hemos comprobado una vez
más cuál es el talante de este Gobierno y de los partidos que lo
sustentan en cuanto a la tramitación de leyes. Lo hemos visto en las
leyes de los Presupuestos Generales del Estado 2021-2022, en la Ley de
educación, en la Ley de eutanasia y ahora en este proyecto de ley no
aceptando ninguna de las enmiendas presentadas aquí, en el Senado, por lo
que me pregunto, nos preguntamos: ¿para qué estamos aquí? Si esta va a
ser su actitud, atrévanse a decirlo claramente y todos nos ahorraríamos
mucho trabajo. ¿Dónde queda la función de Cámara de segunda lectura que
representa el Senado? Señorías del Partido Socialista, están devaluando
el Senado.


Señorías, esta ley de convivencia universitaria no
aporta nada ni resuelve nada. Estamos una vez más ante un nuevo episodio
de adoctrinamiento y propaganda ideológica. Señorías del Partido
Socialista, ¿qué problema tienen con el sexo, con la orientación sexual?
Este proyecto de ley está impregnado en todo su articulado con la
discriminación por sexo, raza u orientación sexual. Les recuerdo que el
artículo 14 de nuestra Constitución indica: «Los españoles son iguales
ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de
nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o
circunstancia personal o social». Una ley de convivencia universitaria
tiene que estar guiada por el principio de respeto, por las diferentes
ideologías políticas, y debe proteger a priori a quienes por su
discrepancia con la izquierda o el separatismo ven erosionada, cuando no
destruida, su libertad para organizar actos académicos con conferencias o
manifestaciones de apoyo a la unidad nacional, precepto básico de nuestra
Constitución que los grupos separatistas e izquierdistas atacan
constantemente. Señorías, el alma mater de la universidad es lo que
verdaderamente está en peligro. La libertad de cátedra, de debate, de
expresión, de pensamiento es lo que está en peligro por el clima de
intimidación ideológica contra los profesores, alumnos y oradores
invitados en la universidad cuando son de determinada tendencia, en este
caso conservadora. Esto pone en peligro el espíritu universitario, lo que
es muy grave. Lo hemos denunciado en muchas ocasiones; de hecho,
presentamos en el Congreso una PNL que alertaba sobre esto y pedía que el
Gobierno interviniese para garantizar la libertad de expresión en la
universidad, pero fue rechazada, como todo lo que proponemos. Mucha
obsesión con las agresiones sexuales, inexistentes, pero prácticamente
nada sobre estos ataques, que sí son verdaderamente amenazadores para la
universidad.


Señorías, la siniestra y los grupos
independentistas no quieren un plan de convivencia y respetuoso con todas
las ideologías, sino una ley que les facilite la impunidad en su afán por
convertir su ideología en obligatoria mediante el acoso y las agresiones.
Hablan de pensamiento crítico y dicen que la universidad debe regular el
pensamiento crítico, pero es que parece que el único pensamiento crítico
que hay aquí es el que ejercen ustedes, porque a los demás no nos dejan
ni siquiera criticar. En Vox estamos acostumbrados al odio político de la
izquierda y del independentismo. Si alguna violencia debe ser puesta en
primer lugar, es precisamente esta. No nos cansaremos de repetir: en Vox
condenamos todo acto violento contra cualquier persona, ya sea en razón
de su orientación sexual, de su raza, de sus ideas políticas o de
cualquier otra consideración. Señorías, la universidad debe ser un centro
de estudio, de preparación académica y formación intelectual, no un campo
de experimentos políticos.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Marín
Gascón.


Por el Grupo Parlamentario Democrático, tiene la
palabra la senadora Ponce.


La señora PONCE GALLARDO: No voy a hacer uso del
turno de intervención, simplemente quiero decir que nosotros también
dejaremos vivas las enmiendas para el debate.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senadora Ponce.


Por el Grupo Parlamentario Nacionalista en el
Senado, tiene la palabra la senadora Castellví.


La señora CASTELLVÍ AUVÍ: Gracias, presidente.


Seré muy breve. En Junts estamos por la labor de
que se derogue la Ley del año 1954, evidentemente, pero es una lástima
que no se haya aceptado ninguna de nuestras enmiendas, aunque lo
esperábamos, ya que es muy habitual la rapidez con la que pasan las leyes
por aquí, en el Senado, y que todo esté pactado y no se pueda mover ni
una coma. Es una lástima, vuelvo a decir. Como aún nos falta el debate en
el Pleno del Senado, a ver si las miran con cariño y pueden aceptar
alguna.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senadora
Castellví.


Por el Grupo Parlamentario de Izquierda Confederal,
el senador Vidal.


El señor VIDAL MATAS: Moltes gràcies, president.
Muchas gracias, presidente.


Anuncio que evidentemente vamos a mantener vivas
las enmiendas. Agradezco el debate tanto a la portavoz del Partido
Socialista como a los portavoces de Esquerra y adelanto nuestro voto
favorable a la enmienda presentada por el PNV y a algunas enmiendas de
Junts per Catalunya en el Pleno.


Evidentemente, lamento algunas expresiones
utilizadas en esta Cámara. Creo que el sistema universitario se merece un
poquito de respeto. Si se condenan todas las violencias, se ha de decir
claro y alto. Evidentemente, yo creo que al prejuzgar de esta manera al
sistema universitario se le hace un flaco favor.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senador Vidal.


Por el Grupo Parlamentario Vasco, tiene la palabra
la senadora Peral.


La señora PERAL DÍEZ: Eskerrik asko, señor
presidente.


Yo también voy a ser breve. Vamos a dar nuestro
apoyo al texto de la ponencia, que creo que es el objeto de la siguiente
votación —aunque nos hubiera gustado que incluyera también nuestra
enmienda al artículo 19, que llevaremos al Pleno—, porque de manera
general se cumplen los cuatro objetivos que nos planteábamos en EAJ-PNV
cuando comenzó el debate del proyecto de esta ley: derogar el texto
vigente por no cumplir con el marco democrático actual, conseguir un
texto que plantee un marco lo más amplio posible para que las comunidades
autónomas con competencias en la materia puedan adoptar sus propias
normas, reconocer y visibilizar las competencias autonómicas y la
autonomía universitaria en el articulado —por ejemplo, como hemos
conseguido en el caso del procedimiento de mediación— y mantener el
mecanismo de mediación como vía para la resolución de los conflictos con
carácter obligatorio para todas las universidades. Por estos motivos, y
tal y como indicaba al principio, mi grupo votará que sí al informe de la
ponencia.


Eskerrik asko.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senadora Peral.


Por el Grupo Parlamentario Esquerra
Republicana-Euskal Herria Bildu, la senadora Escandell.


La señora ESCANDELL GRASES: Moltes gràcies, senyor
president.


Buenos días a todas y a todos. Yo creo que la
postura de nuestro grupo ha quedado muy clara. Desde el principio
sabíamos que esta ley era necesaria. Lo que nos sorprende es que partidos
que han estado en el Gobierno hayan esperado tantos años para adecuar la
ley al momento que estábamos viviendo, pero esto pasa muchas veces.


Teníamos como prioridad que se recogiera, que se
respetara, que se pusiera en valor la autonomía universitaria y, al mismo
tiempo, las competencias que tiene Cataluña sobre este tema. A partir de
aquí esperábamos diálogo, negociación, acuerdos, algo que no es nada
raro, es la obligación que tenemos las personas que nos dedicamos a la
política. Para algunos grupos la fuerza es lo que vale, la imposición; no
ven nunca una salida negociada a los problemas. Nosotros tenemos
clarísimo que cuando hay una dificultad la única salida que podemos
presentar es el diálogo. Me sorprende —permítame que lo
manifieste— cómo se utiliza la palabra constitucionalista; si yo lo
fuera realmente —no soy estudiosa del tema—, me sabría mal,
porque esto se parece a aquello que pasaba cuando se cogía la biblia y en
su nombre se quemaba a las mujeres cuando las consideraba brujas. Ahora
no nos queman en la hoguera, pero casi: nos arrojan el libro a ver si nos
duele un poquito más. Me sabe mal.


También me sabe mal que, como aquí se ha hecho, en
esta Cámara, y en esta comisión especialmente, personas académicas,
académicos —se supone que muchos de ustedes han trabajado en la
universidad— basen sus argumentaciones en mentiras, porque es
responsabilidad de la comunidad universitaria, de la comunidad que tiene
la posibilidad de pensar y crear pensamiento autónomo, independiente y
científico, batallar, presentar batalla contra la desinformación y contra
las mentiras, y me sabe muy mal que se continúe con esta lógica. Hablando
de mentiras, la senadora Ponce ha dicho mil veces que en el Institut de
Sant Andreu de la Barca —usted se acordará— habían acosado a
los alumnos y alumnas hijos de guardias civiles. Hubo acoso y derribo
contra aquel profesorado, lo llevaron a los tribunales y, ¡fíjese usted!,
los tribunales fallaron que no hubo acoso y derribo. Por tanto, deje ya
de decir mentira tras mentira y respetémonos un poco más. Las ideas son
discutibles, pero son respetables. Las mentiras nunca son
respetables.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senadora
Escandell.


Por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado, el
senador Vázquez.


El señor VÁZQUEZ ROJAS: Muchas gracias, señor
presidente.


También intervendré de forma breve, señorías. ¿De
verdad consideran que estamos ante una ley perfecta? ¿Consideran que ni
una de las enmiendas presentadas puede ser tenida en cuenta para su
inclusión en el texto de la ley? ¿Es una ley de convivencia universitaria
o es una ley resultado de un pacto entre partidos políticos que hace
inamovible el texto? ¿O puede afirmarse que la ideología y los pactos
presupuestarios han primado sobre el mejor texto posible?


En el informe de ponencia se decidió no incorporar
modificación alguna y me temo mucho que así será hoy, así que también
aprovecho para anunciar que nuestras enmiendas serán llevadas al Pleno la
próxima semana. Nos preguntaba la ponente del Partido Socialista si
teníamos amnesia con relación a la enmienda a la totalidad presentada en
el Congreso. Desde luego que no. Por eso, volvemos a presentar esos
mismos argumentos, junto a otros, en esta Cámara. Literalmente son esos
mismos argumentos, porque había estructuralmente una idea fundamental que
se ha repetido aquí a lo largo del día, la de que esta ley-así lo
consideramos algunos grupos políticos— se podría haber integrado
dentro de la Ley orgánica del sistema universitario, pues para los reales
decretos ya había dictaminado el Consejo de Estado y seguro que lo
hubiera vuelto a repetir si ese dictamen, en vez de obviarse, se hubiera
solicitado.


Yo creo también que no hay nada absurdo, como se ha
dicho aquí, en los debates, de modo que lo que cada grupo crea
conveniente decir es legítimo, y tampoco creo que sea cuestión de
colonización, como se ha dicho, sino de debatir sobre algo que va a
afectar a la totalidad del sistema universitario español en todas sus
universidades, pero a nadie se le escapa que en estos momentos el foco
está puesto en incidentes que están ocurriendo en universidades en
Cataluña. Porque da la impresión en ocasiones, al oír algunos argumentos,
que sin un marco común es mejor que con un marco común, lo que, al final,
quiere decir que sin una ley pues mejor que con una ley, al menos en lo
que respecta a la mediación.


Las enmiendas que hemos presentado tratan en su
mayoría de restablecer y mejorar los tres pilares sobre los que debería
quedar asentada esta ley: el régimen disciplinario, la convivencia y la
mediación en un marco común, como demanda el sistema universitario en su
conjunto y como, además, hemos venido apoyando desde el inicio. Ya no
podemos pedir, a través de una enmienda, que se incorpore dentro de la
LOSU ni podemos pedir, mediante una enmienda, que se adjunte el dictamen
del Consejo de Estado para ver su conveniencia, pero sí defendemos
enmiendas que recuperen el espíritu de convivencia y mediación del
proyecto de ley que entendemos que ha perdido peso, mucho peso, después
de su paso por el Congreso y que ha trasladado exclusivamente a las
universidades la posible regulación o no de mecanismos y procedimientos
de resolución de conflictos. Un hecho que, como decía y repito, impide el
establecimiento de un marco común para todo el sistema universitario
español.


Lo han dicho los rectores: La calidad de la
mediación depende de que se establezca claramente cómo se va a hacer y
cuáles son los derechos y obligaciones para cada una de las partes en un
marco común y compartido, y este nuevo texto no lo tiene. Una ley debe
permitir actuar a través de la mediación hasta su último extremo y con
carácter previo a cualquier intervención del régimen disciplinario con un
marco común, recuperando ese espíritu de legislación básica; común para
el régimen disciplinario, pero común, también, para la convivencia y la
mediación, porque, frente a esto, lo que tenemos es un texto en el que,
como decía, se han perdido los artículos de las definiciones, de los
principios y de los mecanismos de mediación, al tiempo que han quedado
descafeinados artículos como el que corresponde a la Comisión de
Convivencia. Sin embargo, siguen siendo muy detalladas las faltas
disciplinarias que, tal vez, podrían haberse desarrollado en un real
decreto que, como saben sus señorías, es más fácil de adaptar.


En definitiva, si no hacemos nada, si nada
incorporamos, esta propuesta de ley no va a mejorar la situación
universitaria que vivimos, no va a servir de nada y será una oportunidad
perdida. Recordemos que se había alcanzado un consenso, al menos con la
comunidad universitaria, fundamentado en la apuesta por la mediación como
método de resolución de los conflictos cuando se produjeran en el seno de
la comunidad universitaria. Por tanto, y para terminar, en el Grupo
Popular solicitamos que se revisen estos aspectos y que se mejoren con la
incorporación de enmiendas, porque estamos a tiempo de hacerlo y porque,
de este modo, podremos ofrecer una mejor ley a toda la comunidad
universitaria.


Gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senador.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra la senadora Torralba.


La señora TORRALBA VALIENTE: Gracias,
presidente.


Señorías, es la primera vez en la historia de la
democracia española que un Gobierno propone tipificar las sanciones de la
comunidad universitaria con un código que respeta los principios
constitucionales. Esta nueva norma derogará finalmente el decreto
franquista del 8 de septiembre de 1954, que permanece todavía vigente
respecto al estudiantado, en clara contradicción con los principios
democráticos de la sociedad actual. Una reliquia de la dictadura diseñada
para mantener el orden público en los campus y que hoy solamente se
aplica a los estudiantes, al quedar excluido el personal universitario
en 1985.


En el Decreto de la dictadura hay artículos cuya
constitucionalidad es discutible, de ahí la necesidad de su derogación.
Una vez aprobada la nueva Ley de convivencia, dejará de considerarse, por
ejemplo, falta muy grave —que eso también tienen ustedes que
tenerlo en cuenta, que son muy demócratas— ir en contra de la
religión y moral católicas, con sanciones desproporcionadas, como la
expulsión perpetua del sistema universitario y un procedimiento
sancionador sin garantías para el estudiantado. En definitiva, señorías,
es un reglamento propio de un Estado policial que en parte ni siquiera se
puede aplicar.


No sé si con sus enmiendas, señorías de Ciudadanos,
PP y Vox, lo que pretenden es que esto no cambie, porque alternativa al
texto legal ustedes no presentan. Dos sentencias del Tribunal Supremo y
tres informes de la Oficina del Defensor del Pueblo dan cuenta de la
necesidad de derogación de este decreto de 1954. Ustedes saben que ha
habido intentos, por ejemplo, en 2010 el ministro Ángel Gabilondo preparó
un texto sobre esta Ley de convivencia que tuvo que dejarse sobre la mesa
porque hubo elecciones que, evidentemente, ganó el Partido Popular. Pero
ustedes también recuerdan que José Ignacio Wert descartó la elaboración
de una ley porque, para él, había temas más importantes en ese momento
que resolver; o que a Íñigo Méndez de Vigo no lo desvelaba
fundamentalmente el reglamento de la dictadura.


Por lo tanto, ahora tienen ustedes oportunidad de
apoyar una ley que es básica para todo el Estado y que permitirá que en
todas las comunidades autónomas y las universidades se produzca una
igualdad efectiva en el ejercicio de los derechos y en el cumplimiento de
los deberes constitucionales; una norma que respeta, como no puede ser de
otro modo, la autonomía universitaria, y ustedes lo saben, y lo recoge la
propia Ley orgánica de universidad y lo recoge la Constitución española;
una ley que delega a los centros la gestión de la convivencia,
amparándose, como digo, en esa Constitución. No se preocupen ustedes,
señorías del Partido Popular, porque el texto garantiza que la mediación
tiene carácter obligatorio. Y, desde luego, a Vox tenemos que decirle que
nosotros no tenemos ningún problema con el artículo 14 de la
Constitución, muy al contrario, estamos muy satisfechos con el artículo,
el problema lo tienen ustedes con algunas de sus partes: las razas, el
sexo y la opinión.


Señorías, les pido que apoyen el texto que
finalmente derogue y deje atrás un texto preconstitucional que las y los
estudiantes están deseando que quede en el olvido.


Gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senadora
Torralba.


Son las once y cincuenta y, tal como se ha
anunciado, tenemos que suspender la sesión hasta las doce y media, hora a
la que, como ya han dicho en sus intervenciones algunas de sus señorías,
se someterá a votación el informe de la ponencia. (El señor Vázquez Rojas
pide la palabra).


Sí, senador Vázquez.


El señor VÁZQUEZ ROJAS: Solo quería hacer un
comentario. Yo no sé si estamos todos; si lo estamos, podríamos votar; y
si no, pues esperamos a las doce y media.


El señor AGUILAR ROMÁN: A nosotros nos faltan
senadores. Puedo intentar avisar, si os parece.


El señor PRESIDENTE: En todo caso, pediría que
nadie abandone la sala. Vamos a ver si se incorporan todos los senadores
y, en ese caso, si todos los senadores lo aceptan, podríamos comenzar la
votación. Les ruego que no abandonen la sala y en el momento en que
constatemos que están presentes los senadores someteremos a votación el
informe de la ponencia.


Gracias. (Pausa).


Ya estamos todos. Pido al señor letrado que lo
constate.


El señor LETRADO: Gracias, señor presidente.


Hay una ligera variación respecto a la lista de la
anterior votación; pero, a pesar de todo, si me permiten, simplemente
reiteraré que están todos los señores titulares de la comisión, salvo los
que han sido sustituidos, cuyos sustitutos también están.


Gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Les pido de nuevo que tengan
un poco de paciencia a la hora de la votación para facilitar el recuento.
Reitero que lo que votamos es el informe de la ponencia.


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
votos a favor, 16; en contra, 11; abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Por tanto, queda dictaminado
favorablemente el informe de la Ponencia sobre el Proyecto de Ley de
convivencia universitaria.


Lo que procedería, antes de levantar la sesión, es
designar el miembro de la comisión que llevará a cabo la presentación del
dictamen ante el Pleno del Senado. (El señor Aguilar Román pide la
palabra).


Sí, senador Aguilar.


El señor AGUILAR ROMÁN: Señor presidente, si a mis
compañeros de la comisión les parece oportuno, yo propondría que el
presidente fuese quien presentase ante el Pleno el dictamen de la
comisión.


El señor PRESIDENTE:






Muchas gracias, será un honor
intervenir para presentarlo en nombre de la comisión.


Por tanto, con mi agradecimiento a todos
ustedes, levantamos la sesión.


Muchas gracias.


Eran las once horas y cincuenta y seis
minutos.