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DS. Senado, Pleno, núm. 171, de 09/09/2015
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PLENO


PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. PÍO GARCÍA-ESCUDERO MÁRQUEZ


Sesión núm. 79


celebrada el miércoles, 9 de septiembre de 2015


ORDEN DEL DÍA






MOCIONES




Moción por la que se insta al Gobierno a que, en colaboración
con las Comunidades Autónomas y en el seno del Consejo Interterritorial,
ponga en marcha todas las medidas necesarias que faciliten la creación de
un Registro Nacional de Pacientes.


662/000208
estadística de sanidad; registro de
datos


GPP





Moción por la que se insta al Gobierno a la adopción de
determinadas medidas en relación con el sector pesquero.


662/000209
Islas Canarias; acuicultura; política
pesquera


GPP





Moción por la que se insta al Gobierno a incrementar las
partidas presupuestarias previstas en el Proyecto de Ley de Presupuestos
Generales del Estado para el año 2016 destinadas a la atención a la
dependencia.


662/000210
asistencia a las personas de edad avanzada; ayuda a los
discapacitados; presupuesto del Estado


GPCIU






PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY




DICTÁMENES DE COMISIONES




Proyecto de Ley de Régimen Jurídico del Sector
Público.


621/000150
ayuda a la modernización; empresa pública; institución
pública; reforma administrativa


Hacienda y Administraciones Públicas





Proyecto de Ley del Procedimiento Administrativo Común de las
Administraciones Públicas.


621/000151
administración pública; jurisdicción
contencioso-administrativa; procedimiento administrativo; responsabilidad
administrativa; sanción administrativa


Hacienda y Administraciones Públicas





Proposición de Ley Orgánica para reforzar la protección de
las menores y mujeres con capacidad modificada judicialmente en la
interrupción voluntaria del embarazo.


624/000005
aborto; protección de la infancia

Sanidad y Servicios Sociales





SUMARIO


Se reanuda la sesión a las nueve horas.






MOCIONES





MOCIÓN POR LA QUE SE INSTA AL GOBIERNO A QUE, EN COLABORACIÓN
CON LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS Y EN EL SENO DEL CONSEJO INTERTERRITORIAL,
PONGA EN MARCHA TODAS LAS MEDIDAS NECESARIAS QUE FACILITEN LA CREACIÓN DE
UN REGISTRO NACIONAL DE PACIENTES.


662/000208

GPP


El señor presidente informa de la presentación de una propuesta de
modificación, por lo que no hay defensa de enmiendas.


El señor Alarcó Hernández defiende la moción.


En turno de portavoces intervienen el señor Espinar Merino, por el
Grupo Parlamentario Mixto; el señor Cazalis Eiguren, por el Grupo
Parlamentario Vasco en el Senado (EAJ-PNV); la señora Almiñana Riqué, por
el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya; la señora Rivero
Segalàs, por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència
i d?Unió; el señor González Bethencourt, por el Grupo Parlamentario
Socialista, y el señor Alarcó Hernández, por el Grupo Parlamentario
Popular en el Senado.


Se produce el desalojo de la tribuna de público.


Se aprueba la propuesta de modificación, con el siguiente
resultado: presentes, 231; votos emitidos, 230; a favor, 149; en
contra, 17; abstenciones, 64.









MOCIÓN POR LA QUE SE INSTA AL GOBIERNO A LA ADOPCIÓN DE
DETERMINADAS MEDIDAS EN RELACIÓN CON EL SECTOR PESQUERO.


662/000209

GPP


La señora Larriba Leira defiende la moción.


El señor Maldonado i Gili defiende la enmienda del Grupo
Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i d?Unió.


La señora Julios Reyes defiende las enmiendas del Grupo
Parlamentario Mixto, a iniciativa de esta senadora y la señora Armas
Pérez.


El señor Fidalgo Areda defiende la enmienda del Grupo
Parlamentario Socialista.


La señora Larriba Leira expone la posición de su grupo
parlamentario respecto de las enmiendas, rechazándolas.


En turno de portavoces intervienen la señora Julios Reyes y el
señor Iglesias Fernández, por el Grupo Parlamentario Mixto; el señor
Cazalis Eiguren, por el Grupo Parlamentario Vasco en el Senado (EAJ-PNV);
el señor Boya Alós, por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de
Catalunya; el señor Maldonado i Gili, por el Grupo Parlamentario Catalán
en el Senado de Convergència i d?Unió; el señor Fidalgo Areda, por el
Grupo Parlamentario Socialista, y la señora Larriba Leira, por el Grupo
Parlamentario Popular en el Senado.


Se aprueba la moción, con el siguiente resultado: presentes, 242;
votos emitidos, 242; a favor, 148; en contra, 73; abstenciones, 21.









MOCIÓN POR LA QUE SE INSTA AL GOBIERNO A INCREMENTAR LAS
PARTIDAS PRESUPUESTARIAS PREVISTAS EN EL PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS
GENERALES DEL ESTADO PARA EL AÑO 2016 DESTINADAS A LA ATENCIÓN A LA
DEPENDENCIA.


662/000210

GPCIU


La señora Rivero Segalás defiende la moción.


En turno en contra hace uso de la palabra la señora Torres
Sánchez, por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado.


En turno de portavoces intervienen el señor Iglesias Fernández y
la señora Lima Gozálvez, por el Grupo Parlamentario Mixto; el señor
Cazalis Eiguren, por el Grupo Parlamentario Vasco en el Senado (EAJ-PNV);
la señora Sequera García, por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés
de Catalunya; la señora Rivero Segalàs, por el Grupo Parlamentario
Catalán en el Senado de Convergència i d?Unió; la señora Andrés Prieto,
por el Grupo Parlamentario Socialista, y la señora Torres Sánchez, por el
Grupo Parlamentario Popular en el Senado.


Se rechaza la moción, con el siguiente resultado: presentes, 245;
votos emitidos, 245; a favor, 96; en contra, 144; abstenciones, 5.









PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY




DICTÁMENES DE COMISIONES





PROYECTO DE LEY DE RÉGIMEN JURÍDICO DEL SECTOR
PÚBLICO.


621/000150

Hacienda y Administraciones Públicas





PROYECTO DE LEY DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO COMÚN DE
LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS.


621/000151

Hacienda y Administraciones Públicas


El señor presidente informa a la Cámara de que estos proyectos de
ley serán debatidos de manera conjunta, dada la materia sobre la que
versan, sin perjuicio de que las votaciones se hagan de manera
separada.


El señor Sanz Ruiz, presidente de la comisión, presenta los
dictámenes.


En nombre del Gobierno, hace uso de la palabra el señor ministro
de Hacienda y Administraciones Públicas (Montoro Romero).


Comienza el debate de totalidad.


El señor Iglesias Fernández, del Grupo Parlamentario Mixto,
defiende su propuesta de veto número 1, al Proyecto de Ley de Régimen
Jurídico y su propuesta de veto número 1, al Proyecto de Ley del
Procedimiento Administrativo Común.


El señor Guillot Miravet defiende la propuesta de veto número 3
al Proyecto de Ley de Régimen Jurídico y la propuesta de veto número 3 al
Proyecto de Ley del Procedimiento Administrativo Común, presentadas por
este senador y el señor Saura Laporta, del Grupo Parlamentario Entesa pel
Progrés de Catalunya.


El señor Montilla Aguilera defiende la propuesta de veto número 4
al Proyecto de Ley de Régimen Jurídico y la propuesta de veto número 4,
al Proyecto de Ley del Procedimiento Administrativo Común, de la señora
Almiñana Riqué, de los señores Boya Alós, Bruguera Batalla, Martí
Jufresa, Montilla Aguilera y Sabaté Borràs y de la señora Sequera García,
del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya.


El señor Bel Accensi defiende la propuesta de veto número 2 al
Proyecto de Ley de Régimen Jurídico y la propuesta de veto número 2 al
Proyecto de Ley del Procedimiento Administrativo Común, del Grupo
Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i d?Unió.


El señor Díaz Tejera defiende la propuesta de veto número 5 al
Proyecto de Ley de Régimen Jurídico y la propuesta de veto número 5 al
Proyecto de Ley del Procedimiento Administrativo Común, del Grupo
Parlamentario Socialista.


En turno en contra hace uso de la palabra el señor De las Heras
Muela, por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado.


En turno de portavoces intervienen el señor Iglesias Fernández,
por el Grupo Parlamentario Mixto; el señor Guillot Miravet, por el Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya; el señor Bel Accensi, por
el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i d?Unió; el
señor Díaz Tejera, por el Grupo Parlamentario Socialista, y el señor De
las Heras Muela, por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado.


Se suspende la sesión a las quince horas y treinta minutos.


Se reanuda la sesión a las dieciséis horas.


Se procede a votar las propuestas de veto al Proyecto de Ley de
Régimen Jurídico del Sector Público.
.............................................................................. 16901


El señor presidente informa a la Cámara de que la votación
telemática ha sido autorizada para la señora Cunyat Badosa, del Grupo
Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió, que ha emitido
voto a favor de todos los vetos.


Se rechaza la propuesta de veto número 1, con el siguiente
resultado: presentes, 235 más 1 voto telemático, 236; votos emitidos, 235
más 1 voto telemático, 236; a favor, 85 más 1 voto telemático, 86; en
contra, 148; abstenciones, 2.


Se rechaza la propuesta de veto número 3, con el siguiente
resultado: presentes, 236 más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236
más 1 voto telemático, 237; a favor, 85 más 1 voto telemático, 86; en
contra, 148; abstenciones, 3.


Se rechaza la propuesta de veto número 4, con el siguiente
resultado: presentes, 236 más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236
más 1 voto telemático, 237; a favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en
contra, 148; abstenciones, 2.


Se rechaza la propuesta de veto número 2, con el siguiente
resultado: presentes, 236 más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236
más 1 voto telemático, 237; a favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en
contra, 148; abstenciones, 2.


Se rechaza la propuesta de veto número 5, del Grupo Parlamentario
Socialista, con el siguiente resultado: presentes, 236 más 1 voto
telemático, 237; votos emitidos, 236 más 1 voto telemático, 237; a
favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en contra, 148;
abstenciones, 2.


Se procede a votar las propuestas de veto al Proyecto de Ley del
Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
.............................................................................. 16902


Se rechaza la propuesta de veto número 1, con el siguiente
resultado: presentes, 236 más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236
más 1 voto telemático, 237; a favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en
contra, 148; abstenciones, 2.


Se rechaza la propuesta de veto número 3, con el siguiente
resultado: presentes, 236 más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236
más 1 voto telemático, 237; a favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en
contra 148; abstenciones, 2.


Se rechaza la propuesta de veto número 4, con el siguiente
resultado: presentes, 236 más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236
más 1 voto telemático, 237; a favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en
contra, 148; abstenciones, 2.


Se rechaza la propuesta de veto número 2, con el siguiente
resultado: presentes, 236 más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236
más 1 voto telemático, 237; a favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en
contra, 148; abstenciones, 2.


Se rechaza la propuesta de veto número 5, con el siguiente
resultado: presentes, 236 más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236
más 1 voto telemático, 237; a favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en
contra, 148; abstenciones, 2.


Comienza el debate de los votos particulares.


El señor Iglesias Fernández defiende las enmiendas del Grupo
Parlamentario Mixto números 1 a 40 al Proyecto de Ley de Régimen Jurídico
y números 1 a 116 al Proyecto de Ley del Procedimiento Administrativo
Común, inicialmente presentadas por este senador.


La señora Martínez Muñoz defiende las enmiendas del Grupo
Parlamentario Vasco en el Senado (EAJ-PNV) números 140 a 184 al Proyecto
de Ley de Régimen Jurídico y números 240 a 272 al Proyecto de Ley del
Procedimiento Administrativo Común.


El señor Guillot Miravet da por defendidas las enmiendas del
Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya números 88 a 133 al
Proyecto de Ley de Régimen Jurídico y números 150 a 239 al Proyecto de
Ley del Procedimiento Administrativo Común.


La señora Sequera García defiende las enmiendas del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya al Proyecto de Ley de
Régimen Jurídico números 233 a 280 y vuelta al texto del Congreso de los
Diputados en lo modificado por las enmiendas presentadas por el Grupo
Parlamentario Popular en el Senado e incorporadas al Informe de Ponencia,
y las números 327 a 380 al Proyecto de Ley del Procedimiento
Administrativo Común.


El señor Bel Accensi defiende las enmiendas del Grupo
Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i d?Unió números 41
a 87 y 134 a 139 al Proyecto de Ley de Régimen Jurídico y números 117
a 144 al Proyecto de Ley del Procedimiento Administrativo Común.


El señor Díaz Tejera defiende las enmiendas del Grupo
Parlamentario Socialista al Proyecto de Ley de Régimen Jurídico
números 185 a 232 y vuelta al texto remitido por el Congreso de los
Diputados en lo modificado por el Informe de la Ponencia como
consecuencia de todas las enmiendas introducidas en su texto, y las
números 273 a 326 al Proyecto de Ley del Procedimiento Administrativo
Común.


En turno en contra hace uso de la palabra la señora Romero Bañón,
por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado.


En turno de portavoces intervienen el señor Iglesias Fernández,
por el Grupo Parlamentario Mixto; la señora Martínez Muñoz, por el Grupo
Parlamentario Vasco en el Senado (EAJ-PNV); la señora Sequera García, por
el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya; el señor Bel
Accensi, por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència
i d?Unió; el señor Díaz Tejera, por el Grupo Parlamentario Socialista, y
la señora Romero Bañón, por el Grupo Parlamentario Popular en el
Senado.


Se procede a votar las enmiendas al al Proyecto de Ley de Régimen
Jurídico del Sector Público.
.............................................................................. 16932


Hacen uso de la palabra el señor Bildarratz Sorron y el señor
Sanz Pérez para pedir una aclaración al señor presidente sobre las
propuestas de modificación.


Se rechazan todas las enmiendas.


Se aprueban las propuestas de modificación del dictamen con
números de registro 193 664 y 193 765.


Se aprueba, en un solo acto, el resto del proyecto de ley.


El señor presidente informa de que, tal como dispone el
artículo 90 de la Constitución, se dará traslado de las enmiendas
aprobadas por el Senado al Congreso de los Diputados para que este se
pronuncie sobre las mismas en forma previa a la sanción del texto
definitivo por S.M. el Rey.


Se procede a votar las enmiendas al Proyecto de Ley del
Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
.............................................................................. 16937


Se rechazan todas las enmiendas.


Se aprueba, en un solo acto, el proyecto de ley.


El señor presidente informa a la Cámara de que queda
definitivamente aprobado por las Cortes Generales el proyecto de ley.









PROPOSICIÓN DE LEY ORGÁNICA PARA REFORZAR LA PROTECCIÓN DE
LAS MENORES Y MUJERES CON CAPACIDAD MODIFICADA JUDICIALMENTE EN LA
INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DEL EMBARAZO.


624/000005

Sanidad y Servicios Sociales


El señor Fernández Pérez, vicepresidente primero de la comisión,
presenta el dictamen.


Comienza el debate de totalidad.


El señor Iglesias Fernández defiende la propuesta de veto
número 1, presentada por este senador del Grupo Parlamentario Mixto.


La señora Julios Reyes defiende la propuesta de veto número 2,
presentada por esta senadora del Grupo Parlamentario Mixto.


La señora Capella i Farré defiende la propuesta de veto número 4,
presentada por esta senadora del Grupo Parlamentario Mixto.


La señora Mora Grande defiende la propuesta de veto número 6,
presentada por esta senadora del Grupo Parlamentario Mixto.


El señor Guillot Miravet defiende la propuesta de veto número 3,
presentada por este senador y el señor Saura Laporta, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya.


La señora Almiñana Riqué defiende la propuesta de veto número 5,
presentada por la señora Almiñana Riqué, los señores Boya Alós, Bruguera
Batalla, Martí Jufresa, Montilla Aguilera y Sabaté Borràs y la señora
Sequera García, del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de
Catalunya.


La señora Llinares Cuesta defiende la propuesta de veto número 7,
del Grupo Parlamentario Socialista.


En turno en contra hace uso de la palabra la señora Pan Vázquez,
por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado.


En turno de portavoces intervienen el señor Mullet García y la
señora Mendizabal Azurmendi, por el Grupo Parlamentario Mixto; el señor
Cazalis Eiguren, por el Grupo Parlamentario Vasco en el Senado (EAJ-PNV);
la señora Almiñana Riqué, por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés
de Catalunya; el señor Sedó Alabart y la señora Rivero Segalàs, por el
Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i d?Unió; la
señora Llinares Cuesta, por el Grupo Parlamentario Socialista, y la
señora Pan Vázquez, por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado.


Se procede a votar.
................................................................................. 16967


El señor presidente informa a la Cámara de que la votación
telemática ha sido autorizada para la señora Cunyat Badosa, del Grupo
Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió, que ha ejercido
su derecho, absteniéndose en todos los vetos.


Se rechaza la propuesta de veto número 1, con el siguiente
resultado: presentes, 243, más 1 voto telemático, 244; votos
emitidos, 243, más 1 voto telemático, 244; a favor, 84; en contra, 151;
abstenciones, 8, más 1 voto telemático, 9.


Se rechaza la propuesta de veto número 2, con el siguiente
resultado: presentes, 243, más 1 voto telemático, 244; votos
emitidos, 243, más 1 voto telemático, 244; a favor, 84; en contra, 152;
abstenciones, 7, más 1 voto telemático, 8.


Se rechaza la propuesta de veto número 4, con el siguiente
resultado: presentes, 243, más 1 voto telemático, 244; votos
emitidos, 243, más 1 voto telemático, 244; a favor, 84; en contra, 152;
abstenciones, 7, más 1 voto telemático, 8.


Se rechaza la propuesta de veto número 6, con el siguiente
resultado: presentes, 243, más 1 voto telemático, 244; votos
emitidos, 242, más 1 voto telemático, 243; a favor, 84; en contra, 151;
abstenciones, 7, más 1 voto telemático, 8.


Se rechaza la propuesta de veto número 3, con el siguiente
resultado: presentes, 243, más 1 voto telemático, 244; votos
emitidos, 243, más 1 voto telemático, 244; a favor, 84; en contra, 152;
abstenciones, 7, más 1 voto telemático, 8.


Se rechaza la propuesta de veto número 5, con el siguiente
resultado: presentes, 242, más 1 voto telemático, 243; votos
emitidos, 242, más 1 voto telemático, 243; a favor, 83; en contra, 152;
abstenciones, 7, más 1 voto telemático, 8.


Se rechaza la propuesta de veto número 7, con el siguiente
resultado: presentes, 243 más 1 voto telemático, 244; votos emitidos, 243
más 1 voto telemático, 244; a favor, 84; en contra, 152; abstenciones, 7
más 1 voto telemático, 8.


Comienza el debate del articulado.


El señor Iglesias Fernández, del Grupo Parlamentario Mixto,
defiende sus enmiendas 1 a 4.


La señora Julios Reyes, del Grupo Parlamentario Mixto, dio por
defendidas sus enmiendas 5 a 9 en el turno de defensa de su propuesta de
veto.


La señora Mora Grande, del Grupo Parlamentario Mixto, defiende
sus enmiendas 19 a 23.


El señor Cazalis Eiguren da por defendidas las enmiendas 29 a 33,
del Grupo Parlamentario Vasco en el Senado (EAJ-PNV).


La señora Almiñana Riqué defiende las enmiendas 10 a 14, del
Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya.


El señor Guillot Miravet defiende las enmiendas 15 a 18, del
Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya.


La señora Rivero Segalás defiende las enmiendas 34 y 35, del
Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i d?Unió.


La señora Berja Vega defiende las enmiendas 24 a 28, del Grupo
Parlamentario Socialista.


En turno en contra hace uso de la palabra la señora De Aragón
Amunárriz, por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado.


En turno de portavoces intervienen la señora Mora Grande, la
señora Julios Reyes y el señor Iglesias Fernández, por el Grupo
Parlamentario Mixto; el señor Cazalis Eiguren, por el Grupo Parlamentario
Vasco en el Senado (EAJ-PNV); la señora Almiñana Riqué, por el Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya; la señora Rivero Segalàs y
el señor Sedó Alabart por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de
Convergència i d?Unió; la señora Berja Vega, por el Grupo Parlamentario
Socialista, y la señora De Aragón Amunárriz, por el Grupo Parlamentario
Popular en el Senado.


Hace uso de la palabra la señora Mora Grande para solicitar
votación separada de unas enmiendas.


Se procede a votar.
................................................................................ 16981


Se rechazan todas las enmiendas.


El señor presidente informa a la Cámara de que al existir
solicitud contradictoria para que la votación sea pública o secreta, se
debe someter a votación el procedimiento que deba aplicarse.


En relación con este asunto, hacen uso de la palabra el señor
Espinar Núñez, del Grupo Parlamentario Mixto, y el señor Barreiro
Fernández, por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado.


Se rechaza la solicitud de que la votación sea
secreta.


Se aprueba, en un solo acto, la proposición de ley.


El señor presidente informa a la Cámara de que queda
definitivamente aprobado por las Cortes Generales el proyecto de
ley.


Se suspende la sesión a las veintitrés horas y quince
minutos.








Se reanuda la sesión a las nueve horas.


El señor PRESIDENTE: Buenos días, señorías. Se reanuda la sesión.






MOCIONES





MOCIÓN POR LA QUE SE INSTA AL GOBIERNO A QUE, EN COLABORACIÓN
CON LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS Y EN EL SENO DEL CONSEJO INTERTERRITORIAL,
PONGA EN MARCHA TODAS LAS MEDIDAS NECESARIAS QUE FACILITEN LA CREACIÓN DE
UN REGISTRO NACIONAL DE PACIENTES.


662/000208

GPP


El señor presidente da lectura a los puntos 6. y 6.1.


El señor PRESIDENTE: A esta moción se le había presentado
originalmente una enmienda del Grupo Parlamentario Mixto, a iniciativa
del senador Espinar. Posteriormente, se ha presentado una propuesta de
modificación firmada por el Grupo Popular, el Grupo Parlamentario de
Convergència i d’Unió, el Grupo Parlamentario Vasco y el Grupo
Parlamentario Mixto, por lo cual se entiende que la enmienda del senador
Espinar decae.


Para la defensa de la moción, tiene la palabra, por el Grupo
Parlamentario Popular, el senador Alarcó.


El señor ALARCÓ HERNÁNDEZ: Muchas gracias, señor presidente.
Buenos días a todos y a todas.


Comparezco ante ustedes una vez más, representando al Grupo
Popular, para defender y discutir —y tratar de convencerlos—
una moción que se nos antoja importante; y no porque la presentemos
nosotros, sino por el asunto que intentamos sacar adelante. Se trata,
simplemente, de instar al Gobierno, en colaboración con las comunidades
autónomas y con el Consejo Interterritorial, a crear un registro nacional
de pacientes. No se trata nada más que de eso, lo cual es mucho. Dicho
así parece sencillo, pero creemos que tiene una trascendencia
importantísima, definitiva, para poder seguir mejorando algo que todos
tenemos que mimar, que es el Sistema Nacional de Salud o el servicio
sanitario.


Es una moción que, como digo, se nos antoja oportuna. Es una
reivindicación de todas las comunidades autónomas, de todos los
profesionales de las comunidades autónomas, de todas las especialidades y
de todas las profesiones sanitarias. No es una moción ideológica, y no es
que tenga nada contra las ideologías, yo milito en un partido con una
ideología determinada, me defino como liberal, con lo cual estoy
encantado de tener ideología y de estar en el Partido Popular; pero esta
moción no es ideológica. Y creo que es importante que se traiga al
Senado, a esta Cámara, que por algo se llama Alta —alta y baja,
negro y blanco, todo el mundo se queda siempre con lo alto y con lo
blanco—. Además hemos sido capaces de tener la sensibilidad durante
varias legislaturas —yo llevo dos— de acertar en presentar y
sacar a debate cuestiones respecto a las que la ciudadanía nos pide que
lleguemos a acuerdos. Es verdad que este es un acuerdo que nos está
pidiendo la ciudadanía. Por cierto, queridos compañeros senadores y
senadoras, todos somos potencialmente enfermos. Es más, yo no sé si
existe la salud total. Y como esto es así, creemos que es importante
llegar a consensos de este tipo.


¿Dónde nos movemos hoy para hablar de crear un registro nacional
de pacientes? El concepto nacional no tiene ninguna imposición, es un
concepto global. Pues bien, nos movemos en una de las mejores sanidades
del mundo. Cuando subimos a esta tribuna hemos de decir que tenemos una
de las mejores sanidades públicas, financiada públicamente; no es
gratuita —es una palabra que hace mucho daño—, está
financiada públicamente, y, por cierto, es muy cara porque es muy buena,
y además, con una cartera de servicios universal y dentro de un distrito
sanitario único europeo. Ahí nos movemos; nos movemos en una de las
mejores sanidades del mundo. Debo decirles que no es chovinismo, sino que
todos deberíamos sentirnos muy orgullosos y decir siempre que podamos en
una Cámara como esta que nuestra sanidad está entre las cuatro o cinco
mejores del mundo. ¿Gracias a qué? Gracias a que tenemos unos magníficos
profesionales y a que tenemos una organización sanitaria que nos hemos
dado todos, y además ha conseguido y consigue resultados de los que nos
deberíamos sentir profundamente orgullosos.


También nos movemos en un mundo donde la salud es un derecho solo
del 20 % de la población mundial. Creo que también hay que decirlo. Nos
movemos en un mundo donde el derecho consolidado de la salud
—evidentemente desde la perspectiva de un país democrático como el
nuestro, con la tradición sanitaria y cultural que tiene— es un
derecho solamente del 20 %.


Además, hemos de decir que estamos moviéndonos en un concepto
evidente: el de que una vida no tiene precio —concepto moral
contundente—, pero que la sanidad tiene un coste y es limitada.
¿Qué quiere decir que es limitada? Que hay que hacer una cartera de
servicios pactada, universal y concluyente porque si no, se nos gripa el
sistema, y si se nos gripa, como un coche, un magnífico sistema como el
que tenemos, se rompe de forma irreversible.


No es baladí decir también que estamos en un distrito único
sanitario europeo, que estamos enlazados para potenciarnos, no para
controlarnos, no para limitar las funciones que tienen las comunidades
autónomas, cualquier institución o cualquier país, sino para potenciarnos
todos y que el ciudadano europeo se sienta dentro de un sistema sanitario
público, de financiación pública de primer orden. Por eso, respecto al
debate sobre el modelo sanitario público-privado, diré que no se puede
privatizar la sanidad; esa discusión es banal, no conduce a nada. Estamos
en un sistema europeo, y así se refleja en el Tratado de Maastricht
modificado en Ámsterdam y Lisboa —yo tuve la oportunidad de estar
allí representando, precisamente, al Senado la legislatura pasada—:
«La sanidad en los países signatarios de Lisboa es de financiación
pública. Prohibición de servicio libre.» Por tanto, no se puede
privatizar. Así pues, la discusión privado-público es absurda, no conduce
a nada, y el modelo está definido entre todos los países que pertenecemos
voluntariamente a la Unión Europea.


Dicho que nos movemos donde nos movemos, dicho que es una
magnífica sanidad, también diré que tiene sus debilidades. La debilidad
es la que está planteando el Grupo Popular en esta Cámara: el registro
nacional de pacientes, que es una reivindicación de todos los
profesionales, de todas las comunidades autónomas, de todos los países
que pertenecemos a la Unión Europea, y es definitivo que este Senado
tenga, una vez más, una actitud —con c y con p— significativa
en relación con estos temas y que esté a la altura de las
circunstancias.


Es verdad que ya hay registros, como el biomédico —entre
nuestros compañeros de todos los partidos hay profesionales de la sanidad
y a algunos los identifico muy bien—, pero no es el registro
nacional de pacientes; hay registros de trasplantes, de historias
clínicas, de altas, de satisfacción… Bien, pero están un poco
descoordinados. Eso no ha impedido que tengamos una magnífica sanidad,
pero sí ha impedido que no tengamos más potencialidad, algo que nos
exigen nuestros ciudadanos y que nos exigimos nosotros mismos, porque
todos somos potencialmente enfermos.


Evidentemente, como no puede ser de otra forma, debe haber una
colaboración intensa y permanente con las comunidades autónomas
—separados valemos mucho menos que juntos, y en el ámbito sanitario
esto es concluyente. Luego me referiré a los trasplantes— y
garantizando la confidencialidad con la Ley Orgánica de protección de
datos, y desde luego con consentimiento informado. Lo que estamos
planteando tiene garantías, tiene datos, tiene contundencia y tiene mucha
profundidad y mucho estudio.


¿Qué significaría no hacer esto? En mi vida profesional, y también
en la no profesional, yo siempre me planteo qué pasaría si hago o no hago
tal o cual cosa, para saber la trascendencia que ello tiene. La
potencialidad de hacer un registro nacional de pacientes es definitiva.
Podríamos estar mucho tiempo hablando de ello, pero limitándonos al que
tenemos, que creo es suficiente, diré, en primer lugar, que el registro
nos potencia a todos, a todas las comunidades autónomas, a todas las
instituciones, a Europa, a todos los países, pero sobre todo, a todos los
ciudadanos, a los cuales nos tenemos que dedicar, y hablo de
ciudadanos-pacientes, no de enfermos. Esto es clave y positivo. En
segundo lugar, sería un índice de calidad asistencial, y la calidad no es
una moda, es una necesidad objetiva de los sistemas público-sanitarios.
Así pues, si no creamos este registro, perderíamos esta posibilidad.
Además, sería una auditoría interna permanente. Nos permite ver cómo lo
estamos haciendo. Las auditorías internas no son un castigo; en calidad
no existe el castigo, sino el premio, el reconocimiento de que se hace
bien, y eso siempre es positivo. También nos proporcionaría datos
globales de supervivencia, de morbilidad y de mortalidad, y eso también
es muy importante, porque permite una estimación prospectiva y
retrospectiva de lo que estamos haciendo en fármacos para todos.
Asimismo, nos proporcionaría información sobre los resultados de las
terapias que estamos haciendo y que luego hay que medir. En calidad
sanitaria hay que medir todo, pero no para recortar, sino para mejorar.
También nos daría información dinámica sobre las etapas del diagnóstico y
sobre las etapas de los resultados —cuando se hace bien, nos
proporciona una información permanente—, y, desde luego, es
imprescindible para la investigación. ¡Qué importante es la
investigación, la I+D+i+d de divulgación!


Para buscar la complicidad de los ciudadanos es imprescindible un
registro nacional de pacientes, y no hacerlo conlleva su responsabilidad.
Por ello, apelo a que seamos capaces de dejar a un lado las ideologías
—y sé que estamos en un periodo peculiar de nuestra vida
política— y que cada uno podamos contar en nuestros territorios que
no es bueno votar en contra de esta iniciativa, con las modificaciones
que hemos introducido y que hemos aceptado gustosamente porque han
mejorado el texto, y es que no hemos tenido ninguna duda en aceptar lo
que nos proponía un compañero senador que milita en Podemos y que nos ha
proporcionado una serie de datos, porque era mejor.


Eso es lo que se pretende, porque hablamos precisamente de eso, y
además nos da una profundidad importante en los estudios demográficos. La
demografía es clave para poder utilizar los recursos necesarios; es
importante saber si hay más o menos jóvenes, si hay más mujeres, si son
de edad avanzada o no, para administrar los recursos sanitarios, que son
magníficos pero que hay que mimar porque son escasos, porque si no, se
nos gripa y porque no son ilimitados, y la limitación se establece en
ambas Cámaras, en el Congreso de los Diputados y en el Senado. Por eso
apelo, con todo respeto, a que seamos capaces, una vez más, de llevar
esta iniciativa adelante, pues lo hemos hecho muchas veces en el Senado y
hemos sido pioneros en ciencia e investigación. De hecho va a salir muy
pronto publicado un informe de ponencia, aprobado por todos en comisión y
que hemos debatido durante mucho tiempo, sobre fondos éticos, fondos de
investigación, micromecenazgo y mecenazgo. Pongámonos la mano en el
corazón y tengamos la nobleza de apartar el periodo en el que vivimos
para sacar adelante algo que reivindican todos los compañeros, todos los
profesionales y, sobre todo, los ciudadanos de este país para mejorar un
sistema sanitario que todos nos hemos dado y que considero que puede ser
imitado, por muchos motivos, en el resto del mundo.


Muchísimas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Alarcó.


¿Turno en contra? (Denegaciones).


Pasamos al turno de portavoces.


Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra el senador
Espinar.


El señor ESPINAR MERINO: Gracias, señor presidente. Mi
intervención va a ser breve.


Simplemente queremos celebrar la posibilidad de que se generen
consensos como el que se ha producido entre el Grupo Popular y mi grupo
en esta moción. Nosotros proponíamos incluir algunos elementos de
redacción que tuvieran que ver con la finalidad de la creación del
registro, que es mejorar la calidad de la atención sanitaria; con la
protección de datos y con que el registro sea escrupuloso en su
tratamiento. Se han aceptado y, por tanto, hay consenso, por lo que vamos
a votar a favor de la moción.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Espinar.


Por el Grupo Parlamentario Vasco, tiene la palabra el senador
Cazalis.


El señor CAZALIS EIGUREN: Egun on mahaiburu jauna, egun on
senatori jaun-andreok. Buenos días a todos.


Hablamos de registros de pacientes, senador Alarcó, y en su moción
se pide la creación de un registro nacional de pacientes, esencialmente
para fines de investigación en prácticamente todos los campos de la
salud. En la parte dispositiva se enumeran las soluciones que tendría
este registro y se menciona concretamente controlar el alcance
estadístico de las enfermedades, la eficacia de los fármacos o las
características de los enfermos. En la parte expositiva se habla de
investigación clínica, evaluación de resultados de salud, aprobación y
financiación de medicamentos innovadores, mejora de la calidad
asistencial, fijación de precios, impacto de medicamentos o tecnologías
sanitarias. Todo esto ligado a la identificación personal de estas, que
es lo que aparece en la parte expositiva. Todo esto, a lo que usted llama
registro de pacientes, senador Alarcó, no deja de ser una historia
clínica, evidentemente. En el caso de los registros de enfermedades
concretas sería una historia clínica centrada en una enfermedad o en un
grupo de enfermedades. En el caso del registro general, como entiendo que
se propone en esta moción, sería una historia clínica al uso, porque para
la investigación son importantes todos los datos, absolutamente todos,
que ya deben estar incluidos en una historia clínica; si acaso, para los
registros, a lo mejor no hacen falta los datos de filiación.


Evidentemente es importantísimo conocer la enfermedad actual y sus
antecedentes, por supuesto los antecedentes personales y familiares, los
hábitos y el medio en el que vive el paciente, los datos de examen
general, el segmentario, las consideraciones y técnicas diagnósticas, los
estudios complementarios, las pautas del tratamiento y su seguimiento y
los resultados de este, todo lo que rodea a la epicrisis y al estado
posterior de curación del paciente. Eso es una historia clínica, porque
cada investigación se realiza cruzando todas estas variables o algunas de
ellas, y eso es así. En el cáncer se cruzan antecedentes personales y
familiares y todo tipo de datos, que tienen que estar en algún sitio y,
evidentemente, también en el registro. Por eso digo que estamos hablando
de una historia clínica al uso.


En el País Vasco llevamos años implantando la historia clínica
electrónica, con mucho esfuerzo, porque ha supuesto un cambio en los
hábitos de los profesionales y unos retos técnicos y tecnológicos
importantes. El profesional que estaba acostumbrado a hacer su trabajo en
papel y lo hacía bien y con muy buenos resultados se encuentra con que un
día no funciona la impresora, al día siguiente se ha caído la red y al
siguiente se ha desconfigurado algo, y ha habido un arduo trabajo de los
técnicos y de los profesionales para llegar a este punto, con mucho
esfuerzo, como digo. Pero poco a poco se ha ido potenciando ese registro
de información asistencial dentro de la propia historia clínica
electrónica. En el caso vasco en un programa llamado Osabide Global,
tanto de atención primaria —y hablo del caso vasco— como de
especialidad hospitalaria.


El objetivo es facilitar el trabajo asistencial a los
profesionales de la salud a través de una información accesible,
incorporando datos relevantes generados durante el propio proceso
asistencial. Esto permite obtener una información real y actualizada
—importante lo de actualizada— directamente desde el
documento nuclear de cualquier acto médico, como es la historia clínica.
Todo esto se puede obtener, por supuesto, con estricto cumplimiento de la
Ley Orgánica de protección de datos, porque las historias clínicas lo
cumplen. A partir de aquí, se obtienen los datos anonimizados generales
necesarios para la mejora de la investigación y de la propia gestión.
Todo ello —digámoslo así, ahora que está de moda— en un solo
acto, en el acto de la historia clínica.


La generación de registros específicos implica dedicar recursos de
profesionales sanitarios, especialmente el recurso tiempo, a la creación,
y lo que es más importante, al mantenimiento —vuelvo a repetir la
importancia del mantenimiento— del propio registro, en paralelo a
la historia clínica original del paciente. Nosotros, senador Alarcó, y
creo que todos los que estamos aquí, entendemos que los profesionales
deben dedicarse esencialmente a la atención sanitaria de sus pacientes
—que además es lo que quieren y les gusta hacer— y a
registrar la información necesaria para que esté disponible para la
atención médica y no rellenar registros paralelos que lo único que hacen
es gastar el recurso tiempo, porque la explotación de la información
registrada durante la atención sanitaria supone poner a disposición de
estos mismos profesionales gran cantidad de información que puede ser
utilizada con fines de investigación, de evaluación de la atención
sanitaria o para todo lo que usted decía en su parte expositiva. Se trata
de simplificar y no de duplicar esfuerzos para conseguir el mismo fin.
Después habrá que estudiar, implementar y mejorar los mecanismos que ya
existen para compartir la información con otros profesionales e
investigadores que estén fuera de esa red. Y eso es muy importante, es
esencial. Pero eso no significa tener un registro en paralelo. Además,
esto nunca ha sido un problema, se puede mejorar y se puede tener mucha
disponibilidad, pero hasta ahora no ha sido un problema. Nadie se niega a
compartir datos clínicos.


Por tanto, a nuestro juicio, tanto la investigación clínica como
la evaluación de resultados en salud deben estar basados en la
información registrada en las historias clínicas de los pacientes y no
tanto en registros específicos en paralelo, pues estos contienen los
datos necesarios para poder optimizar su atención y para facilitar la
información necesaria para estudios estadísticos e investigaciones, y
todo eso debidamente anonimizado, garantizando la Ley Orgánica de
protección de datos.


Voy a hacer algunas consideraciones extras. No conocemos
—por lo menos yo no conozco— que en ningún país se haya
creado un registro de pacientes global y genérico —yo no lo
conozco, pero si es así, usted nos lo puede aclarar—, por su
dificultad y precisamente por su inviabilidad técnica. A nivel
internacional sí hay experiencias, muchas experiencias de registro de
enfermedades o grupos de enfermedades concretas, como el cáncer,
enfermedades neurológicas, enfermedades renales, enfermedades
cardiovasculares; las hay, evidentemente que sí, y en España también, en
concreto, el registro con mayor cobertura es el del cáncer.


Actualmente, después de catorce años de descentralización
sanitaria, los registros de poblaciones globales de cáncer que están
consolidados son 14, y en su conjunto cubren una población de 12,5
millones de habitantes, más o menos, lo que representa el 27 % de la
población general. Existen otros 5 registros en fase de consolidación que
si se acaban consolidando, evidentemente podrían llegar a una cobertura
del 53 % de la población. Sin embargo, no es fácil que los 5 registros
que existen se consoliden.


Hay comunidades autónomas que no tienen ni un solo registro de
pacientes, porque resulta costoso y difícil. Hay un proyecto que quiero
mencionar, porque creo que también esta Cámara algo tiene que ver: el
nuevo registro de enfermedades raras, aprobado por el Consejo
Interterritorial, que va a suponer un reto enorme para las comunidades
autónomas y que no va a estar listo antes de cinco años, por lo que
supone de problemático. Por lo tanto, en este contexto, senador Alarcó,
viendo que técnicamente consideramos que no es viable —aunque usted
puede considerar que sí, pero reconocerá que nosotros podamos considerar
que no—, si la herramienta adecuada para obtener los datos es la
historia clínica electrónica, si existen y se pueden mejorar los sistemas
de intercambio de información y no cuesta un trabajo añadido para los
profesionales, la vía, senador Alarcó, para nosotros, no es el registro
nacional, sino, en todo caso, la mejora de los sistemas de intercambio de
información.


No votar favorablemente esta moción no significa no trabajar en la
mejora del sistema sanitario —eso se lo puedo asegurar, porque
vengo del país que vengo— ni poner trabas, ni mucho menos, a la
investigación —y lo digo por la misma razón, porque el País Vasco
es un ejemplo en investigación, en investigación biomédica, y en eso que
usted siempre dice que es la I+D+i+d—. Por lo tanto, no votar a
favor de esta moción no quiere decir que no estemos a favor de esto;
quiere decir que nuestro concepto es diferente, que basamos nuestro
desarrollo en otra vía, que es la de la historia clínica, porque creemos
que el tiempo de los profesionales debe ser para la atención sanitaria;
para la investigación también, pero la recogida de datos, que la hacen
los profesionales de primera línea de trabajo, tanto especialistas como
médicos generales, debe ser a través de la historia clínica.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Cazalis.


Por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, tiene
la palabra la senadora Almiñana.


La señora ALMIÑANA RIQUÉ: Bon dia, president. Bon dia,
senyories.


Miri, sobre el paper, el registre de pacients, destinat a
gestionar i a aprofitar les dades que té tot el sistema sanitari públic,
sembla absolutament raonable. Sembla raonable per utilitzar aquestes
dades en investigació, i per utilitzar aquestes dades per tenir més
coneixement sobre la salut. Però també ens sembla una qüestió massa
seriosa per debatre-la en una sola moció i d’una manera molt poc
concreta. Per què dic això? Miri. Arran d’una decisió política de
fa uns mesos, a Catalunya hi va haver una gran discussió sobre el Big
data, sobre el registre de pacients a gran escala. I, arran
d’aquesta proposta del Conseller Boi Ruiz, de crear un gran
programa que es diu VISC, en el qual hi ha totes les dades dels registres
de pacients, es va decidir fer un document sobre bioètica i dades de
salut. És un document que els recomano, que es diu «Documento sobre
Bioética y Big data de Salud. Explotación y Comercialización de los Datos
de los Usuarios en la Sanidad Pública». Está hecho por
l’Observatori de Bioètica i Dret de la Universitat de Barcelona,
dirigit per Maria Casado i d’altres col.laboradors. En aquest
document, s’extreuen una sèrie de recomanacions, recomanacions que
tenen molt a veure amb la nostra societat i les nostres dades. I una de
les recomanacions que es fa és que, en aquests moments, en la nostra
societat és necessari crear la cultura perquè la ciutadania sigui
conscient de la privacitat de les seves dades. Perquè tots sabem que,
quanta més informació tenen de nosaltres, qualsevol, més poder tenen
sobre les nostres conductes i sobre nosaltres, per les coses bones i per
les coses dolentes. Però sí que és veritat que falta aquesta consciència
col.lectiva de la importància que tenen les nostres dades i de l’ús
que se n’ha de fer. També recomanava el document informar i formar
la ciutadania sobre el fet real de què vol dir anonimitzar les dades. És
a dir, que ningú no sàpiga que jo sóc aquesta persona que té VIH o un
càncer o una sèrie de malalties. I ser conscient que, a vegades,
anonimitzar no vol dir tirar enrere, que després no puguem
desanonimitzar. També és important alertar de les necessitats de
redefinir el que són les dades personals.


Potser valdria la pena tornar a legislar sobre què són realment
dades personals. També és important, i cal empoderar la ciutadania,
perquè sàpiga tots els avantatges, riscs i beneficis a l’hora de
cedir les seves dades, per molt que li diguin que seran anònimes.
Aquestes són algunes de les recomanacions, n’hi ha unes quantes
més, però jo he triat les que em semblaven més importants. Per què li
diem això? Li diem això perquè ens sembla que un registre de pacients,
tot i que va cap al camí adequat, sí que és veritat que el que fa és que
la gent hagi de ser molt conscient de què es farà amb les seves dades de
salut, que són les dades més sensibles que tenim. Perquè diuen moltíssima
informació sobre nosaltres. I, per tant, són unes dades que donen molt
poder a qui les percep. Si vostè posa registre de pacients al google, el
primer que li apareixerà són una gran quantitat de pàgines de la
indústria farmacèutica que parlen de malalties concretes i de productes
concrets, no hi ha res de dolent, en això. Però sí que és veritat que la
indústria farmacèutica, entre d’altres, té molt d’interès en
tenir moltes dades. Per tant, és molt important que aquests registres,
aquestes big dades estiguin anonimitzades. Ja saben que diuen que big
dades és igual a big business. I per què diuen això? Perquè és veritat.
Com més dades posseeixi, com més dades pugui creuar de diferents coses,
més possibilitat tinc també de treure’n un negoci. I,
desgraciadament, en salut, això va passar a Anglaterra, amb el National
Health Service i la seva política de privatització, el que va ser en un
procés d’anonimització de dades, les van creuar amb les dades que
tenien les assegurances privades, provocant que, a algunes persones,
se’ls augmentés la quota de la seva assegurança privada, pel fet
que coneixien malalties que abans no coneixien. Per tant, quan parlem de
registre de pacients, hem de posar l’alerta de com serà aquest
registre, qui l’anonimitzarà i qui el gestionarà. Perquè en aquests
moments no existeix una figura especialista en gestionar aquest registre
de pacients.


Per tant, no només estem parlant de salut, sinó que estem parlant
de quines dades hem de treballar, quines són les dades personals i quines
no, quines hem d’anonimitzar i qui gestionarà aquestes dades. I tot
això, a mi em sembla que en una moció no es pot recollir, bàsicament
perquè és un tema massa complicat i que encara està a les beceroles per
poder-lo dur a aquesta Cambra i proposar-lo.


Per tant, amb tots aquests dubtes sobre la taula, el nostre
posicionament serà d’abstenció. I li dic per què, senyor Alarcó. No
és una qüestió en aquest cas política —bé, política també, ja sap
que jo defenso que aquí en aquesta tribuna el que més fem és
política—. Però, sobretot, perquè és una qüestió de prudència i de
racionalitat. Miri, estic convençuda que tots nosaltres ens sentiríem
orgullosos que, gràcies a l’anàlisi de totes les dades de salut,
poguéssim anar millorant la sanitat —i jo crec que aquest serà el
camí— crec sincerament que aquest serà el camí, però també li he de
dir que en aquests moments tenim encara massa coses pendents, hem de fer
primer a, b, c, per poder arribar al Big data que vostè ens proposa. Jo
crec que això encara està molt lluny de ser possible. Independentment que
les dades pertanyin a les comunitats autònomes o a l’Estat
—jo, en això, no hi vull entrar— perquè el que tinc molt clar
és que les dades ens pertanyen a cadascú de nosaltres. I com que cadascú
de nosaltres està en una situació de vulnerabilitat, com quan un està
malalt, i va al seu metge i li explica què li passa i per què li passa
—i aquest professional ho posa dins d’un ordinador— a
partir d’aquell moment nosaltres comencem a ser una mica més
febles. I és molt important que aquesta garantia que la nostra salut mai
no serà utilitzada per res que no sigui per a l’àmbit sanitari o
d’investigació, estigui realment blindada. Sincerament, crec que en
el nostre sistema encara hi ha massa forats com per donar-li aquesta
oportunitat.


Per tant, nosaltres votarem abstenció.


Moltes gràcies. (Aplaudiments).


Buenos día, presidente. Buenos días, señorías.


Sobre el papel, el registro de pacientes, destinado a gestionar y
a aprovechar los datos que tiene todo el sistema sanitario público, me
parece muy razonable para utilizar estos datos en investigación y para
tener más conocimientos sobre la salud; pero también nos parece una
cuestión demasiado seria para debatirla en una sola moción y de una forma
muy poco concreta. ¿Por qué lo digo? A raíz de una decisión política de
hace unos meses, en Cataluña hubo una gran discusión sobre los big data,
sobre el registro de pacientes a gran escala; a raíz de esta propuesta
del consejero Boi Ruiz de crear un programa que se llama VISC, en el cual
estén todos los datos de registro de pacientes, se decidió hacer un
documento sobre bioética y los datos de salud. Es un documento que les
recomiendo y que se llama «Documento sobre bioética, explotación y
comercialización de los datos de los usuarios en la sanidad pública»,
elaborado por el Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de
Barcelona y dirigido por María Casado y otros colaboradores. En este
documento se extraen una serie de recomendaciones que tienen mucho que
ver con nuestra sociedad y nuestros datos. Y una de las recomendaciones
es que en estos momentos en nuestra sociedad es necesario crear la
cultura para que la ciudadanía sea consciente de la privacidad de sus
datos. Porque todos sabemos que cuanta más información tiene de nosotros
alguien, más poder sobre nuestras conductas tiene y también sobre
nosotros, para lo bueno y para lo malo, pero es verdad que falta esta
conciencia colectiva de la importancia de nuestros datos y del uso que se
tiene que hacer de ellos. También recomendaba el documento informar y
formar a la ciudadanía sobre el hecho real de lo que significa anonimizar
los datos; es decir, que nadie sepa que yo soy esta persona que tiene el
VIH o que tiene un cáncer o que tiene una serie de enfermedades, y ser
consciente de que a veces anonimizar no significa ir para atrás, para que
después no podamos desanonimizar. También es importante alertar de las
necesidades de redefinir los datos personales.


A lo mejor valdría la pena volver a legislar sobre qué son datos
personales, importantes también, y hay que empoderar al ciudadano para
que sepa cuáles son las ventajas, riesgos y beneficios a la hora de ceder
sus datos, por mucho que le digan que van a ser anónimos. Estas son
algunas de las recomendaciones. Hay más, pero he escogido las que me
parecen más importantes. ¿Por qué decimos eso? Porque, aunque nos parece
que un registro de pacientes va por el camino adecuado, la gente tiene
que ser muy consciente de lo que se va a hacer con sus datos sobre salud,
que son los más sensibles que tenemos porque dan mucha información sobre
nosotros. Y son datos que dan mucho poder a la persona que los percibe.
Si usted escribe en Google «registro de pacientes», lo primero que
aparecerá es una gran cantidad de páginas de la industria farmacéutica
que hablan de enfermedades concretas y productos concretos. Y no hay nada
malo en eso, pero la industria farmacéutica, entre otras, tiene mucho
interés en tener muchos datos, así que es muy importante que esos
registros o big datas estén anonimizadas. Y, de alguna forma, big data es
igual a big business. ¿Por qué?






Porque cuantos más datos se puedan cruzar
más posibilidades se tendrán de hacer un buen negocio. Eso ya sucedió en
materia de salud en Inglaterra con la privatización de NHS, cuando, en un
proceso de anonimización de datos, estos se cruzaron con aquellos que
tenían los seguros privados, provocando que aumentase la cuota del seguro
privado de algunas personas porque se dieron a conocer enfermedades que
no eran públicas hasta ese momento. Por tanto, hay que estar alerta
respecto de cómo va a ser este registro, quién lo va a anonimizar y quién
lo va a gestionar, porque en estos momentos no existe una figura
especialista en gestionar este registro de pacientes.


No solo estamos hablando de salud, sino también de los datos con
los que tenemos que trabajar; hay que saber qué datos son personales y
cuáles no, cuáles debemos anonimizar y quién los va a gestionar. Y me
parece que todo eso no se puede recoger en una moción. Es un tema
demasiado complicado, y que todavía está en sus inicios, como para
traerlo y proponerlo en la Cámara.


Con todas estas dudas sobre la mesa, nuestra posición va a ser la
de abstención. Y le diré por qué. No es solo una cuestión política
—aunque también, por supuesto; ya sabe que defiendo que lo que más
hacemos es política—, sino básicamente de prudencia y
racionalidad.


Estoy convencida de que todos nosotros nos sentiríamos orgullosos
de que, gracias al gran análisis de todos los datos sobre salud,
pudiéramos mejorar la sanidad. Y ese va a ser el camino, pero en estos
momentos tenemos todavía demasiadas cosas pendientes. Tenemos que hacer
a, b y c hasta llegar a los big data que usted nos propone; y todavía
estamos muy lejos de que eso sea posible. Independientemente de que los
datos pertenezcan a las comunidades autónomas o al Estado —ahora no
voy a entrar en esa discusión—, tengo claro que nos pertenecen a
cada uno de nosotros. Cuando estamos enfermos vamos al médico, le
explicamos lo que nos ocurre, por qué nos pasa, y ese profesional
introduce esos datos en el ordenador, y a partir de ese momento empezamos
a ser un poco más débiles. Es muy importante, pues, tener la garantía de
que nuestra salud nunca se va a utilizar para nada que no se refiera
realmente al ámbito sanitario de investigación, es decir, que esos datos
estén blindados. Y creo que en nuestro sistema todavía hay demasiados
agujeros como para que exista esa oportunidad. Por tanto, nosotros nos
vamos a abstener.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Almiñana.


Por el Grupo Parlamentario de Convergència i d’Unió, tiene
la palabra la senadora Rivero.


La señora RIVERO SEGALÀS: Gràcies, president.


Com a comentari previ a aquesta moció, voldria assenyalar que
nosaltres trobem que aquesta proposta és poc concreta. L’abordatge
és tan genèric, que no acaba proposant res clarament. Demana posar en
marxa les mesures necessàries per a facilitar i ens preguntem quines són
aquestes mesures. Aquí, certament, hem de manifestar que en una primera
llegida d’aquesta moció, ens aborden algunes inquietuds perquè,
malgrat que persegueix una bona finalitat, no en tinc cap dubte i a més a
més, coneixent el talant del senador Alarcó, no en tinc cap dubte, ens
planteja d’entrada dubtes respecte a temes de competències,
identificació, necessitat, model, costos, entre alguns que, a priori, et
vénen al cap. A banda de la centralització d’informació que pot
comportar aquesta mesura, perquè estan parlant d’identificació de
pacients i de dades clíniques, no únicament de tenir un registre de
pacients. L’anàlisi d’aquesta informació ara, en aquest
moment, és competència de les comunitats autònomes i no del ministeri.
Ens planteja qüestions. Llegint la moció podríem pensar: què ens estan
dient? Que les comunitats autònomes envien la informació i es gestionarà
per part de no sé qui sabem i després ens retornaran aquestes dades a
consulta? O pot ser que no sigui això el que ens plantegen, però en tot
cas no queda definit en aquesta proposta.


D’altra banda, no es parla de respectar els models
d’identificació actuals de cada comunitat autònoma, ni tan sols de
mancomunar els identificadors ja existents. Temes que també
s’haurien de posar al damunt de la taula, i amb la introducció de
les esmenes del grup de Podemos sí que alguns han quedat més aclarits,
identificació d’aquests ciutadans —per què hi ha tendència a
utilitzar un únic identificador— confidencialitat, autorització
dels ciutadans a gestionar aquesta informació, cost del manteniment
d’aquesta tramesa d’informació, no tan sols dins del sistema
comunitat autònoma-ministeri, sinó dins dels propis sistemes existents a
cada comunitat autònoma caldria conèixer quines són les funcions del
ministeri en relació a aquest nou projecte, qui gestionarà, de quina
manera.


A banda d’aquesta voluntat de centralitzar les dades
—ja li torno a dir. que és competència de les comunitats
autònomes— l’anàlisi detallada de pacients i patologies,
podem estar d’acord amb què les funcions, o la proposta, pugui anar
determinada a gestionar aquestes dades per trobar respostes en algunes
patologies, o tenir accés a més informació per a donar resposta a
aquestes patologies i, des del punt de vista de la ciutadania, en
l’anàlisi de la moció sembla que tot té una tendència a orientar
que es milloraran les condicions assistencials i nosaltres creiem que amb
aquesta proposta no és així. Ho trobem un brindis al sol perquè, a més a
més, ens posa dificultats que es podrien presentar amb aquest registre
nacional que vostè diu, a la seva utilització en àmbits de tipus més
territorials, més reduïts, amb variables i condicionants que són
diferents als estudis que es puguin dur a terme en aquests territoris en
qüestió. A més, a nivell territorial, a Catalunya ja hi ha registres en
aquest sentit, però sabem que no hi ha el mateix grau de maduresa a totes
les comunitats autònomes i hauríem de començar a tenir implantats els
sistemes i a mirar què fem de tota aquesta informació, com en fem un bon
ús, però, per a nosaltres, no passa per establir un sistema únic que
vulgui igualar i uniformitzar tot això, el que passa és per tota la
informació que tinguem a cada lloc, que la puguem compartir, estem més
per aquí. No sabem el grau de maduresa que hi ha a cada comunitat
autònoma, no ho sabem. A Catalunya s’ha treballat molt en aquest
sentit, fins i tot ens hem equivocat a l’hora d’implantar
alguns sistemes i hem hagut de rectificar, perquè no és una feina fàcil i
és una feina molt delicada, perquè hem de partir de la premissa que les
dades són del pacient, per tant, és un tema molt sensible quan estem
treballant amb aquesta informació.


Per tant, creiem que és preferible que la col.laboració de la
informació sigui col.laboració en xarxa, de diferents registres, sobre
variables prèviament acordades i en estudis d’àmbit
supraterritorial. En aquest sentit, recordar que Espanya ja forma part
d’iniciatives europees en aquest sentit. Tenim la European Network
of Cancer Registers, també estan en el Registre Europeu de Malalties
Rares o Minoritàries, pensem que no és necessària la fórmula
d’aquest registre de pacients a nivell nacional, per efectivament
trobar la manera, en xarxa, de posar tota la informació a l’abast
en aquest nivell que ja s’està duent a Europa. Per tant, compartim
que és bo que la informació estigui a l’abast per tal de poder
estudiar estadísticament les malalties o poder tenir coneixement de les
característiques del malalt, però no veiem que aquesta proposta, que és
molt inconcreta, pugui ser efectiva, i menys a aquestes alçades. Però
això, i perquè entenem que en un món globalitzat les solucions
d’informació no passen per ser úniques o uniformes, pensem que el
que cal és que puguin ser compartides, que les informacions puguin ser
compartides. Nosaltres, per l’experiència que tenim en
digitalització de les dades clíniques, apostem per la potenciació de la
interoperabilitat entre els diferents sistemes d’informació.


Si vostès estan parlant d’un registre nacional de pacients
únicament, des del punt de vista més tècnic, el ministeri té totes les
eines en aquest moment per fer un registre de pacients a través de la
història clínica digital. Això ja poden fer-ho. Si volen anar més enllà,
nosaltres pensem, en resum, que el més eficient és compartir la
informació però no allunyar-la dels registres de gestió dels diferents
àmbits de responsabilitat sanitària. Per una senzilla raó, de sentit
comú, perquè la proximitat dóna fiabilitat i dóna eficiència al
tractament de les dades.


Per això, malgrat que entenem que hi ha bona voluntat, pensem que
aquesta moció ens situa en un brindis al sol, pensem que hi ha molta més
feina per fer, que sona molt bé parlar d’aquest registre nacional
de pacients però, en aquest moment, no tenim la maduresa suficient en el
tractament de les dades i menys a nivell de totes les comunitats
autònomes, perquè aquesta proposta assoleixi la finalitat que diu
perseguir.


Per això, i perquè ja els dic que no estem d’acord amb el
fet de donar suport a una proposta que no ens proposa cap sistema
—no sabem qui gestionarà aquestes dades, de quina manera—
nosaltres no ens sentim còmodes donant suport, ens manifestem a favor de
la finalitat que diu perseguir, però no compartim el sistema ni pensem
que el registre nacional de pacients sigui la fórmula per aconseguir el
que diu aquesta moció.


Per tot això, em sap greu, senyor Alarcó, perquè si hagués de
votar d’acord amb el seu tarannà evidentment li votaria fins i tot
que sí, perquè és un bon company i una persona absolutament oberta al
diàleg i a parlar dels temes, però, pel contingut de la moció, em sap
molt greu però votarem que no.


Moltes gràcies.


Gracias, presidente.


Como comentario previo a esta moción quiero señalar que esta
propuesta nos parece poco concreta; su abordaje es tan genérico, que no
acaba proponiendo nada claramente. Se pide que se pongan en marcha las
medidas necesarias para facilitar…, y nos preguntamos cuáles son
esas medidas. Ciertamente, al leer por primera vez esta moción se nos
plantearon algunas inquietudes, porque, a pesar de que su buena finalidad
está clara —no me cabe la menor duda, sobre todo conociendo el
talante del señor Alarcó—, como digo, surgen dudas sobre
competencias, identificación, necesidad, modelo, costes o centralización
de la información que puede comportar esta medida. Porque se habla de
identificación de pacientes y datos clínicos y no solo de un registro de
pacientes. Bien, el análisis de esta información en este momento es
competencia de las comunidades autónomas, no del ministerio, y nos
plantea varias cuestiones. Leyendo la moción podríamos pensar: ¿Qué nos
están diciendo: que las comunidades autónomas enviarán la información,
esta se va a gestionar por parte de no sé quién, y luego se devolverán
los datos para consulta? ¿O no es eso lo que nos plantean? En todo caso,
no queda definido en la propuesta.


Por otro lado, no se habla de respetar los modelos de
identificación actuales de cada comunidad autónoma o de mancomunar los
identificadores ya existentes, temas que también se tendrían que poner
sobre la mesa. Con la introducción de la enmienda de Podemos algunos de
estos extremos han quedado un poco más aclarados, como la identificación
de esos ciudadanos —porque hay tendencia a utilizar un solo
identificador—, la confidencialidad, la autorización de los
ciudadanos para gestionar esta información, el coste del mantenimiento de
esta, no solo en el sistema comunidad autónoma-ministerio, sino también
en los sistemas existentes en cada comunidad autónoma, o conocer las
funciones del ministerio en relación con este nuevo proyecto y quién lo
va a gestionar y de qué forma.


Aparte de la voluntad de centralizar los datos —repito que
es competencia de las comunidades autónomas— y del análisis
pormenorizado de pacientes y patologías, estamos de acuerdo con que la
propuesta persiga encontrar y gestionar esos datos para dar respuesta a
esas patologías o tener acceso a más información a tal fin. Y desde el
punto de vista de la ciudadanía, del análisis de la moción se puede decir
que las condiciones asistenciales van a mejorar. Pero creemos que no es
así, que de alguna forma es un brindis al sol. Además, con ese registro
nacional se podrían presentar una serie de dificultades a la hora de
utilizar esos datos en un ámbito territorial más reducido, con variables
y condicionantes diferentes a los estudios que se puedan realizar en esos
territorios en cuestión. Por otra parte, en Cataluña ya existen registros
en ese sentido, pero sabemos que no hay el mismo grado de madurez en
todas las comunidades autónomas, por lo que deberíamos empezar por tener
implantados los sistemas y saber hacer un buen uso de toda esa
información. Y en nuestra opinión eso no pasa por un sistema único que
iguale y uniformice todo, sino porque podamos compartir toda la
información que tengamos en cada una de las comunidades autónomas. Repito
que no conocemos el grado de madurez de cada una de las comunidades. En
Cataluña se ha trabajado mucho en este sentido, e incluso nos hemos
equivocado a la hora de implantar algunos sistemas y hemos tenido que
rectificar, porque esta no es una tarea fácil, sino muy delicada. Debemos
partir de la premisa de que los datos son del paciente, por lo que
trabajar con esa información es un tema muy sensible.


Por tanto, creemos que es preferible que la colaboración sea en
red entre distintos registros sobre variables previamente acordadas y en
estudios de ámbito supraterritorial. A este respecto quiero recordar que
España ya forma parte de iniciativas europeas, como la red europea de
enfermedades de cáncer, o un registro europeo de enfermedades
minoritarias. En definitiva, pensamos que no es necesaria la fórmula de
un registro a nivel nacional para encontrar la manera de que toda la
información se ponga en red al nivel que ya existe en Europa. Pensamos
que es bueno que la información esté al alcance de todos para poder
estudiar estadísticamente las enfermedades o tener conocimiento de las
características del enfermo, pero no creemos que esta propuesta, muy
inconcreta, pueda ser eficaz y efectiva, y menos en estos momentos,
porque creemos que en un mundo globalizado las soluciones para la
información no pasan, repito, por ser únicas o uniformes, sino que deben
ser compartidas, que las informaciones se pueden compartir. Por nuestra
experiencia con la digitalización de los datos clínicos, apostamos por la
potenciación de la interoperabilidad entre los distintos sistemas de
información.


Si ustedes están hablando de un registro nacional de pacientes
únicamente desde un punto de vista muy técnico, en estos momentos el
ministerio ya dispone de todas las herramientas para poder llevarlo a
cabo a través de la historia clínica digital. Eso ya se puede hacer. Pero
si quieren ir más allá, pensamos que lo más eficaz es, repito, compartir
la información, pero no alejarla de los registros de gestión de los
distintos ámbitos de responsabilidad sanitaria, por sentido común: porque
la proximidad da fiabilidad y eficiencia al tratamiento de los
datos.


Por todo ello, a pesar de que reconocemos su buena voluntad,
pensamos que esta moción es un brindis al sol. Hay mucho trabajo por
hacer. Está muy bien hablar de un registro nacional de pacientes, pero en
estos momentos, insisto, no tenemos la madurez suficiente en el
tratamiento de los datos —y menos al mismo nivel en todas las
comunidades autónomas— para que esta propuesta consiga la finalidad
que persigue.


En resumen, como no estamos de acuerdo con apoyar una propuesta
que no nos propone ningún sistema —no sabemos quién va a gestionar
esos datos y de qué forma—, no nos sentimos cómodos apoyando esta
moción. Repito que estamos a favor de la finalidad que persigue, pero no
compartimos el sistema ni pensamos que el registro nacional de pacientes
sea la fórmula adecuada para conseguir el objetivo de esta moción.


Lo siento, señor Alarcó, si fuera por su talante votaría a favor,
porque es usted un buen compañero y una persona absolutamente abierta al
diálogo y dispuesta a hablar de todos estos temas, pero, aunque me sabe
muy mal, por el contenido de la moción vamos a votar en contra.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Rivero.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el senador
González Bethencourt.


El señor GONZÁLEZ BETHENCOURT: Gracias, señor presidente. Buenos
días, señorías.


Qué duda cabe que estamos ante una moción de enorme trascendencia,
no solo para los enfermos, sino para todos los profesionales que se
dedican a la investigación. Evidentemente, los que hemos hecho
investigación en hospitales y en la universidad a la hora de comenzar a
trabajar siempre hemos echado en falta no disponer de una buena base de
datos. Por tanto, el Partido Socialista valora y apoya la enorme
trascendencia que supone disponer de datos de los pacientes para poder
investigar, para avanzar en el tratamiento de pacientes con cáncer, para
avanzar en el costo de los medicamentos, para avanzar en la evolución de
los pacientes, en su seguimiento, supervivencia, etcétera. Es decir,
entendemos que la disponibilidad de los datos de pacientes a nivel
central es una base importante. Y también entendemos que eso no es fácil.
En cualquier caso, se trata de seguir una recomendación de la
Organización Mundial de la Salud, que sugiere, efectivamente, que todos
los países dispongan al más alto nivel de una base de datos para la
investigación, una investigación que no solamente puede ser clínica, sino
también epidemiológica, universitaria u hospitalaria, y que todos los que
hemos trabajado en este mundo sabemos lo importante que es. Ahora bien,
hay que tener en cuenta que en España ya se ha producido un avance
importante en este sentido; de hecho, ya hay siete registros que están
funcionando muy bien. Aparte del registro oncológico, tenemos los de
distrofia muscular, de enfermedades raras —fue tratado en este
Pleno, y lo apoyamos—, de espina bífida, de lupus eritematoso, de
errores congénitos del metabolismo y también el de instrucciones previas
sobre cuidados y tratamientos de la salud o con motivo de
fallecimiento.


Es decir, no partimos de cero, sino de un avance importante en
todos estos aspectos. Pero, efectivamente, para poder seguir avanzando
tenemos que disponer de esos datos, y hay que contar con las comunidades
autónomas y con los profesionales de la salud, que son los que inician el
proceso. Por tanto, es necesario que haya una planificación informática.
Es necesario que el Consejo Interterritorial de Salud planifique la
manera de recoger los datos; que estos estén informatizados
perfectamente; que se puedan estudiar y valorar de acuerdo con criterios
de control; y también que haya una seguridad para los pacientes. Por
cierto, esa seguridad ya está resuelta, puesto que en la historia clínica
y en los datos que se aportan nunca figura el nombre del paciente
—está en el anonimato—, aunque de alguna forma se define el
proceso del enfermo. Por consiguiente, entendemos, repito, que esta
moción supone un avance pero no resuelve las necesidades actuales de la
investigación.


En cuanto a lo que ha dicho el señor Alarcó sobre la aceptación de
los tres puntos de la enmienda de Podemos, tengo que recordarle, senador
Espinar, que no es correcto que el Grupo Popular haya aceptado los tres.
Por ejemplo, ha obviado —no sé si lo ha leído— la expresión:
«…sin que pueda cederse a empresas privadas ni pueda externalizarse
su procesamiento.» Como digo, de los tres puntos que usted ha presentado,
esta parte, que es muy importante, no ha sido incorporada al texto, luego
repito que no es verdad que el Grupo Popular haya aceptado la enmienda en
su totalidad.


En cualquier caso, valoramos y apoyamos esta iniciativa, pero
tenemos que ver los inconvenientes de la moción. Por un lado, señor
Alarcó, el PP no garantiza que no pueda cederse a empresas privadas la
información obtenida por los servicios sanitarios, los médicos, los
investigadores, los centros de salud, las empresas, etcétera, o que su
procesamiento no pueda externalizarse. Este es un problema importante, y
el texto de la moción no resuelve este punto. Por otro lado, la moción
del Grupo Popular reconoce —léanlo al final— que la recogida
de datos es muy tediosa y que va a suponer un esfuerzo al que deben
dedicarse recursos. Y eso supone una importante inversión; y es verdad,
porque pensar que en el Ministerio de Sanidad puedan figurar los datos de
todos los pacientes es una utopía, es imposible. Hay que centrarse, pues,
en los registros que ya tenemos e ir avanzando en otros nuevos.


Vemos que la moción presenta dos déficit importantes, que hacen
que revisemos nuestra decisión al respecto, que no nos gustan en
absoluto. Y también existe una contradicción: por un lado, en la moción
del Grupo Popular se dice que esta iniciativa exige una gran inversión y
que la recogida de datos es tediosa. Bien, se supone que hay que emplear
a profesionales de la informática, que hay que poner de acuerdo a médicos
e investigadores y canalizar los datos desde los servicios regionales de
salud al Ministerio de Sanidad. Sin embargo, la moción también dice que
no supone coste económico alguno. Como digo, es una contradicción
absoluta: si dicen que la recogida de datos es importante, que además es
tediosa, y que requiere una gran inversión, no se puede luego adjuntar un
documento en el que se diga que no supone coste económico alguno.


Señor Alarcó, señores del Partido Popular, ¿en qué quedamos?
Apoyamos la investigación, apoyamos a los profesionales de los
hospitales, de atención primaria, de la universidad, apoyamos cualquier
iniciativa de investigación en favor de los enfermos, apoyamos que se
conozca el seguimiento de los tratamientos, la evolución y la
supervivencia en la cirugía, en los tratamientos de oncología y en todas
las enfermedades que hemos señalado antes. Pero vemos que esta moción del
Grupo Popular se presenta, curiosamente, al final de la legislatura. Es
muy llamativo que la presenten ahora, al final de la legislatura, cuando
ya no hay tiempo de poner de acuerdo a las comunidades autónomas y ni
siquiera habrá tiempo de convocar al Consejo Interterritorial de
Salud.


Por tanto, el Grupo Socialista, dejando claro que apoya la
iniciativa y también el registro de pacientes, se va abstener.


Gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador González
Bethencourt.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el senador
Alarcó.


El señor ALARCÓ HERNÁNDEZ: Muchas gracias, señor presidente.


En primer lugar, señorías, para desmarcarme de cualquier crítica
posterior, quiero agradecer sinceramente a los portavoces de todos los
grupos el tono de su intervención. Creo que es un requisito que tenemos
que fomentar cada vez más.


En segundo lugar, ¡qué papelón, querido José Vicente González
Bethencourt, senador y médico! ¡Qué papelón! ¡Qué pena!


Si hay un idioma internacional, ese es el de la medicina. Es el
esperanto de la humanidad, con el que todos nos entendemos y en el que la
ideología no tiene peso. Y creo en las ideologías, lo hago con pasión,
pero este no es un tema ideológico. Para que el niño o la niña que nazcan
hoy —nacerán menos de los necesarios, pero nacerán—, tenga
una morbimortalidad perinatal de casi cero… (Una mujer que ocupa la
tribuna de público se desnuda el torso mostrando el lema «yo decido»,
mientras grita «libertad para abortar; mi cuerpo, mis normas»).


El señor PRESIDENTE: Ruego a los servicios de la Cámara que
desalojen la tribuna del público. (Los servicios de la Cámara proceden al
desalojo de la tribuna de público).


Continúe, senador Alarcó.


El señor ALARCÓ HERNÁNDEZ: Como iba diciendo, el niño o la niña
que nazca hoy en España tiene al nacer una morbimortalidad de 0,01 %.
Cuando la madre vaya a dar a luz, tendrá la morbimortalidad y la atención
de los mejores profesionales del mundo. Cuando necesite una intervención
quirúrgica entrará en quirófanos con profesionales que le darán una
garantía casi absoluta. Y eso, señores, es así gracias a que en España
tenemos una sanidad pública que es la suma de la sanidad de las
comunidades autónomas, que no tiene ningún déficit distinto a la sanidad
española. No hay que tener ningún miedo.


Señor Cazalis, como siempre, nos entendemos muy bien. Le comprendo
muy bien. Esta es una necesidad bibliográfica, técnica, que piden,
incluido el País Vasco, mis compañeros y los suyos. Por cierto, la unidad
de medida, el tiempo de duración de una legislatura es de cuatro años, no
uno. El cuarto año es igual de importante que el primero, querido
compañero. ¿Es que en el cuarto año, como es el último y hay elecciones,
no se puede hacer nada? ¿De qué estamos hablando? ¿No será esa una
excusa? Es importantísimo que no haya ninguna duda. La protección de
datos está en una ley orgánica, aprobada, por cierto, casi por mayoría
absoluta. Y los que la pusieron en duda también votaron a favor.


Y, por supuesto, no se trata de un gasto. Dice usted, señor
González Bethencourt, que hay una contradicción. Si usted dijera a sus
compañeros del hospital donde trabajaba lo que ha dicho aquí, tendría un
porvenir muy dificultoso. Le voy a dar un dato. Llevo treinta y nueve
años dando clase, y en mi cátedra preparamos a los MIR, a residentes de
todo el país. Y les hacemos la siguiente pregunta: ¿Qué hay que hacer
para mejorar los datos de un país, incluida la estadística europea
—porque va a haber un registro europeo sanitario—? La
respuesta es: un registro nacional de pacientes. (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por favor.


El señor ALARCÓ HERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.


Y si en la respuesta no figura «registro nacional de pacientes»,
la pregunta se ha suspendido y no se aprueba el MIR. ¿Por qué molesta que
la palabra «nación» sea inquisidora para el control de unos datos, cuando
eso está garantizado? Señores, ¡por favor!


Les voy a dar otro dato que creo que es definitivo. Somos —y
debemos decirlo con pasión y con orgullo todos y de todos los
partidos— el primer país del mundo, y lo llevamos siendo
veinticuatro años seguidos, incluido este —la estadística se
publicó hace dos días—, en donaciones de órganos y en trasplantes
por cada 1000 habitantes. Y eso lo organiza la Organización Nacional de
Trasplantes. Es imprescindible un registro de trasplantes nacional para
que, por ejemplo, los riñones que uno tiene la suerte de poder donar a
esa gran comunidad —donde yo aprendí a hacer trasplantes de
páncreas— que se llama Cataluña vayan a otro cuerpo
maravillosamente bien y den vida. ¿Por qué no ponemos las cosas en su
sitio? La Organización Nacional de Trasplantes es el registro nacional
más solidario, sin fronteras, más auténtico, más marca Europa y más marca
de este país que existe en nuestra historia. ¿Por qué? Porque es
solidario, porque es técnicamente perfecto, y lo ha sido, repito,
veinticuatro años seguidos. Porque cuando uno hace un trasplante no
pregunta de dónde vienen los órganos; cuando uno opera, opera bien, con
un resultado determinado, pero no tiene ninguna ideología. Insisto:
pongamos las cosas en su sitio. Esto es importantísimo.


En los minutos que me quedan, les pido modestamente,
encarecidamente, que todos podamos salir… (Rumores) —se oye
demasiado a la gente, y eso que yo también hablo cuando estoy ahí, con lo
cual, mea culpa— … de esta Cámara Alta, no Baja, que tiene
una misión fundamental en relación con la ciencia, que tiene la misión de
solucionar todos los problemas que se puedan a la ciudadanía, porque
cuando esta enferma no tiene ideología —ni la terapéutica—,
que podamos salir, digo, diciendo que hacer un registro nacional de
pacientes, que pronto será un registro europeo de pacientes —y ya
tenemos un registro nacional de trasplantes—, es importantísimo
para que mejore la calidad de lo que estamos dando. Repito que es
importante.


Para terminar, quiero decir al doctor Cazalis que el 80 % del
gasto sanitario lo engendramos los profesionales, como tiene que ser. No
solamente tenemos que saber odontología, hematología o cirugía, sino que
debemos ser racionales en su correcta utilización, con las herramientas
correctas, para poder hacer una medicina más eficaz. Y eso se llama
registro nacional de pacientes, que no es ni público ni privado, sino que
está protegido en un país democrático por la Ley Orgánica de protección
de datos. No tengan ninguna duda.


Voy terminando.


Llevo ocho años en esta Cámara y nunca había oído en esta tribuna
—y mire que he oído cosas, todos las hemos oído— que un
senador le diga a otro de otro partido: te has confundido diciendo que sí
al PP. Eso ha hecho José Vicente González Bethencourt, senador canario
del Partido Socialista, que le ha dicho a Podemos que se ha confundido al
aceptar lo que ha aceptado. Yo no lo he vivido nunca, aunque es verdad
que ocho años en el Senado no es mucho en comparación con la experiencia
que tienen otros senadores que llevan mucho más tiempo. Esto es algo
increíble, menudo papelón (Rumores). Ayer dialogué con el senador Espinar
y me propuso una serie de cosas que eran absolutamente razonables; y,
como son razonables, las proponga quien las proponga, el Partido Popular
no tiene ningún anticuerpo —ya que hablamos de sanidad— que
le impida aceptarlas con nobleza y decirlo en público y aquí.






Espero que
eso nunca nos limite a la hora de mejorar el tratamiento de los
ciudadanos, que somos todos los pacientes. Y lo que añadió fue muy
sencillo. ¿Cómo que usted quitó, si es una modificación, señor González
Bethencourt? Es una modificación y, como lo es, se corrige, se constata
con su grupo, se aprueba y se firma; y, una vez firmado, se toma la
resolución.


En definitiva, y quiero decirlo en público…


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor ALARCÓ HERNÁNDEZ: Ya termino. Pero se me ha interrumpido,
señor presidente. Le pido un minuto nada más.


El señor PRESIDENTE: Ya lo he tenido en cuenta, senador
Alarcó.


El señor ALARCÓ HERNÁNDEZ: Muchas gracias, señor presidente.


Acabo ya. El señor Espinar añade tres puntos que son absolutamente
lógicos y que se han incorporado.


Para terminar, quiero agradecerles a todos el tono utilizado en
esta moción. Les pido y sugiero que recapaciten, porque es muy importante
que en esta Cámara se apruebe por unanimidad, o por lo menos con una
mayoría franca, esta moción que mejora el tratamiento de nuestros
ciudadanos y pacientes.


Gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Alarcó.


Llamen a votación. (Pausa).


Cierren las puertas.


Señorías, votamos la propuesta de modificación, firmada por el
Grupo Parlamentario Popular, el Grupo Parlamentario de Convergència i
d’Unió, el Grupo Parlamentario Vasco y el Grupo Parlamentario
Mixto, sobre la moción del Grupo Parlamentario Popular.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: presentes, 231;
votos emitidos, 230; a favor, 149; en contra, 17; abstenciones, 64.


El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.









MOCIÓN POR LA QUE SE INSTA AL GOBIERNO A LA ADOPCIÓN DE
DETERMINADAS MEDIDAS EN RELACIÓN CON EL SECTOR PESQUERO.


662/000209

GPP


El señor presidente da lectura al punto 6.2.


El señor PRESIDENTE: A esta moción se han presentado cuatro
enmiendas. Una, del Grupo Parlamentario de Convergència i d’Unió,
dos del Grupo Parlamentario Mixto, a iniciativa de la senadora Julios y
de la senadora Armas, y otra, del Grupo Parlamentario Socialista.
(Rumores).


Señorías, guarden silencio, por favor.


Para la defensa de la moción, tiene la palabra la senadora
Larriba. (Rumores).


Señorías, guarden silencio, por favor.


La señora LARRIBA LEIRA: Buenos días, señor presidente.
(Rumores).


Señorías, traemos a este Pleno...


El señor PRESIDENTE: Espere un momento, senadora Larriba.
(Continúan los rumores).


Señorías, abandonen el hemiciclo en silencio, por favor.


Cuando quiera, senadora Larriba.


La señora LARRIBA LEIRA: Gracias, presidente.


Traemos a este Pleno una iniciativa que tiene por objeto llamar la
atención del Gobierno sobre algunos aspectos que preocupan al sector
pesquero español.


Por lo que respecta a la gestión del caladero nacional, el
Gobierno ha cumplido el compromiso de revisar los repartos de cuotas
realizados en la anterior legislatura. Sin embargo, como todos ustedes
saben, todavía se hace necesario adecuar los niveles de flota a la
sostenibilidad de los recursos pesqueros, no solo desde el punto de vista
medioambientalista, sino también socioeconómico. Estos objetivos han de
especificarse por medio de planes de ordenación de las distintas flotas,
en conjunción con las comunidades autónomas, en lo referente a la pesca
en aguas interiores que son de su plena competencia, de tal manera que
alcanzando límites biológicos seguros se permita el mantenimiento de la
actividad a largo plazo, especialmente en las zonas altamente
dependientes de la pesca. Para ello, se debe analizar pormenorizadamente
cada segmento de flota atendiendo al caladero en el que desarrolla su
actividad y a las especies a las que dirige su labor.


El ministerio ha avanzado sustancialmente en esta dirección a lo
largo de la legislatura poniendo el acento en las personas que viven del
mar, defendiendo especialmente la actividad pesquera de los segmentos de
flota más vulnerables, como lo ha hecho con las embarcaciones del xeito y
del racú, ante la prohibición de pescar con redes de deriva.


Pero hay que seguir haciendo frente a los intentos descabellados
de ciertas organizaciones ecologistas, algunas de ellas, por cierto,
ligadas a intereses de empresas petrolíferas, para que se prohíba el
arrastre de fondo a partir de los 600 metros sobre la base de estudios
científicamente poco rigurosos que menosprecian el daño enorme que se
puede hacer a las economías costeras con las medidas que proponen. Por
eso, es necesario, especialmente en los fondos donde se permiten las
artes de pesca de arrastre, impulsar el mapeado de zonas sensibles de
pesca; estudios, por cierto, en los que España ha sido pionera, de modo
que las medidas que se adopten no estén basadas en estudios cargados de
demagogia, sino que resulten del respeto a los trabajadores y a la buena
planificación de la actividad pesquera.


Desde esta tribuna hemos instado al Gobierno a desarrollar un
sistema que posibilite la transferencia de cuotas individuales, las ITQ,
por especie entre las empresas. Esto sigue siendo necesario por varios
motivos. En primer lugar, porque a medio plazo este sistema no parece el
más apropiado para ciertas actividades de pesca de bajura, que requieren,
de momento, un sistema propio basado en la corresponsabilidad individual
y colectiva, expresada esta, quizá, a través de las cofradías de
pescadores. Sin embargo, tenemos que convencer a nuestros socios europeos
de que estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para atender
debidamente el requerimiento de explotar las pesquerías al nivel de
rendimiento máximo sostenible.


En nuestra opinión, el sistema de cuotas transferibles es el más
eficaz para la autorregulación de las pesquerías industriales y de altura
e, incluso, el de algunas unidades de pesca de cerco. La experiencia
española así lo avala y ello ha permitido adaptar el tamaño de nuestra
flota a las posibilidades de pesca a medio y largo plazo. El ideal sería
un sistema global para Europa en el que estas cuotas individuales fueran
plenamente transferibles en todo el mercado común. Pero esto, hoy en día,
y con la jurisprudencia que defiende que las cuotas pertenecen a los
Estados miembros, no es posible. No obstante, creemos que la asignación
de estos derechos a las empresas mediante un sistema análogo a los
regímenes de concesión administrativa, donde estos derechos pudieran ser
pignorables sin que el Estado perdiera su titularidad, no solo es posible
sino deseable, porque permite una concentración de los derechos de manera
racional y con cargo a la iniciativa privada sin el concurso de recursos
públicos estableciendo, eso sí, los oportunos límites para evitar
situaciones de monopolio u oligopolio. Señorías, creemos que esta
cuestión debería estar incluida en los planes de ordenación pesquera
aunque solo sea para indicar la dirección en la que se enmarca la acción
del Estado.


No quiero dejar de señalar la necesidad de incentivar una
dimensión de la flota en equilibrio con los recursos disponibles y que
cumpla, además, con unos niveles óptimos de empleo, evitando la
sobrecarga de las unidades y con ello la fatiga del trabajo, mejorando la
calidad de la dura actividad que realizan los trabajadores del mar.


En cuanto a los planes de descarte y posibilidades de pesca para
el próximo año, todos ustedes saben que, tras la reforma de la política
pesquera comunitaria, la nueva regulación obliga a desembarcar todas
capturas que realice un buque pesquero en el desarrollo de su actividad,
prohibiendo expresamente los descartes, es decir, prohibiendo que se
devuelvan al mar, vivas o no, las capturas no deseadas, bien porque no
alcanzan la talla mínima o porque el pescador no dispone de cuotas para
esa especie que descarta. Esto plantea graves problemas en las pesquerías
mixtas o multiespecie porque, aunque se ha avanzado mucho en estas artes
selectivas, no hay manera de evitar las capturas incidentales de especies
no deseadas, lo que impide a estas pesquerías alcanzar sus niveles de
rendimiento máximo sostenible.


El caso de España es especial. En las negociaciones de adhesión a
la Unión Europea, a diferencia del resto de los Estados miembros, a
España solo se le asignaron cuotas sobre las pesquerías principales y no
sobre las accidentales, que están inevitablemente presentes en estas y
que, según el reglamento antiguo, debían devolverse al mar. Ahora ya no
es posible y habrá que paralizar la pesquería principal en cuanto se
alcancen ciertos niveles de captura de especies accidentales que, ahora
sí, cuentan sobre la cuota. Esta situación no deja de suponer cierta
alteración en las condiciones del tratado de adhesión, que es preciso
cuantificar y describir, así como proponer las soluciones adecuadas a
corto, medio y largo plazo. Desde luego, es el momento de apoyar la
reconversión de los buques hacia la utilización de artes de pesca más
selectivas y, quizá, el de proponer una revisión de las cuotas a las que
España tiene derecho.


A pesar de los aumentos de cuota obtenidos por el Gobierno actual
para la flota española y de las medidas de gestión adicionales para
compensar los desequilibrios existentes entre la capacidad y esfuerzo de
nuestra flota pesquera y las posibilidades de pesca, todavía se hace
necesario la utilización de paradas temporales planificadas con ayudas
públicas para minimizar, temporal o puntualmente, la existencia de
segmentos de flota y modalidades por caladeros en los que persiste
sobrecapacidad. Así lo contempla la nueva política pesquera comunitaria
al integrar la paralización temporal como una medida biológica de
equilibrio en las pesquerías, y se pone a disposición de los Estados
miembros a través de las ayudas del Programa horizonte 2020.


Señorías, debo destacar a este respecto que el considerable
incremento de las posibilidades de pesca para la flota española que se ha
producido a lo largo de esta legislatura se ha debido, en gran medida, a
la política de control e inspección de la actividad que ha mantenido el
Ministerio de Agricultura. Sin un equilibrio entre el esfuerzo pesquero y
los recursos disponibles, no es posible garantizar al sector la actividad
en el futuro y el abastecimiento del mercado comunitario. Sin embargo,
nuestro grupo parlamentario pide al Gobierno que asegure un acceso
suficiente a las cuotas en pesquerías pelágicas del litoral como la
caballa, el jurel, la anchoa o la sardina, intentando reducir las
sanciones ocasionadas por la negligencia del Gobierno anterior. Le
pedimos también que distinga claramente los stocks de bacaladilla del
norte y sur como independientes, así como que intensifique los estudios
para dilucidar si otros stocks están delimitados adecuadamente.


En relación con los acuerdos pesqueros a los que se refiere el
punto tres de nuestra moción, quisiera decirles que en materia de pesca
es esencial la participación activa e influyente en el proceso de toma de
decisiones político y legislativo de la Unión Europea. El sector pesquero
español es fundamental en la economía de Europa por su importancia
estratégica, desde el punto de vista del abastecimiento alimentario,
máxime ante una creciente demanda de alimentos. Se debe, por tanto,
mantener con firmeza una posición en las negociaciones internacionales y
no nos cabe duda de que así lo ha hecho este Gobierno. Desde febrero
de 2012 se han rubricado dieciséis acuerdos de pesca con terceros países,
algunos de los cuales estaban bloqueados al inicio de la legislatura,
como los de Marruecos, Gabón, Senegal o Guinea Bissau.


Señorías, la Unión Europea es el mayor mercado de productos de la
pesca del mundo e importa el 60 % del pescado que consume. La pesca
ilegal no declarada y no reglamentada tiene un grave impacto sobre los
entornos marinos y supone una competencia desleal con el sector pesquero
español. Por ello, desde esta tribuna pedimos al Gobierno que inste a la
Comisión Europea a que las medidas de inspección y control aplicadas con
tanto éxito por España se extiendan al resto de los Estados miembros,
evitando así que los productos importados busquen vías de entrada más
laxas en el mercado comunitario, compitiendo de manera desleal con
nuestros productos y poniendo en riesgo nuestra seguridad
alimentaria.


Pero todo esto, señorías, no es suficiente. Debemos reconocer el
importantísimo papel que juegan nuestras empresas de capital mixto
ubicadas en terceros países. Se necesita un marco comercial adecuado que
liberalice las importaciones de ciertos productos básicos, algo que
precisa nuestra muy desarrollada industria de transformación. No tiene
lógica, por ejemplo, que el abadejo de Alaska entre en la Comunidad
Europea en mejores condiciones arancelarias que la merluza argentina o
namibia, y lo mismo es válido para el gambón argentino. Señorías, es
ineludible la revisión al alza de los contingentes libres de arancel, así
como la eliminación de trabas que entorpecen y alargan los trámites
administrativos para permitir la entrada en territorio español y
comunitario de productos que en la mayoría de los casos son capturados
por nuestra flota de empresas mixtas o que resultan indispensables para
la buena marcha de nuestra industria transformadora de productos de la
pesca.


En cuanto al Plan estratégico de la acuicultura española al que
nos referimos en el último punto de nuestra moción, quiero decirles que,
efectivamente, la Secretaría General de Pesca ha finalizado el Plan
estratégico plurianual de la acuicultura española 2014-2020, y que para
su correcta planificación espacial se ha estado trabajando en el rediseño
del sistema de información geográfica, tarea que se verá reforzada en los
Presupuestos Generales del Estado 2016 con el aumento de la dotación que
ha presentado el Gobierno para respaldar los trabajos llevados a cabo por
Foessa, a través de un convenio con la Fundación Biodiversidad. El
objetivo, a nuestro juicio, es fijar con claridad cuáles son las áreas
susceptibles de instalación de este tipo de industrias para, una vez
definidas dichas áreas, procurar que la tramitación administrativa, desde
la aprobación de la inversión hasta el comienzo de las obras, no supere
los seis meses.


Señorías, sin ecología no hay economía. La vinculación empresarial
con la biodiversidad es evidente y su realidad se ve afectada si la
perdemos. De ahí que instemos al Gobierno a dar continuidad a los
trabajos llevados a cabo por Foessa y a desarrollar el plan estratégico
de la acuicultura española, en colaboración con las comunidades
autónomas, para que esta actividad pueda desplegar todo su potencial y
lograr el objetivo, para el horizonte temporal 2030, de que la
acuicultura española lidere en términos productivos y económicos esta
actividad en el ámbito europeo, reforzando su papel dinamizador en las
zonas rurales y litorales, creando empleo y garantizando a los
consumidores productos de calidad y procesos sostenibles.


Muchas gracias, señorías. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Larriba.


Para la defensa de la enmienda del Grupo Parlamentario Catalán en
el Senado Convergència i d’Unió, tiene la palabra el senador
Maldonado.


El señor MALDONADO I GILI: Moltes gràcies, president.


La nostra és una esmena, com la immensa majoria d’esmenes
que hem portat en la història parlamentària de l’Estat, que intenta
moltes coses. Intenta, en primer lloc, millorar el text. Intenta que
sigui una moció de consens, i sobretot intenta ajudar el sector i també
respectar les competències. És curiós que encara haguem de parlar de
respecte competencial, però es lo que hay, que diuen en castellà.


Per tant, hem fet una esmena el redactat de la qual no desvirtua
en absolut el redactat del grup proposant, el Partit Popular. El primer
punt es manté. Al segon hi afegim —i ho diré en castellà perquè ho
entenguin bé—: «Para ello se tendrán en cuenta las singularidades
de la flota mediterránea en la elaboración de los citados planes». Si
mirem el mapa de l’Estat, veurem que la pesca espanyola pesca a
molts llocs, i és molt diversa i és molt plural. Es pesca al Mediterrani,
es pesca al Cantàbric, es pesca a diferents oceans... Per tant, el que
demanem és que aquesta moció, que té bona voluntat, que està ben
dirigida, que té bones intencions, però —sempre hi ha un
però— que no respecta les competències autonòmiques, tingui en
compte aquestes singularitats de la pesca del Mediterrani, una pesca de
costa, que és la que afecta a Catalunya i a totes les autonomies que
toquen el Mediterrani. El punt 3 el mantenim. Al punt 4 hi afegim «Donar
suport financer a les comunitats autònomes, amb l’objectiu de
desenvolupar aquest pla estratègic d’aqüicultura», perquè aquesta
activitat es pugui desenvolupar en tot el seu potencial. És una altra
aportació per respectar les competències autonòmiques. I el cinquè és un
redactat que diu «Establir una definició específica i diferenciada per a
la flota d’arrossegament, costera o de litoral, acompanyada
d’un pla de suport a les mesures per a les activitats pesqueres
artesanals i de proximitat». Per tant, és una altra aportació a la
diversitat de la pesca.


No sé quina serà la voluntat del Partit Popular; no ho sé. Si
se’ns acceptés l’esmena, votaríem encantats. Ens afegiríem a
aquesta voluntat de consens. Si no s’accepta l’esmena ens
abstindrem. No hi votarem en contra perquè hi veiem una voluntat
—com ha dit la portaveu del Partit Popular que ha presentat la
moció— d’ajudar el sector, de respectar, d’aportar...
Per tant, no la veiem una moció negativa. Però sí que hi ha una greu
malaltia, hi ha un tumor que cal extirpar, i nosaltres aportem aquesta
esmena per la manca de respecte institucional des del punt de vista de
les competències autonòmiques. Si la nostra no ha de ser una esmena
acceptada, ens abstindrem. Demanarem que el Partit Popular faci un últim
esforç, perquè amb totes les esmenes que s’aporten ‒no només
la de Convergència‒ aquesta moció podria ser molt millorada, una
moció que quedaria molt reforçada. I seria una moció de consens, i
aquesta és la nostra voluntat.


Res més i moltes gràcies.


Muchas gracias, presidente.


Nuestra enmienda, como la inmensa mayoría de las que hemos
presentado en la historia parlamentaria del Estado, intenta muchas cosas:
mejorar el texto, que sea una moción de consenso y, sobre todo, ayudar al
sector y respetar las competencias. Es curioso que aún tengamos que
hablar del respeto competencial, pero es lo que hay, como dicen en
castellano.


Planteamos una enmienda cuyo redactado no desvirtúa en absoluto el
del grupo proponente, el Grupo Popular. El primer punto se mantiene. En
el segundo, añadimos —y lo diré en castellano para que se entienda
bien—: Para ello, se tendrán en cuenta las singularidades de la
flota mediterránea en la elaboración de los citados planes. Si miramos el
mapa del Estado vemos que la pesca española se realiza en muchos sitios,
es muy diversa y plural; se pesca en el Mediterráneo, en el Cantábrico y
en distintos océanos. Por tanto, lo que pedimos es que esta moción, que
tiene buena voluntad, está bien dirigida, tiene buenas intenciones pero
—siempre hay un pero— no respeta las competencias
autonómicas, tenga en cuenta las singularidades de la pesca del
Mediterráneo, la pesca de costa, que es la que afecta a Cataluña y a
todas las autonomías lindantes con el Mediterráneo. Mantenemos el punto
tres. Y en el punto cuatro añadimos: Apoyar financieramente a las
comunidades autónomas con el objetivo de desarrollar el Plan estratégico
de acuicultura, para que esta actividad se pueda desarrollar en todo el
ámbito competencial. Sin duda, esta aportación va dirigida a respetar las
competencias autonómicas. El redactado del quinto punto señala:
Establecer una definición específica y diferenciada para la flota de
arrastre costera o de litoral, acompañada de un plan de medidas de apoyo
a las actividades pesqueras artesanales y de proximidad. Esta es, por lo
tanto, otra aportación a la diversidad de la pesca.


No sé cuál será la voluntad del Grupo Popular, no lo sé. Si
aceptan la enmienda votaremos encantados a favor, añadiéndonos a esa
voluntad de consenso, pero, si no la aceptan, nos abstendremos. No
votaremos en contra porque vemos buena voluntad, como ha dicho la
portavoz del Grupo Popular que ha presentado la moción; como digo, vemos
voluntad de ayudar al sector, de respetar y de aportar, así que no vemos
que sea una moción negativa. Pero aportamos esta enmienda porque
consideramos que sí hay que extirpar un tumor, y es la falta de respeto
institucional desde el punto de vista de las competencias autonómicas.
Por lo tanto, si nuestra enmienda no es aceptada, nos abstendremos. No
obstante, queremos pedir al Grupo Popular que haga un último esfuerzo
porque creemos que con todas las enmiendas que se aportan, no solo la de
Convergència, esta moción quedaría muy reforzada y se lograría el
consenso, y esa es nuestra voluntad.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Maldonado.


Para la defensa de las enmiendas del Grupo Parlamentario Mixto,
tiene la palabra la senadora Julios.


La señora JULIOS REYES: Muchas gracias, señor presidente.


Paso a defender las enmiendas presentadas a esta moción por
Coalición Canaria, también con el espíritu de poder conseguir, entre
todos, un acuerdo que cuente con la unanimidad de esta Cámara. Nosotros
entendemos que las enmiendas que hemos presentado no desvirtúan la
redacción, sino que pretenden incorporar algunas de las especificidades y
características del sector pesquero en Canarias.


En Canarias estamos haciendo un esfuerzo por recuperar el sector
primario y, dentro de este, especialmente el de la pesca. Es un elemento
fundamental, dentro de la apuesta decidida que estamos haciendo en
Canarias para diversificar la economía en nuestro archipiélago, para el
desarrollo de las islas, para la creación de empleo y también para el
autoabastecimiento alimentario de nuestra comunidad.


Por ello, planteamos las siguientes enmiendas. En relación con el
punto 1, proponemos incorporar la necesidad de que se tengan en cuenta
las alegaciones que en su momento presentó la Consejería del Gobierno de
Canarias con competencias en la materia. Estas alegaciones ya han sido
consensuadas con todo el sector pesquero de las islas, la ministra las
conoce y se ha comprometido a estudiarlas. Nos parece importante que se
incorpore este añadido en la moción porque el actual redactado del
borrador de la orden que va a regular el arte y las modalidades de pesca
marítima, que establece el plan de gestión para los buques censados en el
caladero canario, ha suscitado una fuerte contestación por parte de los
pescadores canarios; por todos, pero sobre todo por los de las islas de
Gran Canaria y de Lanzarote en lo que se refiere al número de
autorizaciones de nasas y a su tamaño. El sector no entiende que se
justifique un recorte tan drástico como el que se plantea en este
borrador de la orden sin los pertinentes estudios que lo avalen, ya que
esa disminución que se plantea pone en riesgo la pesca en algunas islas
—las dos que he comentado— debido a que bastantes unidades de
estas islas se dedican en exclusiva a este arte de pesca.


El número de nasas autorizadas no puede ser el mismo para todas
las islas, ya que la superficie de la plataforma insular varía en su
dimensión de unas islas a otras, lo mismo que el porcentaje de aguas
exteriores, cuya regulación es competencia del Estado. Las aguas
interiores, señorías, se fijan uniendo los vértices de las diferentes
islas y en algunos casos, como los citados de Gran Canaria y Lanzarote,
son prácticamente nulas por las características geográficas de esas
islas, de su entorno. En el caso de Gran Canaria, existe mucha superficie
de agua exterior y mucha plataforma, de ahí que los pescadores de esta
isla aspiren a poder recuperar las setenta y cinco nasas que había con
anterioridad.


La segunda enmienda plantea, en relación con el punto 2, que, a la
hora de trabajar y definir las cuotas y las posibilidades de la flota
pesquera, se atienda al artículo 17 del Reglamento europeo, que
específicamente dice que en el establecimiento de las cuotas se deben
favorecer las pescas tradicionales respetuosas con el medioambiente y que
favorecen el ahorro energético y generan economía local, como es el caso,
precisamente, del tipo de pesca que realiza la flota pesquera canaria.
Esto no se ha aplicado así —y pongo el ejemplo más reciente—
en el reparto de la cuota del atún rojo, según el cual Canarias, de
las 3000 toneladas, solo tiene asignadas 100. Para que tengan una idea
práctica de la repercusión que supone esta medida, les diré que un solo
cerquero gallego tiene la misma cuota asignada que toda la flota canaria,
y en la última campaña la ridícula cuota asignada a Canarias se agotó el
primer día. Creemos que el Gobierno de España tiene que hacer valer ante
la Unión Europea el artículo que les he comentado porque así podría
crecer la cuota asignada a Canarias sin afectar a otras comunidades
autónomas.


En el siguiente turno haré algunas reflexiones en torno al resto
de los puntos de la moción.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Julios.


Para la defensa de la enmienda del Grupo Parlamentario Socialista,
tiene la palabra el senador Fidalgo.


El señor FIDALGO AREDA: Gracias, señor presidente. Intervengo aún
con el tono quebrado porque hace unos minutos conocí la pérdida de un
gran amigo y compañero, militante histórico de mi pueblo.


En cuanto al paquete de enmiendas que nosotros presentamos, tiene
que ver con que consideramos que el Grupo Popular presenta una loa y un
esfuerzo de dar incienso al Gobierno que nos preocupa, porque le pide al
Gobierno que continúe haciendo lo mismo que ha hecho en estos cuatro años
y que ha perjudicado gravemente al sector pesquero. Para empezar, ha
minusvalorado la importancia de este sector reduciendo las dotaciones
presupuestarias a la mitad en cada uno de los ejercicios presupuestarios;
ha hecho una política que ha creado conflicto en el sector por las
decisiones erráticas que ha tomado y que han hecho que los pescadores
hayan tenido que salir muchas veces a la calle; también ha creado un
conflicto en el reparto de cuotas que ha conseguido enfrentar a
diferentes comunidades, a diferentes artes, a diferentes flotas, y ha
realizado una gestión que ha supuesto la pérdida de licencias que
teníamos y que daban actividad a nuestros buques en muchos países del
mundo. Por lo tanto, nos parece que el Gobierno rehúsa sus
responsabilidades en la materia, está buscando siempre culpables
—en la Unión Europea, en la Comisión, hoy hemos visto de nuevo cómo
se le echa la culpa de todo a los ecologistas— y, en ese sentido,
pensamos que debe haber un Gobierno que se ocupe de los problemas de la
pesca y para empezar podría hacerlo con una cuestión que plantea la
moción, como es el tema de los descartes, señorías, porque en el
año 2016, dentro de unos meses, habrá que aplicar esta medida y ni las
comunidades autónomas ni el sector saben lo que hay que hacer con esta
cuestión.


Por eso planteamos una enmienda, que es una alternativa, con diez
puntos: pide que se impulse la política de acuerdos pesqueros para los
buques, sobre todo los que quedaron sin actividad; que se negocie ante la
Comisión y el Consejo Europeo el incremento de las posibilidades de pesca
y que el resultado de esas negociaciones se haga en un reparto justo para
flotas, para las diferentes artes y también para los distintos
territorios; que se acaben de ordenar los caladeros nacionales, evaluando
la interacción entre arte y recurso y los equilibrios entre recurso,
mercado, empleo, impacto en el empleo en los territorios, etcétera; que
se promuevan iniciativas en la Unión Europea para que sean viables
nuestras flotas cuando haya que aplicar la política de descartes; que se
dé prioridad a la producción nacional en las industrias de transformación
de nuestro país y exigir condiciones de trazabilidad y responsabilidad
social y ambiental en las producciones pesqueras, tanto nuestras como en
el caso de la Unión Europea, y que afectan a muchos sectores —ya se
ha discutido aquí del atún y del mejillón gallego—; que se busque
el apoyo del Instituto de Oceanografía en coordinación con los centros de
investigación de las comunidades autónomas, el CSIC, etcétera, para
investigar y potenciar la investigación de especies que sean de interés
para los sectores pesqueros, de la utilización de las diferentes artes
—por ejemplo, para para los descartes—, el medio marino, la
acuicultura, la búsqueda de nuevos productos y subproductos de la pesca,
en definitiva, buscar y utilizar la investigación en apoyo del sector;
aumentar la presencia de los científicos en los foros donde se toman
decisiones que afectan a nuestra flota; modificar el programa operativo
nacional para permitir que todos los sectores puedan acceder al nuevo
fondo europeo de la pesca —en este momento hay sectores que no
pueden acceder por distintas prohibiciones reglamentarias—; que la
pesca ilegal se persiga no solo con sanciones, sino también con
vigilancia, utilizando nuevas tecnologías, dándole más medios, con la
política de formación, y llevar a cabo medidas de carácter social que
equiparen los derechos de los hombres y mujeres del mar con el resto de
los trabajadores, que les den nuevos derechos, como la prestación de
desempleo, o afronten el tema de las enfermedades profesionales.


Entendemos que estas son las medidas que el Senado le debe dar al
Gobierno, un Gobierno que, por cierto, se va a ir y yo creo que hay que
pedir al nuevo Gobierno que haga algo muy diferente de lo que está
haciendo este.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Fidalgo.


Tiene la palabra la senadora Larriba, para indicar si acepta o no
las enmiendas.


La señora LARRIBA LEIRA: Gracias, presidente.


Intervendré desde el escaño y muy brevemente, porque yo creo que
todos los enmendantes han reconocido estar de acuerdo con el fondo, les
parece bien el fondo de esta moción, por eso yo les pido que la
apoyen.


Señor Maldonado, no veo ninguna razón en la moción que le lleve a
pensar que no se van a respetar o que no se están respetando las
competencias de las comunidades autónomas —creo que lo he dicho en
otra ocasión—. Yo creo que están ustedes hipersensibilizados con
esta cuestión, de verdad que no veo ninguna razón que le pueda llevar a
usted a sospechar que no se respetan; de hecho, se reconocen las
competencias que las comunidades autónomas tienen en aguas interiores y
en marisqueo. Desde luego, señor Maldonado, en Galicia lo tenemos
clarísimo, clarísimo.


En cuanto a las enmiendas de Coalición Canaria, debo indicarle que
el proyecto que regula el caladero canario se está elaborando de acuerdo
con el procedimiento establecido, que incluye la consulta al sector y,
por supuesto, a la comunidad autónoma.


Y en cuanto al número de nasas que usted plantea aquí, es una
cuestión técnica, no política, que tiene que ver con el esfuerzo
pesquero. No es un tema para debatir en esta Cámara, sino que, como digo,
es un tema técnico.


Respecto a la enmienda presentada por el Grupo Socialista, en
primer lugar, quisiera presentarle al senador Fidalgo mis condolencias
por el fallecimiento de su compañero y amigo.


Tengo que decirle que lo que nos presenta, más que una enmienda,
es una moción por la amplitud, pero es cierto que, sustancialmente, usted
está recogiendo la mayor parte de lo que nosotros planteamos en nuestra
moción. Lo que sí se ve claro es que el fondo le ha gustado en una gran
medida pero la forma no; quizás no haya acertado yo con la redacción. Le
animo a apoyarla y, si no fuera así, le animo a que presenten ustedes
otra moción, pero ya le digo: ha tenido usted cuatro años para
presentarla y lo oportuno sería, por lo menos, respaldar esta.


Para terminar, entre las cosas que ha comentado usted y que pide
en su enmienda está la prioridad arancelaria para algunas especies. Esto
no es posible, usted sabe que no es posible; lo que se puede hacer es
abrir el contingente libre de arancel —que es lo que nosotros
estamos proponiendo—, sobre todo para las especies que pescan
nuestras empresas.


Tal como comenzaba en mi intervención, tenemos claro que ustedes
están básicamente de acuerdo con el fondo y, por tanto, vamos a rechazar
estas enmiendas.


Gracias, presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Larriba.


¿Turno en contra? (Pausa).


No hay turno en contra.


Pasamos al turno de portavoces.


Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra la senadora
Julios.


La señora JULIOS REYES: Muchas gracias, señor presidente.


Lamentamos que no acepten ninguna de las enmiendas presentadas, ni
por nuestro grupo ni por ningún grupo. Parece que el espíritu de consenso
que todos hemos planteado a la senadora del Grupo Popular no ha hecho
mucha mella para intentar conseguir un acuerdo en esta iniciativa, cuando
para Canarias son verdaderamente importantes los elementos que nosotros
planteamos.


Señoría, no se trata de una sensibilidad subjetiva, se trata de
una inmunidad adquirida objetivamente por las agresiones sufridas por la
pesca en Canarias con los últimos acuerdos, y esa inmunidad genera el
recuerdo de una memoria que tenemos reciente de lo que ha ocurrido con
cuestiones que usted llama probablemente técnicas, pero que son las que
dan de comer a los pescadores, al sector pesquero y que generan muchos
empleos. Esas cuestiones técnicas que nosotros planteamos son las que
tienen que ser defendidas políticamente por el Gobierno de España. Y si
usted aquí les da la poca importancia de que como son cuestiones técnicas
no hay que valorarlas, entonces volveremos a estar en las mismas
circunstancias en que hemos estado hasta ahora: en un proceso de
deterioro y de desaparición de la flota pesquera canaria desde que hemos
incorporado a Canarias en la Unión Europea, por no respetar las
especificidades de nuestro territorio. Por lo tanto, no son cuestiones
secundarias, son cuestiones importantes y son cuestiones que tienen que
ser defendidas, desde nuestro punto de vista, por el Gobierno de España
ante la Unión Europea. Y digo esto porque, además de los elementos que he
incorporado en las enmiendas que acabamos de defender, en los otros
puntos de la moción tenemos cosas que señalar; en aras del consenso no
las expresamos objetivamente por medio de una enmienda, pero sí se las
voy a decir ya que he visto que, por lo visto, no tiene ningún interés en
reflexionar sobre las enmiendas que hemos planteado Coalición
Canaria.


En relación con el tercer punto, seguir impulsando la ampliación
de acuerdos pesqueros con países no comunitarios, pido también el
respaldo de la Cámara porque es necesario que se priorice que en estos
acuerdos no se perjudique a Canarias. Y lo digo de forma consecuente,
porque las consecuencias del acuerdo de pesca entre la Unión Europea y
Mauritania para Canarias han sido catastróficas, lo han sido para el
sector extractivo, pero también lo han sido para el puerto de la Luz y el
puerto de Las Palmas en la isla de Gran Canaria. En concreto, la no
autorización de la descarga pelágica en el puerto de Gran Canaria
—y esto no es una cuestión técnica— ha dificultado, ha
generado pérdidas de puestos de trabajo por no haber descarga pelágica
del congelado en la isla de Gran Canaria, y además, no se nos permite la
pesca de los cefalópodos a la flota de la isla, no se permite nada de
pesca a la flota cefalopodera que teníamos en las islas Canarias en
general; ambas cuestiones se eliminaron en el acuerdo firmado en 2012. Lo
que nosotros planteamos, señorías, como es lógico, es que se permita
tanto la pesca de los cefalópodos por parte de la flota canaria como la
descarga pelágica en la isla.


Tenemos que seguir trabajando y debemos hacerlo de mutuo acuerdo
ambas administraciones ante la Unión Europea, porque es necesario
recuperar la situación en que estábamos antes de 2012. No se justifica la
prohibición de la pesca de cefalópodos por parte de nuestra flota,
creemos que tenemos una petición fundada y justificada dada la cercanía
que tienen ambos territorios, Canarias y Mauritania, y el número de
barcos cefalopoderos que tenemos en Canarias, que no son muchos. Lo que
pedimos es que se permita la pesca de un contingente razonable que no
perjudique en absoluto a la flota mauritana, como no se la ha estado
perjudicando durante todos estos años atrás, y, por supuesto, que se
permita, como había antes, la descarga de una parte de las 250 000
toneladas que supone el total de lo que se está pescando en estos
momentos.


Además, planteamos que se incorpore en los convenios algo que nos
parece muy importante dentro de la cooperación: tenemos en Canarias un
proyecto muy importante conjuntamente con Mauritania, el Macapel,
mediante el cual estamos transfiriendo la experiencia pesquera que
tenemos en Canarias, nuestro saber hacer, nuestro know how, en el puerto
y en la pesca a este país hermano, a Mauritania, y esto debería propiciar
la posibilidad de permitir la pesca y el desembarco del volumen de pesca
pelágica congelada que teníamos hasta hace poco en los puertos de la Luz
y de Las Palmas. Según los cálculos de la Federación Canaria de Empresas
Portuarias, Fedeport, conseguir el desembarco de esta mercancía podría
generarnos unos 2000 empleos directos e indirectos, de ahí, señorías, que
Coalición Canaria considere que la autorización de esta actividad tendría
una importante repercusión en el archipiélago, sobre todo en el puerto de
Las Palmas.


Y para concluir, en relación con el cuarto punto, el Plan
estratégico de la acuicultura española, como saben, Canarias es una
comunidad pionera en el desarrollo de la acuicultura, prácticamente está
concluido el plan estratégico de canarias en este sector y tenemos
también un importante desarrollo de I+D+i en esta actividad. Por todo
ello, nos parece importante que se tengan en cuenta los planes
estratégicos de las comunidades autónomas en el caso de que lo tengan
—como es el caso de Canarias, que sí lo tenemos— y que, desde
luego, cuando se desarrolle el Plan estratégico de España se tenga en
cuenta el importante volumen de costa que tenemos en Canarias y la
relevancia que está teniendo este sector en la economía de nuestro
archipiélago.


Lamento que no se acepten las enmiendas y, por tanto, nosotros no
podemos apoyar esta moción.


Gracias. (Aplausos del señor Díaz Tejera).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Julios.


Senador Iglesias, tiene la palabra.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.


Anuncio también mi rechazo a la moción. No se trata solo de que,
como viene ocurriendo con frecuencia en los últimos meses, las mociones
del Grupo Popular sean propagandísticas, de autobombo del Gobierno y del
Partido Popular, sino que además en ésta en concreto prácticamente se nos
pide que demos un aprobado a lo que ha sido la política en materia
pesquera del actual Gobierno a lo largo de la legislatura.


La moción no deja de ser un balance de esa política pesquera,
balance que en la moción obtiene una nota elevada y por eso se pide que
se profundice en las acciones desarrolladas. Y esas acciones
desarrolladas no han impedido ni una reducción en el peso de la flota
—en el número de buques— ni una caída en el empleo ni tan
siquiera en algo que podemos compartir y en lo que se ha realizado un
cierto esfuerzo: en los estudios de seguimiento de la realidad de las
especies y de las posibilidades de captura, pues los resultados de los
mismos han sido lo suficientemente fiables como para poder establecer una
estrategia o una previsión de la marcha de las capturas de esas especies
a corto plazo.


En esta campaña de verano hemos visto dos ejemplos arquetípicos o
característicos. En primer lugar, la sardina, la humilde sardina que
durante mucho tiempo fue una especie de bajo precio, accesible a la
mayoría de los ciudadanos: en esta campaña se ha producido una caída
espectacular en las capturas de sardina que no había sido anunciada por
los estudios realizados; incluso, en manifestaciones públicas de los
expertos que participaron en esos estudios, y con un ánimo
autojustificativo, se dieron explicaciones muy poco plausibles, como que
esto es cíclico, que cada equis años se puede producir una caída en la
reproducción y en la captura, etcétera. En segundo lugar, también de
forma sorpresiva, una costera que significaba un porcentaje de los
ingresos de la flota muy importante, como es la del bonito, en esta
campaña ha tenido un volumen de capturas reducido que ha situado los
ingresos en unos niveles preocupantes, a pesar de que tanto en el caso de
la sardina como en el del bonito del norte el precio para el consumidor,
obviamente, se tuvo que disparar.


Tampoco podemos compartir las críticas que se han realizado en la
presentación de la moción a las organizaciones ecologistas en tanto en
cuanto cuestionen la práctica del arrastre, que, innegablemente, tiene
unas consecuencias medioambientales negativas, eso es incuestionable. Se
puede discutir sobre el impacto mayor o menor, pero vincular ese
cuestionamiento a intereses relacionados con las petroleras es una
descalificación carente de fundamento. En este país el propagandista de
las petroleras, como hemos podido comprobar incluso en sus intervenciones
en esta Cámara, es el ministro Soria, que es quien ha intentado
generalizar prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo, en el entorno
de Canarias y también en el mar Cantábrico.


Finalmente, en la moción se hace referencia a que se insta al
Gobierno a seguir trabajando en las cuotas correspondientes para el
próximo año. Ya veremos qué gobierno hay el próximo año para aprobar esas
cuotas, pero si empieza esos trabajos, como asturiano, tengo que
recordarle al Gobierno la reciente sentencia de hace mes y pico del
Tribunal Superior de Justicia de Madrid en relación con la Orden
Ministerial de 2014 para 2015, que fijó el reparto de la cuota de xarda
—que decimos nosotros, de caballa—, que discriminó
clarísimamente a la flota pesquera asturiana, que por eso fue impugnada
ante los tribunales y que obtuvo sentencia favorable reconociendo tal
discriminación. Por lo tanto, sea cual sea el gobierno que haya de fijar
la cuota para 2016, que corrija los criterios establecidos para 2014
y 2015 y que establezca algún mecanismo de compensación por los
perjuicios generados a la flota pesquera asturiana.


Muchísimas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Iglesias.


Por el Grupo Parlamentario Vasco, tiene la palabra el senador
Cazalis.


El señor CAZALIS EIGUREN: Gracias, señor presidente. Si me lo
permite, voy a intervenir desde el escaño.


Hemos oído muchas cosas y la verdad es que todo lo que nos ha
contado la senadora Larriba nos suena mucho: es prácticamente lo que
recogimos en el primer documento de consenso en la comisión de pesca, un
documento del que nos felicitamos todos; luego, cuando hemos empezado a
hablar pormenorizadamente, hemos empezado a tener otro tipo de
desafinamientos, por decirlo de alguna manera. Pero la verdad es que lo
que ha dicho suena a aquello que firmamos a principios de legislatura y,
además, le felicito por su exposición porque ha sido una muy buena
exposición, como no podía ser de otra manera.


En cuanto a la parte dispositiva de la moción, en principio
entendemos que los planes de ordenación del caladero nacional ya están
hechos —falta el canario y es evidente que hay que
completarlo— y, en mi opinión, se hizo con mucho trabajo y tampoco
es cuestión de andar tocando los planes cuando no hace falta. Por lo
tanto, podríamos estar de acuerdo en finalizar el mapa de planes que hay
en el Estado.


En cuanto al punto 2, preparar los planes de descartes —que
es uno de los apartados en el que se habla de ello—, creo que ahí
se está trabajando bien, entre otras cosas porque el problema es muy
grave y puede ser mucho más grave. Se está trabajando conjuntamente con
las comunidades autónomas —de hecho, AZTI-Tecnalia, que es la
tecnológica de pesca y alimentación del País Vasco, está involucrada en
varios de los proyectos para la minimización de los descartes, algunos
financiados por el Gobierno vasco y otros por la propia Secretaría
General de Pesca— y se ha creado una mesa estatal para la
eliminación de descartes. Aquí, hilando un poco con la moción anterior,
quiero decir que esta Mesa estatal de eliminación de descartes en un
principio se llamaba Mesa nacional de eliminación de descartes, pero a
alguien le chirrió mucho eso de mesa nacional y se puso mesa estatal
—para que vea el senador Alarcó que no solo nosotros hablamos de
cosa nacional, aunque en aquel caso no fue—. Por lo tanto, estamos
también de acuerdo con los descartes.


En cuanto a trabajar las cuotas y posibilidades de pesca para el
próximo año, hace poco ha habido una reunión en la Secretaría General de
Pesca. Nos preocupa el tema de la anchoa porque el secretario general de
Pesca dijo que iba a utilizar un nuevo mecanismo de flexibilidad
interanual de cuotas —lo cual nos da un miedo espantoso, pero habrá
que ver qué es lo que sale de todo eso— y entendemos que lo suyo es
trabajar las cuotas y las posibilidades de pesca para aumentarlas y para
repartirlas de la manera más adecuada posible, porque lo que sí es
evidente es que hay un punto al que no podemos volver: al de la pesca
olímpica, eso queda absolutamente descartado. Parte de los problemas que
estamos sufriendo ahora vienen precisamente por haber trabajado de esa
manera, y los primeros interesados en que eso no sea así es el propio
sector, porque a la fuerza ahorcan y se han dado cuenta de que realmente
es la peor manera de gestionar un caladero.


Por lo demás, entendemos que las cuotas y las posibilidades de
pesca hay que asignarlas en función de los recursos disponibles y la
sostenibilidad de las pesquerías, porque si no se hace así no va a ser
viable, pero también sobre la base de los históricos de capturas. No se
puede desvestir un santo para vestir otro, no se puede desvestir un santo
tradicional para vestir otro y, sobre todo, si los históricos de capturas
han servido, sirven y tendrán que servir para negociar las cuotas ante la
Unión Europea, evidentemente, luego no podemos hacer nosotros lo
contrario cuando estemos discutiendo de las cuotas en las aguas
estatales.


Por otro lado, estamos de acuerdo con lo que se ha dicho de la
pesca ilegal, pero estará usted de acuerdo conmigo, senadora Larriba, en
que aumentar la cuota de lomos de atún extraarancelarios de 20 000
a 30 000 toneladas no es acorde con esta norma, porque esas toneladas no
vienen de pesca totalmente legal o, por lo menos, vienen de pesca no
controlada. En este sentido, quiero recordar al Grupo Socialista que
también estamos de acuerdo con lo que plantea en el punto 5 de priorizar
la utilización de los productos pesqueros nacionales en nuestra
industria, pero también votaron a favor de la ampliación del contingente
de 20 000 a 30 000 toneladas. Por lo tanto, me parece que estamos
hablando de cosas diferentes y estamos haciendo excepciones cuando
probablemente solo nos venga bien a nosotros.


Por último, se habla de desarrollar el Plan estratégico de
acuicultura española. Me alegro de que diga en colaboración con las
comunidades autónomas y que no diga en coordinación. Y me alegro de que
diga en colaboración porque entendemos que el Gobierno español pueda
tener su plan estratégico, pero la acuicultura es una competencia
exclusiva de la comunidad autónoma vasca consagrada en el estatuto de
autonomía, que forma parte del bloque de constitucionalidad. Por lo
tanto, con la palabra colaboración, que es de igual a igual, podríamos
estar de acuerdo.


Aun así, vuelvo a repetir que, estando de acuerdo con esa vuelta
al consenso del comienzo de la legislatura, los distintos pormenores que
hemos tenido en otros temas no nos permiten ser tan optimistas como la
senadora Larriba con todo lo bueno que se ha hecho. En consecuencia, no
vamos a votar en contra, pero tampoco vamos a votar a favor; por lo
tanto, nos vamos a abstener.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Cazalis.


Por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, tiene
la palabra el senador Boya.


El señor BOYA ALÓS: Senyor president, des de l’escó estant,
si m’ho permet.


Respecte d’aquesta moció, el de la pesca és un tema que
sempre ens hi aproximem amb molta prudència. Venim d’un text en què
a l’inici de la legislatura es va consensuar una posició compartida
per tots els grups, i des d’aquesta perspectiva no havíem presentat
esmenes. La veritat és que aquesta moció ens ha semblat que té un to







com deia el senador Iglesias— de ser una moció balanç del
conjunt d’una legislatura, i per tant, ens semblava —i ho ha
dit la senadora Larriba— que la forma tenia poc a veure amb aquella
moció que ens va portar a un consens.


Nosaltres no estem d’acord amb el to optimista
d’aquesta moció. Entenem que en l’àmbit de la pesca hi ha en
aquests moment encara qüestions greus per resoldre. Se n’ha parlat
d’algunes. Sabem que el nostre és un país que té una dependència
exterior molt important en l’àmbit de la pesca. L’aqüicultura
hauria de pal·liar en certa manera aquesta dependència, però no ho està
fent. També sabem sobre la situació de les espècies comercials —se
n’ha parlat també— que en aquest moment el 59 % de les que
disposem d’informació està per sota dels mínims de la seguretat
biològica, un 14 % està per sota dels nivells d’emergència,
etcètera. Des d’aquesta perspectiva, entenem que s’hauria
d’abordar aquesta qüestió amb un altre discurs. Va ser exactament
amb el tema dels descartes, que és un tema important. Entenem que la
situació de descartes en aquest moment és absolutament insostenible.
S’han de fer coses i s’han de prendre mesures que evitin
aquesta situació. Des de la nostra modesta opinió, entenem que la qüestió
passa certament perquè es reculli el rol de les obligacions científiques
i que siguin de compliment obligatori, perquè d’alguna manera és el
que ens garantirà que estarem fent un ús sostenible del recurs
pesquer.


L’aqüicultura —ho torno a dir— és un element
important, un element absolutament estratègic, però és cert que no es pot
aprovar el que ha passat en aquests últims anys des del punt de vista de
l’aqüicultura quan hi ha inversors que diuen que han trigat 14 anys
a obtenir una llicència per poder fer una explotació d’aquestes
característiques. Des del nostre punt de vista —i ho diuen les
xifres de les pròpies associacions—, això ocasiona una pèrdua
de 1.700 llocs de treball directes i 2.500 d’indirectes.


Nosaltres, repeteixo, no teníem cap esmena en aquesta moció, però
ens hauria agradat que l’esperit de consens hagués continuat
vigent. Veiem que no és així i per aquest motiu, senyor president, el
nostre vot serà contrari a aquesta moció.


Gràcies.


Señor presidente, si me lo permite, voy a intervenir desde el
escaño.


La pesca es un tema al que siempre nos aproximamos con mucha
prudencia. Venimos de un texto en el que, al inicio de la legislatura, se
consensuó una posición compartida por todos los grupos y, por lo tanto,
desde esta perspectiva, no habíamos presentado enmiendas. La verdad es
que esta moción nos ha parecido que tiene el tono, como decía el senador
Iglesias, de un balance del conjunto de una legislatura y, por tanto, nos
parece, como ha dicho la senadora Larriba, que la forma tiene poco que
ver con aquella moción que nos llevó a un consenso.


Nosotros no estamos de acuerdo con el tono optimista de esa
moción. Entendemos que en el ámbito de la pesca en estos momentos hay
cuestiones realmente graves aún por resolver —se ha hablado de
algunas de ellas—. Sabemos perfectamente que el nuestro es un país
que tiene una dependencia exterior en el ámbito de la pesca muy
importante, la acuicultura debería paliar en cierto modo esta dependencia
y no lo está haciendo, y también conocemos la situación de las especies
comerciales —se ha hablado también de ello—: en estos
momentos, el 59 % de las que se dispone información están por debajo de
los mínimos de seguridad biológica, un 14 % está por debajo de los
niveles de emergencia, etcétera. Por lo tanto, desde esa perspectiva,
consideramos que habría que abordar esta cuestión con otro discurso. Se
produjo en el tema de los descartes y entendemos que la situación en
estos momentos es absolutamente insostenible; hay que hacer cosas y hay
que tomar medidas que eviten esta situación. Desde nuestra modesta
opinión, la cuestión pasa sin duda porque se recoja el rol de las
obligaciones científicas y que estas sean de cumplimiento obligatorio,
porque de algún modo es lo que nos va a garantizar que estaremos haciendo
un uso sostenible de los recursos pesqueros.


La acuicultura —vuelvo a decirlo— es un elemento
importante, absolutamente estratégico, pero no se puede aprobar lo que ha
pasado en estos últimos años en la acuicultura, cuando hay inversores que
dicen que han tardado 14 años en obtener una licencia para montar una
explotación de estas características. Desde nuestro punto de vista
—y lo dicen las cifras de las asociaciones—, esto ocasiona
una pérdida de 1700 empleos directos y 2500 indirectos.


Nosotros, repito, no hemos presentado ninguna enmienda a esta
moción, pero nos habría gustado que el espíritu de consenso hubiera
seguido vigente. Viendo que no es así, y por ese motivo, señor
presidente, nuestro voto será contrario a esta moción.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Boya.


Por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i
d’Unió, tiene la palabra el senador Maldonado.


El señor MALDONADO I GILI: Moltes gràcies, senyor president.


Senyories, el sector pesquer és un sector que històricament està
en crisi. És veritat que, en els últims anys, està avançant, està
superant obstacles i fins i tot albira una possibilitat de refer-se; però
segueix en crisi. Li ha afectat la crisi econòmica, li han afectat les
normes europees, li han afectat polítiques dels dos Governs —no
només PP, PP i PSOE— que no eren totes les que reivindicava el
sector, i d’alguna forma, segueix en crisi, tot i que va fent
camí.


Ens preocupen especialment determinades polítiques pesqueres que,
lluny d’afavorir la competitivitat del sector, segueixen reticents
a establir modificacions que permeten un major rendiment pesquer; per
exemple, l’assignació de quotes de la tonyina vermella entre els
pescadors del litoral mediterrani, el que se’n diu bajura
mediterránea. Espanya ha aconseguit més fons econòmics de la Unió
Europea, però malauradament cal lamentar novament que aquest increment de
fons no ha repercutit per igual a les comunitats autònomes. Per exemple,
Catalunya manté una distribució de fons similar a la d’anteriors
programes operatius, on Catalunya va ser considerada zona de no
convergència i rebia un repartiment inferior. Així, el repartiment dels
fons que va fer el Govern d’Espanya va posicionar Catalunya, des
del punt de vista pesquer, en el cinquè lloc, quan el pes de Catalunya, i
del sector pesquer, està situat a la tercera posició. Per tant, de
sortida, hem trobat que la política autonòmica no és una política que
afavoreixi la pesca catalana.


Deia la senadora Larriba que «aquí todo el mundo ha valorado las
formes». No? Pero nos preocupa el fondo. Sap què passa? Que en aquest
país les formes i el fons han d’anar lligades. I si no que li
preguntin al ministre de Defensa, el ministre Morenés, que parla de
formes i de fons. Per tant, sento molt la no acceptació de
l’esmena, una esmena que pretenia bàsicament centrar la moció i que
pretenia quadrar el cercle —cosa difícil, ho sé, perquè la pesca
estatal és plural i diversa, com hem dit abans—. Ens hauria agradat
molt l’acceptació de l’esmena.


Senadora Larriba, el seu to, la seva forma d’exposar la
bondat de la moció, fa que ens abstinguem. Perquè, com es diu en
castellà, lo que el cuerpo me pide, el cor a mi em demana votar en
contra. Però el cap em demana abstenir-nos. Ens abstindrem per
visualitzar davant el sector pesquer la bondat que pugui haver en part
d’aquesta moció i no hi votarem en contra, malgrat que hi ha una
manca de respecte institucional des del punt de vista de les competències
autonòmiques, com he dit abans. No es respecten les competències
autonòmiques, i això, senadora Larriba, és el que no ens permet votar-hi
a favor, i el que no ens permet —malgrat el seu to, la seva forma
d’intervenir, el seu missatge de respecte als altres grups—
votar-hi a favor. Allò del fondo y la forma.


La veritat és que a mi no em sorprèn el no a les esmenes. I no em
sorprèn perquè, malauradament, en aquesta legislatura, el no, la paraula
no, forma part de l’ADN del Partit Popular; forma part de la
política parlamentària del Partit Popular. Li he de ser sincer. Sé que
els membres del Partit Popular que formeu part de la Comissió de Pesca us
heu fet un fart de buscar consens. I acabaré agraint alguna persona que
sé que ha intentat arribar a consensos, i n’hem arribat. Però el no
forma part de l’ADN del Partit Popular.


Com deia, sento molt aquesta no acceptació de l’esmena de
Convergència ni de les altres esmenes. Perquè escoltant el senyor
Iglesias no entens perquè no s’accepten, i escoltant el portaveu
socialista no entens perquè no s’accepten. Sí que ho entens, perquè
vostès, senyories del Partit Popular, s’han passat quatre anys
dient no, no, no. No a qualsevol aportació dels grups de
l’oposició; aportacions de millora, d’addició, de
substitució, del que vulguin. I aquest no fa que vostès puguin arribar a
ser el primer partit del món que entri al Llibre dels Rècords Guinness.
Perquè la paraula no l’hauran fet servir més que mai. Són els
campions del no. A mi m’entristeix. M’entristeix perquè el
nostre grup vol defensar les competències autonòmiques, vol defensar el
sector pesquer; tot, el català i l’estatal, tot. El nostre grup
s’ha fet un fart de presentar iniciatives i demés i no ens
n’hem sortit. I no ens n’hem sortit malgrat el to de la
senadora Larriba, que sé que buscava consensos.


Vull acabar la meva intervenció agraint —i vull fer-ho en
positiu, perquè en política s’ha de ser honest—
l’actuació del portaveu, el senyor Enrique López Veiga, que durant
aquests quatre anys ha tingut una actitud de diàleg —almenys amb el
nostre grup, i crec que amb tots— i de buscar consensos. Vostès, a
la Comissió de Pesca, no són l’exemple del Partit Popular, però en
general el Partit Popular ha tingut una actitud durant quatre anys de
manca de consens parlamentari, de no voler acceptar esmenes
d’addició, de substitució ni de millora en cap dels segments
socials. I això no ha anat només en detriment de la vida política
—que també—, ni només de la política parlamentària —que
també—, sinó que ha anat en detriment de la societat. Han
perjudicat la societat catalana, però pensin que també la societat
espanyola.


Suposo que aquesta pot arribar a ser l’última iniciativa
parlamentària de pesca que es vegi aquesta legislatura. Sento que malgrat
la voluntat de diàleg no hàgim pogut arribar a més consensos. Com ha dit
el senador Cazalis, es va començar amb uns consensos problemàtics, es va
iniciar amb acords i vàrem arribar a propostes inicials, però hem acabat
batent el rècord del no. I això a mi, com a parlamentari,
m’entristeix, perquè no només perjudica l’oposició, que no ha
pogut introduir, millorar i participar en la vida parlamentària en les
aprovacions, sinó que perjudica els sectors, en aquest cas el sector
pesquer, i especialment el català. Per la manca de respecte a les
competències autonòmiques, el sector pesquer català no té aquelles ajudes
de tota mena —legislatives, econòmiques, estructura, etc.—
que es mereix i que necessita.


Moltes gràcies.


Muchas gracias, señor presidente.


Señorías, el pesquero es un sector que históricamente está en
crisis. Es cierto que en los últimos años está avanzando, está superando
obstáculos e incluso tiene una posibilidad de rehacerse, pero sigue en
crisis: le ha afectado la crisis económica, le han afectado las normas
europeas y le han afectado políticas de los dos gobiernos, no solo del
PP, sino también del PSOE, porque no eran todas las que reivindicaba el
sector. Por lo tanto, de algún modo sigue en crisis, pero va haciendo
camino.


Nos preocupan especialmente determinadas políticas pesqueras que,
lejos de favorecer la competitividad del sector, siguen reacias a
establecer modificaciones que permitan un mayor rendimiento pesquero, por
ejemplo, la asignación de cuotas al atún rojo entre los pescadores del
litoral mediterráneo, lo que se llama bajura mediterránea. España ha
conseguido más fondos económicos de la Unión Europea, pero hay que
lamentar, nuevamente, que este incremento de fondos no haya repercutido
por igual en las comunidades autónomas. Por ejemplo, Cataluña mantiene
una distribución de fondos similar a la de los anteriores programas
operativos, en los que Cataluña fue considerada zona de no convergencia y
recibía un reparto inferior. Así, el reparto de los fondos que hizo el
Gobierno de España posicionó a Cataluña, desde el punto de vista
pesquero, en el quinto lugar, cuando el peso de Cataluña y del sector
pesquero está situado en la tercera posición. Por consiguiente, nos
parece, de partida, que la política autonómica no favorece a la pesca
catalana.


Decía la senadora Larriba que aquí todo el mundo ha valorado las
formas, pero nos preocupa el fondo. ¿Sabe lo que pasa? Que en este país
las formas y el fondo deben ir de la mano, deben ir ligados, y si no que
se lo pregunten al ministro de Defensa, al ministro Morenés, al hablar de
forma y de fondo. Por lo tanto, siento mucho la no aceptación de esta
enmienda que, básicamente, pretendía centrar la moción, pretendía cuadrar
el círculo, cosa difícil, lo sé, porque la pesca estatal es plural y
diversa, como hemos dicho antes. Por consiguiente, nos habría gustado
mucho la aceptación de la enmienda.


Senadora Larriba, su tono, su forma de exponer la bondad de la
moción hace que nos abstengamos porque, como se dice en castellano, el
corazón me pide votar en contra, pero la cabeza me pide abstenerme, y nos
vamos a abstener para visualizar ante el sector pesquero que la bondad
que pueda haber en parte de esta moción hace que no votemos en contra, a
pesar de que hay una falta de respeto institucional desde el punto de
vista de competencias autonómicas, como he dicho antes. No se respetan
las competencias autonómicas y esto, senadora Larriba, es lo que no nos
permite votar a favor, a pesar de su tono, de su forma de intervenir y de
su mensaje de respeto a los otros grupos. Esto es lo del fondo y la
forma.


La verdad es que a mí no me sorprende el no a las enmiendas
porque, lamentablemente, en esta legislatura el no, la palabra no, forma
parte del ADN del Partido Popular, forma parte de la política
parlamentaria del Partido Popular. Le tengo que ser sincero: sé que los
miembros del Grupo Parlamentario Popular que forman parte de la Comisión
de Agricultura, Pesca y Alimentación han hecho todo lo posible por buscar
el consenso y acabaré agradeciéndoselo a alguna persona que sé que lo ha
intentado, y hemos llegado a alguno, pero el no forma parte del ADN del
Partido Popular.


Siento mucho la no aceptación de la enmienda de Convergència y de
las otras enmiendas, porque escuchando al señor Iglesias no se entiende
por qué no se acepta, y escuchando al portavoz socialista no se entiende
por qué no se acepta; bueno, sí que se entiende, porque ustedes, señorías
del Partido Popular, se han pasado cuatro años diciendo no, no y no, no a
cualquier aportación de los grupos de la oposición, aportaciones de
mejora, de adición, de sustitución, y ese no, fíjense, hace que ustedes
puedan llegar a ser el primer partido del mundo que entre en el libro de
los récords Guinness, porque la palabra no la habrán utilizado más que
nunca, son los campeones del no. Y eso me entristece porque nuestro grupo
quiere defender las competencias autonómicas, quiere defender a todo el
sector pesquero, al catalán y al estatal, a todo el sector. Nuestro grupo
no ha parado de presentar iniciativas y no hemos conseguido nada, a pesar
del tono de la senadora Larriba, que sé que buscaba consensos.


Quiero acabar mi intervención en positivo, porque en política hay
que ser honesto, y dar las gracias al portavoz senador López Veiga, que
durante estos cuatros años ha tenido una actitud de diálogo, al menos con
nuestro grupo y creo que con todos, y de buscar consensos. Ustedes no son
el ejemplo del Grupo Parlamentario Popular en la Comisión de Agricultura,
Pesca y Alimentación porque, en general, el Partido Popular ha tenido una
actitud durante estos cuatro años de falta de consenso parlamentario, de
no querer aceptar enmiendas de adición ni de sustitución ni de mejora en
ninguno de los segmentos sociales, y eso ha ido no solo en detrimento de
la vida política y de la política parlamentaria, sino también de la
sociedad. Yo me quejo por la sociedad catalana, pero piensen que han
perjudicado también a la sociedad española.


Supongo que esta puede llegar a ser la última iniciativa
parlamentaria de pesca que se vea en esta legislatura y siento que, a
pesar de la voluntad de diálogo, no hayamos podido llegar a más
consensos. Lo ha dicho el senador Cazalis: se empezó con unos consensos
programáticos, se empezó con acuerdos, llegamos a propuestas iniciales,
pero hemos acabado batiendo el récord del no, y eso a mí me entristece
como parlamentario, porque no solo perjudica a la oposición, que no ha
podido introducir mejoras ni participar en la vida parlamentaria con sus
aportaciones, sino que también perjudica al sector, en este caso al
pesquero, y especialmente al catalán, que por la falta de respeto a las
competencias autonómicas no tiene las ayudas de todo tipo, legislativas,
económica, estructurales, etcétera, que se merece y que necesita.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Maldonado.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el senador
Fidalgo.


El señor FIDALGO AREDA: Ben, nós lamentamos que o Partido Popular
non acepte ningunha das achegas que facemos na nosa emenda. Nin unha só
das dez medidas que propoñemos. E témoslle que dicir que a nós, o contido
da moción do Partido Popular, todo ese incenso derramado que sería
obxecto de mellor causa, nos parece inaceptable, porque vén a dicir que
todo siga igual.


Eu teño que diferenciar tamén a intervención da senadora Larriba
do texto da moción, porque aquí o que estamos debatendo é o texto da
moción. E aínda o diferenciaría máis da xestión do goberno, que é o máis
importante que hai que valorar. E eu entendo que o Partido Popular
utilice a empatía natural da señora Larriba para esconder as súas
propostas e a súa xestión. Porque, miren, para nós é inaceptable dicir
que todo siga igual; bendicir unha xestión que rebaixa a dotación e os
programas da Secretaría de Pesca; unha xestión que está demasiado
acostumada, xa o vimos no debate, a buscar culpables: a culpa é da Unión
Europea, a culpa é dos ecoloxistas... Todo para esconder o que realmente
están facendo. O que realmente están facendo é unha xestión torpe, que
rebaixa o número de licenzas que tiña a flota española, e os pescadores
vense sos e teñen que andar polo mundo buscando onde pescar, eles sos, ou
resignarse ao despece, ou, como dicía a película, poñerse Los lunes al
sol.


E iso foi o que pasou cos diversos tratados. Aquel tratado do
malvado Zapatero, que conseguira 110 barcos para Mauritania, ou 240 con
Marrocos, pois desapareceron, tiveron limitacións graves cando se
renovaron e sufriron un serio recorte e rebaixa nas condicións. O mesmo
pasou ca rebaixa nas posibilidades de pesca no ano 2015. Señora Larriba,
no xurelo do Cantábrico, menos do 26 %, no xurelo do golfo de Biscaia
menos do 26 %, no galo de augas ibéricas menos do 39 %, na pescada de
augas ibéricas menos do 15 %, na xarda, xa se dixo, menos do 15 %.
Incluso a ministra chegou a dicir que era un éxito. E logo cando fixeron
ese reparto non se nos di por parte do Partido Popular, nin o goberno
explicou como se vai facer no ano 2016, e eu espero que non sexa como se
fixo no ano 2015, que se fixo un reparto caprichoso. E aquí quedou
claramente manifestado, onde todas as comunidades autónomas quedaron
insatisfeitas, todas as flotas quedaron insatisfeitas, todas as artes
quedaron insatisfeitas. E mentres tanto, o goberno non fixo nada por
achegar estudos científicos que melloraran a súa capacidade negociadora,
tanto en Bruxelas como aquí á hora de facer o reparto.


E, por exemplo, nada se ten feito, e nós por iso o poñemos nas
nosas propostas, (que non é só unha negación, senón, que nós achegamos en
positivo), para incorporar ao programa operativo nacional diversos tipos
de axudas para as que se pode utilizar o novo fondo español marítimo e da
pesca, como son as axudas para as paradas por toxinas, que prexudican
claramente a Andalucía e a Galicia e non é posible utilizar, ou diversas
axudas ás mariscadoras, onde se ven prexudicadas as mariscadoras galegas
ou de Huelva, ás que non se poden acoller porque a súa actividade non
está asociada a un barco, como esixen os regulamentos comunitarios.
Habería que tomar medidas para fortalecer a flota artesanal e non se está
facendo. E desde logo, aquí tamén quedou moi en evidencia, o Goberno non
ten que mirar para outro lado, qué se vai facer coa política de
descartes, que dentro duns meses imos ter que aplicar, senón que é o
Goberno quen ten que dicirlle ás flotas e ás comunidades autónomas cómo
se vai xestionar este importante reto que ten a flota española na nova
política da Política Pesqueira Común.


E o Goberno ten esquecido a política social, tendo en conta as
condicións difíciles en que desenvolve o seu traballo a xente do mar,
como é adecuar o catálogo de enfermidades profesionais ás novas doenzas
que van xurdindo, ou traballar en coeficientes redutores para a
xubilación anticipada, e outras reivindicacións que hoxe expuxen na
quenda de emendas. Como non se teñen ocupado en mellorar a
comercialización e a transformación, primando as producións nacionais, en
prexuízo de moitos sectores que xa se teñen citado, como é o caso do
mexillón galego ou do atún.


Polo tanto necesitamos unha política que poña en valor a
importancia do sector pesqueiro para empezar, que xa foi rebaixado por
este Goberno á categoría de Secretaría Xeral, que se traballe en Europa
para aumentar as posibilidades de pesca e aquí fagamos un reparto xusto
que non prexudique a ninguén e que non sexa, sobre todo, nin caprichoso,
nin prepotente, como se fixo pola anterior Secretaría de Pesca, que
obrigou precisamente ao cese do seu responsable nunha crise de goberno
que o Goberno quixo ocultar. Hai que traballar en resolver as cuestións
que se derivan da nova política pesqueira común, xa dixemos, como é a
política de descartes, da que o sector non sabe qué vai pasar. Hai que
traballar por conseguir actividades en terceiros países e, xa se dixo
aquí_, Canarias o dixo, os galegos o dicimos, todos perderon na política
de recortes e de restricións de licenzas con terceiros países. Hai que
impulsar o traballo científico en investigar recursos, especies de
interese para a pesca, hai que apoiar os centros de investigación, que
están totalmente desafiuzados polos recortes orzamentarios, e hai que
estar presentes nos foros onde se debaten e discuten as cuestións que
afectan ás nosas flotas. Hai que mellorar, señores do Partido Popular, a
diplomacia pesqueira de España, que co «diplomático» señor Cañete, encheu
este sector de grandes fracasos ao longo do mundo.


Polo tanto, a diferenza entre a súa proposta conformista e a nosa,
que é de renovación nas políticas pesqueiras, é abismal, por iso non
podemos votar a favor desa moción que o que pretende é bendicir a mala
xestión destes anos. A proposta de actuación que creo que o Senado ten
que facerlle ao goberno que se vai non vale, señora Larriba, para o
goberno que vén. Non recollen os contidos, nin as propostas. Nós
propoñemos propostas alternativas, políticas diferentes, porque o que
está facendo non vale e por iso nós votaremos que non.


Moitas grazas.


Nosotros lamentamos que el Partido Popular no acepte ninguna de
las aportaciones que hacemos en nuestra enmienda, ni siquiera una sola de
las diez medidas que proponemos, y tenemos que decirles que a nosotros el
contenido de la moción del Grupo Popular, todo ese incienso derramado que
sería objeto de mejor causa, nos parece inaceptable, porque quiere decir
que todo va a seguir igual.


Tengo que diferenciar la intervención de la senadora Larriba del
texto de la moción, porque lo que estamos debatiendo aquí es el texto de
la moción. Y aún lo diferenciaría más de la gestión del Gobierno, que es
lo más importante que hay que valorar. Entiendo que el Grupo Popular
utilice la empatía natural de la señora Larriba para esconder sus
propuestas y su gestión. Para nosotros es inaceptable decir que todo
tiene que seguir igual, es decir, bendecir una gestión que rebaja la
dotación y los programas de la Secretaría de Pesca, una gestión que está
demasiado acostumbrada, como ya vimos en el debate, a buscar culpables:
la culpa es de la Unión Europea o de los ecologistas. Lo que quieren es
esconder lo que realmente están haciendo, que es una gestión torpe que
rebaja el número de licencias que tenía la flota española. Los pescadores
se ven solos y tienen que andar por el mundo buscando dónde pueden
pescar, resignarse al desguace o, como decía la película, ponerse los
lunes al sol.


Esto es lo que pasó con los distintos tratados, por ejemplo, con
aquel del malvado Zapatero que había conseguido 110 barcos para
Mauritania, o 240 con Marruecos. Pues bien, desaparecieron, tuvieron
limitaciones graves cuando se renovaron y sufrieron un serio recorte y
una rebaja en sus condiciones. Lo mismo pasó con la rebaja de las
posibilidades de pesca en 2015. Señora Larriba, en el jurel del
Cantábrico, menos del 26 %; en el jurel del Golfo de Vizcaya, menos
del 26 %; en el gallo de aguas ibéricas, menos del 39 %; en la merluza de
aguas ibéricas, menos del 15 %; en la sardina, menos del 15 %. Incluso la
ministra llegó a decir que había sido un éxito. Después, cuando hicieron
ese reparto, ni el Partido Popular ni su Gobierno nos explicaron cómo se
iba a hacer en 2016. Espero que no sea como se hizo en el año 2015, en el
que hubo un reparto caprichoso con el que todas las comunidades
autónomas, todas las flotas, todas las artes, quedaron insatisfechas.
Mientras tanto, el Gobierno no hizo absolutamente nada por aportar
estudios científicos que mejoraran su capacidad negociadora tanto en
Bruselas como aquí a la hora de hacer los repartos.


Por eso nosotros incluimos en nuestras propuestas —y no es
solo una alegación, sino una aportación en positivo— la
incorporación en el Programa operativo nacional de distintos tipos de
ayudas, como el nuevo fondo español marítimo y de la pesca, o, por
ejemplo, las ayudas para paradas por toxinas, que perjudican claramente a
Andalucía y a Galicia, cuya utilización no es posible. O distintas ayudas
a las mariscadoras gallegas o de Huelva, por ejemplo, que se ven
perjudicadas ya que no pueden acogerse a aquellas porque su actividad no
está asociada a un barco, como exigen los reglamentos comunitarios.
Habría que tomar medidas para fortalecer la flota artesanal, lo que no se
está haciendo. Asimismo, quedó aquí muy en evidencia que el Gobierno no
puede mirar hacia otro lado. Tiene que pensar qué se va a hacer con la
política de descartes que dentro de un mes vamos a tener que aplicar. Y
es el Gobierno el que tiene que decirle a las flotas y a las comunidades
autónomas cómo se va a gestionar este reto tan importante que tiene la
flota española en la nueva política pesquera común.


El Gobierno olvidó por completo la política social, teniendo en
cuenta las condiciones difíciles en que desempeña su actividad la gente
que trabaja en el mar, como adecuar el catálogo de enfermedades
profesionales a las nuevas enfermedades que van surgiendo o trabajar en
coeficientes reductores para la jubilación anticipada y otras
reivindicaciones que he expuesto hoy en el turno de enmiendas. Como
tampoco se ocuparon de mejorar la comercialización y transformación,
primando las producciones nacionales con perjuicio para otros sectores
como, por ejemplo, es el caso del mejillón gallego o del atún.


Por lo tanto, necesitamos una política que ponga en valor la
importancia del sector pesquero —esto ya ha sido rebajado por este
Gobierno a la categoría de secretaría general—. Para empezar,
necesitamos que se trabaje en Europa para mejorar las posibilidades de la
pesca. Aquí tenemos que hacer un reparto justo, que no perjudique a nadie
y que no sea ni caprichoso ni prepotente, como se hizo por parte de la
anterior Secretaría de Pesca, que obligó precisamente al cese de su
responsable, una crisis que el Gobierno quiso ocultar en su momento.
Tenemos que trabajar ahora las cuestiones que se derivan de la nueva
política pesquera común —ya lo dijimos—, como es la política
de descartes, sobre la cual el sector no sabe qué va a pasar. Tenemos que
trabajar por conseguir actividades en terceros países, y algo que ya se
ha dicho aquí —Canarias ya lo ha dicho y los gallegos también lo
decimos—, y es que todos perdieron en la política de recortes y de
restricciones de licencias con terceros países. Tenemos que impulsar el
trabajo científico para investigar recursos, especies de interés para la
pesca, etcétera. Asimismo, hay que apoyar los centros de investigación,
que están totalmente desahuciados por los recortes presupuestarios. Y
también tenemos que estar presentes en los foros donde se debaten y
discuten las cuestiones que afectan a nuestras flotas. Señores del
Partido Popular, hay que mejorar la diplomacia pesquera de España, que
con el señor Cañete, tan diplomático, ha llenado este sector de grandes
fracasos alrededor del mundo.


Por lo tanto, la diferencia entre su propuesta, que es
conformista, y la nuestra, que es de renovación de las políticas
pesqueras, es abismal. Por consiguiente, nosotros no podemos votar a
favor de esa moción que pretende bendecir la mala gestión de todos estos
años. La propuesta de actuación que el Senado le va a hacer al Gobierno
que se va, señora Larriba, no vale ya para el Gobierno que viene porque
no recoge los contenidos y las propuestas que le presentamos. Nosotros
planteamos propuestas alternativas, políticas diferentes, porque lo que
se está haciendo no vale y por eso votaremos que no.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Gracias, senador Fidalgo.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la senadora
Larriba.


La señora LARRIBA LEIRA: Señorías, quisiera hacer puntualizaciones
a las cosas que los distintos grupos han comentado en este turno de
intervención.


La primera es al señor Maldonado con respecto a los temas
competenciales de los que él siempre está tan alerta.






Quiero recordarle
que el Partido Popular aprobó en el año 1993 una ley que dejaba clara la
competencia de las comunidades autónomas, tanto en aguas interiores como
exteriores. Fue una ley que el Partido Socialista no apoyó y que
recurrió, pero el Tribunal Constitucional sentenció dándonos la razón.
Por tanto, le ruego que no dude del compromiso del Partido Popular con
este tema competencial en materia de pesca porque creo que esta es una
muestra muy clara de la posición del Partido Popular.


En relación con el caladero canario, señora Julios, quisiera hacer
también algunas precisiones. La normativa actual del caladero canario es
muy antigua y dispersa, como usted bien sabe, y no responde a la realidad
de Canarias. Sabemos que se ha llevado a cabo un trabajo de actualización
de esa normativa, que se va a plasmar en una nueva orden ministerial y
que se adaptará a la realidad de las pesquerías de Canarias,
caracterizadas por una pesca artesanal con artes de pesca muy específicas
y una presencia abrumadoramente mayoritaria de la flota de artes
menores.


Se ha trabajado sobre la base de las alegaciones y observaciones
recibidas tanto del sector canario como del propio Gobierno de Canarias,
por lo que entiendo que las consideraciones que hace usted en su enmienda
son innecesarias. Hay que destacar que en todo el proceso la Secretaría
General de Pesca ha contado con la colaboración del Instituto Español de
Oceanografía, cuyo asesoramiento ha sido fundamental para poder tomar
decisiones sobre las prácticas permitidas, con el fin de continuar
avanzando hacia una pesca sostenible.


Sin duda, uno de los aspectos que ha suscitado mayor controversia
ha sido el uso de las nasas para peces. Este es un arte de pesca, como
usted sabe, muy poco selectivo, que ejerce una gran presión sobre el
recurso y cuya utilización en Canarias está muy extendida. Con la nueva
norma se va a crear un registro y un censo específico de nasas para poder
tener así constancia de qué barcos de entre los que faenan en el caladero
usan este arte. En Galicia se ha hecho. Con este censo cada barco tendrá
sus nasas identificadas, todo ello con el fin de conocer la realidad del
uso de este arte de pesca de manera que se puedan hacer evaluaciones
sobre el impacto que está teniendo y estudiar posibles ampliaciones o no
de su uso en las islas que así lo reivindiquen. Como digo, con esta nueva
orden que se está elaborando se culminaría un intenso trabajo, iniciado a
comienzos de la legislatura, de ordenación no solo del caladero canario,
sino de todos los caladeros, y que ha producido como resultado la
publicación de una orden para cada uno de ellos.


En relación con los planes de descartes, y como ya se ha dicho
aquí, entran en vigor en enero de 2016 y es necesario participar de
manera activa en todo el proceso de elaboración para que estos sean
flexibles, con el fin de que la adaptación a la norma comunitaria se
produzca de la manera menos traumática posible. Por ello pedimos al
Gobierno que siga actualizando la información disponible de la flota de
pabellón español sobre descartes pesqueros, así como las posibles medidas
de innovación por parte de empresas tecnológicas que puedan minimizar el
efecto de esta obligación, como también los estudios de
selectividad.


Como bien saben, la investigación científica y los estudios
técnicos permiten conocer el estado de los principales stocks de interés
para nuestra flota y profundizar en el conocimiento de los fondos
marinos. La contribución de la investigación española sobre recursos
pesqueros ha sido capital para la gestión de nuestras pesquerías, pero no
solo en el caladero nacional, sino en aguas comunitarias e incluso fuera
de ellas. Por eso insistimos al Gobierno en la necesidad de seguir
trabajando activamente en la obtención de datos básicos que permitan el
mejor asesoramiento científico y a que se siga apostando por la
realización de campañas pesqueras y oceanográficas, muy especialmente las
que llevan a cabo los tres buques de la Secretaría General de Pesca.


Por cierto, señor Iglesias, no podemos compartir la escasa
valoración de los estudios científicos españoles que ha hecho en su
intervención. Si me lo permite, quisiera hacerle una recomendación en
relación con esa complicidad entre algunas ONG y empresas con intereses
petrolíferos. Le recomiendo que se entere de lo que la Pew Foundation
está haciendo en los caladeros del Gran Sol y los problemas que su
actuación está conllevando.


En relación con los acuerdos pequeros, quiero reiterar que desde
el inicio de la presente legislatura el Gobierno ha contribuido de manera
muy positiva con sus gestiones a la ampliación de red de acuerdos de
pesca con terceros países. Como les comentaba en mi anterior
intervención, hay 16 actualmente en vigor más otro recién rubricado, que
es el de Liberia, frente a los 12 que había al comienzo de la
legislatura.


Señora Julios, lo que usted plantea sobre los cefalópodos debe
enmarcarlo en esta planificación de acuerdos de pesca y también en las
empresas conjuntas para las que, con nuestra intervención, estamos
pidiendo una visión más amplia. Creemos que España debe seguir impulsando
ante la Unión Europea las negociaciones de nuevos acuerdos pesqueros que
contribuyan al aumento de posibilidades de pesca para la flota española,
como los que puedan producir los que se están estableciendo con Kenia y
Tanzania. De este modo se completarían los acuerdos de la flota atunera
en todo el Índico.


Asimismo, se están manteniendo conversaciones para llegar a
acuerdos pesqueros con Sierra Leona, y en la zona del Pacífico con
Kiribati o las Islas Cook. Estos acuerdos permiten la actividad de los
buques en condiciones de seguridad jurídica y durabilidad difícil de
alcanzar de otro modo en ciertos países, al tiempo que garantizan el
acceso al mercado comunitario de productos de la pesca en condiciones de
seguridad sanitaria y jurídica, contribuyendo a nuestra seguridad
alimentaria y garantizando el empleo directo e inducido generado por esta
flota. Se afianza, además, la presencia de la Unión Europea en los foros
internacionales y se llena de valor la dimensión externa de la política
pesquera comunitaria.


Señor Cazalis, le anticipo que, según las informaciones que
tenemos, le va a caer una tarjeta roja a Tailandia gracias, precisamente,
a lo que hemos hecho en esta Cámara en este sentido. Le recuerdo nuestro
planteamiento: ni lomos ni latas, ni latas ni lomos que procedan de la
pesca ilegal.


Señorías, para terminar, quería decirles que no ha sido intención
de esta moción enmendarle la plana al Gobierno, porque mi grupo es
absolutamente consciente de la labor titánica que se ha realizado durante
esta legislatura para darle un giro a la percepción negativa que en
Europa se tenía de nuestro sector pesquero, un sector que estaba bajo
sospecha de pesca ilegal. A esta opinión contribuyó una política
excesivamente laxa en el control del caladero nacional, que llevó a la
Comisión a imponernos dos pesadas sanciones por sobrepesca, en 2009
y 2010, que han hipotecado al sector, principalmente al de la pesca
artesanal de cerco, que ha visto disminuido su cupo de una manera
brutal, 105 000 toneladas, que equivalen a la cuota española de tres años
y que han supuesto un serio revés a economías ya muy afectadas por las
restricciones generales a la actividad y agravadas por la actual
situación de paro.


Nuestra iniciativa está orientada a dar un impulso adicional ante
la perspectiva de la inminente entrada en vigor del reglamento de
descartes; a la necesidad de alcanzar, en términos generales, una
explotación de los recursos pesqueros en el ámbito del rendimiento máximo
sostenible, en cumplimiento de los acuerdos de Johannesburgo; y está
orientada a incidir en la importancia de la dimensión exterior de la
política pesquera comunitaria. Pretendemos con ella reiterar la posición
de liderazgo que el sector acuícola español debe alcanzar en el ámbito
europeo.


En definitiva, señorías, es hora del ajuste fino y de la
presentación de planes globales que muestren, ante la Comisión y ante
nuestros socios europeos, nuestra opinión concreta sobre cómo dar
cumplimiento a estos objetivos con una política realista y concreta.


Muchas gracias, señorías. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Larriba.


Llamen a votación. (Pausa).


Cierren las puertas.


Señorías, votamos la moción del Grupo Parlamentario Popular, tal y
como ha sido presentada.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: presentes, 242;
votos emitidos, 242; a favor, 148; en contra, 73; abstenciones, 21.


El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.









MOCIÓN POR LA QUE SE INSTA AL GOBIERNO A INCREMENTAR LAS
PARTIDAS PRESUPUESTARIAS PREVISTAS EN EL PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS
GENERALES DEL ESTADO PARA EL AÑO 2016 DESTINADAS A LA ATENCIÓN A LA
DEPENDENCIA.


662/000210

GPCIU


El señor presidente da lectura al punto 6.3.


El señor PRESIDENTE: A esta moción no se han presentado enmiendas.
(Rumores). Para su defensa, tiene la palabra la senadora Rivero, cuando
haya silencio en el hemiciclo. (Continúan los rumores).


Guarden silencio, por favor.


La señora RIVERO SEGALÀS: Gràcies, president.


Bé, senyories, el Grup Parlamentari de Convergència i d’Unió
ha aportat aquesta moció per posar sobre la taula una problemàtica que
existeix a Catalunya, que existeix arreu de l’Estat espanyol, una
problemàtica que és ara i que afecta a persones que no tenen alguns
recursos que els havíem de donar i no tenen temps. Per això, hem cregut
oportú posar damunt de la taula aquesta problemàtica. I la posem
emmarcats en l’ambient que el Grup Parlamentari del PP, i el
Govern, en la presentació dels pressupostos, en una realitat optimista,
de realitat econòmica de clara millora ens presenta.


Intentem definir aquesta recuperació de forma recurrent en el que
han estat denominant indicadors de recuperació. Ahir mateix, el senyor
Montoro ens en recordava alguns. En paraules de l’Executiu, el
impacto favorece el crecimiento y el efecto de la recuperación. Hacen que
el presupuesto de gastos venga marcado por la recuperación social.
Malgrat la reducció de la despesa en desocupació, i de la càrrega
financera del deute públic, no veiem pas increment en partides socials
que, durant la crisi, van patir davallades molt importants.


Així, doncs, l’executiu central ha estimat un estalvi de
prestacions de desocupació per import de 5480 milions d’euros i un
estalvi dels interessos del deute per import de 2000 milions
d’euros. D’aquest estalvi, 7500 milions d’euros, tan
sols un 1 %, ha estat utilitzat pel Govern per atendre la dependència.
Una partida de 75 milions d’euros. (El senyor vicepresident, Lucas
Giménez, ocupa la Presidència).


Senyories, tots els ciutadans tenen dret de promoció de
l’autonomia personal i d’atenció a les persones amb
dependència. Això, no perquè ho digui el grup de Convergència i
d’Unió, això és perquè ho diu la llei vigent i és un dret dels
ciutadans. En l’actualitat, Sanitat reconeix una llista
d’espera d’unes 433 852 persones, un 37 % del total, dels que
tenen dret a un ajut. Això es deu a que, com que l’aplicació de la
llei es va fer de forma gradual, l’1 de juliol es van incorporar a
la llista de dependents els de grau de dependència moderada. I ens deixa
en una situació similar a la del 2009, recorden senyories? No vam saber
donar resposta, teníem un problema similar i, a més a més, vam causar
molta frustració a molts dependents que esperaven aquests ajuts que
resava la llei. La diferència és que, en aquell moment, estàvem parlant
del desenvolupament de la llei i en aquests moments estem parlant de la
finalització de l’aplicació d’aquesta llei. Aquest calendari
d’aplicació, a més a més, va ser aturat, per part del Govern, quan
va començar a governar, per la situació de crisi, prioritzant els
dependents de gran dependència o de dependència greu. Però la veritat és
que, segons dades del Govern, més de 90 000 persones amb gran o greu
dependència, encara estan per atendre. La resta són de dependència
moderada.


En definitiva, no ho han fet bé, ni amb els uns ni amb els altres.
Així les coses, en aquests moments, segons l’Associació Estatal de
Directors i Gerents de Serveis Socials, unes 100 000 persones han mort
esperant un ajut. L’increment de 75 milions d’euros, segons
aquesta mateixa associació, que queden regulats en els pressupostos per a
la dependència, es trigarien 25 anys en atendre a aquestes persones que
en aquest moment tenen la problemàtica. És obvi que la majoria no
disposa, ni molt menys, d’aquest temps.


El finançament de la dependència hauria d’estar repartit
entre el Govern central, les comunitats autònomes i els copagaments dels
que reben el servei. Avui, la participació financera estatal es troba en
el nivell més baix des de l’entrada en vigor de la llei, no arriba
ni a un 20 %, quan li correspondria un 50 %. A més, l’any 2012 es
va eliminar el finançament anomenat de nivell acordat amb les comunitats
autònomes. Alguna veu del ministeri, fins i tot —segons recollien
alguns mitjans— va assenyalar que no es facil para las comunidades
autónomas atender de pronto a todos los moderados. Ja els ho dic jo, i
tant com no n’és de fàcil! No ho és perquè, en aquests moments, com
és en el cas de Catalunya, estem assumint el 80 % del cost. Si féssim el
mateix pels nostres dependents que ha fet l’Estat, en aquest
moment, 94 000 dependents que estan atesos a Catalunya haurien quedat
fora del sistema. No és fàcil, senyories, no és fàcil per Catalunya i no
és fàcil per ningú. Però, certament, amb aquesta partida pressupostària
de 75 milions, vostès, el que aconseguiran és asfixiar les comunitats
autònomes que no podran atendre, o ho faran amb els recursos propis, si
en disposen. I parlen d’una partida d’ampliació de crèdit.
Nosaltres pensem que això hauria d’estar reflectit en els
pressupostos perquè és un problema real, que el tenim ara, i ja el tenim
quantificat. En definitiva, no donen resposta. Són insuficients per a
l’atenció de la dependència. Aquests anys, durant aquesta
legislatura, s’ha patit una disminució de 1490 milions
d’euros, sense tenir en compte que hi hauria un augment progressiu
de beneficiaris. El ministre, en la seva primera compareixença al
Congrés, anunciava amb satisfacció que s’havia acabat el període
d’implantació de la llei. Aquesta satisfacció nosaltres no la podem
compartir. Perquè no es tracta només d’aplicar i implantar les
lleis, sinó que donin respostes a les solucions, a les problemàtiques, i
en aquest cas no ha estat una solució. El president Rajoy, a més a més,
qüestionava la seva viabilitat. Jo els ho diré. La llei és viable, però
és viable si s’hi destinen els recursos necessaris. Altrament,
només serveix per a frustrar expectatives de la gent.


Els deia, començava la meva intervenció dient que el Govern ha
anunciat una recuperació econòmica, en la presentació dels pressupostos.
El senador Bel, no fa massa, en aquesta Cambra, ja va posar negre sobre
blanc com aquesta recuperació afectava les comunitats autònomes. Que, si
bé participem en bona part de la disminució del dèficit, no participem
dels augments impositius que ha dut a terme el Govern central.


Per tot això, nosaltres, perquè hi ha aquesta problemàtica, perquè
el Govern diu que en aquests moments està en disposició de poder
atendre-la, la qual cosa no s’havia pogut fer fins ara, proposem
dues solucions, que vindrien a donar solució immediata a molts afectats
per la dependència i al seu entorn familiar, que passen per dues vies. La
primera, augmentar amb 150 milions d’euros l’aportació
estatal al nivell mínim del sistema d’atenció de la dependència,
per tal d’aproximar aquests recursos de l’Estat, el 50 % del
cost real que assumeixen les comunitats autònomes. I, per altra banda,
restituir aquest nivell acordat, que van suprimir el 2012, la qual cosa,
al nostre entendre, reconeix d’un augment del finançament estatal
al sistema de dependència, d’uns 283 milions d’euros.


Senyories, jo penso que és un problema que afecta Catalunya i que
afecta tots els territoris, és un problema real que afecta la dignitat i
la facilitat de la vida de moltes persones, i, si bé podem discutir si la
quantificació i podem afegir xifres de més o xifres de menys, perquè és
molt difícil de quantificar, entenem que tothom estarà d’acord que,
si el problema el tenim ara, si hi ha gent patint, i el Govern diu que té
les eines per donar-hi solució, no ens podem quedar de braços creuats, no
podem esperar la tramitació dels pressupostos, i per això jo demano el
suport a la nostra moció i demano al Grup Popular que, d’aquí a la
tramitació dels pressupostos, tinguin en compte aquesta problemàtica i la
puguem veure solucionada i no n’haguem de parlar en el tràmit dels
pressupostos.


Moltes gràcies. (Aplaudiments).


Gracias, presidente.


Señorías, el Grupo Parlamentario de Convergència i d’Unió ha
presentado esta moción para poner sobre el tapete una problemática que
existe en Cataluña y que existe en todas partes del Estado español; una
problemática actual que afecta a personas que, además de no tener los
recursos que habría que ofrecerles, no disponen del tiempo. Por eso hemos
puesto sobre el tapete este asunto, y lo hacemos enmarcado en un ambiente
optimista y de clara mejora económica con que el Grupo Parlamentario
Popular y el Gobierno presentan los últimos presupuestos.


Intentamos definir esta recuperación de forma recurrente en los
denominados indicadores de recuperación, y ayer mismo el señor Montoro
nos recordaba algunos. En palabras del Ejecutivo, el impacto favorece el
crecimiento y el efecto de la recuperación hace que el presupuesto de
gastos venga marcado por la recuperación social. A pesar de una reducción
del gasto en desocupación y de la carga financiera de la deuda pública,
no vemos incremento en partidas sociales que durante la crisis sufrieron
reducciones muy importantes. Así pues, el Ejecutivo central ha estimado
un ahorro de prestaciones de desocupación por importe de 5480 millones de
euros y un ahorro de los intereses de la deuda por importe de 2000
millones de euros. De este ahorro de 7500 millones de euros el Gobierno
solo ha utilizado un 1 % para atender a la dependencia, una partida de 75
millones de euros. (El señor vicepresidente, Lucas Giménez, ocupa la
Presidencia).


Señorías, todos los ciudadanos tienen derecho a la promoción de la
autonomía personal y a la atención a las personas con dependencia. Y no
porque lo diga yo, no porque lo diga el Grupo de Convergència i
d’Unió, sino porque la ley vigente dice que es un derecho de los
ciudadanos. En la actualidad, Sanidad reconoce una lista de espera
de 433 852 personas, un 37 % del total de los que tienen derecho a una
ayuda. Eso se debe a que como la aplicación de la ley se hizo de forma
gradual, el 1 de julio se incorporaron a la lista de dependientes los de
grado de dependencia moderada, lo que nos deja en una situación similar a
la de 2009. ¿Recuerdan, señorías? No supimos dar respuesta ante un
problema similar y causamos mucha frustración a muchos dependientes que
esperaban estas ayudas que rezaba la ley. La diferencia es que en aquel
momento hablábamos del desarrollo de la ley y ahora estamos hablando de
la finalización de la aplicación de esta ley. Este calendario de
aplicación fue parado por el Gobierno cuando empezó a gobernar por la
situación de crisis, priorizando a los dependientes de gran dependencia o
de dependencia grave; pero la verdad es que, según datos del Gobierno,
más de 90 000 personas con gran o grave dependencia todavía no tienen
atención y el resto son de dependencia moderada.


En definitiva, no lo han hecho bien ni con los unos ni con los
otros. Así las cosas, hasta este momento, según la Asociación Estatal de
Directores y Gerentes de Servicios Sociales, unas 100 000 personas han
muerto esperando una ayuda. Según esta misma asociación, con el
incremento de 75 millones de euros que quedan regulados en los
presupuestos para la dependencia, se tardarían veinticinco años en poder
atender a las personas que hoy viven esta problemática. Es obvio que la
mayoría no disponen, ni mucho menos, de este tiempo.


La financiación de la dependencia tendría que repartirse entre el
Gobierno central, las comunidades autónomas y los copagos de los que
reciben los servicios. Hoy en día la participación financiera estatal se
halla en el nivel más bajo desde la entrada en vigor de la ley, no llega
ni a un 20 %, cuando le correspondería un 50 %. Además, en el año 2012 se
eliminaron las financiaciones de nivel acordado con las comunidades
autónomas; alguna voz del ministerio, incluso —según recogían
algunos medios—, señaló que no es fácil para las comunidades
autónomas atender de pronto a todos los moderados. Ya les digo yo: ¡pues
claro que no es fácil!, no es fácil porque en estos momentos, como en el
caso de Cataluña, estamos asumiendo el 80 % del coste; si hiciéramos lo
mismo con nuestros dependientes que lo que ha hecho el Estado, en estos
momentos 94 000 dependientes que han sido atendidos en Cataluña habrían
quedado fuera del sistema. No es fácil, señorías, ni para Cataluña ni
para nadie, pero, ciertamente, con esta partida presupuestaria de 75
millones ustedes lo que van a conseguir es asfixiar a las comunidades
autónomas, que no podrán atender o bien lo harán con los recursos
propios, si los tienen. Y hablan de una partida de ampliación de crédito.
Nosotros pensamos que esto tendría que estar reflejado en los
presupuestos, porque es un problema real que lo tenemos ahora y ya está
cuantificado. En definitiva, no dan respuesta y son insuficientes para la
atención de la dependencia. Estos años, durante esta legislatura, ha
habido una disminución en la atención a la dependencia de 1490 millones
de euros, sin tener en cuenta, además, que habría un aumento progresivo
de beneficiarios. El ministro, en su primera comparecencia en el
Congreso, anunciaba con satisfacción que se había terminado el periodo de
implantación de la ley. Nosotros no compartimos esta satisfacción, porque
no se trata solo de aplicar e implantar las leyes, sino de que den
respuesta a las problemáticas, y en este caso no se ha dado una solución.
El presidente Rajoy, además, cuestionaba su viabilidad. Yo les voy a
decir que la ley es viable, pero es viable si se le destinan los recursos
necesarios, si no, no sirve más que para frustrar las expectativas de la
gente.


Empezaba mi intervención diciendo que el Gobierno ha anunciado una
recuperación económica en la presentación de los presupuestos. El senador
Bel hace poco, en esta Cámara, ya puso negro sobre blanco cuando explicó
cómo afectaba esta recuperación a las comunidades autónomas, y decía que
si bien participamos en buena parte de la disminución del déficit, no
participamos de los aumentos de tipos impositivos que ha realizado el
Gobierno central.


Por todo ello, nosotros, porque existe esta problemática, porque
el Gobierno dice que en estos momentos está en disposición de poder
atenderla —cosa que no se había podido hacer hasta ahora—,
proponemos dos alternativas que vendrían a dar solución inmediata a
muchos de los afectados por la dependencia y también a su entorno
familiar: la primera, incrementar con 150 millones de euros la aportación
estatal al nivel mínimo del sistema de atención de la dependencia para
aproximar estos recursos del Estado al 50 % del coste real que asumen las
comunidades autónomas y, la segunda, restituir este nivel acordado que
suprimieron en el 2012, lo cual, a nuestro entender, requiere de un
aumento de la financiación estatal en el sistema de dependencia de
unos 283 millones de euros.


Señorías, yo pienso que este es un problema que afecta a Cataluña
y afecta a todos los territorios, es un problema real que afecta a la
dignidad y a la facilidad de la vida de muchas personas, y, si bien
podemos discutir si a la cuantificación le podemos añadir cifras de más o
de menos porque es muy difícil de cuantificar, sí que entendemos que todo
el mundo estará de acuerdo con que si el problema lo tenemos ahora, si
hay gente sufriendo, si el Gobierno dice que tiene las herramientas para
dar la solución, no nos podemos cruzar de brazos, no podemos esperar la
tramitación de los presupuestos, y por ello yo pido el apoyo a nuestra
moción y pido al Grupo Popular que, de aquí a la tramitación de los
presupuestos, tenga en cuenta esta problemática y la podamos ver
solucionada, de modo que no tengamos que volver a hablar de ella en el
trámite de los presupuestos.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez):


En turno en contra, tiene la palabra la senadora señora
Torres.


La señora TORRES SÁNCHEZ: Muchas gracias, señor presidente.


Entro a analizar directamente el cuerpo de la moción. Señalan, en
primer lugar, que no se aprecia en estos presupuestos una recomposición
del gasto social. El Grupo Parlamentario Popular duda de que la palabra
adecuada sea la de recomposición del gasto social, puesto que si hay algo
que caracteriza a este Gobierno es que nos ha devuelto a la senda del
crecimiento y de la creación de empleo, garantizando además la
sostenibilidad del Estado del bienestar, que estaba de capa caída tras el
paso de los gobiernos socialistas.


Estamos ante un tiempo nuevo, una vez completado el calendario
progresivo de la implantación de la ley, con un aumento de los créditos
destinados a la atención a la dependencia. Así, dentro de las políticas
de gasto del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, para
el próximo año, 7 de cada 10 euros están comprometidos con las personas
mayores y la Ley de dependencia. El presupuesto del Imserso para el
próximo año crece un 3,26 % respecto a 2015, recuperando los niveles del
ejercicio 2011, lo que demuestra que este Gobierno continúa con la
tendencia del incremento presupuestario iniciado en los dos ejercicios
anteriores, porque desde el año 2013, el presupuesto se ha incrementado
en 223 millones de euros, teniendo en cuenta además que se mantienen los
programas de prevención de la dependencia. Aquí está el compromiso
continuado y no una recomposición con el gasto social.


En segundo lugar, en la moción critican la participación de la
financiación estatal, y en particular solicitan aumentar en 150 millones
el nivel mínimo. Vaya por delante que la Administración General del
Estado siempre ha cumplido con la obligación de contar con créditos
necesarios para transferir a las comunidades autónomas las cantidades
devengadas en concepto de nivel mínimo, y en aquellos casos en que las
cantidades consignadas no resultaban suficientes se han tramitado las
oportunas ampliaciones de crédito, de tal forma que siempre se ha
garantizado esta financiación. Para mayor concreción, debo decir que
estas cantidades son objeto de cálculo a lo largo de todos los meses, de
manera que la cantidad definitiva vinculada a este concepto resulta
imposible de conocer con anterioridad a la finalización del año, por lo
que venir hoy aquí a solicitar una ampliación de 150 millones —que
podían ser 135 o 185— carece de validez.


Sobra decir que en el sistema para la autonomía y atención a la
dependencia la gestión corresponde a las comunidades autónomas y, por su
parte, al Estado le corresponde garantizar la igualdad y equidad del
sistema. Para esto último, el Estado utiliza instrumentos normativos de
coordinación general y financieros para garantizar una misma cuantía para
la atención a las personas en situación de dependencia, con una
prestación efectiva y en función de su grado, cualquiera que sea el lugar
donde residan.


Señorías, la financiación de la dependencia se asienta en dos
instrumentos normativos: por una parte, la Ley de dependencia propiamente
y, por otra, la Ley 22/2009, de 18 de diciembre —que no entendemos
por qué silencian en su moción—, y de esta forma el Estado cumple
con su obligación de que las aportaciones de Estado y comunidad autónoma
estén equiparadas.


En tercer lugar, en cuanto a la solicitud de recuperar el nivel
acordado, la misma Ley de dependencia establecía que el período de
aplicación del nivel de protección acordado iba desde la propia entrada
en vigor de la ley —año 2007— hasta el año 2015. Ustedes
plantean en su moción que este nivel acordado se recupere en el año 2016,
por lo tanto, van en contra incluso del propio espíritu de la ley, y por
eso no podemos admitirlo. A mayor abundamiento, en esta misma
Ley 22/2009, de 18 de diciembre, se recoge una financiación adicional
para las comunidades autónomas. Y es el propio Tribunal de Cuentas, no el
Partido Popular, el que en su informe de fiscalización señala que a
través de tales créditos se compensa con creces la suspensión del nivel
acordado, toda vez que las cifras asociadas a la financiación adicional
superan las transferencias en concepto del nivel acordado. Así, desde el
año 2009, por este concepto se han transferido a las comunidades
autónomas más de 9200 millones de euros.


En cuarto y último lugar, hablan también de la participación de la
financiación estatal en el sistema y dicen que no alcanza ni a financiar
el 20 % de los costes del sistema. Pues tengo que decirles que esta
afirmación también resulta falsa, y para ello me voy a remitir al
Informe 1035/2014, del Tribunal de Cuentas, que señala que con los datos
correspondientes al ejercicio del año 2012, la financiación del nivel
mínimo de protección a cargo del Imserso representó el 19,71 %. Los
previstos en la Ley 22/2009 recibieron un importe que representó
el 29,52 %. Sumando ambos, se cifran en un 49,23 %, lejos de ese 20 % al
que se refiere en su moción. Así, por tanto, se da cumplimiento al
artículo 32 de la Ley de dependencia.


Por todo ello, vemos cómo con el Gobierno del Partido Popular, y a
pesar de los malos augurios, se ha potenciado la dependencia. Hemos sido
vigilantes del cumplimiento de la ley, se han impulsado líneas de
colaboración consensuadas a través del Consejo Interterritorial de
Servicios Sociales con las comunidades autónomas y, lo más importante, se
garantiza, sin exclusión, el derecho subjetivo de todas las personas
valoradas como dependientes a la prestación que en cada caso les
corresponda. Por todo ello, y por las razones expuestas, mi grupo votará
en contra de su moción.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, señoría.


Pasamos al turno de portavoces.


Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra el senador
Iglesias.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente. Vamos a
compartir el turno. Intervendré brevemente desde el escaño, en nombre del
Grupo Mixto.


La moción nos permite, al final de la legislatura, pensar en cómo
ha afrontado el Partido Popular el desarrollo de la Ley de atención a la
dependencia y hacer un poco de historia. En mi opinión, el Partido
Popular ha visto la Ley de atención a la dependencia como una parte de la
herencia recibida, como una carga frente a la que ha reaccionado con
desafección. Y lo ha expresado a través de los recortes presupuestarios,
haciendo que el porcentaje de participación de la Administración General
del Estado en el coste de la Ley de atención a la dependencia nunca
alcanzara lo establecido en la propia ley y tendiera a disminuir. Dada la
situación financiera de las comunidades autónomas y otras reformas
impulsadas por el Partido Popular, ello se ha traducido en un incremento,
a través de la figura de los copagos, de la aportación realizada por los
dependientes, lo cual, por supuesto, Izquierda Unida en ningún caso
comparte. En el ejercicio en el que estamos, después de que el Partido
Popular retrasara la aplicación de la ley a los dependientes moderados,
por fin estos se han incorporado al sistema, pero habría que decir que,
más que incorporarse al sistema, se han incorporado a la lista de espera
del sistema. Las consignaciones previstas en los Presupuestos Generales
del Estado ni tan siquiera con el incremento producido van a permitir
satisfacer las necesidades de estos nuevos dependientes que han entrado
en el sistema.


Concluyo. Según el informe que conocen sus señorías, elaborado por
los directores y responsables de los centros de servicios sociales, con
las previsiones de financiación planteadas en los Presupuestos Generales
del Estado para 2016 serían necesarios al menos veinticinco años para
poder acabar con las listas de espera. Esto significa que la Ley de la
dependencia sigue languideciendo y no garantiza la atención necesaria a
quienes han alcanzado ya la calificación de personas dependientes.


Muchas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador
Iglesias.


Por el Grupo Mixto, tiene la palabra la senadora Lima.


La señora LIMA GOZÁLVEZ: Gracias, señor presidente.


Es la primera vez que intervengo en el Pleno y quería decir que la
moción que presenta el Grupo Parlamentario Catalán plantea un contenido
que nosotros compartimos, pero ojalá no habláramos de dependencia, sino
de atención a la promoción de la autonomía personal, que habláramos de
las personas con necesidades de apoyo. Pensamos que este concepto
dignifica mucho más a las personas de las que estamos hablando. Lo que el
Grupo Parlamentario Catalán plantea en su moción es razonable, pero
nosotros pensamos que este aumento presupuestario no soluciona el
problema real con el que nos encontramos. Consideramos que este aumento
presupuestario para el próximo año 2016 es un insulto a las familias y a
las personas que necesitan apoyo. Como han comentado nuestros compañeros
de CiU, hablamos de 1400 millones de euros de recortes y, por tanto, este
aumento no compensa los recortes sufridos. Creemos que el objetivo tiene
que ir más allá. Tenemos que hablar de una ley que puede mejorarse, y,
evidentemente, esas mejoras tienen que ir acompañadas de una dotación
presupuestaria que asegure su implantación real.


Discúlpenme, pero da igual que hablemos del Gobierno estatal o del
Gobierno en el territorio catalán, pues durante todos estos años hemos
sufrido unos recortes salvajes que han afectado a uno de los pilares
fundamentales del Estado de bienestar; hablamos de educación, de sanidad,
de servicios sociales, etcétera. Esos recortes se incorporarán en el
futuro en los libros de historia que estudiarán nuestros jóvenes porque
estas políticas que están llevando a cabo están desmantelando poco a poco
nuestro Estado de bienestar. En la moción que ustedes plantean pretenden
volver a lo marcado en 2012. Nosotros pensamos que tendría que tener
carácter retroactivo, que esas cantidades que no se han gastado durante
todos estos años también deberían incorporarse.


Al Gobierno y al grupo que le apoya quiero decirles que la semana
pasada aprobamos un presupuesto extraordinario de más de 850 millones de
euros para un programa específico de armamento en tiempos de paz.
Explíquenme ustedes cómo vamos a decir esto a las familias, a las
personas que necesitan apoyos, cómo se lo vamos a explicar. Yo no me veo
capaz de hacerlo. Vemos que hay dinero para algunas cosas pero para otras
siempre falta. Ahora hablamos de personas. Hablamos de un sistema de
atención a la dependencia que crea empleo, que fomenta la innovación, la
tecnología, la investigación. Hablamos de un sector maravilloso,
señorías, de un pilar fundamental.


Y, señorías, si me permiten, dejando el tema presupuestario al
margen, quiero decir que necesitamos revisar en profundidad esta ley,
centrándonos, por ejemplo, en la economía del cuidado. La mayoría de
cuidadores son mujeres, tres de cada cuatro cuidadores son mujeres.
Hablamos de uno de los sectores productivos más precarios, un sector que,
además, promueve la economía sumergida, que, como consecuencia, conlleva
vulnerabilidad y nulidad de derechos laborales. Por todo esto, nosotros
planteamos que la solución debería ser una revisión en profundidad de
este sector y, evidentemente, de la ley.


Para concluir, señorías, nosotros hemos decidido abstenernos
porque no compartimos al cien por cien lo que plantean en su moción, ya
que pensamos que debemos ir más allá y hacer esa revisión que estamos
comentando. No podemos olvidarnos de la gran desigualdad que existe entre
las diferentes comunidades autónomas. A mí me ha costado encontrar datos
fiables, he tenido dificultades, me he encontrado con una gran opacidad.
A veces hablamos de cantidades, pero esas cantidades no solucionan el
problema real; tenemos que empezar a hablar de la situación real de las
personas y a partir de ahí ver cuáles son las necesidades y cuánto valen,
y entender que no estamos hablando de gasto social, sino de una inversión
social dirigida a que nuestra ciudadanía, nuestra sociedad vaya
mejor.


Gracias por escucharme. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, especialmente
por su esfuerzo, senadora Lima.


Por el Grupo Parlamentario Vasco, tiene la palabra el senador
Cazalis.


El señor CAZALIS EIGUREN: Gracias, señor presidente. Si me lo
permite, voy a intervenir desde el escaño.


Volvemos de nuevo a hablar de la Ley de dependencia. Esta mañana
hemos hablado de muchas cosas; todo ya está muy hablado y muy discutido
en esta legislatura, no sé si para bien, pero al menos hemos debatido
sobre ello.


La Ley de dependencia, señorías, fue aprobada en la legislatura
del presidente Zapatero. En su día, nosotros, como Grupo Vasco, valoramos
la voluntad de la ley pero votamos en contra porque suponía y supone una
inadmisible invasión competencial en un área en la que ya las
diputaciones vascas actuaban antes de la propia Constitución de 1978,
como es el área de la asistencia y apoyo social y, además, porque la ley
no mostraba claramente una viabilidad económica, como dijimos en su
momento. Desgraciadamente, el tiempo nos ha dado la razón de la peor
manera posible, y lo ha hecho eliminando las expectativas de aquellas
personas que creían tener, y que de hecho tienen, un derecho subjetivo,
pues dichas expectativas al final no se han cumplido.


Estábamos en esto cuando llegó el Gobierno actual, que modificó
los tres aspectos medulares de la ley: el calendario, las cuantías y la
financiación. Las primeras modificaciones se realizaron ya en diciembre
de 2011, nada más comenzar la legislatura. Pero mucho más sustanciales
fueron las introducidas en el Real Decreto Ley de 13 de julio de 2012,
primero, en el calendario de incorporación de las personas beneficiadas a
los servicios y prestaciones de atención a la dependencia; en julio
de 2012, se pospuso la incorporación de las personas valoradas con los
grados I y II hasta julio de 2015; en la Comunidad Autónoma del País
Vasco, en cambio, mantuvimos el calendario original. (La señora
vicepresidenta, Vicente González, ocupa la Presidencia).


Respecto a las cuantías, mientras el Estado, en julio de 2012,
redujo entre el 15 y el 20 % las cuantías de las prestaciones de la ley,
es decir, la de cuidados en el entorno familiar, la de asistencia
personal y la vinculada al propio servicio, en el País Vasco las hemos
seguido manteniendo sin reducción alguna.


Y en cuanto a la financiación —sobre ello ha hablado la
senadora del Grupo Popular—, les diré que el Estado se comprometió
a compartir el 50 % del nivel mínimo con las comunidades autónomas. A
este respecto, quiero aportar dos datos de 2009 que considero
importantes, previos al recorte del Gobierno de Rajoy: la financiación
del Estado para los servicios relativos a la discapacidad y dependencia
se situaba en el 9,1 % y el 19,7 %; en el mejor de los casos, nunca llegó
al 20 %. Pero según el informe del Tribunal de Cuentas del Estado, al que
usted también ha aludido, en 2013, la financiación estatal de los
servicios del catálogo de la ley es de un 17,57 %. Con todo esto,
en 2013, en Vizcaya, que es el territorio que mejor conozco, se
destinaron 306 millones de euros para cubrir la Ley de dependencia. En
Guipúzcoa y Álava ocurre lo mismo, pero, evidentemente, en menor
proporción por cuestiones de población, etcétera. Por eso, nosotros no
podemos más que apoyar cualquier medida que suponga acercar la
financiación estatal a lo recogido en la propia ley, sin más, y, como
hemos visto, a lo que se ha incumplido de la propia ley desde el inicio
de andadura de la norma, tanto en el nivel mínimo como en el nivel
acordado, porque este último tenía plazo de finalización pero nunca
empezó; por tanto, si nunca empezó, vamos a ver si lo empezamos ahora.
Sin duda, también algún día tendremos que discutir cómo se compensa el
coste de aplicación de una ley que no ha sido derogada, solo congelada en
parte durante estos años en los que las administraciones locales vascas
han cumplido escrupulosamente con las cuantías y los plazos sin que el
Estado cumpliera con lo que le correspondía.


Por todo esto, señorías, señora presidenta, el voto del Grupo
Vasco va a ser favorable a esta iniciativa de Convergència i
d’Unió.


Muchas gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
señoría.


Por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, tiene
la palabra la senadora Sequera.


La señora SEQUERA GARCÍA: Presidenta, bon dia. Senadors,
senadores.


Senyories, 1 200 000 persones tenen dret reconegut a la prestació
per a la dependència. És una xifra prou significativa, que justifica
l’oportunitat i l’encert d’haver legislat sobre les
condicions que han de garantir la promoció de l’autonomia personal
i l’atenció a les persones amb dependència a través d’un
conjunt mínim de drets. Una llei de mínims, que ha de garantir
l’administració i que és susceptible de ser ampliada per les
comunitats autònomes.


Per primera vegada, es reconeix una realitat social que fins a
l’aprovació de la llei 39/2006 s’obviava. Gràcies al coratge
i a la capacitat suficient per fer-ho, aquestes persones sortien a la
llum i quedaven reconegudes socialment a tot l’Estat i per igual,
era el primer pas. Va haver-hi crítiques de tota mena però, ningú, avui,
no pot negar que es tractava d’un text legal que feia visible una
realitat social no reconeguda fins al moment.






De fet, simplement ha estat
modificada per paralitzar-la, però no ha estat derogada, doncs
apliquin-la!


Els governs han de ser els primers en donar exemple en el
compliment de les normes, no allarguin més el patiment de milers de
famílies.


Des del passat 1 de juliol, 310 000 dependents moderats haurien de
percebre la prestació a la qual tenen dret. Estem parlant,
majoritàriament, de gent gran, amb dificultat de mobilitat, de malalts
amb principis d’Alzheimer, que alguns han estat completament sols i
estem fent referència a l’ajuda per tal de llevar-se, de menjar, de
rentar-se. D’altres necessiten l’atenció 24 hores, la qual
cosa suposa, per algun familiar, haver de renunciar al lloc de treball
per a la seva atenció, entrant en un espiral que agreuja la situació
econòmica de les famílies.


Més del 35 % de les persones amb grau reconegut, no perceben la
prestació que els pertoca. Ha dit reiteradament el Govern, que estem en
una recuperació econòmica imparable, que serem els referents a Europa, la
locomotora. Això hauria de traduir-se en l’adopció de mesures
tangibles, perquè, sinó, només són paraules que se les emporta el
vent.


Al pressupost pel 2016, pel que fa a les partides que han de
garantir les prestacions per dependència, aquesta recuperació no ha
arribat.


Per donar cobertura a les persones amb dret a prestació, es
necessiten 3100 milions més dels que estaven pressupostats. I
l’increment efectuat per al 2016, és només de 70 milions. El
reconeixement de grau està fet, el càlcul és simple, són faves comptades.
Però el nivell matemàtic del Govern és molt deficient, o simplement
ideològic.


El finançament ha d’anar repartit entre el Govern de
l’Estat, les comunitats autònomes i algun copagament de qui percep
el servei. Però la realitat és que, del 50 % que ha d’aportar
l’Estat, només s’està aportant el 17 % del cost total. Són
les comunitats autònomes, en alguns casos, que estan aportant la
diferència. Hem de tornar, un cop més, a destacar la deslleialtat
institucional del Govern de l’Estat envers les comunitats autònomes
i, d’aquestes, als ajuntaments, que veuen com els seus veïns passen
desapercebuts per les administracions amb competències al respecte, i són
aquests, els ajuntaments, els que han de garantir als dependents
l’atenció necessària perquè puguin tenir una vida digna, torno a
repetir, simplement llevar-se del llit, rentar-se, menjar, viure, viure
amb dignitat.


Els greuges no acaben aquí. La decisió de suspendre les
cotitzacions de la Seguretat Social de les cuidadores no professionals,
vol dir condemnar a moltíssimes dones a no tenir una pensió contributiva,
a no poder accedir al món laboral. A renunciar a la seva professió per a
tenir cura d’un familiar i, per tant, a la pobresa.


Vull destacar que, pel que fa al desplegament de la llei a les
comunitats autònomes, s’ha produït una situació que ha creat
desigualtat en tot el territori a l’hora de rebre les prestacions o
els serveis. Mentre que hi ha comunitats autònomes que creuen en
l’esperit de la llei, que el comparteixen, i la seva prioritat són
les persones, d’altres, que van votar en contra, l’han deixat
d’aplicar o li han passat la tisora amb l’excusa de la crisi.
Sí, aquells que tan criticaven la llei no els ha estat difícil oblidar
els dependents, al.legant la falta de recursos. Mentre, per altra banda,
tiraven endavant una amnistia fiscal per a defraudadors i rebaixaven
impostos als que més tenen. És cínic agrair a la ciutadania
l’esforç que han fet per tal de superar la crisi.


Mentre a les famílies més riques se’ls suprimeix
l’impost de successions, o bé se’ls facilita que
s’acullin a una amnistia fiscal, els més desvalguts, la gran
majoria, se’ls puja l’IVA, l’IRPF, el rebut de la llum
i del gas, el copagament de la dependència o el copagament farmacèutic.
No, no tota la ciutadania ha fet el mateix esforç. I en aquesta
legislatura ha quedat més clar que mai que no tots els partits són
iguals. En el tema de la dependència, ha quedat ben clar quin partit
polític té com a prioritat l’atenció a les persones més vulnerables
i qui no. Com a exemple, en els pressupostos generals de l’Estat,
presentats pel Govern del Partit Popular, per al pressupost del 2015, el
Govern havia destinat 1235 milions per a l’atenció a la
dependència. En els pressupostos de la comunitat d’Andalusia, per
al 2015, solament en la comunitat d’Andalusia, es van destinar 1200
milions, comunitat que, com va dir ahir el ministre, és cert que ha
augment les llistes d’espera però per ordre del Govern de
l’Estat.


Com deia, només cal veure quin partit polític ha governat en les
comunitats autònomes i quin grau de desplegament s’ha produït.
L’any 2007, va néixer un dret de ciutadania, un dret que generava
ocupació, que ha donat autonomia a les persones i que ha generat drets a
dones cuidadores. En definitiva, ha donat dignitat. La inversió en
serveis a la dependència té un retorn social molt important. Per això,
perquè les persones dependents són una prioritat del nostre grup, i per
garantir-los els seus drets, per això donarem suport a la moció.


Gràcies. (Aplaudiments).


Gracias, presidenta. Buenos días, senadores, senadoras.


Señorías, 1 200 000 personas tienen derecho reconocido a la
prestación para la dependencia; es una cifra bastante significativa que
justifica la oportunidad y el acierto de haber legislado sobre las
condiciones que deben garantizar la promoción de la autonomía personal y
la atención a las personas con dependencia a través de un conjunto mínimo
de derechos. Una ley de mínimos que debe garantizar la administración y
que es susceptible de ser ampliada por las comunidades autónomas.


Por primera vez se reconoce una realidad social que hasta la
aprobación de la Ley 39/2006 se obviaba. Gracias al coraje y a la
capacidad suficiente para hacerlo, estas personas salían a la luz y eran
reconocidas socialmente en todo el Estado y por igual. Era el primer
paso. Hubo críticas de todo tipo, pero nadie hoy puede negar que se
trataba de un texto legal que hacía aflorar una realidad social no
reconocida hasta ese momento. De hecho, simplemente ha sido modificada
para paralizarla, pero no ha sido derogada, así que aplíquenla.


Los Gobiernos deben ser los primeros en dar ejemplo en cuanto al
cumplimiento de las normas. No prolonguen más el sufrimiento de miles de
familias.


Desde el pasado 1 de julio, 310 000 dependientes moderados
tendrían que gozar de la prestación a la que tienen derecho. Hablamos de
gente mayor con dificultades de movilidad y de enfermos con principios de
alzheimer que están completamente solos. Simplemente estoy haciendo
referencia a la ayuda para levantarse, lavarse y comer. Otros necesitan
atención 24 horas, lo que supone para algún familiar tener que renunciar
a su puesto de trabajo para poder atenderlos, entrando en una espiral que
agrava la situación económica de las familias.


Más del 35 % de las personas con grado reconocido no perciben la
prestación que les corresponde. Se ha dicho reiteradamente —lo ha
dicho el Gobierno— que estamos en una recuperación económica
imparable, que seremos los referentes en Europa, la locomotora. Eso se
tendría que traducir en la adopción de medidas tangibles porque si no,
solo son palabras que se lleva el viento.


En cuanto a las partidas que deben garantizar las prestaciones por
dependencia en el presupuesto para el 2016, esta recuperación no ha
llegado. Para dar cobertura a las personas con derecho a prestación son
necesarios 3100 millones más de los presupuestados, pero el incremento
realizado para 2016 solo es de 70 millones. El reconocimiento del grado
está hecho, el cálculo es simple, pero la capacidad matemática del
Gobierno es muy deficiente o, simplemente, ideológica.


La financiación se tiene que distribuir entre el Gobierno del
Estado, las comunidades autónomas y el copago de quien percibe el
servicio, pero la realidad es que, del 50 % que tiene que aportar el
Estado, solo se está aportando el 17 % del coste total. Son las
comunidades autónomas, en algunos casos, las que están aportando la
diferencia. Debemos volver una vez más a destacar la deslealtad
institucional del Gobierno del Estado en relación a las comunidades
autónomas, y de estas con los ayuntamientos, que ven cómo sus vecinos
pasan desapercibidos para las administraciones con competencias al
respecto, y son estos, los ayuntamientos, los que deben garantizar a los
dependientes la atención necesaria para tener una vida digna. Vuelvo a
repetir, simplemente levantarse de la cama, lavarse, comer, vivir; vivir
con dignidad.


Los agravios no terminan aquí. La decisión de suspender las
cotizaciones a la Seguridad Social de las cuidadoras no profesionales
significa condenar a muchas mujeres a no tener una pensión contributiva,
a no poder acceder al mundo laboral, a renunciar a su profesión para
cuidar a un familiar, conduciéndolas a la pobreza.


En cuanto al despliegue de la ley en las comunidades autónomas, se
ha producido una situación que ha creado desigualdad en el territorio
cuando no se reciben las prestaciones o servicios. Mientras hay
comunidades que creen en el espíritu de la ley, que lo comparten y su
prioridad son las personas, otras, que votaron en contra, la han dejado
de aplicar o la han recortado con la excusa de la crisis. Sí. A aquellos
que tanto criticaban la ley no les ha sido difícil olvidar a los
dependientes alegando la falta de recursos mientras, por otro lado,
seguían adelante con la amnistía fiscal para rebajar los impuestos a
aquellos que más tienen. Es cínico agradecer a la ciudadanía su esfuerzo
para superar la crisis.


Mientras a las familias más ricas se les suprime el impuesto de
sucesiones o se les facilita acogerse a la amnistía fiscal, a los más
desfavorecidos se les sube el IRPF, el recibo de la luz y el gas, el
copago de la dependencia o el copago farmacéutico. No, no toda la
ciudadanía ha hecho el mismo esfuerzo y en esta legislatura queda más
claro que nunca que no todos los partidos son iguales. En el ámbito de la
dependencia ha quedado muy claro qué partido político tiene como
prioridad la atención a las personas más vulnerables y quién no. Como
ejemplo, les diré que en los Presupuestos Generales del Estado para 2015,
presentados por el Gobierno del Partido Popular, se habían destinado 1235
millones, a la atención a la dependencia y, en 2015, solamente a la
comunidad de Andalucía se destinaron 1200 millones; comunidad que, como
dijo ayer el ministro, es cierto que paralizó y aumentó las listas de
espera, pero por orden del Gobierno del Estado.


Como decía, solo hay que ver qué partido político ha gobernado en
las comunidades autónomas y qué grado de despliegue se ha producido.
En 2007 nació un derecho de ciudadanía, un derecho que generaba
ocupación, que ha dado autonomía a las personas y que ha generado
derechos para mujeres cuidadoras; en definitiva, que ha dado dignidad.
Además, la inversión en servicios a la dependencia tiene un retorno
social muy importante. Por eso, porque las personas dependientes son una
prioridad para mi grupo parlamentario, garantizar sus derechos es
importantísimo y por ello vamos a apoyar la moción.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias.


Por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i
d’Unió, tiene la palabra la senadora Rivero.


La señora RIVERO SEGALÀS: Gràcies, presidenta.


En primer lloc, haurà notat que quan he parlat de la nostra moció,
no m’he volgut remuntar ni a herències ni a coses que havien passat
des del començament d’aquesta llei. Sí que els vull recordar,
després d’haver sentit els portaveus que, quan es va fer la primera
proposta d’aquesta llei, el meu grup parlamentari la va votar en
contra, a portes d’unes eleccions i se’ns va titllar de poc
sensibles amb aquest tema. I passa una mica això. A vegades el títol de
la llei sembla que ens vulgui donar solucions. Però nosaltres, ja en
aquell moment, en aquell moment ja vam advertir del que suposava la llei
sense una consignació pressupostària i en quina situació deixaria les
comunitats autònomes. La veritat és que el temps ens ha acabat donant la
raó.


A la senadora del PP, només li voldria fer unes petites
apreciacions. Vostè em ve aquí i em diu que la meva proposta carece de
validez. Exactament m’ha dit això. Jo li agrairia que digués que no
la comparteix, que no li sembla bé, que no està per aquesta labor, o que
no li sembla bé que ho presentem aquí i ja ho parlarem en pressupostos.
Però no em digui que no té validesa, perquè això els ho explicarà vostè a
tota la gent que hi ha a Catalunya i a la resta de l’Estat, que
tenen minvat el seu dret de la promoció i de l’autonomia personal.
Això és una proposta per donar solucions a problemes que hi són. Per
tant, té tota la validesa del món i nosaltres tenim tota la legitimitat
per portar-la a aquesta Cambra i intentar buscar una solució. Això per
una banda.


D’altra banda, em comenta que el nivell acordat que
demanàvem, que es va treure el 2012, no hi cap, perquè la llei tenia
previst que això havia de passar entre el 2007 i el 2015. Per tant, com
que la llei diu això, problemes fora. No, senyora, doncs si la llei
preveu això i per això no es pot recuperar aquest nivell que és bàsic per
a donar solució i donar drets als ciutadans, que els hem creat unes
expectatives, doncs es canvia la llei perquè sigui vàlida, així de fàcil.
Parlem de canviar la llei. Parlem de com ho encabim.


Per altra banda, he d’agrair l’aportació de la
senadora Lima, estic d’acord que, fins i tot podíem haver anat un
pas més enllà i que aquesta recuperació del nivell acordat podria tenir
caràcter retroactiu, té tot el sentit del món perquè són unes
consignacions que estaven previstes per la llei que finalment no han
estat destinades, absolutament d’acord. També d’acord que fa
poc, en aquesta Cambra —i el meu grup parlamentari així també ho va
denunciar— que mentre es va anunciant una bonança i una recuperació
en els pressupostos per a partides socials, ens trobem després amb
modificacions de crèdit i amb augments de partides pressupostàries per a
temes com l’armament. Per tant, això també entra en una gran
contradicció i pensem que aquests més de 800 milions d’euros que va
aprovar el grup de la majoria, podrien estar destinats a donar solució,
no a tot el procés, perquè ja li dic que nosaltres vam ser crítics amb la
llei i que se li pot donar moltes voltes, a aquesta i a totes les lleis
que calgui, perquè al final acabin aconseguint allò per al que han estat
fetes. No n’hi ha si s’anuncia que la tenim aplicada i que ha
acabat el calendari d’aplicació. El que ens hem de preguntar és si
ho hem fet prou bé per donar solució a la gent. La resposta és no, no ho
hem fet prou bé. Hi ha gent que està patint, hi ha gent que ha mort amb
les expectatives que els havíem creat i no van poder-les tenir.


Per tant, jo penso que aquesta moció té tota la validesa del món,
em sap molt greu que el grup majoritari no la recolzi i agraeixo a la
resta dels grups que li donin recolzament.


Moltíssimes gràcies. (Aplaudiments).


Gracias, presidenta.


Habrán visto que cuando he hablado de nuestra moción no he querido
remontarme ni a herencias ni a lo sucedido desde la puesta en marcha de
esta ley. Sin embargo, sí les quiero recordar, después de haber escuchado
a los portavoces, que cuando se presentó la primera propuesta de esta ley
mi grupo parlamentario votó en contra; y votó en contra a las puertas de
unas elecciones, de modo que se nos calificó de poco sensibles con este
asunto. A veces ocurre eso, pero es que en ocasiones parece que el título
de la ley nos quiere dar soluciones y ya en ese momento advertimos de lo
que suponía la ley sin una consignación presupuestaria y en qué situación
iba a dejar a las comunidades autónomas. La verdad es que el tiempo nos
ha acabado dando la razón.


Quiero hacer unas pequeñas apreciaciones a la senadora del Partido
Popular. Por una parte, usted ha venido aquí y me ha dicho exactamente
que mi propuesta carece de validez. Le agradecería que dijera que no la
comparte, que no le parece bien, que no está por esta labor o bien que no
lo presentemos aquí porque ya lo hablaremos en presupuestos, pero no me
diga que carece de validez porque esto se lo va a tener que explicar
usted a toda la gente que hay en Cataluña y en el resto del Estado que ve
mermado su derecho a la promoción de la autonomía personal. Esta es una
propuesta para dar soluciones a problemas que están ahí. Tiene toda la
validez de este mundo y nosotros tenemos toda la legitimidad para traerla
a esta Cámara e intentar buscar una solución.


Por otra parte, comenta que el nivel acordado en 2012 no
corresponde ahora porque en la ley estaba previsto que se alcanzase
entre 2007 y 2015. Por lo tanto, como la ley dice eso, problemas fuera.
Pues no, señora, eso es lo que prevé la ley y si no se puede recuperar
ese nivel, que es básico para dar solución y derechos a unos ciudadanos a
los que les hemos creado unas expectativas, pues se cambia la ley para
que sea válida. ¿Por qué no hablamos de cambiar la ley y de intentar
incluir esta situación?


Quiero dar las gracias a la senadora Lima porque estoy de acuerdo
con que podríamos haber ido un poco más allá y que esta recuperación del
nivel acordado podría tener carácter retroactivo. Tiene todo el sentido
del mundo porque estas consignaciones estaban previstas por la ley y
finalmente no han sido destinadas, de modo que estoy absolutamente de
acuerdo. Hace poco, en esta Cámara —y mi grupo parlamentario
también lo denunció—, se anunció una bonanza y una recuperación en
los presupuestos para partidas sociales, pero después nos encontramos con
modificaciones de crédito y con el aumento de partidas presupuestarias
para temas como el armamento. Esto también es una gran contradicción y
pensemos que estos 800 millones de euros, que no aprobamos, pero que
aprobó el grupo de la mayoría, se podrían destinar a dar solución en
estos momentos, aunque no sea a todo el proceso. Repito que nosotros
fuimos críticos con la ley y que se pueden dar muchas vueltas a todas las
leyes, a las que sean necesarias para que al final consigan aquello para
lo que han sido elaboradas. No basta con anunciar que ya está aplicada,
que ya ha acabado el calendario de aplicación. Nos tenemos que preguntar
si lo hemos hecho bien para dar soluciones a la gente y la respuesta es
que no, que no lo hemos hecho bien, que hay gente que sufre, que hay que
gente que ha muerto con las expectativas que les creamos y que no
pudieron alcanzar.


Creo que esta moción tiene toda la validez de este mundo, me sabe
muy mal que el grupo mayoritario no la apoye, y doy las gracias a todos
los grupos que sí lo van a hacer. (Aplausos).


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
señoría.


Por el Grupo Socialista, senadora Andrés.


La señora ANDRÉS PRIETO: Gracias, señora presidenta. Buenos días,
señorías.


La Ley de dependencia surgió como un compromiso de aprobar una ley
básica de protección a las personas dependientes y una red de servicios
sociales dirigida a atenderlos. Además, contaba con el compromiso de
crear un sistema para la autonomía y atención a la dependencia, que
después del Sistema Nacional de Salud, del sistema educativo y del
sistema de pensiones se convirtiera en el cuarto pilar del Estado de
bienestar.


Permítanme que no esté de acuerdo con las consideraciones de
algunos portavoces de otros grupos cuando hablan de la insostenibilidad
de la ley desde el principio. Se aprobó en 2006 y se hablaba de nueve
años de implantación de la ley pero algunos grupos, desde el primer año,
ya decían que la ley no iba a ser viable. Me gustaría saber qué hubieran
pensado los parlamentarios de aquellas épocas sobre el Sistema Nacional
de Salud, sobre un sistema de educación pública para toda la población y
sobre el sistema de pensiones. La sostenibilidad de las leyes siempre es
posible si hay voluntad política.


Reconocíamos así un nuevo derecho de ciudadanía, el derecho de las
personas que no se pueden valer por sí mismas de ser atendidas por el
Estado, que les garantizaba, en función de su grado de dependencia, una
serie de prestaciones que, desde la implantación de la ley, podían ser
exigidas administrativa y jurisdiccionalmente. En eso nos empeñamos, y
nos empeñamos todos, hasta que el Partido Popular llegó al Gobierno,
porque desde entonces se produjo un cambio en el ritmo de implantación de
esta ley. El Gobierno del señor Rajoy, y lo han dicho algunos portavoces
que me han precedido en el uso de la palabra, aprobó en los primeros
meses de legislatura un decreto ley en el que sobre la base de su forma
de entender la sostenibilidad, sobre todo la sostenibilidad de los
servicios públicos, introdujo una serie de recortes que supusieron el
inicio del fin del derecho a la autonomía personal como un derecho
subjetivo.


Las primeras decisiones que el Gobierno del señor Rajoy tomó en
materia de dependencia fueron todas y cada una de ellas para obstaculizar
o ralentizar su implantación, así como para mermar los derechos y la
calidad en la prestación a los usuarios. Por ejemplo, recortes en la
prestación por cuidados en el entorno familiar, más de 827 millones,
según el criterio del Partido Popular, todo para ir profesionalizando los
cuidados, aunque a día de hoy nos encontremos a lo largo y ancho de todo
el país con camas vacías en residencias públicas o con prestaciones tan
recortadas que son inviables para que las personas dependientes se puedan
ir a residencias privadas. Otro recorte: la eliminación de las
cotizaciones a la Seguridad Social de las cuidadoras no profesionales.
Como ha dicho alguna portavoz, en definitiva volvíamos a invisibilizar a
madres, a hijas y a hermanas que lastran su desarrollo profesional por el
cuidado de sus familiares dependientes.


Por lo que se refiere a la disminución de la intensidad de las
prestaciones, hoy nos estamos encontrando con denuncias públicas de
padres y madres de niños con parálisis cerebral, grandes dependientes,
que han pasado de percibir 470 euros mensuales en 2011, a 270 euros
mensuales en este año, mermándose las prestaciones en cada revisión de
grado.


Además, se ha producido un endurecimiento del régimen de
incompatibilidades entre prestaciones para miles de familias que ya no
saben cómo cubrir gastos, actualizando, asimismo, un copago que suponía
un importante incremento de la participación de los usuarios del
sistema.


Estos recortes han sido los que afectaban más directamente a los
usuarios. Pero además los sucesivos presupuestos aprobados por el Partido
Popular se acompañaban de otros recortes que han ido afectando al papel
del Estado y de las comunidades autónomas, al papel que las
administraciones públicas tenían que jugar en la protección de los
dependientes. Porque no podemos olvidarnos de algunas cosas, señoría, y
es que la Ley de dependencia ponía a prueba la madurez del Estado
descentralizado que nos dimos con la Constitución española de 1978,
porque el mantenimiento del Sistema de Atención a la Dependencia solo es
posible gracias a la cooperación del Estado con las administraciones
regional y local, que son las competentes en materia de servicios
sociales. En este sentido, el Gobierno del señor Rajoy ha recortado
entre 2012 y 2015 más de 1500 millones de euros las aportaciones del
Estado, reduciendo estas al nivel mínimo y eliminando el nivel acordado a
través del cual las comunidades autónomas recibían más de 300 millones de
euros.


Señoría del Partido Popular, ¿aportaciones equiparables?
Totalmente falso. Usted ha aludido a los informes fiscalizadores del
Tribunal de Cuentas. Le voy a leer lo que dice el último informe de este
tribunal. Año 2014: De los 9200 euros de coste medio al año por cada
dependiente soportado por las administraciones públicas, la financiación
finalista del Estado está en torno a 2000 euros. Señoría, 2000 euros. El
resto, los 7200 euros, son aportados por las comunidades autónomas. Lo
que debiera ser un derecho subjetivo, sus políticas lo están convirtiendo
en un derecho reconocido en muchos casos solo por vía judicial.


Varios extractos de fallos judiciales expresan la realidad que el
Ministerio de Sanidad oculta. Porque, como ustedes sabrán, el ministerio
no publica las bajas del Sistema de Atención a la Dependencia. ¿Se
imaginan que el Ministerio de Empleo no publicara los datos de
desempleados? Inconcebible, ¿no? Pues el Ministerio de Sanidad no hace
públicas las bajas ni las causas del Sistema de Atención a la
Dependencia. Y, como les decía, si leemos los fallos judiciales
encontramos algunas frases significativas que reflejan la realidad del
sistema en la actualidad. Frases como: anormal funcionamiento del
servicio público; abandono a su suerte durante todo el tiempo de
tramitación del procedimiento; enriquecimiento injusto por la resolución
tardía de los expedientes. Y así muchísimas más. Esta es la realidad, se
mire por donde se mire; realidad que ayer el ministro en esta tribuna se
negó a aceptar cuando habló de las listas de espera y del número de
usuarios.


Con esta realidad, entenderán no solamente que estemos de acuerdo
con la moción que plantea el Grupo Parlamentario de Convergència i
d’Unió, sino que nos parezca insuficiente la cuantía que piden que
se implemente en los Presupuestos Generales del Estado. Tengan en cuenta
que para que el sistema se pusiera al día y las 433 000 personas
dependientes que están en listas de espera percibieran la prestación,
haría falta un suplemento de 3000 millones de euros. Repito, de 3000
millones de euros.


Voy a finalizar con una respuesta a la portavoz del Grupo Popular,
porque usted ha jugueteado con los números haciendo una demagogia
impresionante, pensando que el resto de portavoces salimos aquí y no
sabemos de lo que hablamos. Ha mezclado la Ley 22/2009, de financiación
autonómica, con la Ley de promoción de autonomía personal. Le digo una
cosa: estaríamos de acuerdo si esas partidas que van de la Ley 22/2009 a
las comunidades autónomas fueran finalistas para dependencia, pero usted,
señoría, sabe que no lo son, y sabe que toda esa financiación adicional
que ha mezclado con la Ley de autonomía no se está cubriendo para el
Sistema de Atención a la Dependencia en las comunidades autónomas.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
señoría.


Por el Grupo Popular, tiene la palabra la senadora Torres.


La señora TORRES SÁNCHEZ: Gracias, señora presidenta.


Antes de nada, tomo la última reflexión que hace la portavoz del
Grupo Socialista porque quiero recordarle que, como he dicho, en concepto
de esta financiación adicional por parte de la Ley 22/2009, se han
destinado más de 9000 millones para atender a la dependencia. Pocas
lecciones pueden darnos los diferentes grupos cuando el 62 % del
presupuesto total del ministerio se destina a consolidar la Ley de
dependencia; 5,9 puntos más que el anterior Gobierno, por lo que ni nos
quedamos de brazos cruzados ni tampoco es una cuestión ideológica, como
algún portavoz ha manifestado esta mañana. Dejen ya de una vez de
apoderarse de lo social, por favor. (El señor vicepresidente, Lucas
Giménez, ocupa la Presidencia).


Estos presupuestos culminan el proceso de aplicación progresiva
contemplado en la Ley de dependencia y lo hacen consolidando la prioridad
que a la atención a la dependencia se le ha dado en los últimos
ejercicios. Se garantiza la igualdad y la equidad del sistema,
estableciendo un baremo de valoración común que se aprobó en la
legislatura anterior, con un catálogo de servicios y prestaciones
idéntico, con un mismo plazo legal para la resolución y unos mismos
efectos retroactivos, así como una financiación pública sujeta a los
mismos criterios. Este es el contenido de los derechos subjetivos que la
ley configura y que el Gobierno del Partido Popular ha mantenido y
garantizado. Si hablamos a fecha de 31 de diciembre de 2014 comprobarán
que tenemos más beneficiarios con prestación, menos personas pendientes
de recibir prestación, más servicios profesionales, más empleo y más
cobertura. Hay un aumento y una consolidación en los servicios de ayuda a
domicilio, de centro de día y de atención residencial, así como de las
prestaciones económicas vinculadas al servicio y de asistencia personal,
que es lo que va a crear empleo. Hemos mejorado el catálogo de servicios
y prestaciones al ampliar a todos los grados de dependencia la prestación
para asistencia personal, cuando con el anterior Gobierno era solo para
los grandes dependientes, lo que ha hecho que se haya duplicado esta
prestación.


No sé qué reto de futuro tendrán ustedes —me dirijo al
Partido Socialista— pero en el Partido Popular sí tenemos retos de
futuro porque tenemos la aspiración de continuar gobernando.


Queremos apoyar la atención domiciliaria para personas mayores
dependientes. Como ven, la derecha tiene una postura sincera en materia
de dependencia porque creemos en las personas y, también, en sus
oportunidades —en esto me quiero acercar a la postura manifestada
por la portavoz de Podemos—. Hemos reforzado la atención a los
menores mediante el acuerdo de los criterios comunes, recomendaciones y
condiciones mínimas de los planes de atención integral a menores de tres
años en situación de dependencia o en riesgo de desarrollarla. Y todo
ello, señorías, a pesar de que heredamos un sistema en quiebra, con un
desfase presupuestario de 2700 millones y con una deuda con la Seguridad
Social de 1034 millones de euros. A ver quién invisibiliza a quién,
señorías del Partido Socialista.


Me voy a referir también a lo indicado por la portavoz del Grupo
de CiU, del grupo proponente de esta moción. Por supuesto que tiene toda
la legitimidad del mundo para cifrar en cuánto quieren ustedes aumentar
la partida presupuestaria en materia de dependencia, pero yo me refería a
que en materia de dependencia el nivel mínimo de protección de las
liquidaciones mensuales no es matemático sino que depende de otros
criterios, como pueden ser el número de personas beneficiarias con la
prestación efectiva que la están recibiendo y el grado de dependencia.
Por eso, a priori no podemos acotar la cuantía de la partida
presupuestaria ni ampliarla a un determinado volumen porque, como digo,
no es un criterio justo y preciso sino que depende de ese número de
personas que estén asumiendo esa prestación efectiva.


Podemos hablar también de los datos de la financiación a Cataluña
en materia de dependencia y así le podré decir que en el
período 2007-2015, a través del nivel mínimo y del nivel acordado, se han
transferido a Cataluña más de 1700 millones de euros.


Por su parte, el Partido Socialista vuelve aquí a reclamar lo que
no son capaces de poner en marcha cuando gobiernan. Asúmanlo, a ustedes
se les fue de las manos la dependencia. No creían en la atención a la
dependencia porque habían convertido el carácter excepcional de las
prestaciones económicas en mayoritario. Ustedes no apostaban por el
empleo en materia de dependencia y, así, el Tribunal de Cuentas hablaba
de un sistema de subsidios.


Ahora, con el Partido Popular, se impulsa la creación de empleo.
Ustedes tenían un sistema absolutamente desorganizado. Así, el Tribunal
de Cuentas señalaba en su informe sobre la aplicación de la ley en el
periodo 2007 a 2011 que se habían detectado expedientes duplicados y de
personas fallecidas que estaban dentro del sistema y por las que las
comunidades autónomas recibían financiación. Esto también lo publicaron
ustedes, ¿verdad?


Hablan de lista de espera cuando una de cada tres personas
españolas en lista de espera en materia de dependencia reside en
Andalucía, y es que, como digo, ustedes vienen a pedir aquí lo que no son
capaces de cumplir donde gobiernan. Por ejemplo, la media nacional del
periodo medio de reconocimiento de la prestación es de 49 días y en
Andalucía de 300.


Ustedes mantenían un sistema colapsado, complejo y desigual,
poniendo en riesgo, tanto el derecho de los ciudadanos, como la
universalidad del sistema en condiciones de igualdad. Por tanto, ¿qué
lecciones nos va a dar el Grupo Socialista con un recorte de financiación
de 234 millones de euros y más de 300 000 dependientes a la espera de
recibir ayudas? Ustedes utilizan la dependencia solo como filón contra el
Gobierno y para sacar rédito político, y si no explíqueme a qué viene la
foto hecha en Castilla-La Mancha, de todos los portavoces y miembros de
los distintos partidos políticos, a excepción del Popular, que se unieron
en esa falsa defensa de la dependencia, cuando realmente era una unión de
perdedores con el objetivo de desbancar al Partido Popular de su
responsabilidad para ponerse ellos al frente del poder. Eso sí, ya
retomarán la defensa de la dependencia cuando se acerquen las
elecciones.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, señoría.


Por favor, llamen a votación. (Pausa.— El señor presidente
ocupa la Presidencia).


El señor PRESIDENTE: Cierren las puertas.


Señorías, sometemos a votación la moción del Grupo Parlamentario
Catalán en el Senado de Convergència i d’Unió.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: presentes, 245;
votos emitidos, 245; a favor, 96; en contra, 144;






abstenciones, 5.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.









PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY




DICTÁMENES DE COMISIONES





PROYECTO DE LEY DE RÉGIMEN JURÍDICO DEL SECTOR
PÚBLICO.


621/000150

Hacienda y Administraciones Públicas





PROYECTO DE LEY DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO COMÚN DE
LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS.


621/000151

Hacienda y Administraciones Públicas


El señor presidente da lectura los puntos 7., 7.1., 7.1.1.
y 7.1.2.


El señor PRESIDENTE: Estos proyectos de ley serán debatidos de
manera conjunta dada la materia sobre la que versan, sin perjuicio de que
las votaciones se hagan de manera separada.


Para la presentación de los dictámenes tiene la palabra el
presidente de la Comisión de Hacienda y Administraciones Públicas, el
senador Sanz Ruiz.


El señor SANZ RUIZ: Muchas gracias, señor presidente.


Señorías, señor ministro de Hacienda y Administraciones Públicas,
subo a la tribuna para presentar, en nombre de la Comisión de Hacienda y
Administraciones Públicas, los dictámenes correspondientes a estas dos
leyes. Por un lado, el Proyecto de Ley de régimen jurídico del sector
público, y, por otro, el Proyecto de Ley del procedimiento administrativo
común de las administraciones públicas; ambos tuvieron su entrada y
fueron publicados el día 31 de julio tramitándose por el procedimiento
ordinario. El plazo de presentación de enmiendas y propuestas de veto
finalizó el pasado día 12 de agosto pero se amplió hasta el día 19 del
mismo mes.


Se presentaron las siguientes propuestas de veto al Proyecto de
Ley de régimen jurídico del sector público: veto número 1 que presenta el
señor Iglesias Fernández, del Grupo Mixto; veto número 2 que presenta el
Grupo Catalán en el Senado de Convergència y d?Unió; veto número 3 que
presentan los señores Guillot Miravet y Saura Laporta, del Grupo Entesa;
l veto número 4 que presentan la señora Almiñana Riqué y otros, del Grupo
de la Entesa también, y veto número 5 que presenta el Grupo
Socialista.


Al Proyecto de Ley del procedimiento administrativo común de las
administraciones públicas se han presentado también cinco vetos: veto
número 1 que presenta el señor Iglesias Fernández, del Grupo Mixto; veto
número 2 que presenta el Grupo Catalán en el Senado de Convergència y
d’Unió; veto número 3 que presentan los señores Guillot Miravet y
Saura Laporta, del Grupo Entesa; veto número 4 que presentan la señora
Almiñana Riqué y otros, del Grupo Entesa también, y veto número 5 que
presenta el Grupo Socialista.


Respecto a las enmiendas al primer Proyecto de Ley de régimen
jurídico del sector público se han presentado doscientas ochenta y cuatro
enmiendas: enmiendas 1 a 40 que ha presentado el señor Iglesias
Fernández, del Grupo Mixto; enmiendas números 41 a 87 y 134 a 139 que ha
presentado el Grupo Catalán en el Senado de Convergència y d’Unió;
las enmiendas números 88 a 133 y 233 a 280 que ha presentado el Grupo
Entesa; las enmiendas números 140 a 184 que ha presentado el Grupo Vasco
en el Senado; las enmiendas números 185 a 232 que ha presentado el Grupo
Socialista y las enmiendas números 281 a 284 que ha presentado el Grupo
Popular en el Senado.


Al segundo Proyecto de Ley del procedimiento administrativo común
de las administraciones públicas se han presentado trescientas ochenta
enmiendas distribuidas de la siguiente forma: las enmiendas números 1
a 116 que ha presentado el señor Iglesias Fernández, del Grupo Mixto; las
enmiendas números 117 a 144 que ha presentado el Grupo Catalán en el
Senado de Convergència i d’Unió; las enmiendas números 150 a 239
y 327 a 380 que ha presentado el Grupo Entesa; las enmiendas números 240
a 272 que ha presentado el Grupo Vasco en el Senado y las enmiendas
números 273 a 326 que ha presentado el Grupo Socialista.


El pasado 26 de agosto se reunió la Comisión de Hacienda y
Administraciones Públicas que acordó designar ponencia para los dos
proyectos de ley con la siguiente composición e igual en ambos proyectos
de ley: por el Grupo Popular los senadores De las Heras Muela y la
senadora Romero Bañón; por el Grupo Socialista la senadora Sanz Murillo y
el senador Sen Vélez; por el Grupo Catalán de Convergència y d’Unió
el senador Bel Accensi; por el Grupo Entesa el senador Montilla Aguilera;
por el Grupo Vasco la senadora Martínez Muñoz y por el Grupo Mixto el
senador Martínez Oblanca. La ponencia relativa al Proyecto de Ley de
régimen jurídico del sector público elevó a la comisión su informe en el
que se introducían las enmiendas números 281 a 284, presentadas por el
Grupo Popular manteniéndose en lo restante el texto remitido por el
Congreso de los Diputados.


Por el contrario, la ponencia relativa al segundo proyecto de ley
propuso mantener en su integridad el texto recibido del Congreso de los
Diputados. Acto seguido, la comisión procedió a dictaminar los dos
proyectos en el orden citado. Tras el debate correspondiente se votaron
las propuestas de veto, quedando todas ellas rechazadas, y posteriormente
se debatieron las enmiendas. Finalmente, se sometió a votación el texto
propuesto por la ponencia respecto al Proyecto de Ley de régimen jurídico
del sector público, resultando aprobado con 16 votos a favor y 10 en
contra. Se votó luego el Proyecto de Ley de procedimiento administrativo
común de las administraciones públicas con el mismo resultado: 16 votos a
favor y 10 en contra.


Al Proyecto de Ley de régimen jurídico del sector público se han
presentado votos particulares: el Grupo Mixto, respecto a la propuesta de
veto número 1 y a las enmiendas 1 a 40; el Grupo Catalán en el Senado de
Convergència y d’Unió, respecto a la propuesta de veto número 2 y a
las enmiendas 41 a 87 y 134 a 139; el Grupo Socialista, respecto a su
propuesta de veto número 5 y a las enmiendas 185 a 232; el Grupo Vasco en
el Senado respecto a las enmiendas 140 a 184; los senadores Guillot
Miravet y Saura Laporta, del Grupo Entesa , respecto a su propuesta de
veto número 3; la senadora Almiñana Riqué y otros, también del Grupo
Entesa, respecto a su propuesta de veto número 4; y el Grupo
Parlamentario Entesa respecto a las enmiendas 88 a 133 y 233 a 280.
Además, el Grupo Socialista insta en su voto particular a la vuelta al
texto del Congreso en la parte enmendada por las enmiendas aprobadas en
la comisión. Por otra parte, en este proyecto de ley se han corregido dos
errores materiales en el artículo 87.4 y en la disposición final
tercera.


Al Proyecto de Ley del procedimiento administrativo común de las
administraciones públicas se han presentado también votos particulares:
el Grupo Mixto, respecto a la propuesta de veto número 1 y a las
enmiendas 1 a 116; el Grupo Catalán en el Senado de Convergència y
d’Unió, respecto a la propuesta de veto número 2 y a las
enmiendas 117 a 144; el Grupo Socialista, respecto a su propuesta de veto
número 5 y a las enmiendas 273 a 326; el Grupo Vasco en el Senado
respecto a las enmiendas 240 a 272; los senadores Guillot Miravet y Saura
Laporta, del Grupo Entesa , respecto a su propuesta de veto número 3; la
senadora Almiñana Riqué y otros, también del Grupo Entesa, respecto a su
propuesta de veto número 4; y también el Grupo Entesa, respecto a las
enmiendas 150 a 239 y 327 a 380. Por último, se ha corregido también el
error material aparecido en el último párrafo del apartado 2 de la
disposición derogatoria única.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Sanz.


Tiene la palabra el señor ministro de Hacienda y Administraciones
Públicas. (Aplausos).


El señor MINISTRO DE HACIENDA Y ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
(Montoro Romero): Señor presidente, señorías, después de su tramitación
en el Congreso de los Diputados, tengo el honor de representar al
Gobierno para presentar ante el Senado dos proyectos de ley que
intervienen en el desarrollo de un ámbito que afecta diariamente a la
vida cotidiana de todos los ciudadanos: las administraciones
públicas.


Se trata del Proyecto de Ley del procedimiento administrativo
común de las administraciones públicas y del Proyecto de Ley de régimen
jurídico del sector público; ambos forman parte de la amplia reforma que
el Gobierno ha emprendido desde el inicio mismo de la legislatura en el
ámbito de las administraciones públicas.


Quisiera resaltar para empezar, en este trámite en el Senado como
Cámara de segunda lectura y como Cámara de representación territorial, la
importancia capital de las administraciones en su conjunto para el
funcionamiento de nuestro Estado y cómo una relación ágil, precisa y
fiable entre todas ellas puede incidir directamente en la mejora de la
calidad de vida de los administrados.


Como ya he señalado en otras ocasiones, la Administración pública
es sin ninguna duda la columna vertebral del Estado, su fortaleza o su
debilidad afectan al país en su conjunto, la agilidad o lentitud con que
responda a sus ciudadanos, la transparencia u opacidad de sus actuaciones
y la colaboración y coordinación entre todas ellas nos van a indicar si
estamos ante un Estado moderno y abierto, integrado en la sociedad y
plenamente democrático o ante un Estado estancado, que no avanza al
compás de lo que lo hacen sus ciudadanos y no facilita su progreso
económico y social. Para seguir avanzando en ese primer modelo de Estado,
hoy defendemos ante la Cámara estos dos proyectos de ley como
instrumentos valiosos para conseguir que nuestras administraciones hagan
más fácil la vida de los ciudadanos, que les den una respuesta rápida y
adecuada a sus demandas, que eliminen el mayor número de trabas y
obstáculos que puedan surgir entre sus relaciones, las relaciones entre
las propias administraciones pero también fundamentalmente en las
relaciones entre Administración y administrados, todo ello, por supuesto,
dentro del respeto al sistema constitucional de distribución de
competencias establecido en nuestra Constitución, configurando una
regulación básica de las administraciones que deberá completar cada
comunidad autónoma con las peculiaridades propias de su organización
interna.


Señorías, la presentación de esos proyectos a final de
legislatura no puede entenderse sin una referencia somera a las
actuaciones llevadas a cabo en estos años en relación con la
modernización de las administraciones públicas a través de las reformas y
otras iniciativas que han mejorado la eficiencia del servicio que prestan
a los ciudadanos. En estos más de tres años y medio de legislatura, la
política del Gobierno respecto a la Administración pública ha tenido que
moverse en una dualidad complicada, pero inevitable; por un lado,
teníamos que resolver graves problemas que afectaban a su funcionamiento
y que no podían postergarse porque ponían en riesgo el objetivo de la
recuperación económica; por otro lado, hemos emprendido una reforma
estructural, que trata de evitar que esos problemas vuelvan a
reproducirse en el futuro y para crear un nuevo edificio administrativo,
un edificio que sea, como acabo de decir, un modelo de transparencia,
agilidad, modernidad, eficacia y eficiencia.


El Gobierno ha actuado desde el principio con determinación,
porque ninguno de los cometidos que deseábamos afrontar podía ni debía
aplazarse. Necesitábamos actuar urgentemente porque el fuerte
desequilibrio de nuestras cuentas públicas nos había alejado del
cumplimiento de los objetivos de déficit público y nos había situado a
las puertas del colapso financiero como país y del rescate por parte de
las instituciones bancarias y porque la falta de liquidez de las
administraciones territoriales había disparado la morosidad y tenía a
miles de empresas —de pequeñas empresas y autónomos, pero también
de grandes empresas, de multinacionales que actúan en España— al
borde de la asfixia económica o incluso de la desaparición. Para combatir
esta situación adoptamos varias medidas en el ámbito de la
Administración, que, a la vez, introducían ahorros en el gasto público y
redimensionaban su estructura para adaptarla a las verdaderas necesidades
de los ciudadanos.


Nada hay más peligroso para la continuidad en la prestación de
los servicios públicos de capital importancia para los colectivos más
vulnerables que una situación de grave desequilibrio de las cuentas
públicas. Por ello hubo que adoptar diversas medidas, muchas medidas que
supusieron un esfuerzo notable pero que van teniendo su recompensa
actualmente, como se desprende de los datos económicos finales por todos
conocidos.


Entre las mencionadas iniciativas, debo recordar la puesta en
marcha de medidas de austeridad en la plantilla de la Administración que
nos llevaron a incrementar las horas trabajadas y aplazar la paga extra
del mes de diciembre del año 2012, al tiempo que se reducía el número de
empleados mediante la no renovación de algunos puestos temporales y la
implantación de una tasa de reposición muy limitada, de manera que, como
recordarán sus señorías, solo cubría el 10 % de las bajas y
exclusivamente en los servicios esenciales. En este ámbito, hay quienes
nos acusan de haber descapitalizado la función pública y de haber
aplicado una política de reducción de personal que ha puesto en peligro
el propio sistema, el propio servicio público. Por el contrario, oímos
constantemente decir que no hemos hecho nada y que España tiene una
Administración elefantiásica que es insostenible; pero ni una cosa ni la
otra se corresponden con la realidad. Durante la pasada legislatura, se
dio la paradoja de que mientras en el sector privado se destruían 3,5
millones de empleos, en el sector público no cesaba de incrementarse la
nómina de trabajadores, y con ello el gasto público.


Con las medidas que hemos adoptado en esta legislatura, la
plantilla total de las administraciones públicas está hoy situada a
niveles similares a nuestra anterior etapa de Gobierno, cuando
finalizamos nuestra etapa de Gobierno a comienzos del año 2004. De hecho,
si en el período 2004-2010 el número de asalariados públicos creció
un 11,4 %, desde entonces hasta el final de 2014 ha disminuido en casi
un 10 %. El resultado es que hoy tenemos una Administración profesional y
sostenible, y con unas dimensiones adecuadas para dar respuesta a las
necesidades de los ciudadanos.


Quisiera aprovechar este momento para reiterar mi reconocimiento
y el del Gobierno a los empleados públicos, a todos aquellos que con su
esfuerzo y también con su profesionalidad y su entrega han colaborado
decisivamente a que hoy España esté en la senda de la recuperación
económica. (Aplausos). No hubiera sido posible que hoy estuviéramos
liderando el crecimiento económico en la zona euro, y sobre todo la
creación de empleo en la Unión Europea, si no hubiera existido esa gran
profesionalidad de nuestra Administración pública.


Es por ello que el Gobierno, que está compensando los esfuerzos
de la sociedad civil, que está compensando los esfuerzos del conjunto de
los ciudadanos, tiene también la obligación moral de compensar el
esfuerzo de los funcionarios —siempre con el criterio de prudencia
y marcado por la austeridad del conjunto del gasto—, pero hoy las
propias recaudaciones de nuestras administraciones públicas, la
tributaria, la que deviene del mayor crecimiento económico permite
también atender mejor a la necesidad de compensar a nuestros
funcionarios.


Por ello, el Gobierno está adoptando medidas —que ya hemos
aplicado este año—, como son la devolución de una cuarta parte de
la paga que retiramos en el año 2012; unas medidas que también van a
tener continuidad en el próximo Consejo de Ministros. El próximo viernes
el Consejo de Ministros aprobará un decreto ley en el que se contendrá la
devolución de otro 25 o 26 % del total de la paga retirada en el año 2012
junto a la recuperación de los días de libre disposición, de manera que
los funcionarios públicos tendrán, como consecuencia de la decisión del
Consejo de Ministros del próximo viernes, el mismo número de días de
libre disposición que cuando se les retiró en julio de 2012.


Por tanto, estamos en esa política de compensar esfuerzos y
estamos convencidos de que los funcionarios públicos devolverán esa
política con la mejor entrega, con la mayor profesionalidad y apostando
también por la mejora de la calidad de los servicios públicos. Estamos
también en la etapa de evitar que la política de no reposición de los
efectivos merme la condición y la calidad de los servicios públicos. Para
el año próximo estamos estimando tasas de reposición del 100 %
prácticamente en todas las funciones esenciales del Estado: en la defensa
nacional, en la seguridad del Estado, en la seguridad ciudadana, en la
representación exterior y en los servicios esenciales que sostienen el
Estado de bienestar como la sanidad, la educación y el conjunto de las
prestaciones sociales de nuestro país. Por supuesto, siempre remarcando
que los funcionarios que luchan contra el fraude, que los funcionarios
que ejecutan la Administración de Justicia de España tienen una labor
realmente encomiable en nuestro tiempo para hacer de esta España una
España sólida, segura y comprometida con el Estado de derecho.


Por otro lado, en el ámbito de esas medidas urgentes a las que
hacía referencia, el Estado desde el comienzo de la legislatura apoyó a
las administraciones territoriales desde el convencimiento de que no
existen compartimentos estancos cuando de lo que se trata es del objetivo
conjunto del bienestar de los españoles. Frente a quienes en anteriores
gobiernos decían que cada palo aguantara su vela, que cada institución
respondiera por sí misma, la posición del Gobierno de España actual ha
sido atender las necesidades de financiación del conjunto de nuestras
administraciones públicas y, por descontado, atender prioritariamente las
necesidades de financiación y de liquidez de nuestras administraciones
territoriales encargadas de prestaciones del Estado de bienestar tan
importantes y tan sensibles.


Es cierto que para atender esa política nos hemos endeudado más,
esa es la causa del incremento del endeudamiento de las administraciones
públicas que, por otro lado, tanto se critica, y no deja de ser razonable
que se critique, pero es razonable en el sentido de que la crítica debe
incorporar el objetivo de reducir el nivel de deuda pública y no tanto
censurar el incremento de deuda pública que ha ido a financiar el Estado
de bienestar de los ciudadanos. Por tanto, era mucho mejor recurrir a ese
incremento de deuda pública para evitar también los peores efectos
económicos que hubieran tenido lugar como consecuencia de la restricción
presupuestaria en nuestro país. Gracias a ese endeudamiento todas las
comunidades autónomas y los ayuntamientos han podido tener abiertos sus
hospitales, sus ambulatorios, sus consultas, sus colegios y han podido
desarrollar las prestaciones sociales no como en otros años, como
en 2012, en que no había dinero material para atenderlas. A cambio,
comunidades autónomas y ayuntamientos han hecho un gran esfuerzo de
austeridad en la gestión de sus recursos y se han eliminado duplicidades
administrativas. Se han suprimido empresas públicas —como ahora
destacaré— y se adoptaron también iniciativas que desde el primer
momento comportaban un profundo cambio de la Administración cuyo objetivo
era atender las demandas de una sociedad más moderna, por tanto,
comprometer a la Administración con su papel impulsor de una etapa de
crecimiento económico y de creación de empleo. En ese proceso de
transformación y reforma administrativa ha tenido una importancia
decisiva la creación de la Comisión para la Reforma de las
Administraciones Públicas, conocida por sus siglas, CORA.


Desde su comienzo, la CORA ha desarrollado una intensa labor,
primero, de diagnóstico, de análisis y planificación, para que la reforma
pudiera realizarse a partir de propuestas rigurosas y suficientemente
estudiadas y lejos de cualquier improvisación. El resultado de aquella
tarea, como en su día dijo el presidente del Gobierno, fue la radiografía
más minuciosa que se haya hecho nunca de nuestro sector público en la
democracia. A partir de ese diagnóstico, fuimos aprobando todo un
conjunto de medidas, de iniciativas, de forma que hasta el momento se han
activado 222 medidas, cuyo objetivo era simplificar y agilizar el
funcionamiento de la Administración; reducir cargas para ciudadanos y
empresas, especialmente en la apertura de negocios de actividades
económicas; eliminar posibles duplicidades y mejorar la cooperación de
las distintas administraciones públicas; reducir costes y coordinar los
servicios comunes en el Estado, y racionalizar la llamada Administración
institucional.


La CORA ha ido ofreciendo resultados trimestrales a lo largo de
su vida, y hoy me parece necesario destacar que de los prácticamente tres
años de legislatura, en los dos últimos años de funcionamiento se han
suprimido 2297 entes públicos, 103 solo en el último trimestre,
correspondiendo 107 a entes públicos del Estado, 754 por las comunidades
autónomas y 1436 por las entidades locales.


En cuanto a los ahorros, superan los 500 millones de euros solo
en la centralización de los contratos de los ministerios y organismos
públicos estatales. Señorías, 500 millones de euros llevamos ahorrados
desde que está funcionando la central de compra y gestionando
centralizadamente la adjudicación de los contratos públicos que,
obviamente, son los que pesan en el capítulo 2 de los Presupuestos
Generales del Estado; mientras que la cifra total de ahorro entre todas
las administraciones asciende a 22 300 millones de euros, que significan
los ahorros que se han propiciado para los ciudadanos, procedentes, en
suma, de menores trámites administrativos, de menor carga administrativa
que han soportado los ciudadanos. A ello hay que sumar los 5000 millones
de euros de ingresos por ventas de participaciones empresariales. En
total, 29 600 millones de euros de ahorro por la aplicación hasta el
momento de las medidas contenidas en el informe para la reforma de las
administraciones públicas.


Quiero citar también que otra de las actuaciones es el plan de
gestión del patrimonio inmobiliario, en marcha desde 2012, donde se
programó la venta de 15 553 inmuebles, más del 50 % de los cuales se han
puesto ya en el mercado, habiéndose adjudicado hasta la fecha inmuebles
por un valor superior al 306 % de lo previsto, hasta alcanzar los 486
millones de euros.


Pero si los ahorros son importantes todavía lo es más asentar un
modelo, como vengo insistiendo, de Administración pública que realmente
pueda incluso promover la aprobación de leyes que pretendan un marco
jurídico moderno y eficaz pero que adopten una menor armadura burocrática
del Estado y afronten los desafíos de la sociedad digital, que está
cambiando a gran velocidad y la estructura administrativa se había ido
quedando anticuada. Así, las distintas normas e iniciativas puestas en
marcha estos años han permitido medidas novedosas, como la implantación
de la factura electrónica; el desarrollo de servicios más eficientes para
los ciudadanos a través de las nuevas tecnologías, como citas previas,
portales o servicios compartidos entre administraciones, que producen
ahorros tanto para los ciudadanos y las empresas como para la propia
Administración y la plataforma de la contratación única que he citado
anteriormente y cuyas consecuencias he descrito.


En suma, quiero darles cuenta también de lo que está siendo la
puesta en vigor del punto general de entrada de facturas electrónicas del
Estado, en las que están participando las distintas administraciones
públicas desde el mes de enero, que ascienden a más de 3,5 millones, de
las cuales, 487 103 se han tramitado en los últimos treinta días y más de
la mitad de las facturas que se han tramitado electrónicamente pertenecen
a entidades locales.


Actualmente, son 7679 las entidades locales adheridas al sistema
de factura electrónica, de las que casi el 95 % están haciendo uso de él.
Entre estos municipios, hay 27 con más de 200 000 habitantes.
Prácticamente, todas las comunidades autónomas de España, además de las
ciudades de Ceuta y Melilla, están adheridas, forman parte del sistema y
lo están utilizando con gran éxito. Me gustaría también destacar que se
han adherido 42 universidades, de las que 39 ya lo están utilizando.


En esta misma línea de la reforma de la Administración se enmarca
la elaboración de los proyectos de ley que hoy examinamos. La primera se
centra en el Proyecto de Ley de procedimiento administrativo común de las
administraciones públicas, a efectos de regular las relaciones externas
entre las administraciones públicas y los administrados. La segunda
afronta la regulación sistemática de las relaciones internas de las
administraciones.


¿Qué modelo de Administración pública están auspiciando estas
leyes? El eje de la reforma, insisto, es la consecución de una
Administración totalmente interconectada por medios electrónicos, una
Administración que elimine el papel en sus relaciones con ciudadanos y
empresas. Esto significa que los administrados podrán realizar sus
gestiones en cualquier momento, a cualquier hora del día o de la noche y
utilizar el registro electrónico de cualquier Administración, con
independencia de cuál sea el organismo al que se dirige. Para facilitar
esta posibilidad, todas las administraciones deberán tener un registro
electrónico o incluso podrán adherirse al de la Administración General
del Estado. Significa también que no habrá que aportar ningún tipo de
documento que ya esté en poder de la Administración. Es decir, ningún
ciudadano se encontrará con que no puede realizar algún trámite porque le
falte un documento que haya sido expedido por otra Administración, y
tendrá que ser esta Administración a la que se ha dirigido el ciudadano
la que obtenga las copias que necesite de cualquier documento que esté
registrado electrónicamente. En este sentido, me gustaría destacar que
cada Administración deberá contar con un archivo electrónico único de los
documentos electrónicos que correspondan a procedimientos finalizados,
cuidando de que se conserven en un formato que permita garantizar su
autenticidad, integridad y conservación, así como su consulta, con
independencia del tiempo que haya transcurrido desde su emisión. Todo
esto supone una significativa reducción de cargas administrativas para
ciudadanos y empresas cuando se relacionen con cualquier Administración
pública. Además, se facilitará un procedimiento administrativo exprés
para supuestos de menor complejidad, que obligará a adoptar una
resolución en un máximo de treinta días, con la consiguiente reducción de
costes. Para facilitar estas relaciones electrónicas, se potenciará el
uso de claves que se facilitarán en el momento de realizar trámites
administrativos, mientras que el uso de la firma electrónica avanzada o
reconocida solo se exigirá para trámites más relevantes y complejos.


Por supuesto, los ciudadanos van a seguir teniendo derecho a
realizar gestiones de manera presencial, si así lo desean, o a solicitar
la ayuda de los funcionarios para presentar documentos electrónicamente
en el caso de que no estén habituados a su uso. En cambio, las empresas
sí estarán obligadas a relacionarse electrónicamente con la
Administración, de la misma manera que ya lo hacen, por ejemplo, con la
Seguridad Social o con la Agencia Tributaria, cuyo modelo de gestión es
un ejemplo de eficacia.


Por otro lado, estamos hablando de una Administración abierta a
la participación de los ciudadanos y empresas que se relacionan con ella,
ya que la ley va a garantizar el derecho constitucional de participación
de ciudadanos y empresas en el proceso de elaboración de la norma, con
independencia de la Administración que las impulse, pues todas las normas
se aplican a todos.


En la línea de las mejores prácticas de los países de nuestro
entorno, se incrementa la participación de la sociedad en la elaboración
de las normas mediante cuestionarios que recogerán la opinión de los
ciudadanos y las empresas acerca de los problemas que se pretenden
solucionar con la iniciativa, la necesidad o no de su aprobación, los
objetivos y las posibles alternativas.


Asimismo, para mejorar la seguridad jurídica y la trasparencia
las administraciones elaborarán un plan normativo que será público, en el
que se recogerán todas las propuestas con rango de ley o reglamento que
vayan a ser aprobadas el siguiente año. Posteriormente, las propias
administraciones revisarán periódicamente su normativa vigente para
adaptarla a los principios de buena regulación y para analizar sus
efectos y el grado de cumplimiento de sus objetivos.


Por otra parte, las administraciones deben relacionarse por
medios electrónicos, tanto internamente como entre sí. Para ello
utilizarán plataformas de intermediación que permitan compartir
documentos. Además, se creará un inventario único y público de todos los
organismos y entidades para que puedan ser conocidos por los ciudadanos y
empresas. Con la misma filosofía, se creará un registro estatal en el que
se incluirán todos los órganos de cooperación en los que participa la
Administración General del Estado y todos los convenios que esta tiene
suscritos con el resto de las administraciones.


El Proyecto de Ley de régimen jurídico del sector público incide
asimismo en la política de consolidación fiscal puesta en marcha a lo
largo de esta legislatura, estableciendo nuevas causas de disolución de
entidades, por ejemplo, cuando estas se encuentren en desequilibrio
económico durante dos años o se constate que ya no cumplen el fin para el
que fueron creadas. En la misma línea, para mejorar el control sobre los
organismos estatales se evaluará periódicamente el cumplimiento de sus
objetivos. Además, se impondrán condiciones exigentes para que la
creación de cualquier nuevo organismo estatal esté plenamente justificada
y sea económicamente sostenible. Igualmente, se potencian —merece
la pena que esto se destaque en la Cámara— los instrumentos de
colaboración entre las administraciones públicas, que permiten, mediante
el diálogo y la cooperación, resolver los problemas de los ciudadanos. En
este sentido, se incorpora una regulación completa de los órganos de
colaboración, con especial atención a las conferencias sectoriales, los
convenios y las encomiendas de gestión, mecanismos todos ellos a través
de los cuales se pueden eliminar duplicidades, aprovechar sinergias y, en
definitiva, contribuir a una mejor satisfacción de las necesidades de los
ciudadanos.


Para finalizar, me gustaría destacar el excelente trabajo que han
realizado en los últimos años los funcionarios encargados de esta
modernización administrativa tan necesaria para adaptar la Administración
pública a las necesidades de la sociedad. En este sentido, les anuncio
que el próximo día 15 se va a someter a la Comisión de estrategia de
tecnologías de la información y las comunicaciones la aprobación del Plan
de transformación digital de la Administración General del Estado y sus
organismos públicos, por el que se creará un marco de referencia para la
implicación de todos los actores y recursos del Estado en ese proceso con
el objetivo de adaptar los servicios públicos a las necesidades reales de
los ciudadanos.


Señorías, la España actual, esta España que está saliendo de la
crisis, que está enfocada a la globalización y que, sobre todo, aspira a
aprovechar las nuevas oportunidades de crecimiento y empleo, ha cambiado
mucho en los últimos veinte años. Es para esta nueva España para la que
estamos preparando una nueva Administración. Es la España de un futuro
que cada vez es más presente, la España que se relaciona a través de las
redes sociales y los dispositivos electrónicos, que se informa y realiza
sus gestiones a través de internet y que no quiere oír hablar de hacer
cola delante de una ventanilla para rellenar un impreso, una España que
no puede esperar y a la que por eso mismo queremos dar una respuesta
desde hoy mismo.


Ese es nuestro compromiso como Gobierno y este debe ser el
compromiso de todas las administraciones públicas. La prioridad es el
ciudadano y hacia el ciudadano deben estar enfocados todos nuestros
esfuerzos de modernización, trasparencia, dinamismo y eficiencia, al
margen de cuál sea la Administración que presta el servicio público.


Durante mucho tiempo se ha extendido la percepción de que los
procedimientos administrativos y la burocracia frenaban las iniciativas
de la sociedad y suponían un lastre para el progreso. Afortunadamente,
eso es algo que se ha ido corrigiendo. Pero necesitamos ir más allá para
contar con una Administración más moderna, profesional, ágil, eficiente y
trasparente, que actúe de manera acompasada con lo que necesitan los
ciudadanos y las empresas. Por eso vienen estos dos proyectos de ley a la
Cámara hoy aquí.


Estamos convencidos de que una economía cada vez más global y
competitiva y una sociedad avanzada, como ya lo es la española, requieren
de una Administración dinámica, que facilite la vida de los
administrados, que dé una respuesta precisa a sus demandas y que proponga
y promueva unas relaciones libres de trabas y obstáculos.


Los proyectos de ley que presentamos hoy contribuyen a este
objetivo, persiguen esa finalidad. Es por eso, señorías, por lo que pido
a la Cámara, a los grupos políticos presentes en la Cámara su apoyo.


Muchas gracias, señoras y señores senadores, y muchas gracias,
señor presidente. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.


Entramos en el debate de las propuestas de veto.


El senador Iglesias, del Grupo Parlamentario Mixto, ha presentado
la propuesta de veto número 1 al Proyecto de Ley de régimen jurídico y la
propuesta de veto número 1 al Proyecto de Ley del procedimiento
administrativo común.


Su señoría tiene la palabra para la defensa agrupada de las dos
propuestas de veto.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.


El señor ministro de Hacienda nos decía al final de su
intervención, como colofón y de alguna manera reproduciendo una idea que
había introducido en diferentes momentos de su discurso, que la prioridad
de estas reformas es el ciudadano. Intentaré demostrar en la defensa de
los dos vetos que no es así.


El Gobierno del Partido Popular, desde que asumió tal
responsabilidad, en parte argumentando motivos económicos: ajustar la
Administración al cumplimiento de los objetivos de déficit, pero, sin
duda alguna, también con una gran carga ideológica, ha visto la
Administración pública española —y el preámbulo de la Ley del
sector público así lo refleja también— como un problema, como un
obstáculo para la vida de los ciudadanos y las empresas, frente a la que
hay que adoptar medidas para facilitar la libertad individual y el
desenvolvimiento de la iniciativa personal y empresarial. Estas son las
razones últimas del primer proyecto, que también se reflejan en el
segundo. Parten, desde esa visión neoliberal, de un error, y es que la
Administración española, cuando llegó el Partido Popular a asumir la
responsabilidad del Gobierno, estaba sobredimensionada. Los datos lo
desmienten. Según Eurostat, España es el cuarto país con menos
funcionarios por habitante, solamente tienen menos: Austria, Portugal e
Italia. En Alemania tienen un funcionario por cada 29, en Francia uno por
cada 27, mientras que en España tenemos uno por cada 36. La OCDE,
midiendo el parámetro desde la variable fuerza laboral, tiene como media
en el conjunto de sus Estados un 16 % de trabajadores públicos; España
un 13 %. Pero desde el inicio, el Gobierno del PP ha desarrollado una
batería de iniciativas para reducir el número de funcionarios y también
el ámbito de la Administración General del Estado, proyectando esta
estrategia sobre comunidades autónomas y sobre ayuntamientos. El señor
ministro nos ha dado un dato en su intervención: supresión de 2900 entes
públicos. Y ahora, con este proyecto, con el primer proyecto, se limitan
la facultad de autoorganización de las administraciones locales,
fundamentalmente de la autonómica, y la libertad para regular un sistema
institucional del que hasta ahora disponían esas comunidades autónomas
para uniformizar estructuras, lo cual resulta incompatible con un modelo
de Estado de las Autonomías.


Igualmente, resultan incompatibles con este modelo las
previsiones que se introducen en el proyecto para incrementar la
posibilidad de intervención de la Administración General del Estado sobre
estas otras administraciones, partiendo de una evidente ampliación del
concepto de regulación básica del régimen jurídico de las
administraciones públicas, que inspira el conjunto del proyecto. Sirva
como ejemplo ese inventario del sector público estatal, autonómico y
local gestionado por la Intervención General del Estado. Es la
Intervención General del Estado la que establece qué entes y organismos
de otras administraciones deben configurarlo.


De otro lado, el proyecto de ley abunda en facilitar la reducción
del sector público, propiciando que órganos e instituciones creados por
ley puedan desaparecer, transformarse o fusionarse por real decreto. Si
en su momento se tomó la decisión de crear estos órganos porque
resultaban necesarios, y de hacerlo además con rango legal, esta
pretensión de deslegalización de su desaparición, transformación o
fusión, obviamente rompe con una función reconocida a las Cámaras por la
decisión política de los legisladores en el marco de las competencias que
la Constitución les reconoce.


Tampoco compartimos que una obligación, que constituye un avance
—obligado por la doctrina del Tribunal de Justicia de la Unión
Europea de 26 de enero de 2010 y la doctrina del Tribunal Supremo en su
sentencia de 17 de septiembre de 2010—, sobre responsabilidad
patrimonial, se plasme ampliándola a la que se deriva de la acción del
legislador. Estamos de acuerdo en que se amplíe a la responsabilidad
patrimonial que se produce como consecuencia de la acción del legislador,
que aprueba normas que posteriormente son declaradas inconstitucionales y
que durante su vigencia produjeron actos que dieron lugar a esa lesión
patrimonial.


Sin embargo, no se contempla la misma responsabilidad para las
situaciones de responsabilidad patrimonial como consecuencia de la
aprobación de la toma de decisiones que confrontan con la normativa
europea. La regulación que se establece es tan restrictiva que exige que
se haya invocado en el recurso o en la demanda. En opinión de Izquierda
Unida ello supone una cortapisa inaceptable para la exigencia de tal
responsabilidad.


Finalmente, discrepamos de la regulación que en el texto se
contiene de la conferencia sectorial, que únicamente abunda en el
carácter vinculante de los acuerdos para los no discrepantes y que hace
que estos sean exigibles ante el orden contencioso-administrativo en el
caso de que no se cumplieran.


Paso a defender —porque estoy ya en la mitad del
tiempo— el veto relativo al Proyecto de Ley de procedimiento
administrativo común. Se trata de un texto —permítanme el
calificativo— pretencioso en tanto en cuanto aspira a ser una
normativa de nuevo cuño —el señor ministro ha destacado las
novedades contenidas en él—. Sin embargo, sigue siendo heredero y
mantiene en gran parte contenidos de la Ley de procedimiento
administrativo de 1958, a la que no supera en muchos ámbitos. Ello hace
que no acabe de resolver los viejos problemas reales de duplicidad e
ineficiencia a los que también hacía referencia en su intervención el
señor Montoro.


En la búsqueda de la funcionalidad del procedimiento
administrativo, el texto, en opinión de Izquierda Unida, sacrifica
derechos y garantías de los ciudadanos. Y lo hace avisado, lo hace
teniendo conocimiento de las recomendaciones formuladas por el Consejo
General del Poder Judicial, muchas de las cuales no se toman en
consideración, así como del Consejo de Estado, también ignoradas, y de
una experiencia de los últimos años que sería perfectamente trasladable a
este ámbito: los avances en garantías que se han ido introduciendo en
materia tributaria, en ocasiones por exigencia de las directivas
europeas. En cambio, sí se tiene en cuenta esa experiencia en el ámbito
tributario a la hora de imponer obligaciones a los ciudadanos, lo que
supone un obvio desequilibrio.


Hay insuficiencias en las garantías de los ciudadanos denunciadas
por estos informes del Consejo General del Poder Judicial y del Consejo
de Estado en algunas cuestiones que pueden parecer menores. Así, es
motivo de enmienda que no se reconozca expresamente en el texto algo que
sí ocurre en materia tributaria —como posteriormente
explicaré—. Me refiero a la posibilidad de solicitar un
aplazamiento por parte del administrado en las comparecencias a las que
se le convoca. Pero afecta a cuestiones de bastante más enjundia, como
que no sea preceptivo consignar en el acuerdo de iniciación de un
procedimiento sancionador la hora en que se cometió la presunta
infracción, lo cual es clave —el tema de las sanciones en materia
de tráfico va a ser un ejemplo recurrente en mi argumentación—, o
que, para que los documentos formalizados por funcionarios con la
condición de autoridad hagan prueba, salvo que se acredite lo contrario,
no se entienda que resulte imprescindible que el funcionario haya
constatado los hechos de forma personal y directa, y que deba ratificarlo
si el administrado los discute. En esta cuestión hay amplísima
jurisprudencia con relación a esas mismas infracciones de tráfico. Yo
creo que el mayor volumen se da en los casos de multas por
aparcamiento.


También supone un escaso respeto a las garantías ciudadanas que
en la aplicación de la prohibición de reformatio in peius no se tenga en
cuenta cada pretensión individualmente considerada.


Igualmente rechazamos el hecho de que no forme parte del
expediente administrativo la información auxiliar, no solo porque limita
las obligaciones de trasparencia que hemos asumido como legisladores,
sino porque reduce la capacidad de defensa e intervención del
administrado, en tanto en cuanto estas cuestiones auxiliares en muchos
casos expresan cuál es la voluntad real de la decisión de abrir el
expediente. También rechazamos que no se prevea que el interesado pueda
subsanar aquello a lo que le haya emplazado la Administración después de
transcurrido el plazo concedido para ello, siempre y cuando todavía no se
le haya notificado la resolución correspondiente.


En relación con otras cuestiones, discrepamos del proyecto
planteado porque no se prevé la nulidad de pleno derecho de las
resoluciones dictadas por órgano manifiestamente incompetente por razón
de jerarquía —así lo planteó y lo exigió en su informe el Consejo
General del Poder Judicial—, ni que tampoco sean motivo de nulidad
las disposiciones contrarias al derecho de la Unión Europea, como planteó
en su informe el Consejo de Estado. Nos parecen desafortunadas las
previsiones de esa nueva tramitación simplificada del procedimiento.


En relación con la generalización del procedimiento
administrativo electrónico, que valoraba como un elemento muy positivo el
señor ministro, somos una población muy envejecida; es algo que hemos
debatido en esta Cámara en diferentes ocasiones. Eso significa que un
número muy importante de ciudadanos no va a poder utilizar estos
procedimientos, que no se establecen como obligatorios pero van a ser el
procedimiento administrativo normal. Si no hay —en la ley no
aparecen— mecanismos de apoyo a estos ciudadanos para que puedan
acceder en cualquier momento del procedimiento, se van a ver indefensos e
imposibilitados.


Igualmente, creemos que el proyecto vulnera la jurisprudencia
constitucional en relación con la competencia de las comunidades
autónomas, que obliga a no interferir en su organización interna
—el proyecto lo hace al señalar órganos competentes para
determinadas actuaciones—, a no imponer órganos de control estatal
—y los impone— y a no regular un modo concreto de ejercer las
competencias autónomas.


Finalmente, rechazamos la plasmación de ese procedimiento de
clemencia on line en sí, eximiendo el pago de multa al denunciante que se
autodenuncie o denuncie a otros y además proporcione elementos de
prueba.


Creemos que estos motivos son suficientes para plantear un veto
al proyecto de ley.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Iglesias.


Los senadores Guillot y Saura, del Grupo Parlamentario de la
Entesa, han presentado la propuesta de veto número 3 al Proyecto de Ley
de régimen jurídico y la propuesta de veto número 3 al Proyecto de Ley de
procedimiento administrativo común.


Para su defensa agrupada, tiene la palabra el senador
Guillot.


El señor GUILLOT MIRAVET: Gràcies, senyor president.


Señorías, iniciamos ya en este Pleno el festival legislativo. En
este momento vamos a tramitar dos proyectos de ley y luego vendrán cinco
leyes más. Todo ello en medio de un delirio legislativo que llega a tal
extremo, señorías del Grupo Popular, que ustedes hoy van a aprobar en el
Proyecto de Ley del procedimiento administrativo común el artículo 132.1,
que dice literalmente: «Anualmente, las administraciones públicas harán
público un plan normativo que contendrá las iniciativas legales o
reglamentarias que vayan a ser elevadas para su aprobación en el año
siguiente.» Imagínense ustedes cómo este Gobierno, con este disparate
legislativo que nos ha impuesto a lo largo de esta legislatura y
especialmente en este último tramo, es capaz de elaborar un plan
normativo si no saben lo que va a hacer desde un punto de vista de
iniciativa legislativa. Señorías, hay que tener cuajo para que ustedes
propongan este plan, y más después de la experiencia de este mandato, y
todo ello en un Senado que sigue sin reformarse.


En la defensa de los vetos que presentamos el senador Saura y yo,
en representación de Iniciativa per Catalunya Verds, quiero referirme, en
primer lugar, a la intervención del ministro Montoro en la presentación
de estos dos proyectos de ley. Lo que más me maravilla del ministro de
Hacienda y Administraciones Públicas es su esfuerzo, su afán por intentar
convertir los defectos en virtudes. Y en su intervención lo ha bordado.
Solo él es capaz de defender lo indefendible: las políticas del Gobierno
de Rajoy respecto de la Administración pública y, en concreto, la
Administración General del Estado. Cuando el ministro Montoro afirma que
el objetivo de su gestión ha sido dotar a la ciudadanía de unos servicios
públicos modernos y eficientes, propios de una sociedad moderna, miente.
Las únicas políticas de este Gobierno en el ámbito de la Administración
pública se han regido por dos grandes variables, y el senador Iglesias ya
ha hecho referencia a una de ellas. En primer lugar, el Gobierno del PP
cree que las administraciones públicas españolas están sobredimensionadas
y hay que reducirlas; y, en segundo lugar, que hay una gran
descoordinación y es necesario uniformizar, aunque ese proceso de
uniformización contemple la invasión competencial.


Las políticas de Rajoy respecto de la Administración pública y
los empleados públicos han supuesto recortes, degradación de los
servicios públicos e invasión competencial; y, últimamente —imagino
que por las premuras electorales y la pérdida de votos—, gestos
electoralistas, como el retorno aplazado, por tramos, de la paga
extraordinaria de 2012.


Señorías, ¿no recuerdan ustedes que en esta legislatura se han
destruido más de 400 000 puestos de trabajo públicos? ¿No recuerdan los
recortes salariales, la progresiva pérdida de poder adquisitivo de los
empleados públicos y funcionarios o la pérdida de las pagas
extraordinarias? ¿No recuerdan la degradación de los servicios públicos,
no solo por los recortes, sino por lo que ha representado la congelación
de las tasas de reposición de las plantillas? ¿No se acuerdan de la Ley
de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local y su
impacto negativo en el ámbito local y de las continuas invasiones
competenciales, justificadas con el objetivo de la eficiencia, que,
desgraciadamente, se repiten en estos proyectos de ley? Luego me referiré
a esto último.


El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, llevado por
su entusiasmo, llegó a afirmar —hoy no lo ha hecho aquí, pero sí lo
hizo en el Congreso— literalmente: «No se entienden las críticas
que siguen afirmando que no hemos hecho nada en el ámbito de la
Administración pública.» Y estén atentos a lo siguiente. Llegó a decir:
«Que se lo pregunten a quienes están trabajando en la función pública.»
Que se lo pregunten, dice.


Pues miren, señorías, gracias a este Gobierno se ha levantado
toda una serie de mareas integradas por empleados públicos, que no solo
defienden sus salarios y condiciones laborales, sino también los
servicios públicos. El señor Rajoy lo ha hecho tan mal, que un colectivo
tan singular como el de los jueces se le ha soliviantado, algo inédito en
la historia de la España democrática. Ustedes, el Gobierno del señor
Rajoy, han conseguido que todos los jueces digan: basta.


Otra novedad es que en la presentación de estas leyes se hace
referencia a la deuda pública. Antes lo ha explicado el señor Montoro, y
lo ha justificado diciendo que se ha generado para garantizar el Estado
de bienestar y las pensiones. Las pensiones no, señorías, porque para
poder pagar las pensiones ustedes han echado mano del Fondo de Reserva de
la Seguridad Social. Y el Estado de bienestar, tampoco. En este mandato
la deuda ha aumentado unos 30 puntos del PIB, 300 000 millones de euros,
aproximadamente. Según el Gobierno, según el señor Montoro, ministro de
Hacienda, se ha reducido el déficit y se han incrementado los ingresos.
Es evidente que se han producido grandes recortes en el gasto público.
¿Cómo se explica, entonces, esta elevadísima deuda? Aquí hay un misterio.
Si ustedes incrementan los ingresos, reducen el déficit y recortan, ¿cómo
podemos estar en esos niveles de deuda, con ese incremento tan
exponencial? Además, les recuerdo que el plan de estabilidad que ustedes
tanto cacarean tenía dos objetivos: reducir el déficit por debajo del 3 %
y reducir la deuda por debajo del 60 % del PIB. Y estamos ya en el 100 %.
La explicación de este misterio es sencilla: por el rescate bancario, que
ha tenido unos costes elevadísimos y ha incrementado la deuda, pero,
evidentemente, no ha incrementado el déficit por los acuerdos que se
tomaron con Bruselas.


Entrando ya en los contenidos concretos de ambos proyectos de
ley, quiero empezar por una cuestión muy grave y una agresión muy
reiterada a lo largo de esta legislatura: la invasión competencial, es
decir, el progresivo proceso de recentralización que está llevando a cabo
este Gobierno con la legislación sectorial que se va aprobando. Ayer
tuvimos un debate sobre estas cuestiones a raíz de las reformas del
Tribunal Constitucional. Yo soy de los pesimistas respecto de la
superación de los conflictos territoriales presentes —y el más
grave con Cataluña—, y lo soy por varias razones: por el exacerbado
nacionalismo del que hace gala el PP, porque estamos frente a un choque
de trenes entre nacionalismos, porque el anticatalanismo da votos, lo
mismo que el antiespañolismo en Cataluña y, sobre todo, por el proceso de
renacionalización que está sufriendo la Unión Europea. La reversibilidad
de la eurozona, tal como amenazó el ministro de Finanzas alemán al
Gobierno griego, o los anuncios de la posibilidad de poner fin a la zona
Schengen realizados por Merkel y Hollande indican la debilidad de la
Unión Europea, una Unión, señorías, que para España es un atajo, un
espacio para superar contracciones históricas que nosotros solos somos
incapaces de resolver. Aun siendo pesimista, valoro como un inmenso
desastre que el PP, en unas circunstancias tan delicadas, no solo sea
incapaz de proponer nada en positivo, sino que se haya dedicado, ley tras
ley, a recentralizar. Y en estas también.


Siguen ustedes haciendo una lectura abusiva del artículo 149.1 de
la Constitución.






En estas dos leyes siguen los artículos 103 y 105, que
poco apoyo constitucional les da. Dejan a las comunidades autónomas sin
opción ninguna de desplegar su capacidad de desarrollo legislativo,
detallado exhaustivamente, por ejemplo, en la regulación de los órganos
colegiados. Implementan un modelo concreto de Administración electrónica.
Establecen con carácter de norma básica un conjunto de trámites de
obligado cumplimiento. Y también con el Proyecto de Ley de régimen
jurídico del sector público invaden competencias. En su título II se
entrometen en ámbitos de organización administrativa e institucional de
las comunidades autónomas, lo que impide a estas la adopción de medidas
que les corresponden en el ámbito de sus competencias para defender sus
intereses y sus propias políticas organizativas. Se llega hasta el
extremo de que la posibilidad de crear nuevos organismos dependerá de la
decisión del Gobierno del Estado, apoyada por un criterio de
sostenibilidad económica. Primero, es inaudito que el Estado tenga que
decir sí o no. Y, segundo, es un disparate que el criterio básico sea la
rentabilidad financiera o económica de un nuevo organismo, porque hay
muchos aspectos de la función pública que no tienen rentabilidad. Esta
tiene que leerse en términos sociales y no económicos.


Otras cuestiones que justifican el veto del senador Saura y mío
es la desproporción que se plantea entre los objetivos de funcionalidad y
el respeto a los derechos y garantías ciudadanas.


Y nos preocupa también todo lo relacionado con la tramitación
electrónica. Creemos que es el futuro, pero ese futuro hay que
implementarlo más como un derecho que como una obligación. Imponer hoy
una tramitación electrónica obligatoria es ignorar la fractura digital
que existe en este país. Y también supone ignorar —a no ser que se
dote de medios, que no aparecen en los proyectos de ley— a los
pequeños ayuntamientos para que puedan hacer frente a su
implementación.


Termino mi intervención, senyor president, señalando que estos
dos proyectos de ley no son la respuesta a la demanda ciudadana de una
Administración más ágil y eficiente, tecnológicamente más avanzada,
permeable a las necesidades y demandas sociales, y también más
transparente y cercana. Por todo ello presentamos estos vetos, para los
que pedimos su apoyo.


Gràcies, president.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Guillot.


Las senadoras Almiñana y Sequera, y los senadores Boya, Bruguera,
Martí, Montilla y Sabaté han presentado la propuesta de veto número 4, al
Proyecto de Ley de régimen jurídico, y la propuesta de veto número 4, al
Proyecto de Ley del procedimiento administrativo común.


Para su defensa agrupada, tiene la palabra el senador
Montilla.


El señor MONTILLA AGUILERA: Gracias, señor presidente.


Señorías, nos encontramos una vez más ante unos proyectos de ley
que son de gran trascendencia y, desgraciadamente, tramitados de un modo
—por decirlo educadamente— poco respetuoso con las prácticas
parlamentarias. Lamento de veras verme obligado a comenzar mi
intervención con estas consideraciones acerca del procedimiento usado por
la mayoría en la tramitación de los proyectos de ley. Muchos de ustedes
seguramente considerarán que, a fin de cuentas, es ya una práctica
normalizada en esta legislatura, a la vista de la reincidencia con que ha
ocurrido. Sin embargo, y precisamente por estar ante el final de la
legislatura, pretendo dejar claro que no nos resignamos a un modo de
actuar; y espero y deseo que no vuelva a producirse en esta Cámara,
porque respetar el Parlamento y, si me lo permiten, hacer gala del buen
parlamentarismo no consiste simplemente en respetar el Reglamento. Por
supuesto, el Gobierno y el Grupo Popular respetan el Reglamento, faltaría
más, pero no es suficiente. El Congreso de los Diputados y el Senado han
de servir para estudiar y discutir las leyes, para buscar acuerdos que
permitan mejorarlas, para poner en común opiniones y soluciones a los
problemas que hemos de estudiar, no solo para aprobarlas como un mero
trámite, que es lo que estamos haciendo. No me cabe ninguna duda de que
eso contribuiría al prestigio de nuestras Cámaras y a mejorar la calidad
de nuestra democracia, pero lo que ocurre en la práctica parlamentaria
que estamos viviendo, especialmente durante estos últimos meses, es
justamente lo contrario.


Abordamos hoy los proyectos de ley de régimen jurídico del sector
público y del procedimiento administrativo de las administraciones
públicas, a los que las senadoras y los senadores socialistas del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya presentamos sendos vetos,
que defiendo en este trámite. Se trata de leyes importantes, de esas
leyes que deberían tener vocación de durabilidad porque estructuran la
organización de nuestras instituciones y sus procedimientos. Las
estructuras y los procedimientos deberían poder sobrevivir a gobiernos de
diferentes signo, por lo que no parece razonable que se tramiten como se
están tramitando, simplemente por la necesidad de finalizar una
determinada agenda legislativa. Supongo que ustedes aluden a que han de
cumplir sus compromisos electorales, pero eso no es así en todas las
materias, pues han demostrado con creces su capacidad para incumplirlos,
algunos especialmente. Por tanto, no hay razones para la tramitación tal
como se está realizando. Porque, señorías, como ustedes saben, estos
proyectos prevén su entrada en vigor al año de su publicación en el
Boletín Oficial del Estado y, además, hay un año más de tiempo para que
las distintas administraciones adecuen sus normas, leyes y reglamentos a
ellos. Esta es una previsión lógica, a la vista de la complejidad técnica
y jurídica de los proyectos, pero ¿es lógico que leyes de este tipo se
aprueben al final de la legislatura? Da la impresión de que lo que se
pretende es dejar las leyes aprobadas sin tener que asumir ninguna
responsabilidad en su desarrollo. Y eso es gratis; no hay coste
económico, evidentemente. En eso no miente la memoria.


Señorías, estos proyectos pretenden sustituir leyes de larga
trayectoria que fueron el resultado de acuerdos entre las distintas
fuerzas políticas y que han servido para el funcionamiento de las
instituciones bajo gobiernos distintos. El primer problema que suscitan
ambos textos o, mejor dicho, la suma de ambos, deriva de la decisión del
Gobierno de abordar una reforma integral y estructural de la normativa
aplicable a las administraciones públicas, tanto en su relación entre
ellas como con los ciudadanos y otros agentes externos a aquellas, y
realizarla mediante dos proyectos de ley: el de régimen jurídico del
sector público y el del procedimiento administrativo común de las
administraciones públicas. A nuestro juicio, liquidar la vigente
Ley 30/1992, de régimen jurídico de las administraciones públicas y del
procedimiento administrativo común, es un enfoque erróneo. Lo dice
acertadamente el Consejo de Estado en su dictamen, al afirmar
textualmente: El enfoque que inspira la reforma articulada en torno a los
anteproyectos de ley de referencia no entronca con la tradición
jurídico-administrativa de nuestro ordenamiento. Antes bien, supone una
quiebra del esquema hasta ahora seguido en el derecho administrativo
positivo español, generando una fractura del tratamiento sistemático que
tradicionalmente han recibido el régimen de organización y funcionamiento
de las administraciones públicas y la regulación del procedimiento
administrativo. Tal ruptura —continúa el Consejo de Estado—,
lejos de servir al fin de la clarificación y simplificación que pretende
alcanzar, introduce una notable confusión en el ordenamiento, planteando
una serie de inconvenientes que evidencian la rigidez del esquema seguido
y su influencia para lograr una adecuada regulación de todas las
materias. Fin de la cita.


Y, efectivamente, nosotros tampoco hemos encontrado una
justificación suficiente para su sustitución, tal como se hace. Nuestro
grupo está a favor de las medidas que permitan la modernización de la
justicia, la modernización de nuestras administraciones públicas, del
conjunto de nuestras administraciones públicas, reformas que permitan a
estas ganar en eficacia, en calidad, en eficiencia. ¿Ocurre esto con sus
proyectos de ley? No vemos en ellos un avance respecto de la regulación
vigente en materia de organización del funcionamiento de las
administraciones públicas de procedimiento administrativo y, en cambio
—a ello se ha referido el portavoz que me ha precedido en el uso de
la palabra y también lo aprecia el propio Consejo de Estado—, vemos
en estos proyectos multitud de errores, contradicciones, duplicidades y
defectos técnicos que producirán más confusión e inseguridad jurídica. Lo
han puesto de manifiesto numerosos profesionales del derecho y
académicos; pero esos defectos no han podido ser analizados por las
Cámaras, y especialmente por el Senado, por el modo y las fechas en las
que se han tramitado los proyectos. Y lo más grave, a nuestro juicio, es
que existen serias duda sobre su adecuado encaje constitucional. Estas
leyes están llamadas a ser recurridas ante el Tribunal Constitucional, no
lo duden ustedes.


Les decía que estamos a favor de reformas que mejoren el
funcionamiento de nuestras administraciones, pero estas han de respetar
el contenido y el espíritu de nuestra Constitución, que no establece una
relación jerárquica entre los distintos niveles de Administración, sino
que les atribuye determinadas competencias que han de ejercer con arreglo
a la ley. Tanto en un proyecto como en el otro se entremezclan normas
básicas con preceptos que no tienen ese carácter y atribuyen el carácter
de básico a materias que no deben tener ese alcance. Así pues, estos dos
proyectos desbordan ampliamente las competencias estatales. Nuevamente
nos encontramos con proyectos de ley de carácter expansivo, que
sobrepasan los límites constitucionales de la legislación básica e
invaden y limitan competencias de las comunidades autónomas. Establecer
las normas básicas del conjunto de las administraciones públicas
españolas no consiste —no puede consistir— en fijarlas con
tal grado de detalle —el Tribunal Constitucional lo ha establecido
de manera insistente— que en la práctica se impida el ejercicio del
autogobierno.


Las comunidades autónomas con competencias exclusivas,
competencias de desarrollo o de ejecución en estas materias han de ver
respetadas estas competencias. Lo que ocurre es que estos cambios
legislativos limitan incluso su capacidad de autoorganización. A ese
respecto conviene recordar, por ejemplo, la existencia de jurisprudencia
constitucional, la sentencia del Tribunal Constitucional 31/2010, que
avala la competencia de las comunidades autónomas para crear, modificar y
suprimir los órganos y entidades administrativas y, por tanto, también de
conformar libremente la estructura de su Administración, tal como recoge
el artículo 71 del Estatuto de Autonomía de Cataluña, que regula los
principios de organización y funcionamiento de la Administración de la
Generalitat, artículo que quedará gravemente afectado con una
interpretación de las normas básicas como la que hacen, en este caso,
estos proyectos de ley. Por no hablar del artículo 159.1 del mismo
Estatuto de Cataluña, que otorga a la Generalitat competencias en materia
de régimen jurídico y procedimiento administrativo. O de la ley que
desarrolla dicho artículo, la Ley 26/2010, de 3 de agosto, de régimen
jurídico y de procedimiento de las administraciones públicas de Cataluña.
Y ello nos lleva un poco al auténtico motivo que les mueve con estos
proyectos de ley, que es seguir aplicando con contumacia una agenda de
restricción del autogobierno. Porque, en efecto, ustedes no creen de
verdad en el Estado de las Autonomías, y por eso en cada propuesta
legislativa dan una vuelta de tuerca a la recentralización. Y estos dos
proyectos de ley son un claro ejemplo de esa recentralización, sobre la
base del informe relativo a la reforma de las administraciones públicas,
el informe CORA, básicamente elaborado por abogados del Estado con una
determinada orientación, pero rechazado, como ustedes saben, por la
mayoría de las comunidades autónomas.


Finalmente, como todos los proyectos de ley, especialmente los
tramitados al final de esta legislatura, la previsión de coste cero para
las administraciones públicas en lo que se refiere a su aplicación es una
cuestión que, como ustedes saben, es una auténtica ficción: ni será de
coste cero para la Administración central ni tampoco para las comunidades
autónomas y las corporaciones locales. Solo ha habido que oír los deberes
que tendrán las administraciones públicas a partir de la aprobación de
estas leyes y su entrada vigor, que nos ha explicado hace un rato el
señor Montoro. Solo hay que pensar en eso, y si esos deberes u
obligaciones se pueden hacer a coste cero. A coste cero, no, ni tan
siquiera para el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas; y
mucho menos para el resto de las administraciones.


En fin, señorías, estas son razones suficientes para la
presentación de estos vetos y la propuesta de devolución al Gobierno. En
todo caso, permítanme que exprese también mis dudas fundamentadas acerca
de que estos proyectos vayan a tener el impacto y el recorrido de la
Ley 30/1992, a la que pretenden sustituir.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Montilla.


Señorías, les informo de que vamos a continuar con el debate de
las propuestas de veto hasta el final. Si este debate terminara antes de
las cuatro de la tarde, suspenderíamos el Pleno hasta esa hora. Y en
ningún caso se votará antes de las cuatro.


Las propuestas de veto número 2 a ambos proyectos de ley han sido
presentadas por el Grupo Parlamentario de Convergència i
d’Unió.


Para su defensa agrupada, tiene la palabra el senador Bel.


El señor BEL ACCENSI: Muchas gracias, presidente.


Estamos tramitando conjuntamente estas dos leyes, algo que a
nuestro grupo le parece un acierto porque los motivos de los vetos a
ambas son prácticamente idénticos. De hecho, es una ley que se desdobla
en dos, que se tramitan a la vez. El ministro de Hacienda ha vuelto a
venir para presentar las leyes; y se lo volvemos a agradecer, aunque,
obviamente, tendría que ser lo normal. Yo creo que se lo toma como su
espacio electoral semanal en el Senado: viene, habla cinco minutos de la
ley que tiene que presentar, y después vuelve a hablar de su libro. Y hoy
tocaba anunciar que el viernes va al Consejo de Ministros la devolución
de una cuarta parte de la paga de los funcionarios. Pues bien, supongo
que eso prestigiará a la Cámara, pero es una costumbre que no es propia
del ministro —tengo que decirlo—, aunque se ha acentuado a lo
largo de las últimas semanas. Y yo voy a hacer lo mismo: voy a presentar
mi veto a las dos leyes —intentaré hacerlo de forma
resumida—, y después voy a utilizar mi espacio electoral semanal
desde la tribuna del Senado para vetar la intervención del ministro, su
intervención semanal.


Nuestros vetos a las dos leyes se fundamentan, esencialmente, en
cuatro razones o motivos. Una primera es más bien de orden técnico. Y
pasa lo mismo que con la mayoría de las leyes —lo mismo ocurrió la
semana pasada—: que podríamos estar de acuerdo en su globalidad con
los principios generales sobre los que se fundamenta cualquiera de las
leyes que ustedes presentan, pero el problema es cómo se concretan esos
principios. En todo caso, el primer motivo es que, a través de estas dos
iniciativas legislativas, ustedes desdoblan la antigua Ley 30/1992, que,
efectivamente, merecía una actualización y modernización. Dividen un
cuerpo legislativo en dos; y eso, que en principio puede parecer inocuo,
desde nuestra perspectiva no lo es porque entendemos que va a generar más
inseguridad jurídica, no tanto en un primer momento, que también, sino
con posterioridad, en modificaciones posteriores de estas leyes que
pueden ser de forma absolutamente autónoma, lo que va a generar más
problemas al administrado y también al conjunto de las administraciones.
Y esta no es una opinión exclusiva de nuestro grupo ni de otros grupos
que también vetan la ley por motivos similares, sino que diferentes
sectores de la doctrina jurídico-administrativa del Estado español
también se han pronunciado en este sentido, como lo hace asimismo el
Consejo de Estado. Por tanto, entendemos que es motivo bastante. No
creemos que esté suficientemente justificado regular ad intra y ad extra
las relaciones de la Administración.


Un segundo motivo, en el que después me extenderé con más
detalle, es que entendemos que con estas dos leyes, con estos dos cuerpos
legislativos, el legislador pretende una vez más ir más allá de la
regulación de los principios básicos, de la regulación básica que le
corresponde al Estado, y hace una invasión de competencias absolutamente
clara en relación con las comunidades autónomas y las corporaciones
locales. Esto, por nuevo, que no lo es, no debemos dejar de manifestarlo.
De hecho, ha sido una constante a lo largo de estos últimos años, y solo
hace falta ver los recursos interpuestos por este motivo, no solo por la
Comunidad Autónoma de Cataluña, que también, sino por muchísimas otras
comunidades. Y varias comunidades autónomas han anunciado que van a
interponer un recurso de inconstitucionalidad por estas dos leyes si se
aprueban con los textos emanados del Congreso de los Diputados. Esto, en
cuanto al segundo motivo.


El tercer motivo es que, bajo los principios de intentar alcanzar
la eficacia en la gestión pública y en el ámbito de la Administración
pública, se está produciendo —el informe CORA era un avance, la
verdad es que no engañaba, y ya lo dijimos en aquel momento— una
constante regulación, procediéndose a la recentralización absoluta en el
conjunto del Estado Español. (El señor vicepresidente, Lucas Giménez,
ocupa la Presidencia). Las muestras son infinitas, y en el momento de las
enmiendas señalaremos algunas. Esta situación se está produciendo como
una lluvia fina, aunque a veces parece ya una tormenta o granizada que
está cayendo en los diferentes ámbitos de la Administración.
Evidentemente, se pretende dejar sin margen de maniobra, no solo a las
corporaciones locales, sino también a las comunidades autónomas. Creo,
sinceramente, que se equivocan con este planteamiento, y repito que ya lo
dijimos cuando examinamos el informe CORA. Pero ¿qué se puede esperar si
se regula sobre la base de un informe en el cual se vetó la participación
de las comunidades autónomas y las corporaciones locales? Un informe
realizado exclusivamente por la Administración General del Estado sirve
como base para todos los textos legislativos que, como ha dicho el
ministro, a lo largo de estos dos últimos años han entrado en las
Cámaras. Evidentemente, si tú haces un informe que no pretende nada más
que recoger un diagnóstico y unas propuestas de solución y en él ignoras
a las comunidades autónomas y a las corporaciones locales, lo que
consigues es la recentralización, la readquisición de poder por parte del
Estado central y el menoscabo de las competencias de las corporaciones
locales y, por supuesto, de las comunidades autónomas. Esta
recentralización es otro de los motivos por los que presentamos veto a
los dos cuerpos legislativos que estamos analizando en este momento.


Pero aún hay un tercero, que creo que ya ha puesto de manifiesto
el senador Montilla, con el que estamos absolutamente de acuerdo. Como
sucede en otros textos legislativos, se imponen una serie de obligaciones
que, por supuesto, no tienen coste cero, sino un coste económico
importante para la Administración local y la Administración autonómica, y
no se las dota de recursos financieros adicionales. Esta ha sido una
constante a lo largo de estos cuatro años, como también en otras
legislaturas. Dotar de mayores competencias, en este caso de mayores
obligaciones, a las corporaciones locales y a las comunidades autónomas
sin haberlas consultado, sin haberlo pactado con ellas y sin darlas
mayores recursos financieros es otra forma de debilitar y menoscabar
estos dos niveles de administración que al fin y al cabo también forman
parte del concepto general de Estado, pero no se las tiene en cuenta en
la regulación. Y no voy a discutir si estos costes son muchos o pocos;
creo que son muchos e importantes, y todavía más para determinados
niveles de administración. Pero no es que no se ofrezcan líneas
específicas de financiación para la implementación de estos nuevos
requisitos, algunos de los cuales son absolutamente razonables y
compartimos —no nos duelen prendas reconocerlo—, sino que en
el caso de las corporaciones locales llevamos años, legislaturas,
esperando la nueva ley de financiación de las haciendas locales, que ni
está y, por palabras del ministro, ni se la espera, al menos en esta
legislatura; y en cuanto a las comunidades autónomas, ayer discutimos una
moción —lo hacemos en cada Pleno— sobre este modelo de
financiación obsoleto, que no ha funcionado, injusto y que infrafinancia
a las comunidades autónomas, pero no se busca ninguna solución, aunque
fuese transitoria y específica, para la aplicación de estos nuevos
requisitos.


Por todo esto presentamos dos vetos y, obviamente, aunque no
compartamos la literalidad de los otros, ya les avanzo que vamos a apoyar
los vetos que han presentado los demás grupos parlamentarios.


Me quedan tres minutos y, aunque no voy a agotarlos, sí quiero
hacer un comentario en relación con el planteamiento del señor ministro
en cuanto al sacrificio y el esfuerzo realizado por los funcionarios.
Evidentemente, nuestro grupo comparte este sacrificio y esfuerzo pero no
que este se haya realizado de forma generalizada; y tantas veces insiste
el señor ministro, tantas veces insistimos nosotros. El esfuerzo de
consolidación fiscal en el Estado español ha sido absolutamente desigual
en todos los aspectos. En cuanto a la reducción del déficit, el nivel de
administración que menos déficit ha reducido —lo pueden buscar en
cualquiera de los parámetros— ha sido la Administración central;
los que más, obviamente, las corporaciones locales y las comunidades
autónomas, cuyo volumen ha sido mucho mayor.


Hoy el señor ministro nos ha comentado en el Senado algunos datos
de su planteamiento semanal —no tengo aquí las cifras y no las voy
a repetir para no equivocarme, pero me guio por los porcentajes—.
Respecto al número de entidades y organismos que se han reducido o
cancelado, comparen los porcentajes y busquen cuál es el nivel de
Administración que más los ha reducido. Las corporaciones locales, en
términos absolutos, evidentemente, han sido las que más han cumplido
estos objetivos y la que menos los ha cumplido y a la que más le está
costando es a la Administración General del Estado. Por tanto, el señor
ministro ha venido aquí a ponerse medallas, y me parece razonable en
época electoral, pero nosotros tenemos que explicar, primero, que estas
medallas no son suyas, son de otros niveles de administración, y que
seguramente las más pequeñas le correspondan, en este caso, al Gobierno
estatal.


Por consiguiente, mantenemos nuestro veto y, obviamente, les
pedimos que voten favorablemente.


Muchas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, señoría.


El Grupo Parlamentario Socialista presenta la propuesta de veto
número 5 a la Ley de régimen jurídico y otra propuesta de veto, también
número 5, al Proyecto de Ley de procedimiento administrativo común.


Para su defensa, tiene la palabra el señor Díaz Tejera.


El señor DÍAZ TEJERA: Gracias, presidente. Con la venia.


Si se pudiese resumir la intervención del señor ministro, sería
algo así como: qué guapo soy, qué bien lo hago y, como dice mi compañero
Jesús Martín, si tengo un espejo, me pido relaciones conmigo mismo. Eso
es lo que ha hecho, con la diferencia, mi querido portavoz de
Convergència, de que siempre repite, como una letanía o un mantra, un
discurso único, y, de vez en cuando, con la excusa de una ley, incorpora
un punto, aunque no tenga nada que ver con ella. Por ejemplo, hoy, invito
a cualquier senador a que busque algún comentario sobre la Ley de
procedimiento administrativo común que se está discutiendo aquí. No ha
dicho absolutamente nada. Sin embargo, en la intervención que leyó
—y no suele ser lo habitual en él; de hecho, al hablar de hechos
imponibles, sujetos imponibles, gravámenes, cuotas, etcétera, no
lee— no dijo nada sobre el procedimiento administrativo común, pero
fue muy detallista con lo de las casas que ha vendido. A mí me parece muy
bien que detalle cuántas casas ha vendido, pero me hubiera gustado
escuchar algo respecto al régimen jurídico del sector público, sobre todo
porque lo que ha planteado de la Administración electrónica ya está en
vigor. Otra cosa es que de la exposición teórica a la realidad haya una
gran distancia y, como me han dicho algunos alcaldes del Partido
Socialista, muchos ayuntamientos en España ni siquiera tienen internet,
con lo cual las dificultades de acceso son mayores.


Pero permítame que haga un paréntesis en esta exposición para
referirme a lo que podríamos denominar una cuestión previa. Y esta
cuestión previa, señor presidente, con su benevolencia, me lleva a decir
que, en materia de dependencia y para el año 2015, el Gobierno de España
ha destinado 1200 millones de euros para toda España. El Gobierno andaluz
ha destinado, solo para Andalucía, 1131 millones de euros. Esto es parte
de la realidad; y, como quiera que antes no hubo respuesta, para que
conste en el Diario de Sesiones diré que, de igual forma que algunos usan
las gafas negras para mirar a Andalucía, otros usamos las gafas con el
aumento debido para apreciar la realidad, la grande y la chica, de la
vida cotidiana de los andaluces y andaluzas. En segundo lugar, como una
diputada por Huelva ha afirmado unos datos sobre el paro, tengo que decir
que, de cada cien nuevos empleos que se crean España, treinta son
andaluces; dice que en España el paro se ha reducido en un 8 %, y en
Andalucía lo ha hecho en un 10 %; y que esos 178 000 ocupados, según la
EPA del segundo trimestre de 2015, suponen un aumento de un 7 % con
respecto al 2014, cuando los datos oficiales sobre España en su conjunto
lo sitúan en más de un 2 %. Cierro este paréntesis como cuestión previa
que me habían pedido los compañeros de Andalucía y, con su permiso, voy a
retomar la intervención sobre el texto del que estoy obligado a
hablar.


¿Por qué razón planteamos veto? En primer lugar, si tanta
identidad sustancial tienen las dos leyes que hasta han planteado que se
debatan juntas, ¿por qué no es una única ley? Esta es la primera
pregunta. Han querido que se debatan juntas porque tienen una gran
identidad. Entonces, ¿por qué no es una única ley? Porque no es verdad
eso que dice algún abogado de la CORA, que no todos, y tampoco el Consejo
de Estado, de que la tradición jurídica española es que estén separadas.
Eso es falso. Según la tradición jurídica española, el procedimiento
jurídico y el régimen jurídico están en el mismo texto. ¿Por qué es
difícil escindir el procedimiento y el régimen? Porque lo propio de ese
sujeto estatutario, lo propio del derecho administrativo, es regular un
sujeto jurídico excepcional, que es la Administración pública que tiene
facultades y prerrogativas exorbitantes y unos privilegios que no tiene
el sujeto individual. ¿Por qué razón? Porque la Administración pública es
la que vela por el interés general. Por eso tiene la facultad de
autotutela; por eso establece el derecho; por eso no caben interdictos de
recobrar la posesión o interdictos de obra nueva contra la Administración
pública; por eso denuncia, instruye, falla y ejecuta las sanciones, es
decir, es juez y parte. Por esas razones que les cito tienen facultades
desorbitantes las administraciones públicas del sistema jurídico
continental, entre las cuales están la española, la francesa, la
italiana, la alemana, etcétera.


¿Qué tres razones argumentamos? Razones en torno a confusión e
inseguridad jurídica, razones en torno a restricción de derechos de
ciudadanía y razones en torno a lo que se puede llamar autonomía
política. Ayer el senador Caballos realizó una intervención muy
pedagógica y didáctica en la que todos pudimos captar lo que en el fondo
estaba planteando. A mí me pareció una intervención muy ilustrativa sobre
estas dos leyes. De fondo, a mí me parece que no se termina de
metabolizar que el nuestro no es un Estado como el francés, que el
nuestro es un Estado autonómico. Podría decir que hay un poder del
Estado, el Poder Judicial, que todavía no se ha enterado de que estamos
en un Estado autonómico. Todavía no hemos trasladado al Poder Judicial lo
que sí hemos hecho en el ámbito del Ejecutivo y del Legislativo; nos
falta que los tribunales superiores de justicia de las comunidades
autónomas culminen la estructura del Poder Judicial. Lo dice la
Constitución, pero, aun así, todavía no lo hemos conseguido.


Por su parte, en el ámbito político lo que no se termina de
metabolizar o digerir —no estoy hablando de tolerar, aceptar o
soportar, no hablo de eso, sino de metabolizar como parte de nuestra
identidad política— es el hecho de que en el artículo 2 de la
Constitución, junto a la palabra «unidad», también se usa la expresión
«autonomía política». ¿Qué quiere decir eso? Pues que la legitimación de
origen que tiene el Gobierno de España a través de las elecciones
generales también la tienen las comunidades autónomas cuando la gente se
expresa en las urnas. Las comunidades autónomas no son entidades de
gestión, no son entes instrumentales, sino que son entes políticos con
autonomía política para autoorganizarse. ¿Qué quiere decir eso? Que se
organizan como estimen libérrimamente oportuno; que el único límite que
tienen es la Constitución, y que su voluntad política se expresa en las
urnas y en los parlamentos territoriales. ¿Por qué viene esto a cuento?
Porque con los artículos 147 y 151 ustedes consiguen cambiar una realidad
por otra y transmutan un órgano político, un órgano de colaboración
multilateral, un órgano de colaboración voluntaria entre las comunidades
autónomas; cambian esa realidad y la transforman en una Administración
pública en sí misma con auctoritas, la que se gane, pero sobre todo con
la potestas de decidir algo: un acto administrativo; y luego, el que no
lo cumpla, se puede ir a la jurisdicción contenciosa para recurrir contra
lo que no la ha cumplido; y el que no ha ido no tiene responsabilidad, y
el que ha votado en contra no tiene responsabilidad. Lo cierto es que
cualquier acuerdo que se adopte ahí, aunque sea por unanimidad, como
quiera que ese órgano no tiene capacidad ni para interpretar las leyes
—solo son acuerdos políticos—, ha de ser refrendado en sus
comunidades autónomas; cuando su gobierno lo refrenda, es cuando tiene
valor político.


Lo que es un órgano de cooperación bilateral o multilateral
—la bilateral serían las comisiones ad hoc entre el Gobierno de la
nación y cada comunidad autónoma, este sería un órgano voluntario de
colaboración multilateral— no pueden transformarlo en un
instrumento para aherrojar con esa especie de cinturón de hierro que se
les pone a las comunidades autónomas y establecer: si usted ha asistido y
ha estado de acuerdo, da igual o no que lo haya refrendado su comunidad
autónoma, si usted no lo respeta, yo voy a la jurisdicción contenciosa
como si fuera una Administración pública que ha decidido un acto
administrativo para hacer que se le imponga, haciendo uso legítimo de la
coacción, que es lo que define al Estado: el monopolio del uso de la
coacción de una administración respecto a otra. Con lo cual es un
instrumento que busca una administración para imponerle un criterio a
otra o a otras, en función de lo que es un mero órgano de colaboración
política, de colaboración voluntaria, de colaboración multilateral. Esto
ya lo planteé en la comisión y pedí que me pudieran explicar esta
transmutación de naturaleza política en naturaleza administrativa, con
potestas, con capacidad de imperio, de imponer una decisión que sea
susceptible de revisión por la jurisdicción
contencioso-administrativa.


El segundo asunto que se plantea respecto a la propia autonomía
política es lo que podríamos llamar la autonomía de cara a la asamblea
legislativa, en términos autonómicos o en términos de Cortes Generales;
es lo que llaman plan normativo sobre el plan de leyes que ustedes
quieren desarrollar o el plan de reglamentos que ustedes quieren
desarrollar. El plan de leyes que quiere desarrollar una Cámara lo decide
la Cámara y es esta la que lo cambia. Da igual que al comienzo
establezcan un plan en un sentido u otro, porque la Cámara siempre tomará
libérrimamente la decisión que estime oportuna. Y lo mismo que se plantea
para las leyes se plantea también para los reglamentos, sin necesidad de
tener que ajustarse a un plan. Lo que resulta ridículo es proponer que
uno haga un plan y que no se preocupe, porque, si luego no lo respeta, lo
único que tiene que hacer es explicar por qué. Entonces, ¿cuál es el
sentido de plantear eso? Los propios abogados del Estado y los propios
interventores, que son los autores materiales de esto, en el fondo lo que
se plantean es algo así: no permitamos que los políticos, que al fin y al
cabo no forman parte de un cuerpo de élite del Estado, decidan, así como
así, qué leyes o qué reglamentos hacer y a qué ritmo; no: establezcamos
que tienen que someterse a un calendario determinado. Si esto se hubiese
aplicado en esta legislatura, imagínense ustedes las posibilidades que
habríamos tenido. Sin embargo, vamos a intentar imponérselo a lo que
venga; para el futuro, se impone eso, lo cual no tiene sentido desde el
punto de vista de lo que es el ejercicio de la soberanía —estamos
en el ámbito de la soberanía para todos los españoles— o el
ejercicio de la libertad de las cámaras legislativas. Es el título VI de
la Ley de procedimiento administrativo.


En cuanto a la confusión y a la inseguridad, ya les decía que me
parece que esa mezcla del régimen jurídico y administraciones públicas,
pero que tiene elementos de procedimiento, o de ley de procedimiento que
tiene elementos de régimen jurídico y administraciones públicas, crea una
situación de confusión que no tiene nada que ver con la realidad. La ley
vigente tiene ya prácticamente un cuarto de siglo; un cuarto de siglo de
una ley con un amplio grado de consenso, que tuvo una reforma muy
importante en el año 1999, que a mí me pareció positiva, respecto al
régimen del silencio administrativo y los recursos. Sin embargo, se
esperaba que ahora se pudiera modificar incorporando en esa reforma lo
que ya está pacífico en quienes ejercen la jurisdicción
contencioso-administrativa, los magistrados de lo
contencioso-administrativo, y entre los analistas. Por ejemplo, se
planteaba la posibilidad, y lo he dicho en varias ocasiones, de que los
recursos administrativos fueran potestativos. La inmensa mayoría de los
recursos administrativos no se estiman porque la propia Administración ya
ha estudiado el asunto y, salvo situación excepcional, que para eso está
el recurso de revisión, mantiene su criterio porque no es un criterio
improvisado; esto no es soplar y hacer botellas, así no salen las
resoluciones administrativas, sino que, al contrario, un recurso es algo
estudiado por bastantes servidores públicos y hay que partir de una
posición de respeto y de una presunción de legalidad de esa decisión de
la Administración pública. Así, puesto que la inmensa mayoría de los
recursos no son estimados, no tiene sentido mantener los recursos como un
presupuesto de admisibilidad para luego ir a lo
contencioso-administrativo. Si no, es algo así como decir: ¿usted quiere
ir a lo contencioso? Vale, pero espérese unos cuantos meses, porque tiene
que presentar antes recurso de alzada para poder ir luego a lo
contencioso; si no, no. El planteamiento es: si usted quiere presentar
recurso de alzada lo presenta, y si no, no, y puede usted ir directamente
a lo contencioso. Eso estaba aceptado en general por la doctrina y
pensábamos que igual esta reforma se aprovechaba para ir afilando y
engrasando el instrumento magnífico de la Ley 30/1992, que todos los
opositores a las administraciones públicas ya conocen.


Sin embargo, ¿qué es lo que hace este proyecto en cuanto al
procedimiento administrativo común? Mantiene la dicción exacta de la
Ley 30/1992, y no solo verbos, sustantivos, adjetivos y adverbios,
también comas, puntos y comas, puntos y aparte, todo. ¿Cuál es la
diferencia? Cambian el numeral. Antes les decíamos a los alumnos de la
facultad: la nulidad absoluta, la nulidad de raíz, la patología más grave
de un acto administrativo, artículo 62; procedimiento, el 102; la
anulabilidad o patología relativa, ¿dónde está?, en el 63;
¿procedimiento?, artículo 103. ¿Qué han hecho ahora? El 62 pasa a ser
el 47 y el 63 el 48. Han cambiado los numerales.






Hay un programa
informático —el otro día lo expliqué en la reunión del Grupo
Socialista— en varias universidades —a mí me consta que lo
hay en la Carlos III, porque mi hija se acaba de examinar del trabajo de
fin de grado— y, cuando se manda un trabajo, el programa
informático lo compara respecto a todo lo publicado en internet para
poder ver cuánto hay de plagio y cuánto de original. Si mandásemos este
proyecto del procedimiento administrativo común a ese programa
informático, nos daría un porcentaje de plagio altísimo, porque no es que
copien párrafos exactos de la Constitución, eso lógicamente lo hacen
muchas leyes, es que copian un montón de artículos, y con una precisión
inmensa, ya digo.


¡Santo cielo!, me falta tiempo (Risas).


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Señoría, su intervención
tiene mucho interés, pero tiene que acabar.


El señor DÍAZ TEJERA: Me quedan todavía los argumentos sobre la
restricción de derechos de la ciudadanía.


En cualquier caso, presidente, como luego tenemos el turno de
portavoces, la goleada la seguiremos conduciendo luego. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, señor Díaz
Tejera, le puede la pasión.


Para turno en contra, tiene la palabra el senador De las
Heras.


El señor DE LAS HERAS MUELA: Gracias, señor presidente.


Con carácter previo al debate de los vetos y como viene siendo ya
costumbre por parte de los diferentes portavoces, todos, salvo el senador
Bel, defienden en esta tribuna algo diferente al veto que han presentado,
incluido el senador Díaz Tejera. Pero ya hablaremos de todo ello, ahora
voy a referirme a las cuestiones previas.


Senador Iglesias, dice usted que el Gobierno ha cargado
ideológicamente contra el resto de las administraciones públicas, con una
visión neoliberal, sobre el dimensionamiento o no de la función pública.
Y yo le digo que el Gobierno en estos ya casi cuatro años se ha dedicado
a sacar a este país de la crisis en la que otros nos metieron.


Senador Guillot, le ha hecho gracia el tema de la referencia al
incremento de la deuda pública, y creo que sería justo que alguna vez
reconocieran usted y su grupo, Iniciativa per Catalunya Verds, que, entre
el Fondo de liquidez autonómica aportado por el Estado, el Plan de pago a
proveedores y el déficit tarifario, solamente por esos tres conceptos, el
incremento de la deuda se sitúa cerca de los 200 000 millones de euros,
de los 300 000 en los que se ha incrementado la deuda pública de este
país.


Senador Montilla, trámite poco respetuoso con las prácticas
parlamentarias. Que yo sepa —y no está aquí el senador
Montilla— este proyecto de ley lleva desde enero en las Cortes. El
anteproyecto de ley se publicó en enero. (La señora vicepresidenta,
Vicente González, ocupa la Presidencia). Y en esta Cámara lleva desde
el 31 de julio el texto aprobado por el Congreso de los Diputados, una
vez sometido al trámite de enmiendas, y el día 26 de agosto se sometió a
la Comisión de Hacienda y Administraciones Públicas y prácticamente tres
semanas después, hoy, en el Pleno.


Senador Bel, el señor Montoro dice que ha venido a su espacio
electoral. Dos cuestiones a ese respecto. A mí me parece, no ya bien,
sino muy bien, porque eso es hacer política, que es lo que usted, yo y el
resto de los senadores hacemos cuando comparecemos en tribuna pública. En
segundo lugar, debería estarle agradecido porque creo que es el ministro
que más veces ha comparecido en esta tribuna, y me alegra que sea así.
Sobre el ajuste desigual de la consolidación fiscal, dos datos. A través
de los Presupuestos Generales del Estado, se han aportado 33 000 millones
de euros para las pensiones y el desempleo. Y a través del FLA y
solamente para la Comunidad Autónoma de Cataluña, cerca de 40 000
millones de euros. Hablemos de todo, porque eso también forma parte de la
consolidación fiscal.


Senador Díaz Tejera, un breve comentario sobre la identidad
sustancial de estos proyectos de ley y su debate conjunto. Creo que es
facultad de la Mesa de esta Cámara decidir que hayan venido de forma
conjunta. Los tratamos de forma separada en la Comisión de Hacienda y
Administraciones Públicas, pero, como digo, creo que es facultad de la
Mesa de la Cámara decidir que lo hagamos de forma conjunta, y a mí me
parece perfecto.


Pero cinco y cinco fueron los vetos presentados a ambos proyectos
de ley, otra cosa es lo que se ha dicho en esta tribuna, que, repito,
salvo el senador Bel, se ha hablado de todo menos de los vetos que se
presentaron en el registro general de la Cámara. Además, según el
carácter o el origen ideológico de quien los ha presentado, básicamente
se definen en tres. Todos ellos, como habrán oído los pocos senadores que
nos están escuchando, acusan a estos proyectos de ley de
recentralizadores, de invasores competenciales, de unilaterales; hablan
de que suponen un retroceso democrático, un desborde competencial, una
política restrictiva al autogobierno de las comunidades autónomas, algo
muy similar a lo que vienen diciendo en prácticamente todos los proyectos
de ley durante esta décima legislatura.


Nada más lejos de la realidad, señorías, esa no es la voluntad
del Gobierno de España y del grupo parlamentario que le sustenta en el
Congreso y en el Senado. Entendemos que ninguna de las dos leyes tiene
carácter centralista y que tampoco se pretende la aniquilación de régimen
competencial alguno. Además, los proyectos de ley se elaboran con los
técnicos de los ministerios y con el más amplio sentido democrático; no
como otros, que seguramente la democracia que les ampara sería aniquilada
el mismo día en el que accedan al poder.


Pero aquí se ha hablado sobre el exceso de regulación y la
invasión competencial de estos proyectos de ley. En primer lugar, cabe
señalar y resaltar, senador Díaz Tejera, que ni el informe del Consejo de
Estado, ni el del Consejo General del Poder Judicial en sus respectivos
informes han observado vicio de inconstitucionalidad alguno en ambos
proyectos de ley. Concretamente, el Proyecto de Ley de régimen jurídico
en el sector público en su mayor parte resulta de aplicación únicamente a
la Administración General del Estado y tiene carácter básico solo en una
pequeña parte del proyecto de ley, dejando un amplio margen de desarrollo
normativo al resto de las administraciones públicas en el ejercicio de su
autonomía autoorganizativa.


Señorías, el Estado tiene título competencial suficiente para
declarar básicas las partes que lo son, al amparo de lo dispuesto en el
artículo 149.1., 18.ª, 13.ª y 14.ª Sobre el carácter básico del sistema
de supervisión continuo en el sector público institucional y si afecta o
no a la competencia exclusiva de autoorganización de las comunidades
autónomas, señorías, resulta fundamental contar con unos principios
generales que rijan la forma de actuar de las entidades y organismos y
que sean comunes y básicos para el conjunto del sector público
institucional, así como contar con un sistema de supervisión continua de
las entidades que permita a todas las administraciones poder hacer un
seguimiento, en especial, en lo que se refiere a la sostenibilidad
financiera, para que luego no tengamos la sorpresa que desgraciadamente
tuvimos a finales del ejercicio 2012.


Cabe recordar, además, que el Tribunal Constitucional ha
configurado el régimen jurídico de las administraciones públicas como una
materia que incluye, al menos, la regulación de la composición,
estructura y competencias de los órganos de las administraciones
públicas, en sentencias de dicho tribunal 32/1981, 76/1983, 214/1989
y 35/1982. En todo caso, la supervisión continua se establece como
principio general del sector público institucional, de manera que será
cada administración, repito, cada administración, la que decida cómo
ejecutarlo.


Se ha hablado también de la regulación básica de los convenios,
de si el régimen jurídico de los convenios se regula con excesivo
detalle, excediendo los límites de lo básico e impidiendo el desarrollo
normativo por parte de las comunidades autónomas. Nosotros, nuestro
grupo, el Gobierno, consideramos que la regulación de los convenios debe
tener carácter básico; en cualquier caso, el objetivo fundamental en esta
materia es regular, por primera vez de manera completa, un régimen
jurídico común y de carácter básico de los convenios suscritos por las
administraciones públicas y empresas públicas. Por tanto, incluso
siguiendo recomendaciones fijadas por el Tribunal de Cuentas para regular
el régimen jurídico de los convenios, se incluye por primera vez un
régimen jurídico completo y básico de dichos convenios, sin perjuicio
—y lo subrayo— de que las comunidades autónomas puedan dictar
la normativa de desarrollo que consideren oportuna en legítima defensa de
su autogobierno.


Se ha hablado también sobre si la regulación de los consorcios
excede también ese carácter básico y los límites de las bases. Para
nuestro juicio, consideramos necesario mantener la regulación con
carácter básico del régimen jurídico de los consorcios, en línea con lo
ya previsto hasta ahora en la Ley 15/2014, de racionalización del sector
público y otras medidas de carácter administrativo.


Se ha hablado también sobre el carácter obligatorio de los
acuerdos de las conferencias sectoriales cuando el Estado ejerce
competencias de coordinación y si se excede o no de los límites de lo
básico. Señorías, que los acuerdos sean jurídicamente vinculantes salvo
para quienes han votado en contra fortalece las conferencias sectoriales
como órganos de cooperación y aporta seguridad jurídica al clarificar la
naturaleza jurídica de sus acuerdos y añadir nuevas garantías al
especificar sus posibles vías de impugnación. En nada, señorías, en nada
afecta a la capacidad decisoria de la comunidad autónoma porque, en todo
caso, si así lo estima oportuno, puede votar en contra.


Se ha hablado también sobre si se cuestiona o no la estructura de
la norma y la distribución por materias entre el Proyecto de Ley de
procedimiento administrativo común y el Proyecto de Ley de régimen
jurídico del sector público, así como su regulación en dos leyes
independientes. Pero, señorías, la decisión acerca de la estructura de
ambos proyectos obedece, simple y llanamente, a un criterio de
oportunidad y no a un criterio jurídico concreto, senador Díaz Tejera,
pues forma parte de la discrecionalidad legislativa que también, como las
comunidades autónomas —lo entenderá usted—, tiene la
Administración General del Estado.


No sé si en el turno de vetos se ha hablado del tema de las
agencias estatales, pero sí se hizo el otro día en la Comisión de
Hacienda. La finalidad del proyecto de ley es simplificar los tipos de
entidades y organismos públicos del sector público institucional, y para
ello se han incorporado a estos proyectos de ley aquellos elementos
positivos de gestión que había en las leyes de agencias, como la gestión
de objetivos o su evaluación continua, y se ha superado un modelo
jurídico que hasta ahora no había funcionado.


Sobre si suprimir o no la gestión compartida de los servicios
comunes, se trata de una medida de eficiencia en el uso de los servicios
públicos. En los meses de elaboración de este proyecto se han valorado
las implicaciones de la regulación propuesta en materia de gestión
compartida de los servicios comunes, habiendo concluido que, siguiendo un
criterio de racionalización, es preciso atenernos a lo que establece la
Ley Orgánica de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad
financiera.


Sobre si los ciudadanos están obligados o no al uso de los medios
electrónicos. Esta obligación para todas las personas jurídicas se
considera, según ustedes, excesiva y deja sin efecto el derecho de las
personas a elegir el medio con el cual se relacionan con la
administración. Nada más lejos de la realidad, podrán optar por
cualquiera de las formas: electrónicamente o a través y con la ayuda de
un funcionario público. La definición de los colectivos obligados a
relacionarse a través de los medios electrónicos con las administraciones
ha sido objeto de análisis por un grupo interministerial creado ad hoc.
Este grupo, constituido por expertos en la materia, realizó análisis
exhaustivos de cada una de las medidas contenidas en los proyectos de
ley, asegurándose de que se incorporaban a la redacción las mejores
prácticas y se cumplían todas las normativas exigidas en la legislación
europea.


Sobre si se comparte o no la decisión de suprimir las
reclamaciones previas en la vía civil y laboral y que esto suponga una
restricción a los derechos. Señorías, la experiencia ha demostrado la
escasa utilidad práctica de estas medidas, que en la mayoría de los casos
suponen un retraso innecesario a los interesados para que puedan
interponer la oportuna demanda y actuaban como una protección adicional
para las administraciones públicas. Asimismo, su eliminación resulta
coherente con uno de los objetivos previstos en los proyectos de ley: la
simplificación y agilización de los procedimientos.


Termino, señor presidente. Se tiene en consideración el exigir a
los interesados que indiquen el código de identificación del órgano al
que dirigen la solicitud y que ello puede resultar una carga
administrativa desproporcionada. Señorías, la existencia de un código de
identificación es la garantía del buen funcionamiento del registro
electrónico y una forma ágil y automática, que además ahorrará tiempo a
todos, a los ciudadanos y a las administraciones; será cada
administración la que decida el modo en que lo exige, si aparece ya por
defecto en el formulario correspondiente o si se realiza mediante una
consulta en una base de datos. Este requisito ya ha sido exigido en otras
leyes, como, por ejemplo, en la Ley 25/2013, de impulso de la factura
electrónica y creación del registro contable de facturas, y funciona muy
bien en todas las administraciones públicas. Asimismo, se recuerda que el
proyecto obliga a que las oficinas de asistencia en materia de registros
faciliten a los ciudadanos el código de identificación si estos lo
desconocen. Igualmente, las administraciones deberán mantener y
actualizar en sede electrónica correspondiente un listado con los códigos
de identificación vigentes para facilitar su más fácil y rápida consulta
por los ciudadanos y las empresas.


Sobre si incluir una mención a las especialidades forales del
País Vasco. Señorías, en la disposición adicional primera del Proyecto de
Ley de régimen jurídico ya se ha recogido la mención a las instituciones
forales vascas en los términos en que lo estaban hasta ahora en la
vigente Ley 30/1992, de régimen jurídico de las administraciones públicas
y del procedimiento administrativo común. Como el ámbito subjetivo de
este proyecto de ley es el mismo que el del Proyecto de Ley de régimen
jurídico, no se considera necesario replicar la misma inclusión.


Señorías, ahora ya sí concluyo. Con estos proyectos de ley
nuestras administraciones serán más eficientes —ese es el
fin—, serán totalmente electrónicas con el paso del tiempo, tendrán
una mayor seguridad jurídica y tendrán una mayor calidad normativa. Los
procedimientos para los ciudadanos y las empresas serán más ágiles y más
económicos, y la transparencia en el funcionamiento de las
administraciones públicas será total.


Finalizo, por tercera vez, pero ahora ya con carácter definitivo.
Señorías, al contrario que ustedes con los vetos que han presentado,
nosotros creemos que estos proyectos de ley garantizan la eficiencia,
avanzarán en la transparencia del conjunto del sector público y de sus
administraciones y facilitarán sus relaciones con los ciudadanos y las
empresas. Y reitero: no recentraliza nada, no invade competencia alguna
y, finalmente, a pesar de lo que ha manifestado el senador Bel,
incorporará importantes ahorros a los ciudadanos, a las empresas y al
conjunto del sector público.


Para finalizar, y dirigido al senador Díaz Tejera, leo
literalmente lo que recoge la parte dispositiva final del informe del
Consejo de Estado —leo literalmente—: «Por último, importa
subrayar que las consideraciones contenidas en el presente dictamen no
pueden ser entendidas como una oposición a la reforma administrativa que
se encuentra en curso y que anima el presente anteproyecto —punto y
seguido—. Tales consideraciones se ciñen a destacar la inadecuación
de la metodología y los criterios relativos a la sistemática normativa
empleada en el presente anteproyecto para instrumentar una reforma
—y ahora subrayo— que, a juicio de este Consejo de Estado, es
pertinente y necesaria».


Votaremos en contra de todos los vetos.


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
señoría.


Turno de portavoces.


Por el Grupo Mixto, tiene la palabra el senador Iglesias.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Gracias, señora presidenta.


Permítame, señor portavoz del Grupo Popular, una consideración
previa en respuesta a la que usted expresó al inicio de su intervención.
Yo creo que la defensa de los vetos no está concebida para que los
portavoces que los defendemos vengamos aquí a leer los vetos y a
atenernos estrictamente a sus contenidos. Esos vetos ya están en el
boletín oficial de la Cámara, ya son conocidas las razones fundamentales
que los argumentan y creo que mi obligación en este trámite es hacer un
esfuerzo de razonamiento, de razonamiento con el ánimo de intentar
convencer a la Cámara de la conveniencia de respaldar el veto, aun siendo
consciente, por la experiencia de estos tres años en la Cámara, de que
ese esfuerzo de razonamiento, al menos hasta el día de hoy, nunca ha
conseguido su objetivo. Pero que sea un objetivo inalcanzable no me debe
sumir en la melancolía, sino que, en todo caso, debe mantener el
cumplimiento de la obligación que como parlamentario, como representante
de una fuerza política, tengo de traer aquí las razones por las que, en
nuestra opinión, este proyecto de ley, o el que toque en cada momento, no
es el más adecuado. Porque, además, el señor Montoro no vino aquí a
leernos el proyecto de ley, ni siquiera el preámbulo, a lo largo de su
exposición; en relación con los contenidos de los dos proyectos, no creo
que haya dedicado ni tan siquiera la mitad del tiempo, sino que habló de
una serie de cuestiones relacionadas con la política general del Gobierno
de don Mariano Rajoy en lo que afecta a las administraciones públicas y
una vez más destacó la voluntad del Gobierno de, en estas fechas tan
señaladas, articular la devolución de una parte de la paga extraordinaria
retenida a los funcionarios públicos, y eso es legítimo. Igualmente
legítimo es que los demás utilicemos esta tribuna, con todo respeto, para
decir lo que consideremos más oportuno.


Entro ya en las argumentaciones articuladas por el portavoz del
Grupo Popular en relación con los proyectos. Respecto al del sector
público, a pesar del esfuerzo de razonamiento que también ha realizado el
señor portavoz del Grupo Popular, es incuestionable, a la vista del
articulado concreto, que tiene dos objetivos: el primero, seguir
abundando en la reducción del sector público, de ahí que, como usted
mismo explicaba, la razón fundamental para articular este mecanismo de
supervisión continua es detectar inmediatamente qué otro organismo hay
que suprimir. El segundo gran objetivo del proyecto de ley del sector
público es homogeneizar, y el concepto de homogeneización, que no digo yo
que sea un concepto irracional en ningún caso, sí es cierto que en
determinadas circunstancias puede establecer algún tipo de fricción con
el concepto de autoorganización al que tienen derecho las diferentes
administraciones.


En relación con lo que se ha argumentado en torno a las
conferencias sectoriales, doy mi humilde opinión: el que se establezca el
carácter obligatorio y vinculante para quien no manifieste una
discrepancia con el acuerdo, hasta el punto de que pueda ser exigible en
vía contencioso administrativa, al contrario de lo que al parecer se
pretende —y lo manifestaba el señor senador del Grupo Popular
rotundamente— no va a fortalecer las conferencias sectoriales,
pienso que es un tremendo error que va a poner en cuestión las propias
conferencias sectoriales. ¿Por qué? Porque va a obligar a que, en vez de
hacer los esfuerzos de aproximación y negociación en la búsqueda del
acuerdo, dado que de la decisión se deriva una responsabilidad, la
mayoría lo que harán será intentar salvar esa responsabilidad y, por lo
tanto, se manifestarán contrarios al acuerdo adoptado, sin perjuicio
incluso de que pudieran hasta estar de acuerdo e hipócritamente después
asuman en la práctica su planteamiento. Pero el consejero que está
reunido en esa conferencia sectorial, que después tendrá que dar
explicaciones en primer lugar a su presidente y después al Parlamento de
esa comunidad autónoma, me temo que va a aplicar el principio de
precaución, y el principio de precaución se puede acabar convirtiendo en
un instrumento de demolición de las conferencias sectoriales.


Destacaba el señor senador portavoz del Grupo Parlamentario
Popular, también dentro del Proyecto de Ley de procedimiento, que hay
plenas garantías de constitucionalidad a la vista de los informes
elaborados por el Consejo de Estado y por el Consejo General del Poder
Judicial. ¿Por qué no aplican al conjunto del proyecto esa fe y esa
aceptación de los contenidos de los informes del Consejo General del
Poder Judicial y del Consejo de Estado y proyectan los mismos sobre todos
los aspectos que hacen referencia a las garantías de los ciudadanos, de
los administrados? Porque otros contenidos de estos informes no han
tenido reflejo en el proyecto de ley que estamos debatiendo en este
momento.


Dos cuestiones finales. Una, el tema de la generalización del
procedimiento telemático en la tramitación de los procedimientos
administrativos. Las nuevas tecnologías, como decía la vieja frase hecha,
avanzan una barbaridad y, en general, esos avances son positivos, pero la
proyección de los mismos a una velocidad desmesurada —como la que
se deriva de las propias exigencias de estas nuevas tecnologías y de sus
constantes procesos de cambio— está generando en este sistema
económico y social en el que vivimos nuevos fenómenos de desigualdad, y
ahora esos nuevos fenómenos de desigualdad se van a proyectar también en
la relación de los administrados con las administraciones públicas por la
aplicación de estas nuevas tecnologías. Al final, quien puede obtener un
beneficio más inmediato de las mismas son, efectivamente, las grandes
empresas que tienen todos los sistemas informáticos actualizados por
delante de la administración, además de que tenemos otro problema con la
compatibilidad porque las inversiones en el desarrollo de esos sistemas
en la administración están a años luz por detrás de las de las grandes
empresas.


Ese ciudadano que va a tener que seguir haciendo la cola en una
administración que, como consecuencia de los ajustes y recortes
aplicados, tiene menos funcionarios para atenderle, tiene menos
dependencias públicas de atención presencial para atenderle, va a ver
cómo, inevitablemente, se reproduce el «Vuelva usted mañana» de don
Mariano de Larra, y va a ver cómo su procedimiento en papel se va a
retrasar en la tramitación respecto al fulgurante trámite telemático de
la gran corporación. Y ese es otro elemento de desigualdad incompatible
con que todos los ciudadanos somos iguales ante la ley y debemos serlo
también ante la administración.


Y ahora sí, la última consideración: la supresión de la
reclamación previa civil y laboral. Reconozco que es un tema que me
suscita dudas, como me suscita dudas la propuesta del Grupo Socialista de
que desaparezca el recurso de alzada. La reclamación previa en vía civil
y laboral tiene que ser —así fue concebida y otra cuestión es que
en la práctica no se haya cumplido en los objetivos— una
oportunidad de rectificación de la Administración ante una decisión que
puede dar lugar a responsabilidades demandables en el ámbito civil o en
el ámbito laboral. Prescindir de ellas significa que el ciudadano debe
perder toda esperanza de que la Administración sea capaz de rectificar,
de reconocer que se equivocó y de dar satisfacción a sus pretensiones y
derechos. En el ámbito laboral, que era donde con mayor frecuencia había
que acudir a la reclamación previa, no es que fuera un porcentaje
significativo el de estimación de las reclamaciones previas, pero en
algunos casos sí se resolvía la cuestión a través de la reclamación
previa, evitando el procedimiento ante el juzgado de lo social. Y eso sí
que suponía esos ahorros para los ciudadanos a los que se refería en su
intervención el señor ministro de Hacienda, el señor Montoro, que con
esta decisión, obviamente, no se van a producir.


Muchísimas gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
señoría.


¿Por el Grupo Vasco? (Denegaciones).


No hace uso de la palabra.


Por el Grupo Entesa, tiene la palabra el senador Guillot.


El señor GUILLOT MIRAVET: Gràcies, senyora presidenta.


Senador De las Heras, teniendo en cuenta que los proyectos de ley
entran el 31 de julio y se aprueban el 9 de septiembre, estando el mes de
agosto por en medio —y espero que no nos diga o no me diga que no
nos gusta trabajar, porque ya sería el colmo—, creo que es
razonable afirmar que así no se tramitan dos proyectos de ley de la
importancia y de la enjundia que tienen estos; creo que esto es de
sentido común. De la misma manera que no es razonable que tengamos que
discutir 33 proyectos de ley, 4222 enmiendas y 89 vetos en dos meses, e
insisto: no se atrevan a decir que no nos gusta trabajar. Yo creo que
todo esto forma parte del sentido común y ustedes legislativamente llevan
una temporada que el sentido común, como mínimo en la tramitación de los
proyectos de ley, lo han abandonado. Esta es una primera cuestión.


Una segunda cuestión. Si distintos grupos con tales diferencias
ideológicas estamos insistiendo en que en demasiados proyectos de ley se
producen invasiones competenciales, por algo será, por algo será. Yo ya
sé que niega la mayor —es su obligación como portavoz del Partido
Popular—, pero empieza a ser preocupante, como mínimo les tendría
que alarmar, que tantos grupos —repito, de distintos
collares— insistan en que hay una invasión competencial en
demasiados proyectos de ley. Y esta invasión competencial, este proceso
de recentralización es muy negativo porque la situación territorial en
España no es sencilla: hay un conflicto abierto en las relaciones entre
Cataluña y España, cada uno encontrará o definirá quién es el responsable
—yo me imagino quiénes son los responsables para usted—, pero
hay un conflicto abierto y estas prácticas, esos pellizcos competenciales
continuados no solo irritan, sino que hacen cada vez más difícil explicar
que puede haber una solución dialogada, porque si en esto ya son capaces
de invadir competencias, imagínese usted si nos ponemos a discutir de los
grandes problemas.


Una tercera cuestión. El señor Montoro, en la presentación que
hizo tanto en el Congreso como en el Senado, justificaba la deuda pública
en que así garantizamos los sistemas públicos, el Estado del bienestar,
las pensiones, el FLA, etcétera. Una pregunta casi por curiosidad
intelectual: ¿El rescate bancario tiene algo que ver con la deuda
pública? Porque no aparece nunca. Cuando discutamos los presupuestos
tendremos más oportunidad de hablar y discutir más a fondo sobre esta
cuestión.


Un cuarto elemento es la sostenibilidad financiera como criterio
para la creación de nuevos organismos, aparte de la crítica que hemos
realizado todos los grupos que hemos presentado veto al hecho de que sea
el Estado el que al final tenga la última palabra. Señoría, en los
servicios públicos muchos organismos no son rentables, ni tienen por qué
serlo económicamente ni pueden autofinanciarse; son deficitarios por
definición y son deficitarios no por voluntad o por una mala gestión,
sino por los objetivos y las funciones sociales que cumplen. Por lo
tanto, nos preocupan muchísimo estas limitaciones, porque forman parte de
un código de valores y de una manera de entender la Administración
pública que está radicalmente alejada de la nuestra.


Por último, dos cuestiones. También me sorprende que hablemos de
la Administración Pública y, aparte de agradecer el esfuerzo y el
sacrificio de los empleados públicos —yo le añadiría, con cierto
sarcasmo: a la fuerza ahorcan—, no digan nunca el destrozo laboral
que ustedes han provocado en el empleo público: se han perdido 400 000
puestos de trabajo, ha habido recortes salariales y recortes en los días
de vacaciones. Ya sé que ahora están prometiendo, porque se acercan las
elecciones, que todo esto se va a recuperar, que todo esto va a ser
jauja, pero hasta el momento ha habido un destrozo laboral impresionante,
en algunos momentos mayor que en el sector privado, y esto es
responsabilidad de este Gobierno, eso ha sido así porque este Gobierno ha
querido. Y como resultado de ello han ido apareciendo mareas ciudadanas,
mareas de empleados públicos —la naranja, la verde,
etcétera—, que, como decía antes en mi intervención, tenían un
doble objetivo: la defensa de sus condiciones de trabajo y salariales y
la defensa de los servicios públicos.


Y para terminar, la tramitación electrónica. En muchas de las
intervenciones que he escuchado en los vetos hay dos alertas: una, que en
España existe una fractura digital importante —lo digo para que lo
piensen, porque el papel lo aguanta todo, pero luego está la
realidad— y otra, que en España hay muchísimos pequeños
ayuntamientos sin demasiados recursos o nulos recursos y con dificultades
organizativas. La pregunta es cómo se va a realizar la tramitación
electrónica en estos pequeños ayuntamientos o por estos ciudadanos y
ciudadanas que no cuentan con capacidades para hacerlo. No me diga
—porque en el papel puede quedar bien, pero en la realidad
no— que habrá un funcionario ad hoc que se preocupará de esta
gente; eso no va a ser así y, además, va a crear diferencias y
desigualdades entre la ciudadanía.


En definitiva, señor De las Heras, le reitero las razones de
nuestro veto: consideramos que estos dos proyectos de ley no cumplen el
objetivo deseado, que es poner en pie una Administración pública más
eficiente, más transparente y al servicio de la ciudadanía.


Gràcies, presidenta.


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
señoría.


Por el Grupo Catalán de Convergència i d’Unió, tiene la
palabra el senador Bel.


El señor BEL ACCENSI: Gracias, presidenta.


Senador De las Heras, quiero comentarle dos cuestiones, no con el
ánimo de convencer a los senadores presentes —primero, porque son
pocos y, segundo, porque creo que todos tienen ya su criterio—,
pero sí para que conste por enésima vez en los Diarios de Sesiones de
esta Cámara.


Ustedes hablan del FLA constantemente y afirman que el FLA ha
sido fundamental para conseguir los objetivos de consolidación fiscal. A
uno hasta le entran dudas y piensa: A ver si es que estás equivocado, a
ver si no sabes lo que es el FLA. Y uno se dice: Vamos a ver, hagamos una
composición de lugar. ¿Qué es el FLA? El FLA es un sistema de
financiación, de tesorería, a las comunidades autónomas y a las
corporaciones locales. El Estado, el Gobierno central, la Administración
General del Estado, presta un dinero que será devuelto a las comunidades
autónomas y a las corporaciones locales. ¿Puede este dinero generar la
prestación de nuevos servicios públicos o de los servicios públicos del
ejercicio? No. Este dinero sirve para financiar el poco déficit asignado
a aquel nivel de administración, o sirve, en el caso de las corporaciones
locales, para hacer frente al pago de proveedores de ejercicios
anteriores. Estos recursos, estos miles de millones que dice que han
llegado a Cataluña, no se quedan: son simplemente financiación de
tesorería y van a ser objeto de devolución con sus correspondientes
intereses. Me pueden decir: No, que este año no han pagado intereses. Es
verdad que este año no los hemos pagado, pero los dos años anteriores
pagamos intereses a un tipo que no nos cobraban ni las entidades
financieras. Le hablo de la experiencia de mi ayuntamiento, pero podemos
hablar de cualquier otro. Durante los dos primeros años, los préstamos
del FLA han sido los más caros que hemos tenido. Este ejercicio,
obviamente, son los más baratos, pero son préstamos. Por tanto, esto no
sirve para la consolidación fiscal, no son ingresos que vayan
directamente al presupuesto de las comunidades autónomas y de las
corporaciones locales, no son mayores ingresos, no son más recursos para
las corporaciones locales ni para las comunidades autónomas: son
préstamos. Si las circunstancias no hubieran llevado a que las entidades
y el sector financieros hubiesen cerrado la financiación a las
comunidades autónomas y corporaciones locales, estos préstamos serían
realizados por parte de estas entidades o por parte de este sector. ¿Por
qué se cerraron estas fuentes de financiación? Se cerraron porque el
sector financiero entendía —entiende todavía hoy— que,
obviamente, corporaciones locales y comunidades autónomas están
absolutamente infrafinanciadas para las competencias que deben ejercer.
Por tanto, no les genera credibilidad que puedan hacer frente, con un
sistema de financiación absolutamente debilitado, a sus obligaciones
futuras. La falta de credibilidad ha sido esta y el incumplimiento
constante de los acuerdos de financiación —no voy a hablar aquí de
los incumplimientos en relación con Cataluña, que han sido
muchos—.


Por tanto, cuando hablen del FLA digan claramente que es un
préstamo que Cataluña va a tener que devolver. No son ingresos que se
traten como cualquier transferencia corriente, no son ingresos de
capítulo IV o de capítulo VII; no, son simplemente préstamos que se deben
devolver. Eso no sirve para lo que ustedes dicen, es decir, para
conseguir los objetivos de consolidación fiscal; al contrario, sirven
para financiar el déficit que, además, está absolutamente restringido por
parte de la Administración General del Estado.


Segundo —no voy a agotar el tiempo—. Senador De las
Heras, ustedes dicen que en los vetos de todos los textos legislativos
manifestamos que son recentralizadores y que no respetan las competencias
de las comunidades autónomas. ¡Claro!, lo decimos en todos los textos
legislativos porque todos los textos legislativos que llegan a esta
Cámara van en la misma dirección. Una pregunta: si a cada ley se
presentan cinco, seis o siete vetos y en todos ellos todos los grupos,
tan variopintos ideológicamente, estamos coincidiendo en que invaden
competencias y que son recentralizadores, ¿no pueden al menos
reflexionar? Quizá tengamos razón porque todos estamos diciendo lo mismo:
se lo está diciendo Izquierda Unida, se lo está diciendo Convergència i
Unió, se lo está diciendo el Grupo Socialista, se lo está diciendo
Entesa; en definitiva, se lo estamos diciendo absolutamente todos. Quizá
tengamos razón. Dicen que repetimos lo mismo, y repetimos lo mismo porque
todos estos textos llegan a esta Cámara de la misma forma.


No voy a ser yo el que abogue por el diálogo en estos momentos
respecto a Cataluña —y soy una persona absolutamente
dialogante— porque creo que el senador Guillot lo ha dicho muy
claro. Incluso aquellas personas bienintencionadas que en Cataluña
entienden que debe haber un acuerdo Estado español-Cataluña les dejan en
ridículo. Cada texto legislativo les deja en ridículo. ¿Por qué? Porque
les ha sido imposible explicar esta situación. Les ha sido imposible
explicar por qué ha pasado lo que ha pasado con la lengua en cada
colegio; les ha sido imposible explicar cuáles han sido los
incumplimientos en el sistema de financiación; les ha sido imposible
explicar cualquiera de los textos legislativos que ha entrado en esta
Cámara. Y no lo digo por mí —ya saben que estamos como
estamos—, sino que lo pueden utilizar como un elemento de reflexión
porque cada vez queda menos gente en Cataluña que entienda que esto se
puede resolver, no mediante diálogo —evidentemente, cualquiera que
sea la solución va a tener que ser dialogada—, sino mediante
acuerdo.


Muchas gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
señoría.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el
senador Díaz Tejera.


El señor DÍAZ TEJERA: Gracias, señora presidenta. Con la venia.
Buenas tardes, señorías.


Señor De las Heras, si los 46 millones de españoles fueran todas
y todos afiliados al Partido Popular, no tendría nada que decir porque,
en general, la actitud respecto al Estado autonómico ya viene de cuando
se redactó el Título VIII de la Constitución. Y lo entiendo. Cada uno
tiene sus posiciones ideológicas y esas cosas forman parte de la vida, de
su ideología, de sus creencias, y hay que entenderlo. Pero la sociedad
española es plural y muy diversa en términos territoriales, en términos
culturales, en términos idiomáticos, en términos geográficos,
etcétera.


En la redacción de un texto uno se plantea su sentido, si tiene
voluntad de permanencia en el ordenamiento jurídico; y fíjense que
estamos hablando de un texto, la Ley 30/1992, que va a cumplir un cuarto
de siglo; es decir, hay que legislar para el conjunto de los españoles y
con voluntad de permanencia. La Ley del procedimiento administrativo es
un plagio de la Ley 30/1992, con la incorporación de que los sábados son
inhábiles. Le invito a que me diga alguna aportación creativa en ese
texto, a excepción de dos reglamentos del año 1993, procedimiento
sancionador y responsabilidad patrimonial de la Administración, que se
incorporan a la ley tal cual están, y también la Ley de Administración
electrónica, que está en vigor.


¿Se podía haber hecho una reforma concreta, muy específica, de la
Ley 30/1992 para incorporar que los sábados no sean hábiles? Sí. Es algo
muy específico y se podía haber hecho. ¿Se podía haber aprovechado para
abordar los asuntos que son pacíficos entre los que trabajan en la
jurisdicción contencioso-administrativa, los prácticos, o los teóricos en
el ámbito del derecho administrativo? También. Por eso en nuestras
enmiendas hay un conjunto de sugerencias que son pacíficas en la
doctrina. En general, las dos corrientes básicas, la más progresista y la
menos progresista, coinciden en que son asuntos pacíficos, no
discutibles, pero no se ha aprovechado ni una cosa ni otra. Incluso le
invité en comisión a que me citara algún magistrado de lo contencioso o
algún profesor de derecho administrativo que haya realizado algún
comentario positivo a este respecto. Yo le cité uno que no es un rojo
desalmado: el profesor Santamaría Pastor. Es verdad que hay un
catedrático de Alcalá de Henares que tiene una orientación más
progresista cuyos comentarios son críticos, pero no estoy usando ese
argumento de autoridad académica; estoy usando argumentos de autoridad
académica del profesor Santamaría Pastor cuando hace una valoración muy
crítica del texto.


Y todo esto, salvando la buena voluntad de los dos o tres
abogados del Estado, amigos suyos, que han elaborado el texto junto con
dos o tres interventores. Porque no es casual que en el registro de los
organismos autónomos —ahora se llaman organismos públicos—
haya dos especies: organismos autónomos y entidades públicas
empresariales, junto con las sociedades mercantiles, el consorcio, las
autoridades administrativas independientes y esa otra criatura que nadie
conoce: los fondos sin personalidad jurídica. Ya lo pregunté en comisión:
¿qué es un fondo sin personalidad jurídica para que se califique como
Administración pública? ¿Qué es eso? En fin, habrá que contratar una
agencia de detectives para que lo localice; habrá que ponerlo en busca y
captura para averiguar la naturaleza de esa entidad.


Pues bien, le tengo que decir que lo que tiene usted en la mano,
señoría —dicho con todo respeto—






, no es el informe del
Consejo de Estado. El informe del Consejo de Estado es un tocho que tiene
el grosor de tres dedos míos, que no son precisamente muy flaquitos. De
este grosor es el informe del Consejo de Estado. (El señor De las Heras
Muela muestra un documento). No, señoría, es como cinco veces lo que
usted me está indicando. Lo tengo arriba y, si quiere, se lo puedo
proporcionar. De haber sido así, habría usted leído cómo el Consejo de
Estado ridiculiza estos dos textos cuando cita como argumentos el título
competencial, 149.1.13 y 14, la planificación de la actividad económica y
la Hacienda. Lo ridiculiza, porque el título competencial es el 149.1.18.
Ese sí: el régimen jurídico básico de las administraciones públicas; pero
no estos dos. Yo comprendo que usted lo repita, pero, si lo hubiera
comprobado, hubiese visto que no tiene nada que ver. La cita concreta que
les digo, en torno al respeto a la tradición jurídica, es la que he
mantenido anteriormente. Hasta el punto de que, en la misma práctica,
ustedes vienen al surco del razonamiento, porque establecen que se debata
conjuntamente; luego podría ser como hasta ahora ha sido en la misma
Ley 30/1992, que se llama Ley de régimen jurídico de las Administraciones
públicas y del procedimiento administrativo común, de 26 de noviembre
de 1992.


¿Qué intento trasladarles con este razonamiento? Antes les dije
que había tres razones en torno al respeto a la autonomía política de las
comunidades autónomas y al respeto a la autonomía de la gestión para sus
propios intereses en relación con la Administración Local. Me parece que
es un texto muy antiautonómico y muy antiautonomía local por una razón;
fíjese en el dato que les voy a dar. Aquí hay varios presidentes de
comunidades autónomas: el presidente Lucas, el presidente Montilla, el
presidente Fabra, el presidente Bauzá o el presidente Marcelino Iglesias,
que ha estado por aquí; es decir, muchos. ¿Me plantea usted que la
Administración General del Estado le va a decir a un ayuntamiento o a una
comunidad autónoma que no puede crear un organismo autónomo, una sociedad
pública, un fondo, un consorcio, una autoridad administrativa e
independiente o una sociedad mercantil, porque ella, Administración
General del Estado, decide si pueden o no crearla porque tiene que
evaluar si es eficiente, si cumple los criterios de sostenibilidad
financiera, o no? Porque el registro que controla el interventor general
le da carácter constitutivo. Hay dos tipos de registros: uno le da
publicidad frente a terceros, que son los registros de asociaciones.
Ahora mismo, tres personas nos ponemos de acuerdo, creamos una asociación
y ya se ha constituido una sociedad jurídica irregular. Ya contrata,
vende y compra, porque se inscribe para que tenga publicidad frente a
terceros, para que la gente sepa que esa sociedad se llama pim, pam,
pum... ¡Fuego! Ya existe la vida jurídica, la de la asociación, pero la
de la fundación no. Si queremos crear una fundación, hasta que no esté
registrada no existe. Lo que intento decirles es que esas fundaciones
públicas, esas sociedades públicas o ese organismo autónomo, esa sociedad
mercantil, cualquiera de estas criaturas, si no están registradas, no
existen. Y para estar registradas la Administración General del Estado
tiene que decir: acepto que esté registrada. La Administración tributaria
le da un número, pero, mientras no le dé el número y no esté registrada,
no existe. Por tanto, quien tiene esa capacidad y competencia decide si
otra administración territorial puede tener o no ese organismo
autónomo.


Puedo entender que, para dar cobertura al hecho de podar la selva
de los entes instrumentales, hayan planteado una ley, la de régimen
jurídico, en la que meten la LOFAGE, la que está en vigor —ahí no
hay modificación; otra vez es el corta y pega—, la mayoría de la
Ley de Gobierno —dejan en vigor otras partes—, y que después
razonen el podado de estos entes instrumentales. Pero junto al podado,
que sobre todo es del Estado, como antes ha explicado pedagógicamente el
senador Bel, crean esa figura del inventario, que es una manera de poner
un cinturón de hierro mediante el cual limitan la autonomía.


El senador Montilla hablaba del Estatuto de Autonomía de
Cataluña. Yo voy a hablar del Estatuto de Autonomía de Canarias. Si usted
lee los artículos 30, puntos 1 y 2; el artículo 31, apartado 4; y el
artículo 32, apartados 6 y 8, ¿qué ve? La libertad de esa comunidad
autónoma para crear sus propias instituciones, sus propios organismos, su
propia organización. Es el sentido primigenio de la autonomía política:
que se autogestiona y se autonorma. El límite es la Constitución, el
bloque de constitucionalidad, pero se autogestionan como estime oportuno.
Pues el carácter constitutivo del registro imposibilita que pueda
establecerlo. No le repito lo de la conferencia sectorial, porque el
razonamiento del senador Iglesias me parece que ha sido muy claro.
Imagínese usted que es consejero de su comunidad autónoma, la que sea, y
va a esa reunión de la conferencia sectorial, donde se discute cualquier
política sectorial, y usted dice: ¿Cómo? ¿Que si yo estoy de acuerdo
aquí, luego, si hay algún problema, me van a recurrir, para imponer esto,
a la jurisdicción contenciosa? ¿Ad cautelam? Se habla de las guerras
preventivas, de la diplomacia preventiva, de los aplausos preventivos;
pues, en este caso, preventivamente, ponga que no estoy de acuerdo. ¿Por
qué? Porque no quiero que luego se utilice un instrumento para obligarme
a hacer lo que no quiero.


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Señoría, vaya
terminando.


El señor DÍAZ TEJERA: Acabo ya, presidenta.


Le ruego que me responda a estas cosas concretas que he
planteado, y no a lo que dije en comisión, porque yo procuro respetar
cada acto e incorporar nuevos argumentos.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
señoría.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el senador
De las Heras.


El señor DE LAS HERAS MUELA: Gracias, señora presidenta.


Como casi todos, senador Díaz Tejera, venimos a contar nuestro
libro, unas veces con mejor provecho y otras no tanto. Voy a intentar dar
respuesta a alguna de las cuestiones que han planteado los portavoces en
el turno de réplica de los vetos.


Senador Iglesias, sobre el origen de los vetos y la conveniencia
o no de debatirlos en este acto parlamentario o utilizar su legítimo
turno en su defensa para anteponer, como ha hecho el senador Díaz Tejera
y algún otro compañero más, otras cuestiones que nada tienen que ver con
el veto presentado en el registro general, como usted comprenderá,
senador Iglesias, usted, como todos los miembros de esta Cámara, es libre
de hacer lo que estime oportuno en el tiempo que tiene para defender este
veto o cualquier otro a otro proyecto de ley. Estoy más de acuerdo con
usted en aquello de que pueda haber una fricción en el autogobierno, pero
de la fricción, de los pellizcos que decía el senador Guillot, a que se
esté limitando, coartando… Repito —creo que lo comenté en la
Comisión de Hacienda y Administraciones Públicas—, no conozco a
ninguna comunidad autónoma que haya dejado de ejercer competencia alguna
en las materias que le son propias.


En cuanto a la administración electrónica, senador Iglesias, y
que las grandes beneficiadas son las grandes empresas, por mi experiencia
en un ayuntamiento capital de provincia, le puedo decir que hay alguna
empresa del IBEX 35 que le ha costado un imperio transmitir sus facturas
al portal municipal. Aquí habrá de todo, como en botica.


Senador Guillot, sobre los plazos de las leyes y el sentido
común, que seguramente muchas veces sea el menos común de los sentidos, y
si hay invasión competencial o no. Vuelvo a repetirle lo que le decía al
senador Iglesias, y es que yo creo que puede haber fricción, lógica
natural en el ámbito parlamentario en el que nos desenvolvemos. Este es
el Senado de España, algunos de ustedes son senadores en representación
de su comunidad autónoma y otros son electos, como lo pueda ser yo, y
cada uno actúa en función de lo que aquí está representando. Yo,
sinceramente, me niego a pensar que mi grupo político esté forzando a esa
invasión competencial, a ese desborde.


Sobre la solución dialogada en Cataluña, senador Guillot, ¿qué
quiere que le diga? Dos no discuten si uno no quiere, pero es que uno
parece que está dispuesto a discutir de todo.


El rescate bancario, senador Guillot, supuso una garantía
fundamental para los depósitos de millones de ciudadanos españoles que,
si no, hubieran visto perdidos los depósitos que legítimamente tenían en
sus cuentas y libretas.


Sobre el destrozo laboral que usted atribuye al Gobierno de
España, perdóneme que se lo diga, aunque le toque de forma colateral,
pero le tengo que decir que otros generaron tres millones y medio de
desempleos. ¿Se acuerda?


También ha hecho una mención y crítica a la tramitación
electrónica de estos proyectos de ley, a la fractura digital que hay en
España y si los ayuntamientos están o no están preparados, esos 8200
ayuntamientos que tiene este Estado. Tenemos un ejemplo clarísimo en la
respuesta que prácticamente el 99 % de los ayuntamientos de España dieron
a la tramitación electrónica de sus planes de empleo y a sus planes de
acción en el fondo estatal y en el FEI. Se trata de un ejemplo clarísimo
de que los ayuntamientos españoles están total y absolutamente preparados
para la tramitación electrónica.


Senador Bel, sobre el FLA y sobre si el Estado lo que hace es
prestar a las corporaciones locales y a las comunidades autónomas ese
dinero y que esos dineros sean devueltos. ¡Nada más faltaba, senador Bel,
que no fueran devueltos! Además, tienen un interés lógico. Este año, como
usted bien recordaba, coste cero. Es la garantía para seguir adelante.
¿Me quiere decir usted a mí qué hubiera hecho Cataluña sin el acceso al
fondo de liquidez autonómico? ¿Tenían acceso a otro tipo de financiación
que no hubiera sido al FLA, incluso más barata, con lo cara que fue el
primer año? Me gustaría, aunque sea luego en el pasillo, me
respondiera.


¿Lo estamos haciendo mal? Estamos haciendo lo que tenemos que
hacer, que es sacar a este país de la inmensa ruina en que lo dejaron
otros.


En cuanto a que si todos los vetos y consideraciones del resto de
los grupos políticos van en la misma dirección y que la situación
catalana debe ser tratada a través del diálogo, tengo que decir que vamos
a ver cuándo empieza el Gobierno de Cataluña a intentar ejercer ese
diálogo con el Gobierno de España.


Senador Díaz Tejera, creo que sería caótico que 46 millones de
españoles fueran todos militantes del Partido Popular. Creo que sería
malo para España, pero de momento nos basta con que más de 11 millones de
españoles nos dieran el respaldo, dieran el respaldo al presidente Rajoy
para que ejerza el Gobierno como lo está haciendo, de forma
ejemplar.


Sobre los amigos abogados del Estado que tenemos unos y otros,
habrá de todo, como en botica también. Habrá abogados del Estado que
confían más o tengan una cierta connotación política y otros que tengan
una de forma de opinar diferente. En cualquier caso, la abogacía del
Estado me merece tanto respeto que no haré más consideración.


¿Quiere que le diga algo sin personalidad jurídica? El FLA es un
fondo sin personalidad jurídica, no tiene personalidad jurídica.


Sobre si el Consejo de Estado ridiculiza estas leyes, vuelvo a
repetirle: Consejo de Estado, Boletín Oficial del Estado, número de
expediente 274/2015, Hacienda y Administraciones Públicas, referencia a
la misma. Procedencia: Ministerio de Hacienda y Administraciones
Públicas. Asunto: Anteproyectos de la Ley de régimen jurídico del sector
público. Fecha de aprobación: 29 de abril del 2015. Texto del dictamen. Y
le he leído el párrafo final porque yo creo que es concluyente: Esta
reforma es pertinente y necesaria. Pertinente y necesaria.


Respecto del tema de los consorcios y agencias —ahora le
responderá en el turno de enmiendas mi compañera ponente, la senadora
Romero—, se ha aprobado una transaccional precisamente para evitar
estas cuestiones.


Y finalizo —no creo que emplee los casi tres minutos que me
quedan—, evidentemente, volviendo a rechazar los vetos que han
presentado ustedes. Lo que ha pretendido el Gobierno de España, y lo que
pretende el Grupo Parlamentario Popular dándole su apoyo, es conseguir
una Administración más moderna, que esté tecnológicamente dispuesta a dar
respuestas rápidas y eficientes, fundamentalmente a quienes nos debemos,
a los ciudadanos, a las empresas; una Administración cuya gestión sea
transparente y eficaz. El Gobierno, senador Díaz Tejera, ha evaluado con
sus funcionarios —con los que tiene, que son seguramente los mismos
que tenía cuando ustedes estaban en el Gobierno— la situación de
sus estructuras administrativas y ha trabajado duro durante estos años
para adaptarlas a ese futuro que todos queremos que sea mejor y que,
además, es el futuro que nos demandan nuestros ciudadanos. Por todo ello,
y concluyo, solicito de mi grupo el voto en contra para los diez vetos
presentados a ambos proyectos de ley.


Gracias, presidenta. (Aplausos).


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
señoría.


Se levanta la sesión hasta las cuatro de la tarde.


Eran las quince horas y treinta minutos.


Se reanuda la sesión a las dieciséis horas.


El señor PRESIDENTE: Se reanuda la sesión


Por favor, cierren las puertas.


Vamos a proceder a la votación de las propuestas de veto al
Proyecto de Ley de régimen jurídico y al Proyecto de Ley del
procedimiento administrativo.


En primer lugar, vamos a votar las propuestas de veto al Proyecto
de Ley de régimen jurídico.


La senadora Cunyat ha utilizado el voto telemático y ha votado
afirmativamente a favor de las propuestas de veto.


Comenzamos votando la propuesta de veto número 1, del senador
Iglesias.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: presentes, 235
más 1 voto telemático, 236; votos emitidos, 235 más 1 voto
telemático, 236; a favor, 85 más 1 voto telemático, 86; en contra, 148;
abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la propuesta de veto número 3, de los senadores Guillot y
Saura.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: presentes, 236
más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236 más 1 voto
telemático, 237; a favor, 85 más 1 voto telemático, 86; en contra, 148;
abstenciones, 3.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la propuesta de veto número 4, de los senadores de la
Entesa, menos los senadores Guillot y Saura.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: presentes, 236
más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236 más 1 voto
telemático, 237; a favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en contra, 148;
abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la propuesta de veto número 2, del Grupo Parlamentario
Catalán en el Senado de Convergència i d’Unió.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: presentes, 236
más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236 más 1 voto
telemático, 237; a favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en contra, 148;
abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Finalmente, votamos la propuesta de veto número 5, del Grupo
Parlamentario Socialista.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: presentes, 236
más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236 más 1 voto
telemático, 237; a favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en contra, 148;
abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Rechazados los vetos al Proyecto de Ley de régimen jurídico,
vamos a pasar a votar las propuestas de veto al Proyecto de Ley del
procedimiento administrativo.


En primer lugar, votamos la propuesta de veto número 1, del
senador Iglesias.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: presentes, 236
más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236 más 1 voto
telemático, 237; a favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en contra, 148;
abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la propuesta de veto número 3, de los senadores Guillot y
Saura.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: presentes, 236
más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236 más 1 voto
telemático, 237; a favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en contra 148;
abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la propuesta de veto número 4, de los senadores del Grupo
Parlamentario de la Entesa menos los senadores Guillot y Saura.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: presentes, 236
más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236 más 1 voto
telemático, 237; a favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en contra, 148;
abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la propuesta de veto número 2, del Grupo Parlamentario
Catalán en el Senado de Convergència i d’Unió.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: presentes, 236
más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236 más 1 voto
telemático, 237; a favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en contra, 148;
abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Finalmente, votamos la propuesta de veto número 5, del Grupo
Parlamentario Socialista.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: presentes, 236
más 1 voto telemático, 237; votos emitidos, 236 más 1 voto
telemático, 237; a favor, 86 más 1 voto telemático, 87; en contra, 148;
abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda también rechazada.


Rechazadas las propuestas de vetos a los proyectos de ley,
pasamos al debate de las enmiendas a los dos proyectos de ley, que se
realizará también de manera agrupada.


En primer lugar, por el Grupo Parlamentario Mixto, el senador
Iglesias ha presentado las enmiendas 1 a 40 al Proyecto de Ley de régimen
jurídico y las enmiendas 1 a 116 al Proyecto de Ley del procedimiento
administrativo común.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Iglesias.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.


Me temo que, por primera vez, tendré que agotar los treinta
minutos para la defensa de ciento cincuenta y seis enmiendas, sin que,
seguramente, logre defenderlas todas. Las doy por defendidas. (Aplausos).
Intentaré explicar de la forma más razonable posible las que pueda.


En relación con el primer proyecto, el Proyecto de Ley de régimen
jurídico del sector público, presentamos una enmienda para adicionar una
nueva letra l) al apartado 1 del artículo 3, que incorpora como principio
general la no discriminación, igualdad de oportunidades e inclusión de
las personas con discapacidad. Presentamos otra enmienda al artículo 4
para modificar el apartado 1 y añadir un nuevo apartado 3. En cuando al
apartado 1 y en relación con los principios de intervención, se modifica
para que cuando las administraciones públicas limiten el ejercicio de
derechos no se produzcan discriminaciones y se garantice la plena
accesibilidad de las personas con discapacidad. En relación con el
apartado 3, se trata de garantizar que se cumplan los principios y normas
en materia de igualdad de oportunidades, no discriminación, accesibilidad
universal e inclusión de las personas con discapacidad. Presentamos otra
enmienda para modificar el apartado 1 del artículo 14 fijando un plazo
máximo de diez días para que el órgano incompetente para resolver que
recibe una solicitud traslade las actuaciones al competente. También
proponemos la modificación del apartado 4 del artículo 23 sustituyendo el
término invalidez por anulabilidad en relación con las actuaciones de
autoridades y personal en los que concurran motivos de abstención; nos
parece que es un término mucho más ajustado al ámbito administrativo.
Proponemos la modificación del apartado 2 del artículo 25 para que la
potestad sancionadora no sea delegable. Igualmente, planteamos la
modificación del apartado 4 del artículo 27; el texto señala que las
normas definidoras de infracciones y sanciones no serán susceptibles de
aplicación analógica, y nosotros añadimos: «...en perjuicio del presunto
infractor o infractor.» Así lo plantea también el informe del Consejo
General del Poder Judicial, que cita jurisprudencia del Tribunal
Constitucional en cuanto a que la analogía está prohibida in malam
partem, pero no en sentido positivo.


Presentamos otra enmienda para la modificación del apartado 4 del
artículo 28 en cuanto a la responsabilidad, introduciendo que la
responsabilidad de las sanciones pecuniarias impuestas a quienes de ellas
dependan será en todo caso subsidiaria.


En otra de nuestras enmiendas proponemos la introducción de un
nuevo apartado en el artículo 28 que introduzca las acciones u omisiones
que no darán lugar a responsabilidad por infracción administrativa cuando
sean realizadas por menores de 14 años, o por quien carezca de capacidad
de obrar, o cuando concurra fuerza mayor, o cuando haya salvado su voto
en decisiones colectivas, cuando se pusiese la diligencia necesaria en el
cumplimiento de las obligaciones administrativas, o cuando sea
consecuencia de la deficiencia de un programa informático ofrecido por la
Administración para el cumplimiento de las obligaciones. Esto ocurre en
materia fiscal. Les podría citar un ejemplo chusco ocurrido en los
últimos días, pero no tengo tiempo.


Con la presentación de otra de nuestras enmiendas proponemos la
modificación del apartado 6 del artículo 29, para que en los supuestos de
infracción continuada se imponga la sanción en su grado superior, tal y
como plantea y propone el Consejo General del Poder Judicial en su
informe. Asimismo, se propone la modificación del artículo 30, que regula
la prescripción, para que este artículo pase a denominarse: extinción de
la responsabilidad derivada de las infracciones y extinción de las
sanciones administrativas. Este cambio viene motivado porque se añade un
nuevo apartado 4 para que la prescripción se aplique de oficio por la
Administración, así como un nuevo apartado 5 que prevé la extinción de la
responsabilidad por fallecimiento y los supuestos de extinción de las
sanciones administrativas: pago, compensación, condonación o
fallecimiento.


Igualmente, proponemos modificar el artículo 31, apartado 1, y
añadir los nuevos apartados 3, 4 y 5, en relación con los principios de
responsabilidad. En el apartado 1 modificado se introduce una redacción
acorde con la jurisprudencia al respecto del principio non bis in idem.
En el apartado 4 establecemos la regulación para sancionar los hechos
susceptibles de ser calificados como infracción por más de un precepto
legal. Y en el apartado 5 proponemos que una acción que haya sido tomada
en consideración como agravante, o para elevar la gravedad de la
infracción, no sea, además, sancionada como una infracción
independiente.


Modificamos también el artículo 23.4, que hace referencia a esa
novedad de la responsabilidad patrimonial del legislador. Creemos, como
dije en la defensa del veto, que la redacción planteada es cicatera y no
acorde con la doctrina del Tribunal de Justicia de la Unión Europea
—Sentencia de 26 de enero de 2010— y con sentencias
reiteradas del Tribunal Supremo; valga como ejemplo la Sentencia de 17 de
septiembre de 2010. Nosotros planteamos que se prescinda de la exigencia
de tener que haber invocado esa concurrencia de inconstitucionalidad de
la norma en el recurso o la demanda. Modificamos el apartado 5 del
artículo 32 en el mismo sentido que el apartado 4, pero en lo que hace
referencia a las normas contrarias al derecho comunitario.


Modificamos el artículo 33, responsabilidad concurrente de las
administraciones públicas, en el que proponemos introducir una mejora
técnica modificando el orden de los apartados. Proponemos un nuevo
apartado 7 al artículo 38, que regula la sede electrónica, para que se
garantice la accesibilidad universal a personas con discapacidad.
Modificamos igualmente el artículo 39, con referencia al portal de
Internet, para que esté garantizada la plena accesibilidad.


Proponemos la supresión del artículo 50.2.d., en relación con los
trámites preceptivos para la suscripción de convenios, pues se prevé que
cuando estos sean plurianuales la aportación del Estado estará
condicionada a los Presupuestos Generales del Estado, lo cual provocará,
sin ninguna duda, una parálisis en la suscripción de convenios o en la
aplicación de los mismos cuando el resto de las administraciones no
reciban los recursos inicialmente comprometidos.


Modificamos la letra c) del artículo 51, sobre extinción de los
convenios, estableciendo un procedimiento garantizado de la resolución
por incumplimiento reiterado por uno de los firmantes.


Por otra parte, proponemos la supresión del capítulo I del título
II, que regula el sector público institucional —artículos 81
a 83—, pues entendemos que conlleva una auténtica recentralización
al pretender que se configure un inventario de entidades del sector
público estatal, autonómico y local gestionado por la Intervención
General de la Administración del Estado.


Proponemos la adición de un nuevo punto 3.º al artículo 84.1.a.
—composición y clasificación del sector público institucional
estatal—, para que también formen parte del mismo cualesquiera
otros que estén creados por ley. Asimismo, pretendemos la supresión del
artículo 87, que trata de la transformación de las entidades integrantes
del sector público institucional estatal, por no ofrecer garantías para
el personal la regulación introducida. En cuanto al artículo 87
—como alternativa, por si no se produjera esta supresión—
proponemos su modificación, para que la transformación de algo que se
creó por ley no se lleve a cabo a través de un real decreto, sino por
ley. Pretendemos la supresión del artículo 94, fusión de organismos
públicos, por no ofrecer suficientes garantías. Y, alternativamente, que
deba ser por ley. Asimismo, alternativamente, pretendemos la modificación
del apartado 3 del artículo 94 para que se negocien las condiciones de
fusión en lo que respecta al personal con sus representantes. Nos
gustaría que se suprimiera el artículo 95, gestión compartida de
servicios comunes, ya que, en nuestra opinión, abre un mecanismo de
destrucción de empleo público. Pretendemos también la modificación del
apartado 1 del artículo 96, disolución de los organismos públicos
estatales, para que deban ser disueltos por ley. También pretendemos
añadir un nuevo apartado 4 al artículo 96 con el fin de que se respeten
los derechos colectivos del personal. En otra de nuestras enmiendas
planteamos la supresión del artículo 97, sobre liquidación y extinción de
organismos públicos estatales, toda vez que no se contempla que en el
plan de corrección de desequilibrios, que podría evitar esa liquidación,
se introduzcan medidas de ajuste, sino solo aportaciones.


Proponemos la supresión del capítulo IV del título II, de los
consorcios, pues entendemos que supone una recentralización. Proponemos
también la modificación del artículo 121 —subsidiariamente, si no
se produce su supresión—, sobre el régimen de personal, facultando
a los estatutos de los consorcios para establecer el régimen de provisión
de efectivos y las condiciones de trabajo.


Hemos planteado la modificación del artículo 125.2, derecho de
separación, para establecer un procedimiento más garantista y penalizando
las separaciones no motivadas en causa grave. Proponemos la adición de un
nuevo apartado 3 al artículo 126 —subsidiariamente, si no se
produce la modificación— para que los estatutos del consorcio
regulen los efectos de la separación de uno de los consorciados
asegurando los principios de estabilidad institucional ante la dificultad
de establecer una regulación uniforme por ley. Planteamos la supresión
del título III, relaciones interadministrativas, que introduce una
regulación unilateral, sin diálogo ni consenso, con una omnipresencia del
Gobierno central, introduciendo una regulación de las conferencias
sectoriales que no resuelve los déficits actuales, tal y como tuve
ocasión de argumentar con anterioridad en defensa del veto.


Se presenta otra enmienda con la que planteamos la supresión de
la disposición adicional décima ya que permite a la Administración
General del Estado incumplir con la obligación de hacer aportaciones a
los consorcios si algún otro miembro del mismo no lo hace. En otra de
nuestras enmiendas introducimos una disposición adicional nueva, régimen
jurídico de la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, S.A., reconociendo
que la misma se siga regulando por su legislación específica y solo de
forma supletoria por lo previsto en esta ley.


Finalmente, en relación con este proyecto pretendemos la
supresión de la disposición derogatoria única e), que contempla la
derogación de la Ley 28/2006, de 18 de julio, de Agencias estatales, para
mejorar los servicios públicos, porque supone prescindir de la norma
subsidiaria estatal para las comunidades autónomas que disponen de
instituciones similares.


En cuanto al Proyecto de Ley del procedimiento administrativo
común, tiene aún más enmiendas. Proponemos la modificación del
artículo 1, apartado 2, supone una mejora técnica ante una redacción
confusa que podría plantear la posibilidad de que se modificaran los
plazos por vía reglamentaria. Pretendemos añadir un nuevo apartado 3 al
artículo 2, para introducir que la suspensión del plazo para resolver ha
de ser mediante acuerdo expreso y motivado contra el que no cabe recurso.
Cuatro enmiendas afectarían al artículo 5 que habla de la representación.
En relación con el apartado 1 introducimos en el mismo que se regule la
representación de las personas físicas que carezcan de capacidad de
obrar, y en el apartado 6 se añade un párrafo que establece la
posibilidad de que el interesado ratifique las actuaciones realizadas por
un representante que no haya acreditado su representación. Asimismo,
añadimos un nuevo apartado 8, para regular la revocación de la
representación y un nuevo apartado 9, para regular la renuncia del
representante a la representación.


Planteamos la modificación del artículo 8, en relación con los
nuevos interesados en el procedimiento, suprimiendo que los intereses de
estos, que dan lugar a que sean notificados, hayan de ser, además de
legítimos —como señala el texto— directos. La supresión nos
parece que es más respetuosa con la doctrina del Tribunal Constitucional
y del Tribunal Supremo.


En cuanto al artículo 9, sistemas de identificación de
interesados en los procedimientos, proponemos la supresión del último
párrafo del apartado 2 por imponer la firma electrónica pues, frente a lo
argumentado por el portavoz del Grupo Popular, muchos ayuntamientos no
están en condiciones de asumir esta realidad.


Igualmente, pretendemos la modificación del apartado 2 del
artículo 12, sobre asistencia en el uso de medios electrónicos a los
interesados, para que se entienda que esa asistencia debe extenderse no
solo a la solicitud, sino también a la presentación de documentos
adjuntos, así como a la consulta de los expedientes.


Hemos presentado otras dos enmiendas al artículo 13. Con una se
añadiría la letra i) al objeto de establecer la obligación de las
administraciones públicas de tener una red de oficinas presenciales para
atención a los ciudadanos y que los centros de trabajo de las
administraciones públicas cuenten con los medios humanos y materiales
imprescindibles para despachar los asuntos en esta nueva realidad en la
que hay que apoyar a quienes no tienen capacidad para utilizar las nuevas
tecnologías.


Proponemos la supresión del apartado 3 del artículo 14 y,
alternativamente, la modificación de los apartados 2 y 3 y la adición de
un nuevo apartado 4 al objeto de excluir de la obligación de relacionarse
con las administraciones públicas a través de medios electrónicos a las
entidades sin personalidad jurídica —normalmente están formadas por
personas físicas, así, pensemos en una comunidad de bienes de una plaza
de garaje que se ha recibido en herencia—. Aceptamos que en el
apartado 3 se plantee que sí se pueda imponer esta obligación cuando
tengan capacidad económica y técnica para ello. Y en el apartado 4
planteamos que cuando en un procedimiento haya obligados y no obligados a
seguir el trámite electrónico, se establezca un trato igualitario a
partir de la no obligación.


Proponemos la supresión del apartado 5 del artículo 16 y,
alternativamente, la modificación de los apartados 1, 4 y 5 de dicho
precepto. Enmendamos el apartado 1 para que la anotación de la salida de
documentos desde los registros deba ser obligatoria y no meramente
potestativa, como plantea el proyecto. En el apartado 4, queremos aclarar
que solo quien no esté obligado a relacionarse con medios electrónicos
podrá presentar escritos. Y en el apartado 5 pedimos que se fije un plazo
máximo para la digitalización por la Administración de los documentos que
recibe en soporte papel.


También presentamos otra enmienda al artículo 16 para añadir un
párrafo previo a la letra a), aceptando que los documentos puedan
presentarse en las oficinas de atención presencial.


Pedimos la modificación del artículo 17.1, que se refiere al
archivo de documentos, para que se contemple la posibilidad de que las
administraciones públicas se puedan adherir a plataformas de custodia de
documentos electrónicos en régimen de prestación de servicios de
confianza.


Pretendemos modificar el artículo 18.1, colaboración de las
personas, para acotar una redacción, en nuestra opinión excesivamente
abierta, para que los informes que la Administración pueda recabar sean
solo aquellos de los que ya dispone la persona obligada y en el formato
en que esta la tenga, que no le impongan un formato y, además, no
conlleve la cesión no consentida de información recibida por funciones
profesionales.


Igualmente, hemos presentado otra enmienda para modificar el
artículo 19.2, comparecencia de las personas, para que, igual que ocurre
en el ámbito tributario, se pueda pedir por los interesados un
aplazamiento de la fecha de la comparecencia por razones
justificadas.


Artículo 21. Obligación de resolver.






Pedimos la
modificación del apartado 3 para que el plazo máximo de tres meses se
empiece a computar desde que haya entrado la solicitud del interesado en
el registro del organismo competente o, si es un momento anterior, desde
el transcurso de diez días desde que entrase en el registro de un
organismo que no resulta competente para su resolución.


Con la presentación de otra enmienda pretendemos la modificación
del apartado 1 del artículo 22, suspensión del plazo máximo para
resolver; en la letra d), suspensión por haber solicitado informe
preceptivo, proponemos la reducción del plazo de suspensión de tres a dos
meses, de conformidad con el informe del Consejo de Estado. Transcurrido
el plazo continuará el procedimiento pero no podrá dictarse resolución,
según nuestra enmienda, sobre el fondo hasta que no se emitan los
informes preceptivos. Además, se añade un supuesto más de suspensión, en
un nuevo apartado h), para que esta se produzca cuando para la resolución
del procedimiento resulte determinante una resolución que ha de dictar
otro órgano administrativo o un tribunal.


Proponemos modificar el apartado 2 del artículo 24. No cabe
recurso contra la desestimación por silencio administrativo cuando el
acto devenga consentido y firme de acuerdo con lo previsto en el
artículo 110.


Artículo 25. Falta de resolución expresa en los
procedimientos iniciados de oficio. En primer lugar, para que el
transcurso del plazo para resolver sin que haya resolución también
provoque la caducidad en los procedimientos contractuales de resolución;
y, en segundo lugar, que en los supuestos en que el procedimiento se
paraliza por causa imputable al interesado la interrupción del plazo para
resolverlo sea por un tiempo máximo igual al de la duración total del
procedimiento y transcurrido este se resuelva.


Presentamos dos enmiendas al artículo 32. La primera lo es al
apartado 1 en relación con la ampliación de los plazos concedidos para
aclarar que cuando sean varios los interesados en el procedimiento
bastará que pida esa ampliación cualquiera de ellos; y la segunda, al
apartado 2, para que funcione el silencio positivo en relación con la
solicitud de ampliación de plazos.


Pedimos la modificación del apartado 1 del artículo 33,
tramitación de urgencia, para que baste que lo solicite uno de los
interesados cuando son varios los interesados en el procedimiento.


Artículo 34. Pedimos cambiar su rúbrica y añadir a la que
ya tiene: actuación administrativa automatizada. También pedimos añadir
un nuevo apartado 3 que la regule, a tenor de lo establecido en el
artículo 41 del Proyecto de Ley de régimen jurídico del sector
público.


Solicitamos la modificación del artículo 35. Para ello hemos
presentado dos enmiendas que hablan de la motivación, añadiendo a la
letra e) del apartado 1 que sean motivados con sucinta referencia de
hechos y fundamentos de derecho también los acuerdos de suspensión de los
plazos máximos para resolver recurso. Y lo mismo en la letra f) en
relación a los actos que rechacen la solicitud de informes no
preceptivos.


Planteamos la modificación del artículo 36 que regula la forma,
estableciendo la obligación de las administraciones públicas de volcar
los actos administrativos electrónicos al soporte oportuno para hacérselo
conocer al ciudadano por el canal que previamente este hubiera
solicitado.


Presentamos la modificación del apartado 4 del artículo 40, sobre
notificación, introduciendo nuevas exigencias más garantistas para el
ciudadano y acordes con jurisprudencia consolidada.


En relación con el artículo 41 también presentamos dos enmiendas,
una de supresión y, alternativa o subsidiariamente, de modificación del
apartado 1 para condicionar a que resulte necesaria y proporcionada la
opción de que la Administración pública pueda establecer la obligación de
practicar electrónicamente las notificaciones para ciertos procedimientos
y colectivos de personas físicas con medios económicos y técnicos o por
su profesión.


Hemos presentado otra enmienda al artículo 41, apartado 6. Frente
a lo que el proyecto sienta en el sentido de que la no admisión del aviso
al correo electrónico proporcionado por el interesado para la puesta a
disposición de la notificación, no invalida la notificación, enmendamos
para que tal incumplimiento impida que la notificación sea plenamente
válida.


Pretendemos modificar el apartado 2 del artículo 43 ampliando de
diez a quince días el plazo para que se entienda rechazada una
notificación por medio del correo electrónico desde la puesta a
disposición de la misma sin que se haya accedido por el interesado a su
contenido. Pretendemos también la nulidad de pleno derecho con la
modificación del artículo 47.1.b) para que también lo sean los actos
dictados por órgano manifiestamente incompetente por razón de la
jerarquía cuando la incompetencia sea grosera u ostensible, como sugiere
el informe del Consejo General del Poder Judicial. También serán nulas de
pleno derecho las disposiciones administrativas que vulneren el derecho
de la Unión Europea, como a su vez plantea el Consejo de Estado.


Presentamos cuatro enmiendas al artículo 48 sobre anulabilidad.
Pretendemos modificar el apartado 3 para que, además de las actuaciones
administrativas fuera de tiempo, cuando así lo imponga la naturaleza del
término o plazo se añada que también dan lugar a anulabilidad en los
procedimientos iniciados de oficio en los que se haya producido la
caducidad conforme al artículo 25.1. b).


Planteamos tres nuevos apartados, 4, 5 y 6 al artículo 48. El 4
sería que los motivos de anulabilidad no podrán ser subsanados por la
resolución que se dicte en vía de recurso; el 5 sería que el
incumplimiento de las instrucciones u órdenes de servicio no implicará
por sí solo la anulabilidad de los actos dictados sin perjuicio de la
responsabilidad disciplinaria que corresponda, y el 6, que la actuación
de las autoridades y personas en las que concurra causa de abstención no
implicará necesariamente la anulabilidad de los actos en los que
intervenga.


En cuanto al artículo 49, sobre límites a la extensión de la
nulidad o anulabilidad, realmente el proyecto mantiene el contenido
literal de la Ley de procedimiento administrativo de 1958. Nuestra
enmienda añade tres nuevos apartados, los números 3, 4 y 5, incorporando
la consolidada doctrina jurisprudencial según la cual, anulado un acto de
naturaleza sancionadora, no podrá dictarse un nuevo auto sancionador
relativo al mismo hecho. Y respecto a los procedimientos no
sancionadores, se introduce la previsión de que tras la anulabilidad
únicamente cabrá iniciar un nuevo procedimiento por una sola vez.


Respecto al artículo 50, que regula la conversión de actos
viciados, pretendemos que se añada que debe haber un trámite de audiencia
a los interesados y una notificación subsiguiente. En relación con el
artículo 51, sobre la conservación de actos y trámites de los
procedimientos en los que se declare la nulidad, también se pretende
garantizar el trámite de audiencia y la correspondiente notificación. En
cuanto al artículo 52, sobre convalidación, nuestra enmienda excluye de
la subsanación los actos anulados por resolución administrativa o
judicial que se añade en un nuevo apartado 5, para que también en estos
supuestos haya que conceder trámite de audiencia a los interesados y
posterior notificación.


En cuanto al artículo 55, sobre actuaciones previas al inicio del
procedimiento, pretendemos fijar una duración máxima de estas actuaciones
que no sea superior a la mitad de la duración del procedimiento. Asimismo
pedimos que en todo caso se establezcan garantías de notificación a los
interesados de su inicio y conclusión. Pero, además, que en los procesos
sancionadores en los que se haga sin intervención del interesado se
motive por qué se realizan esas actuaciones previas sin dicha
intervención, haciendo constar, además, que su práctica no interrumpirá
la prescripción de las infracciones.


Al artículo 56.2, hemos formulado una enmienda de modificación
para que se puedan adoptar medidas provisionales y sea preceptiva la
audiencia del interesado.


Proponemos también modificar el artículo 56.5 para que las
medidas provisionales puedan ser sustituidas por otras que plantee el
interesado y la previsión de que también quedarán sin efecto en los casos
en los que se produce la caducidad. Proponemos, asimismo, la adición de
un párrafo nuevo, el 6, para que se notifique a todos los interesados los
acuerdos de la adopción, modificación y alzamiento de las medidas que
podrán ser objeto, a su vez, de recurso independiente.


La enmienda 64 propone modificar el artículo 57 que regula la
acumulación. Se completa la regulación de la acumulación de los
procedimientos administrativos, concretando los siguientes extremos
relevantes: que podrá acordarse en cualquier momento previo al trámite de
audiencia; que también podrá acordarse la posterior desacumulación; que
los acuerdos de acumulación y de desacumulación deberán ser comunicados;
que no determinará retroacción de actuaciones; y que no afectará al
cómputo del plazo máximo para resolverlo.


La enmienda 65 modifica el artículo 58 relativo a la iniciación
de oficio. La enmienda explicita los contenidos mínimos que debe tener el
acuerdo de iniciación de oficio: órgano, tipo de procedimiento, plazo de
resolución, etcétera.


La enmienda 66 modifica el artículo 60.2 para que en los
procedimientos sancionadores iniciados como consecuencia de una orden
superior, la orden exprese también la hora de los hechos en los que
supuestamente se cometió la infracción. Y lo mismo con la enmienda 67,
que modifica en el artículo 61.3 para que, cuando el procedimiento se
inicie por petición razonada de otro órgano, las peticiones concreten la
persona o personas presuntamente responsables, las conductas o hechos y
también la fecha y la hora en que se produjeron los hechos.


La enmienda 69, que modifica el artículo 63.3, se justifica
porque la posibilidad de iniciar nuevos procedimientos sancionadores en
una situación de infracciones continuada debe ser, además de ejecutiva
como exige el proyecto, firme.


En otra enmienda proponemos la modificación del artículo 67,
párrafo segundo, relativo a las solicitudes de iniciación en los
procedimientos de responsabilidad patrimonial. Pretendemos añadir que en
el cómputo del plazo de un año de prescripción del derecho a reclamar,
éste se contará desde el momento en que se haga pública la resolución
administrativa o la sentencia que declare esa responsabilidad si el
interesado no hubiese sido parte, y en los demás casos desde que el
alcance del daño quede definitivamente fijado.


Hemos formulado la enmienda 73 al artículo 68, sobre la
subsanación y mejora de la solicitud. Introducimos una modificación para
que, en coherencia con la previsión del artículo 73.3, se permita a los
interesados subsanar, agotado el plazo que se les concedió, si lo
hicieran antes de que se les notificara la resolución expresa.


Al artículo 70.4 hemos formulado dos enmiendas que tratan del
expediente administrativo. Como contradice el principio de trasparencia
la limitación que se establece al acceso de los interesados a la
información auxiliar porque no forman parte del expediente,
subsidiariamente planteamos que se modifique para que forme parte del
expediente esa información auxiliar, al menos en los casos en que
contenga datos relacionados con la intención, finalidad o motivación de
los actos administrativos.


La enmienda número 79, que modifica el artículo 75.3, propone que
los actos de instrucción, cuando deban desarrollarse con personas que
tienen alguna discapacidad, se realicen de la forma más adecuada para que
los interesados de forma motivada puedan solicitar un aplazamiento.


Al artículo 77.4 hemos formulado la enmienda número 80 para que,
en los procedimientos sancionadores, los hechos declarados no existentes
por resoluciones judiciales penales que resulten firmes vinculen a la
Administración. Con el apartado 5 se pretende que se incremente la
exigencia con la finalidad de que los documentos formalizados por
funcionarios como condición de autoridad que hacen prueba de los hechos
reflejados, salvo que se demuestre lo contrario, reflejen los hechos que
hayan sido constatados directa y personalmente por el funcionario,
añadiendo la demanda de que sean también ratificados por estos
funcionarios si son denegados por los denunciados conforme con la
jurisprudencia reiterada.


Presentamos dos enmiendas al artículo 82. La primera para que la
Administración asista en los trámites de audiencia en los que haya
consulta de expedientes electrónicos a aquellos interesados que no están
obligados a seguir este trámite; y la segunda para añadir un nuevo
párrafo sexto explicitando que la no formulación de alegaciones no impide
a los interesados interponer los recursos correspondientes.


En cuanto al artículo 85, apartado 3, proponemos la terminación
de los procedimientos sancionadores fijando que el incremento del
porcentaje de reducción de la sanción previsto en un 20 % pueda llegar
hasta el 35 %, pero que no quede abierto como plantea el texto.


Al artículo 88, sobre la resolución, proponemos dos enmiendas,
una, apartado 1, para que el plazo de alegaciones concedido cuando se
resuelvan cuestiones conexas no planteadas por el interesado no sea
inferior a 10 días; y otra, al apartado 2, para que la prohibición de
reforma in peius tome en cuenta cada pretensión individualmente
considerada en la aplicación de este principio por sentencia reiterada
por el Tribunal Supremo; la última conocida del 24 de mayo de 2014; la
última que conozco.


En la enmienda formulada al artículo 89 pedimos que en la
propuesta de resolución de procedimientos de carácter sancionador también
se incluyan los criterios de graduación de la sanción que se
propone.


Al artículo 90, relativo a las especialidades de la resolución de
procedimientos sancionadores, hemos formulado la enmienda 91 para que se
incluyan los criterios de graduación aplicados a la reducción que se
produce en virtud del artículo 85, para que también se presenten
alegaciones cuando la tipificación o calificación se haya modificado, y
para que no se exijan intereses de demora sobre la sanción hasta la
finalización del plazo de pago voluntario fijado por la resolución que
ponga fin a la vía administrativa. En el apartado 4 rechazamos la
automática ejecutividad de la resolución dictada por el procedimiento
complementario para determinar la cuantía de la indemnización por daños a
la Administración, y planteamos que solo sea cuando se agote la vía
administrativa.


Me quedan unas cuantas que intentaré explicitar después en el
turno de portavoces.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Iglesias.


El Grupo Parlamentario Vasco ha presentado al Proyecto de Ley de
régimen jurídico las enmiendas 140 a 184, y al Proyecto de Ley del
procedimiento administrativo común de la 240 a la 272.


Para su defensa, tiene la palabra la senadora Martínez.


La señora MARTÍNEZ MUÑOZ: Gracias, señor presidente.


Las voy a dar de forma global todas por defendidas por si acaso a
la hora de exponer los criterios y las justificaciones se me quedase
alguna en el tintero y porque, además, quiero hacer dos distinciones
respecto de los tipos de enmiendas que hemos presentado. Siendo dos
proyectos de ley que vienen a regular materias sumamente permeables entre
sí, como es el ámbito de la Administración pública y su régimen jurídico
y de procedimiento administrativo común, muchas veces las enmiendas
tienen mucho que ver las unas con las otras; por lo tanto, no voy a hacer
una distinción por proyectos de ley, sino por el contenido de las
mismas.


En este sentido, hay una serie de enmiendas de carácter técnico
que lo que pretenden, con toda la buena intención, es mejorar
técnicamente el texto aportando claridad o simplificando algunos de los
procedimientos que vienen recogidos en el mismo. Esas, tal cual, las voy
a dar por defendidas, sobre todo porque no tengo la capacidad técnica ni
el conocimiento del procedimiento administrativo de algunos de los
senadores que me han precedido. Por tanto, es casi mejor que quien esté
interesado en ellas vaya a la literalidad del boletín del Senado porque
serán mucho más claras, mucho más exactas y concretas de lo que pueda
serlo yo. Pero sí me quiero detener en alguna de las enmiendas que hemos
presentado que son, bien hay que decirlo, la mayoría de ellas de carácter
competencial.


Visto que alguno de los portavoces del Partido Popular niega la
mayor de que, efectivamente, en los proyectos de ley no hay invasión
competencial, voy a dedicar algunos minutos —no todos los que
tengo, pero sí algunos— a demostrarle que, efectivamente, haberlas
haylas, como las meigas. Hay invasiones competenciales y son graves, tan
graves que impiden que, pese a la buena voluntad manifestada por los
grupos parlamentarios y por el Gobierno en este caso a la hora de
transaccionar algunos de los puntos contenidos en nuestras enmiendas, no
podamos modificar nuestro voto. Porque son invasiones competenciales que
afectan fundamentalmente a nuestra capacidad de autoorganización como
comunidad autónoma, que nos asiste, en virtud de lo establecido por el
Estatuto de Guernica, pero que compartimos también con resto de
comunidades autónomas; por lo tanto, con el permiso de los portavoces, me
arrogo la representación del resto de comunidades autónomas cuando vengo
a reclamar aquí que se respeten nuestros ámbitos competenciales, sean
estos exclusivos, que per se lo son, o sean estos compartidos con los
órganos centrales del Estado.


En este sentido, la mayoría de las enmiendas de carácter
competencial, al menos aquellas más sustantivas y a las que yo voy a
hacer referencia con mayor hincapié, se ubican en el Proyecto de Ley de
régimen jurídico de las Administraciones públicas.


Me gustaría llamar la atención sobre la enmienda 141, que
presentamos al artículo 9, un artículo que entra a regular aspectos
relativos a la forma de relación que se establece entre una
administración y la Cámara legislativa a la que se adscribe. Y esto nos
parece que es algo sumamente grave, porque nadie, ni siquiera las
estructuras centrales del Estado, tampoco ningún artículo constitucional,
otorga privilegios o capacidad a ningún órgano del Estado cara a
establecer cómo tiene que regirse la relación entre una Cámara
legislativa y la administración de su territorio. Esto va en contra de la
capacidad de autoorganización de las comunidades autónomas y, en este
caso, de la Comunidad Autónoma Vasca. Se lo decimos nosotros y, como
igual a nosotros no nos cree porque puede pensar que nuestro punto de
vista está viciado ya de inicio, se lo está diciendo también el Consejo
de Estado, que no son para nada sospechosos ni de nacionalistas ni de
nada de eso; además, el propio argumentario del Consejo de Estado viene a
recoger sentencias del Tribunal Constitucional que echan en cara el
proyecto de ley en este mismo sentido, concretamente la sentencia del
Tribunal Constitucional 32/1981.


La enmienda 145 no es la única que viene a tratar esta cuestión,
pero voy a utilizarla como ejemplo de otra nueva invasión competencial en
la que incurre este proyecto de ley: el caso de los delegados de
gobierno. A los delegados y a los subdelegados de gobierno se les da,
mediante este proyecto de ley, más competencias o más funciones de las
que ya tenían. Lo que venimos a pedir nosotros con nuestra enmienda es
que no se modifique la Lofage, que es la ley que actualmente viene a
regular el ámbito competencial de los delegados y de los subdelegados de
gobierno. La delegación de gobierno es un órgano con reconocimiento
constitucional y estatutario, cuyas funciones son la dirección de los
servicios estatales en la comunidad autónoma y la coordinación entre
ambas administraciones, el mismo nivel de reconocimiento que el de los
presidentes de las comunidades autónomas, el lehendakari en el caso de la
Comunidad Autónoma vasca, como representante ordinario del Estado en cada
comunidad autónoma. La práctica hasta ahora, con la Lofage en la mano,
nos viene a decir que, efectivamente, ya ha habido muchas veces problemas
de interpretación o de solapamiento de ambas funciones. Vuelvo a decir
que las funciones tienen el mismo rango; ambas encuentran cobertura tanto
en los estatutos de autonomía como en la Constitución. Incertidumbre
sobre la delimitación de funciones, por tanto, de los dos; de uno como
director, digamos, de la Administración central del Estado en el
territorio de una comunidad autónoma, y del otro como máximo
representante dentro de una comunidad autónoma; y también respecto de las
funciones de coordinación que se atribuyen a los delegados del Estado en
la Lofage, y que ahora están mucho más ampliadas.


Hay una duplicidad más que evidente, todavía más con esta ley que
supuestamente viene a solucionar cuestiones de duplicidades y de
solapamientos con órganos bilaterales y multisectoriales que ya existen y
que hoy en día están funcionando y que son realmente los artífices de la
coordinación y la cooperación entre Estado y Administraciones
autonómicas; incluso la propia Dirección general de coordinación de
competencias cita al Ministerio de Hacienda.


Por lo tanto, lo que venimos a pedir es que no se modifique
—se podría decir que es una enmienda a la totalidad de este
precepto— la Lofage, que si ya de por sí está teniendo problemas de
duplicidades, con esta nueva regulación no hace sino incentivarlas.


La enmienda 148 al artículo 49.4 viene a establecer límites a la
duración de los convenios suscritos por las Administraciones públicas.
Viene a decir que solamente pueden ser de 4 años, prorrogables a uno
cuando se dan una serie de circunstancias, que automáticamente detalla
durante casi 6 párrafos; viene a regular prácticamente la letra de los
convenios que pueden suscribir las Administraciones públicas. Excede con
creces la atribución competencial del Gobierno central para establecer
las bases del régimen jurídico de las Administraciones públicas. Esto no
son bases, esto es casi, casi como un manual de instrucciones de lo que
se puede hacer o lo que no se puede hacer a la hora de establecer
convenios. Y en ese sentido, el Tribunal Constitucional a través de
varias sentencias —yo solamente he recogido lo que viene en las dos
últimas, que son la sentencia 130/2013 y la sentencia 141/2014, por ser
más recientes—, viene a decir —y abro comillas—: «El
Estado, al establecer el común denominador normativo que encierran las
bases, no puede hacerlo con un grado tal de detalle y de forma tan
acabada o completa que prácticamente impida la adopción por las
comunidades autónomas de políticas propias mediante las competencias de
desarrollo legislativo que le son propias. El objetivo fundamental, que
no único, de las bases de esta materia es la de garantizar a los
administrados un tratamiento común entre ellas».


Es evidente que cuando ustedes vienen a establecer casi de forma
reglamentaria los contenidos, la duración y la forma en la que tienen que
estar suscritos los convenios, se están excediendo y con mucho de la
jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Por cierto, jurisprudencia
que ustedes tienen a bien que otras instituciones tengan que cumplir a
rajatabla. Aplíquense el cuento. Hemos visto durante toda la legislatura
la cantidad de sentencias del Tribunal Constitucional que ustedes se
pasan por el arco del triunfo, hablando castizamente. Aplíquense el
cuento, porque quizá con la ley que están preparando les podría caer una
inhabilitación. Quién sabe.


La enmienda 149 se ocupa de la cuestión convenios. Son varias las
enmiendas que hacen referencia a los diferentes artículos que regulan los
convenios. Por ejemplo, una que afecta directamente a esta Cámara, que
viene a establecer que los convenios entre las comunidades autónomas
serán comunicados al Senado por el Ministerio de Hacienda. Pues bien, la
cuestión de los convenios entre las comunidades autónomas no está
regulada por ninguna ley, por ninguna norma ni por ningún reglamento,
sino por la propia Constitución que en su artículo 145.2 deja bien claro
cuál tiene que ser el proceder a la hora de establecer los convenios; y
ninguno de ellos dice que se tenga que comunicar a las Cortes y mucho
menos que deba hacerse por el Ministerio de Hacienda. Es una enmienda
menor, pero viene a poner en claro que la invasión competencial del
proyecto de ley es como el aceite desparramado, se extiende por todas
partes.


La enmienda número 150 al artículo 55.2 habla también de la
resolución de los convenios, otra cuestión que viene a regular este
proyecto de ley. ¿Qué margen va a quedar entonces a las comunidades
autónomas o al resto de administraciones públicas a la hora de establecer
con quien quieren conveniar? Pues absolutamente ninguno. Otra vez se
vuelven a exceder en su competencia de regulación básica.


Lo mismo ocurre con los artículos 82.1 y 83, respecto al
inventario del sector público, a los que hemos presentado bastantes
enmiendas, porque es evidente que otra vez se vuelven a exceder en la
atribución de sus competencias y de nuevo incurren en un error garrafal
de concepto que se repite a lo largo de todo el proyecto de ley, y es la
similitud o equivalencia que ustedes establecen entre el sector público y
administraciones públicas. Y no tiene nada que ver, son cuestiones
distintas. Lo uno no es lo otro ni tanto monta ni monta tanto. Son
cuestiones totalmente diferentes, y en ese sentido los juristas son muy
extensos y han hablado durante mucho tiempo de las diferencias que tiene
que establecer la propia legislación para distinguir lo que es sector
público y Administración pública. Hemos visto, además, que esa confusión
es la que ha llevado a una mala regulación de algunos aspectos, que
gracias a Dios hemos conseguido solucionar vía enmienda, con los
consorcios, porque se identificaba a los consorcios única y
exclusivamente como Administración pública cuando siendo sector público
no están sujetos a su mismo régimen jurídico.


En cuanto a los consorcios locales, lamentablemente no hemos
podido llegar a ningún acuerdo. Ustedes lo regulan absolutamente todo,
como sucede con los convenios; no hay prácticamente aspecto normativo que
ustedes no regulen, además mediante una ley de estas características.
¿Qué margen normativo entonces va a quedar a las comunidades autónomas
para regular estos consorcios locales sobre la base de sus competencias
en materia de régimen local? Lo discutimos cuando se tramitó la Ley del
régimen local y lo volvemos a discutir ahora. Es que la ley no puede ser
exhaustiva a la hora de establecer reglamentariamente cómo funcionan
todos los ámbitos de la Administración pública, solamente de aquellos que
son competencia suya, porque la misma capacidad de establecer
procedimientos administrativos comunes del Estado respecto de sus
competencias lo tienen las comunidades autónomas respecto de aquellas que
son de su competencia exclusiva; exactamente la misma legitimidad y el
misma origen. Por tanto, hemos tenido que presentar 83 enmiendas a ambos
proyectos de ley denunciando esta situación.


Otro ejemplo más, el artículo 140 regula los principios de las
relaciones interadministrativas y se atribuye mediante el uso de la
palabra «coordinación», que es una palabra que ustedes meten
constantemente en el proyecto de ley, la capacidad de tutela a la
Administración General de Estado de las administraciones autonómicas y
locales. Es una interpretación espuria del principio del deber de
colaboración entre administraciones públicas que ustedes, siendo un
principio consagrado, admitido y reconocido por todas las
administraciones públicas, que además tienen siempre en cuenta a la hora
de establecer su propia normativa, lo utilizan como excusa para numerosas
invasiones competenciales. Tantos registros únicos, tantos puntos de
acceso a la información únicos, tantas ventanillas únicas son en sí
elementos positivos que pueden facilitar mucho la tramitación de
expedientes administrativos y la relación entre la ciudadanía y la
administración pública, pero ustedes han utilizado instrumentos que
pueden ser válidos para hacer una invasión de las competencias que les
son atribuidas y excederse de lo lógico y legal, también en este
caso.


En la enmienda 158 al artículo 148 volvemos a establecer aquí la
misma diferenciación que hace el Consejo de Estado en su informe respecto
a coordinación y cooperación, y son muchísimas las enmiendas que tienen
una justificación similar. Queremos decir que la Administración General
del Estado no es nadie para coordinar porque la coordinación es algo de
obligado cumplimiento, mientras que la cooperación es algo que parte de
la voluntariedad. Por ejemplo, es paradigmático el caso de las
conferencias sectoriales y la regulación que se introduce en este
proyecto de ley. La participación en una conferencia sectorial es de
carácter voluntario; por tanto, ninguna decisión que emane de dichas
conferencias puede ser de obligado cumplimiento ni para aquellos que
forman parte ni para aquellos que votan en contra de sus resoluciones.
Sin embargo, en este proyecto de ley ustedes invierten el orden lógico de
las cosas y hacen que las decisiones adoptadas por una conferencia
sectorial sean de obligado cumplimiento para todos excepto para aquellos
que votan en contra. ¿Y si yo no quiero formar parte de una conferencia
sectorial? ¿O también las van a hacer obligatorias? Es decir, intentar
que a través de las conferencias sectoriales se coarte la capacidad
decisoria que puedan tener en este caso las administraciones públicas de
las comunidades autónomas, me parece sinceramente un auténtico
despropósito.


Señorías, he intentado resumir los principales argumentos
competenciales que encontramos en este proyecto de ley y que nos obligan
a mantener nuestro voto en contra. Vuelvo a reiterar que agradezco la
disposición tanto de los portavoces del grupo parlamentario como del
ministerio para encontrar puntos de acuerdo, y lamento que si esto no ha
podido ser así, denote que, efectivamente, estos proyectos de ley no solo
no tienen la intención de mejorar la eficacia de las administraciones
públicas, sino que están profundamente impregnados de contenido
ideológico, legítimo, por otro lado. Se lo he dicho en comisión y lo
reitero también ahora, totalmente legítimo. Pero es preferible que estas
cosas se hagan abiertamente, planteando una modificación o una variación
de las normas de juego con las que nos hemos dotado desde el periodo
constitucional hasta ahora, que no por la puerta de atrás, a poquitos,
intentando siempre introducir nuevas disposiciones, nuevos artículos, que
vayan limando poquito a poquito, como una gota que no deja de caer, las
competencias de las comunidades autónomas. Si hay que tener un debate
territorial, se tendrá, pero que sea con luz, con taquígrafos, y
abiertamente.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Martínez.


El Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya ha
presentado dos bloques de enmiendas. El primero de ellos al Proyecto de
Ley de régimen jurídico, enmiendas 88 a 133; y al Proyecto de Ley del
procedimiento administrativo común, enmiendas 150 a 239.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Guillot.


El señor GUILLOT MIRAVET: Gracias, señor presidente.


Como son enmiendas idénticas a las defendidas de manera muy
pormenorizada por el senador Iglesias, las doy por defendidas para no
alargar más este Pleno.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Guillot.


Segundo bloque de enmiendas al Proyecto de Ley de régimen
jurídico, enmiendas 233 a 280 y vuelta al texto del Congreso de los
Diputados en lo modificado por las enmiendas presentadas por el Grupo
Parlamentario Popular en el Senado, incorporadas al informe de Ponencia;
y en lo que respecta al Proyecto de Ley del procedimiento administrativo
común, enmiendas 327 a 380.


Para su defensa, tiene la palabra la senadora Sequera.


La señora SEQUERA GARCÍA: Gracias, señor presidente. Buenas
tardes, señorías.


En el Proyecto de Ley de régimen jurídico del sector público
hemos registrado 48 enmiendas al texto, que paso a detallarles
brevemente. Nuestras 3 primeras enmiendas buscan clarificar y dotar de
mejor técnica legislativa a este proyecto de ley. Con la enmienda 233
proponemos limitar el contenido de la norma a las disposiciones que solo
son aplicables a la Administración del Estado y al sector público
estatal, suprimiendo las disposiciones de carácter básico aplicables a
todas las administraciones públicas. Para esto, se propone el cambio del
título a Proyecto de Ley de organización y funcionamiento de la
Administración General del Estado y del sector público estatal.


La enmienda 234 propone reordenar los títulos, capítulos y
artículos del proyecto de ley mediante la creación de un libro I, con la
rúbrica «Régimen jurídico del sector público», que recoja las
disposiciones aplicables a todas las administraciones públicas y de un
libro II, «De la Administración General del Estado y del sector público
estatal», que recoja las disposiciones que no tienen ese carácter
básico.


La siguiente enmienda, la 235, corrige el ámbito de aplicación de
la ley, regulado en el artículo 2, para recuperar el ámbito subjetivo de
la normativa vigente sobre el régimen jurídico de las administraciones
públicas y evitar que el texto propuesto invada la autonomía en materia
de organización y funcionamiento que recoge la Constitución a las Cortes
Generales y a otros órganos constitucionales.


La enmienda 237 modifica el artículo que regula las encomiendas
de gestión de actividades materiales o técnicas para posibilitar que
estas puedan ser realizadas tanto por entidades de derecho público, como
por entidades de derecho privado, siempre que se integren en el sector
público respectivo.


Las enmiendas 239 y 240 modifican el artículo 25 para mantener la
regla vigente, avalada por el Tribunal Supremo, de no aplicabilidad de
los principios de la potestad sancionadora al ejercicio de la potestad
disciplinaria de las administraciones públicas respecto del personal a su
servicio y de quienes estén vinculados a ellas por una relación
contractual.


Las enmiendas 242, 243 y 275 modifican el capítulo 5 del título
preliminar para adecuar su contenido al objeto del mismo, excluyendo los
aspectos reglamentarios. Se trata de recoger solo algunas disposiciones
generales sobre el uso de los medios electrónicos para el acceso de los
ciudadanos y para el funcionamiento y relación entre estas. Por tanto, se
suprimen los artículos que tienen un marcado carácter reglamentario o que
deben estar recogidos en la regulación sectorial de la materia.


La enmienda 244 corrige la organización propuesta de la
Administración General del Estado para que esté integrada exclusivamente
por ministerios, manteniendo la regulación actual, mucho más racional,
que excluye a la presidencia del Gobierno.


Las siguientes tres enmiendas —245, 246 y 247—
recuperan el texto vigente de la Ley de organización y funcionamiento de
la Administración General del Estado sobre la regulación de las funciones
de los ministros, los secretarios de Estado y los subsecretarios.


Hemos registrado un conjunto de enmiendas —250 a 254 y 257
y 258— para clarificar y mejorar la composición y clasificación del
sector público institucional estatal que regula el artículo 84. Una de
las críticas del dictamen del Consejo de Estado era la relativa a la
supresión de la figura de la agencia estatal dentro de los organismos
públicos vinculados o dependientes de la Administración General del
Estado. Con las enmiendas 250, 254, 270 y 274 recuperamos este tipo de
entidades, que ofrecen mucha más flexibilidad al esquema organizativo del
sector público institucional del Estado. En otro sentido, no compartimos
la idea de incluir como parte del sector público institucional estatal a
las autoridades administrativas independientes, a las universidades
públicas no transferidas y a los fondos sin personalidad jurídica. Las
enmiendas 251, 252, 253, 257, 258 y de la 263 a la 268 modifican el texto
en este sentido.


Siguiendo con las recomendaciones del Consejo de Estado, también
conviene la adaptación de la definición de los organismos públicos
estatales, que regula el artículo 88, ya que no comprende las autoridades
administrativas independientes, como las que se encargan de la
supervisión o regulación de sectores económicos. La enmienda 255 modifica
esta definición y la enmienda 256 corrige esto mismo en el artículo 95,
que regula la gestión compartida de servicios comunes.


Asimismo, la enmienda 260 propone modificar el régimen de
responsabilidad aplicable a los miembros de los consejos de
administración de las sociedades mercantiles estatales para explicitar
que solo la responsabilidad patrimonial que corresponda al empleado
público, miembro del consejo, será directamente asumida por la
Administración General del Estado.


En este mismo sentido, la enmienda 262 modifica el artículo 135,
donde se regula la responsabilidad del empleado público como miembro del
patronato de una fundación estatal.


La enmienda 271 suprime la disposición adicional vigésima, ya que
no está justificado que el Fondo de reestructuración ordenada bancaria,
el FROB, se pueda considerar como autoridad administrativa independiente,
dado que de los 9 miembros de la comisión rectora del FROB, todos
natos, 5 son altos cargos de la Administración General del Estado.


Las enmiendas 272 y 273 incluyen dos disposiciones adicionales
para clarificar que el Consejo de Seguridad Nuclear, el Instituto
Cervantes, el Museo Nacional del Prado y el Museo Nacional Centro de Arte
Reina Sofía se regirán por su legislación específica y supletoriamente
por esta ley, dadas las particularidades específicas de la gestión de
estas entidades.


Finalmente, con la enmienda 276 pretendemos suprimir la
disposición final tercera, que incluye modificaciones de la ley del
Gobierno que requerirían de una iniciativa legislativa específica y, por
tanto, de una tramitación independiente de este proyecto de ley.


Y en cuanto al Proyecto de Ley del procedimiento administrativo
común de las administraciones públicas, hemos presentado las
enmiendas 327 a 380. La 327 y la 328 se refieren al título, al contenido
y al objeto de la ley, porque entendemos que es necesario mantener la
estructura normativa propia del derecho administrativo tal y como la
conocemos, manteniendo en un solo texto los aspectos del régimen jurídico
y del procedimiento administrativo de todas las administraciones
públicas.


La enmienda 329 pretende suprimir el apartado 2 del artículo 1,
porque creemos excesiva la reserva de ley para trámites adicionales,
siendo más adecuado regularlos por normas reglamentarias.


La enmienda 330 pretende mantener el redactado de la Ley 30/1992,
para facilitar la interpretación y evitar por ello que las sociedades
mercantiles o fundaciones se rijan por el derecho administrativo. Y
proponemos añadir un nuevo artículo 2 bis, donde se regulen las normas
relativas a la abstención de intervención en un procedimiento.


En el capítulo que se refiere a los interesados en el
procedimiento, hemos presentado las enmiendas 332 a 335. Concretamente,
la 333 pretende una adición en el primer párrafo del apartado 1 del
artículo 6, donde se recoge el cumplimiento de las garantías que
establece la legislación de protección de datos en los registros
electrónicos de apoderamientos, tal como recomienda el dictamen del
Consejo de Estado.


En la enmienda 335 consideramos la necesidad de hacer mención
expresa a la asistencia del personal de la Administración al interesado
en el caso de examinar el expediente por medios electrónicos, sobre todo
cuando se trate de personas mayores o con discapacidad o desconocimiento
de sistemas informáticos.


En el capítulo que trata las normas generales de actuación hemos
presentado las enmiendas 336 a 346. En ellas entendemos que el registro
de salida debe ser obligatorio y no potestativo. Es un dato relevante
para el cómputo de plazos. También pretendemos garantizar que aunque los
registros sean electrónicos las oficinas de registro físicas se
mantengan. Se establece la obligación genérica de que el administrado
debe cooperar con la Administración y evitar la intervención
indiscriminada por parte de esta sin amparo legal. También pretendemos
garantizar al interesado la información sobre el responsable de cada
procedimiento a los efectos que se deriven y correspondan. No creemos
conveniente que se puedan superar los plazos máximos de tramitación, y se
debe establecer que el sentido negativo del silencio administrativo se da
cuando la Administración es la que realiza la transferencia o cesión de
facultades relativas al dominio público o al servicio público, y recoger
expresamente el sentido negativo cuando se reclamen importes a la
Administración. También debe aclararse que en la desestimación por
silencio administrativo el plazo para la presentación de recursos sobre
la desestimación queda abierto antes del acto de notificación de
resolución expresa, y no después.


Al capítulo de términos y plazos hemos presentado las
enmiendas 347 a 350. En ellas establecemos que es innecesario el cómputo
de plazos por horas porque inducen a confusión. En las enmiendas
presentadas recogemos también la jurisprudencia de las sentencias del
Tribunal Supremo, donde se entiende que el día que expira el plazo será
el día equivalente a aquel en que tuvo lugar la notificación. Debe
establecerse también que la ampliación de plazos y la declaración de
trámite de urgencia debe surtir efectos para todos los interesados en el
procedimiento y no exclusivamente a quien lo haya solicitado.


En el capítulo de eficacia de los actos, hemos presentado las
enmiendas 351 a 353. No compartimos que se consideren nulas de pleno
derecho solamente las resoluciones que vulneren una norma reglamentaria
sin considerar los demás rangos de normas, porque se está modificando de
esta manera el régimen de nulidades del derecho administrativo.
Entendemos que la enmienda da mayor seguridad jurídica. También debe
recoger el texto, como garantía legal, la debida constancia acreditada de
la notificación en el expediente.


En cuanto a nulidad y anulabilidad, hemos presentado las
enmiendas 354 y 355, en el sentido de determinar qué se entiende por
requisitos esenciales para la adquisición de facultades y derechos en
relación con la nulidad. Esto ofrecería más seguridad jurídica. Y también
deben incluirse como causa de nulidad aquellos actos que vulneren el
derecho de la Unión Europea.


En el capítulo de iniciación del procedimiento, hemos presentado
las enmiendas 356 a 362 en los siguientes términos: por un lado, se
pretende fijar un plazo para actuaciones previas del procedimiento, y por
otro, definir las condiciones en las que se pueden dictar medidas
provisionales e incluir la obligación de notificar, conceder trámite de
audiencia y derecho de recurso antes de dictar las medidas provisionales,
para mayor seguridad jurídica, tal como establece el informe de Consejo
General del Poder Judicial.


La supresión del apartado 6 del artículo 66 es fundamental para
garantizar y facilitar el acceso mediante la prestación de solicitudes de
los administrados. Supone erradicar el principio antiformalista, y,
consecuentemente, una quiebra en nuestro derecho administrativo. Es
necesario establecer una posible ampliación del plazo de presentación de
documentación porque es una realidad irrefutable que en muchos casos no
depende del propio administrado sino de otras instituciones que demoran
en facilitar la documentación necesaria.


Al capítulo sobre la instrucción del procedimiento hemos
presentado las enmiendas 363 a 365. En ellas se pretende suprimir el
apartado 1 del artículo 77, porque no procede mezclar el enjuiciamiento
civil en el procedimiento administrativo, solo genera confusión y puede
llegar a vulnerar garantías a los ciudadanos. Incluimos, tal como
establece el informe del Consejo General del Poder Judicial, que el valor
probatorio de hechos constatados por funcionarios solo se considerará
cuando la constatación haya sido personal y directa.


Al capítulo de finalización del procedimiento, hemos presentado
las enmiendas 366 y 367. No consideramos oportuno establecer en qué casos
el instructor deba ser también quien resuelva. En atención a la
jurisprudencia, entendemos necesario introducir la previsión de que no
interrumpirán la prescripción los recursos administrativos o judiciales
seguidos para obtener la declaración de nulidad y que la caducidad
producirá automáticamente el alzamiento de las medidas
provisionales.


A la tramitación simplificada del procedimiento hemos presentado
la enmienda 368, en la cual pedimos que se suprima el apartado 2 del
artículo 98, porque entendemos que la medida corresponde a un reglamento
de recaudación.


A la revisión de los actos en vía administrativa, hemos
presentado la enmienda 369, porque entendemos que es necesaria la
obligatoriedad de la notificación a los interesados de la declaración de
lesividad.


A los recursos hemos presentado las enmiendas 370 a 375.
Atendiendo a la doctrina administrativa, entendemos necesario que el
recurso de alzada sea potestativo, facilitando el acceso del interesado a
la justicia contencioso-administrativa sin dilaciones. Debe considerarse
interpuesto en plazo el recurso dirigido a un órgano incompetente para su
resolución, a causa de una omisión en la notificación de los recursos que
procedan o de error en la notificación, ante el órgano al que procede
presentar el recurso. Debe aclararse de forma expresa que la caducidad se
aplica también en procedimientos contractuales de resolución. Eso
mejoraría la seguridad jurídica, tal como dictamina el Consejo de
Estado.


En el título VI se regula la iniciativa legislativa y hemos
presentando la enmienda 376. La iniciativa legislativa y la potestad
reglamentaria tienen carácter de institución jurídica, por lo que es más
oportuna su regulación en una norma de rango legal única. Por eso,
pedimos la supresión del Título VI entero.


Para finalizar, hemos presentado la enmienda 379 a la disposición
final séptima, con la pretendemos dejar constancia de que es fundamental
para facilitar a los municipios de menos de 5000 habitantes la adaptación
a la norma, por tener menores recursos, tanto humanos como
financieros.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senadora Sequera.


El Grupo Parlamentario de Convergència i d’Unió ha
presentado las enmiendas 41 a 87 y 134 a 139 al Proyecto de Ley de
régimen jurídico, y las enmiendas 117 a 144 al Proyecto de Ley del
procedimiento administrativo común. Para su defensa, tiene la palabra el
senador Bel.


El señor BEL ACCENSI: Muchas gracias, señor presidente.


Aunque subo con muchos papeles, voy a intentar ser breve en la
defensa de las enmiendas. Doy por defendidas todas las enmiendas, las
veintisiete que hemos presentado al Proyecto de Ley de procedimiento
administrativo común, y el resto, la números 41 a 87, que hemos
presentado al Proyecto de Ley de régimen jurídico del sector
público.


Muy brevemente me voy a centrar en las enmiendas 117 a 144,
presentadas al Proyecto de Ley de procedimiento administrativo común de
las administraciones públicas. Más allá de algunas enmiendas de carácter
más o menos técnico, la mayoría de estas enmiendas —la 117 al
artículo 6, la 118 al artículo 9, la 119 al artículo 10, la 120 al
artículo 12, la 121 al artículo 13, la 122 al artículo 13, y así
sucesivamente; no las voy a nombrar todas— tienen un denominador
común, que es que con esta ley no se está regulando lo que nosotros
entendemos por legislación básica, sino que se llega al detalle minucioso
no solo en cuanto a la legislación de desarrollo, sino también
reglamentaria, e incluso en algún caso, de orden ministerial. Nos parece
que deja sin margen a comunidades autónomas y a corporaciones locales,
que la capacidad de organizarse en algunos ámbitos para estos dos niveles
de Administración desaparece completamente, y que, obviamente, no respeta
el estatuto de Cataluña —ni otros, pero el que a nosotros nos
importa es el de Cataluña—. Por tanto, todas estas enmiendas van
encaminadas en muchos a casos a suprimir la aplicación a comunidades
autónomas y entidades locales, porque son ellas las que deberían
regularlo, y a flexibilizar este concepto de legislación básica, que en
esta ley, como en otras, ustedes hacen extremadamente extensivo.


Voy a tratar con más detalle —aunque tampoco mucho—
las enmiendas al Proyecto de Ley de régimen jurídico del sector público.
Aquí también tenemos claramente una invasión de competencias en relación
con la Generalitat de Catalunya y a este respecto hemos presentado
algunas enmiendas. También hay algunas de carácter técnico, aunque son
las menos.


Las enmiendas 53 a 57 se refieren a los convenios, porque
entendemos que no tiene sentido limitar los convenios a cuatro años ni
que los convenios suscritos por el Estado solo tengan validez si
posteriormente se les dota de presupuesto, lo que nos parece una
situación asimétrica y que genera inseguridad al resto de
administraciones que tengan que firmar convenios con la Administración
General del Estado.


Las enmiendas 58 a 60 afectan a los artículos que regulan las
funciones de los delegados y subdelegados, esencialmente en aquellas
competencias que se les asignan de coordinar las administraciones, las
corporaciones locales o la Administración autonómica. Entendemos que esta
no es la función de un delegado o de un subdelegado en pleno siglo XXI y
en un Estado descentralizado como pretende ser el español. Quizá alguna
de estas funciones sea más propia de los antiguos gobernadores civiles
que de los delegados y subdelegados actuales.


Respecto a las enmiendas 61, 62 y 63, referentes a la regulación
del inventario, nosotros consideramos que estos inventarios, regulados de
forma tan detallada, son razonables para la Administración del Estado
pero no para las corporaciones locales y las comunidades autónomas, de
acuerdo con su capacidad de autogestión y autoorganización. Por ello, las
enmiendas van encaminadas a eliminar la aplicación de los artículos 82
y 83 a la Administración Local y a las comunidades autónomas.


Las enmiendas 64 y 65 hacen referencia a las entidades públicas
empresariales, y las enmiendas 66, 67, 68 y 69, a los consorcios, en los
que detectamos excesiva fijación por parte del legislador por regular
hasta detalles casi insignificantes. En todo caso, nos consta que se ha
llegado a una transaccional en relación con la enmienda 175, del Grupo
Parlamentario Vasco, que mejora algo el redactado, aunque mantenemos
estas cuatro enmiendas relativas a los consorcios.


Las enmiendas 70 y 71 se refieren a las relaciones
interadministrativas; las enmiendas 72 a 75, a las conferencias
sectoriales, y la enmienda 76, a las comisiones bilaterales, que ustedes
llaman de cooperación. Las conferencias sectoriales, desde nuestra
óptica, no tienen que coordinar nada. Cuando uno coordina está por encima
de los coordinados, con lo cual se socava su concepción inicial. La
verdad es que la regulación de las conferencias sectoriales —lo ha
dicho algún portavoz a lo largo de este debate— se la podrían haber
ahorrado perfectamente, y seguramente hubiesen generado muchos menos
problemas de los que va a generar esta regulación. Más allá de los
comportamientos estratégicos que pueda tener algún consejero, pretenden
ser una llamada al orden a aquellas comunidades autónomas díscolas
respecto a la política fijada por el Gobierno del Estado. Por tanto,
entendemos que se deberían suprimir. No las hemos suprimido en todos los
artículos, pero si ustedes se fijan en las enmiendas, prácticamente todas
van encaminadas en esta dirección.


Las enmiendas 77 y 79, referentes a las relaciones electrónicas
entre las administraciones, también van en la misma línea. Tendrían que
ser la Administración Local y la autonómica las que regulasen el alcance
de estas relaciones con sus administrados.


La enmienda 80 hace referencia al Consejo de Seguridad Nuclear,
para que se continúe regulando a través de una legislación
específica.


En todo caso, doy por defendidas todas las enmiendas.
Simplemente, me gustaría volver a hacerles la reflexión que les he hecho
antes. Tendríamos que hablar de legislación básica. Sin embargo, esta no
es legislación básica; es una intromisión clara en el ámbito competencial
de las comunidades autónomas, y ya les avanzo que la Generalitat de
Cataluña va a recurrir estas leyes si se aprueban con los contenidos que
están encima de la mesa. Más allá de la buena voluntad de los portavoces
del Grupo Popular y de la cordialidad, intuyo que no ha habido capacidad
de negociar ninguna enmienda con nuestro grupo. Por tanto, aunque fijaré
mi posición en el turno de portavoces, les adelanto ya que será contraria
a la ley en la medida en que esto no se solvente, y dudo que pueda
hacerlo.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Bel.


El Grupo Parlamentario Socialista ha presentado un veto a la Ley
del régimen jurídico de la Administración pública, las enmiendas 185
a 232 y la vuelta al texto remitido por el Congreso en lo modificado por
el informe de la ponencia como consecuencia de todas las enmiendas
introducidas en su texto; así como las enmiendas 273 a 326 al Proyecto de
Ley del procedimiento administrativo común de las administraciones
públicas.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Díaz Tejera.


El señor DÍAZ TEJERA: Gracias, presidente. Con su venia.


Lo comprendo: si estuviera en su lugar, sería mejor para mí; en
vez de aguantar sucesivos, múltiples y variados chaparrones dialécticos
por goleada, los concentraría para que fueran menos las goleadas y los
chaparrones dialécticos. Lo entiendo. Pero, sinceramente, sin ánimo de
incitarlo a que me vuelva a llamar vanidoso, soberbio y faltón, como hizo
en la comisión, por explicarle diversos asuntos jurídicos, le diré que
llevo varias décadas dando clase de Derecho Administrativo en la Facultad
de Derecho.


Cualquier senador puede presentar cualquier ley, de lo que sea:
de mecánica cuántica, de cosmología o de derecho administrativo,
cualquiera. Solo que, antes de llegar a la comisión o al Pleno, tiene que
haberse informado de los que han estudiado mecánica cuántica, cosmología
o sobre partidos de fútbol. Da igual, cualquier asunto que conozca un ser
humano puede conocerlo cualquier otro sin ningún problema. Y este no es
un debate entre juristas, eso es una estupidez; es un debate entre los
que trabajan en un ámbito concreto del derecho, que no es solo el derecho
público en general, sino una rama específica: el derecho administrativo;
como decía Werner, el derecho administrativo es el derecho constitucional
en concreto. Y así, cuando se debate la diferencia entre un recurso y
otro, la caducidad o la prescripción, la nulidad o la anulabilidad, la
diferencia de regulación en el ámbito del derecho privado o del derecho
público, puede ocurrir lo que me dijo una vez un senador y con mucha
razón: «Oye, no expliques las cosas, no hace falta, tú di: Esto es lo que
pensamos, y se acabó». El que lo entienda, bien, y el que no, también. Lo
que ocurre es que me es imposible hablar de ello sin tratar de
explicarlo, de razonar, motivar y exteriorizar hasta el más mínimo
argumento para intentar convencer. Si no es así, no hay conversación,
sino monólogos sucesivos, y del debate parlamentario no se entera nadie,
a excepción, no de todos los ponentes, sino de aquellos que se hayan
leído todo el texto, y no solo la exposición de motivos, el articulado o
las disposiciones, sino los informes de los órganos consultivos.


Por eso, antes, cuando apunté las características de los dos
textos, le dije que son restrictivos de los derechos de la ciudadanía,
porque había una práctica del principio antiformalista, que existe en el
ámbito del derecho administrativo y no en el ámbito procesal, no en el
ámbito privado. Incluso le puse un ejemplo que siempre utilizo en la
facultad, el de una señora de Tenteniguada, de la montaña de Gran
Canaria, que a lo mejor no sabe ni leer ni escribir, pero que, con su
modestia dice: «No me gusta pagar tanto dinero por la tasa de la basura.
Estoy en contra.» Eso, al escribirlo con esa sencillez, aunque no use
ninguna expresión ritual como: «Esto es un recurso de alzada ante VE... y
bla, bla, bla» —todo ese tipo de expresiones rituales que les
gustan a los que creen que saben Derecho y no se enteran—, si tiene
voluntad impugnatoria, ya es un recurso. No importa que no le llame así:
es un recurso, porque prima el principio antiformalista.


Pues bien, algo que ya había consolidado el Tribunal Supremo, que
establece que eso es un recurso aunque no lo llame así, porque prima el
principio antiformalista, se lo cargan aquí. ¿Por qué se lo cargan?
Porque se establece que hace falta un modelo de solicitud para dirigirse
a la Administración pública, y si alguien usa otra expresión distinta a
ese modelo, otro modelo distinto, o no ha llegado a tiempo a coger una
copia de esa instancia para dirigirse a la Administración y usa otro
castellano, por ejemplo, a mano, no se acepta a trámite. ¿Cuántas veces
tiene uno que explicar que ninguna ley exige que las instancias tengan
que presentarse a ordenador o a máquina, y que a mano valen? ¿Cuántas
veces, cuando uno tiene en ese momento un bolígrafo en rojo y va a firmar
en rojo, le dicen: ¡No, no firmes en rojo, que eso no se puede hacer!?
¿Pero qué tontería es esa? ¿Qué ritualización de cartón piedra es esa que
no está en ningún lado? Se puede firmar de cualquier manera, en cualquier
color, y mientras uno lo exprese en un castellano claro, no se exige
ninguna otra cosa.


Ese principio antiformalista se lo cargan aquí, porque en
determinados asuntos, si no se usa la solicitud tal cual se ha
establecido por la Administración no se acepta a trámite esa solicitud.
Eso supone la denegación del principio antiformalista y es un retroceso
en términos de derechos de ciudadanía.






¿Por qué hay confusión? ¿Por qué
hay inseguridad jurídica? Porque teníamos una Ley de régimen jurídico de
administraciones públicas y procedimiento administrativo común y
cualquier servidor público, cualquier opositor en toda España, acudía a
ese texto y sabía a lo que acudía. Ahora, al separarlo y al mezclar cosas
del procedimiento en la ley del régimen jurídico y las del régimen
jurídico en la del procedimiento, se generan espacios de confusión sobre
el contenido del texto, transmuta órganos políticos de colaboración
voluntaria entre distintas comunidades autónomas y los convierte en una
Administración pública que dicta actos, resoluciones.


Señor Bel, para precisarle esta parte de la que hemos estado
hablando, le diré que el Gobierno de España sí puede hacer esto que le
estoy diciendo, puede hacerlo: pero no en la conferencia sectorial.
Cuando son competencias en las que se ejercen funciones de coordinación,
el coordinante está exactamente en función de su superioridad —lo
tiene consolidado el Constitucional— cuando es un acto o una
resolución del Estado como Administración pública; esa función sí la
puede hacer, pero no es la conferencia sectorial el vehículo para hacerla
posible. Ese es el planteamiento: que las conferencias sectoriales dan a
luz fórmulas de cooperación multilateral, pero no son una Administración
pública territorial que tiene la potestas de dictar actos, ni mucho menos
normas del Estado, y ni mucho menos hacer interpretaciones de normas; no
lo pueden hacer, no es su función.


Hemos planteado un conjunto de enmiendas. Yo no voy a explicar
las noventa enmiendas en estos veintitrés minutos y veintitrés segundos
que me quedan, porque no me daría tiempo, pero sí me gustaría que
pudieran acusar recibo de los argumentos que esgrimo; no de lo que
esgrimí en comisión, porque ya han tenido tiempo de consultar y de que
les escriban textos para leer aquí, sino de lo que ahora estoy razonando
para intentar ver cuáles son las tesis por las que no se acepta
esto.


Por ejemplo, en muchas ocasiones les he planteado: ¿Por qué no se
regula la figura del presidente en los órganos colegiados? No está
contemplado. Puede darse el caso de que haya órganos colegiados sin un
presidente que convoque, presida, abra y cierre la sesión. No se plantea
en los artículos 15 a 18 la regulación de los órganos colegiados en las
tareas y competencias del secretario. Se puede dar el caso de un órgano
colegiado que esté presidido y dirigido por un secretario con un conjunto
de competencias que en la actualidad no son propias de un
secretario.


En el artículo 19.3.c), ¿por qué se impide la abstención? ¿Por
qué se le prohíbe a un servidor público que en un órgano colegiado se
pueda abstener, si no está identificado con la conclusión que se pueda
adoptar? (El señor vicepresidente, Lucas Giménez, ocupa la
Presidencia).


En el artículo 109.2, para mí es un misterio inescrutable por qué
razón se establece la independencia de la autoridad administrativa
independiente de todo interés económico y comercial. ¿Qué quiere decir
eso, que de otros intereses que no sean económicos ni comerciales sí
puede ser dependiente? No, yo creo que el prelegislador —como se
dice ahora— quiere decir que esa autoridad administrativa
independiente lo sea de cualquier grupo de interés o de cualquier interés
público o privado, una fórmula omnicomprensiva que excluye cualquier tipo
de dependencia de esa autoridad administrativa.


Considero que han mejorado el texto en la antigua disposición
adicional tercera, que hoy es la segunda, respecto al enganche de las
comunidades autónomas. Antes, el sistema electrónico tenía una fórmula en
virtud de la cual, si no te enganchabas al sistema de interoperatividad
que respetaba el esquema nacional de seguridad, tenías que demostrar que
tu sistema era más eficiente; si demostrabas que era más eficiente,
podías tener el tuyo; si no demostrabas que el tuyo era más eficiente, te
tenías que enganchar al de la Administración General del Estado previo
pago; si no pagabas, no te podías enganchar. Modificaron esa disposición
adicional tercera, ahora está la disposición adicional segunda y lo
plantea de una forma mucho más general.


Antes les explicaba las enmiendas relativas al sistema de
recursos. ¿Por qué razón en el sistema de recursos sigue imponiéndose que
los recursos sean un requisito de procedibilidad, sean un presupuesto
procesal exigible para que la ciudadanía pueda acceder a lo
contencioso-administrativo? Yo sigo sin entenderlo. Si el planteamiento
es ampliar derechos de la ciudadanía, dejemos al ciudadano o a la
ciudadana que presente el recurso de alzada, si así lo quiere, para que
un órgano superior evalúe la decisión de un órgano inferior, y si no
quiere presentarlo, que no lo haga. Es decir, si quiere acudir
directamente a la jurisdicción contenciosa, lo puede hacer, y si no
quiere, que lo deje. En cualquier caso, que sea algo que decida el propio
ciudadano o la propia ciudadana.


Por eso les decía esas tres líneas en mi análisis: restricción de
derechos de ciudadanía, confusión e inseguridad jurídica, y la autonomía
política o local, la autonomía para la gestión de sus propios intereses,
que no vuelvo a explicar porque lo he hecho ya en dos ocasiones y no he
acusado recibo de lo dicho aquí. No hablo de lo fantaseado y no dicho
pero hay que decir, no, señorías, me refiero a lo específicamente dicho
aquí.


Les quiero hablar de la enmienda 298, porque hay algo que no
entiendo. Se plantea el tema de la nulidad y la anulabilidad. Como
ustedes recordarán, la nulidad es una patología absoluta, la más grave;
en ella se hace la ficción jurídica de que nunca ha existido ese acto. La
anulabilidad en cambio tiene efectos desde el momento en el que se
declara en adelante. Pero, insisto, en la nulidad se hace la ficción
jurídica, que se remonta atrás en el tiempo, y desde que se dicta, ya ese
acto es nulo —es decir, se borra a todos los efectos, por tanto,
nunca ha existido—. Como he dicho, se trata de una patología muy
grave, que se repele, se expulsa, se le echa fuera del ordenamiento
jurídico y que supone indemnizaciones, y que el paso del tiempo no lo
subsana. En el caso de la anulabilidad, el paso del tiempo puede subsanar
y hay un plazo de cuatro años para iniciar el procedimiento. Pero, como
digo, el caso de la nulidad absoluta es una patología tan grave que el
ordenamiento hace la ficción de expulsarlo del ordenamiento, de
indemnizar y no poner un plazo concreto.


Pues bien, señorías, ¿por qué razón no se acepta la enmienda en
la que planteamos que cuando se va contra el Derecho de la Unión Europea
—que es de efecto directo y preeminente respecto del
nacional—, es nulo de pleno derecho, y sin embargo sí se acepta la
nulidad cuando se vulnera una disposición reglamentaria? Yo no lo
entiendo. Lo apropiado es que si se puede en lo menos, que es cuando se
vulnera una disposición reglamentaria —cualquier decreto u orden,
una circular o un bando de un ayuntamiento, de las que hay cientos de
miles—, se pueda en lo más. Insisto, ¿por qué se plantea la nulidad
cuando se vulnera una disposición reglamentaria, que es una norma
subordinada y complementaria a la ley, que concreta y especifica el
mandato general y abstracto de la ley, y no se plantea cuando se vulnera
el Derecho de la Unión Europea, que, insisto, es preeminente sobre el
nacional y de aplicación directa? Me gustaría, pues, que me argumentaran
algo al respecto.


He escogido de las noventa enmiendas que hemos presentado las que
me parecen que no deberían tener problema en ser acogidas por ustedes
desde el punto de vista de la voluntad que les anima. Enmienda 286.
Fíjense ustedes qué paradoja: en el ámbito criminal un ciudadano puede
mentir, tiene derecho a hacerlo, no tiene por qué incriminarse y ¿por
qué, entonces, se plantea en el ámbito administrativo una fórmula tan
genérica como que los ciudadanos están obligados a colaborar con la
administración pública, a facilitar las inspecciones y a facilitar los
informes? Lo que mi grupo plantea en esta enmienda 286 es la
obligatoriedad de colaborar en los supuestos previstos por la ley. No
puede ser que para unos determinados bienes jurídicos, que son los
primarios, esté establecido que el ciudadano pueda mentir en lo que le
afecta, en tanto que en el ámbito de la administración pública se le
imponga la obligación de una forma genérica. Nosotros proponemos que se
plantee de una forma tasada y en los supuestos previstos por la ley.


Paso a explicarles otras enmiendas. Por ejemplo, la enmienda 232,
que presentamos por el propio prestigio del texto que sale. Es decir, el
título competencial que tiene el texto es el artículo 149.1.18. Ustedes
hablan del artículo 149.1, puntos 13 y 14. Les recuerdo que el Consejo de
Europa ridiculiza la cita de esos dos puntos del artículo 149.1. Ahora no
vamos a estar compitiendo, leyendo unos y otros los párrafos que más
convengan a las tesis que defendemos, pero les aseguro que en la
introducción del informe del Consejo de Europa se explica perfectamente
que el artículo 149.1.13, sobre la planificación económica general, y
el 149.1.14, sobre las bases de la Hacienda no tienen nada que ver con
este asunto, que el título competencial que da pie a estas leyes es
el 149.1.18, sobre las bases jurídicas de las administraciones públicas.
De ahí la propuesta de la enmienda 232.


Además, hay dos enmiendas, la 231 y la 230, que tienen que ver
con los canarios, con los de Baleares, con los de Ceuta y con los de
Melilla. La enmienda 231 precisa la situación de las bonificaciones de
los pasajeros y los vehículos cuando se trasladan de unas islas a otras
—porque no está contemplado el supuesto de los vehículos—. La
enmienda 230 es relativa a una reforma que se hizo en el año 2013 en la
Ley de Presupuestos del Estado, que a mí me parece de una crueldad que no
se soporta en nada. El transporte de las personas con movilidad reducida
desde que llegan al aeropuerto hasta el avión, hasta el año 2013 estaba
dentro de la bonificación, sin embargo, a partir de esta Ley de
Presupuestos de 2013 se ha excluido. Nosotros proponemos que se vuelva a
incorporar con la misma regulación que estaba antes de 2013 y que se
incluya en esa bonificación.


A través de la enmienda 226 planteamos que se mantenga la figura
de las agencias estatales, porque las que han sido creadas han dado buen
resultado. Pero no hay que confundir esto con los fondos. Yo antes le
preguntaba si me podía decir un fondo sin personalidad jurídica y me
contestó que el FLA. Yo le dije: ¡Magnífico! A continuación le hacía una
segunda pregunta —porque para eso le había hecho la primera—:
¿Usted cree que el FLA es una administración pública? ¿Verdad que no? El
FLA no es una administración pública, es un fondo de recursos, es un
fondo de dinero. Entonces, ¿por qué razón, siendo un fondo sin
personalidad jurídica —aunque está en el sector público—, lo
meten como si fuera una administración pública? Incluso el FROB
—F-R-O-B, por si acaso tienen dificultades por mi acento para
entenderlo— se plantea como una administración pública, pero no es
una unidad organizativa de la administración pública, sino un instrumento
de ordenación del ámbito financiero.


La enmienda 225 coincide con otra exposición anterior respecto al
Consejo de Seguridad Nuclear, tiene su legislación específica.


La enmienda 227 tiene que ver con la Ley de acceso electrónico de
los ciudadanos a los servicios públicos. Es una ley que estaba ya en
vigor. Todo lo que planteó el ministro esta mañana —que tenía que
ver con esto, no con las funciones de agente inmobiliario vendiendo
casas— cuando hablaba de la Ley del régimen jurídico del sector
público —aunque de la ley de procedimiento administrativo no dijo
nada— respecto a la administración electrónica está ya en esta
Ley 11/2007, de 22 de junio.


Vuelvo a plantear en lo que tiene que ver con la enmienda 190 la
posibilidad de que se extienda a todo servidor público que esté presente
en un órgano colegiado. Además, en la enmienda 273 sugerimos de nuevo
recuperar la denominación. ¿Por qué estos dos textos en sí mismos no se
llaman ley de régimen jurídico y administraciones públicas y
procedimiento administrativo común? No habría ninguna dificultad. ¿Por
qué, si tiene que ver con la vieja materia? Pero, aunque a mí no me ha
gustado esto, lo he acatado porque ese ha sido el criterio que se ha
seguido. El argumento que se me da es que es discrecional. ¡Pues, claro,
podía ser tanto de una manera como de otra! Si hasta ahora ha sido así,
desde el año 1992 —ha pasado casi un cuarto de siglo— y ha
dado un buen resultado —porque seguimos viviendo de la
Ley 30/1992—, y dado que el argumento histórico es falso, ¿por qué
no mantenerlo en esos términos?


La enmienda 193 se refiere a la prohibición de la analogía en el
ámbito de las infracciones. Prohibir la analogía en el ámbito de
infracciones es correcto cuando esa analogía perjudica al presunto
infractor, pero cuando no es así, cuando es en favor del presunto
infractor, entonces sí hay que mantenerla. De ahí la propuesta de la
enmienda 193.


La enmienda 280 se refiere a un error conceptual, a cuando se
habla de que son nuevos interesados. Realmente no son nuevos interesados,
ya eran interesados cuando se inició el expediente; otra cosa es que los
autores del expediente desconocieran la existencia de esas personas. De
ahí la sugerencia de no llamarles nuevos interesados, sino interesados
desconocidos en ese momento.


Enmienda 297, la declaración de urgencia para una parte
—para una parte no, es una expresión incorrecta porque las partes
son en el proceso—, repito, la declaración de urgencia debería ser
no para uno de los interesados en el procedimiento sino para todos los
interesados en el procedimiento, porque, si no, se da una desigualdad en
el tratamiento de los intereses que se están evaluando en ese
procedimiento administrativo.


En la enmienda 283 se hace una sugerencia respecto al registro de
la administración pública. ¿Por qué razón? Porque de igual forma que todo
lo que entra se tiene que registrar, también da una gran seguridad
jurídica si todo lo que sale se tuviera que registrar. A mí me gustaría
que ustedes me pudiesen argumentar qué tienen en contra de que todo lo
que salga de una administración pública se registre —fecha y a qué
administración o a qué autoridad se dirige—. ¿No les da seguridad
jurídica a todos los que participan en el procedimiento si en vez de la
palabra «podrán registrarse», se pone la palabra «deberán registrarse? Da
seguridad en todo el tráfico jurídico público.


Enmienda 282. La expresión «los derechos» está dirigida
exclusivamente a los que tienen capacidad de obrar. Vamos a hacer una
precisión. En un expediente administrativo no solo participan los mayores
de edad, también un menor de edad cuando afecta a sus intereses
—por ejemplo, un estudiante de secundaria al que le afecta un
expediente que está en la Consejería de Educación de su comunidad o en
territorio del ministerio—. Por eso, la expresión que hay que poner
ahí tiene que ver con todos los ciudadanos, no solo con los que tienen
capacidad de obrar.


¿Qué intento plantear con todas estas enmiendas? Que hay que
tratar de proporcionar en la medida de lo posible menos confusión y más
seguridad jurídica de como está planteado en los dos textos. Que hay que
intentar paliar ese esfuerzo que se hace con las conferencias sectoriales
de imponer, como si fueran una especie de sargento de hierro —como
aquella película de Clint Eastwood, en la que el sargento de hierro
impone a los otros cuál debe ser su comportamiento—, que solo sea
posible cuando un acuerdo lo conviertan en acto, resolución o norma del
Estado. Si se convierte en eso, entonces sí hay un instrumento
—porque es una administración territorial que exige su respeto y
vincula a todos—, pero si solo son acuerdos políticos entre
representantes públicos, no están obligados, insisto, porque, si no, la
mayor parte de ellos, estén o no de acuerdo, van a seguir diciendo de
manera preventiva: Por si acaso, para que no me obliguen ante la
jurisdicción contenciosa, prefiero decir que no estoy de acuerdo; así, el
grado de vinculatoriedad será distinto.


Tengo especial interés en conocer cuáles son los argumentos que
ustedes esgrimen en relación con los recursos administrativos. ¿Por qué
razón creen que es imprescindible que los recursos administrativos se
tengan siempre que interponer y que no sea potestativo de cada ciudadano
o ciudadana interponerlo, si quiere, y que pueda ir directamente a la
jurisdicción contenciosa, si quiere? Cuando se plantean las reclamaciones
civiles o laborales tienen un sentido distinto, y en este caso sí
planteamos algunas sugerencias como que se avise en el ámbito de la
jurisdicción social, porque eso supone cambios en el procedimiento
laboral. Pero en el caso de los recursos administrativos, el recurso de
reposición ya es potestativo, que lo que dictó el órgano lo reconsidere o
no. En el caso del recurso de alzada está establecido como un presupuesto
procesal, como un requisito de procedibilidad, como un requisito para
admitir o no el recurso contencioso-administrativo. Si antes no ha
interpuesto el recurso de alzada —siendo preceptivo—, no
puede interponer el recurso contencioso-administrativo. Y dado que la
inmensa mayoría —ya lo he explicado en esta sesión varias
veces— de los recursos de alzada no son estimados y que la propia
administración que tiene una relación de jerarquía de un órgano con otro,
el que ha establecido un criterio, ¿qué sentido tiene perder un montón de
meses para que un tercero imparcial —que llama Perfecto Andrés
Ibáñez el tercero en discordia— pueda decir si esa decisión de la
administración pública se ajusta o no al ordenamiento jurídico?


Son propuestas cargadas de voluntad de mejora de los dos textos,
que me parecen absolutamente razonables y sensatas, y espero con
auténtica pasión ver cuáles son las razones que se esgrimen para no
aceptarlas.


Como ya le había dicho en dos ocasiones al señor Represa en su
momento —lo voy a repetir, a ver si a la tercera hay alguna
posibilidad— aquello de Pedro García Cabrera —el poeta
gomero— de «A la mar fui por naranjas/cosa que la mar no tiene/metí
la mano en el agua/ la esperanza me mantiene», espero que en esta ocasión
al meter la mano en el agua, señora, haya alguna naranjita para echarnos
ahora pues todavía no hemos almorzado.


Gracias, presidente.


Amigo Guillot, me sobran tres minutos y diecinueve segundos.
(Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador Díaz
Tejera.


Turno en contra.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la senadora
Romero.


La señora ROMERO BAÑÓN: Gracias, señor presidente.


Senador Díaz Tejera, aunque soy de la Comunidad Valenciana, no sé
si tendré alguna naranja para darle, pero intentaré explicarle y
razonarle por qué las enmiendas no han podido ser aceptadas.


En primer lugar sí me gustaría —como ya hice en la
comisión— agradecer a todos los portavoces de los grupos en el
Senado su trabajo y su colaboración en la aportación de estas enmiendas.
Hemos podido transaccionar dos enmiendas con el Grupo Vasco y no hemos
podido aceptar ninguna más, lamentándolo mucho, después de un estudio
detallado de cada una de ellas.


No coincidimos, evidentemente, en que en estas dos leyes que se
debaten en esta Cámara haya restricción de derechos a los ciudadanos y
haya invasión de competencias de las comunidades autónomas. Intentaré
explicarlo a lo largo de mi intervención.


Una de las enmiendas comunes a ambos proyectos de ley ha sido por
qué se establecía en un cuerpo único legal, cuando no en dos cuerpos
legales. Evidentemente, como ha dicho antes mi compañero, no obedece a
ningún criterio técnico, podían perfectamente haber estado reguladas en
dos cuerpos legales, pero eso es competencia y discrecionalidad del
legislador, y el legislador ha considerado conveniente legislarlos y
regularlos en dos cuerpos diferentes: uno, para recoger las relaciones
entre las administraciones —entre ellas,
interadministraciones—, y otro, para recoger y regular las
relaciones entre las administraciones y los interesados, siempre teniendo
como base y como prioridad el interés y el beneficio de los
ciudadanos.


Me tienta, señor Díaz Tejera, saltarme el orden —creo que
lo voy a hacer— que tenía y empezar del final al principio
contestando en lo que pueda a tres de sus enmiendas.


Cuando se habla de los fondos públicos sin personalidad —y
además está recogido en la ley—, en ningún caso se dice. Se regula
por primera vez y se recoge dentro de una legislación básica que no
estaba, no con ningún carácter restrictivo, sino simplemente con el
carácter de que esté recogido de una manera muy básica en una legislación
básica de Ley del sector público. Creo que es lo correcto, no se incluye
como administración pública, y si usted se ha leído la ley —yo
también tengo la mala costumbre de leerme las cosas—, sabrá que
está en el apartado segundo dentro de las entidades del sector público,
no de la administración pública; se recoge de una manera muy breve. Su
única finalidad era que, ya que no estaba regulado en ninguna ley básica
y sí se estaban ejecutando —por ejemplo, el FLA—, hubiese una
legislación que lo recogiese. No ha habido ninguna otra finalidad a la
hora de referirse a los fondos sin personalidad jurídica.


Estoy de acuerdo con usted en cuanto a que cualquier administrado
acuda a la administración y que el papel que presente sirva como un
recurso, pero es que la ley no dice lo contrario. La ley lo único que
dice es —además, es lógico, lo escriba en papel de servilleta, en
papel de folio, a mano o a máquina—, nombre y apellidos de la
persona que lo solicita para identificarse, objeto —qué es lo que
recurre—, a quién va dirigido y qué es lo que pide. Así lo recoge
la ley; establece que las administraciones, en el caso de que lo puedan
hacer electrónicamente, les deberán facilitar un modelo, que los
interesados, señor Díaz Tejera, podrán o no utilizar; luego, su uso es
voluntario. Es una obligación de la administración ponerlo a su
disposición, pero es un uso voluntario que hace o no el administrado, y
la administración, evidentemente, si es voluntario, tiene la obligación
de recogerlo. Por tanto, no existe esa restricción de derechos a la que
usted hacía referencia en este apartado.


Sigo un orden porque me gustaría contestar en la medida que el
tiempo me lo permita a todos los grupos parlamentarios. Quiero decir que
tampoco se pueden aceptar aquellas enmiendas que pretenden incluir de una
manera detallada los principios de no discriminación, de igualdad de
oportunidades e inclusión de las personas con discapacidad y garantizar
la accesibilidad porque ya está aplicándose, ya está recogido entre los
principios generales de las relaciones interadministrativas. En estos
principios están recogidas la garantía y la igualdad en el ejercicio de
los derechos de todos los ciudadanos en sus relaciones con las diferentes
administraciones.


Se ha debatido también, sobre todo por CiU, PNV, los grupos
nacionalistas, sobre los convenios y la invasión de competencias en esta
materia. En absoluto estamos de acuerdo, y después de haber estudiado sus
enmiendas, lamentablemente no vamos a poder aceptarlas porque entendemos
que no se excede de los límites de lo básico ni se impide el desarrollo
normativo por la comunidad autónoma. Consideramos que la regulación de
los convenios tiene que tener un carácter básico, que el objetivo
fundamental de este proyecto de ley es regular por vez primera de una
manera completa un régimen jurídico común y de carácter básico de todos
aquellos convenios suscritos por las administraciones públicas, por las
entidades y por los organismos públicos, vinculados o dependientes, o por
las universidades públicas. ¿Y ello para qué? Pues, señorías, para
garantizar una mayor seguridad jurídica, para tener un mejor control de
la sostenibilidad financiera, de los compromisos que se hayan adquirido
vía convenios. Para ello, como muy bien ha hecho referencia el senador
Díaz Tejera en sus argumentos, el Estado se apoya en el título
competencial que le otorga el artículo 149 de la Constitución española,
que, en su punto 18, atribuye la competencia para regular las bases del
régimen jurídico de las administraciones públicas, y en sus puntos 13
y 14, la competencia exclusiva para establecer las bases y llevar a cabo
la coordinación de la planificación general de la actividad económica y
la competencia sobre la Hacienda general. Sobre esa base competencial hay
que regular unos contenidos mínimos que deben caracterizar a un convenio,
para que este reúna unas mínimas garantías jurídicas. ¿Y ello, por qué?
Porque si reúne esas mínimas garantías jurídicas, va a ser independiente
de quien lo subscriba, porque se va a poder mejorar su control económico,
se va a poder garantizar mucho mejor su sostenibilidad financiera y, en
definitiva, se va a poder lograr una gestión más eficaz de los
recursos.


Con estos objetivos se cubre por primera vez una laguna jurídica
que tantas veces había puesto de manifiesto la jurisprudencia y la
doctrina para ganar en seguridad jurídica, y, además, se recogen
expresamente las propuestas contenidas en el Informe 878 del Tribunal de
Cuentas, de 30 de noviembre de 2010. ¿Por qué? Porque en él se
recomendaba la sistematización del marco legal de los convenios, su
tipología y el establecimiento de los requisitos para su validez. También
decía que había que tener relación con los convenios de colaboración que
se subscriben entre entidades dependientes y la Administración General
del Estado y que, como no estaba previsto su registro en esos convenios
que suscribían las entidades locales con la Administración General del
Estado, era muy difícil cuantificar su número y el volumen de recursos
que se canalizan por esta vía. El Tribunal de Cuentas además destaca
expresamente —leo textualmente— que «la definición del objeto
es deficiente, lo cual reviste especial importancia a efectos de
delimitar el convenio y fijar el alcance de las obligaciones asumidas. Se
ha podido comprobar —y sigo leyendo textualmente— la
existencia de deficiencias, como la ausencia de causas de regulación y de
extinción distintas del transcurso del plazo de vigencia.»


Por tanto, señorías, siguiendo las recomendaciones fijadas por el
Tribunal de Cuentas, para regular el régimen jurídico de los convenios se
incluye por primera vez un régimen jurídico completo, básico y exhaustivo
de los convenios que, en absoluto, invade las competencias de las
comunidades autónomas; y no las invade porque las comunidades autónomas
pueden dictar la normativa de desarrollo que estimen oportuna. Pero es
cierto que para otorgar una mayor seguridad, y puesto que también estamos
hablando de dinero público, es necesario que haya una legislación básica
unitaria en todo lo relativo a los convenios. Además, siguiendo las
recomendaciones del mismo Tribunal de Cuentas, también decimos que es
necesario regular los consorcios, a los que luego me voy a referir.


Me gustaría detenerme en las enmiendas a las que se ha referido
el Grupo Vasco, la senadora Martínez, en lo relativo al capítulo II,
sobre las competencias de los delegados del Gobierno, los ministros y los
secretarios de Estado, y el senador Bel. No estoy en absoluto de acuerdo
con ellos. No las hemos podido aceptar porque no entendemos que invadan
competencias de las comunidades autónomas —precisamente lo que se
evita es la duplicidad en ámbitos competenciales— y la finalidad
del proyecto es racionalizar la estructura administrativa de la
Administración General del Estado. Por ello, se apuesta por una
administración periférica —que serían delegaciones y
subdelegaciones del Gobierno— para tener un funcionamiento
administrativo mucho más ágil, se reordenan las competencias —no se
asumen ni se amplían— entre los órganos superiores y directivos de
los departamentos ministeriales y se mejora la eficiencia y
funcionamiento de los órganos de colaboración y apoyo del Gobierno,
reordenando y completando sus funciones, y así, se facilita y posibilita
la tramitación de asuntos por procedimientos electrónicos. En ningún
caso, hay invasión de competencias de las comunidades autónomas.


Tampoco se puede aceptar la enmienda de CiU, relativa al carácter
básico del sistema de supervisión continua del sector público, porque
entendemos que es fundamental contar con unos principios generales que
rijan la forma de actuar de las entidades y de los organismos autónomos
que sean comunes y básicos para el conjunto del sector público
institucional. Hay que señalar también que el Tribunal Constitucional ha
configurado el régimen jurídico de las administraciones públicas como una
materia que incluye, al menos, la regulación de la composición,
estructura y competencia de los órganos de las administraciones públicas,
así como su organización.


En todo caso, señorías, la supervisión continua se establece como
un principio general y básico, y será cada administración la que decida
cómo ejecutarlo.


En cuanto a las enmiendas que se refieren a la supresión de la
gestión compartida de los servicios comunes, quiero decir que es una
enmienda que no se ha podido aceptar porque lo que se pretende con este
proyecto es seguir un criterio racionalizador y lograr una mejor y mayor
eficiencia en los recursos.


En relación con los consorcios, donde sí hemos podido
transaccionar dos enmiendas con el Grupo Parlamentario Vasco, quiero
decir que se considera necesario mantener la regulación con carácter
básico del régimen de los consorcios y que también se ha regulado este
proyecto siguiendo las recomendaciones del informe 1106 del Tribunal de
Cuentas sobre la fiscalización de los consorcios del ámbito local
—ahí sí había problemas— y era algo que habían puesto de
manifiesto los interventores de estos consorcios. Había una regulación
legal insuficiente y una imprecisa redacción de muchos de los estatutos,
lo que era una fuente de inseguridad jurídica. Para solventar esta
laguna, se ha recogido por primera vez en este proyecto una regulación
completa y común de los consorcios, aclarando su definición y sus
actividades, así como su presupuesto, su régimen de personal,
etcétera.


Tampoco se pueden admitir aquellas enmiendas que pretenden
eliminar el principio de coordinación porque esto es algo reconocido y
recogido por la sentencia del Tribunal Constitucional y más recientemente
por la sentencia 111, de 24 de mayo de 2012, que dice que la coordinación
es una facultad que guarda estrecha conexión con las normas y las
competencias normativas, de modo que el titular de estas últimas ostenta
aquella facultad como complemento inherente, encontrándose ínsita no solo
en toda competencia básica, sino en la facultad de coordinación. Esa
facultad de coordinación es la que nos hace enlazar con la defensa de las
conferencias sectoriales y justificar el rechazo a las enmiendas que se
han presentado a las mismas. Los acuerdos de las conferencias sectoriales
no invaden competencias de ninguna Administración ni tampoco de las
comunidades porque solamente tienen carácter obligatorio para aquellas
que los suscriban y hayan votado favorablemente. Si una comunidad
autónoma no quiere que tenga carácter obligatorio, no tiene más que no
votarlo. Únicamente son obligatorios cuando el Estado ejerce funciones de
coordinación, funciones de coordinación que el propio Tribunal
Constitucional —como acabamos de mencionar— le otorga y que
además tiene su base en el artículo 149 de la Constitución. Por lo tanto,
no ha habido invasión de competencias de las comunidades autónomas.


Refiriéndome detalladamente a las enmiendas del Grupo Socialista,
a las que se ha referido el senador Díaz Tejera, relativas al transporte
marítimo, tengo que señalar que esa bonificación a la que usted se ha
referido en los viajes interinsulares para los residentes en Canarias,
Baleares, Ceuta y Melilla era de un 25 % y aceptar la enmienda que
ustedes pretenden sería ampliarla al 50 %. Esa bonificación se puso
cuando era competencia de la Administración General del Estado. Cuando
esa competencia se pasó a las comunidades autónomas, el Estado en un
primer momento pensó en suprimirla, pero para descargar y no presionar
más el presupuesto de las comunidades autónomas la siguió manteniendo.
Pero su enmienda pretende duplicarla en un 50 %, cosa que no es
posible.


En cuanto a lo de los residentes, las bonificaciones en los
billetes de los residentes y de los vehículos, quiero decir, como usted
muy bien sabe, que esto está sujeto a una normativa europea y la
normativa europea es restrictiva en esta materia. En este sentido, el
reglamento de la Comisión de 17 de junio de 2014 dice que solamente
pueden ser subvencionables aquellas que reúnan los requisitos del
artículo 51 y en ese artículo se habla exclusivamente del transporte de
pasajeros, pero en ningún caso se le permite, ni con una extensa
interpretación, que se pueda ampliar esa subvención a los vehículos. Por
lo tanto, no se pueden aceptar.


Voy a referirme muy brevemente a la salida de documentos, porque
no dispongo de más tiempo. Usted sabe, senador Díaz Tejera, que la
notificación surte efectos cuando la recibe el interesado, la salida es
una cuestión de ordenación, que podría hacerse a efectos reglamentarios,
pero lo importante es que se regule, se proteja y se priorice el derecho
de los ciudadanos y se facilite el acceso de los mismos a las
administraciones, y tal y como está regulado se amplía. Se podría hacer,
como algo voluntario, de hecho se está haciendo en muchas
administraciones, que ya tienen un registro de salida, más que nada por
cuestión de orden, pero la notificación surte efectos cuando se recibe. Y
en cuanto a los recursos, el recurso de reposición siempre ha sido
potestativo y el de alzada en algunos casos también lo es, usted sabe que
en algunos casos lo es.


También quiero referirme, brevemente, a las enmiendas que se han
planteado a la Ley de procedimiento administrativo. Los títulos
independientes, en cuanto a la potestad sancionadora y a la
responsabilidad patrimonial de la Administración, se considera que no era
muy ventajoso tal y como estaba regulado anteriormente en la Ley de 1992.
Consideramos que puede agilizar más los procedimientos el estar recogidos
en dos trámites especiales dentro de la misma ley que en procedimientos
independientes, que ocasionaban más confusión y más inseguridad
jurídica.


En cuanto a los colectivos, también se ha hecho mención a los
colectivos obligados al uso de medios electrónicos, no podemos estar de
acuerdo con las enmiendas presentadas porque los colectivos obligados a
relacionarse a través de medios electrónicos han sido objeto de un
análisis en el grupo de trabajo interministerial que se ha creado en
materia de Administración electrónica y este proyecto recoge la realidad
que ya existe en otros ámbitos, como el tributario y el de Seguridad
Social, donde las empresas se están relacionando así con la
Administración y la verdad es que casi el 90 % tienen conexión con
Internet y les resulta mucho más ágil , más eficaz y más cómodo poder
utilizar este medio, sin perjuicio de que se recoge en la ley que habrá
siempre un funcionario para ayudar a las personas que no quieran utilizar
la vía telemática y opten por la ventanilla.


Por lo que se refiere al deber indeterminado de colaboración de
las personas con la Administración, tampoco se aceptan las enmiendas
referentes al mismo porque la redacción que se propone es mucho más
garantista que la que proponen las enmiendas planteadas. En primer lugar,
como novedad, se incluye una limitación al deber de colaboración, igual
que la prevista en las normas procesales, de modo que el interesado no
tiene que proporcionar a la Administración la información solicitada
cuando su revelación atente contra el honor, contra la intimidad personal
o familiar o suponga la comunicación de datos confidenciales de terceros,
de los que tengan conocimiento, por la prestación de servicios
profesionales.


De igual manera, tampoco se aceptan todas las enmiendas relativas
a la responsabilidad, a la obligación de resolver y al silencio
administrativo, a las que se ha referido el senador Iglesias, del Grupo
Mixto, porque se apartan todas ellas del espíritu de este proyecto.
Señorías, tampoco pueden aceptarse las enmiendas que se refieren a la
publicación de la notificación en el BOE, consecuencia de la Ley de
racionalización que se debatió el año pasado en esta Cámara, también en
septiembre, y que ha dado muy buenos resultados porque se crea mayor
seguridad jurídica ya que todos los interesados saben que tienen un único
tablón o un boletín al que acudir, sin perjuicio de que las comunidades
autónomas también puedan, si quieren, publicarla en los suyos, pero el
estatal es el que va a servir de guía y para dar seguridad jurídica a los
ciudadanos.


Ya ha hecho mención mi compañero a las reclamaciones previas, y
eso sí se ha suprimido, senador Díaz Tejera, porque tampoco aportaba ni
agilidad ni facilidad a los administrados. Era un requisito previo para
interponer un contencioso que alargaba y dilataba el procedimiento
indebidamente. (Rumores). Estaremos en ello, lo estudiaremos. Creemos que
es mucho más ágil la redacción que se da en este proyecto.


Por último, y refiriéndome a todas aquellas enmiendas que abogan
por la supresión del título VI, entendemos que debe mantenerse en la ley
por varias razones. Primero, porque contribuye a superar la dispersión
normativa existente sobre la materia, incrementando la seguridad jurídica
de los interesados. Segundo, porque garantiza el derecho de los
ciudadanos al que alude el artículo 105 de la Constitución, ya que hasta
ahora ninguna ley con carácter básico garantizaba este derecho de los
ciudadanos en el procedimiento de elaboración de normas con independencia
de la Administración que los impulsase. Tercero, porque permite
incorporar las recomendaciones internacionales en lo que se refiere a una
mejor evaluación ex ante y ex post de la calidad normativa. Y, por
último, porque los ciudadanos y las empresas tendrán una mayor seguridad
sobre los principios, sobre los trámites que tienen que seguir en
cualquier procedimiento de elaboración de la normas, con independencia de
la Administración, sea General del Estado, autonómica o local, que ejerza
esa iniciativa normativa.


Señorías, espero haber aclarado —por lo menos, aunque no
convencido, sí aclarado— por qué no podemos aceptar las enmiendas
que ustedes han presentado. Creemos que el proyecto de ley recoge en
líneas generales lo que era bueno de la Ley de procedimiento del año 1992
y mejora aquellas cosas de esa ley en las que la experiencia ha
demostrado que podría ser mejorable.


Por eso, nos vemos obligados a rechazar sus enmiendas.
Simplemente, incorporamos las nuestras y las dos transaccionadas con el
Grupo Vasco en el Senado, que lo que intentan es mejorar técnicamente el
mismo.


Muchísimas gracias. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senadora
Romero.


Pasamos al turno de portavoces.


Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra el senador
Iglesias.


Senador Iglesias, ¿va a compartir el turno con algún miembro más
del Grupo Mixto? (Denegaciones).


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente. Nadie me
ha comentado nada al respecto.


Intervengo para concluir la presentación de las enmiendas que
hemos formulado a estos proyectos. Me había quedado en las que
correspondía al artículo 95 del Proyecto de Ley del procedimiento
administrativo.


El artículo 95 regula la caducidad.






Presentamos una enmienda al
apartado 1 para que el interesado pueda eliminar la causa de paralización
a él imputable transcurrido el plazo que le fue concedido si lo hace
antes de que se le notifique la resolución de archivo.


En el apartado número 3, nuestra enmienda plantea introducir la
previsión de que tampoco interrumpirá la prescripción los recursos
administrativos o judiciales para obtener la declaración de caducidad
para introducir la previsión de que la caducidad produce el alzamiento
automático de las medidas provisionales y para introducir que en el
procedimiento sancionador, si se produce la caducidad, no cabe iniciar un
nuevo procedimiento sancionador, y en los no sancionadores sí se puede
iniciar un nuevo procedimiento, pero por una única vez.


En el artículo 96, que regula la tramitación simplificada del
procedimiento administrativo común, se introducen diversas mejoras
técnicas. Solo podrá acordarse antes del trámite de audiencia seguir este
procedimiento. Se fija en cinco días el plazo para que los interesados
manifiesten su oposición si lo consideran oportuno, basta que lo solicite
uno de los interesados en el caso de que sean varios, pero si habiéndolo
solicitado alguno, otros se oponen, se debe seguir el procedimiento
ordinario. También para que haya trámite de audiencia cuando la
resolución sea favorable, pero solo de forma parcial.


El artículo 97 regula la ejecución, apartado 2, para que en la
notificación por parte de la Administración de la ejecución material de
la resolución se conceda un plazo de quince días para que se pueda
desarrollar un cumplimiento voluntario por el administrado y, además, se
le informe de la posibilidad que tiene de pedir la suspensión.


Proponemos una enmienda al artículo 99, relativo también a la
ejecución forzosa, para que se notifique y conceda un plazo no inferior a
quince días para el cumplimiento voluntario.


Respecto al apartado 2 del artículo 102 relativo a la ejecución
subsidiaria, proponemos que cuando la Administración no realice esta
ejecución subsidiaria con medios propios, busque como alternativa la
solicitud de tres presupuestos y en la adjudicación descarte el que sea
más elevado.


Enmendamos también el artículo 104, compulsión para las personas,
para que también se conceda un plazo de quince días para el cumplimiento
voluntario antes de proceder a estas medidas de compulsión.


Se propone una enmienda al artículo 106, revisión de actos y
disposiciones nulos, para que el acuerdo de iniciación de este
procedimiento sea notificado a los interesados concediéndoles un plazo de
diez días para que formulen alegaciones y aporten pruebas al
respecto.


Enmendamos el artículo 107, declaración de lesividad de actos
anulables, para que también se notifique a los afectados el acuerdo de
iniciación, y el artículo 108, para que en los procedimientos de
declaración de lesividad, el órgano competente no pueda acordar la
suspensión —sí lo puede hacer en el caso del artículo 106— y,
en todo caso, si lo considera oportuno, solicite esa suspensión en el
procedimiento contencioso-administrativo. En este sentido se pronunciaba
el informe del Consejo de Estado.


El artículo 109, revocación de actos y rectificación de errores,
mantiene una redacción que reproduce la de la Ley de procedimiento
administrativo de 1958, y planteamos como alternativa una ampliación de
la redacción para que se determine el órgano competente, la obligación de
notificar el inicio del procedimiento a los administrados, la obligación
de conceder trámite de audiencia a los mismos, la notificación de la
resolución, la fijación de un plazo máximo para resolver y los efectos
del silencio. Adicionalmente, se introduce que cabe incluso la revocación
de los actos impugnados mientras no haya una resolución administrativa o
judicial firme.


Proponemos una enmienda al artículo 115, apartado 2,
interposición de recursos, para que se entienda presentado en plazo aquel
que se dirija a órgano incompetente cuando se haga siguiendo las
indicaciones de la notificación del acto recurrido —así lo sienta
la jurisprudencia— por haber sido un error de la
Administración.


En relación con el artículo 117, apartado 3 de la ejecución,
enmendamos para que aquella sea automática si transcurre un mes desde que
se solicitó y no hay una resolución expresa, y también para que se
reconozca la imposibilidad de que una resolución expresa posterior
revoque la suspensión. Así se deduce de la doctrina sentada por la
sentencia del Tribunal Supremo de 2 de diciembre de 2011. En cuanto al
apartado 4, proponemos que la prolongación de la suspensión sea también
automática cuando, agotada la vía administrativa, el interesado lo
solicite en caso de que haya medidas cautelares.


En relación con el artículo 118.1, audiencia del interesado, se
suprime el último inciso que impide la aportación en vía de recurso de
pruebas no aportadas en el procedimiento; es una enmienda acorde con la
jurisprudencia reiterada.


También presentamos dos enmiendas al artículo 119.3, resolución,
para que la aplicación de la prohibición de la reformatio in peius, como
en otras enmiendas anteriores, se haga teniendo en cuenta cada pretensión
concreta y para que se añada un apartado nuevo, el 4, con la finalidad de
que la impugnación de un acto o resolución que afecte a una pluralidad,
si es formulada por uno de ellos y en el caso de que consiga la
estimación de su recurso, se facilite a los demás afectados instar la
ejecución de la resolución anulatoria del acto.


Proponemos otras dos enmiendas al artículo 120, la primera para
cambiar la rúbrica, añadiendo a la actual, «Pluralidad de recursos
administrativos», la frase «Acumulación de recursos administrativos», y
la segunda para la adición de un apartado 4 que regule este último
extremo de la acumulación en un sentido análogo a lo que se establece en
la Ley general tributaria.


Artículo 122, plazos. En este caso hemos presentado una enmienda
para trasladar las previsiones de la normativa tributaria a los casos en
que se desestima el recurso por silencio y, posteriormente, la
Administración resuelve de forma expresa.


Artículo 123, recurso potestativo de reposición. En este caso, al
final del apartado 1 añadimos que, si se trata de actos dictados por
delegación, el recurso sea resuelto por el órgano delegado.


Respecto al artículo 124, la enmienda plantea una regulación
similar a la propuesta en el artículo 122, para el caso de que se
desestime el recurso de reposición por silencio y, posteriormente, se
produzca una resolución expresa. Finalmente, proponemos un nuevo
artículo 126 bis, con el fin de mantener las reclamaciones previas en vía
civil y en vía laboral.


Muchísimas gracias, señor presidente.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador
Iglesias.


Por el Grupo Parlamentario Vasco, tiene la palabra la senadora
señora Martínez.


La señora MARTÍNEZ MUÑOZ: Gracias, señor presidente.


Intervengo desde el escaño brevemente, porque, después de todas
las intervenciones, tanto en comisión como aquí en el Pleno, es difícil
ser original a estas alturas de la tramitación del proyecto de ley. Me
gustaría, sin embargo, hacer una valoración general, tristemente
negativa, de este proyecto de ley, por lo que el mismo supone de invasión
competencial. Este es uno más de los hijos de la CORA, ese órgano que el
Partido Popular y el Gobierno han elevado casi, casi a niveles de rango
constitucional. En vista de cómo ha sido la tramitación de todos los
proyectos de ley del Ministerio de Administraciones Públicas durante esta
legislatura —todos y cada uno de ellos recogidos en el propio
informe de la CORA y a los que las comunidades autónomas ya han dado
respuesta—, solo podemos decir que si tiene que darse el debate
competencial, se dé abiertamente. Lo dije en la comisión y lo he vuelto a
repetir en el turno de defensa de las enmiendas: si tiene que darse ese
debate, que se dé abiertamente, pero lo que no es de recibo es que todos
y cada uno de los proyectos de ley que vienen del Ministerio de Hacienda
hurten siempre competencias a las comunidades autónomas y, en menor
medida, a los entes locales. El bloque de constitucionalidad es de
obligado cumplimiento para todos —para ustedes y para
nosotros— y mientras esto sea así, entiendo que la lealtad
institucional obliga a que cada Administración pública trabaje en el
ámbito de las competencias que le han sido atribuidas.


Por lo tanto, y lamentándolo mucho, reitero la posición negativa
de nuestro grupo parlamentario a este proyecto de ley. No obstante, como
no puede ser de otra manera, vuelvo a manifestar nuestra disposición, hoy
y siempre, a negociar cuantos proyectos de ley tenga a bien aprobar el
Gobierno.


Gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senadora
Martínez.


Por el Grupo Parlamentario de la Entesa, tiene la palabra la
señora Sequera.


La señora SEQUERA GARCÍA: Señor presidente, intervengo también
desde el escaño, porque voy a ser muy breve, ya que dudo de que mis
palabras logren cambiar la postura del Partido Popular y le hagan
reconsiderar tanto las enmiendas que hemos presentado como los vetos.
Teniendo en cuenta que los informes del Consejo de Estado y del Consejo
General del Poder Judicial no lo han conseguido, dudo mucho de que mis
palabras les convenzan.


Sí me gustaría destacar dos aspectos que creo importantes. En
primer lugar, aunque ustedes reiteren que no se invaden competencias
autonómicas, yo les digo que sí, y prueba de ello son los informes de
varias comunidades autónomas que constan en el expediente de tramitación
de ambos proyectos de ley. En segundo lugar, le querría recordar que
miles de ayuntamientos —aunque la ley no entrará en vigor hasta
dentro de un año desde su publicación en el BOE, además de contar con
otro año para poder adaptarse y cumplir la ley— van a tener que
adecuarse al registro electrónico general, van a tener que adecuarse al
registro electrónico de apoderamientos, van a tener que poner un punto de
acceso general electrónico, un archivo único electrónico, adaptar
programas informáticos y equipos informáticos, adherirse a plataformas,
poner al día al personal o acceder a conexiones seguras y de capacidad
suficiente; y todo ello sin gasto alguno, gratis. Yo no me lo creo, y
supongo que la mayoría de senadores de la oposición tampoco se lo creen.
Lo que me preocupa es que ustedes sí se lo crean. Les recuerdo que de
los 8110 municipios de toda España, 6800 son de menos de 5000 habitantes
y van a tener que hacer frente a estos gastos.


Y por último, me gustaría leerles un párrafo: «En definitiva, el
enfoque que inspira la reforma proyectada articulada en torno a los dos
anteproyectos de ley de referencia no entronca con la tradición
jurídico-administrativa de nuestro ordenamiento, antes bien supone una
quiebra del esquema hasta ahora seguido en el derecho administrativo
positivo español, generando una fractura del tratamiento sistemático que
tradicionalmente han recibido el régimen de organización y funcionamiento
de las administraciones públicas y la regulación del procedimiento
administrativo. Tal ruptura, lejos de servir al fin de la clarificación y
simplificación que pretender alcanzarse, introduce una notable confusión
en el ordenamiento, planteando una serie de inconvenientes que evidencian
la rigidez del esquema seguido y su insuficiencia para lograr una
adecuada regulación de tales materias». Página 7 del dictamen del Consejo
de Estado del Proyecto de Ley del procedimiento administrativo
común.


Nosotros creemos que no son unas leyes oportunas, que no ofrecen
simplificar la acción administrativa ni la organización de las
administraciones públicas y que no arrojan claridad normativa, más bien,
inseguridad jurídica, por lo que rechazamos, como hemos expuesto en los
vetos, las leyes presentadas.


Gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senadora
Sequera.


Por el Grupo Parlamentario de Convergència i d’Unió, tiene
la palabra el senador señor Bel.


El señor BEL ACCENSI: Muchas gracias, señor presidente.
Intervengo desde el escaño.


Esta mañana el ministro nos recordaba que el Senado era Cámara de
segunda lectura y la verdad es que cuando uno constata la tramitación de
las leyes durante los últimos meses, concretamente, estas dos, me parece
que nos pueden suprimir porque es una Cámara de segunda lectura que no
sirve para nada. La Ley de procedimiento administrativo común de las
administraciones públicas va a salir como entró en esta Cámara. Ni una
coma se ha introducido.


Ha habido mucha pericia por parte de los compañeros diputados
porque deben tener el oráculo de la sabiduría. Nosotros, señorías, hemos
de constatar nuestra poca pericia, nuestra ignorancia, porque hemos
presentado veintisiete enmiendas a la Ley de procedimiento administrativo
común y ninguna ha alcanzado la posibilidad de ser admitida. También
hemos de constatar nuestra impericia, nuestra poca sabiduría, respecto a
la Ley del sector público, porque nuestras veinticinco enmiendas tampoco
han sido objeto de consideración más allá de un estudio llevado a cabo
con cariño por los portavoces del Grupo Popular.


En todo caso, ustedes están constituyendo el esqueleto
legislativo de un Estado que, quieran o no quieran, es un Estado mucho
más centralista, que de Estado descentralizado no tiene nada y un Estado
que menoscaba las posibilidades de las administraciones locales y
autonómicas. Es el Estado que ustedes quieren, el que ustedes
—legítimamente, pues han tenido las mayorías que han tenido—,
han decidido constituir. No se extrañen si hay una parte de este Estado
que se siente totalmente incómodo en esta configuración.


Entendemos que a partir de la semana que viene, cuando el
Congreso de los Diputados —y no quiero decir que no haya habido
mejoras en alguna cuestión, porque sería absurdo— apruebe estas dos
leyes, en general, estaremos peor de lo que estábamos. Estas dos leyes,
en global, no mejoran, no superan la Ley 30/1992, que es la que vamos a
suprimir.


Por tanto, presidente, simplemente constato nuestra impericia y
nuestro objetivo de intentar mejorar, para ver si de aquí al final de
legislatura —no queda mucho— somos capaces de que alguna de
nuestras enmiendas llegue a prosperar.


Muchas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador señor
Bel.


Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el senador Díaz
Tejera.


El señor DÍAZ TEJERA: Gracias, presidente.


En primer lugar, permítame, señor presidente Lucas, que abuse de
la condición de ponente del Grupo Socialista para hacer uso de mi
condición de canario y decir que, si ya en el ámbito de los billetes
aéreos está contemplado el 50 %, no creo que haya obstáculos desde el
punto de vista del derecho de la Unión Europea para que eso se plantee en
el ámbito del transporte por barco. La verdad es que no es un argumento
esgrimido originalmente por este senador, sino que fue don Francesc
Antich, senador por las islas Baleares, quien me lo explicó y razonó.
Hablé también con Julio Cruz, senador de la Comunidad Autónoma de
Canarias, y no hablé antes con María del Mar Julios, porque ya no me daba
tiempo por estar conversando con ellos sobre el tema. Le ruego, señora
Romero, que lo mire usted, porque, insisto: si ya en el ámbito aéreo está
contemplado el 50 %, no veo que se planteen dificultades para que también
esté en el ámbito del transporte marítimo. Primer asunto.


Segundo asunto. Dígame usted alguna razón por la que hay
inseguridad jurídica en el ámbito de la responsabilidad patrimonial del
Estado, la responsabilidad patrimonial de las administraciones públicas,
o en el ámbito del procedimiento sancionador. Son dos normas jurídicas de
naturaleza reglamentaria, las dos vigentes desde el año 1993 y que están
surtiendo efectos en la actualidad. Se exige que sea una acción
individualizable, vinculada al servicio público por funcionamiento de
alguna Administración pública o algún servicio de gestión indirecta, que
se pueda evaluar económicamente y sea indemnizable. Y, a partir de que
los médicos digan que la evolución de esa persona ya no puede
modificarse, a partir de ese momento tiene un año para ejercer la acción
de responsabilidad patrimonial de la Administración pública. Es un
procedimiento muy claro, de responsabilidad objetiva, y que no genera
duda alguna. Desde el año 1993 hasta el presente no ha habido problemas
de inseguridad jurídica al respecto. (El señor presidente ocupa la
Presidencia).


Y en relación con el procedimiento sancionador en el ámbito
administrativo, es lo mismo. Las conquistas y garantías que se han
obtenido en el uso del ius puniendi, de la obligación de reprochar, de
reprimir, de castigar que tiene el Estado cualquier comportamiento
incívico o que vulnere el ordenamiento jurídico, esas garantías que se
han conquistado en el ámbito de lo penal, se han trasladado al ámbito de
lo civil. Son las mismas modulaciones. Quizá la diferencia esté en torno
al derecho a abogado en turno de oficio, pero, como digo, las garantías
están consolidadas tanto en el ámbito penal como en el ámbito
sancionador. No hay una diferencia de naturaleza jurídica entre los dos,
insisto, en el ámbito criminal y en el ámbito sancionador administrativo.
Forman parte del mismo ius puniendi del Estado. Luego no había razón
alguna para sacarlo de ahí e incorporarlo en ese otro texto.


Yo puedo aceptar —porque usted ha sido una señora en su
comportamiento, muy elegante, y le agradezco que se haya leído el texto y
que no solamente me haya dicho cuál es su posición, sino que la haya
esgrimido, la haya razonado; y le acuso recibo de ese buen estilo y se lo
agradezco mucho—, le puedo aceptar, repito, que usted me diga:
Mire, preferimos que en lugar de estar ahí, esté aquí. Tanto puede ser
que a uno le guste que esté ahí como que esté ahí. Bien, si es que usted
me dice que es algo discrecional, libérrimamente escogido en cada momento
por el Gobierno de turno y por el grupo parlamentario que lo apoya. Eso
lo puedo entender, pero no el argumento de que si sigue estando como en
la actualidad genera inseguridad jurídica y que si no estuviese en una
norma —esta, la que hoy se va a aprobar— sí generaría
inseguridad jurídica. No es así, no se genera tal inseguridad jurídica.
Insisto en que es una decisión libérrima que hay que respetar, y que yo
respeto, pero no tiene que ver con la seguridad jurídica. Ese argumento
no me parece procedente.


Tercer asunto. Yo le sugiero, señora, que, si lo tiene a bien, se
lea el texto del apartado 6 del artículo 66 del Proyecto de Ley del
procedimiento administrativo común. Quiero leerlo, y pido disculpas al
presidente, porque sé que el Reglamento de la Cámara lo prohíbe. El
apartado 6 dice lo siguiente: «Cuando la Administración en un
procedimiento concreto establezca expresamente modelos específicos de
presentación de solicitudes, estos serán de uso obligatorio por los
interesados.» Señora, antes de que entre en vigor este texto esa
obligatoriedad no existe. Es decir, en asuntos como las peticiones de
vivienda, u oposiciones públicas, oposiciones a plazas de la función
pública que se planteen, siempre se presentan modelos para facilitar las
cosas en términos de gestión informática. Eso es absolutamente razonable.
Pero lo que intento decir es que lo que se indica en el apartado 6 es
nuevo, porque si usted se presenta, por ejemplo, a un concurso de la
función pública y quiere usar otro modelo de solicitud, que usted
establece a mano en castellano, la obligación de la Administración es
admitir a trámite ese texto. Así pues, desde el momento en que se obliga
a que sea de una forma se está restringiendo la posibilidad, por mil y
una razones, por ejemplo, que una persona que esté en cualquier lugar del
mundo quiera presentar esa solicitud y no acceda al modelo. Es decir, se
le está restringiendo esa posibilidad. Por eso decía que, no solo se
genera confusión e inseguridad jurídica al separar dos textos, mezclando
régimen jurídico de administraciones públicas —lo básico— y
procedimiento administrativo común —lo básico—, que hasta
ahora estaban en un mismo texto pero que al separarse genera esa
inseguridad jurídica, esa confusión, sino que en este caso es restrictivo
en materia de derechos de ciudadanía.


Y un cuarto asunto, señor presidente, y con esto acabo. Todos los
argumentos que he utilizado en torno al artículo 151, sobre las
conferencias sectoriales, no suponen un menoscabo de la facultad de
coordinación que tiene el Gobierno de España. No he argumentado nada en
absoluto en contra de la facultad de coordinación. La tiene con respecto
a determinadas competencias, y no solo tiene la facultad de ejercerlas
sino la obligación de hacerlo. ¡Faltaría más! Pero no estoy hablando de
eso, estoy diciendo que el vehículo idóneo para el ejercicio de tal
facultad de coordinación no es la conferencia sectorial. Si el Gobierno
de España quiere hacerlo, en la Mesa de la Administración pública tiene
que dar a luz un acto administrativo, una resolución administrativa o un
instrumento normativo en virtud del cual se obligue a respetar ese acto
administrativo o ese instrumento normativo. Y si alguien incumple el acto
o el instrumento normativo, entonces sí se puede acudir a la jurisdicción
contenciosa para obligar a la Administración que no cumple ese
instrumento normativo o acto administrativo.


Pero la conferencia sectorial no es eso, la conferencia sectorial
no es una Administración pública; es otra cosa, es un órgano político. Yo
recuerdo que aquí durante años se han celebrado reuniones del presidente
del Gobierno de España con los presidentes de comunidades autónomas, lo
que tiene una naturaleza absolutamente política. Y en la sectorial, por
ejemplo, del ministro de Justicia con todos los consejeros de Justicia de
toda España. También es un órgano político. Y no se puede transmutar un
órgano político que no tiene facultades para interpretar una norma
jurídica, que no tiene facultades para ordenar a una comunidad lo que
tiene que hacer, y en el que, al contrario, se establecen acuerdos
políticos multilaterales. Lo relevante es que cambia, que transmuta la
naturaleza política de la conferencia sectorial y la convierte en una
Administración pública que llega a dictar un acto; y si alguien lo
incumple se pueda revisar ante la jurisdicción
contencioso-administrativa. Eso es lo que intento decirle, no que la
facultad de coordinación se menoscabe por parte del Gobierno de España,
sino que tiene que usarla a través del instrumento adecuado y no de la
conferencia sectorial.


Este conjunto de propuestas al final pretenden mejorar el texto.
Vuelvo a repetir que le agradezco el esfuerzo, la elegancia y la
razonabilidad de lo que ha planteado. Pero, desgraciadamente, después de
nueve meses de gestación, la montaña ha parido un ratoncito. ¿Por qué
razón? Porque, en términos reales, la Ley 30/1992, excepto en que los
sábados sean inhábiles, es la misma. Es un plagio de palabras, verbos,
adjetivos, comas, puntos y comas… Ni siquiera han cambiado los
signos de puntuación. No era eso lo que se esperaba. Hay asuntos
pacíficos en la doctrina, que ya establece cosas en las que podíamos
haber avanzado. Se pierde una oportunidad, no hay un avance, y el
ratoncito es muy simpático porque mantiene los mismos contenidos que el
anterior, solo cambian los numerales. Francamente, creo
—repito— que es una oportunidad perdida, y de ahí el
razonamiento y la posición que ha mantenido el Grupo Socialista. En
cualquier caso, agradezco el esfuerzo que ha caracterizado su
intervención —es la tercera vez que lo digo—. Usted ha dicho
al principio: Estoy tentada de explicar, primero, las razones en contra
de las enmiendas del Grupo Socialista. Me alegra, señora, haberla tentado
en alguna cosa.


Gracias, presidente. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Díaz Tejera.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la senadora
Romero.


La señora ROMERO BAÑÓN: Gracias, señor presidente. Y gracias
también a todos los portavoces de los grupos de la oposición por el tono
de sus intervenciones.


Señorías, hoy hemos debatido en esta Cámara y vamos a votar una
de las reformas más importantes de esta legislatura. Es una reforma,
señorías, que atañe, tanto a la cultura, como al espíritu y el
funcionamiento de la Administración. Los dos proyectos de ley que en
estos momentos estamos debatiendo, y que vamos a votar inminentemente,
son los instrumentos necesarios para que la Administración cumpla con sus
obligaciones de manera eficaz, facilite su acceso a los ciudadanos, dé
una respuesta rápida y adecuada a las demandas que ellos han tenido y
elimine los obstáculos que históricamente han existido entre administrado
y Administración.


En definitiva, aquí vamos a votar a favor de una Administración
ágil y transparente, eficaz y regenerada. Eso es lo que hace, señorías,
que haya un Estado moderno y abierto a la sociedad o que, por el
contrario, se constituya en un obstáculo para el progreso económico y
social y el conjunto de los ciudadanos. Por eso, el Grupo Popular en el
Senado va a dar su apoyo a estos proyectos de ley, porque queremos una
Administración del futuro, una Administración que facilite y no
obstaculice la actividad y la vida de los ciudadanos, que esté al lado de
ellos y no enfrente, y que no perjudique sus intereses. Porque, como muy
bien ha dicho el ministro, la prioridad del Gobierno, y también del Grupo
Popular en el Senado, es el ciudadano, son los españoles.


Señorías, se han hecho muchas reformas estructurales hasta llegar
a donde estamos para evitar que pase lo que ocurrió en legislaturas
pasadas y en tiempo anteriores. Hemos afrontado la mayor y peor crisis
económica y social que se conoce. Y, unida a esa crisis, hemos afrontado
una profunda recesión económica y hemos tenido que adoptar medidas muy
duras que han supuesto un gran esfuerzo para todos los españoles, medidas
que están dando ya sus resultados para salir de esta crisis y que nos
indican que, a pesar del esfuerzo y de la incomprensión, estamos en la
senda adecuada.


Estas medidas, señorías, eran necesarias para lograr lo que hemos
logrado y ser ahora uno de los países que más crece de la zona euro. Se
ha pedido también un gran esfuerzo a todos los funcionarios públicos, a
quienes desde esta tribuna, en nombre propio y del Grupo Popular, quiero
mostrarles nuestro reconocimiento y agradecimiento por la labor que están
realizando y por dignificar, como lo hacen, la función pública.


Señorías, en la pasada legislatura, mientras se destruyeron más
de 3 millones de puestos de trabajo se creó y aumentó la nómina de las
administraciones en más del 11 %. El número de asalariados públicos
de 2010 a 2014 ha disminuido en más del 9,9 % y eso ha hecho, señorías,
que tengamos una Administración pública mucho más sostenible. Y esta
reforma pretende avanzar, como he dicho al principio de mi intervención,
en la regeneración y la transparencia, garantizando la estabilidad
presupuestaria y mejorando la eficiencia y, sobre todo, facilitando la
relación de la Administración con los ciudadanos. Por eso, se simplifica
la forma de realizar algunos trámites y se abren registros electrónicos
para que los ciudadanos puedan presentar los escritos las veinticuatro
horas del día y los 365 días del año.


Estos proyectos de ley, al contrario de lo que se ha dicho, no
tienen ninguna intención centralizadora. Lo único que se intenta es, con
una ley única y sistemática, coordinar la regulación de las relaciones
entre los ciudadanos y las empresas, independientemente del territorio
donde estén viviendo, evitando así la duplicidad de actuación de
competencias en el ámbito de las administraciones.


Estos proyectos de ley, señorías, llegan después de haber sido
elaborados y consensuados con el Poder Judicial, la Agencia de Protección
de Datos y el Consejo de Estado. Además, llegan como consecuencia de un
informe de la CORA en el que se ponían de manifiesto las necesidades de
la Administración pública, los problemas, las medidas a adoptar y la
implantación de estas.


Según el informe de la CORA de junio de este mismo año, se han
implantado más de 222 de esas medidas, lo que supone casi el 78 % de la
ejecución de estas. Eso ha supuesto que seamos uno de los países en
Europa de mejor Administración electrónica y salud electrónica, solo por
detrás de los países nórdicos; que seamos uno de los países de Europa
líderes en lo que a cursos de formación on line se refiere; y ha supuesto
también, como ha dicho esta mañana el ministro, y yo quiero repetir, que
haya un ahorro para el sector público de más de 22 300 millones de euros
y más de 2300 millones de euros para ciudadanos y empresas.


Senador Bel, usted ha hablado de que los diputados tienen el
oráculo y que aquí no se acepta nada, criticando y poniendo en duda, una
vez más, la Cámara del Senado. Bien, pues las mismas enmiendas que usted
ha presentado en esta Cámara las presentó en el Congreso —idénticas
enmiendas— y fueron rechazadas. Y me gustaría decirle una cosa: ese
Estado al que usted se ha referido, diciendo: por eso muchos no estamos
de acuerdo con ese Estado y por eso muchos nos queremos apartar de ese
Estado, ese Estado, repito, ha entregado a la Comunidad Autónoma de
Cataluña, como antes le ha dicho mi compañero, más de 40 000 millones de
euros del FLA. Uno de cada 3 euros ha ido destinado a Cataluña para
atender sus servicios públicos, porque era donde más lo necesitaban,
además de los 30 000 millones de pensiones y prestaciones por desempleo.
Y ese esfuerzo, señoría, lo ha hecho ese Estado con el que usted ha dicho
que no están de acuerdo, que usted rechaza y con el que está descontento.
Su autonomía, encabezada por su Gobierno, ha triplicado la deuda que
tenía. Cuando llegó había 11 000 millones de deuda, el tripartito la
triplicó, y ahora Convergència la ha duplicado y nos hemos metido en
el 32,2 % del PIB.


Señorías, ese Estado al que ustedes no quieren y al que hacen
causante de todos sus males, no es el causante de todos esos males.
Ustedes no tienen un problema de invasión de competencias de autonomía,
ustedes tienen un problema de gestión. Por eso, señorías, ciñéndonos otra
vez al proyecto de ley que ahora nos ocupa, les pido el voto favorable
porque se trata de un proyecto que va a hacer posible la Administración
del futuro, que va a hacer la vida más fácil a los ciudadanos —un
proyecto en el que se han podido transaccionar dos enmiendas con el Grupo
Vasco—, con una Administración mucho más ágil, moderna,
transparente, eficaz y eficiente.


Desde luego, el Grupo Parlamentario Popular en el Senado va a dar
su apoyo a este proyecto, y pedimos al resto de los grupos políticos que,
si quieren sumarse a esta Administración de futuro y facilitar la vida a
los ciudadanos y un acercamiento entre ellos y las administraciones, le
den también su voto favorable.


Muchísimas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Romero.


Llamen a votación. (Pausa).


Cierren las puertas.


Señorías, vamos a comenzar votando las enmiendas del Proyecto de
Ley de régimen jurídico del sector público.


En primer lugar, votamos las enmiendas 1 a 40, del senador
Iglesias, del Grupo Parlamentario Mixto.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 239; a favor, 8; en contra, 151;
abstenciones, 80.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Del Grupo Parlamentario Vasco.


Empezamos votando la enmienda 148.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 18; en contra, 153;
abstenciones, 69.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos las enmiendas 149, 154 y 156.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 239; a favor, 20; en contra, 148;
abstenciones, 71.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 140, 160, 171, 172, 177 a 182 y 184.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 20; en contra, 150;
abstenciones, 70.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 141 a 147, 150 a 153, 155, 157 a 159, 161
a 170, 173, 174 y 183.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 239; a favor, 21; en contra, 150;
abstenciones, 68.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


He dejado fuera de este bloque la enmienda 176, porque los
servicios de la Cámara, los letrados, están haciendo una comprobación
sobre dicha enmienda.


Pasamos a la votación de las enmiendas presentadas por el Grupo
Parlamentario de la Entesa.


En primer lugar, votamos las enmiendas 88 a 133.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 239; a favor, 7; en contra, 151;
abstenciones, 81.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos la enmienda 237.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 81; en contra, 152;
abstenciones, 7.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la enmienda 249.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 86; en contra, 152;
abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la enmienda 269.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 81; en contra, 149;
abstenciones, 10.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos las enmiendas 236 y 243.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 239; a favor, 75; en contra, 150;
abstenciones, 14.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 233, 234, 260 y 280.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 69; en contra, 150;
abstenciones, 21.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 235, 238 a 242, 244 a 248, 250 a 259, 261
a 268 y 270 a 279.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:






presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 71; en contra, 150;
abstenciones, 19.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Enmiendas del Grupo Parlamentario de Convergència i
d’Unió.


Votamos la enmienda 86.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 239; a favor, 11; en contra, 156;
abstenciones, 72.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos las enmiendas 46, 51, 134 y 135.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 12; en contra, 152;
abstenciones, 76.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 49, 56, 62, 63, 70, 74 a 76 y 78. (El
senador Sabaté Borràs pide la palabra).


Tiene la palabra, señoría.


El señor SABATÉ BORRÀS: Gracias, señor presidente.


Por un error, no hemos pedido votación separada de algunas
enmiendas del Grupo de CiU. Si es posible, en este bloque pedimos
votación separada de las enmiendas 49, 70 y 75. Y en los otros dos
bloques también pedimos votación separada.


El señor PRESIDENTE: Perdón, ¿puede repetirlas, por favor?


El señor SABATÉ BORRÀS: Las enmiendas 49, 70 y 75.


El señor PRESIDENTE: De acuerdo.


El señor SABATÉ BORRÀS: Si me permite, señor presidente, le digo
los otros dos bloques ya.


En el siguiente bloque, pedimos votación separada de las
enmiendas 52, 68, 84 y 85; y en el siguiente, de las
enmiendas 45, 47, 58, 60, 67, 73, 77 y 80.


El señor PRESIDENTE: De acuerdo.


El señor SABATÉ BORRÀS: Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: De nada.


Entonces, votamos las enmiendas 49, 70 y 75.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 26; en contra, 150;
abstenciones, 64.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


A continuación, votamos las enmiendas 56, 62, 63, 74, 76
y 78.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 20; en contra, 150;
abstenciones, 70.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


A continuación, votamos las enmiendas 41, 43, 53, 54, 81, 82
y 136 a 139.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 14; en contra, 150;
abstenciones, 76.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


A continuación, votamos las enmiendas 52, 68, 84 y 85.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 20; en contra, 150;
abstenciones, 70.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


A continuación, votamos las
enmiendas 42, 44, 48, 50, 55, 57, 61, 64 a 66, 69, 71, 72, 79, 83
y 87.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 15; en contra, 150;
abstenciones, 75.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


A continuación, votamos las enmiendas 45, 47, 58, 60, 67, 73, 77
y 80. ¿Eran estas, senador Sabaté? (Asentimiento).


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 20; en contra, 150;
abstenciones, 70.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Pasamos a las enmiendas del Grupo Socialista.


En primer lugar, votamos la número 189.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 239; a favor, 78; en contra, 149;
abstenciones, 12.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la enmienda 201.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 239; a favor, 86; en contra, 149;
abstenciones, 4.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la enmienda 221.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 80; en contra, 150;
abstenciones, 10.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos las números 188 y 195.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 76; en contra, 152;
abstenciones, 12.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 185, 186, 212 y 232.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 238; a favor, 69; en contra, 152;
abstenciones, 17.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 187, 190 a 194, 196 a 200, 202 a 211, 213
a 220 y 222 a 231.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 71; en contra, 152;
abstenciones, 17.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


De los grupos parlamentarios Entesa y Socialista, votamos la
vuelta al texto del Congreso en lo modificado por las enmiendas del Grupo
Parlamentario Popular.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 86; en contra, 153;
abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Señorías, votamos la enmienda que quedaba pendiente del Grupo
Parlamentario Vasco, la número 176. (El señor Bildarratz Sorron pide la
palabra).


Sí, senador Bildarratz.


El señor BILDARRATZ SORRON: Muchas gracias, señor
presidente.


Si no he entendido mal, había una enmienda transaccional con el
Grupo Popular sobre la base de la enmienda 176 del Grupo Parlamentario
Vasco, con número de entrada 193 765.


El señor PRESIDENTE: Lo que ocurre, senador Bildarratz, es que
esa enmienda transaccional se ha registrado sobre la enmienda 175.


El señor BILDARRATZ SORRON: Lo que ocurre es que hay dos.


El señor PRESIDENTE: Hay dos transaccionales registradas sobre la
enmienda 175.


El señor BILDARRATZ SORRON: Hay una confusión.


El señor PRESIDENTE: Por eso, cualquiera de las dos soluciones
vale: votar la 176 aparte o votar las dos propuestas de modificación
sobre la 175. Por eso pensaba votar las dos propuestas de modificación
sobre la 175, y también la 176, que es la que íbamos a votar.


El señor BILDARRATZ SORRON: No tiene mayor trascendencia, más que
el grupo mayoritario vote afirmativamente.


El señor PRESIDENTE: Por eso. (El señor Sanz Pérez pide la
palabra).


Senador Sanz, tiene la palabra.


El señor SANZ PÉREZ: Muchas gracias, presidente.


Yo comparto con el senador Bildarratz, y quizás sea un error
mecanográfico, que se han puesto dos transaccionales sobre la
enmienda 175, cuando realmente la registrada con el número 193 765 va
colgada de la percha de la 176 y la número 193 764 sobre la 175.


Ahora creo que tendremos que votar, si me lo permite, presidente,
estas dos transaccionales sobre las enmiendas 175 y 176.


El señor PRESIDENTE: Muy bien.


Según el informe que me habían dado los letrados, valía
cualquiera de las dos soluciones.


Si no hay inconveniente por parte de ninguno de los grupos en
aceptar esta errata o error, llámese como quiera, y, en vez de sobre la
enmienda 175, la votamos sobre la 176, si no hay inconveniente a esta
propuesta de modificación, se anula la votación que íbamos a realizar de
la 176 y procedemos a votar las propuestas de modificación del
dictamen.


Votamos la primera de ellas, con número de registro 193 764, que
es sobre la enmienda número 175 del Grupo Parlamentario Vasco.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 237; a favor, 167; abstenciones, 70.


El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.


Y votamos a continuación la propuesta de modificación con número
de registro 193 765 sobre la enmienda número 176 del Grupo Parlamentario
Vasco.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 237; a favor, 165; en contra, 2;
abstenciones, 70.


El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.


Señorías, votamos a continuación en un solo acto el resto del
proyecto de ley.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 242; a favor, 151; en contra, 91.


El señor PRESIDENTE: Queda aprobado.


Tal como dispone el artículo 90 de la Constitución, se dará
traslado de las enmiendas aprobadas por el Senado al Congreso de los
Diputados para que este se pronuncie sobre las mismas en forma previa a
la sanción del texto definitivo por su majestad el rey.


Votamos, a continuación, las enmiendas del Proyecto de Ley del
procedimiento administrativo común de las administraciones públicas. En
primer lugar, votamos las enmiendas del senador Iglesias
números 8, 9, 14, 17, 45, 46, 47, 49, 60, 72 y 81.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 12; en contra, 151;
abstenciones, 77.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las números 1 a 7, 10 a 13, 15, 16, 18 a 44, 48, 50
a 59, 61 a 71, 73 a 80 y 82 a 116.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 239; a favor, 7; en contra, 149;
abstenciones, 83.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Enmiendas del Grupo Parlamentario Vasco. Votamos las enmiendas
243, 244, 252, 262, 265, 270 y 272.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 19; en contra, 150;
abstenciones, 71.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 249, 258 y 271.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 239; a favor, 19; en contra, 151;
abstenciones, 69.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 240 a 242, 245 a 248, 250, 251, 253
a 257, 259 a 261, 263, 264 y 266 a 269.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 239; a favor, 21; en contra, 150;
abstenciones, 68.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Del Grupo Parlamentario Entesa, votamos las enmiendas 154, 155
y 172.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 239; a favor, 16; en contra, 152;
abstenciones, 71.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 152, 153, 158, 161, 183, 184, 186
y 203.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 239; a favor, 10; en contra, 150;
abstenciones, 79.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 150, 151, 156,157, 159, 160, 162 a 171, 173
a 182, 185, 187 a 202 y 204 a 239.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 239; a favor, 7; en contra, 151;
abstenciones, 81.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos la enmienda 327.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 70; en contra, 150;
abstenciones, 20.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la enmienda 329.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 70; en contra, 151;
abstenciones, 19.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos las enmiendas 334, 337 y 338.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 76; en contra, 150;
abstenciones, 14.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos la enmienda 339.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 239; a favor, 72; en contra, 150;
abstenciones, 17.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la enmienda 340.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 239; a favor, 85; en contra, 149;
abstenciones, 5.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos las enmiendas 333, 335, 336, 342, 354, 355 y 369.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242;






votos emitidos, 240; a favor, 80; en contra, 152;
abstenciones, 8.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 357, 370, 371, 374, 377 y 380.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 239; a favor, 68; en contra, 152;
abstenciones, 19.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 328, 330, 331, 332, 341, 343
a 353, 356, 358 a 368, 372, 373, 375, 376, 378 y 379.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 237; a favor, 69; en contra, 148;
abstenciones, 20.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Del Grupo Parlamentario de Convergència i d’Unió, votamos
la 121, 123 y 135.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 239; a favor, 15; en contra, 152;
abstenciones, 72.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos la número 132.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 20; en contra, 152;
abstenciones, 68.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la número 144.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 26; en contra, 151;
abstenciones, 63.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la enmienda 137.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 239; a favor, 15; en contra, 151;
abstenciones, 73.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos las enmiendas 122 y 143.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 27; en contra, 152;
abstenciones, 61.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 118 y 134.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 239; votos emitidos, 236; a favor, 20; en contra, 151;
abstenciones, 65.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 120, 124 a 127, 129 a 131, 133, 136, 138
a 140 y 142.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 16; en contra, 154;
abstenciones, 70.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las números 117, 119, 128 y 141.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 239; a favor, 22; en contra, 151;
abstenciones, 66.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Del Grupo Parlamentario Socialista, votamos la enmienda 279.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 77; en contra, 152;
abstenciones, 11.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos las enmiendas 281, 282, 288, 293, 301 y 316.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 78; en contra, 150;
abstenciones, 12.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las números 286 y 302.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 86; en contra, 150;
abstenciones, 4.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 280, 283, 284 y 311.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 240; votos emitidos, 238; a favor, 77; en contra, 150;
abstenciones, 11.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos la enmienda 320.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 239; a favor, 69; en contra, 150;
abstenciones, 20.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la enmienda 285.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 76; en contra, 150;
abstenciones, 14.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la enmienda 287.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 240; votos emitidos, 238; a favor, 71; en contra, 150;
abstenciones, 17.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos las enmiendas 273, 304, 317, 318, 321, 323 y 326.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 240; votos emitidos, 237; a favor, 71; en contra, 150;
abstenciones, 16.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 274 a 278, 289 a 292, 294 a 300, 303, 305
a 310, 312 a 315, 319, 322, 324 y 325.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 73; en contra, 152;
abstenciones, 15.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Señorías, votamos en un solo acto el proyecto de ley.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 241; votos emitidos, 241; a favor, 151; en contra, 88;
abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda aprobado.


Señorías, queda definitivamente aprobado por las Cortes Generales
el Proyecto de Ley del procedimiento administrativo común de las
administraciones públicas. (Aplausos).









PROPOSICIÓN DE LEY ORGÁNICA PARA REFORZAR LA PROTECCIÓN DE
LAS MENORES Y MUJERES CON CAPACIDAD MODIFICADA JUDICIALMENTE EN LA
INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DEL EMBARAZO.


624/000005

Sanidad y Servicios Sociales


El señor presidente da lectura al punto 7.1.3.


El señor PRESIDENTE: Para la presentación del dictamen, tiene la
palabra el vicepresidente primero de la Comisión de Sanidad y Servicios
Sociales, el senador Fernández Pérez.


El señor FERNÁNDEZ PÉREZ: Señor presidente, señorías, buenas
tardes.


Comparezco en esta tribuna para presentar ante el Pleno el
dictamen de la Proposición de Ley Orgánica para reforzar la protección de
las menores y mujeres con capacidad modificada judicialmente en la
interrupción voluntaria del embarazo.


La proposición de ley orgánica que se somete en este acto a la
consideración del Pleno tuvo su entrada en esta Cámara el pasado 29 de
julio, fecha asimismo de su publicación en el Boletín Oficial de las
Cortes Generales. Se tramita por el procedimiento ordinario.


El plazo de presentación de enmiendas, incluyendo su ampliación,
finalizó el 17 de agosto. A esta proposición de ley orgánica se
presentaron siete propuestas de veto y treinta y cinco enmiendas.


La ponencia se reunió el pasado 25 de agosto y emitió informe. Se
rechazaron por mayoría todas las propuestas de veto, así como todas las
enmiendas, manteniéndose el texto de la proposición tal y como fue
remitido a esta Cámara por el Congreso de los Diputados, sin más
inclusión que una corrección técnica.


La comisión se reunió para dictaminar el mismo día 25 de agosto.
En dicha sesión se defendieron y votaron las propuestas de veto
presentadas, que resultaron rechazadas. Y tras deliberarse sobre las
enmiendas presentadas y una vez sometido a votación el informe de la
ponencia, este resultó aprobado en los términos propuestos por
aquella.


Han presentado votos particulares manteniendo las propuestas de
veto todos los firmantes de estas: los senadores Iglesias Fernández,
Guillot Miravet y Saura Laporta, las senadoras Julios Reyes, Capella i
Farré y Mora Grande; conjuntamente, la senadora Almiñana Riqué, el
senador Bruguera Batalla, el senador Martí Jufresa, el senador Montilla
Aguilera y la senadora Sequera García, todos ellos del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, y finalmente, el Grupo
Parlamentario Socialista. Asimismo, han presentado voto particular
manteniendo sus enmiendas todos los senadores y grupos parlamentarios
enmendantes: el senador Iglesias Fernández, la senadora Julios Reyes, la
senadora Mora Grande y los Grupos Parlamentarios Vasco, Entesa pel
Progrés de Catalunya, Catalán de Convergència i d’Unió y
Socialista.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Gracias, senador Fernández Pérez.


La propuesta de veto número 1 ha sido presentada por el senador
Iglesias, del Grupo Parlamentario Mixto. Tiene la palabra para su
defensa.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.


Sabemos que, por desgracia, es frecuente en esta Cámara que no
acudan los ministros —con la excepción del señor Montoro, por todos
reconocido y una vez más lo demostró esta mañana— a presentar los
proyectos de ley. Si eso es criticable, resulta escandaloso que cuando se
presenta una proposición de ley ni haya una argumentación por parte de un
ministro porque no es proyecto de ley ni haya una argumentación política
inicial del grupo proponente, en la forma que se considere más oportuna,
en la que se sienten las bases del debate para que, a continuación,
quienes nos oponemos a esa proposición de ley a través de los vetos
tengamos una línea sobre la que articular la argumentación, más allá de
los contenidos que previamente se hayan reflejado en esos vetos.


Señorías, a lo largo de distintas ocasiones, todavía al calor de
una moción —la última— que debatimos ayer, se ha abierto una
discusión sobre la conveniencia de utilizar el mecanismo de proposición
de ley por parte del grupo que sustenta al Gobierno. En todas esas
ocasiones, una de las críticas en la que hemos coincidido todas las
fuerzas de la oposición era que aunque resulte legítimo —conforme a
la Constitución, conforme al reglamento de la Cámara— el recurso al
mecanismo de la proposición de ley, no es menos cierto que, según la
intuición que tenemos los grupos de la oposición, no se acude a este
mecanismo para expresar la iniciativa del grupo parlamentario, sino para
sustituir al Gobierno con el único objetivo de evitar los preceptivos
informes que han de acompañar a un proyecto de ley y que no existen en el
caso de una proposición de ley. En todos los casos es así, pero en este
resulta aún más escandaloso, porque estamos ante una proposición de ley
que nace del fracaso de un proyecto de ley que sí contó con todos esos
informes preceptivos. Si era la voluntad del Gobierno afrontar la reforma
de la Ley de interrupción del embarazo con un proyecto de ley, ¿por qué
se acude ahora al subterfugio de una proposición de ley? Si era necesario
entonces, sigue siendo necesario hoy el proyecto.


El proyecto que presentó en su día el Gobierno cuestionaba el
sistema de plazos en la interrupción del embarazo y, por tanto, afectaba
a todas las mujeres que se veían obligadas a acudir a esa intervención,
lo que conllevaba una involución de décadas y —es cierto— se
correspondía con un compromiso del Partido Popular cara a las anteriores
elecciones generales, pero que suscitó no solamente una amplísima
movilización social —de la que el Tren de la libertad seguramente
fue la expresión más clara—, sino sobre todo —y de ahí que el
Gobierno haya retirado el proyecto de ley— una contestación en la
sociedad que se extendía a la mayoría del electorado del Partido Popular.
Por eso y no por otro motivo, el Gobierno sacrificó al ministro Gallardón
y retiró el proyecto de ley, y ahora se presenta esta proposición de ley
para hacer un guiño a ese sector minoritario no solamente de la sociedad,
sino del electorado del Partido Popular que exige que se cumpla el
compromiso electoral. Por eso plantean una reforma que —entre
comillas— «solo» afectará, según los datos de 2014, al 3,6 % de las
interrupciones del embarazo y que ya no afecta al universo de mujeres en
edad fértil que se encuentran ante la necesidad de tomar la decisión de
interrumpir su embarazo o la voluntad de interrumpir su embarazo, sino
que afecta solo a las jóvenes de 16 y 17 años, con la pretensión de que
el rechazo social y el rechazo entre su electorado sea menor que el que
suscitó el proyecto del ministro Gallardón.


En todo caso y en coherencia con esta proposición de ley, si
ustedes entienden que esta es la única reforma que hay que hacer a la
regulación de la interrupción del embarazo y cuentan con mayoría absoluta
para sacarla hoy adelante en esta Cámara, como hicieron en el Congreso,
lo coherente sería que retiraran el recurso de inconstitucionalidad que
presentaron ante el Tribunal Constitucional, porque hay que deducir que,
según ustedes, con esta reforma ya resuelven todas sus reticencias ante
la Ley de interrupción del embarazo, frente a la que presentaron el
recurso de inconstitucionalidad.


En la defensa de esta proposición de ley —cuando se
presentó— se han utilizado fundamentalmente dos argumentos falaces.
El primero, que las jóvenes utilizan la interrupción del embarazo de una
forma frívola, como una especie de método anticonceptivo más. Eso lo
desmiente el dato que les proporcionaba hace unos minutos, en el sentido
de que solo el 3,6 % de las intervenciones de interrupción del embarazo
en 2014 se practicaron en jóvenes de 16 y 17 años.


El segundo argumento es que, como señala incluso el preámbulo de
la proposición de ley, la norma que ustedes pretenden enmendar, la norma
vigente, margina a los padres que no se enteran de las decisiones de sus
hijas menores de interrumpir el embarazo y de esa manera, según su
argumentación y según el preámbulo de la proposición de ley, no pueden
cumplir con la obligación de velar por sus intereses que les impone el
Código Civil. Pero la ley vigente, el artículo 13.4 de la Ley
Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva, dice
literalmente: «Al menos uno de los representantes legales deberá ser
informado de la decisión de la mujer. Se prescindirá de esta exigencia
cuando la joven alegue de forma fundada que ello le generará un conflicto
grave». Y en la práctica, ¿cuándo se ha dado esta situación con la ley
vigente? Pues según los datos de 2014, sobre ese 3,6 % de interrupciones
del embarazo a menores de edad, se produjo la información al
representante legal en el 87,62 % de los casos.


Es esta una reforma que no solo atenta contra los derechos de las
mujeres y que no es comprendida por la mayoría de nuestra sociedad, sino
que tampoco es comprendida más allá de nuestras fronteras. Las
observaciones finales del Comité de derechos humanos de Naciones Unidas
adoptadas el pasado 20 de julio, tras el examen del VI Informe periódico
de España sobre la aplicación en nuestro país del pacto internacional de
derechos civiles y políticos, rechazan claramente esta reforma, como lo
ha hecho también el Comité sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación sobre la mujer. Ya en el año 2012, el Comité de derechos
económicos, sociales y culturales de Naciones Unidas instaba a España a
asegurar una atención especial a la situación de las adolescentes en el
acceso al aborto legal y seguro. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos
sentó que no se podrá considerar que la tutela legal confiere
automáticamente a los padres del menor el derecho a adoptar decisiones
sobre los derechos reproductivos de este. Y en el mismo sentido, el
Comité de los derechos de niño de Naciones Unidas manifiesta que no se
podrá considerar que la tutela legal confiere automáticamente a los
padres de un menor el derecho a adoptar decisiones sobre estos derechos
reproductivos. Este mismo comité, en sus observaciones generales
números 4 y 15, manifestó que los Estados deben permitir el acceso a los
menores a los servicios de salud sexual y reproductiva y que estos puedan
acceder a determinados tratamientos sin el consentimiento del progenitor,
incluido el aborto en condiciones de seguridad. Por su parte, la
Organización Mundial de la Salud destaca que para la protección de las
mujeres en los supuestos de interrupción del embarazo se debe alentar,
pero no exigir, el consentimiento parental.


Finalmente, hay una cuestión procesal de tremenda trascendencia
que la proposición no resuelve. El apartado 4 del artículo 9 remite al
Código Civil la resolución de los conflictos que surjan en cuanto a la
prestación del consentimiento. Curiosamente, el proyecto de ley retirado
sí regulaba un procedimiento especial para cuando se dieran situaciones
de conflicto entre la voluntad de la menor y la voluntad de sus
progenitores. El hecho de que no aparezca en esta proposición de ley este
mecanismo se puede convertir en la práctica en un obstáculo insalvable,
dado que habrá que acudir a un procedimiento ordinario, no a un
procedimiento especial —obviamente, cuando debatimos la Ley de
jurisdicción voluntaria a nadie se le ocurrió introducir este contenido
dentro del proyecto de ley porque, habiendo una contradicción tan clara,
resultaba de difícil encaje—, y tener que acudir ahora al
procedimiento ordinario, en un sistema de Administración de Justicia
saturado, en el que los plazos difícilmente se cumplen y los
procedimientos se dilatan, puede abocar a convertir en ilusoria la
pretensión de ejercer el derecho a la interrupción voluntaria del
embarazo de una menor que cuente con la oposición de alguno de sus
progenitores y que acuda a la Administración de Justicia para que esta
resuelva. Esta omisión del proyecto de ley se trata de una nueva
vulneración de la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que
señala que debido al factor temporal es particularmente crítico en
decisiones relacionadas con el aborto que los procedimientos nacionales
garanticen que la decisión se tome con celeridad. Esta proposición de ley
en ningún caso garantiza que la decisión se tome con celeridad.


Por lo tanto, en Izquierda Unida consideramos que es necesario
que se retire esta proposición de ley y por ello hemos formulado un veto,
para el que solicitamos el apoyo de la Cámara desde la perspectiva de
entender que una mayoría absoluta es legítima en política, pero que no
puede amparar cualquier decisión, que no puede amparar decisiones que
afectan de una forma tan grave y tan seria a la vida de mujeres en
situación de especial desprotección, de las mujeres más jóvenes, de las
mujeres de 16 y 17 años. Por eso solicito el voto favorable de la Cámara
a esta propuesta de veto.


Muchísimas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Iglesias.


La propuesta de veto número 2 ha sido presentada por la senadora
Julios. Tiene la palabra para su defensa.


La señora JULIOS REYES: Muchas gracias, señor presidente. Buenas
noches, señorías.


Coalición Canaria ha presentado también un veto a esta
proposición de ley. Entendemos que representa un retroceso en los
derechos, en los derechos conquistados por la mujer en una larga lucha en
este país desde la democracia hasta aquí y no queremos retroceder ni un
paso; además, representa un retroceso precisamente en uno de los temas
donde todavía perduran en nuestro país las pautas culturales más duras de
discriminación, como es en el ámbito de la sexualidad y en el ámbito de
la reproducción; específicamente, se perjudica al sector de la población
femenina más joven, a las que se les pretende impedir optar a la
interrupción voluntaria del embarazo si no tienen el consentimiento legal
de sus representantes legales.


Señorías, no compartimos las razones que dan los promotores del
Grupo Popular para estas modificaciones ni en las formas —como ha
dicho el senador Iglesias— ni en el fondo. No se sostienen ni se
basan en modo alguno en ningún fundamento científico, ni mucho menos en
que sea una necesidad social; incluso, yo diría algo más: que se ha
fundamentado en un interés absolutamente partidista y en un interés
absolutamente electoral porque estamos a las puertas de unas elecciones,
por eso se ha hecho también de esta forma.


Además, se pretende provocar confusión en la opinión pública y
pretenden presentarse ustedes, el Grupo Popular, en esta iniciativa como
los defensores de una sociedad que está pidiendo que se proteja a las
menores de 16 y 17 años, como si las menores jóvenes en España estuvieran
poseídas por alguna fiebre o alguna moda que les incitase a abortar.
Verdaderamente, lo que van a conseguir con esta iniciativa es todo lo
contrario, es desproteger a las jóvenes especialmente de 16 y 17
años.


La ley actual —y ustedes quieren generar confusión—
reconoce claramente, por supuesto, el derecho de las jóvenes a tomar la
decisión de interrumpir su embarazo, pero la ley actual incluye —y
no confundan a la ciudadanía— la obligatoriedad de informar a los
progenitores o a sus tutores legales. Les he escuchado decir que con esta
ley se salvaguarda el derecho de los padres a estar informados; ya está
recogido en la ley actual el derecho de los padres a estar informados, es
una falsedad que fundamenten esta modificación de la ley en ese argumento
que ustedes nos darán dentro de poco. Está recogido en el artículo 13,
apartado cuarto, de la ley actual, que lo dice claramente: «Al menos uno
de los representantes legales, padre o madre, personas con patria
potestad o tutores de las mujeres comprendidas en estas edades deberán
ser informados de la decisión de la mujer». Y establece la exclusión: «Se
prescindirá de esta información cuando la menor alegue fundadamente que
esto le provoca un conflicto grave, manifestado en el peligro cierto de
violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos o se produzca
una situación de desarraigo o desamparo».


Con esta modificación, las mujeres que se encuentren en esta
situación no solo van a tener la obligación de informar, sino que,
además, van a tener la necesidad de obtener el consentimiento de sus
tutores, aunque esto les conlleve un riesgo. Señorías, esto no es
proteger a las mujeres en esta edad, ni en ninguna, pero en este grupo de
edad menos, esto es desprotegerlas. ¿Qué se pretende con la modificación?
Que las mujeres entre 16 y 17 años que se enfrenten a un embarazo no
deseado han de tener el consentimiento expreso de sus representantes
legales —ellas y todas las demás— para interrumpir dicho
embarazo en condiciones de seguridad sanitaria en España, y esto merma la
voluntad de estas personas. Señorías, esto no es proteger, esto es
desproteger.


La realidad es que tras cinco años de aplicación de la actual ley
—la que está en vigor— no se ha producido un aumento de la
interrupción voluntaria del embarazo en este grupo de edad, no se ha
producido; al contrario, los estudios de la Asociación de clínicas
acreditadas, ACAI, nos dice que solo una de cada diez mujeres menores que
han interrumpido su embarazo, una de cada diez, han acudido solas a la
clínica —repito, una de cada diez—, el resto han ido
acompañadas de sus progenitores y de sus tutores. Y esta una de cada diez
no ha acudido acompañada por motivos relacionados con el desamparo
familiar, por provenir de familias desestructuradas, por estar solas en
este país, por tener progenitores con enfermedades invalidantes, porque
los progenitores están en la cárcel o porque, por voluntad propia, no
quieren saber ni acompañar a la menor o porque abiertamente están en
contra de la interrupción voluntaria del embarazo. Vuelvo a repetir: una
de cada diez son las que han ido solas y ahora, probablemente, no podrán
abortar pese a que esa sea su voluntad, obligándolas, por tanto, a no
abortar o a aumentar los conflictos en su familia y, por tanto, a
ponerlas en mayor riesgo. ¿Dónde está la protección que supuestamente
justifica esta modificación de la ley? Van a aumentar las situaciones de
riesgo y la desprotección de las mujeres entre 16 y 17 años,
especialmente de las que son más vulnerables. Por tanto, sinceramente,
entendemos que esta iniciativa es producto de una gran hipocresía, parece
más una intención o una salida para contentar a ese sector minoritario de
la sociedad que promovió el retroceso de los derechos de la mujer y que
promovió lo que afortunadamente se frustró, que fue la contrarreforma del
aborto que inició el exministro Gallardón —que a cuenta de esto
tuvo que dimitir—, y precisamente se logró frenar esa modificación
por el gran rechazo social que había a producir una reforma. La sociedad
no está demandando un cambio de la Ley del aborto, lo están demandando
algunos votantes del Partido Popular, a los que quieren satisfacer con
esta reforma que hoy nos traen. Señorías, no es producto de una necesidad
real, de una demanda de nuestra sociedad, es falso y hay que decírselo
así a todas sus señorías porque la sociedad no está demandando esta
iniciativa, al contrario.


Señorías, esta proposición de ley supone una desprotección para
las jóvenes, especialmente para las que se encuentran en una peor
situación social, en una peor situación económica —y vivimos en los
tiempos duros que vivimos—, pudiendo incluso abocar a las jóvenes
que no quieran proseguir con un embarazo contra su voluntad a un aborto
clandestino. Esta iniciativa es precisamente contraria a lo que debería
ser una obligación del Estado, pues en vez de garantizar que cualquier
mujer que decida abortar pueda hacerlo en las condiciones adecuadas, en
las condiciones de seguridad como en cualquier desarrollado, al
contrario, están ustedes poniendo en riesgo a las mujeres y también a los
profesionales que van a tener que atender a esas mujeres.


Coalición Canaria entiende que esta es una reforma innecesaria y
socialmente discriminatoria. Es evidente que las mujeres que quieran
abortar y que tengan recursos lo harán en otros países, mientras que las
que no tengan esos recursos y esos medios se verán abocadas a un aborto
en riesgo, inseguro, clandestino, como en otros tiempos, en los tiempos
más oscuros de la historia de España, o tener un embarazo no
deseado.


Señorías, lo que nos trae hoy el Grupo Popular supone un nuevo
recorte en materia de derechos, supone un nuevo recorte en materia de
derechos… (Rumores). Sí, señorías, y les pido respeto a la que en
estos momentos está haciendo uso de la palabra, como el que tendré yo
cuando los oiga hablar a ustedes. (Aplausos). Supone un recorte de
derechos y de libertades, y en este caso del derecho de las mujeres a
decidir sobre su maternidad. Defendemos el derecho de la mujer a decidir
sobre su vida sexual y reproductiva, sin dejarlo en manos de terceros, y
rechazamos que las mujeres con embarazos no deseados que no tengan
recursos económicos vuelvan a poner su vida en peligro en este país,
recurriendo a abortos clandestinos. También rechazamos que se vuelva a la
inseguridad jurídica para el personal sanitario y, por supuesto, para las
mujeres, porque todos sabemos los múltiples procesos judiciales que
conllevaron condenas en el pasado por estas razones. Esta modificación de
ley, insisto, es un retroceso, restringe derechos, no obedece en modo
alguno a una exigencia de la ciudadanía, sino a una política conservadora
y a una posición ideológica que defiende el Partido Popular. Y lo grave
de esto es que lo haga a costa de nuestro derecho, a costa de los
derechos de las mujeres.


Señorías, esta reforma va a dejar a España al margen de las
recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que advierte de
que las restricciones del aborto solo producen una mortalidad materna
—eso es lo que ocurre en el mundo cuando se restringe el aborto
seguro: aparece un incremento en la mortalidad materna—; la
Organización Mundial de la Salud dice que la ilegalidad del aborto en
ciertos países mata incluso hasta a 47 000 mujeres al año. Evitemos que
las jóvenes españolas engrosen esta lista, ni tan solo una de ellas, y
evitemos que España retroceda en los derechos de la mujer.


En Coalición Canaria defendemos todo lo que he comentado y
también apoyamos iniciativas en este sentido que se han aprobado por
mayoría en el Parlamento de Canarias. Además, entendemos que estamos en
un contexto: esta ley se añade a todas las medidas de recortes que han
tomado el Gobierno de España y el Partido Popular en esta legislatura,
que incluso han retrocedido en materia de educación sexual, que es un
elemento fundamental para la prevención del embarazo no deseado. Lo hemos
visto en el ámbito educativo: se han suprimido materias como educación
para la ciudadanía, educación ética, que eran las únicas materias que
contemplaban la educación sexual en los centros educativos. Y aquí
ustedes nos hablan de que quieren proteger. En sanidad ha ocurrido lo
mismo: han suprimido todos los programas de apoyo a las comunidades
autónomas para las medidas de prevención de embarazos no deseados, y
específicamente en el sector joven de la población. Y ustedes, señorías,
del Partido Popular, nos hablan de que quieren proteger. Proteger de
verdad, señorías, no es recortar derechos, es prevenir, es educar para
que la ciudadanía, los hombres y las mujeres con formación, con
información y, desde luego, en libertad tomen responsablemente sus
decisiones, las que consideren oportunas.


Por eso, Coalición Canaria presenta este veto, para el que
pedimos su apoyo. Vamos a votar a favor de los otros vetos que han
presentado los demás grupos en esta Cámara. Estamos en desacuerdo con el
recorte de derechos que hoy nos presentan en este debate. Y para no
consumir más tiempo y dejar a mis compañeros del Grupo Mixto, doy también
por defendidas mis enmiendas parciales que pretenden derogar cada uno de
los artículos de esta ley.


Señorías, si hoy se aprueba esta proposición de ley, va a suponer
un retroceso en los derechos que tanto nos ha costado conquistar a las
mujeres en este país, un retroceso en los derechos de la mujer en
España.


Gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Gracias, senadora Julios.


La propuesta de veto número 4 ha sido presentada por la senadora
Capella, del Grupo Parlamentario Mixto.


Tiene la palabra para su defensa.


La señora CAPELLA I FARRÉ: Señorías, buena tarde.


En primer lugar, como he hecho en las comisiones y, por tanto,
haré hasta el final de la legislatura, o mientras esté aquí, quiero
mostrar mi disconformidad con la forma en que el grupo mayoritario de la
Cámara y el Gobierno del Partido Popular pretenden actuar hasta el final
de la legislatura. Estoy hablando de la forma o del proceder de legislar,
de la utilización que hacen de las Cámaras para aprobar en esta última
parte de la legislatura leyes de importancia y de calado como la que hoy
se terminará aprobando, y, como se ha dicho en las intervenciones que me
han precedido, de la utilización de la proposición de ley con la
finalidad de burlar la obligatoriedad de los dictámenes y los informes
que deben acompañar a los proyectos de ley.


Insisto, entre leyes, proyectos, proposiciones, tratados y
convenios en tres meses vamos a aprobar casi un cuarto de lo que se ha
aprobado en la totalidad de la legislatura. Para Esquerra Republicana
esto es un fraude a la democracia en toda regla, pensamos que hacen un
flaco favor a las instituciones y, en especial, al Senado, y, como he
dicho y reiterado, denotan un nulo respeto por la ciudadanía. Dirán que
es el proceder legislativo correcto, que la ley lo dice, pero que lo diga
la ley no quiere decir que sea correcto ni lo habitual y, en definitiva,
no deja de ser una manera de legislar a hurtadillas y limitando el
debate; el debate en este hemiciclo, en comisión y el debate de la
sociedad.


Por más que nos esforcemos, en Esquerra Republicana no alcanzamos
a entender cuál es el objetivo de esta proposición de ley. Desde luego,
no es lo que dice el título de la proposición de ley, no es una ley que
proteja los derechos sexuales y reproductivos de la mujer y de la
interrupción voluntaria del embarazo de las mujeres de 16 y 17 años y de
aquellas que tienen su capacidad modificada judicialmente. El propio
nombre de la ley se aparta de la concepción que debería tener, que no es
otra que el ejercicio de los derechos inherentes a la condición humana:
el derecho al propio cuerpo, el derecho a decidir, el derecho a la salud
reproductiva y sexual. Tienen ustedes una distinta concepción de lo que
debería ser y, por tanto, el propio título de la ley denota su
intención.


La proposición de ley limita derechos en atención a que el
supuesto reforzamiento pasa por impedir que la mujer decida por sí sola.
¿Cómo se protege a las mujeres de 16 y 17 años? Limitando su capacidad de
decidir, exigiendo el consentimiento de los padres a aquellas jóvenes
de 16 y 17 años que deseen interrumpir su embarazo; las someten, además,
en caso de conflicto, a tener que acudir a la jurisdicción civil para que
lo resuelva. Es evidente que ustedes desconocen el mundo real, la
jurisdicción civil, los tiempos de la Administración de Justicia y qué
jóvenes de 16 y 17 años sufrirán las consecuencias de una decisión
tardía.


¿Cuáles son los argumentos del Partido Popular para esta
modificación legislativa? Básicamente, los basan en afirmar que el aborto
es utilizado irresponsablemente por las jóvenes como método
anticonceptivo y también afirman que la actual regulación desprotege a
las menores y vulnera los derechos y obligaciones de los padres en
relación con el ejercicio de la tutela sobre sus hijas; argumentos que
para nosotros, para nosotras, para Esquerra Republicana no dejan de ser
retrógrados, carentes de argumentos y de fundamentos de carácter
jurídico, científico y social. Se trata simplemente de contentar a los
sectores más reaccionarios de la Conferencia Episcopal y a alguna parte
de sus votantes, al ala más dura de la derecha. Cierto es que esta
proposición de ley no es el inicial proyecto de ley que abocó a dimitir
al ministro Ruiz-Gallardón, pero a nadie se le escapa que es innecesario,
y que lo que hace realmente es castigar a aquellas menores, a aquellas
jóvenes que mayor protección necesitan.


Les repetiré lo que ya dije en comisión: existe un informe de la
asociación de clínicas acreditadas en interrupción voluntaria de
embarazos que dice que de los abortos practicados en el año 2014,
el 3,6 % fue de mujeres de entre 16 y 17 años, y que en el 87 % de los
casos informaron a sus tutores legales. Por tanto, ¿de qué estamos
hablando? Estamos hablando de una proposición de ley innecesaria,
retrógrada, sin base científica alguna. Esta proposición de ley
desatiende las recomendaciones internacionales de la OMS, de la ONU, de
Amnistía Internacional, porque lo que hacen con esta proposición de ley
es poner obstáculos, impedir que la interrupción voluntaria del embarazo
se efectúe en condiciones que garanticen la salud, la integridad física y
psíquica, y la vida de las mujeres jóvenes. La Convención para la
eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, del
año 1979, hasta la actualidad, ha determinado que el Estado español haya
firmado todos y cada uno de los acuerdos internacionales que le obligan a
garantizar los derechos sexuales y reproductivos de todas las mujeres,
con igualdad, seguridad y confidencialidad, y este ha sido el sentido de
la legislación española hasta ahora.


Señorías del Partido Popular, con esta reforma, una vez más,
constatamos su miedo al derecho a decidir. Su confusión es tal que no
saben diferenciar entre legitimidad y legalidad. Es legítimo que las
jóvenes de 16 y 17 años puedan decidir sobre su propio cuerpo, sobre su
propia maternidad, sin que su padre, sin que su madre, pueda imponer una
gestación no deseada, y, por ello, debería ser legal.


Señorías, si pretenden evitar este tipo de abortos, la mejor
manera de hacerlo no es negando los derechos que por naturaleza
pertenecen a las mujeres sino mediante una buena educación afectiva,
sexual y reproductiva que, necesariamente, debe ser impartida en colegios
e institutos —esto a ustedes no les gusta— y que permita a
las jóvenes y a los jóvenes ser libres para decidir y ejercer libremente
aquello que crean conveniente hacer con su cuerpo. Necesitamos una buena
educación no solo en el ámbito escolar sino también en nuestra propia
sociedad para, de una vez por todas, desterrar estos conceptos tan
retrógrados e impropios de una comunidad del siglo XXI, pero ustedes
viajan en sentido contrario al tiempo, porque esto es lo que defienden
con sus leyes y con sus políticas. Es necesaria la potenciación de esa
educación afectiva, la de las caricias, la confianza, la del diálogo para
una relación afectiva y sexual satisfactoria y evidentemente saludable
para quienes la practican libremente. Porque, señorías, eso nos haría un
poco más libres como personas y como sociedad, aparte también ayudaría a
la prevención de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no
deseados.


Desde Esquerra Republicana reivindicamos la gratuidad de los
métodos anticonceptivos para la juventud y los colectivos con escasos
recursos para acceder a ellos, al igual que el aborto libre y gratuito.
Desde Esquerra Republicana defendemos que las políticas en materia de
salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo
tengan dotaciones presupuestarias que garanticen la aplicación de la
actual ley vigente, la que se aprobará. La Ley de interrupción voluntaria
del embarazo, aprobada en el año 2010, supuso un avance muy importante,
sobre todo, en los derechos de la mujer, para que ella pudiera o pudiese
elegir sobre su propio cuerpo. Obviamente, la ley vigente se puede
mejorar, pero no restringiendo derechos.


Señorías, les guste o no, los derechos reproductivos son derechos
de la mujer, pertenecen a la mujer y solo a la mujer, tenga la edad que
tenga. Esta proposición de ley significa pérdida de derechos de las
mujeres, de las jóvenes, de los derechos por los que muchas mujeres
apostaron y lucharon. Muchas mujeres apostamos y luchamos por los que
muchos partidos han luchado desde hace décadas. Esquerra Republicana
defendía el derecho al aborto ya en el año 1931. Muchas mujeres fueron
procesadas y condenadas. Nosotras, las mujeres de Esquerra Republicana y
muchísimas mujeres más, las de otros partidos políticos también,
lucharemos y continuaremos trabajando para que esta proposición de ley
tenga una vigencia limitada, porque se trata de una visión patriarcal y
confesional, que no se ajusta a una sociedad del siglo XXI.


Las mujeres debemos ser protagonistas de nuestras vidas, tenemos
que serlo en su integridad. Somos dueñas de nuestras decisiones. No
necesitamos ni tutelas ni licencias maritales, ni del marido ni del
compañero, ni tutelas paternas, necesitamos complicidades, empatía de
todos aquellos que nos van a acompañar a lo largo de nuestras vidas. Las
jóvenes adolescentes necesitan apoyo integral. Con esta proposición de
ley no lo tendrán.


Por estos motivos hemos presentado veto a esta proposición de ley
y anunciamos ya que apoyaremos el conjunto de vetos presentados por el
resto de grupos parlamentarios.


Gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Capella.


La propuesta de veto número 6 ha sido presentada por la senadora
Mora, del Grupo Parlamentario Mixto.


Tiene la palabra para su defensa.


La señora MORA GRANDE: Muchas gracias.


Podemos ha presentado un veto porque entiende que esta
modificación de la Ley del aborto solamente tiene una motivación moral y
lo único que quiere es recoger un puñado de votos, pero la consecuencia
va a ser la vulneración de derechos de la mujer y un retroceso en esos
derechos. No podemos estar de acuerdo y presentamos este veto.


Lo primero que tengo que decir es que la premisa en la que
ustedes justifican esta reforma es falsa, como les vienen diciendo todos
los compañeros que han defendido sus vetos. Explíquenme dónde la Ley
Orgánica 2/2010 impide a los padres proteger a los menores o ejercer sus
derechos y sus obligaciones del Código Civil. En ningún sitio, sino que
se dice todo lo contrario. Por favor, explíquenme dónde pone eso. La
regla general es informar a los progenitores y solo en casos
excepcionales de peligro de violencia intrafamiliar, amenazas,
coacciones, malos tratos o que se produzca una situación de desarraigo o
desamparo se podrá prescindir de esa información. Por favor, díganme en
dónde se justifica esa motivación de su exposición de motivos, porque no
la vemos por ningún lado.


Los datos que se han expuesto aquí, que vienen en estadísticas
públicas, oficiales y que ustedes están obviando porque les interesa,
dicen que las menores que interrumpen su embarazo son muy pocas, son
el 3,60 % del total. Se lo vamos a ir repitiendo todos para ver si
admiten estas estadísticas, que son públicas y conocidas. De estas
menores, que son muy pocas, el 90 % informa a sus padres y, además,
este 90 % acude en compañía de sus padres y tienen su apoyo, solamente
el 10 % no lo hace. ¿Por qué? No lo hacen porque viven situación de
maltrato o de violencia o de desarraigo familiar. Por favor, explíquenme
cómo vamos a proteger a estas mujeres si estamos regulando haciéndolas
depender de sus maltratadores. A nosotros la sociedad nos vota para
proteger a los más desfavorecidos. Esta es la situación. No podemos
colocar ni siquiera a una sola mujer en situación de desamparo, no
podemos provocar esta situación, no podemos aprobar esta modificación de
esta ley. Solamente con una no lo tendríamos que hacer, pero no es una,
los datos dicen que son bastantes más.


La consecuencia va a ser que va a haber verdaderos dramas, la
consecuencia va a ser poner en peligro la vida de las mujeres, porque
obviamente en situaciones dramáticas van a interrumpir su embarazo y lo
van a hacer en sitios inseguros, lo que va a provocar un riesgo para sus
vidas. Por favor, díganme cómo las vamos a proteger, porque no han
previsto ni una sola medida para evitar esta consecuencia. Por favor,
díganme cómo las vamos a proteger. En 2014 la compañera de Coalición
Canaria ha expuesto los motivos que alegaron las mujeres en relación con
la imposibilidad de comunicación de la interrupción del embarazo a sus
padres, y los motivos que alegaron fueron bastante potentes: desamparo
familiar, tener familia desestructurada, progenitores en prisión, riesgo
de sufrir malos tratos, progenitores con enfermedades invalidantes o con
patologías psíquicas o psiquiátricas incapacitantes. A mujeres
emancipadas extranjeras, que viven en España, que trabajan en España y
cuyos padres viven en el extranjero, ¿las vamos a obligar a tener un
embarazo no deseado porque sus padres no están aquí? Esto tiene poco
sentido. Vamos a colocar en situación de desprotección a estas mujeres: o
a obligarlas a abortar en sitios inseguros o a tener embarazos no
deseados. Explíquenme cómo las vamos a proteger, cuáles son los cauces
para protegerlas. También explíquenme cómo vamos a proteger a las menores
que sufren abusos sexuales. Les recuerdo que el 80 % de los abusos
sexuales en las menores se producen en el ámbito familiar y que están
legislando para obligar a estas menores a depender de sus victimarios
para interrumpir su embarazo no deseado. Por favor, explíquenme cómo
vamos a proteger a estas menores, no han regulado ni una sola medida, en
esta modificación, para protegerlas. Esto no se puede consentir.


Aparte de esto, que son los datos, la realidad y las
consecuencias que se van a provocar, tenemos que decir también que esta
modificación es contraria a la normativa internacional y es incongruente
además con la propia normativa del Estado español. Voy a ir enumerando
una por una los puntos en que esta modificación supone una incongruencia
con las normativas que estamos obligados a cumplir. Por un lado,
contraviene la Ley Orgánica 1/1996, de protección jurídica del menor.
¿Por qué? Porque esta ley desde hace bastante tiempo coloca a los menores
en un estatus que no es al que ustedes ahora quieren hacernos retroceder,
colocan al menor como titular de derechos y con capacidad progresiva para
ejercerlos. Desde hace tiempo se entiende que la mejor forma de
garantizar los derechos de los menores social y jurídicamente es
promoviendo su autonomía como sujetos, y ustedes con esta reforma nos
están haciendo retrotraernos a hace treinta años, colocando a las mujeres
jóvenes como objetos pasivos, sin capacidad para decidir sobre sus vidas.
Esta es la realidad. Pero vamos a seguir, el Consejo de Derechos Humanos
en un informe muy reciente, de 17 de junio de 2015, de este mismo verano,
titulado «La cuestión de la discriminación contra la mujer en la
legislación y en la práctica», exhorta al Estado español a la retirada de
esta proposición de ley por ser contraria a la normativa internacional de
derechos humanos; repito, exhorta al Estado español a la retirada de esta
proposición de ley por ser contraria a la normativa internacional de
derechos humanos. Explíquenme, lo comenté en la comisión, explíquenme,
por favor, por qué estamos contraviniendo las exhortaciones de los
organismos internacionales de derechos humanos cuando nos lo están
diciendo muy claro; por favor, contéstenlos. Sigo, la Conferencia
internacional sobre la población y el desarrollo, celebrada en El Cairo
en 1994, solicitaba a los Estados que eliminaran los obstáculos,
precisamente de la legislación española actual, para que los menores
jóvenes pudieran interrumpir el embarazo sin riesgos. Pues lo estamos
haciendo muchísimo peor. Sigo, en la aplicación de la Convención sobre
los derechos del niño, de Naciones Unidas, el Comité de los derechos del
niño también recomendaba que se permitiera a los menores poder acceder a
determinados tratamientos sin el consentimiento de sus progenitores como,
por ejemplo, tratamientos de VIH, servicios de salud sexual, métodos
anticonceptivos y abortos en condiciones de seguridad. Esta reforma va a
provocar abortos en condiciones de inseguridad, va a poner en peligro la
vida de las mujeres. Sigo, otra referencia es nuestra propia normativa,
la Ley 41/2002, básica reguladora de la autonomía del paciente. Así, por
la última modificación que se ha hecho este mismo verano, que ha entrado
en vigor el 18 de agosto, se establece en el artículo 9.3 —justo el
apartado anterior al que ahora vamos o, mejor dicho, van a modificar
porque obviamente vamos a votar que no— lo siguiente: se otorgará
el consentimiento por representación en las intervenciones quirúrgicas
cuando el paciente menor de edad no sea capaz intelectual ni
emocionalmente de comprender el alcance de la intervención. Explíquenme
cómo una mujer en estas situaciones dramáticas que estamos explicando no
es ni emocional ni intelectualmente capaz de entender lo que es llevar
hacia delante un embarazo o no; explíquenmelo y, sobre todo, explíquenme
cuáles son los cauces para protegerlas, por favor.


Continúo. Esta reforma es incongruente con la regulación del
Código Civil sobre la emancipación —artículo 320 del Código
Civil—. El artículo 320 del Código Civil supone que con una
emancipación judicial una mujer puede regir su persona y sus bienes,
puede comparecer en juicio, puede estar casada, puede tener familia.
Explíquenme el ejemplo siguiente: una mujer de 16, 17 años casada, con un
hijo, con una familia, tiene un segundo embarazo y en su familia deciden
no llevarlo a término. ¿Ustedes le van a obligar a depender de sus
progenitores para llevar adelante ese segundo embarazo? Eso es lo que van
a provocar. Es un absoluto sinsentido. Pero no solamente es un
sinsentido, sino que, además, es contrario a la Convención sobre los
Derechos del Niño que dice que hay garantizar que ningún niño sea objeto
de injerencias arbitrales o ilegales en su vida privada o su familia. Y
esto, señorías, es una injerencia en su vida privada y en su familia. Por
favor, explíquenme cómo vamos a proteger a estas mujeres.


Continúo. Es también insostenible e incongruente con nuestra
normativa en lo que se refiere a la Ley Orgánica 5/2000, reguladora de la
responsabilidad penal de los menores. Según nuestra legislación en
materia penal del menor, un menor es capaz de cometer delitos que van a
ser sancionados —delitos considerados muy graves en el Código Penal
como, por ejemplo, abusos sexuales— con la imposición de una medida
de hasta ocho años en un centro de internamiento, en un centro cerrado,
porque consideramos que con esa edad —con 16, 17 años— son
suficientemente capaces para entender el significado de lo que hacen y de
actuar con respecto a ese entendimiento y, sin embargo, entendemos que
una mujer de 16 y 17 años no tiene capacidad para entender las
consecuencias de llevar a término o no un embarazo. Explíquenmelo, porque
es absolutamente incongruente.


Conclusión. Esto es una vulneración de derechos humanos de la
mujer, un retroceso de derechos de la mujer. Esto va a provocar, sobre
todo, muchísimo sufrimiento y va a provocar que se ponga en peligro la
vida de las mujeres. No deberíamos permitir el colocar a una sola mujer
en esta situación de desamparo, porque nosotros no estamos para vulnerar
los derechos de los menores ni para vulnerar los derechos de las mujeres
sino que precisamente estamos para defender sus derechos y hacer normas
que beneficien a las personas más vulnerables. Y no todo lo contrario.
Esta reforma es un sinsentido. Explíquenme ahora, por favor, cuáles son
los cauces para proteger a estas mujeres de las que hemos estado
hablando.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Mora.


La propuesta de veto número 3 ha sido presentada por los
senadores Guillot y Saura, del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de
Catalunya.


Tiene la palabra el senador Guillot para su defensa.


El señor GUILLOT MIRAVET:






Gràcies, senyor president.


Quisiera empezar la defensa de este veto, que presentamos el
senador Saura y yo en representación de Iniciativa per Catalunya Verds,
con nuestro reconocimiento a una mujer, a Elena Arnedo, a su trayectoria
y a su compromiso en la defensa de los derechos de las mujeres.
(Aplausos).


Señorías, instalados ya en este aquelarre legislativo
—vamos a discutir 16 proyectos de ley en dos semanas sin haber
reformado el Senado, como nos comprometimos—, hoy vamos a celebrar
el mayor acto de cinismo legislativo que ha realizado Mariano Rajoy, el
mayor acto de cinismo legislativo. Hoy nos proponen modificar la Ley del
aborto de 2010 con esta reforma parcial que Mariano Rajoy ni se ha
atrevido a presentar como proyecto de ley ni ustedes a presentar y
defender frente a este Plenario. Es una proposición de ley presentada por
el Partido Popular que exige el consentimiento paterno a las mujeres
menores de 18 años que quieran abortar. Señorías del PP, antes de cuatro
meses la vamos a tumbar, les va a durar poquísimo; esta reforma va a
durar menos de cuatro meses porque es una reforma que atenta contra los
derechos de las mujeres. (Aplausos).


Antes de entrar en el contenido de la proposición de ley quiero
hablar de lo que la señora González Vázquez, portavoz del Grupo Popular
en el Congreso —allí sí presentó y defendió la proposición de
ley—, denominaba la decisión —con la decisión se refería al
aborto—. Luego entraré en el debate de quién y a qué edad se puede
tomar esta decisión. Senadores y senadoras del PP, su compromiso
electoral «cambiaremos el modelo de la actual regulación del aborto para
reforzar la protección del derecho a la vida» está claro que queda
aparcado. No van a realizar esta parte sustancial de su programa
electoral. ¿Por qué? ¿Para no perder votos? ¿Por un cínico electoralismo?
¿Porque fue un error programático proponerlo? Espero, si pueden, que las
o los portavoces del PP nos lo expliquen.


Señorías, en España, a lo largo de la legislatura Rajoy, se han
practicado unos 440 000 abortos. De ellos, aproximadamente 400 000 lo han
sido por voluntad de la mujer, derecho que ustedes negaban. Estamos
hablando de que se practican en España aproximadamente 300 abortos cada
día. ¿Cómo lo han permitido? ¿Cómo lo han permitido? ¿Por qué echaron
atrás el anteproyecto de ley del señor Gallardón, que penalizaba el
aborto a excepción de en determinados supuestos? ¿Dónde está su defensa
del derecho a la vida? ¿Qué derecho más importante puede haber que el
derecho a la vida que es un derecho absoluto? La verdad, no lo entiendo.
Si yo estuviera convencido de que el aborto regulado en la Ley de plazos
atentara contra el derecho a la vida, no lo dudaría: hubiera cambiado
esta ley en el primer minuto de esta legislatura. Lo hubiera hecho, por
ejemplo, mucho antes que la reforma laboral. Y lo que no entiendo es cómo
ustedes, contando con amplísimas mayorías absolutas en el Congreso y en
el Senado, no lo han hecho. Y menos se entiende aún que hayan
soliviantado a la opinión pública a lo largo de más de dos años y medio
con el anuncio de una nueva ley reguladora de la interrupción voluntaria
del embarazo, que menudas polémicas generó, que luego no presentan y que
encima les cuesta la dimisión del ministro de Justicia señor Gallardón;
un Alberto Ruiz-Gallardón que en su primera comparecencia pública tras su
dimisión afirmaba lo siguiente: No hay un solo motivo que se pueda
anteponer al deber moral de defender la vida; no hay puesto de trabajo
que justifique negar el derecho a la vida; lo único que sé es que me da
asco. Este asco del que habla el señor Ruiz-Gallardón, ¿es compartido?
¿Es minoritario o mayoritario en el Grupo Parlamentario Popular? Lo
veremos en la votación, aunque, viendo el comportamiento del voto del PP
emitido en el Congreso, parece que hay poco asco y mucha docilidad en
defender no ya su derecho a la vida, sino los intereses electoralistas
del PP. (Aplausos).


Señorías del Partido Popular, para ustedes el cinismo en política
no tiene límites, y como muestra un botón. Solo puedo explicarme que no
reformen la actual Ley de aborto porque ustedes no creen que el aborto
regulado por plazos de nuestra actual legislación y de los países más
desarrollados de nuestro entorno atente contra el derecho a la vida.
Porque, de no ser así, la única explicación posible es que no creen en
nada, solo en votos. Tienen que elegir campo, tienen que elegir campo,
ya, de una vez. Espero que sean conscientes de que si los motivos fueran
otros, simplemente electoralistas, la cosa sería gravísima. Nos
hallaríamos frente a una organización, de las más importantes de nuestro
sistema de partidos, capaz de todo, sin ningún código de valores, no
fiable en sus compromisos con la ciudadanía. Sería un partido capaz de
cambiar creencias profundas de su ideario por un puñado de votos. Sé que
entre ustedes hay excepciones, pero, según reflejan las votaciones del
Congreso, poquísimas.


Señorías del PP, ustedes han incumplido flagrantemente uno de los
puntos básicos de su programa electoral; han arriado, sin ninguna
explicación, una de las banderas que con mayor fuerza enarbolaron en los
años en los que en este país se conquistaban nuevos derechos civiles,
nuevos derechos para las mujeres. Esto les ha pasado por comprometerse
electoralmente con los sectores más integristas de la sociedad, por
someterse a las presiones de una Conferencia Episcopal, la presidida por
Rouco Varela, y por confundir las asistencias a las manifestaciones con
votos. Esto pasa cuando se legisla desde principios ideológicos o
religiosos, todos muy respetables, pero que no reflejan el interés
general, el bien común ni el bienestar, la salud y la libertad de las
mujeres, de todas, también de las de 16 y 17 años. Y esto les pasa porque
ustedes no acaban nunca de entender que las mujeres son sujetos de
derechos, entre ellos e irrenunciable, el de la maternidad deseada, libre
y voluntaria. Cambiar la ley de plazos hubiera sido un ataque inadmisible
a la autonomía moral de las mujeres españolas. Con todo —y se lo
digo de corazón—, bienvenidas sean sus contradicciones, sus
incongruencias y sus incumplimientos. Las mujeres de España podrán seguir
acogiéndose a una ley: la actual, que respeta sus derechos.


Entro ya en el contenido de esta proposición de ley y en el
debate sobre si las mujeres menores de edad pueden o no decidir por sí
solas si quieren o no ser madres. Porque, señorías, es de esto de lo que
estamos discutiendo, del derecho a que una mujer de 16 o 17 años
embarazada sea o no madre, o la imposición de una maternidad no deseada
por sus representantes legales; en la inmensa mayoría de los casos
—antes se han dado muchas estadísticas—, los padres.


Permítanme, en primer lugar, una aproximación a la realidad de lo
que estamos discutiendo. En 2014, del total de mujeres que abortaron,
el 3,6 % eran menores de 16 y 17 años, unas 4000. De estas, no llegan
a 500, lo hicieron sin informar a sus tutores legales. Y como es difícil
desagregar los datos del número de mujeres entre 16 y 17 años, les daré
un dato aproximado. En España hay unas 245 000 mujeres comprendidas entre
estas edades. Han abortado, pues, un 1,6 % del total; y sin informar a
sus tutores legales, el 0,2 % del total. Les recuerdo los datos porque, a
veces, oyéndoles a ustedes, parece que la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de
marzo, haya provocado una especie de botellón abortista entre estas
jóvenes, y esto es mentira. Los datos son los que son.


Otra mentira es afirmar que la ley vigente permite a las mujeres
menores abortar a las bravas. Señorías —antes lo repitieron también
portavoces de otros grupos—, el artículo 13.4 tiene tres párrafos:
el primero, otorga la decisión a las mujeres; el segundo, señala con toda
claridad que deberán informar a sus representantes y a sus tutores
legales, y el tercero las exime de esta información cuando la menor
alegue fundadamente que esto le provocará un conflicto grave y cierto de
violencia intrafamiliar, etcétera.


Señorías, ustedes están legislando para un colectivo de
aproximadamente 500 mujeres, según datos de 2014: las más vulnerables,
las más desprotegidas, aquellas que no pueden encontrar un amparo
familiar a su deseo de no ser madres. Ustedes están legislando para ese
colectivo e, insisto —como decían antes otras portavoces—,
esto no está bien, esto es gravísimo y muy preocupante desde un punto de
vista social. En realidad, con estos cambios ustedes no protegen,
desprotegen a este colectivo, insisto, de lo más vulnerables.


Permítanme que les recuerde lo que afirma el examen de igualdad
de las Naciones Unidas, examen que España ha suspendido estrepitosamente.
La Cedaw —Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra las mujeres— ha pedido al Gobierno que no
adopte la decisión de que las mujeres entre 16 y 18 años tengan que
necesitar el consentimiento de los padres para abortar, ya que les
preocupan las repercusiones que puede tener un evento así en la salud de
las menores.


Y una pegunta al hilo de lo que fue la intervención en el
Congreso. Aquí, como solo ha habido silencio, comprenderán que contra el
silencio no hay debate. ¿Las mujeres menores de 18 años son inmaduras o
no? ¿No están capacitadas para decidir sobre su derecho a interrumpir el
embarazo? El senador Saura y yo creemos que sí. Es más, si son inmaduras
para decidir si deben abortar o no, ¡cómo van a ser maduras para ser
madres! (Aplausos). ¡Es un disparate! Un disparate de la vida, no de la
ideología, no de la moral, no de las creencias religiosas, sino de la
realidad. La maternidad tiene que ser algo deseado, algo que una mujer
—más aun entre 16 y 18 años— sea capaz de sobrellevar. Nunca
puede ser la imposición de unos padres, de unos tutores o de unos
representantes legales.


Insisto: no es razonable esta proposición de ley que nos
presentan. Es una proposición de ley negativa. Señorías, la edad legal
—termino, señor presidente— para mantener relaciones
consentidas es de 16 años pero, como en tantos otros aspectos de la vida,
el riesgo cero no existe, tampoco en las relaciones sexuales. Por tanto,
si una menor de edad se queda embarazada involuntariamente, nadie, nadie,
ni el Partido Popular, puede obligarle a ser madre.


Gracias, señor presidente. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Guillot.


Las senadoras Almiñana y Sequera y los senadores Boya, Bruguera,
Martí, Montilla y Sabaté han presentado la propuesta de veto
número 5.


Para su defensa, tiene la palabra la senadora Almiñana.


La señora ALMIÑANA RIQUÉ: Gracias, presidente.


Señorías, yo al igual que mi compañero, el senador Guillot,
también voy a empezar esta intervención reivindicando en mi nombre, en el
de muchas mujeres y también en el de muchos hombres, a una mujer, a la
ministra Bibiana Aído (Aplausos). Porque gracias a ella y al Gobierno
Zapatero, así como a las miles de mujeres que han luchado por nuestros
derechos, hoy en España tenemos una Ley de salud sexual y reproductiva y
de la interrupción del embarazo que garantiza la salud de las mujeres que
deseen interrumpir su embarazo.


Y antes de entrar en la defensa del veto quiero recordarle,
señoría, aunque todos los senadores que me han precedido lo han hecho,
que su propuesta inicial sobre el cambio, sobre el retroceso que
pretendían imponernos de la ley del aborto, fue derrotada porque la
sociedad salió a la calle a decirles que no estaban dispuestos a
retroceder en derechos y en libertades. Por eso ustedes la retiraron y,
de paso, retiraron al ministro Gallardón.


Pero entro ya en materia, señorías; la proposición de ley, que no
proyecto de ley, eludiendo así los dictámenes del Consejo de Estado,
entre otros, no es una modificación menor; básicamente, porque duele. Y
ese es el motivo por el que hemos presentado este veto. Esta modificación
afecta a pocas mujeres de la población en general y a pocas de las que
abortan cada año en nuestro país. Afecta a las jóvenes que se acogen al
apartado 4 del artículo 13 de la Ley 2/2010, que es precisamente el
artículo que ustedes proponen modificar. Y aunque ya lo hayan dicho los
senadores anteriores, quiero leer este apartado 4 del artículo 13 de la
ley vigente hoy en nuestro país. Dice así: En el caso de las mujeres
de 16 y 17 años, el consentimiento para la interrupción voluntaria del
embarazo les corresponde exclusivamente a ellas de acuerdo con el régimen
general aplicable a las mujeres mayores de edad. Al menos, uno de los
representantes legales, padre o madre, personas con patria potestad o
tutores de las mujeres comprendidas en esas edades, deberá ser informado
de la decisión de la mujer. Esto es lo que hacen casi el 90 % de las
mujeres de 16 y 17 años en nuestro país. Pero la norma añade: Se
prescindiría de esta información cuando la menor alegue fundadamente que
esto le provocará un conflicto grave manifestado en el peligro cierto de
la violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos, o se
produzca una situación de desarraigo o desamparo. De esas mujeres y de
sus derechos es de lo que hoy estamos debatiendo aquí.


Situémonos. ¿A cuántas personas afecta la norma que nos proponen?
Ustedes lo saben, aproximadamente a unas 400, un 0,4 % del total de
mujeres que abortan en nuestro país; un 0,2 % de la franja de edad a la
que se refiere esta ley. Tienen 16 o 17 años y la mayoría no han tenido
suerte. Digo que no han tenido suerte porque viven en entornos
desestructurados, tienen padres que no ejercen como tales o están bajo la
tutela del Estado. Actualmente, estas menores están protegidas en la ley.
¿Cuál es entonces el interés de desprotegerlas? ¿Por qué el Partido
Popular quiere cambiar la ley? Porque quieren hacerlo cuando el Comité de
Derechos Humanos en España de Naciones Unidas expresa en su último
informe su preocupación por el trámite de esta ley. Le preocupa que esta
reforma haga aumentar los abortos clandestinos; o cuando la Cedaw, el
Comité sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación de la
Mujer, insistió este verano en que su reforma no fuese adoptada por el
Gobierno; y cuando el grupo de trabajo de Naciones Unidas sobre la
cuestión de la discriminación de la mujer en la legislación y en la
práctica, manifestó que la reforma es una medida contraria a las
obligaciones derivadas de la Convención sobre los Derechos del Niño y a
las convenciones sobre los derechos de las personas con discapacidad,
instando también al Gobierno español a retirar una nueva propuesta. ¿Cuál
es su interés entonces? Tampoco es a día de hoy una demanda ciudadana
mayoritaria. No vemos en las calles gente manifestándose a favor de esta
modificación, señorías. Por lo tanto, solo nos cabe pensar que su
iniciativa está hecha básicamente en clave electoral. En clave electoral
retiraron el proyecto Gallardón y en clave electoral nos proponen ahora
esta reforma.


Me gustaría mucho pensar que esto no es así, pero yo no encuentro
otra explicación y ustedes no han salido a darnos los argumentos, al
principio del debate, para que ahora podamos debatir sabiendo exactamente
cuáles son los motivos que hacen que ustedes hayan decidido desproteger a
las menores de 16 y 17 años que se encuentran en una situación muy
complicada.


Por lo tanto, ante una proposición de ley que genera sufrimiento,
aunque sea a pocas mujeres, mi grupo no puede permanecer impasible y si
el objetivo es electoralista muchísimo menos.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Almiñana.


La propuesta de veto número 7 ha sido presentada por el Grupo
Parlamentario Socialista. Para su defensa, tiene la palabra la senadora
Llinares.


La señora LLINARES CUESTA: Gracias, señor presidente.


Señorías, en primer lugar quiero dar la bienvenida y agradecerles
que estén aquí las personas que nos acompañan en la tribuna.


Me van a permitir —ya lo ha dicho otro senador— que
mis primeras palabras sean para expresar un emocionado recuerdo para
nuestra compañera Elena Arnedo, una mujer comprometida con el feminismo,
una mujer pionera en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos.
(Aplausos).


Señorías, como voy a empezar leyendo algo que es muy interesante,
les digo a los senadores y senadoras del Partido Popular que presten
atención especialmente. Les leo: «Con la convicción más grande, defenderé
un proyecto largamente reflexionado y deliberado. Un proyecto que tiene
como objetivo poner fin a una situación de desorden y de injusticia, así
como aportar una solución equilibrada y humana a uno de los problemas más
difíciles de nuestro tiempo». Así comenzaba la ministra de Igualdad,
Bibiana Aído, la defensa de la Ley del aborto en el Congreso de los
Diputados el 26 de noviembre del año 2009. Son las mismas palabras que
otro 26 de noviembre, pero 35 años atrás, había utilizado Simone Veil,
ministra de Sanidad francesa, de un Gobierno conservador, para presentar
el proyecto de despenalización del aborto. Y hoy, casi seis años después,
fíjense ustedes, lamentablemente estamos aquí defendiendo con todas
nuestras fuerzas y nuestras energías ese gran proyecto de ley que fue la
Ley de interrupción voluntaria del embarazo y de defensa de los derechos
sexuales y reproductivos, señorías. (Aplausos). Ustedes nos quieren
retrotraer ya no a 35, sino a 40 años atrás en este país y luego se les
llena la boca con que somos pioneros en todo el mundo en derechos
sociales. Pero, por favor.


Casi todos los argumentos que yo tenía en mi intervención los han
repetido todos los senadores y senadoras que me han precedido en el uso
de la palabra. Fíjense ustedes, el Gobierno no ha sido capaz de venir
aquí, dar la cara y presentar un proyecto de ley. No ha sido capaz.
(Aplausos).Nos ha presentado una proposición de ley por la puerta de
atrás para eludir todos los informes preceptivos. ¿Esa es la
transparencia y la forma que ustedes tienen de dar la cara y de defender
sus ideologías? No olvidemos que esta proposición de ley no es una
necesidad social, como me dijeron a mí en la Comisión de Sanidad. Yo no
he visto por ahí manifestaciones de gente pidiendo que por favor
presenten ustedes esta proposición no de ley. Sí que las hemos visto en
sentido contrario (Protestas). No se enfaden, señorías; no entremos en un
diálogo; no se enfaden, por favor; respeten a esta senadora que está en
el uso de la palabra. Les pido respeto. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por favor.


La señora LLINARES CUESTA: Uno de los principios básicos de todo
ser humano es el respeto a la diversidad, el respeto a quienes tenemos
opiniones diferentes, porque por eso estamos en grupos políticos
diferentes. Porque a mí no me une nada a lo que ustedes piensan, y por
tanto, estoy en mi derecho de expresar lo que el Grupo Parlamentario
Socialista opina en este sentido.


No hay ni un solo argumento ni científico ni social ni médico ni
de seguridad sanitaria para que ustedes presenten esta proposición de
ley. Lo único que se pretende es contentar a un sector más reaccionario y
del Partido Popular y captar algunos votos, y eso es penoso; un ataque
brutal a los derechos de las mujeres, en este caso de las menores de 16
y 17 años, que son personas más vulnerables, para intentar conseguir
votos; y eso, señorías, es intolerable. Lo han dicho ya otros senadores y
senadoras, pero se lo voy a repetir porque van a salir aquí y van a
intentar confundir, no a nosotros, sino a la ciudadanía, que es lo que
mejor les va a ustedes, mezclarlo todo y confundir a la ciudadanía para
ver si así cazan algún voto.


Estamos hablando de la modificación del artículo 13.4 del Título
II que dice específicamente —lo leo textualmente—: En el caso
de las mujeres de 16 y 17 años el consentimiento para la interrupción
voluntaria del embarazo les corresponde exclusivamente a ellas, de
acuerdo con el régimen general aplicable a las mujeres mayores de edad.
Al menos uno de los representantes legales, padre o madre, personas con
patria potestad o tutores de las mujeres comprendidas en esas edades
deberá ser informado de la decisión de la mujer. Se prescindirá de esta
información cuando la menor alegue que esto le provocará un conflicto
grave manifestado en peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas,
coacciones, malos tratos o que se produzca una situación de desarraigo o
desamparo. Esto es lo que dice la actual ley en vigor, y no lo que
ustedes pretenden que diga. Por tanto, no falten a la verdad y no
intenten confundir.


La realidad —se lo han dicho aquí— es que desde su
entrada en vigor solo el 0,44 % no pudo informar a sus progenitores por
esos dramáticos casos que les hemos repetido una y otra vez a lo largo de
este Pleno. ¿Dónde está la desprotección de estas menores? Díganoslo, por
favor, ¿porque sabe cuál va a ser esa desprotección? La que van a sufrir
con la modificación que ustedes pretenden llevar a cabo, porque les van a
obligar a la clandestinidad, les van a obligar a practicarse abortos
inseguros sanitaria y jurídicamente, y también va a suponer un riesgo
para los profesionales. A eso es a lo que ustedes les van a conducir con
esta modificación de la actual Ley del aborto; una modificación
totalmente innecesaria. Como le he dicho, lo hacen por la puerta de
atrás, sin que el Gobierno dé la cara, sin consenso social y sin consenso
político. ¿Pero van a continuar ustedes diciendo, después de que se han
presentado 7 vetos, que lo que decimos los grupos de la oposición no es
cierto, que lo que ustedes quieren es proteger a las mujeres?


Voy a ser repetitiva, pero es que es así. Todas las
organizaciones internacionales, Naciones Unidas, la Organización Mundial
de la Salud o el Relator Especial de la ONU, han expresado su
preocupación por la relación directa que hay entre las leyes restrictivas
y el aborto clandestino y su riesgo para la vida y la salud de las
mujeres. El aborto inseguro es uno de los factores que más contribuye a
elevar las tasas de mortalidad materna, y también es causa de lesiones
crónicas e infertilidad, señorías. En los países donde el aborto es
ilegal el riesgo de muerte y lesión de las mujeres que buscan interrumpir
su embarazo es como promedio 30 veces más alto que en los países donde el
aborto está permitido legalmente ¿Eso es lo que ustedes quieren,
señorías? Pues eso es lo que están ustedes proponiendo con esta
modificación de la ley.


Ustedes le ponen un pomposo nombre a esta iniciativa que dicen
que es para la protección de las menores, pero es lamentable que hoy
aquí, en esta Cámara, en este Senado, se vaya a producir el atentado más
brutal contra los derechos de las mujeres y muy especialmente de las
mujeres menores. Eso es lo que va a pasar hoy aquí en el Senado,
señorías. Creo que deberían rectificar. Se lo he dicho muchas veces; ayer
cuando hablábamos de sanidad y hoy cuando hablo del derecho de las
mujeres a decidir si quieren o no ser madres, para que aquellas que no
quieran serlo que tengan garantizadas unas condiciones de seguridad
sanitaria y de seguridad jurídica. De eso es de lo que tenemos que
hablar. Ya les han dicho que solo el 3,6 % de las interrupciones
voluntarias del embarazo son de jóvenes en estas edades. Luego nos dirán,
como ya hicieron, que si hay conflicto siempre estará el Código Civil, la
Ley de la autonomía del paciente, la de protección de la infancia e
incluso la jurisdicción voluntaria. Eso es lo que alegan ustedes. ¡Qué
barbaridad! ¡Qué barbaridad! ¡Qué barbaridad!


Esto, señorías del Grupo Parlamentario Popular, no es tolerable
bajo ningún concepto y por eso hemos presentado este veto, porque esta
proposición de ley no solo cercena los derechos de las mujeres, sino que
también quiebra, les guste a ustedes o no, una situación jurídica
impresionante. La ley en vigor se ha aplicado con tranquilidad; no ha
habido ningún problema; está garantizada la seguridad sanitaria y
jurídica; respeta los derechos de las mujeres; y ustedes al final de la
legislatura nos presentan esta proposición de ley a la que llamamos, ya
se lo dijimos en comisión, «ley trueque» porque cambia derechos de las
mujeres jóvenes por un puñado de votos, y eso es lo que ustedes están
pretendiendo con esta proposición de ley.


Señorías, si en España el acceso de las adolescentes al aborto
seguro y de calidad se viera obstaculizado por motivos de
interpretaciones legales restrictivas deberá tenerse muy presente el
impacto familiar y social, sobre todo el impacto sobre la salud y los
derechos de las mujeres.


Por todo ello hemos presentado este veto y anuncio también que
nuestro grupo votará favorablemente los vetos de los demás grupos. Les
pido, con humildad y con respeto, que de verdad no sigan adelante, que
aprueben los vetos y que retiren esta proposición. Si no lo hacen tengan
la seguridad de que dentro de muy poquito tiempo ésta será una de las
primeras leyes que derogará el Grupo Socialista. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Llinares.


En el turno en contra, tiene la palabra la senadora Pan.


La señora PAN VÁZQUEZ: Muchas gracias, señor presidente.


Señorías, subo a esta tribuna en representación de mi grupo, del
Grupo Popular, a defender el derecho y la opinión de una amplia mayoría
social que no piensa como ustedes, y por eso no les han votado. No les
han votado porque ustedes, cuando aprobaron la anterior ley, no lo
llevaban en su programa electoral; fue una ley que presentaron por
sorpresa.


Les adelanto también que no compartimos ninguna de las opiniones,
de los mantras, en muchos casos de los eslóganes, que algunas de sus
señorías presentaron hoy aquí; por lo tanto, vamos a votar en contra de
todos los vetos. (Rumores). De lo que hoy tratamos aquí... (Rumores), si
me dejan que se lo explique...


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por favor;
guarden silencio.


La señora PAN VÁZQUEZ: De lo que hoy tratamos aquí no es de
interpretaciones interesadas, aquí de lo que tratamos es de una
proposición de ley orgánica para reforzar la protección de las menores y
de las mujeres con capacidad modificada judicialmente en la interrupción
voluntaria del embarazo.


El objeto de la proposición de ley es modificar la legislación en
vigor en el punto relativo a reincorporar el consentimiento de los
progenitores cuando se trata de un aborto practicado a menores de edad
(Rumores, es decir, a niñas, señorías —nuestras niñas, porque en
casa las llamamos niñas— de 16 y 17 años, para devolver a los
padres y a las madres la capacidad de aconsejar y de estar al lado de sus
hijas en ese momento tan complicado de sus vidas.


Se trata, señorías, aunque a ustedes les haga mucha gracia,
porque les veo reírse mucho, de la protección del menor; se trata de la
transcendencia de la decisión que tienen que adoptar y del núcleo
esencial de esas figuras jurídicas contempladas en el artículo 154 del
Código Civil.


Señorías, con esta proposición de ley se establecen dos
modificaciones legislativas muy concretas: se elimina el apartado 4 del
artículo 13 de la Ley 2/2010 y se modifica el artículo 9.4 de la
Ley 41/2002, para proteger a las menores, señorías, sin entrar en el
debate de ningún otro de los asuntos, algunos de ellos pendientes todavía
de resolución por parte del Tribunal Constitucional. Esta modificación no
es contraria ni contradictoria con la legislación vigente. No intenten
ustedes confundir a la sociedad.


Señoría, ningún Gobierno hasta el actual ha sido tan sensible con
la problemática que afecta a las mujeres y a los menores. Se ha
legislado, aunque ustedes se quejen de exceso de legislación; sí, se ha
legislado, pero también se han adoptado numerosas medidas que se han
dotado presupuestariamente para su desarrollo. Si alguna de sus señorías
no la tiene, yo tengo un documento ahí, en mi escaño, de legislación
comparada, y en cualquier momento se lo hago llegar.


Señorías, aquí no se quitan derechos. No puede uno quitar lo que
no existe ni ha existido nunca. No se puede quitar un derecho que no
existe en la actual ley como derecho. Ustedes mismos se contradicen en su
argumentación. Hay grupos en esta Cámara que quieren ir más allá, que han
presentado enmiendas y que quieren que se modifique a mayores la actual
legislación vigente para que se incorpore como derecho lo que actualmente
ni la ley en vigor ni ninguna otra ley contempla. Por lo tanto, aquí no
se conculcan derechos, señorías.


Señorías socialistas, cuando ustedes presentaron la actual ley en
vigor, cuando se presentó a debate, no contemplaba la regulación del
consentimiento de las menores a la interrupción voluntaria del embarazo
en los términos en los que finalmente se aprobó en el proyecto de ley.
Era una cuestión tan poco pacífica, señorías, que el Gobierno Socialista
decidió no incorporarla; fue después en una enmienda cuando se introdujo.
Era tan poco pacífica, que en una encuesta del diario El País en aquellos
momentos, el 56 % de los votantes socialistas se oponía a que las menores
abortaran sin conocimiento de sus progenitores, tan poco pacífica como
eso. Era tan poco pacífica que provocó declaraciones de los señores
Barrera, Rodríguez Ibarra, Alfonso Guerra, José Bono, etcétera,
totalmente contrarios a que se introdujera esta cuestión en la ley. No
era pacífica, señorías, porque, además, ellos consideraban —y son
palabras de ellos— que no equilibraba adecuadamente la autonomía de
las menores con los deberes inherentes a la patria potestad o a la tutela
de sus progenitores o tutores.


Señorías, la ley tampoco es contradictoria con la legislación
vigente del sistema de protección a la infancia —¡Cómo va a serlo,
si este Gobierno es el que más ha hecho en relación con este
asunto!—, una legislación que promueve, entre otros, claro que sí,
que los menores tienen que ser oídos cuando tengan la madurez suficiente.
Este Gobierno, señorías, como les digo, ha trabajado en la protección de
los menores, les ha dado y les ha conferido visibilidad y se ha legislado
para ello. Y hoy damos un paso más con el proyecto que presentamos para
su debate y aprobación en esta Cámara.


El objeto de este proyecto de ley no es la regulación de la
interrupción voluntaria del embarazo, no lo es, ni reabrir tampoco su
debate, sino que se trata de la necesaria complementariedad de los
consentimientos del menor y de sus representantes legales. Y no me
cansaré de decirlo, porque este es el objeto del proyecto que hoy
presentamos.


Finalmente, señorías, quiero recordarles que la ley en vigor
tampoco tuvo el refrendo mayoritario que ustedes han dicho aquí. Es más,
quiero recordar que algunos grupos que hoy han presentado veto, en su día
votaron en contra de la ley que ustedes han denominado Aído.


Por todo ello, señorías, señor presidente, vamos a votar en
contra de todos estos vetos.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Pan.


Pasamos al turno de portavoces.


Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra el senador
Mulet.


El señor MULET GARCÍA: Gracias, señor presidente.


Señoras y señores senadores, Compromís comparte todas las
propuestas de veto presentadas, y también apoyaremos todas las enmiendas
y las haremos nuestras. En ellas ya se documenta cómo de innecesaria es
esta proposición de ley. Entendemos que no hace falta legislar donde no
hay un problema, ya que la actual normativa funcionaba correctamente.
Señores del Grupo Popular, se dedican ustedes directamente a secuestrar
la actual normativa por fines puramente ideológicos, no para solucionar
carencias, que no existían, sino para crear un conflicto bajo el prisma
de su ideología. Transforman ustedes las leyes en contra de todos, sin la
más mínima intención de buscar el consenso y malgastan el limitado tiempo
que tenemos aquí y el esfuerzo dedicado a ello, cuando realmente debían
invertirlo en aquello que urge en nuestra sociedad, que es la lucha
contra la violencia y la desigualdad, que ojalá les ocupara tanto tiempo
como esto.


Esta propuesta miente de principio a fin no solamente en el
documentario de justificación, sino también en el propio título. Esta no
es una legislación para proteger a ninguna menor ni a ninguna mujer con
capacidad, modificada judicialmente, solamente protege su ideología más
reaccionaria. No protege a ninguna mujer sino que las castiga, dificulta
la solución a sus problemas y las estigmatiza todavía más.


Sufren ustedes de un mal de licantropía política. Se quieren
vender de cara a la galería como un partido liberal, contemporáneo y
moderno, pero cuando aparece la luna llena sacan la bestia que llevan
dentro y aparece el más rancio nacionalcatolicismo.






Supuran ustedes,
señores del Grupo Popular, por los poros del peor de los integrismos y no
pueden evitar mostrarse como lo que real e ideológicamente son: pura
reacción y caspa. (Protestas). Tranquilos, que estamos en cuarto
menguante; tranquilos, que no tienen que sacar la bestia todavía.
Tranquilícense ustedes y escuchen, como los demás les escuchamos.


No solamente es un acto fallido proponer este tipo de
legislaciones, que les delata porque lo hacen con una clara
intencionalidad. Saben que son perfectas cortinas de humo para tener
ocupados a todos, a los senadores y a la ciudadanía, y escandalizados con
estos posicionamientos reaccionarios para que no estemos atentos a sus
continuos avatares que llevan a los suyos ante la justicia. Presentan
propuestas tan extremas como estas para eclipsar sus escándalos,
llámenlos el caso Rato, Gürtel, Rita Leaks, o como quieran, y para
alimentar sus raíces ideológicas para contentar a un público más radical
y extremista que se ve claramente reflejado y defendido por ustedes.


Saben que esta es la única utilidad que tiene presentar este tipo
de leyes, porque cuando pronto llegue un Gobierno normal a este Estado,
sin hipotecas confesionales como las suyas, estas leyes de retroceso se
van a cambiar. Esta ley está dictada por una jerarquía eclesiástica
alejada del sentir de la mayoría de los católicos, afortunadamente, y es
que a ustedes, señores del Grupo Popular, les pesa más el rosario que la
razón, o tal vez no el rosario sino directamente el cilicio, porque
incluso la Iglesia católica es más avanzada en sus planteamientos que
ustedes. En la prensa de hoy el propio papa Francisco anunciaba que hace
gratuita y más ágil la nulidad matrimonial; mientras que la Iglesia
católica, que en teoría les inspira, va avanzando lentamente, ustedes
retroceden de manera acelerada.


No les pido que sean progresistas ni modernos, ni adaptados al
tiempo, ni que miren al futuro, simplemente les pido que no vayan al
pasado, que estén en el presente y que actúen como nos merecemos los
españoles. No les pase a ustedes como en la película Regreso al futuro,
en la que viajan al pasado y al presente y al final se acaban perdiendo
en la Edad Media y en el periodo inquisitorial.


Para finalizar, de la misma manera que hacía míos los vetos,
también hago mía la proclama, que habrán escuchado muchas veces, de:
señores del Partido Popular, saquen ustedes los rosarios de los
ovarios.


Muchas gracias. (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Mulet.


Tiene la palabra la senadora Mendizabal.


La señora MENDIZABAL AZURMENDI: Gracias, señor presidente. Buenas
tardes a todos.


Amaiur va a votar a favor de todos los vetos presentados porque
creemos que las medidas que se proponen no reforzarán la protección de
los menores, que es el objeto de la proposición de ley. Además, pensamos
que esta medida parte de una posición equivocada: la Ley de 2010 no dice
que los menores de 16 y 17 años puedan abortar sin conocimiento de sus
padres; todo lo contrario, la ley exige hacerlo para poder abortar;
únicamente quedan exentas aquellas que demuestren grave conflicto. Esto
hay que dejarlo claro y remarcarlo.


Otro argumento que se ha esgrimido es que los menores utilicen el
aborto como un método anticonceptivo, otra mentira que las cifras han
destapado. Con los datos del año 2014 en la mano, vemos que de los
abortos practicados solamente el 3,6 % fueron de menores, y que de
ese 3,6 % de menores que abortaron, el 88 % lo hicieron acompañadas, y
las que no lo hicieron justificaron debidamente su decisión; es decir,
solo el 0,44 % de todos los casos abortaron sin informar, o, dicho de
otra manera, casi todas fueron acompañadas por algún progenitor o
tutor.


Por tanto, si no refuerza la protección de los menores y si la
necesidad no está justificada por los datos, ¿a qué se debe este interés
de protección a los menores de 16 y 17 años?


La semana pasada, en la propuesta de la Ley Orgánica de la Ley de
enjuiciamiento criminal, ustedes dejaron fuera de esta protección a los
menores de 16 y 17 años, ya que, a partir de la entrada en vigor de esta
ley, estos menores van a poder estar en régimen de incomunicación.
Repito, ustedes, la semana pasada, dejaron fuera de esta protección a
menores de 16 y 17 años. Resulta que para ustedes aquellos menores no
merecen la misma protección que buscan para estas menores. Señorías, lo
que ha sucedido es que han querido contentar a una parte de su parroquia
después de la marejada que se formó con el intento de reforma de la Ley
del aborto.


Tampoco nos sorprende la forma de legislar, a base de recortar
libertades, lo que llevan haciendo desde el inicio de la legislatura. Han
recortado el derecho a la información, el derecho a la manifestación, el
derecho a decidir, pero en este caso, como no han podido hacer todo
completo, hoy recortan un poquito justo a aquellas mujeres que más
protección necesitan: las menores en situación de conflicto y
vulnerabilidad. El problema es que para ustedes la protección se traduce
en el «nosotros decidimos por ti». Lástima, que si tan preocupados están
de proteger a las menores en situación de vulnerabilidad, no se les
ocurra invertir en educación, también en educación sexual, y no se les
ocurra invertir en sanidad, en protección social. Pongan medios para
paliar esta situación extrema y dejen de limitar nuestras vidas privadas.
No se han enterado, señorías, de que lo único que consiguen con estas
medidas es reafirmarnos en la necesidad de que debemos ser nosotras
mismas, las mujeres, las que decidamos sobre nuestros cuerpos, las
menores y las que no lo somos. No admitiremos injerencias en nuestras
libertades. Por mucho que ustedes se empeñen, nuestra libertad nos
pertenece y nuestro cuerpo también.


Gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Mendizabal.


Por el Grupo Parlamentario Vasco en el Senado, tiene la palabra
el senador Cazalis.


El señor CAZALIS EIGUREN: Mahaiburu jauna, senatari jaun-andreok,
voy a fijar la posición del Grupo Vasco en el Senado ante este proyecto
de ley, y voy a repetir los argumentos que ya se han utilizado esta noche
en cada una de las intervenciones que me han precedido, salvo en el turno
en contra, obviamente.


Este también es otro argumento. Todos los grupos hemos utilizado
los mismos argumentos, hemos presentado las mismas enmiendas y, al final,
el Grupo Popular se ha quedado solo en la defensa de este proyecto de
ley, una vez más, porque se ha quedado solo muchas veces, pero
probablemente, no sé si nunca pero muy pocas veces, con una coincidencia
de argumentos y de enmiendas tan amplia como la de esta noche.


Señorías, quiero empezar mi intervención haciendo una reflexión
que me parece importante en este momento. Cuando se discutió en estas
Cortes Generales el Proyecto de Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de
salud sexual y reproductiva y de la intervención voluntaria del embarazo,
el Grupo Vasco dejó claro que esta no era la ley que nosotros hubiéramos
hecho si nos hubiera correspondido hacerla a nosotros solos. Consideramos
entonces que el recurso a la interrupción del embarazo es siempre un
drama y una situación traumática para la mujer y también para su entorno
inmediato; un drama porque quien recurre al aborto no lo hace por gusto,
y mucho menos con ligereza o por frivolidad, y no lo hace nunca,
paradójicamente, de manera voluntaria, porque sus circunstancias
personales, sociales, médicas o de otro tipo son las que no le dejan
elegir.


Si la situación creada para la mujer es dramática, sus soluciones
también lo son, y eso es un aborto: la consecuencia dramática de una
situación dramática y desesperada. Por eso, el Grupo Vasco vio la
necesidad de tomar la decisión de buscar una salida lo más digna y segura
posible para las mujeres que se encontraban, por avatares de la vida, en
esa dramática situación. Y vimos también claramente que la solución no
era legislar de mentira, haciéndonos trampas en el solitario sino
buscando las vías más sensatas y lógicas e incluirlas en una ley, no
hacer una ley que no permitiera nada y después mirar para otro lado para
que todo fuera mal o peor. Como digo, buscando las vías para conseguir un
equilibrio sensato entre la necesidad de solucionar una situación no
deseada y traumática, el derecho de la mujer a decidir sobre su propio
cuerpo y la necesidad de que todo esto se hiciera sin poner en riesgo la
vida de aquellas mujeres que, en cualquier caso, decidieran recurrir a la
interrupción del embarazo común y con recursos posibles para solucionar
su dramática situación. Este fue el ejercicio de responsabilidad que el
Grupo Vasco hizo en 2009. No era nuestra ley ideal pero sí fue la única
ley que podía salir adelante, fruto del amplio consenso de casi todos los
grupos políticos; y esto reza también para el apartado 4, del artículo 3,
de la mencionada Ley 2/2010.


Por eso mismo consideramos que no es el momento para proceder a
su modificación, esencialmente porque, como hemos visto en esta sesión,
hasta ahora no existe el consenso necesario para ello, y cuando hablamos
de consenso no hablamos de mayoría solamente, hablamos de consenso entre
todas las sensibilidades presentes en estas Cortes Generales,
sensibilidades que a veces tienen menos votos y otras tienen más. Ya por
sí sola, la falta de consenso entre las fuerzas políticas nos parece
suficiente para posicionarnos en contra de este proyecto de ley, pero hay
más en el fondo.


Dice el preámbulo que el que las menores de 16 y 17 años se
encuentren acompañadas de sus representantes legales, padre y/o madre,
persona que ostente la patria potestad o tutores, según proceda, es
fundamental para situaciones de vital importancia e impacto futuro, como
es la interrupción voluntaria del embarazo. Estamos totalmente de
acuerdo. Esto no lo puede discutir nadie, es así. Yo soy padre de
adolescentes, y es así.


Prosigue el texto. «Su cuidado —del menor— comprende
el núcleo esencial de todas estas figuras jurídicas, y así lo fija el
Código Civil en el artículo 154, estableciendo que entre los deberes y
facultades del ejercicio de la patria potestad está el de velar por
ellos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles una
formación integral.» Esto debería ser así siempre, señorías, y no porque
lo diga el Código Civil, sino porque debería ser así siempre. Eso forma
parte de nuestra ética, de nuestra moral y del derecho natural. Por eso,
las referencias a estos preceptos legales no solo no nos pueden servir
para justificar este proyecto de ley, sino para todo lo contrario; nos
tiene que servir para saber cuál es la normalidad dentro de la familia y
poder hacer una excepción a aquello que no es normal.


La redacción del apartado 4 del artículo 13 de la ley vigente no
va dirigida a estas familias que han procurado y conseguido, dentro de
unos parámetros sociales normalizados, velar por ellos, tenerlos en su
compañía, alimentarlos, educarlos y procurar una formación integral.
Estos progenitores, padres y madres, tienen garantizado que van a ser, en
todo caso, informados de la decisión de la menor, si no los dos, siempre,
por lo menos uno. Las menores que han sido educadas en unos valores
normales, a las que sus progenitores han procurado una formación
integral, con todo lo que eso, conlleva difícilmente se van a plantear no
informar a sus progenitores, porque nadie en una situación tan dramática
como puede ser la necesidad y la decisión de abortar prescinde de las
personas que más le pueden apoyar y que seguramente más quieren y más
necesitan.


La ley dice que se prescindirá de esta información cuando la
menor alegue fundadamente que esto le provocará un conflicto grave,
manifestado en peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas,
coacciones, malos tratos o cuando se produzca una situación de desarraigo
o desamparo. No parece que esta situación de conflicto grave sea
especialmente compatible con unos progenitores que han procedido de
acuerdo con la ética, la moral y los preceptos del Código Civil en los
que se justifica este proyecto. Por tanto, la excepción a la obligación
de informar es por qué no se cumple eso que dice el Código Civil. Y es
precisamente en estas situaciones de no normalidad familiar en las que,
por el bien del menor, la decisión de interrumpir el embarazo no debería
ser notificada a unos progenitores que, dicho sea de paso, a lo mejor
tampoco deberían ser considerados como tales, ni a los ojos del Código
Civil ni de la moral ni de la ética, en nuestra sociedad.


Sí es cierto, por lo menos en mi modesta opinión, y es una
opinión personal, que en esta situación de conflicto grave los poderes
públicos deberían tener un papel protector y buscar las fórmulas para
poder ofrecer salidas dignas, razonables y seguras para evitar el recurso
de la interrupción del embarazo, y tal vez hubiera sido muy positivo que
esto se recogiera en la ley, en la línea de una de las enmiendas que
presenta Convergència i Unió, la número 34, a este proyecto de ley. No
fue así, aunque tampoco se impide, y esta podría ser una buena línea de
trabajo, importante para mejorar la norma vigente, siempre de manera
consensuada.


Por otra parte, hay otra realidad, a la que también se ha aludido
y que hemos de tener en cuenta: las menores inmigrantes, especialmente en
situación irregular y en situaciones especiales, que o bien no tienen un
tutor a quien notificar su situación o bien sus padres se encuentran en
su país de origen y no pueden dar su consentimiento para proceder a la
interrupción del embarazo. La senadora Julios ha pormenorizado muchos de
estos casos y lo ha hecho muy bien. En estos casos, ¿qué pasa? ¿Estarían
obligadas las menores a mantener su embarazo, independientemente de su
situación, porque no pueden acceder a sus padres? Sinceramente, no se
entiende. No parece razonable, y además es muy peligroso porque estas
menores solas y sin recursos sociales ni económicos van a acabar
obligadas a recurrir a abortos ilegales, y eso es lo que teníamos que
evitar con la Ley del aborto.


Las estadísticas, ya se ha dicho a lo largo de esta sesión,
vienen a refrendar todo esto que estamos diciendo. Por lo tanto, la falta
de consenso suficiente, el peligro de maltrato y violencia en los casos
de familias desestructuradas y conflictivas y la imposibilidad del
cumplimiento de la ley en casos excepcionales son las tres razones
principales por las que el Grupo Vasco pide la retirada del proyecto de
ley, votará a favor de todos los vetos y se va a abstener en la votación
de todas aquellas enmiendas que no son de supresión y que intentan
modificar el proyecto de ley.


Y una última reflexión que también se ha hecho —tengo muy
poco tiempo, aunque no voy a utilizar probablemente más que este turno y,
por lo tanto, pido benevolencia al presidente—. Hace unos meses,
allá por marzo de 2004 yo subía a esta tribuna para defender la posición
del Grupo Vasco en una moción presentada por la senadora Almiñana que
instaba a la retirada del entonces llamado Anteproyecto de Ley Orgánica
para la protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer
embarazada. En aquel momento la preocupación de todos era que el
anteproyecto planteado saliera adelante y que el Grupo Popular, haciendo
uso de su rodillo, la aprobara; incluso algunas voces se cuestionaban la
propia existencia de la Ley del aborto y pedían su abolición sin
alternativas. Pues bien, señorías, hoy no estamos discutiendo sí o no a
la ley, ni estamos discutiendo si la ley debe ser reivindicaciones o
plazos, ni los plazos, ni las condiciones, ni los derechos de la mujer,
salvo, evidentemente, los de las mujeres de 16 y 17 años a interrumpir su
embarazo.


Realmente —permítanme la expresión—, con todas las
comillas posibles, estamos discutiendo un tema no nuclear para la
existencia de la ley; muy importante y vital para estas mujeres de 16
y 17 años en situación de alto riesgo, pero no sustancial para la
existencia de la regulación del aborto. Y estamos en esta situación
porque el Grupo Popular ha renunciado a utilizar su mayoría absoluta para
imponer de forma unilateral aquel anteproyecto con el que nos amenazaba a
toda la sociedad allá por marzo del año pasado. Y sinceramente,
corríjanme si me equivoco, es la primera y única vez que el Partido
Popular no se ha atrevido a utilizar su mayoría absoluta para aprobar una
de sus promesas electorales más apreciadas. No ha tenido ningún empacho
en modificar el sistema sanitario, la dependencia y la LOMCE; en decir
Diego donde dijo digo con la Ley de costas; en aprobar una reforma
laboral como la que aprobó; en aprobar una Ley de racionalización
municipal nefasta para muchas entidades locales; en aprobar leyes de
seguridad nacional que han sido criticadas por todos los grupos por
retrógradas, y muchos etcéteras más. No ha tenido problemas para
modificar normas tan importantes como estas y, en cambio, en la Ley de
interrupción del embarazo no presenta este proyecto de ley. Señorías,
debería ser una buena noticia, porque el Partido Popular no ha planteado
la reforma como la tenía prevista y porque tampoco ha esperado a la
sentencia del Tribunal Constitucional.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor CAZALIS EIGUREN: Sí, señor presidente.


Esto, señorías, solo puede interpretarse como una aceptación
implícita de la propia Ley de salud sexual y reproductiva y de la
interrupción del embarazo hoy vigente, aunque me consta que a algunas de
sus señorías no les gusta escuchar esto.


Por todo esto, señor presidente, nosotros anunciamos que vamos a
votar a favor de todos los vetos, a favor de todas las enmiendas de
supresión y nos vamos a abstener en aquellas enmiendas que plantean
alguna modificación de la ley.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Cazalis.


Por el Grupo Parlamentario de la Entesa, tiene la palabra la
senadora Almiñana.


La señora ALMIÑANA RIQUÉ: Gracias, presidente.


Esta modificación que estamos debatiendo, senadora Pan, no es un
problema de legislación comparada, es un problema de ideología. Intentaré
explicar otra vez de forma didáctica por qué esta proposición de ley que
afecta a las mujeres más vulnerables nos tiene tan preocupados. Les
recuerdo que decimos que son las mujeres más vulnerables. ¿Por qué?
Porque son mujeres jóvenes, o niñas de 16 y 17 años, con pocos recursos
emocionales y pocos recursos económicos, y —como ya hemos
dicho— que viven en entornos desestructurados. ¿Qué quiere decir
pocos recursos emocionales? Es muy fácil, en la juventud temprana, en la
adolescencia o saliendo de la niñez —me da absolutamente igual el
nombre que quieran ponerle— no tienen suficientes herramientas para
poder gestionar solas un embarazo no deseado, pero la gran paradoja es
que ellas no son conscientes de ello, precisamente por eso, porque a esa
edad, cuando uno es adolescente, la percepción del riesgo es distinta.
¿Por qué pocos recursos económicos? Veamos, señorías, no nos engañemos,
con recursos económicos podrán, sin comunicarlo a sus padres, realizar
una interrupción voluntaria fuera de nuestro país; lo podrán hacer. Una
chica de 17 años puede ir a pasar un fin de semana con unas amigas a
algún sitio y sus padres podrían confiar perfectamente en ella. Por lo
tanto, está claro que si hay recursos es más fácil. Pero solo aquellas
jóvenes sin recursos económicos están en una situación de riesgo,
absolutamente de riesgo, sin una cobertura legal adecuada. Y cuando digo
que estas jóvenes viven en entornos muy complicados —ya lo hemos
dicho muchísimas veces— hablo de esas jóvenes que tienen violencia
intrafamiliar o que simplemente tienen unos padres que no ejercen como
tales; son las llamadas familias desestructuradas, esas a las que
pertenecen estos menores, a las que ampara el artículo 9, apartado 4 de
nuestra ley actual. Ustedes pretenden que, entre el miedo y la angustia
de estar embarazadas, empiecen un camino judicial para demostrar que sus
padres no ejercen como tales. Mientras, el estado de gestación avanza,
porque esto no es un problema que podamos parar y volver a empezar, es
que las gestaciones avanzan, y practicar un aborto a las doce semanas no
es lo mismo que a las catorce o a las ocho semanas. Eso es algo que hay
que tener en cuenta.


Nosotros decimos que estas mujeres se merecen lo mismo que
cualquier mujer: poder abortar sin poner en peligro su vida. ¿Qué creen
que harán estas chicas cuando sepan que están embarazadas? ¿Qué creen que
harán, aparte de llorar, angustiarse y preocuparse? Seguramente se lo
contarán a una amiga, y lo segundo que harán será buscar en internet,
seguro que harán eso, porque esta generación hace eso. ¿Y qué encontrarán
en internet? Pues encontrarán medicamentos para interrumpir un embarazo.
Estas pastillas requieren supervisión médica, son pastillas que se dan
hoy en día en nuestro país, siempre supervisado por un médico o por una
enfermera, y requieren controles ecográficos. Pero ellas no tienen por
qué saber toda esta información, porque no olviden que no valoran los
riesgos igual que nosotros, y acabarán adquiriendo estas pastillas sin
garantías, sin saber si están adulteradas, y seguramente pagarán un
precio demasiado alto por ellas. Estos medicamentos tienen un índice de
fallos de entre un 5 y un 9 % y el embarazo seguirá adelante. ¿Y entonces
que harán estas chicas embarazadas que se han tomado una medicación que
ha fallado y que tendrán miedo y no se lo habrán contado a sus padres
porque no están? Pues, seguramente se arriesgarán a ir a una clínica
clandestina en un estado más avanzado de gestación poniendo en peligro su
vida. O simplemente no sabrán afrontarlo, no sabrán cómo salir de ese
entramado, de ese problema, cómo afrontar un miedo a hablar con sus
progenitores, unos progenitores que no están, y llevar a cabo un
embarazo.


¿Tener un hijo? ¿Criarlo? Yo creo que no es la mejor opción para
alguien que no desee hacerlo. Seguramente alguna —y no lo digo por
exagerar, lo digo convencida de que es verdad— intentará acabar con
su vida. Alguna lo intentará. Lo que está claro es que todas,
absolutamente todas, tendrán miedo, dolor y angustia. Y en cualquier caso
en el que se produzca una sola muerte, un solo fallecimiento por
complicaciones de una mala praxis médica o por un suicidio de una mujer
de 16 y 17 años a la que no hemos dado la oportunidad de decidir sobre su
maternidad, esta modificación dejará de ser un asunto menor.


Por todo ello, todo el Grupo de la Entesa, todo, absolutamente
todo nuestro grupo, los senadores de Iniciativa y los senadores del
Partit Socialista, PSC votarán a favor de los vetos.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Almiñana.


Por el Grupo Parlamentario de Convergència i d’Unió, tiene
la palabra la palabra el senador Sedó.


El señor SEDÓ ALABART: Gracias, presidente.


Señorías, como saben, en un tema como este, tradicionalmente
Convergència i Unió han mantenido posiciones diversas y libertad de voto,
a pesar de que desde hace un tiempo esto se elabora de una manera
diferente. Por tanto, yo voy a defender en este breve turno la posición
de los senadores de Unió Democràtica de Catalunya, y después, nuestra
compañera, Maite Rivero, defenderá la posición de Convergència
Democràtica. Así pues, yo fijo la posición de los senadores de Unió en
este proyecto de ley orgánica. Desde un primer momento Unió Democràtica
se opuso a la ley actualmente en vigor. Consideramos en su momento que
había aspectos inconstitucionales. Se presentaron recursos a algunos
artículos en el Tribunal Constitucional, que todavía no ha emitido un
fallo al respecto. Nuestra oposición a esta ley era tanto por nuestro
convencimiento de su inconstitucionalidad como por algunos puntos que
considerábamos no adecuados, y uno era que no constara la autorización
paterna para las menores de 16 y 17 años para la interrupción del
embarazo. Preferíamos que antes que debatir sobre la interrupción o no
voluntaria del embarazo, promoviéramos auténticas y eficaces políticas a
favor de la familia que pudieran ayudar a las mujeres a decidir,
políticas que pudieran ayudar a las jóvenes a prevenir y a evitar
embarazos no deseados y políticas que, en caso de embarazo, especialmente
en mujeres jóvenes, les ayudara a seguir con el embarazo, así como a sus
familias a aportar el apoyo necesario para continuar adelante.


En el debate de la actual ley en 2010 manifestamos nuestra
posición contraria a permitir a las menores proceder a la interrupción
del embarazo sin el permiso paterno. Considerábamos que era un
menosprecio a la patria potestad de los padres. Para nosotros, la familia
es el eje vertebrador de la sociedad. Un gobierno no puede apropiarse la
responsabilidad que corresponde a los padres, a los progenitores.
Defender la familia no es retrógrado ni es ir en contra de las mujeres.
Creo firmemente que ninguna mujer interrumpe el embarazo por gusto,
especialmente las menores. En una situación tan difícil psicológicamente
es cuando más necesario es el apoyo de las familias.


Esta modificación revierte un aspecto de la ley con el que no
estábamos de acuerdo. Por tanto, señorías, tanto por coherencia con
nuestra posición en el debate de la ley en vigor como por convencimiento
de la modificación, para no permitir a las menores interrumpir un
embarazo no deseado sin el consentimiento paterno, los senadores de Unió
votaremos a favor de este proyecto de ley.


Muchas gracias, señorías.


Gracias, señor presidente. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Sedó.


Senadora Rivero, tiene la palabra.


La señora RIVERO SEGALÀS: Gràcies, president.


Voy a intervenir en nombre del Grupo Parlamentario de
Convergència Democràtica de Catalunya. Como saben, nuestro grupo da
libertad de voto en estos temas. Por tanto, no hemos presentado veto a
esta proposición de ley. Una vez aclarado esto, paso a hacer una serie de
consideraciones generales de tipo objetivo respecto a esta proposición de
ley que reza pretender reforzar la protección de las menores y de las
mujeres con capacidad modificada judicialmente a la hora de plantearse la
interrupción voluntaria del embarazo.


En primer lugar me referiré al porqué. Nosotros consideramos un
intento de contentar a una parte del electorado que pudo ver frustradas
algunas expectativas que se habían planteado tras la anunciada y fallida
reforma de la Ley del aborto; una reforma que, a pesar de su aplastante
mayoría y de la contundencia con que ustedes la practican, no pudieron
llevar a cabo, principalmente porque no había ninguna reclamación social
en este sentido; contestación que ustedes sí consiguieron con su
planteamiento —contestación ciudadana— de los grupos de la
oposición y también dentro de su propia formación política. Esta reforma
no solo tuvo que ser retirada, sino que retiró al ministro
Ruíz-Gallardón. Ya anunciamos la falta de oportunidad en su momento y la
frivolidad con que pensamos que fue planteada.


En segundo lugar me referiré a la exposición de motivos de la
proposición de ley que debatimos. En ella ustedes exponen que la
Ley 2/2010 impide a padres y tutores el ejercicio de la patria potestad.
Cierto es que hasta la fecha no se requería el consentimiento, pero sí
que se requiere que padres o tutores estén informados. En este sentido no
se puede afirmar que se impida el ejercicio de la patria potestad. De
hecho, la realidad lo confirma: solo un 90 % de ese 3,59 % de menores que
abortan, que deciden una interrupción voluntaria del embarazo, lo hacen
acompañadas de sus padres o tutores.


El ejercicio de la patria potestad, señorías, además de un
derecho, es una cuestión de responsabilidad. Por tanto, velar por los
hijos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles una
educación integral es ejercido o no por natura, más allá de que ello esté
regido o no por ley.


He hablado de responsabilidad y del ejercicio de la patria
potestad, que puede ser ejercida o no. Esto nos devuelve al 10 % restante
de estas menores que deciden abortar, unas menores más vulnerables, que,
a nuestro entender, tampoco quedan protegidas con esta proposición. Nos
gustaría que formasen parte del 90 % al que nos hemos referido y que, por
supuesto, dispusieran de los mismos recursos emocionales y de entorno
familiar, que pudieran tomar esa decisión con la ayuda y acompañamiento
de sus padres, en cualquier caso y fuera cual fuere su decisión. Pero lo
que se esconde tras ese 10 % es el caso de unas menores que no pueden
contar con sus padres por distintas razones: unas porque están
desamparadas —ya sea porque los padres no ejercen su derecho a la
patria potestad o, sencillamente, porque no tienen padres—, otras
porque pueden tener padres con convicciones religiosas que ni siquiera
les dejen contemplar la posibilidad del aborto, otras porque viven
situaciones de violencia familiar y un sinfín de problemas y
circunstancias de distinta índole, lo cual provoca que estas menores no
puedan contarse dentro de ese 90 % que pueden decidir y están
acompañadas. Esta es la realidad. Estos casos deben ser muy bien tratados
para garantizar el interés superior del menor, sus derechos y, sobre
todo, su proyecto vital.


No se pueden resolver todos estos casos con una simple
autorización administrativa. Se debería, además, garantizar la
información, el acompañamiento y una tutela profesional tanto para la
toma de decisión como para afrontar sus consecuencias.


Señorías, sabemos que si una menor tiene decidido un aborto
voluntario, lo llevará a cabo. Por ello, se deben garantizar todas las
circunstancias para que se realice por profesionales y pueda ser asistida
tanto desde el punto de vista clínico como psicológico y social,
adaptando esta asistencia, a poder ser, a cada caso. Sin embargo, no
vemos que esta proposición garantice una verdadera protección para estas
menores —que existen—.


En tercer lugar, y por último, no encontramos de recibo
equiparar, como lo hace esta proposición de ley, a menores de 16 y 17
años con mujeres con capacidad legal modificada. Ser joven no tiene nada
que ver con tener disminuidas las capacidades cognitivas o intelectuales.
Eso para empezar. Además, esta equiparación lleva consigo, como mínimo,
una incongruencia, ya que si bien se da a entender que la menor no está
capacitada para decidir sobre su embarazo, sí se la considera apta para
responsabilizarse de un hijo. Además, debemos ser conscientes de que hay
que ser muy cauto y no tratar con frivolidad la limitación de capacidad
legal, ya que esta conlleva la privación del ejercicio de derechos. No
todos los casos son iguales. Esta decisión debe ser tomada por un juez.
Una mujer puede estar incapacitada legalmente para gestionar su
patrimonio, pero puede decidir si quiere ser madre o no, por ejemplo.
Tampoco vemos en esta proposición una verdadera protección para las
mujeres con capacidad legal limitada si nos atenemos a la literalidad de
la propuesta. No.


Cuando ustedes aclaran, señores del PP, nos encontramos con que
uniformizan y recentralizan, una vez y todas las veces. Además, legislan
con mucha frivolidad a propósito de los derechos de las personas, y
cuando dicen legislar para proteger a los más débiles, la realidad nos
devuelve el efecto contrario. En cuestiones como las que hoy abordamos,
no se pueden hacer amagos como los que hizo el PP con la Ley del aborto
del ministro Gallardón. No se deben buscar problemas donde no los ha
habido. Este es un ejercicio que para nosotros responde más a la defensa
de una ideología que a la defensa del interés general. Nos parece que
esta proposición de ley no resuelve lo que dice resolver y su
planteamiento a finales de una legislatura, entre tanta vorágine
legislativa, no responde ni a la forma ni al debate que este tema se
merece, además de estar absolutamente marcado en su tempo de carácter
electoralista.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Rivero.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la
senadora Llinares.


La señora LLINARES CUESTA: Gracias, señor presidente,
señorías.


Senadora Pan, de verdad, no son eslóganes. Que salga aquí y nos
diga que esto no es un problema sino eslóganes me parece muy triste. No
son eslóganes, son dramas, dramas reales. Y voy a ver si soy capaz de
explicarles, con palabras muy sencillas, qué es lo que ustedes pretenden
con esta proposición de ley. Cuando una menor de 16 o 17 años se queda
embarazada y no se lo dice a sus padres —que sería lo normal y que
es lo normal, según los datos que les hemos dado pero que ustedes
obvian— es porque no tiene confianza con los padres, porque hay
violencia intrafamiliar o por diferentes causas que les hemos explicado
todos los senadores y senadoras. Pero a ustedes eso no les interesa,
ustedes vienen aquí con su argumentario y ya está. La diferencia es que,
con la ley actual, cuando no se lo dicen y se quedan embarazadas, pueden
abortar en condiciones de seguridad sanitaria y jurídica y, con esta
modificación que ustedes pretenden, estas menores van a abortar pero de
forma clandestina, en malas condiciones sanitarias y jugándose la vida.
De eso es de lo que estamos hablando, de nada más. Fíjense si es
sencillo. Con la actual ley del aborto, la menor que decide abortar lo
hace en condiciones y con garantías sanitarias y de seguridad clínica.
Ustedes, con esta modificación, les van a obligar a abortar de forma
clandestina, en malas condiciones y jugándose la vida. Se lo he dicho con
indicadores. Todos los informes —nacionales, internacionales, de
los organismos que trabajan en estos temas— dicen que las leyes
restrictivas del aborto hacen que aumenten los abortos peligrosos y los
riesgos para la vida de las mujeres embarazadas. De eso es de lo que
estamos hablando.


Señorías, la actual ley es una muy buena ley, avalada por el
Consejo de Estado, avalada prácticamente por todas las fuerzas políticas,
por toda la sociedad civil, que da seguridad jurídica y sanitaria a las
menores y que, además, estipula la prevención de los embarazos no
deseados. Es lo que ustedes no han hecho. Es la parte de la ley que
ustedes no han desarrollado, todo lo que tiene que ver con garantizar la
educación sexual y con los derechos reproductivos. Eso es lo que ustedes
no han hecho y es lo que deberían hacer, una ley que cumpla con la
obligación de proteger la vida y la salud de las mujeres, así como de
respetar el derecho de las mujeres y de las jóvenes a decidir sobre su
maternidad; a decidir sobre su maternidad. Y de eso es de lo que estamos
hablando hoy y aquí.


Ustedes han creado un problema donde no lo había, y miren que
tienen problemas para solucionar. En este tema, en el que no había
problema alguno, ustedes lo han creado, pero un problema grave, que puede
afectar a la salud y a la vida de las mujeres jóvenes; un problema muy
grave. Ustedes legislan contra todo —contra la libertad, contra lo
que recomiendan las Naciones Unidas, contra lo que recomienda la
Organización Mundial de la Salud—, y lo hacen todo por un puñado de
votos. Esa es la realidad. Lamentablemente, eso es lo que ustedes están
haciendo.


Volverán a subir aquí y dirán que somos demagogos, pero no, aquí
estamos hablando del riesgo que tiene una adolescente, una niña de 16
o 17 años que aborte clandestinamente y de que se está jugando la vida,
que si no se lo ha dicho a sus padres, a sus progenitores, es porque está
justificado. Mayoritariamente todos tenemos hijos e hijas, y si tienen
confianza con los padres, claro que les dicen que tienen un problema de
estas características. Por lo tanto, no intenten faltar a la verdad, no
nos vengan con argumentos que nada tienen que ver con lo que están
legislando. Están legislando si una menor de 16 o 17 años puede abortar
con garantías sanitarias o si se juega la vida abortando
clandestinamente, porque, desde luego, va a abortar. De eso es de lo que
ustedes no quieren hablar.


Se lo pedimos otra vez: retiren esta reforma. Creo que vale la
pena que acaben la legislatura como se merece, retirando hoy en el Senado
esta reforma y manteniendo la ley actual.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Llinares.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la senadora
Pan.


La señora PAN VÁZQUEZ: Gracias, señor presidente.


Señorías, subo a esta tribuna a proteger a los menores y a no
responder a insultos. Proteger a los menores cuando tienen que
enfrentarse a una decisión de la trascendencia del aborto y devolver a
los padres y madres la capacidad de aconsejar y de estar al lado de sus
hijas en un momento tan importante de sus vidas es lo que el Gobierno y
mi grupo apoyarán hoy aquí, en el Senado, y ninguna otra cuestión de las
que se hayan planteado aquí. Señorías, espero que el resto de los grupos
den libertad a todos sus miembros, porque a mí me consta que hay miembros
de diferentes grupos que comparten esta misma sensación y nuestras
creencias. Por tanto, no caben interpretaciones más allá que la defensa y
la protección del menor y que sus padres o tutores estén informados y
puedan aconsejarlos y acompañarlos, si fuera el caso, en una situación
tan dramática y excepcional.


Señorías, el aborto no es un tema menor, no hay soluciones
fáciles desde ninguna perspectiva; hay multitud de opiniones encontradas
tanto científicas, bioéticas, políticas, morales y también de orden
religioso en todos los grupos políticos. Nadie aporta soluciones fáciles,
nadie convence a toda la sociedad porque en esta materia, como en pocas,
el pensamiento individual del ser humano es íntimo y diverso.


El tratamiento superficial, parcial e interesado de esta materia
es sencillamente un acto de absoluta falta de respeto a la ciudadanía. No
hay un pensamiento único en la sociedad, solo el de algunos grupos que
quieren imponer sus criterios y que nos callemos los que expresamos otro
sentir y pensamos de otra manera. Eso es lo que hay, señorías. Por eso,
me atrevo a decir en esta tribuna que no solo defendemos el criterio del
Grupo Parlamentario Popular, sino de todas aquellas personas que se
sienten socialistas, nacionalistas, de izquierdas o de cualquier credo e
ideología pero que sinceramente creen que una menor tiene que estar más
protegida a la hora de enfrentarse a un asunto de esta trascendencia y
que su familia, concretamente sus padres, son los que le proporcionan
mejor consejo.


Señorías, la gran mayoría de los padres y de las familias son el
eje sobre el que nos apoyamos cuando surgen dificultades. Las familias
españolas siempre están ahí —cuando alguien está enfermo, cuando
hay un miembro en paro, cuando hay que pasar un duelo por un ser querido
o cuando hay que tomar decisiones importantes—. Señorías, ustedes
les privaron de participar en un asunto tan importante como es
enfrentarse a una posible decisión de abortar o no abortar. Nosotros
queremos devolver ese papel a los padres que la legislación española,
entendemos, les otorga.






Con ustedes, simplemente, en algunos casos se les
podría informar.


La mejor escuela de un menor es la familia y, por eso, creemos
que es necesario apoyarlo. Ser padre supone unos deberes para con los
hijos, pero los padres, señorías, no son el problema, sino parte de la
solución cuando una menor se tiene que enfrentar a una situación como la
de un embarazo no deseado.


La vivencia de haber abortado o de tener que enfrentarse a
adoptar una decisión de estas características provoca en la mujer una
huella profunda —imagínense en una menor, que es una persona que no
ha completado su madurez—. Nosotros creemos que, además de amparar
y proteger a los menores, es necesaria una adecuada política de
protección a la familia y a la maternidad. Por ello se diseñó un plan
integral de apoyo a la familia que se presupuestó con más de 5400
millones solo para el primer año. Con ustedes todo se reducía al tema del
aborto.


Señorías, es además necesario adoptar medidas que permitan hacer
frente a la caída de la natalidad y al envejecimiento de la población,
así como prestar un apoyo imprescindible a la maternidad y dar
reconocimiento a aquellas mujeres que deciden tener hijos. La política de
este Gobierno, que apoya mi grupo parlamentario, es la de dar apoyo a la
familia y a la maternidad y dar protección a los menores.


Afortunadamente, señorías, las situaciones excepcionales y
minoritarias como los casos de violencia —contra los que todos
estamos y contra los que todos hemos trabajado— están ya recogidos
y protegidos en nuestro ordenamiento jurídico, y no como ustedes han
planteado aquí, que parece que dejamos a las menores en un limbo, al que
no se puede acudir y del que no hay salida. Ustedes pretenden hacer de la
excepción norma general, y eso es un error a nuestro modo de ver.


Desde el año 2013, con la Estrategia nacional para la
erradicación de la violencia contra la mujer, con más de 1558 millones,
se ha introducido —entre otras muchas cosas que no tengo tiempo de
relatarles— la justicia gratuita a las víctimas, pero también algo
que ustedes no habían hecho: se ha dado visibilidad a los menores y se ha
hecho prevención. ¿Cómo que no se ha hecho prevención? ¡Claro que sí! Se
ha impulsado una mayor sensibilización y concienciación social, por
ejemplo, con la campaña «Hay salida» —que no sé si habrán visto,
pero ahí ha estado—, cuyas últimas ediciones estaban orientadas a
los adolescentes. Además, se ha dado visibilidad a los menores —que
con ustedes no existían— al incluirlos en las estadísticas desde
enero de 2013, y el Protocolo básico de intervención contra el maltrato
infantil considera específicamente la violencia de género en los
menores.


Como ven, nos preocupan los menores, nos preocupa la violencia y
trabajamos para evitar situaciones indeseables. Los presupuestos del
año 2016 que ahora están en tramitación recogen ya un incremento
del 6,32 % para la erradicación de la violencia. No es cierto que se
aboque a las menores a abortos ilegales, no es cierto. España es un
Estado de derecho y se persiguen e inspeccionan los centros para que no
los haya clandestinos. Yo no conozco ninguno, pero si sus señorías saben
de alguno en sus respectivas comunidades autónomas, tienen la obligación
de denunciarlo. No vengan a decir aquí que estamos abocando a las menores
a abortos ilegales. (Aplausos).


Señorías, la Ley 8/2015 y la Ley 26/2015 reconocen a los menores
como víctimas de violencia de género y los protegen frente a delitos como
los de abusos sexuales.


El aborto no es un derecho —lo he dicho en mi primera
intervención—, a lo que ustedes no han hecho demasiada referencia,
pero saben que han refrendado esta afirmación que hago desde esta tribuna
con sus enmiendas. Repito, señorías: ustedes no tenían un compromiso con
su electorado cuando presentaron la actual ley, y no hubo un consenso ni
un refrendo tan mayoritario como dicen. Insisto: 184 votos a favor y 158
votos en contra.


Por lo que se refiere a otras cuestiones que ustedes han querido
sacar hoy aquí y que para nada son materia de este debate, la postura de
mi grupo parlamentario es bien conocida desde hace tiempo y por ello
mantenemos un recurso ante el Tribunal Constitucional.


Señorías, el Partido Popular se presentó a las últimas elecciones
incluyendo en su programa electoral la reforma que hoy traemos aquí.
(Varios señores senadores: No, no, no.)


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por favor.


La señora PAN VÁZQUEZ: Sí, señorías, y se presentó también con un
compromiso de que aprobaríamos un plan integral de apoyo a las familias y
a la maternidad para que ninguna mujer tuviera que renunciar a ser madre
por razones económicas, laborales o de cualquier otro tipo.


Estamos cumpliendo con nuestros compromisos y vamos a seguir
trabajando hasta el último día de la legislatura. Les invitamos a sumarse
a ello.


Nada más y muchas gracias (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Gracias, senadora Pan.


Llamen a votación. (Pausa).


Cierren las puertas.


Señorías, sometemos a votación las propuestas de veto de esta
proposición de ley. Tengo que decir que la senadora Cunyat ha ejercido su
derecho a la votación telemática a todos los vetos en el sentido de la
abstención.


Empezamos con la votación de la propuesta de veto número 1, del
senador Iglesias.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 243, más 1 voto telemático, 244; votos emitidos, 243, más 1
voto telemático, 244; a favor, 84; en contra, 151; abstenciones, 8, más 1
voto telemático, 9.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos a continuación la propuesta de veto número 2 presentada
por la senadora Julios.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 243, más 1 voto telemático, 244; votos emitidos, 243, más 1
voto telemático, 244; a favor, 84; en contra, 152; abstenciones, 7, más 1
voto telemático, 8.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la propuesta de veto número 4 presentada por la senadora
Capella.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 243, más 1 voto telemático, 244; votos emitidos, 243, más 1
voto telemático, 244; a favor, 84; en contra, 152; abstenciones, 7, más 1
voto telemático, 8.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos a continuación la propuesta de veto número 6 presentada
por la senadora Mora.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 243, más 1 voto telemático, 244; votos emitidos, 242, más 1
voto telemático, 243; a favor, 84; en contra, 151; abstenciones, 7, más 1
voto telemático, 8.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la propuesta de veto número 3 presentada por los
senadores Guillot y Saura.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 243, más 1 voto telemático, 244; votos emitidos, 243, más 1
voto telemático, 244; a favor, 84; en contra, 152; abstenciones, 7, más 1
voto telemático, 8.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la propuesta de veto número 5 presentada por todos los
senadores del Grupo Parlamentario de la Entesa, menos los senadores
Guillot y Saura.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242, más 1 voto telemático, 243; votos emitidos, 242, más 1
voto telemático, 243; a favor, 83; en contra, 152; abstenciones, 7, más 1
voto telemático, 8.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Finalmente, votamos la propuesta de veto número 7, del Grupo
Parlamentario Socialista.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: presentes, 243
más 1 voto telemático, 244; votos emitidos, 243 más 1 voto
telemático, 244; a favor, 84; en contra, 152; abstenciones, 7 más 1 voto
telemático, 8.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Rechazadas las propuestas de veto, entramos en el debate de las
enmiendas. En primer lugar, las enmiendas del senador Iglesias 1
a 4.


Tiene la palabra el senador Iglesias para su defensa. (El señor
vicepresidente, Lucas Giménez, ocupa la Presidencia).


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.


Señor presidente, el texto es simple y, por lo tanto, las
enmiendas también son un número reducido. (Rumores). En todo caso, quiero
destacar que, obviamente, la enmienda de mayor transcendencia es aquella
que plantea la supresión de los contenidos del proyecto de ley.
(Rumores).


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Señorías, por favor,
ruego silencio.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Perdón, de la proposición de
ley.


Decía la portavoz del Grupo Popular que con esta reforma no se
limita o se hace desaparecer ningún derecho, que se trata simplemente de
permitir aconsejar a los progenitores a las jóvenes que se encuentran en
la situación dramática de tener que decidir si interrumpen o no su
embarazo. Si esa es la preocupación real, esta reforma es innecesaria.
Eso está resuelto en el texto vigente. Esta proposición de ley va mucho
más allá de permitir dar un consejo.


Esta proposición de ley hace desaparecer el derecho a decidir
otro derecho: si se utilizan los mecanismos legales que permiten la
interrupción del embarazo. Lo dice literalmente el artículo segundo que
modifica el apartado 4 del artículo 49 de la Ley 41/2002. En este caso,
cuando haya una discrepancia entre el representante legal y la menor,
será necesario el consentimiento por parte de los representantes legales;
y, si no, la menor se verá abocada a afrontar un segundo drama. Un drama
es la interrupción del embarazo; el otro drama será tener que penar por
los juzgados españoles con un procedimiento —aún sin determinar,
por tanto, el procedimiento ordinario—, viendo cómo el tiempo pasa
y cada día que pasa las posibilidades de la interrupción del embarazo se
disminuyen.


En nuestras enmiendas a la exposición de motivos planteamos que
se reconozca expresamente como un derecho la interrupción voluntaria del
embarazo. Eso sí es un derecho diferente. Uno, es el derecho a decidir
utilizar los mecanismos legales, y otro el derecho reconocido por esos
mecanismos legales: que los poderes públicos deben garantizar el
ejercicio de este derecho y facilitar la prestación; que se introduzca en
la ley las medidas que resulten más eficaces para desarrollar acciones
formativas e informativas; incorporar una mención expresa a los servicios
sociales y a los centros sanitarios como lugares de referencia para la
formación en salud sexual y reproductiva y para la información y la
eliminación del lenguaje sexista. Y para que en este mismo preámbulo
también se refleje, que en dicha formación e información se incluyan los
derechos de la mujer en tal materia, incluida la libre decisión de ser
madre o no, y que se refleje la necesidad de mantener la actual
regulación.


En consonancia, modificación del artículo primero incorporando
estos contenidos que se avanzan en el preámbulo en virtud de la enmienda;
supresión del artículo segundo, que a su vez suprime el artículo 13,
apartado 4, de la Ley Orgánica 2/2010 y supresión de la disposición final
primera.


Muchísimas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador
Iglesias.


Las enmiendas 5 a 9, presentadas por la senadora Julio Reyes han
sido defendidas antes.


Pasamos a las enmiendas 19 a 23, que va a defender la senadora
Mora Grande, del Grupo Parlamentario Mixto.


La señora MORA GRANDE: Muchas gracias.


En la defensa del veto hemos expuesto una por una un montón de
situaciones de desprotección de las mujeres que va a provocar esta ley.
Hemos pedido una explicación de cómo se las va a proteger, y no hemos
tenido ninguna respuesta.


Por otro lado, he argumentado técnica y jurídicamente un montón
de normativa internacional que va a vulnerar esta modificación, así como
incongruencias en nuestro derecho interno, y no he tenido ninguna
respuesta. Lo único que se ha dicho en una mini frase ha sido: no existe
un limbo, esto ya está regulado.


Bien, pues voy a explicar el guirigay jurídico que va a provocar
esta modificación sin prever qué es lo que tiene que hacer una menor en
situación de desamparo o de maltrato si necesita acudir a los tribunales,
que es a lo que le van a abocar, a interrumpir su embarazo cuando tiene a
sus padres maltratadores en contra.


Según esta reforma, los conflictos se resolverán según el Código
Civil, pero no se les ha ocurrido decir a qué hay que acogerse en el
Código Civil. Se lo voy a explicar. La única posibilidad sería que
utilizáramos el artículo 158 del Código Civil, que es un cajón de sastre,
como todos los juristas saben, en el que los jueces pueden, por vía de
urgencia en los procedimientos de familia, resolver cuestiones urgentes
de los menores cuando hay conflictos con los progenitores. Lo que se dice
exactamente es que se podrá dictar cualquier disposición a fin de apartar
a un menor de un peligro o evitarle un perjuicio en el entorno familiar.
En este cajón de sastre podría entrar. Lo primero que esta menor tendría
que hacer, en situación de desamparo, de maltrato, de abuso sexual de su
progenitor, es solicitar un defensor judicial mediante un procedimiento
de jurisdicción voluntaria. Mientras tanto el tiempo irá corriendo, y
esta menor se tiene que enfrentar a sus padres y solicitar el defensor
judicial. Primer paso.


Segundo paso. ¿Cuál es el procedimiento que se va a regular?
Porque no solo no lo han dicho, es que no está previsto. ¿Sería el
procedimiento de jurisdicción voluntaria? Pues va a resultar que no,
porque la mayoría de la jurisprudencia dice que según el artículo 158,
cuando se tienen que dirimir cuestiones de controversia en la que hace
falta alguna prueba, no puede utilizarse la jurisdicción voluntaria. Por
tanto, por aquí no vamos a ir y podría ser lo más rápido. Si se
utilizara, lo normal es que se citara a comparecencia a los padres
—la menor se tiene que enfrentar a sus padres, viviendo con ellos
que son maltratadores, abusadores sexuales—; después la norma
indica que se solicite un informe psicosocial, que en Sevilla por lo
menos tarda unos dos meses; mientras tanto el tiempo va corriendo en una
menor en desamparo. Explíquenme cómo van a protegerla. (El señor
presidente ocupa la Presidencia).


Si este procedimiento no sirve, que en la mayoría de los casos
puede no servir, el único procedimiento civil posible sería el
procedimiento de juicio ordinario. Este procedimiento para nada está
previsto para esto. El trámite sería el siguiente: primero, solicitar el
defensor judicial; segundo, ir a solicitar al colegio de abogados,
abogado y procurador. El tiempo va corriendo. Tercero, poner una demanda.
La demanda tarda más o menos un mes en ser admitida. El tiempo sigue
corriendo para esa menor. Se emplaza a la otra parte, veinte días. Sumen,
ya llevamos dos meses, el tiempo sigue corriendo. ¿Cuánto tiempo vamos a
tener a esa menor en desamparo enfrentándose a sus padres, viviendo con
ellos? La fecha de juicio en Sevilla suele durar unos seis meses teniendo
en cuenta como está la situación de los juzgados, y aquí no cabría
petición de medida cautelar, porque precisamente la medida cautelar sería
entrar en el fondo del asunto que va a resolver la sentencia. Es decir,
que la desprotección de la menor es absoluta. ¿Ustedes creen que una
menor se va a enfrentar a esa confusión jurídica que ni los juristas van
a saber cómo meterle mano, solicitar abogados, solicitar procurador,
defensor judicial, mientras está viviendo con sus padres, maltratadores y
abusadores? Esto es un sinsentido. Explíqueme cómo lo van a hacer. Como
mínimo, lo que tendrían que haber hecho es prever cómo van a solucionar
jurídicamente los conflictos de las menores que están en situación de
desamparo cuando necesiten realizar la interrupción del embarazo.


Vuelvo a repetir: ustedes por un puñado de votos van a regular un
sinsentido que va a suponer la desesperación y el drama de las mujeres en
desamparo.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Mora.


El Grupo Parlamentario Vasco en el Senado ha presentado las
enmiendas 29 a 33.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Cazalis.


El señor CAZALIS EIGUREN: Gracias, señor presidente.


Intervengo brevemente desde el escaño. Hemos presentado cinco
enmiendas de supresión, lo que evidentemente creemos suficientemente
justificado por nuestra intervención en el turno de portavoces de los
vetos.


Por tanto, las damos por defendidas.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Cazalis.


El Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya ha
presentado dos bloques de enmiendas. El primero comprende las
enmiendas 10 a 14.


Para su defensa, tiene la palabra la senadora Almiñana.


La señora ALMIÑANA RIQUÉ: Gracias, señor presidente.


Intervengo simplemente para dar por defendidas nuestras
enmiendas, de supresión de estos artículos, porque consideramos que la
ley que regula hoy estos derechos tiene que continuar plenamente en
vigor.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Almiñana.


El segundo bloque comprende las enmiendas 15 a 18.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Guillot.


El señor GUILLOT MIRAVET: Gracias, señor presidente.


Senadora Pan, esta cuestión la reabrieron ustedes. Nos han tenido
dos años y medio zarandeando a la sociedad, debatiendo, acusándonos de
que no defendíamos el derecho a la vida, ¿o es que no se acuerdan de las
intervenciones del señor Gallardón o de muchos de sus portavoces? ¿No se
acuerdan de los aplausos, de los discursos?


Ustedes tienen dos compromisos electorales: defender el derecho a
la vida y la protección de los menores. El primero no lo van a cumplir.
Antes le he preguntado quién se hace cargo en el PP de los 440 000
abortos de esta legislatura. ¿Bajo qué conciencia descansan los 300
abortos que se han practicado hoy? Díganlo. ¿Quién se hace cargo? Porque
este es un compromiso electoral del cual están convencidísimos. ¿Saben
ustedes lo que llegaron a decir en la defensa del anteproyecto del señor
Ruiz-Gallardón? ¿O es que no se acuerdan? ¿O es que cree que si usted no
lo cita no existe? Vaya al Diario de Sesiones. Ustedes han planteado lo
que han planteado, han dicho lo que han dicho y lo han argumentado como
han querido.


Y, señorías, no es lo mismo informar que consentir. No es lo
mismo aconsejar que consentir. Y en su propuesta ustedes exigen el
consentimiento paterno o de los tutores. Y no es lo mismo. La cuestión
sería: si todo va bien, como sucede con más del 88 % de los casos de los
que estamos hablando, no hay problema. El problema es cuando las cosas
van mal, cuando hay conflicto, ¿quién decide, la menor o los padres?
¿Quién obliga a una muchacha de 16 o 17 años —entrando en su
lenguaje— a ser madre? ¿Los progenitores? ¿Los tutores? Se quiere
lo mejor para ella, pero quien sabe si quiere ser madre o no es ella;
quien será madre es ella. Los otros pueden ser abuelo o abuela pero quien
será madre es ella, y en el caso de una familia con problemas, mucho
peor.


Por tanto, insisto, y con esto termino la defensa de nuestras
enmiendas, nadie puede obligar a una mujer de 16 o 17 años a ser madre. Y
ustedes, con su propuesta, con su medida, lo van a hacer porque para
poder abortar a una mujer de 16 o 17 años se le exigirá el consentimiento
de los padres, y en muchas familias esto va a ser conflictivo y van a
tener problemas. Y si no lo quieren entender, habrá que cambiar la ley si
no la retiran.


Gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Guillot.


El Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i
d’Unió ha presentado las enmiendas 34 y 35.


Para su defensa, tiene la palabra la senadora Rivero.


La señora RIVERO SEGALÀS: Gracias, señor presidente.


El Grupo Convergència Democràtica de Catalunya ha presentado dos
enmiendas que pretenden reforzar el carácter de protección que dice tener
el proyecto y que a nuestro entender no queda subsanado. Una primera
enmienda relativa a garantizar el acompañamiento de profesionales
cualificados a las menores de 16 y 17 años con desarraigo, desamparo o
posibilidad de violencia familiar. Y una segunda enmienda, para que no se
confunda en la ley a mujeres con capacidad legal modificada y a menores
de 16 y 17 años. En el caso de las primeras, entendemos que debe primar
en todo caso lo que determine la sentencia judicial.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Rivero.


El Grupo Parlamentario Socialista ha presentado las enmiendas 24
a 28.


Para su defensa, tiene la palabra la senadora doña Laura
Berja.


La señora BERJA VEGA: Gracias, señor presidente.


Señorías, las enmiendas 24 a 28 presentadas por mi grupo, el
Grupo Parlamentario Socialista, son de supresión, tanto del artículo
primero como del segundo como de las disposiciones finales primera,
segunda, y tercera. Son enmiendas de supresión porque consideramos
completamente innecesaria esta modificación legal que no responde a una
demanda social. Las leyes han de dar respuesta a las necesidades de las
personas, por un lado y, por otro, mejorar la legislación vigente. Sin
embargo, esta ley hace todo lo contrario: arrebata las libertades de las
mujeres y empeora una situación legal modélica, que es la regulada
actualmente por la Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva y de
interrupción voluntaria del embarazo.


Pero ustedes no la han tenido en cuenta. Estamos a las puertas de
unas elecciones generales, y su prioridad es completamente electoralista.
Esta reforma deja en la indefensión a las mujeres vulnerables, las más
jóvenes, a todas aquellas mujeres cuya situación social y familiar es la
más dolorosa, aquellas que no pueden contar con su familia.


El Partido Popular lleva toda la legislatura gobernando contra
las mujeres; no han dejado de demostrarlo. En primer lugar, la propuesta
del Grupo Parlamentario Popular obliga a que una joven, en cualquiera de
las situaciones de vulnerabilidad que describe la ley, tenga que pedir
permiso para interrumpir su embarazo precisamente a esos progenitores que
la maltratan o que la han dejado en situación de desamparo, por ejemplo.
Lo que está haciendo su grupo, el Grupo Parlamentario Popular y el
Partido Popular en el Gobierno, con estas reformas es abocar a las
mujeres jóvenes al aborto clandestino e inseguro, también a recurrir a
técnicas que pondrán en peligro su salud e incluso su vida.


La actual ley del aborto es una buena ley porque cumple con el
objetivo de disminuir el número de embarazos no deseados; especialmente,
ha disminuido entre las menores de 30 años. Lo que es necesario es
promover la educación sexual y no castigar y perseguir a las mujeres;
dejen de perseguir a las mujeres.


En segundo lugar, en vez de negar a las mujeres jóvenes su
derecho a decidir libremente y sin necesidad del consentimiento de nadie,
podrían haber dedicado su esfuerzo durante toda la legislatura a
desarrollar la parte de la ley que promueve la educación sexual, la de la
promoción de salud sexual y reproductiva.


Si fuesen honestos, hubiesen retirado el recurso del Tribunal
Constitucional y presentado una nueva ley, la suya, como han hecho con
otros muchos temas. Tenían mayoría suficiente para conseguirlo, pero no
lo hicieron, y miren que lo intentaron, con un ministro estrella,
Ruiz-Gallardón; un ministro en el que Rajoy apoyaba sus políticas y su
confianza, pero la retiraron y no cumplieron una promesa electoral que
ustedes sí llevaban en su agenda y en su programa electoral.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


La señora BERJA VEGA: Y el ministro tuvo que dimitir.


El Grupo Socialista siempre ha estado y va a seguir estando al
lado de todas las mujeres, independientemente de su edad, y,
especialmente, de las mujeres jóvenes que se encuentran en situación de
vulnerabilidad, defendiendo sus derechos y las condiciones para que los
puedan ejercer. No queremos retroceder en el tiempo más de treinta años.
Las mujeres españolas somos ciudadanas con derechos y sabemos
perfectamente tomar decisiones por nosotras mismas. No tenemos que pedir
permiso ni perdón para ser madres o no. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Berja.


Turno en contra.


Tiene la palabra la senadora Aragón.


La señora DE ARAGÓN AMUNÁRRIZ: Gracias, presidente.


Buenas noches. Las enmiendas defendidas prácticamente tenían el
mismo contenido que los vetos presentados y las intervenciones en los
vetos, porque, como todos ustedes saben ya, después de este largo debate,
la proposición de ley orgánica, no proposición no de ley, que traemos hoy
a esta Cámara consta realmente de un solo artículo. Por tanto, está todo
más o menos dicho. Pero no está todo dicho. Aunque ha hecho muy bien la
defensa en contra de los vetos mi compañera, la senadora Pan, yo voy a
aprovechar este tiempo para hacer alguna matización y para contestar a
alguno de los portavoces que han intervenido.


Al primero que quería contestar es al senador de Compromís, pero
no está, nos ha insultado y se ha marchado ya. Al senador de Compromís no
le voy a contestar, porque aquellas personas que vienen a un Parlamento a
insultar sin argumentos, a insultar de la forma que lo ha hecho a los
senadores del Partido Popular, por parte de este grupo parlamentario no
merecen respuesta. (Aplausos). Cuando aprenda a saber lo que es un
Parlamento y a debatir con seriedad y respeto le contestaremos. No merece
respuesta de senadores serios como somos los del Partido Popular.


Aparte del senador de Compromís, tengo que decir que a lo largo
de todo este debate, de la lectura de todas las propuestas de veto y de
todas las enmiendas ha habido un cumulo de descalificaciones hacia el
Partido Popular, descalificaciones como que somos retrógrados, opresores,
mentirosos, estamos vendidos a una minoría reaccionaria, pisamos los
derechos de las mujeres, como es nuestra costumbre, y además no
contentamos a nadie y, dicho con desprecio, solo contentamos a los
votantes del Partido Popular. En primer lugar, los votantes del Partido
Popular son más de 11 millones, que dieron sus votos al Grupo Popular y a
este Gobierno para gobernar España. (Aplausos). Casi un 47 % de los
españoles. Merecen todo el respeto. Pero aunque fuera un 1 %, merecerían
respeto. Cuando hablamos y damos lecciones de democracia y hablamos de
minorías y mayorías tenemos que tener mesura y saber dónde estamos.
Merecemos respeto y los votantes del Partido Popular también, como
cualquiera de los suyos lo merecen. ¡Faltaría más!


Retrógrados. Llegados a este punto y después de estas
manifestaciones tan contundentes y tan bien puestas en escena que hemos
tenido sobre que aquí vienen todos, menos nosotros parece ser, a defender
a las mujeres y no a pisar sus derechos, yo también digo con fuerza y con
energía que el Partido Popular siempre ha defendido a las mujeres y sus
derechos, defiende a las menores, defiende a los hombres, defiende a los
más desprotegidos y lo dice con valentía y sin tener que agachar la
cabeza. (Aplausos). Pero también tiene en cuenta todas las demandas
sociales y resulta que hoy aparte de decir que estamos vendidos a una
minoría, que no es verdad, aparte de decirnos que somos opresores, que no
es verdad, no se lo creen ni ustedes, nos han dicho también que somos
cínicos, creo que ha sido del senador Guillot. ¿Cinismo el Partido
Popular? No. El Partido Popular trae aquí esta proposición de ley
orgánica para debatirla con valentía. Otros senadores de otras filas en
los pasillos dicen que están de acuerdo y que no querían esto. Otros
destacados políticos socialistas han sido valientes de decirlo
públicamente y les vamos a hacer un favor, mire por donde, a todos
aquellos senadores que no son de nuestro grupo y que tienen problemas de
conciencia porque vamos a aprobar este proposición de ley y muchos de
ustedes se alegrarán, aunque no tengan la valentía de decirlo.
(Aplausos). Nosotros la tenemos.


Aparte de un cúmulo de descalificaciones, ha habido también
manifestaciones de falta de respeto total a la libertad de expresión,
porque resulta que las minorías que ustedes dicen, que se dice —






y
está escrito en los papeles— que son minorías opresoras,
reaccionarias, fundamentalistas, que utilizan las plazas públicas para
mercadear con el cuerpo de las mujeres —y está escrito—, esas
minorías —que no son tales minorías, porque hablan de minorías
religiosas, pero les tengo que decir que la religión católica en España
no es minoritaria— tendrán tanto derecho a ocupar las plazas
públicas como los senadores o como los votantes de Podemos, de Compromís,
de Izquierda Unida o del Partido Socialista. ¿O es que solo tienen
derecho a utilizar las plazas públicas ustedes? No, solo les gusta cuando
ustedes las utilizan. (Aplausos).


Eso no es democracia, ni respeto a la libertad de expresión, ni a
la libertad de expresión ideológica ni religiosa. Nosotros lo respetamos.
Y al hilo de esto, porque como siempre atacan tanto a la religión, a la
Conferencia Episcopal, voy a decir algo, con permiso de mi portavoz y de
los compañeros, yo, por ejemplo, soy católica practicante, así tienen
otra cosa que echarme en cara, ¿no? Soy católica, apostólica y
practicante, ¿y qué? (Rumores). No estamos hablando de eso, pero también
hay que respetar esas creencias (Rumores). No, no, es que no se respetan.
Se habla de las minorías católicas como minorías opresoras,
reaccionarias; no. Eso lo hacen con la religión católica y, ya estamos un
poco hartos algunos; con otras religiones no se atreven (Aplausos), con
otras religiones que no defienden a la mujer precisamente.


Y después de esto, de esta manifestación, que me ha permitido mi
portavoz, hablan del menosprecio a la familia, a la familia y a los
padres en su relación con los hijos. Nosotros defendemos a los menores y
defendemos a los padres que tienen derecho, según la Constitución
española y el Código Civil, a proteger y tutelar a sus hijos. Ustedes, en
su Ley Aído, que no le gusta al Partido Popular, no es que no me guste
que me lo diga, senador Cazalis, es que esa ley no le gusta al Partido
Popular, por eso la votamos en contra y la recurrimos al Tribunal
Constitucional y nos sigue sin gustar, en esa ley, ya en el colmo de los
colmos, el colmo de los colmos, privaba a los padres del derecho de
tutelar a su hijos y, sobre todo, a las hijas de encontrar esa tutela en
sus padres. Y no me digan ustedes que en condiciones normales y en una
familia normal, una mujer que se lleva bien con sus padres va a ir a su
papá, si puede evitárselo, a contarle que está embarazada, porque todos
hemos sido jóvenes e inmaduros, y ustedes lo saben, si le dan la
oportunidad de no hacerlo, igual se equivoca y no lo hace.


De lo que es la minoría en España de padres maltratadores o
padres que no quieran a sus hijos o no les protejan, hicieron ustedes la
norma, la famosa Ley Aído. La mayoría de los padres velamos por nuestros
hijos. Yo como madre, pero creo que todos los que están aquí, y como
hija, quien más me ha protegido han sido mis padres y quien más pienso
que protege a mi hija y mis hijos somos su padre y su madre, mucho más
que ustedes, mucho más que la Ley Aído y mucho más que lo que todos
ustedes me quieran contar (Aplausos). Eso es puro intervencionismo. Y
dicen que nosotros intervenimos, no, ustedes están privando de ese
derecho constitucional, de ese derecho constitucional a los padres y a
las menores, y eso es intervencionismo puro y duro y a nosotros en el
Partido Popular nos asusta como a la mayoría de la sociedad española,
sean católicos, sean agnósticos, sean votantes del Partido Popular, sean
votantes socialistas. En las familias normales, desde luego, no hay quien
no piense que quien mejor puede aconsejar, acompañar, pase lo que pase,
sea cual sea la decisión, son sus padres. Y dicen ustedes que solo unas
poquitas no piden permiso; aunque fuera una, es una menor y a una menor
no se la puede dejar en condiciones de vulnerabilidad como ustedes
hicieron con esta ley. Nosotros protegemos a la menor, es lo que quiere
hacer el Partido Popular, porque es su obligación, y en caso, como decía
la senadora de Podemos y creo que el senador Guillot, de un menor
maltratado, si ese conocimiento existe hay que denunciarlo.


El Partido Popular es el único partido, con tantas lecciones que
nos dan de democracia y de protección de derechos humanos y de los
menores, que ha recogido al menor en la Ley de protección a la infancia y
a la adolescencia como víctima de violencia de género, el único partido.
Cuando ustedes gobernaron no se preocuparon (Aplausos).


Tenemos distintos criterios, desde luego, tenemos distintos
criterios, y yo lo que quería, al principio, cuando hablaba de las
descalificaciones, era un debate serio, aunque este es un debate sobre el
que se puede polemizar mucho y se pueden herir muchas sensibilidades de
un tipo y otro. Creo que todos nos deberíamos haber respetado y, quitando
excepciones, como el Grupo de Convergència i d’Unió o el Grupo
Vasco o la senadora Almiñana, los demás grupos, de verdad, han proferido
unas descalificaciones y unos insultos al Partido Popular por traer algo
que legítimamente puede traer a esta Cámara, que tiene el apoyo y la
legitimidad de hacerlo, que no nos los merecíamos. Este debate podía
haber sido sereno, desde distintos criterios y diferentes puntos de
vista, sereno, no intentando hacer aquí demagogia sobre los senadores o
el Gobierno del Partido Popular como los opresores, los que pisoteamos
los derechos de las mujeres, la España oscura, volvemos a los años
cuarenta… No, en este caso protegemos a los menores y a las mujeres
menores. Y mire usted, prefiero que me llamen retrógrada a irresponsable,
y este Gobierno es responsable para saber lo que tiene hacer para
proteger a sus menores. Este Gobierno está haciendo lo que debe, lo que
ustedes no hicieron. Ustedes, que nos dan muchas lecciones sobre cómo hay
que defender los derechos de la mujer —hablo, concretamente, al
Grupo Socialista—, hicieron leyes fáciles. Y es que es muy fácil
decir a una menor: no se preocupe, si se queda embarazada le damos la
píldora, y si no toma la píldora, vaya a abortar, que, además, no se
entera nadie. No. A una menor no se le puede dejar en esa situación. Y
eso es lo que hicieron en el Grupo Socialista. (Rumores).


Y con respecto a determinadas manifestaciones, la senadora
Llinares —veo que no está en este momento en el hemiciclo, y no se
lo recrimino, ha tenido que salir; no se lo recrimino, porque siempre
está— decía: Ustedes, que hacen... Ustedes, que legislan... Porque
ustedes... Oiga, lo que hacemos lo hacemos con todo conocimiento, con
toda responsabilidad. (El senador Becana Sanahuja: Los demás, no). No
digo que usted no lo haya hecho; ojo. Yo no he puesto eso en mi boca,
pero, por lo menos, respeten lo que nosotros hacemos.


Y vamos al electoralismo. Senador Guillot, no se preocupe tanto
de nuestro programa electoral, preocúpese del suyo, porque dentro de
pocos días lo va a tener que exponer en Cataluña. Preocúpese del suyo. No
se preocupe tanto del Partido Popular. Ya se lo dije el otro día en
comisión. Habla del electoralismo. Bien, ustedes actúan por electoralismo
y luego dicen que no tenemos ningún apoyo. Pues estará usted encantado de
la vida de que el Partido Popular, con este electoralismo, con el que no
sé a quiénes nos dirigimos y por qué a ustedes les molesta tanto, lo vaya
a tener. Nosotros actuamos con conocimiento de lo que hacemos y con una
ideología. Dice usted: Con su ideología... Oiga, con la nuestra, no va a
ser la suya; no la compartimos. (Aplausos). Ahí está la grandeza de la
democracia. Tenemos nuestra ideología. Tenemos —y lo digo con la
cabeza muy alta— ideología del Partido Popular, valores y
principios. Y ni ustedes ni nadie me van a hacer que agache la cabeza ni
me voy a avergonzar, porque si me avergonzara no militaría en este
partido. Y milito con mucho gusto. (Aplausos).


Es triste que se banalice un debate que creo que es muy serio y
muy dramático para las mujeres en esa situación y sus familias. Aquí
hemos tenido que oír diferentes manifestaciones: el cuerpo, el cuerpo de
la mujer, porque yo con mi cuerpo... Pero la mujer es mucho más que un
cuerpo, mucho más. (Aplausos). ¿Nos llaman retrógrados aquellos cuyo
argumento es que la mujer...? Miren, la mujer es mucho más que un cuerpo:
tiene intelecto, tiene conciencia, alma ética o como le quiera llamar
cada uno, y lo que todas tienen son sentimientos. Y una niña menor
—mi niña, como decía Dolores, la suya, la de cualquier padre
normal— también, y el Partido Popular ha recogido eso en su Ley de
violencia de género y su Ley de protección del menor. (Rumores). Señoría
de Podemos, no se preocupe, no hay guirigay. Según usted, los jueces no
van a saber qué hacer, porque son unos ineptos; el Gobierno es otro
inepto... Pero no, hay unas leyes claras de protección al menor y de
violencia de género en las que el menor es protagonista, y eso está
recogido por el Partido Popular. Lo único que pretendemos para la mayoría
de las familias normales, para las niñas en esa situación, es que estén
protegidas por aquellas personas que, con todos los respetos para sus
señorías, les van a proteger mejor que cualquiera de los que estamos
aquí; cada uno, sobre todo, con su familia. Y el Gobierno está para velar
por esa tutela y esos derechos del menor y de sus padres.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Aragón.


Pasamos al turno de portavoces.


Por el Grupo Parlamentario Mixto van a ser tres los
intervinientes.


Senadora Mora, tiene la palabra.


La señora MORA GRANDE: Muchas gracias.


Señoría, me va a perdonar, pero creo que mis intervenciones,
aunque hayan sido apasionadas —porque yo soy una mujer apasionada y
este tema realmente me apasiona—, han sido de un total respeto. En
mi intervención, en ningún momento he faltado el respeto a su señoría en
nada de lo que he dicho.


En segundo lugar, usted afirma que la mayoría de los padres
protegen a sus hijos. Jamás hemos dicho lo contrario. Por supuesto que la
mayoría los va a proteger, pero estamos hablando de las situaciones en
las que eso no va a pasar. Y la respuesta a mi intervención, que ha sido
bastante técnica y en la que he expuesto toda la vulneración de la
normativa internacional y las incongruencias con la legislación interna,
ha sido cero.


En tercer lugar, jamás he dicho que los jueces no vayan a saber
qué aplicar o que sean ineptos. Eso no ha salido de mi boca. Por
supuesto, los jueces son los más competentes que hay en Europa. Jamás he
dicho eso; lo que he dicho es que no han regulado el procedimiento, que
no está claro. Y la única respuesta que me ha dado a todo lo que he
argumentado es: Eso ya está regulado. Pues dígame dónde, porque no me lo
ha dicho. Además, ese guirigay —perdónenme la expresión— va a
suponer un follón jurídico tremendo, en el que unos jueces van a aplicar
una cosa y otros jueces van a aplicar otra.


Lo siguiente que le voy a decir es que ustedes se arrogan un
respaldo de la ciudadanía que yo no entiendo muy bien —me refiero a
la reforma de esta ley—. Tienen el apoyo del 45 % del electorado.
Bien, en 2011 votó el 32,4 % del electorado y, a ustedes, el 45 %
del 32,4 %. Perdóneme, pero yo no veo a toda la sociedad votando por la
modificación del aborto. Pero le daré más datos. (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por favor.


La señora MORA GRANDE: En la última encuesta del CIS, de abril
de 2005, en la que se habla de la Ley del aborto, cuando se pregunta a
los españoles cuál es el principal problema para ellos actualmente en el
Estado español, la Ley del aborto lo es para el 0,0 %. Esta ley afecta
personalmente al 0,0 %. En la encuesta del GAD3, de febrero de 2014, se
recoge que el 88 % de los españoles piensa que el PP debería buscar el
consenso del resto de las formaciones políticas —mucho no lo están
buscando— y el 81,8 % cree que el PP no ha buscado consenso
—es obvio—. Y, Según la encuesta del Instituto DYM, de
febrero de 2014, solo el 8 % está a favor de que la actual ley se
modifique en sentido restrictivo. Perdónenme, pero mucho apoyo social
para esta modificación no hay.


Ustedes mantienen que, porque en 2011 les haya votado la mayoría
de la gente, todos están de acuerdo con lo que hagan en estos cuatro
años, pero me parece que eso es pretender bastante y no tiene nada que
ver con la realidad. Es lo mismo que decir que porque no hayan modificado
la Ley de ejecución hipotecaria, y eso haya posibilitado los desahucios
de miles de familias en España, sus votantes estén de acuerdo con eso.
Evidentemente, no, así que, por favor, no se arroguen el apoyo de la
ciudadanía para esta reforma cuando las cifras dicen todo lo
contrario.


Y me encantaría que me respondiera a todas las cuestiones
técnicas que le he planteado: dónde se va a regular, dónde está regulada
la solución de los problemas de las mujeres en desamparo.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Mora.


Senadora Julios, tiene la palabra.


La señora JULIOS REYES: Muchas gracias, señor presidente.


Intervengo brevemente para decir que no me parece demasiado serio
en este debate oír a la portavoz del Grupo Popular hablar de banalidades.
Creo que la primera persona que ha utilizado ese término en este debate
precisamente ha sido usted, señoría; insisto en que no me parece
serio.


Y me parece triste que se hable con falsedades. Usted dice que
con esta proposición de ley se quiere proteger a las familias normales y
que la mayoría de las familias en España somos familias normales. ¿Y
quién está defendiendo aquí desproteger a las familias normales? ¿Me
quiere usted decir, quien de los portavoces que hemos intervenido ha
defendido no proteger a las familias normales o no normales o no proteger
los intereses de los padres? Por cierto, dice usted que esta ley es para
defender los derechos de los padres. Me pregunto qué derechos de los
padres se están conculcando, cuando los padres están ejerciendo su
derecho, ya que de diez menores que han ido a abortar, nueve lo han hecho
acompañadas de sus padres. ¿Qué derechos se están conculcando? No digan
falsedades, porque están queriendo confundir a la opinión pública en algo
en lo que no tienen razón. Digan las verdaderas razones por las que
quieren modificar esta ley, pero no inventen lo que no se puede inventar.
(Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Julios.


Senador Iglesias, tiene la palabra.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.


En multitud de debates, desde los bancos de la derecha se nos ha
acusado a la izquierda de pretender apropiarnos de valores como la
defensa de los derechos sociales o la defensa de las libertades. Hoy, con
la misma legitimidad, podemos acusar al Partido Popular de querer
patrimonializar la defensa de la familia. Desde la izquierda podemos
tener visiones diferentes de la familia, e incluso interpretar que son
familia algunas uniones que ustedes cuestionan que lo sean, pero no
tengan ninguna duda de que desde la izquierda creemos profundamente en la
familia y estamos siempre dispuestos a defender los derechos de la
familia (Aplausos), de todos los que conforman la familia: de los padres
y de las hijas menores de edad que se ven abocadas a vivir el drama de
una interrupción del embarazo.


Nos decía la portavoz del Grupo Popular que manejábamos de forma
insultante el término «retrógrado». Yo no lo he utilizado en el Pleno,
aunque creo que sí en comisión. Sin embargo, al margen de cualquier otra
consideración, etimológicamente «retrógrado» es el que pretende volver a
una situación anterior —diccionario de la Real Academia
Española—. Y ustedes pretenden volver a la normativa anterior al
año 2010, por tanto, etimológicamente, son retrógrados. (Aplausos).


Usted decía: queremos defender a las familias normales en una
cuestión espinosa como es la interrupción del embarazo. Pues bien, las
familias normales están perfectamente protegidas con la legislación
de 2010. Y lo están, porque a las familias normales se les reconoce el
derecho a ser informadas. Solo se priva de ese derecho a las familias que
no son normales, a las que tienen algún problema que genera que la
información sitúe en una posición de riesgo a la menor embarazada que
quiere interrumpir el embarazo. Por tanto, ya no se trata solo de que sea
un porcentaje muy pequeño el que viva esa situación —poco más
del 3 %—, sino de que es un colectivo en el que condicionar una
parte de los derechos de sus progenitores está justificado para la
protección de la menor que forma parte de esa familia.


Finalmente, cuál sea la confesión religiosa de los miembros del
Senado es algo que corresponde al ámbito estrictamente privado y no
merece ninguna consideración o valoración, ni positiva ni negativa. Lo
que puede ser susceptible de crítica es que la posición pública
beligerante de quienes representan esa confesión religiosa sea la que
condicione la posición política que luego se articula aquí. Es algo
absolutamente diferente. Y no estoy diciendo que eso se esté dando,
quiero decir que son dos planos distintos: uno es el plano de la
confesión en el ámbito estrictamente personal, no susceptible de crítica,
y otro, el plano de la posición pública en relación con una cuestión como
esta, expresada reiteradamente por quienes representan, desde la
jerarquía, esa confesión religiosa.


Muchísimas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Iglesias.


Por el Grupo Parlamentario Vasco, tiene la palabra el senador
Cazalis.


El señor CAZALIS EIGUREN: Señor presidente, buenas noches.
Intervendré desde el escaño.


En primer lugar, voy a aclarar nuestra intención de voto. Como
señalaba antes, vamos a votar favorablemente todas aquellas enmiendas que
son de supresión y nos vamos a abstener en las otras seis enmiendas, que
pretenden modificar otros aspectos de la Ley 2/2010. Porque, así como
entendemos que esta ley no se debe modificar ya que no hay consenso
suficiente, tampoco creemos que sea esta la manera de modificar la ley en
algunos otros aspectos.


En cuanto a la intervención de la senadora Aragón, le diré, con
todo el cariño que sabe que le tengo, que a mí, como padre, me molesta
que se ponga en duda que los que votamos en contra de esta proposición de
ley estamos en contra de la familia o estamos dejando a los niños
desprotegidos. Perdóneme, senadora Aragón, yo tengo una hija de 13 años
—usted lo sabe—, y le aseguro que mi hija me va a informar.
Estoy seguro. Y estoy seguro de que me va a informar, porque le obliga la
ley. Aquí se propone lo siguiente: Se prescindirá de esa información
cuando la menor alegue fundamentadamente que esto le provocará un
conflicto grave, manifestado en el peligro cierto de violencia
intrafamiliar —que en mi casa no pasa; por lo menos, no lo
creo—, amenazas —que siempre van en la misma dirección:
contra mí—, coacciones, malos tratos, o se produzca una situación
de desarraigo o desamparo. Eso no existe en mi casa. Por cierto, también
deberíamos definir el término «menor», porque estamos hablando de niñas
de 16 y 17 años, no de cualquier menor. Para el resto de los menores hay
otras vías para las que sí han de tener el consentimiento de sus padres.
Por tanto, centremos la discusión en los menores de 16 y 17 años, y
centremos la discusión en quien hay que centrarla. No es, probablemente,
el caso de ninguno de los que estemos aquí —quiero suponerlo, ya
que como con todos ustedes y me los cruzo por el pasillo—. Estamos
hablando de situaciones de peligro cierto de violencia intrafamiliar, de
amenazas, coacciones, malos tratos o de que se produzca una situación de
desarraigo o desamparo. Eso es lo que se recoge y lo que, de desaparecer,
no se va a poder hacer. Por eso apoyamos estos vetos, y por eso seguimos
siendo igual de buenos padres y seguimos teniendo igual de buenas
familias.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Cazalis.


Por el Grupo Parlamentario Entesa, tiene la palabra la senadora
Almiñana.


La señora ALMIÑANA RIQUÉ: Gracias, presidente.


Senadora Aragón, usted y yo entendemos la defensa de los derechos
de las mujeres de forma muy, pero que muy diferente. De la misma manera
que usted ha dicho, como quien no le da importancia, que algunos
senadores socialistas y voces relevantes de los socialistas estaban de
acuerdo con la proposición de ley que hoy iba a ser aprobada, yo le digo
que estoy convencida de que muchos senadores del PP que están en este
momento en esa bancada estarían encantados de que la ley no se tocara.
Porque lo que usted ha dicho es verdad: esta es una cuestión plural, en
la que no tenemos un pensamiento único, y cada uno se debe a su moral. Y
ahí entramos en un terreno resbaladizo: la moral, esa que ustedes
intentan imponernos cada vez que hablamos de este tema. Lo intentaron con
la Ley del aborto, primero, y ahora lo están intentando con esta.


Esta ley lleva cinco años en vigor, cinco, y nadie hablaba de
ella hasta que ustedes y el señor Gallardón abrieron la caja de los
truenos. Y —lo vuelvo a repetir— al abrir la caja de los
truenos volvió el debate, sí, un debate acérrimo en contra de la pérdida
de derechos de las mujeres. Y ustedes llevaron a cabo una acción
política: retiraron un proyecto de ley. Pero ahora nos la vuelven a
colar, con esa moral que, a la que se despistan, se les escapa, una moral
religiosa que nos intentan imponer a todos. A todos. Este es un Estado
aconfesional, lo dice la Constitución, de la que no hacemos más que
hablar estos días. Y en los Estados aconfesionales no se puede legislar
con principios religiosos, ha de hacerse con principios cívicos, que den
amparo a la mayoría.


Dicho esto, a mi entender esta proposición de ley está basada en
sus creencias, en cómo ven ustedes el mundo. Por supuesto, tienen todo el
derecho a implementarla, pero se olvidan siempre de los más vulnerables.
Y ustedes construyen las barreras más altas cuanto más vulnerable es la
población. Explíquenme por qué los adolescentes menores —o niños,
me da igual, elijan el nombre que quieran—, que tienen 16 y 17
años, en nuestro país pueden trabajar y pagar impuestos pero no pueden
decidir si pueden tener o no un hijo; pueden opinar y decidir si se
someten a un tratamiento de quimioterapia o a una amputación, pero no
pueden decidir si quieren o no tener hijos; pueden consentir relaciones
sexuales y pueden casarse, pero, eso sí, no pueden decidir si pueden o no
tener hijos. Me parece un sinsentido, un terrible sinsentido.


Durante todo este rato los distintos grupos hemos expuesto el
mismo argumento, eso sí, con distintos tonos o distintos datos. Pero lo
que está claro es que todos hemos dicho lo mismo: esta modificación de la
ley va aumentar los abortos clandestinos. Porque ya los hay, señora
Aragón, ya los hay; no sé exactamente dónde ni cuántos, pero intuyo que
los hay. (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.


La señora ALMIÑANA RIQUÉ: Esta modificación de la ley va a poner
en peligro la vida y la salud de las jóvenes que quieran interrumpir su
embarazo. Esta modificación de la ley afecta solo a las menores más
vulnerables. Esta modificación de la ley es vista como un retroceso por
los organismos que velan por los derechos humanos, no por el Partido
Socialista, no por la bancada de la izquierda, no, sino por Amnistía
Internacional, por Naciones Unidas, etcétera. En definitiva, señorías,
esta modificación de la ley es un ejemplo más de sus políticas de
recortes de derechos y libertades. Les guste o no, esto es lo que
es.


Señorías —voy terminando—, los ciudadanos de este
país hemos tenido que luchar muchísimo durante muchas generaciones y
seguramente durante demasiado tiempo para que se reconocieran nuestros
derechos más fundamentales. Y las mujeres hemos tenido que hacer el doble
de esfuerzo para poder disfrutar de los mismos derechos en pie de
igualdad. Todas las mujeres.


El futuro se construye día a día. Hoy no es un buen día, porque
consideramos que hoy perdemos un derecho, porque consideramos que hoy
damos un paso atrás. Pero todos sabemos que, quizá no mañana, pero en
breve, daremos otro paso hacia delante. Y esta vez recuperaremos más
derechos y más libertades.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Almiñana.


Por el Grupo Parlamentario de Convergència i d’Unió, tiene
la palabra la senadora Rivero.


La señora RIVERO SEGALÀS: Gràcies, president. Intervendré muy
brevemente.


Nuestro grupo ya lo ha manifestado antes: tenemos libertad de
voto y, en este sentido, no hemos presentado veto, nos hemos abstenido en
los vetos presentados por los otros grupos, y vamos a hacer lo mismo en
las enmiendas.


Solo voy a hacer unas apreciaciones de tipo objetivo. No estamos
hablando, afortunadamente, de aborto sí o aborto no. Ese debate ya lo
tenemos superado. En cuanto a la Ley de 2010, a unos les puede parecer
mejor y a otros, peor, pero desde que se aprobó dicha ley han disminuido
los embarazos no deseados y los abortos, aunque eso no quiere decir que
no sea una ley mejorable. Hablamos de protección a las menores de 16 y 17
años y, por ello, nuestro grupo ha presentado dos enmiendas, en nuestra
opinión muy técnicas y objetivas, para completar el objetivo que decía
perseguir esta ley.


Se ha hablado de que debería haber serenidad en el debate.
Estamos de acuerdo, no es un tema menor. Efectivamente, es un tema
complicado que lleva en sí muchas cargas, no solo a nivel técnico, sino
también de contenido religioso, de orden público, e incluso hay muchos
matices en esos contenidos. Por eso, nuestro grupo cree que esa serenidad
se habría conseguido mucho mejor si estuviéramos emplazados a hablar de
este tema al margen de un clima preelectoral, como es el caso. En este
sentido, como he dicho, cada uno de mis compañeros votará libremente lo
que considere más oportuno en relación con esta proposición de ley.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE:






Muchas gracias, senadora Rivero.


Senador Sedó, tiene la palabra.


El señor SEDÓ ALABART: Gracias, presidente. Brevemente. Ya hemos
explicado cuál era la postura de los senadores de Unió Democràtica en
relación con la votación de la ley. Nos vamos a abstener en la votación
de las diferentes enmiendas. Ya hemos manifestado que, por coherencia con
lo que dijimos en su momento en la discusión de la ley actual, votaríamos
a favor, pero ese voto a favor no significa que compartamos buena parte
de las explicaciones que ha hecho la ponente del grupo mayoritario.


En cualquier caso, nos abstendremos en las enmiendas y, como
digo, votaremos a favor de la tramitación del proyecto de ley por
entender que las menores deben tener el consentimiento paterno, como ya
hemos defendido en el turno de veto.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Sedó.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la
senadora Berja.


La señora BERJA VEGA: Gracias, señor presidente.


Señoría, las familias con problemas también son familias
normales. No puedo entender qué es lo normal y qué no lo es en su
discurso. (Aplausos).


Vuelven ustedes, señorías del Grupo Popular, a imponernos una
proposición de ley que recorta derechos y empeora la legislación actual.
Es un nombre engañoso para una propuesta no demandada socialmente y que
no responde a ninguna necesidad ni a ningún interés colectivo; y una
propuesta que solo responde a intereses partidistas. La mayoría social ha
dicho continuamente que no modifiquen la Ley Orgánica de salud sexual y
reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo. Y hoy el Grupo
Socialista vuelve a decir que no lo hagan. Pero ustedes insisten en su
política de demolición de los avances conseguidos con los gobiernos
socialistas en políticas de igualdad —avances, señorías, no leyes
fáciles—. Lo han intentado por todas las vías: oponiéndose a la Ley
de 2010, como se ha dicho, cuando había un gran consenso social y
político; recurriendo la ley ante el Tribunal Constitucional; y
presentando una reforma que tuvieron que retirar porque incluso entre sus
filas suponía un problema, algo que le costó la vida política a un
ministro. Lo voy a repetir, aunque me digan que pare por la hora que es,
porque es un tema para seguir insistiendo y no me voy a callar. Pero, aun
así, no han cesado en su intento de modificar una buena ley, una ley
aprobada con consenso y que cumple con su objetivo: la obligación de
proteger la vida y la salud de las mujeres. (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.


La señora BERJA VEGA: También la de las jóvenes, respetando su
derecho a decidir. Porque ustedes han ocultado deliberadamente la mitad
de la ley. Ustedes solo hablan del aborto, pero la ley se llama Ley de
salud sexual y reproductiva —sigo insistiendo en lo mismo—. Y
esta vez, ¿cuál es la excusa? Una excusa paternalista y falsa, como decía
el senador: proteger a las jóvenes.


Llaman reforzar la protección a que una joven en situación de
desamparo, por ejemplo, tenga que pedir permiso para interrumpir su
embarazo a quienes la han puesto en esa situación o a unos padres
maltratadores. ¿Qué están haciendo? Simplemente, como han dicho muchos de
mis compañeros en esta Cámara, y yo vuelvo a repetir, abocar de nuevo a
las mujeres al aborto clandestino e inseguro. Esta ley no va a evitar que
las jóvenes aborten, lo que va a conseguir es despojarlas de sus derechos
y hacer que vuelvan a poner en riesgo su salud. Es decir, que, lejos de
proteger a nadie, están desprotegiendo a las jóvenes.


¿Qué pasará con aquellas menores que no quieran informar a sus
padres de su intención de abortar? El Grupo Socialista y el resto de los
grupos se lo hemos dicho una y otra vez, pero también se lo han dicho,
como decía la senadora Almiñana, organismos internacionales.


Le repito nuevamente que el número de embarazos no deseados ha
disminuido. Ese era el objetivo de la ley socialista, esa que dicen que
era una ley fácil, pero una ley que ha llevado a que disminuya el número
de abortos. En 2013, último año del que tenemos cifras oficiales, se ha
registrado la tasa de abortos más baja de los últimos siete años,
especialmente entre las menores de 30 años.


Voy terminando. Señorías, ustedes se han dedicado durante estos
cuatro años a dos cosas: una, a recortar derechos, como los del acceso a
la sanidad y a la educación; y otra, a abolir libertades conquistadas
durante décadas por la ciudadanía. Ahora, cuando estamos al final de la
legislatura, hagan el favor de rectificar. Se lo han dicho miles de voces
de mujeres que ya están hartas de que cada vez que llegan al poder
peligren su libertad y sus derechos de ciudadanía.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Berja.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la senadora
Aragón.


La señora ARAGÓN AMUNÁRRIZ: Gracias, presidente.


Senadora Julios, igual a mí tampoco me parece serio que Coalición
Canaria votara en contra de esta ley y ahora cualquiera diría que la
hicieron ustedes. Manifiesta que no es serio lo que yo digo, pero
nosotros somos coherentes siempre. En su día votamos en contra, y ahora
no nos gusta la ley y nos sigue sin gustar.


Senador Cazalis, con todo cariño, yo no doy lecciones de
paternalismo a nadie, Dios me libre. Además, he empezado diciendo que
consideraba que la mayoría de los padres eran buenos padres, así que no
lo malinterprete usted con malicia. También quería decirle que no se
trata de información, que estamos hablando de permiso, está clarísimo.
Creo que usted sabe perfectamente que nosotros estamos defendiendo el
permiso paterno por ser menores de edad.


A la senadora Almiñana quería decirle que la moral no es
religiosa, mírelo usted en el diccionario. (Rumores). No. Tenemos nuestra
moral, no se nos escapa; la tenemos, y usted tiene la suya. Son
diferentes morales, pero la moral no es religiosa. (Aplausos). Y por
supuesto, no me lo compare —ya se lo dije en la comisión— con
una enfermedad, una embarazo no es una enfermedad. No me puede comparar
una situación de un menor con una enfermedad grave a la que atraviesa una
menor con un embarazo. No me lo compare.


A la senadora de Podemos no le he contestado antes a todo, pero
es que lo trae usted escrito. Nos ha pedido explicaciones, y está
continuamente con el explíquenme, les están exhortando… Cuando
alude a la declaración de derechos humanos, ¿de qué derechos humanos
hablamos? ¿Hablamos del humor negro de alguno de sus militantes?
¿Hablamos quizá de quemar a católicos en una iglesia, como ha manifestado
alguno de sus militantes? ¿O hablamos de los derechos de los presos
políticos, algo a lo que ustedes votaron en contra? (Aplausos). Tantas
lecciones al Partido Popular, tantas explicaciones y tanto que usted nos
quieres exhortar y que expliquemos, pues igual ustedes también tienen que
explicar cuál es el valor de los derechos humanos, los suyos; los
nuestros son los que nosotros consideramos, y defendemos a las mujeres y
a los menores con esta ley.


Respecto al Partido Socialista, quería decirle a su portavoz que
jamás se me ocurriría mandarla callar, de ninguna de las maneras. No se
preocupe, que en nuestras filas nunca le vamos a mandar callar cuando
intervenga. Quiero que sepa que normal es la norma, el común de las
familias, y también viene en el diccionario. Cuando hablo de lo que es o
no normal no lo hago en tono despectivo, que quede claro, para nada vea
en ello la intención de decir que los únicos normales somos los del
Partido Popular, faltaría más. (Rumores.— Protestas).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.


La señora DE ARAGÓN AMUNÁRRIZ: El avance es la igualdad para las
mujeres, que lucharon mucho por sus derechos. Ya les he dicho antes lo
que nosotros, desde nuestro punto de vista, desde nuestra ideología y
desde nuestra moral —esa que dicen—, pensamos sobre lo que
ustedes hicieron en políticas de protección a la mujer menor y en
políticas de salud sexual y reproductiva. No nos gustó, su ley no nos
gusta y nos sigue sin gustar. No son ustedes los defensores de las
mujeres, ni los que han avanzado tanto en los derechos de las mujeres. Si
quieren les recuerdo en qué situación dejaron a las mujeres españolas
cuando abandonaron el Gobierno. (Rumores). Poco se preocuparon de las
mujeres españolas, muy poquito. Se quedaron en paro, en una situación
familiar desestructurada, había menores vulnerables en situaciones
precarias… Por tanto, ustedes no defendieron tanto las políticas de
la mujer, de hecho, después de que ustedes gobernaran, todos se quedaron
mal pero especialmente las mujeres. (Rumores.— Protestas).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.


La señora DE ARAGÓN AMUNÁRRIZ: Para terminar quiero decir, y
vuelvo a repetirlo por si hay alguna duda, que la ley no nos gusta y nos
sigue sin gustar; la votamos en contra y la recurrimos al Tribunal
Constitucional. Y, lógicamente, el Gobierno y el Partido Popular, no el
resto de grupos políticos, actuarán cuando el Tribunal Constitucional
dicte sentencia.


Le voy a decir lo siguiente. Nosotros en el Partido Popular
amamos la libertad, y hemos luchado por la libertad de este país como
todos los demás partidos democráticos (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.


La señora DE ARAGÓN AMUNÁRRIZ: Sí señor. (Aplausos). Y nosotros,
como Partido Popular, hemos luchado como el que más por la libertad de
todos los españoles, y hemos luchado como el que más por los derechos de
las mujeres españolas, y seguiremos luchando con nuestra moral y nuestra
ideología, que la tenemos, así como por nuestra responsabilidad como
grupo mayoritario que apoya al Gobierno. Y seguiremos luchando, como
hemos hecho hasta ahora, y les pedimos que nos acompañen en esta lucha
por la protección de las mujeres menores y de sus familias y sus padres.
(Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Aragón.


Llamen a votación. (Pausa.— La señora Mora
Grande pide la palabra).


Tiene la palabra, señoría.


La señora MORA GRANDE: Perdón, pero no hemos podido hacer antes
la petición de votación separada de las enmiendas 34 y 35, de
Convergència i d’Unió. Queremos solicitar, si es posible, votar por
separado ambas enmiendas.


El señor PRESIDENTE: Sí, votaremos por separado las números 34
y 35 de Convergència i Unió.


La señora MORA GRANDE: Gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Cierren las puertas.


Señorías, vamos a votar las enmiendas de esta proposición de ley
orgánica.


Comenzamos con las del senador Iglesias. Votamos, en primer
lugar, las enmiendas 1 y 2.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 242; a favor, 11; en contra, 215;
abstenciones, 16.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las números 3 y 4.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 243; votos emitidos, 243; a favor, 82; en contra, 151;
abstenciones, 10.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


De la senadora Julios, votamos las enmiendas 5 a 9.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 243; votos emitidos, 243; a favor, 82; en contra, 151;
abstenciones, 10.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


De la senadora Mora, votamos las enmiendas 19 a 23.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 243; votos emitidos, 243; a favor, 82; en contra, 151;
abstenciones, 10.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Del Grupo Parlamentario Vasco, votamos las enmiendas 29
a 33.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 243; votos emitidos, 242; a favor, 82; en contra, 150;
abstenciones, 10.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, votamos
las números 10 a 14.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 242; a favor, 81; en contra, 151;
abstenciones, 10.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las números 15 y 16.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 243; votos emitidos, 243; a favor, 9; en contra, 217;
abstenciones, 17.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Votamos las enmiendas 17 y 18.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 243; votos emitidos, 243; a favor, 83; en contra, 151;
abstenciones, 9.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Del Grupo Parlamentario Convergència i d?Unió, votamos
la 34.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 243; votos emitidos, 243; a favor, 11; en contra, 219;
abstenciones, 13.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la enmienda 35.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 242; a favor, 11; en contra, 223;
abstenciones, 8.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Del Grupo Parlamentario Socialista, votamos las enmiendas 24
a 28.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 243; votos emitidos, 243; a favor, 82; en contra, 151;
abstenciones, 10.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.


Señorías, han sido presentadas dos peticiones. La primera de
ellas por más de cincuenta senadores en aplicación del artículo 97, que
establece que la votación nominal será secreta cuando lo soliciten, en el
Pleno, cincuenta senadores y en las comisiones un tercio de sus miembros.
Por tanto, estos cincuenta senadores solicitan que la votación final,
tras la de los vetos y enmiendas, sea nominal y secreta.


También ha sido presentado un escrito del Grupo Parlamentario
Popular que, al amparo de lo dispuesto en el artículo 98 del Reglamento
del Senado, solicita que la votación de la proposición de ley orgánica se
lleve a cabo por el procedimiento ordinario público. Como sus señorías
saben, el artículo 98 dice: Cuando exista solicitud contradictoria para
que la votación sea pública o secreta, en supuestos distintos de los
contemplados en el apartado segundo del artículo anterior —que no
viene al caso—, la Presidencia someterá previamente a votación,
como cuestión incidental, el procedimiento que deba aplicarse.


Por lo tanto, hay que someter a votación el sistema de votación,
tal y como establece el Reglamento. (Rumores.— El senador Espinar
Núñez pide la palabra).


Tiene la palabra, señor Espinar.


El señor ESPINAR NÚÑEZ: Solo quiero poner de manifiesto en la
Cámara que esta relación entre los artículos 97 y 98 del Reglamento
podría llevar al Senado a un bucle infinito que hiciera que desapareciera
entre votaciones sobre si la siguiente votación es secreta o no.


Así que le pedimos al Partido Popular que retire esta petición y
que se… (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por favor.


El señor ESPINAR NÚÑEZ: ¡Con lo que les respetamos nosotros a
ustedes cuando dicen algunas barbaridades! (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.


Termine, senador Espinar.


El señor ESPINAR NÚÑEZ: Simplemente quiero pedirle al Partido
Popular que retire la petición porque, si en cada una de las votaciones
en las que se solicita que sean nominales y secretas se solicita esto, a
la vez se podría solicitar otra petición para que esa misma votación
fuera secreta, y eso nos llevaría al final del Senado, cosa que creo que
no desea la mayoría de esta Cámara.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Espinar.


¿Algún senador del Grupo Popular desea intervenir? (El señor
Barreiro Fernández pide la palabra).


Tiene la palabra el senador Barreiro.


El señor BARREIRO FERNÁNDEZ: Señor presidente, mantenemos la
petición que habíamos formulado por escrito. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Barreiro.


Votamos si el plenario de la Cámara desea que la votación de esta
proposición de ley sea nominal y secreta.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 242; votos emitidos, 240; a favor, 91; en contra, 149.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la solicitud de que la
votación sea secreta.


Una vez rechazada, señorías, votamos en un solo acto la
proposición de ley.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 240; votos emitidos, 239; a favor, 145; en contra, 89;
abstenciones, 5.


El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.


Queda definitivamente aprobada por las Cortes Generales la
Proposición de Ley Orgánica para reforzar la protección de las menores y
mujeres con capacidad modificada judicialmente en la interrupción
voluntaria del embarazo.


Señorías, se suspende la sesión hasta mañana a las nueve de la
mañana. Buenas noches a todos. (Aplausos).


Eran las veintitrés horas y quince minutos.