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DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 145, de 05/09/2022
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DIARIO DE SESIONES DE LAS CORTES GENERALES


COMISIONES MIXTAS


Año 2022 XIV LEGISLATURA Núm. 145

PARA LA UNIÓN EUROPEA

PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª SUSANA SUMELZO JORDÁN

Sesión núm. 45

celebrada el lunes,

5 de septiembre de 2022

en el Palacio del Congreso de los Diputados



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencia, a petición propia, del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación (Albares Bueno), para informar sobre el estado de los preparativos y perspectivas de cara a la Presidencia española del Consejo de la Unión
Europea. (Número de expediente 214/000171) ... (Página2)



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Se abre la sesión a las cinco y treinta minutos de la tarde.


La señora PRESIDENTA: Buenas tardes. Bienvenidos todos y todas. Se abre la sesión de la Comisión Mixta para la Unión Europea con la comparecencia, a petición propia, del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación para
informar sobre el estado de los preparativos y perspectivas de cara a la Presidencia del Consejo de la Unión Europea.


Quisiera recordar a todos los señores y señoras diputados y senadores que se trata de una iniciativa a petición propia del ministro que, de haberse constituido la ponencia para la preparación de los trabajos de la Presidencia, que ya está
creada y cuyos miembros ya están elegidos, este sería su punto de arranque, pero al tratarse de los inicios de este periodo legislativo el ministro quería comparecer cuanto antes y por eso hacemos la comparecencia en la propia Comisión Mixta para la
Unión Europea. Por tanto, este sería el punto de arranque de los trabajos de la ponencia, que esperamos que se constituya en los próximos días, para la preparación de los trabajos de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea.


Sin más, a petición propia, comparece el ministro de Asuntos Exteriores, don José Manuel Albares Bueno.


Muchas gracias.


El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES, UNIÓN EUROPEA Y COOPERACIÓN (Albares Bueno): Muchas gracias, presidenta.


Espero que hayan disfrutado todos ustedes de algunos días de merecido descanso.


He solicitado comparecer hoy aquí ante ustedes para dar cuenta, como indicaba la presidenta, de los trabajos de la preparación para la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que, como saben, se va a desarrollar entre el 1 de
julio y el 31 de diciembre de 2023. Estamos, por lo tanto, a algo menos de diez meses de ese momento.


La constitución de una ponencia en esta Comisión Mixta de las Cortes para la Unión Europea es un acierto y un valor añadido para nuestra Presidencia. Si hay un ámbito en el que la política solo puede ser una política de Estado, ese es el de
la política europea, por su importancia capital para los españoles y porque para defender los intereses de España eficazmente es necesario que alcancemos la unidad entre todos nosotros y, muy especialmente, entre los representantes públicos. Por
eso, la ponencia en la Comisión Mixta para la Unión Europea reviste para mí como ministro de Unión Europea una importancia muy especial, porque el éxito de la Presidencia será un éxito colectivo, y por ello necesitamos a todos y nos necesitamos
todos.


Señorías, una de las líneas constantes que debemos buscar todos juntos es la del consenso entre las fuerzas políticas para establecer las prioridades y las líneas de trabajo, tanto durante los próximos meses de preparación como durante el
desempeño de la Presidencia. Estoy seguro de encontrar ese espíritu de unidad que tan importante es en las cuestiones europeas, especialmente en estos momentos tan críticos para el mundo, para la Unión y para España.


El contexto internacional europeo en el que España previsiblemente asumirá su Presidencia será volátil y complejo. Hemos afrontado en apenas dos años la aparición de la pandemia más grave en el último siglo y el retorno de la guerra a
territorio europeo. La pandemia nos obligó, prácticamente, a suspender la vida normal y a parar nuestra economía mientras la guerra, además de las innumerables víctimas innecesarias que está produciendo, está provocando en toda Europa una inflación
también sin precedentes desde hace décadas impulsada por los precios de la energía. España es parte de la solución a todo esto, tanto por su capacidad regasificadora como por las propuestas que llevamos meses poniendo encima de la mesa, como la
excepción ibérica o la reordenación del mercado energético.


Señorías, en política no se pueden elegir las circunstancias a las que se hace frente, pero siempre se puede escoger la actitud que adoptamos ante ellas, y la respuesta de la Unión Europea, impulsada decididamente por el Gobierno español
junto con sus socios europeos ante estas dos crisis históricas que se han producido casi de manera simultánea, ha sido ejemplar para sorpresa de algunos, incluidos los adversarios del proyecto europeo. El contraste con anteriores crisis, ya sea la
financiera, con una estrategia de austeridad que agravó las consecuencias económicas, o la mal llamada crisis de los refugiados es patente. Donde antes hubo división, ahora hay unidad; donde se dio la espalda a los ciudadanos, ahora se les pone en
el centro de la respuesta.


Apenas empezábamos a dejar atrás lo peor de la pandemia, y el presidente de Rusia, Vladímir Putin, desencadenó una guerra que se desarrolla a las mismas puertas de la Unión Europea, cuyo fundamento



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ideológico es lo más contrario posible a los valores que defendemos los europeos, que son la tolerancia, la diversidad y la democracia. Frente a ellos se cierne ahora el autoritarismo, el nacionalismo violento y el desprecio por los
derechos humanos y por un orden internacional basado en reglas predecibles. Ante esta amenaza a los valores europeos, pero también a nuestra seguridad, lo que ha caracterizado la respuesta europea es la unidad. Hemos aprobado siempre por
unanimidad y con enorme rapidez varios paquetes de sanciones.


El pasado miércoles, en Praga, los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea tomamos nuevas decisiones, la creación de una misión de entrenamiento militar para Ucrania y la supresión del acuerdo de facilitación de visados con
Rusia. Los europeos tenemos claro que es esencial impedir que la guerra vuelva a ser un instrumento de política en el continente europeo. Muy probablemente estamos ante una guerra larga y de consecuencias profundas para Europa y para el mundo.
Uno de los desafíos a los que nos enfrentamos y que se mantendrá en nuestra Presidencia será mantener esa unidad, pero también pensar en el futuro institucional de una Unión Europea que abre sus puertas a Ucrania y Moldavia y que ha desbloqueado el
inicio de las negociaciones de adhesión para Macedonia del Norte y Albania.


En resumen, señorías, Europa se enfrenta al mayor desafío a nuestra seguridad desde la caída del muro de Berlín en un contexto ya previamente difícil, en el que tratábamos de superar la mayor amenaza a la salud mundial desde hace un siglo.


España asumirá, por tanto, la Presidencia en un contexto muy complejo. A su vez, la Presidencia española será uno de los hitos de mayor importancia para nuestro país en muchos años. Piensen que la próxima Presidencia española del Consejo
de la UE será previsiblemente en 2037 y que la anterior fue hace doce años, en 2010. Eso da una idea del momento que será esa Presidencia. Pero, lo más importante, para que a los españoles les vaya bien a Europa le tiene que ir bien y a España le
tiene que ir bien en Europa. Por eso, la Presidencia española es algo vital. Eso es algo que ha quedado demostrado en los últimos años. Imaginemos cómo estaríamos ahora sin compra conjunta de vacunas o sin los fondos de recuperación. España
necesita una Unión Europea fuerte que siga respondiendo a las crisis que se vayan presentando y que continúe, a la vez, su desarrollo institucional y legislativo para responder, precisamente, a las expectativas de los españoles y de los europeos, y
eso es lo que buscaremos impulsar durante nuestra Presidencia: unidad y una Europa que proteja a los europeos y a los españoles.


Este mismo contexto nos da también la responsabilidad de indicar, más allá de 2023, la dirección de la próxima Comisión tras las elecciones al Parlamento Europeo, que se celebrarán durante la Presidencia que va a seguir a la nuestra. El
papel que vamos a desempeñar es, pues, de gran importancia. La Presidencia se encarga de impulsar los trabajos del Consejo referentes a la legislación de la Unión, garantizando la continuidad, el orden de los procesos legislativos y la cooperación
entre los Estados miembros. La Presidencia tiene dos cometidos principales: en primer lugar, planificar y presidir las sesiones del Consejo y las reuniones de sus órganos preparatorios en las que se llevan a cabo las negociaciones y, en segundo
lugar, representar al Consejo en las relaciones con otras instituciones de la Unión, en particular con la Comisión y el Parlamento Europeo. Su cometido es intentar llegar a acuerdos sobre expedientes legislativos mediante trílogos y reuniones
informales de negociación, entendiendo e intentando acercar las posiciones de las partes. Esta labor se lleva a cabo en estrecha coordinación con la Comisión Europea. Una presidencia, por tanto, impulsa y prioriza sobre la base de sus prioridades
políticas, pero no impone. En todo este ejercicio, que es una auténtica prioridad de país y de Estado, queremos contar, como ya he señalado antes, con la participación de todos: la sociedad española, los poderes públicos, el Gobierno por supuesto,
la Administración General del Estado, las comunidades autónomas y, evidentemente, las Cortes Generales; ustedes, los miembros de esta Comisión, señorías, muy especialmente.


A continuación, me gustaría explicarles brevemente las estructuras que se han creado para impulsar estos preparativos y hacer que todo esté listo para el segundo semestre de 2023. Estamos ante un ejercicio de larga duración, seis meses, en
el que se nos exigirá un trabajo y un compromiso permanente y sostenido en el tiempo. Esto es algo diferente a un evento internacional de primera magnitud pero corto en el tiempo, como la pasada cumbre de la OTAN, requiere una exhaustiva
preparación y una relación personal a muchos niveles con la presidencia anterior, con la Comisión, con los miembros del Consejo y, por supuesto, con el Parlamento Europeo y sus europarlamentarios. Pieza clave de esta estructura es el comité
organizador que presido, como ministro para la Unión Europea, que impulsa desde enero pasado los preparativos de la Presidencia. El presidente del Gobierno acordó la creación de este comité organizador para asegurar el éxito del reto político y
organizativo de primer orden que supone para



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España una presidencia. Hoy en día el comité organizador se ha reunido en tres ocasiones: el 31 de enero, en el que se constituyó formalmente y arrancaron sus trabajos, el 25 de abril y el 6 de julio. En dichas reuniones hemos aprobado
importantes decisiones, como el esquema presupuestario de la Presidencia, los patrocinios, la lista de refuerzo de personal en la REPER, las partes de la Administración que participarán en la Presidencia o la lista de reuniones ministeriales en
España, sobre la que hablaré en detalle más adelante.


Además de este comité organizador, otros dos órganos se han creado en los últimos meses: se ha recuperado la Secretaría General para la Unión Europea y se ha creado la Oficina de Coordinación para la Presidencia Española de la Unión
Europea. También me gustaría destacar los esfuerzos que se están llevando a cabo en el ámbito administrativo. Por ejemplo, se están acondicionando las instalaciones de la representación permanente de España en Bruselas para mejorar el uso de los
espacios y se están reforzando las unidades de los distintos ministerios. La Presidencia atañe al conjunto de la Administración y, por ello, junto con el INAP, se ha coordinado el diseño de un ambicioso programa de formación que se está
materializando en diversos tipos de cursos dirigidos a distintos niveles de la Administración impartidos por funcionarios de la Secretaría General del Consejo; en total, calculamos que cerca de mil empleados públicos recibirán formación.


Asimismo, la actividad cultural es un aspecto muy importante de cada semestre, ya que es la vía de transmisión a los ciudadanos de la labor de una presidencia. Estamos diseñando un programa contemporáneo, sólido, cercano al ciudadano y
extendido por el territorio, con especial hincapié en aspectos transversales como el género, la sostenibilidad y la cohesión social y territorial. La Presidencia debe también reflejar el compromiso con el sector cultural y los creadores, que se han
visto especialmente afectados por la pandemia. Además de la programación cultural, estamos trabajando en la definición de un amplio programa de actividades de debate que comience en los meses anteriores a la Presidencia. El objetivo es que ello
sirva para sensibilizar y hacer partícipe a la sociedad civil en su conjunto a lo largo del primer semestre de 2023. Para ello, les anuncio también que crearemos un foro de la sociedad civil para que las distintas organizaciones que quieran
participar y trasladar sus opiniones lo puedan hacer y redunde en beneficio de la Presidencia española de la Unión Europea. Asimismo, estamos diseñando un plan de sostenibilidad para nuestra Presidencia. El objetivo es reducir el impacto
medioambiental y la huella de carbono, y también otras cuestiones relacionadas, como el reciclaje y la economía circular.


Señorías, una presidencia del Consejo da lugar a la organización de un gran número de eventos. En la Presidencia de 2010, la última que España ha presidido, se planificaron más de trescientos eventos. En la recientemente finalizada
Presidencia francesa ha habido alrededor de cuatrocientos eventos. Este tiene que ser también el espíritu de nuestra Presidencia para 2023. Queremos que, más allá de las reuniones formales de Bruselas, el grueso de estos eventos quede repartido
por toda la geografía nacional, para dar a conocer nuestro país y su patrimonio a los dirigentes europeos y para acercar Europa a nuestros ciudadanos. Dentro de este amplio catálogo de eventos, en la última reunión del comité organizador se aprobó
la distribución geográfica y temporal de las reuniones informales ministeriales; les han distribuido una lista que incluye la relación de todas. Se trata de veintitrés reuniones de consejos informales en veintidós ciudades, incluyendo el europeo
en Granada. Además, les anuncio que tendrán lugar tres reuniones más de las que aparecen en la lista: en San Sebastián la reunión del COREPER I, en Tarragona la reunión del COREPER II y en Albacete la reunión del COPS.


El pasado 29 de julio participé, junto a la ministra de Política Territorial, en la CARUE, Conferencia de Asuntos Relacionados con la Unión Europea, en la que presenté a los representantes de todas las comunidades autónomas esta lista que
ahora les presento a ustedes y los avances en los preparativos de nuestra próxima Presidencia, e informé de la fecha y temáticas concretas de esas reuniones informales ministeriales antes de que fueran públicas. Acordamos la creación de un grupo de
trabajo sobre la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea para recabar las aportaciones de las distintas comunidades autónomas. En cualquier caso -quiero insistir en este punto-, esta lista que tienen ustedes ahora mismo delante, más
las tres en San Sebastián, Tarragona y Albacete que les acabo de indicar, evidentemente no serán las únicas reuniones que se celebrarán en España durante nuestra Presidencia, sino que habrá un gran número de conferencias y eventos que ahondarán en
la implantación territorial de la Presidencia española de la Unión por toda nuestra geografía. Con esta distribución tenemos un objetivo claro: llevar a Europa a todos los rincones de España y llevar también nuestra diversidad cultural y
geográfica a Europa. Esta elección refleja nuestra voluntad de impulsar, también durante nuestra Presidencia, acciones hacia los territorios con riesgo de despoblación, los territorios insulares y las



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regiones ultraperiféricas. Esta última cuestión la haremos en estrecha coordinación con Canarias, que ejerce la presidencia de la Conferencia de Presidentes de Regiones Ultraperiféricas, también en 2023.


Señorías, ya he señalado que la Presidencia española requiere la implicación de toda la sociedad española, y por eso vamos a crear ese foro de la sociedad civil, también de todos los poderes públicos, y eso incluye la implicación de la
representación nacional ante la que hoy comparezco. Por eso, quiero ahondar en el papel que tendrán las Cortes Generales en la preparación y el ejercicio de la Presidencia española del Consejo de la Unión. Como bien conocen, el artículo 12 del
Tratado de la Unión exhorta a que los parlamentos nacionales contribuyan al buen funcionamiento de la Unión; en este sentido, les ofrezco mi colaboración y la de todo mi equipo -hoy aquí están presentes muchos de ellos, incluido el secretario de
Estado para la Unión Europea- para el buen desarrollo de la ponencia en la que van ustedes a trabajar y de los trabajos de esta Comisión.


Durante la Presidencia la colaboración entre Ejecutivo y Legislativo debe ser completamente fluida a fin de asegurar que los mecanismos funcionan a plena capacidad. El ejercicio de la Presidencia del Consejo tiene una dimensión
parlamentaria también en el calendario de eventos. Las Cortes Generales, como órgano parlamentario principal del Estado de la Presidencia, participarán en reuniones de gran importancia, como las conferencias interparlamentarias y otras que se
organicen, entre las que quiero destacar la reunión plenaria de la conferencia de los órganos especializados en asuntos de la Unión.


Señorías, hemos iniciado la labor de coordinación con todos los ministerios, con las instituciones europeas y con el resto de Estados miembros, y muy especialmente con aquellos que van a tener las próximas presidencias, de cara a preparar
los expedientes que puedan ser objeto de nuestro trabajo. Quiero subrayar tres líneas que, sin duda, marcarán todo nuestro trabajo: la recuperación económica, la seguridad energética de la Unión y la autonomía estratégica abierta. El presidente
del Gobierno anunció en su intervención con motivo del Día de Europa un decálogo de temas que deben ser un referente. Estas prioridades están en línea con los ejes de trabajo de la Unión durante esta legislatura europea que el Gobierno ha
contribuido a conformar, y, a menos de diez meses del comienzo de nuestra Presidencia, vislumbramos algunos objetivos.


En cuanto a la identidad europea, España seguirá impulsando la profundización de esta iniciativa española, proponiendo la ampliación de los derechos de los ciudadanos europeos que residan en otros. España, como firme defensor del espacio
Schengen y del espacio de libertad, seguridad y justicia, seguirá apoyando durante su Presidencia la profundización de las políticas comunes de interior y justicia, y soluciones equilibradas en materia de inmigración y asilo. Queremos impulsar el
pilar social europeo no como una política europea más, sino como un pilar esencial de nuestro proyecto común. No podemos permitir un desequilibrio entre una Europa que prospera y otra que sufre las consecuencias de las crisis. Este Gobierno,
nuestra Presidencia, estará junto a ellos. Por ello, la agenda social será una prioridad de la Presidencia española, que buscará desarrollar el pilar europeo de derechos sociales, en particular el plan de acción del pilar social. El futuro de la
Europa de la salud seguirá siendo prioritario para la Unión, y España trabajará para su desarrollo. No olvidaremos la importancia de la cohesión territorial, una prioridad de la máxima importancia para este Gobierno y para España. Prestaremos
especial atención a las áreas despobladas. No podemos cruzarnos de brazos mientras una parte importante del territorio europeo siga vaciándose por la atracción que ejercen los grandes polos económicos urbanos. El mundo del campo y del mar,
nuestros agricultores y nuestros pescadores, son esenciales para la cohesión de nuestros ciudadanos, de nuestra economía y de todos los territorios de la Unión, para nuestro equilibrio ecológico y para el reto demográfico de nuestros territorios, y
les vamos a prestar una atención particular.


Nuestros jóvenes también reclaman una mayor atención de las instituciones europeas en todo lo referente al futuro de la educación europea. La Presidencia española se esforzará por avanzar en todos los expedientes que se dirijan a abrir
oportunidades para ellos.


Señorías, la actual crisis energética y de precios, así como la pandemia, han demostrado que solo a través de una respuesta europea podemos hacer frente a nuestras vulnerabilidades. Este Gobierno lleva mucho tiempo defendiendo esta
posición, desde el inicio de la pandemia, buscando respuestas eficaces, como el plan de recuperación o la compra conjunta de vacunas, y ahora lo defendemos de nuevo con las propuestas energéticas de reordenación del mercado europeo.


La agenda verde sigue siendo una de las prioridades de la Unión en esta legislatura, y esto va más allá de la lucha contra el cambio climático, que, por supuesto, está en el centro, y daremos máxima importancia a la lucha contra los
incendios que están asolando España y Europa verano tras verano. Implica también impulsar una reforma del sistema energético europeo reduciendo sus vulnerabilidades.



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Hace unos días la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, señalaba que la Unión Europea estaría dispuesta a intervenir en el mercado energético para abordar las consecuencias de la subida de precios, una propuesta española que se ha
convertido ahora en propuesta europea.


España es también una firme defensora del mercado interior y, como tal, promoverá durante su Presidencia todas las políticas e iniciativas que redunden en su profundización, en la competitividad, en el refuerzo de la industria europea y en
la autonomía estratégica de una Unión abierta al mundo, así como en el futuro innovador de Europa y de sus sectores industriales, incluido el del espacio. La Presidencia Española prestará también particular atención a completar el programa de la
Agenda Digital de la Unión, componente esencial de nuestro futuro.


La conectividad entre los territorios de la Unión, así como la sostenibilidad de la movilidad urbana e interurbana, será un elemento fundamental. No podemos aspirar a hablar de integración de una Europa geopolítica si no hacemos frente a la
desigualdad, a las brechas sociales y de género. Daremos especial impulso a expedientes como las iniciativas en materia de discapacidad, de infancia y de violencia de género.


Otro aspecto que será crucial es el de la autonomía estratégica. Nuestra Presidencia aspira a alcanzar un concepto de autonomía estratégica abierta en ámbitos que repercuten en el día a día de nuestros ciudadanos: la salud, los alimentos y
la energía.


Apoyaremos también que la voz de Europa se oiga con fuerza en el mundo. En el ámbito de las relaciones exteriores, apoyaremos la política de la Unión en los Balcanes occidentales, en la vecindad sur, en África y nuestra relación con Estados
Unidos o el Indo-Pacífico, y apoyaremos una política multilateral y comercial de la Unión en el mundo.


Pero permítanme que me detenga en América Latina, porque sé que es una prioridad transversal a todo el arco político y parlamentario español. América Latina es la región más eurocompatible del planeta por los valores e intereses que
compartimos, y es una región que desgraciadamente Europa ha dado por descontada, por sentada durante muchos años. Es totalmente contrario a los intereses europeos y a nuestras aspiraciones de querer convertir a la Unión en un actor global que
sigamos retrasando completar los acuerdos comerciales con Mercosur, con Chile y con México. Esta no es una cuestión meramente comercial o económica, para nuestros hermanos latinoamericanos es una cuestión política, de compromiso político entre
América Latina y Europa, de cuánto está Europa dispuesta a involucrarse en la suerte de la región. Esta misma mañana me reunía con el ministro de Asuntos Exteriores de Uruguay, en su calidad de presidencia de Mercosur, y una vez más le he
garantizado que España impulsará la creación de una agenda regional compartida entre Europa y América Latina. Para ello, trabajaremos para que la cumbre con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños avance en tres pilares: los acuerdos
comerciales, el impulso regional del Global Gateway y un mecanismo permanente de diálogo. Esa cumbre Unión Europea-América Latina es uno de los objetivos de la Presidencia española.


También, respecto a la vecindad sur, España impulsará la revisión de la nueva agenda por el Mediterráneo en 2024 con otra región clave.


En conclusión, señorías, nuestra Presidencia será importante para los españoles, para los europeos y para Europa. Somos una de las sociedades más europeístas del continente. Europa necesita liderazgo en estos momentos, un impulso ambicioso
para afrontar los desafíos crecientes a los que hacer frente en este contexto particularmente convulso. Por eso, los españoles en nuestra Presidencia queremos dar lo mejor de nosotros mismos. España tiene que contribuir con su peso económico y
demográfico, pero también con la reflexión y propuestas de su Parlamento, de sus ciudadanos, de su sociedad civil, a construir esa Europa del futuro, una Europa más fuerte, más cohesionada, más igualitaria. Es por ello que en política europea, que
es la política de Estado por antonomasia, tiendo la mano a todos los grupos políticos y les ofrezco un debate sincero, buscando la unidad en torno a nuestra Presidencia, con el fin de poner de relieve lo que tenemos en común, que es la defensa de
los intereses de España, contribuyendo a la vez al desarrollo del proyecto europeo.


Quedo a su disposición para cualquier pregunta. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.


A continuación, intervendrán los portavoces de los grupos parlamentarios en un turno de siete minutos máximo, de acuerdo con el siguiente orden: en primer lugar, lo hará el portavoz del Grupo Parlamentario Mixto, el señor Sayas López.



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El señor SAYAS LÓPEZ: Gracias, presidenta. Buenas tardes, señorías.


En primer lugar, quiero agradecer la presencia del ministro en la Comisión y también la información que nos ha trasladado respecto de un tema que, desde luego, es importante para nuestro país, al igual que le agradezco esa mano tendida para
hacerlo con unidad.


Efectivamente, la unidad hay que trabajarla, la unidad no solamente hay que pedirla y, además, convienen dos cosas. En primer lugar conviene que la unidad se produzca también en el seno del Gobierno, algo que justo en materia exterior hemos
visto que no se ha dado en muchísimas ocasiones: cuando no ha sido Ucrania, ha sido la OTAN; cuando no ha sido Marruecos, ha sido el Sáhara; y las posiciones no han sido comunes ni entre los partidos que forman el Gobierno, por lo que sería de
agradecer que cuando pongamos la voz de España fuera de nuestro país esa voz se haga con unidad, para empezar, dentro del propio Gobierno, y luego, también en el Congreso de los Diputados, que es quien representa la soberanía nacional. La unidad
tampoco se puede pedir partiendo de que sea el Gobierno quien fije una posición que luego puede no ser la de las Cortes Generales, y pedir que, como la adopta el Gobierno, sea la posición de España, como ha pasado, por ejemplo, en el caso de
Marruecos, donde la posición que adoptó el Gobierno no fue secundada en las Cortes Generales, por lo que fue la posición del Gobierno, pero no la posición de país. Entonces, unidad, efectivamente sí, pero con la mano tendida a que sea por acuerdo.


En segundo lugar, me gustaría ofrecer a Navarra, además de para la cuestión que está señalada, para otras cuestiones en las que creo que nuestra comunidad tiene mucho que decir. Nosotros somos la comunidad con mayor peso de la industria
agroalimentaria en toda España, y creo que ahí podríamos ejercer un papel de anfitriones ampliamente consolidado. También podríamos ser una comunidad que jugara un papel importantísimo en materia industrial, dada toda nuestra trayectoria y el peso
que la industria tiene en nuestra comunidad; al igual que también, sin duda alguna, en materia sanitaria, donde los datos sanitarios a lo largo de la historia avalan la posición de Navarra; e incluso en materia energética, donde hemos sido
pioneros, siendo este un tema de enorme actualidad.


Por tanto, ofreciéndole el guante tanto de la unidad como del ofrecimiento de Navarra para este tipo de cuestiones, quedo a su disposición.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Sayas.


Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, la señora Muñoz Vidal.


La señora MUÑOZ VIDAL: Gracias, presidenta.


Buenas tardes, ministro. Es un placer escucharle y coincidir con usted en esta Comisión.


Ha hablado usted de actitud y esa palabra que usted ha citado a mí me ha permitido hilar un poco lo que tengo que decirle. Decía Winston Churchill que la actitud es una pequeña cosa que hace una gran diferencia, es lo que marca la
diferencia al hacer las cosas. En cuanto a esa actitud, nosotros defendemos -siempre lo hemos defendido- esa necesidad de que España juegue un papel más activo en la Unión Europea, alejado del tradicional seguidismo que en esta historia han tenido
los Gobiernos de PP y PSOE en el ámbito europeo. Queremos que se trabaje en esta Presidencia por el éxito, para que la agenda europea sea un poco más española y para que la imagen de nuestro país en la Unión Europea salga reforzada; será una
oportunidad de doble éxito que la agenda europea sea más española y que España salga reforzada en la Unión Europea. En esto coincidimos, porque así me ha parecido entenderlo de su intervención. Y es posible, porque lo hemos hecho -usted ha dado
los ejemplos- tanto en la crisis sanitaria del COVID como en esta iniciativa que tenemos que tomar ahora para dar respuesta a la crisis energética. Es posible hacerlo, como vimos, como se demostró en 2020, con esa colaboración que surgió entre
liberales, socialistas y conservadores y permitió hacer realidad una idea de nuestro compañero Luis Garicano, posteriormente respaldada por el Gobierno de España, que acabó dando lugar a los programas SURE para costear los ERTE o el Mecanismo de
Recuperación y Resiliencia y su financiación a través de la deuda conjunta por parte de la Comisión Europea; una idea española y liberal que ha conseguido transformar la vida de familias y empresas en la Unión Europea.


Ahora tenemos encima de la mesa otro ejemplo de que si queremos, podemos, y es la influencia que España puede ejercer en la Unión Europea en la construcción del gasoducto MidCat. Tres Gobiernos han cambiado de opinión al respecto, aunque
parece que solo van a ser dos, porque tengo una última hora de que Macron da carpetazo al gasoducto entre España y Francia, diciendo que no es relevante la infraestructura y que hay otras medidas para hacerlo. Nosotros llevamos mucho tiempo
defendiendo la



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necesidad de completar esas interconexiones gasistas y eléctricas entre España y Francia, y a mí me sorprende el cambio, el giro de 180 grados que ha dado la ministra Ribera, la vicepresidenta tercera, respecto a este asunto, porque me dijo
personalmente en el mes de marzo que esto no estaba encima de la mesa ni se lo planteaban; sin embargo, se ha conseguido ese cambio de actitud y poder poner sobre la mesa una medida favorable para España. Y si hemos conseguido ese cambio de
actitud, si hemos conseguido estas cosas no teniendo mucho acuerdo dentro del Gobierno ni dentro del Poder Legislativo y de las conversaciones, digamos, entre el Ejecutivo y el Legislativo, qué no seríamos capaces de hacer los españoles si
defendiéramos todos a una nuestros intereses con convencimiento y con unidad en Europa. En eso también estoy de acuerdo con usted.


También ha hablado usted -y yo quiero hacer hincapié en este asunto porque tiene que ver también con esa actitud que usted nos pide, con esa unidad- de la participación de todos, de que está ilusionado con la Ponencia que se ha creado.
Habla de consenso para ese éxito, del que yo también he hablado en esta primera parte de la intervención, y quiere la participación de la sociedad española, de todos los poderes públicos, por supuesto, de las Cortes Generales, y ha citado usted
estas palabras: muy especialmente de nuestro trabajo, de sus señorías, senadores y diputados, que estamos aquí hoy. Esto va relacionado con esa actitud, porque en relación con los preparativos de la Presidencia española del Consejo creemos que el
Gobierno debe dejar de lado la unilateralidad que viene siendo característica de sus acciones. Tuvimos una oportunidad de oro para hacer un proyecto país con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y el Gobierno decidió dar la
espalda a comunidades autónomas, a municipios y a las fuerzas parlamentarias para repartir el dinero europeo según su criterio y no de forma objetiva ni independiente, a través de un Real Decreto, el 36/2020, que sigue sin tramitarse como proyecto
de ley, y que cuando se vaya a tramitar ya no hará falta.


Hoy sabemos que la Administración General del Estado no está preparada para absorber la cantidad de fondos que tenemos que invertir, suponiendo esto un problema para la ejecución de los proyectos, y yo le pido, a tenor de esa actitud y en
honor a esa unidad que usted ha reclamado, que no vuelvan a cometer ese error frente a este nuevo proyecto de país y a este éxito que tenemos que abordar todos los españoles. Nosotros planteamos varias opciones para que eso no ocurriera; por ello,
con motivo de la creación de la Ponencia dentro de esta Cámara, en Ciudadanos planteamos que las Cortes Generales pudieran tener un papel más activo de cara a la Presidencia española, y le pongo un ejemplo. Un papel más activo sería que la Ponencia
pudiera emitir un informe propio de prioridades que se remitiera al Gobierno con anterioridad al inicio de la Presidencia española, con el objetivo de que esas prioridades fueran las del Parlamento, las que reflejen la agenda propia del sentir de
los que representamos a todos los españoles. He de decir que el bipartidismo y sus socios se negaron a aceptar nuestra propuesta, que habría permitido que la Ponencia remitiera al Gobierno un informe con prioridades que acordáramos todas las
fuerzas políticas hoy aquí representadas. De esta forma, las prioridades de la Presidencia no serían únicamente las del Gobierno, sino verdaderamente las prioridades de todos los españoles. Dada la negativa a nuestra propuesta, no sé de qué forma
tiene previsto usted o el Gobierno acoplar ese papel de las Cortes Generales, que se ha quedado en esa Ponencia como un papel de mero testigo, de mero seguimiento de las acciones de la Presidencia española en el Consejo Europeo. Me gustaría que nos
dijera de qué forma tiene previsto acoplar ese papel que tenemos que llevar a cabo nosotros en las Cortes Generales durante la Presidencia española y qué mecanismos va a ofrecer el Gobierno al resto de fuerzas para que podamos aportar nuestras
ideas, prioridades y estrategias en este proyecto de país.


Muchísimas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Muñoz.


Por el Grupo Parlamentario Vasco, el señor Uribe-Etxebarria Apalategui.


El señor URIBE-ETXEBARRIA APALATEGUI: (Comienza su intervención en euskera).


Como usted bien decía, las presidencias del Consejo de la Unión Europea se encargan de impulsar los trabajos del Consejo ejerciendo, en efecto, un papel de intermediación y búsqueda de consensos y puntos en común entre los Estados miembros
para hacer avanzar a la Unión en sus políticas y garantizar la continuidad del programa de acción de la Unión Europea. Pero todos sabemos que las presidencias son cortas para la entidad de los dosieres que se abordan. En ese sentido, ya se
instituyó en la práctica en 2006-2007 el trío presidencial, que luego se consagró jurídicamente en el Tratado de Lisboa. Me gustaría que nos contara un poco qué es lo que tienen previsto en la medida en que a ustedes les toca, junto con las
presidencias de Bélgica y de Hungría, conformar ese documento con una perspectiva de dieciocho meses



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en la acción del Consejo. También me gustaría que nos dijera cómo van a imbricar la agenda estratégica del Consejo 2019-2024 con sus cuatro prioridades, porque imagino que lo tendrán en cuenta.


Usted nos ha presentado una serie de prioridades, estoy de acuerdo con los puntos que ha destacado, aunque quizá le diría que hay que intentar no olvidar a Georgia. Tampoco sé si ha abordado suficientemente el tema del Mediterráneo, pero,
básicamente, estamos muy de acuerdo con las prioridades y los temas que ha citado. Desgraciadamente, como usted también decía, es de suponer que la guerra de agresión de Rusia a Ucrania y sus consecuencias geopolíticas, económicas, energéticas y
sociales seguirán estando en el punto número uno de la agenda de trabajo del Consejo y del conjunto de la Unión Europea en el año 2023. Desde el primer momento, como usted sabe, nuestra interpretación en torno a esta agresión imperial es clara. El
régimen ruso de Putin ha traído de vuelta la guerra a Europa de manera injusta y sin justificación alguna. La guerra de agresión armada de Putin supone un cambio sísmico en el orden internacional, con la vuelta a una rivalidad y a una competición
geoestratégica donde Rusia está utilizando la agresión, la imposición y la fuerza para imponer equilibrios de poder en un intento de construir a su alrededor una esfera de influencia euroasiática. Es un auténtico desafío para Europa y la Unión
Europea, que, como usted bien decía, debe estar a la altura de sus responsabilidades, protegiendo a sus ciudadanos, a nuestras democracias, a nuestro modelo europeo y, en definitiva, a nuestros principios y valores, y, estoy totalmente de acuerdo,
ministro, todo ello con unidad. Como dijo el Consejo Europeo, debemos repetir con contundencia que en pleno siglo XXI no tienen cabida la amenaza, el uso de la fuerza ni la imposición para cambiar fronteras, porque las tensiones y los conflictos
políticos deben resolverse exclusivamente mediante el diálogo y la diplomacia.


De cara a su Presidencia, permítame señalarle otras dos prioridades que desde nuestra visión son de mucha importancia, que le solicitamos que se resuelvan. En primer lugar, ministro, no es necesario insistir en que la Unión Europea es una
comunidad de valores y un espacio político, jurídico, económico y social de naturaleza interna, que no se puede considerar en el ámbito de las relaciones exteriores. El derecho comunitario es derecho interno, no externo: lo que se decide en la
Unión Europea nos incumbe y nos afecta de manera plena y directa. La Unión Europea adopta cientos de decisiones en multitud de ámbitos que, según el ordenamiento interno del Estado español, son competencias que corresponden a las comunidades
autónomas. Si las comunidades autónomas no pueden participar en Bruselas en el proceso de toma de decisiones de la Unión y, por el contrario, lo hace el Gobierno del Estado, el Gobierno del Estado se está arrogando la toma de decisiones sobre
competencias que no le corresponden, y eso supone trastornar y perturbar el orden competencial en el Estado español. Desde nuestro punto de vista, la praxis que el Estado español desarrolla en el sistema institucional comunitario supone un
socavamiento de nuestros poderes y competencias contempladas y reconocidas en el Estatuto de Gernika, en la medida en que ustedes ejercen en Bruselas competencias sobre materias cuya titularidad corresponde a las instituciones vascas. Es por eso,
señor ministro, que le reclamamos una participación directa y efectiva de las instituciones vascas en el proceso de toma de decisiones de la Unión Europea, en la comitología comunitaria, en las distintas formaciones del Consejo e instancias diversas
con relación a materias en las que somos competentes. Vemos necesaria una profundización especialmente en el consejo Ecofín y en el Consejo de Justicia y Asuntos de Interior. Le reclamo, ministro, voluntad política, porque es una cuestión de
voluntad política abordar este asunto. La Presidencia del Consejo puede ser una muy buena ocasión precisamente para demostrar esa voluntad política. Además, como usted sabe bien, este punto forma parte del acuerdo de investidura firmado por el
presidente del Gobierno y secretario general de su partido con el presidente de la ejecutiva nacional del PNV y, en ese sentido, reclamamos que se cumplan los acuerdos.


La segunda prioridad -vamos a ver si me da tiempo a explicarla-que le pido que incluya en el programa de trabajo de cara a la Presidencia es el impulso en la constitución de la macrorregión euroatlántica, en la que están involucradas el País
Vasco, Navarra, Cantabria, Asturias, Galicia y Andalucía, así como cuatro Estados como son el Estado español, el portugués, el francés y el irlandés, y podríamos incluir también al país de Gales, aunque es cierto que Reino Unido hoy no forma parte
de la Unión Europea. No sé si debo subrayarle la importancia de este proyecto, creo que no, ministro, pero sí le puedo asegurar que no es un capricho, sino una instancia que nos va a permitir trabajar mejor y de otra manera entre los territorios
involucrados, con un espíritu plenamente europeo y europeísta. Las macrorregiones, así como la cooperación transfronteriza en general, forman parte del ADN del proyecto europeo que, como le decía antes, no es sino una comunidad de valores que busca
superar fronteras estériles. Necesitamos un impulso político -termino ya- para que el Consejo Europeo mandate a la Comisión Europea iniciar los trámites de la constitución de esta macrorregión euroatlántica; eso permitiría



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definir y concretar a continuación mejor el proyecto y comenzar a trabajar. Por eso le pedimos que lo incluya en el programa de su Presidencia.


En el segundo turno abundaré en alguno de estos argumentos.


Eskerrik asko, ministro.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Uribe-Etxebarria.


Por el Grupo Parlamentario Plural, la señora Illamola Dausà.


La señora ILLAMOLA DAUSÀ: Moltes gràcies, senyora presidenta. Bona tarda, senyor ministre.


En primer lugar, le pido disculpas por si no me puedo quedar hasta el final, pero le garantizo que escucharé todo aunque sea en diferido. Intentaré quedarme el máximo tiempo posible.


Ya sabe que siempre hago preguntas concretas y voy a cuestiones particulares y no voy a cambiar mi estilo a estas alturas. Usted ha hablado de que quiere la participación de todos y también de las comunidades autónomas. Con relación a
esto, querría saber el papel que han tenido las comunidades autónomas y la CARUE, si nos lo puede detallar un poco más, y que nos dijera si han decidido algo o han sido simplemente informadas, tanto la CARUE como las comunidades autónomas. Porque
nos puede pasar y nos da la impresión de que pasa lo mismo que con los Next Generation, que las comunidades autónomas son informadas, pero no se las tiene en cuenta y acaban siendo unas meras gestoras de lo que se decide por el Gobierno de Madrid.
Aunque se han presentado enmiendas al real decreto ley para cambiar esta organización, el Congreso va prorrogando el plazo de presentación de enmiendas y, por tanto, acabarán los Next Generation y no se habrá modificado la gobernanza.


Usted ha hablado del grupo de trabajo estable durante la Presidencia y yo me pregunto si no sería mejor que este grupo estable se hubiese creado antes de la Presidencia y no durante la misma, y que pudiese presentar sus observaciones antes
de que esta se iniciase; desde nuestro punto de vista tendría un poco más de sentido. Lo digo también porque usted hablaba de territorializar, y nos han pasado la lista de ciudades, pero territorializar no es simplemente que se hagan reuniones en
distintas ciudades, es poder decidir en qué ciudades, es poder debatir, es poder consensuar, es poder cuadrar de qué temas o de qué cuestiones se va a hablar, lo mismo que en el programa cultural, en el programa de actividades de debate, saber el
papel de las comunidades autónomas o las ciudades en las que se va a hacer, el porqué y cómo se las ha tenido en cuenta.


En relación con la lista de ciudades, me ha sorprendido verla, quizá es una confusión mía, pero yo había entendido que se preveían tres reuniones en Cataluña, una en Tarragona y dos en Barcelona, y veo que no está la de ministros de Asuntos
Exteriores y de Vecindad Sur, no sé si es porque es un consejo informal o el porqué. Me ha parecido interesante y curioso, por decirlo de alguna forma, que el que van a celebrar en Barcelona sea el de transportes. Me parece curioso porque usted ha
hablado de movilidad interurbana como una prioridad, y como una persona que vive en Cataluña les hago una recomendación: si van a desplazarse en AVE hacia Cataluña, revisen bien los horarios, porque a veces los horarios de AVE cambian, hay trenes
que aparecen y desaparecen, un día están y otro día no están; y si se van a mover en tren dentro de Cataluña, por ejemplo, en media distancia o en regionales, tómenselo con calma, porque tienen bastantes probabilidades de no llegar a tiempo, de
llegar tarde, de que el tren no pase o de ir hacinados en un vagón. Lo digo porque el tema que van a tratar en Barcelona justamente es un tema muy delicado que afecta a la vida diaria de muchos ciudadanos catalanes. Al margen de estas
recomendaciones, no sé si ustedes les explicarán esto también a los ministros competentes de los otros veintiséis Estados, así como las medidas que han adoptado del bono gratis durante cuatro meses, etcétera, que son medidas que no solucionan la
vida de las personas. Lo digo porque quizá sería bueno tratarlo en ese Consejo.


Otra cuestión en relación con los consejos informales es la relacionada con el papel que tendrán los consejeros autonómicos en estos consejos. Por ejemplo, en los dos que en principio van a celebrarse en Cataluña, ¿qué papel tendrá el
conseller de la Generalitat, si es que va a tener algún papel? ¿Quién va a presidir estos consejos de ministros? Lo digo porque quizá podrían aprovechar, ya que usted habla de la diversidad y de explicar al exterior la diversidad cultural,
geográfica y las particularidades de España, para aplicar lo que sí permite el Tratado de la Unión y que sí hacen países como Alemania y Bélgica, y es que no es un ministro el que va a los consejos de ministros, sino que a veces es el titular de la
región competente en la materia; como en España hay distribución de competencias, que fuera en este caso el representante de las comunidades autónomas. No sé si se lo plantean.


También en este sentido de la diversidad cultural, querría saber en qué idioma se desarrollarán los consejos, si está previsto que se celebren en la lengua oficial propia de la comunidad autónoma en las



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comunidades autónomas que tienen más de una, por ejemplo en catalán, en gallego o en euskera. No sé si prevén que se aplique el acuerdo de España y el Consejo de 2006 que prevé que puedan realizarse intervenciones orales en una lengua
distinta del castellano si está recogida en la Constitución, como es el caso. Si lo harán así, perfecto, y si no lo harán, ¿por qué?, porque supongo yo que España ha cumplido con los condicionantes para que se pueda aplicar ese acuerdo de 2006.
Ligado al uso de las lenguas, no sé si también aprovecharán para explicar que existen lenguas cooficiales y para impulsar la oficialidad del catalán en la Unión Europea; no en alguna de las instituciones, sino en la Unión Europea; no como lengua
de comunicación, sino como lengua oficial. Evidentemente, a nosotros esto nos parece una prioridad muy importante.


Voy ya a las prioridades con unas cuestiones muy concretas. Usted hablaba de inmigración y asilo. La Directiva 55/2001 de protección temporal, que se ha utilizado ahora, ¿la quieren mantener o la quieren derogar? Porque han salido
noticias en los dos sentidos. También ha hablado de ampliar los derechos de los ciudadanos que residen en otro Estado miembro y yo le pediría que tuviesen muy en cuenta la situación de los ciudadanos que viven en zonas transfronterizas, que es una
cuestión que ha salido aquí -voy terminando, señora presidenta-. Por ejemplo, en la zona de Cataluña tienen graves problemas de libre circulación, aún después de más de un año, entre Francia y España porque hay unos bloques de hormigón.


No sé si también piensan trabajar para que no haya ningún incumplimiento del derecho de la Unión Europea. Todos los Estados incumplen el derecho de la Unión Europea, tanto lo que es la jurisprudencia como la trasposición de directivas.
Nosotros consideramos que si los Estados creen en el proyecto europeo deberían asumir compromisos y quizá España podría liderar el que los Estados -España incluida- dejen de incumplir el derecho de la Unión.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Illamola.


Por el Grupo Parlamentario Republicano, el señor Elejabarrieta Díaz.


El señor ELEJABARRIETA DÍAZ: Gracias, presidenta.


Gracias, ministro, por su presencia y por sus explicaciones. Voy a comentar una serie de temas y me centraré en algunas cuestiones que consideramos importantes en nuestro grupo.


Primeramente, sobre la guerra en Ucrania, qué duda cabe de que compartimos que la responsabilidad de la invasión ucraniana es rusa y que a Rusia le corresponde abandonar el territorio ucraniano, pero nos gustaría a su vez mostrar nuestra
preocupación porque consideramos que no existe solución militar para el conflicto en Ucrania. Pensamos que la escalada militar nos lleva a un escenario catastrofista. El secretario general de Naciones Unidas recientemente ha dicho -y cito- que 'la
humanidad está a solo un error de cálculo de la aniquilación nuclear'. Si compartimos que no existe solución militar al conflicto, estaremos de acuerdo en que la solución tiene que venir por vías diplomáticas basadas en el diálogo y la negociación,
y creemos que si estamos de acuerdo en esa reflexión, habría que fortalecer y reforzar todos los esfuerzos que las instituciones internacionales deberían realizar en esa dirección, también desde la Unión Europea. Qué duda cabe de que estamos en una
transición civilizatoria, que la agresión rusa responde en parte a esa situación y que existe una lucha soterrada para tratar de tener a nivel geoestratégico una posición política y militar ventajosa ante la transición en la que nos encontramos.


Uno esto con el anuncio que ha realizado usted de que durante la Presidencia española de la Unión Europea se realizará una cumbre Latinoamérica-Unión Europea. Creo que ha dicho que la Unión Europea ha dado por hecho las relaciones con
América Latina, y considero que ha sido muy generoso en su interpretación. Yo tengo otra visión, pero estoy de acuerdo en que hay que fortalecer las relaciones con América Latina, que es estratégico para el continente europeo; y qué duda cabe de
que el fortalecimiento de esas relaciones pasa, en nuestra opinión, por la no injerencia y el respeto a los procesos emancipadores, democratizadores y progresistas del conjunto del continente. En ese sentido, me gustaría apuntar la oportunidad que
se abre en Colombia tras la elección de Petro como presidente para que se vuelva a restablecer el proceso de paz colombiano que desgraciadamente dejó de existir con la Presidencia de Duque. Hemos escuchado al Gobierno que usted representa apoyar
ese proceso de paz y pensamos que la Unión Europea debería jugar también un papel importante en ese sentido.


Enlazo esto con los ejes estratégicos que usted ha mencionado en acción exterior. Ha hablado de la importancia del multilateralismo y de mantener relaciones con las diferentes zonas geográficas del planeta. A nosotros nos parece que, unido
a lo primero que he dicho del conflicto en Ucrania y a la situación global que se vive, sería importante incorporar y fortalecer en esas relaciones exteriores de la Unión la paz como valor universal, la paz como -recordemos- uno de los principios
que también impulsó la creación de esa



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Unión Europea. En ese sentido, y sin mencionar una larga lista de contenciosos, me gustaría brevemente apuntar al proceso de paz que se ha retomado recientemente entre el Gobierno de Tailandia y la guerrilla del sur de Tailandia, BRN, que
comenzó en enero, facilitado por Malasia. Se están llevando a cabo reuniones importantes en Kuala Lumpur. Me consta que Estados miembros de la Unión Europea, como Alemania y otros, están apoyando de manera decidida ese proceso y creemos que desde
la Unión Europea se debería hacer lo mismo. Me gustaría conocer la posición española al respecto.


Viniendo más cerca, esta tarde hemos conocido que el Partido Conservador ha nombrado a Liz Truss como la siguiente líder del partido y, como consecuencia, se convertirá en la primera ministra en breve. Nos preocupan sobremanera las
declaraciones y la posición política que ha venido mostrando durante estas últimas semanas y meses. Me gustaría recordar que se ha mostrado partidaria en más de una ocasión de la utilización del artículo 16 del Protocolo de Irlanda, una cuestión
que pondría en entredicho y que dificultaría tremendamente el Acuerdo de Viernes Santo y el proceso de paz en Irlanda, pero también las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea. Me gustaría conocer nuestra posición al respecto.


No me gustaría acabar esta comparecencia sin mencionar el caso también de Pablo González, que todavía continúa en una situación de indefensión terrible. Polonia acaba de prorrogar otros tres meses su prisión provisional y ya lleva más de
seis meses sin contacto directo con su familia y con su abogada. Ha recibido unas cartas, pero no ha podido recibir ninguna visita. Nos gustaría saber la opinión que le merece esta decisión de la Fiscalía polaca y qué gestión está realizando el
Gobierno -porque me consta que en el pasado ha realizado gestiones- para que esta situación se esclarezca lo más rápido posible.


Por último -y termino, porque me queda poco tiempo-, nos preocupa el proceso electoral italiano. Nos preocupan las elecciones italianas, lo que pueden suponer para el proceso de construcción europeo y para todo lo que hemos comentado en
esta comparecencia. Y uniéndome a lo que han dicho en intervenciones anteriores, también pensamos que el papel de las regiones -nosotros las llamamos naciones sin Estado en la construcción europea- es fundamental y creemos que la Presidencia
española de la Unión Europea debería tener un espacio para que se pueda trabajar, debatir y seguir adelante.


Muchísimas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Elejabarrieta.


Por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común tiene la palabra la señora Muñoz Dalda.


La señora MUÑOZ DALDA: Muchas gracias, presidenta.


Bienvenido, señor ministro y gracias por comparecer en esta Comisión. Primero quiero hablar sobre un tema menor. Nos ha pasado una circular donde aparece Palma de Mallorca, que pasó a llamarse Palma hace varios años, en 2016. Le
agradeceríamos que en las siguientes circulares que nos pasen tengan en cuenta que la ciudad es Palma y Mallorca es la isla, pero que Palma de Mallorca pasó a llamarse Palma en 2016.


Hace doce años ya de la última vez que España presidió la Unión Europea. Desde entonces, España, la Unión Europea y el mundo han cambiado mucho. De hecho, España lleva diez años sin mayorías absolutas y tenemos el primer Gobierno de
coalición de la democracia reciente desde la Segunda República. Nos hemos sumado al club de países de la Unión Europea que cuentan con ejecutivos multicolores, que es algo bastante habitual, pero en España se ha interpretado y se sigue
interpretando, como hemos visto en alguna intervención, como una anomalía. Como le decía, España ha cambiado y la Unión Europea y el mundo también están cambiando y cuestiones que desde hace mucho tiempo parecían extraordinarias, inéditas o
anómalas, ahora empiezan a ser planteamientos de sentido común. Esto se vio muy claro en la Conferencia sobre el Futuro de Europa, que concluyó con 49 recomendaciones y 325 propuestas concretas para cambiar las políticas de la Unión Europea. La
primera pregunta que le quiero hacer es si esas conclusiones le parecen una buena base para conseguir avanzar en los temas prioritarios que usted ha presentado aquí y en los cambios estructurales de la Unión Europea que necesitamos para afrontar los
retos que tenemos en términos sociales, económicos, medioambientales y democráticos.


Las crisis recientes -la pandemia y la guerra- están exponiendo las contradicciones del actual modelo de la Unión Europea y, señor ministro, en 2023, cuando llegue el momento de la Presidencia, es probable que se dé un escenario de
recrudecimiento de las consecuencias de la guerra. Esto es algo que nos preocupa mucho porque pensamos que España tiene que llegar en ese momento marcando la diferencia y no seguir con un corte continuista. Tenemos que poner todas las energías en
una solución dialogada del conflicto y en hacer una apuesta honesta y fuerte por la paz, algo que cada vez más líderes



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internacionales están señalando. También llevamos mucho tiempo hablando de la necesidad de que la Unión Europea tenga una autonomía estratégica y los acontecimientos de los últimos tiempos no solo han puesto en entredicho esa autonomía,
sino que la han cercenado. Esto es muy evidente en el ámbito militar, la dependencia total de otros actores geopolíticos y la nula autonomía de la Unión Europea.


En cuanto al tema de la soberanía energética, usted ha hablado hoy de seguridad energética y es un concepto diferente al de soberanía energética. Nos gustaría que profundizara un poco en qué idea hay detrás de la seguridad energética,
porque igual ha sido un lapsus, pero son conceptos diferentes. Al igual que la crisis de la COVID trajo consigo la caída de mantras neoliberales y vino acompañada de muchos cambios e intervenciones decididas de países miembros de la UE, que en
parte relegitimaron el papel de la UE, no podemos sino dar la bienvenida a que, lamentablemente, una situación dramática como es la invasión de Rusia sobre Ucrania esté alumbrando debates y posiciones que veníamos defendiendo desde la sociedad civil
y desde Unidas Podemos desde hace mucho tiempo. En ese sentido, se hace necesario que en elementos de carácter económico y estructural, como la fiscalidad, o en ámbitos como el de la energía se siga la senda de la intervención decidida desde lo
público en los precios, pero también la regulación y la intervención del mercado de la energía.


Somos un país puente entre América Latina y África, por lo que nos parece que en esta Presidencia deberíamos liderar los cambios profundos en materia migratoria y de asilo, incluyendo las modificaciones necesarias en el pacto europeo sobre
migraciones. Necesitamos un cambio de paradigma en la política migratoria en un contexto europeo especialmente adverso, con gobiernos en la vecindad oriental -en Hungría, en Polonia o en el sur, en Italia- con una extrema derecha fuerte, en un
contexto adverso también para la reubicación de migrantes y solicitantes de asilo por la situación económica en países como Alemania y Francia, los países bálticos o los nórdicos. A pesar de todo ello, tanto por razones económicas y demográficas,
pero también humanitarias, en lo respectivo a los flujos migratorios, necesitamos una Unión Europea que acoja y que integre.


Al hilo del tema migratorio, hay que hablar de Turquía. Huelga decir que Turquía es un país candidato a la Unión Europea, aunque, más allá de que esa candidatura se vea como algo muy lejano, es obvio que es un actor relevante a nivel
regional, por su importancia en la gestión de flujos migratorios y por las diferentes tensiones y conflictos que hay en nuestra área geopolítica, bien sea por el norte de África, bien por el Oriente Medio, el Cáucaso o Ucrania. Como bien conoce
usted, señor ministro, la mayoría de las encuestas indican la posibilidad de un cambio de Gobierno. Nos gustaría que en el marco de la Unión Europea España se esforzara por conseguir un normal desarrollo de este más que relevante proceso electoral.


Se me va acabando el tiempo, así que voy acortando. En cuanto a América Latina, la Presidencia tiene que ser un momento para reubicar y resituar las relaciones de España y la Unión Europea con América Latina; relanzar nuestras relaciones
con América Latina, que tienen que ir más allá de, en muchos casos, cuestionables tratados de libre comercio. Tienen, por lo tanto, que buscar la cooperación con todos los países latinoamericanos aprovechando el impulso económico, democrático y de
desarrollo igualitario que van a tener países como Colombia, México, Brasil o Chile, que son auténticos motores de sus regiones. Dejo lo demás para la réplica.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Muñoz.


Por el Grupo Parlamentario VOX, el señor Sánchez García.


El señor SÁNCHEZ GARCÍA: Gracias, señora presidenta. Con su venia.


Señor ministro, usted en el pecado lleva la penitencia, porque lo que haya de ser la Presidencia española en el segundo semestre de 2023 -no sé si esa Presidencia se ejercerá siendo todavía usted ministro o no, me da igual a este efecto- no
va a poder ser nada en lo que España destaque por su acción internacional y por el respeto y el crédito que merece entre sus socios de la Unión Europea. Digo que usted en el pecado lleva la penitencia porque usted sufrirá -sea entonces ministro o
no lo sea- las consecuencias de haber aceptado su alto cargo con un presidente del Gobierno como este y un Gobierno de coalición como este. Esto lo sabe usted mejor que yo, y habrá reflexionado sobre ello muchas veces. Pero, en fin, usted se ha
equivocado; se desacredita política y creo que profesionalmente y comparece hoy en la condición de ministro ante esta Comisión.


Antes de referirme a su exposición, me voy a permitir hacer dos comentarios sobre las intervenciones de dos portavoces que me han precedido. La de la señora Illamola Dausà, que ha dicho que desearía que



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en las reuniones que se celebren entre representantes de los Estados miembros en ese momento de la Presidencia española en 2023 se haga uso de las lenguas cooficiales españolas. Señora Illamola Dausà, ya deben ustedes preocuparse algo más
del uso de la lengua española o castellano en Cataluña y dejarse de estas pamplinas diplomáticas, que serán aborrecidas por todos nuestros socios, que no entenderán nada. Ustedes y otros partidos independentistas se oponen a la jurisprudencia del
Tribunal Supremo y del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña con arreglo a una jurisprudencia constitucional para que los niños españoles estén escolarizados en Cataluña al 25 % en lengua española o castellano. Con esta reivindicación que
ustedes han hecho efectiva, aprobando en el Parlamento de Cataluña una ley en junio de este año y antes mediante un decreto ley, ustedes están desprovistos de cualquier autoridad moral para hablar de nada, porque esto es una vergüenza para todos los
españoles y desde luego para los catalanes que piensan como ustedes también. Ustedes pueden pensar lo que quieran, son muy libres, pero no pueden imponer a nadie algo en contra de la Constitución y en contra de su lengua.


En cuanto al señor portavoz de Bildu, insiste usted siempre hablando del proceso de paz de Colombia. Usted sabe perfectamente que ese proceso de paz fue objeto de un referéndum en 2016 y que no contó con la aprobación del pueblo colombiano,
pero ya sabemos que a ustedes las decisiones del pueblo les importan muy poco cuando no son aquellas que ustedes quieren, porque ustedes ya sabemos que participan de una ideología totalitaria. Por cierto, se inquieta usted otra vez de nuevo
sobremanera por la suerte de Irlanda del Norte y no le he oído decir nada de la situación de Gibraltar en la Unión Europea y en la relación de España con el Reino Unido.


Y ahora sí, señor ministro, voy a hablar de usted, y voy a empezar por Gibraltar. Señor ministro, ¿cómo pretende usted que España pueda ejercer esa Presidencia en condiciones de honorabilidad y de prestigio ante el resto de los Estados
miembros de la Unión Europea después de haber logrado -no tengo ningún problema en decirlo- el Gobierno del Partido Popular, siendo ministro el señor García-Margallo, que en las orientaciones del Consejo Europeo sobre el brexit, sobre el acuerdo de
retirada de abril de 2017, se incluyese un número 24, que decía: Una vez que el Reino Unido haya abandonado la Unión, ningún acuerdo entre la Unión Europea y el Reino Unido podrá aplicarse al territorio de Gibraltar sin acuerdo entre el Reino de
España y el Reino Unido? Con este acuerdo del Consejo Europeo ustedes han contribuido a la unanimidad necesaria para la celebración del nuevo acuerdo comercial de relación entre la Unión Europea y el Reino Unido, que no contiene ninguna
disposición, como España podía haber exigido para prestar su voto y hacer posible esa unanimidad legalmente necesaria, para que el Reino Unido hubiera aceptado de una vez por todas la soberanía española sobre Gibraltar. Esto verdaderamente no tiene
nombre, y no habrá muchas ocasiones en las que el derecho y las circunstancias permitan una posición de fuerza de España como esta, que ustedes han perdido miserablemente. Ustedes comprenderán que en esas condiciones el resto de los Estados de la
Unión Europea no digo que se rían de nosotros, pero no nos pueden tomar muy en serio ni considerarnos.


Marruecos y Argelia. ¿Pero qué pueden pensar el resto de los Estados miembros de la Unión Europea cuando ustedes, no siendo potencia administradora ejerciente sobre el territorio del Sáhara Occidental -usted niega que sea potencia
administradora, pero es un debate académico que no me interesa; en todo caso, no ejercía esa condición de potencia administradora, lo fuera o no-, en un asunto por lo tanto al que es ajena -es decir, la suerte de ese territorio, si debe ser un
Estado independiente o, como propone el Reino de Marruecos, incorporarse con un estatuto de autonomía al Reino de Marruecos-, out of the blue, así, de repente, dicen que se adhieren a la posición marroquí y con eso, en una cuestión que a España no
le debe interesar toda vez que España consintió sin ningún problema la desconexión de aquel territorio en fechas ya muy remotas, provocan una reacción de la República de Argelia, que es nuestro principal proveedor de gas natural, que nos pone en una
situación peor de la que tienen el resto de los Estados europeos, en razón de lo que todos sabemos, relativo a la crisis provocada en esta materia de suministro de energía por la guerra de Ucrania? Ustedes comprenderán que en esas condiciones de
nuevo comparecemos en una condición de socios minorados -autominorados- en su prestigio, en su credibilidad, en todo lo que ustedes quieran decir.


Por no hablar de la economía, señor ministro. ¿Pero cuál es la situación de la economía española? Es pavorosa. Yo he tenido ocasión de exponérsela a su colega en el consejo, a la vicepresidenta primera y ministra de Economía, la señora
Calviño.


La señora PRESIDENTA: Señor Sánchez, le ruego que concluya. Ha terminado el tiempo establecido.



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El señor SÁNCHEZ GARCÍA: Con la peor prestación en materia económica, en la lucha de la crisis provocada por el coronavirus, y con la peor prestación sanitaria, el índice de España es el peor en mortalidad y en incidencia de la enfermedad,
de la epidemia, en toda Europa. ¿Ustedes en qué condición pueden comparecer?


La señora PRESIDENTA: Señor Sánchez, tiene que concluir. Ha terminado el tiempo establecido.


El señor SÁNCHEZ GARCÍA: Este Gobierno es un desastre y como tal será valorado cuando ejerza la Presidencia de la Unión Europea en ese semestre.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Sánchez.


Por el Grupo Parlamentario Popular intervendrá el señor Moreno Palanques.


El señor MORENO PALANQUES: Muchas gracias, señora presidenta.


Señor ministro, gracias por sus explicaciones. Vuelve a tocarnos la Presidencia rotatoria de la Unión Europea, por quinta vez; la próxima, como usted ha dicho, probablemente será dentro de quince años y por eso hay que acertar hoy. Yo,
como usted, creo que hay que conseguir la unidad en algunos temas, especialmente en este de política exterior, de política de la Unión Europea. Por eso, permítame señalar primero que, si entre los cometidos de la Presidencia está garantizar la
cooperación entre los Estados miembros, y además debe hacerse actuando como intermediario recto e imparcial, uno esperaría que el Gobierno que va a ostentar esa Presidencia haya dado antes una buena muestra de ello a nivel nacional, y creemos que no
es el caso. Para ser recto e imparcial nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde y este Gobierno podría empezar hoy mismo a serlo con quien lidera la alternativa en este país en lugar de dedicarse a insultarle, que es lo que ha ocurrido durante
todo este verano por parte de algunos de sus colegas de gabinete, y siguen haciéndolo los que tienen responsabilidades de portavocía. Porque cuando al discrepante se le insulta se está admitiendo una carencia de argumentos para rebatirle de forma
democrática. El insulto no tiene cabida en la convivencia de un Estado democrático, como decía nuestro presidente esta mañana en los Desayunos de Europa Press, pero es que, además, el insulto político es completamente ineficaz en un país tolerante
y en una sociedad tolerante como es la sociedad española, aparte de revelar una profunda debilidad de quien lo utiliza. Con todo, nosotros vamos a seguir planteando propuestas para ayudar a los ciudadanos y a las familias de nuestro país, y le doy
garantías de que la Presidencia española de la Unión Europea no va ser una excepción.


Hablando de la Presidencia, el programa de dieciocho meses del Consejo, que acaba a finales de junio de 2023, incluye temas que están sin resolver. Eso es lógico, pues hay un continuum de presidencias. En términos generales, haría
referencia a que hay que superar las secuelas económicas y sociales provocadas por la pandemia de la COVID-19. Para eso está el plan de recuperación, para transformar nuestros países, pero, sinceramente, yo creo que es un objetivo que en nuestro
caso difícilmente alcanzaremos, y no hablo ya de la ejecución de los fondos, que es otra materia que no corresponde al día de hoy. Hay que salvaguardar los valores de la Unión y proteger los derechos de la ciudadanía -usted lo ha dicho también- y
hay que dedicar especial atención a la salud. Nos olvidamos cuando parece que la pandemia está bajando, pero no ha desaparecido; va a volver a aparecer y a recrudecerse este invierno, desde luego. Necesitamos una Unión Europea de la salud que sea
fuerte, así como una mejor coordinación entre los distintos Estados miembros de la Unión en este ámbito, porque las amenazas que existen entre los sistemas sanitarios de los Estados miembros pueden tener importantes implicaciones transfronterizas,
como ya hemos visto. Hay que conseguir una política exterior sólida -estaremos todos de acuerdo-, como usted ha dicho también, dando un nuevo impulso a las relaciones con los socios estratégicos y, en particular, con los socios transatlánticos y
las potencias emergentes.


En cuanto a la Conferencia sobre el Futuro de Europa, lógicamente, habrá que empezar a aplicar las recomendaciones de la ciudadanía, según proceda, sobre la base de las conclusiones políticas de la conferencia, pero el Gobierno de España
tiene la obligación de incorporar algunas cuestiones en las que nuestro país tiene un interés específico y que puedan dejar la impronta de España en ese semestre. En ese sentido, creemos que es especialmente significativo en el ámbito de la
política exterior incorporar la relación entre la Unión Europea y América Latina -lo ha citado usted y le refuerzo la idea de que el Partido Popular así lo cree también, no ahora, desde siempre-, incluyendo especialmente el acuerdo Unión
Europea-Mercosur, que sería el más grande que la Unión Europea ha alcanzado jamás a nivel mundial. Nos consta que esa es una prioridad -lo ha reiterado usted- y así va a seguir siendo y nos congratula poderlo



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compartir, pero también deberían serlo los países del norte de África y en relación con estos -algo se ha dicho aquí esta tarde- yo creo que el papel del Gobierno no ha sido precisamente ejemplar, si me permite decirlo en esos términos. Hay
que recordar que el Congreso ya se pronunció en julio en el debate sobre el estado de la nación sobre la Presidencia española, por lo que sería bueno que nos dijera si van a asumir la resolución aprobada en ese debate o van a contravenir la voluntad
de esta Cámara, como ya se hizo con respecto al Sáhara. Por cierto, con poco resultado respecto a Marruecos y pésimo respecto a Argelia, desde nuestro punto de vista. La resolución aprobada, además de indicar la necesidad de regresar a la posición
que mantienen todos los gobiernos democráticos, aparte del señor Borrell y de Naciones Unidas, incluye también una hoja de ruta en algunos aspectos que consideramos esenciales.


Para nosotros, uno de los temas pendientes es la euroorden, que ha demostrado ser insuficiente. Es necesario introducir mecanismos para ganar automatismo y evitar revisiones por otros tribunales respecto a las decisiones tomadas por
cualquier otro Estado miembro. Creemos que la Presidencia española de la Unión Europea también debe tener entre sus prioridades el acceso de Ucrania como miembro de pleno derecho y para ello hay que ayudarles en el cumplimiento de los
requerimientos. Ellos han puesto en marcha todas las reformas y la más difícil, que es la judicial, esperan tenerla lista en enero. En cualquier caso, si España está comprometida de verdad con la libertad de Ucrania, deberíamos apoyarles con
hechos y si el apoyo militar no ha sido demasiado fuerte, al menos que el político sea mucho más decidido.


Todos esos objetivos, vigentes todavía hasta junio, siguen siendo válidos por inconclusos, a lo que hay que añadir el problema de la crisis de la invasión de Ucrania por Rusia, que ha demostrado que los principios y valores de la Unión
Europea no pueden darse por sentados. Además, mantenerlo tiene unos costes que estamos empezando a ver, unos costes que agravan no solamente los precios de la energía, sino también las tensiones inflacionistas y las disrupciones en las cadenas
globales de suministro, y el resultado lo estamos sufriendo.


Con todas esas reflexiones y algunas de las cuestiones que le he planteado, quisiera acabar haciendo alguna otra pregunta. ¿Va a abordarse la necesidad de mecanismos de defensa frente a la guerra híbrida utilizada por Rusia para
desestabilizar Europa y, por lo tanto, para polarizar nuestra sociedad? La desestabilización de las relaciones diplomáticas con Argelia se agrava por el hecho de la situación que está viviendo Libia. ¿Vamos a hacer algo por contribuir a la
estabilidad de Libia? Acabo, señora presidenta. ¿Existe alguna estrategia o impulso geopolítico en relación con la alianza entre Venezuela, Rusia, China e Irán, que probablemente ha convertido a la primera en la base de operaciones del
narcotráfico, terrorismo, espionaje y guerra que afecta a toda Europa? Yo lo que le digo es que vamos a estar con ustedes, pero lo que les pido también...


La señora PRESIDENTA: Señor Moreno, tiene que terminar.


El señor MORENO PALANQUES: Acabo, señora presidenta.


... es que en esto podamos hablar como vamos a intentar hacer a través de la ponencia en esta Cámara.


Muchísimas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Moreno.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, el señor Pons Sampietro.


El señor PONS SAMPIETRO: Buenas tardes. Gracias, presidenta.


En primer lugar, muchas gracias al ministro por comparecer hoy en lo que a nivel europeo y global algunos analistas han dicho que es un curso político de alto voltaje y alto riesgo. Yo creo que es un momento crucial y no solo en relación a
aquí, sino en relación con el momento europeo.


Después, me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre la Comisión mixta. Todos los diputados y diputadas, senadores y senadoras y todos los grupos estuvimos trabajando en la ponencia del brexit y fuimos capaces de sacar unas conclusiones.
También estamos a punto de finalizar los trabajos de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, donde han participado muchas personas y expertos, y creo que no cabe duda de que vamos a ser capaces de contribuir y de aportar ideas y proyectos. No
creo que haya veto de ningún tipo y estamos a disposición todos los diputados y senadores de este grupo para tratar sobre todo de hacer una cosa que engancha con lo que usted ha dicho al final: sumar. Ahora es el momento de sumar y no vale la pena
entrar en el 'y tú más'. Es el momento de sumar y voy a intentar explicar por qué. Creemos, como he dicho, que es un momento de alto riesgo. Alemania tuvo la Presidencia



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en el inicio de la pandemia; Francia tuvo la Presidencia en el inicio de la guerra de Ucrania, prácticamente, además, con un proceso electoral, que también es algo que se va a producir en España, y nosotros vamos a tener la Presidencia en
un momento que yo diría que es un momento Europa; momento complejo, pero momento Europa. Además -creo que los diputados y el Grupo Socialista coincidirán en esta reflexión-, están pasando muchísimas cosas y España está en el epicentro. Está en el
epicentro con la reestructuración o la reordenación -como queramos decirlo- del mercado energético. España lo está liderando con la excepción ibérica, y ese es un primer punto. Estamos en un momento también en el que Alemania, con el discurso que
pronunciaba en Praga el 29 de agosto Olaf Scholz, explicó que estábamos en un momento de cambio de época, y eso es importante. Y luego se está hablando de esa idea que vivimos algunos del final de la Conferencia sobre el Futuro de Europa de la
comunidad geopolítica ampliada. Entonces, estamos en un momento que es profundamente importante de cara a esos meses que vienen. Es decir, ese es un poco el marco.


Algunas de las señorías han reflexionado sobre Ucrania y yo creo que tenemos que ser conscientes -este Grupo Socialista es consciente- de que este es un conflicto que va a ser largo y, por lo tanto, no podemos desfallecer. También hay
algunos artículos que hablan de este libro de 2006 del escritor ruso Mikhail Yuryev, que habla de la Rusia que debe ser y que dice que Ucrania solo es un primer paso. A veces, aunque sea una ficción distópica, da cierto miedo que ese paso sea
solamente una primera etapa. Por tanto, nos pone muchos retos.


Quería trasladar estas ideas para acabar diciendo también, en esta primera parte, que estamos en el tiempo de la geopolítica. Parece como si la geopolítica hubiese vuelto con más fuerza que nunca. También se encargó de decirlo el canciller
Scholz en su discurso. Por tanto, creo que esta Presidencia que vamos a tener el honor de compartir va a poner elementos clave sobre la mesa -algunos diputados lo han dicho- y sí es verdad que vamos a estar ante un stress-test geopolítico; hemos
visto este verano la situación en Taiwán y, lógicamente, lo que estamos viendo en Ucrania. Con todos los cambios que se están produciendo, sinceramente, yo creo que la respuesta europea en estos seis meses -no sé si el ministro coincidirá- no tiene
precedentes; más bien, desde el año 2020 hasta ahora. Se ha acelerado el proceso con Moldavia y con Ucrania; estamos hablando de hacer de esa excepción ibérica un proceso para repensar todo el modelo energético de la Unión: se está hablando de
soberanía europea, se está hablando de soberanía estratégica, se está hablando también, en palabras de Jean Monnet, de que hacer Europa es hacer la paz, pero hacerla con una nueva Europa de la defensa, con una mayor solidez en nuestra coordinación
en materia de defensa. Son temas que van a aparecer y que no tienen, digamos, parangón. A mí me ha sorprendido oír hablar del plan de recuperación cuando vemos -lo ha comentado el diputado de Bildu- la idea de Italia. Italia tiene unas elecciones
en las que se están planteando retocar el plan de recuperación, algo sobre lo que, por ejemplo, el comisario Gentiloni ha dicho que ni hablar, y aquí estamos en modo de aceleración. En fin, estamos en una situación, yo no diría de privilegio, pero
sí en la que los fondos se están ejecutando y ya se ha producido el segundo desembolso, y en este momento de estabilidad económica y política creemos que estamos en una posición de liderazgo dentro de la Unión.


También me gustaría hablar de esa idea de la Europa de los valores, que usted también ha mencionado, precisamente en un momento en que en un país vecino hay unas fuerzas neofascistas que tienen visos de llegar a las instituciones a partir
del 25 de septiembre; lógicamente, cuando esas fuerzas hablan de no condicionar el gas ruso o de no tener ningún tipo de presión con algunos de los países de la Unión, al menos nos debería preocupar en estos meses que nos quedan qué va a suceder si
ese país fundador está pilotado por ese modo de democracia iliberal. Además, parece ser que en las elecciones de Italia tiene mucha influencia esa, diríamos, desinformación rusa que va pasando de país a país, y que también es uno de los temas sobre
los que creemos, como Partido Socialista, que es importante reflexionar: la desinformación dentro de la Unión.


También pensamos que son importantes -lo ha dicho la diputada de Unidas Podemos- las conclusiones de la Conferencia sobre el Futuro de Europa. Está claro que en unos días va a tener lugar el discurso de la Comisión Europea y veremos cuál es
la forma que toma. Quería terminar diciendo, para no repetirme y no extenderme, que es importante para los socialistas...


La señora PRESIDENTA: Señor Pons, tiene que terminar.


El señor PONS SAMPIETRO: ... que haya una Europa social, una Europa verde, una Europa de la transición digital, una Europa de igualdad entre hombres y mujeres, pero sobre todo una Europa mucho más democrática.



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Volvemos a reiterar nuestra disposición para sumar y no para el tú más, que suma muy poco, más bien resta.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: A continuación, el señor Albares Bueno, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, responderá a todos los portavoces parlamentarios.


El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES, UNIÓN EUROPEA Y COOPERACIÓN (Albares Bueno): Muchas gracias por sus intervenciones. Hay algunos temas que han tocado y por los que han preguntado varios de ustedes; los abordaré primero y luego
entraré en las cuestiones más puntuales que ha indicado cada uno.


Ha habido varias cuestiones sobre el calendario de preparación y aspectos prácticos de nuestra Presidencia. La señora Muñoz, por ejemplo, hablaba del programa cultural, y quiero incidir en algunos puntos. El programa cultural va a servir
tanto para dar a conocer España a Europa como para difundir los valores que nos son comunes a todos los europeos y también para movilizar a nuestra sociedad civil, pero hay otros muchos aspectos en los que va a colaborar toda la sociedad con esta
Presidencia. Por ejemplo, estamos avanzando en los trabajos para facilitar la colaboración de instituciones y organismos públicos con la Presidencia española. En este caso, ya está muy avanzada la colaboración con Renfe, con Patrimonio Nacional,
con AENA, con Iberia, con Loterías y Apuestas del Estado, para crear convenios de colaboración, y también con asociaciones de diseñadores para los regalos institucionales; es decir, todo el mundo va a poder participar. Lo mismo pasa con la
colaboración con el sector privado a través de varias vías, como puede ser el patrocinio en materia de transportes. También estamos trabajando, evidentemente, en el diseño del logo de nuestra Presidencia. Por lo tanto, hay toda una serie de
aspectos en los cuales tanto nuestro país se va a proyectar hacia Europa como los valores que nos son comunes a todos los europeos van a quedar proyectados, y también se va a acercar Europa y lo que representa Europa a nuestros ciudadanos.


Sobre la preparación, que preguntaban también el portavoz del PNV y algunos otros portavoces, a nivel de secretario general de los distintos ministerios de la Unión Europea vamos a empezar el día 28 de septiembre las primeras conversaciones.
A partir del mes de enero empezará ya de manera muy intensa el diálogo con el trío. Mi intención es desplazarme a Suecia, que ejerce la Presidencia previa a la nuestra, en algún momento del mes de diciembre para que incluso antes de que arranquen
su Presidencia podamos tener un diálogo al respecto, y evidentemente a partir del mes de enero ese diálogo se va a intensificar. Pero tampoco tenemos que olvidar que las presidencias hoy en día son un esfuerzo no solamente del país que tiene la
Presidencia, sino también de la Comisión, del Consejo y del Parlamento Europeo y, por lo tanto, no solamente hay que hablar con las presidencias de ese trío, sino también hay que estar en contacto con los distintos comisarios, los parlamentarios y,
por supuesto, con el resto de instituciones, como el Consejo Europeo. Voy a intensificar el contacto con ellos y, en los distintos niveles, también lo van a hacer el secretario de Estado de la Unión Europea y la secretaria general de la Unión
Europea.


Ha habido también algunas referencias a las ciudades y cómo se han escogido. Señora Illamola, efectivamente Barcelona no aparece en la reunión de Vecindad Sur porque, como usted ya imaginaba, no es un Consejo informal, pero va a tener lugar
esa reunión, como ha venido sucediendo ya en los últimos años; el año pasado yo estuve en ella. Además, tenemos la suerte de tener en Barcelona la sede de Unión por el Mediterráneo, lo cual la hace especialmente relevante y que se puedan realizar,
como se han venido realizando, tanto la reunión de Unión por el Mediterráneo como, back to back, las reuniones Unión Europea-Vecindad Sur.


Ha habido muchas preguntas sobre la participación de las comunidades autónomas. Señor Sayas, Navarra, aparte de que tiene ya una reunión informal del Consejo, que son las más vistosas por decirlo de alguna forma, las de mayor calado, por
supuesto que estamos totalmente dispuestos a llevar otro tipo de reuniones a Navarra o a cualquier otra comunidad autónoma de España. En la forma en que hemos escogido las ciudades, hemos innovado. Tradicionalmente, si observan presidencias
anteriores, tenían mucho que ver con la circunscripción de donde provenía cada ministro del ramo en ese momento. No es este el caso, lo pueden ver, ni tampoco tiene que ver quién gobierna o deja de gobernar. La comunidad autónoma que tiene el
mayor número de reuniones, que es Andalucía, o Galicia y Castilla y León, que la siguen, no están en manos del PSOE. Por lo tanto, ningún criterio político nos ha guiado. Sí nos ha guiado el hecho de que sean ciudades lo más grandes posible para
que, precisamente, lleguen al mayor número de ciudadanos esas reuniones. Siempre que hemos podido -a veces no era tan sencillo- hemos alineado la temática de la



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reunión con la sociología o la socioeconomía o la cultura de esa ciudad en concreto, y sí teníamos muy claro que toda comunidad autónoma tenía que tener, por lo menos, un consejo informal, y eso se ha logrado.


El portavoz del PNV me hablaba de la participación en el Consejo y de la macrorregión. En la actualidad, las comunidades autónomas, mediante el representante autonómico miembro de pleno derecho de la delegación española, pueden participar
ya, como sabe, en cinco formaciones en el Consejo: agricultura y pesca; medio ambiente; empleo, política social, sanidad y consumo; educación, juventud y cultura, y competitividad. Se hace por un sistema de rotación entre las comunidades
autónomas. Esto se decidió en 2018 y así viene haciéndose. Y sobre la macrorregión atlántica, lo sabe también perfectamente, nosotros lo apoyamos. Hay conversaciones, por supuesto, con el País Vasco, pero también con otras comunidades autónomas,
pero son necesarios tres países, y en estos momentos ni Francia ni Irlanda lo han apoyado todavía, aunque nosotros trabajamos para ello. Creemos que las macrorregiones, como existen en otras partes de Europa, dan un valor añadido al proyecto
europeo.


Ha habido varias preguntas sobre el papel de la CARUE. En la CARUE nos hemos reunido ya, tanto la ministra de Administración Territorial como yo mismo. Hemos tenido un encuentro con ellos. Es el órgano natural de diálogo para temas de
Unión Europea entre el Gobierno y las comunidades autónomas. Hemos acordado -decía la señora Illamola que no habíamos acordado nada- que hagan un informe -había un representante de Cataluña en esa reunión y estuvo de acuerdo- sobre lo que
consideran que tienen que ser las prioridades. Me decía usted que el grupo de trabajo se tenía que haber creado antes de la Presidencia. Lo hemos creado antes de la Presidencia; estamos todavía a diez meses de la Presidencia. Es decir, este es
el momento de hacerlo. Entiendo que ha sido un lapsus decir que deberíamos haberlo creado antes porque no estamos en la Presidencia, queda mucho todavía. Además, si hubiéramos empezado a trabajar estando demasiado distanciados de la Presidencia,
al final habrían salido prioridades muy generales, y en el contexto europeo y mundial actual, tan volátil, tan complejo, es difícil prever las cosas, tal y como se están realizando los cambios. Por lo tanto, yo creo que este es el momento perfecto,
igual que para esta ponencia: unos meses de trabajo para poder entregar las conclusiones antes de que empiece nuestra Presidencia.


Sobre la participación de consejeros autonómicos en consejos informales, diré que el hecho de que los consejos se celebren en España no cambia nada las reglas que se aplican para cualquier consejo, ni en España ni en ningún Estado miembro.
Por lo tanto, se seguirán las mismas reglas que se han seguido hasta ahora. Como indicaba anteriormente el representante del PNV, hay varias formaciones del consejo donde ya pueden participar.


En relación con los idiomas, sabe usted los esfuerzos que ha venido realizando España, el Gobierno de España -distintos gobiernos de España, además- para promover el uso de lenguas cooficiales; de hecho, hay acuerdos administrativos en
estos momentos con prácticamente todas las instituciones europeas: la Comisión, el Consejo, el Tribunal de Cuentas, el Tribunal de Justicia, para que se puedan emplear todas las lenguas cooficiales. Con el Parlamento Europeo se ha intentado ya dos
veces -en 2006 y en 2009-, no se consiguió, pero estamos haciendo gestiones para conseguir un acuerdo administrativo que impulse las lenguas cooficiales. Y, por supuesto, las lenguas cooficiales van a estar presentes en la web de la Presidencia
española de la Unión Europea. Se va a crear una web donde habrá recursos e información a disposición de los ciudadanos.


Paso ya a las cuestiones, digamos, más puntuales que han ido indicando. Me decía el señor Sayas que el Gobierno busca unidad, pero que fija posición. Bueno, yo creo que aquí hay una mala comprensión de lo que es la Presidencia. El
Gobierno no es el único que fija la posición de la Presidencia. La Presidencia se fija con el Gobierno que la tiene en ese momento, el Gobierno anterior, el Gobierno que seguirá, el Parlamento Europeo, el Consejo, la Comisión. Es decir, hay una
serie de programas de trabajo, no es tan sencillo. Por eso, como decía en mi intervención inicial, la Presidencia orienta pero no impone. Entonces, para el Gobierno de España hay un margen, por supuesto, hay una impronta, sobre todo hay un
espíritu de impulso, pero no se hace lo que se quiere. Al final esto es una carrera de relevos: uno toma el testigo de la Presidencia anterior y lo entrega a la Presidencia siguiente. Lo que es constante es el trabajo de la Comisión, del
Parlamento y del Consejo. Y el Gobierno no fija una posición y viene aquí; hemos venido muy pronto, quedan todavía muchos meses, no es como si yo hubiera acudido aquí con la Presidencia en curso. Pero también estará de acuerdo conmigo en que el
Gobierno necesita un margen porque es quien tiene la interlocución y quien se sienta en el Consejo Europeo, y de quien dependen -no de este Gobierno, sino del Gobierno de cualquier país; en estos momentos es el Gobierno de la República Checa el que
ejerce esa Presidencia- y al que nos referimos todos los Estados miembros. Eso no puede ser de otra manera.



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Me hablaba usted, señora Muñoz, de seguidismo. Yo creo que es muy injusto decir que hay seguidismo. Desde luego, en nuestra Presidencia no lo va a haber. El fondo de recuperación, las propuestas en materia de reordenación del mercado
energético en estos momentos -por decirle simplemente dos elementos que son muy muy específicos y muy importantes- llevan la impronta española. Llevan la impronta española y, por lo tanto, no es solamente que no hagamos seguidismo, sino que estamos
demostrando un gran papel de liderazgo en estos momentos tan complicados en Europa, y eso hace que sea como se nos percibe. Se espera mucho de nuestra Presidencia, que además va a ser la última Presidencia plena antes de las elecciones al
Parlamento Europeo.


Me hablaba del papel de las Cortes Generales. Yo estoy aquí. Estoy, por supuesto, a su entera disposición en cualquier momento. Yo creo que tiene que haber un diálogo. Por supuesto, tiene que haber este diálogo formal, pero también un
diálogo informal cuando quieran. Yo entiendo que la ponencia, y es así lo que me han trasladado, es fruto de un consenso y no de una imposición de dos partidos.


Sobre las prioridades, es un poco lo mismo que le decía al señor Sayas, porque lo ha apuntado también: hay un impulso que va a dar España, como por ejemplo poner a América Latina en el centro, pero hay unas prioridades que vienen dadas
también de un diálogo, de un diálogo con la Presidencia anterior, de un diálogo con la realidad.


Creo que ya he respondido a varias de las cosas que había indicado el señor Uribe-Etxebarria: sobre el trío, cómo iba a ser el calendario, el papel de la CARUE, los consejos informales. Respecto al papel de Georgia, la semana pasada estuve
en un consejo informal en Praga. Tuve un encuentro con el ministro de Asuntos Exteriores de Georgia. Evidentemente, Georgia ahora cobra un papel mucho más importante dentro de aquellos que tienen un futuro dentro de la familia europea. Hay una
perspectiva europea ahora para ellos y, desde luego, lo vamos a impulsar, y cuando llegue el turno de nuestra Presidencia, por supuesto que Georgia, igual que los países de los Balcanes occidentales, igual que los que tienen ya ese estatus, como son
Moldavia y Ucrania, va a jugar un papel muy importante, eso sin duda alguna.


La señora Illamola -he respondido ya a varias de sus preguntas- me hablaba de los ciudadanos transfronterizos y de los pasos cerrados en Francia. Como sabe, este es un tema que tratamos constantemente con Francia. Exigimos la reapertura de
esos puestos fronterizos -algunos son en Cataluña, otros son en otras comunidades autónomas- y una de las cosas en las que está trabajando el ministerio que dirijo es en hacer una estrategia transfronteriza, igual que la que tenemos con Portugal,
con Francia, y los trabajos están muy avanzados. En esa misma reunión que indicaba al señor Uribe-Etxebarria, en el consejo informal en Praga, tuve un encuentro con la ministra de Asuntos Exteriores francesa y volvimos a analizar el estado, tanto
del tratado de amistad, en el que estamos trabajando, como de esta estrategia transfronteriza, precisamente -y ha sido a propuesta española, pero totalmente acogido por Francia- porque comprendemos que hay unos ciudadanos a ambos lados de la
frontera para los que es normal en su vida cotidiana vivir en un espacio de 30 kilómetros a este lado de la frontera y 30 kilómetros al otro lado de la frontera, trabajan en un sitio y viven en otro, tienen familia en un sitio y tienen familia en
otro, y hay que facilitar, por supuesto, no solamente la reapertura de esos pasos fronterizos, que nosotros exigimos siempre, sino además dotarles de un marco -y eso se puso muy de relieve durante la crisis del COVID-, porque esos ciudadanos
transfronterizos vieron su vida trastocada de una forma desproporcionada en relación con cualquier otro.


El señor Elejabarrieta ha hecho varias reflexiones sobre Ucrania. Por supuesto, la guerra de Ucrania es una preocupación máxima y, desgraciadamente, todo apunta que lo va a seguir siendo durante mucho tiempo. No tenga la menor duda: el
Gobierno de España, la Unión Europea, los aliados transatlánticos, el Gobierno del presidente Zelenski, los ciudadanos de Ucrania, todos nosotros queremos la paz, queremos el diálogo, queremos que vuelva a la diplomacia, pero Vladimir Putin no
parece estar de acuerdo con nosotros y eso es lo que impide que vuelva la paz a Europa, como todos queremos, y que vuelva la paz a Ucrania. Pero si se diera esa oportunidad, si hubiera una oportunidad de diálogo y de paz respetando la soberanía y
la integridad territorial de Ucrania, por supuesto, ahí siempre nos encontrarían.


Comparto todo lo que ha dicho sobre América Latina, su importancia -creo que en eso estamos todos de acuerdo-, y la Presidencia española de la Unión Europea va ponerla en el centro, pero va a ponerla en el centro intentando que no sea
solamente durante nuestra Presidencia sino que vaya más allá, que haya un verdadero programa de trabajo entre la Unión Europea y América Latina.


Ha hecho una referencia al proceso de paz en Colombia y a otro proceso de paz en Tailandia. Respecto del proceso de paz en Colombia, la posición de España es explícita. Nosotros estamos dispuestos a apoyarlo, como lo hemos hecho en muchas
otras ocasiones con otros procesos de paz en



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Colombia; por tanto, España está a disposición de Colombia para aquello en lo que crea Colombia que podemos serle útiles; son ellos los que tienen que marcar su hoja de ruta para la paz, pero nosotros la apoyaremos y la acompañaremos. Y
exactamente igual con Tailandia, lo que ocurre es que ni nuestra presencia ni tampoco la petición y, digamos, el interés por parte de Tailandia es el mismo por motivos evidentes, pero desde luego apoyamos que la Unión Europea apoye ese proceso de
paz.


Me preguntaba también por Liz Truss, el Protocolo de Irlanda y por Pablo González. Liz Truss era hasta hace unas horas mi homóloga en el Reino Unido y tengo una muy buena interlocución con ella. Sobre el Protocolo de Irlanda, la posición
del Gobierno de España yo mismo la he reiterado públicamente en una rueda de prensa junto con mi colega irlandés. El Protocolo de Irlanda es parte integral del acuerdo de retirada del Reino Unido y, como todo aquello que es parte integral del
acuerdo de retirada, debe cumplirse, y yo estoy de acuerdo. Hay unos equilibrios que facilitan ese Protocolo de Irlanda que es muy importante mantener, y lo que vamos a hacer, junto con el resto de los ciudadanos europeos, es situarnos ahí, en el
respeto a todo lo acordado. En cuanto a Pablo González, me he expresado ya en muchas ocasiones. Como sabe, recibe visitas consulares de manera periódica, pero visitas consulares personales, es decir, que se desplaza el propio cónsul, si bien no me
quiero extender en esos datos porque pertenecen a su ámbito privado. Se le ha prorrogado la prisión provisional tres meses, pero no le voy a dar más detalles porque quienes los tienen que tener son sus abogados. Lo que sí es importante -y eso lo
verifican siempre la embajada y el consulado- es que él tenga acceso a sus abogados y a una defensa justa, y eso está siendo así. El consulado y la embajada incluso le ayudaron a encontrar un abogado polaco -él ya tenía un abogado que no era
polaco- que comprenda los documentos, el idioma en que se le envían, facilitándole, por supuesto, toda la atención, como prestamos a todos los detenidos españoles.


La señora Muñoz ha evocado la Conferencia sobre el Futuro de Europa y las conclusiones. Es un ejercicio relevante el de la conferencia y, desde luego, es una guía porque expresó la opinión de la sociedad civil europea, siendo, por tanto,
uno de los documentos -hay otros- que van a inspirar nuestra Presidencia. Evidentemente, hay muchas partes que son útiles.


Sobre la autonomía estratégica, la soberanía energética y la seguridad energética, me decía que soberanía y seguridad no eran la misma palabra. Efectivamente, no son la misma palabra, lo que buscamos es una reordenación del mercado
energético europeo. Europa no puede volverse a encontrar en esta situación nunca más; uno no puede verse sometido en su soberanía a chantaje a través del gas, no puede ser. Por tanto, lo primero que tiene que hacer uno es darse los medios para no
verse en esa situación, y ahí España aporta varias soluciones, como pueden ser interconexiones, como puede ser el MidCat o como puede ser el gasoducto Barcelona-Livorno, y también medidas, como la excepción ibérica, que está dando resultados y que
se puede extender.


El Pacto Europeo de Migración y Asilo va a ser una parte importante de nuestra Presidencia, no me cabe duda, porque conocemos bien el fenómeno y porque en estos momentos en los que todas las rutas -todas las rutas- de entrada de inmigración
irregular en Europa se están incrementando -la de los Balcanes lo ha hecho por tres en los últimos meses-, la única ruta en la que no solamente no crecen, sino que descienden los números es la ruta a través del Estrecho hacia las costas de
Andalucía, y la que menos crece de todas es la ruta hacia Canarias. Por tanto, España conoce bien cómo gestionar. Pero no se trata solamente de luchar contra las mafias que trafican con seres humanos, sino que estos fenómenos tienen raíces muy
profundas de subdesarrollo, de conflictos, de cambio climático, y ahí también va a estar España, como lo estamos en el Sahel. Hay que luchar contra esas causas profundas.


Me preguntaba por Turquía. Usted lo ha dicho, es un actor muy relevante para la Vecindad Sur y también muy relevante en estos momentos en relación con la guerra en Ucrania. En Turquía es donde se ha firmado -bajo los auspicios también de
Naciones Unidas- ese acuerdo entre Rusia y Ucrania que ha permitido ya la salida de veintisiete barcos con cereales, lo que está ayudando a reducir el precio de los cereales, de manera que si siguen a ese ritmo, de alguna manera también ayudarán a
precisamente aliviar esa presión migratoria de personas que no emigran porque sea su voluntad o su deseo, sino porque no les queda otro remedio. Y citaba usted los cambios que hay en América Latina. Yo le puedo asegurar que España va a acompañar
esos cambios, sin duda alguna.


Señor Sánchez García, lo de consenso y unidad entre los españoles en torno a la Presidencia de la Unión Europea entiendo que para usted no significa nada y ha quedado bien claro en su exposición. Yo le agradezco mucho que usted se preocupe
por mi bienestar personal o profesional, pero mis aspiraciones profesionales están más que con colmadas. Estoy muy orgulloso, muy orgulloso, de ser ministro del presidente Sánchez, que es un presidente -y yo he trabajado en distintas etapas con él
y en distintos



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ámbitos, pero, además, como usted decía, antes de ser ministro mi profesión es la de diplomático de carrera y, por tanto, estoy bien situado para juzgarlo- que ha demostrado un liderazgo personal con el resto de los líderes europeos y que
demuestra también con sus propuestas, algo que queda fuera de toda duda. En las próximas legislaturas, en las que él seguirá siendo presidente del Gobierno, si lo tiene a bien, seguirá siendo un orgullo para mí seguir siendo ministro de su
Gobierno. Y hablaba usted sobre Gibraltar y no sé qué protocolo. Cuando se produce el acuerdo de retirada hay un protocolo específico en el que queda claro que España tendrá la última palabra sobre todo lo que se decida en torno a Gibraltar. Hay
un acuerdo de diciembre de 2020, conocido por todas sus señorías, en el que se busca una zona de prosperidad compartida. Para el futuro de la relación en el Campo de Gibraltar, con quien hay que hablar es con los 250 000 españoles que viven allí y
con los alcaldes de la zona. Yo me he entrevistado con ellos, preguntándoles cuál era su aspiración -por cierto, alcaldes de distintos grupos políticos: PSOE, Partido Popular, independientes-, y he oído también al presidente de la Junta de
Andalucía, que es de otro partido político, expresarse en el mismo terreno. En eso estamos, en alcanzar un acuerdo para una zona de prosperidad compartida, como quieren los alcaldes de la zona, los 250 000 españoles que viven allí y todas las
autoridades que tienen que ver con ello.


Señor Moreno, yo le agradezco su apoyo a la Presidencia de la Unión Europea y ese espíritu que usted ha demostrado y que espero que se mantenga. Es el mismo espíritu con el que yo he venido aquí y, por lo tanto, se lo agradezco a usted, al
igual que se lo agradezco a todos aquellos que nos lo han expresado, pero no me esperaba de usted -no de su partido, digo de usted como persona- lo de los insultos a su presidente, especialmente en un día como hoy. Usted citaba lo de los Desayunos
de Europa Press de su presidente, del señor Feijóo. Hoy ha hablado de que era el otoño del patriarca. El otoño del patriarca -seguro que lo ha leído, igual que yo- es una obra de García Márquez que habla de un dictador en su ocaso. Entonces, el
que se queja de no sé qué insultos, lo que hace es insultar muy muy gravemente al presidente del Gobierno. No me esperaba de usted que trajera esto hoy aquí, porque usted es un hombre de consenso y un hombre que sabe lo que es una presidencia de la
Unión Europea, y así lo ha demostrado en su intervención después. Tampoco me esperaba que el presidente de su partido comparara al presidente del Gobierno con la figura que está retratada en El otoño del patriarca. Eso va más allá del insulto, es
poner en duda, incluso, una legitimidad. Pero, insisto, le agradezco su apoyo a la Presidencia de la Unión Europea, ese espíritu, que es con el que creo que tenemos que trabajar y que entiendo que ha sido el espíritu de presidencias anteriores.


Usted, el señor Sánchez García y el señor Sayas, que ahora mismo no está, también han hablado de Marruecos y el Sáhara. Lo que yo querría preguntarle a usted, al igual que al señor Sánchez García y al señor Sayas, es qué les molesta a
ustedes de que tengamos una relación sólida con Marruecos, qué les molesta de que se haya normalizado el flujo de personas entre Ceuta, Melilla y Marruecos, qué les molesta de que estemos hablando del paso de mercancías entre Ceuta, Melilla y
Marruecos o de que se haya retomado la conectividad marítima del puerto de Algeciras, del puerto de Tarifa o de que la Operación Paso del Estrecho haya superado con un 50 % todas las anteriores. Esto son 1500 millones de euros para las provincias
de Málaga y Cádiz. Oiga, la Junta de Andalucía la gobiernan ustedes ahora. Entonces, ¿qué les molesta? ¿Qué les molesta de una colaboración en materia de lucha contra las mafias que trafican, contra la inmigración irregular, que ha hecho que la
única ruta europea por la que ha descendido la entrada de migrantes irregulares sea precisamente la de las costas de Andalucía y que la que menos crezca sea la ruta con Canarias? ¿Qué les molesta? ¿Qué les molesta de que ochocientas empresas
españolas instaladas en Marruecos, muchas de ellas andaluzas, en estos momentos vivan con normalidad o que familias que han estado separadas durante dos años y medio se hayan podido reencontrar? En este tema de Marruecos, perdonen que se lo diga,
los veo muy divididos. Y yo no quería venir a hablar aquí de esto, pero ya que ustedes lo han sacado -usted, el señor Sánchez García y el señor Sayas-, tendré que responderles. Les veo muy divididos. Usted, señor Moreno, tendrá que decidir y
preguntarse: ¿A qué PP pertenezco yo? ¿Pertenezco al del presidente Vivas, de Ceuta, que está de acuerdo con esa relación? ¿Pertenezco al de aquellos exministros de Asuntos Exteriores del Partido Popular que dicen que la gran prioridad de la
política exterior de España es y debe ser Marruecos o pertenezco a otro? En este tema lo que sí les pediría es que dejasen de jugar con los intereses de España. Que lo haga el señor Sánchez García lo puedo entender, pero ustedes no. El señor
Sánchez García sabe perfectamente que el 23 de abril el presidente de Argelia garantizó el suministro de gas de Argelia y que el 10 y el 11 de julio Argelia emitió dos comunicados garantizando el suministro de gas, pero vuelve a ponerlo en duda. Y
ha hablado del Sáhara y de Marruecos. Mire, lo único que los españoles no saben al respecto es qué le dijo el señor



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Feijóo al primer ministro de Marruecos el día que se encontró con él. No consigo que nadie me lo diga. Eso es importante también para conformar una política de Estado, que es lo que yo quiero. Yo quiero que haya una política de Estado con
todos los países del mundo, pero para eso tendré que saber cuál es la posición del Partido Popular sobre el Sáhara y qué le dijo al primer ministro de Marruecos sobre el Sáhara, Ceuta y Melilla, porque, si no, va a ser imposible.


Sobre Ucrania y Rusia, estoy totalmente de acuerdo con usted. Lo que está en juego son también nuestros valores. Eso es lo que hace ese conflicto tan grave, tan complicado. No son solo la integridad territorial y la soberanía de Ucrania,
sino, como decía en mi intervención, si la democracia, el Estado de derecho y el pluralismo, que son los valores sobre los que se sustenta la Unión Europea, son los que prevalecen o si, por el contrario, son esos otros valores mucho más
autoritarios, de soberanías limitadas, de esferas de influencia los que prevalecen.


Hablaba también de Libia, y sí, en Libia nos estamos involucrando, lo que ocurre es que la situación ha evolucionado no permitiendo que las distintas reuniones internacionales que hubo -el presidente del Gobierno acudió a dos de ellas, una
en Trípoli y otra en París, y yo mismo acudí a una, a nivel de ministros de Asuntos Exteriores, en Trípoli- hayan ido teniendo continuidad. Desde luego, nos queremos involucrar en Libia y, desde luego, es una pieza fundamental para toda la
estabilidad en esa región.


Por último, señor Pons, le agradezco su tono. Creo que ha hecho hincapié en temas muy relevantes. En cuanto a esa comunidad europea ampliada, ese Wider Europe, que es una idea que empieza a funcionar y que, desde luego, nuestra Presidencia
retomará, estoy de acuerdo con usted en que estamos ante una situación que no tiene precedentes, no tiene precedentes haber vivido una pandemia como se ha vivido ni tiene precedentes una crisis como la de Ucrania. La Europa de los valores, que
usted apuntaba, estará muy presente en nuestra Presidencia y, efectivamente, vamos a ver ese discurso del estado de la Unión de la presidenta Ursula von der Leyen, que seguro que irá por esta vía y en esta línea que nos han indicado. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Albares Bueno.


Seguidamente, los portavoces de los grupos parlamentarios disponen de tres minutos para solicitar las aclaraciones que consideren oportunas.


Comenzaremos por la portavoz del Grupo Parlamentario Ciudadanos, la señora Muñoz Vidal.


La señora MUÑOZ VIDAL: Gracias, presidenta.


Simplemente quiero hacer una aclaración al señor ministro, al señor Albares, porque creo que no me he expresado bien. Yo no he dicho que el actual Gobierno tenga un papel seguidista, porque todavía no estamos ostentando la Presidencia del
Consejo Europeo; he dicho que desde Ciudadanos siempre hemos defendido la necesidad de que España juegue un papel más activo en la Unión Europea, alejado del tradicional seguidismo que han hecho gobiernos anteriores, tanto del PP como del PSOE. En
este sentido, creo, como usted, que la Presidencia española del Consejo es una de las mejores oportunidades para poder jugar ese papel activo. Nosotros siempre trabajaremos para que esa Presidencia sea el éxito del que tanto usted como yo hemos
hablado, para que la agenda europea sea un poco más española y para que la imagen de nuestro país en la Unión Europea salga reforzada. He querido decir eso y he puesto precisamente los ejemplos de los mecanismos económicos de recuperación pos-COVID
y todo el tema energético.


Gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Muñoz.


Por el Grupo Parlamentario Vasco, el señor Uribe-Etxebarría Apalategui.


El señor URIBE-ETXEBARRÍA APALATEGUI: Eskerrik asko, presidenta.


Eskerrik asko, muchas gracias, ministro, por sus respuestas. Reitero un poco lo que he dicho en mi primera intervención en relación con la participación en el Consejo y en sus distintas formaciones. Apelaba a los acuerdos. Existe una
comisión bilateral que pensamos que también hay que impulsar de nuevo. Si me permite, voy a contar una pequeña anécdota para demostrar que es una cuestión de voluntad política.


Todos sabemos que habilitar la participación de los entes subestatales en el Consejo fue posible gracias al Tratado de Maastricht, un tratado que tenía en principio como objetivo entrar en vigor el 1 de enero de 1993, pero que finalmente
entró en vigor el 1 de noviembre del año 1993. No entró en vigor el 1 de enero por los referéndums daneses, los opting out, en otro ejercicio de pragmatismo europeo de



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adecuación de las realidades jurídicas a las realidades políticas. Como digo, entró en vigor el 1 de noviembre de 1993. En ese período le correspondía a Bélgica la Presidencia del Consejo Europeo, que se llamaba entonces, y en septiembre,
incluso antes de la entrada en vigor del Tratado de Maastricht, recuerdo perfectamente cómo el presidente de Valonia, el socialista Guy Spitaels, participó en la Presidencia del Consejo de Industria de la Unión Europea de entonces. Por tanto, es
una cuestión de voluntad política y sí que le solicitamos voluntad política para resolver esta cuestión.


Lo mismo digo respecto a la macrorregión euroatlántica. Efectivamente, somos conscientes de que el Gobierno español es favorable, pues no en vano implica a seis comunidades autónomas de toda la fachada atlántica. En ese sentido, le
animamos y le ofrecemos nuestra ayuda y apoyo en cualquier tipo gestión que pudiéramos realizar en el arco atlántico para poder materializar esta idea a través del Consejo Europeo.


Finalizo haciendo una alusión a Ucrania. Yo no sé cómo estaremos dentro de un año, ojalá que bastante mejor que ahora, ojalá que la paz justa haya llegado para Ucrania y para Europa. En todo caso, mi grupo reitera su solidaridad y su apoyo
al pueblo ucraniano en su lucha por la libertad y la democracia, que es también nuestra lucha, la lucha de Europa y la lucha de los europeos.


Eskerrik asko, ministro.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Uribe-Etxebarría.


Por el Grupo Parlamentario Plural, la señora Illamola Dausà.


La señora ILLAMOLA DAUSÀ: Moltes gràcies, señora presidenta.


Señor ministro, empiezo con una de las cuestiones que ha mencionado ahora el portavoz del PNV, que es el papel de los consejeros autonómicos en las reuniones del Consejo de la Unión. Usted me ha dicho, cuando yo se lo he planteado, que no
cambiará nada, pero es una práctica que se puede cambiar porque los tratados lo permiten perfectamente y hay países que lo hacen.


En relación con el idioma catalán, usted ha hecho referencia a los acuerdos administrativos. Yo le he preguntado en concreto, en relación con estos acuerdos administrativos -y no he entendido si me lo ha contestado-, si se aplicaría en este
caso el acuerdo administrativo del Consejo que permite intervenciones orales en otro idioma que no sea castellano, pero que sea oficial en el Estado. Aparte de esto, le instaba a que España impulsase la oficialidad del catalán, para que no sea
simplemente, como contemplan estos acuerdos, una lengua de comunicación, sino que sea una lengua oficial.


Tampoco me ha contestado a la sugerencia que yo le hacía sobre si España quiere impulsar que los Estados dejen de incumplir el derecho de la Unión Europea tanto en la trasposición de directivas como en la aplicación de la jurisprudencia en
algunos casos. Celebro que vayan a profundizar en el tratado de amistad con Francia, y les instaría a que contemplasen no solo el tema de la libre circulación de personas y todo esto que hemos comentado -le agradezco las acciones que llevan a
cabo-, sino también el caso de los incendios. Hay ya algunas cuestiones previstas aquí, pero la práctica interna española no las aplica. Esto pasó, por ejemplo, en los incendios en el Cap de Creus de hace un año, en los que no se solicitaron
medios aéreos franceses porque todavía había medios españoles. Si creemos en el espacio europeo, yo creo que la proximidad y la celeridad son las que se imponen.


Muchas gracias. Ahora sí que debo irme, pero le escucharé. Mis disculpas por irme. Gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Illamola.


Por el Grupo Parlamentario Republicano, el señor Elejabarrieta Díaz.


El señor ELEJABARRIETA DÍAZ: Gracias, presidenta.


Ministro, permítame que malgaste un minuto de mi tiempo para comentar algo que sería anecdótico si no se fuese repitiendo, que son las intervenciones de un portavoz de esta Comisión que viene demostrando su poco conocimiento del medio, que
viene confundiendo peras con manzanas, que no distingue un proceso de paz de otro, que no sabe distinguir que una cosa son las FARC y otra es el ELN y que viene demostrando que del norte de Irlanda poco sabe. Susto el que se va a llevar el día que
se dé cuenta de que el Acuerdo de Viernes Santo contempla un referéndum en el sur y norte de la isla y que probablemente ese referéndum se vaya a celebrar próximamente si nos atenemos a la situación política que se vive en la isla. Esto no dejaría
de ser más que una anécdota si no fuese porque en Europa vivimos momentos graves, momentos serios en los que la ultraderecha, el populismo y el antieuropeísmo vienen creciendo y nos enfrentan al conjunto de la sociedad europea ante retos
importantes.



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Esto viene a colación también porque, tal y como he dicho en mi primera intervención, estamos en un momento de transición civilizatoria, un momento clave en el que catástrofes naturales, pandemias y guerras probablemente vayan a repetirse;
un momento en el que las instituciones internacionales de las que se había dotado la humanidad después de la Segunda Guerra Mundial están demostrando que están en una crisis importante. Instituciones como Naciones Unidas, la OSCE, etcétera, no
están consiguiendo esa gobernanza mundial para la que fueron establecidas. Desgraciadamente, no están consiguiendo mediar, tampoco prevenir y menos resolver algunos de los conflictos tan sangrientos y dolorosos que se están produciendo en
diferentes esquinas del planeta. Traigo esto a colación porque cuando hablamos del futuro de Europa, cuando hablamos de la COFUE, cuando hablamos de la autonomía estratégica o cuando hablamos del papel que la Unión Europea quiere jugar en el
exterior, sería importante conocer cuál es el rol que esa Unión Europea debería jugar en ese contexto internacional. Nosotros pensamos que debería ser principalmente en la línea de promover resoluciones basadas en el diálogo y el acuerdo, basadas
en el valor que he comentado antes, que es el de la paz. Europa tiene que decidir qué quiere ser de mayor, qué papel quiere jugar en ese contexto internacional, y esta Presidencia europea, por el contexto en el que se da, puede apuntalar una
dirección u otra. Por eso nos parece importante.


Muchísimas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Elejabarrieta.


Por el Grupo Confederal Unidas Podemos-En Común Podem-Galicia en Común, la señora Muñoz Dalda.


La señora MUÑOZ DALDA: Gracias, presidenta.


Muchas gracias, ministro, por su respuesta a los temas que he expuesto en la intervención.


Decía que llevábamos mucho tiempo hablando de autonomía estratégica, que veíamos que en los últimos meses se había puesto en entredicho o incluso se había cercenado y que el ámbito militar era un ejemplo, pero el ámbito energético podía
llegar a ser otro. Claro que soberanía y seguridad son palabras diferentes, pero son conceptos diferentes, y usted me está diciendo que en vez de avanzar hacia una transición energética de energías renovables volvemos a combustibles fósiles.
Espero equivocarme, señor ministro.


Retomo por donde lo había dejado. Evidentemente, pensamos que hay que reubicar nuestras relaciones con América Latina en un marco de respeto escrupuloso, dejando atrás relaciones de carácter asimétrico más propias de miradas coloniales que
también están presentes en esta Comisión. Debemos resituar esas relaciones con América Latina para ocupar ese espacio relevante que otros actores geopolíticos, como China o como Estados Unidos, tratan de ocupar a futuro. Asimismo, quiero celebrar
que la vecindad sur sea una prioridad. En otro momento nos gustaría profundizar más en este tema.


Por último, sobre el futuro de la Unión Europea, nos parece imprescindible recordar lo importante que es estar vigilantes en el ámbito del cumplimiento estricto de los valores y de los acuerdos democráticos que dan sentido a la Unión
Europea. En este sentido, nos parece necesario seguir bien de cerca el desarrollo de aquellos gobiernos encuadrados en lo que vienen a llamarse gobiernos iliberales, como Polonia o como Hungría, que incumplen acuerdos y materias fundamentales para
el normal funcionamiento democrático, como los derechos humanos, la igualdad, la independencia judicial, etcétera.


Nada más y muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Muñoz.


Por el Grupo Parlamentario VOX, tiene la palabra el señor Sánchez García.


El señor SÁNCHEZ GARCÍA: Señor ministro, usted no ha debido decir que van a hacer esfuerzos especiales en el uso de lenguas cooficiales en las reuniones de la Unión Europea que tengan lugar cuando sea la Presidencia española, en el segundo
semestre de 2023, porque usted queda en peor lugar del que ha quedado la señora Illamola Dausà. El Gobierno del que usted forma parte -desde luego, me arrepiento de haber tratado de redimirle civilmente, porque, por las palabras que acaba de
pronunciar, veo que usted responde perfectamente a las características peores de este Gobierno- no ha impugnado ante el Tribunal Constitucional ni el Decreto Ley 6/2022 de la Generalidad de Cataluña ni la Ley 8/2022 del Parlamento de Cataluña,
textos legales ambos que impiden que se haga eficaz la escolarización de los niños en lengua española o castellana al 25 % del tiempo en Cataluña. Además, sabe usted -y si no lo sabe, pregunte- que si el Gobierno hubiera impugnado, con arreglo al
artículo 161.2 de la Constitución,



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mediante la presentación del recurso de inconstitucionalidad, esto hubiera llevado consigo la suspensión de ambas normas con fuerza de ley, lo que hubiera dado lugar a que los niños españoles -todos- que viven en Cataluña hubieran podido ser
escolarizados al menos con ese mínimo que exige la jurisprudencia del 25 % en lengua española. Esto es una vergüenza, y usted, siendo miembro de ese órgano colegiado, participa de ella.


Sobre Gibraltar. Mire, yo no he venido aquí a dar clase a un ministro. Si usted no sabe lo que he explicado, lo lamento. Verdaderamente, es deplorable. Supongo que usted tendrá asesores legales en el ministerio y en la Abogacía del
Estado, en la asesoría jurídica internacional del ministerio, para que se lo expliquen. Es una dejación inadmisible. Hoy estamos viendo las consecuencias de esto. El señor Picardo, ministro principal de Gibraltar, acaba de ordenar que se retire
la Guardia Civil de las aguas jurisdiccionales españolas en las que se ha fracturado ese buque mercante y la Armada española contempla el espectáculo de una fuerza militar extranjera actuando en aguas jurisdiccionales españolas. Es una vergüenza
más.


Por último, la economía. (Muestra un documento). Mire usted, aquí tengo un documento, que facilita a todos los diputados el departamento de estudios y de análisis económico y presupuestario de esta Cámara, sobre las previsiones económicas
de verano de 2023 de la Comisión Europea. Lo leo para que usted me diga si con este rendimiento en su gestión económica, España está gobernada por un Gobierno que pueda ser respetado en el exterior. Respecto a España, la Comisión constata la
abrupta desaceleración del crecimiento en el primer trimestre de 2022 por las presiones inflacionistas y las disrupciones de la oferta. En este contexto de inflación y menor confianza del consumo privado, la Comisión prevé que el crecimiento
trimestral se acelere algo en los próximos trimestres, gracias a la vuelta del turismo a niveles prepandemia, para volver a ralentizarse a final de 2022, a pesar de la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, es decir,
rebaja incluso las previsiones de crecimiento que habían sido muy rebajadas por la OCDE y el Fondo Monetario Internacional en materia de crecimiento de PIB y de inflación.


La señora PRESIDENTA: Señor Sánchez, le ruego que concluya. Ha terminado el tiempo establecido.


El señor SÁNCHEZ GARCÍA: La Comisión Europea lo rebaja aún más. El rendimiento del Gobierno en materia de gestión económica es paupérrimo. Es el peor de Europa y, no sé si lo he dicho, en términos del Fondo Monetario Internacional, es el
peor junto con Japón de toda la OCDE después de la crisis causada por la epidemia.


La señora PRESIDENTA: Señor Sánchez, debe concluir. Gracias.


A continuación, por el Grupo Parlamentario Popular, el señor Moreno Palanques.


El señor MORENO PALANQUES: Muchas gracias, señora presidenta.


Señor ministro, no tengo que explicarle, porque lo sabe, que normalmente el Legislativo es el que pregunta y el Gobierno es el que responde y no al revés, pero nos ha hecho la pregunta y yo le contesto. A nosotros no nos molesta tener una
buena relación con Marruecos; de hecho, hemos tenido una muy buena relación con Marruecos -usted lo sabe porque es diplomático- y ha costado mucho mantenerla. El problema es que cuando un Gobierno comete un error previo y lo intenta solventar con
otra decisión, acaba trastocando ese difícil equilibrio -y yo no soy diplomático- de las relaciones exteriores. Más allá de los derechos que tengan por Naciones Unidas, el problema es que con Argelia hemos tenido un empeoramiento de la relación y
que el señor Putin acaba de ordenar que no se reestablezca el suministro de gas a Europa hasta que no se levante la sanción, luego podemos tener un serio problema. De hecho, para eso están las reuniones, para ver si cambiamos el modelo energético y
para abordar los problemas que tendremos este invierno.


Dicho eso, respecto a los insultos, no sé si lo lamento, pero tenía la necesidad, porque no puede ser que por la mañana un ministro nos pida unidad y por la tarde otro nos insulte. No es su caso, no lo decía por usted, como usted sabe muy
bien, pero la unidad se construye sobre la base del respeto mutuo, y nosotros intentamos hacerlo, por lo menos en esta etapa.


La Presidencia española es una gran oportunidad para nuestro país, pero nace de un turno preestablecido, no responde a ningún mérito especial. Nos toca porque nos toca y nos toca cuando nos toca. Lo digo porque parece que para algún
miembro de su Gobierno de coalición -no usted, que conoce el tema- es como si fuera una cuestión de mérito y capacidad. Sin embargo, no hacerlo bien sí que podría entrar en un demérito de este Gobierno e inevitablemente, por extensión, de todo el
país. En eso le digo que nosotros le vamos a ayudar.



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Por otro lado, no puedo evitar decir que esto se va a enmarcar entre unas elecciones autonómicas y unas elecciones generales. Creo que esta Presidencia debería ser escrupulosamente ajena a las cuestiones electorales que ocuparán buena parte
de los debates de la opinión pública durante ese periodo. Ya sabemos que la campaña electoral parece que ha comenzado en septiembre. Cualquier intento de utilización partidista haría muy probablemente un enorme daño a la reputación de España en el
ámbito europeo. Como usted sabe, tenemos una grave crisis, no solo con la COVID, sino también con Rusia, y probablemente no sea la última cuando lleguemos a esa Presidencia -acabo, señora presidenta-. Eso exige redoblar los esfuerzos y conseguir
grandes acuerdos políticos dentro de casa y, por supuesto, a nivel de la Unión Europea.


Muchísimas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Moreno.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor Bolaños Viso.


El señor BOLAÑOS VISO: Gracias, presidenta. Señor ministro, muchas gracias.


Lo primero, permítame darle un consejo: No se deje llevar por las intervenciones del señor Sánchez. Son lo que son y representan lo que representan. Nosotros, aunque nos cueste, ya nos hemos acostumbrado.


Hay otra cosa que ha quedado clara. En la intervención de todos los grupos hemos podido comprobar cómo todos tienen en cuenta que la Presidencia española de la Unión Europea llega en un momento muy importante; más que en un momento
importante, en un momento histórico. Nos encontramos en un momento de la geopolítica mundial especialmente complicado y tenemos el reto de tener todo listo en menos de un año. La guerra dura ya demasiado. El impacto de la guerra de Putin en
Ucrania se traduce, como bien saben, en primer y más importante lugar en la pérdida de muchísimas vidas y, para ello, el Gobierno está actuando dentro de la estrategia europea diseñada con ese fin. También deriva de ese ataque, como saben, una
crisis energética, consecuencia de ese chantaje de Putin al que usted hacía mención y al que nos tiene sometidos a los Estados miembros. España asumirá la Presidencia de la Unión Europea en un momento decisivo, no solo porque estará cerca del final
de la legislatura europea, sino porque son numerosos e importantes los retos que quedan por venir y por resolver. Y para todo ello recetas europeas, pero sobre todo recetas españolas. Vemos cómo Europa adopta decisiones que previamente España ha
puesto en marcha. Lo ha dicho usted, señor ministro, nuestro papel es de gran importancia.


Quiero recordar que el pasado 28 de junio se aprobó un texto por asentimiento en esta Comisión, con el que hemos iniciado con un año de antelación los trabajos para participar en su preparación y que el plazo finaliza el 31 de marzo para que
el Gobierno tenga en cuenta esos trabajos de la ponencia. España, con Pedro Sánchez al frente, liderará, entre otras, la puesta en marcha de políticas de la Unión que den salida a crisis globales como la crisis energética, la agenda verde, con esa
agenda social a la que también ha hecho mención, a algo tan importante como el campo español, los jóvenes o aspectos fundamentales como el apoyo a la transformación digital. Lo que está claro es que hace falta más y mejor Europa, especialmente en
un escenario en el que los países de la Unión estamos sufriendo la incertidumbre de futuro teniendo en cuenta las circunstancias actuales: la incertidumbre energética invade nuestras ciudades y hogares, y el cambio climático se convierte cada día
más en un desafío económico y social para el actual modelo de desarrollo mundial.


Este grupo aplaude, como no puede ser de otro modo, que otro eje principal de la Presidencia del Consejo de la Unión sea el fortalecimiento de la relación de la Unión Europea con América Latina y Caribe. España se convierte durante este
período, por tanto, en la gran impulsora de los intereses latinoamericanos en la Unión Europea. Efectivamente, y puede parecer una obviedad, para que a España le vaya bien le tiene que ir bien a Europa. La Presidencia española de la Unión -y con
esto acabo- mantendrá su compromiso asimismo con la aplicación de la agenda estratégica 2019-2024.


La señora PRESIDENTA: Tiene que ir terminando, señor Bolaños.


El señor BOLAÑOS VISO: Europa protege a los europeos y a los españoles para salvaguardar sus intereses, defender sus valores y su modo de vida, contribuyendo a configurar su modelo mundial. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Bolaños.


El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación tiene la palabra.



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El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES, UNIÓN EUROPEA Y COOPERACIÓN (Albares Bueno): Muchas gracias, presidenta.


Señora Muñoz, aclarado; entiendo perfectamente el sentido y estoy totalmente de acuerdo con usted. Por lo tanto, en esa línea vamos a trabajar como Gobierno de la Presidencia, y en esa línea voy a trabajar con usted. O sea, no puedo estar
más de acuerdo.


Señor Uribe, vamos a trabajar juntos por la macrorregión atlántica. Desde luego, ningún interés, cero interés por parte del Gobierno en que ninguna comunidad autónoma esté incómoda en la Presidencia. No podemos violentar las reglas que
vienen de Bruselas, pero puede tener la certeza de que vamos a trabajar juntos. Solo saldrá bien la Presidencia si es un éxito colectivo; si es solo un éxito del Gobierno la Presidencia no será un éxito total. También estoy totalmente de acuerdo
con lo que indicaba al respecto de Ucrania. Hay mucho en juego para el futuro de Europa y para los valores que representa Europa.


La señora Illamola me preguntaba si se aplicarían las mismas normas en los consejos informales. Por supuesto, las mismas normas que se apliquen en los consejos. No hay normas para unos consejos y para otros, aunque los consejos informales
-yo vengo de uno hace unos días en Praga- son consejos informales, es decir, no adoptan decisiones jurídicas vinculantes. Pero sí, las normas son iguales para todos.


Sobre la oficialidad del catalán, esta requeriría reformas de los tratados. Tengan en cuenta que hay unas sesenta lenguas en Europa y solamente veinticuatro son idiomas oficiales; idiomas como, por ejemplo, el sami o el frisón que se
hablan en Europa y no son lenguas oficiales. Esto requeriría una reforma de los tratados.


Sí estoy totalmente de acuerdo con la señora Illamola en la necesidad de reducir el incumplimiento en la trasposición de directivas lo más posible y también sobre la estrategia transfronteriza, que no solamente es para Cataluña sino por
supuesto también para Aragón, para el País Vasco y para Navarra. He hablado de libre circulación de personas o de facilitar la circulación de personas porque era en su primera intervención, pero el tema de incendios es un tema que está
específicamente recogido. Aprovecho para decirles que dado que los incendios están siendo un gravísimo problema en toda Europa todos los veranos, y desgraciadamente ya mucho más allá de los veranos, el hecho de poder crear un mecanismo civil
europeo, un mecanismo de coordinación para aprovechar en cada momento todos los medios contra la lucha contra incendios va a ser uno de los temas también en nuestra Presidencia. Estoy seguro de que va a ser uno de los temas más bienvenidos porque
verano a verano muchos países nos llaman, porque España tiene una gran capacidad. Bueno, pues organicemos eso.


Señor Elejabarrieta, estoy totalmente de acuerdo con usted con respecto a la OSCE y el Consejo de Europa. La OSCE, sobre todo, es el sitio donde deberíamos encontrarnos con Rusia, y aunque en estos momentos la actitud rusa impide que la
OSCE y el Consejo de Europa funcionen como deberían funcionar, nosotros seguimos sentados en la mesa de la diplomacia; quien se ha levantado y se ha ido a la mesa de la guerra es Rusia, y ojalá quiera volver un día. Por lo tanto, siguen teniendo
un valor para aquellos que creemos en esos valores, pero también tienen un valor para un día tener la relación que nos gustaría tener con Rusia, y no dude que por nosotros desde luego no va a quedar.


Señora Muñoz, yo estoy totalmente de acuerdo con usted en la importancia de la transición energética, y no malinterprete mis palabras en la intervención anterior. La gravedad y la urgencia de la crisis por el chantaje con el gas de Vladimir
Putin no ponen de lado la agenda verde ni la transición energética. En mis palabras iniciales he dedicado una parte importante a explicar cómo, de hecho, va a ser prioritario, lo que demuestra que el acelerar las renovables es parte de ambos: de
nuestra seguridad energética y de nuestra soberanía energética. Pero también es cierto que, en cuanto a las interconexiones, por ejemplo, el proyecto MidCat, España está totalmente abierta a que no sea solo un tubo gasístico, sino que también sea
para hidrógeno verde. Eso es algo que yo creo que está totalmente integrado ya en el futuro de Europa y, desde luego, lo tenemos clarísimo de cara a nuestra Presidencia. En cuanto al Estado de derecho y derechos humanos, seremos totalmente
vigilantes cuando nos toque el turno.


Señor Sánchez García, España tiene que ser conocida por toda su riqueza. Yo creo que venir a una Comisión como esta para tratar un tema tan importante para España como es la Presidencia de la Unión Europea, y abriéndose una ponencia en la
que ustedes van a expresar su opinión y sus prioridades de cara a la Presidencia de la Unión Europea, a poner en el centro de la mesa aquello que nos diferencia en vez de aquello que nos une no es la actitud correcta. Usted ha visto -y yo lo he
expresado- cómo la Presidencia que nosotros estamos diseñando como Gobierno y que estamos debatiendo con ustedes, con la CARUE, con la sociedad civil, va a proyectar toda la riqueza de España. Y en materia de idiomas va a proyectar, por supuesto,
el idioma que nos es común, el español, pero va a proyectar también parte de



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nuestra riqueza, que son las lenguas cooficiales en cada uno de esos territorios. Sobre eso no hay ninguna duda. Y lo que no entiendo es por qué acudir a esta Comisión con un espíritu divisible, cuando, si usted observa, todos intentamos
tener un espíritu de unidad que, además, es lo que exigen estos tiempos europeos tan difíciles.


Sobre Gibraltar, no es una cuestión de elecciones o no elecciones. Si usted tiene interés, porque he visto que tenía interés en el tema de Gibraltar, hay una declaración política tanto del Consejo como de la Comisión de noviembre de 2018
-además, si entra en Google hay múltiples artículos al respecto-, cómo fue el parón de un Consejo Europeo del presidente Sánchez el que consiguió lo que se llamó el derecho de veto de España sobre la cuestión de Gibraltar. (El señor Sánchez García:
No es verdad). Mírelo. (El señor Sánchez García: No dice usted la verdad). Al respecto, lo importante es qué queremos para el Campo de Gibraltar y la relación del Campo de Gibraltar con Gibraltar, una zona de prosperidad compartida, pero porque
lo dicen los 250 000 ciudadanos que están ahí, porque lo dicen sus alcaldes y porque lo dicen las autoridades de la Junta de Andalucía.


Usted daba una visión catastrofista de la economía española. Compare los indicadores en estos momentos de todos los países de la Unión Europea, estamos ante una crisis de magnitud global y mundial. Por cierto, yo le dejo un consejo, de
ella solo saldremos todos juntos, aunque algunos veo que creen que estaríamos mejor solos.


Señor Moreno, vuelve usted con los insultos y Marruecos. Sinceramente, le insisto, no lo esperaba de usted, pero, bueno, entiendo que es lo que le dicen en casa que hay que sacar en todas las comparecencias. Esta es una mala comparecencia
para eso y era un mal día. Era un mal día para que alguien se queje citando El otoño del patriarca, de verdad, y no insistiré en ello. Cuando me dice usted que sus gobiernos tenían una buena relación con Marruecos, con el choque casi militar en
Perejil del Gobierno del Partido Popular, ¿de verdad que ese es el tipo de relación que ustedes quieren con Marruecos? Porque, sinceramente, ¿ese es el ejemplo que ustedes quieren comparar? Pues entonces entiendo que les parezca mal que estemos
construyendo una relación sólida, con la que, insisto, el presidente Vivas, de su partido, de Ceuta y muchos exministros de Asuntos Exteriores de su partido consideran que es la primera prioridad en política exterior.


Me dice que usted viene aquí a preguntar; por supuesto. Yo lo único que le dejo, si quiere, es esa inquietud que yo tengo. Yo quiero llegar a una política de consenso con la política exterior en todo o en todo lo que pueda. En el caso de
Marruecos, claro, es muy difícil, porque ustedes critican. Entonces, si ustedes critican, entiendo que no están de acuerdo con que España tenga una buena relación con Marruecos. Pero yo quisiera saber, entonces, ¿qué proponen ustedes, lo de
Perejil? Y, luego, si el señor Feijóo ha tenido un encuentro con el primer ministro de Marruecos y a los dos minutos filtraron una fotografía para que todos los españoles lo supieran, será para que sepamos qué se ha dicho, no para saber que hubo un
encuentro simplemente. Y no es un encuentro baladí, Ceuta, Melilla y el Sáhara. ¿De qué se habló? Para hacer una posición de consenso.


Sobre Argelia y el gas de Argelia, de verdad, dejen de jugar con los intereses de España. Este es un tema de Estado. El aprovisionamiento gasístico de España, y usted lo sabe, es una persona que ha tenido responsabilidades importantes, es
un asunto de Estado, vital para los españoles. Sabe perfectamente las declaraciones del presidente de Argelia y los comunicados oficiales diciendo que estaba garantizado, pero ustedes insisten. ¿Por qué juegan con los intereses de los españoles de
esa manera tan frívola?


En todo lo que respecta a la Presidencia, yo le agradezco la ayuda que usted ofrece y me va a encontrar en ello, y yo estoy seguro de que yo le voy a encontrar a usted. Es más, le voy a encontrar a usted y, muy probablemente, encontraré a
su grupo también en esa Presidencia. Me decía que se iba a celebrar en un clima electoral y que no hubiera electoralismos. Si usted ve cómo hemos escogido las ciudades en las que van a tener lugar las reuniones, digamos, de mayor nivel, que son
los consejos informales, la comunidad autónoma que más reuniones acoge de ese nivel es Andalucía y le siguen Castilla y León y Galicia. No parece que sea por electoralismo, hay alcaldes en esas ciudades de todos los colores políticos y, desde
luego, no se corresponden con las circunscripciones de las que vienen o en las que tienen su actividad política ninguno de los ministros. Por lo tanto, nada más lejos de eso. No es la primera vez que un país ejerce bajo unas elecciones. Francia
ha tenido una presidencia bastante exitosa también en un periodo electoral. Le puedo asegurar que nada más lejos, lo que queremos es que sea un éxito colectivo. Es más, o es un éxito colectivo o no será un éxito.


Al señor Bolaños le quiero decir que me alegro de oír cosas que yo creo que están fuera de toda duda. Las recetas europeas son cada vez más las recetas españolas, claramente lo fueron durante la pandemia



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y lo van a ser para la reordenación del mercado energético. Estoy de acuerdo con usted, Europa necesita el liderazgo español, un liderazgo europeísta de un país fuerte y, al mismo tiempo, lo esperan, y eso nos pone mucha responsabilidad
sobre nuestros hombros. Todo el mundo está esperando nuestra Presidencia, porque saben la fuerza y el empuje europeísta que tiene el Gobierno, que tienen todas las fuerzas parlamentarias prácticamente sin excepción y que tienen los ciudadanos
españoles. Efectivamente, yo lo he dicho en mi intervención y usted lo ha repetido otra vez, pero es muy importante que lo digamos, aparte de que es importante para nuestra proyección como país, es muy importante para que a España le vaya bien que
a Europa le vaya bien y que a nuestra Presidencia le vaya bien.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Albares Bueno.


Se levanta la sesión.


Eran las ocho y quince minutos de la noche.