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DS. Congreso de los Diputados, Pleno y Dip. Perm., núm. 68, de 24/10/2012
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


PLENO Y DIPUTACIÓN PERMANENTE


Año 2012 X Legislatura Núm. 68

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JESÚS POSADA MORENO

Sesión plenaria núm. 64

celebrada el miércoles

24 de octubre de 2012



ORDEN DEL DÍA:


Debates de totalidad de iniciativas legislativas (Continuación):


- Proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2013. 'BOCG. Congreso de los Diputados', serie A, número 27-1, de 1 de octubre de 2012. 'BOCG. Congreso de los Diputados', serie A, número 27-3, de 5 de octubre de 2012.
(Corrección de errores en 'BOCG. Congreso de los Diputados', serie A-27-4, de 17 de octubre de 2012 y 'BOCG. Congreso de los Diputados', serie A-27-5, de 19 de octubre de 2012). (Número de expediente 121/000027) ... href='#(Página2)'>(Página2)


SUMARIO


Se reanuda la sesión a las nueve y cinco minutos de la mañana.


Debates de totalidad de iniciativas legislativas. (Continuación) ... (Página2)


Proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2013 ... (Página2)


Los señores Larreina Valderrama, Bosch i Pascual, la señora Fernández Davila, los señores Quevedo Iturbe, Baldoví Roda y la señora Barkos Berruezo, del Grupo Parlamentario Mixto, defienden sus enmiendas a la totalidad.


En nombre del Gobierno contesta el señor ministro de Hacienda y Administraciones Públicas (Montoro Romero).



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En turno de fijación de posiciones intervienen los señores Álvarez Sostres y Salvador Armendáriz, del Grupo Parlamentario Mixto y Gallego Burgos, del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso.


Cierra el debate el señor ministro de Hacienda y Administraciones Públicas.


Sometidas a votación todas las enmiendas a la totalidad de devolución presentadas, se rechazan por 148 votos a favor, 179 en contra y 1 abstención.


Se levanta la sesión a las once y quince minutos de la mañana.


Se reanuda la sesión a las nueve y cinco minutos de la mañana.


DEBATES DE TOTALIDAD DE INICIATIVAS LEGISLATIVAS. (CONTINUACIÓN).


- PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA EL AÑO 2013. (Número de expediente 121/000027).


El señor PRESIDENTE: Se reanuda la sesión.


Continuamos con el debate de las enmiendas de totalidad presentadas al proyecto de ley de presupuestos. Anuncio a la Cámara, para que se lo digan a sus compañeros que no estén presentes, que la votación no será antes de las once. Espero
que sea cercana a esa hora.


Defensa de las enmiendas a la totalidad que ha presentado el Grupo Parlamentario Mixto, que acumula en esta intervención el turno de réplica. En primer lugar, por la Agrupación Amaiur, tiene la palabra el señor Larreina.


El señor LARREINA VALDERRAMA: Muchas gracias, señor presidente.


Señorías, señor ministro, señores miembros del Gobierno, estamos ante un debate de presupuestos que ayer usted, señor ministro, planteó con habilidad cuando decía que no había que entrar en el debate clásico y nos lanzó una especie, en
términos taurinos, de larga cambiada para desviar el debate hacia otros temas, no a las cifras, no al propio presupuesto. Creo que es inteligente porque seguramente entrar en el debate clásico no le conviene, pero la realidad es que estamos ante
unos presupuestos que son clásicos, con lo cual lo lógico es que la enmienda a la totalidad sea clásica, aunque ahí también tengo la sensación de que nos ha querido torear un poco al resto de los grupos de la Cámara llevándonos a otro terreno que no
es el debate presupuestario, y esa sensación de ser toreado es también la que tiene mucha gente en la calle. Ayer mismo, la gente que estaba legítimamente indignada por la calle tenía la sensación de que el Gobierno la estaba toreando. Ese es un
problema de fondo que afecta a lo que usted defendía y que yo comparto con usted, la necesidad de la estabilidad, de la esperanza, etcétera, pero lo que están ustedes consiguiendo es generar precisamente desconfianza y desesperanza en la gente.


Le decía que estábamos ante unos presupuestos clásicos, teóricamente comprometidos con el objetivo del déficit, con el crecimiento económico y el empleo, y usted sabe que eso es pura teoría, que no lo van a poder hacer realidad, y ese es el
problema de fondo de estos presupuestos. Estamos ante unos presupuestos clásicos, que cuando los vayamos a aprobar seguramente estarán modificados ya, como pasó en el pasado mes de junio. Le voy a poner un ejemplo además, un ejemplo claro.
Entonces, dentro de los recortes uno de los departamentos que menos recortes tenía era el departamento de Defensa y después, dos meses después, se incrementaron sus partidas en un 30%. Teóricamente es el único departamento que en el presupuesto del
año 2012 ha crecido de forma increíble, pero ayer oíamos a su compañero de Gobierno señor Morenés, el ministro de Defensa, que en un foro aquí cercano decía que Defensa debe 30.000 millones de euros a la industria de armamento, que es una deuda que
arrastra el ministerio con ese sector industrial debido a los programas estratégicos de armamento iniciados en los años noventa, y decía que realmente no sabía cómo iban a poderlo pagar. Y al final, la nota de prensa que recogía su intervención de
ayer decía que no concretó cómo lo iban a pagar. Todos podemos tener la sensación de que igual que hace dos meses el recorte del escaso 5% se convirtió en un incremento del 30% en el departamento de Defensa, ahora estos 30.000 millones de euros,
que si los incluimos dentro de la deuda nos cambian todas las cifras, pueden hacer que se modifique. Esto es un ejemplo de que estos presupuestos seguramente no van a tener nada que ver con la realidad. Por eso nosotros le decimos



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que hay que abordar el problema que tiene el Estado español desde la raíz, hay que ir a la raíz y estos presupuestos no van a la raíz. Según su Gobierno, el futuro inmediato puede definirse como de recesión suave, que supondrá un descenso
del 0,5% del producto interior bruto para 2013; sin embargo, contradiciendo frontalmente estas previsiones, el Fondo Monetario Internacional acaba de afirmar hace tan solo unos días que España junto con Grecia serán las economías que a nivel
mundial tendrán una peor evolución durante el año 2013. Así, frente a ese 0,5% previsto por el Gobierno, el Fondo Monetario Internacional prevé una caída del PIB del 1,3%, es decir, un 260% superior al que sustenta el proyecto. En el mismo
sentido, el servicio de estudios del Banco de España también ha calificado las previsiones de optimistas y ha afirmado que la contracción económica durante el año 2013 será entre el 1 y el 1,5%. Ayer mismo, el panel de expertos de Funcas apuntó una
contracción del PIB del 1,6% para este año y del 1,5% para 2013. Usted afirmaba ayer que están cerca de conseguir el objetivo de dejar el déficit público en el 4,5% a finales de 2013. El panel de Funcas apunta un saldo presupuestario del 6,9% del
PIB para este año, sin incluir el impacto de las ayudas a las entidades bancarias, y la estimación para 2013 es del menos 5,1%. Si nos atenemos a las previsiones del Fondo Monetario Internacional, que calcula que este no bajará del 6,7%, vemos que
su objetivo es inalcanzable. En esta misma medida el objetivo de llegar al 3% de déficit no se alcanzaría hasta el año 2017, tres años después de lo previsto por el Gobierno. Estas previsiones, que están corroboradas por informes realizados desde
otras instancias privadas y públicas, echan por el suelo los pilares sobre los que se asientan estos presupuestos, que profundizan en la crisis provocando una mayor contracción económica y una disminución del empleo. Y es que, como decía, los
presupuestos son clásicos y la respuesta tiene que ser también clásica. Estamos ante unos presupuestos que profundizan en la recesión, que son tremendamente injustos porque aumentan las desigualdades sociales; estamos ante unos presupuestos que
son la expresión de un fracaso económico y social.


Nos han traído aquí unas cuentas públicas continuistas de las que aprobamos aquí hace unos pocos meses y que ya han tenido frutos muy amargos para la gente de la calle: salarios en descenso para la mayoría, paro masivo y recortes sociales
que profundizan en la desigualdad. De hecho, el coeficiente de Gini -que como ustedes saben mide el nivel de desigualdad en la sociedad, la diferencia entre las rentas de los más ricos y los más pobres-, según el Eurostat que lo acaba de hacer
público, ha subido 2,7 puntos enteros desde el año 2008, mucho más que en ningún otro Estado, más que en Grecia, más que en Portugal. El nivel de desigualdad en la sociedad española se ha incrementado mucho más que en Grecia o Portugal, según el
Eurostat, en los últimos años. Y esto no es un estudio teórico, está contrastado con la realidad, la dura realidad de los datos económicos. Y los beneficios empresariales han aumentado en 23.000 millones de euros en el último año. Las empresas
que componen el principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, lograron entre enero y junio de este año un beneficio de 13.323 millones de euros. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística hechos públicos la semana
pasada, las sociedades de inversión de capital variable, la Sicav, han crecido en algunos casos hasta un 50%. Esto contrasta con el descenso del 3,2% de la renta disponible en los hogares del Estado español en el segundo trimestre de este año 2012
o con el desplome en un 16% de la riqueza de las familias en el último año. La tasa de pobreza ha crecido hasta el 21%, desde el 19,4% del año 2011. Una de cada cuatro personas menores de 16 años está bajo el umbral de la pobreza. El 35,8% de las
personas paradas está en riesgo de pobreza. Ayer mismo Cáritas hacía público que en el último año ha atendido a 1.800.000 personas. Los ingresos medios anuales de una familia se han reducido en el último año en un 1,9%. El 12,7% de los hogares
llegan a fin de mes con mucha dificultad, frente al 9,8% del año 2011. El 7,4% de los hogares tiene retrasos en los pagos a la hora de abonar gastos relacionados con la vivienda, 1,2 puntos más que en el año 2011. La realidad de los datos de estos
presupuestos nos muestra que siguen poniendo las finanzas por encima de las personas, que siguen apostando por la economía especulativa en detrimento de la economía productiva. Desde un punto de vista humano y social resulta insultante comprobar
cómo un año más los intereses de las finanzas y de los bancos son puestos por delante de las personas, incrementándose el pago de la deuda pública en un 33,7% en el caso de los gastos financieros mientras que en el conjunto de los gastos
ministeriales, en los ministerios sociales, los recortes son aún mayores, por encima del recorte medio del 8,9%.


Nosotros estamos de acuerdo con usted cuando dice que hay que hacer ajustes, pero es que ustedes hacen los ajustes en el sentido clásico neoliberal; es decir, ajustes en el gasto, pero no abordan los ajustes en los ingresos, y ahí es donde
está la madre del cordero, abordar los ingresos donde está el dinero. Ya sé que usted dice que han abordado el IRPF, que han abordado el impuesto sobre sociedades, pero no han abordado donde está realmente el dinero evadido, que es en las grandes



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fortunas, la reforma de la Sicav, etcétera. Ahí es donde está el grueso de los ingresos en los que hay que avanzar. Ayer decía usted con mucha contundencia: Va a recaer la ley más fuerte sobre los defraudadores. Pero a continuación hacía
una especie de invitación a que se acojan cuanto antes a la amnistía fiscal. Y es que al final, hoy por hoy, la ley más fuerte contra los defraudadores es la amnistía fiscal, y eso es lo que la gente de la calle no entiende. Es decir, que mientras
que se está incrementando el índice de pobreza, mientras se está incrementando la diferencia entre los más ricos y los más pobres, los Presupuestos Generales del Estado están centrados en el ajuste del gasto, y eso es lo que no puede ser. Incluso
usted decía que hay que evitar otra serie de debates, como el debate soberanista, por ejemplo, porque eso genera inestabilidad. No es verdad, porque en el Reino Unido se está planteando el debate soberanista y no genera inestabilidad económica; en
Bélgica se está planteando el debate soberanista con toda claridad y no genera inestabilidad económica, y aquí tampoco. Cuando nosotros afirmamos que exigimos, que reivindicamos, que aspiramos a tener en nuestra mano la soberanía necesaria para
hacer frente a la crisis es precisamente porque pensamos que esa es la única forma de salir de crisis, la única forma de conseguir en nuestro país, pero también en el suyo, una sociedad más justa, más equitativa, en la que la salida de la crisis no
recaiga sobre los de siempre, sobre la gente de la calle, sino que recaiga sobre quienes la han originado, sobre quienes la han causado. Por eso nosotros nos reafirmamos en la necesidad de unos presupuestos muy diferentes, unos presupuestos que
estén centrados en el gasto social, que estén centrados en la atención de las personas con menos posibilidades, que estén centrados en el impulso de la economía productiva y no en el impulso de la economía especulativa, que estén centrados en el
avance sostenible de toda la sociedad.


Por eso hemos pedido la devolución de estos presupuestos, desde ese convencimiento y desde esa reclamación de la soberanía para nuestro país, porque nosotros pensamos que estos presupuestos tampoco contribuyen a avanzar en ese objetivo.
Insisto, es necesario para que podamos dar respuesta a la crisis en clave social, en clave eficaz de salida de la crisis y también en clave solidaria porque no damos la espalda a ser solidarios con el resto de los pueblos de Europa, pero la
solidaridad se decide por uno mismo, no se impone nunca. Yo le aseguro que siendo soberanos íbamos a ser tan solidarios como el que más.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Larreina.


Para la presentación de la enmienda a la totalidad de ERC tiene la palabra el señor Bosch.


El señor BOSCH I PASCUAL: Muchas gracias, señor presidente.


Nosotros defendemos una enmienda a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado para 2013, y se lo contaré a ustedes en cinco capítulos concatenados breves.


Capítulo primero. Cataluña intenta resolver sus finanzas y su relación con el Estado español a través de un nuevo estatuto, el Estatut de Catalunya de 2006, para que dentro de la legalidad vigente se puedan resolver los graves problemas
económicos de financiación y de infradotación de la economía y de la sociedad catalana. Ese esfuerzo -es una historia que no vamos a contar ahora- acaba en un cepillado general del Estatut de Catalunya y después, a partir del momento en que
finalmente se aprueba el texto, que es ley, que es ley orgánica y por tanto la ley de más alto rango por debajo de la Constitución Española que existe en el Reino de España, se incumple sistemáticamente esa ley, la incumplen los Gobiernos españoles
y la incumple el Gobierno actual del Partido Popular. Después ustedes se llenan la boca de legalidad, de cumplir la ley; incluso, el ministro de Justicia, que hoy no nos ha regalado con su presencia, viene a decir que el incumplimiento de la ley
genera falta de inversión o asusta a los inversores extranjeros. Seguramente el ministro de Justicia y aquellos representantes del Partido Popular que hablan de cumplir la ley se refieren a esos incumplimientos, por ejemplo a incumplir el Estatut
de Catalunya.


Capítulo segundo. Presupuestos Generales del Estado para 2013, los que estamos discutiendo estos días aquí. Según el espíritu del Estatut de Catalunya, ley orgánica aprobada, se tiene que reflejar en los presupuestos, en las inversiones
para Cataluña, el peso demográfico y económico de nuestro país, de Cataluña. A la hora de la verdad eso no es así, sino que el Estado dedica a inversiones y servicios en Cataluña muy por debajo de lo que se prevé en la ley, más o menos un 7% por
debajo de lo que está previsto. Se incumple la ley. Pero ustedes van hablando de la ley como lo hacía John Wayne, the law is de law, y acto seguido disparando a los forajidos. La diferencia es que John Wayne no se equivocaba nunca, sabía dónde
estaban los buenos y los malos, y ustedes disparan sin mucha puntería y sin atinar a donde apuntan; the law is de law. Inversiones en infraestructuras: 1.000 millones dedicados al AVE que va



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a Galicia, que seguro que es muy importante, no lo criticamos; pero lo que sí criticamos es esta otra columna: 10 millones de euros para el acondicionamiento y el desdoblamiento de la N-II a su paso por la denominada provincia de Girona.
Ustedes saben que es un tramo muy problemático, que ha producido muchas muertes y que reclama urgentemente una inversión, la inversión que le corresponde hacer al Estado español, y eso no está en los Presupuestos Generales del Estado de este año,
como no estaba el año pasado, ni el anterior, ni el otro, y nos tememos que tardará mucho en estar en cualquier presupuesto español.


Capítulo tercero. Incluso cuando se aprueban partidas dentro de los presupuestos dedicadas a inversión o a servicios que necesita nuestro país, nuestra sociedad, Cataluña, incluso entonces, eso se convierte en ley porque los presupuestos
son ley, y aparte de que los presupuestos que ustedes aprueban aquí con su mayoría absoluta duran menos que un telediario, aparte de eso, en lo que se refiere a Cataluña se cumplen muy por debajo de lo previsto. Porcentaje de cumplimiento de lo
presupuestado en inversiones de Cataluña: 35%. Porcentaje de cumplimiento en la Comunidad de Madrid: 111%. Si eso no es discriminación, ya me dirán ustedes qué es. Si eso no es incumplir la ley, en este caso de presupuestos, ya me dirán qué es.
Si eso no es expulsar a Cataluña y a la economía catalana del Reino de España, ya me dirán qué es. Eso es no tener en cuenta lo que necesita Cataluña. Eso es sacar a Cataluña del panorama y del teatro de las inversiones en España.


Capítulo cuarto. No solo expulsan a Cataluña, expulsan a la gente corriente; es decir, también a los trabajadores españoles, gente modesta que carga con el peso de los impuestos pero que no recibe lo que le toca según la ley. Porque a la
hora de cumplir la ley, cuando dicen que el incumplimiento de la ley genera inestabilidad, cuando dicen que el incumplimiento de la ley asusta a los inversores, ¿a qué ley se refieren? ¿A la ley que incumplen de las pensiones no subiendo las
pensiones lo que toca? ¿A la ley que incumplen del derecho a la vivienda tal vez, o del acceso al trabajo? ¿A esas leyes se refieren ustedes? Y después incluso le ponen guasa al asunto diciendo que son los presupuestos más sociales de toda la
historia universal de todos los tiempos o algo así. Hombre, es que su cinismo a veces crece exponencialmente y de forma directamente proporcional a lo que sube la deuda española. ¿Cómo pueden decir que son los presupuestos más sociales? Vayan a
contárselo a los que están dando vueltas por los contenedores o a la gente que ya no cobra nada porque ha perdido el trabajo, ha perdido el paro, lo ha perdido todo, la gente que se arriesga a quedarse sin techo. ¡Los más sociales! ¡Por el amor de
la Providencia! (Risas). ¿Pero dónde viven ustedes? ¿En qué país viven ustedes? No se ría, señor Montoro. Están expulsando en estos presupuestos a todo un país, a mi país, y tengo que decirlo. Están expulsando a Cataluña, están expulsando a la
gente corriente, si eso lo hacemos coincidir con que la gente corriente, y especialmente la gente en Cataluña, quiere libertad y está pidiendo la celebración de un referéndum para cumplir con el derecho a decidir... Por cierto, el presidente del
Gobierno no está aquí, el señor Rajoy, pero ustedes le pueden contar que es falso que no hayamos pedido un referéndum. Lo planteamos aquí la semana pasada y lo vuelvo a decir hoy: pedimos un referéndum, queremos votar en Cataluña. Que lo sepa el
señor Rajoy. Claro que lo pedimos y lo pediremos; que se mire la moviola, que escuche. Cuéntenselo ustedes. En fin, como se produce la feliz coincidencia de que nos expulsan y nosotros también queremos salir del reino, vamos a ponernos de
acuerdo. Lo que les proponemos hoy, aparte de esta enmienda a la totalidad, es que se cree un fondo de contingencias. Por lo pronto, creemos que con 16.000 millones de euros estaría bien para cubrir esta transición que se va a producir en plazo
breve hacia la autodeterminación y la independencia de Cataluña porque cuando se queden sin los impuestos de los catalanes y las catalanas de alguna forma van a tener que cumplirlo; cuando se queden si el superávit fiscal que para nosotros es
déficit pero para el Estado español es superávit, estos 16.000 millones de euros los van a tener que cubrir de alguna forma. Se lo digo de buen rollo porque queremos un acuerdo negociado, pactado, bilateral, amistoso. Sin traumas para nadie, ni
para ustedes. Sin infringir la ley. Y ustedes saben muy bien lo que significa infringir la ley porque lo hacen cada día, una ley u otra, es que la lista es interminable, y además le ponen guasa al asunto. Ustedes son como Napoleón, que han venido
a este mundo a defender la ley pero no a cumplirla.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Bosch.


Por el BNG, para defender su enmienda a la totalidad, tiene la palabra la señora Fernández Davila.


La señora FERNÁNDEZ DAVILA: Gracias, señor presidente.



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Señorías, señor ministro, aunque usted en su intervención de ayer procuró buscar un punto de optimismo en su discurso diciendo que esta propuesta de presupuestos es una propuesta para superar la recesión y crear empleo, nada ha cambiado
desde ayer en relación a como ustedes -el Gobierno- valoraron estos presupuestos el día que los presentaron después de haber sido aprobados por el Consejo de Ministros. El Gobierno en ese momento reconocía que con este proyecto de Presupuestos
Generales del Estado para 2013 no se saldría de la crisis y que traería más recesión y más paro ya que estiman que el producto interior bruto descenderá en 2013 en un 0,5% y el empleo en un 0,2%. Creo que el documento está en esta casa y así dice
las cosas. En todo caso, señor ministro, esta valoración ya era muy optimista si tenemos en cuenta que el Fondo Monetario Internacional estima un descenso del PIB del 1,3% y la CEOE del 1,6%. Esta es una más de las grandes trampas de este proyecto
de presupuestos, ya que las previsiones macroeconómicas son irreales pero permiten al Gobierno completar los recortes pasadas las contiendas electorales porque, aunque todavía queda alguna, ustedes ya están un poco más libres para decirnos lo que
van a hacer. Lo decimos porque es necesario recordar cómo apenas un mes después de la aprobación de los presupuestos para 2012 este Gobierno los modificó recortando fuertemente en sanidad y en educación.


Señor ministro, analizando estos presupuestos nos ratificamos en una posición inicial y es que son unos presupuestos que si constatan algo en relación con la intención del Gobierno es la voluntad de sacrificar a las personas para salvar a la
banca, verdaderos causantes de esta desfeita económica, de esta grave crisis. El Gobierno ha decidido salvar a los verdugos y sacrificar a las víctimas, y las cosas son así, señor ministro, con toda la política que está haciendo este Gobierno del
Partido Popular. Por otra parte, se trata de un proyecto en el que no se contemplan las exigencias que implicará el eminente rescate del Estado español, por lo cual nosotros creemos que se quedarán convertidos en papel mojado. Díganos, ¿va a haber
rescate? ¿No va a haber rescate? ¿Cuál es la postura del Gobierno realmente en esta cuestión, señor ministro? Esperaremos al miércoles próximo para ver lo que nos dice el presidente, pero lo cierto es que con este tema ustedes están mareando la
perdiz y, al mismo tiempo, creando una inseguridad que desde luego no es nada positiva para la situación que estamos viviendo.


Los presupuestos, señor ministro, persiguen un único objetivo, que es intentar cumplir con el déficit impuesto por la Unión Europea de un 4,5% sobre el PIB para el próximo año, a costa de recortes en las políticas sociales, en los estímulos
a la economía y la reorientación del sistema productivo, lo que supone anteponer el objetivo de consolidación fiscal a los de recuperación económica, creación de empleo y cohesión fiscal, todo completamente diferente a lo que usted decía ayer al
inicio de su intervención. Porque su intervención, señor ministro, giró fundamentalmente -podríamos decir que prácticamente en su totalidad- en torno al déficit, obviando la sanidad, la educación, la dependencia o el empleo. El proyecto incide en
medidas injustas para la mayoría de la sociedad, asume la agudización de la crisis económica y camufla la reducción de inversiones en Galicia a través de un artificio presupuestario. Las comunidades autónomas son las más perjudicadas en el ajuste
presupuestario, señor ministro. Ustedes dicen que no hacen ajuste en este presupuesto, pero son las comunidades autónomas las que tendrán que afrontar una reducción del 50% de su déficit: del 1,5% pasan al 0,7%, que es la imposición que les
presenta el Gobierno en relación con el presente año. Así, el diseño de los presupuestos supone el ahogo financiero de las comunidades autónomas y, consecuentemente, un grave deterioro de los servicios básicos que prestan, como enseñanza y sanidad,
que, sumados a los propios recortes sociales contemplados en el presupuesto del Gobierno, implican un ataque frontal al Estado del bienestar.


Volvemos otra vez a su intervención, señor ministro. Los intereses de la deuda lastran todo el presupuesto, crece un 34% para 2013 con respecto al presente año, casi 10.000 millones de euros más. Esta desorbitada cantidad tiene su causa,
por una parte, en el modelo de construcción europea que avala el Gobierno con un banco central que no es prestamista de última instancia para los Estados, lo que les obliga a financiarse y a exponerse a los ataques especulativos de los mercados y
que tiene como consecuencia unos pagos de intereses desmesurados. Ustedes avalan esto, señor ministro. Por otra parte, el rescate del sector financiero se está traduciendo en un fuerte incremento de la deuda, de la misma manera que las ayudas no
devueltas están teniendo un enorme impacto tanto en la deuda como en el déficit público, consecuencia de una nefasta reestructuración del sector financiero que antepone los intereses de la propia banca a los de las personas. Somos repetitivos en
esta cuestión, señor ministro, pero es que esa es la realidad: el déficit, la deuda del Estado no es consecuencia de las políticas sociales sino justamente de los problemas del sector financiero y la debacle de la banca. Son unos presupuestos
contrarios a las necesidades de las mayorías sociales, como ya hemos dicho, claramente regresivos en



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lo relativo a las políticas sociales, puesto que se reduce considerablemente la cuantía de la dotación de la mayoría de los programas sociales, por mucho que usted nos quiera decir aquí, señor ministro, que son los presupuestos más sociales
de la historia. Si examinamos la evolución por ministerios, nos encontramos con que las partidas mayoritarias que se concentran en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte sufren un recorte del 17,2%, uno de los ministerios donde más política
social se concentra. Si vamos al de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, descontadas las aportaciones pendientes a la Seguridad Social o partidas comprometidas, sufre una reducción del gasto del 22%, muy superior a otros ministerios de nula
vocación social, señor ministro, como es el caso de Interior, que solo baja el 6,3%; Defensa, menos un 6% y Justicia, menos un 4,2%. Y por supuesto, la partida destinada a la Casa Real, que se reduce nada más que un 4%. Incluso, el Ministerio de
la Presidencia ve incrementada su dotación en un 0,6%. Serán presupuestos sociales después de los restos que quedan de pagar la deuda. Por tanto, imposible que sean los mejores presupuestos sociales de la historia. Por otra parte, el sueldo de
los funcionarios se va a volver a ver congelado y aquí queremos recordar que estas medidas, junto con otras como las destinadas a sanidad o educación, se acordaron por parte del Gobierno después de la aprobación de los presupuestos del año 2012.
Por último, se contempla un incremento del 1% en las pensiones. Sin embargo, estas, aunque se les suba el 1%, no se van a revalorizar y aquí vuelven ustedes a marear la perdiz. ¿Va a haber una revalorización de las pensiones, sí o no? Porque el
1% no representa la revalorización y ustedes han hecho bandera y causa de esta cuestión que ahora no van a cumplir.


Señor ministro, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado debería hacer un especial esfuerzo para dotar adecuadamente las inversiones con mayor impacto en la recuperación económica y en el cambio de patrón de crecimiento, como son las
infraestructuras, la dotación relativa a I+D+i o la educación. Traigo hoy a colación algo que era público en los medios de comunicación ayer, donde más de 45 premios Nobel y medallas Fields han alertado en una carta abierta a todos los Gobiernos de
la Unión Europea de los problemas que pueden generar los graves recortes que se están haciendo en I+D+i. Dicen en su carta, entre otras cosas, que transformar el conocimiento en innovación es la única forma de dotar a Europa de ventaja competitiva.
Pero ustedes, el Gobierno del Partido Popular, han decidido, sin embargo, procurar la ventaja competitiva abaratando y precarizando el mercado laboral y rebajando los salarios, y así, señor ministro, no se es competitivo, no se sale de la recesión y
no siempre se crea bienestar. Precisamente son las áreas productivas de este presupuesto las que tienen más recortes, por ejemplo, el Ministerio de Agricultura y Alimentación con más de un 25% o el de Industria con más de un 21%. Y si vamos a la
inversión territorializada en Galicia, desciende significativamente, a pesar de disimularse mediante un artificio presupuestario. Ya lo han hecho ustedes en el presupuesto de 2012. Para el BNG, como fuerza nacionalista, tiene una especial
relevancia la inversión territorializada, fundamentalmente en nuestro país, sobre todo teniendo en cuenta que Galicia presenta un déficit histórico en materia de infraestructuras y que padece un considerable retraso en la ejecución de las obras de
la alta velocidad ferroviaria con respecto a las previsiones iniciales. Con este proyecto de presupuestos se intenta compensar la reducción presupuestaria real de las inversiones en Galicia mediante, repito, un artificio presupuestario en la alta
velocidad con una dotación económica anormalmente elevada, no detallada y no ejecutable en la práctica. Eso es así, señor ministro y, también, señora ministra de Fomento.


Aprovecho para decir, señorías, con todo cariño a mis compañeros de Convergència i Unió y Esquerra Republicana, que desde el BNG, desde Galicia los gallegos entendemos las reivindicaciones de las infraestructuras para estas comunidades, para
estas naciones, pero, desde luego, no vamos a dejar de defender nuestros derechos. Y si esa es una necesidad y un derecho de ustedes, lo nuestro no solamente es tan derecho como el de ustedes, sino que seguramente es una necesidad mayor. Por
tanto, les pediría que en el futuro no trataran a Galicia como si realmente fuéramos los culpables de que ustedes no tuvieran sus necesidades cubiertas, como están haciendo continuamente en relación con el tren de alta velocidad. Es Galicia quien
no las tiene cubiertas después de años y años y años de promesas y de compromisos incumplidos por parte del Gobierno central.


Finalizo, señor presidente, agradeciendo su benevolencia. Señor ministro, ayer hizo usted un llamamiento al diálogo a todos los grupos políticos en esta Cámara a la hora de presentar enmiendas. Pero realmente fue un brindis al sol, porque
nos ha dicho que solo presentemos enmiendas que giren alrededor o que incidan en la corrección del déficit público. Señor ministro, ahí no nos va a encontrar; ahí no podemos tener ningún tipo de encuentro. Desde el BNG solo estamos dispuestos a
presentar enmiendas que permitan aumentar las inversiones en educación, en sanidad pública, en políticas a la dependencia y en más inversión productiva que cree empleo; y no enmiendas para rebajar salarios a los empleados



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públicos o para no revalorizar las pensiones. Estamos defendiendo siempre que es necesario que desde el Gobierno se hagan políticas que propicien una reforma fiscal que grave más a los que más tienen y ahí vamos a incidir en nuestras
enmiendas. Del mismo modo incidiremos en enmiendas que persigan el fraude fiscal -el tiempo se me acaba y apuro un poquito más- y la rebaja de gastos en defensa o la eliminación de administraciones que ustedes refuerzan, como las diputaciones. Sí
se puede mejorar la situación de los ingresos del Estado español.


El señor PRESIDENTE: Señora diputada, tiene usted que acabar.


La señora FERNÁNDEZ DAVILA: Vayan por ahí, señor ministro, pero no vayan adelgazando el Estado del bienestar y negando a las personas los derechos que tanto ha costado conseguir.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Fernández Davila.


Para defender la enmienda a la totalidad que presenta Coalición Canaria, tiene la palabra el señor Quevedo.


El señor QUEVEDO ITURBE: Gracias, señor presidente.


Señor ministro, señorías, los nacionalistas canarios -es decir, en nombre de Coalición Canaria, doña Ana Oramas y en nombre de Nueva Canarias, este que les habla- tenemos que hacer una primera referencia a la defensa de este presupuesto que
realizó ayer el señor Montoro en esta Cámara. Señor Montoro, no sé si ha captado usted que la autosatisfacción que manifestó con estos presupuestos, con el trabajo del Gobierno y con la evolución de la realidad realmente es ofensiva para la inmensa
mayoría de la población. Ofende a los jóvenes, que con el mayor nivel de preparación de la historia española no ven futuro; ofende a los pensionistas, que ya han visto disminuida su capacidad de consumo y que ven en el alero la actualización de
sus pensiones y más aún su incremento; y, desde luego, ofende a los usuarios de los servicios públicos cuando se dice aquí que estos presupuestos son los más sociales de la historia democrática española, confundiendo los efectos contables con la
realidad. Como dice un buen amigo mío, estos presupuestos tienen más efectos especiales que las películas del señor Spielberg.


En el debate del presupuesto anterior le dijimos que esta concepción que ustedes sostienen es un error, pero la mantienen en los de 2013 aunque la evidencia demuestra con absoluta claridad que con este tipo de políticas se genera menor
actividad económica, se incrementa el paro y, en definitiva, se produce mayor sufrimiento para la inmensa mayoría de las personas y deteriora gravemente a las clases trabajadoras y a las clases medias, como se demuestra palmariamente día a día. Son
unos presupuestos que están sustentados -y no voy a extenderme porque ya se lo ha dicho aquí todo el mundo- sobre datos macroeconómicos falsos que usted no puede defender porque están contrastados absolutamente por todo quisqui. Los analistas, los
economistas relevantes, los institutos económicos y media humanidad le han dicho que usted no cumplirá con este objetivo de déficit, porque es imposible que usted incremente los ingresos y disminuya los gastos en un escenario como este. Realmente
esto nos induce a pensar que las razones de la elaboración de este presupuesto no son económicas, no son el producto de un análisis económico, son pura ideología, son el resultado de una confección que nosotros entendemos neoliberal de la forma de
entender las cosas y la forma de entender las políticas públicas. Por tanto, este es un presupuesto que no es inevitable, este es el presupuesto del Partido Popular. Usted dirá que a mucha honra y yo le diré que sí, pero es un presupuesto que
responde a eso, no es el único presupuesto posible, por supuesto. Se sustenta en este principio neoliberal de que la austeridad es expansiva. Ya sé que usted se puso la tirita ayer antes de este debate, pero la austeridad no es expansiva. Esta es
una afirmación insostenible; no es posible andar recortando y pretender crecer, pretender que crezca la economía o el empleo. Esto sencillamente es imposible, y por supuesto cumple con el ideario neoliberal: Gobiernos pequeñitos que molesten poco
a los mercados y servicios públicos pequeñitos porque eso no es un derecho desde su concepción sino algo que hay que ir acotando; ya está bien de que todo el mundo tenga derecho a lo mismo y qué es esto de que los mercados no sean los que se
regulen.


¿Recuerda lo que le dije, lo de la mano invisible de don Adam Smith? Sigue siendo invisible la mano. Los mercados no son capaces de sacarnos de esta situación y, por lo tanto, no es razonable un sometimiento de la política a los dictados
de los mercados, que es lo que realmente está ocurriendo en estos momentos en el Estado español y es justamente la política del núcleo duro de la Unión Europea. De forma que, ¿quiénes se benefician de este presupuesto? Los bancos y las grandes
entidades financieras, las grandes



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fortunas y los evasores fiscales. Pero si es que los únicos beneficios de estos presupuestos están en esos sectores. Se lo hemos dicho muchas veces, esto es fortaleza con los débiles y debilidad con los fuertes; mala manera de defender el
interés general. Por cierto, en la Unión Europea no nos va bien, no nos hacen caso. ¡Pero si no ganamos una! No hay decisión que no se tome por parte del Gobierno de España que no acabe siendo refutada, si no es al día siguiente es al otro, por la
señora Merkel en persona o por un representante de la señora Merkel, de forma que al final seguimos teniendo un Banco Central Europeo que permite los escandalosos intereses que van a cobrar las grandes entidades financieras y las grandes entidades
bancarias, especialmente alemanas, por cierto, de una forma ciertamente obscena. Los intereses que se cobran son obscenos y nos preocupa extraordinariamente que al presidente del Gobierno de España le haya parecido que en este caso 40.000 millones
de euros tampoco sea tanta cosa para pagar los intereses de la deuda; imagínese. ¿Todo esto para no cumplir con los objetivos del déficit? Pues ya sabemos lo que quiere decir este presupuesto. Este presupuesto es papel mojado, ya que cuando
usted no cumpla con los objetivos de déficit usted tendrá que hacer nuevos recortes, porque esa es la lógica en la que usted nos ha metido. Así pues, nosotros no podemos compartir esta filosofía y así lo tenemos que expresar.


Desde la óptica canaria, yo no sé si hemos conseguido que se le quede grabada a esta Cámara la cifra del 33% de paro y evolucionando ya hacia al 35%, que es adonde vamos a llegar. Con los mayores índices de pobreza del Estado, que
lamentablemente han ocupado primeras páginas de periódicos de difusión estatal, la respuesta de este Gobierno con Canarias es todavía una mayor desviación en inversión per capita de la media del Estado español: 233 euros para el Estado, 170 euros
para los residentes en Canarias. También convenios de infraestructuras absolutamente determinantes para generar economía: de 207 millones de euros a 54 millones de euros. Es un maltrato a Canarias que a nosotros nos cuesta creer que esté
relacionado con lo que empieza a decir mucha gente, con que el Partido Popular no forme parte hoy del Gobierno de Canarias, como se demostró en su momento por la agresividad con la que se produjeron los hechos; nos negamos a creer que se trate de
una especie de venganza de esa naturaleza. Pero le tenemos que decir que no es razonable, y yo le voy a poner solamente dos ejemplos: 33% de paro, Plan integral de empleo de Canarias, 42 millones de euros en el año 2012 y 10 millones de euros en
los presupuestos de 2013. ¿Usted me puede explicar cómo es posible que se diga a los canarios que eso es lo razonable? ¿No se da cuenta de que esto es ofensivo? De 42 millones de euros a 10, el Plan integral de empleo, con el 33% de paro.
Entenderá usted que no estemos para demasiadas bromas con este asunto.


Le voy a contar lo de la desalación de agua. No sé si se me entiende cuando digo que la desalación de agua es la vida para Canarias, como ha demostrado su historia reciente. Hemos evolucionado de 17 millones de euros en el año 2009 a cero
millones de euros en este presupuesto. ¿Sabe lo que ha ocurrido después? Que, en una suerte de nuevo ministerio de los territorios de ultramar que parece representar el ministro canario de este Gobierno, resulta ser que dice que van a aparecer 4
millones de euros. El símil es el siguiente: Usted le da a alguien una pedrada en la cabeza, le abre una brecha de diecisiete centímetros y luego le pone una tirita que cubre cuatro centímetros de la brecha. No sé si se entiende esto bien. No es
aceptable que una ayuda que está en el Régimen Económico y Fiscal de Canarias, que reconoce la Unión Europea, que reconoce todo quisqui, no lo haga el Gobierno de España en momentos tan duros como los que estamos atravesando. No vamos a aceptar una
autoenmienda del Partido Popular de 4 millones de euros en desalación de agua, porque lo que faltaba eran engaños. Por tanto, defenderemos pormenorizadamente las enmiendas al articulado, porque sospechamos que no va a prosperar esta enmienda a la
totalidad que presentamos hoy.


Lo que sí que hay es una evidencia, para concluir. Este Gobierno hace lo contrario de lo que comprometió en su campaña electoral. Este es un Gobierno que está en una especie de fraude electoral que cuestiona su credibilidad. Esto
merecería unas elecciones anticipadas. ¿Sabe para qué? Para que tuviesen la oportunidad de explicar de verdad su programa, a ver qué resultado tendrían. Permítame que termine con un chascarrillo. En ese caso, dudo mucho que el candidato a la
Presidencia fuera el mismo que se presentó en las pasadas elecciones, porque, como sabe, ya se ha autonominado algún que otro al que le ha ido bien en las recientes elecciones autonómicas, en concreto en Galicia.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Quevedo.


Para presentar la enmienda a la totalidad de Compromís, tiene la palabra el señor Baldoví.



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El señor BALDOVÍ RODA: Muchas gracias, señor presidente.


No sabía cómo comenzar mi discurso después de oír la astracanada de ayer de que estos eran los presupuestos más sociales de la historia de la democracia, por eso incluso me planteé -lo hablábamos con el diputado de Nueva Canarias- si
quitábamos esta enmienda a la totalidad. Pero empezaré mi discurso con total claridad.


Señoras y señores del Gobierno, Compromís-Equo va a votar sin ningún género de duda contra estos presupuestos injustos. Estos presupuestos son un insulto a los ciudadanos y un insulto a los valencianos. Estos días les hemos oído muchas
veces invocar la Constitución, esa Constitución que reclaman inmaculada y que ustedes, el PP junto con el PSOE, mancillaron con nocturnidad, rapidez y alevosía, cuando en pocos días y sin consultar a nadie, sin preguntar al pueblo su opinión,
reformaron el artículo 135, consagrando un principio, y es que cada euro de este y de los próximos presupuestos tendría una prioridad en el gasto; primero se destinaría a pagar la deuda y después, si sobraba, a los ciudadanos. Pero aquí hay dos
problemas. Cada vez sobra menos y cada vez se destina más dinero a pagar deuda; este año 38.000 millones, 10.000 más que el año pasado. Este presupuesto no está hecho para las necesidades de las personas. Es un presupuesto hecho a la medida de
los especuladores, que dejaron dinero a los bancos españoles y ahora quieren cobrar lo suyo. Aquí está el segundo problema: de quién es esta deuda que ahora estamos pagando todos. Los ciudadanos seguimos pagando nuestras deudas, nuestras
hipotecas. Si los ciudadanos sí que pagamos nuestras deudas, ¿de quién es esta deuda que ahora pagamos todos? Este es el verdadero problema. Una parte de la deuda ha beneficiado a la sociedad y por tanto hemos de pagarla entre todos, pero hay una
parte muy importante de esta deuda que no ha beneficiado a la sociedad y que Compromis-Equo exige que se audite; una deuda que ha sido contraída, creada y empleada contra los intereses ciudadanos; una deuda creada para responder únicamente a
intereses privados o a intereses ideológicos. Esa es la deuda ilegítima, la deuda privada de los bancos que de repente se ha convertido en la deuda de todos. Esa es la deuda ilegítima, la que hace que socialicemos las pérdidas de unos pocos
especuladores, de unos irresponsables que jugaron al monopoly del ladrillo y perdieron, sin que nadie nos haya consultado si queremos pagar esas deudas, sus deudas. O la deuda producto de inversiones megalómanas y únicamente ideológicas, como la
obsesión del PP y del PSOE por conectar por AVE Madrid con cada capital de provincia sin ningún estudio serio de viabilidad. O como pasa con el corredor central, donde ustedes priorizan únicamente con criterios ideológicos centralistas. Esa es la
deuda ilegítima, y si es ilegítima no se debe pagar, lo tenemos que decir muy claro; si es ilegítima no se debe pagar. Los presupuestos deben ser el Robin Hood de los que menos tienen, los presupuestos deben llegar a los que más lo necesitan y
estos presupuestos no van en esa dirección. Se destinan 38.000 millones a pagar intereses de deuda y solo 39.000 para todos los ministerios. Repito, para todos los ministerios. Eso no son políticas de austeridad, esto es una austericidio. Con el
yugo de la reforma del artículo 135 de la Constitución PP y PSOE han supeditado la salvación de los bancos al bienestar de las personas, y eso no es justo. No es justo que sacrifiquemos el bienestar de las personas para que los poderosos no pierdan
una parte del pastel.


Y hablando del pastel, veamos cómo se reparten esos 39.000 millones. Hay una disminución media del 8,9, pero hay ministerios agraciados con la pedrea. Defensa solo tiene una reducción del 6% mientras que en Educación y Cultura es del 17;
en Industria, Energía y Turismo el 21; en Agricultura y Medio Ambiente el 13; en Sanidad el 22 o en Fomento el 17. Las partidas del Ministerio de Defensa en muchos casos duplican, triplican, cuadruplican o quintuplican muchas de estas partidas
más sociales. Está claro que con estos presupuestos seguiremos teniendo tanques, aviones y misiles pero los parados seguirán parados, nuestros jóvenes seguirán emigrando y las empresas seguirán pasándolo mal. Y, digan lo que digan, los
pensionistas perderán poder adquisitivo. ¿O no, señor Montoro? Por eso hay que decir basta, stop; hay que decirle a frau Merkel y a sus bancos que no podemos más, que estamos al borde del precipicio; que necesitamos una moratoria, una
renegociación de la deuda o todo se irá al traste; que necesitamos ese dinero para impulsar nuestro crecimiento, para generar empleo, para que llegue financiación a las empresas, para no dar más hachazos en educación, en sanidad, en servicios
sociales, para que los ciudadanos no paguen la codicia de otros, para poder respirar, para poder tener un futuro. Piénselo, señor Montoro, piense de dónde sacar recursos no de dónde recortar derechos y servicios. Piénselo.


Por último, como valenciano, como representante de una parte del pueblo valenciano quiero decirle que estos presupuestos son una ofensa a la gente de Alicante, de Castellón y de Valencia, un nuevo atropello, un nuevo agravio, una nueva
cacicada. Y digo nuevo porque desde hace treinta años, tanto con



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Gobiernos del PP como del PSOE, los presupuestos castigan sistemáticamente a los valencianos. Y no estoy haciendo victimismo, a los números me remito. Cifras de la inversión de los Presupuestos Generales del Estado para 2013: La media de
inversión por habitante, 271 euros; la media en el País Valenciano, 127 euros. Una diferencia de 150 euros. No es victimismo, son euros. Son 150 euros que no entrarán en los bolsillos de cada valenciano y de cada valenciana (Muestra tres
billetes de 50 euros.) Son 765 millones menos que los valencianos vamos a tener con sus presupuestos, un recorte del 35% que se suma al 34% del año pasado. En dos años un hachazo del 70%, por no hablar de nuestra financiación. Todos los modelos
nos han penalizado. Cada año millones de euros salen de los bolsillos de ciudadanos y empresas valencianas hacia Madrid y no vuelven nunca. Cuento un caso paradigmático: en Alicante, Castellón y Valencia, el País Valenciano, somos 5 millones de
habitantes; en Zamora y León 690.000 habitantes; la inversión en el País Valenciano 654 millones; la inversión solo en Zamora y León 747 millones; son 127 euros en el País Valenciano y más de 1.000 en Zamora y León. ¿Es esto justo?, ¿somos
todos iguales?, ¿van a votar este insulto, señoras y señores del PP valenciano, o dirán lo mismo que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, otras veces tan beligerante y ahora tan comprensiva cuando dice que entiende con dolor que no se pueden
hacer otras cuentas?, ¿cómo que no se pueden hacer otras cuentas? ¡Claro que se pueden hacer otras cuentas. Y tanto que se pueden hacer otras cuentas!


Estas cuentas se pueden devolver y el PP puede traer otras, como pedimos once formaciones de esta Cámara, once formaciones, que representamos 11.900.000 personas, 1.100.000 personas más de lo que ustedes representan, que representan a
10.800.000 ciudadanos, 1.100.000 personas más. Somos más los que pensamos que estos presupuestos no sirven. Somos más los que pensamos que estos presupuestos son injustos, ineficaces e insolidarios con los ciudadanos; y yo añado, y con los
valencianos. Somos más los que pensamos que estos presupuestos no van a crear empleo, no van a ayudar a salir de la crisis, no van a ayudar a rescatar a las familias que están por debajo del umbral de la pobreza, no van a incentivar a nuestras
empresas y a nuestros autónomos. Hagan caso a la mayoría; no a la mayoría que les dio esta Ley Electoral trucada, sino a la mayoría de los ciudadanos. Hagan caso y envíen estos presupuestos al rincón del olvido. Hagan caso y traigan unos
presupuestos que sirvan para rescatar a las personas, que sirvan para la pequeña felicidad de las personas.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Baldoví.


Para presentar la última enmienda a la totalidad, que presenta Geroa Bai, tiene la palabra la señora Barkos.


La señora BARKOS BERRUEZO: Gracias, presidente.


Señorías, señor Montoro, ayer defendió usted su proyecto de cuentas para 2013, y lo hizo jalonando los datos con una serie de efectos especiales que, francamente, refuerzan las dudas sobre la seriedad y la viabilidad de lo que se nos
presenta. Empezó usted por anunciarnos que el déficit del Estado hasta septiembre ha bajado de los 4 puntos, ha quedado en los 3,9. Yo, ministro, no le voy a discutir el dato -seguramente lo hará el último trimestre, ojalá no- pero sí le voy a
negar la mayor. Combatir el déficit por la vía de los recortes, lo hemos dicho una y otra vez en esta tribuna, no es ni mucho menos el camino. En el mes de septiembre el déficit bajó de los 4 puntos pero no es el único dato. El porcentaje de la
población que vive bajo el umbral de la pobreza rebasó el 21%. Son datos a tener en cuenta para medir si las políticas llevadas a cabo son lo que nos compensa. Francamente, por esta vía, si el bienestar más básico de la población no merece su
atención, lo que no alcanzo a comprender es cómo no han controlado ya el déficit en su totalidad; cómo no estamos ya en el 0%. Tampoco son admisibles afirmaciones burdas como que estos son los presupuestos más sociales de toda la historia. Claro,
con la inversión en caída libre, ministro, el 60% se nos hace hasta escaso. Ese porcentaje podía haber subido todo, pero vamos otra vez a los datos. Lo cierto es que estos mismos presupuestos que usted califica como los más sociales de toda la
historia rebajan en más de un 6% las prestaciones por desempleo para el mismo año en el que han previsto, han anunciado y nos han dicho ya un crecimiento del paro en 600.000 personas. Y todo este esfuerzo para pagar una deuda usurera, porque esa es
la realidad y creo que lo debemos decir. Somos rehenes de la usura y ustedes están mirando para otro lado.


Señor ministro de Hacienda, nunca como con estos presupuestos la palabra trámite cobra absolutamente todo su sentido, porque lo que ustedes están haciendo en este Parlamento y con estos presupuestos es cumplir un mero trámite. Les sobra el
debate porque no les interesa nada de lo que aquí se diga, porque llevan prácticamente un año al frente del Gobierno y ni han escuchado a la mayoría de los



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grupos de esta Cámara ni han escuchado a la calle, que está clamando contra la política de los recortes, de recortes injustos y de subidas de impuestos que solo han provocado más paro y más recesión. Están cumpliendo con el tedioso, al
parecer, trámite de tener que explicar lo inexplicable, justificar nuevas medidas que desmantelan la protección social y los mínimos del Estado del bienestar que habíamos conquistado, exclusivamente porque tienen que presentar unas cuentas cuya
finalidad, cuyo objetivo, ustedes no dirigen, no lo están gobernando. Cumplen -como digo- con un trámite de tapadillo, con unas cuentas mal cuadradas o escasamente fiables y sin la más mínima capacidad -esto es política, ayer hablaba usted de las
banderas políticas, pues hay política que urge, ministro-, sin la más mínima capacidad de ilusionar e incentivar la inversión productiva que genere empleo y riqueza. En sus presupuestos, señores del Partido Popular, no hay ni una sola línea que nos
haga tener esperanza en el futuro ni a nosotros ni al conjunto de la ciudadanía ni a sus votantes ni a todos aquellos a los que se debe la acción de su Gobierno, que no son otros que el conjunto de los ciudadanos del Estado. Sus presupuestos solo
hablan de sacrificio y de dolor para muchas familias que no soportan ya más el peso de la crisis. No han sido capaces, esa es la realidad de estas cuentas, señor Montoro, no han sido ustedes capaces de imaginar un mínimo escenario de inversión en
el futuro.


Por eso el primer mal del que adolecen estos presupuestos es la falta de credibilidad; no son creíbles, se lo hemos dicho en las últimas veinticuatro horas todos y cada uno de los grupos parlamentarios que hemos pasado por esta tribuna, que
somos los más; la aritmética parlamentaria juega en contra, pero somos los más; no perdamos eso de vista. Es tan evidente su falta de credibilidad además que ya ni se discute que los criterios de déficit no se van a cumplir. No se los creen los
mercados, y tanto que usted presentó los presupuestos y fueron recibidos con fortísimas caídas de Bolsa y bajadas de calificación de la agencias de rating. No se los cree la Comisión Europea, que ya le ha corregido las previsiones, el escenario
macroeconómico y además esa misma Comisión le acaba de corregir los datos de déficit público de 2011 y ha puesto en duda los datos de 2012. Tampoco se los creen las comunidades autónomas, que forman parte del Estado, y que han acudido nada más
conocer este texto de presupuestos, han acudido en tropel a solicitar ayudas al Fondo de liquidez autonómica; de hecho, las peticiones autonómicas de fondos tienen más que ver con la falta de convicción y de confianza en sus propuestas para los
Presupuestos Generales del Estado que en sus necesidades más inmediatas y más acuciantes. Pero sobre todo, señor Montoro, estos presupuestos no se los creen ni los empresarios ni los trabajadores; no se los cree el ciudadano; nadie en esta
sociedad se cree que estas cuentas nos puedan ayudar a salir de la crisis, y el motivo es tan simple como que sus presupuestos se cuadran con el único objetivo de pagas deudas.


Ustedes plantean esfuerzo máximo y sacrificio con el único y escaso objetivo de saldar deudas sin importar su precio. No han reparado, no es cierto que sea de otra manera, en el coste social que tiene caer en el juego especulativo de pagar
más de lo que se debe a quienes en otros tiempos nos prestaron muy alegremente. Han tirado la toalla de dar la batalla contra el verdadero enemigo de nuestra economía, aquel que nos impone tipos de interés por encima del 6%, para financiar deuda
soberana; a cambio han optado por ponerse frente a su sociedad, incluso contra aquellos que los trajeron al Gobierno. No lo digo yo, lo dicen los 14 puntos que han perdido en las encuestas o los más de 135.000 votos que han perdido el pasado
domingo en Galicia, aunque el maquillaje de la aritmética parlamentaria lo disimule; hay 135.000 votos menos en Galicia, señor Montoro. Han preferido presentarnos un rosario de medidas injustas e insolidarias e hipotecar la educación y la
investigación, condenando a miles de jóvenes para pagar una deuda -insisto- a precio de usura.


En resumen, y hablándole con las palabras que la situación a nuestro entender y que la calle nos exigen, se han entregado ustedes a usureros antes que entregarse a los intereses generales del pueblo. Porque los datos, esos que ayer usted no
incluyó en su discurso, dicen que el gasto en sanidad y en educación va a caer más, mucho más, inaceptablemente más que el gasto militar; dicen que han sido capaces de pegar un tijeretazo en las prestaciones por desempleo mucho mayor que el gasto
en defensa; dicen que en la práctica van a bajar ustedes las pensiones, porque las han revalorizado por debajo del IPC; y dicen que hay dinero para un interés usurero de deuda, pero no para políticas activas de empleo. Por encima de todo ello,
señor Montoro, estos presupuestos son tan evidentes y tan poco sutiles que, a sabiendas de la provocación social que suponen, mantienen intactas las partidas policiales. Provocación que, en su capítulo territorial, alcanza por cierto niveles
desconocidos hasta ahora, con el trato que ustedes conceden en los presupuestos, por ejemplo, a Navarra. En menos de un año, en las dos convocatorias de presupuestos que nos ha traído usted a esta Cámara, el tijeretazo en las inversiones para
Navarra ha llegado a ser de un 80%, ha caído el porcentaje de las responsabilidades que ustedes tienen asumidas



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para con la ciudadanía de mi comunidad. Le confieso que cuando leí las partidas destinadas a Navarra no alcanzaba a entender el motivo de este maltrato porque, como digo, estas cuentas son un maltrato declarado a las mujeres y hombres de mi
comunidad, que ven cómo las responsabilidades que el Estado tiene para con ellos son simplemente apartadas. Un maltrato, al fin y al cabo, entendible por el sumiso comportamiento del Gobierno de Navarra y del partido que lo sustenta, incapaces
ambos de plantar cara y de defender los intereses generales de la ciudadanía. Si estas cuentas no merecen por parte del Gobierno de Navarra y del partido que lo sostiene una enmienda a la totalidad, comprendo que a usted, señor ministro, poco o
nada le importe mejorar el trato para con nuestro territorio. Por eso la enmienda a la totalidad de Geroa Bai que hoy presentamos y también, por supuesto, por su incapacidad, señor ministro, para plantarse ante quienes desde planteamientos de usura
socavan los derechos de cientos de miles de familias que viven ya bajo el umbral de la pobreza. Insisto, es un dato que ayer debía haber jalonado también la presentación de los presupuestos. En estos momentos el 21,1% de la población en el
conjunto del Estado vive por debajo del umbral de la pobreza. Es una enmienda a la totalidad a un Gobierno que ha abandonado a sus ciudadanos por no plantar cara a quienes pretenden cobrar en intereses el presente de nuestros mayores y el futuro de
nuestros jóvenes. En definitiva, señor ministro y señores del Partido Popular, es una enmienda a la totalidad a un trámite en el que ustedes -ya lo han dejado claro en su exposición ayer y en la manera en que han llevado a cabo la presentación de
las cuentas- tampoco en esta ocasión han creído.


Gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Barkos.


Señor ministro de Hacienda.


El señor MINISTRO DE HACIENDA Y ADMINISTRACIONES PÚBLICAS (Montoro Romero): Gracias, señor presidente.


Señorías, quisiera hacer una consideración como respuesta a los intervinientes en este turno de la mañana de hoy relativa a sus quejas y críticas, en primer lugar las generales y las básicas. En España tenemos que preocuparnos por la
pobreza, en España tenemos que preocuparnos por el avance de la desigualdad, en España tenemos que preocuparnos por los desequilibrios en materia de oportunidades especialmente para nuestros jóvenes, en España tenemos que preocuparnos por la
desconfianza en el futuro. Todo ello tiene una clave, la clave se llama crisis económica; la más larga de nuestra historia y la más perversa en términos de destrucción de puestos de trabajo que ha conocido España. El año que viene volverá a ser
un año de crisis económica, de recesión, más suave que este año. Aun así, estamos hablando de cinco años de bajada de actividad económica, de decrecimiento, algo que nunca había conocido España en su historia, en la que las crisis económicas
sucesivas se resolvían con caídas bruscas para, a continuación, sucederse otro tipo de periodos de recuperación económica. Por tanto, ante el hecho singular, único en la historia, de esta crisis económica tenemos que afrontar la naturaleza misma de
esta crisis que desde el Gobierno hemos explicado siempre -como lo explicamos en su día desde la oposición, cuando éramos alternativa al Gobierno socialista de España- como una crisis de origen financiero, como una crisis generada en la deuda
externa que tiene la economía española. Tenemos que vencer a la crisis económica para que nuestra sociedad avance en términos de igualdad y evite los problemas de marginación social; si no somos capaces de ganarle el territorio a esta crisis,
España no tiene futuro. La diferencia entre el mensaje político que está lanzando el Gobierno en estos presupuestos y en este debate es la diferencia entre quienes confiamos en España, confiamos en su capacidad, en su potencial, confiamos en una
España más integrada en Europa para dar respuestas, y no solo respuestas económicas, sino respuestas de dimensión social a esta crisis.


Este es el discurso del Gobierno, este es el discurso que hicimos ayer y que reiteramos hoy ante estas críticas que he escuchado esta mañana con atención, pero que me parece que siembran desesperanza, desconfianza, desconcierto y son
profundamente insolidarias, porque detrás de ellas han levantado banderas políticas para mostrar que desde las diferencias se crea más confianza, cuando es al contrario. Es el momento de la unidad en el objetivo de luchar contra la crisis económica
y de bajar otro tipo de banderas que pueden tener un sentido, como lo tienen todo tipo de planteamientos políticos que caben en una democracia. Pero en una democracia hay que elegir el objetivo y, desde luego, el objetivo del Gobierno es muy claro,
es vencer esta crisis económica, apostar por la superación de esta recesión económica, volver a crear empleo, volver a crear riqueza y distribuir equitativamente esa riqueza entre los ciudadanos españoles, que son los que residen en los diferentes
lugares de España.



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Esto es lo que traemos a la Cámara, señorías, este el planteamiento. Y ante el otro, el de la diferencia, la discriminación, el victimismo, el victimismo se lo dejamos a otros que han hecho uso, muy legítimo por lo demás, de esta tribuna
esta mañana. Van de víctimas de la historia, pero hay otra forma de entender la historia, hay otra forma de entender lo que ha sido la integración y la coincidencia de planteamientos. Hay otra forma de entender España, que es la que hemos expuesto
aquí, en esta tribuna; la España que fue ejemplar al hacer la transición democrática, la España que fue ejemplar al crear un Estado propio, como lo es el Estado de las autonomía, la España que fue ejemplar al integrarse en Europa y mostrar que su
futuro era abrirse como país en términos políticos y abrirse como país en términos económicos, y la España que fundó el euro y que desató, a partir de la fundación del euro, el periodo de crecimiento económico más creador de empleo de su historia.
Esa es la España por la que nosotros estamos apostando; lo hace el Gobierno, y lo hace con un criterio claro, con un objetivo preciso: vencer esta crisis económica, y lo vamos a hacer desde todos los territorios de España, señorías, desde todos
los territorios de España.


Ayer recordé el planteamiento, las iniciativas del Gobierno, en relación con Cataluña. Hemos apoyado a Cataluña, hemos apoyado la financiación de los servicios públicos de los catalanes con todas las medidas a nuestro alcance, incluyendo el
Plan de proveedores, que ha abarcado a la gran mayoría de las comunidades autónomas de España. Más de 2.200 millones de euros inyectados en Cataluña para atender a la financiación de los proveedores de la Generalitat de Cataluña, que estaban
desatendidos, que no se pagaban sus facturas, poniendo de esa manera en duda la continuidad de decenas de miles de puestos de trabajo en Cataluña. Estas son respuestas concretas. Además de ese plan de proveedores, también se han inyectado otros
2.000 millones de euros a las entidades locales. Y seguiremos haciéndolo, señorías, con el Fondo de liquidez autonómica para que no falle esa financiación de proveedores en Cataluña. Mientras otros hacen otros planteamientos y debates políticos,
el Gobierno de España paga las facturas, ¡paga las facturas!, que es lo que hace falta para que todos los países funcionen, para que seamos serios y rigurosos en la administración de las cuentas públicas y presentemos presupuestos viables y
comprometidos con la estabilidad. Igual me refiero a Canarias. Coalición Canaria gobierna Canarias y sabe perfectamente cuál ha sido el apoyo que ha hecho el Gobierno de España a Canarias. ¿Cuánto dinero hemos inyectado en Canarias?, ¿cómo puede
hacer el representante de su grupo político este discurso otra vez, como si no hubiera habido un compromiso hasta el último minuto con el Fondo de liquidez autonómica?, ¿cuánto dinero hemos inyectado en la Comunidad Autónoma de Canarias? Esa es la
cuestión que les dejo ahí. Les puedo hacer ese balance por si tienen alguna duda sobre lo que estamos haciendo aquí. ¿Es suficiente para vencer la crisis económica en Canarias? ¡No, claro que no lo es! Porque tenemos que seguir trabajando con
objetivos claros y con compromisos claros también en la gestión de las comunidades autónomas. Navarra. ¡Claro que hemos apoyado a Navarra! Lo hemos hecho de una manera muy concreta y muy clara en procedimientos que eran discutibles, que estaban
sujetos a debate, a polémica sobre la distribución del impuesto sobre el valor añadido, apoyando financieramente a esa comunidad autónoma, a la hacienda Foral; inyectando también recursos económicos que eran claramente necesarios, oportunos y
además les correspondían en derecho.


Esto es lo que estamos haciendo, señorías, insisto, desde el mes de diciembre: estamos haciendo toda esta distribución con independencia de quién gobierna las comunidades autónomas. Pero yo entiendo que hay otros que en vez de hacer estas
políticas, estar en estas políticas, en vez de hacer gestión para corregir la crisis económica, gestión política, ahora les interesa correr hacia adelante, hacia nuevos objetivos, hacia nuevos proyectos. Bien, es una opción; pero desde el Gobierno
de España tenemos que reclamar la urgencia de vencer esta crisis y de hacerlo con Presupuestos Generales del Estado, con presupuestos autonómicos de nuestras comunidades autónomas, con presupuestos de nuestras corporaciones locales, comprometidos en
ello.


Comprendo las... No comprendo, digo, en el sentido 'comprendo' -lo que es difícil de calificar, ¿no?- en términos de que el presupuesto no tenga un alto contenido social. Lo tiene, señorías, lo tiene. ¿Quiere decir ello que con eso el
presupuesto del Estado es capaz de hacer toda la cobertura de necesidades sociales de España? Pues no; claro que no. Pero lo que estamos diciendo es mucho más fácil y más comprensible de entender: la suma de todos los capítulos de partidas
sociales del presupuesto representa una cuantía sobre el total de gasto como nunca antes lo había alcanzado la democracia. Eso es así. Y a ustedes, a algunos grupos políticos, parece que les llega a resultar ofensivo. Bien, pues allá cada uno,
por supuesto, la libertad de criterio está garantizada en cualquier democracia y por supuesto en nuestro sistema democrático. Pero los números son implacables y esos números expresan lo que no es



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ningún tipo de calificativo a un presupuesto que no se derive de la cuantificación de las políticas económicas y sociales del Gobierno.


A partir de ello, les insisto en un argumento que ustedes, varios de los intervinientes, también han expuesto desde la tribuna. Un argumento que es el cumplimiento de la ley. El cumplimiento de la ley es el Estado de derecho. El
cumplimiento de la ley es la democracia. El cumplimiento de la ley, señorías, es lo que ha justificado la historia de la humanidad en persecución, en consecución de la democracia. Ya lo dijo Cicerón en su tiempo, señorías, y ya lo he citado alguna
vez desde esta tribuna: Lo que nos hace libres es ser servidores de la ley, estar al servicio de la ley. La ley que nace de la democracia, la ley que nace de los parlamentos, la ley que es consustancial a nuestro Estado. Eso es la democracia,
señoría. Unos saldrán a decir, esta ley me gusta más que otra. Por descontado, pero esa es la grandeza de la democracia, estar al servicio de la ley, de todas las leyes y también de las leyes que promueven en materia de fraude fiscal y de equidad
tributaria. Las leyes que promueven la cohesión social en España, las leyes que promueven también la equidad entre los sujetos pasivos que pagan impuestos en España, señorías.


Quiero insistir esta mañana en un argumento que es bien fácil. Los territorios no pagan impuestos, señorías, los territorios por mucho que en su lenguaje político algunos de ustedes exhiban de una manera continuada y persistente que pagan
en tal territorio más impuestos que en el otro territorio, eso no es así. Son las personas y las entidades jurídicas las que pagan impuestos, señorías. Es así de sencillo y de claro, y cuando dices que en un territorio se pagan más impuestos que
en otro es porque hay más personas que tienen más renta y por tanto en un sistema tributario equitativo el resultado es que se paga más impuestos que en otro territorio. Tan sencillo como esa cuenta, señorías, y no vamos a dejar que en los debates
políticos obnubilen a la opinión pública en momentos como los que estamos atravesando. Lo normal es que si hay más gente que tiene más renta en un territorio que en otro, y por lo demás España tiene todavía desequilibrios territoriales muy
importantes en la distribución de su renta, desequilibrios territoriales muy importantes, señorías, y esos desequilibrios son los que tienen que corregir las políticas del Gobierno, que son los que tienen que corregir en términos de solidaridad e
interterritorialidad las políticas que nazcan de esta Cámara; esos desequilibrios tienen que ser atendidos y no justificados y utilizados como banderas políticas para promover enfrentamiento entre los ciudadanos que residen en los territorios de
España. Eso es confundir a la ciudadanía, señorías, es confundir a la gente en sus objetivos políticos y no es el momento de ello.


Por descontado, la inestabilidad política es perversa y es un obstáculo para salir de esta crisis económica. Necesitamos vencer la crisis económica, necesitamos dedicar todos los esfuerzos de esta Cámara, todos los proyectos políticos que
nacen de esta Cámara a vencer esta crisis económica. Este debe ser el objetivo prioritario y eso lo conseguiremos desde la unión, lo conseguiremos desde la coincidencia, lo conseguiremos desde el diálogo político, lo conseguiremos si hacemos lo que
tenemos que hacer y hacemos cada vez más Europa y hacemos de España un proyecto cada vez más integrador, pero también más acelerador de esa integración política europea. Ese es el proyecto de presupuestos que hemos presentado a esta Cámara en un
momento muy difícil de la sociedad española. Un momento en el que hemos tratado de expresar, de valorar lo que significa abrir ventanas a la confianza, devolver a la sociedad española la confianza, la seguridad de que está en sus manos la solución
de esta crisis económica. Además de los condicionantes externos la sociedad española tiene fuerza, tiene entereza y tiene fortaleza moral suficiente para hacer frente a los problemas del momento. Ese es el convencimiento del Gobierno y esa es la
razón por la que también llamamos al diálogo político que tendrá lugar en forma de enmiendas parciales a estos presupuestos. Ahí también mostramos nuestra disposición para hacer las valoraciones políticas y lograr ese grado de entendimiento
político. Quiero subrayar también -finalizo con esto- que ese diálogo político, ese entendimiento político a través de los vehículos ordinarios de una democracia parlamentaria como son las enmiendas debe estar orientado a salir cuanto antes de esta
crisis económica y volver a la etapa de crecimiento económico y de la creación de empleo, que es lo que desean el conjunto de los españoles con independencia del territorio, del lugar donde residen.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro de Hacienda y Administraciones Públicas.


En turno de fijación de posiciones, tiene la palabra, en primer lugar, dentro del Grupo Parlamentario Mixto, el representante de Foro, señor Álvarez Sostres.


El señor ÁLVAREZ SOSTRES: Gracias, señor presidente.



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Señor ministro, no se puede presentar honestamente un presupuesto hinchado; deben ser unos presupuestos realistas en ingresos y gastos, lo contrario es un fraude. Supongo que le suena, señor Montoro. Son las reflexiones y amenazas de
intervención que le trasladó al Gobierno de Asturias, presidido por el señor Álvarez-Cascos, el 26 de enero de 2012, refiriéndose al presupuesto autonómico que usted devolvió irresponsablemente y que fue enmendado a la totalidad por su partido. O
entonces formó parte de un fraude soberano y masivo o lo hace ahora.


No hace ocho meses que estábamos en este hemiciclo en el debate parlamentario de enmiendas a la totalidad de los presupuestos del año 2012 y decíamos en esa ocasión que en torno a las políticas de austeridad es donde se producen todo tipo de
paradojas, falacias y medias verdades. Sabemos que aquellos presupuestos, en sus grandes líneas, se escribieron en el mar porque la economía española estaba ya en un profundo momento de desaceleración, cuyos efectos se van a notar inexorablemente a
lo largo del año 2013. Por ello, el presupuesto presentado por el Gobierno para este año tiene que ser cuestionado desde dos puntos de vista: el primero, aquel que se deriva de las propias necesidades del país, y el segundo, con origen en lo que
es propio de un Gobierno con unas señas de identidad política: ser de centroderecha. Es decir, cuestionamos el presupuesto técnica e ideológicamente, como lo hacen todos los analistas, nacionales y extranjeros, que no le prestan ninguna
credibilidad, credibilidad que usted ha considerado fundamental en su intervención de ayer.


Su cuadro macroeconómico es sencillamente una utopía como objetivo, una fantasía surrealista. Usted sabe, señor ministro, que si no hay crecimiento económico no será posible alcanzar los objetivos de déficit para este año y no habrá esos
ingresos, pero sí más gastos vía desempleo y deuda pública. Cada vez parece más claro que la política de austeridad por sí sola no da los resultados esperados, sino que incluso tiene efectos perversos en términos de crecimiento, bienestar social y
el propio déficit y deuda pública. Pero, además, el análisis de los sectores donde se aplica el recorte tampoco nos permite identificarnos con él al no actuar sobre figuras presupuestarias estructurales. Usted no toca el volumen del sector público
y no modifica el modelo de financiación autonómica. Deja el gasto público al margen, obligado por una composición política territorial que le resulta muy favorable y quizás por la propia dinámica electoral. En definitiva, este presupuesto no
aborda lo que su propio programa e ideario electoral preveía porque o no sabe o no quiere o no se atreve a hacerlo.


Ya decía Maquiavelo, señor Montoro, que las repúblicas bien organizadas deben mantener el bien común postergando los intereses particulares. Por cierto, le aconsejo que relea a Maquiavelo y, concretamente, La mandrágora, donde probablemente
se reconocerá. Pero si Maquiavelo volviese a través del tiempo constataría algo que a él le interesaba sobremanera, como es la capacidad irresoluta del Estado y su Gobierno cuando es débil y toma las decisiones a remolque y por la fuerza; es
decir, un defecto moral más que técnico, y eso da para reflexionar intensamente. España necesita un proyecto creíble de esfuerzo común con un liderazgo trascendente y sin engaño que incida en la realidad modificándola y no adaptándose a ello. En
esto último parece que están ustedes.


Creo que han batido el récord de enmiendas a la totalidad, once, pero nosotros seguimos creyendo en el diálogo y creemos que una devolución de ley es una medida antidiálogo y por eso no somos partidarios de enmiendas a la totalidad, ni las
presentamos ni las defendemos ni las apoyamos. No se nos va a acusar a nosotros de corrosivos ni de intolerantes, pero tampoco de actores de reparto en este drama apoyándoles como botijeros de siega. Por eso nos abstendremos en la votación que a
continuación vamos a realizar. Seguimos creyendo que, a pesar de nuestro nulo éxito en el presupuesto pasado, las enmiendas acercan a los partidos, y más después de haberle escuchado, y hacen converger los diferentes objetivos políticos. Por eso
hemos actuado de esta forma en muchos temas y en muchas ocasiones. Pero resulta inaplazable, señor ministro, cambiar el escenario económico y social de Asturias. Los presupuestos que nos presentan son injustos y discriminatorios para Asturias, y
se lo expongo en unos sencillos puntos.


Primero, Asturias recibe para 2013 un 15% menos en inversiones que en los actuales de 2012 y las concentra en infraestructuras y en ferrocarril, pero condenando los accesos al puerto de El Musel, básico para Asturias, con cero euros y la
autovía La Espina, A-63, con su detenimiento hasta 2016. Segundo, las ayudas a la minería del carbón bajan un 17,7% y los fondos mineros un 58,4%, lo que supone la desertización industrial y poblacional de las comarcas mineras. Tercero, la
política agrícola se ve mermada en un 15,3% en un momento crítico del sector tanto en leche como en carne. Cuarto, el sostén de la cultura asturiana, señor ministro, en su variedad y riqueza cae en el olvido y, si usted me lo permite, casi en el
desprecio. Y no me diga que estamos en la media de los recortes de España porque me obligará a



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recordarle que Asturias está a la cabeza de las comunidades más pobres y más empobrecidas en todos los sectores.


Concluyo. Entiendo que es preciso minorar los desequilibrios territoriales y paliar las discriminaciones de las regiones con menor renta que rompen la cohesión nacional y usted lo acaba de citar aquí en esta última intervención. Cúmplalo,
señor ministro; cúmplalo. Nuestras enmiendas tendrán ese objetivo y le ruego que atienda a las razones esgrimidas siendo solidario con Asturias como nosotros, los asturianos, lo hemos sido y lo seguimos siendo con todas las comunidades de España.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Álvarez Sostres.


Por parte de UPN tiene la palabra el señor Salvador.


El señor SALVADOR ARMENDÁRIZ: Señor presidente, señorías, no creo que en los últimos treinta y cinco años nos hayamos enfrentado como país a una situación tan compleja y que genera tanta incertidumbre e inquietud como la que estamos
viviendo. (La señora vicepresidenta, Villalobos Talero, ocupa la Presidencia). He subido decenas de veces a esta tribuna a pedir unidad, a pedir que haya una relación más cordial, más cómplice, si me lo permiten, entre los grandes partidos de
Gobierno, y hoy lo hago una vez más. Les pido que la preocupación compartida sobre lo que nos está pasando, sobre lo que tenemos que hacer obligatoriamente, que aquí todo el mundo reconoce y sabe, y admite fuera de las Cámaras, la hagamos visible.
Les pido compartir objetivos comunes, diagnosticar los desafíos y las soluciones para España con menos dogmatismo y prejuicios y respetar a cada uno su espacio político porque, salvo los terroristas en nuestro país y los que jalean a los
terroristas, todos deberíamos tener un sitio y un protagonismo.


Señorías, opositar, según la RAE, significa hacer oposiciones a un cargo o a un empleo. Opositar no significa oponerse a todo. Algunos incluso creen, como ha escrito recientemente Savater, que por el hecho de estar despotricando todo el
día o criticando con palabras gruesas al de al lado o por oponerse a todo, sea lo que sea, eso les convierte en políticos, en buenos políticos o políticas. A este grupo de opositores profesionales también se le unen los que aprovechan todas las
situaciones para su propio y exclusivo beneficio, los que desearían que España dejara de tener un sentido integrador y, por supuesto, están los que, pase lo que pase, tienen que mantener frente a una parroquia muy fanatizada que España -en el fondo
nosotros, es decir, nosotros- somos un lastre. También están los nostálgicos que, a falta de nuevas ideas, permanentemente nos recuerdan que contra Franco se vivía mejor y hasta lo sacan a pasear para autoafirmarse todos los días. Y, cómo no,
están los que viven cómodamente de los conflictos, los que los fabrican artificialmente; y en estrecha colaboración con ellos están los que luego quieren actuar como bomberos pirómanos. Como decía, están los que creen que hacer oposición exige
oponerse siempre a todo y por sistema. Ayer pedí al servicio de documentación de la Cámara, que siempre son muy eficaces, que me buscaran si había habido en la reciente historia de España alguna vez algún presupuesto que no hubiera tenido una
enmienda a la totalidad. Ocurrió una vez -han debido de estar trabajando toda la noche-, en 1979. La presentó don Ramón Tamames y a petición del ministro García Añoveros la retiró. Siento mucho que hoy revertir esta práctica que ya es una
costumbre sea predicar en el desierto.


Señorías, hoy debatimos si otro presupuesto es posible, sabiendo como sabemos que las posibilidades reales de cambiar la situación económico-financiera de nuestro país en estos momentos son muy pequeñas. Además, tenemos que escuchar que los
mismos que hasta hace dos días nunca se plantearon a la hora de gobernar poner límites al gasto público nos digan ahora que tienen las recetas para gestionar mejor que los que en su día alertaron de esta mala deriva. Señorías, para poder acertar
casi todo se reduce a algo muy simple y es que cada uno cumpla con su deber. Nosotros en Navarra -y usted lo sabe, señor ministro- lo estamos intentando frente a los que viven cómodamente de la política sin dar un palo al agua o sobreactuando y
frente a los que se pasan todo el día brindando por no tener que tomar nunca ninguna decisión difícil. En la última reunión de presidentes autonómicos todos los presidentes de las comunidades autónomas ratificaron un compromiso con las políticas de
austeridad, de eficiencia, de ajuste del déficit y también de crecimiento, que yo modestamente y en nombre de mi partido quisiera hoy renovar. Por cierto, quiero agradecerle el expreso reconocimiento que usted ayer en la última réplica al señor
Pérez Rubalcaba hizo desde esta tribuna a la bondad de los regímenes forales. Señor ministro, nosotros estamos empeñados en cumplir como esperamos también que el Estado cumpla con Navarra. Siempre ha sido así, como debe ser. Y cumpliremos sin
excusas y con lealtad a la palabra dada aunque el camino no sea fácil.



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No votaremos a favor de la devolución de los presupuestos. Todos sabemos que no es el mejor momento para quedarnos sin presupuestos. Como recordó usted ayer, es el momento de dialogar, de aportar mejoras y de llegar a acuerdos. En Unión
del Pueblo Navarro no renunciamos en absoluto a participar en la tramitación de los presupuestos y aportaremos enmiendas con las que trataremos de mejorar los presupuestos que hoy debatimos. Entre ellas, le anuncio, señor ministro, que haremos
aportaciones para defender nuestro régimen foral -usted ayer habló de él-, para trabajar junto con él y con ustedes en Europa para defender la libertad de los ciudadanos, para defender la cohesión y la vertebración de Navarra en España y para
impulsar inversiones que creen progreso y futuro en nuestra comunidad. Señorías, los navarros queremos enfrentar los desafíos de este país junto con el resto de españoles porque creemos que juntos, cada uno manteniendo su perfil propio, sus
instituciones, su autonomía y sus responsabilidades, sabremos enfrentarlos con más garantías. Señor ministro, firmamos un acuerdo electoral con ustedes para sacar a este país adelante. Hoy mantenemos ese mismo objetivo y ese mismo afán con la
misma determinación y, desde luego, con la misma ilusión.


Anunció usted ayer en su intervención el final de la recesión para 2013. No creo que nadie pueda desear que se haga realidad su anuncio más que quien les habla. También lo desea, lo espera y lo merece, desde luego, esa otra España real
formada por los empresarios y por los autónomos que luchan día a día para sacar sus negocios adelante y todas esas miles, millones de familias que siguen teniendo que apretarse el cinturón y que están dando una lección ejemplar de solidaridad en
tiempos muy complicados; tal vez la lección más importante, el ejemplo más positivo, el mejor.


Termino, señor presidente. La manera de hacer política tradicional sigue por desgracia petrificada bajo la dialéctica del enfrentamiento permanente y constituye hoy un matrix absolutamente impermeable a lo que ocurre en la calle, a lo que
la calle nos pide, que por otra parte es algo muy sencillo: no discutir tanto sobre los hechos, objetivar la realidad de un mundo interdependiente, unir voluntades y poner soluciones eficaces a los problemas reales, a los problemas cotidianos.
Hoy, señorías, seguimos convocados a ello. (El señor presidente ocupa la Presidencia). Yo solo espero que estemos a la altura de esa demanda ciudadana y pueda ser hoy el día que pasemos página a esa visión frentista de nuestra historia. En todo
caso, por nosotros no ha de quedar.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Salvador.


Por el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, tiene la palabra el señor Gallego.


El señor GALLEGO BURGOS: Muchas gracias, señor presidente.


Señores ministros, señorías, vivimos uno de los periodos económicos más críticos de nuestra democracia. La realidad es bastante evidente: incertidumbres en la zona euro, graves problemas financieros, demasiado paro, falta de competitividad
e importantes desequilibrios macroeconómicos en buena parte de las administraciones públicas de nuestro país. El objetivo del Partido Popular es resolver estos problemas. Desde hace diez meses estamos poniendo las bases de la recuperación
económica. No hay nadie más interesado en resolver esta crisis económica, en salir de esta crisis económica que el Partido Popular, y cuando digo nadie es absolutamente nadie y, por lo tanto, no aceptamos que nadie ponga en cuestión estos
objetivos.


Esta situación no se superará negando la realidad. Tampoco saldremos adelante con inmovilismo, con demagogia, mirándonos al ombligo, alimentado la desunión o alentando la agitación social, y mucho menos robando o atracando supermercados.
Tenemos que estar a la altura de las circunstancias, tenemos la obligación de responder a esta crisis económica con reformas, con rigor, con austeridad, con seriedad y con mucha responsabilidad. El proyecto de ley de Presupuestos Generales del
Estado para el año 2013 se basa principalmente en esos pilares. Estos presupuestos son un paso más en el duro y difícil camino de la recuperación económica; son, en definitiva, una herramienta más para alcanzar la meta. Estos presupuestos están
basados en un cuadro macroeconómico y en unas previsiones perfectamente alcanzables. Las reformas estructurales que está impulsando el Gobierno de España tendrán un impacto positivo sobre la economía española. El Gobierno de España no se resigna,
el Gobierno de España no debe quedarse con los brazos cruzados esperando a que se lo lleve la corriente, tiene que hacer todo lo posible para vencer la desconfianza que planea sobre la economía española.


Señorías, todos aquellos que han logrado grandes cosas han tenido siempre un gran objetivo y han fijado su mirada en una meta alta, aunque esta a veces pareciera difícil. Estos presupuestos son, junto con la reestructuración del sector
financiero, la reforma del sector público, medidas para incentivar el comercio



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y ayudar a los emprendedores, la unidad de mercado, la reforma laboral, la Ley de Estabilidad Presupuestaria, la lucha contra el fraude, etcétera, una herramienta más, junto a estas reformas estructurales, para alcanzar la meta que todos
deseamos, que es el crecimiento económico y la reducción del paro. A lo largo del año 2013 la economía española -no tenemos ningún tipo de duda- va a comportarse mejor de lo que algunos esperan y desean. Hay algunos que han pasado del optimismo
antropológico al pesimismo crónico. Sinceramente, no acabamos de entender la alegría que proyectan los partidos de la oposición cada vez que aparece un bache en el camino de la recuperación económica; no entiendo cómo pueden ponerse contentos cada
vez que en nuestro país hay una mala noticia en términos económicos.


Al principal partido de la oposición, después de escuchar ayer a su secretario general, yo solamente le puedo dar humildemente un consejo: que superen el rencor, que asuman la derrota, que ayuden en lo que pueden y que, desde luego, dejen
de mirar de una vez por sus intereses partidistas. Más centrarse en hacer propuestas que en hacer protestas. Está en juego la recuperación económica nacional y para eso España también necesita a un partido serio, responsable, con los pies en la
tierra y con sentido de Estado. Por favor, también les pido que interpreten bien el resultado del pasado domingo, que interpreten bien lo que los ciudadanos el pasado domingo votaron y los motivos por los cuales así se comportaron. Las personas
quieren políticas serias, las personas quieren políticas responsables y quieren que la clase política haga un discurso basado en cuestiones reales más que en grandes titulares, que lo único que pretenden es generar mal clima en la sociedad española.


El presupuesto que hoy debatimos da un paso más para alcanzar el saneamiento de las cuentas públicas. Pretende reducir el déficit público hasta llegar al 4,5% del PIB. El equilibrio presupuestario es la clave de bóveda de la recuperación
económica, por eso estamos satisfechos con las conclusiones aprobadas por unanimidad -repito, por unanimidad- en la Conferencia de Presidentes autonómicos. Esas conclusiones refrendan ese compromiso con la consolidación fiscal y con el saneamiento
financiero de las diferentes administraciones. España está trabajando en la misma línea que otros países de la Unión Europea. Estamos trabajando en la misma línea que Gran Bretaña, Italia y Portugal; estamos haciendo exactamente lo mismo que el
Gobierno socialista en Francia, que ha presentado recientemente unos presupuestos que él mismo ha denominado como presupuestos de combate, los presupuestos más restrictivos desde la Segunda Guerra Mundial, y lo hacen porque tienen claro que hay que
luchar contra el déficit público. No puede ser que en este Parlamento solo un grupo político se crea que es positivo para España reducir el déficit público. Si no reducimos el déficit público -lo ha explicado muy bien el señor ministro a lo largo
de estos dos días de debate-, la deuda pública va a explotar en nuestras narices. Si no reducimos el déficit público, estaremos limitando el acceso a la financiación de nuestros emprendedores, estaremos incumpliendo el artículo 135 de la
Constitución, estaremos incumpliendo la Ley de Estabilidad Presupuestaria, estaremos volviendo a incumplir los acuerdos internacionales con los que se ha comprometido España y estaremos poniendo en riesgo seriamente nuestro Estado del bienestar.
Eso, señorías, al final se acaba pagando muy caro. España no se puede permitir el lujo de un año más volver a incumplir el déficit público. Yo me pregunto: ¿Qué consecuencias tendría para la economía española presentarnos al final de año con un
déficit público, por ejemplo, del 11,9%, que fue el que arrojó el Ejecutivo socialista en el año 2009? Sería muy malo para la economía española y tendría unos efectos que acabaríamos pagando.


Señorías, el Grupo Popular no tiene ninguna duda de que reducir el déficit público es la mejor manera de defender nuestra soberanía nacional. El Gobierno está haciendo todo lo posible para que la economía española vuelva a ser fiable. Está
defendiendo con uñas y dientes los intereses nacionales en todos los organismos internacionales. Estamos recuperando a marchas forzadas la credibilidad perdida en los últimos años, años de Gobierno socialista en los que este país incumplía
sistemáticamente sus compromisos, años en los que la política económica se basaba en el despilfarro, en el derroche, en el tirar de chequera, en los falsos brotes verdes y en jugar cual fanfarrón en la Champions League de la economía con una junta
directiva de tercera regional. Con estos antecedentes a los que he hecho referencia y si hacemos un ligero balance de la gestión del Gobierno socialista, uno se hace una pregunta muy sencilla: ¿Qué autoridad moral tiene el Grupo Socialista para
criticar los Presupuestos Generales del Estado, con las cifras que han arrojado hoy y con el balance de gestión que han dejado a este país? Conocen perfectamente que estos presupuestos están absolutamente lastrados por la inmensa deuda pública de
nuestro país, que se ha doblado a lo largo de los últimos cuatro años. Uno de cada cuatro euros del presupuesto general del Estado está destinado al pago de los intereses de la deuda. Tenemos la obligación



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constitucional de destinar cada día 105 millones de euros a pagar solo los intereses de la deuda que dejó el Gobierno del Partido Socialista.


Algunos plantean que estos presupuestos son ideología. Ahí no hay nada de ideología. Tener la obligación de pagar los intereses de la deuda que pidió el Reino de España a lo largo de los últimos años no es una cuestión de ideología. Como
bien dijo el ministro esta mañana, este país es un país serio y tiene que tener la capacidad y la voluntad de devolver aquello que pidió prestado. Ya nos gustaría no tener que destinar 38.500 millones de euros a pagar intereses de la deuda. Eso lo
puede entender todo el mundo. Ya nos gustaría no tener que destinar esa cantidad. Ya nos gustaría subir más los sueldos de los funcionarios o hacer más carreteras o hacer más políticas sociales. Eso lo puede entender cualquiera. Si se hace es
porque se tiene que hacer. No hay otra opción. Si no, que vengan aquí y que digan: nuestra propuesta es que España no devuelva aquellas cantidades que solicitó. Que lo propongan, pero no tiene mucho sentido. Estamos gestionando una herencia
absolutamente envenenada que incorpora esos elementos y, por lo tanto, el discurso del principal partido de la oposición no puede obviar esa realidad. No la puede obviar porque es absolutamente irresponsable. Ese sí que es un discurso
absolutamente maquillado.


No hemos encontrado tampoco la fórmula mágica que presenta el PSOE, por la cual se pueden cumplir los objetivos de déficit elevando gastos, elevando inversiones y reduciendo los ingresos; no la hemos encontrado. De hecho, cuando gobernaban
ellos, tampoco la encontraron. La deuda pública, cuando gobernaron ellos, se dobló a lo largo de los últimos cuatro años. ¿Les ha llegado ahora la inspiración? ¿Ahora han aprendido a cuadrar las cuentas? ¿Ahora nos tienen que dar lecciones de
cómo se tiene que cuadrar un presupuesto cuando han estado gobernando siete años y han dejado el país absolutamente hipotecado? (Aplausos).


Tuve la molestia de leerme la enmienda a la totalidad que presentó el Grupo Socialista y realmente me pareció un chiste malo. Ustedes tienen, desde nuestro punto de vista, que plantear otro tipo de alternativa y, desde luego, no me extraña
que mucha gente, dentro del Grupo Socialista, pida un cambio de rumbo en las políticas del Grupo Socialista. El Partido Socialista no puede basar su discurso económico en la repetición sistemática de cuatro eslóganes. Yo creo que al Partido
Socialista se le tiene que pedir un poquito más.


Por cierto, tampoco acabo de entender el discurso de algunos, fundamentalmente del PSOE, de Izquierda Unida, de Convergència i Unió y de Coalición Canaria en el sentido de criticar todos los recortes que hace aquí el Gobierno central, el
Gobierno de España y, en cambio, defienden todos aquellos recortes, todos aquellos ajustes, todas aquellas subidas tributarias que ustedes plantean en sus ámbitos de Gobierno. (Aplausos). Ahora resulta que cuando el Gobierno de España plantea
ajustes son malos, son demoníacos, son malísimos. Cuando lo hacen ustedes en Cataluña, en Andalucía, en Asturias, que es donde gobiernan, o en Canarias, entonces son estupendos. No sean tan hipócritas, por favor. (Aplausos).


Volviendo a las cifras del presupuesto, como todo el mundo sabe y como bien ha recordado el señor ministro a lo largo de la jornada de hoy, el ajuste presupuestario es de 1,34 puntos del PIB, se modifican algunos impuestos con carácter
progresivo, se crean nuevas figuras tributarias y estas medidas, unidas a las ya practicadas a lo largo de todo este año, van a permitir alcanzar los objetivos de ingresos y permitirán, por lo tanto, alcanzar los objetivos de déficit, tal y como ha
planteado el señor ministro. Los gastos financieros del Estado crecen un 6,2% como consecuencia del crecimiento de los intereses de la deuda a los que antes hice mención y también a las aportaciones a la Seguridad Social. También es de justicia
resaltar que este presupuesto, en estos momentos de excepcional crisis económica está absolutamente comprometido con el gasto social. Dos de cada tres euros del presupuesto consolidado se dedican a este tipo de políticas, hecho que marca muy
claramente cuáles son las líneas rojas del Ejecutivo que preside don Mariano Rajoy. También se materializa el compromiso del presidente del Gobierno de elevar las pensiones un 1% y también estos presupuestos garantizan la financiación de todos los
entes territoriales, que crece un 0,47%.


Conviene recordar que las transferencias a los ayuntamientos y a las comunidades autónomas crecen, de las que dependen la sanidad, la educación y los servicios sociales fundamentales. También crecen más de un 7% las transferencias a los
ayuntamientos que, como todo el mundo sabe, realizan en este país una importante labor social, de cohesión y de vertebración territorial. Quiero enmendar unas declaraciones que hizo ayer el señor Rubalcaba que decía que habíamos bajado las becas.
Es falso, han subido las becas y la compensación a las universidades un 2,4%. Aunque hay una reducción media de los gastos corrientes de los ministerios de un 8,9% es obvio que el presupuesto sigue destinando también importantes



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cantidades para mantener los servicios fundamentales de nuestro país, como son la justicia, la defensa nacional, la seguridad ciudadana, la I+D+i, la dependencia y también las prestaciones por desempleo; prestaciones por desempleo que son
la tercera partida más importante de los Presupuestos Generales del Estado, y lamentablemente también tenemos que hacer frente a esa cuestión, porque a lo largo de los últimos cuatro años de Gobierno socialista, además de doblar la deuda pública del
país, también doblaron el número de parados. Por lo tanto también tenemos que hacer frente a esas cuestiones.


Respecto a la deuda efectivamente puede llegar a alcanzar un 90,5% del PIB como consecuencia de algunas decisiones. Tenemos que asumir el propio déficit del Estado; España tiene que hacer sus aportaciones comprometidas al rescate de
Grecia, Irlanda y Portugal. Tenemos que hacer frente también al vergonzante déficit de tarifa que dejó el anterior Ejecutivo, el apoyo financiero a las comunidades autónomas a través de los mecanismos que todo el mundo conoce, el apoyo al sistema
financiero español para garantizar los ahorros y los depósitos de los españoles en esas entidades, y para reactivar el crecimiento por la vía del incremento del crédito en la economía. También incluye algunas partidas vinculadas al plan de pago a
proveedores que ha sido una iniciativa histórica por valor de 27.000 millones de euros, una auténtica inyección económica para fomentar el crecimiento económico, para mantener la estructura empresarial de miles y miles de empresas que veían que a lo
largo de los últimos años las administraciones públicas no pagaban sus servicios. Es evidente que el Partido Popular no está cómodo con estos niveles de deuda y que por lo tanto hará todo lo posible para frenarla.


Voy concluyendo. Señorías, el Grupo Parlamentario Popular votará a favor de este proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2013. Como ya hemos anunciado estamos dispuestos a escuchar y a analizar todas las enmiendas que
presenten los grupos parlamentarios. Vivimos momentos de grandes restricciones económicas y por tanto les pedimos que las enmiendas que presenten sean un poco imaginativas, que no supongan un aumento descomunal de los gastos, porque no podemos
poner en riesgo los objetivos nacionales de equilibrar las cuentas públicas y de sanear nuestro presupuesto. También quiero acabar la intervención agradeciendo una vez más la responsabilidad y la madurez democrática de la gran mayoría del pueblo
español. Esperamos que la historia pueda juzgarnos como un pueblo sereno, trabajador y responsable que supo hacer frente a los problemas. Los españoles tienen que saber que todos los esfuerzos que les está pidiendo este Gobierno no serán en balde.
Hoy los españoles, como decía muy bien el portavoz de UPN, están haciendo el mayor esfuerzo de solidaridad de la historia, y así lo reconoce el Partido Popular. El Gobierno sabe lo que se trae entre manos, está liderando este esfuerzo colectivo,
está abordando en profundidad el problema, sabe adónde va y aunque en el camino se encuentre algunos baches está convencido de que llegará a la meta.


Señorías, aquí en el techo del hemiciclo aparecen unas cuantas virtudes, y uno de vez en cuanto las mira. A mí me gustan dos especialmente: aquella que dice perseverancia y aquella que dice conciencia. Señorías, al Gobierno de España
perseverancia le sobra y conciencia no le falta.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Señor ministro de Hacienda.


El señor MINISTRO DE HACIENDA Y ADMINISTRACIONES PÚBLICAS (Montoro Romero): Señor presidente, señor presidente del Gobierno, señoras y señores miembros del Gobierno, señorías, subo de nuevo a la tribuna para acabar el debate de hoy, en
primer lugar mostrando mi agradecimiento a aquellos grupos políticos que no han presentado enmienda a la totalidad, que en definitiva pasan a dar apoyo al proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el 2013 que presenta el Gobierno a esta
Cámara. En ese sentido quiero valorar la posición política de Foro, que lo hace críticamente; valorar la posición política de UPN, que lo hace favorable y positivamente, en correspondencia con lo que está siendo también el apoyo del Gobierno a
Navarra, a su Gobierno, y también deseo expresar públicamente la valoración positiva, por el Gobierno y por mí mismo como su representante en este trámite, ante el apoyo recibido por el Grupo Parlamentario Popular, un apoyo que es de valorar y que
es expresión clara del sentido de nuestra democracia, de la normalización del uso de la democracia que representa la propuesta de proyecto de presupuestos, así como su aprobación y su refrendo por la Cámara.


No son tiempos fáciles, señorías, ni para estar en el Gobierno ni para ejercer la política, pero eso es precisamente lo que se le exige a la política y a la política en democracia: respuestas a los tiempos difíciles. El proyecto de
presupuestos pretende ser esa respuesta a los tiempos difíciles, abrir una puerta de oportunidades y de confianza a la sociedad española, y hacerlo con el apoyo explícito del Grupo Parlamentario Popular; un apoyo que es muy de valorar por lo que
representa en esta Cámara, en el



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Congreso de los Diputados, y por lo que representa asimismo en el Senado de España; un apoyo que es fundamental para la estabilidad política de nuestro país en un momento de dificultades como el que atravesamos, en circunstancias de crisis
económica destructora de puestos de trabajo. España cuenta hoy con el valor de la estabilidad política; ese valor es el que representa el apoyo del Grupo Parlamentario Popular; ese valor es el que aporta seguridad y confianza a la sociedad
española. Y desde esa aportación de seguridad, confianza, fiabilidad, quiero finalizar también con la valoración de lo que significan las posturas políticas de los grupos que han sido críticos, animando a que en el trámite siguiente de enmiendas
parciales se expongan las posiciones concretas en materia de gasto y de ingreso público, para que en esa tramitación parlamentaria todos nos sintamos comprometidos con lo que deben ser objetivos comunes, objetivos compartidos, salir cuanto antes de
esta crisis económica, vencer esta situación y hacerlo como nos sentimos, miembros de un gran país, miembros de una sociedad con una gran fortaleza, miembros de una sociedad que ha sabido vencer muchas dificultades en su historia, y que ahora es
capaz de hacer frente a las dificultades actuales dentro de un proyecto común, como es el proyecto europeo, el proyecto integrador europeo.


Gracias a todos por su participación en este debate, y gracias en nombre del Gobierno especialmente a ese apoyo explícito del Grupo Parlamentario Popular y a su portavoz en el día de hoy, al que quiero felicitar personalmente por la
brillantez de su exposición. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor ministro.


Vamos a proceder a la votación de las enmiendas a la totalidad presentadas al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2013. Son de devolución, y como es costumbre en la Cámara dichas enmiendas se someten a una única
votación conjunta.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 328; a favor, 148; en contra, 179; abstención, 1.


El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas. (Aplausos).


Se levanta la sesión.


Eran las once y quince minutos de la mañana.