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DS. Congreso de los Diputados, Pleno y Dip. Perm., núm. 60, de 11/11/2020
cve: DSCD-14-PL-60 PDF



CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


PLENO Y DIPUTACIÓN PERMANENTE


Año 2020 XIV LEGISLATURA Núm. 60

PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª MERITXELL BATET LAMAÑA

Sesión plenaria núm. 57

celebrada el miércoles,

11 de noviembre de 2020



ORDEN DEL DÍA:


Debates de totalidad de iniciativas legislativas:


- Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2021. 'BOCG. Congreso de los Diputados', serie A, número 35-1, de 30 de octubre de 2020. (Número de expediente 121/000035) ... (Página3)



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SUMARIO


Se abre la sesión a las doce del mediodía.


Debates de totalidad de iniciativas legislativas ... (Página3)


Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2021 ... (Página3)


La señora ministra de Hacienda (Montero Cuadrado) presenta ante la Cámara el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2021.


Se suspende la sesión a la una y veinte minutos de la tarde.


Se reanuda la sesión a las tres de la tarde.


El señor Casado Blanco, en nombre del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, defiende la enmienda a la totalidad de devolución presentada por su grupo parlamentario.


En nombre del Gobierno contesta la señora ministra de Hacienda.


Replica el señor Casado Blanco y duplica la señora ministra de Hacienda.


El señor Espinosa de los Monteros de Simón, en nombre del Grupo Parlamentario VOX, defiende la enmienda a la totalidad de devolución presentada por su grupo parlamentario.


En nombre del Gobierno contesta la señora ministra de Hacienda.


Replica el señor Espinosa de los Monteros de Simón y duplica la señora ministra de Hacienda.


La señora Borràs Castanyer y el señor Rego Candamil, del Grupo Parlamentario Plural, defienden las enmiendas a la totalidad de devolución presentadas por su grupo parlamentario.


En turno de fijación de posiciones intervienen los señores Bel Accensi, Errejón Galván y Baldoví Roda, del Grupo Parlamentario Plural.


En nombre del Gobierno contesta la señora ministra de Hacienda.


Replican la señora Borràs Castanyer y el señor Bel Accensi y duplica la señora ministra de Hacienda.


Las señoras Vehí Cantenys y Oramas González-Moro y el señor Martínez Oblanca, del Grupo Parlamentario Mixto, defienden las enmiendas a la totalidad de devolución presentadas por su grupo parlamentario.


En turno de fijación de posiciones intervienen los señores Quevedo Iturbe, Sayas López, Mazón Ramos y Guitarte Gimeno, del Grupo Parlamentario Mixto.


En nombre del Gobierno contesta la señora ministra de Hacienda.


Se suspende la sesión a las nueve y quince minutos de la noche.



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Se abre la sesión a las doce del mediodía.


DEBATES DE TOTALIDAD DE INICIATIVAS LEGISLATIVAS:


- PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA EL AÑO 2021. (Número de expediente 121/000035).


La señora PRESIDENTA: Buenos días, señorías. Se abre la sesión.


Comenzamos con el punto relativo al debate de totalidad del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2021.


En primer lugar y para la presentación del proyecto de ley, tiene la palabra, en nombre del Gobierno, la señora ministra de Hacienda. (Aplausos).


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Muchas gracias, presidenta.


Señor presidente, señorías, buenas tardes a todos y a todas. Efectivamente, subo a esta tribuna para solicitar que permitan la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado para el año 2021, unos presupuestos de país, señorías, no de
este Gobierno o de las formaciones políticas que lo componen; un presupuesto de país porque es el bienestar de los españoles y españolas, su presente y su futuro, lo que se dirime hoy aquí y ahora. Ellas y ellos son los protagonistas y
destinatarios de estas cuentas públicas, que buscan dar certeza en un momento de extraordinaria incertidumbre, prestan confianza frente al desánimo y ofrecen esperanza en que vamos a conseguir recuperarnos y salir de la crisis lo antes posible, como
todos los que estamos aquí deseamos. Certeza, confianza y esperanza, señorías, en que podemos salir de esta crisis forjando realmente las bases de un crecimiento sólido, justo, sostenible; en que tenemos que avanzar en la necesaria modernización
de nuestro sistema productivo, a la vez que generamos mayor cohesión social y combatimos las desigualdades; en definitiva, en que trabajamos para que nadie se quede atrás.


Creo que todos somos conscientes del enorme sufrimiento que arrastra la sociedad española tras casi un año de pandemia. Al dolor realmente irreparable por tantas y tantas vidas perdidas se unen la angustia, la preocupación ante la evolución
de la segunda ola y sobre todo el cansancio, el agotamiento vital y emocional por todo lo que hemos vivido y todo lo que ha cambiado nuestra vida. Pero sin duda, señorías, la reciente noticia que conocimos este lunes sobre la posibilidad de contar
con una primera vacuna comercial con una tasa de efectividad del 90 % abre una vía muy esperanzadora para el conjunto del planeta. Y creo, señorías, que nos tenemos que felicitar por ello, con toda la prudencia, con toda la cautela, pero también
con la convicción de que desde la ciencia, la innovación y la colaboración entre los equipos investigadores conseguiremos aportar pronto las soluciones que tanto anhelamos.


La acogida que ha tenido el anuncio de esta primera vacuna ha sido muy notable en la comunidad científica, por supuesto, pero también en el mundo bursátil y en la mayoría de los analistas económicos, de manera que creo que ha supuesto una
inyección de optimismo en el peor momento de esta segunda ola. Como responsables públicos es nuestra obligación dar respuesta y ofrecer soluciones con absoluta franqueza, sin disimular la gravedad de la situación ni un ápice, pero desde luego sin
dejarnos arrastrar por el desasosiego. No podemos contribuir desde esta Cámara, desde la política, a añadir más penurias y dificultades a las que de por sí ya tiene el conjunto de los ciudadanos. Por ello, señorías, quisiera que este debate fuera
una invitación a practicar la política con mayúsculas, la política útil, aquella que sirve al interés general y se preocupa por solucionar los problemas reales de la ciudadanía; esa política que es capaz de escuchar y argumentar desde la lógica
discrepancia, que no es sino el reflejo de una pluralidad democrática, con respeto y con educación. Al menos, ese va a ser mi propósito: intentar trasladarles los argumentos por los que el Gobierno cree que estos presupuestos tienen que continuar
su tramitación.


Y empezaré por lo obvio, señorías, que es una auténtica anomalía que sigamos con unos presupuestos prorrogados de 2018, diseñados en unas circunstancias que nada tienen que ver con las actuales y absolutamente desfasados. Si no es ahora, en
medio de una pandemia que ha generado la peor crisis sanitaria, económica y social desde la guerra, ¿cuándo podemos ponernos de acuerdo para aprobar unas cuentas para el país? La presentación de las enmiendas a la totalidad de estos presupuestos, y
por tanto la oposición a su tramitación, demuestra a mi juicio una preocupante incapacidad para entender el momento tan excepcional que vive nuestro país.


Señorías del PP y de VOX, la opción de aprobar las enmiendas de totalidad y con ello rechazar el proyecto de presupuestos que trae el Gobierno a esta Cámara es una irresponsabilidad manifiesta.



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Pueden no compartir parte de los presupuestos, pueden discrepar de la orientación de algunas políticas, pueden estar en las antípodas del Gobierno, pero no pueden dudar de la imperiosa necesidad que tiene este país de contar con unas nuevas
cuentas públicas. (Aplausos). Y el momento es ahora, señorías, no dentro de no sabemos cuántos meses. España necesita unos nuevos presupuestos con urgencia y son muchas las razones, como intentaré desgranar a lo largo de mi intervención. Pero,
antes de ello, me gustaría insistir una vez más en que estos presupuestos aspiran a reflejar la pluralidad democrática de este arco que tenemos en el Congreso de los Diputados, una situación que acoge las distintas sensibilidades que ha expresado en
las urnas el conjunto de la sociedad española. Los grupos políticos pueden -y es su obligación- presentar enmiendas para mejorar el texto a lo largo de su tramitación y les vamos a invitar a hacerlo, pero el debate que sustanciamos hoy aquí no es
el de una partida concreta, la pregunta es si queremos que nuestro país continúe con unos presupuestos inservibles en la peor crisis sanitaria, económica y social de nuestra democracia o que tengamos la capacidad de contar con soluciones reales a
los problemas reales que tienen los ciudadanos. (Aplausos). Si dejamos escapar la oportunidad de reconstruir nuestra economía aprovechando las ventajas de la digitalización o de la transición ecológica, si renunciamos a estimular la creación de
empleos competitivos, si rechazamos mejorar y fortalecer el Estado del bienestar, esta es la cuestión que se discute hoy aquí: continuar con unos presupuestos que obstaculizan la recuperación del país o permitir la tramitación de unos nuevos que
sean la respuesta extraordinaria que se requiere en un momento que también es extraordinario. Y, señorías, la política de vetos cruzados solo nos lleva al inmovilismo y a la frustración, y la situación actual de España desgraciadamente no se puede
permitir ni una cosa ni la otra. Se descalifican las iniciativas no por su contenido, sino por quien las propone o quien las apoya. Se sustituye el debate de las ideas por la negación del adversario y la discrepancia en una parte afecta al
conjunto, convirtiendo la política, como ven en las últimas semanas, en un ejercicio impracticable. Y este Gobierno no va a renunciar al espacio público que debe construirse desde la política dialogando y llegando a acuerdos beneficiosos para la
mayoría, aunque ello supone ceder algo en el camino. Por ello, volvemos a apelar a la responsabilidad del momento, que no supone ni adhesión ni un cheque en blanco a este Ejecutivo, sino aparcar lo que sabemos que nos diferencia para centrarnos en
lo importante y en lo urgente, que es la salida de la crisis y el impulso necesario para proyectar lo mejor de nosotros mismos.


Les decía, señorías, que voy a intentar trasladar estas razones. Son cuatros motivos, los cuatro igualmente importantes. En primer lugar, estos presupuestos tienen que actuar como palanca de la transformación social y económica de este
país, orientando el modelo productivo hacia la digitalización, la transición ecológica, la I+D+i, la capacitación en competencias propias del siglo XXI o la igualdad de género. El objetivo es que nuestra economía pueda recuperar cuanto antes la
senda de crecimiento y de creación de empleo de calidad. En segundo lugar, estos presupuestos son también un revulsivo para el Estado del bienestar, una red de seguridad, especialmente para las clases medias y trabajadoras de nuestro país, a pesar
del deterioro que ha sufrido en los años previos. En tercer lugar, son el vehículo para canalizar los fondos europeos, más de 27 000 millones con cargo a transferencias, decisivos para esta recuperación, especialmente para el sector privado. Y, en
cuarto lugar, y quizá lo más determinante, suponen la base de un nuevo contrato social para cerrar brechas de desigualdad, brechas intergeneracionales y brechas territoriales.


Y permítanme unas pequeñas reflexiones en este último sentido porque creo que son importantes. Señorías, nuestros jóvenes se han visto golpeados dos veces por dos crisis muy distintas, la financiera de 2008 y la actual. Tenemos la
obligación moral de intentar dejarles un mundo mejor, un mundo sostenible y solidario en el que puedan desarrollar un proyecto de vida pleno y satisfactorio, en el que puedan formarse y educarse en valores y en el que encuentren un trabajo que les
permita una vida digna y emancipada. Ningún país puede permitirse que el paro juvenil se convierta en un problema estructural. Y del mismo modo tenemos una deuda con nuestros mayores, que lo dieron todo por construir un país democrático que cree
en la libertad, en la concordia y en la igualdad de oportunidades, un precioso legado que tenemos la obligación de preservar para generaciones futuras y, por tanto, nos corresponde en justicia protegerlos a ellos y garantizarles que vivan con
dignidad.


Antes de entrar en el detalle de las cuentas públicas, voy a resumir cuál era la situación de nuestro país previa a la pandemia. La consolidación fiscal iba progresando; el déficit de administraciones públicas cerró en 2019 en el 2,86 %,
por debajo del 3 % que exige el Pacto de Estabilidad, y la ejecución presupuestaria del primer trimestre refleja que se continuaba rebajando este nivel de déficit público de la Administración central. Igualmente, la deuda pública mantenía una buena
trayectoria descendente, más



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de tres puntos de descenso en los dos últimos años. Nuestro país contaba con tasas de crecimiento que casi duplicaban las de la zona euro, es decir, nuestra economía se encontraba en una fase positiva de crecimiento. El empleo seguía
creciendo y la tasa de paro era la más baja de los últimos once años, situándose por debajo del 14 %. Las afiliaciones a la Seguridad Social mantenían un crecimiento superior al 2 %. El 95 % del empleo creado desde octubre era empleo a tiempo
completo y el 84 % indefinido. Las rentas de las familias crecían al 5,8 %, muy por encima del conjunto de la economía. Como pueden observar, la evolución del país era positiva y así lo constataban todos los organismos nacionales e internacionales
con predicciones optimistas. No obstante, sabíamos que la economía española arrastraba una serie de desequilibrios que teníamos que corregir, fundamentalmente el alto desempleo de carácter estructural, sobre todo entre los jóvenes, la precariedad
laboral y el bajo nivel de inversión en innovación y en formación continua. Teníamos que aumentar la productividad, el tamaño de nuestras empresas y reducir la creciente desigualdad en la distribución de la renta, agravada por la existencia de
brechas de desigualdad interterritoriales. En España, señorías, antes de la crisis había más de 12 millones de personas, es decir, la cuarta parte de nuestros compatriotas, en riesgo de pobreza o de exclusión social. La pobreza infantil era una de
las más elevadas de Europa, afectando a tres de cada diez niños y niñas. Solo dos de cada diez jóvenes menores de 29 años podían emanciparse. Por todo ello, el Gobierno de coalición progresista tenía y tiene una hoja de ruta plasmada en el acuerdo
de investidura, en la Agenda 2030 y en los objetivos de desarrollo sostenible. Esa hoja de ruta, como definió el presidente del Gobierno en su discurso de investidura, se basa en cuatro principios: justicia social, defensa de los servicios
públicos, libertad, y cohesión social y diálogo territorial.


Apenas dos meses después de la conformación del Gobierno, la evolución de la pandemia obligó a nuestro país a la declaración del primer estado de alarma el 14 de marzo. El objetivo, como bien saben, fue frenar la curva de contagio, salvar
vidas y aliviar la presión sobre el sistema sanitario, medidas que restringían la movilidad o la actividad económica y social. Saben que la mayoría de los países adoptaron medidas similares, lo que se tradujo en un parón súbito, pronunciado de la
actividad económica. El segundo trimestre del año fue sin duda dramático para la mayoría de las economías europeas y a partir de los procesos de desescalada se empezó a observar una recuperación gradual que los expertos definen en forma de uve
asimétrica, una recuperación que se expresó en el tercer trimestre de forma rotunda y que se verá ralentizada por la evolución de esta segunda ola en casi todo el mundo. Por tanto, señorías, necesitamos de forma urgente atajar la pandemia de manera
eficaz y contundente, porque, efectivamente, en la medida en que somos capaces de controlar la evolución sanitaria, la economía rebota. Ello requiere la aplicación estricta de las medidas preventivas que todos conocemos y una coordinación estrecha
y leal de todas las administraciones públicas, pero sobre todo unidad de acción política y social.


Señorías, el impacto de la pandemia no solo se mide en términos sanitarios y económicos, sino también en desigualdad, porque el principal factor de riesgo después de la edad para padecer COVID es la pobreza, vivir en zonas deprimidas, en
viviendas reducidas o tener un trabajo precario. Podríamos decir que la pandemia actúa como una lupa sobre la desigualdad. Por eso, luchar contra las causas de la desigualdad no solo es una cuestión de justicia social, sino una manera de combatir
la propagación del virus y de amortiguar sus efectos en la salud y en la economía. Y saben que el Gobierno se volcó en una batería de medidas dirigidas a reforzar las capacidades del sistema sanitario; a apoyar a las empresas, a los autónomos y a
los trabajadores manteniendo sus rentas, o protegiendo a las familias y a los colectivos vulnerables.


Llegados a este punto, señorías, es pertinente hacernos la pregunta de por qué la contracción económica ha afectado de esta manera a España. Sin duda, es necesario hablar de esto con rigurosidad, porque a veces se intenta asociar a
incapacidad de gestión y nada más lejos de la realidad. Las razones son múltiples, señorías. Tuvimos uno de los confinamientos más tempranos y severos, y nuestra estructura productiva se asienta sobre sectores muy afectados por la restricción de
la movilidad o por la ruptura de la cadena de valor global, así como por otros factores que comentaba al principio de mi intervención, en relación con lo cual este Gobierno tenía una hoja de ruta definida para intentar combatir esos desajustes
estructurales.


En conjunto, las medidas puestas en marcha este año ascienden a 216 000 millones de euros; fíjense, señorías, es una cantidad cercana al 20 % del PIB, lo que da cuenta del enorme esfuerzo que ha realizado el conjunto del país. Y en este
punto también quiero agradecer a empresarios y a sindicatos el trabajo realizado en el marco del diálogo social, que ha sido, sin duda, un ejemplo de altura de miras y de lealtad con este país. (Aplausos).



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No me voy a extender en la batería de medidas porque son sobradamente conocidas, pero sí me gustaría destacar que, si no se hubieran adoptado, la caída del PIB podría haber llegado al 25 %, y quiero decirles, señorías, que la pérdida de
empleo podría haber afectado a tres millones de personas. Y lo seguimos haciendo cada día; cada semana este Gobierno continúa adoptando medidas para proteger y ayudar a la ciudadanía a superar esta crisis. Este es un Gobierno que trabaja sin
descanso para procurar que españoles y españolas tengan acceso a los medios de protección necesarios para prevenir el contagio. De hecho, en lo que va de pandemia hemos distribuido más de cien millones de mascarillas de forma gratuita, sin
contabilizar las que a su vez han repartido por su cuenta las propias comunidades autónomas o las entidades locales. Hemos conseguido que las mascarillas y otro tipo de material de protección en centros sanitarios tuvieran un tipo de IVA cero y,
también, fuimos uno de los primeros Ejecutivos de la Unión Europea en regular el precio máximo de las mascarillas en el mes de abril, con el objetivo de facilitar que este producto fuera accesible al conjunto de la población. Y puedo anunciarles,
señorías, que vamos a dar un paso más y vamos a bajar el IVA de las mascarillas del 21 al 4 %. (Aplausos.-Rumores). Y lo hacemos... (Rumores). Tranquilidad, señorías.


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor. (Rumores). Ruego silencio, por favor.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Gracias, señora presidenta.


Decía, señorías... (Rumores).


La señora PRESIDENTA: Espere, señora ministra.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Parece que a alguno no le ha gustado la noticia. (Aplausos). Nunca llueve a gusto de todos, señorías.


Decía que lo hacemos porque somos un Gobierno sensible, atento a los problemas de la gente, un Gobierno que escucha... (Rumores).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Pero también somos un Gobierno responsable y tomamos esta decisión una vez que la Comisión Europea nos confirmó por escrito ayer por la tarde (rumores), tras la consulta efectuada días
previos sobre esta cuestión, que no abrirá procedimiento de infracción a nuestro país por incumplir la directiva comunitaria. (Aplausos). Porque, señorías, saben que el IVA de las mascarillas de uso particular está regulado por una normativa
comunitaria que prohíbe aplicar tipos reducidos a estos productos y así lo reconoce la propia Comisión Europea en su escrito de ayer. Y precisamente por eso y para descartar el riesgo de que los españoles tuviéramos que pagar una multa millonaria
por incumplir una directiva, hemos esperado para bajar el IVA de las mascarillas a tener garantías por escrito de que España no será sancionada. (Rumores).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Este Gobierno nunca va a poner a este país en riesgo por incumplimiento de una norma, sino que actuará de la forma correcta. (Rumores.-Aplausos). Por eso, a pesar de la mala noticia que
al parecer supone para algunos -por el ruido de la bancada del Partido Popular-, les digo que el próximo martes este Gobierno llevará al Consejo de Ministros un real decreto-ley que rebaja el IVA de las mascarillas desechables del 21 al 4 %. Les
comunico también... (Rumores). Esperen, señorías, no se pongan nerviosos que acabamos de empezar el debate. Les comunico también que este Gobierno estará vigilante para garantizar que la rebaja del IVA se traduce en una rebaja del precio para el
consumidor final y no en un mayor margen empresarial. (Aplausos). Además, señorías, puedo anunciarles que vamos a bajar de nuevo el precio máximo de venta al público de las mascarillas quirúrgicas y, por tanto, que mañana jueves la Comisión
Interministerial de Precios de Medicamentos abordará esta cuestión en el orden del día. Hechos, señorías, hechos, hechos, hechos. (Aplausos.-Rumores). Estamos seguros de que ambas medidas contribuirán a aliviar a muchas familias facilitando la
compra de estos productos, que son imprescindibles para prevenir los contagios y controlar la pandemia.


Señorías, este esfuerzo titánico que estamos realizando y que hemos hecho hasta ahora, ha tenido un gran impacto en las cuentas públicas. Se estima que el déficit de las administraciones públicas se



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situará este año en el 11,3 % del PIB, aunque es importante señalar que se trata de un deterioro coyuntural; de hecho, el 95 % de las medidas tienen carácter temporal y, por tanto, no generarán gasto adicional en los próximos ejercicios.
Por esos mismos motivos resulta imprescindible corregir esas bases para poder estar mejor preparados ante las futuras circunstancias.


Señorías, ante una crisis de esta magnitud son distintos los caminos que los Gobiernos pueden escoger y distintas respuestas; una pasa por ganar competitividad precarizando a la clase media o trabajadora, debilitando el Estado del bienestar
y aumentando la desigualdad -esto es, señorías del Partido Popular, lo que vivimos, desgraciadamente, tras la crisis financiera que administraron ustedes-; y otra es la que apuesta por crecer a partir de la innovación, de la digitalización, de la
transición ecológica, por fortalecer el Estado del bienestar y la igualdad de oportunidades. Dos respuestas que tienen su origen en una concepción distinta de la sociedad por parte de las distintas formaciones políticas. Para algunos -Partido
Popular y VOX- el Estado tiene que ser un Estado mínimo, que no interfiera, que no toque nada, ni siquiera la garantía de los ciudadanos o la actividad económica; para este Gobierno, no; para este Gobierno el Estado es el garante de la cohesión
social, de la estabilidad social y democrática del país y tiene además una misión irrenunciable: actuar para promover el progreso de todos los ciudadanos, para promover la cohesión social y redistribuir la riqueza. Y no solo eso, señorías, el
papel de los Estados es también determinante a la hora de favorecer la innovación, el emprendimiento, la capacitación o la seguridad, a la hora de invertir recursos para apoyar nuestro modelo productivo. Así que hemos obrado en consecuencia y no
optamos ni vamos a optar por las recetas neoliberales fallidas del pasado que ejecutó y protagonizó el Partido Popular porque ya sabemos, señorías, hacia donde nos conducen. En la anterior crisis financiera, en nuestro país se rescató a la banca;
ahora es el Estado quien ha salido al rescate del país; frente al aumento en las brechas de pobreza y desigualdad, ahora hemos protegido a los más vulnerables. Ustedes utilizaron la crisis financiera como excusa para debilitar el Estado del
bienestar y asfixiaron la capacidad del Estado autonómico; en esta crisis, la Administración del Estado se ha endeudado para que las comunidades autónomas tuvieran mayores recursos y pudieran atender necesidades en sanidad, en educación o en
servicios sociales y, en vez de debilitar el Estado autonómico, lo hemos reforzado incorporando la cogobernanza. En definitiva, frente a la austeridad a ultranza que ustedes practican, ahora impulsamos políticas anticíclicas como, por cierto,
recomiendan todos los organismos nacionales e internacionales.


De hecho, una de las principales medidas anticíclicas ha sido la suspensión de las reglas fiscales para 2020 y 2021. Hace poco tuvimos en esta Cámara un debate sobre este tema y no me voy a detener en ello, solo voy a insistir en una idea:
se suspenden las reglas fiscales, pero no se suspende la responsabilidad fiscal, porque, señorías, la sostenibilidad de las cuentas públicas es irrenunciable para este Gobierno porque es la garantía de un Estado del bienestar fuerte. Nuestro
compromiso con la estabilidad se observa ya en este presupuesto. Hay una reducción del déficit prevista para 2021 de un 7,7 % como objetivo, es decir, una reducción de 3,6 puntos, lo que supone una de las mayores bajadas de la serie histórica que
se va a apoyar sobre todo, señorías, en la mejora de los ingresos, en la evolución del ciclo económico, pero no en la devaluación de las condiciones de vida de los ciudadanos, como ustedes sí hicieron en la anterior crisis. (Aplausos).


Señorías, es importante diseñar una estrategia detallada, sostenida, de reducción gradual de los desequilibrios fiscales, que tiene que comenzar a ser aplicada una vez que hayamos superado esta pandemia; una estrategia que tiene que poner
el énfasis en la mejora de la calidad de nuestras finanzas públicas entre los distintos tipos de ingresos y gastos, de modo que orientemos la dinamización de este crecimiento en el largo plazo. Aunque la aplicación de esta estrategia, como
recomiendan los expertos, se tiene que acometer una vez superados los efectos económicos de la crisis, también creo, señorías, que los aspectos elementales que la tienen que componer tendrán que ser diseñados y, por tanto, poder así aprovechar los
efectos expansivos de las actuales medidas fiscales. Por eso la magnitud del reto es tan grande y necesita abordar con éxito un proceso global de consolidación fiscal que exigirá una revisión integral de nuestro sistema tributario, de nuestro
sistema impositivo, y del conjunto de las partidas de gasto desde esta óptica de la eficiencia; un objetivo en el que este Gobierno viene trabajando desde el primer día a través de distintos instrumentos, por ejemplo, los documentos de la AIReF,
que se va a ver facilitado con la puesta en marcha de estas reformas estructurales que plantea este Gobierno.


Señorías, es evidente que, esta vez sí, Europa ha entendido la magnitud del problema, un problema que amenazaba con poner en jaque -diría yo- al propio concepto de la Unión Europea como espacio de bienestar, de solidaridad o de progreso
ciudadano. Por eso se ha puesto encima de la mesa un



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ambicioso paquete, un histórico conjunto de recursos para que los países miembros podamos hacer frente a este impacto económico, social y sanitario, de hasta 750 000 millones de euros, de los que a España le corresponden 140 000 entre
trasferencias y préstamos del Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia. Es esencial, imprescindible, que aprovechemos esta oportunidad única y que lo hagamos con unidad, que lo hagamos como país. Eso significa un trabajo coordinado entre las
administraciones con el tejido empresarial y el conjunto de la sociedad civil. Por tanto, vamos a abordar un reto ilusionante, un reto sin precedentes, que va a requerir una movilización extraordinaria, también administrativa, y una adecuación
normativa para reducir posibles barreras y agilizar los trámites para que esta ejecución sea rápida y eficiente, sin perder ni un ápice de garantías en relación a los principios de integridad, transparencia y rendición de cuentas.


Llegados a este punto, señorías, me gustaría compartir que es evidente que todos los analistas observan con preocupación la evolución de la pandemia a nivel internacional y la incertidumbre que ello conlleva para la economía. En España los
indicadores de coyuntura muestran una recuperación progresiva en el tercer trimestre. De hecho, hace unos días tuvimos la confirmación del dato: un 16,7 % de crecimiento que avala que nuestra economía tiene capacidad de reacción cuando hay un
escenario de confianza en el terreno sanitario. Hasta ahora tenemos una clara mejoría del mercado laboral, en torno al 80 % de los trabajadores en ERTE se han reincorporado; la Seguridad Social ha recuperado a más de 500 000 trabajadores de los
950 000 perdidos hasta finales de abril, y otros indicadores como gasto en tarjeta de crédito, consumo de energía eléctrica o venta facturada están mostrando una evolución positiva. No obstante, quiero decirles que esta crisis es dinámica y, por
tanto, cualquier previsión se tiene que analizar desde esa prudencia, incluyendo posibles escenarios de riesgo de empeoramiento o ralentización. Por tanto, señorías, el escenario macroeconómico contempla que este año el PIB cierre con una caída del
11,2 %, mientras que para 2021 estimamos un crecimiento inercial, esto es, sin medidas de apoyo adicionales, del 7,2 %, en línea con los principales organismos y analistas; y estimamos que este crecimiento llegará al 9,8 % con las actuaciones del
Plan de recuperación, que moviliza, insisto, 140 000 millones de fondos europeos, de los que ya este presupuesto este año contiene 27 000 millones dirigidos a diferentes áreas. El objetivo no es otro que anticipar todo lo posible el estímulo fiscal
para impulsar la economía en estos meses, garantizando, por supuesto, un nivel de ejecución óptimo, de manera que la inversión pública sirva también de llamada de confianza para la inversión privada, tan necesaria. Con todo, al igual que el impacto
de la crisis ha sido asimétrico en sectores y territorios, el ritmo de crecimiento será igualmente dispar y, lógicamente, va a ser más lento en aquellos sectores o territorios más afectados por la aplicación de medidas restrictivas para contener la
pandemia.


Señorías, les voy a trasladar un par de consideraciones sobre el diseño de estos nuevos presupuestos. La primera, la necesidad de hacer un ejercicio didáctico sobre la evolución de las partidas y la procedencia de recursos. Nos encontramos
con un presupuesto base prorrogado y uno nuevo que incorpora los recursos procedentes de Europa y, por este motivo, no es posible hacer comparaciones homogéneas, y soy honesta cuando se lo traslado a esta Cámara. Las magnitudes que estamos
proponiendo son históricas, son excepcionales, no aguantan comparación con ningún proyecto de presupuestos anterior. La segunda consideración es que se incluye una nueva documentación, la serie azul: informes transversales que analizan las
partidas desde la óptica de la igualdad de género, la protección a la infancia, la juventud y la familia, y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Lo que buscan es analizar partida por partida y ver si cumplen con los objetivos
transversales que estas políticas prioritarias plantean al conjunto de la sociedad. Es un camino, señorías, que ya les anuncio que vamos a ampliar al conjunto de las administraciones públicas para poder detectar dónde encontramos ámbitos de mejora
tanto en la eficiencia como en la ejecución de estas políticas tan importantes. Quiero en este punto agradecer el esfuerzo que están realizando todos los departamentos del Gobierno para aterrizar los fondos europeos y canalizarlos -más del 50 %- a
través de inversiones o transferencias hacia las entidades territoriales. Ha sido una tarea titánica de todos los departamentos y desde aquí también deseo mostrar mi agradecimiento.


Empezaré por despejar posibles dudas en torno a esta materia, que es clave para que ustedes puedan evaluar de forma correcta estos presupuestos. De hecho, uno de los rasgos fundamentales de las cuentas es que incorporan 26 634 millones
procedentes de los fondos europeos: 2436 del React-UE y 24 198 del Mecanismo para la recuperación. Un 64 % de estos fondos se orienta a aumentar la competitividad y modernizar nuestra economía. Concretamente, dedicamos 17 210 millones a la
transformación de las pymes, al impulso del comercio y del turismo, a la descarbonización de la economía o a la potenciación



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de las capacidades investigadoras. Un 34 %, es decir, 8988 millones, van dirigidos a reforzar el Estado del bienestar, a asegurar la calidad de los servicios públicos en un momento clave para combatir las desigualdades. En este apartado
quiero destacar los recursos para sanidad, educación y cultura; los destinados a facilitar el acceso a la vivienda; y las políticas activas de empleo o de mejora de la dependencia. De hecho, de los 26 000 millones, como decía, más de la mitad se
transfieren a entidades territoriales: 1489 millones para entidades locales y 10 793 para comunidades autónomas. A ello hay que sumar otros 8000 millones del React-UE que no aparecen en los presupuestos generales porque se integran directamente en
los presupuestos. Lo que hacemos en estas cuentas, señorías, es anticipar esos recursos vía FLA para que ningún territorio autonómico tenga ningún tipo de dificultad a la hora de ejecutar o de implementar los fondos para recuperar a nuestra
economía. Ya hemos preasignado a las comunidades autónomas de forma estimativa una parte de los recursos, en concreto 2873 millones en políticas medioambientales y 1380 en políticas de vivienda. Lo tienen ustedes en los anexos de inversiones
porque, incluso, hemos hecho el esfuerzo de que el capítulo 7 pudiera tener el desglose territorial. Creo que ello pone en evidencia el compromiso de este Gobierno con las administraciones territoriales; en definitiva, con nuestro modelo de Estado
autonómico.


Junto a estos recursos europeos, el límite de gasto de los presupuestos se construye a partir del techo de gasto homogéneo, es decir, el comparable con el ejercicio actual, que asciende a 136 017 millones, lo que representa un 6,6 % más. A
esta cantidad hay que sumar las transferencias para Seguridad Social y comunidades autónomas, así como todo el conjunto de materias en las que la Administración General del Estado se ha hecho cargo de parte del déficit de estos subsectores. Por
tanto, en su conjunto, el límite de gasto no financiero sumadas estas tres cantidades asciende a 194 456 millones de euros. Señorías, una cifra extraordinaria, inédita, que nada tiene de comparación con presupuestos anteriores.


Como decía al principio de mi intervención, estos presupuestos aplican una estabilidad fiscal y presupuestaria orientada a combatir los efectos de la crisis, a sentar las bases de la transformación económica y también de la recuperación
social del país para que podamos dejar esta situación atrás cuanto antes. Pero tan importante -y quería detenerme en esto- es salir de la crisis en el primer momento en el que tengamos capacidad como que el modelo productivo, señorías, deje de ser
tan vulnerable. Tenemos que ganar competitividad a través de la innovación y la generación de valor añadido y, por supuesto, no podemos incrementar las desigualdades sociales que debilitan la cohesión social y territorial en nuestro país. Por eso
quiero decirles que no se trata de volver a como estábamos antes de la crisis, porque creo que todos podemos compartir que esto no sería óptimo; a lo que tenemos que aspirar, ambicionar, es a realmente mejorar, a ser capaces de superar una
situación previa que nos volvería a situar en un estado de vulnerabilidad y, por tanto, impulsar todos esos cambios estructurales en cuya necesidad tantas veces hemos coincidido el conjunto de esta Cámara. Incluso en el trabajo de la Comisión para
la Reconstrucción se encuentran parte de las políticas inspiradoras que se reflejan en estos presupuestos. Quiero decirles que el trabajo de sus señorías en la Comisión para la Reconstrucción ha sido de enorme utilidad para que estos presupuestos
puedan beber de esa fuente y tengan esa inspiración. (Aplausos).


Y si no, señorías, ¿es o no necesario que nuestro tejido productivo gane tamaño? ¿Es necesario o no que gane competitividad? ¿Es necesario que incrementemos la inversión en I+D+i? ¿O que aumentemos el peso de la industria en el conjunto
de nuestra riqueza? ¿Es o no necesario avanzar en medidas que combatan el cambio climático?, ¿que mejoren la capacidad del sistema sanitario, que lo refuercen?, ¿o que atajen la despoblación en parte de nuestro país diseñando servicios públicos
cercanos, aprovechando, en definitiva, la digitalización? Por eso, señorías, si están de acuerdo en que estos problemas son los que diagnostican la situación de nuestro país, tenemos entre todos que encontrar ya una solución. Y la solución les
digo hoy aquí que es aprobar estos Presupuestos Generales del Estado porque el motivo, la inspiración que traen, es acelerar estas transformaciones, es servir de efecto multiplicador para que todas esas políticas se puedan ampliar y podamos superar
reforzados esta situación de crisis que a nuestra generación le ha tocado vivir. Porque cada euro invertido en economía verde puede generar tres; otro tanto ocurre con la economía digital que tiene un impacto del 19 % sobre el PIB o, por su parte,
la brecha de género que solo en el empleo resta a nuestro crecimiento 200 000 millones. Y un tercer argumento, señorías, es que nuestro país está especialmente bien posicionado para acometer esta transformación.


Por tanto, la pregunta vuelve a ser: ¿estamos de acuerdo en que este es el camino para fortalecer nuestra economía, para recuperar nuestro dinamismo, para enfocar nuestro futuro? Si es así, señorías, estos presupuestos son la palanca para
hacerlo posible. Y por eso el capítulo de ingresos también forma



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parte de manera sustancial de estas cuentas públicas. Se contempla una mejora de los ingresos tributarios del 13 %, a raíz de la previsión de mejora del ciclo económico y el consecuente incremento de los ingresos tributarios. Sabemos que
la incertidumbre, la situación que vive el conjunto de la economía internacional, es un factor que hay que tener en cuenta y, por tanto, la previsión de ingresos se realiza sobre la base de esa información y la proyección disponible. En este caso,
la realidad es que los ingresos tributarios se están comportando mejor que la economía, gracias sobre todo a las medidas impulsadas por el Gobierno, que han permitido ser realmente una garantía de renta para familias y trabajadores.


La recaudación tributaria va a caer este año un 7,6 %, si bien es una reducción inferior al descenso del PIB nominal, y supone una fuerte caída que explica también la fuerte recuperación que se espera para el año 2021. De hecho, nuestra
previsión es que las principales figuras fiscales -es decir, IRPF, IVA e impuesto sobre sociedades- evolucionen el próximo año de forma positiva, tanto por la mejora de la economía como por los ajustes y reformas que se introducen en este
presupuesto. El aumento de los ingresos tributarios, desde nuestro punto de vista, es realista. De hecho, en algunos impuestos como en el de sociedades la recaudación en 2021 aumenta, pero aún se va a situar por debajo de los registros del año
2019. Es más, señorías, si descontamos el impacto de las medidas fiscales y el incremento de los ingresos tributarios derivados de los fondos europeos, la recaudación en 2021 se sitúa todavía por debajo del año 2019. Es decir, señorías, la subida
notable de los ingresos tributarios se explica por la caída de la recaudación de este año, por la mejora de la economía el año que viene y, también, por el impacto positivo de los fondos europeos conjuntamente con las medidas fiscales que ya hemos
aprobado. Es una previsión, por tanto, prudente y acorde con los datos del cuadro macroeconómico.


Señorías, necesitamos hacer pedagogía sobre la utilidad de las figuras fiscales a la hora de garantizar la sostenibilidad y la calidad del Estado del bienestar. Creo que este país merece un debate profundo sobre los impuestos, sobre su
modelo tributario, sobre las figuras o el reparto de la cesta de tributos entre los distintos niveles administrativos y, por supuesto, sobre la fiscalidad internacional y las prácticas de ingeniería fiscal que permiten eludir impuestos a quienes
precisamente cuentan con un mayor volumen de recursos. Saben que este Gobierno tiene como objetivo abordar una reforma fiscal para recuperar esa progresividad que hemos perdido en anteriores legislaturas y, también, señorías, para acercarnos a la
media europea. Aspiramos a un sistema fiscal justo, redistributivo, adaptado a los nuevos modelos económicos -sobre todo, digitales, en los que no pueden existir fronteras- y también que oriente la economía hacia la sostenibilidad financiera y
medioambiental. Una política fiscal, señorías, en la que contribuyan más quienes más recursos tienen, tal y como establece la Constitución, y, por tanto -lo quiero dejar muy claro-, que preserve a la clase media y trabajadora, a los autónomos y a
las pymes, y no solo que los preserve, sino que les devuelva en forma de renta indirecta la recaudación global a través de las políticas que impulsa este proyecto de presupuestos. En este contexto de crisis nos ha parecido más prudente acometer
esta reforma a lo largo de la legislatura, cuando hayamos superado esta situación y se haya recuperado la estabilidad económica. Por ello, como ya anunciamos en anteriores semanas, vamos a constituir un grupo de expertos que nos ayuden los próximos
meses en este debate fundamental para el futuro de nuestro país y para la sostenibilidad del Estado del bienestar.


De cara a estas cuentas del año 2021, lo que hacemos es aplicar pequeños ajustes en el sentido de recuperar progresividad, inducir hábitos saludables y adecuar nuestro sistema a la realidad del siglo XXI. Verán, en el ámbito del IRPF,
proponemos elevar dos puntos a las rentas del trabajo superiores, señorías, a 300 000 euros; insisto, superiores a 300 000 euros. Se trata de una medida cuyo efecto se limita al 0,07 % de los contribuyentes. Por tanto, es obvio que no recae sobre
la clase media e incrementa la progresividad del sistema. En la parte de rentas de capital, se establece una subida, en este caso, de tres puntos a partir de 200 000 euros, una recomendación de la OCDE que solo afecta a 17 000 contribuyentes de un
total de 21 millones. Por tanto, señorías, una reforma en la que se introduce un ajuste que para nada perjudica ni a clases medias ni a clases trabajadoras. Siguiendo también las recomendaciones de la AIReF y de la Comisión Europea, vamos a
revisar la reducción en los planes de pensiones. En concreto, se reduce de 8000 a 2000 euros el importe de aportación máxima para estos planes. Hay que destacar que la mayor parte de partícipes de planes de pensiones realizan aportaciones muy
inferiores a estos 8000 euros. Según la propia AIReF, solo un 8 % de los que contribuyen aportan cantidades superiores a 4000 euros y el 58 % lo hacen aportando menos de 1000 euros. Por tanto, podrán ustedes concluir que esta medida va a afectar a
un número menor de contribuyentes sobre estos planes, y, sobre todo, va a incorporar un factor de progresividad.



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En línea con los acuerdos del Pacto de Toledo, el límite conjunto de la reducción se va a ampliar de los 8000 a los 10 000 euros. Ambas medidas conjuntas aumentan la progresividad del incentivo fiscal, pero fomentan, sobre todo, el ahorro a
largo plazo en el marco de las relaciones laborales. Además, se prorrogan para 2021 los límites vigentes para aplicar el régimen de módulos. Se trata de una medida -ustedes la conocen- que ofrece seguridad, garantía jurídica y ayuda a los
autónomos en unos momentos que son especialmente difíciles.


En el impuesto sobre sociedades, este Gobierno defiende que es necesario combatir las pérdidas recaudatorias que provocan que el tipo efectivo, especialmente el de las grandes empresas, esté muy alejado del nominal. Si bien, como he dicho,
lo abordaremos a lo largo de la legislatura, en los presupuestos vamos a contemplar un límite al 95 % de la actual exención del 100 % por las plusvalías y dividendos que se generan por las filiales, una medida que afecta a grandes empresas y cuya
implementación en las pequeñas y medianas se acompasará teniendo en cuenta la situación económica. De hecho, aquellas cuyo volumen de negocios sea inferior a 40 millones de euros podrán seguir aplicando esta exención del 100 % durante los próximos
tres años. En definitiva, podría afectar este conjunto de medidas a 1739 sociedades de las más de millón y medio de declarantes del impuesto de sociedades; nuevamente, señorías, un ajuste fiscal que repercute en el 0,12 % del conjunto de las
sociedades de nuestro país. ¿Y saben qué otros países aplican este tipo de medidas? Pues lo hacen Francia, Italia, Alemania; por tanto, lo que estamos haciendo es modernizar nuestro sistema fiscal y, sobre todo, acercarlo a este consenso europeo.


Ya hemos dicho que apostamos por un esfuerzo mayor de quienes tienen más capacidad, por ese motivo también establecemos que el impuesto sobre el patrimonio tenga un carácter indefinido; esto va a aportar seguridad jurídica sobre este
tributo. Se incrementa, además, un punto el gravamen del último tramo, que pasa del 2,5 % al 3,5 % para patrimonios superiores a 10 millones de euros -insisto, señorías, patrimonios superiores a 10 millones de euros-; algo que, sobre todo, va a
repercutir en positivo en las arcas autonómicas, donde tenemos voluntad de avanzar hacia una mayor armonización fiscal, una postura que comparten -creo- muchos de los grupos presentes en esta Cámara.


En la tributación del IVA se incrementa el gravamen al 21 % en bebidas azucaradas y edulcoradas con el objetivo de fomentar hábitos saludables; es una recomendación de los expertos sanitarios para combatir la obesidad infantil. Solo afecta
a la venta de estos productos en supermercados y establecimientos similares. Quiero decirlo, señorías: la consumición de estas bebidas en bares y restaurantes seguirá tributando al 10 %, por lo que no perjudica ni al sector de la restauración ni
al sector de la hostelería, a quienes tenemos que proteger en estos momentos. (Aplausos).


Por otro lado, en la estrategia de avanzar hacia un modelo productivo que sea sostenible y respetuoso con el medio ambiente, se enmarca la modificación del impuesto sobre hidrocarburos. El objetivo, señorías, es acercar la tributación del
diésel al precio de la gasolina, tal y como exigen las autoridades comunitarias. Quiero decirles, señorías, que somos el quinto país que menos recauda por fiscalidad medioambiental de forma proporcional, una situación que claramente tenemos que
corregir. Y también quiero decir que solo hay dos países en la eurozona que tengan el impuesto al diésel más bajo que España y son Lituania y Luxemburgo. Por tanto, señorías, lo que proponemos es reducir la bonificación fiscal que actualmente
tiene el diésel, pasando el tipo estatal general del gasóleo a 34,5 céntimos por litro, un importe que sigue siendo inferior a los 40,07 céntimos por litro que actualmente tiene la gasolina. Se trata de una medida de carácter medioambiental que no
tiene afán recaudatorio y que utiliza la fiscalidad como vector, como instrumento para reorientar nuestro modelo productivo y para disuadir conductas agresivas con el medio ambiente por parte de los ciudadanos. Un aspecto muy importante que quiero
señalar también, señorías, es que se mantiene sin cambios la tributación sobre el gasóleo de uso profesional y también sobre el gasóleo bonificado.


Actualizamos también, señorías, en este proyecto de presupuestos el impuesto sobre primas de seguros. Quiero decirles que es un impuesto que tiene un tipo que no se toca desde el año 1998. El gravamen ha pasado del 6 al 8 % y es muy
inferior al que tiene Alemania, un 19 %, al que tienen Reino Unido o Italia.


Señorías, el impacto global de todos estos ajustes presupuestarios -que, como acabo de desgranar, claramente persiguen la progresividad o conductas disuasorias respecto al medio ambiente o a hábitos poco saludables- asciende a 1862 millones
de euros; se trata de medidas equilibradas que, como digo, se acomodan a las recomendaciones de los organismos internacionales.


Hay otras medidas con impacto en el proyecto de presupuestos, me refiero, por ejemplo, al impuesto digital y al impuesto sobre transacciones financieras, dos figuras que recientemente fueron aprobadas



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por esta Cámara. Y también quiero decirles que en sus correspondientes leyes y en trámite se encuentra el impuesto de los envases de plástico no reutilizables y el impuesto estatal sobre residuos. Estas medidas, junto con la ley contra el
fraude fiscal, que ya está en esta Cámara, van a suponer un aumento de los ingresos de 4223 millones para 2021, contribuyendo de esta manera a financiar el Estado del bienestar.


Señorías, ya sabemos que los grupos de la oposición van a tirar de hipérboles y hablarán -han hablado ya- de hachazo o de infierno fiscal. Sin embargo, la realidad es que, cuando se aprueben estos presupuestos, nuestro sistema fiscal va a
ser más progresivo, más justo, más moderno, más ecologista y, sobre todo, más acorde con los estándares europeos. Será un sistema fiscal mejor preparado, aunque no del todo, para acompañar a los retos y a los desafíos que tenemos por delante como
sociedad y que afectan a la vida cotidiana y directa del conjunto de los ciudadanos.


Señorías, ahora voy a pasar a hablarles de la política de gastos, algo que algunos grupos no han comentado a lo largo de este proceso previo al debate que nos trae hoy a esta Cámara. Me sería imposible hacer un repaso material sobre todas
las políticas, pero intentaré ceñirme a aquellos aspectos que entiendo que son más relevantes y de los que disponen de toda la información en la documentación que tienen. Son unas cuentas públicas expansivas, que cuentan con el mayor gasto social
del conjunto de nuestra historia. De hecho, incluyen los mayores recursos que han existido para la salud pública, la dependencia, las pensiones, las becas, el estudio o la lucha contra la pobreza infantil. Nunca antes habíamos incorporado tal
volumen de recursos al desarrollo de las políticas que son las señas de identidad de la igualdad de oportunidades.


El gasto social se eleva a 239 765 millones, representando un 53,7 % del total del presupuesto; un presupuesto, por tanto, de marcado carácter social. Sube un 10 % más que el año anterior, incluyendo los 8908 millones de fondos europeos.
Sin esos fondos -para que vean ustedes el esfuerzo del presupuesto ordinario- el gasto social hubiera crecido a un ritmo del 6 % y esto es porque todo lo que tiene que ver con las garantías sociales se encuentra en el ADN de este Ejecutivo. Por
tanto, señorías, vamos a destinar un volumen muy importante de recursos para hacer posibles estas políticas. Y, frente a quienes argumentan que este gasto social es despilfarro, miren lo que dicen todos los organismos internacionales -el Fondo
Monetario, la OCDE o la Unión Europea-, dicen que es el momento de invertir y de gastar bien para impulsar la economía y no repetir el error de la crisis financiera. Por tanto, son unos presupuestos equilibrados. Las actuaciones de carácter
económico también suben un 67 %, incorporando 17 200 millones de euros, la parte nacional crece el 8,9 %, por lo que el peso de estas actuaciones sobre el total se eleva a un 12 %.


Paso ahora a desgranar las principales actuaciones, empezando por la sanidad, como es lógico, que es una de las grandes prioridades de estas cuentas públicas, porque es urgente y necesario seguir reforzando la capacidad de nuestro sistema
sanitario ante esta pandemia. Tenemos que mejorar la posibilidad de respuesta, tanto preventiva como asistencial. Y para quienes no tuvieran claro, señorías, que hay que blindar la sanidad pública, espero que durante esta pandemia al menos esto lo
hayan aprendido. Por ello, la política sanitaria sube el año que viene un 75,3 %, si tenemos en cuenta los fondos europeos. En total, vamos a contar con 7330 millones de euros, y con ello el Ministerio de Sanidad multiplica por diez su
presupuesto. Fortalece la salud pública: 1000 millones para vacunas o 5 millones para el nuevo organismo de sanidad pública, que es un compromiso de la Comisión de reconstrucción. Vamos a reforzar la atención primaria con 1088 millones. Vamos a
activar un plan de renovación tecnológica con 400 millones para hacer una apuesta por la modernización, por la innovación en nuestro sistema sanitario, y también por la transformación digital, con más de 295 millones. Muy importante también es la
partida para que otras enfermedades sigan teniendo una respuesta adecuada; me estoy refiriendo al cáncer, la salud mental o las enfermedades raras. Igualmente, ampliamos la salud bucodental y la exención del copago farmacéutico, que va a
beneficiar a seis millones de personas. Verán ustedes que es una política sanitaria que se verá revitalizada en un momento en el que los ciudadanos tienen que saber que para este Ejecutivo lo principal, lo prioritario es combatir la pandemia,
frenar el contagio del virus y, a partir de ahí, recuperar nuestra economía. (Aplausos).


Las políticas de servicios sociales, de promoción social, se incrementan un 70 %; suben 2147 millones, hasta llegar a los 5200 millones, una cifra que tampoco tiene comparativa en nuestra historia. El objetivo no es solo dar cobertura a
colectivos vulnerables y protegerlos mejor ante la crisis, sino también que el Estado del bienestar contribuya a la recuperación económica a través de la economía de cuidado. En concreto, la dependencia recibe la mayor financiación de su historia,
sube un 34,4 %, 602 millones más



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para mejorar las cuantías en el nivel mínimo y en el nivel acordado. Esta dotación de dependencia va a beneficiar a más de un millón de personas. (Aplausos).


La prevención de la pobreza infantil aumenta un 59 %, para que 1 140 000 niños y niñas puedan crecer en condiciones más justas. A esto hay que sumar los 3000 millones del ingreso mínimo vital, llegando a 850 000 hogares; la lucha contra la
violencia de género, que incorpora 180 millones en cumplimiento del pacto de Estado, o la puesta en marcha del Plan Corresponsables, con 200 millones, para ofrecer soluciones de conciliación a familias con menores de catorce años, y otros 300
millones permitirán igualar los permisos de maternidad y paternidad, intransferibles y remunerados al cien por cien para que nunca más el hecho de estar embarazada o tener un niño tenga consecuencias en nuestro itinerario profesional. (Aplausos).


Por su parte, la política educativa sube un 70 %, alcanzando los 4893 millones. Como verán, es la regla del 70 %: 70 % para sanidad, 70 % para servicios sociales y 70 % para política educativa. De hecho, cuatro de cada diez euros van a
garantizar la equidad a través de las becas; 2090 millones en becas, señorías, para que ningún estudiante, por razones de renta, se pueda quedar atrás. Vamos a ampliar con 200 millones la educación de 0 a 3 años, clave en el desarrollo temprano,
por tanto, en el éxito del talento y también en la conciliación familiar y laboral. Vamos a hacer un plan de choque para la formación profesional dotado con 370 millones de euros. Vamos a prevenir el abandono escolar con la asignación de una
cuantía de 78 millones. Vamos a digitalizar nuestros centros educativos, la capacitación del profesorado o la reducción de la brecha digital con una partida muy importante, 996 millones, dirigidos a lo que es importante para nuestro Ejecutivo: el
desarrollo de toda la capacidad del potencial de nuestros niños y niñas. De hecho, en el ámbito universitario habrá más de 200 millones para proyectos de modernización y digitalización. Por tanto, talento y apuesta por la movilidad internacional.


Por otro lado, vamos a revalorizar el salario de dos millones y medio de empleados públicos, cuya contribución ha sido y sigue siendo esencial en estos meses tan duros. Igualmente, garantizamos a casi 10 millones de pensionistas que van a
mantener su poder adquisitivo. Las pensiones contributivas y no contributivas experimentarán en 2021 un incremento, señorías, como comprometimos, del 0,9 % y del 1,8 %, respectivamente. (Aplausos). Creo que todos somos conscientes del esfuerzo
importante que estamos haciendo como Gobierno para la sostenibilidad de la Seguridad Social, estamos asumiendo los denominados gastos impropios y también una parte correspondiente al déficit. Por eso, quiero valorar de forma muy positiva los
avances en el Pacto de Toledo, que tienen que culminar con la votación de las recomendaciones en el Pleno. El Iprem, el indicador de referencia para recibir ayuda, sube un 5 %, el mayor incremento desde su creación.


Asimismo, las políticas de fomento del empleo suben un 29,5 %. Van a disponer de 7405 millones -casi 1700 millones añadidos a los que tenía el presupuesto base-, aunque, si no tenemos en cuenta estos fondos europeos, incluso subiría el 8,6
%. La mayor parte de estos recursos son incentivos a la contratación, sobre todo para colectivos con dificultad en el acceso al empleo. Estimamos que 650 000 personas se van a beneficiar de estas bonificaciones. También parte de estos recursos
-910 millones- se destinan para oportunidades de empleo a personas con discapacidad o 107 millones para programas de fomento del empleo en regiones que tienen una alta tasa de paro estructural, como Andalucía, Extremadura o Canarias. La formación
profesional para el empleo va a contar con 2771 millones entre los que quiero destacar más de 600 para un plan de choque por el empleo juvenil. Este plan, con una vigencia de tres años, quiere reducir la tasa de paro juvenil hasta el 23,5 %. Junto
con todo ello, señorías, creo que ponemos de manifiesto que la protección de las personas desempleadas ha sido y es una de las prioridades que ha tenido este Gobierno. De hecho, en los presupuestos la política de desempleo sube un 20 %, alcanzando
los 25 000 millones y quiero decir que es una partida que nos va a permitir un vaso comunicante con la dotación de los ERTE, de manera que podamos -en función de cómo evolucione la pandemia sanitaria- seguir protegiendo a aquellos colectivos que
están más castigados por esta crisis o aquellos sectores que todavía no se han podido recuperar debido a la restricción de la movilidad.


La política que sube más en el conjunto del presupuesto, un 368 %, es la política de vivienda, es la que recibe una importante cantidad de fondos europeos, en concreto 1651 millones. La rehabilitación de vivienda, la mejora de la eficiencia
energética, tiene que ser uno de los vectores prioritarios para la recuperación económica. Aun así, la política de vivienda sube un 25 % en la aportación nacional excluyendo esos fondos europeos y, fundamentalmente, lo hace para favorecer el
alquiler asequible -sobre todo, de los jóvenes- con especial atención también a las personas que pudieran ser objeto de desahucio. Así, el



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plan para aumentar en 20 000 la vivienda en alquiler a precio asequible se dota con 100 millones y se destinan 351 a subvenciones a planes de vivienda que mejorarán estas condiciones de ayuda al alquiler.


La partida de Cultura sube un 25 %, con el objetivo básico de minimizar el impacto de la pandemia en este sector, fomentar -cómo no- una oferta cultural de calidad y el impulso de la internacionalización de la cultura española. Y señorías,
este Ejecutivo quiere trasladar con absoluta claridad que la cultura es imprescindible para contribuir al crecimiento de nuestro país; no solo al crecimiento social, también al crecimiento económico, pero, sobre todo, es imprescindible para la
igualdad de oportunidades entre las distintas personas. (Aplausos). Por eso, la política de Cultura es especialmente cuidada en la parte del presupuesto ordinario y, por tanto, quiero poner en valor que va a ir dirigida a todos los sectores que
componen este ministerio, donde saben hay distintas sensibilidades, distintas expresiones que se van a poder beneficiar y van a poder proteger su volumen de actividad hasta que pase esta pandemia y podamos volver con absoluta normalidad a los
espectáculos públicos maravillosos que ofrece la cultura española.


Las políticas de industria y energía, claves para la transformación del modelo económico, van a contar con 11 166 millones, el doble prácticamente de lo que teníamos gracias a la aportación de los fondos europeos. También 665 millones para
el programa de reconversión y reindustrialización. Reforzamos la ayuda a la industria de la automoción, 250 millones del Plan Renove, recuerden, un plan que se presentó previamente a la presentación de estas cuentas públicas e incentivos regionales
a la localización industrial para generar cohesión territorial o políticas energéticas, que tendrá cerca de 6300 millones para profundizar en fuentes renovables y sostenibles. Aquí también enmarcamos 109 millones del bono social térmico para que
ninguna persona se quede sin protección ante las temperaturas, por ejemplo, de este próximo invierno.


Otro ámbito estratégico en el presupuesto es investigación, desarrollo, innovación y digitalización. Diría que es una política imprescindible también para impulsar el crecimiento económico, pero, sobre todo, la inclusividad, la
competitividad y la productividad. En concreto, sube un 80 % la política I+D+i hasta alcanzar los 11 483 millones, excluyendo la I+D+i militar. Es decir, solo la civil sube un 80 %. Se incorporan importantes partidas de los fondos europeos, e
intentamos aportar la financiación más importante de la historia de la democracia para la ciencia y para la innovación y también seguir incrementando la seguridad, un marco estable para nuestros investigadores, para la carrera profesional de
nuestros investigadores, en definitiva, para que la investigación no sea una tarea de héroes, sino realmente que sea una vocación que pueda desarrollar todo niño o niña que tenga talento, perseverancia y que, sobre todo, quiera apostar por el
futuro. De hecho, las cuentas permiten incrementar los recursos para los organismos públicos de investigación, avanzar en esa estabilización de la carrera científica, pero también apoyar proyectos empresariales que puedan resultar de vanguardia.


Respecto a la digitalización, prácticamente atraviesa todas las políticas en transversal por lo que se pretende dar un paso de gigante en las administraciones públicas para que, a su vez, haga de tractor para el tejido productivo y el
conjunto de la sociedad. Gracias a estos presupuestos se consignan 1793 millones en el programa de innovación tecnológica de las telecomunicaciones y 336 millones en el programa de investigación y desarrollo de la sociedad de la información. Creo
que no hace falta profundizar, señorías, en que tenemos que acelerar el desarrollo de la llamada economía del dato, clave para gestionar el conocimiento dentro de las administraciones públicas y para poder hacer una mejor planificación de los
recursos. Por tanto, necesitamos incrementar esta competencia y lo seguiremos haciendo.


Por otro lado, la política de comercio, turismo y pyme sube un 150 %, hasta alcanzar los 2230 millones de euros. Es una apuesta clara, el comercio y las pymes tienen que acelerar su transformación digital, tienen que avanzar en transición
ecológica, asegurar un mercado de trabajo eficiente e inclusivo y hacer frente también al reto demográfico, como decía, clave en todas las políticas de estímulo a la economía.


Los autónomos tienen una partida específica, son un colectivo prioritario dentro de estas cuentas públicas, como lo demuestra la prestación por el cese de actividad, que ya aprobamos y que ha beneficiado a un millón y medio de autónomos y
que también, señorías, tanto la prórroga de la estimación por módulo como las diferentes políticas que se desarrollan en el presupuesto, sin duda, tienen una especial mirada dirigida hacia ese colectivo.


Termino, señorías, este capítulo de gasto trasladando que la gran apuesta inversora de estos presupuestos está en las infraestructuras y en los ecosistemas resilientes, que se dotan con 11 527 millones, lo que representa un 115 % más que en
presupuestos anteriores. Por tanto, señorías, va a haber inversión muy importante en nuestro país y lo que pretendemos es que sirvan para la cohesión social y



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territorial, que dinamicen, como decía, determinados sectores de nuestra economía y que preserven la sostenibilidad medioambiental. El conjunto de las inversiones en infraestructuras va a ascender a 10 025 millones entre las que destaco:
corredores ferroviarios de conexión europea, una infraestructura muy esperada e imprescindible para vertebrar nuestro país y para la competitividad de nuestro modelo productivo, corredores con un importe superior a 2800 millones ya en estos
presupuestos; red de cercanías con 1800 millones; puertos con 1000 millones; aeropuertos y seguridad aérea con otros 1051 millones o 673 millones para inversiones hidrológicas o 1273 millones para que las comunidades autónomas ejecuten
infraestructuras en el ámbito de sus competencias.


Me dejo, señorías, muchas actuaciones en el tintero. Solamente haré un apunte rápido. Memoria democrática, tan necesaria en estos tiempos, va a recibir 11 millones. Agricultura, pesca y alimentación crece un 10 % para apoyar a este sector
esencial en la crisis. Justicia, un 7,6 % para impulsar el acceso a la carrera judicial y fiscal. Defensa incrementa su dotación en un 5 %, con 900 millones para la igualdad efectiva en nuestro Ejército. Seguridad ciudadana e Instituciones
Penitenciarias sube un 3,5 %. Y el programa de cooperación al desarrollo crece un 20 %. Quería señalar este último programa, señorías, porque la sociedad española no es endogámica, no se mira solo a sí misma, sino también al exterior, a aquellos
que son más vulnerables y el presupuesto para la cooperación al desarrollo en estas cuentas públicas también tiene un crecimiento ni más ni menos que de un 20 %. (Aplausos).


En el apartado territorial, las transferencias con las que va a contar nuestro sistema autonómico van a alcanzar una financiación récord, 146 008 millones de euros, una cifra muy elocuente de lo que el Gobierno entiende como modelo
autonómico y el papel esencial que otorga a las comunidades en la reconstrucción del país. Igual ocurre con los municipios, que también se benefician -en concreto, una partida de 1483 millones para, entre otras cosas, mejorar el transporte urbano,
metropolitano, de las grandes ciudades-, así como las corporaciones locales, que dispondrán de recursos para ayudar al conjunto de sus vecinos. Sin duda, señorías, son partidas importantes, pero la más relevante viene de la mano de la suspensión de
las reglas fiscales, que permitirá a los ayuntamientos gastar sus remanentes -asciende a 15 000 millones de euros-, haciendo realidad una reivindicación histórica del municipalismo de nuestro país.


Concluyo, señorías. Espero haber transmitido las oportunidades de progreso que estos presupuestos representan para nuestros niños, para nuestras niñas, para los jóvenes, para los mayores, para los autónomos, para las mujeres y para las
pymes. En estos presupuestos todo el mundo se puede mirar, todos pueden verse reflejados en alguna partida o en alguna iniciativa. Son unas cuentas extraordinarias. El contexto en el que nacen, los objetivos que persiguen, las cuantías que
contienen, todo es extraordinario. Es urgente que nuestro país pueda contar con estas nuevas cuentas que le permitan levantarse de este golpe que hemos recibido, ponerse de pie y coger el impulso necesario. Señorías, la pandemia nos ha enseñado
que somos más vulnerables de lo que pensábamos, pero también que somos un pueblo que, cuando nos proponemos un objetivo común, lo conseguimos desde la unidad. Señorías, el desacuerdo es sano en democracia, permite el contraste de ideas, siempre
necesario. Ojalá que ese desacuerdo que profesamos sea el origen del consenso que necesitamos hoy, ahora. Nunca hemos tenido esta necesidad tan imperiosa por nuestro presente inmediato, pero también por nuestro futuro como país.


Me despido, señorías, con las palabras que pronunció el doctor José Eugenio Guerrero al recoger el Premio Princesa de Asturias de la Concordia, concedido este año a los profesionales sanitarios. Dijo: 'Hubo desaliento, cansancio infinito,
lágrimas, miedo, pero siempre volvimos a levantarnos porque rendirse no era una opción'. Señorías, nuestros profesionales sanitarios no se rinden, los españoles y españolas no se rinden. Apoyémoslos, estemos a la altura de lo que necesita este
país: un proyecto de presupuestos. Apoyen estas cuentas públicas para que la política también aporte su granito de arena para que seamos capaces de recuperarnos lo antes posible, pero, sobre todo, sin dejar a nadie atrás.


Muchas gracias. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista, del Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común y de los miembros del Gobierno, puestos en
pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señora ministra.


Se suspende la sesión hasta las quince horas. Muchas gracias.


Se suspende la sesión a la una y veinte minutos de la tarde.



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Se reanuda la sesión a las tres de la tarde.


La señora PRESIDENTA: Buenas tardes, señorías. Se reanuda la sesión.


Pasamos al debate de las enmiendas a la totalidad presentadas al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2021. Se han presentado siete enmiendas a la totalidad de devolución al proyecto de ley de Presupuestos
Generales del Estado para el año 2021. Para la defensa de las enmiendas presentadas por sus grupos, por el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, tiene la palabra el señor Casado Blanco. (Aplausos).


El señor CASADO BLANCO Gracias, señora presidenta.


Quiero empezar esta intervención en el debate de totalidad de los Presupuestos Generales del Estado recordando a las más de 400 víctimas del coronavirus en el día de ayer. Fíjense en la dimensión, más de los que cabemos en este hemiciclo, y
en la suma no reconocida por el Gobierno de ya más de 70 000 fallecidos por el COVID, casi tanta población como mi ciudad natal. Este es un terrible drama y la verdad es que no entendemos, señor Sánchez, por qué usted no se pone al frente de la
gestión de esta segunda oleada que, por desgracia, ya pone otra vez a España a la cabeza del índice de contagios y también de mortalidad. No entendemos por qué sigue parapetado en las comunidades autónomas y, además, no entendemos cómo no ha dado
explicaciones todavía por el estado de alarma de seis meses, aunque tampoco compareció para defenderlo aquí en la Cámara hace unos días. Tiene que recordar las palabras de Jefferson -ahora que estamos con la agenda americana- de que el precio de la
libertad es su perpetua vigilancia. Para ello están los Parlamentos y en las democracias parlamentarias se comparece en las Cortes, no en homilías dominicales improvisadas en los medios de comunicación. Por eso, le agradezco que al menos esté aquí
para defender el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado en una tramitación a uña de caballo, saltándose todos los plazos que habitualmente se han seguido en los cuarenta años de democracia. Además, hay que tener en cuenta que el pilar
del parlamentarismo ya desde 1188 en las primeras Cortes del mundo, en León, es la defensa de esta agenda presupuestaria y que el artículo 134 de la Constitución exige al Gobierno presentarla tres meses antes de que acabe el año, cosa que usted
también ha incumplido. Por eso, me gustaría hacer tres reflexiones en este debate. La primera es que esto coincide con el primer aniversario desde las últimas elecciones generales y, por tanto, qué contexto político rodea a la presentación de
estas cuentas públicas; la segunda será sobre qué contienen esas cuentas públicas, y la tercera será en qué contexto de futuro podemos movernos como principal partido de la oposición y principal fuerza en el contexto europeo.


En primer lugar, el balance que usted ha tenido en este último año es de una triple crisis: crisis institucional, crisis sanitaria y crisis social y económica. Es verdad que no era la primera vez que intentaba el Gobierno con sus actuales
aliados de coalición; lo intentó en el año 2016, y por eso le echaron de su partido; lo intentó en el año 2018 en la moción de censura, y lo consiguió a medias; lo intentó en abril de 2019, y se descabalgó ya en el cuarto ministerio con Iglesias;
y lo consumó apenas unas horas después de las elecciones en el famoso pacto del abrazo sin llamar a nadie y citando a la oposición ya un mes después. Ese 'Gobierno Frankenstein' del que hablaba el fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba y que más
recientemente Felipe González ha llamado 'el camarote de los hermanos Marx' puso tierra de por medio a todas sus promesas electorales. Sí, hace ahora un año yo recuerdo estar debatiendo con usted en la televisión y usted se comprometía a que jamás
pactaría con un partido que le quitaba el sueño y que Iglesias no estaría nunca en su Gobierno. -Bueno, ahí lo tiene, en el banco azul-. También dijo que le ofendía que le preguntaran si iban a pactar con Bildu, y hoy mismo Iglesias ha dicho que
la política es el arte de lo que no se ve, cuando le han preguntado qué le han dado a Bildu para que apoye estos presupuestos. También decía que no solo no iba a pactar con Esquerra Republicana y con Junts per Catalunya, sino que iba a legislar
para tipificar de nuevo el referéndum ilegal, y ahora mismo también trae aquí unas cuentas acordadas con Esquerra Republicana de Cataluña. Por tanto, señora Montero, decir que estos son unos presupuestos de país cuando traen el sello de Bildu, de
Esquerra Republicana y del partido más radical que forma parte de un Gobierno de la Unión Europea, como es Podemos, creo que no es la mejor definición. (Aplausos).


Usted dijo que iba a venir a regenerar la vida pública, a favorecer la decencia en la vida pública, pero tuvo que prescindir de dos ministros apenas en el primer mes y ahora tiene el caso Dina, el caso Doñana, con las mariscadas y sus
amigos, el caso Delgado o el caso Neurona, que a lo mejor luego el señor Echenique nos puede dar más información al respecto. Y tiene varios ministros envueltos en casos por eludir impuestos, cosa que la señora Montero se ha olvidado de recordar
cuando hablaba de la lucha



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contra el fraude fiscal, pues creo que aquí, en la bancada azul del Gobierno, nos pueden dar un curso acelerado. (Aplausos). Por tanto, pedimos que nos explique qué es lo que se ha pactado, y lo digo además un día en el que los asesinos de
Ascensión y Alberto Jiménez-Becerril han sido acercados a cárceles cercanas al País Vasco. Por respeto a su hermana, que está en esta Cámara, y por respeto a la democracia española, debería usted explicar qué ha pactado con Bildu.


Pero también ha habido una crisis institucional, y esa crisis de la que hemos venido hablando ha convertido a su Gobierno en la propia alarma del Estado, ha hecho que se puedan ocupar el Consejo de Seguridad Nuclear, la CNMC, que pueda meter
a su vicepresidente en el CNI, que tenga al servicio al CIS y a Radiotelevisión Española, que haya nombrado la semana pasada a dos consejeros permanentes del Consejo de Estado sin ningún acuerdo con la oposición -primera vez que ocurre en democracia
y no se ha oído mucho-, ha hecho que pueda depurar toda la cúpula de la Guardia Civil en pleno estado de la alarma, o, por ejemplo, que planteen una ley de la patada en la puerta para el fisco; ya no podremos saber si es el lechero el que llama a
las cinco de la mañana, y a lo mejor es gente de la Agencia Tributaria de la señora Montero. Ha intentado tomar al asalto la independencia judicial, si no lo hubiéramos parado, en Europa, y ha intentado plantear un ministerio de la verdad para
controlar lo que pasa en las redes sociales y la crítica legítima que hacen los medios de comunicación que no están a su servicio. Y también ha habido en esta crisis institucional una crisis frente al revisionismo histórico, poniendo en duda el
legado de la transición, el papel de la monarquía parlamentaria y la propia Constitución e incluso los consensos internacionales, como hemos visto esta semana con ese estrambótico viaje del señor Iglesias a Bolivia con una agenda paralela a la del
jefe del Estado. Al final, el balance de esta crisis es un erial, señor Sánchez.


Sin embargo, también ha habido una crisis sanitaria, una crisis que hasta hoy el CIS de Tezanos dice que ha dejado en muy mal lugar a su Gobierno para un 60 % de españoles. Una crisis que se ha caracterizado por mentiras; mentiras al
ocultar las alertas cuando nos iba la vida en ello para ir a las manifestaciones; mentiras para un comité de expertos que no existía y sigue sin existir; mentiras para esos timos y gangas, que decía la señora González Laya, de mascarillas y test
fraudulentos; mentiras cuando hasta hace unas horas decían que las mascarillas no podían tener el IVA reducido porque estarían prevaricando y, sin embargo, se lo guardan para un corte de telediario en los Presupuestos Generales del Estado seis
meses después de que la Unión Europea lo permitiera. (Aplausos).


El segundo rasgo en esta crisis sanitaria ha sido la incompetencia; incompetencia para proteger a nuestros héroes de batas blancas y máscaras verdes, que en su caso tuvieron que acudir a bolsas de basura y a gafas de bucear; incompetencia
para evitar los contagios, con la vicepresidenta diciendo que era por la latitud en la que estábamos, la línea recta entre Nueva York y Pekín, o porque nos abrazábamos mucho y porque había población muy mayor, pero el caso es que no lo consiguieron
hacer ni con aplicaciones informáticas ni con ningún tipo de plano de contactos y de sus contagios, como se ha hecho en Alemania, en Japón o en Corea; e incompetencia a la hora incluso de contar a los fallecidos, que a día de hoy siguen ustedes sin
reconocer, y que tampoco han permitido que se investigue, como en países como Francia e Italia, donde su presidente ha comparecido ante la justicia, y aquí tienen la fiscalía, que ya sabemos de quién depende, para evitar que eso ocurra. También ha
habido mucha arrogancia. Arrogancia en la propaganda del 'salimos más fuertes'; en declarar vencida a la pandemia y derrotado al virus, allá por el 4 de julio; igualmente, para irse de vacaciones y parapetarse en otras administraciones públicas,
cuando la ley le mandata asumir el mando; y también al no querer ni venir ni que se vote ese estado de alarma, bajo capa y manto de armiño, ni que se comparezca cada dos meses.


De ahí pasamos a la crisis social, a ese balance de triple crisis de este año. Es una crisis social que me recuerda, ahora que se ha encontrado al asesino de Olof Palme, esa frase que se le atribuye -creo que se lo comenté en alguna
ocasión-. En una tertulia, hace ya muchos años, con su homólogo portugués, este le dijo, después de la Revolución de los Claveles, que estaba muy contento porque en Portugal iban a acabar con todos los ricos, a lo que Palmer contestó que lo que
ellos querían era acabar con la pobreza, con los pobres. -Un socialdemócrata-. Parece que en esa crisis social, en esa especie de no dejar a nadie atrás, ustedes lo que quieren es acabar con todo lo que crea riqueza, lo que crea empleo, lo que
atrae inversión y, por tanto, lo que genera oportunidades y crecimiento económico. Esto se ha visto en la Comisión de Reconstrucción, que era una trampa saducea, en la que ustedes no creían, y por eso no han cumplido ninguna de las conclusiones.
Por eso, usted tuvo que confesar en Italia que jamás se planteó pactar con el Partido Popular, porque si no desaparecería, como el Pasok. Ya se lo he dicho: ojo, a lo mejor le pasa como a Tsipras y a Varoufakis. Sin embargo, nosotros planteamos
nuestro apoyo para tres



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prórrogas del estado de alarma y para siete decretos económicos. También dijimos que no estábamos de acuerdo con ese mantra de que no iban a dejar a nadie atrás, porque lo han hecho. Lo han hecho en la educación, con una contrarreforma
educativa, con una carga ideológica, frente a la libertad y frente a la lengua común de los españoles. Lo han hecho con la vivienda, al defender la fijación de precios frente a la propiedad privada y avalando la ocupación ilegal. Lo han hecho
también con las residencias de ancianos, sin hacer absolutamente nada, teniendo las competencias la Vicepresidencia Social. Lo han hecho en la ingeniería social de las leyes morales, que hasta conocidas activistas feministas de la izquierda están
reprochando a sus socios de Gobierno. Lo han hecho también con las pensiones, ya que ha tenido que venir el Partido Popular, cuando sus socios se levantaron del Pacto de Toledo, a pactarlas, incluso cuando ustedes no habían puesto muchas
facilidades para ello. Y también lo han hecho con el famoso escudo social. Nosotros le dijimos que el escudo social era el empleo, pero de eso no han hablado. No han hablado de que hay casi de 4 millones de parados en España ni de que hay ya 1
millón de familias con todos sus miembros en paro o 1,8 millones de familias que tienen que acudir ya al banco de alimentos. No han hablado de que el ingreso mínimo vital solo llegó a un 13 % de los que lo han solicitado. Tampoco están hablando de
que el desempleo afecta en gran medida a los jóvenes y a las mujeres. Sabe que hay dos formas para que todo mundo avance, para que no se quede nadie atrás, porque todos podemos tener políticas de Estado que nos permitan ayudarlos a salir adelante.
Sin embargo, ustedes siguen planteando la dicotomía entre salud y economía, que es como entre respirar y comer, y no se dan cuenta de que el tejido productivo en España no puede soportarlo más. Esto no es cuestión de encender o apagar, es cuestión
de tener una política estable a medio plazo para crear empleo y oportunidades.


Decía la señora Montero que estos presupuestos son el fin de la austeridad, pero se equivoca. Estos presupuestos, como pasó en 2009, con los últimos presupuestos que planteó el señor Solbes, son el inicio de la austeridad, porque son unas
cuentas casi calcadas a lo que pasó hace diez años. Es lo que ha pasado incluso con la posición en los gastos, en los ingresos y en lo que pasó unos meses después al tener que aplicar unos recortes que, ahora mismo, son absolutamente inéditos en la
historia democrática. Hay una simetría entre la falta de coraje para asumir el liderazgo frente la crisis sanitaria, ya que usted se ha parapetado en las comunidades autónomas, y la falta de coraje para crear empleo, ya que usted ha delegado
directamente en los rescates y en las ayudas de la Unión Europea. ¿Para qué está usted, entonces, señor Sánchez?


No obstante, pasemos ya al contenido de los presupuestos generales. ¿Por qué los presenta con sus socios? Le recuerdo que en tres ocasiones que nos hemos visto usted no ha tenido ningún interés en saber cuáles eran las cuestiones que
planteaba el Partido Popular. En noviembre, nosotros le dijimos que podía no depender de Podemos si llegaba a una alianza con los partidos no radicales de esta Cámara. -Por supuesto, como le dicho, se abrazó a él en treinta horas-. En febrero, le
puse solo dos condiciones para hablar de las cuentas públicas, que eran no nombrar como fiscal general a una diputada socialista ni seguir con la mesa de independencia con el señor Torra. No hizo ni caso. Y, en septiembre, donde -como usted muy
bien sabe- en su despacho le planteé que tuviéramos una acción conjunta en materia de reconstrucción europea en tres cuestiones fundamentales -que luego le comentaré- y que usted tampoco hizo ningún caso. Al final, nos hemos enterado por la prensa.
Ese es el afán que tenía usted para presentar el contenido de los presupuestos.


A esta enmienda a la totalidad que nosotros presentamos se han unido, en la última semana, otra enmienda de totalidad de la AIReF, del Banco de España y de las instituciones comunitarias. Esto podría ser una oportunidad para dar un mensaje
de reformismo y de plan de estabilidad y de crecimiento. Sin embargo, han preferido el clientelismo demagógico y el electoralismo a costa de nuestros nietos, que pagaran la deuda -como decía una de sus ministras-, y a costa de la Unión Europea. En
definitiva, una insolvencia económica a la altura de la insolvencia sanitaria.


¿Qué antecedentes tenía, señora Montero, que usted ha dicho esta mañana? No pensaba entrar en ello, pero, claro, los antecedentes en materia económica de su partido no son muy halagüeños. Esta es la tercera vez que el Partido Socialista,
en veinticinco años, deja una crisis brutal en España, por distintos motivos, sí, pero con la asimetría de que no ha afectado esta crisis sanitaria igual a todos los países. Para que se haga una idea, tanto en 1993 como en 2009, como, ahora, en
2020, son los trimestres que históricamente más ha caído el PIB. Y le tengo que decir que cuando usted decía que el Partido Socialista siempre ha velado por la política social, se olvida de lo que su jefe de filas votó en el plan de rescate del
señor Zapatero (aplausos); sí, un 35 % de deuda se encontró; la dejo en un 70 %. Lo que hizo el señor Zapatero fue incrementar en 35 000 millones de euros los hachazos a la política social; un 80 %, por ejemplo, en materia de natalidad



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o de dependencia; un 8 % menos en sanidad, en educación, en vivienda; un 5 % menos en el sueldo de los funcionarios; un recorte en las pensiones; 200 000 autónomos menos; 200 000 empresas menos; 100 000 personas que tuvieron que acudir
al plan de rescate, después, en esos 100 000 millones de euros que el Partido Popular tuvo que poner; 3,5 millones de parados más, que el Partido Popular tuvo que recuperar en 2,5 millones en las siguientes legislaturas.


En definitiva, ¿de qué presumen ustedes? Ya sabemos dónde van los presupuestos expansivos, a una crisis sin paliativos. Esto es un déjà vu; antes eran brotes verdes y ahora hablamos de la uve asimétrica; antes era la Champions League,
ahora es la gama alta del éxito; antes era el Plan E, ahora estamos con el escudo social. Pero, al final, nosotros sí que podemos vender lo que hacíamos, incluso en los peores momentos, cuando subimos las pensiones hasta un 7 % las de viudedad y
un 3 % las mínimas; o lo que hicimos, por ejemplo, en sanidad, al subir un 14 % el presupuesto, cuando no había pandemia; o, por ejemplo, al crear 100 000 empresas o recuperar el empleo para 200 000 autónomos. En definitiva, justo lo contrario de
lo que ustedes hicieron y de lo que ahora mismo están planteando.


Señor Sánchez, su ministra decía que hay un Sánchez previo al COVID y que esto es solo culpa de la infección. Bueno, pues no; hemos visto que en los dos años que lleva el señor Sánchez las reformas brillan por su ausencia. Y eso, ¿qué ha
ocasionado? Pues ha ocasionado que el crecimiento se tuviera que corregir antes de la pandemia; ha ocasionado que tuviéramos ya una confianza del consumidor bajando a un 10 % y una matriculación de vehículos bajando a un 7 %; o ha ocasionado que,
mientras Sánchez estaba en el Gobierno antes de la pandemia, hubiera 84 000 parados más, de los cuales la mayoría eran mujeres y jóvenes. Y ¿qué ha pasado después del COVID? Pues bien, algunas de las medidas han sido correctas. Nosotros hemos
apoyado algún decreto, como el de los ERTE o el de los ICO, aunque nos parecía insuficiente y que, probablemente, llegó tarde. Sin embargo, hubo decretos como el 9 y el 10 que fueron tremendamente perniciosos; ese parón económico que se llevó por
delante a 100 000 empresas, a 800 000 empleos y a 3 millones de españoles, que tuvieron que irse a un ERTE.


Y luego vienen sus presupuestos, que ya son papel mojado; unos presupuestos en los que hay las D de siempre del Partido Socialista. Lo primero la depresión; una depresión que -como decía la señora Calviño, que está ejerciendo ya de
doctora Simón económica- no tendría un impacto significativo, sino que sería solo transitorio. Al final, ese impacto ha sido de un 13 % de caída del PIB, según el FMI e incluso, según su Gobierno, de más de un 11 %. No es una cuestión muy
exagerada si le digo que estos presupuestos lo que pretenden es hacer lo imposible, señora Montero. Estos presupuestos pretenden vender una política de gasto, digamos, de un pie del 44 en un zapato del 38, en la previsión de ingresos que son
claramente falsos.


En segundo lugar, tenemos la D del déficit, un déficit que, según decía la señora Montero en un corrillo: Eso se arregla, chiqui, y eso se cuadra -1200 millones- en cualquier sitio. Pero, no, el déficit al final crea un boquete
presupuestario de 350 000 millones de euros, y lo que está haciendo es que un déficit estructural, según ha dicho el Banco de España, nos pueda llevar a diez años de reformas gravísimas para el futuro de nuestras familias. Esa subasta en la que
usted ha entrado para negociar el presupuesto ha sido que todo el mundo pujaba por su partida y que usted ha entregado en señal los fondos comunitarios, porque todos saben que usted siempre da más.


Y llegamos a la deuda. La señora Calviño decía que es una deuda que tendremos que pagar todos, incluidos nuestros hijos y nuestros nietos; una deuda que nos puede llevar a que cada español tengamos entre nuestra previsión futura 30 000
euros, cada uno, debidos a las arcas públicas, 7000 más desde que el señor Sánchez ocupa la Presidencia del Gobierno. Intentar combatir un shock de oferta y una crisis de demanda intentando achicar solo con políticas de estímulo ese naufragio es
como hacerlo con un colador, y todos saben -no lo ha dicho usted- que ahora el mayor riesgo es llegar a la tercera crisis, es decir, la financiera o la de deuda.


Y llegamos al desempleo. Aquí está la señora ministra de Trabajo, que presumía de que hay prestaciones de desempleo para 5 millones de parados; buena forma de presumir. Resulta que para estas personas, estos españoles que están en esa
situación, hay un 35 % menos de contratos indefinidos. Hemos visto que aquellos que están en ERTE, todavía 700 000, pueden llegar a pasar a ERE; hemos visto que hay 1 millón de autónomos en el alambre que pueden perder su empleo, y hemos visto
también que no presentan ninguna propuesta más allá que recuperar los 800 000 parados durante esa crisis, y eso que cuentan con los 140 000 millones de euros que le da la Unión Europea. En definitiva, mientras Sánchez está en el Gobierno hay 300
000 mujeres más en paro, 100 000 jóvenes más en paro y, eso sí, hay 100 000



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funcionarios más contratados por las arcas públicas; esa debe ser su economía circular: más déficit y más deuda que al final lo que están haciendo es crear más desempleo y menos futuro para los españoles.


Y llegamos al despilfarro. Es verdad que la vicepresidenta Calvo dice que el dinero público no es de nadie, pero con un 53 % más de gasto en un momento en el que nos está rescatando Europa es como si una familia con una prestación o un
subsidio lo que hace es expandir el gasto un 53 % más. Al final lo que está pasando es que con este gasto también están cubriendo partidas de enchufismo, por ejemplo, un 100 % más en la partida de asesores del señor presidente del Gobierno, o un 32
% más para publicidad y propaganda, o un 10 % más para altos cargos; en definitiva, 777 eventuales a disposición de la maquinaria propagandística de la Moncloa.


Y, por último, la última D es disparar los impuestos, señora Montero. Sánchez decía que jamás -y lo decía categóricamente- iba a subir los impuestos a la clase media trabajadora española. ¿Me puede decir usted quién tiene un coche diésel?
Pues 17 millones de españoles que son de clase media. ¿Me puede decir usted quién tiene una póliza? Pues 18 millones de hogares asegurados o 34 millones de hogares que tienen un vehículo con un seguro. ¿Me puede decir usted quién bebe bebidas
azucaradas, o quién utiliza plásticos de un solo uso, o quién recibe un empleo de aquellos a los que les sube el impuesto sobre sociedades, o el IRPF, o el IVA? ¿O me puede decir quién utiliza los elementos tecnológicos a los que ustedes les
quieren poner una tasa, o quién hace transacciones financieras? Los que tienen empresas que emplean a muchísimos españoles. El resto de países está haciendo, señor Sánchez, justo lo contrario. En eso no entiendo por qué somos también la
excepción.


Voy al último punto clave, que es el futuro de esta política presupuestaria y a dónde nos lleva. Nos lleva a Europa, es verdad, y es verdad que para ese éxito de recibir los fondos europeos tenemos que estar muy satisfechos porque han sido
tres mujeres del PP las que hicieron la negociación, tanto Merkel, como Lagarde, como Von der Leyen; eso se le ha olvidado decirlo, señora Montero. (Aplausos). Estos fondos europeos requieren de responsabilidad, una responsabilidad que puede
evitar que le pase como en la película de Berlanga Bienvenido, Mister Marshall, que los fondos, o parte de ellos, no pasen de largo y, ojo, porque esa responsabilidad también va en contra del criterio ideológico para su utilización, ahora que hemos
celebrado el XXXI aniversario de la caída del muro de Berlín la semana pasada, aunque ya sé que a Iglesias le pareció muy mala noticia; decía que había gente que perdería el miedo si eso pasara -vaya si lo perdió-. Hay que pensar que la Unión
Europea con el Plan Marshall puso en práctica una agenda contra el comunismo, no para patrocinarlo, y en este presupuesto hemos visto que el señor Iglesias alardea de que es un presupuesto a la medida del comunismo y del populismo que ellos
representan. Vamos a analizarlo. El Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, 140 000 millones de euros, que además van a estar condicionados al Estado de derecho, cosa que usted, como le ha dicho la Unión Europea, no lo cumple en todas las
cuestiones y que está además financiando no el gasto corriente. Para poner un ejemplo, le están financiando a una familia a comprar los electrodomésticos, no a pagar la luz. Si ustedes no son capaces de soportar en el presupuesto del gasto
corriente, de nada le vale la inversión que pueden financiar los fondos europeos. Téngalo en cuenta. Luego está la ayuda del BCE, que está financiando en 300 000 millones de euros la deuda soberana de española, este año más de 130 000. El
problema es el efecto manada, si España queda rezagada en la recuperación de los demás países -ojalá con la vacuna todos podamos salir adelante-, el BCE no puede tener políticas de estímulo y de liquidez solo para España. Por tanto, ese país que
quede rezagado puede tener una vulnerabilidad en el spread, en la prima de riesgo muy intensa. Luego están los demás mecanismos -el MEDE, el BEI, el SURE-, en lo que también nos recuerda Europa que no hay que jugar a la Fábula de la cigarra y la
hormiga, no es cuestión de ahora intentar cuadrar los apoyos y las cuentas a martillazos, sino hacer con esas ayudas lo que otros países están planteando: reformas estructurales para creer y para crear empleo a medio largo plazo.


Nosotros, le decía antes, le propusimos tres medidas que en la Unión Europea sí están valorando muy positivamente. La primera, una autoridad independiente, como Grecia, que tiene un premio Nobel al frente; como Francia, que tiene un líder
de la oposición al frente; como Italia, que tenía un empresario prestigioso al frente. Usted lo rechazó. En segundo lugar, un plan nacional de reformas que pudiera recibir el apoyo de esta Cámara parlamentaria, sin embargo, ustedes están
deshaciendo reformas como la educativa y la laboral, que habían funcionado; y, en tercer lugar, el cumplimiento de las recomendaciones específicas, que saben ustedes que hablan de la disparidad en el sistema educativo entre autonomías -qué mal le
va a venir la ley Celaá-; habla también del transporte por mercancías, de la reducción de la deuda pública, del fracaso escolar, de la transición energética, etcétera. En definitiva, de cuestiones que



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nosotros y nuestras autonomías podríamos apoyar, siempre y cuando lo hiciéramos en la línea adecuada. Si ustedes están en un barco que está naufragando, lo lógico es que si piden ayuda a las administraciones para gestionarlo juntos, se
vengan ustedes al barco que ustedes piden; no que nos pidan ir al suyo y que nos podamos hundir todos.


Asimismo, está la cuestión de los planes de competitividad, de los cuales la señora Montero no ha hablado nada. Nosotros propusimos ya en marzo un plan de choque económico con menos impuestos, suprimiendo patrimonio, sucesiones, donaciones,
bajando el de sociedades, haciendo un plan de choque tributario para atraer inversión internacional, planteando una modalidad de contratación bonificada para los afectados por el COVID y una carencia del pago de los ICO y una ampliación de liquidez
de estos. Le planteábamos, en segundo lugar, más flexibilidad laboral manteniendo las reformas, sí, y la cuota cero e ingresos cero de los autónomos también, pero además una segunda oportunidad para aquellos que fracasan intensificando esa ley, y
también ampliando los ERTE más allá de lo que está fijado y planteando leyes de crecimiento empresarial con más flexibilidad para que puedan competir. Proponíamos además menos burocracia, no solo reduciendo el Gobierno -un Gobierno que ahora mismo
tiene casi el doble de carteras de las que tenía el Gobierno del Partido Popular hace apenas dos años-, sino también con una ley de unidad de mercado, que le piden el Banco de España y la Comisión Europea, la posibilidad de que los emprendedores
puedan tener su empresa constituida en apenas cinco días y la derogación de normas por cada una que se apruebe, es decir, seguridad jurídica. Más formación en la FP dual, pero también en el bilingüismo o trilingüismo en las comunidades autónomas
con lengua cooficial. Planteábamos igualmente que hubiera más materia de digitalización y matemáticas, planteábamos evaluación pública y conocimientos, libertad de elección, es decir, lo que se pide en Europa. Por último, mayor competitividad en
la reindustrialización, en la digitalización, en la sostenibilidad, en la internacionalización y en la seguridad jurídica que, como ustedes saben, también cotiza en bolsa.


Esto en materia económica, pero le propusimos -no está aquí el ministro de Sanidad- un plan Cajal en sanidad, del que solo he escuchado esta mañana que van a aceptar la agencia nacional, aunque le llaman instituto, pero nada dicen del marco
jurídico alternativo a la alarma, nada dicen de la medicalización de las residencias de mayores o atención de estas, nada dicen de un plan de investigación y de industria y de stock de material médico, nada dicen de las medidas en favor de los
sanitarios, como el pool nacional, la atención primaria o la apuesta por corredores seguros en los hospitales. Le planteaba también un programa de fortalecimiento democrático -y mire que es lamentable que tengamos que decir esto en pleno siglo XXI
en la Europa occidental- en la educación, como ya les he dicho, garantizando la libertad de elección, la lengua vehicular de todos los españoles y la defensa de la educación especial, que no es mucho pedir, señora ministra. (Aplausos).


En materia de unidad nacional le pedíamos solo que cumpliera con lo que dijo hace un año en campaña electoral, es decir, la prohibición de indultos a condenados por sedición y rebelión, el fin del adoctrinamiento en la escuela y de la
propaganda en los medios de comunicación públicos y la tipificación de referéndum ilegal, como usted prometió en el debate electoral.


En materia de seguridad pedimos que no se siga dando beneficios penitenciarios a los terroristas de ETA, que se haga ya un plan contra la ocupación ilegal de viviendas y que se acote la inmigración ilegal que están sufriendo algunas
comunidades autónomas en las últimas semanas, como por ejemplo las de Canarias, Andalucía u otras.


En materia de justicia no es mucho pedir decir que cumplan los requisitos de la Unión Europea en materia de despolitización de la elección del órgano de gobierno de los jueces y que no haya ningún papel en aquellos partidos que están
atacando las instituciones, incluso al propio Poder Judicial en sus resoluciones.


El último punto son las libertades personales, libertades personales en la libertad de criticar en las redes, o en la libertad de los medios de comunicación en decir lo que hace mal el Gobierno, o en la libertad que tenemos los
parlamentarios para controlar al Gobierno en las Cortes, es decir, en este Parlamento. Ahora que se conmemora el 70.º aniversario de la Declaración Schuman, recuerden lo que decía uno de los fundadores de la Unión Europea, que la libertad solo
asusta cuando se pierde la costumbre de utilizarla. No sé si eso es lo que ustedes están planteando.


Acabo ya, señora presidenta. El Gobierno no ha sido capaz de superar esta crisis, pero los españoles vamos a ser capaces de hacerlo a pesar de este Gobierno. Tenemos que sacar adelante nuestro país sin soluciones demagógicas, que luego las
acabamos pagando muy caras, sino con responsabilidad y con oportunidades. No queremos regalos con nuestro dinero, lo que queremos es una gestión eficaz y honesta,



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pero esa gestión es la única con la que se puede recuperar el empleo. No queremos miedo, sino confianza. No queremos dependencia, sino libertad. No queremos un escudo para escondernos detrás, sino un camino seguro por el que podamos
avanzar todos juntos. Hay luz al final del túnel, claro que sí, y por eso tenemos que dar esperanza a millones de jóvenes y familias que ya no recuerdan los tiempos buenos de España y también dar tranquilidad a la generación de nuestros padres y
abuelos, que se han dejado la piel por nosotros, pero sin hipotecar el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos, como alguna de las vicepresidentas ya está reconociendo que va a pasar. Es verdad que el destino de la nación está en las manos de
cada español, pero el rumbo que tome está en las manos de los diputados que estamos aquí reunidos. Yo le he ofrecido, señor Sánchez, la mía, y hoy la ha vuelto a rechazar y ha vuelto a decidir que su hoja de ruta es pactar con aquellos que quieren
destruir la nación a la que usted supuestamente ha de representar. Hay un conflicto evidente entre su interés y el interés de España. Tenía que elegir hoy también si quería renunciar al centro o a los extremos, si cumplía con Europa o con sus
socios, y hoy ha vuelto a elegir. O hay futuro para España o hay futuro para su Gobierno, y se verá en la votación de estos presupuestos.


No puede cumplir con la agenda económica que le exige Europa a cambio del rescate...


La señora PRESIDENTA: Señor Casado, tendría que terminar, por favor.


El señor CASADO BLANCO: Acabo ya, señora presidenta.


La señora PRESIDENTA: Gracias.


El señor CASADO BLANCO: ... y sin embargo tener una agenda política contra España, que es la que le piden sus socios por su investidura y ahora por sus presupuestos. La Unión Europea no es un espacio neutral, sino que es beligerante con
los comunistas, populistas y nacionalistas con los que usted está gobernando. Nosotros, sin embargo, vamos a representar a la tercera España, la España moderada, sensata y centrista, a la España de la libertad sin ira, de las manos blancas, de los
balcones con banderas, esa España que aplaudía a los héroes sanitarios pero que en cada palmada exigía responsabilidad y eficacia a su Gobierno. No lo consiguieron, pero estoy convencido de que muy pronto, con nosotros y sin este tipo de política
presupuestaria ni de ataque a la sanidad, al empleo y a las libertades, lo conseguirán.


Muchas gracias. (Varios señores diputados: ¡Muy bien!-Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Casado. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Muchas gracias, señora presidenta. Bienvenidos y buenas tardes al conjunto de los diputados.


Señor Casado, no estoy convencida de que usted sepa a qué hemos venido a este debate. (Risas.-Aplausos). Aquí estamos ante un debate de números, de cuentas públicas, de política, de acentos que ponemos en las diferentes partidas para
intentar acometer los grandes retos y los grandes desafíos, y le tengo que decir que le he visto a usted un poco desubicado. Le he visto desubicado, primero, dirigiéndose al señor Sánchez, que no interviene en esta tribuna. (Protestas). Como
siempre, señorías del Partido Popular, cuando no les gusta una expresión no sé por qué cometen ese infantilismo de gritarle a la persona que está hablando. (Aplausos). A mí no me gustan muchas de las que ustedes dicen e intento ser capaz de
digerirlas privadamente.


Señor Casado, realmente creo que en el día de hoy ha venido a otro discurso, ha venido a otro debate. Usted no ha hablado de lo que tenemos entre manos. Parece que a usted no le importa el proyecto de presupuestos ni usted ha planteado
ninguna cuestión respecto a estas cuentas públicas que justifique la negativa del Partido Popular a sentarse a hablar de presupuestos. Ha hablado de otras cosas; ha hablado usted de la Ley de educación, ha hablado de quiénes van a apoyar o no este
proyecto de presupuestos, pero no ha hablado de los problemas de los ciudadanos, de las políticas que aquí se contienen para intentar darles respuesta, de la capacidad como país que tenemos para salir de esta situación de crisis. Verá usted, creo
que ha cambiado el tono respecto a lo que nos vino a enseñar hace escasamente dos semanas, cuando subió a esta tribuna para defender la posición del Partido Popular frente a la moción de censura de VOX; un discurso que usted pretendió que fuera
moderado y a partir del cual usted ha intentado



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trasladar al conjunto de la ciudadanía -creo que con poco efecto- que usted estaba haciendo un giro al centro-derecha. (Rumores).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Y hoy una vez más, señor Casado, con este discurso popurrí en el que se ha remontado a cuando estábamos en otro Gobierno presidido por el señor Sánchez, pero no justamente en esta
legislatura, ha ido recorriendo una serie de meses, desde mi punto de vista, sin ningún tipo de hilo argumental. En la otra ocasión usted recibió felicitaciones y agradecimientos por un discurso moderado que le acercaba a parecer un partido de
Gobierno, un partido de Estado, pero le tengo que decir que, después de escucharlo hoy, tan efectista fue el discurso, señoría, como falto de sinceridad. (Aplausos). Nada de nada de eso que usted pretendía, porque, verá, señor Casado, ¿sabe usted
lo que ocurre? Que la condición de moderado no se obtiene con los discursos ni intentando ocupar una vez en esta tribuna otro espacio político. Para que me entienda su señoría, esto es como el carné de conducir; para poder obtenerlo, hay que
aprobar el teórico y el práctico. Si uno lo que aprueba es el teórico, pero el práctico nada de nada, al final se queda sin carné de conducir. (Aplausos). Es un poco lo que le pasa al señor Casado. De hecho, yo creo que no le movía ni su
compromiso ni sus convicciones por España; lo hizo simplemente -esta es mi opinión, entiendo que cada uno tiene la suya- porque el agua de la extrema derecha y lo que a usted le representa la ofensiva de la extrema derecha le llegaban hasta el
cuello. (Rumores). Sí, señorías de Partido Popular, ustedes podrán protestar, pero la política que vienen ustedes practicando de seguidismo de la ultraderecha les lleva a esa situación. Pero veo que hoy el señor Casado se ha vuelto a mover de esa
posición que había ocupado el pasado día y ahora de nuevo traslada una sensación de: me opongo a todo, no me gusta nada de lo que hace este Gobierno, no hay nada que se pueda aprovechar de las cuentas públicas que se presentan, ni siquiera de los
27 000 millones y, por tanto, continuemos con el presupuesto prorrogado del señor Montoro, que parece que es un presupuesto que sirve para todo, para las duras, para las maduras, para cuando tenemos crisis, para cuando no la tenemos. Debe ser que
para el señor Casado ese presupuesto contempla todas las claves que van a permitir afrontar estos grandes retos. Déjeme que le diga con todo el respeto, señor Casado, que la oposición en este país necesita un líder que no esté permanentemente en
unas primarias. (Protestas.-Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Necesita un líder que no esté permanentemente a la búsqueda de un espacio político propio. (Rumores). Necesitamos un líder del principal partido de la oposición, el Partido Popular, que
en los momentos de drama del pueblo, en los momentos de drama de este país, igual que en los momentos internacionales, sea capaz de arrimar el hombro. (Risas). Sus señorías se ríen, pero no le veo ninguna gracia a la pandemia que estamos
atravesando en estos últimos meses. (Aplausos). En definitiva, después de la intervención del señor Casado yo creo que todos hemos podido llegar a la conclusión de que no podemos confiar en esa cierta esperanza que se abría cuando usted intervino
-insisto- en la moción de censura de VOX hace dos semanas, en donde parecía que ustedes iban a volver a aportar a los grandes consensos nacionales (rumores): al desbloqueo del Consejo General del Poder Judicial, a la llegada de los fondos europeos,
a estos mismos presupuestos. En definitiva, una propuesta constructiva que permita avanzar, no una propuesta inmovilista que lo único que anhela es volver al pasado, al pasado del Gobierno del Partido Popular, que nada más que se le menciona a los
ciudadanos, señoría, se echan a temblar; que usted lo sepa. Por eso le digo que no sirve el discurso si no se corresponde con hechos y, por tanto, me parece que no se puede ser moderado a tiempo parcial o moderado dependiendo de los días, como la
señora Ayuso cuando hace los cierres perimetrales (protestas); depende de los días uno es moderado o establece una política radical. (Aplausos).


Yo creo que usted no ha escuchado, que usted no ha leído el proyecto de presupuestos, señor Casado (rumores), y yo creo que no me ha escuchado a lo largo de mi primera intervención donde intenté desgranar las partidas que componen estas
cuentas públicas, incluso para que usted tuviera la capacidad en esta tribuna de decir qué cuestiones son las que cree que necesitan mayor acento o mayor prioridad y qué cuestiones no. Pero usted lo ha envuelto todo en un discurso general del que
se pueden sacar pocas cosas. Lo que sí hemos podido extraer es lo que usted viene diciendo -no sé si habla de las cuatro D



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o cómo le llama a esa cuestión- que empieza por la palabra depresión. Depresión la del Partido Popular, señorías; depresión la que tienen ustedes (aplausos) porque no son capaces de plantear ninguna propuesta a esta Cámara para que pueda
ser admitida. (Rumores). Pero, repito, usted sigue con unos mantras que creo que no son casuales. El señor Casado hace de la política una suerte de repetición de consignas; ellos repiten las consignas, se pasan esas consignas y da igual de lo
que hablemos en esta tribuna, se trata de repetir las mismas ideas a ver si a fuerza de repetirlas terminan siendo creíbles para el conjunto de los ciudadanos. Lo que yo le vengo a llamar los mantras, los mantras del Partido Popular (rumores);
mantras -insisto- que pasan por el desempleo -creo que lo he anotado bien-, la deuda, la depresión y el despilfarro. Creo que ha utilizado cuatro D, no sé si ha utilizado una quinta con la depresión. Vamos a hablar de estas cuestiones, señor
Casado, ya que son las que fijan, de una manera más clara, el discurso que ha hecho desde esta tribuna.


Mantra del desempleo. Yo creo que el señor Casado va repitiendo como una letanía que el Partido Socialista cuando gobierna ostenta las peores cifras de desempleo, un dato no sustentado en la evidencia (rumores), un dato que nada tiene que
ver... (Rumores). Tranquilidad, señorías, si se lo voy a explicar...


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


La señora ministra de Hacienda (Montero Cuadrado): ... si yo se lo he escuchado al señor Casado y he estado callada en mi escaño, escuchen ustedes lo que les tengo que decir. (Rumores).


Insisto, jamás se ha sustentado esa afirmación ni en la evidencia ni en ninguno de los datos que tenemos en nuestro poder. Es más, señorías, ustedes permanentemente trasladan unas cifras de proyección de desempleo, incluso para este año
2020, nada similar a la que espero que finalmente podamos registrar. ¿Recuerda usted lo que decía cuando empezó la pandemia? Que en este año la cifra de desempleo iba a estar por encima del 25 %. Eso es lo que usted alegremente dice cuando
empieza la pandemia y ahí están los datos del tercer trimestre y a la espera de los datos del cuarto trimestre. Cuanto peor, mejor, ¿no, señor Casado? Ustedes siempre intentan augurar un porvenir negro porque para ustedes cuanto peor, mejor; creo
que realmente es honesto decir que es la política que practica el Partido Popular. Pero les voy a decir una cosa, señorías, ¿saben ustedes con la Presidencia de qué Gobierno se registró la mayor tasa de desempleo de toda la serie histórica de
registro desde que existe... (Rumores.-Un señor diputado: Zapatero). Esperen, señorías, si yo sé que no les gusta escuchar. Esperen. (Varios señores diputados: Zapatero.-Rumores). No, están confundidos.


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): ¿Saben ustedes quién ostenta el récord, desgraciado récord, en tasa de desempleo mientras ha sido presidente del Gobierno, señor Casado? (Protestas.-Rumores). El señor Rajoy. (Aplausos).
La mayor tasa de desempleo se produjo en el Gobierno del señor Rajoy. Y si no tiene el dato a mano, se lo doy: un 26,9 %, señoría. (Rumores). Tranquilidad, señorías, dejen ustedes hablar. Todos hemos permitido que el señor Casado se expresara,
dejen hablar, incluso lo que no les gusta o lo que ustedes acaban de descubrir que es mentira. Porque, efectivamente, quién soportó la cifra más alta de desempleo durante un Gobierno fue el señor Rajoy. (Aplausos.-Rumores). Pero les digo más:
¿saben ustedes bajo qué Presidencia se alcanzó la mejor cifra de desempleo que ha habido en nuestro país, en el año 2007? (Varios señores diputados: Zapatero.-Risas.-Rumores). Han acertado, el señor Zapatero. (Aplausos.-Rumores). El señor
Zapatero tiene la mejor cifra de tasa de desempleo. Han acertado. (Rumores). Compruébenlo, si ustedes no se creen estos datos, compruébenlos. Señor Rajoy año 2013, señor Zapatero año 2007. Para eso están las estadísticas... (Rumores).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Todos quieren discutir conmigo, ya lo veo.


Para eso están las estadísticas, para que seamos capaces de mirarlas honestamente y contar a los ciudadanos la verdad. (Rumores). Pero no solo eso, señor Casado, durante el Gobierno del PP el 50 % de los trabajadores fueron a tiempo
parcial sin quererlo, el 60 % de los parados vivieron una situación de exclusión social, se duplicó el número de jóvenes que tenían que emigrar cada año, se elevó el número de parados a 6 278 000 personas. Por eso, señoría, frente a los mantras que
usted repite -a ver si a fuerza de hacerlo eso cala- la realidad es que según la última encuesta de población activa se han creado 569 700 empleos, recuperando parte del terreno que habíamos perdido en el segundo trimestre.



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Pero le digo más, señor Casado, el aumento del empleo efectivo es incluso superior a esta cifra, porque en ella se esconde la recuperación de los trabajadores en ERTE. Si lo miramos en horas efectivamente trabajadas, el empleo pasó de caer
el 22,6 intertrimestral, a crecer en el tercer trimestre el 15,1 %. Por tanto, señorías, son ustedes los que entienden que hay un divorcio entre salud y economía, son ustedes, es la señora Ayuso en concreto (rumores), que permanentemente en sus
decisiones contrapone las medidas sanitarias a medidas de restricción que pudieran deprimir la economía. Ha sido un discurso que solamente se lo hemos escuchado al Partido Popular, no al resto de formaciones políticas, y los datos no mienten,
cuando la salud va bien la economía va bien y cuando la economía va bien la salud de los ciudadanos también va al alza. Por tanto, salud y economía van de la mano, no como ustedes intentan explicar. (Aplausos). Por tanto, si controlamos la
pandemia, señor Casado, y lo hacemos con fuerza y determinación y no lo hacemos con tantas dudas o incertidumbres, estaremos en condiciones durante el año 2021 de poder transitar hacia una situación que permita la mejora de nuestra situación
económica, como le acabo de decir. Ahí están los datos que lo demuestran, pero usted prefiere ponerse las gafas negras del Partido Popular. Le voy a decir una cosa, nosotros -este Gobierno- no vamos a entrar en el juego de tirarnos los parados a
la cabeza, este Gobierno, mientras haya una sola persona a la búsqueda del empleo y que no encuentre esa oportunidad, va a seguir trabajando sin descanso, con ustedes, sin ustedes o con ustedes de mediopensionistas, como están siempre. (Aplausos).
¿Qué hay en los presupuestos para el empleo? Que es lo que le tendría que interesar, señor Casado. ¿Qué hay en los presupuestos para el empleo? Yo se lo voy a repetir por si se le ha olvidado. (Rumores). Sí, se lo voy a repetir: 7400 millones
para el fomento de empleo y políticas activas de empleo. ¿Alguna vez el Partido Popular consignó una cantidad similar? Nunca. 2770 millones para la formación profesional para el empleo. ¿Alguna vez ustedes la consignaron? Nunca. 663 millones
para el Plan de Choque por el Empleo Joven. ¿Alguna vez ustedes la han consignado? Nunca. Por tanto, señorías, para nosotros es fundamental crear condiciones en nuestro país, ayudar a la recuperación económica para que todas las personas puedan
encontrar un empleo y, ¡ojo!, un empleo de calidad, un empleo que no haga que a pesar de tenerlo las personas no llegan a fin de mes y sigan siendo pobres, sino que les permita desarrollar su proyecto vital y sacar adelante su proyecto de familia,
porque, señor Casado, la desigualdad para nosotros no es una opción. Para su partido probablemente lo es porque de la anterior crisis financiera salimos con una desigualdad como la que anteriormente no había vivido nuestro país en época
democrática. Nosotros no consideramos que la desigualdad sea una opción y, por tanto, vamos a combatir la desigualdad vamos a combatir la precariedad y vamos a hacer que la economía crezca, pero lo haremos para que tenga una prosperidad compartida,
para que sea una prosperidad que redunde en el interés general de la sociedad, que ensanche la clase media y no la empobrezca, que es lo que ha hecho el Partido Popular durante la crisis económica: obligó a bajar varios escalones de la escala
social a la clase media, y ahí están los datos, señorías, que lo ponen de manifiesto.


Sigamos con los mantras. Deuda, segundo mantra que he tomado nota que usted ha comentado. Habla de deuda el señor Casado cuando el Partido Popular aumentó la deuda pública en veintinueve puntos porcentuales, 402 000 millones de euros más
de deuda en la gestión del Partido Popular. (Rumores). ¡402 000 millones más de deuda, señor Casado!, y esto no le parece a usted una situación de dejar a las próximas generaciones endeudadas, una situación de descalabro, no. Ustedes dejaron la
Seguridad Social con un déficit que se multiplicó por dieciocho: de los 1000 millones de euros con los que heredaron la Seguridad Social a 19 000 millones en el sistema de pensiones para hacerlo insostenible y para trasladarles inseguridad a
nuestros mayores. Ustedes vaciaron la hucha de las pensiones, eso lo tienen en su haber: 74 437 millones de euros. En cambio, señoría, ¿qué ha hecho este Gobierno? Este Gobierno, en el año 2019, aceleró la senda descendente de amortización de la
deuda -lo dejó en el 95,5 %-, logramos reducir la deuda dos puntos solo en un año -2019- y, en línea con todos los procesos de consolidación fiscal, fuimos amortizando, incluso de manera anticipada, parte de esa deuda que ustedes habían dejado. Si
usted no me cree a mí -que creo que no me cree-, escuche. (El señor García Egea pronuncia palabras que no se perciben). Si yo lo sé, señor García Egea, no hace falta que me lo diga, pero le estaba hablando al señor Casado, así que, si no le
importa, no le haga de ventrílocuo, porque si no, no terminamos de aclararnos. (Risas y aplausos). Año 2019, Gobierno del señor Sánchez, las agencias de calificación internacionales -Standard and Poor's, por ejemplo- mejoraron la calificación y la
perspectiva crediticia del Reino de España. No sé si a usted esto no le importa o le da igual. Es que hoy Goldman Sach -me imagino que usted habrá leído el teletipo- ha anticipado que España liderará para el próximo año el crecimiento económico en
la Unión Europea. (Risas.-Rumores). Si ustedes se



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quieren reír, ríanse de Goldman Sach que son los que han hecho esta apreciación, porque para ustedes ni siquiera merecen respeto grandes agencias de evaluación internacionales. Le digo que el Gobierno de España disminuyó un 2 % del PIB esta
deuda, se financió a tipo negativo en un plazo de quince años y menos, y también hizo un alargamiento de la vida media de la deuda en circulación, lo que le está permitiendo gestionar de una forma más adecuada este momento de crisis económica y de
pandemia. Ahora bien, señor Casado, esta buena evolución de la deuda efectivamente se vio truncada con motivo del estallido de la crisis del COVID-19. ¿Es un tema exclusivamente nacional, señorías? No, es un tema internacional, y de ahí que las
políticas de estímulo que está marcando Europa, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, van dirigidas justamente a que en este momento los países puedan gastar y no se vean atenazados por esos índices de deuda que surgen con
motivo de la depresión económica fruto de la pandemia. Siendo esto así, ¿cómo se sitúa la prima de riesgo, que es el indicador comparativo que tenemos con la deuda de otros países? ¿Se acuerda de la prima de riesgo, señor Casado? Ahora no
preguntan ustedes por la prima de riesgo. Debe de ser que la prima de riesgo está estabilizada. Efectivamente, lo está. La prima de riesgo en octubre se situó en 79 puntos, en niveles similares a los que había antes de la anterior crisis
financiera -nos podemos remontar a diciembre de 2008 o al mismo diciembre de 2019-. Por tanto, la situación y la perspectiva de nuestra deuda son francamente distintas a las que usted acaba de decir en esta tribuna. ¿Cuál es su alternativa, señor
Casado, a esta pandemia y a esta crisis que nos ha tocado vivir? ¿No cree usted que hay que defender y estimular la economía? ¿No cree usted que en este momento hay que gastar para poner en marcha incentivos que permitan que se recupere lo antes
posible una situación coyuntural con motivo de la pandemia sanitaria? Usted habla de despilfarro. Estos gastos usted los tacha de despilfarro. Yo creo que ningún trabajador, ninguna empresa podrá compartir la opinión del señor Casado porque ahí
están los datos que lo ponen de manifiesto.


Déficit. ¿Sabe cuántos años cumplió el Gobierno de Rajoy con el objetivo de déficit en la Administración central? (Rumores). No lo sabe, ¿no? Ninguno. No lo cumplió ningún año. (Aplausos). Ustedes, que se autodenominan buenos gestores
-nunca, señorías-, incumplieron de forma sistemática el objetivo de déficit hasta acumular 32 000 millones; ni uno ni dos, 32 000 millones de desfase respecto a los objetivos iniciales. En cambio, con el presidente Sánchez España salió del
procedimiento de déficit excesivo, y yo creo que es positivo y nos tendríamos que alegrar todos de que esa situación se consiguiera. Por eso, tampoco queremos clases de déficit del Partido Popular porque ustedes suspenden siempre. Por tanto,
nosotros vamos a seguir con nuestra responsabilidad fiscal, a pesar de la suspensión de las reglas fiscales, con nuestro compromiso con Bruselas y con nuestros socios europeos. De hecho, señorías, la previsión del presupuesto es que se reduzca el
déficit en 3,6 puntos en el año 2021.


Según lo que usted ha dicho aquí, le cuesta entenderlo, pero estamos en una situación excepcional, señor Casado. Yo no le escuchado hablar de situación excepcional que requiere comportamientos excepcionales. A la pandemia, por mucho que
diga el señor Casado, no se la combate recortando el gasto público, sino colocando las partidas estratégicas en aquellos lugares que puedan impulsar el crecimiento y que puedan proteger a la persona. Es la hora de los estímulos, no es la hora de
los recortes. Lo que pasa es que su política económica, señor Casado, solo tiene una dirección: ustedes solo saben recortar. Ustedes no saben estimular, ustedes no saben mantener, ustedes no saben estabilizar. Ustedes aplican la misma receta
para todos los males y, en este caso, ¿que han dicho crisis? Recorte y, por tanto, defiende en esta tribuna una política de recorte. Y solamente defiende usted eso en Europa: la política de recorte. Yo no sé de qué fuente ha bebido porque los
Gobiernos, incluso de su color político, están haciendo políticas anticíclicas, expansivas del gasto, y el conjunto de la Unión Europea está desarrollando una política anticíclica. ¿Qué es lo que usted quiere decir con despilfarro, señor Casado?,
¿que hay que recortar partidas del gasto que van dirigidas a los autónomos, a los emprendedores, a los jóvenes, a la investigación, a la sanidad, a la educación? A usted le parece que es un lujo para el país tener unos servicios públicos que nos
permitan plantearlo. Pero como sé que yo no tengo credibilidad para usted, le voy a dar alguna cita. El economista jefe de la OCDE, por ejemplo, dice: Es importante que los Gobiernos no cometan el error de endurecer la política fiscal demasiado
pronto, como ocurrió tras las últimas crisis financieras. Nada sospechoso de ser filocomunista, filoterrorista, socialbolivariano o cualquiera de esos adjetivos que estas personas ponen. El director del departamento de Europa del FMI -a ver si les
interesa a ustedes- en pocas palabras dice: los Gobiernos no pueden permitirse no gastar. Estas medidas -dice el FMI- tienen que permanecer. El presidente del Eurogrupo propone medidas sin precedentes para retos sin precedentes, y dice: no habrá
un final concreto sin el desarrollo de estas medidas. La presidenta



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del Banco Central Europeo, la señora Lagarde, al menos merecerá su credibilidad. Es esencial, dice la señora Lagarde, que las redes de seguridad presupuestarias puestas en marcha por los Gobiernos durante la crisis no se retiren de forma
prematura. Todos estos no son organismos sospechosos de estar aliados con grandes defensores de otras posiciones que no son las que se han respaldado en Europa en los últimos años. ¿Usted comparte estas afirmaciones? ¿Usted cree, señor Casado,
que hay que hacer en este momento del ciclo económico una política expansiva? ¿Usted cree que hay que hacer una política anticíclica? ¿Cree que hay que incrementar el presupuesto y, por tanto, rodearlo de los instrumentos que permiten hacerlo con
los fondos europeos, con los ajustes fiscales o con el impulso al crecimiento económico? Espero que sí, porque no es el momento de retirar las políticas fiscales expansivas, ya llegará ese momento.


De hecho, estos días previos ustedes nos han criticado porque el Gobierno no ha presentado un plan de reequilibrio después de suspender las reglas fiscales. Cuando le escuchaba yo me imaginaba la cara que iban a poner el señor Feijóo, el
señor Mañueco o el señor Moreno Bonilla cuando esta ministra les pidiera un plan de reequilibrio en plena pandemia para que fueran capaces de controlar el déficit fiscal que tenemos que combatir de los años anteriores. ¿De verdad cree usted que las
comunidades autónomas tienen que estar elaborando un plan de reequilibrio? ¿O tienen que estar atendiendo a las necesidades sanitarias, acompañando a la escuela para que pueda seguir siendo un lugar seguro, acompañando a las personas para que
ninguna se quede en el camino y estimulando su tejido productivo? Yo entiendo que sí y parece que estamos más de acuerdo con ellos que con usted, por lo que acaba de decir en esta sala. Yo simplemente le digo que se fije en los líderes de
centroderecha de Europa; solamente eso, señor Casado, porque no podemos creer que todo el mundo lleve el paso cambiado menos uno, que parece que es lo que usted hace. No, los líderes de centroderecha en Centroeuropa están practicando una política
similar a la que está proponiendo este Ejecutivo. El señor Macron, la señora Merkel, todos están practicando una política anticíclica.


No le voy a explicar el desarrollo de cada una de esas políticas, porque lo he hecho al principio de mi intervención y lo tiene usted claro. Sin embargo, no quería dejar pasar esta oportunidad sin decirle, señor Casado, que de buena
gestión, ninguna. Ni por el rescate a las autopistas, ni por la amnistía fiscal, ni porque facilitaron el despido, ni porque recortaron derechos sociales. Además, se cargaron la Ley de dependencia, obligaron a un copago de medicamentos,
debilitaron nuestros servicios públicos... ¿Sigo, señor Casado? ¿Sigo detallando cómo ustedes acometieron lo que ustedes llamaron necesidades en la anterior crisis? Por eso, yo se lo voy a decir con mucha claridad a usted y al resto de sus
señorías: este Ejecutivo no va a aplicar las recetas económicas del Partido Popular. No las va a aplicar. (Aplausos). Señor Casado, no sirvieron en el pasado y mucho menos sirven ante la crisis secundaria a esta pandemia. Por tanto, quiero
decirle que, siempre que usted venga a trasladarnos mayores recortes o mayor sufrimiento de cara a los ciudadanos, la respuesta de este Ejecutivo va a ser la que yo le estoy dando en esta tribuna.


Señor Casado, habla usted también de la desviación de la previsión de ingresos. Creo que a usted se le olvida que en todos los presupuestos que presentaron durante el Gobierno del señor Rajoy hubo una desviación significativa respecto a la
previsión de ingresos, cuanto más en un escenario de incertidumbre económica y en un escenario de pandemia. Probablemente, ustedes ni siquiera hubieran presentado un proyecto de presupuestos. ¿Recuerda usted cuál es la media de desviación sobre la
previsión de ingresos que tuvieron los presupuestos del señor Rajoy a lo largo de los últimos años? Se la voy a decir yo, señor Casado, ustedes que son tan finos ajustando la previsión de ingresos: 5400 millones de euros de media de desviación
sobre la previsión inicial. (Rumores). ¿Sabe dónde está el récord? Año 2013. ¿Sabe cuál fue la desviación respecto a lo que presentaron en el proyecto de presupuestos? Fueron 9000 millones de euros de ingresos, que ustedes fijaron en el
proyecto de presupuestos y que luego no se cumplieron. Por eso, le digo que siempre hay que tener tino para acertar hasta el último euro y anticiparlo en el escenario de ingresos, pero evidentemente, señoría, en esta situación hemos barajado
escenarios alternativos. Nosotros no podemos fijar horquillas como fija el conjunto de los organismos internacionales, pero, por ejemplo, le quiero decir que la previsión de este Gobierno está avalada por la AIReF. Es que usted ha dicho que no,
creo recordar que ha dicho que no está avalada por nadie. La previsión del cuadro macroeconómico de este Gobierno está avalada por la AIReF. La AIReF presentó una horquilla y en la banda optimista de la horquilla de la AIReF... (Rumores). Bueno,
mire usted, es que las bandas son bandas, hay un dato pesimista y un dato optimista, pero está dentro de la banda. ¿O van a discutir también que están dentro de la banda? Por tanto, está dentro de la previsión de la propia AIReF, así que no
debemos estar tan confundidos como usted intenta plantear.



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Y le digo más, incluso esas previsiones económicas que han hecho analistas internacionales no han tenido en cuenta dos elementos que a mi juicio han sido imprescindibles para poder acercar mejor la realidad. En primer lugar, está la llegada
de los fondos europeos. En las previsiones que hacen los analistas económicos no incorporan la anualidad de fondos europeos con el estímulo que ello implica en términos económicos. Y en segundo lugar, nadie refiere el crecimiento que se
experimentó en el tercer trimestre. Un crecimiento del que yo no le he escuchado hablar nada, señor Casado. El 16,7 % de crecimiento para usted ha pasado desapercibido, a usted con las gafas negras se le ha pasado por debajo del radar. Por tanto,
solamente hace referencia a los datos que usted selecciona como los datos negativos. Por tanto, creemos que nuestra previsión de crecimiento va a ir en la línea que hemos planteado. No tengo ninguna duda de que con estos datos y con estos
estímulos que la economía presenta cuando la salud se controle seguiremos en esa misma dirección.


Señor Casado, yo creo de verdad que usted piensa o ha pensado que la posición del Partido Popular que usted mantiene de alguna manera le va a dar rédito político o le va a llevar a la Moncloa, pero yo creo que es un análisis -permítame que
se lo diga, sé que mi opinión no le interesa, pero me veo en la obligación de trasladárselo- equivocado. Señor Casado, de la mano de una pandemia, de la mano de una crisis económica, de la mano de esta situación ningún gobernante puede aspirar a
llegar a la Moncloa, pero, bueno, ustedes mismos.


Después ha hablado usted durante todos estos días -hoy creo que ha utilizado un tono más suave- del hachazo fiscal. ¿Sabe qué pasa con su hipérbole? Que a fuerza de repetirla pase lo que pase, pierde fuerza. Señor Casado, si usted a lo
pequeño y a lo grande lo llama de la misma manera, el adjetivo no es calificativo, es que pierde fuerza. Entonces, a usted le parece un hachazo fiscal que se le incrementen en el IRPF 2 puntos a las personas que cobren por encima de la cantidad de
300 000 euros, que es el 0,07 % de los contribuyentes. Para usted es un hachazo fiscal, cuando estamos hablando de una cantidad de 36 000 personas, que es en concreto donde se plantea. A usted le parece un hachazo fiscal que se incremente el
impuesto sobre el patrimonio a aquellos que tienen un patrimonio superior a los 10 millones de euros. Pero ¿cuántas personas en este país cree usted, señor Casado, que tienen un patrimonio superior a 10 millones de euros? Usted llama hachazo
fiscal a la exención de plusvalías y dividendos en el impuesto sobre sociedades, que afecta al 0,1 % de las sociedades. ¿A quién protege, señor Casado? (Una señora diputada: ¡Muy bien!). ¿Protege al 0,1 % de las sociedades, al 0,07 % de los
contribuyentes? ¿Esas son las personas a las que usted protege? (Aplausos).


Por otra parte, la prima de seguros no se toca desde hace veintidós años, señorías, casi no habíamos ni nacido. ¿Y a usted le parece que es un hachazo fiscal tocar un impuesto después de veintidós años? Ya lo he dicho antes, este impuesto
sitúa a España en el 8 % frente al 19 % que tiene Alemania. Yo le he escuchado hablar bien de Alemania. Si esto es un infierno fiscal, entonces para ustedes países como estos deben ser realmente una tormenta imposible.


Habla usted del diésel, y ha vuelto a hablar de otras figuras fiscales que figuran en el proyecto de presupuestos. Ustedes se ríen y yo no entiendo las risas, de verdad se lo digo, no lo entiendo. A mí me parece que la fiscalidad es algo
muy serio. Sé que ustedes la manosean y me da rabia, y se lo tengo que decir, porque creo que hay que hacer pedagogía fiscal. No se puede plantear permanentemente que los servicios públicos no se alimentan de la fiscalidad porque además la
fiscalidad es buena, lo que tiene que ser es justa y progresiva, así como atender a los intereses generales, pero es buena. (Aplausos). Imagínese que nos hubiera cogido esta pandemia con su máxima: que el dinero esté en el bolsillo de los
contribuyentes. Si nos hubiera cogido la pandemia con esa máxima, ahora los servicios públicos no hubieran podido revitalizarse, no se hubiera podido contratar personal, no se hubiera podido incrementar el número de camas de hospitalización de UCI,
etcétera. Mejor que cada ciudadano se hubiera buscado la vida, en función de esa máxima que ustedes practican. Yo no lo voy a compartir. (Aplausos).


Le he dicho a usted que los impuestos medioambientales que persigue este Gobierno tienen como única finalidad ser capaces de impulsar políticas más verdes y disuadir comportamientos agresores frente al medio ambiente. Yo creo que es
sencillo. La fiscalidad es una herramienta, señoría, como hay otras muchas. Es una herramienta que estimula o desincentiva. ¿Qué queremos, caminar hacia la transición ecológica? Tenemos que utilizar la fiscalidad como un estímulo. ¿Qué
queremos, disuadir a nuestros niños de tener una obesidad que les predisponga a padecer diabetes? Tenemos que utilizar la fiscalidad para disuadir esa conducta de consumo. Es relativamente sencillo, es lo que hacen todos los países del mundo. Le
vuelvo a recordar que España es el quinto país de la Unión Europea en porcentaje de fiscalidad medioambiental. Y no es fruto de este Gobierno, que lo está intentando corregir, sino que ustedes no



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hicieron nada, señorías, en política medioambiental en todo el tiempo que estuvieron gobernando. España es el tercer país de la eurozona en el precio del diésel, y dicen que es un hachazo fiscal. Solo estamos por delante de Lituania y de
Luxemburgo. Le digo lo mismo respecto a las bebidas azucaradas. Así podría seguir con el conjunto de las figuras fiscales.


Por tanto, señorías, si esto es una agresión a la clase media y trabajadora, ¿cómo le llama usted, entonces, a la subida de impuestos que se protagonizó cuando llegó el señor Rajoy a la Moncloa? (Aplausos). ¿Cómo le llama usted a eso?
Usted está hablando con su compañera y no me está escuchando, pero le voy a volver a repetir la pregunta, señor Casado. Si para usted esto que hacemos en estos presupuestos es un hachazo fiscal, es una suerte de infierno, ¿cómo llama usted a la
política que practicó mi predecesor cuando el señor Rajoy llego a la Moncloa? ¿Eso es política de salvación? Para usted, eso es política de salvación, pero cuando este Gobierno hace muchos menos ajustes, es hachazo fiscal. Ustedes sí que
perpetraron un hachazo fiscal el primer año en el que hicieron su primer presupuesto: subieron hasta cincuenta veces los impuestos a la clase media, a la clase trabajadora, al tiempo que decretaban una amnistía fiscal que se declaró
inconstitucional y que fue motivada por fines, algunos de ellos, inconfesables. (Aplausos).


El presupuesto supone una renta indirecta media para cada ciudadano de 5321 euros. Por tanto, es un presupuesto redistributivo, señoría. Es una cifra que elevamos a 6456 euros, si incluimos el resto de partidas, incluidos los fondos
europeos. Sin los fondos europeos, este presupuesto aporta una renta indirecta al conjunto de los ciudadanos de 5321 euros. Es una situación que no sé si ustedes es que no la entienden, pero desde luego no la comparten.


El único objetivo, señor Casado, después de todos esos datos que le acabo de proporcionar, parecería que es jugar a entorpecer la labor del Gobierno. Yo no percibo que el Partido Popular facilite de alguna forma la salida de esta crisis.
Nosotros tenemos una coordinación muy estrecha con todas las comunidades autónomas, y las peticiones que hacen las comunidades autónomas a este Gobierno son muy similares, con independencia de su color político: más recursos para la sanidad, para
la educación, para la dependencia; más capacidad de cogobernanza en función de determinadas políticas. Eso es lo que yo escucho decir a los presidentes autonómicos de aquellas comunidades gobernadas por el Partido Popular, algo bastante similar a
lo que escucho de los presidentes gobernados por el Partido Socialista. Pero a usted no le escucho decir nunca ese tipo de declaración, probablemente, se sitúa en la no alternativa, en la no propuesta o simplemente en la obstaculización de la tarea
de este Gobierno. Señor Casado, yo creo que ustedes imitan a la ultraderecha. A usted le molesta que le diga eso, pero es que si usted coge los dos discursos son absolutamente superponibles, excepto el que usted hizo aquí. (El señor García Egea
pronuncia palabras que no se perciben). Señor García Egea, no estoy hablando con usted. (Rumores). Excepto el discurso que usted hizo aquí en la moción de censura, el resto de los discursos son todos superponibles a los discursos del señor
Espinosa de los Monteros o a los del señor Abascal. Ustedes tratan de deslegitimar, un día sí y otro también, el sistema tributario, el que nutre de recursos al Estado del bienestar, el que es el garante de la igualdad efectiva de los ciudadanos en
asuntos como la salud, la educación, la atención de nuestros mayores o de los dependientes. Por eso, yo siempre le invito a que haga usted una política útil, porque yo creo que ustedes deben de haber aprendido -no sé si lo habrán hecho sus señorías
que están aquí sentados, pero seguro que aquellos que están gobernando en comunidades autónomas sí- la necesidad de reforzar y revitalizar un Estado del bienestar que ha sido el único garante del colchón de seguridad de los ciudadanos, y por tanto,
de la salud pública, de la educación pública y de la dependencia, de la atención a nuestros mayores.


Por eso, creo que cada uno de nosotros tenemos que pensar, cuando apretemos el botón a la hora de decidir, si los presupuestos continúan o no, si realmente estamos aquí para servir a la ciudadanía desde la gestión de lo público, tan
importante, si anteponemos el bien general a los intereses particulares o de su partido. Yo creo, señor Casado, que además de fiscalizar la acción de Gobierno, que es obligatorio para su formación política y que evidentemente necesitamos que se
haga, ustedes confunden el control del Ejecutivo con la obstrucción y también con la confrontación. Ni siquiera le llamaría confrontación, yo a su práctica política le llamo frentismo. Porque en la confrontación, en algún momento, hay discusión
sobre las ideas, pero ustedes es que no discuten sobre las ideas, ustedes dicen no es no, porque es no y porque lo propone el señor Sánchez. Ya está, no hay nada más que discutir. (Aplausos).


Termino, señorías. La causa de la actual situación económica -esto es una obviedad, pero hay que repetirlo después de ese discurso- ha sido una pandemia mundial; una crisis que es distinta a la financiera y que exige respuestas distintas
también, pero no solo porque seamos un Gobierno progresista sino



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porque se demostraron inútiles, y además, nada tiene que ver una crisis con otra. Yo creo que hasta que no acepten esto, sus señorías del Partido Popular no van a estar preparados para aportar soluciones en la batalla contra el virus.


Señor Casado, si hay Presupuestos Generales del Estado, España gana, y si no los hay, España pierde. Es así de sencillo, tampoco hay que pensarlo mucho más. Si hay unas nuevas cuentas públicas, tendremos capacidad de afrontar los retos del
país. Porque esto no va de Gobierno, señor Casado, esto va de país, señoría. Esto no va de Gobierno... (Rumores). Alguno protesta desde la bancada y sigue protestando. Esto no va de Gobierno, esto va de país. Esto no es un compromiso ni un
cheque en blanco al señor Sánchez. Esto es realmente que una formación política tenga la capacidad de decir: aporto mi capacidad, mi talento y mi tarea constructiva para que este país pueda salir de la situación más dramática que ha vivido en los
últimos años, y no estar buscando el rédito electoral o estar buscando la confrontación o el frentismo para hacer derribar a un Gobierno en un momento de una pandemia como la que hemos tenido. (Aplausos).


Por eso, lo que ustedes hacen -con toda humildad- no es política. Esto no es política, señor Casado, es antipolítica. Por eso, necesitan recurrir de forma obsesiva a esas hipérboles, a esas exageraciones, o directamente a mentiras que no
se creen ni ustedes. Por eso no avanzan, porque no son creíbles, señor Casado. La antipolítica no es moderación; es antipolítica, es manera de enfrentarse, incluso, al sistema del que nos hemos dotado. Deslegitiman todo lo que hace el Gobierno:
las acciones, el sistema tributario, las instituciones constitucionales, la actividad pública. Deslegitiman todo, en una suerte de hechos que buscan la parálisis del país en un momento como este. Pero, no se confundan, esas actuaciones no van
dirigidas contra este Gobierno, sino que van dirigidas contra el conjunto de los ciudadanos. Y eso es lo que usted se tiene que hacer mirar, señor Casado. Usted podrá no compartir determinadas cuestiones, pero para eso está el periodo de
enmiendas, para que ustedes los puedan enmendar. Pero no, ustedes decidieron, incluso antes de conocer este proyecto de presupuestos, decir que no y por tanto no ejercer su tarea de oposición, no aceptar esa labor democrática que tienen ustedes
asignada. Si ustedes quieren tener un estilo propio, si quieren tener un perfil propio y se quieren separar de VOX, no digan las cosas que dice VOX, no hagan las cosas que hace VOX y piensen distinto a cómo piensa VOX, porque probablemente así
tendrán ustedes un perfil propio. Esto es lo último que le digo, señor Casado. Yo creo que tiene que dejar de hacer esa política que practica porque le permitirá ganar credibilidad y muy posiblemente también en un futuro -cuatro años que tienen
por delante- aportar a este país. ¿Van a seguir en esa política del no por el no? Durante este periodo si cambian ustedes de actitud, probablemente los ciudadanos lo vayan a reconocer, pero los ciudadanos no podrán perdonar nunca que un partido de
Gobierno que se sienta en esta Cámara en el momento que más se necesitaba en este país, cuando todos debemos arrimar el hombro y hacerlo con el concurso de todos, ustedes no solo se pusieron de perfil, sino que se pusieron a la contra.


Por tanto, necesitamos los presupuestos, queremos que estos presupuestos se puedan abrir camino. Esperamos que ustedes reflexionen, señor Casado, que antepongan los intereses de país a los propios de su partido. Permita que sus diputados
por lo menos acepten que este presupuesto siga su camino, se pueda enmendar a lo largo del proceso de enmiendas, porque eso va a permitir que salgamos antes de la crisis sin que nadie se quede atrás y, sobre todo, desde la unidad. Sin unidad no
vamos a ser capaces de salir de esta situación, y ustedes por ahora, señoría, ni están ni se les espera.


Muchas gracias. (Aplausos de las señoras y los señores diputados de los grupos parlamentarios Socialista y Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común y de los miembros del Gobierno, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señora ministra. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores). Muchas gracias, señora Guille.


Para un turno de réplica... (Rumores). Silencio, por favor. Para un turno de réplica tiene la palabra el señor Casado Blanco. (Aplausos).


El señor CASADO BLANCO: Gracias, señora presidenta.


¡Qué espectáculo, señora ministra, de verdad! Yo si fuera un empresario que está decidiendo invertir en un país de la zona euro y viera el discurso de la señora ministra de Hacienda en esos términos, sinceramente, me quedaría muy preocupado.
Pero, sobre todo, si yo fuera uno de los cuatro millones de parados españoles y viera a la ministra de Hacienda con ese tono estaría indignado. (Aplausos). Ha sido indignante porque a usted le pasa como al señor Illa, le han escrito una adenda a
sus notas y viene aquí



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a hablar de hipérboles. ¿Ha escuchado usted mi discurso? Porque mire que he hecho conscientemente lo que he querido hacer. Véase el vídeo. (Rumores). O sea, ha sido un discurso respetuoso, en un tono completamente institucional,
analizando dónde estábamos, diciendo que me había referido a lo que ustedes hicieron porque usted esta mañana lo había hecho, viendo el porqué no se podía aprobar el presupuesto y tendiendo la mano de nuevo en el futuro. Véaselo usted, porque a lo
mejor es que esos 777 asesores le pasan las notas equivocadas. (Aplausos). Pero, oiga, aceptamos el reto, señora ministra. ¡Hombre!, que en cuestión de empleo, de déficit y de deuda el Partido Socialista nos rete a nosotros es una de las
cuestiones más fascinantes que me pueden pasar en esta tribuna. (Aplausos).


En primer lugar, depresión, señora ministra de Hacienda, es el término macroeconómico que quiere decir la situación que sufre un país con altas cotas de caída de la producción y del consumo, coincidiendo con mucho desempleo y con muchas
quiebras empresariales. Se lo regalo, ¿de acuerdo? (Aplausos). La depresión que sufre España no es una depresión de diván, es la depresión económica que el Partido Socialista ha traído en veinticinco años tres veces. Y ya que estamos en el tema
americano, le voy a regalar una frase de un expresidente americano que decía: Recesión es cuando mi vecino pierde el empleo, depresión es cuando lo pierdo yo, y recuperación es cuando lo pierdan el señor Sánchez y usted. Eso es lo que pasa.
(Aplausos).


Señora Montero, yo no estaba en el Gobierno en los años de los que usted ha hablado, pero usted sí. Usted era la consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía, y no solo apoyó el mayor fraude de la historia de la democracia española con
los ERE siendo usted consejera, sino que usted misma se ha corregido como ministra respecto a las desviaciones de déficit que usted como consejera aprobó, ni una aceptó. (Aplausos). Y le digo una cosa. Por respeto a los parados, por respeto a los
fallecidos y por respeto a los contagiados, así es como yo he empezado mi discurso y por eso he utilizado ese tono, porque no está España para esta tangana con 411 fallecidos en el día de ayer. Me ha dado vergüenza ajena su tono mitinero, su tono
displicente, sin citar ni siquiera el auténtico drama social, económico, de empleo, sanitario y de muerte que vive España. (Aplausos).


¿Pero usted qué se cree, señora ministra? Viene aquí encima a dar lecciones con arrogancia y a decir que hagamos lo que usted quiera cuando llevamos dos años planteando una mano tendida en las cuestiones que sí sabemos hacer. Dice que el
Gobierno del Partido Popular tuvo que aflorar la deuda. Hombre, la que dejaron en los cajones (Aplausos). Fueron 100 000 millones de euros en deuda, 16 000 millones en quiebra de pago a proveedores sanitarios, 27 000 en tarifa eléctrica, casi 40
000 que tuvimos que dar a las comunidades autónomas en el FLA, el Plan de proveedores. Hombre, claro, que eso afloró, pero no tanto como lo que afloró el señor Zapatero con la inercia que traía del otro Gobierno. ¿Usted qué se cree que hizo el
Plan E o usted qué piensa que alivió la situación de 30 puntos de la deuda pública que subió el señor Zapatero? Para nada, para dejarnos 9 puntos de déficit, de ellos 2 ocultos hasta un 11 %. ¿Usted sabe lo que es llegar a un Gobierno y
encontrarse 11 puntos de déficit en los que el Gobierno que sustituye le ha ocultado 2 puntos, como usted ha hecho, por cierto, a la Comisión Europea hace unos meses? Tenía una senda de objetivo presupuestario de 1,3 % en el déficit, negoció un 1,8
%, presentó un 2,62 % y le afloraron hasta un 2,84 %, y eso creciendo al 2,1 %, cuando se fundieron 20 000 millones de euros en los decretos electorales para ir dopados a las elecciones a las que yo hacía referencia. (Aplausos). Eso es preCOVID,
señora Montero. Eso es preCOVID. (Aplausos). ¿Por qué afecta más el COVID ahora a los países como España? Porque no han hecho los deberes, porque se han fundido la despensa llena que le dejamos los demás. ¿Cómo puede hablar usted de empleo,
señora Montero, cuando su Gobierno, el de Zapatero, destruyó 3,5 millones de empleos? (Aplausos). Que lo ha reconocido hasta Solbes en su libro y hasta Octavio Granados, secretario de Estado, ha dicho: ¡Qué mal lo hicimos! ¿Pero cómo me habla
usted de déficit, de empleo, de deuda y de desequilibrios macroeconómicos, señora Montero? Sinceramente, me da vergüenza ajena. Nosotros tuvimos que venir aquí y en apenas siete años recuperamos 2,5 millones de empleos. ¡Claro que incumplimos los
déficits que ustedes nos dejaron!


La señora PRESIDENTA: Señor Casado, tiene usted que terminar, por favor.


El señor CASADO BLANCO: Sí, señora presidenta. Muchas gracias.


¡Claro que afloró la deuda pública que ustedes nos dejaron! Y por supuesto, lo volveremos a hacer porque los presupuestos que hoy traen a esta Cámara son un suicidio para la recuperación de España. No es que no estemos de acuerdo en la
política social, si nosotros subimos 26 000 millones de euros la política social. ¡Qué me está diciendo de los fondos europeos, si lo han negociado nuestros socios del PP cuando su jefe estaba en escucha pasiva en la cumbre maratoniana en la que no
abrió la boca porque



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había que esperar a que Merkel y Von der Leyen nos sacaran la papeleta! (Aplausos). Aun así le ofrecemos ir a Europa con un respaldo parlamentario y usted lo rechaza y viene aquí a insultarnos. Oiga, mire, señora Montero, usted ya dejó el
legado en la Junta de Andalucía que todos conocemos y lo estamos recuperando después de mucho esfuerzo. Usted va ahora a volver a dejar el legado como ministra de Hacienda del PSOE, como dejó el señor Solbes y la señora Salgado, pero le aseguro que
no le vamos a tolerar el desprecio y la humillación para las víctimas, los parados, los autónomos y las empresas quebradas que usted ha destilado en esta tribuna. Pídales perdón y traiga unas cuentas para recuperar su futuro y no para ahondar la
depresión que ustedes siempre dejan.


Muchas gracias. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, puestos en pie.-Varios señores diputados: ¡Bravo!).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Casado. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Señor Casado, a mí me produce tanto respeto esta Cámara, me parece que tenemos tanta responsabilidad las personas que nos subimos a esta tribuna... (El señor Echániz Salgado: ¡Sí,
seguro!-Rumores).


La señora PRESIDENTA: Señor Echániz, por favor.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): ¿Ven cómo hay personas que no saben estar a la altura de este debate, que no saben lo que se juega? (Aplausos).


Usted ha abordado en sus palabras cuestiones en las que no voy a profundizar porque creo que no importan a nadie. Usted emplea con sus palabras una cierta superioridad intelectual. ¿Se refiere a los títulos, señor Casado? (Rumores). ¿Ah,
sí? ¿A qué se refieren ustedes? ¿Ustedes están poniendo en cuestión la capacidad de este Ejecutivo (rumores) -¡ah, la mía!- frente a la del señor Casado? ¿Nos ponemos a recordar las titulaciones que tenemos cada uno y de qué manera las hemos
obtenido? (Aplausos). Señor Casado, está hablando conmigo, me lo ha dicho a mí. (Aplausos.-Protestas).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor. Señor Píriz, señor Suárez, señor Garcés, les pido silencio.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): ¡Mira, mira! ¿Esta es la educación?


La señora PRESIDENTA: Señora Beltrán Villalba, a usted también le pido silencio. (Continúan las protestas.-El señor Píriz Maya pronuncia palabras que no se perciben). Señor Píriz Maya, silencio.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Insisto, usted o algunos de sus compañeros pretenden en esta tribuna elevarse en una superioridad intelectual. No estamos hablando del señor Sánchez, está hablando conmigo, hacia mí.
Cuando usted quiera lo vemos. No creo que haya ningún problema en que comprobemos cuáles han sido las titulaciones, en cuántos años nos las hemos sacado, de qué manera y de qué forma las hemos obtenido, señor Casado. (Aplausos).


En segundo lugar -solamente voy a hacer una breve referencia, porque el debate que nos trae es mucho más importante-, ¿de verdad se atreve usted a subir a esta tribuna y decir que una formación política ha ido dopada a las elecciones,
después de la que ustedes tienen en lo alto? (Aplausos.-Protestas).


La señora PRESIDENTA: Señorías, por favor, silencio.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Tengo el uso de la palabra. Al menos, respeten las reglas democráticas de esta Cámara.


Le decía que usted es libre de ejercer la oposición como quiera, como mejor considere, pero, desde luego, lo que está claro es que no sabe adónde va. Usted intenta practicar un tono moderado con un discurso fuerte, un discurso fuerte con un
tono moderado. Usted no se aclara sobre cuál es el espacio político que tiene que ocupar el principal partido de la oposición, un tema extraordinariamente grave para la política de este país. No sabe hacia dónde se tienen que mover. Y parece que
cuando usted hace discursos incendiarios su bancada le aplaude más que cuando no lo hace. Seguro que eso le hace pensar



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luego. Por tanto, ahí estamos, en esa estrategia: ¿de qué se trata, que me opongo? Al final, es lo que a usted le plantean.


Usted pretende darme lecciones de lo que es una depresión económica. Ni siquiera ustedes son capaces de coger la ironía, pero ese es su problema. (Protestas). Por supuesto, pueden seguir por ahí lo que quieran, que no me van a encontrar.
Por ahí pueden seguir lo que quieran, igual que respecto a la trayectoria que hayan tenido miembros de este Gobierno en Gobiernos anteriores. Nosotros, al menos, hemos asumido responsabilidades de gestión. A usted no se le conoce ninguna gestión
ni en lo privado ni en lo público, o sea, usted se ha dedicado a otra tarea en su actividad profesional. (Aplausos).


Señor Casado, el otro día me quedé con una referencia que me pareció extraordinariamente... (Protestas).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Usted evocó en su discurso el abrazo de Alberti y la Pasionaria, a Suárez en ayuda de Gutiérrez Mellado, usted habló de la reconciliación, de la concordia, del abrazo paternal, fraternal...
Usted estuvo diciendo que el Partido Popular echaba de menos el clima de diálogo, de acercamiento y de concordia que habíamos tenido durante aquel tiempo. Escuchándole, me pregunté a qué se refería: desde luego no a que los grupos políticos que
estamos en las antípodas de pensamiento nos podamos sentar a discutir, porque usted eso lo critica. Usted critica cuando este Gobierno se sienta con el que no piensa como él, usted critica cuando se llega a acuerdos con otras fuerzas en los que
cada uno tenemos que ceder una parte de nuestras posiciones iniciales. Usted lo crítica, y llama a eso vendepatrias, filocomunista, bolivariano, filoterrorista, todos esos objetivos que usted pone al presidente Sánchez. ¿Cómo cree que se produjo
un entendimiento en el primer acuerdo constitucional, señoría? ¿Cómo cree usted que se produjo si no sentándose, dialogando, pactando con el que es distinto, no con los que piensan como nosotros sino con los que realmente son distintos? Ya veo que
a los miembros de su formación poco les debe gustar de ese abrazo. Usted lo trajo, y a mí me pareció bonito evocarlo.


Pero usted tiene que pasar de esa evocación del acuerdo que hubo en su día, en el pacto constitucional, a tener vocación de acuerdo, a sentarse con este Gobierno a enmendar aquellas partidas que a ustedes no les gusten. Si hoy -y se lo digo
con pesar- tuviéramos que hacer un debate como el de la reforma constitucional, creo que ustedes, señorías del Partido Popular, no propiciarían el pacto constitucional. En aquel momento claro que hubo que sentarse con un Partido Comunista
recientemente legalizado... (rumores). Por supuesto, hubo que sentarse y se sentaron personas que eran herederos del franquismo para intentar llegar a un acuerdo constitucional. Sin embargo, usted critica una y otra vez a este Gobierno que se
siente con los que son distintos para intentar dar una respuesta en Cataluña, Galicia, el País Vasco, Andalucía o Extremadura. (Aplausos). No hubiera habido legalización del Partido Comunista ni pacto constitucional si estuviera gobernando el
actual líder del Partido Popular.


Yo le he hecho el llamamiento, señoría, de muchas maneras. No me escuche a mí, escuche a Europa. Ha expresado hoy también su interés por Europa; escuche a Europa. Estos presupuestos son una trasposición del acuerdo histórico al que ha
llegado Europa entre distintas familias ideológicas, alguna de ellas protagonizada, por mucho que a usted le dé coraje, por el presidente Sánchez. (Risas). Sí, sí, ustedes se ríen; claro, no sé lo que pintan ustedes en Europa, porque nada más que
van a criticar a España. (Aplausos.-Protestas.-El señor De Olano Vela pronuncia palabras que no se perciben).


La señora PRESIDENTA: Señor De Olano, por favor, silencio.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Estamos hablando de un presupuesto fruto de un acuerdo histórico entre distintas familias políticas en el marco de la Unión Europea, todas empeñadas en aunar esfuerzos ante lo que entendían
que era el reto más descomunal que ha tenido nuestra generación. Y su enmienda a la totalidad, señor Casado, es una enmienda al consenso europeo. (Un señor diputado: ¡Qué bárbaro!). ¡Qué bárbaro!, dice alguno. Claro, eso digo yo: ¡Qué bárbaro!
Debe ser que a ustedes no les gustan esos consensos, que a ustedes no les ha gustado el acuerdo que se ha alcanzado en Europa. Por eso usted fue a Europa, a conspirar contra ese acuerdo, y conspirar contra ese acuerdo significa, señor Casado,
conspirar contra este país. Eso es lo que usted hizo en Europa. (Aplausos).



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Utilizando palabras gruesas -da igual qué tono adopte en las palabras, hay días en que puede ser más alto o más bajo-, cuando a usted se le ofrece acuerdo, usted devuelve crispación, siempre. Usted nunca ha sido leal en la mano tendida del
señor Sánchez, nunca. (Rumores). Nunca usted ha aceptado los retos que el presidente Sánchez le ha ofrecido al Grupo Popular para intentar abundar en los retos de país. Ustedes han querido politizar la pandemia sanitaria. No lo hemos visto en
ningún país de Europa. (Un señor diputado: ¡Qué barbaridad!). Claro, ¡qué barbaridad! Sé que es una barbaridad. El comportamiento del principal partido de la oposición no se ha visto reflejado en ningún partido en Europa, estuviera gobernando o
estuviera en la oposición.


Por eso, señoría, esta desleal conducta que a mi juicio ustedes han protagonizado durante todo este tiempo de la pandemia ha obligado a que el pueblo español tenga que combatir con dos tipos de virus: uno es el que ya conocemos de sobra, el
COVID, pero el segundo es el virus de la crispación política que ustedes permanentemente inoculan en esta Cámara y fuera de esta Cámara. (Aplausos.-Protestas). ¿De verdad creen que no tienen ninguna responsabilidad que jugar durante esta pandemia?
Claro que la tienen. Y claro que tienen un papel que les han dado los españoles, ni más ni menos que ser el principal partido de la oposición. Por eso lo tiene que aprovechar, tiene que ser útil. Tiene que aprovechar la posición que le han dado
los españoles, con el número de diputados que ustedes tienen. Si ustedes compiten con la ultraderecha, si se alimentan con la ultraderecha, nunca serán capaces de igualar a la ultraderecha. En ese terreno de ellos ustedes nunca ganan. No pueden
ganar: olvídense. Diríjanse a un espacio más moderado, a ese que usted preconiza en ese discurso. Intente mirar las iniciativas políticas que vienen a esta Cámara desde la perspectiva de aportar, no desde la perspectiva de tumbar al Gobierno,
porque, insisto, señor Casado, cuatro años.


Por tanto, siga usted con el no a España, siga usted con el no al progreso, siga con el no a la recuperación. En cualquier caso, yo voy a seguir haciendo un llamamiento a la reflexión a su grupo y al resto de grupos, porque el que vive
nuestro país no es un momento cualquiera, no es un momento más, es un momento extraordinario que requiere de una situación, de una unidad de acción y también de que todos podamos aportar lo mejor de nosotros mismos. Va a obligar a que todos los
países adopten medidas para que esta situación sea así. Por eso creo que tenemos que abrir la perspectiva, y, sinceramente, creo que con su enmienda a la totalidad no hay moderación ni institucionalidad ni nada que se lo parezca, señor Casado,
porque es un discurso gastado, es un discurso que no sirve, es un discurso que a fuerza de escucharlo, da igual para qué comodín, termina siendo un discurso que no cala y que, sobre todo, no nos permite aprovechar.


Creo que esta pandemia ha puesto de manifiesto las tesis que ustedes defienden, ese sálvese quien pueda, el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos, la educación es solo responsabilidad de los padres, la sanidad privada es mejor
que la pública. Creo que la crisis ha puesto de manifiesto que el Estado necesita ayudar a los emprendedores, que sin sanidad pública no hay defensa ante el virus, que es de justicia proteger a las personas más vulnerables, que estamos todos
interrelacionados y da igual el dinero que tengamos en nuestra cuenta corriente porque somos todos vulnerables ante situaciones de este tipo y que realmente la educación tiene que ser el ascensor social que permita que las personas con menos
capacidad de renta puedan seguir progresando. Por eso le garantizo que, desde el respeto a la crítica, desde el respeto al reconocimiento a la labor de la oposición, pero, sobre todo, con el mayor compromiso que podemos tener con nuestro país,
vamos a seguir haciéndole un llamamiento a la responsabilidad y vamos a seguir tendiéndole la mano, señor Casado, porque, sinceramente, creo que en la política debemos tener altura de miras y, por tanto, debemos ser capaces de plantear cuestiones.
Yo le creería a usted -yo quiero creerle a usted- si usted viniera a la tribuna y dijera: No comparto los presupuestos, no son los míos, yo haría otra cosa, pero, como no tengo mayoría para poder hacerlo y mi obligación es contribuir a que en este
país se puedan tramitar unas buenas cuentas públicas, voy a permitir que el presupuesto circule y a partir de ahí voy a presentar una serie de enmiendas para enriquecerlo. Esto sería lo que daría credibilidad a la posición de presunta moderación
que últimamente quiere protagonizar, señor Casado. Todo lo que no pase por ahí es intentar seguir jugando al cuánto peor, mejor, y que se caiga España, que ya la levantaremos nosotros.


La realidad, señorías del Partido Popular, es que estamos ante unos presupuestos necesarios, unos presupuestos de país que contienen razones sobradas para poder ser apoyados por el Grupo Parlamentario Popular, por VOX y el resto de grupos de
esta Cámara, desde la crítica, por supuesto, pero también desde el compromiso con España y la aceptación de que el Partido Popular, el principal partido de la oposición, también tiene la responsabilidad de arrimar el hombro en uno de los momentos
más dramáticos de nuestra



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historia. Reflexionen, no pueden permanecer cuatro años en esta situación, es una estrategia inútil. Lo único que les puedo decir es que nosotros seguiremos trabajando y que, cuando lo tengan a bien, aquí estaremos, con la mano tendida
para que entre todos desde la unidad podamos contribuir a recuperar este país. Ojalá, señorías, esto sea pronto. Mientras tanto encontrarán a este Ejecutivo comprometido con España y trabajando.


Muchas gracias. (Aplausos de las señoras y señores diputados de los grupos parlamentarios Socialista y Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común y de los miembros del Gobierno, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señora ministra (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Por el Grupo Parlamentario VOX tiene la palabra el señor Espinosa de los Monteros de Simón. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).


El señor ESPINOSA DE LOS MONTEROS DE SIMÓN: Gracias.


Qué espectáculo tan bochornoso al que nos están acostumbrando uno y otro partido. (Un señor diputado: ¡Venga, hombre!). Espero que el Grupo Parlamentario VOX, del que ayer se cumplió un año de su entrada en este hemiciclo, permanezca en
esta actitud absolutamente ejemplar y nunca caigamos en uno u otro tipo de comportamientos tan execrables como los que estamos viendo en esta Cámara a diario. (Aplausos).


La verdad es que no pensé que hoy estaríamos aquí hablando de titulaciones, pero es verdad que este Gobierno tiene muchas peculiaridades, entre otras que, en vez de poner a un filósofo al frente del Ministerio de Cultura, a un economista al
frente del Ministro de Hacienda y a un médico al frente de Sanidad, ha puesto al filósofo en Sanidad, al abogado en Cultura y al médico en Hacienda, y, claro, así nos va.


Señora ministra, a los que sí somos de Económicas en primero de carrera nos enseñan que la economía es la ciencia que estudia la asignación de recursos escasos susceptibles de usos alternativos. Etimológicamente, señora ministra, el término
economía procede de la conjunción de dos palabras griegas oikos, patrimonio, y nomos, que quiere decir ley o norma, y, por tanto, claramente la economía consiste en la administración del patrimonio. Y eso es a lo que hemos venido hoy aquí, no a
gritarnos unos a otros. Hoy venimos a decidir sobre la administración de un patrimonio, y es un patrimonio muy importante, no solo porque es limitado, escaso y susceptible de usos alternativos, sino porque es el patrimonio de todos los españoles.
Y a los políticos que nunca han sido contribuyentes netos a las arcas del Estado, es decir, a la mayoría de ustedes, a la práctica totalidad de los miembros del Gobierno, a menudo se les olvida un detalle muy importante, y es que ustedes no son los
propietarios del patrimonio, son solo los gestores, de la misma manera que un administrador de fincas no es el propietario del edificio, es solamente el administrador. A la izquierda conviene recordarle, en general, que lo público, de lo que tanto
hablan a gritos, hoy también, no es su coto privado, que no pueden ni deben patrimonializar -nunca mejor dicho- lo que tanto esfuerzo ha costado a los españoles aportar a las arcas públicas a base de impuestos. (Aplausos). Cuando la izquierda
habla de defensa de lo público en realidad lo que quiere decir es que la permitan hacerse con lo común como si fuera su propio coto privado.


Pero lo curioso es que ni siquiera los políticos de izquierdas administran el patrimonio común tan mal como administran su patrimonio privado; mejor dicho, administran mucho peor el patrimonio común que el patrimonio privado. Qué más
quisieran los españoles que dormir tranquilos pensando que esa facilidad que tienen ustedes en la izquierda en generar fantásticos patrimonios personales sin haberse expuesto nunca a riesgo, esa habilidad digna de estudio en algunas de las mejores
escuelas de negocios, se aplicaría a la administración de sus impuestos. Los españoles que madrugan para intentar simplemente sobrevivir estarían encantados de que ustedes administraran los impuestos de todos igual de bien que administran,
señorías, sus patrimonios personales, pero, lamentablemente, no es el caso, porque ustedes nunca aplican igual la economía para su patrimonio personal que para lo público. Todos ustedes, señorías del Gobierno, han sido capaces de generar unos
patrimonios razonables, a veces incluso admirables con el paso del tiempo, y, asumiendo que empezaron ustedes sin ningún patrimonio al comienzo de sus carreras, la verdad es que han sido capaces de ir mejorando a lo largo de estos años el valor neto
de sus activos. Ya saben que el patrimonio es el activo menos el pasivo, patrimonio neto. ¿Les suena eso? ¿No? Da igual. En cualquier caso, esto quiere decir que ustedes año a año han ido incrementando su patrimonio, que han gastado un poco
menos de lo que han ingresado durante estos años, que han ido ahorrando, en



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definitiva. Enhorabuena, es lo correcto, en eso consiste exactamente la administración de un patrimonio, en ser conservadores, en intentar gastar menos de lo que se ingresa, en ahorrar prudentemente una pequeña cantidad cada año y
conservarla de cara al futuro ante posibles problemas. Pero ocurre que ustedes vienen hoy a hacer aquí con el patrimonio de los españoles exactamente lo contrario de lo que hacen con sus patrimonios personales. Ustedes vienen hoy aquí a dilapidar
el patrimonio de los españoles, porque ustedes no administran igual lo público que lo privado. Ustedes traen aquí hoy una propuesta de ruina y miseria para los españoles, porque pretenden esquilmarlos a impuestos, porque sus previsiones de
ingresos, señora ministra, son absoluta fantasía, porque en medio de la mayor crisis económica de nuestras vidas mantienen ustedes el Gobierno más grande y más caro de la historia. Y tiene usted razón cuando señala a la bancada contraria, porque es
verdad que el Partido Popular cuando gobierna, como hoy en la Comunidad de Madrid, también tiene el Gobierno más grande y más caro de la historia, pasando de nueve a trece consejeros, que es un aumento del 44 %, por cierto, el mismo incremento que
han tenido ustedes aquí con llegar hasta veintidós ministros, de manera que no son ustedes tan distintos. El caso es que de nuevo ustedes pretenden infligir a los españoles un castigo más, con el que van a tener que pagar la incompetencia y la
incapacidad de sus gobernantes, como siempre, porque ustedes por este camino nos pueden llevar a la quiebra, señora ministra, y eso es tremendamente irresponsable. Y ante eso, nosotros mostraremos siempre una distancia infinita con las propuestas
de este Gobierno.


Es verdad que algunas de estas tendencias no son exclusivas suyas, de izquierdas. Nunca hubo -tiene usted razón- un mayor incremento de impuestos, unos mayores déficits y nunca aumentó más la deuda pública que en los siete años del señor
Rajoy. Y preguntaba usted al Partido Popular cómo denominarían eso. Pues mire, eso fue insufrible, esas cincuenta subidas de impuestos del Partido Popular. Pero es que ustedes han llegado y no han tocado ninguno de esos impuestos; al contrario,
los han seguido subiendo. (Aplausos). Y es verdad que es muy difícil que el Grupo Parlamentario VOX pudiera alguna vez apoyar las cuentas de un Gobierno socialista-comunista apoyado en separatistas y filoterroristas porque es muy difícil que
podamos apoyar a un Gobierno que ataca a diario nuestro ordenamiento constitucional, es muy difícil que apoyemos a un Gobierno que ataca a la Corona, que es el símbolo de la unidad nacional; es muy difícil que apoyemos a un Gobierno que impide que
el rey acuda a Barcelona pero que le hace acudir a un aquelarre siniestro en Bolivia, a mayor gloria de una ideología trasnochada y criminal, puño en alto, como es el comunismo; a un Gobierno que nos ha metido en un estado de alarma para tenernos
de rehenes a todos los españoles durante seis meses con la connivencia de todos los partidos de esta Cámara menos VOX; un Gobierno que ha gestionado la sanidad de la peor manera posible, con los peores ratios de todo Occidente, que ha presidido la
mayor crisis económica del mundo libre. Es muy difícil, prácticamente imposible, encontrar puntos de encuentro con un Gobierno que sometió al Legislativo durante el confinamiento, que utiliza a la Fiscalía General del Estado a su antojo, que
pretende manipular la justicia, que selecciona a los magistrados del Tribunal Constitucional, que no cree, en definitiva, en la separación de poderes. Es muy difícil apoyar a un Gobierno que pretende que el español deje de ser lengua vehicular en
España; es que esto es incluso muy difícil de explicar fuera de España. Es muy difícil apoyar a un Gobierno que pretende sumir a la educación en las tinieblas de la ideología y rematar la poca libertad que queda a los padres para decidir sobre el
tipo de educación que quieren para sus hijos, y, por cierto, señores del Gobierno, los hijos sí son de sus padres, no del Estado. (Aplausos). Es muy difícil apoyar a un Gobierno que está obcecado en perjudicar a los niños más indefensos, a los más
vulnerables, y quitarles su derecho a una educación especial, y no entiende que eso es simplemente monstruoso; no es una cuestión ideológica, ni de izquierdas ni de derechas, es que es inexplicable. Es muy difícil apoyar al Gobierno que nos impone
el ministerio de la verdad para que no podamos discrepar ni denunciar las calamidades que genera a los españoles y que ordena a la Guardia Civil vigilar nuestras opiniones o que pone al Centro Nacional de Inteligencia a vigilar y a insultar a
nuestra propia inteligencia bajo la premisa de que el patriotismo es un riesgo y que el multiculturalismo y el globalismo es lo que se debe imponer. Imposible apoyar a un Gobierno que impide que los españoles puedan salir de Carabanchel pero no
pone impedimento alguno a que nos asalten miles de inmigrantes ilegales en las costas canarias o asalten nuestras costas del sur de la península sin control alguno. (Aplausos). Es muy difícil apoyar a un Gobierno que pretende que Hacienda pueda
allanar nuestras moradas sin orden judicial, señora ministra.


Pero, si ya es difícil que apoyemos unas cuentas parecidas antes de conocerlas, es absolutamente imposible que lo hagamos después de haber hecho un mínimo análisis de las cuentas que trae usted aquí, señora ministra, porque me da la
sensación de que definitivamente este Gobierno se ha instalado en una



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realidad paralela, en una peligrosa burbuja ideológica que amenaza seriamente el futuro de los españoles. Este mismo fin de semana el presidente Macron, que no es precisamente sospechoso de ser afín a nuestro partido, ha lanzado en Francia
una ofensiva para recuperar la economía con una bajada histórica de impuestos, una reducción de cargas sociales sobre el empleo, un esfuerzo masivo en la formación profesional, un ambicioso plan de reformas basado en proteger, apoyar y recuperar, y
una estrategia de atracción de inversión internacional bajo el lema 'Chosse France', prácticamente lo mismo que les venimos diciendo en esta Cámara desde el mes de marzo. Mientras, lo que nos presentan ustedes hoy aquí es un delirio de presupuestos
que definen como productivos, feministas y ecologistas y una presunta recuperación basada, al parecer, en más impuestos y más inspecciones de igualdad de género; un auténtico disparate, señora ministra, pero un disparate que pagaremos todos si se
aprueban estos presupuestos y si ustedes siguen al frente del Gobierno. Señores del Gobierno, ahí fuera, en el mundo real, en la calle, se vive un auténtico drama. Hay mucha gente sufriendo, pasándolo muy mal. Algunos han perdido su empleo, un
empleo que tal vez costó mucho tiempo encontrar tras la anterior crisis, y no saben si volverán a encontrar otro. Algunos aguardan con cierta incertidumbre el desarrollo de los acontecimientos porque no saben si su empleo suspendido hoy por un ERTE
se convertirá mañana en un ERE. Decenas de miles de comerciantes, hosteleros, autónomos han sido golpeados con extrema dureza. Unos se han arruinado por falta de liquidez y por la imposibilidad de mantener abiertos sus negocios -algunas personas
de su coalición, incluso la vicepresidenta de este Congreso, parece que se alegran abiertamente de algunos cierres-, otros resisten con mucha dificultad, pero no saben por cuánto tiempo. Según la Asociación de Trabajadores Autónomos, hay un millón
de autónomos en el alambre, a punto de quebrar. Hay 1 600 000 autónomos que han visto caer sus ingresos un 60 % o más en esta crisis. Pero para ustedes los comerciantes, los autónomos, los pequeños empresarios son siempre sospechosos, son siempre
presuntos defraudadores a los que, en vez de agradecer su actividad, los riesgos que asumen y el empleo que generan, en lugar de apoyarles como auténticas locomotoras que tiran de tantos vagones, ustedes parecen empeñados en que descarrilen y se
estrellen todos, incluidas sus familias, sus proveedores y sus clientes, que son vagones que podrían moverse precisamente gracias al impulso de estas locomotoras.


Y mientras vemos familias en situaciones tan difíciles que se ven obligadas a elegir: o leche o mascarillas. Y no lo digo yo, lo hemos sacado de la prensa hace dos semanas. Vemos mascarillas desgastadas, descoloridas por el uso y
remendadas. Pero el Gobierno se niega a nuestra propuesta de proveer a las familias gratuitamente de esas mascarillas que les obliga a llevar, para eso no hay dinero. Por lo menos celebro, y lo celebro abiertamente, que hayan aceptado ustedes
nuestra propuesta de bajar el abusivo IVA del 21 %; más vale tarde que nunca, ustedes aciertan cuando rectifican. (Aplausos). Les recuerdo que el Grupo Parlamentario VOX presentó una proposición no de ley el día 2 de abril pidiendo una reducción
del IVA y otra el día 28 de mayo pidiendo la gratuidad. Tardan siete meses en hacernos caso. Quizás para el 28 de diciembre podamos tener las mascarillas gratuitas para las familias que más lo necesitan. (Aplausos).


Las tan publicitadas ayudas que tenían que haber llegado para este momento no han llegado a demasiadas personas, señora ministra, tampoco las prestaciones ordinarias, que acumulan retrasos inaceptables. Los funcionarios del SEPE piden
ayuda, y no les llega porque nadie en su Gobierno los escucha, y, a la vez, los españoles se encuentran las oficinas del SEPE cerradas. Está todo paralizado. El 13 de mayo le hablé en esta Cámara de una persona llamada Marta, una conocida mía que
llevaba meses sin cobrar el ERTE; esta mañana la he vuelto a preguntar, seis meses más tarde, y sigue sin cobrar el ERTE. Es un auténtico caos. Señorías, no es que nadie se quede atrás, es que nadie sale adelante. (Aplausos).


Señorías y miembros del Gobierno, dense un paseo por las colas del hambre. Nosotros lo hemos hecho. ¿Saben lo que nos encontramos? Personas que hasta hace menos de un año jamás hubieran pensado en su vida que iban a tener que acudir a una
parroquia a pedir comida, personas que no se podían imaginar que se iban a ver obligados en esas circunstancias. Hay quien los llama los nuevos pobres, señorías, pero es peor que eso, son los nuevos invisibles, son personas que eran clase media
hace seis meses que han sido abandonadas por ustedes y que ustedes ni siquiera ven cuando las tienen delante. Ayer me lo contaba Yoli, una camarera del Hotel Palace, con la que estuve en la puerta del Congreso. Lleva seis meses en paro. Ustedes
ni la veían cuando servía sus cafés en el Palace y siguen sin verla ahora que está en paro. Pero es que hay muchas Yolis, señora ministra. Como ella ya son cientos de miles las personas a las que no recibe nadie cuando van a pedir ayuda a una
oficina pública, a las que no responde nadie cuando piden una cita por teléfono, a las que no contesta nadie cuando intentan



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ponerse en contacto con la Administración por la vía digital. Son los nuevos invisibles, señorías, y ustedes los están abandonando. Señorías feministas, ecologistas, comunistas, separatistas, filoterroristas, esa gente es la que está en la
calle y no entiende el debate de hoy, no entiende que los gobernantes se suban los sueldos. Afortunadamente, el Grupo Parlamentario VOX pudo bloquear la subida que pretendían traer a esta Cámara de los sueldos de los diputados. Pero el presupuesto
de altos cargos que traen ustedes en los Presupuestos Generales del Estado sube un 15 % y no se entiende, como no se entiende, con la que está cayendo, que se mantengan veintidós ministerios, con sus ministros, sus secretarios de Estado, sus
directores generales, sus asesores, y no recorten en nada el gasto político. No se entiende que los presupuestos traigan cien millones de euros en coches oficiales, por muy ecológicos o cero emisiones que sean.


Señorías, los españoles saben que una vez más ellos cargarán con las subidas de impuestos y que, sin embargo, no estarán entre los beneficiarios de esa lluvia de millones para la prioridad ecológica. Sospechan que ahí sí estarán muchos
beneficiados del IBEX, muchos directivos -no empresarios, sino directivos-, muchos expolíticos. Y los españoles se empiezan a escamar de cómo pretenden usted regar de dinero a los medios de comunicación amigos para ocultar el sufrimiento de esos
mismos españoles. Se empiezan a dar cuenta de quiénes son las élites que ganan con todo esto, las élites que dependen del BOE. Esos son los que ganan con estos presupuestos, ganan las 'boélites' y pierden los españoles. Cada vez más los españoles
invisibles se están dando cuenta; y se están dando cuenta porque no se puede ocultar la realidad. Hay muchos españoles que hasta ahora no tenían ni visibilidad ni voz ni voto. Es verdad que ahora, con los cincuenta y dos diputados que están aquí
para defender a los invisibles, los españoles de a pie al menos tienen VOX aunque no voto, pero saben que ustedes seguirán defendiendo a las élites del BOE, a las que representan y protegen.


Señorías, la ley de Presupuestos Generales del Estado no es una ley más; de hecho, es la única ley imprescindible de este Parlamento. Es la ley esencial del año, porque define lo que realmente cree un Gobierno. La que recoge la decisión
de cómo distribuir los escasos recursos susceptibles de usos alternativos y la decisión de cuántos recursos vamos a extraer de los bolsillos de los españoles, es la ley más importante de cada año. Sus errores, sus negligencias y su arrogancia, las
de los Gobiernos del PSOE y del PP, explican que hoy en esta crisis España tenga tan mala posición de partida, que España sea el país que tenga la peor gestión tanto en el ámbito económico como en el sanitario y, si no lo evitamos, que se aprueben
unos presupuestos que nos dirigen directamente a la ruina.


Señorías, la crisis del coronavirus se encontró a España en un muy mal momento. El virus nos pilló sin los deberes hechos, sin haber hecho ningún esfuerzo de consolidación fiscal tras la anterior crisis económica, sin haber implementado
prácticamente ninguna reforma desde 2015, con una deuda pública que los Gobiernos del Partido Popular y del PSOE habían disparado a niveles superiores al 100 % de nuestro producto interior bruto y con una tasa de paro que era el doble de la media de
la Unión Europea y muy alejada de los niveles anteriores a la gran recesión. El año pasado en 2019 numerosos indicadores mostraban un deterioro económico acelerado y así se lo hice saber a la ministra de Asuntos Económicos en esta misma sala hace
siete meses. El crecimiento del PIB acumulaba siete trimestres continuados de rápida desaceleración, la inversión extranjera se había desplomado cayendo por encima del 54 % y el consumo, otro de los principales motores de crecimiento, se había
estancado ya. Volvimos a ver incrementos del paro en el segundo y el tercer trimestre del año y el déficit público aumentó en 2019 por primera vez desde 2013. Además, el primer golpe asestado por la primera oleada de coronavirus fue más duro que
en cualquier otro país del mundo, de nuevo por la negligente gestión de este Gobierno. No era inevitable, señorías. Ustedes hicieron oídos sordos a muchas de las recomendaciones que hicimos desde VOX en el ámbito sanitario y en el ámbito económico
para intentar salvar vidas, empresas y empleos. Necesitábamos medidas contundentes, ágiles y acotadas en el tiempo, precisamente la recomendación que les hizo el Banco de España, pero ustedes hicieron todo lo contrario. Ustedes aprobaron medidas
tímidas, insuficientes y extremadamente lentas. El resultado es una destrucción del tejido productivo como no conocíamos en nuestra historia económica. Hemos sufrido la mayor destrucción de empleo, la mayor destrucción de empresas y el desplome
económico de mayor magnitud de los que se conocen entre países de la OCDE. Todo ello ha provocado un impacto social inaceptable, porque una vez más la mejor política social es la del empleo y el paro es la causa principal de la pobreza y la
exclusión social, la causa de la aparición de los nuevos invisibles. (Aplausos).


Señorías, ahora que todavía desconocemos el impacto y la duración de la segunda ola del coronavirus y no sabemos si habrá una tercera y cuarta olas o si son fiables las vacunas que nos anuncian, tenemos



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la obligación de priorizar el gasto público para garantizar que salvemos nuestras empresas y nuestros empleos y que no haya ni un parado más ni una empresa menos, porque son ellos, los trabajadores y las empresas, quienes serán el motor de
nuestra recuperación. Y, por supuesto, tenemos que concentrarnos en apoyar a todos aquellos a los que la crisis ha privado de su derecho a trabajar, porque durante mucho tiempo los españoles hemos trabajado para el Estado y, ahora que el Estado les
ha prohibido trabajar, es de justicia reforzar temporalmente el apoyo a los más golpeados por la crisis. Estos presupuestos deberían haber sido los de la recuperación, el empleo y la respuesta eficaz al coronavirus, pero nadie en Europa entenderá
que en la crisis más devastadora desde la Guerra Civil el Gobierno se dedique solo a la propaganda y, en lugar de priorizar el empleo y la recuperación, se dedique a intentar salvar su propia subsistencia. Durante toda su intervención, señora
ministra, prácticamente no la he oído nada acerca de la deuda pública, pero es que los niveles de deuda que están alcanzando las cuentas públicas españolas nos colocan en una situación de extrema vulnerabilidad; vulnerabilidad ante un cambio de
política monetaria, como ya le advirtió la AIReF, y ante la aparición de acontecimientos que -como el de este mismo año- requieran una fuerte intervención del Estado; y, por supuesto, vulnerabilidad ante potencias extranjeras, como ya aprendió ZP
en el último Gobierno del Partido Socialista, ante la pérdida de soberanía que supone que nuestros acreedores internacionales nos exijan el cumplimiento de ciertas condiciones para seguirnos financiando. Mire, solo en este año la ratio de deuda
pública sobre el PIB repuntará muy significativamente, entre 20 y 25 puntos porcentuales, según el Banco de España podríamos llegar casi al 130 %. Señorías, es necesario que estos presupuestos se presenten conjuntamente con el anuncio de un plan de
consolidación fiscal a medio plazo. Obvio que en este año no se va a poder recuperar todo, pero tenemos que empezar a darles un poco de credibilidad a nuestras cuentas públicas, y una vez más ustedes han preferido mirar hacia otro lado y no asumir
esa responsabilidad engañando a los españoles.


Los presupuestos que trae el Gobierno son unos presupuestos irreales, irresponsables y diametralmente contrarios a lo que España necesita. Irreales porque están hechos sobre unas previsiones lisa y llanamente increíbles. Mientras España se
juega su credibilidad internacional, el Gobierno presenta las cuentas políticas más irresponsablemente deficitarias de la historia con un agujero previsto de más de 80 000 millones de euros. Cuentas irresponsables también por el lado de los
ingresos, que son imposibles de alcanzar y unos gastos que son imposibles de soportar, sin la más mínima vocación de reducir lo superfluo para concentrarnos en la crisis sanitaria, la económica y la social en la que nos han instalado. En primer
lugar, el lado de los ingresos es simplemente no creíble por la estimación de crecimiento del PIB, que ustedes sitúan en un 9,8 para el año que viene sabiendo que el FMI prevé el 7,2 y que el Banco de España lo reduce a la mitad, el 4,1; ese
crecimiento no es alcanzable. En segundo lugar, en un escenario tan adverso como el actual ustedes contemplan una subida de ingresos tributarios del 13 %, algo más de 222 000 millones de euros, una previsión de nuevo imposible de cumplirse, como
ustedes saben muy bien; o lo saben y mienten o no lo saben, lo cual me preocuparía todavía más, pues significaría que conocen menos España de lo que nosotros pensamos. En tercer lugar, las estimaciones que ustedes realizaron las hicieron en un
escenario anterior a esta segunda ola del coronavirus, por tanto, el avance de la pandemia pone bajo sospecha la propia credibilidad de los presupuestos y la convierte en papel mojado. Por último -y esto es muy relevante-, conseguirá seguro unos
ingresos derivados de fondos europeos que -recordemos- están condicionados a dos factores: a un plan de reformas que el Gobierno aún no ha enviado y a nuestra capacidad de ejecución de los fondos europeos. Y para ponerlo en contexto recordemos que
los fondos extraordinarios Next Generation EU, de 20 000 millones de euros, de los que se tendría que disponer en los próximos meses, se comparan con 368 millones de euros menos que se han ejecutado en los últimos seis años. Es una cifra
difícilmente asumible.


He dicho también que son unos presupuestos irresponsables, porque disparan el gasto público improductivo a la vez que aniquilan precisamente el tejido productivo con una subida fiscal en el peor momento posible. Señora ministra, toca
elegir. Si queremos poder cubrir la emergencia sanitaria, social y económica, si queremos conservar el Estado del bienestar, tenemos que poner fin al bienestar del Estado, tenemos que poner fin al bienestar de los políticos. Ya hemos hablado de la
indignación que nos produce a muchos españoles el hecho de que aprovechen estos presupuestos para subirse el sueldo, incrementar cargos a dedo y aumentar la flota de coches oficiales, pero el gasto político es mucho más que eso, el gasto político
encuentra su fundamento en el electoralismo, porque estos son unos presupuestos diseñados sin ningún escrúpulo para la permanencia de Pedro Sánchez en La Moncloa, para pagar apoyos, para orientar voluntades y comprar influencias. Ya hemos pagado
más de 10 000 millones de euros en esa desaforada carrera de gasto público que algunos denominaron los viernes electoralistas,



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y en estos presupuestos hay mucho más de esto. Electoralismo es, en primer lugar, reforzar los medios que deberían ser de servicio público, pero que ustedes sin ningún reparo han puesto al servicio del Gobierno, como por ejemplo
Radiotelevisión Española o el CIS, una institución antaño respetada y que ustedes han hundido en el peor de los desprestigios. Televisión Española incrementa su presupuesto en un 25 %, el CIS en un 13 %. Y luego tenemos los ministerios concebidos
exclusivamente para sufragar la ideología de sus socios. El Gobierno de los veintidós ministerios, de los veintidós ministros, al parecer no ha encontrado ningún gasto superfluo del que prescindir para orientar el gasto hacia las partidas más
importantes. Al revés, ustedes han subido el gasto de todos y cada uno de los ministerios, pero muy excepcionalmente el de los ministerios de Podemos. En esa categoría está el Ministerio de Igualdad, el de Irene Montero, concebido para impulsar y
sufragar sus chiringuitos de género, que multiplica su gasto por más de dos, lo incrementa un 130 %; el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, de Pablo Iglesias, que percibe un 30 % más de fondos -para eso también hay dinero-; el
Ministerio de Consumo, del señor Garzón, un ministerio inventado y sin ningún tipo de competencias, porque el área de consumo está transferido a las comunidades autónomas, y recibirá casi un 70 % más de ingresos este año -para esto, por supuesto,
también hay dinero-. Señorías, si hay algún momento en el que esté justificada una reforma íntegra de la Administración pública española para recortar el gasto político y aplicar las prioridades de los españoles, sin ningún lugar a dudas es aquí y
ahora. (Aplausos). España tiene que acometer una profunda reforma de las administraciones públicas que, por un lado, permita identificar duplicidades y entes públicos redundantes y, por otro, modernice la Administración apostando de forma decidida
por la Administración digital al servicio del ciudadano haciendo más con menos recursos. Además, hay que detectar las bolsas de gasto prescindible, que son muchísimas y que se definen como todo aquello que no esté orientado a los objetivos
estratégicos de crecimiento, empleo y protección social. Sobre todo, aunque no sea en esos tres puntos, señora ministra, habría que estar recortando, y ustedes no han encontrado ni una sola partida para recortar.


Para eso, el procedimiento de redacción de los presupuestos, en sí mismo, es perverso, porque los programas de gasto que ustedes traen toman como referencia, y así se ha hecho siempre, el presupuesto del año anterior, y se incrementan: los
del año pasado, más un poco. Por eso, nuestra propuesta, trae una nueva forma de elaborar los presupuestos, la metodología de presupuestos en base cero. Sin duda, es un sistema mucho más exigente para nuestros políticos, porque exige que cada año
los gestores públicos expliquen para qué quieren el dinero que piensan emplear el próximo año de manera detallada y no se conformen con incrementar en un porcentaje lo que se gastaron el año anterior. No basta con decir que siempre se ha hecho así,
señoría. (Aplausos).


Señorías, tenemos un Gobierno sostenido, obviamente, por aliados separatistas, que hoy vienen a cobrar los favores al señor Sánchez. En la propuesta de los Presupuestos Generales del Estado planteada por el Gobierno los separatistas pasan
su factura, como es lógico, por los servicios prestados. Se va a doblar la partida destinada al concierto vasco; un incremento del 109 % respecto a los últimos presupuestos aprobados por el señor Montoro. Los separatistas catalanes verán premiada
su lealtad a Sánchez cuando su desleal Gobierno autonómico será el que reciba más inversión de España. La Comunidad Valenciana incrementará sus inversiones un 57 %. ¿De quién depende el Gobierno? Pues, eso.


Pero estos presupuestos no son solo irreales, electoralistas e irresponsables, también someten a un serio castigo al tejido productivo, precisamente, señora ministra, en el momento en que más apoyo necesita. Las pymes, los autónomos, los
comerciantes, los emprendedores, esos son los únicos que van a poder liderar la recuperación y sacarnos de este atolladero. Desde el Estado podremos acompañarles, podremos mejorar el marco legislativo, podremos favorecer su actividad, pero, sobre
todo, lo que tenemos que hacer es no molestar. Añadir cargas, trabas burocráticas, obligaciones e inspecciones solo impide que en España haya más y mejores empresas y, por tanto, que en España haya más y mejores empleos. Lo que les estamos
pidiendo es básico. No les pedimos que lo hagan siquiera por convicción, háganlo por conveniencia, porque es mejor para ustedes y es mejor para España. No suban los impuestos, porque hacerlo pone en grave riesgo la escasa recuperación que podamos
tener. España es el único país, señora ministra, que sube los impuestos en plena pandemia. El golpe que la gestión del coronavirus ha supuesto al tejido empresarial es catastrófico, y seguimos con la economía en estado de shock. El último año se
han destruido más empresas que en ningún otro país de Europa y mantenemos a muchas de ellas debatiéndose entre la vida y la muerte empresarial. Una de cada tres empresas, según el Banco de España, está en riesgo de impago. Como le dijimos desde el
principio, antes de buscar mecanismos de inyección de liquidez, tenemos que evitar que esa liquidez salga de las pymes, que representan, por



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cierto, más del 90 % de nuestro tejido productivo. No tendría sentido quitar el agua a una planta para regarla una vez seca; lo que hay que intentar es que no se seque la planta. Si al castigo que soportan la actividad empresarial y el
consumo añaden ustedes el sablazo fiscal, no tengan ninguna duda de que se secarán las pocas plantas que todavía queden vivas.


El de estos Presupuestos Generales del Estado no es, sin duda, el primer sablazo fiscal que sufren los contribuyentes. Ya hemos hablado del sablazo del Partido Popular. Ahora viene el del PSOE, que se acumula sobre el anterior, porque si
ustedes hubieran reducido esos cincuenta impuestos que tan acertadamente señaló el Partido Popular, quizá hoy podríamos hablar de otra manera. Pero es que, además de esos cincuenta, vienen los impuestos que suben ustedes. Señora ministra, hasta
cuatro veces le pregunté en esta Cámara si iba usted a subir los impuestos, y las cuatro veces usted me lo negó. La realidad es que el Partido Socialista, como siempre, va a subir los impuestos a las clases medias y trabajadoras, que son las que
siempre acaban pagando el pato. Usted va a subir el IRPF, va a subir sociedades, va a subir patrimonio. Va usted a castigar a uno de los sectores más importantes de España, el del diésel, y no solo, señora ministra, a quienes lo consumen, porque
España es el primer productor de diésel de Europa y tiene un sector de automoción, de partes y componentes, que está basado en el diésel, señora ministra. Sería bueno que hiciera usted un repaso de los impuestos que está subiendo y un repaso de
quiénes van a pagar finalmente esa subida fiscal. Ustedes castigan a sectores estratégicos de nuestra economía con ese impuesto. Nos sitúan en una posición de desventaja competitiva respecto a otros países, aplicando de manera unilateral la tasa
Google, sin esperar a que haya negociaciones conjuntas, y penalizando el ahorro, reduciendo las deducciones aplicables a los planes de pensiones. Inventan nuevos impuestos, como el impuesto a los plásticos. Elevan el IVA de las bebidas azucaradas.
¿Me va a decir usted que el IVA de las bebidas azucaradas es para los ricos? ¿Son los niños ricos los que toman Coca-Cola y Fanta o serán los niños de todas las clases medias de este país? (Aplausos). Al contrario de lo que sostiene el Gobierno,
señora ministra, la gran subida fiscal se concentra en bienes de consumo generalizado en la mayoría de hogares y recaerá, como digo, en rentas medias y bajas. Como siempre, pagarán las clases medias y se librarán los que como ustedes, cómo no, son
parte de la 'boélite'.


Señorías, los problemas de España son la falta de empleo, la dificultad para formar una familia, la educación, el declive de la industria, y nada de eso está en estos presupuestos. Hace unos días, Santiago Abascal pudo exponer, con motivo
de la moción de censura, un programa ambicioso que anteponía los intereses de España y, a modo rápido y raudo, porque voy acabando, les recuerdo cómo proponíamos apoyar sectores como el alimentario, bienes de equipo, banca, moda, turismo,
automoción, partes y componentes, con diez puntos muy sencillos. Uno, fomentar el fortalecimiento de las empresas, autónomos, comerciantes y emprendedores. Dos, recuperar el mercado único. Tres, invertir en capital humano. Cuatro, invertir en
formación de capital tecnológico. Cinco, crear un mercado laboral más dinámico y atractivo para generar empleos. Seis, una bajada masiva de impuestos y cargas sociales para fomentar el empleo. Siete, un plan de descarbonización, mediante una
política de reforestación masiva, interconexión de todas las cuencas y creación de regadíos, que podría generar hasta cinco millones de puestos de trabajo canalizando el agua. Ocho, un plan de inversión y de adelanto de infraestructuras. Nueve, un
plan de apoyo a la industria. Y, diez, un plan de apoyo a nuestro muy maltrecho sector agrícola, ganadero y pesquero, al comercio, turismo y la hostelería, que son algunas de nuestras principales fuentes de ingresos. Desgraciadamente, nada de todo
eso podemos encontrar en los presupuestos que usted trae hoy aquí.


La señora PRESIDENTA: Señor Espinosa de los Monteros, debería terminar.


El señor ESPINOSA DE LOS MONTEROS DE SIMÓN: Vamos terminando.


En definitiva, señora ministra, necesitamos un plan de defensa de la España viva, de la España que madruga, de esa España que, con los impuestos que genera, ustedes, señores del Gobierno, dilapidan con su demencial política de gasto,
poniendo en peligro, por cierto, el futuro de todos.


Dentro de unos años, señora ministra, cuando nuestros hijos o nietos vean este debate trascendental sobre el rumbo de nuestra economía, se preguntarán si estuvimos a la altura de las circunstancias; se preguntarán si optamos por la
comodidad o afrontamos con determinación los retos que nos presentaba el futuro. Me gustaría responderles que lo hicimos bien; me gustaría decirles que, aunque implicó sacrificios, sangre, sudor y lágrimas, optamos por la postura correcta.
Hagámoslo, señora ministra, rechacemos de plano la tentación del despilfarro de hoy que nos lleva a la ruina del mañana, y seamos nosotros los que escribamos nuestro propio futuro. No podemos dejar a nuestros hijos un legado de



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miseria, de deuda y de falta de oportunidades. No podemos participar en un engaño que los condene a la ruina. No podemos exponernos a la quiebra de nuestro país y a tener que pedir un rescate a otras naciones. En definitiva, señorías, no
podemos apoyar estos presupuestos generales.


Muchas gracias. (Aplausos de las señoras y de los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Espinosa de los Monteros. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores). Muchas gracias, señora Guille.


En nombre del Gobierno tiene la palabra la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Muchas gracias, presidenta.


Señor Espinosa de los Monteros, en primer lugar, quiero decirle que le he escuchado con atención. Este Ejecutivo siempre escucha a todos los grupos políticos e intenta entender cuál es el posicionamiento político para aprovechar de esos
posicionamientos lo mejor y así enriquecer nuestra propia posición y nuestro propio discurso. Nosotros, que somos demócratas convencidos, respetamos la legitimidad del voto que tienen ustedes a través de sus parlamentarios. No discutimos lo que a
veces ustedes discuten, que es la propia legitimidad que tiene este Gobierno para su conformación; un Gobierno que, por dos veces, en las elecciones ha salido refrendado en las urnas como la mayoría que permite impulsar a este país. Por tanto,
creo que siempre su intervención hay que escucharla -lamento que otros no lo hagan-, pero hay que escucharla desde la óptica de entender realmente cuál es el motivo por el que ustedes están en política, señorías. Yo no lo entiendo. Yo le escucho
hablar aquí desde la tribuna, señor Espinosa, y yo no entiendo cuál es el objetivo, la ambición última que tiene su formación política para estar participando del Congreso de los Diputados y de la política. Porque pareciera que ustedes viniesen a
derogar la política, al menos es lo que dice en su soflama. Usted habla del bienestar de los políticos. ¡Es que esas expresiones que usted utiliza, yo no sé a qué se refieren! Usted habla de que nos demos un paseo -que ustedes se sorprenden- por
las zonas de los barrios humildes, por los lugares donde está la gente, ustedes lo dicen como una obra de caridad: Dense ustedes un paseo para que vean lo que está ocurriendo en el mundo. Usted no se entera, señor Espinosa, de que nuestra
militancia, los miembros de las formaciones políticas que pertenecen a este Gobierno, son pueblo, son esa gente respecto de la que usted está reclamando. (Aplausos). Son los autónomos, son las pymes, son los parados, son las amas de casa, son las
personas que tienen dificultad para incorporarse al mercado laboral, son aquellos que tienen empleo precario. Yo no sé quiénes son sus amigos, yo le digo los que son los habituales de la bancada socialista o de la bancada de Unidas Podemos. No es
que tengamos que interesarnos por lo que les ocurre, es que somos parte, señoría, de ellos. Por tanto, vivimos en nuestras propias familias o en nuestros propios entornos cuestiones respecto de las que yo entiendo que ustedes se sorprendan cuando
se dan una vuelta y ven lo que niegan permanentemente.


Por eso, le decía que me cuesta trabajo entender cuál es la aportación clara que ustedes quieren hacer a la política más allá de impugnarla -más allá de impugnarla-, porque ustedes juegan a un juego -yo no voy a comprar ese esquema mental-
que es un juego absolutamente antisistema. Ustedes juegan a poner en cuestión los pilares del Estado democrático, del sistema democrático, de la propia Constitución, porque ustedes no comparten gran parte de las cuestiones que ahí se plantean, por
ejemplo, el Estado autonómico. Después, ustedes apoyan al Partido Popular en esos Gobiernos autonómicos, pero a ustedes también les parece que esto es un despilfarro, que es una duplicidad, que es una incapacidad para poder gobernar, y si ustedes
tuvieran la capacidad de vertebrar España probablemente harían, como ustedes han dicho o su líder ha dicho, desaparecer las autonomías y las convertirían en cincuenta y dos provincias. Algo así se le ha escuchado, y alguien asiente. (El señor
vicepresidente, Rodríguez Gómez de Celis, ocupa la Presidencia). Ustedes quieren volver -claro- a la estructura del Estado de la época franquista, con los gobernadores civiles y con todo lo que eso conllevaba, sin reconocer el avance... (El señor
Ortega Smith-Molina pronuncia palabras que no se perciben). Sí, sí, señor Smith, no se alarme -sí, sí-, con los gobernadores civiles -no entiendo por qué se alarma con esa expresión- y con todo lo que ello representa de involución. (Rumores).


En cualquier caso, fíjese usted, señor Espinosa, en que no es casual que VOX intente impugnar el Estado de las autonomías; no es casual. El Estado de las autonomías es el que provee los servicios públicos -sanitarios, educativos, servicios
sociales-, unos servicios públicos que ustedes impugnan porque ustedes creen -y así lo expresan- que el Estado tiene que ser mínimo, que tiene que haber una



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mínima expresión de la intervención pública en el devenir de la vida cotidiana; no solamente de la economía, no solamente del mercado, no solamente de la situación de las empresas, sino incluso del bienestar de los ciudadanos. Ustedes
consideran que el dinero, mejor en los bolsillos. Así lo dicen y lo repiten una y otra vez. (El señor Ortega Smith-Molina pronuncia palabras que no se perciben). Sí, señor Smith, si yo sé que usted está dialogando conmigo a través de la
mascarilla. El problema no es que el dinero esté mejor en el bolsillo de los ciudadanos, el problema es que hay ciudadanos que no tienen dinero para metérselo en el bolsillo, señor Smith (aplausos), y que, sin embargo, tienen que tener derecho a
una sanidad cuando caen enfermos, a una educación cuando sus hijos tienen talento para poder seguir estudiando -el ascensor social- o a los servicios sociales cuando se encuentran en situación de vulnerabilidad.


Por eso le decía que escuchando su intervención -y de verdad que he puesto interés- no he encontrado alguna propuesta, alguna solución factible, realista, que permita un beneficio al interés general de la gran parte de los ciudadanos. Y yo
creo, señor Espinosa, que la gente de este país no es tonta, que sabe que los problemas son complejos, que no se resuelven a golpe de frases rimbombantes, de lo que se llama el populismo de nuestros días, que consiste justamente en intentar expresar
una idea como si se tratara de algo simple cuando es de una complejidad que evidentemente no abarcan con la expresión. O, dicho de otra manera, ustedes con soluciones al uso, que no tienen ningún tipo de adaptación a la realidad que vivimos,
intentan solucionar planteamientos tan importantes como el contagio del virus, que ustedes niegan, como la aparición de la vacuna, que usted parece que hoy ponía aquí en cuestión. No sé exactamente a qué se refiere. Ustedes invocan la libertad
intentando que esa libertad sea manifestarse sin tener en cuenta las recomendaciones de las autoridades sanitarias... (El señor Abascal Conde hace gestos negativos). Sí, señor Abascal, sin tener en cuenta las recomendaciones de las autoridades
sanitarias y en un ejercicio de movilización en el momento menos indicado, porque justamente de lo que se trata es de que disminuyan los contactos efectivos entre los ciudadanos.


Lo que ocurre es que yo creo que después del ejercicio que protagonizaron el día en que presentaron la moción de censura es que salieron ustedes francamente disgustados, probablemente porque esperaban otra cosa de lo que iba ocurrir en esta
Cámara. Me da la impresión a veces de que tienen -ustedes sí- un sentido de una realidad paralela y luego ocurre lo que ocurrió, que se quedaron ustedes solos porque evidentemente ustedes no tienen apoyos. Ustedes pretendían convertirse en los
líderes de las formaciones de derechas, una maniobra muy burda, señor Espinosa, que finalmente no les salió bien y que lo que hizo fue ahondar en las diferencias entre los dos partidos de derechas, que parece que al menos en el discurso, intentó
trasladar el señor Casado. Hoy aquí ha visto todo lo contrario. Lo que es curioso es que ustedes se rajan las vestiduras cuando suben a la tribuna respecto de cuestiones que ha protagonizado del Partido Popular -lo decía antes y no lo negaba-, por
ejemplo, la subida fiscal; ahora sí, no tienen ningún pudor en apoyar al Partido Popular -incluso aunque no haya sido el ganador de las elecciones en las comunidades autónomas- en aquellos lugares donde ustedes suman mayoría y, de hecho, ustedes
mantienen -y para eso esto sí es democracia, esto sí le parece a usted democracia- en las comunidades autónomas a líderes de partidos políticos que no han obtenido la mayoría del resultado electoral. De eso no hablan nada, ustedes hacen diferencia
en el discurso, pero luego siguen gobernando juntos. Por tanto, no se entiende, señor Espinosa, que se ponga usted tan escrupuloso con las cuestiones que ha mencionado el señor Casado y que usted intente meternos a todos dentro de un mismo redil,
que es lo que ha querido hacer cuando ha dicho que unos y otros subíamos los impuestos o que unos y otros hacíamos nula aportación al bienestar de los ciudadanos.


¿En qué consiste la política económica y social de VOX? ¿Señor Espinosa, por qué no la cuenta aquí, en esta tribuna? Porque usted ha hablado simplemente de colectivos a los que hay que apoyar y, sí estamos de acuerdo, hay que apoyar a los
colectivos, a todos, al de los autónomos, al de los emprendedores, al de violencia de género, señoría, al de las mujeres maltratadas, también al de los menores no acompañados, también la lucha para que otros países vivan realmente en situaciones de
mayor progreso que impidan que se vean forzados a abandonarlos para buscar un futuro mejor. Ustedes quieren, en definitiva, un país autárquico, aislado del mundo, absolutamente desconectado de Europa, un país como el de hace setenta años. Esa
España que ustedes dibujan es la España que tenemos en la retina las personas o las generaciones que pudieron comprobar en sus propias historias cómo y de qué manera España se aislaba del resto del mundo. Ustedes defienden un país uniforme, un país
donde no existe pluralidad, diversidad cultural, riqueza lingüística, donde ni siquiera existe pluralidad política porque para ustedes la única forma válida de pensar y de vivir es la suya y todos aquellos que no encajamos con su



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forma de vivir o de pensar sobramos, sobramos en la España democrática. Nosotros no pensamos así, señor Espinosa de los Monteros, nosotros estamos en las antípodas de su línea de pensamiento, no compartimos ni las recetas ni la
sensibilidades que usted trae a esta tribuna, sin embargo, nosotros respetamos que ustedes estén ahí; es más, por la construcción de la libertad que se ha hecho en este país cuando ustedes ni siquiera existían o estaban o cuando había personas que
estaban aliadas a otras formaciones políticas o a otras expresiones políticas, cuando eso ocurría, este país, de la mano de un partido como el Partido Socialista también se abrió camino en el marco constitucional para que usted hoy aquí, en este
Congreso de los Diputados, pueda estar expresando su opinión a pesar de que no la compartamos o a pesar de que usted diga cosas que muchas veces ofenden a la propia legitimidad democrática de formaciones políticas que hemos luchado por las
libertades. (Aplausos).


Señor Espinosa, algunas organizaciones que estamos aquí hemos defendido las libertades, hemos combatido el fascismo, hemos sido capaces de ir adaptándonos a lo largo de nuestros siglos de historia para intentar hacer frente a los retos que
tiene la sociedad del siglo XXI. Nosotros, señor Espinosa, aunque ustedes lo obvien, hemos sufrido en nuestra propia carne el terrorismo. Nosotros, señor Espinosa, evidentemente hemos tenido que trabajar para que la educación fuera pública y para
que la sanidad fuera pública porque no compartíamos un modelo, ese que ustedes defienden, ese del sálvese quien pueda, en donde, como ustedes bien retratan, mejor el dinero en el bolsillo de los contribuyentes. El que tenga más, que acceda a
mejores servicios. El que tenga menos, que no acceda a servicio alguno. Es la teoría y la ley de la jungla, señoría. Esa forma que ustedes tienen que expresar cómo la sociedad se pone de acuerdo para preservar lo importante es la ley de la
jungla. No hay ningún tipo de límite o de línea que permita conseguir el bienestar general a partir de la participación de todos. Es la propia negación del concepto de sociedad la que usted defiende aquí en esta tribuna. Ustedes quieren un Estado
reducido a la mínima expresión, ya se lo decía. La desregulación para ustedes tiene que ser la norma. Todo lo que implica intervenir por parte del Estado en el buen funcionamiento de la sociedad es un intrusismo, es una intromisión o, en
definitiva, es querer meter la mano -creo que es la expresión que utiliza su líder- en bolsillos ajenos.


Le voy a pedir una cosa, señor Espinosa, no patrimonialicen la Corona. Se lo voy a pedir. Si me escuchan se lo voy a decir, porque me interesa que también lo escuche el señor Abascal. Dejen ustedes, señor Espinosa, de manosear la Corona,
dejen de querer patrimonializarla en exclusiva. Están haciéndole un flaco favor a la monarquía. (Aplausos). No hagan que alguno, por intentar no acercarse a ustedes, por intentar no compartir lo que ustedes plantean, se aleje de nuestro sistema
de representación en relación con la Jefatura del Estado. Ustedes quieren un país que corte libertades. A ustedes, que salen en los coches a denunciar o anunciar una lucha por las libertades, no les he escuchado en esta tribuna ningún
planteamiento que pueda aprovecharse en relación con la mejora de la libertad de las personas, para que podamos entre todos conseguir una perspectiva mejor. Ustedes vetan a los medios de comunicación en sus ruedas de prensa, no creen en la libertad
de prensa, como tampoco creen en la libertad de credo. Intentan demonizar a aquellos que no creen en lo que ustedes, que no piensan como ustedes o que no viven como ustedes. Por eso, señoría, son muy graves algunos planteamientos que hace en esta
tribuna, y son de una enorme profundidad antidemocrática. Ustedes pretenden eliminar a algunas formaciones políticas que existen en este Congreso de los Diputados. Ustedes quieren cargarse algunos partidos políticos porque no piensan como ustedes,
porque no creen ustedes que puedan existir en un marco democrático en donde todos tenemos derecho a pensar y a creer en aquello que pensamos, y en donde todos podemos seguir compartiendo incluso lo capacidad de construir un futuro mejor. Por eso le
digo que no creo en ese Estado, en esa sociedad que ustedes plantean, y creo que va a haber pocos puntos de encuentro entre sus propuestas y las de este Ejecutivo.


Voy a mencionar las cuestiones que ustedes han trasladado en la enmienda, las que usted ha dicho en la tribuna, aunque no ha profundizado en ellas, y que me parece importante poner en valor. Usted habla de eliminar gastos y reducir
ingresos. Usted parece que en su enmienda a la totalidad lo que quiere es quitar ingresos, o sea que no hagamos ningún tipo de ajuste fiscal, que al final el Estado del bienestar se financie si se puede y, si no se puede, que se debilite, y ustedes
quieren eliminar gastos. Cuando ustedes hablan de eliminar gastos no se atreven a señalar las partidas que ustedes no comparten. ¿Ustedes hablan de eliminar gastos de la violencia de género, señor Espinosa de los Monteros? ¿Ustedes de verdad
piensan que este país no tiene que arbitrar soluciones para acabar con una de las lacras más injustas que existen en el mundo, que tiene que ver con que las mujeres, por el simple hecho de serlo -entérese, señor Espinosa-, son asesinadas por sus
parejas, que las consideran de su propiedad?



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¿Usted ha entendido la profundidad que tiene para las mujeres la lucha contra la violencia de género? ¿Usted ha entendido la profundidad que tiene para las mujeres poder acceder en condiciones de igualdad con nuestros compañeros varones
para poder estar en los lugares donde se toman las decisiones, para no perjudicarnos en nuestras bajas maternales, para no tener una brecha salarial que hace que después cobremos una pensión más baja que el resto de nuestros compañeros, porque
queremos corresponsabilidad en la vida familiar y en la vida pública? En definitiva, queremos avanzar en pie de igualdad con los compañeros varones, y ustedes critican las partidas de gasto que van dirigidas a combatir esta lacra o a que las
mujeres puedan seguir progresando y superando ese desfase ancestral que tenemos de años.


Ustedes son negacionistas en relación con la evidencia científica. Ustedes creen que hay un cierto punto conspiranoide en relación con el virus, en relación con la forma de combatirlo. Sí, señor Espinosa: de las afirmaciones que ustedes
hacen se desprende que dan poca credibilidad a los expertos sanitarios, a los que recomiendan que sigamos determinadas tareas, determinadas iniciativas o ahora, en relación con la vacuna, que ojalá funcione, señor Espinosa. Ojalá que funcione,
porque eso pondrá de manifiesto que, una vez más, la ciencia nos ha permitido salir de esta situación. Por eso me parece que esa estrategia de la crispación que ustedes practican -usted menos, se lo tengo que reconocer, que su compañero de bancada
y líder de su partido; esto no significa que no tenga la misma profundidad en las ideas, simplemente que usted procura tener un tono un poco más bajo del que escuchamos habitualmente en la tribuna al señor Abascal; no es que sea bueno ni malo,
simplemente es distinto- y esa estrategia de la mentira las impulsan para disimular la ausencia de ideas o, al menos, el miedo que tienen a comunicar esas ideas. Porque cuando ustedes están hablando, por ejemplo, de eliminar el Estado democrático
de las autonomías, por duplicidades, por no se sabe qué elementos, ustedes no les dicen a los ciudadanos que lo que están poniendo en cuestión es la propia Constitución. Cuando ustedes ponen en tela de juicio la capacidad fiscal, la aportación de
los tributos, ustedes ponen en tela de juicio la propia Constitución. Sin embargo, utilizan el texto constitucional cuando quieren echárselo a la cabeza a cualquier formación política que no piensa como ustedes. Pero, sinceramente, los ejes
vertebradores de la política constitucional ustedes no los comparten: la igualdad de oportunidades, la capacidad de que cada uno pueda pensar como quiera, la libertad para poder expresarlo o para poder desarrollarlo.


Creo que ustedes no quieren combatir la crisis, señor Espinosa. Es mi opinión personal, creo que ustedes quieren aprovecharse de ella y, además, hacerlo en política en el sentido que probablemente más hemos peleado los partidos democráticos
para que no se produzca: a través del populismo. El problema de su discurso no es que sea de ultraderecha -por supuesto, ustedes pueden tener la aspiración política que quieran tener; para eso este país ha construido una democracia, para que
ustedes hoy aquí estén sentados y puedan expresar qué es exactamente a lo que ustedes aspiran-, ese no es el problema; el problema es cuando ustedes se quieren aprovechar de la crisis; el problema es cuando ustedes, con ese populismo, lo que
quieren es intentar trasladar que las soluciones a este país son cuestiones muy simples, que lo que ocurre es que todos los demás han sido muy torpes. Según ustedes, da igual que sea el Partido Popular que el Partido Socialista, y me imagino que en
comunidades también da igual que hayan sido otras fuerzas políticas; lo que importa es que han llegado ustedes, que representan lo nuevo, la innovación en la política, cuando, señor Espinosa, me va a permitir que le diga que son ustedes más
antiguos que el hilo negro. Son una formación política que tiene una ideología que ya conocemos todos, y que se fundamenta en unos principios que también todos conocemos. Por eso creo que habrá tomado nota de las explicaciones que he planteado en
relación con la política de gasto, con la política de ingresos -que no voy a volver a repetir para no alargar de forma innecesaria mi intervención-, sobre su pregunta de que por qué hemos hecho una previsión de ingresos en ese entorno que se ha
comentado, y por qué hemos subido las partidas presupuestarias; partidas dirigidas a aquellos entornos que impulsan el crecimiento, la creación de empleo, para que nadie se quede atrás, y para que todas las personas puedan tener capacidad de
desarrollar su proyecto vital.


Para nosotros, señoría, lo que ustedes tachan en estos presupuestos de ideológico es justicia social. Para nosotros ser capaces de recuperar la memoria democrática es justicia social. Darles su hueco a las personas, a las mujeres es
justicia social. Impulsar la cultura es justicia social. Reconocer la diversidad de nuestro país es justicia social. No me importa que lo llame usted ideología; es simplemente sentido común y capacidad de reconocer al que es diferente. Porque
en el núcleo del respeto a la otra persona está la capacidad de reconocer que otro, pudiendo ser distinto a ti, tiene que tener los mismos derechos, las mismas obligaciones y las mismas garantías respecto al ejercicio de sus derechos.



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A mí me parece escandaloso, señor Espinosa, cómo habla usted de los menores no acompañados, me parece escandaloso. Creo que sus expresiones -las que hace su partido habitualmente- no tienen ningún tipo de justificación. (El señor Espinosa
de los Monteros de Simón hace gestos de extrañeza). Usted hace así con la ceja, pero le digo que ustedes asimilan a los menores no acompañados a los delincuentes. Es lo que ustedes hacen habitualmente cuando hablan de ellos; intentan hacer ver
una realidad en la que les niegan el pan y la sal a estos chicos y chicas, que vienen a nuestro país huyendo de la miseria no siempre voluntariamente, señor Espinosa, a veces arrancados de los senos familiares, a veces con fines de trata, y llegan a
nuestro país por medio de las mafias. Ustedes pretenden que estas personas no tengan ningún tipo de cobertura, no tengan ningún tipo de derechos. Me sorprende la inspiración que tiene su propia formación política, ustedes que se consideran tan
respetuosos con los símbolos, con las religiones, cómo pueden pensar en los seres humanos de la manera en que a veces ustedes se refieren cuando hablan de los barrios donde viven los MENA, de las actuaciones que desencadenan los MENA, sin tener
ningún tipo de dato que lo avale, igual que no tienen ningún tipo de avales en los que camuflar su discurso machista o el discurso que no defiende la legitimidad de la mujeres para perseguir su futuro.


Por eso, señor Espinosa, y con ello termino, ante esa visión apocalíptica, tremendista, que usted tiene sobre España -da igual que los indicadores económicos vayan y se orienten en un sentido o en otro-, creo que hay muchas dificultades para
que podamos ponernos de acuerdo en el trámite de enmiendas respecto a las modificaciones que tiene que recibir este presupuesto. Yo creo que ustedes realmente no quieren corregir los desequilibrios de nuestro mercado laboral que durante esta mañana
he intentado trasladar; no quieren hacer un sistema sanitario que permita ser el orgullo de la clase media, que haga que los ciudadanos prefieran ser atendidos en lo público antes que tener que suscribir una prima de seguro para poder tener
atención médica; yo creo que, en definitiva, ustedes no comprenden a este país y están intentando utilizar su presencia política justamente para impugnar el pacto constitucional, para impugnar toda la vertebración de derechos que nos hemos dado a
lo largo de estos últimos años, en los que con tanto esfuerzo, con tanto sufrimiento el conjunto de los trabajadores, de los ciudadanos de este país han querido aportar y han querido plantear.


Nosotros vamos a seguir trabajando para la España que madruga. (Rumores.-Risas). Claro, sí, sí, a ver si se creen ustedes que los únicos que se levantan temprano en este país son sus señorías de VOX. (Aplausos). Nosotros con este
presupuesto defendemos a los asalariados, a los pequeños comerciantes, al conjunto de los ciudadanos que por supuesto viven de su trabajo, no tienen grandes patrimonios sobre los que puedan sustentar su modo de vida. No, no es este el objetivo de
este presupuesto, no sé si es el de su formación política; nosotros atendemos aquí a la clase trabajadora, que es la que madruga; a los emprendedores, a las pymes que son las que madrugan y son las que están protegidas en este proyecto de
presupuestos, multiplicando -no le voy a hacer la nueva relación, ya la he hecho anteriormente y creo que usted ya la conoce- todas las políticas que se incrementan en este proyecto de presupuestos. Más de 3,4 millones de trabajadores que han
estado en los ERTE. Usted no ha dicho nada sobre esta modalidad, incluso ha votado en contra de muchas de las iniciativas que ha traído este Gobierno. Más de millón y medio de trabajadores autónomos que han disfrutado, por primera vez, de una
prestación por cese de actividad. Más de un millón y medio de trabajadores en aislamiento, con reconocimiento de enfermedad profesional, para que no hubiera ningún problema de cara a la percepción de sus retribuciones. Más de 950 000 mujeres, de
trabajadores inscritos en el régimen de hogar y trabajadores temporales que han quedado, por primera vez en la historia de España, protegidos por una prestación. Las líneas de avales del ICO, señorías, 140 000 millones de euros que, en su gran
mayoría, han ido dirigidas a la pequeña y mediana empresa. Más del 80 % de las empresas, autónomos y micropymes se han beneficiado del conjunto de estas líneas de crédito, como también del aplazamiento de sus obligaciones tributarias y de todos los
instrumentos que se han puesto en el Plan de Automoción, en el Plan del Turismo, en el Plan de la Investigación, todos los que se han puesto en conocimiento de la ciudadanía en los últimos meses. O el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas
Estratégicas, que tampoco sabemos si ustedes lo comparten, con 10 000 millones para proteger nuestras empresas y nuestros lugares estratégicos. La moratoria de cotizaciones sociales a la Seguridad Social de seis meses; el aplazamiento de pagos a
la Seguridad Social, que ha beneficiado a 660 000 empresas; el ingreso mínimo vital, que ustedes a ratos desprestigian y a ratos lo sacan para reprochar al Gobierno si llega o no llega al número de personas que tenía comprometidas; el sector
turístico; el sector de la cadena de valor de la automoción, en definitiva, señorías, el conjunto de los sectores que hemos protegido.



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Ustedes han sido los principales adalides de la famosa frase: hay que elegir entre salud y economía. Yo creo que durante el debate de hoy ha quedado perfectamente demostrado, después de conocer el dato del tercer trimestre, que sin salud
no hay economía, señorías, y que sin economía no hay garantía de un sistema sanitario que nos proteja a todos. Esas medidas contundentes que aprobó este Gobierno con motivo del estado de alarma ustedes nunca las apoyaron, nunca, ni a los ERTE ni a
las medidas que acompañaban a ese estado de alarma. Pero hoy tampoco han sido capaces de presentar una alternativa ante esa situación, y por eso le digo que para proteger la economía tenemos que proteger la salud. En aquellos Gobiernos que ustedes
apoyan, aquellos Gobiernos que ustedes sostienen con sus votos -por ejemplo, el Gobierno de la Comunidad de Madrid- ustedes deberían ser más influyentes para que sean más contundentes a la hora de paliar la situación del contagio y frenar la
evolución del virus. Por eso el Gobierno lo seguirá haciendo. Yo creo que este país tiene mucha gente sensata, personas que están trabajando por ese interés general, por ese interés común. Por tanto, señorías, todo lo que suponga fortalecer el
Estado del bienestar va a contar con los recursos y con la ayuda de este Gobierno; todo lo que suponga promover el asociacionismo, en términos de sociedad desarrollada que quiere participar, que quiere transparencia y que exige rendición de
cuentas, va a contar con el apoyo de este Ejecutivo, y también todo el tejido productivo que tenga que adaptarse a los retos de la modernización, a la transición ecológica -que ustedes niegan- y al impulso digital, que tampoco les gusta mucho. Por
cierto, en esta materia siempre anteponen los intereses de Estados Unidos a los intereses de España; yo no sé qué les ocurre con el impuesto digital, pero ustedes que se reclaman nacionalistas españoles, ¿por qué no defienden los intereses de
España ante las amenazas que puede hacer un país tercero respecto a la autonomía fiscal que pueda tener este Congreso o que pueda tener nuestra sociedad? Pues no se entiende, simplemente es que dependiendo de cuál sea la partida de gasto es lo que
ustedes plantean.


Por tanto, señor Espinosa, me alegro de que a usted no le gusten estos Presupuestos Generales del Estado, me alegro porque realmente nos situamos en dos modelos muy distintos de sociedad que cada formación política, cada grupo político
persigue; en nuestro caso, PSOE y Unidas Podemos velan por el interés general, en su caso no tengo muy claro qué tipo de intereses son por los que al final ustedes están velando. Pero sí creo que estas cuentas públicas están pensadas para que el
país progrese, sea más próspero, sea más justo socialmente, sea más feminista -por supuesto que sí, señor Espinosa- y también, por qué no, sea más verde. (Rumores). Yo creo que ustedes llevan una mala racha en la línea política que ustedes siguen
(Risas), acrecentada -no sé, se lo estoy diciendo con todo el respeto, no sé por qué se ríe- durante la presentación de la anterior moción de censura, pero quiero aconsejarle una cosa si me permite: ni el ruido ni los decibelios hacen que uno tenga
más razón en lo que plantea, ni siquiera en las medias verdades o en las mentiras. Por eso, señorías, sabemos que no podemos contar con ustedes, lo hemos sabido desde el primer momento; sabemos que no van a presentar ninguna propuesta constructiva
para que estos presupuestos puedan progresar; sabemos que siguen en el no por el no, en ese frente que conforman conjuntamente con el Partido Popular. Por tanto, tengo poca esperanza en que podamos encontrar esos puntos de encuentro. En cualquier
caso, tienen, como siempre, el respeto de nuestros grupos políticos a la legitimidad democrática que procede de sus votos y, por supuesto, al diálogo franco y sincero de las ideas. Pero no nos vamos a engañar, señor Espinosa, ustedes persiguen un
modelo social totalmente antagónico al que persiguen el Partido Socialista y Unidas Podemos. Va a ser difícil que ahí nos pongamos de acuerdo. En cualquier caso, la esperanza siempre es lo último que se pierde, así que le pido que, si realmente
piensan que alguna partida se puede mejorar, permitan que estos presupuestos progresen y presenten ustedes las enmiendas parciales a lo largo del proceso que se abre en ese momento para ver si hay alguna cuestión, alguna idea por pequeña que sea que
este Gobierno pueda incorporar. Me temo que no, porque vamos en dirección opuesta. En algún momento, señoría, podremos seguir discutiendo, porque nuestras palabras, nuestras ideas enriquecen el debate político, pero desgraciadamente creo que va a
ser difícil -por vosotros y por nosotros- que podamos ponernos de acuerdo, porque no perseguimos el mismo modelo de sociedad.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias.


Tiene la palabra el señor Espinosa de los Monteros de Simón. (Aplausos.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


El señor ESPINOSA DE LOS MONTEROS DE SIMÓN: Señora ministra, la felicito, porque aunque la mayoría de los miembros de su Gobierno no tienen experiencia alguna en el sector privado y, por tanto,



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tienen un futuro muy difícil cuando salgan de este, más allá de colocarse en la empresa del IBEX de turno, usted sí, usted tiene un gran futuro en el mundo de los monólogos. (Rumores.-Risas). Usted es capaz de hablar y hablar, cogiendo un
tema por aquí, otro por allá, conectando cosas que no tienen nada que ver, y en algunas ocasiones lo hace con bastante gracia, la verdad. Porque en algunas cosas tiene usted gracia en la forma en que las dice, otras menos, porque ha dicho usted
algunas cosas muy graves y algunas también sorprendentes. Ha dicho usted que tiene en la retina la España de hace setenta años. Pues la felicito, porque se conserva usted muy bien, nunca lo hubiera pensado. (Risas y aplausos). Pero dice usted
sobre todo que no entiende a qué nos referimos en VOX cuando hablamos del bienestar del Estado, del bienestar de los políticos. Dice usted que su militancia es esa España que madruga, esa España que está sufriendo, que está en paro. ¿Sabe usted
una cosa, señora ministra? Lo era. Lo era, pero cada vez menos, cada vez más están ustedes alejados de esa militancia. ¿Sabe por qué? Precisamente porque son ustedes las 'boélites' de las que estaba hablando, son ustedes exactamente esos de los
que estoy hablando, los que llevan toda su vida viviendo del BOE, los que no conocen a la España que madruga. Creen que sí, porque usted hablará de una amiga suya, de un amigo o de un familiar, pero cada vez les ven a ustedes con más distancia, no
les reconocen, porque ustedes jamás se han sometido a la aventura de salir a buscar un empleo, de salir a buscar un cliente, de intentar emitir una factura, de intentar cobrar, de liquidar un IVA sin haberlo cobrado antes. Eso no les suena, quizá
en un plano teórico, pero no les suena, porque ustedes, las 'boélites', están muy alejadas de la España que madruga. Y esa España que madruga, que hoy son cuatro millones de votantes, pero cada vez son más, le va a sorprender a usted que no la
entiendan. Y cuanto más nos diga alguien que no nos entiende, mejor lo estamos haciendo. Por tanto, estoy tremendamente satisfecho de que no nos podamos entender. (Aplausos).


Ha llegado a decir usted que queremos eliminar a algunas fuerzas políticas de este Parlamento, a las que dota usted de una cierta legitimidad democrática. No. Mire, señora ministra, es que algunas formaciones de este Congreso nos han
intentado eliminar a todos, y en algunos casos lo han conseguido, porque en este grupo parlamentario, como en este otro y en el suyo también hay víctimas del terrorismo, y para nosotros esa es una línea roja que no se puede cruzar. (Aplausos). Y
le voy a citar a una socialista, a la madre de un socialista, el señor Pagaza, asesinado por ETA, que dijo - refiriéndose a Patxi López-: Haréis cosas que nos helarán la sangre. ¿Y sabe a qué cosas se refería, aunque no lo podía prever? A cosas
como la que hemos visto hoy, que ustedes estén en alianza con Bildu. Ese es el tipo de cosas que hielan la sangre a los socialistas de bien, a los populares de bien, a los españoles de bien que han estado siempre en contra del terrorismo, y que no
están dispuestos a blanquear a un partido como Bildu y darle carta de naturaleza democrática. (Aplausos).


Nos intenta dar aquí lecciones de democracia e incluso ha llegado a decir que nos concede legitimidad democrática, cosa que le agradezco. Es mentira, no la conceden, porque hace dos semanas firmaron un documento los diez malignos, todos
separatistas, filoterroristas, todos enemigos de España, conjuntamente con ustedes, para intentar aislarnos. Por tanto, no es verdad que ustedes nos concedan legitimidad democrática a nosotros. Sí se la conceden a Bildu, sí se la conceden a los
partidos separatistas que quieren romper España. Les conceden no solo legitimidad democrática: hoy su vicepresidente del Gobierno ha llegado a decir que el señor Otegi va a pasar a formar parte de la dirección de este Gobierno. Señora ministra,
no hay socialista decente que pueda soportar esa afirmación. Debería darles vergüenza. (Aplausos).


Voy concluyendo. Parece que tiene usted mucho miedo a esa segunda descentralización: no le gustan las provincias. Del mismo modo, piensa usted que la sanidad pública es siempre buena y la privada siempre mala. ¿Piensa usted que la
sanidad ejercida por la comunidad autónoma es mejor que la central? Yo le pregunto: ¿era mejor la sanidad pública administrada por el Partido Popular en la Comunidad Autónoma de Madrid de lo que era la sanidad pública gestionada por el Partido
Socialista hasta el año 2000 en la Comunidad de Madrid? ¿Es mejor cuando gobierna la comunidad autónoma que cuando gobierna el Estado? ¿Es necesariamente mejor? ¿Es necesariamente mejor la pública que la privada? Usted ha llegado a decir que los
españoles prefieren la pública. No todos los españoles. ¿Sabe usted quiénes no prefieren la pública? Ustedes, porque cuando su vicepresidenta del Gobierno, la señora Calvo, se fue a curar -y nos alegramos mucho de que se curara-, ¿sabe dónde se
curó de coronavirus? En una clínica privada. (Aplausos).


Por último, lecciones de democracia del Partido Socialista de Andalucía, señora ministra... Tiene que ser usted un poco más prudente. Ese partido que decía que pasó cien años de honradez y que se les pasó



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muy rápido, sobre todo al Partido Socialista de Andalucía, que es el partido de los ERE, de los fondos de reptiles, de la cocaína, de las señoritas de compañía, es el partido de la corrupción, señora ministra. Usted en eso es mejor que sea
un poco más prudente, porque lecciones democráticas del Partido Socialista de Andalucía son muy difíciles de tragar, porque tenemos memoria, aunque no estuviéramos aquí, porque lo que nos distingue es que nosotros, todos -los cincuenta y dos-, sí
hemos trabajado fuera del sector público durante muchos años antes de llegar aquí.


Muchas gracias. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Tiene la palabra la señora ministra de Hacienda. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Intervendré muy brevemente también, señor Espinosa. Yo creo que queda claro que no le gustan ni este Gobierno ni las políticas que impulsamos. Creo que eso es lo único que ha quedado
claro después del debate que hemos mantenido, aunque para mí también ha quedado claro que sus propuestas para este país son irreales, son inútiles y son anacrónicas, porque no existen. No ha hecho usted ninguna propuesta concreta durante este
debate.


Además, le digo, señoría, que algunas veces desliza usted algunas cuestiones que creo que tienen una gran profundidad, y me parece que es importante detenerse en ellas. Créame cuando le digo que para derrotar al adversario, señoría, no es
necesario eliminarlo. No se derrota, en un mundo de progreso, en un mundo no primario, desarrollado, al adversario a través de su eliminación. Eso es más típico de los pueblos más primarios, de las situaciones de guerra, en las que uno le niega al
otro incluso la existencia a través de la eliminación. Cuando ustedes plantean que algunas formaciones políticas de este Congreso de los Diputados se eliminen, están ustedes jugando a esa guerra, señor Espinosa, y evidentemente eso no es
democracia. En la democracia todos nos respetamos, sobre todo los que pensamos distinto, porque los que pensamos igual ya tenemos la capacidad de compartir, pero justo existe la democracia para que los que piensan distinto se puedan sentar codo con
codo en una bancada, puedan debatir, puedan dialogar e intenten llegar a puntos de encuentro, y en caso de que eso no se produzca se permita el respeto en esa libertad de expresión y en el ejercicio coherente de esa libertad de expresión. Por eso
yo me alegro de que ustedes estén aquí, sentados en este Congreso, no porque yo me alegre de que haya ciudadanos que les voten a ustedes, sino porque es la principal expresión de cuál es el edificio de la democracia que ha construido este país,
hasta el punto de que ustedes, que impugnan el conjunto del sistema, están ahí sentados; igual que hay otros partidos que también impugnan el sistema y se sientan en este Congreso de los Diputados. Por eso, entre todos nos tenemos que respetar.
Otra cosa es que tengamos capacidad de alianzas en políticas concretas o la capacidad de poder caminar en una dirección siquiera parecida.


Usted ha preferido dedicar su tiempo a una serie de comentarios y de consignas que no voy a reproducir porque este país no tiene tiempo que perder y llevamos ya mucho tiempo de debate. Señoría, sinceramente le digo que el país no merece el
desprecio a la solidaridad. Me apena especialmente cuando ustedes hablan de otros seres humanos de la manera que lo hacen, sobre todo cuando vienen huyendo de la muerte o de la guerra. Me preocupa mucho cómo hablan de la diversidad cultural.
Ustedes no respetan la heterogeneidad innata de todos los países y, concretamente, de España. A ustedes los que son diferentes les sobran, no quieren que compartan su mismo espacio público. Y también creo que les sobran los valores democráticos.
Señoría, pregunta usted qué tengo yo en contra de las provincias. Yo, nada. ¿Y usted, qué tiene en contra de las comunidades autónomas? ¿Por qué ustedes impugnan las comunidades autónomas? ¿No piensa usted que nuestra Constitución ha sido una
historia de éxito y que la historia de las comunidades autónomas es una historia de éxito? ¿No lo piensa? Está diciendo el señor Smith que no, aunque el señor Espinosa está siendo más respetuoso y no me contesta. ¿No piensan ustedes que es una
historia de éxito? Entonces, ¿por qué apoyan ustedes a Gobiernos autonómicos si no creen en ellos? ¿Por qué están ustedes apoyando a partidos que no han conseguido la mayoría en los territorios donde gobiernan si no creen? ¿Lo están haciendo para
perjudicar el devenir de esos Gobiernos? ¿O, señor Espinosa, les dan igual los principios y los valores? Si se trata de que el Partido Socialista no ocupe el lugar que le han dado los ciudadanos en las urnas, entonces se apuntan ustedes a la
historia autonómica. Y si de lo que se trata es de criticar la Constitución, entonces no tienen problemas en hacer eso compatible con una crítica a la estructura de la que nos hemos dotado el conjunto de los ciudadanos.



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Claro que defiendo la sanidad pública, claro que defiendo la educación pública. Además, le digo que esa superioridad moral con la que usted se dirige a todos los diputados de esta Cámara no sé en qué se sustenta, señoría. Habla usted sobre
si los diputados y los miembros del Gobierno hemos trabajado o no hemos trabajado. Yo no sé si usted tiene aprobadas unas oposiciones. Nunca le he preguntado ni me ha interesado, señor Espinosa. Yo la tengo; además, en instituciones sanitarias,
nada que ver con el funcionamiento del Congreso. Para nada nunca me ha parecido que ese sea un elemento a tener que resaltar en la tribuna para intentar desgastar o poner en cuestión la legitimidad del otro. Aquí no venimos como representantes de
los ciudadanos porque tengamos más o menos títulos, porque tengamos más o menos oposiciones aprobadas limpiamente o porque tengamos más o menos experiencia en lo público, señoría. En eso no consiste la representación democrática. La representación
democrática con la que nos hemos dotado no es una suerte de tecnicismo para que aquí se elija a la gente por un tribunal, por un concurso o por una oposición. La democracia es mucho más rica, señor Espinosa, es la que permite que se pueda sentar en
el banco azul un fontanero, un electricista o cualquier otra persona cuya familia no haya podido darle unos estudios y que tuvo que ponerse a trabajar con catorce o con quince años. ¿Son ilegítimos aquellos que se sientan con esa capacidad, con
independencia de que tengan o no una experiencia en la gestión privada? Es que ustedes cuestionan el cimiento mismo de la esencia democrática y eso es lo que no podemos compartir el resto de fuerzas políticas, creo que la mayoría o la totalidad de
los que nos encontramos aquí y en esta tribuna.


Es mucho lo que nos distancia y lo que nos aleja de su modelo de sociedad y de su concepto de la política, que en realidad es la antipolítica. Ustedes critican todo lo político. Incluso usted hoy se ha referido aquí al bienestar de los
políticos. Señoría, bienestar de los ciudadanos; bienestar de los ciudadanos es lo que hay en este proyecto de presupuestos. Algunos de los políticos pertenecen a determinados colectivos de ciudadanos, probablemente muy alejados del que usted
pertenece. Pero que usted hable de bienestar de los políticos es como intentar hacer un cuestionamiento del conjunto del sistema, porque lo que ustedes quieren es que la política fracase.


Con esto termino. Señor Espinosa, ustedes han venido a la política a cargarse la política. Ustedes quieren que la política fracase, porque ustedes no comparten las instituciones ni los modelos de sociedad de los que nos hemos dotado en
estos años de la democracia. Por eso ustedes no creen en el Estado de las autonomías; ustedes piensan que la historia de la emancipación de los jóvenes es una historia que está asociada a otras cuestiones; ustedes no creen que las mujeres
tengamos que estar en pie de igualdad con nuestros compañeros varones; todos los que llegan a nuestro país son una amenaza para la seguridad nacional, da igual que vengan huyendo de la guerra o que vengan huyendo del hambre, para ustedes todo es
una amenaza y para ustedes todo se termina concluyendo con que se elimine todo eso que no compartimos, como, por ejemplo, si hay formaciones políticas que no compartimos. Ustedes no nos van a dar lecciones de la lucha contra el terrorismo. Señor
Espinosa de los Monteros, ustedes no nos van a dar lecciones a las formaciones políticas que estamos en esta Cámara y que hemos sufrido en primera persona el dolor que provoca el terrorismo, no nos van a dar ningún tipo de lecciones respecto a esta
cuestión. Ni están ustedes más legitimados para hablar con mayor superioridad moral respecto a esta cuestión, ni tampoco, como le decía, respecto a la lacra tan importante que sufren las mujeres o al problema de los menores que llegan a nuestro
país en una situación muy complicada y en la que los poderes públicos se tienen que hacer cargo de ellos. Pero no insisto porque sé que no va a haber capacidad de encuentro en ese debate.


Lo que sí le agradezco es que, al menos, hayamos podido tener un debate democrático, un debate civilizado, que permite contrastar las ideas con independencia de que no podamos ponernos de acuerdo. Porque, señor Espinosa, aunque a usted no
le guste, para que ustedes estén aquí presentes este Gobierno se dejará la piel y seguirá trabajando por que no haya ningún tipo de censura respecto a la actividad política, ningún tipo de censura respecto al credo, respecto al pensamiento. Todos
somos distintos, todos pertenecemos al mismo país, somos compatriotas, y por el hecho de no ser iguales no hace falta ni eliminarlo ni hace falta ningún tipo de medida que no sea el respeto, la libertad y la capacidad de que cada uno se exprese
según como piensa y aspire al modelo de sociedad que cada uno tiene en la mente. El suyo y el mío no coinciden, no nos podemos poner de acuerdo, pero, insisto, ojalá podamos tener debates civilizados y que nos permitan seguir progresando como
sociedad.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).



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Por el Grupo Parlamentario Plural, cuyos miembros defenderán en este turno sus respectivas enmiendas o, en su caso, fijarán posición, tiene la palabra, en primer lugar, para defender sus enmiendas, la señora Borràs Castanyer.


La señora BORRÀS CASTANYER: Muchas gracias, señor presidente.


Yo no querría empezar esta intervención en el debate de presupuestos que se presenta en tiempo de pandemia sin antes agradecer el trabajo ingente que está realizando desde hace ya tantísimos meses el personal sanitario, educativo y social y
ofrecer nuestro más sentido pésame, en nombre de Junts per Catalunya, a los familiares de las víctimas.


Dicho esto, señora ministra, ustedes no enmiendan su actitud con Cataluña, que no recibe el dinero que merece y, sin embargo, recibe una represión que sin duda no merece. Ustedes no enmiendan el déficit inversor en Cataluña, que seguirá
recibiendo por debajo de indicadores tan objetivos como el producto interior bruto o la población. Sus presupuestos prevén en realidad una inversión de casi 2000 millones de euros en Cataluña, un 16,5 % del total territorializado o un 10,4 % del
total. No enmiendan tampoco su desatención a las familias y al tejido económico; si ya fue una grave irresponsabilidad, que desde Junts per Catalunya no hemos dejado de denunciar, que los ERTE no se pagaran y sigan sin pagarse a tiempo, es
profundamente temerario no ayudar a los autónomos y a los emprendedores y encima aumentarles sus cuotas. Según un informe reciente realizado por Pimec, casi el 30 % de las empresas no podrá hacer frente a la devolución de los plazos de los créditos
ICO. ¿Les van ustedes a ofrecer alguna solución? Por ejemplo, en relación con la morosidad, Cepyme alertaba la semana pasada de que el 50 % de las pymes que sufren morosidad creen precisamente que esos impagos les llevarán a la insolvencia o al
cierre, y el Boletín de Morosidad y de Financiación Empresarial ha situado este periodo medio de pago en una cifra récord desde 2011, incrementando los plazos hasta los ochenta y siete días, respecto de los sesenta que establece la ley, o hasta los
trescientos días, cuando se trata de empresas del Ibex. En cambio, estamos lejos de combatir esta morosidad con los presupuestos, como la iniciativa de Junts per Catalunya permitirá cuando entre en vigor, ya que el Gobierno solo prevé un incremento
del 11 % a este respecto.


No enmiendan ustedes tampoco su política de demora en el pago de impuestos, como hacen muchos otros países europeos. El próximo día 20, por ejemplo, acaba la moratoria de seis meses en el pago del IVA e IRPF, y si no se hace efectivo,
autónomos y empresas tendrán, automáticamente, un recargo del 20 %. ¿Cuántos días desde que se estableció el estado de alarma, el pasado 14 de marzo, han podido abrir sin restricciones bares, restaurantes, todo el mundo cultural, centros de
estética, espacios deportivos, el ocio nocturno o los centros comerciales? Además, ¿cuántas inversiones han tenido que hacer para adaptarse, encontrándose ahora con que, por las circunstancias de la pandemia, continúan cerrados? Estos sectores
necesitan una respuesta, pero que no ocurra como con las ayudas para los progenitores que tienen hijos en cuarentena, que parecía que estaban arregladas justo antes de empezar el curso escolar, según nos dijo el vicepresidente Iglesias, y siguen en
trámite. Era una de las demandas que repetidamente había hecho el presidente Quim Torra, y Junts per Catalunya la llevó a la Comisión de Infancia. Por tanto, para las familias afectadas es un problema más que todavía está por resolver. Lo que es
una contradicción mayúscula y algo inaceptable es que, por un lado, no se permita trabajar y que, por otro, no se congelen los impuestos derivados de la actividad económica.


Tampoco enmiendan estos presupuestos la infraaportación del Estado en materia de Ley de dependencia, por ejemplo. Ustedes hacen leyes, pero luego no las cumplen. En este caso, el incremento de 600 millones de euros es insuficientemente
ridículo y, además, no garantiza que se pueda asumir el compromiso de financiación, que, como usted sabe perfectamente, era compartido al 50 %, mientras que la Generalitat se hace cargo ahora mismo de un 83,7% de la Ley de dependencia. Estos
presupuestos no enmiendan tampoco la infrafinanciación de sectores clave, como el de la sanidad, que no debería de estar centralizada, pero ya hemos visto que, en tiempos de pandemia, cuando más descentralizada tendría que estar, ustedes la
recentralizan. Por no hablar del transporte público o del plan de cercanías. De las infraestructuras, visto su nivel de cumplimiento en años anteriores, mejor no hablamos.


Ustedes no enmiendan tampoco esa costumbre que tienen de pedir adhesiones, de pretender, como nos dice el presidente Sánchez, que le apoyemos a cambio de nada. Eso tampoco lo ha corregido la presentación de estos presupuestos. Nosotros los
enmendamos con la voluntad de que entiendan que si quieren nuestro apoyo, tienen que esforzarse un poquito más. La pandemia no puede ser una excusa para pretender que votemos cualquier cosa que ustedes presenten. Al contrario, la crisis sanitaria
y, por



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extensión, la crisis económica y social debería ser el pretexto para cambiar su actitud. La pandemia, señores del PSOE y de Unidas Podemos, nos obliga a ser más exigentes que nunca, más responsables que nunca y, por tanto, a hacer más
política que nunca. En cambio, parece que para ustedes la pandemia es la coartada ideal para hacer chantaje a los que no les reímos las gracias a sus presupuestos. ¿O esperan que aplaudamos gestos absolutamente oportunistas como el de esta mañana
anunciando la rebaja del IVA, que llevamos reclamando desde el mes de abril? Porque parecía que no era posible y, ¡oh, sorpresa!, hoy ha sido posible.


No enmiendan, en definitiva, su no a todo. Y es sensacional, porque pretenden, en contrapartida, que nosotros les digamos sí a todo, aunque ese todo incluya priorizar la inversión en defensa antes que en cultura y aunque ese todo incluya
destinar más presupuesto que nunca a la Casa Real, a pesar de que cada vez parezca más evidente que el rey emérito no les necesita a ustedes para financiarse. Pero ustedes sí que han necesitado incorporar los fondos europeos, más como una medida de
chantaje que de necesidad real. No hay motivo para creer que la aprobación del presupuesto sea condición sine qua non para la recepción de esos fondos. El propio Consejo desliga en su propuesta el envío del plan de recuperación de cada Estado
miembro del de la propuesta de presupuesto. En cualquier caso, la fecha de envío era el 15 de octubre; se realizó, se envió en tiempo y forma y, en cambio, lo que sí pide la Unión Europea es que, dentro del paquete de reformas, se tengan en cuenta
las recomendaciones del semestre europeo; reformas que no requieren de aprobación presupuestaria. En el caso español, es llamativo que en ningún eje considere la Comisión que haya habido un progreso suficiente. No se cumple con los objetivos de
participación en el mercado laboral ni en la disminución del fracaso escolar ni en la eficiencia energética o los fondos para investigación. La no mejora de estas problemáticas depende de su voluntad política.


Finalmente, cabe recordar que de lo que sí puede depender recibir los fondos europeos es del respeto del Estado español a los principios democráticos y del Estado de derecho. En ese sentido, la nueva resolución de Amnistía Internacional
llamando a la liberación de los Jordis es un nuevo aviso. Que no llegue el día en que, por perseguir la disidencia catalana, los ciudadanos españoles se queden sin ayudas europeas.


El proyecto de ley presentado resulta insuficiente para afrontar con éxito los retos sociales y económicos que la sociedad catalana necesita. Que nadie hable de irresponsabilidad a la hora de no facilitar el trámite de estos presupuestos.
Seríamos irresponsables si no exigiéramos siempre la mejora, si no defendiéramos siempre y ante cualquier estamento los recursos que necesita Cataluña. Lo irresponsable sería hacerlo gratis. Sería irresponsable por nuestra parte dar un sí acrítico
a estos presupuestos y no lo vamos a hacer.


Presentamos esta enmienda a la totalidad precisamente por responsabilidad, para defender las necesidades de la ciudadanía. En definitiva, presentamos la enmienda porque, para los que hicimos la EGB, un presupuesto insuficiente para
Cataluña, insuficiente para las familias que no sean la familia real e insuficiente para el tejido productivo, es un presupuesto muy deficiente


Acabo, señor presidente. Son unas deficiencias económicas que se suman a deficiencias democráticas que no podemos olvidar. A día de hoy, España es un país que tiene presos políticos y exiliados, y solo por esta situación de excepcionalidad
democrática algunas formaciones políticas presentaron enmiendas a la totalidad en los últimos presupuestos; enmiendas que, a día de hoy, mantienen toda su vigencia y que podrían ser reproducidas palabra por palabra, incorporándose, acaso, elementos
que incluso acrecientan la situación de deterioro democrático. No normalizaremos nunca lo que no es normal. Así que, señores del PSOE y de Unidas Podemos, no votaremos unos presupuestos a cambio de unas partidas presupuestarias mientras nos separa
una criminalización política de la que no deberían ser cómplices; deberían tratar de solucionarla políticamente. Nuestro posicionamiento es fruto de un compromiso permanente en defensa de la democracia y las libertades de nuestro país. Lo que
está en juego son los derechos, la democracia y el mantenimiento del Estado de derecho.


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Señora Borràs, debe ir terminando


La señora BORRÀS CASTANYER: Termino, es la última frase.


Y fíjese que este último argumento no es nuestro. Lo suscribimos, sin embargo, en su totalidad; es la transcripción literal del principal argumento en el que en 2019 los compañeros de Esquerra Republicana basaron su enmienda a la totalidad
en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado.


Señora ministra, enmienden su actitud con Cataluña y no tendremos nosotros que enmendarles su presupuesto.


Muchas gracias.



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El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


A continuación, para defender sus enmiendas, tiene la palabra el señor Rego Candamil.


El señor REGO CANDAMIL: Grazas, señor presidente.


Señora ministra, el proyecto de presupuestos que presentan queda, a nuestro juicio, lejos de políticas verdaderamente transformadoras que apuesten por que la salida de la crisis económica y social no recaiga, una vez más, sobre las mayorías
sociales y actúen como verdadero mecanismo de reequilibrio social. Pero, además, en relación con la inversión territorializada, estos presupuestos son claramente negativos y discriminatorios con Galiza. Es inaceptable que sufriendo nuestra nación
un déficit histórico en inversiones, en equipamientos e infraestructuras, especialmente en el ámbito de la movilidad ferroviaria, el proyecto de presupuestos no solo no compense ese déficit sino que no atienda necesidades perentorias de nuestro
país. Los gallegos y gallegas no podemos aceptar -y el BNG no lo va a hacer- que a pesar de que el presupuesto global se incremente en un 19,4 % y los capítulos 6 y 7 en un 138 %, se reduzca la inversión directa en nuestro país en un 11,4 %
respecto a los presupuestos del Partido Popular de 2008, ya claramente insuficientes.


La inversión territorializada en Galiza queda en 832 millones de euros, muy lejos de las necesidades urgentes que tenemos. Además, Galiza padece un sistema de financiación injusto en función del cual nuestra nación realiza un abultado
aporte neto a las arcas del Estado. Sin embargo, los recursos que recibirá del sistema de financiación autonómica bajan en un 1,6 % respecto a 2020, 125 millones de euros menos. Un agravio con nuestro país evidente también es el de las inversiones
en infraestructuras. A pesar de que el MITMA incrementa los capítulos 6 y 7 más del 50%, las inversiones en Galiza caen de forma significativa y mantienen la constante de los Gobiernos españoles de uno u otro signo de discriminar a nuestro país.
No nos sirve el argumento de que las inversiones superiores de años anteriores se justificaban por la alta velocidad, para empezar, porque Galiza tiene grandes necesidades en materia ferroviaria que van más allá del AVE, ya que la prioridad para
nosotros es articular la movilidad interior de forma sostenible y con una red moderna y eficaz. La realidad es que la mayoría de las líneas ferroviarias se encuentran en estado de abandono, sin embargo, el Gobierno no prevé partidas o son meramente
simbólicas para las líneas A Coruña-Lugo, A Coruña-Ferrol o la de FEVE Ferrol-Ribadeo. Tampoco para la conexión ferroviaria con el puerto exterior de A Coruña, o para la salida sur de Vigo que complete el Eixo Atlántico hasta la frontera
portuguesa. Pero es que incluso con respecto al AVE el Gobierno no cumple. Recuerden que para ser realmente alta velocidad Ourense necesita una variante, pero para ello se consignan solo 29 millones de euros de 636 en que está presupuestada.


Lo mismo sucede con las infraestructuras viarias. Además de completar por fin la autovía A-54 Compostela-Lugo, es necesario avanzar en la A-56 Ourense-Lugo y en la A-74, en A Mariña, pero solo se contemplan partidas simbólicas, lo que
evidencia la falta de voluntad del ministerio para ejecutarlas. Por supuesto, nos congratulamos de las partidas para las bonificaciones de los peajes de la AP-9, 55 millones que figuran gracias a la insistencia del BNG.


Por otra parte, no podemos compartir un proyecto en el que en plena pandemia sanitaria, sin computar los fondos europeos, más del 40 % de las inversiones reales del Estado se destinan al ámbito militar, o que el presupuesto de la Casa Real
se incremente un 6,9 %. Para nosotros resulta injustificable que después de los escándalos relacionados con la corrupción de los Borbones, de las cuentas con millones en paraísos fiscales y el dispendio con tarjetas opacas, se suba la asignación a
la monarquía corrupta. Entendemos que siempre, pero más en esta situación excepcional, la prioridad absoluta debe ser el gasto social, garantizar la protección de los sectores más desfavorecidos y fortalecer los servicios públicos de calidad. Y
uno de los principales problemas del sistema sanitario es la falta de medios humanos y las condiciones de precariedad en que ejercen, problema que es imposible de resolver sin eliminar la tasa de reposición de efectivos. Este Congreso recomendó al
Gobierno hacerlo gracias a una propuesta del BNG, pero no solo no la eliminan en sanidad sino que la mantienen para todo el sector público.


Apostamos por derogar la reforma laboral y también por modificar el sistema fiscal para que paguen más los que más tienen. Por ejemplo, en la Ley de patrimonio proponemos subir el impuesto a partir de un millón de euros y no de 10, como
ustedes proponen, modificar el IRPF para no perjudicar a las personas con rentas más bajas y más de un pagador, resolver el injusto tratamiento fiscal a los emigrantes retornados o eliminar el IVA de las mascarillas. Por cierto, llevamos meses
reclamando esto; nos alegramos de que



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por fin ustedes lo anuncien. En cuanto a las pensiones, más allá de la revalorización del 0,9, es necesario elevar las mínimas para equipararlas al salario mínimo interprofesional.


En definitiva, estos presupuestos no recogen las necesidades de Galiza y de su gente: menos en inversiones, menos en financiación autonómica. Volvemos a constatar que nuestro país no encontrará la solución a sus acuciantes problemas en el
marco jurídico político actual. Tener capacidad para decidir de forma soberana sobre nuestros propios recursos y marcar las prioridades es fundamental para seguir avanzando, pues el Estado vuelve a dar la espalda a nuestro país y a la mayoría
social de nuestro pueblo. De ninguna forma podemos considerar sociales unos presupuestos que no discriminan y que no atienden a las necesidades de los gallegos y las gallegas. Es absolutamente inaceptable y por ello el BNG ha presentado enmienda a
la totalidad y presentará también enmiendas parciales.


Finalizo. No nos sirve el chantaje de que, o esto, o el caos, como pretendieron hacer con los remanentes municipales. Otros presupuestos mejores, también para Galiza, son posibles. Nos gustaría poder votar sí en la aprobación definitiva
porque ello significaría buenas noticias para Galiza, pero para eso el Gobierno tiene que moverse y corregir el trato que dan a nuestro país. Es lo que espera el BNG y, sobre todo, es lo que esperan los gallegos y las gallegas.


Obrigado.


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Para fijar a su posición, tiene la palabra, en primer lugar, el señor Bel Accensi.


El señor BEL ACCENSI: Gracias, presidente.


Señora ministra, ministros, señorías, intervendré brevemente. Para situarnos, porque hemos estado escuchando durante estas horas muchas posiciones, estamos en un trámite parlamentario de los presupuestos. ¿Aprobamos hoy los presupuestos?
No, es el trámite parlamentario de una enmienda a la totalidad. ¿Qué significa una enmienda a la totalidad? Que los presupuestos se devuelven y no continúa la negociación o la mejora de los mismos. Nosotros, el Partit Demòcrata, no hemos
presentado enmienda a la totalidad y vamos a votar en contra de las enmiendas a la totalidad presentadas.


Vamos a intentar explicarnos. ¿Cuál es el contexto? Un contexto anormal: presupuestos del anterior Gobierno aprobados hace dos años y medio y a los que el Partit Demòcrata votó en contra. Si hoy se devuelven estos presupuestos, el
presupuesto del Partido Popular continúa. Segunda circunstancia, anormalidad absoluta: estamos en la peor pandemia que hemos vivido nuestra generación y una de las peores crisis económicas y sociales derivadas de la pandemia. Si hoy se aprueban
las enmiendas a la totalidad, el presupuesto que queda es el anterior, prepandemia y pregobierno, y en el pregobierno tampoco es baladí explicar que ha habido dos elecciones generales, cuyo resultado quizá a nosotros nos hubiese gustado que fuera
otro, pero ha sido el que ha sido. Por tanto, ante esta situación, el no presentar enmienda a la totalidad no significa, señora ministra -y lo sabe-, que estemos de acuerdo con el presupuesto y no significa que vayamos a votarlo, pero sí significa
que queremos dar la oportunidad a este presupuesto de ser mejorado entre todos los grupos parlamentarios.


Hoy estamos votando esto, simplemente esto; estamos votando si se quiere negociar el presupuesto en estas determinadas circunstancias o se pretende simplemente que continúe el presupuesto anterior y no darnos una oportunidad a la
negociación. Alguna cosa me reservaré para la segunda intervención, señora ministra. No tengo tiempo de hacer un análisis de todo el presupuesto, pero me he ido posicionando, y ustedes lo saben, en la Comisión de Presupuestos y así lo continuaré
haciendo.


Respecto al cuadro macroeconómico -ya conocen mi opinión-, lo hemos fiado todo -esperemos que sea así- a que la vacuna esté muy pronto y que este repunte que se ha producido en el tercer trimestre se pueda reproducir ya en el primer, segundo
y tercer trimestre del año que viene. Si es así, se podrá cumplir el cuadro macroeconómico. Si no es así, tendremos un problema y se deberá reaccionar. Respecto a los ingresos, tenemos margen de mejora. Hoy usted ha anunciado una medida que
veníamos pidiendo, que entendíamos que se podía haber anunciado antes, pero ya es una mejora. Aun así, tenemos margen de mejora y le haremos propuestas.


Respecto a los gastos -aquí también tendríamos que ser muy extensos-, hay margen de mejora, señora ministra. Lo hay con relación a Cataluña y creemos que las inversiones deben ser mayores, y así se lo vamos a plantear, pero también hay
margen de mejora con relación al trato a diferentes colectivos, y también se lo vamos a plantear porque hay muchos ejemplos. Lo que pasó esta semana en Cataluña con las ayudas a los autónomos es un despropósito, achacable al Govern de la
Generalitat sin ninguna



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duda, pero es un despropósito que el Gobierno central no haya apoyado a los autónomos con medidas similares o mayores que las que se produjeron en la primera ola de la pandemia, y esto lo deberemos solucionar también en este presupuesto.
Además, plantearemos mejoras en este sentido. En todo caso, señora ministra, el Partit Demòcrata da la oportunidad de negociar estos presupuestos. Hasta ahora hemos tenido buenas palabras, buenas intenciones por parte del Gobierno, no lo niego, y
las celebro, pero usted sabe que esto no es suficiente. Tenemos tres semanas o veinte días para ponernos de acuerdo. Esperemos que sea así. Si no es así, nosotros no nos habremos movido, pero habremos hecho el gesto de responsabilidad, porque la
responsabilidad no es hoy mantener los presupuestos del Partido Popular y dar un no a la negociación. La responsabilidad, seguramente más difícil de asumir, es sentarse y negociar. Veremos si es posible el acuerdo.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias.


Igualmente, para fijar su posición, tiene la palabra el señor Errejón Galván. (Pausa.- Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


El señor ERREJÓN GALVÁN: Gracias, señor presidente.


Estaba preparando algunas notas para la intervención, señora ministra, y se me cruzaban permanentemente las noticias y el revuelo que se ha generado con el anuncio de la farmacéutica Pfizer de haber llegado posiblemente a haber descubierto
una vacuna que estaría siendo eficaz. Permítame un ligero paréntesis. Esa empresa debería ser española y no es una empresa española la que va a llegar, porque llevamos desde el año 2010 recortando en investigación, en ciencia y en I+D. No hace
falta ningún ejemplo esta vez con el Iphone, pero si no hay inversión pública española después no hay patentes españolas. La nota de prensa de la empresa, de la farmacéutica Pfizer, decía que se había llegado a una vacuna eficaz. Todavía no es una
vacuna efectiva. Eso significa que es eficaz en laboratorio, en proyecto, pero que todavía no se ha probado en la vida real, que no tiene condiciones perfectas, que no se ha aprobado en el día a día, que no ha aterrizado, y sobre todo significa que
necesita tiempo desde el anuncio hasta que se realice. Yo creo que eso es un poco lo que le pasa este proyecto de Presupuestos Generales del Estado. El proyecto en laboratorio es prometedor, y nosotros lo vamos a dejar pasar, pero tiene que
concentrarse, tiene que aterrizar, y además lo tiene que hacer en un panorama social devastado y lo tiene que hacer con rapidez. No sería la primera vez, por desgracia, señora ministra, que un gran anuncio que ocupa grandes titulares se convierte
en importantes decepciones para los sectores más desfavorecidos en España en los últimos meses. Le digo que lo vamos a dejar pasar, en primer lugar, porque nos parece que el proyecto de presupuestos apunta en la buena dirección. Es un presupuesto
ciertamente expansivo 91 000 millones de euros, con hasta un 20 % más de incremento con respecto al de 2018; es un presupuesto que apuesta de manera decidida por la transición ecológica, por el cambio de la matriz energética e invierte y moviliza
hasta 5300 millones de euros en las energías renovables y, por tanto, en la posibilidad de generar empleos verdes en España y que, además, comienza, al menos sobre el papel, a mirar hacia los sectores más desfavorecidos, por ejemplo, hasta 2 puntos
de revalorización en las pensiones no contributivas. Pero también vamos a votar a favor de que pase porque creemos firmemente que a este Gobierno le está haciendo mejor el Congreso. Ya pasó con el estado de alarma, en el que, gracias al Congreso,
el Gobierno va a tener que rendir cuentas y explicar las cosas que hace con trasparencia y con periodicidad, y ha pasado en muchas otras medidas, en las que el Gobierno traía una propuesta y la propuesta salía de este Congreso con más decisión, con
más audacia, con más contundencia para los sectores desfavorecidos que más lo necesitan. Nosotros esperamos que esto suceda también los Presupuestos Generales del Estado. Y le decía esto de que el Congreso hace mejor al Gobierno porque el Gobierno
está en minoría; sin embargo, se encuentra con un Congreso con mayoría progresista por la transformación social y, por tanto, nos parece que debería apoyarse más en el Congreso de los Diputados y queremos que eso suceda en el trámite de
presupuestos para que los presupuestos salgan más fuertes, más decididos y más al servicio de quienes más los necesitan.


Los presupuestos tienen que salir mejorados de este trámite y de la discusión en las Cámaras, por lo menos en nuestra opinión, en dos grandes dimensiones: en el medio-largo plazo y en el corto plazo. En el medio-largo plazo, en primer
lugar, los fondos europeos tienen que solicitarse, tienen que recibirse, tienen que canalizarse y tienen que ejecutarse, y esto no es una cosa menor. Necesitamos un Estado más fuerte para no perder recursos y eso es -se lo digo de forma muy clara-
contratar a gente. Yo sé que hoy está de moda apuntarse a esta especie de antipolítica de los ricos en la que uno es millonario, sube



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aquí y se dedica a hablar contra los servidores públicos. Yo voy a hacer lo contrario, voy a romper una lanza en favor de los trabajadores públicos y de los servidores públicos. Necesitamos más, mejores y en mejores condiciones para
solicitar, tramitar y encauzar mejor las ayudas para que se ejecuten y además que se ejecuten con una dirección de condicionalidad social, de generación de empleo y de condicionalidad ambiental, es decir, de menor contaminación. Hay un ejemplo muy
concreto en ese sentido, que es un ejemplo terrible. Es el caso del ingreso mínimo vital. No hay suficientes trabajadores para tramitarlo, faltan más trabajadores en la Seguridad Social, falta que a la gente le cojan el teléfono, falta que a la
gente le atiendan las solicitudes. No puede ser, es un verdadero drama que a la gente se le asegure que tiene un derecho, que la gente complete las doce pruebas de Astérix después de estar en exclusión social y que, cuando por fin lo piden, sean
solo el 13 o 14 % las solicitudes que se han tramitado favorablemente. Esto no puede seguir sucediendo. Y para eso necesitamos un Estado fuerte y administraciones fuertes y con más personal que lo tramiten y que lo tramiten más rápido. El dinero
de Europa, sin embargo, no va a estar siempre. Es un complemento, pero no va a estar siempre. Deberíamos desarrollar una política económica y una política fiscal que haga que los más ricos y que los que más contaminen paguen más para que no
necesitemos siempre esas muletas. Hoy son muy bienvenidas esas ayudas europeas, pero tenemos que desarrollar una política económica propia que tenga como objetivo no necesitarlas más en el futuro.


En el corto plazo la situación es más preocupante porque la situación es más urgente. Le he escuchado decir -no estaba aquí, pero lo estaba siguiendo por la televisión- que para este Gobierno la desigualdad no es una opción. Yo me alegro,
pero para los españoles no es que sea opción, es que es una realidad. Desde el comienzo de la pandemia, los 23 españoles más ricos han aumentado en un 16 % su patrimonio y tenemos 700 000 ciudadanos más en situación de pobreza. Eso es una losa y
un lastre. Los recursos europeos llegarán, pero es posible que tarden varios meses, es posible que lleguen a mediados del año que viene. Bien, hay cientos de miles de españoles que no tienen medio año para esperar, que necesitan una inyección de
recursos y de ayuda ya, inmediata. No van a comer de titulares, necesitan una inyección de recursos públicos ya. Y si este panorama desolador se convierte en más familias que se van a la quiebra y más empresas que cierran, reconstruir después a
partir de la ruina será todavía más caro. Es verdad que invertir en la protección social y en la inyección de recursos para la reactivación del consumo y para la reactivación económica es más caro, pero reconstruir desde la ruina es todavía más
caro. En ese sentido es en el que creo que hay que concentrarse en un vuelco social drástico.


Le hablaba antes del ingreso mínimo vital, que si es un derecho, se tiene que cobrar. En la prestación por desempleo no puede haber 1 600 000 de españoles sin ninguna prestación. La manera más directa, más rápida, más inmediata de
reactivar la economía es inyectar recursos a los que los van a destinar inmediatamente al consumo de proximidad. Y las pequeñas empresas que están cerrando por una situación extraordinariamente difícil necesitan al Estado detrás, no puede estar
solo detrás de las grandes. En Alemania Merkel ha movilizado una cantidad de recursos que creo que cubre hasta el 70 % de lo que las empresas facturaban antes de la situación de la pandemia. Nos conformaríamos con menos, pero hace falta que la
gente que está teniendo miedo de saber si echa el cierre -por cierto, lo compraran los grandes fondos de inversión, que concentrarán propiedad- tenga al Estado detrás.


Cierro, señor presidente, y señora ministra, con una aseveración que he hecho varias veces en esta tribuna, pero que ahora hago con una referencia internacional. Estos Presupuestos Generales del Estado no pueden ser como Joe Biden, que es
progresista solo porque enfrente tiene a Trump. Tienen que ser efectivos, y tienen que ser efectivos para la gente que más lo necesita; tienen que ser efectivos no en la televisión, no solo en las instituciones o en la discusión parlamentaria;
tienen que ser efectivos en la calle para que pasemos de la España de la angustia a la España de la esperanza.


Muchas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias, señor Errejón. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra el señor Baldoví Roda.


El señor BALDOVÍ RODA: Moltes gràcies, president.


Una reflexión al Gobierno del periodista valenciano Miquel Ramos. Hoy hace trece años del asesinato en Madrid de Carlos Palomino. Tenía dieciséis años, iba a protestar contra un acto neonazi. Hoy en mi tierra, en Pego, nueve jóvenes
antifascistas han sido detenidos por protestar contra un grupo neonazi (aplausos), que fue a su pueblo a provocar. Ese es el precio por combatir a los nazis. Queremos que se explique en este Congreso.



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Hablemos de presupuestos; hoy se ha hablado poco de presupuestos, yo quiero hablar de presupuestos. Si tuviera que resumir estos presupuestos en tres palabras, diría: Son mejores, pero mejorables. Mejores desde el punto de vista social:
más gasto en sanidad, en educación, en servicios sociales, mejoras en progresividad fiscal. Desde el punto de vista valenciano, también mejoran. Lo ha reconocido hasta el señor Espinosa de los Monteros y el señor Garitano. Gracias a los dos,
porque está bien que reconozcan el buen trabajo de Compromís en estos presupuestos. Son mejores que los del señor Montoro y de Ciudadanos, que eran infames para los valencianos. Y son mejores porque incluyen gran parte de las propuestas de
Compromís, plasmadas en el acuerdo de investidura. Propuestas que Compromís ha venido demandando desde el primer día que cruzamos las puertas del Congreso; propuestas como que la inversión fuera ajustada a nuestro peso demográfico. Este año
llegamos casi a nuestro peso poblacional; frente a un 7,6 un 9,6. Financiación a la dependencia, este año aumenta un 40 %, como habíamos pedido. Transporte metropolitano de Valencia, este año 38 millones, la deuda de la Marina de Valencia o el
impulso al corredor mediterráneo. ¿Son mejores presupuestos que los del señor Montoro, del PP y Ciudadanos? Sí, sin duda, por eso tampoco tengo duda de que los diputados valencianos -los ocho diputados y diputadas valencianos- del Partido Popular
los aprobarán y las dos diputadas valencianas de Ciudadanos también los aprobarán. El PP valenciano no hizo ninguna enmienda a los presupuestos peores del señor Montoro; pues estos supongo que los apoyarán. Y respecto a Ciudadanos, recuerdo que
un diputado que estaba aquí, que antes era de UPyD y ahora es de Ciudadanos, que antes estaba en Madrid y ahora está en Valencia, brincaba por su utilidad por haber conseguido 10 millones. ¡No sé qué hubiera hecho si hubiera tenido los presupuestos
de este año! Por tanto, si estos presupuestos son mejores las diputadas y diputados del Partido Popular y de Ciudadanos los votarán a favor, seguro. Bueno, a lo mejor no, a lo mejor votan en contra, porque la dirección de Madrid les ordena votar en
contra; a lo mejor. ¿Y qué hará Compromís? Lo que hemos hecho siempre: intentar defender en cada presupuesto las aspiraciones legítimas de los valencianos y las valencianas, mejorar los presupuestos con nuestras enmiendas para superar la
desigualdad que existe ahora mismo entre algunos territorios. Por eso, no hemos presentado enmienda a la totalidad, porque queremos que los presupuestos de Montoro, del Partido Popular y de Ciudadanos, pasen a la historia de una puñetera vez. Por
eso ya anunciamos la semana pasada a la señora ministra que presentaríamos enmiendas parciales, porque creemos que hay aspectos en estos presupuestos que deben mejorarse. Por ejemplo, un trato mejor en Castellón y, sobre todo, en Alicante que,
indefectiblemente, siempre se queda atrás; más inversiones en el transporte de cercanías y en los grandes contenedores culturales, que siempre se quedan por debajo de los de otras ciudades. (La señora presidenta ocupa la Presidencia). Y, por
último, definir el reparto de esos 13 400 millones, porque deben servir para reducir la desigualdad entre comunidades autónomas. Algunos siempre salimos de la línea de salida rezagados, por tanto, tenemos menos oportunidades. Téngalo en cuenta,
señora Montero.


Moltes gràcies.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Baldoví. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores). Gracias.


Tiene la palabra, en nombre del Gobierno, la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Muchas gracias, presidenta.


Señorías, en primer lugar, para ordenar este debate, quiero dirigirme a los grupos que no han presentado enmienda a la totalidad; en concreto quiero agradecer a Compromís, a PDeCAT y a Más País que no se hayan sumado al bloque del no y que
permitan que podamos discutir estas cuentas en esta Cámara, siendo plenamente conscientes de las diferencias que tenemos todavía sobre los puntos que ustedes plantean para el acuerdo y, por tanto, tenemos que trabajar y mucho a lo largo de los
próximos días para conseguir que por parte de todos la respuesta que den estos presupuestos sea satisfactoria. Sé que no es fácil, ante tanta fragmentación que existe en el arco parlamentario, mostrar generosidad por parte de los grupos que no han
presentado enmienda a la totalidad. Sé lo que cuesta hacerse un hueco en el espacio político que en este momento existe en nuestro país y ser capaces de diferenciar mensaje y reivindicaciones, cada una de ellas legítima y que todas ellas aspiran,
cómo no, a que uno pueda avanzar en calidad de vida, en inversión o en prosperidad para su comunidad autónoma. Yo creo, señorías de Compromís, PDeCAT y Más País, que el esfuerzo merece la pena, que estamos en una situación inédita que va a requerir
también que tengamos una visión distinta frente al conjunto de cuestiones. Quiero decirles desde ya que estamos receptivos a estudiar esas propuestas. Confío y estoy convencida de que encontraremos la fórmula de acuerdo para conseguir mejorar -por
supuesto que se puede y es imprescindible hacerlo- estas cuentas públicas.



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En cambio, permítanme que lamente que Junts y el BNG no hayan sido capaces de mostrar esa misma altura de miras. Presentar una enmienda a la totalidad -lo han dicho algunas de las personas que han intervenido- es negar que se discuta en la
Cámara un proyecto de ley que, sin duda, es mejor que el proyecto que resucitaría si finalmente el proyecto de presupuestos no supera este trámite. Creo, sinceramente, que eso no es lo que nos piden los ciudadanos. ¿Serían ustedes capaces de
gobernar un país con unas cuentas que están prorrogadas desde el año 2018 y que para nada tienen en cuenta ni lo que ha ocurrido desde entonces ni, por supuesto, los retos a los que nos enfrentamos en este momento tan importantes de la pandemia
sanitaria y las consecuencias económicas derivadas de la misma ni la incorporación de 27 000 millones de fondos europeos que nos permiten impulsar las grandes transformaciones que necesita este país?


Sinceramente, señoría, puedo entender las reclamaciones que efectúan, pero no puedo comprender que ustedes prefieran quedarse con los presupuestos del señor Montoro. Y esto no lo entiendo ni por parte de Junts ni lo entiendo, sobre todo,
señor Rego, por parte del BNG, una formación política que se entiende que es progresista. Como hemos comentado en algún intercambio de opiniones que hemos tenido más allá de las cuestiones concretas relativas a Galicia, que sin duda son
importantes, me asombra que ustedes no tengan una mirada transversal sobre el proyecto de presupuestos y que prefieran los recortes, los ajustes del Partido Popular, al criterio expansivo en gasto social que plantean estas cuentas públicas. No lo
entiendo, señor Rego, y lo lamento, porque le consideraba a usted incorporado a las formaciones políticas de progreso. Por tanto, no puedo entender que prefiera usted un presupuesto del Partido Popular a este presupuesto, aunque requiera una mejora
en el proceso de enmiendas. Le pido que reflexione. Y se lo pido a usted, porque sé que Junts lo ha reflexionado -no en los términos que estamos marcando, sino en otros términos políticos que ahora comentaremos- y, por tanto, no van a apoyarlo.


Hay una mayoría parlamentaria clara que estamos convencidos de que son necesarias unas nuevas cuentas para el año 2021. Además, todos los que estamos apoyando y apostando por unas nuevas cuentas públicas somos absolutamente conscientes de
la gravedad de esta pandemia sanitaria, que ni siquiera podíamos imaginar hace un año, que estamos ante una crisis que no tiene precedentes más allá de la Guerra Civil y que tenemos que recordar que la solución definitiva, a pesar de la esperanza
que plantea la vacuna de Pfizer, todavía no la tenemos. Tampoco podemos olvidar que este proyecto de presupuestos da respuesta a las personas que se encuentran en un despido temporal, a aquellos que están en este momento con un cierre parcial de su
actividad, como es el colectivo de autónomos, empresas pequeñas o medianas que realmente ven peligrar su continuidad.


Para hacer frente a esta situación, hemos elaborado un presupuesto que está desarrollado en una práctica de política económica claramente anticíclica, en donde queremos apuntalar el Estado del bienestar y evitar en la medida de lo posible
que nadie se quede atrás. No voy a cansarles reiterando las cifras globales que el impacto económico de la pandemia está produciendo en nuestro país. Un año a punto de concluir en el que estamos haciendo una enorme inversión pública para hacer
frente a las consecuencias, tanto en términos de personas como en términos de empresa. Creo que todo esto lo saben ustedes, porque la mayoría de esas iniciativas han contado con la práctica unanimidad de las formaciones políticas presentes en el
Congreso de los Diputados y, por supuesto, con muchas de las que en este momento, a través del Grupo Plural, estoy intentando darle respuesta. Solo quería incidir en que este contexto de los presupuestos es con el que contamos y que quizá tengamos
que aparcar los cálculos partidistas de alguna de las formaciones políticas que están más preocupadas probablemente por continuar en una huida hacia delante que por acotar realmente los problemas de los ciudadanos. Como siempre, tengo que
trasladarles y les digo que enmienden, que aporten, que construyan a partir de este proyecto de presupuestos, pero lo que no tiene ninguna explicación es que su retirada permita resucitar unas cuentas del año 2018, que probablemente ustedes no
hubieran votado ni siquiera en ese momento y que, a raíz de no permitir su aprobación, pudiera parecer que su vocación es que permanezcan eternas a lo largo de los próximos años.


Señora Borràs, lamento que Junts justifique una enmienda a la totalidad. Usted ha intentado hablar aquí de la morosidad y de otros elementos, pero el argumento está claramente definido en el documento que ustedes presentaron de enmienda a
la totalidad, en el que decían textualmente: La presentamos, porque difícilmente se pueden votar unos presupuestos a cambio de determinadas partidas presupuestarias mientras existe una criminalización política que mantiene presos..., y seguía usted
en ese argumento.



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Yo le digo, señora Borràs, que cada debate tiene su lugar, cada propuesta tiene su sitio, y hoy venimos a hablar de presupuestos, no venimos a hablar de la situación política de las personas presas con motivo del procés. Hoy venimos a
hablar de presupuestos y no se entiende que a Junts per Catalunya le parezcan mejores las cuentas públicas del señor Montoro y las del señor Rajoy. (La señora Borràs Castanyer hace signos negativos). Sí, señora Borràs. Cuando usted impide
tramitar estos presupuestos, ustedes están resucitando las cuentas de Rajoy y las cuentas de Montoro. A veces uno se pregunta si a ustedes les va bien en una polarización de la vida política, donde no les interesa que haya un Gobierno progresista
que sea capaz de avanzar, que sea capaz de ser justo con Cataluña, que sea capaz de atender las reivindicaciones de Cataluña. Parecería que vivieran ustedes mejor instalados en la bronca, en la confrontación política, intentando buscar héroes o
villanos más que mejorar realmente el día a día de los catalanes y las catalanas, que es lo que hace este proyecto de presupuestos. ¿Por qué se oponen a que los pensionistas de Cataluña mejoren su pensión, a que los niños en Cataluña puedan
disfrutar de mayores becas, a que tengan mejores oportunidades las personas vulnerables con motivo de la dependencia, a que las empresas en Cataluña encuentren un soporte por parte del Estado para que sus trabajadores permanezcan en situación de
ERTE o directamente a que se dé una prestación por cese de actividad a los autónomos que se han visto obligados a cerrar sus negocios? ¿Por qué piensan ustedes que los presupuestos del año 2018, que no contemplaban todas esas vicisitudes, son
mejores que los presupuestos que entran en esta Cámara? Creo, señorías, que lo hacen simplemente porque confunden el escenario de este debate.


Señorías, ustedes han votado algunas de las iniciativas que hemos traído aquí, algunas de las que hoy figuran en el proyecto de presupuestos y, sin embargo, buscan un conjunto de excusas para no apoyarlo. Yo creo que ustedes temen que el
electorado les pueda criticar o les pueda castigar por haber apoyado... (La señora Nogueras i Camero hace gestos negativos). Sí. Discúlpeme -no sé cómo se llama su señoría, que me está haciendo gestos desde el escaño-, pero eso es lo que creo y
lo voy a expresar porque afortunadamente somos demócratas todos los que estamos aquí. Le decía que no sé exactamente si ustedes entienden que puedan ser penalizados democráticamente en las elecciones que correspondan por apoyar un presupuesto que
intenta mejorar la vida de los ciudadanos.


Le voy a decir una cosa. Creo que les va a ocurrir justamente lo contrario y voy a intentar dar los motivos y explicar el porqué. Respecto a dependencia, señoría, ¿usted cree que es mejor un proyecto de presupuestos, los del señor Montoro,
que cuenta con 800 millones menos en dependencia que los que traemos a esta Cámara? ¿Usted cree que con los presupuestos del señor Montoro los dependientes tienen mejores posibilidades, oportunidades o garantías para poder superar su situación de
vulnerabilidad? ¿Entonces por qué votan una enmienda a la totalidad? ¿Por qué hacen aflorar esas partidas presupuestarias que se superan con este proyecto de presupuestos? Ustedes están orillando todas estas cuestiones que son prioritarias para
la ciudadanía, anteponen intereses partidistas (la señora Borrás Castanyer hace gestos negativos) -sí lo creo, señora Borràs-, cuestiones ajenas, a los presupuestos, y yo creo que usted sabe perfectamente que si los presupuestos salen van a ser
beneficiosos para todos los catalanes, sean independentistas o no sean independentistas. Por eso, les digo que confunden ese escenario y, por tanto, voy a decirles aquello a lo que dicen ustedes no en este proyecto de presupuestos.


Este proyecto de presupuestos supone para Cataluña un volumen de recursos de más de 24 000 millones de euros, con una inversión de más de 2000 millones de euros, 30 millones más que incluso el proyecto de presupuestos fallido del año 2019.
Señora Borràs, ¿por qué dicen ustedes no a que Cataluña pueda tener 24 000 millones de euros para desarrollar el conjunto de sus políticas? Casi 2 millones de pensionistas verán incrementarse su pensión, más de 40 000 padres y madres se van a
beneficiar por la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad. ¿De verdad, señora Borràs, prefiere usted decir no a que por primera vez en este país equiparemos los permisos de paternidad y de maternidad, a que no se discrimine a las
mujeres por el hecho de estar embarazadas o por el hecho de cogerse su baja maternal? ¿De verdad para ustedes son mejores los presupuestos de Montoro, que no contemplaban esa equiparación o que no contemplan el incremento de estas pensiones para
los pensionistas? Son 120 000 los estudiantes catalanes que van a ver incrementadas sus becas y más de 100 000 jóvenes se van a beneficiar del Plan de Choque por el Empleo Joven para mayores oportunidades en el mercado laboral. Señora Borràs, ¿por
qué negarles a estas personas la capacidad de acceder a estos recursos para que puedan encontrar una mejor forma de desarrollar su proyecto vital? Estos presupuestos contemplan 200 millones de los acuerdos que se alcanzaron entre el Gobierno y la
Generalitat para dar cumplimiento a la sentencia de la Sala tercera del Tribunal Supremo. Entonces, ¿queremos o no queremos que el proyecto de presupuestos sea



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justo con Cataluña? ¿Queremos o no queremos pagar algunas deudas que tenemos con ustedes por sentencia de los tribunales y que necesitan un vehículo para hacerse operativas? Estos 200 millones son para unas políticas de inversión que, si
resucitamos el presupuesto de Montoro, es imposible poder acometerlas. Igualmente, señoría, ocurre con otras inversiones. La inversión prevista por Puertos del Estado en Cataluña se incrementa un 50 %, más de 200 millones. Creo que es una
necesidad expresada muchas veces por el Govern, la necesidad de que el Estado invierta en puertos. ¿Por qué dicen ahora que no? ¿Por qué ahora, cuando se trata de ponerle letra y música a sus reivindicaciones, votan que no al proyecto de
presupuestos? Igualmente, señorías, saben ustedes que vamos a repartir la parte correspondiente de los 8000 millones del ReactUnión Europea de manera que van a contribuir en esa cogobernanza de este instrumento y que la Generalitat va a decidir
cuáles son los proyectos prioritarios que van a alimentar estas políticas de fondos europeos para que se puedan poner en marcha y contribuyan a la recuperación económica. ¿O es que acaso Cataluña no necesita esta inyección económica para promover
desde el Govern su propia programación operativa para dar respuesta a esta situación? Igualmente, señoría, se distribuyen más de 4000 millones de euros en conferencias sectoriales de empleo, formación profesional, violencia de género o sanidad,
todas ellas financiadas con el presupuesto nacional. Por eso, le repetía que no entiendo del todo qué es lo que a ustedes no les gusta de ese proyecto de presupuestos. Si lo que quieren es incrementar las partidas, hagan como los miembros de otros
partidos políticos, que están apostando por que la enmienda a la totalidad se supere y luego vendrán con su reivindicación para incrementar aquello que entienden más justo para su comunidad autónoma. De verdad le digo, señora Borràs, que para nada
entiendo por qué para ustedes es mejor el presupuesto del año 2018 del señor Montoro que unas nuevas cuentas públicas que afronten los retos que tiene Cataluña y los retos del conjunto de España.


¿De verdad, señoría, cree usted que este Gobierno no ha hecho nada por los emprendedores, por los autónomos y por los Gobiernos autonómicos en relación con la pandemia? Destinamos 16 000 millones de euros para reforzar la sanidad y la
educación o para compensar la caída de ingresos. Nunca antes el Gobierno de España había sido tan respetuoso con las competencias autonómicas y había aprobado un volumen ingente de recursos que no tiene precedentes para poder hacer el
acompañamiento en la prestación de servicios fundamentales de cara a la ciudadanía. Por eso le digo que reflexione. Ustedes continúan en un viaje -desde mi punto de vista y se lo digo con todo el respeto- a ninguna parte. Parece que en la
confrontación se sienten ustedes más cómodos que aportando elementos constructivos y útiles que permitan avanzar a Cataluña en materia de inversión, de protección de los colectivos más vulnerables, de autogobierno y de cogobernanza de una parte muy
importante de los fondos europeos. Yo le diría, señora Borràs, que, por favor, reflexionen y entiendan que en ese viaje no van a encontrar ningún punto de llegada. Probablemente tienen ustedes mucho que mejorar en este proyecto de presupuestos,
pero para poder hacerlo hay que permitir la tramitación y, sobre todo, no olvidarse de que estamos optando entre los presupuestos que vienen a esta Cámara en el día de hoy y los presupuestos del señor Montoro. Eso es lo que estamos eligiendo y, si
los presupuestos salen rechazados en el día de hoy, tendríamos que continuar, como veníamos haciendo, con el presupuesto del señor Montoro, a pesar de que su compañera de bancada no sé por qué está permanentemente con la cabeza diciendo que no. Así
es, señorías, se rechaza este proyecto de presupuestos y continúa vigente el presupuesto anterior, porque la ley, la Constitución y las normas presupuestarias impiden que un país se quede sin presupuestos. Lo deberían saber, porque ustedes
gobiernan en Cataluña y saben que, si en Cataluña no sacan su proyecto de presupuestos, como no lo han hecho en años anteriores, queda vigente el presupuesto anterior. Querer negar esa evidencia, señorías, simplemente es una absoluta tontería.


Señor Rego, su formación política ha presentado esta enmienda a la totalidad a unos presupuestos que considera insuficientes y perjudiciales para Galicia; también usted prefiere quedarse con los presupuestos del año 2018. Sí, es así, señor
Rego, si las enmiendas a la totalidad prosperan, el presupuesto que resucita es el del año 2018. Esto es así, esto lo sabe cualquier persona que haya gobernado. Por tanto, no me voy a entretener en una cosa que es obvia para todos los que estamos
presentes en esta Cámara. Incluso, si me apura, en Galicia, evidentemente, como tienen mayoría absoluta, no tienen la misma situación que si nos enfrentamos a otras administraciones. Usted dice en su enmienda -y lo ha dicho con un tono más bajo en
esta tribuna- que no se pueden considerar sociales estos presupuestos. ¿Cuáles le parecen a usted sociales? ¿A usted le parecía social el presupuesto que negaba la financiación de la Ley de la dependencia, presupuesto del año 2018? ¿Le parece
social un presupuesto que no protegía a las personas que pudieran perder su desempleo, un presupuesto que no protegía a los mayores



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de cincuenta y dos años, que no tenía contemplado unos planes para los jóvenes que les permitiera un mayor acceso a la vivienda, que les permitiera una mayor posibilidad de alquiler en un parque de vivienda de más de veinte mil que se está
proyectando también con este proyecto de presupuestos? ¿Realmente cree, señor Rego, que eran más sociales los del señor Montoro? Yo le pediría un poco más de rigor. Siempre se puede pedir más, y es legítimo, señoría, pedir más, pero yo creo que
hay que trasladar algunos datos que rebaten sus propias apreciaciones. En primer lugar, los presupuestos del Estado para el año 2021 destinan a Galicia el 6,9 % de las inversiones regionalizadas. Quiero decirlo a todos los parlamentarios, a todas
sus señorías que son elegidas por Galicia, este presupuesto contempla una inversión regionalizada para Galicia del 6,9 %. Es un porcentaje superior al peso de su comunidad en población o en el PIB. Sí, señoría, es superior al peso de su comunidad
en PIB o en población. ¿Por qué dice que no? En números redondos Galicia recibiría inversiones por un importe de 832 millones de euros, un 9,9 % más que el proyecto de presupuestos que elaboramos en esta Cámara en el año 2019 y que finalmente
resultó fallido.


Voy a detallarles algunas inversiones que ustedes han reclamado en más de alguna ocasión y que incluso figuran en nuestro acuerdo de investidura. El mayor importe, 7849 millones, corresponde al sistema de financiación para Galicia. Hay una
aportación que permite que en este momento la caída de la actividad económica no perjudique las finanzas de las comunidades autónomas, señorías. Solo por eso merecería la pena apoyar este proyecto de presupuestos, porque de lo contrario las
comunidades autónomas tendrían que recibir la apretura, el encorsetamiento que ha tenido la Administración General del Estado para poder atender sus requerimientos públicos. Existen 870,7 millones de euros en inversiones, un incremento de 75
millones con respecto al proyecto de 2019, es decir, hemos mejorado respecto a esa cantidad. De esta cifra, 832 millones de inversión real suponen un 6,9, como decía, sobre el total regionalizado, porcentaje superior al PIB, 5,2, o a la población
nacional, 5,7. Y le doy estos datos porque antes me decía que no, pero estos son los datos objetivos con los que hay que medir el proyecto de presupuestos. La inversión por habitante en Galicia asciende a 308,3 euros, casi un 20 % por encima de la
media española, que se sitúa en 258,2 euros por habitante. Es decir, en este proyecto de presupuestos, Galicia está tratada mejor que otros territorios en relación con las inversiones promedio que tiene por habitante. Sin embargo, señoría, para
usted no es suficiente, porque usted se ha quedado en el presupuesto de inversión que tenía su comunidad autónoma cuando se estaba construyendo el AVE. Le he dicho en más de una ocasión que bajo la premisa que usted defiende, que una vez que se
destinan recursos para una inversión singular, como es el AVE, se tienen que quedar para siempre en la comunidad autónoma, esto hubiera implicado -se lo puedo asegurar- que el AVE no hubiera salido de Andalucía desde los tiempos en que se construyó
bajo el Gobierno de Felipe González. Si todos los Gobiernos, cuando ponemos en marcha la alta velocidad, tuviéramos que mantener para los restos y de forma invariable ese presupuesto de inversión, el AVE no llegaría a otros rincones de España, como
es lógico. Por tanto, hay que tener un poco de rigor a la hora de medir las inversiones. Si usted me dijera que Galicia está por debajo de la media por habitante, lo podría entender. Si hubiera sido ese el caso, se lo podría explicar; pero
estando por encima de la media por habitante y, como le decía, casi un 20 % por encima de la media española, me parece un despropósito, se lo tengo que decir así, señor Rego, que ustedes, no sé por qué interés, desde luego no con el que tiene que
ver con estas cuentas públicas, hayan decidido votar conjuntamente con VOX, con el Partido Popular o con Junts per Catalunya, en vez de votar con el resto del bloque progresista. No lo puedo entender, se lo he dicho en diferentes reuniones y se lo
traslado también en este momento.


Quisiera decirle también que vamos a destinar las siguientes cantidades para alguno de los proyectos que hicieron posible el acuerdo de investidura: 55 millones a la gratuidad de un trayecto de la AP-9, tal como nos comprometimos, para
liberalizarlo a lo largo de la legislatura. Se van a invertir por parte de ADIF 30 millones de euros en distintas partidas para la renovación del corredor noroeste a su paso por Galicia. También se van a invertir 29,5 millones de euros en el
acceso al puerto exterior de Ferrol. Asimismo va a haber una partida importante para la electrificación del tramo ferroviario Vigo-Tuy, 7,6 millones. Se van a destinar 6,3 millones para las actuaciones de la línea Ferrol-Vegadeo-Cudillero. En
definitiva, señoría, creo que el proyecto de presupuestos recoge muchas de las aspiraciones de inversión que teníamos previstas y comprometidas en nuestro propio acuerdo para hacer posible la investidura del presidente Sánchez. Va a haber una
inversión de 20 millones de euros por parte de Transición Ecológica para la regeneración de la ría do Burgo. Navantia va a destinar 35 millones de euros para modernizar las instalaciones y la carga de trabajo, destinando 65,6 millones a la fragata
F-110. En definitiva, señoría, solamente veo ventajas para



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Galicia en este proyecto de presupuestos. Seguro que es mejorable. Seguro que ustedes, a través de la enmienda parcial, lo hubieran podido mejorar, pero ustedes han tomado otro camino. Ustedes han optado por presentar una enmienda a la
totalidad e interrumpir la tramitación de este proyecto de presupuestos, y créame que lo lamento, señor Rego. Le pido que reevalúe esa posición, a ser posible, que permita su tramitación y podamos sentarnos a ver cuáles son las aspiraciones que
tienen ustedes. Estoy convencida de que en alguna de ellas, sino en la totalidad, vamos a tener posibilidad de acuerdo.


Señor Bel, le agradezco sinceramente el tono de su intervención, un tono siempre educado y constructivo. Usted sabe, porque lo hemos discutido en esta tribuna durante muchos debates, que estamos lejos ideológicamente. Creemos, yo en
particular, que el catalanismo político ha realizado históricamente contribuciones muy importantes a la realidad española, empezando por la propia Constitución. Estoy convencida de que es posible establecer ese diálogo beneficioso para el conjunto
de Cataluña y también para el conjunto de los españoles. Es imprescindible que, con la fuerza de la palabra, seamos capaces de superar situaciones de desencuentro que duran ya demasiado tiempo. Creo señoría, como usted bien dice, que los
presupuestos pueden ser mejorables; usted lo ha dicho a lo largo toda esta semana. Yo le invito y le muestro mi disposición a negociar en el trámite parlamentario mejoras también para Cataluña. Sin embargo, yo creo que también tiene que conocer
que los números son positivos para esta comunidad autónoma. De hecho, creo que, si no lo fueran, usted ni siquiera permitiría que se pudieran tramitar y, por tanto, los rechazaría con una enmienda a la totalidad.


Decía que se van a invertir 1999,3 millones de euros, casi 2000. A ello hay que añadirle 200 más en cumplimiento de la sentencia del Tribunal Supremo. Esto lo quiero aclarar; estos 200 millones no están en la inversión que hace el Estado,
porque la bilateralidad está con la Generalitat, y se prefirió que fuera a través del capítulo 7 y, por eso, lo sumamos. Pero, en definitiva, es el déficit de inversión en Cataluña a través de la sentencia del año 2008 que ustedes ganaron en los
tribunales. Por otro lado, también ADIF va a invertir 133 millones de euros en el transporte de cercanías; 100 millones de euros en el corredor mediterráneo, Vilaseca-Castellbisbal; ADIF-Alta Velocidad invertirá 192 millones en la red TENT-T de
corredores europeos, 142 millones en la línea Vandellòs-Valencia. El Ministerio de Transportes invertirá 99 millones en conservación y rehabilitación de carreteras y también 24 adicionales para la construcción de la variante del tramo
Valls-Montblanc, de la A-27. En definitiva, señoría, podría continuar, pero, en total, 2199 millones de inversión en Cataluña, el 18,1 % de la inversión regionalizada. Por tanto, señoría, creo que cumplimos con el estatut de Cataluña; Cataluña es
una de las comunidades que más dinero recibe del Estado en el año 2021. Sé que usted está pidiendo otras mejoras en el trámite, pero termino como empecé, diciéndole que estamos disponibles, señoría, para tramitar y para acordar esas enmiendas y no
tengo ninguna duda de que encontraremos ese punto de encuentro que ambos buscamos.


Señor Baldoví, yo creo que le honra la preocupación y la dedicación a los intereses de Valencia, de su comunidad. Hoy desde la tribuna ha vuelto a trasladar que las inversiones han mejorado bastante, pero que ustedes aspiran a más, y yo lo
respeto porque me parece legítimo. Por tanto, como le decía también a la persona a la que me dirigía anteriormente, estoy convencida de que vamos a llegar a un punto de acuerdo, a un punto de encuentro con algunas de las cuestiones añadidas que
ustedes plantean para continuar con esta tramitación. Usted ha comentado también en la tribuna que, por supuesto, tenemos que seguir trabajando para proteger y, de alguna manera, paliar la infrafinanciación que está recibiendo la comunidad con
motivo del actual sistema de financiación autonómica; un compromiso firme que tiene este Gobierno con el conjunto de comunidades autónomas, pero muy especialmente con aquellas en las que el sistema de financiación hace un efecto más perjudicial que
para el resto de territorios; y, sin duda, Valencia, Murcia y Andalucía son unas comunidades que se encuentran en esa situación. Pero sí quiero decirle que el presupuesto de la inversión pública va a destinar un 9,6 % a la Comunidad Valenciana,
por lo que se cumple de forma razonable con la previsión del estatuto de autonomía. Lo mismo ocurre con la dependencia, una reivindicación también de su grupo político, sube en más de 600 millones, en torno a un 40 %. También vamos a seguir
trabajando para que los compromisos que se reflejaron en el acuerdo de investidura tengan la cuantía suficiente que permita acometerlos. Por ejemplo, ADIF-Alta Velocidad invierte en Valencia 427 millones de euros. En puertos la inversión se
duplica hasta alcanzar los 145 millones de euros. Asimismo, se consignan 38 millones para financiar el transporte metropolitano de Valencia, un elemento también que ha sido siempre objeto de petición por parte de su grupo. En la misma línea, el
Estado asume la deuda del Consorcio Valencia 2007. Como veníamos trasladando desde el año pasado, el objetivo fundamental es que todos los que somos patronos de este consorcio seamos capaces



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de aportar las cantidades suficientes para que pueda continuar su trabajo y para que pueda pagar también al conjunto de los proveedores públicos que están demandando una respuesta. En el caso concreto de la dotación a la dependencia, la
comunidad se beneficia de 456 millones de euros, un incremento importante respecto a las cifras anteriores. Respecto al nuevo sistema de financiación autonómica que nos comprometimos a presentar a lo largo de estos próximos meses, yo creo que
entienden que la pandemia ha imposibilitado el cumplimiento del plazo, pero también, como le hemos dicho verbalmente, señor Baldoví, con la propuesta que tenemos encima de la mesa creo que a partir del próximo mes de febrero, si la situación de la
pandemia sigue evolucionando de forma positiva, estaremos en condiciones de empezar las primeras discusiones a fondo a propósito del modelo de financiación. En el último presupuesto del PP, para que ustedes tengan comparativa, se destinaron a
Valencia 742 millones; en este momento se destinan 1165 millones, casi se duplica la inversión que tenía prevista el Partido Popular. En cualquier caso, reitero la disposición al diálogo. Entiendo que gran parte de los elementos que formaban
parte del acuerdo de investidura se han incorporado al proyecto de presupuestos, algunos otros todavía tenemos que seguir trabajándolos, pero no tengo ninguna duda de que vamos a encontrar también ese punto de encuentro que permita mejorar estas
cuentas públicas para su comunidad autónoma, para Valencia, que nos permita beneficiarnos de los más de 27 000 millones de los fondos europeos. En definitiva, señoría, quiero agradecer también su disposición de valorar positivamente todo el gasto
social que atraviesa el proyecto de presupuestos, porque su formación política, además de ser una formación que persigue lo mejor para Valencia, también tiene un carácter social marcado y, por tanto, le doy las gracias por el apoyo que ha expresado
desde esta tributa.


Señor Errejón, le he dejado a usted para el final porque dentro del Grupo Plural su partido, Más País, representa la única fuerza de ámbito nacional, por eso le contesto en último lugar. Permítame que le diga que creo que todos podemos
coincidir en que usted hace buenos discursos desde esta tribuna. Le quiero decir que lo escucho atentamente en relación con las propuestas que nos propone, con las mejoras que pone encima de la mesa, que, aunque sean críticas -a veces, bastante
críticas-, son siempre constructivas; o por lo menos así las leo, señoría. Le agradezco las palabras y las manifestaciones de las últimas semanas respecto a la globalidad, a la integralidad del proyecto de presupuesto. Hemos intentado ser fieles
a los elementos que inspiraron este Gobierno de coalición en relación con perseguir una mayor justicia social, también fiscal, ser capaces de dar apoyo a nuestro tejido productivo para que acometa los cambios estructurales que necesita para el
futuro para que nuestra competitividad no vaya de la mano de la precariedad laboral o no vaya de la mano de la temporalidad, que son señas de identidad actuales de nuestro mercado laboral, y podamos construir un futuro más sólido y sobre todo más
seguro para las generaciones jóvenes, para que puedan incorporarse a un puesto de trabajo y se les permita emanciparse y, por tanto, abandonar el domicilio familiar si así lo desean para poder desarrollar en solitario su propio proyecto vital.
También sabe que el Gobierno comparte con su formación una mirada obligada progresista, pero sobre todo ecologista y feminista, que contienen estas cuentas públicas en cada una de las partidas que componen este presupuesto.


Señoría, tengo expectativas respecto a la vacuna que en este momento estamos conociendo. Ojalá su nivel de eficacia, de efectividad, sea el que promete la empresa farmacéutica, sin duda es un paso adelante. Señoría, en la ciencia pasa como
muchas veces en la política: probablemente en la primera ocasión no tienes oportunidad de aquilatar todos los desajustes que pretendes arreglar, pero el primer elemento es igualmente importante para que a partir de ahí se pueda construir de nuevo,
de manera que si hay algún elemento que no termina de funcionar en la vacuna no tengo ninguna duda de que pronto se aportarán algunas soluciones parciales para permitir sortear ese obstáculo. Lo mismo le digo de este presupuesto. Seguro que la
totalidad nos permite dar pasos adelante, pero también le invito a que cualquier elemento que usted entienda que nos permite avanzar en materia de calidad democrática, de políticas progresistas dirigidas al Estado del bienestar, de impulso a nuestro
tejido emprendedor, de apoyo a los autónomos, de cogobernanza también en el modelo territorial que queremos con las comunidades autónomas, nos permita escucharlo y, sin duda, podremos llegar a un acuerdo, como decía anteriormente, que permita ser
satisfactorio para todas las partes.


Estamos hablando de un incremento muy importante en este proyecto de presupuestos; en educación, en sanidad y en política social todas las partidas crecen más del 70 %. Fíjese, hay algún elemento especialmente significativo en cada una de
estas políticas que quiero poner en valor; en concreto, en materia sanitaria, me gustaría significar la apuesta que va a hacer el Ministerio de Sanidad por la renovación tecnológica de los centros sanitarios. Soy una firme convencida de que el
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sanitario público tiene que dar respuesta a las clases medias de nuestro país. No es un sistema que no tenga que atender los derechos de última generación que solicitan aquellos que más contribuyen con la fiscalidad proporcionalmente, como
es la clase media, para sentirse orgullosos de su sistema sanitario. Por eso soy una firme defensora de incorporar a la cartera de servicios técnicas que, aunque no sean esenciales, aunque no sean vitales, permitan elevar el nivel de vida para esa
clase media y, por tanto, les permita contribuir con sus impuestos de forma satisfactoria y no les ahuyente hacia un sistema de seguro privado que daría al traste con un sistema público para todos los ciudadanos y también la renovación tecnológica.
Como persona conocedora del sistema sanitario, les digo que el gran sufrimiento que ha vivido el sistema de salud en nuestro país en los últimos diez años ha sido también a costa de la inversión y de la incapacidad de renovar equipos de última
generación que permiten el abordaje de tratamientos, también de los más punteros, a nivel de nuestros hospitales públicos. Estoy convencida de que lo público tiene que ser el primero que presente una tecnología cuando haya sido demostrada su
eficacia y cuando está demostrado que puede permitir ganar años de vida o calidad de vida a las personas que tienen que recibir este tratamiento.


En política de educación quiero significarle el apartado de becas, que me parece extraordinariamente importante. Hemos eliminado algunas de las exigencias que el Partido Popular ponía, que ustedes recordarán, y que pretendían que aquellos
que tuvieran menos nivel de renta abandonaran sus estudios, mientras que el sistema educativo permitía que aquellos que tenían un alto nivel de renta, aunque no disfrutarán de beca, podían continuar, elemento que se ha podido eliminar y así, para
este año y para el año que viene concretamente hemos incrementado en 515 millones la partida de becas, de manera que van a llegar a un volumen más importante de personas.


En relación con la política social, me gustaría significarles que no solo es importante el apartado relativo a la cuantía de dependencia sino también el proyecto que va de la mano de los fondos europeos de repensar las fórmulas residenciales
para nuestras personas mayores o para las personas vulnerables. Creo que durante la pandemia hemos aprendido que probablemente tendremos que repensar cómo tiene que ser este sistema para que si sucede una situación como la que nos ha ocurrido, no
se produzca un rápido contagio dentro de ese grupo de personas, se pueda preservar la intimidad y puedan existir condiciones adecuadas que permitan sustituir el actual parque residencial por otro mucho más amigable, de mayor calidad y, en
definitiva, de mayor seguridad.


Por eso creo que este proyecto de presupuestos merece la pena apoyarlo, siendo conscientes, señor Errejón, de que hemos pisado el acelerador en algunas políticas que hemos puesto en marcha recientemente para intentar mitigar el impacto
económico que pudiera tener la situación económica en la desigualdad. Y en este sentido, quiero romper una lanza por el Ministerio de Inclusión, que tuvo que poner en marcha una prestación inédita en nuestro país en un periodo de tiempo muy corto y
que, por tanto, ha tenido que enfrentar un elemento muy importante de gestión. Lo mismo ocurre con el SEPE, que se ha visto obligado a afrontar gran cantidad de solicitudes, y creo que merece la pena poner en valor el trabajo que se ha hecho por
parte de los funcionarios tanto del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social como del Ministerio de Trabajo, porque realmente han estado a la altura de las circunstancias y hemos corregido algunos de los cuellos de botella que teníamos en estos
dispositivos para que las prestaciones no solamente existan como derecho teórico sino que lleguen a la mayor brevedad posible.


Quiero decirle también que no nos hemos olvidado de las políticas de memoria democrática, que también su grupo ha pretendido que se incorporaran al proyecto de presupuestos. En definitiva, políticas para la transición digital, políticas
dirigidas a nuestros empleados públicos. Yo creo que es un presupuesto que merece la pena votar y que merece la pena poner en valor porque lo mejoraremos, como usted bien ha comentado, en el trámite de enmiendas. Pero creo que en su globalidad, en
su integralidad, recoge de forma razonable todas las aspiraciones que este Gobierno progresista tiene y que comparte también con su propia formación política.


Señorías del Grupo Popular -con esto termino-, estoy convencida de que en estas cuentas hay muchas más cosas que nos unen que cosas que nos separan, pero a pesar de este convencimiento en la bondad y en la necesidad de las cuentas respeto
profundamente la posición de cada grupo y por supuesto de cada una de sus señorías. Estamos ante un presupuesto excepcional para un tiempo excepcional. Todos aquellos que no entiendan esto en el momento actual, creo que van a quedar desubicados en
su posición política. Estoy convencida de que no podemos desaprovechar -y que ustedes lo comparten- las ayudas europeas que nos van a permitir crecer más rápidamente, la suspensión temporal de las reglas



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fiscales o en definitiva el refuerzo del Estado del bienestar para poder seguir trabajando. Este Gobierno de coalición tiene como señas de identidad el diálogo, pero hoy claramente el BNG y Junts dan un paso atrás. Ya les he explicado que
no lo entiendo pero, como no puede ser de otra manera, lo respeto.


Señorías del Grupo Popular, yo creo que los que no crean o los que tengan temor a que la situación de la pandemia pueda tener unas consecuencias inevitables en términos de desigualdad deberían apuntarse a estas cuentas públicas. La inercia
de los acontecimientos no va a permitir arreglar los problemas del país. Tenemos que ser capaces de poner puntos de inflexión, como son estas cuentas públicas, con unos crecimientos extraordinarios en cada una de las partidas y por tanto intentando
contribuir al interés general. Yo les pediría que no se sumen a aquellos que hacen de la desafección de la política su forma de estar dentro de este hemiciclo, a aquellos que hacían de la austeridad a ultranza su receta económica, también con ese
presupuesto del año 2018. No sigan dándoles alas, porque realmente ese tiempo se ha agotado. Por tanto, apuesten por una respuesta a los problemas de la gente que busca alternativas que nos son falsas, que no son demagógicas, y permanentemente nos
van a encontrar trabajando para intentar escuchar, dialogar y tomar nota de aquello que nos pueda permitir mejorar. Esto es lo que se pretende hoy aquí.


Por tanto, termino agradeciendo a todos los grupos que no presentan enmienda esa actitud, trasladando, como he hecho a cada uno de vosotros, mi compromiso para poder acordar estas cuentas públicas en el trámite de enmiendas. Vuelvo a hacer
una llamada a la reflexión a la señora Borràs y al señor Rego. Ruego que repiensen el voto que van ustedes a protagonizar conjuntamente con VOX -fíjense- y con el Partido Popular, así como probablemente con otras fuerzas políticas de esa órbita,
que no han salido todavía a la tribuna. Aquellos que quieren lo mejor para nuestro país y para su comunidad autónoma no tengan dudas y aprueben el pase de este presupuesto para que en el trámite de enmiendas podamos tomar nota de lo que ustedes
plantean y mejorar también la aspiración de sus territorios de cara a las cuentas del año 2021. Ahí les vamos a esperar, señorías. Ojalá lo podamos hacer realidad.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora ministra. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


En turno de réplica, tiene la palabra, en primer lugar, la señora Borràs Castanyer.


La señora BORRÀS CASTANYER: Gracias, señora presidenta.


Señora ministra, usted tiene mucho tiempo, pero yo solo tengo dos minutos. ¿Sabe qué pasa? Que usted habla de desubicados e igual lo que quieren es desubicarnos, pero no, estamos muy centrados en el tema. Hablaba usted de la
predisposición del Gobierno. Por más discursos que haya hecho hoy, la predisposición del Gobierno hasta ahora ha sido cero. Hablaba usted de la letra y la música de los presupuestos, pero a Cataluña la diferencia entre la letra y la música nos da
el resultado de una sinfonía desafinadísima. Ha hablado usted de apuntalar el estado del bienestar con estos presupuestos -son sus palabras-. ¿De verdad hablamos de bienestar con presos políticos? Es que ya no es que me parezca insolidario, es
que me parece obsceno que pueda hablar de Estado del bienestar con presos políticos.


Dice usted que cada debate tiene su lugar. Pues ¿sabe qué pasa? Que nosotros somos multitasker y podemos hacer una cosa y la otra. Podemos estar hablando de presupuestos y a la vez podemos estar hablando de lo que representa la existencia
de la excepcionalidad democrática en este momento en España. ¿Dónde está el progresismo de este Gobierno? Porque no es suficiente con ir repitiéndolo y repitiéndolo, para ser progresista hay que serlo.


Tengo muchas notas de todo lo que ha dicho. Parece que cuando ustedes hablan de Cataluña siempre reproducen su 'no, nunca, jamás' de Pedro Sánchez. Lo mismo para la autodeterminación, que para las cifras que garantizan un futuro de
progreso en Cataluña. ¿Sabe qué pasa? Que los mejores presupuestos para Cataluña son los presupuestos de una Cataluña independiente, porque la independencia sí que beneficia a todos los catalanes. Claro que presentamos una enmienda a la
totalidad, ¿o no lo hizo el PSC el 3 de febrero de 2020 a los presupuestos de Cataluña, que también eran prorrogados y eran prórroga de la prórroga de la prórroga? Pues lo hicieron. Así que aplíquense ustedes lo que nos piden a nosotros.


Sabemos que la justicia no abunda en el Estado español, pero sería de justicia y nos haría replantear alguna de nuestras posiciones si ustedes hubieran hecho algún tipo de enmienda. No se han planteado ningún tipo de consideración del
incumplimiento histórico, del déficit fiscal, de todas estas cuestiones, como la devolución del IVA pendiente desde 2017 o la deuda acumulada de la famosa disposición -porque no se ha cumplido nunca- adicional tercera. Cada euro de esta lista
incompleta le resta calidad de vida



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y oportunidades de futuro a los catalanes, y no podemos ni debemos olvidarlos porque sería una injusticia y una cobardía política dar por buenos unos presupuestos que lo hacen. Estamos aquí para denunciar el expolio, no para avalarlo.


Como dice Ovidi: Ja no ens alimenten molles, ja volem el pa sencer. Usted ha hablado de viaje a ninguna parte. Pues no, el viaje tiene un destino clarísimo, el viaje es hacia la independencia. Destino: república catalana.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Borràs. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores). Muchas gracias, señora Guille.


Por el mismo grupo parlamentario, tiene la palabra el señor Bel.


El señor BEL ACCENSI: Gracias, presidenta.


Ministra, recepcionamos el reto. La negociación siempre es un reto en el que arriesgan las dos partes, esperemos que podamos cumplirlo.


Se me ha quedado pendiente antes hablar de dos temas con incidencia presupuestaria, que estaría bien que se pudieran resolver antes de que entre en vigor el presupuesto de 2021. Uno es un tema que ha pasado de forma colateral, que es el
fondo COVID para los ayuntamientos; un fondo que quedó pendiente, que se debería resolver -desde nuestra óptica- y que debe ir adjunto a otro fondo para el transporte público municipal. Esto no incumbe al presupuesto de 2021 porque se tendría que
resolver en el presupuesto de 2020 y en las modificaciones. Esperemos que se pueda hacer a través de un real decreto a lo largo de los próximos días, y así se lo solicitamos.


También, señora ministra, tendríamos que disponer de una norma urgente para poder tener alguna ayuda a fondo perdido en torno a las pymes y los autónomos que se han visto obligados a cerrar en una situación muy difícil. Sabemos que es una
situación asimétrica a lo largo del conjunto del Estado español, pero que sea asimétrica no significa que desde el Gobierno del Estado español no se deba dar alguna respuesta, más allá de las que se han ido prestando.


En todo caso, señora ministra, estamos hablando de presupuestos, y en los presupuestos todos hacemos renuncias a reivindicaciones no solo justas sino necesarias en otros ámbitos. Eso no quiere decir que vayamos a ceder en este aspecto en
ningún centímetro. También le pedimos que usted no ceda en ningún centímetro ante aquellos grupos que le piden para negociar un presupuesto si debe modificar o no debe modificar la situación del catalán en las escuelas, que ya es bastante precaria.
En todo caso, quedamos emplazados a lo largo de los próximos días.


Muchísimas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Bel. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Si le parece, señoría, contestaré directamente desde el escaño.


Señora Borràs, no encuentro excusa para no apoyar este proyecto de presupuestos. Creo que ustedes, cuando se sienten atrapados porque las inversiones realmente justificarían un voto favorable, se quedan sin argumentos. No he entendido lo
que usted ha querido decir, pero creo que ha hecho un juego de palabras que me ha parecido desafortunado. El Estado del bienestar va mucho más allá de la individualidad de cada una de las personas que estamos aquí o que están en el otro lado. El
Estado del bienestar es la garantía para nuestros ciudadanos de que van a tener derecho, por el simple hecho de ser ciudadanos, a un sistema sanitario público de calidad, a una educación pública o a unos servicios sociales públicos. Con
independencia de quien lo disfrute o no lo disfrute, creo que no podemos jugar con el Estado del bienestar porque es la única herencia que tiene la clase media, la clase trabajadora, para que sus hijos puedan continuar estudiando o para que, dada la
enfermedad, uno pueda encontrar un tratamiento sin tener que mirar la cuenta bancaria.


Ustedes dicen que no a la mejora de las cifras que aparecen aquí respecto a Cataluña. Ustedes dicen que no a todas estas inversiones que yo le he detallado al principio de mi intervención y han decidido resucitar el presupuesto del señor
Montoro, porque probablemente ustedes piensen que en la confrontación con la derecha encuentran un mayor hueco político y un mayor espacio político. Por tanto, desde el



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comienzo ustedes no le han trasladado a este Gobierno ninguna voluntad de acuerdo, ninguna voluntad de diálogo. Pero no se preocupe, señora Borràs, porque nosotros vamos a continuar en una tarea titánica para intentar encontrar a través de
la palabra, a través del diálogo, la solución al conflicto en Cataluña. Lo haremos con aquellos que estén dispuestos a dialogar y, por tanto, señoría, le repito -y termino con lo que he comenzado-: yo sí considero que ustedes están protagonizando
un viaje a ninguna parte, que no les permite realmente ser útiles en la situación concreta de los catalanes y catalanas en Cataluña, de las inversiones concretas. Yo creo que cuando una formación política no resulta útil al interés general, ni
siquiera a su interés fundacional, realmente se encuentra en una seria dificultad. Por eso le pido que reflexionen.


Señor Bel, quiero decirle que por supuesto aceptamos este reto. Usted sabe que venimos trabajando desde hace ya varios meses con el fondo COVID de los ayuntamientos, aunque este Congreso de los Diputados no le dio el visto bueno. Ninguno
somos ajenos a este problema y creo que tenemos que encontrar una fórmula que nos permita ser justos en la propuesta y seguir hablando. Así que tomo nota de todas esas cuestiones porque me parece que son importantes. Le expreso nuevamente mi
vocación de poder llegar a un acuerdo en el trámite de enmiendas. Seguro que así lo haremos.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora ministra.


Por el Grupo Parlamentario Mixto, cuyos miembros defenderán en este turno sus respectivas enmiendas o en su caso fijarán posición, y además todos ellos acumularán en este turno su tiempo de réplica, para defender sus enmiendas tiene la
palabra, en primer lugar, la señora Vehí Cantenys.


La señora VEHÍ CANTENYS: Gracias, presidenta.


Buenas tardes, señora ministra. Voy a empezar igual que empezó el señor Baldoví, porque pienso que las cosas cuando son importantes también es importante nombrarlas. Hoy hace dieciséis años del asesinato de Carlos Palomino y ahora mismo
hay una manifestación en el centro de Madrid para reivindicarlo. Hoy también hemos conocido que hay diez detenidos en Pego, en el País Valencià, por una concentración antifascista, y ahora mismo también se está produciendo otra concentración.
Nosotros queríamos mezclar estas dos fotografías con otra que nos brindaba Intermón Oxfam con el informe que sacaba esta semana y que nos decía que ellos estimaban que en el Estado español habría un millón de pobres a causa de la pandemia. ¿Y por
qué mezclamos extrema derecha, antifascismo y pobreza? Pues porque nosotros pensamos que este es el reto al que nos enfrentamos: a la pobreza, a la posibilidad de que la extrema derecha la aproveche y a la vulneración de derechos. Nos enfrentamos
a que VOX continúe haciendo política de la miseria en las colas de los comedores. Esto es todo lo que nos jugamos y nosotros pensamos que es mucho. Se acordarán ustedes de cuando en las tertulias se pasaban horas y horas pensando por qué la
extrema derecha subía en Europa y en los Estados Unidos. Y se acordarán también de que, a pesar de que la política es una de las ciencias más inciertas que hay, los argumentos siempre llegaban al mismo lado: las políticas de austeridad generan
miseria, la miseria rompe las comunidades y genera miedo y es un campo abonado para la extrema derecha.


Nosotras queremos contraponer otra fotografía, la de la necesidad de la inversión pública, de los servicios públicos, de los derechos colectivos como forma de fortalecer a las comunidades, de romper el miedo y de atizar a esta pandemia que
tiene código postal, porque desde el inicio hemos visto que, dependiendo de la renta, afecta más o menos. Decía el sociólogo Horkheimer que quien no quiere hablar sobre capitalismo debería callar también sobre fascismo. Este va a ser el marco de
análisis que nosotros utilizaremos para estos presupuestos.


Nosotros hemos presentado una enmienda a la totalidad. ¿Y por qué lo hemos hecho, si los presupuestos son mucho más expansivos que los que había? Estamos de acuerdo con la ministra en que además son mejores que los de Montoro. Pero a
nosotros nos preocupa quién paga toda esta política expansiva, de dónde sale el dinero. Esto lleva a una reflexión que les hacíamos el día de la investidura. No pagan ni las grandes empresas ni las grandes fortunas ni los grandes capitales porque
no hay una tasa COVID, a la que ustedes votaron en contra hace unos días en este mismo Pleno. A pesar de que ustedes no hacen pagar a las empresas, quiero darles cuatro números: Endesa pagó más de 15 000 millones de euros de sueldo al primer
ejecutivo; en el primer trimestre del 2020 los dividendos que repartió Iberdrola eran de más de 2500 millones de euros; Telefónica más de 2000 millones de euros, y el BBVA más de 1700 millones de euros. Además, el Tribunal Supremo acaba de fallar
que en el caso Castor habrá que indemnizar con más de 1350 millones de euros a Bankia, CaixaBank y el



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Santander, los mismos que se rescataron directa o indirectamente con dinero público y que ustedes tampoco han forzado a que lo devuelvan.


Si no pagan los grandes empresarios ni los grandes capitales, ¿pagan los ricos? Pues tampoco, porque a pesar de que ustedes han hecho medidas de fiscalidad de modificación del IRPF, de patrimonio y de sociedades -que nos parecen muy bien-,
el problema es que solo afectan al 1 % de la población y que, por tanto, los números no dan. Nos alegramos mucho de la noticia de que van a bajar el IVA a las mascarillas, pensamos que es imprescindible. Pero nos preguntamos: ¿por qué no obligan
ustedes a pagar a las grandes empresas?, ¿por qué no obligan a los bancos a devolver el dinero del rescate que es de todos y de todas?, ¿por qué no suspenden las cuotas de los autónomos?, ¿por qué no llevan a cabo toda una serie de medidas muy
sencillas y claras que harían que no pagarán las de siempre? Es que, si no lo hacen, si no pagan ni las empresas ni los ricos, nosotros llegamos a la conclusión de que ustedes son muy valientes con los débiles, pero muy cobardes con los fuertes,
señora ministra. Esta es una de las razones por la que presentamos la enmienda a la totalidad.


Y si no pagan los ricos, no pagan los grandes capitales y no pagan las grandes empresas, ¿quién paga? Pues paga la Unión Europea. De momento, paga 72 000 millones de euros vía transferencias. Y la pregunta es: ¿con qué condiciones? La
verdad es que no sabemos las condiciones. Sabemos la cara amable, que la anunció el presidente hace unos días: 800 000 empleos, subida del 2,5 % del PIB, proyectos digitales, proyectos de medio ambiente, que ahora nos explicaba la ministra. Pero
hay una cara dura de este dinero, que es dinero a cambio de qué, a qué reformas, a qué contraprestaciones nos van a obligar. La verdad es que ustedes no lo han contado, pero se ha filtrado en la prensa que parece que volvemos a lo mismo que pasó en
2008: bajar los salarios, privatizar las pensiones y que hagan ustedes transferencias directas de capital a determinadas empresas por los proyectos de medio ambiente; hasta Iberdrola tiene proyectos de medio ambiente, con la de dividendos que
reparte.


Volvemos al inicio, políticas de austeridad que son recortes, que generan miseria. Nosotros entendemos que un Gobierno que se autodenomina de izquierdas no puede plantear políticas que sean pan para hoy y hambre para mañana. ¿Es que ya nos
hemos olvidado del precio que pagaron las griegas? ¿Ustedes se acuerdan de lo que fue ese memorándum? ¿Ya nos hemos olvidado de lo que supusieron las políticas de austeridad -o de austericidio, que le llamaban algunos- también aquí en el Estado
español? ¿Es que no hay otra manera de gobernar que no sea que la gente sencilla tenga que pagar una y otra vez las miserias de las políticas de austeridad? ¿Es que Podemos se ha olvidado de lo que pasó con Syriza? Esto no es nuevo. Lo que
tampoco es nuevo es la transferencia de dinero público a las empresas.


Antes he hablado de la vacuna del COVID. Es una buena noticia, todo el mundo está muy esperanzado. Lo que pasa es que esta vacuna la va a conseguir una farmacéutica privada, no sabemos a cuánto dinero la va a vender. Ayer salió en la
prensa que Trump compró 100 millones de dosis por 1950 millones de euros. El tema es el siguiente: si lo venden a este precio, ¿es porque tienen investigadores muy listos, es que tienen los mejores investigadores del mundo? Pues igual sí, pero lo
que también pasa es que esta gente puede llevar una vacuna adelante, porque detrás hay muchísima inversión pública. Y otra vez estamos en lo mismo, nos la vuelven a vender a precio de oro. Es el mismo mecanismo que el del rescate bancario.


Acabo. Usted decía, señora ministra, que hoy no es día de hablar de conflicto, porque hoy hablamos de presupuestos. Nosotros no estamos de acuerdo, porque los presupuestos son la principal herramienta que tienen los Gobiernos para hacer
acción política. Hoy hace un año que empezó esta legislatura y poco menos de un año de la investidura. Hace un año que dijimos que no creíamos en la mesa de diálogo, pero que estábamos dispuestas a rectificar, pero también hace un año que esta
mesa de diálogo nos ha dado una fotografía: un presidente inhabilitado y unas elecciones forzadas. Hemos tenido también algunos anuncios confusos: reforma del delito de sedición, que no sabemos en qué va a consistir, y unos indultos que tampoco
sabemos si van a llegar, pero ni amnistía ni autodeterminación. Ustedes no han parado de perseguir políticamente al movimiento independentista. De hecho, la Fiscalía General del Estado continúa con la política de persecución y ustedes tampoco han
puesto unas urnas, y mira que es sencillo: urnas y referéndum. Y estamos preocupadas, porque el sufrimiento de la población es muy elevado -lo ha dicho la ministra, lo han dicho los portavoces anteriores- y la gente no puede esperar. Estamos
preocupadas por el sufrimiento de los más de 2800 represaliados y represaliadas en Cataluña. Y estamos muy preocupadas -nosotras no somos del cuanto peor, mejor-, porque nos preocupa que los compañeros de Esquerra Republicana puedan aprobar estos
presupuestos a cambio de nada. Y nos encantaría equivocarnos, pero no vemos la utilidad. No vemos que aquí haya



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posibilidad de una amnistía o de que se acabe la persecución política. No vemos que aquí se hable de poner unas urnas y de hacer un referéndum, y no vemos que esto nos salve socialmente con políticas que mejoren la vida de la gente
sencilla.


Usted ha hablado de utilidad, señora ministra, de si los partidos políticos eran útiles. Nosotros no le vamos a hablar de utilidad, vamos a continuar explicándole por qué estamos preocupadas. Nos preocupa que el Gobierno más progresista de
la historia no se atreva con los gigantes del IBEX, no se atreva con los ricos y no se atreva a negociar en la Unión Europea sin que esto nos cueste años de miseria y de hipotecas de recortes.


Hay otra forma de gobernar, señora ministra, y con estos presupuestos nos obligan a tirar adelante a pesar de ustedes.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Vehí. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Por el mismo grupo parlamentario, tiene la palabra la señora Oramas González-Moro.


La señora ORAMAS GONZÁLEZ-MORO: Gracias, señora presidenta.


Señor presidente ausente, llegan ustedes a este Congreso con el mayor presupuesto de la historia de la democracia y en la coyuntura económica y social más difícil que ha vivido este país. A día de hoy, hay dos Españas: una rica, que está
al norte, y otra pobre, que está al sur; dos territorios, dos clases de ciudadanos, dos mundos distintos en materia de oportunidades. Estas son las dos Españas que seguirán existiendo si se aprueba este proyecto de presupuestos. Gobernar con
justicia, señor Sánchez ausente, es tratar desigualmente a los desiguales. Gobernar para todos consiste en redistribuir la riqueza con el criterio de favorecer a los más desfavorecidos, que es exactamente lo que ustedes no hacen, porque este es un
presupuesto electoral que persigue únicamente afianzar el apoyo político que sostiene a este Gobierno.


A ustedes no les interesa ni les importa transformar España, lo que les ocupa y les preocupa es mantenerse en el poder. Ustedes han convertido al viejo Partido Socialista en una corte que les rinde pleitesía de silencio. Ninguno de los
suyos les dice nada, pero se lo están diciendo el gobernador del Banco de España, la presidenta de la AIReF y la Comisión Europea. Se lo están avisando, señores socialistas: sus cuentas son irreales e insostenibles, además de injustas. Ustedes no
traen al Congreso un plan para salvar a España sino para salvar a la Moncloa, y eso no es solo un error de juicio, es una irresponsabilidad histórica.


Esta diputada pertenece al sur del sur, a una tierra que hoy se encuentra devastada por la destrucción de su único sector productivo, una tierra que ya tiene a la mitad de su población activa en el paro o en los ERTE y que va a perder más
del 20 % del PIB este año. Y cuando miro el proyecto de presupuestos que traen ustedes hoy aquí, lo que siento es tristeza, porque no entienden ustedes nada de nada. El turismo en Canarias da empleo a 400 000 personas y ustedes le han dedicado en
el presupuesto 20 millones, el mismo Gobierno de España que acude al rescate de AirEuropa con casi 500 millones de euros. ¿Saben lo qué es eso? Una indecencia. Pero hay más. Las Cortes españolas aprobaron en 2018 dos leyes fundamentales para
Canarias: el nuevo estatuto y la nueva Ley del Régimen Económico y Fiscal, y las dos han sido incumplidas. Ustedes han convertido en papel mojado el imperio de la ley y los derechos de los canarios.


Nuestra tierra tiene problemas estructurales. La lejanía y la insularidad se recogen en medidas como la subvención al transporte de viajeros y mercancías, a la producción de energía eléctrica o a la inversión en infraestructuras. Ustedes
han contabilizado estos gastos que compensan la insularidad con las asignaciones presupuestarias extraordinarias para justificar que ya se está atendiendo la situación de las islas. Si ya les damos dinero, ¿para qué quieren los canarios que
cumplamos la ley? Las islas Canarias están viviendo hoy una situación catastrófica y un desastre social sin precedentes para el próximo año, pero este Gobierno ha decidido traicionar a Canarias. Ha cerrado los ojos para no ver el desastre de
pobreza y miseria que se está gestando en un territorio singular de este país. (El señor vicepresidente, Rodríguez Gómez de Celis, ocupa la Presidencia).


Señor Sánchez ausente, llevo el tiempo suficiente en este Congreso para saber que ustedes oyen hablar en esta tribuna como el que escucha llover. Nada de lo que se dice aquí les importa, pero quiero dejarles clara una cosa. Cuando la
pobreza estalle en las islas, cuando los canarios vean el próximo año cómo se destruye su vida, su bienestar y su futuro, voy a recordarles estas palabras y los voy a señalar como los únicos culpables de la falta de solidaridad con uno de los
territorios más vulnerables del Estado



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por desidia, por ignorancia y por egoísmo centralista. El señor Sánchez defendió en Europa la solidaridad, pidió 140 000 millones para España porque exigió el compromiso de los países ricos con los que más ayuda necesitaban. Consejos doy
que para mí no tengo. Con los 27 000 millones con los que han engordado los presupuestos de 2021 ustedes van a regar las comunidades autónomas aliadas con miles de millones de inversión, pero no van a discriminar en favor de los más pobres, no van
a transformar España, no van a modernizar una administración anticuada, no van a derrumbar ese muro invisible entre los españoles ricos y pobres, entre los del norte y los del sur. Ustedes no van a hacer nada más que su próxima campaña electoral.
Hoy no puedo aceptar unas cuentas públicas que condenan a mi tierra al desempleo, a la pobreza y al abandono. Lo que van a hacer ustedes con Canarias es un crimen. No tiene otra palabra, no tiene explicación y no tendrá el perdón de los canarios.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias, señora Oramas. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra el señor Martínez Oblanca.


El señor MARTÍNEZ OBLANCA: Muchas gracias, señor presidente. Buenas tardes, señora ministra de Hacienda.


Los Presupuestos Generales del Estado para 2021 de Sánchez, Iglesias y compañía son irreales e insolventes, no sirven para recuperar el empleo destruido y abocan al rescate de nuestra economía por la Unión Europea. Con este funesto proyecto
de cuentas públicas, España se lanza de cabeza hacia la bancarrota y estará condenada al rescate para financiar su deuda, lo que supone la garantía de recortes obligados de salarios y pensiones. Han despreciado ustedes las advertencias que
desacreditaban sus malas previsiones, tanto en términos de crecimiento de la economía española como de ingresos y devolución de la deuda. Todos los organismos nacionales, europeos e internacionales más relevantes, todos han avisado sobre la
inconsistencia y la insolvencia de los datos con los que ha sido elaborado este proyecto de ley presupuestaria. ¿Y qué ha hecho el Gobierno ante las advertencias del Fondo Monetario Internacional, de la Comisión Europea, del Banco de España o de la
Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal? Desairar a los de fuera, desdeñar a los de casa, refutar al FMI y a Bruselas diciendo que tienen los datos desfasados, reprochar al gobernador del Banco de España y a la responsable de la AIReF
para que se dediquen a otra cosa, diciendo incluso que no son quién para hablar aquí, en las Cortes Generales, de presupuestos. Lo reitero: si no se rechazan estas cuentas públicas, España se arroja hacia la intervención externa para financiar su
deuda y hacer frente a los pagos, con lo que ello supone de pérdida de soberanía y de quiebra para el presente y el futuro de los españoles.


Señoras y señores diputados, he presentado una enmienda a la totalidad a estas cuentas públicas que el Gobierno ha elaborado a la medida de sus apoyos de investidura, atendiendo a los requisitos de independentistas y secesionistas con los
que negocia antes, durante y después cambalaches antidemocráticos que van mucho más allá de lo económico; por citar varios casos de actualidad: tratan de infestar el Poder Judicial, promover la censura informativa, despenalizar la sedición, que el
castellano deje de ser lengua oficial o laminar la educación concertada. Hoy se presentan ustedes cogiditos del brazo todos a una para mantener a Sánchez en el poder y a Iglesias y demás rancio abolengo en su indisimulado periplo contra la Jefatura
del Estado, agraviando nuestros principales símbolos e instituciones y zarandeando la unidad de España. El señor Rufián ya no necesita exhibir en el hemiciclo impresoras de atrezo, los representantes de Bildu ya no destrozan aquí arriba ejemplares
de la Constitución; ni a unos ni a otros les hace falta ya montar numeritos, porque Sánchez, Iglesias y el macrobanco azul mantienen con ellos hilo directo para atender sus requerimientos.


Señorías, como es natural, mi enmienda a la totalidad tiene una vertiente asturiana. Durante la moción de censura de 2018 el entonces candidato se comprometió aquí a cumplir los presupuestos recién aprobados. Casi dos años y medio después,
con Sánchez en la Presidencia, los proyectos y asuntos prioritarios para superar las grandes carencias de Asturias están paralizados o abandonados y tampoco tienen el adecuado reflejo presupuestario. Es el caso de la variante de Pajares con ancho
internacional, las cercanías, el plan de vías de Gijón, los enlaces viarios de nuestros dos grandes puertos en Gijón y Avilés, la autovía del suroccidente hacia La Espina, la Ronda Norte de Oviedo, la autopista del mar con Francia, la industria
electrointensiva y siderometalúrgica, las cuencas mineras, las centrales de generación eléctrica cerradas y sin alternativa, la Zalia, la agroganadería, la pesca, la despoblación y la desatención de la Asturias rural. Y cómo no referirme otro año
más al insolidario, discriminatorio y menguante sistema



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de financiación autonómica, del que dependen aspectos tan esenciales para los asturianos como los servicios sociales y la sanidad, hoy colapsada a causa del COVID-19 y con el personal sanitario agotado y sin relevo. Cómo no alertar sobre
las preasignaciones estimativas para las comunidades autónomas en los denominados fondos de recuperación, que quiebran los criterios constitucionales de igualdad y solidaridad, respecto de los que Asturias sale muy mal parada.


Señora ministra de Hacienda, España está en una situación crítica y el Gobierno ni siquiera ha tratado de buscar un acuerdo de país. Ante las secuelas del coronavirus, la sempiterna propaganda de Sánchez anunció unos nuevos pactos de la
Moncloa y todo se quedó en un bluf. Los instigadores de la peor gestión sanitaria del mundo nos traen unas cuentas públicas de imprevisibles consecuencias. Ustedes tienen el dudoso mérito de haber hecho bueno a Rodríguez Zapatero.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Para fijar su posición, en primer lugar tiene la palabra el señor Quevedo Iturbe.


El señor QUEVEDO ITURBE: Muchas gracias, señor presidente. Buenas tardes a todas y a todos.


Estos Presupuestos Generales del Estado, este anteproyecto de presupuestos lo debatimos en un momento muy particular de la historia de España, en medio de una pandemia inédita en más de cien años y con unos Presupuestos Generales del Estado
vigentes prorrogados desde el año 2018. Es decir, tratar de conseguir que estos presupuestos prosperen se convierte, en opinión de Nueva Canarias, en una cuestión de responsabilidad. Nos parece que sería irresponsable no hacer un esfuerzo, que es
el que va a hacer Nueva Canarias, para que estos presupuestos resulten ser los presupuestos que necesita en este momento el Estado y que necesita, sin duda, Canarias.


Nueva Canarias negoció los presupuestos de 2017 y 2018 en un ambiente en el que compartíamos pocas cosas porque nos parecía que era nuestra obligación para con la tierra que defendemos y sus intereses, como es natural. Este anteproyecto de
presupuestos es, sin duda alguna, objetivamente mejor en el ámbito general para el conjunto del Estado, porque es un presupuesto expansivo, progresista, con medidas anticíclicas claras, con un importante contenido social en defensa de los servicios
públicos, en defensa de una transición ecológica adecuada. Es decir, correcto, estamos completamente de acuerdo, y sabemos que esas medidas repercuten también favorablemente en Canarias y eso no lo olvidamos. Sin embargo, también le tengo que
decir que este anteproyecto de presupuestos es desde nuestra perspectiva mejor para Canarias que los anteproyectos anteriores pero no es mejor que los presupuestos finales que se dedujeron de nuestra intervención en esos presupuestos en su día. Es
por eso que este diputado está obligado a exigirle aquí, a plantearle a usted, señora ministra, y a su Gobierno que Canarias necesita que se cumpla con su fuero y sus derechos. Sabemos que en este anteproyecto de presupuestos están contemplados
casi todos los aspectos del REF, no todos, como estar en la financiación media del Estado, pero también es verdad que hay asuntos significativos que no están recogidos, como la cuestión de la pobreza. Este y los demás son asuntos hay que corregir.


Y hay otro asunto muy importante que tengo que volver a plantearle, aunque ya hemos hablado de ello en más de una ocasión. El contencioso de carreteras que tenemos planteado, con aquella famosa sentencia favorable a Canarias por 517
millones de euros, necesita ser resuelto en estos presupuestos; no en las partidas presupuestarias, pero sí en la ley de presupuestos a través de una disposición adicional que garantice que ese dinero, que es de Canarias, va a llegar a Canarias en
las condiciones adecuadas.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchísimas gracias. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra el señor Sayas López.


El señor SAYAS LÓPEZ: Gracias, presidente. Buenas tardes, señorías.


Los presupuestos que hoy se someten a debate en esta Cámara son un documento de política ficción. Están elaborados no solo de espaldas a la realidad, sino al más elemental sentido común. Son tan inconsistentes que nacen muertos. No tienen
ningún respeto por la realidad macroeconómica, como han puesto de manifiesto la AIReF o el Banco de España. Se basan en una evolución de la pandemia completamente irreal. Elevan el déficit no solo anual, sino estructural, y la deuda pública, que
vamos a



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pagar durante generaciones de españoles. Lastran la competitividad de las empresas y se basan en una reforma fiscal populista que lo único que va a hacer es destruir más empleo en nuestro país, y no está el empleo en España, señora
ministra, como para someterse a más destrucción. En un año, las empresas españolas han destruido 850 000 puestos de trabajo, 750 000 españoles siguen en ERTE, caminamos hacia los cuatro millones de parados, los autónomos están sufriendo, los
agricultores y los ganaderos no pueden aguantar más, los hosteleros se sienten maltratados por el Gobierno; que se lo pregunten a la hostelería navarra, que la cerraron de la noche a la mañana sin un plan del Gobierno para ayudarla. Y todo eso,
¿para qué? Para freír a impuestos a la gente, para sostener en la poltrona a veintidós ministros y ministras, a los que les parecía poco tener 666 cargazos nombrados a dedo, que han aumentado en otros 76. Nos cuestan 15,5 millones de euros todos
los altos cargos del Gobierno, y están gastando el doble en asesores de lo que lo hacía el Gobierno del señor Rajoy. Eso es lo que van a pagar con sus impuestos el conjunto de los españoles.


Pero es que además los navarros no podemos estar de acuerdo con estas cuentas porque son un castigo para Navarra. Si soy generoso con el Gobierno y tomo como referencia no ya el presupuesto del señor Rajoy, y entonces no habría comparación
posible porque, desde luego, las cifras se quedan muy por debajo, sino el del año 2019, el fallido suyo, las inversiones reales caen en 20 millones. Decía usted antes a los gallegos que cómo se pueden quejar si tienen una inversión por habitante
mucho mayor que la media. Bien, los navarros somos el 1,4 % de la población y recibimos el 0,7 % de este presupuesto. ¿Cómo va a explicar usted a los navarros esta falta de respeto que tienen por nuestra tierra? Nosotros hemos sido una de las
comunidades más castigadas por el coronavirus y sumamos ahora también ser una de las peor tratadas por este Gobierno. Y tenemos necesidades vitales. Tenemos que hacer inversiones en materia sanitaria, educativa y social, pero también, por
supuesto, reconvertir nuestra industria, apostar por la transformación digital, por nuestra cohesión territorial, hacer infraestructuras clave para el sector agroalimentario, como es el canal de Navarra, o clave para nuestras empresas, como es el
tren de alta velocidad. Y justo en el momento en que más necesitamos que el Gobierno de España nos tienda una mano, nos encontramos con que da la espalda a Navarra.


Y hasta aquí el qué. Pero, señoras y señores del Gobierno, un presupuesto es un plan de país, nos marca un horizonte, nos diseña un camino hacia esa sociedad que queremos construir, y por eso es muy importante no solo el qué, sino el con
quién. ¿Ven esta foto? (Muestra una fotografía). Esta es la foto de la infamia. Esta foto muestra un Gobierno sometido a una fuerza política cuyos miembros han llevado décadas jaleando el terrorismo. (Aplausos). Esta foto y lo que representa
es lo que ahora ustedes llaman normalidad. Llaman normalidad a la indecencia, a la ignominia. Llaman normalidad no solo a no respetar los valores democráticos, sino a apartarse de la trayectoria de un partido como el suyo, que tanto ha hecho por
la libertad y que tantas víctimas ha dejado en el camino cuando la gente que se sienta con ustedes en esta mesa aplaudía. Esta es su normalidad. Y he sacado esta foto no porque sea la primera vez que la vemos, que, desgraciadamente, no lo es, ni
porque sea una ignominia, que, por supuesto, lo es; la he sacado porque creo que refleja muy bien lo que son estos presupuestos. Estos presupuestos no son buenos para España, porque si fueran buenos para España la gente como Bildu o Esquerra
Republicana no se sentaría en la mesa. Estos presupuestos son una preocupación para el sector económico y para la Unión Europea, porque saben que llegar a acuerdos con Esquerra Republicana o con Bildu significa menos libertad y un debilitamiento
del proyecto de país. Pero, sobre todo, esta foto demuestra el camino que ustedes han decidido recorrer. Ustedes han decidido abanderar la radicalidad, hacer un proyecto para España de espaldas a los españoles, porque saben que si se sientan con
esta gente la mayoría de los españoles, que a diferencia de ustedes sí tenemos escrúpulos y sí tenemos memoria, nos levantamos de esa mesa. Y así no se hace una España mejor, así se humilla a España y se hace un país de trincheras, que es
exactamente lo que pretende con estos presupuestos, desde lo que se lee hasta lo que se ve.


Por eso, el día que ustedes quieran volver a la moderación, el día que quieran hacer un país entre todos, el día que quieran aprovechar la oportunidad de en un momento como este, desde la moderación y la unión, tejer pilares fuertes de
futuro, ese día llámennos. Mientras tanto, hacen bien en no contar con nosotros, porque no estamos. Y, por supuesto, apoyaremos las enmiendas a la totalidad.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra el señor Mazón Ramos.



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El señor MAZÓN RAMOS: Muchas gracias, señor presidente. Buenas tardes.


Señorías, se dice que la ley de presupuestos es la ley más importante del año, y al menos es así para el Gobierno. También se dice que sin presupuesto no se puede gobernar mucho tiempo. Aunque esto es dudoso hoy en día, el resultado ya lo
estamos viendo en la inestabilidad política que hemos tenido en los últimos años. No es lo que ocurre en Cantabria desde que está gobernando el PRC. El rechazo al proyecto de ley de presupuestos ha hecho caer a muchos Gobiernos, y en eso es
equivalente a la cuestión de confianza o incluso a una moción de censura sin candidato alternativo. Y viene esto a cuento porque acabamos de tener una moción de censura hace un mes y ya hemos visto el resultado. Y esta es la primera razón por la
que no hemos presentado una enmienda a la totalidad, porque como acto simbólico ya hemos tenido bastante, y no conviene perder más el tiempo. Ahora es el momento de ser constructivos.


La segunda razón es que nos encontramos con unas cuentas que son mejorables, pero que, en conjunto, no están nada mal. Son unos presupuestos complicados técnica y políticamente, pero además el Gobierno ha tenido la suerte de poder contar
con unos recursos adicionales importantes. Ya sé que, aunque no pueden plasmar el programa político de todo el Gobierno y representan lo que en esencia significa una ley de presupuestos, es el reflejo económico en la práctica de los objetivos
políticos de los partidos gobernantes. En este caso, a lo mejor esto no es tan malo, pero en el caso particular del PRC, como todo el mundo sabe, nuestro principal objetivo político, por lo que estamos aquí, es defender los intereses de Cantabria,
y por eso una condición para que estos presupuestos tengan nuestra aprobación es que se incluyan los compromisos aprobados y adquiridos con el partido mayoritario del Gobierno y el partido mayoritario de esta Cámara tanto aquí como en Cantabria. En
este sentido he de reconocer que el guion se ha cumplido. Los principales compromisos están contemplados, especialmente Valdecilla. Pero también hemos dicho que nos han decepcionado porque la letra pequeña o la cifra pequeña y los plazos están muy
lejos de acercarse a lo pactado, sobre todo en nuestra principal reivindicación, que es el tren Santander-Madrid, y también hay carencias en carreteras que no voy a relatar. Pero lo que no podemos admitir, desde luego, es que los tramos de
ferrocarril desde Palencia hasta Alar del Rey no estén en plena ejecución en el año 2021. No podemos consentir que nos ocurra como en 2010, cuando, con las obras contratadas, no solamente se pararon -como en otros sitios, se pararon- sino que nunca
se reanudaron. Se suspendieron los contratos y ahora, diez años después, estamos mucho peor que antes, porque ni siquiera tenemos los proyectos licitados.


Señora ministra, usted se ha comprometido a corregir estas diferencias en el trámite de enmiendas parciales y no dudo de que lo hará, y contamos con obtener el apoyo mayoritario de los partidos de esta Cámara. Creo que será muy positivo
para el Gobierno que cumpla los compromisos y que deje de gobernar mediante decretos leyes, porque eso añadirá un plus de legitimidad a todas sus actuaciones. Nuestro partido quiere jugar un papel importante en esta etapa que se nos presenta para
el futuro inmediato, y por eso exigiremos reciprocidad y lealtad.


Muchas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


A continuación tiene la palabra el señor Guitarte Gimeno.


El señor GUITARTE GIMENO: Señor presidente, señora ministra, señorías, la España vaciada y, como símbolo, la provincia de Teruel, que represento, necesitan con urgencia unos presupuestos enfocados a su recuperación, y he de reconocer que
nos decepciona y nos preocupa seriamente que el presupuesto de la Secretaría General para el Reto Demográfico sea solamente de 19 millones de euros, de los cuales dos son para el funcionamiento de la unidad. Parece una cantidad ínfima para poder
enfrentar el problema de la despoblación, en contradicción con los pilares que el propio Gobierno ha defendido. Para pasar de las palabras a los hechos, queremos recordar que el 24 de junio pasado esta misma Cámara aprobó una moción contra la
despoblación que contenía un plan de reactivación para zonas despobladas con un conjunto de medidas para superar esta situación. Se nos comenta que los diferentes ministerios tienen partidas transversales que podrían enfrentar este reto, pero
creemos que eso exige una clarificación. Creemos que debe visualizarse esta situación y dotarse de transparencia, para saber qué se está destinando realmente a la reactivación de las zonas despobladas. Pedimos al Gobierno que las agrupe y las
presente bajo la denominación que este Congreso acordó y sea fácil medir, concretar y detectar qué cantidades destinan estos Presupuestos Generales del Estado a corregir el problema de la despoblación en España.



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Señorías, la despoblación es la situación más grave a la que puede llegar un territorio. Es un proceso mucho peor que el bajo nivel de renta, mucho peor que la tasa de paro, mucho peor que la desindustrialización, y ello porque es la
consecuencia extrema de todos estos anteriores. Sin embargo, se sigue midiendo, por ejemplo, a la provincia de Teruel con criterios como el PIB por habitante, que, como han demostrado los especialistas, solo es válido cuando hay crecimiento
económico, y esto no es así. Como decía un gran poeta, que fue nuestro justicia de Aragón, hemos quedado atrapados en la telaraña de las estadísticas, que nos hacen ser más ricos cuanta más población perdemos.


Tenemos que recordar que el único instrumento constitucional para el reequilibrio territorial es el Fondo de Compensación Interterritorial y que dicho fondo, ante la necesidad de establecer una política de cohesión coherente con la Comunidad
Europea, introdujo ya en el año 1990 la utilización de este nefasto parámetro europeo del PIB por habitante para medir también a las comunidades autónomas más desfavorecidas. Dicho parámetro ha hecho que nos quedemos fuera de fondos europeos como
el Objetivo 1 y el Fondo de Compensación Interterritorial y ha creado continuos perjuicios, repetidos durante décadas. Fue tan evidente la injusticia que queremos recordar que el propio Fondo de Compensación Interterritorial en su preámbulo dice
que la problemática situación de la provincia de Teruel requiere de medidas excepcionales que no podrán ser adoptadas en el contexto del fondo, por lo que el Gobierno manifiesta expresamente su voluntad de atenderlas adecuadamente en razón a su
especificidad en cuantía suficiente y en el plazo más breve posible. Bien, denunciamos aquí que los sucesivos Gobiernos no han compensado, después de treinta años de profunda discriminación y de falta de atención, una despoblación galopante. Si
hablamos, por ejemplo, de los territorios más afectados por la despoblación que hasta este momento han sido reconocidos incluso por la Unión Europea, Soria y Teruel están al mismo nivel que Laponia, Noruega y Finlandia.


Nuestra única reivindicación es que se tomen medidas ya, absolutamente necesarias para afrontar estas problemáticas y revertirlas, porque son problemas graves y permanentes, y todo ello unido a la falta de comunicaciones, que los hace ser
territorios poco competitivos al ser sistemáticamente apartados de las planificaciones del Ministerio de Fomento. Si queremos ser efectivos contra la despoblación, si queremos que estos presupuestos generales enderecen el rumbo de la polarización
territorial, tratemos económicamente los problemas en función de esa gravedad. Pero hagámoslo ya. Llevamos treinta años esperando y no podemos esperar más.


Gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero cuadrado): Gracias, presidente.


Señorías del Grupo Mixto, después de escuchar de forma atenta todas las intervenciones, quiero volver a recordar que lo que hoy discutimos aquí es la conveniencia o no de tramitar unos Presupuestos Generales del Estado para el año 2021, y,
por tanto, no vamos a repetir cuestiones que son más propias de un debate de investidura, de un debate del estado de la nación que las que se contemplan para estas cuentas públicas. Es importante poner este acento, porque hay que buscar un lugar
que se destaque en el debate para poder discutir a propósito de las prioridades que se plantean en algo tan importante como es un proyecto de presupuestos, y, por tanto, nuestra voluntad es que el diálogo nos permita el consenso e ir avanzando en
soluciones que puedan ser satisfactorias para los grupos con los que estamos estableciendo esas enmiendas, la posibilidad de que vean la luz a lo largo del proceso que hoy ya se plantea. Creo que la mayoría de los grupos aquí presentes coincidimos,
y la mayoría de los que han intervenido por parte Grupo Mixto así lo han reflejado, en que este proyecto de presupuestos tiene que ser un elemento dinamizador de la economía, un espacio de garantía de los derechos, de la igualdad de todos los
ciudadanos, y luego tiene que haber una adaptación territorial legítima por parte de cada uno de los grupos que permita que la inversión que se desarrolla en el territorio contribuya en la misma manera a la convergencia de aquellas zonas que se
encuentran en una renta por habitante más baja que la media española o que permita compensar algunos desfases históricos que hemos tenido conforme a las inversiones en la medida en que no se haya cumplido por parte de Gobiernos anteriores.


Después de escucharles atentamente desde mi escaño, subo esta tribuna con un doble sentimiento. (La señora presidenta ocupa la Presidencia). Por una parte, me siento orgullosa de un sistema democrático que permite abordar en el detalle
cada una de las singularidades de nuestro país, de nuestros territorios y, sobre todo, de los ciudadanos en un ejercicio de esta Cámara que me parece muy importante



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para conocer la realidad de lo que nos ocupa en el día a día. Por otro lado, quiero decirles que tengo un profundo sentimiento de responsabilidad y que la voluntad de este Ejecutivo, de mi grupo parlamentario y de Unidas Podemos es
justamente tender la mano para intentar los mayores consensos posibles, siendo conscientes de que tenemos que ceder en algunas cuestiones que se puedan plantear en las cuentas públicas y que defendemos legítimamente porque entendemos que son más
coherentes con las partidas integrales. Pero vuelvo a decir lo que dije antes al Grupo Plural: no será por falta de debate, por falta de diálogo, que no consigamos llegar a un buen entendimiento que permita preservar la esencia del tono, del
sentido de estas cuentas públicas, pero que también pueda dar una mayor confortabilidad a cada una de sus señorías respecto las explicaciones también en el territorio.


No es ninguna excusa para defender estos presupuestos, pero sí quiero decirle que hemos estado trabajando de una forma muy clara desde que irrumpió la pandemia, desde que apareció, en toda una planificación que permitiera, por una parte,
sostener el Estado del bienestar a partir de las propias trasferencias que se hicieron a las comunidades autónomas y, de otra, que en esta ocasión el ajuste que hacía nuestro modelo económico, nuestro tejido productivo, no se saldara con una sangría
en nuestro mercado laboral, como ha ocurrido en otras crisis precedentes. Tengo que decirles que éramos muy conscientes de la magnitud del impacto económico y social que tenía esta situación. Hemos leído con mucha atención todas las cifras que
apuntaban los organismos nacionales e internacionales respecto al fuerte deterioro de las cuentas públicas y también hemos sido muy conscientes de que, en la medida en que avanzábamos en el control de la pandemia, los Gobiernos autonómicos, con esta
fórmula de cogobernanza que yo quiero poner aquí en valor -algunos la han tildado a lo largo de este debate de presupuestos de esconderse alguien detrás de alguien-, han tenido, creo yo, probablemente el gesto más comprometido en relación con la
España de las autonomías, con la cogobernanza, con la confianza en los presidentes autonómicos, de la que hayamos tenido recientemente en estos últimos años, en un decreto de alarma en el que se deposita la autoridad delegada en los presidentes
autonómicos, y yo creo -ninguno lo ha comentado, pero lo quiere decir- que pone también en realce cuál es el concepto de la vertebración que tiene este Gobierno sobre España y cómo y de qué manera podemos aprovechar todas esas potencialidades para
que cada uno pueda utilizar la singularidad que le da el conocimiento de su espacio y su marco de competencia y así sea capaz de distinguir que medidas que pueden ser útiles en una parte de España no lo son en otra o que no tengan necesidad de
hacerse bajo esa misma contundencia o bajo esa misma rigidez.


Por eso, señorías, creo que este ha sido un año en el que hemos avanzado de forma muy importante en la garantía de nuestro sistema sobre las prestaciones públicas, en la fórmula de la que nos hemos dotado en nuestra Constitución para dar
cumplimiento a los estatutos de autonomía y a la propia inspiración constitucional y que ninguno puede obviar que hemos sido bastante conscientes de la necesidad de impulsar, a través de la prestación de los ERTE, de la prestación de los autónomos,
de la moratoria en el pago fiscal o de la moratoria en el pago de cotizaciones, el acompañamiento para que las empresas pudieran hacer frente a sus compromisos de pago sin perjudicar una situación puntual de tesorería que pudieran tener o una
situación de más largo recorrido que estamos acometiendo, como le digo, con todos los departamentos ministeriales para hacerlo posible.


Me gustaría, primero, poder aclarar algunas de las cuestiones que me ha planteado cada uno de los portavoces que ha subido a esta tribuna a defender la enmienda a la totalidad o a fijar sus posiciones, por si quieren replantearse a su vez su
voto. También quiero decirles que tienen que explicar su no a unas cuentas, las de mayor gasto social, las de mayor inversión de la historia, unas cuentas colaborativas cuyo diseño está en la defensa de los territorios, en la igualdad de
oportunidades y también en la justicia social. Al segundo grupo, los que han fijado su posición permitiendo que estos presupuestos continúen su tramitación, mi agradecimiento por su posicionamiento más cerca del diálogo, del entendimiento, y por su
defensa de estas cuentas, que no son las del Gobierno sino las del conjunto de los ciudadanos.


Señora Vehí, de CUP -creo que es la primera que intervino en la tribuna-, sinceramente lo primero que me ha sorprendido de su intervención es que digan en el texto de su enmienda al proyecto de ley que no se redistribuye la riqueza en este
presupuesto o que no sirve para transformar las desigualdades o que el aumento de la inversión se debe a la futura emisión de deuda o a la ventaja que aportan los fondos europeos. Me parece que son obviedades, pero no entiendo muy bien cuáles son
las cuestiones que a usted especialmente le preocupan y si es que usted prefiere que este presupuesto no sea expansivo, si usted hubiera preferido que este presupuesto no hubiera contado con mayor endeudamiento o que no hubiera contado con los
fondos europeos y nos hubiéramos quedado con un presupuesto ordinario para momento



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extraordinario. Me parece que es algo incoherente el planteamiento que usted ha defendido en la tribuna. Yo entiendo que si ustedes se reclaman de izquierdas no pueden ser contradictorios a la hora de que, en un momento de crisis sanitaria
y de consiguiente crisis económica, apliquemos una política anticíclica que permita la protección de las personas y el impulso del crecimiento económico y de la igualdad de oportunidades. Por tanto, me gustaría recordarle que no hay otra cosa que
persiga este presupuesto que justamente eso, la redistribución de la riqueza, la lucha contra la desigualdad y el avance en la progresividad de nuestro sistema fiscal. ¿Suficiente? Probablemente no, pero ¿da pasos adelante en esa dirección? Sin
duda que sí. Por ejemplo, estos presupuestos destinan 3000 millones de euros para el ingreso mínimo vital; una medida que es la mayor en avance de derechos sociales desde que se promulgó la Ley de dependencia. Es una propuesta que pretende llegar
a 850 000 hogares, de ellos un 16 % monoparentales. Es una medida de eficiencia económica también, a la vez que de justicia social, y que se toma en serio, como uno de los fundamentos de la democracia, justamente esa redistribución de la riqueza.


En cuanto a que las medidas de fiscalidad le parecen pobres, pocas o insuficientes y no están a la altura, creo que hemos avanzado y tenemos que ser capaces de acompasar este momento al crecimiento económico y acompañar a nuestras empresas,
que no viven una situación buena respecto a la situación internacional y, por tanto, ir avanzando en impuestos que persigan una fiscalidad más justa, más progresiva, pero también una fiscalidad verde, propia del siglo XXI, también digital y
disuasoria de hábitos de conducta que puedan resultar poco favorables.


De verdad que me ha sorprendido la referencia que usted ha hecho a que somos cobardes o no nos atrevemos a meternos con algún conjunto de empresas. No sé si usted ha visto lo que se plantea sobre la deducción de los dividendos por las
filiales. Esto afecta fundamentalmente a los grandes grupos, a las grandes empresas. No ha hecho usted una referencia a ello y me parece extraordinariamente importante el avance que se produce en esta cuestión. Señoría, cuando la he escuchado, me
ha recordado a lo de la derechita cobarde de VOX, pero con izquierdita cobarde. Me ha sonado a esa misma música en la que ustedes piensan que otro no adopta determinadas conductas porque no se atreve. No respetan que, en nuestro pensamiento, en
nuestra línea ideológica que nos guía y que plantea nuestras actuaciones, quizá estemos trabajando en un entorno del que ustedes no participen o que ustedes no compartan al cien por cien, pero no creo que a este Gobierno se le pueda acusar de esto.
Se le podrá acusar de todo, pero justamente de esto creo que es injusto, señora Vehí.


Igualmente, estos presupuestos son sociales, realistas, progresistas y de futuro, y el compromiso que tienen con Cataluña es extraordinariamente claro. Como le decía antes a alguna persona que ha intervenido de otra formación política, en
lo que se refiere a inversión en infraestructuras, al fortalecimiento del gasto para mejorar los servicios públicos, o usted no ha leído el proyecto de presupuestos o se ha equivocado usted en este debate, pero, sin duda, las cuentas públicas
contribuyen y en una medida extraordinaria, probablemente inédita, que no volveremos a tener y que se plantea de forma transversal en el proyecto de presupuestos. De hecho, cumplen con el gasto social: un 10 % más que el anterior, es decir, 239
765 millones. Igual ocurre con toda la parte correspondiente al gasto de inversiones. En definitiva, señoría, me parece que sí son cantidades suficientemente importantes como para que se puedan tener en cuenta.


Son unos presupuestos, insisto, que contienen razones suficientes para que el conjunto de formaciones políticas puedan apoyarlos y, por tanto, me parece que no hay ningún motivo, señora Vehí, para rechazar estas cuentas públicas. Usted está
diciendo no a las mejorías que se plantean para su comunidad autónoma: más de 2000 millones de euros en inversión que, si fuera por ustedes, no irían a Cataluña. Si fuera por la posición que mantiene hoy aquí la CUP, volveríamos a los presupuestos
del señor Montoro. No habría esos 2000 millones de inversión para Cataluña ni la posibilidad de beneficiarse de la política de dependencia, de la política de becas, de las actualizaciones de las entregas a cuenta, de una transferencia directa al
Gobierno de la Generalitat para que no empeore sus cuentas públicas -al igual que para el resto de comunidades autónomas-, el cumplimiento de la sentencia en la primera anualidad de 200 millones de euros para que se puedan restituir algunos agravios
que se produjeron en el pasado, y concretamente este que corresponde al año 2008. Si usted ve el presupuesto con honestidad, creo que puede afirmar sin ningún tipo de duda que apuestan claramente por su comunidad autónoma y que, además, son unos
presupuestos buenos para Cataluña en términos de crecimiento económico, de inversión, de protección social y también de cumplimiento de su estatuto de autonomía.


Tengo que decirle que me parece un poco contradictorio por parte de su grupo que ustedes de forma sistemática estén votando con la derecha de este país; se lo tengo que decir, señora Vehí, me parece absolutamente contradictorio. A ustedes
que intentan -¿cómo les diría?- hacer un adelanto por la



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izquierda a este Gobierno progresista siempre los encontramos frecuentando a las mismas personas y a los mismos grupos políticos. Yo creo que lo tienen que reflexionar, algo no debe de estar funcionando muy bien cuando ustedes votan de
forma continuada con VOX y con el Partido Popular, salvo que ustedes estén buscando como ellos la polarización de la política, por tanto el estar permanentemente en una crispación o en un debate político que no conduce a nada. Créame que me
gustaría, señoría, que reflexionara a propósito de esta cuestión porque en política, sobre todo, los ciudadanos lo que quieren es que seamos útiles, que sirvamos para aportar y para avanzar, No se trata solo de ser reivindicativo o de ser reclamante
de algunas cuestiones que me parecen legítimas, se trata de ser útil y cuando se puede avanzar, empujar para avanzar, no directamente separarse, diferenciarse y ponerse al lado de aquellos que impugnan muchísimas de las cuestiones que ustedes
reclaman para Cataluña. Pero ustedes siempre votan con ellos, no sé cómo se las apañan, al final los encontramos votando con aquellos que ustedes consideran que son enemigos de Cataluña. Reflexionen si no hay algo ahí que no está funcionando del
todo bien.


Señor Martínez Oblanca, me voy a dirigir ahora a usted porque es el siguiente que presenta la enmienda a la totalidad. No encuentro diferencias entre su discurso y el que practica el Partido Popular, ustedes sabrán. Usted habla de que aquí
hay una parte del hemiciclo que va cogida de la mano; no entiendo muy bien si usted no está siendo consciente de los esfuerzos que tiene que hacer este Gobierno para poder sacar adelante sus iniciativas legislativas, creo que puede porque se ve
todos los días que acudimos a esta Cámara. Pero de lo que no tengo ninguna duda es de que quien va cogido de la mano de VOX es usted; usted sí que se ha agarrado de la mano de VOX y de ahí no se suelta, y todo el discurso que ellos hacen usted lo
repite, con mayor o menor entonación, pero usted lo repite. Entiendo yo que debería también repensar si realmente no puede hacer una aportación específica para la mejora de este presupuesto para Asturias y si realmente no tiene usted que trasladar
algunas enmiendas que permitan incorporar a este presupuesto una mejoría en relación con Asturias.


Porque en este momento el presupuesto supone un incremento muy importante en políticas de empleo, en inversión, en formación profesional, en el plan de choque por el empleo joven, en los servicios públicos de empleo. Son cifras mejores que
las que tenía el presupuesto anterior. Nunca, seguramente, serán suficientes pero despreciar un incremento del 75 % en sanidad, despreciar un incremento del 70 % en educación o en servicios sociales nos parece una actitud política que desde luego
no podemos compartir. Pero además, señoría, de estos datos generales usted señala en su enmienda a la totalidad que estos presupuestos en concreto son un agravio para Asturias, para su tierra. Yo no le considero a usted un grupo nacionalista, no
sé si lo debería de considerar; no lo considero, pero hace usted un discurso que se parece, como dos claras de huevo. Se parecen ustedes en la tribuna muchísimo a otros grupos que salen aquí reclamando para su tierra un nacionalismo que en su caso
-por lo que me dice que no- parece que no inspira a su formación política. Pero yo creo que, si a España le va mejor, a Asturias le va a ir mejor y, por supuesto, estas cuentas públicas permiten que Asturias pueda seguir mejorando. Hay un 26,8 %
más de inversión en este presupuesto que en el que trajimos en el año 2019: 393,1 millones de euros. ¿Le parece despreciable, señor Martínez Oblanca?


La inversión real es la más elevada para Asturias desde el año 2014. Usted ha apoyado siempre los proyectos de presupuestos del Partido Popular, y ahora no apoya este que tiene una inversión mucho más importante para Asturias que la que
usted apoyó con otros proyectos de presupuestos e intenta hacer entender a esta Cámara que lo hace por lealtad con Asturias. Pues yo creo que no, que debe de hacerlo por otro motivo, pero, desde luego, no por lealtad con Asturias, porque no se
entendería que usted hubiera apoyado los presupuestos de los años siguientes a 2014 y, sin embargo, este, que tiene la mayor inversión desde ese año, ahora no cuente con la aprobación de Foro Asturias y, por tanto, el voto de su diputado. Yo creo
que usted está acomodado en el no, es la única formación política que votó en contra de la suspensión de las reglas fiscales, algo que no entendió nadie en esta Cámara, no sé si usted quiere que seamos mucho más estrictos con las comunidades
autónomas o que le pidamos un plan de reequilibrio a los ayuntamientos y así no puedan atender las demandas que se plantean en cada uno de los territorios. Usted votó que no a que se pudiera incrementar el gasto de las autonomías y hoy va a votar
que no a que más de 300 000 asturianos se beneficien de la revalorización de las pensiones, a que la comunidad autónoma mejore en dependencia ya que se incrementa la partida en 600 millones, a que las familias asturianas que cumplan los requisitos
puedan acceder a las becas comedor o a que exista un incremento de la beca con una estimación aproximada de 35 millones de euros en su comunidad, que van a beneficiar a unos 14 500 ciudadanos más de su propia comunidad. Usted a todo esto se puede
permitir el lujo de



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decir que no. Pues créame, señor Martínez Oblanca, que realmente no lo entiendo. Sinceramente, debería repensar también el sentido de su voto. Es su decisión. Usted está votando con la CUP o la CUP está votando con usted, yo creo que
luego lo tendrá que explicar. Sin duda, es un presupuesto bueno para Asturias y, si usted no lo vota, es porque justamente tienen una alianza inquebrantable con VOX y con el Partido Popular y no porque estas cuentas públicas no permitan avanzar en
el bienestar de su comunidad autónoma e igualmente en la inversión.


Señora Oramas, he tenido la intención de llamarla señora Clavijo y de referirme a usted como señora Clavijo porque el debate lo estoy haciendo yo y usted no se ha referido a mí en ningún momento y, en todo momento, se ha referido al que
usted llama ausente señor Sánchez. Me parecería una falta de respeto referirme a usted también como ausente señor Clavijo. Se lo digo porque creo que tenemos que respetar a los que subimos a esta tribuna. Si soy yo quien sustancia el debate, le
rogaría, señora Oramas, que discutiera conmigo. (Aplausos). Porque el señor Sánchez no la puede contestar. Señora Oramas, hay que dialogar más, hay que hacerlo con responsabilidad, hay que entender que hay que pretender ser justo y equitativo.
Usted ha aplicado una serie de adjetivos tan gruesos en su intervención... Usted nos ha llamado indecentes con Canarias, a los miembros de este Gobierno. Señoría, me parece que tenemos que desterrar este tipo de cuestiones del debate político y,
sobre todo, en formaciones políticas que se entiende que no son radicales, salvo que nos hayamos confundido. Escuchar ese tipo de adjetivos de formaciones que están en los extremos pues bueno, tenemos que escucharlo en esta Cámara, no nos gusta,
pero esto es lo que hay. Pero, ¿escucharlo de usted, señora Oramas, que ha hecho una intervención extraordinariamente dura en los adjetivos calificativos? Ya le digo, he tomado nota de algunos de ellos: atropello, indecencia... Me parece que no
corresponden ni a su estilo parlamentario ni creo que correspondan al tono del debate que estamos intentando conseguir en esta intervención. Comparto que los presupuestos pueden ser mejorables, lo respeto, y comparto que en determinadas cuestiones
durante la tramitación cada uno de los grupos pretendan sumar, yo lo comparto y lo comprendo, creo que es la expresión de este arco parlamentario. Evidentemente, para mí las cuentas públicas en su integralidad son buenas cuentas, pero, desde el
principio de mi intervención de esta mañana he dicho que, por supuesto, son cuentas que se pueden mejorar.


En el caso de Canarias, queda meridianamente claro que estas cuentas responden a los intereses planteados por los canarios y las canarias. De hecho, le diría, señoría, ¿usted cree realmente que este presupuesto es un ataque frontal a
Canarias, como dice la enmienda a la totalidad? ¿Realmente lo cree así? ¿Cree usted que este presupuesto, que respeta en mucha mayor medida las normas que atañen a la financiación de Canarias, es peor que el presupuesto que presentó el señor
Montoro, que usted pretende resucitar? Pues mire usted, el presupuesto del señor Montoro se encuentra a años luz de las cantidades que se plantean en este presupuesto. Si usted quiere resucitarlo, será por adhesión ideológica, pero desde luego no
porque las cuantías de las cifras no se merezcan que usted por lo menos haga una valoración positiva respecto a esta cuestión. ¿Es un ataque frontal a los canarios que la inversión por habitante en Canarias esté un 67 % por encima de la media?
Señoría, un 67 % por encima de la media, y usted dice que es indecente la inversión que hay para Canarias. Este presupuesto contempla las peculiaridades de la insularidad de Canarias y que articula en muchos casos transferencias de capital más que
por inversiones directas. Le puedo decir que por transferencias de capital Canarias recibe del Estado 262,76 millones de euro -sin contar el elemento del transporte, directamente del Estado a Canarias- para que se puedan realizar infraestructuras,
desarrollar inversiones o facilitar la libre circulación con la Península por parte de los residentes en Canarias. En aire incrementa su inversión en los aeropuertos canarios en 45 millones -esto no existía en los presupuestos de Montoro- y se
sitúa en 154 millones. Le reto, señoría, a que lo mire, no existía, se incrementa en 54 millones más. Por tanto, me parece que son cifras que no pueden ser consideradas despreciables o despachadas sin tenerlas en cuenta. SEPI incrementa sus
inversiones en Canarias un 14 %; tampoco estaba en el presupuesto de Montoro. Canarias va a recibir subvención al transporte marítimo y aéreo por importe de 558 millones de euros, un 41 % más que en los presupuestos de Montoro. ¿Le parece también
esta cantidad despreciable? ¿Esta es la insularidad no reconocida que usted reclamaba? Los presupuestos para 2021 dan a Canarias un volumen de recursos de 6996 millones de euros, de los que 1235 se corresponden con la inversión total y suponen 173
millones más de lo que teníamos previsto en el presupuesto de 2019. Por tanto, mejoramos, señoría, avanzamos, somos capaces de poner más recursos en partidas presupuestarias que son extraordinariamente importantes: 243 millones del importe del
Mecanismo de Recuperación y Resiliencia que previamente se ha preasignado, al igual que el



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conjunto de comunidades autónomas para materia medioambiental o política de vivienda, como he ido desgranando a lo largo de mi intervención; más recursos para cumplir con las demandas de los ciudadanos; 48 millones para el transporte
urbano y metropolitano; planes integrales de empleo en Canarias con 42 millones; 200 millones del convenio de carreteras; 15 millones en ayudas complementarias a agricultura y ganadería; 8 millones para ayuda de uso agrícola y 8,5 para la
potabilización del agua de consumo; 20 millones para el convenio de rehabilitación de infraestructuras y equipamiento en zonas turísticas. Y puedo continuar, señora Oramas. ¿Que se puede mejorar? Sin duda, se puede mejorar, y ya lo ha dicho
anteriormente el señor Quevedo, que iba a presentar algunas enmiendas para mejorar este proyecto de presupuestos. Pero realmente, después de haber descrito de una forma dramática -porque lo es- la situación en Canarias, ¿se puede usted permitir el
lujo de decir no a todas estas inversiones que permitan recuperar el empleo, impulsar el crecimiento y proteger a las personas en las islas después de la situación que vienen padeciendo con motivo de la pandemia, señora Oramas? Lo tendrá usted que
explicar, porque esto es mejor que lo que había. Y como es mejor que lo que había, tendrá usted que explicar por qué hoy no va a apoyar que se tramite este proyecto de presupuestos y que puedan presentar las enmiendas que ustedes estimen oportunas.
Ha dicho incluso que es un crimen para Canarias. Yo creo que revivir los presupuestos del señor Montoro -utilizando su misma expresión- es un crimen para Canarias, señora Oramas. Es un crimen no incorporar estas partidas que son tan necesarias
para las islas.


Señor Quevedo, por el contrario, quiero agradecerle el tono de su intervención, todas las sugerencias que han permitido también inspirar la propia elaboración de las cuentas públicas no solamente en relación con su fuerza política sino
también con el Gobierno donde ustedes participan, que ha estado muy atento a toda la elaboración presupuestaria. Acabo de hacer una relación de cuánto de bueno tiene este presupuesto para Canarias. Insisto, muchas de las partidas están inspiradas
en las propias conversaciones que hemos mantenido con anterioridad. Son presupuestos buenos, pero puedo compartir que no son perfectos y seguramente hay alguna partida -recuerdo la que usted ha comentado, la de la pobreza, con unos 25 millones de
euros- que debería figurar en el proyecto de presupuestos y, por tanto, seguro que llegaremos a un acuerdo en ese marco de las enmiendas. Lo que sí le puedo decir es que desde el Ministerio de Hacienda hemos trabajado con mucho interés en que se
cumplieran las premisas del REF, en que se cumpliera el Estatuto de Autonomía de Canarias y en definitiva, señoría, en que se reflejara la agenda que también tuvimos ocasión de pactar con motivo del acuerdo de investidura para que efectivamente la
situación de una región ultraperiférica como es Canarias en este momento de la pandemia -aunque afortunadamente no está viviendo con tanta intensidad los contagios (de algo tenía que beneficiarse al tratarse de una isla), pero sí, por supuesto, su
dependencia del turismo como elemento importante en su riqueza- nos haga a todos reflexionar y saber que tenemos que tener una protección especial con Canarias y con Baleares, que son los dos territorios de España más afectados en caída del PIB por
el motivo de la no llegada de los viajeros. Como le decía, quiero manifestarle mi total disposición a poder llegar a un acuerdo que corrija esos elementos a los que usted hacía referencia, y puedo decirle, señoría, que seguiremos trabajando juntos
para hacer posible esa realidad de incrementar el nivel de renta, el nivel de vida y, en definitiva, la garantía de derechos y libertades en las propias islas.


Señor Guitarte, una vez más le agradezco el posicionamiento a favor de los presupuestos. Valoro especialmente que haya entendido que estas cuentas necesitan contar con la participación de todos. Por tanto, también le digo que en el trámite
de enmiendas tendremos ocasión de discutir sobre alguna de las cuestiones que usted ha comentado. Creo que son unas cuentas realistas, excepcionales para los tiempos en los que vivimos. Hablaba usted de que el programa presupuestario que tiene que
ver con el reto demográfico es un programa dotado con una cantidad, pero que el mismo no puede aspirar a ser el programa que englobe la totalidad de las medidas que se plantean para combatir la despoblación. Hemos dado un paso adelante, que es
justamente crear el programa nuevo para que se le pueda hacer un seguimiento y una monitorización, pero es obvio que este programa en el futuro, que en este momento contempla 11 millones para transferencias a comunidades autónomas y 6 millones para
entidades locales, al menos tendrá que enlazarse con otras partidas presupuestarias que están distribuidas en el territorio y que por razón de la materia se incorporan al Ministerio de Sanidad, al Ministerio de Educación o al Ministerio de Inclusión
y Seguridad Social.


Quiero volver a recordarle que estamos firmemente comprometidos con el reto demográfico y la despoblación en nuestro país. De hecho, ya en estas cuentas se han trasladado algunos de los compromisos que adquirimos en materia de carreteras:
hay actuaciones en la A-68 por 47,1 millones de



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euros y también 12,6 para la variante de Alcorisa en la N-211. Hay también compromisos en materia de transporte ferroviario, de manera que vamos a dedicar 73,6 millones de euros al corredor cantábrico-mediterráneo, sin duda también
importante para esta cuestión, y se distribuirá entre las provincias de Castellón, Teruel y Zaragoza. Hay un millón de euros para el Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón y 100 000 euros para la Unidad de Paleontología de Dinosaurios en
esta provincia. Son cuestiones que, aunque no están representadas directamente por su persona, sé que le gusta conocer, así como cuáles son efectivamente las materias que estamos avivando, poniendo de manifiesto para que podamos seguir avanzando en
cuestiones tan importantes.


El programa sobre desarrollo del medio rural contempla partidas muy específicas dirigidas a fijar población en el territorio, fundamentalmente, instalación de jóvenes y mujeres en estos entornos, ayudas para entidades de mujeres rurales,
ayudas a proyectos empresariales de mujeres rurales o actuaciones para jóvenes en el medio rural, que seguro que van a permitir beneficiarse a los municipios que puedan estar afectados por esta cuestión. En materia de agricultura, de forma
sostenible y respetuosa, hay generación de valor añadido en alguna de sus políticas, que también tienen como objetivo fijar la población en el territorio, favoreciendo la cohesión social o territorial. Concretamente en 2021 esas partidas van a
disponer de 61 millones de euros, de los que 57 se van a dedicar a inversiones. Creo que esto también nos va a permitir seguir desarrollando actuaciones muy específicas y concretas que nos permitan mejorar.


Lo mismo le puedo decir sobre el programa de regadíos de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias o en materia de formación profesional y empleo, donde saben ustedes que hemos incorporado una partida de transferencias a entidades
locales para modular la oferta del catálogo de cualificaciones profesionales en zonas de riesgo de despoblación. En concreto, la cohesión territorial y social está dotada con 12,25 millones de euros, y va muy dirigida justamente a los municipios
del entorno a los que antes hacíamos referencia. Igual ocurre con la revitalización del comercio en zonas rurales. Se destinan 5 millones de euros para esas partidas.


La reestructuración de la minería del carbón también correrá a cargo del nuevo Instituto para la Transición Justa. Se le dota con 285 millones de euros para hacer efectivas estas políticas. También vamos a poner en marcha convenios de
transición justa con zonas de transición energética, plan de restauración ambiental para explotaciones mineras en cierre, térmicas o nucleares, que también se encuentran en una situación similar, por un importe de 90 millones de euros. Y se prevé
la puesta en marcha de al menos 300 proyectos empresariales en todas las zonas afectadas por la transición justa, lo que entendemos que generará al menos 1500 empleos nuevos y se mantendrán 6000 de los que actualmente existen.


Señor Guitarte, también planteaba usted el sistema de ayudas a empresas que están localizadas en zonas despobladas. Sabe que estamos trabajando de forma conjunta con el Gobierno de Aragón sobre el primer borrador del nuevo Marco de Ayudas
20222027. Ha sido un elemento que hemos tenido ocasión de discutir con su formación política aquí y también en el Senado. Por tanto, seguimos en ese trabajo y en ese empeño. Y termino diciéndole que a la política se llega para cambiar las cosas.
Por eso agradezco la lealtad institucional de su grupo y la voluntad de diálogo, y estoy convencida de que, tras el periodo de enmiendas, las políticas de despoblación y de reto demográfico gozarán de un incremento fruto de los acuerdos a los que
podamos llegar también con su grupo en esta materia.


Señor Sayas -¿está aquí? Sí-, no voy a contestar a la intervención que ha hecho en esta tribuna por respeto a esta Cámara. (Rumores). Creo que ha excedido usted cualquier línea que se pueda atravesar. Ha utilizado usted el insulto, la
descalificación y los adjetivos superlativos. Yo creo que usted está queriendo desarrollar un perfil propio dentro de esta Cámara. Usted quiere ser el más radical de todos los diputados de esta Cámara. Le tengo que decir que, cuando en esta
tribuna toma la palabra, es desalentador escucharle. No sé si es lo que pretende, pero, si lo pretende, lo consigue para el conjunto de los que estamos aquí reunidos. Es desalentador. (Protestas de las señoras y los señores diputados del Grupo
Parlamentario VOX).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): El señor Sayas puede defenderse probablemente solo. No hace falta que lo defiendan las señorías de VOX. Se puede defender solo. (Aplausos).


Me ha sorprendido bastante su tono, su posicionamiento y su falta de empatía para poder entablar ni siquiera un mínimo diálogo, aunque usted ya haya decidido cuál es su voto definitivo. Por tanto, señoría, me voy a dirigir a los navarros.
Me voy a dirigir a todos aquellos que en esta comunidad autónoma tienen



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también puesta su confianza en este presupuesto. Estos presupuestos destinan 100 millones de euros para Navarra, una cifra que incluye una inversión real de 88 millones de euros, un 54 % superior a la de los presupuestos del señor Montoro.
Es decir, aquellos que defienden a Navarra prefieren quedarse con 88 millones de euros menos que apoyar unos presupuestos que realmente nos permiten avanzar. Existen 8,5 millones de euros para la financiación de los servicios ferroviarios
declarados obligación de servicio público en Navarra, 9,5 millones de euros para las obras del Pacto del Agua, y 1,63 millones de euros para actuaciones de empresas. Existen también 62 millones de euros que destinará ADIF para inversiones en
actuaciones de la red llamada TEN-T. También es importante resaltar los más de 18 millones de euros de fondos europeos que se destinan a la rehabilitación de entornos residenciales o de edificios públicos, con los que se van a beneficiar 9127
hogares navarros. Señorías, creo que los presupuestos, por tanto, son buenos para Navarra y espero que, independientemente del voto del grupo UPN, puedan continuar su tramitación, porque sin duda son una buena noticia para esta comunidad autónoma.


Señor Mazón, agradezco su tono en el día de hoy, que haya calificado estos presupuestos de realistas, que haya hecho un ejercicio de pragmatismo respecto a las cuestiones concretas en las que entiende que el presupuesto tiene que mejorar.
Es justamente ese diálogo que usted reclamaba en una de sus entrevistas en donde tenemos capacidad de generar una expectativa sobre una partida en concreto, y el diálogo nos permite aterrizarla y completarla, que es donde radica la máxima esencia de
este Congreso de los Diputados. Por tanto, le agradezco que haya valorado los presupuestos desde la óptica global, aunque se ha concentrado también en la aplicación concreta de alguna partida especialmente importante para su comunidad autónoma.
Quiero agradecer a su grupo que sea consciente del momento tan excepcional que atraviesa nuestro país, de las oportunidades que aporta el proyecto de presupuestos para proteger a los trabajadores, a las empresas o a los colectivos vulnerables. He
de decirle que en Cantabria el conjunto de partidas se concreta en más de 148 500 pensionistas que van a ver revalorizada su pensión, más de 8700 estudiantes que van a poder acceder a una beca, cerca de 6 millones de euros que vamos a destinar al
Plan de Choque por el Empleo Joven o los más de 2600 permisos de paternidad que se podrán disfrutar en el año 2021, equiparados con los permisos de maternidad. Evidentemente, cuando hablamos de partidas de inversión, son cuantías muy importantes,
233 millones de euros para inversiones en Cantabria, un 7,5 % más de lo que existía en el proyecto de presupuestos del señor Montoro, y un 3 % más de lo que trajimos a esta Cámara en el año 2019. Las cuentas recogen demandas históricas de su
comunidad, como el hospital de Valdecilla, 44 millones de euros, y mejoras de otras infraestructuras, como la A-67, en la que destinamos 40 millones para dar continuidad y ampliar la capacidad del enlace Sierrapando-Barreda, 9 millones de euros para
el acceso al puerto de Santander o 40 millones de euros que Puertos del Estado va a destinar al puerto de Santander y el desfiladero de La Hermida. Todas ellas cuestiones que ustedes también nos habían trasladado previamente a la tramitación de
este proyecto de presupuestos, algunas de ellas se encuentran en el acuerdo programático y, por tanto, señorías, damos cumplimiento a partir de la fijación de la cuantía en estos presupuestos.


Conozco otras aspiraciones que usted ha manifestado verbalmente por parte de su grupo, como las obras del AVE -decía usted especialmente- entre Palencia y Reinosa, y quiero decirle que tiene nuestra mano tendida, señor Mazón, para que en la
tramitación del proyecto de presupuestos podamos encontrar o acordar esa enmienda que ustedes planteaban en esta cuestión o en cualquiera otra que nos permita que finalmente ustedes puedan aceptar este proyecto de presupuestos y puedan votarlo
favorablemente. Seguiremos haciendo una interpretación lo más favorable posible de la financiación de las comunidades autónomas, como también ustedes nos han reclamado en diferentes ocasiones. Hemos hecho un primer esfuerzo importante con el
Mecanismo de Recuperación, en donde tenemos que seguir avanzando en la cogobernanza de estos fondos europeos, con una cuantía de 70 millones de euros que se dirigen a políticas medioambientales y de vivienda, más allá de las partidas que los
ministerios todavía no han descentralizado en los territorios. Creo que es un primer avance para permitirnos impulsar el crecimiento económico en el año 2021, que es clave para que nuestra economía pueda repuntar. Por eso, le doy las gracias,
señor Mazón, por su valoración de este proyecto de presupuestos, que me parece que plantea una enorme sensibilidad a la hora de valorar el esfuerzo que estamos haciendo como país para permitir que nadie se quede atrás. Otras veces no coincidimos
con los planteamientos que podamos tener, pero en esta ocasión, que no es una cualquiera, sino que probablemente sea una de las más importantes, creo que podemos demostrar que se compartirá la totalidad o la parcialidad de los proyectos que impulsa
este



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Gobierno, pero cuando las cuentas son objetivamente buenas y necesarias para nuestro país siempre ustedes están ahí, con sus reclamaciones legítimas, para apoyar que este país pueda seguir avanzando.


Termino, señorías del Grupo Mixto, diciendo que, efectivamente, y después de todas las intervenciones, hay que poner de manifiesto que son tiempos de diálogo y de consenso. Les aseguro que hemos elaborado estas cuentas públicas buscando el
mayor beneficio posible para el conjunto de los ciudadanos de España. Les pido, con toda la humildad, el apoyo para que superen este debate a la totalidad y, sobre todo, para que sean una herramienta útil que nos permita impulsar a nuestro país en
una de las situaciones más dramáticas que hemos vivido en nuestra historia moderna, en nuestra historia reciente. Ojalá que, gracias a estos presupuestos, esta crisis económica derivada de la sanitaria sea más corta, que nuestros servicios públicos
estén revitalizados, mejor protegidos y, en definitiva, que las inversiones justas que se puedan desarrollar en el territorio se hagan desde el principio de la confianza, de la cohesión social, de la cohesión territorial y de la justicia social, a
la que todos ustedes aspiran, al menos así lo han trasladado desde esta tribuna y en sus intervenciones. En ello encontrarán al Gobierno trabajando. Estoy convencida de que en el trámite de enmiendas daremos satisfacción, en ese juego de diálogo
que tenemos que hacer, a algunas de las cuestiones que se han planteado. Al final, el presupuesto tiene que ser coherente, pero sin duda algunas partidas concretas pueden ser mejorables. Les manifiesto mi absoluta disposición a las señorías que me
han presentado enmiendas a la totalidad para mejorar estas cuentas públicas en sus respectivos territorios.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora ministra.


Se suspende la sesión hasta mañana a las nueve horas. Buenas noches.


Eran las nueve y quince minutos de la noche.