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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 260, de 23/06/1997
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1997 VI Legislatura Núm. 260



CONSTITUCIONAL



PRESIDENTE: DON GABRIEL CISNEROS LABORDA



Sesión núm. 11



celebrada el lunes, 23 de junio de 1997



ORDEN DEL DIA:



Emitir dictamen, a la vista del Informe elaborado por la Ponencia, sobre
el proyecto de Ley del Gobierno. (Número de expediente 121/000025)
(Página 7496)



Comparecencia del señor Presidente-Director de la Agencia EFE (Gozalo
Sáinz), para informar sobre la situación de la Agencia. A solicitud del
Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.

(Número de expediente 212/000619) (Página 7515)
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Se abre la sesión a las cinco y cinco minutos de la tarde.




--EMITIR DICTAMEN, A LA VISTA DEL INFORME ELABORADO POR LA PONENCIA,
SOBRE EL PROYECTO DE LEY DEL GOBIERNO. (Número de expediente 121/000025.)



El señor PRESIDENTE: Buenas tardes, señorías.

Vamos a dar comienzo a la sesión número 11 de esta Comisión
Constitucional en cuyo orden del día figura como primer punto la emisión
de dictamen, a la vista del informe elaborado por la ponencia, sobre el
proyecto de ley del Gobierno.

Es propósito de esta Presidencia ordenar el debate por títulos y, al
término de la consideración de las enmiendas vivas presentadas a cada uno
de estos títulos, procederemos a la votación de las enmiendas y de los
artículos comprendidos en cada título.

Todos ustedes son conscientes de que, en simultaneidad con el desarrollo
de esta Comisión, está teniendo lugar en una sala contigua la reunión de
la Comisión de Justicia, buena parte de cuyos miembros son comunes a
ambas Comisiones, por lo que apelo a la comprensión de SS. SS. para que,
en su caso, procedamos a producir pequeños recesos al objeto de que los
compañeros de la Comisión que se encuentren en ese momento en la Comisión
de Justicia puedan incorporarse a las votaciones.

Ruego asimismo a los señores portavoces de los distintos grupos que antes
de proceder a la primera de las votaciones hagan llegar a esta Mesa por
escrito las sustituciones que se hayan producido en la composición de los
mismos a los efectos de esta reunión.

Adentrándonos ya en el examen del primer punto del orden del día y para
la defensa de su enmienda número 1, por la que se pide la adición de un
nuevo apartado 3 al artículo 4, doña Margarita Uría, portavoz del Grupo
Parlamentario Vasco PNV, tiene la palabra.




La señora URIA ECHEVARRIA: Señor Presidente, creo que el señor Mardones
está en las mismas circunstancias que yo y tampoco quisiera causarle
ningún problema. Si está en condiciones de defender sus enmiendas podría
intervenir y, de esta manera, respetaríamos el orden de intervención de
menor a mayor de los grupos, porque él, igual que yo, estaba actuando en
la Comisión de Justicia. Si él así lo quiere, si no, intervengo yo
inmediatamente.




El señor PRESIDENTE: Como SS. SS. estimen. En razón de que a todos nos
concierne el problema, me había atenido al criterio de orden de
presentación de enmiendas.




La señora URIA ECHEVARRIA: Perfecto. En ese caso, intervengo yo.

Nos encontramos en la elaboración de la puesta en marcha de una pieza
clave en la arquitectura de las instituciones democráticas del Estado
autonómico que ha estado aplazada durante dieciocho años. Por fin se va a
proceder a su elaboración y, aunque resulte excesivo el presentarla, como
se ha hecho, como una pieza esencial para la regeneración democrática,
sin embargo consideramos apropiada la presentación de esta ley porque
supone un avance importante en la regulación del Poder Ejecutivo, que
tiene su otra pata en lo que ya es ley, la Ley Orgánica de Reforma de la
Administración General del Estado, la Lofage, entrada en vigor
recientemente.

El Grupo Parlamentario Vasco ha participado en la fase de elaboración de
esta disposición y fruto de esta colaboración y de que nuestras enmiendas
han encontrado receptividad por parte del Grupo Popular que apoya al
Gobierno, nos encontramos en este trámite de Comisión con sólo dos
enmiendas vivas, las dos referidas al título I, lo que hace fácil que
pueda cumplir cuanto antes mi cometido en esta Comisión, aceptando el
ofrecimiento que me ha hecho el Presidente, y me pueda trasladar de
inmediato a la Comisión de Justicia.

La primera de las enmiendas que me quedan vivas hace referencia a la
adición, tal como ha señalado el Presidente, de un nuevo apartado 3 al
artículo 4. Con esta enmienda pretendíamos hacer posible la
responsabilidad ministerial individual sin quiebra de la del Gobierno en
su conjunto, de forma que se permita centrar la crítica y matizar la
censura en uno solo de los miembros del Gobierno.

Es cierto que no existe previsión constitucional, pero tampoco
impedimento. No hay, repito, impedimento técnico-jurídico para ello. Sí
está previsto, sin embargo, en la ley del Gobierno vasco, que en su
elaboración coincidió en el tiempo con el desgraciado asunto de la colza,
en tiempos de UCD, y las discusiones en torno a la posible censura
individual al Ministro de Sanidad de entonces motivó, el que el
legislador vasco se hiciese eco de este debate. En aquel entonces el
Grupo Socialista pretendió presentar mociones de reprobación, cuya
andadura dio lugar a interesantes artículos doctrinales. El legislador
vasco --repito-- decidió recoger este principio de responsabilidad
individual, que hasta tiempos no tan lejanos existía en todo el
parlamentarismo europeo conviviendo con la responsabilidad solidaria, y
me refiero a las constituciones del período de entreguerras. Es en los
últimos decenios cuando ha desaparecido, aunque no faltan genéricas
declaraciones de responsabilidad política ministerial, si bien no se
acompañan luego de instrumentos específicos para su realización con
consecuencias vinculantes, como ocurre en la ley fundamental de Bonn.

Creemos que los ministros no son sólo miembros de un gobierno con una
serie de atribuciones en el ámbito atribuido a cada uno de sus
departamentos, que cada uno de ellos ejerce de manera autónoma aunque en
el marco de la política general diseñada por el Gobierno, y que la
posibilidad de exigirle responsabilidad política directa es una
consecuencia ineludible de la asignación de una esfera autónoma de
atribuciones que el propio proyecto de ley opera. Creemos que esto es
conforme con el principio de que nadie puede decidir sin venir sometido a
una responsabilidad por ello. Su existencia supone además un
reconocimiento o una concesión al principio de responsabilidad política
frente a la impracticabilidad de hecho de la moción de censura, tal y
como se establece en nuestro



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sistema, ya que al tratarse de moción de censura constructiva es de
difícil planteamiento y sirve para demostrar que la vigencia del
principio de responsabilidad política no es sólo teórica. La opinión
favorable a la existencia de esta censura individual se incluye en todos
los estudios de modernización administrativa, que apuestan por la
individualización de los controles parlamentarios de responsabilidad:
léase el sistema de agencias existente en el Derecho sueco, en el que el
ministro respectivo es el responsable político de la actuación que a
través de tales agencias se efectúa. La autonomía de responsabilidad por
la gestión creemos que es compatible con la responsabilidad solidaria en
asuntos graves y no es incoherente criticar una gestión concreta,
conforme a la previsión de responsabilidad de los poderes públicos del
artículo 9.3 de la Constitución, y la genérica previsión del artículo 97
para el órgano colegiado en cuanto tal.

La otra enmienda que nos quedaba viva suponía añadir un número 4 al
artículo 23, en relación con la previsión de que se establezca la
posibilidad de que en el texto se contemple la inderogabilidad singular
de los reglamentos. Se nos argumentaba en las sesiones de la ponencia por
el grupo mayoritario que apoya al Gobierno que esto ya está incluido en
las previsiones de la ley 30/1992, concretamente en su artículo 52.2, y
que era innecesario incluirlo. Sin embargo, creemos que, si estamos
hablando de innecesariedad o de principios que ya están incluidos en
otros textos legales, igualmente sería innecesario el artículo 26 de la
ley, en cuanto que recoge disposiciones ya contenidas en la ley de la
jurisdicción contenciosa o en la Ley Orgánica del Poder Judicial, cuando
se habla del control de los actos del Gobierno. El que se reproduzcan
prohibiciones o precisiones contenidas ya en otras leyes nos parece que
no es óbice para que pueda estar también incluido, ya que la garantía que
supone este principio es absolutamente coherente con el contenido
concreto al que se refiere la ley del Gobierno que estamos examinando.




El señor PRESIDENTE: Señora Uría, ha defendido S. S. no sólo la enmienda
concerniente al título I, sino también la del artículo 23.

Señor Alcaraz, del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, ¿tiene mucho interés en la defensa conjunta de todas las
enmiendas del grupo en un solo turno?



El señor ALCARAZ RAMOS: No es un problema de interés. Yo creo que va a
facilitar, y que es preferible hacer una intervención global de carácter
más político que técnico, con lo cual yo creo que ahorraremos todos
tiempo.




El señor PRESIDENTE: Podemos hacerlo así por lo que a los grupos
minoritarios se refiere. Los grupos mayoritarios tienen repartidas sus
voces en relación con los distintos títulos y lógicamente tendremos que
considerarlo así.




El señor ALCARAZ RAMOS: Como yo estoy solo representando a mi grupo
repartir mi voz sería complicado.

El señor PRESIDENTE: El señor Alcaraz tiene la palabra para la defensa
del conjunto de sus enmiendas.




El señor ALCARAZ RAMOS: Las enmiendas que permanecen vivas de las
presentadas por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya creo que simbolizan bastante bien las
críticas que nuestro grupo, desde un punto de vista político, con
independencia de las bondades técnicas y jurídicas que ofrezca este
proyecto, sostiene ante la cuestión.

Entendemos, y creo que va a ser un elemento de coincidencia general de
todos los grupos parlamentarios, que era necesaria esta ley, que era
necesaria una ley que regulara uno de los poderes constitucionales. Desde
ese punto de vista, nos pareció oportuna la presentación del proyecto y,
en general, sobre todo cuando conocimos su propuesta definitiva, con
independencia de unas primeras filtraciones que nos preocuparon bastante,
nos pareció que era un texto que permitía el diálogo, que permitía el
debate.

Sin embargo, ello no debe ser obstáculo para que ahora expresemos nuestro
disgusto, al menos desde tres puntos de vista. En primer lugar, porque es
una ley que obedeciendo, como digo, a un poder político fundamental del
Estado, se ha ido reduciendo a lo largo del debate solamente --y ello
estaba también reflejado en el propio texto inicial-- al Gobierno en
cuanto que órgano directivo de la Administración. Por tanto, ciertas
virtualidades de carácter político-constitucional que se podían haber
desarrollado con más énfasis tanto en el proyecto como en la posterior
tramitación parlamentaria creemos que han estado ausentes.

En segundo lugar, la forma del debate, y desgraciadamente esta situación
de hoy (la última Comisión antes de la finalización del período de
sesiones, en el último Pleno, etcétera), creemos que ha privado de una
mayor profundización, y que desgraciadamente va a ser una ley que va a
pasar poco menos que desapercibida para la opinión pública y que ello
quizá oculte la importancia política que pueda tener.

Y, en tercer lugar, lamentamos una cierta falta de generosidad del grupo
mayoritario, del Grupo Popular, a la hora de admitir, de negociar y de
buscar soluciones de consenso a enmiendas presentadas por los distintos
grupos, y entenderán ustedes que yo me preocupe especialmente del Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.

Hechas estas consideraciones políticas y anunciando nuestra voluntad --y
así fuimos a la ponencia-- de negociar, de admitir, de votar
favorablemente el mayor número posible de enmiendas presentadas, aquellas
enmiendas que permanecen vivas por nuestra parte pretenden esencialmente
varias cosas. En primer lugar, asegurar que este órgano constitucional,
que es el Gobierno, pueda representar para los ciudadanos los mayores
niveles posibles de transparencia, es decir, aquellos niveles que hagan
posible la coexistencia de una serie de funciones determinadas que en
ocasiones requieran determinados elementos de discreción, pero ello no
debe ser obstáculo para que en muchos momentos también puedan existir
niveles de transparencia.




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Por eso enmiendas tales como las que defienden la publicidad de las actas
o la necesidad de dar audiencia a interesados, incluso de oficio,
entendiendo por interesados no solamente en un sentido clásico, sino
también a comunidades autónomas implicadas, organizaciones sin ánimo de
lucro, organizaciones no gubernamentales, etcétera.

Hay un segundo elemento, para nosotros también importante, que ya ha sido
destacado, y aquí hay coincidencia. En nuestra distribución de enmiendas
figuraba en otro artículo distinto, pero la coincidencia de análisis era
básicamente idéntica a la que ha expuesto, en una magnífica intervención,
la portavoz del Partido Nacionalista Vasco, lo cual evitará que yo
insista. Me refiero a la posibilidad de reprobación individual de la
acción de un ministro, evidentemente, con efectos netamente políticos,
con independencia de los efectos jurídicos que, desde luego, con la
Constitución en la mano, serían difíciles de exigir. Pero también
entendemos que si la Constitución no ha prohibido, no habría por qué
existir la necesidad de restringir esa capacidad de reprobación
individual de un ministro, que en ocasiones podría servir de un buen
instrumento para desbloquear situaciones políticas complicadas.

En tercer lugar, para nosotros era importante --y entendemos que hubiera
sido muy deseable-- el que en la ley que regula el Gobierno existan
también elementos de definición del control del Gobierno por parte de las
Cortes Generales. Sin duda, el control del Gobierno por parte de las
Cortes Generales viene acotado por los reglamentos de las Cámaras, pero
ello no era obstáculo, a nuestro modo de ver, para que también en esta
ley, desde el punto de vista del Gobierno, quedaran fijados los distintos
niveles y las distintas situaciones en que se pudiera producir el
control, tanto por vía jurisdiccional como --insisto-- por vía
parlamentaria.

En esa amplia enmienda --que significaría la aparición de un nuevo título
en este texto y que no fue aceptada en los trabajos de la ponencia-- se
pretende hacer una descripción --a nuestro modo de ver bastante
exhaustiva y justa-- de las necesidades de una sociedad más compleja, con
intervenciones del Gobierno muy amplias en muchos sectores de la vida
social, económica, etcétera, que demandan también instrumentos de control
más desarrollados que aquellos que el Derecho parlamentario,
tradicionalmente, ha venido recogiendo.

Por todo ello, nuestra valoración global, tanto de la ley como de
aquellas enmiendas que no han sido recogidas, es una sensación ambigua.

Como he dicho al principio, entendemos que el proyecto no estaba mal, que
servía de base para el debate, pero que ese debate no ha sido todo lo
rico e intenso que a nosotros nos hubiera gustado y, en principio,
anunciamos nuestra abstención en la votación de la mayoría de los
títulos, si bien alguno, como el título I, merecerá nuestro voto
favorable.




El señor PRESIDENTE: Los Grupos Parlamentarios Catalán (Convergència i
Unió) y Coalición Canaria no tienen presentadas enmiendas a este título
I, de suerte que, si les parece, yo daría la palabra en este momento al
portavoz del Grupo Parlamentario Socialista. (El señor Mardones Sevilla
pide la palabra.)
Dígame, señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor Presidente, quisiera hacer una
observación. Efectivamente, como usted bien ha señalado, de las enmiendas
que se habían presentado originariamente y haciendo abstracción de las
que están dirigidas a la exposición de motivos, que entiendo que no se
están tratando aquí...




El señor PRESIDENTE: Como bien sabe, señor Mardones, se ven al final.




El señor MARDONES SEVILLA: De las relativas al articulado, las enmiendas
39 a 47 estaban dirigidas a este título I del proyecto de ley. Quiero
anunciar, señor Presidente, que se me había comunicado que la enmienda
número 41 no había sido incorporada al informe de la ponencia.




El señor PRESIDENTE: Según la información que obra en poder de esta
Presidencia, aparece como rechazada o no aceptada.




El señor MARDONES SEVILLA: A estos efectos, pido que se mantenga viva
para su votación.

La enmienda número 44, que tampoco fue aceptada en ponencia, anuncio que
la retiro, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Mardones.

Queda retirada la enmienda número 44, de Coalición Canaria.




El señor MARDONES SEVILLA: La enmienda número 45 fue objeto de una
transaccional en el trámite de ponencia, que proponía el siguiente texto:
velar por la correcta y fiel publicación de las disposiciones y los actos
del Gobierno que deban insertarse en el Boletín Oficial del Estado. Si
los servicios de la Cámara nos confirman que esto es así, quedaría
retirada y fuera de votación.

Las enmiendas números 46 y 47 no me aparecen a mí como aceptadas en
ponencia.




El señor PRESIDENTE: No lo están, señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor Presidente, en ese caso, las mantengo
para su defensa.




El señor PRESIDENTE: Señor Mardones, no se ha pronunciado S. S. sobre la
enmienda número 39, que en la información de esta Presidencia aparece,
asimismo, como no incorporada.




El señor MARDONES SEVILLA: Se refiere al dictamen del Consejo de Estado y
nosotros introducíamos la expresión «por el procedimiento que
reglamentariamente se determine». La mantenemos para su defensa y
votación, señor Presidente.




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El señor PRESIDENTE: En consecuencia, para proceder a la defensa de las
enmiendas números 39, 41, 46 y 47, el señor Mardones tiene la palabra.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor Presidente, comenzaré por la enmienda
número 39, y rápidamente. Respecto a la fundamental función consultiva
del Consejo de Estado, lo que nosotros proponemos es precisamente el
mantenimiento de la expresión «por el procedimiento que
reglamentariamente se determine», sobre todo porque nosotros lo
planteamos aquí para apoyar al presidente del Gobierno con este dictamen
a la hora de resolver los conflictos de atribuciones. Esa es la
intencionalidad de nuestra enmienda.

Como ya he anunciado, la enmienda número 41 está retirada; las números
40, 42 y 43 entiendo que han sido aceptadas y ratifico que la número 44
está retirada. En cuanto a la número 45, si el texto del informe de la
ponencia es velar por la correcta y fiel publicación de las disposiciones
y los actos del Gobierno que deban insertarse en el Boletín Oficial del
Estado, la daríamos por asumida en ponencia y la retiraríamos.

Finalmente, señor Presidente, defiendo las enmiendas 46 y 47. La número
46, al artículo 10, apartado 1, propone la adición del siguiente texto:
«En ningún caso puede adoptar actos o resoluciones que correspondan a los
órganos de la Administración general del Estado o a las organizaciones
adscritas a ella, dar órdenes a sus titulares o miembros o desempeñar
cometidos o tareas propios de aquéllos o éstos.» Este portavoz entiende
que el motivo que la justifica es la necesidad de especificar el
contenido de las actividades de asesoramiento, que no están sometidas a
una regla legal, diferenciándolas de las actividades propias de la
Administración.

La enmienda número 47 es al artículo 10, apartado 2. Cuando estamos
contemplando los gabinetes de los distintos departamentos ministeriales,
incluido el del presidente del Gobierno, los de los vicepresidentes,
ministros y secretarios de Estados, nos preocupa que quedara en una
indeterminación jurídica todo el complejo mundo de los asesores. En
primer lugar, nosotros creemos que, en Derecho administrativo y en una
correcta ley del Gobierno, hay que dejar muy claro en el texto legal que
los miembros --los asesores-- de los gabinetes no forman parte de la
estructura orgánica de la Administración general del Estado ni pueden
ocupar puestos de trabajo de la relación correspondiente a la
organización administrativa. En segundo lugar, entendemos que es
necesario que se ordene este mundo, que se le pongan fronteras y se hagan
delimitaciones y se diga el número de asesores que puede tener cada
órgano del Gobierno, así como las retribuciones que se determinarán por
el Consejo de Ministros dentro de las consignaciones presupuestarias
establecidas al respecto.

Con esto termino, señor Presidente, la defensa de este primer bloque de
enmiendas al título I del proyecto de ley.




El señor PRESIDENTE: Para la defensa de las enmiendas números 54, 58, 59
y 61 a 66, ambas inclusive, por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene
la palabra el señor Suárez Pertierra.

El señor SUAREZ PERTIERRA: Hemos llegado a la discusión de un proyecto de
ley importante, no es que no lo sean todos los que vemos en este
Parlamento y, por supuesto en esta Comisión, como cualquiera otra
iniciativa, pero éste es un proyecto ciertamente de entidad y un proyecto
esperado en esta Cámara y en la Comisión Constitucional.

Es de sobra conocida la posición del Grupo Parlamentario Socialista en
relación a que este proyecto de ley del Gobierno debía haber tenido
entrada antes en el Parlamento, de tal manera que se hubiera permitido
una discusión paralela, diferenciada, por supuesto, entre el proyecto de
ley del Gobierno y el proyecto de ley que regula la Administración
general del Estado. Creemos que estos proyectos son un bloque legal, que
están contenidos en el mismo título de la Constitución española, son
regulaciones de carácter complementario, hay que hacer una a la vista de
la otra, aunque se trata de regulaciones ciertamente diferenciadas. No ha
podido ser así. Ya está en el «Boletín Oficial del Estado» el proyecto de
ley que regula la Administración general del Estado, la Lofage, y ahora,
en el mismo período de sesiones, entramos con la discusión del proyecto
de ley del Gobierno.

El Gobierno socialista presentó en su proyecto de ley del Gobierno que ha
sido aprovechado, en buena medida, por el actual proyecto de ley, lo cual
está bien, ciertamente, de ahí que mi grupo parlamentario, por cierto
como otros grupos, no haya presentado una enmienda a la totalidad de este
proyecto de ley.

Aprovecho para decir, señor Presidente, que las conversaciones entre los
diferentes grupos parlamentarios y los trabajos de la ponencia han sido
constructivos y han permitido ir avanzando, de tal manera que alguna de
nuestras enmiendas han sido aceptadas y se ha permitido hacer
transacciones sobre algunas otras enmiendas. Pero aun así, nos hemos
visto obligados primero a presentar y luego a mantener un conjunto de
enmiendas, es verdad que de diferente signo, que van dirigidas unas a
perfeccionar el texto y otras a mantener nuestra posición en relación con
determinadas regulaciones que en el presente texto nos gustan menos.

Nuestro punto de partida, señorías, es la necesidad de establecer una
regulación del Gobierno en desarrollo de la Constitución; una regulación
que sea netamente diferenciada de la regulación que se haga de la
Administración. La Constitución configura el Gobierno como un órgano
directamente constitucional, expresa sus líneas maestras y pide, incluso,
el desarrollo de la figura del Gobierno en alguno de sus preceptos.

Quiero decir con esto que no se trata de un órgano simplemente aludido o
expresado en el texto constitucional, sino que llegan incluso a
expresarse las líneas maestras de su organización y de su funcionamiento.

Con esto quiere decirse que este proyecto de ley responde ciertamente a
las previsiones constitucionales.

Lo fundamental, también lo han dicho algunos de los portavoces de los
grupos políticos que me han precedido en el uso de la palabra, es
conseguir una regulación que distinga claramente entre la regulación del
Gobierno y la de la Administración, y todos sabemos que esto no es fácil.




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La Administración es una estructura organizativa al servicio del interés
general. El Gobierno, por su parte, está configurado como un órgano
constitucional que ejerce la función directiva, aunque también ejerce
funciones ejecutivas. Nos parece que hubiera sido importante que en el
texto de este proyecto de ley se hubiera concretado el ejercicio de las
competencias directivas del Gobierno en relación con los grandes
conceptos que están contenidos en el artículo 97 de la Constitución: la
política interior, la política exterior y la política de defensa del
Estado. Desde esta perspectiva, mi punto de vista es que se desperdicia
una ocasión para regular con precisión estas competencias de dirección
del Gobierno en relación con aquellos grandes conceptos constitucionales.

El proyecto de ley tan sólo contiene un precepto, el punto 1 del artículo
1.º del texto, que se limita a repetir el precepto constitucional
correspondiente, para pasar directamente a la determinación de la
composición y de las competencias de sus miembros. Falta, por
consiguiente, la fijación de aquellos criterios claros para el ejercicio
de la función directiva a la que acabo de aludir.

Que no se diga que el Grupo Socialista se aferra al texto anteriormente
remitido a esta Cámara, y que decayó por la disolución de las Cortes. No
es así. Ante este planteamiento del proyecto de ley, que ya se ha
detectado anteriormente como menos ambicioso que el proyecto de ley
anterior, hemos entendido que debíamos limitarnos a introducir una
enmienda, la número 54, al artículo 1.º, que va dirigida, ahora ya en un
sentido menos ambicioso, a precisar el modo de funcionamiento del
Gobierno, en su caso de forma colegiada, y que liga con algunos otros
aspectos del texto, pero entendemos que se está desperdiciando la ocasión
de regular con mayor ambición, como decía, esta cuestión en directo
desarrollo del texto constitucional.

Por lo que se refiere a otras enmiendas de este título I, en el que ahora
nos encontramos, hay algunas enmiendas que pueden considerarse
seguramente de carácter menor, pero que están justificadas. Así, las
enmiendas 61 y 64 pretenden evitar la consolidación en el texto del
proyecto de ley de algunos órganos a los que se hace referencia directa,
ya se trate de ministerios --el Ministerio de la Presidencia
repetidamente aludido--, o ya se trate de algunos otros órganos de
carácter inferior. Se produce aquí una especie de legalización que, según
nuestro criterio, no es conveniente.

Por lo demás, la parte más importante de este título I, desde nuestra
perspectiva, es la regulación que se contiene en el artículo 10 que ha
sido por nuestra parte igualmente enmendado.

El artículo 10 se refiere, en una regulación muy sencilla y muy simple,
al caso de los gabinetes. Los gabinetes son órganos de apoyo político y
técnico --así los ha definido el propio proyecto de ley-- y como tal
deben ser tratados. Su regulación, según mi criterio, ha de ser una
regulación rigurosa y exacta y debe comprender todos aquellos elementos
fundamentales que definen esta estructura o este órgano de la
Administración.

Pues bien; la regulación que se introduce en el artículo 10 del proyecto
de ley con respecto de los gabinetes es una regulación muy rebajada en
relación con las previsiones que existen en este momento en nuestra
legalidad. Aquí se prevé un menor control en relación con los gabinetes;
se les regula de una manera más flexible y, a nuestro juicio, indebida,
cuando se trata de proceder a la regulación de un órgano político como es
éste.

Sin atribuir, por supuesto, ninguna intención al proyecto de ley, nos
parece un texto excesivamente abierto, un texto donde quedan oscurecidas
las competencias de los gabinetes y de sus miembros en relación con los
órganos de la Administración del Estado. De ahí que nosotros insistamos
en nuestra enmienda --y me estoy refiriendo a la enmienda número 66-- en
que ha de decirse que pueden exclusivamente realizar tareas de confianza,
asesoramiento cualificado o apoyo, que no pueden dictar actos o
resoluciones que correspondan a órganos de la Administración general del
Estado, porque los gabinetes no son órganos dirigidos a dictar estos
actos, o que no pueden dar órdenes a los órganos de la estructura de la
Administración general del Estado, de la estructura puramente
administrativa.

De la misma manera nos parece que no es conveniente dejar abierta la
regulación de las retribuciones de los miembros de los gabinetes. Debe
quedar claro que tiene que existir una referencia, que es lo que nosotros
entendemos expresado con el término de adecuación, con respecto de las
retribuciones de los órganos de la Administración general del Estado que
sí lo sean. Creemos que el número y las retribuciones de los miembros
deben ser, cuando menos, atribuidas en su determinación a la competencia
del Consejo de Ministros. En definitiva, nos parece que el proyecto de
ley en este campo supone un retroceso, de ahí que hayamos emitido algunas
enmiendas; en concreto al artículo 10, por lo que se refiere a este
título, la enmienda 66, que se complementa con algunas otras enmiendas
posteriores a las que luego tendré ocasión de aludir.

Por lo demás, quedan vivas, con respecto a este título, todas las
enmiendas, salvo la número 58, al artículo 5.1; la enmienda 62, al
artículo 9, y la enmienda 63, también al artículo 9.




El señor PRESIDENTE: Para defender el informe de la ponencia y argumentar
en contra de las enmiendas presentadas, por el Grupo Parlamentario
Popular tiene la palabra el señor Trías Sagnier.




El señor TRIAS SAGNIER: El Gobierno y la ley que lo regula
afortunadamente no nace anteayer, sino que tiene su antecedente más
inmediato en todo el constitucionalismo español a lo largo del siglo XIX
y a lo largo de este siglo. El Gobierno actual ha tenido especial
diligencia en presentar este proyecto al cabo, apenas, de un año de su
constitución. Una de las cosas que más congratulan a este grupo
parlamentario es el amplio consenso que se ha conseguido en grandes
partes de su articulado, como a continuación podré demostrar sobre todo
por alguna de las enmiendas que han sido incorporadas al texto de la
ponencia. En concreto, en el título que voy a tratar en este momento han
sido incorporadas 15 enmiendas, que ya vienen dentro de ese contexto.




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Se trata de desarrollar y precisar las previsiones concretas de la
remisión normativa que contiene la Constitución. Una ley de este tipo
pretende, como ha señalado el profesor López Guerra, la orientación y
dirección general de la comunidad política, la fijación de objetivos y
metas y la supervisión de las situaciones de crisis que exigen una
actuación inmediata. Como me gustan todas aquellas situaciones en que se
llega a acuerdos, no me duelen prendas al citar también aquí aquellas
palabras que manifestó el antiguo secretario de Estado para las
Administraciones Públicas en la Universidad Carlos III de Madrid, en la
cátedra Manuel Colmeiro, el uno de diciembre de 1995, cuando decía,
referido al proyecto de ley del anterior Gobierno apoyado por el Grupo
Parlamentario Socialista, que éste es un proyecto de ley que puede
considerarse heredero de un período histórico, y por ello somos
conscientes de que esta norma no puede considerarse como una visión
definitiva sobre la regulación del Gobierno. Por el contrario, pensamos
que tiene un carácter coyuntural, porque coyuntural debe ser el
tratamiento de esta institución. Por tanto, este proyecto es la propuesta
desde el Gobierno (referido a la anterior situación). Y aquí acaba la
cita.

Se ha dicho también ahora que quizá esta ley debía de haber tenido un
debate más intenso. El debate esencialmente empieza en esta Comisión y
continuará el jueves que viene en el Pleno del Congreso de los Diputados.

Por otra parte, esta ley debe ser contemplada en íntima conexión con la
Ley de Organización y Funcionamiento de la Administración General del
Estado. El Gobierno ha procurado presentar esta ley lo más
omnicomprensiva posible. En este sentido, recordarán SS. SS. que la ley
que hoy debatimos es sustancialmente distinta a la que presentó en su día
en la anterior legislatura el propio Partido Popular. Esta es la ley del
Gobierno. Prueba de ello es la incorporación de gran parte de las
enmiendas que los distintos grupos han ido presentando por lo que se
refiere al título I.

En líneas generales, habría que destacar un primer aspecto, que es la
potenciación del principio de dirección presidencial, y un segundo que es
el desarrollo estricto del artículo 98.1 de la Constitución, cuando
distingue entre órganos individuales y órganos colegiados. Se contempla
también expresamente la figura de los ministros sin cartera. Y, por
último, no se ha creído conveniente aumentar el número de categorías de
quienes pueden ser miembros del Gobierno, en este caso los secretarios de
Estado.

También hay que hacer una expresa referencia a los gabinetes como órganos
de asesoramiento político y técnico del presidente, vicepresidentes,
ministros y secretarios de Estado. Los antecedentes normativos inmediatos
estarían en la Ley de Régimen Jurídico de la Administración General del
Estado de 26 de junio de 1957, que parcialmente está todavía en vigor; la
Ley 30/1983, de 16 de agosto, de Organización de la Administración
Central del Estado; la diversa normativa de carácter reglamentario que
regula aspectos referentes a la estructura, organización y funcionamiento
del Gobierno de la nación, el proyecto de ley del Gobierno de 6 de
noviembre de 1995; la proposición de ley del Grupo Parlamentario Popular,
presentada en la anterior legislatura el 5 de julio de 1995, y la Ley de
Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado
aprobada recientemente.

Para centrarme concretamente en las enmiendas, voy a analizar artículo
por artículo. Por lo que se refiere a la número 54, del Grupo
Parlamentario Socialista, no se ha aceptado porque consideramos que se
recoge con suficiente precisión la figura del Gobierno, sus órganos y sus
miembros, y esencialmente, aunque con distinta redacción, no difiere
mucho de la redacción del proyecto de ley que en su día presentó el
Gobierno socialista. El señor Suárez Pertierra se ha referido a que el
proyecto de entonces era más ambicioso. Yo reconozco que nuestro proyecto
es quizá más modesto, pero mucho más eficaz.

Al artículo 2 no se ha aceptado la enmienda número 39, del Grupo de
Coalición Canaria, en la medida en que el procedimiento, en relación con
la función consultiva del Consejo de Estado, ya viene determinado en la
Ley Orgánica 3/1980, de 22 de abril, del Consejo de Estado, que es su
norma reguladora.

Por lo que respecta a la enmienda número 8, de Izquierda Unida, referida
al apartado 3, no voy a extenderme sobre este aspecto, ya que lo
discutiremos cuando veamos la disposición adicional, donde queda
incorporado el estatuto de los ex presidentes del Gobierno.

En el artículo 4 hay una enmienda viva de Coalición Canaria, la número
41, que no ha sido aceptada porque consideramos que la nueva redacción no
añade ninguna novedad al texto.

De más trascendencia es la enmienda número 1, del Grupo Parlamentario
Vasco, en la que se pretendía añadir un apartado segundo sobre la
responsabilidad política de los ministros en su área de actuación
concreta, que podía ser exigida por el Congreso de los Diputados a través
de una moción de censura individual. La moción de censura de los
ministros no está contemplada en nuestra Constitución, artículos 113 y
114, ni en el Reglamento del Congreso, artículos 175 a 179. Es más, el
artículo 113.1 de la Constitución dice textualmente: «El Congreso de los
Diputados puede exigir la responsabilidad política del Gobierno mediante
la adopción por la mayoría absoluta de la moción de censura.» En ningún
caso se habla de moción de censura individual de los ministros, que se
distinguen en la presente ley de la figura del Gobierno, ya que el
Gobierno es un órgano colegiado a quien sí se le puede solicitar
constitucionalmente esa moción de censura. Y los ministros, miembros de
ese órgano colegiado, tienen competencias y responsabilidades específicas
en su área de actuación. Ese es el motivo por el cual este grupo rechaza
respetuosamente la enmienda número 1, presentada por el Grupo
Parlamentario Vasco.

Respecto al artículo 5, la enmienda número 58, del Grupo Parlamentario
Socialista, no se ha aceptado porque no adopta ninguna novedad,
introduciendo sólo calificativos que este grupo considera innecesarios.

La enmienda número 44, del Grupo Parlamentario de Coalición Canaria,
también a este mismo precepto, se rechaza por entender que el artículo
62,g), de la Constitución... (El señor Mardones Sevilla: Está retirada.)
Entonces



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me abstengo de hacer ningún comentario a esta enmienda número 44.

Referente al artículo 7, en la configuración de los secretarios de Estado
debe tenerse en cuenta que este precepto regula la figura de conformidad
con lo dispuesto en los artículos 6 y 14 de la Ley de Organización y
Funcionamiento de la Administración General del Estado. En el artículo
6.2 de esa ley se establece el carácter de órgano superior en la
organización central de los ministros y secretarios de Estado, mientras
que el artículo 14 recoge las funciones que corresponden al secretario de
Estado, precisamente en cuanto órganos superiores de la Administración
General. Por consiguiente, resultaría una contradicción un poco absurda
admitir la enmienda número 59, del Grupo Parlamentario Socialista.

Respecto al artículo número 8, sobre la figura del ministro de la
Presidencia ha habido bastante controversia, aunque hay que reconocer que
durante la etapa en la que gobernó el Partido Socialista, apoyado por su
grupo parlamentario, no modificaron ese Ministerio. Por tanto, por
razones propias, no se acepta la enmienda número 61, ya que en la
actualidad ese Ministerio es quien además tiene atribuida la condición de
secretario del Consejo de Ministros, lo que queda recogido en el
articulado del proyecto de ley de Gobierno.

En el artículo 9 no se acepta la enmienda número 63, del Grupo
Parlamentario Socialista, sustancialmente por las razones expresadas
anteriormente en la enmienda número 64.

Por lo que se refiere a la enmienda número 60, no sé si queda viva o fue
retirada por el Grupo Parlamentario Socialista, que es añadir un nuevo
capítulo III...




El señor PRESIDENTE: No aparece como viva; no ha sido defendida.




El señor TRIAS SEGNIER: Me refiero, por último, a la enmienda número 66,
que es al artículo 10. Estando sustancialmente de acuerdo con alguna de
las cosas que ha manifestado el portavoz del Grupo Socialista, propongo
una enmienda transaccional que quedaría del siguiente modo: «De los
gabinetes. Artículo 10. 1. Los gabinetes son órganos de apoyo político y
técnico del presidente del Gobierno, de los vicepresidentes, de los
ministros y de los secretarios de Estado. Los miembros de los gabinetes
realizan tareas de confianza y asesoramiento especial. 2. A los
directores, subdirectores y demás miembros de estos gabinetes les
corresponde el nivel orgánico que reglamentariamente se determine.»
Lo nuevo que se añade es el número 3, que quedaría redactado del
siguiente modo: «3. Particularmente les prestan su apoyo en el desarrollo
de su labor política, en el cumplimiento de las tareas de carácter
parlamentario y en sus relaciones con las instituciones y la organización
administrativa. En ningún caso pueden adoptar actos o resoluciones que
correspondan legalmente a los órganos de la Administración General del
Estado o de las organizaciones adscritas a ella. El número y las
retribuciones de sus miembros se determinan por el Consejo de Ministros
dentro de las consignaciones presupuestarias establecidas al efecto,
adecuándose, en todo caso, a las retribuciones de la Administración
General del Estado.»
Creo que con esta enmienda transaccional que se propone se recogen
sustancialmente algunos de los argumentos que ha propuesto el
representante del Grupo Parlamentario Socialista, en aras sobre todo al
deseo del Gobierno de que esta ley tenga el mayor consenso posible.




El señor PRESIDENTE: Señor Trías Segnier, debe hacer llegar a la Mesa
para que obre en nuestro poder la fijación escrita del texto de la
transaccional ofrecida.

¿La señora Uría quiere consumir un turno de réplica? (Denegaciones.)
¿Señor Alcaraz? (Denegaciones.) ¿Señor Mardones?



El señor MARDONES SEVILLA: Una aclaración, señor Presidente, al señor
Trías, por lo que he interpretado en su última intervención.

El señor Trías ofrecía una enmienda transaccional a la enmienda número
66, del Grupo Parlamentario Socialista, que coincide con las enmiendas
números 47 y 46, del Grupo de Coalición Canaria. Si eso se entiende,
señor Presidente, en esos términos, estaría en disposición de aceptar la
enmienda transaccional que plantea el Grupo Popular con respecto a las
enmiendas números 46 y 47 de Coalición Canaria, porque ha leído
literalmente parte de los textos de dichas enmiendas.

Esta era la aclaración que pedía y con esto doy por acabado mi turno,
señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Trías.




El señor TRIAS SEGNIER: Señor Presidente, ruego al señor representante
del Grupo de Coalición Canaria que me excuse. Evidentemente, es una
enmienda transaccional dirigida tanto a la enmienda propuesta por el
Partido Socialista como a las dos enmiendas propuestas por el Grupo
Parlamentario de Coalición Canaria.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Suárez Pertierra.




El señor SUAREZ PERTIERRA: Señor Presidente, para decir que aceptamos la
transacción a nuestra enmienda número 66 en el artículo 10. No la recoge
completamente, pero en aras del mismo deseo que expresaba el señor Trías
nos sentimos reflejados en esa propuesta de transacción.




El señor PRESIDENTE: Vamos, en consecuencia, a proceder a las votaciones
de las enmiendas.

Votamos, en primer lugar, la enmienda número uno del Grupo Parlamentario
Vasco (EAJ-PNV).




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, dos; en
contra, 33; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.




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Pasamos a continuación a someter a votación la enmienda número 8,
presentada y defendida por el Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, dos; en
contra, 34.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votamos las enmiendas números 39 y 41 de Coalición Canaria, si es posible
agrupadamente, pero si alguno de los portavoces me quiere hacer alguna
consideración las votaremos separadamente. (Pausa.)



El señor MARDONES SEVILLA: Señor Presidente, la 41 está retirada, y en
cuanto a la 39, no he entendido ninguna consideración desfavorable al
portavoz del Grupo Popular. Las números 46 y 47 se retiran para la
transacción. (El señor Trías Segnier pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Estamos en votaciones, señores.




El señor TRIAS SEGNIER: Es que quiero aclararle al señor Mardones que
cuando me he referido a la enmienda número 39 él no estaba en la sala.




El señor PRESIDENTE: En consecuencia, sometemos a votación la enmienda
número 39 suscrita por Coalición Canaria.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, uno; en
contra, 35.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

¿Algún señor portavoz desea que las enmiendas vivas del Grupo
Parlamentario Socialista sean sometidas a votación de forma desagregada
alguna de ellas o podemos votarlas en su conjunto? (Pausa.) No
advirtiendo ninguna petición en tal sentido, sometemos a votación las
enmiendas números 54, 59, 61, 64 y 65 del Grupo Parlamentario Socialista.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 12; en
contra, 21; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Pasamos a votar los artículos del informe de la Ponencia. ¿Alguna
solicitud de votación separada? (Pausa.) En consecuencia, vamos a votar
los artículos 1 a 10 del proyecto de ley del Gobierno, conforme al
informe de la Ponencia, incorporada la enmienda transaccional que ha sido
ofrecida.




El señor TRIAS SEGNIER: Señor Presidente, no me ha dado tiempo material
de tenerla redactada.




El señor PRESIDENTE: ¿Tiene la bondad, antes de someterla a votación, de
volver a producir su lectura con cierto detenimiento, señor Trías
Segnier?
El señor TRIAS SEGNIER: Artículo 10, de los Gabinetes. 1. Los Gabinetes
son órganos de apoyo político y técnico del presidente del Gobierno, de
los vicepresidentes, de los ministros y de los secretarios de Estado. Los
miembros de los gabinetes realizan tareas de confianza y asesoramiento
especial. Particularmente, les prestan su apoyo en el desarrollo de su
labor política, en el cumplimiento de las tareas de carácter
parlamentario y en sus relaciones con las instituciones y la organización
administrativa. 2. A los directores, subdirectores y demás miembros de
estos gabinetes les corresponde el nivel orgánico que reglamentariamente
se determine. 3. En ningún caso pueden adoptar actos o resoluciones que
correspondan legalmente a los órganos de la Administración General del
Estado o de las organizaciones adscritas a ella. 4. El número y las
retribuciones de sus miembros se determinan por el Consejo de Ministros,
dentro de las consignaciones presupuestarias establecidas al efecto,
adecuándose en todo caso a las retribuciones de la Administración General
del Estado.




El señor PRESIDENTE: Señor Suárez Pertierra, tiene la palabra.




El señor SUAREZ PERTIERRA: Pido votación separada de los artículos 1,
7.1, 8.2 y 9.2.




El señor PRESIDENTE: ¿Se puede votar en un solo bloque este conjunto de
artículos?



El señor SUAREZ PERTIERRA: Por supuesto, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Suárez Pertierra.

Señor Mardones, tiene la palabra.




El señor MARDONES SEVILLA: Una cuestión de orden. Como se ha dado lectura
a la enmienda transaccional presentada por el Grupo Parlamentario Popular
sobre las correspondientes del Grupo Socialista y del Grupo de Coalición
Canaria, habrá que votarla.




El señor PRESIDENTE: Obviamente, señor Mardones. Lo que ocurre es que es
una enmienda transaccional de adición y, por tanto, en su momento iba a
someter a votación el artículo 10 con la incorporación de la enmienda
transaccional, puesto que no ha habido oposición en ese sentido.

En consecuencia, votamos los artículos 2, 3, 4, 5, 6, 7.2, 7.3, 8.1, 8.3,
8.4, 9.1 y 10 con el contenido de la enmienda transaccional a la que ha
dado lectura el señor Trías Segnier.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Quedan aprobados por unanimidad.

De acuerdo con los términos de la petición del señor Suárez Pertierra,
votamos ahora los artículos 1, 7.1, 8.2 y 9.2.




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Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 21; en
contra, 11; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazados.

A continuación, pasamos a examinar el título II, artículos 11 a 16, ambos
inclusive.

Han sido defendidas las enmiendas del Grupo Parlamentario Vasco y del
Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.

Tiene la palabra el señor Mardones para la defensa de sus enmiendas en la
medida en que conciernan a estos artículos.




El señor MARDONES SEVILLA: No hemos presentado enmiendas al título II y
tampoco al título III.




El señor PRESIDENTE: En consecuencia, para la defensa de las enmiendas
67, 68, 71, 73, 74, 76 y 77, del Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Suárez Pertierra.




El señor SUAREZ PERTIERRA: Comienzo por decir que se retiran las
enmiendas números 68, 71 y 76. Por consiguiente, si no he calculado mal,
quedan vivas las enmiendas números 67, 73, 74 y 77.

Enlazando con mi anterior intervención y con lo relativo al artículo 10,
nos parece que la enmienda de mayor entidad es la número 77, que pretende
introducir un artículo 16 bis, previendo la aplicación del sistema de
incompatibilidades establecido para los titulares de los órganos de la
Administración General del Estado para un conjunto de titulares de
órganos a los que se refiere dicho artículo 16 bis en su primer párrafo:
secretarios de Estado, miembros del gabinete del presidente del Gobierno
y del vicepresidente o vicepresidentes y directores de los gabinetes de
los ministros y secretarios de Estado, en los términos en que están
regulados actualmente en la vigente Ley de incompatibilidades de altos
cargos de 1995.




El señor PRESIDENTE: Para la defensa del informe de la ponencia, por el
Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra el señor Bermúdez de Castro.




El señor BERMUDEZ DE CASTRO FERNANDEZ: Efectivamente, me corresponde
defender, en nombre de mi grupo, el informe de la ponencia.

A modo de preámbulo, quería hacer una referencia al conjunto del título
II. Son dos los criterios inspiradores del contenido del título II del
presente proyecto de ley del Gobierno. De una parte, regular los aspectos
más esenciales de este órgano constitucional; es decir, aquellos que
vienen determinados por el principio de reserva de ley ordinaria. En este
sentido, el estatuto e incompatibilidades de los miembros del Gobierno
están sometidos a dicho principio, a tenor de lo establecido en el
artículo 98.4 de la Constitución. Dicho estatuto está desarrollado en el
proyecto de ley en los artículos 11 a 13, regulándose tanto los
requisitos de acceso al cargo, nombramiento y cese como el sistema de
suplencias. De otra parte, y en coherencia con lo establecido en la Ley
de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado,
se consagra la distinción entre órganos superiores de la Administración,
que son desarrollados en el presente proyecto de ley junto con la figura
de sus directores de gabinete y, de otro, los órganos directivos, de cuya
regulación se ocupa con carácter exclusivo la referida Lofage. Además, se
regula en capítulo diferenciado el estatuto de los secretarios de Estado
como órganos de colaboración del Gobierno, toda vez que, como ha quedado
claro, se opta por un modelo en el que se excluye dicha figura de la
consideración de miembros del Gobierno, cerrando con ello la posibilidad
abierta en el inciso final del párrafo primero del artículo 98 de nuestra
Carta Magna. Por último, se regula igualmente el estatuto e
incompatibilidades de los directores de gabinete, del presidente,
vicepresidentes, ministros y secretarios de Estado, como órganos de
apoyo, de asesoramiento político y técnico.

Antes de fijar la posición de mi grupo respecto a las enmiendas que
mantiene vivas el señor Suárez Pertierra en nombre del Grupo Socialista,
quisiera reconocer, porque es justo hacer especial mención a ello, la
contribución de los distintos grupos parlamentarios, lo que ha permitido
el enriquecimiento y mejora del texto, así como el ánimo de consenso y
entendimiento puesto de manifiesto en la ponencia, donde prácticamente la
mitad de las enmiendas presentadas en origen, a las que hay que añadir
las tres que acaba de retirar el señor Suárez Pertierra, o bien han sido
aceptadas o bien han sido transaccionadas, por lo que están incorporadas
definitivamente el texto del presente proyecto de ley. Digo esto porque
el debate de esta tarde podría reflejar, a mi juicio de manera errónea,
que son más los puntos de disenso que los de consenso, cuando el
acercamiento de posiciones ha sido muy elevado.

Dicho esto, me voy a referir a las razones por las que mi grupo no
considera conveniente aceptar determinadas enmiendas que el Grupo
Parlamentario Socialista mantiene vivas.

En relación a su enmienda 67, entendemos que hay que diferenciar dos
cuestiones que introduce la misma. Respecto al párrafo primero, cuando
ustedes se refieren a que el cese del presidente del Gobierno determina
el de los restantes miembros del Gobierno, nuestro grupo considera que es
innecesaria la introducción de esa enmienda, toda vez que el artículo 101
de la Constitución contempla, además de por celebración de elecciones
generales y pérdida de confianza parlamentaria, los casos de dimisión y
fallecimiento del presidente del Gobierno como únicos supuestos en que el
Gobierno cesa como consecuencia de que el presidente se vea afectado por
una de esas circunstancias. En esos casos, el Gobierno cesante continuará
en funciones hasta la toma de posesión del nuevo Gobierno. Pues bien,
dicho artículo, el artículo 101 de la Constitución, está íntegramente
transcrito en el título IV del presente proyecto de ley bajo la rúbrica
«Gobierno en funciones», por lo que estaríamos repitiendo
innecesariamente una situación que ya viene contemplada y desarrollada
nítida y suficientemente en el mencionado título IV. Además, el texto de
su enmienda resultaría incompleto, toda vez que establece la consecuencia
que para los restantes miembros del



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Gobierno supondría el cese del presidente, sin contemplar a su vez la
situación en que quedaría el Gobierno cesante, que es la de Gobierno en
funciones.

Cosa distinta es el párrafo segundo. Sin perjuicio de que no consideramos
conveniente regular en esta ley, huyendo de cualquier vocación
reglamentista, aspectos sobre quién debe refrendar el real decreto de
cese del presidente del Gobierno, a nuestro juicio su enmienda introduce
colateralmente otra causa de cese del presidente del Gobierno que
pareciera añadirse a las ya contempladas en el artículo 101 de nuestra
Constitución, como es el caso de condena penal, por lo que, con
independencia de su conveniencia, no debemos introducir en esos términos
dicho criterio en el presente proyecto de ley sin correr el riesgo de
invadir el mecanismo establecido para los casos de reforma
constitucional, por lo que rechazamos esta enmienda.

Retirada la enmienda 68, cosa que me congratula toda vez que entendíamos
que el término de incapacidad debería entenderse jurídicamente y ya viene
contemplado en la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, conllevando
en ese caso la pérdida del derecho del sufragio para el declarado incapaz
con lo que dado que es un requisito de acceso al cargo también lo debería
ser de permanencia, y retirada también su enmienda 71, me referiré a las
números 73 y 74.

En dichas enmiendas 73 y 74 pretenden suprimir del artículo 15 toda
referencia al régimen de incompatibilidades de los secretarios de Estado.

A nuestro juicio, sistemáticamente estas enmiendas no se entienden.

Considerados los secretarios de Estado, de acuerdo con su propia
enmienda, órganos de colaboración del Gobierno, y los directores de
gabinete como órganos de apoyo, entendemos que si el estatuto de ambas
figuras viene regulado sin enmiendas en capítulos diferenciados, su
régimen de incompatibilidades debe estar igualmente diferenciado, y
máxime --y luego me referiré a ello en el artículo 16-- cuando tratándose
de secretarios de Estado su régimen de incompatibilidades es homogéneo,
mientras que, a nuestro juicio, para los directores de gabinete no
debería de serlo, pues está en función de su asimilación a la categoría
de director o subdirector general. Por tanto, nosotros rechazamos las
enmiendas números 73 y 74 puesto que entendemos que es más correcto el
texto del informe desde el punto de vista legislativo.

Voy a referirme a una cuestión no mencionada por el señor Presidente y
que quedó pendiente en el debate de ponencia. En relación con la enmienda
número 75 sí quisiera hacer algunas puntualizaciones relativas al inciso
final de la enmienda transaccional. Como se recordará, quedaba abierta la
posibilidad de que pudieran existir otras figuras dentro del personal no
funcionario que no estuviesen contempladas en el artículo 46 del Estatuto
de los Trabajadores. En ese sentido yo querría proponerle al Grupo
Socialista que intentásemos cerrar esa duda sustituyendo la referencia al
artículo 46.1 del Estatuto de los Trabajadores por el término «su
legislación específica» por lo que finalizaría la transaccional «conforme
a su legislación específica», y, así, en el caso de que existieran otras
figuras, quedarían acogidas al nuevo texto.

Me anuncian que retiran la enmienda número 76 y, por tanto, me referiré a
la enmienda número 67, que creo que es la última en relación con el
Título II.

Señor Suárez Pertierra, nosotros admitimos la existencia de un artículo
16 bis, pero no el alcance de su enmienda y, por ello, hemos propuesto
una transaccional. ¿Cuáles son las razones por las cuales no admitimos el
texto de su enmienda? Primero, entendemos que el régimen de
incompatibilidades de los secretarios de Estado debe regularse en el
artículo 15. Segundo, entendemos exagerado extender el régimen de
incompatibilidades de altos cargos a todos los miembros del gabinete del
presidente y vicepresidente del Gobierno por cuanto estaríamos ampliando
dicho régimen a personal que no realiza funciones directivas ni de
implicación política, por ejemplo, técnicos o personal administrativo. Es
más, entendemos que la vigente Ley 12/1995, de incompatibilidades de
altos cargos, no les aplica tan severo régimen de incompatibilidades.

Tercero, reflejo de la Lofage tienen consideración de altos cargos, a
nuestro juicio, los puestos de director general o superior, excluyéndose
de dicha consideración a los subdirectores generales. Y, cuarto, dado que
los directores de gabinete de los secretarios de Estado tienen un rango
de subdirector general y, por tanto, están excluidos del régimen de
incompatibilidades, es por lo que, por lógica, proponemos en la
disposición derogatoria 1.e) la supresión de la referencia a los
directores de los gabinetes de los secretarios de Estado contenida en el
artículo 1.g) de la vigente Ley 12/1995, de incompatibilidades de altos
cargos.

Y termino como empecé, señor Presidente. Yo creo que aunque en el debate
de esta tarde se hayan puesto de manifiesto distintas posiciones sobre
aspectos concretos del articulado del proyecto de ley del Gobierno, en el
conjunto del título II los puntos de acuerdo son superiores a los de
disenso, toda vez que, como el señor Suárez Pertierra me reconoció en la
ponencia, el esfuerzo de acercamiento de posiciones a través de la
presentación y aceptación de diferentes enmiendas transaccionales ha sido
muy importante, por lo que espero que si mis argumentos le convencen, en
un trámite posterior pudiera reconsiderar el mantenimiento de algunas de
sus enmiendas en aras a lograr el mayor consenso posible, el mayor
acuerdo posible en una ley tan importante para nuestro ordenamiento
jurídico.




El señor PRESIDENTE: Para manifestar su posición, sobre todo en relación
con las ofertas transaccionales formuladas en la intervención del
portavoz del Grupo Popular, el señor Suárez Pertierra tiene la palabra.




El señor SUAREZ PERTIERRA: Señor Presidente, señorías, señor portavoz, ya
he reconocido en esta sesión también que los trabajos de la ponencia han
sido constructivos y que ello ha permitido llegar a posiciones de acuerdo
en relación con muchos de los supuestos de este proyecto de Ley del
Gobierno. Una muestra más de este afán de colaboración es la redacción
que propone en su inciso final al artículo 16 y que acaba de presentar el
señor portavoz del Grupo Popular en lo que se refiere a sustituir la
referencia a un precepto concreto de una norma legal por una referencia



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más genérica, su legislación específica. Así lo he creído entender, y que
se añadiría al final del apartado 3 de este artículo según la enmienda
presentada. Me muestro de acuerdo con esta redacción, señor Presidente,
reconociendo nuevamente el esfuerzo del portavoz del Grupo Popular.

No puedo hacer lo mismo en relación con la enmienda número 67, que queda
vigente, ni tampoco en relación con la enmienda número 77, que a su vez
tiene referencia con la 73 y la 74. El problema no es extender una
regulación de las incompatibilidades a órganos que no deban ser
considerados como incompatibles en los mismos términos en que lo están
los altos cargos en la regulación actual. El problema en relación con los
gabinetes, señor Presidente, señorías, es que entendemos que no se debe
rebajar la regulación que actualmente está vigente con respecto a las
figuras a las que afecta. La ley de incompatibilidades de altos cargos
12/1995, por consiguiente muy reciente, prevé que estén afectados por
este tipo de incompatibilidades los miembros del gabinete de la
Presidencia del Gobierno y de la Vicepresidencia, no todos ellos, señoría
--por consiguiente algunas de las inquietudes que ha manifestado quedan
salvadas--, sino tan sólo aquellos que estén nombrados dentro de esos
gabinetes por acuerdo del Consejo de Ministros. Nosotros pensamos que
estos cargos deben seguir siendo afectados, puesto que forman parte con
un nivel relevante de órganos políticos como son los gabinetes del
presidente y el vicepresidente, por el mismo nivel de incompatibilidad al
que están afectados también los altos cargos de referencia. Hacer lo
contrario supondría conceder una mayor flexibilidad a esta regulación que
opinamos que es inconveniente y peligrosa.

Por consiguiente, señor Presidente, no puedo aceptar la transacción al
artículo 16 bis que proponía el portavoz del Grupo Popular.




El señor PRESIDENTE: El señor Bermúdez de Castro tiene la palabra.




El señor BERMUDEZ DE CASTRO FERNANDEZ: Muy brevemente. Quiero decir al
señor Suárez Pertierra que ellos mantienen su posición y nosotros la
nuestra; la nuestra va en coherencia con lo dispuesto en la Ley de
organización del funcionamiento de la Administración general del Estado.

Nosotros hemos delimitado el concepto de alto cargo para todos aquellos
que tengan el puesto de director general hacia arriba o superior. Los
directores de gabinete de los secretarios de Estado están asimilados al
cargo de subdirector general y por tanto, de acuerdo con lo establecido
en la propia Lofage, entendemos que deberían excluirse del régimen de
incompatibilidades.




El señor PRESIDENTE: Vamos a proceder a la votación, en primer término,
de las enmiendas números 67, 73, 74 y 77, del Grupo Parlamentario
Socialista.

¿Algún señor portavoz desea que esta votación sea desagregada o podemos
proceder a la votación en su conjunto? (Pausa.)
Vamos a votar conjuntamente las enmiendas, repito, números 67, 73, 74 y
77, presentadas por el Grupo Parlamentario Socialista a distintos
artículos del título II del proyecto de ley del Gobierno.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 12; en
contra, 22.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Pasamos a votar los artículos del título II, números 11 a 16.

Señor Suárez Pertierra.




El señor SUAREZ PERTIERRA: Señor Presidente, pedimos votación separada de
las enmiendas 67, 73, 74 y 77.




El señor PRESIDENTE: Perdón, señor Suárez Pertierra, las enmiendas las
hemos votado. Debe referirse, sin duda, a los artículos.




El señor SUAREZ PERTIERRA: Por supuesto. Me refiero a los artículos 12.1,
15.4, cuya supresión se propone, y al título o rótulo del artículo 15.

Nada más, porque la enmienda número 77 es de adición y ya ha sido votada.




El señor PRESIDENTE: En consecuencia, votamos los artículos 11, 12,
epígrafes 2 y 3, 13, 15, epígrafes 1, 2 y 3, y 16.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Quedan aprobados por unanimidad.

Sometemos a votación ahora los artículos 12, epígrafe 1; 15, apartado 4;
así como el rótulo de este mencionado artículo 15.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Quedan aprobados por unanimidad.

Entramos en el examen del título III, artículos 17 a 20.

A este título III se han presentado la enmienda número 11, del Grupo
Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, que ya ha sido
defendida, así como, en términos de voto particular puesto que entiendo
que se trata de volver al texto primitivo del proyecto y de rechazar las
modificaciones que en él se han introducido por la Ponencia, la enmienda
número 27, del Grupo Parlamentario de Convergència i Unió.

Señor Bermúdez de Castro.




El señor BERMUDEZ DE CASTRO FERNANDEZ: Señor Presidente, creo que en la
anterior votación ha habido una confusión, no sé si por culpa nuestra.

Evidentemente, por pura coherencia, no vamos a votar las enmiendas del
Grupo Socialista que se refieren a determinados artículos,



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enmiendas que nosotros hemos rechazado. Por tanto, le rogaría que se
repitiese la votación.




El señor PRESIDENTE: Señor Bermúdez de Castro, no hemos votado las
enmiendas, hemos votado, en dos bloques distintos, unos artículos y
otros. El error se ha producido en el Grupo Socialista, que no ha
diversificado su voto y ha votado a favor de aquéllos en contra de los
cuales pretendía votar. Nada más, señor Bermúdez de Castro.

Yo pensaba pasar por alto el leve error de los compañeros del señor
Suárez Pertierra, pero lo ha subrayado usted de un modo muy enfático.

Señor Silva, para la defensa de su enmienda número 27, tiene la palabra.




El señor SILVA SANCHEZ: He de indicar, en primer lugar, que posiblemente
no sea voto particular del texto originario del proyecto. Lo digo en el
sentido siguiente: En el seno de la ponencia, nos ofreció el Grupo
Parlamentario Popular una transacción a nuestra enmienda número 27, que
consistía, como dice nuestra enmienda, en la supresión de un párrafo y
posteriormente la supresión de un segundo párrafo del artículo 20. Sin
embargo, cualquiera que sea la naturaleza de este planteamiento, no se
hizo aquella transacción. Aun entendiendo que lo que realiza mi grupo es
un voto particular en cuanto a uno de esos párrafos, el sentido del
mantenimiento de la enmienda número 27, al artículo 20 del proyecto de
ley, consiste, pura y simplemente, en suprimir la referencia, en su
apartado segundo, a la posibilidad de delegación en los ministros de la
autorización para la celebración de convenios de colaboración con las
comunidades autónomas. Mi grupo parlamentario entiende que, del mismo
modo que en las comunidades autónomas, al menos en la nuestra,
correspondiendo la competencia para autorizar convenios con el Estado al
Consell Executiu, esto es al Gobierno, por una identidad de razón,
debiera mantenerse también en el Gobierno del Estado la competencia para
autorizar celebrar convenios de colaboración con las comunidades
autónomas.

Por tanto, el sentido de nuestra enmienda es la supresión de ese apartado
in fine del artículo 20.2 y, por otra parte, que eso no produzca la
supresión de la letra c) del apartado 3 de este artículo. La enmienda
consistiría en que, en el apartado segundo del artículo 20 desapareciese
in fine la posibilidad de delegación de la competencia de autorización de
la celebración de convenios con las comunidades autónomas y que se
mantuviese la letra c) del apartado 3.




El señor PRESIDENTE: Para la defensa de sus enmiendas números 79, 80, 81
y 82, por el Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra el señor
Suárez Pertierra.




El señor SUAREZ PERTIERRA: Efectivamente son estas enmiendas las que
permanecen vivas, aunque la coincidencia de esta Comisión con la
celebración de la Comisión de Justicia, al tener que hacerse cargo unos
ponentes de las competencias de otros ponentes, produce algunos errores.

Voy a defender las enmiendas relativas al título III, que tienen que ver
con dos bloques diferentes de cuestiones. Son enmiendas de carácter
formal que pretenden regular en términos dinámicos determinadas
cuestiones como son el funcionamiento del Gobierno como órgano colegiado
y el sistema de atribución de competencias y de delegaciones y a ellas se
refieren los artículos 17 a 20 del título III.

Un grupo de enmiendas, como digo, van dirigidas a regular la acción
colegiada del Gobierno. Son las enmiendas 79 y 80. Nuestra perspectiva es
que debe quedar claro en el proyecto de ley que el Gobierno no son sólo
sus componentes. El Gobierno tiene personalidad propia, se rige por el
principio de solidaridad, pero el funcionamiento de este órgano complejo,
de este órgano colegiado, está excluido del procedimiento administrativo
común. Exige, por consiguiente, algún tipo de normativa propia que,
aunque sólo sea con carácter esencial, regule la válida formación de la
voluntad por parte del órgano complejo que es el Gobierno. De ahí que
pretendamos regular con las enmiendas 79 y 80 la correcta convocatoria de
este órgano colegiado e igualmente la válida constitución del Gobierno
como tal órgano colegiado.

Las enmiendas 81 y 82 tienen que ver con el artículo 20, relativo a la
delegación de competencias. Tienden a acotar el campo de la delegación de
competencias desde la distinción entre Gobierno y administración que debe
ir impregnando todo el proyecto de ley. En este aspecto considero que el
proyecto debe fijar unas reglas a las que toda delegación debe ajustarse,
quedando clara la distinción entre competencias administrativas de los
miembros del Gobierno, que son aquellas que pueden ser delegadas en los
órganos de la Administración General del Estado, y las restantes
competencias directivas.

Por otro lado, aquí no hay por qué seguir de una manera rígida el
principio de jerarquía que sería aplicable y exigible si habláramos de
órganos de la Administración; estamos en la ley del Gobierno y, una vez
fijadas claramente las reglas de competencia, creemos que aquí debe regir
el principio de libertad. No entendemos por qué el presidente del
Gobierno no va poder delegar en un delegado del Gobierno porque la ley le
obliga a delegar exclusivamente en el vicepresidente del Gobierno, si lo
hubiere, o en sus ministros. Creemos, por consiguiente, que debe primar
el principio de liberad en la delegación de competencias cuando no se
trata del ejercicio de competencias, de carácter puramente
administrativo. A esto se refieren, decía, las enmiendas 81 y 82, que
quedan vivas como las anteriores a las que he aludido.




El señor PRESIDENTE: Para defender el informe de la ponencia, por el
Grupo Parlamentario Popular el señor Bermúdez de Castro tiene la palabra.




El señor BERMUDEZ DE CASTRO FERNANDEZ: Quería rogarle disculpas por mi
confusión en mi anterior intervención. Sin duda, queriendo proteger los
intereses de mi grupo, estaba defendiendo la necesidad de coherencia en
los demás.




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En relación al título III me corresponde defender el informe de la
ponencia. Consideramos pertinente definir, al menos en sus aspectos
básicos, las normas aplicables al funcionamiento del Gobierno y del
Consejo de Ministros, pertinencia que, tal y como se recoge en la
exposición de motivos del presente proyecto de ley, viene avalada por el
hecho de que ambos aspectos se encontraban regulados en textos legales
dispersos, algunos de ellos preconstitucionales y, por tanto, no del todo
coherentes con el contenido de nuestra Constitución. Finalmente,
contemplamos la delegación de competencias, estableciendo de forma
precisa sus límites, así como las materias que en ningún caso son
susceptibles de delegación.

Sobre las enmiendas que mantiene vivas el Grupo Socialista al artículo 18
--después me referiré también a la defendida por el señor Alcaraz, que es
la enmienda número 11--, nuestro grupo considera que es conveniente
reflejar en este proyecto de ley la existencia de un ministerio que tenga
carácter horizontal, que sirva de apoyo al presidente del Gobierno, que
realice una función de coordinación y que además preste asistencia al
Consejo de Ministros. Por ello hemos considerado, y así está reflejado en
el texto articulado, que deberá presidir, en defecto de vicepresidentes,
la Comisión General de secretarios de Estado y subsecretarios y que el
Secretariado del Gobierno, como órgano de apoyo, deba integrarse en la
estructura orgánica del ministerio de la Presidencia. Nuestro grupo cree
que esas funciones de coordinación, de apoyo y asistencia al presidente y
al Consejo de Ministros son consustanciales al ministerio de la
Presidencia y, por tanto, precisamente porque discutimos un proyecto de
ley del Gobierno, entendemos conveniente que quede reflejado en su
articulado dicho departamento y con esa denominación. De igual modo
pensamos que un sucinto estudio comparado de estructuras de Gobierno en
otros países europeos de nuestro entorno avalan la existencia de dicho
departamento.

Nos parece oportuno, y por ello rechazamos su enmienda 79, otorgar al
ministerio de Presidencia la función, la condición de secretario del
Consejo de Ministros, por razones prácticas de homogeneidad en el
ejercicio de dichas funciones y por razones de estabilidad, igualmente
avaladas por Derecho comparado. Así se atribuye, por ejemplo, de manera
permanente a un ministro la condición de secretario del Consejo de
Ministros en países de nuestro entorno como Portugal, Italia o Alemania.

Nuestro grupo considera que éstas son razones de peso suficientes para
rechazar su enmienda y mantener el texto del proyecto de ley. En relación
al párrafo segundo de esta enmienda 79, que se refiere a cómo se cursa la
convocatoria del Consejo de Ministros, entendemos que, siendo ésta una
ley de mínimos, hay que huir de toda vocación reglamentista.

La enmienda número 11, de Izquierda Unida, que ha sido defendida por el
señor Alcaraz, pretende introducir en el texto que las actas de las
sesiones del Consejo de Ministros serán públicas. A pesar de que ha
argumentado como justificación un mayor nivel de transparencia, nosotros
entendemos que hay que rechazar esa enmienda por cuanto que las actas
deben reflejar los acuerdos adoptados en el Consejo de Ministros y no
todos los acuerdos del Consejo de Ministros son públicos. De acuerdo con
la Ley 30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y
del Procedimiento Administrativo Común, algunos acuerdos tienen carácter
secreto; por ejemplo, aquellos relativos a la defensa nacional y a la
seguridad del Estado así como el resto de los contemplados en el artículo
37.5 de la mencionada ley. Por tanto, entendemos que el carácter público
de las actas no se puede generalizar. Ahora bien, si lo que se pretende
es amparar el derecho de acceso de los particulares a determinada
información, el artículo 37 de la Ley 30/1992, regula de manera
exhaustiva el derecho de acceso de los ciudadanos a archivos y registros,
por lo que consideramos innecesario aceptar dicha enmienda.

La enmienda número 80, del Grupo Socialista, se refiere a la necesidad de
introducir un quórum para la válida constitución del Consejo de
Ministros. Nuestro grupo entiende que las ventajas de la existencia de un
quórum para la válida constitución del Consejo de Ministros como factor
de garantía se compensarían con las desventajas de su existencia en casos
excepcionales en los que la actuación del Consejo de Ministros podría
tener un carácter inaplazable. Pensemos, por ejemplo, en situaciones de
conflicto o guerra, sedición o secuestro, situaciones en las que no debe
limitarse el normal funcionamiento del Consejo de Ministros como órgano
supremo de dirección política del Estado a la existencia de un quórum
para su constitución. Además, dado que en los 20 años de democracia en
España la asistencia de los ministros a las sesiones del Consejo ha sido
un factor constante de normalidad y no pareciendo acorde con el espíritu
constitucional condicionar la válida constitución del Consejo de
Ministros a la existencia de un quórum, entendemos que no se debe
introducir dicha enmienda en el presente proyecto de ley.

Por último, en relación al artículo 20, quiero indicar al portavoz del
Grupo Catalán (Convergència i Unió) que aceptamos los términos de su
enmienda número 27, la supresión en el artículo 20, párrafo segundo, de
«y las relativas a la autorización para la celebración de convenios de
colaboración con las comunidades autónomas con los ministros», no
teniendo que suprimir a la par lo contenido en el artículo 20, párrafo
tercero, letra c), con la excepción prevista en el apartado segundo de
este artículo. Tiene usted razón. La coherencia del contenido del
artículo avala que ustedes mantengan su enmienda y que nosotros la
aceptemos.

Las enmiendas 81 y 82, del Grupo Socialista, nos parece que no debemos
aceptarlas. Nuestro grupo considera, primero, que estamos en presencia de
una ley de mínimos y el texto del proyecto responde a este objetivo
regulando la delegación de competencias de forma suficientemente precisa
y a la par concisa. Segundo, a nuestro juicio, estas enmiendas recogen un
texto excesivamente extenso, en algunos casos redundante y en otros
ciertamente confuso. Tercero, en coherencia, como es lógico, con la
acotación que realizamos en los cargos que tienen la consideración de
Gobierno, entendemos que no es procedente referirse en esta ley a la
delegación de competencias de cargos inferiores a los secretarios de
Estado.




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El señor PRESIDENTE: Esta Presidencia querría ser ilustrada por el señor
Silva, puesto que el primer elemento de su enmienda número 27, acerca de
la que el señor Bermúdez de Castro ha manifestado su aceptación, aparecía
como tal, ya aceptado, en el informe de la ponencia. Nos quedaba
pendiente, en cambio, la coletilla del apartado 3 c), la frase final, que
hemos entendido que el señor Silva postulaba que reapareciese. En
consecuencia, la aceptación del señor Bermúdez de Castro sería sólo
parcial y quedaría viva en parte la pretensión del Grupo Parlamentario
Convergència i Unió, por lo que deberíamos someter a votación, salvo que
el señor enmendante dispusiese otra cosa, esa porción que no ha quedado
satisfecha.




El señor SILVA SANCHEZ: La verdad es que el señor enmendante no está en
condiciones de ilustrar a la Presidencia.

Desde un punto de vista histórico, lo que ha sucedido es que se ha dado
por transaccionado algo que no lo fue. De haber sido admitido si acaso
por otros grupos, se hubiese mantenido como voto particular. Por eso, el
enmendante deja a la mayor sabiduría de la Presidencia, asesorada por el
letrado, interpretar cómo tiene que formularse.

La finalidad del enmendante es, efectivamente, la desaparición de ese
párrafo, que ya no está, y la resurrección de la letra c) del apartado 3
del artículo 20. Como lo entienda la Mesa será admitido por este
enmendante.




El señor PRESIDENTE: Señor Bermúdez de Castro.




El señor BERMUDEZ DE CASTRO FERNANDEZ: Quiero corroborar lo dicho por el
portavoz de Convergència i Unió.

No sería lógico que nosotros suprimiésemos el apartado 3, letra c), con
la excepción prevista en el apartado 2 de ese artículo, porque de no
existir esa coletilla en ningún caso sería delegable ninguna competencia
de las atribuidas a los órganos colegiados del Gobierno y, por tanto, no
serían delegables siquiera las funciones administrativas del Consejo de
Ministros en las comisiones de delegados de gobierno.




El señor PRESIDENTE: Esta Presidencia, oídos sus compañeros de Mesa,
entiende que defiende mejor los derechos del señor enmendante poniendo a
votación, en los términos en que todavía puedan quedar supervivientes, su
enmienda número 27.

En consecuencia, vamos a someter a votación, en primer término, la
enmienda número 11, del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa
per Catalunya.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, dos; en
contra, 30.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Sometemos a votación la enmienda número 27, del Grupo Parlamentario de
Convergència i Unió, sobre la que hemos tenido el debate interpretativo
acerca de su alcance, puesto que parcialmente está ya aceptada.

Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 21; en
contra, 12.




El señor PRESIDENTE: Queda aceptada.

Votamos las enmiendas 79, 80, 81 y 82, suscritas por el Grupo
Parlamentario Socialista. ¿Hay alguna petición de los señores portavoces
respecto a la eventualidad de su votación separada? (Pausa.) No se
formula y, en consecuencia, procedemos a la votación conjunta de las
citadas enmiendas.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 16; en
contra, 18.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Pasamos a votar los artículos del título III. Señor Suárez Pertierra.




El señor SUAREZ PERTIERRA: Vamos a ver si ahora acierto, señor
Presidente.

Votación separada, por favor, de los artículos 18 y 20 completos.




El señor PRESIDENTE: Sometemos a votación en primer término y
conjuntamente los artículos 17 y 19 del proyecto, conforme al informe de
la ponencia.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 32;
abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Quedan aprobados.

Pasamos a continuación a la votación conjunta de los artículos 18 y 20,
éste, naturalmente, modificado por la incorporación de la enmienda 27,
votada favorablemente, del Grupo Parlamentario de Convergència i Unió.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 19; en
contra, 13; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Quedan aprobados.

La circunstancia de que el título IV conste sólo de un artículo, el 21, y
que sobre él no haya ninguna enmienda viva, nos anima a tramitar
conjuntamente los títulos IV y V, artículos 21 a 26, ambos inclusive.

Versan sobre ellos las enmiendas12 a 17, de Izquierda Unida, que ya han
sido defendidas; la enmienda 6, a que antes hacía referencia, del Grupo
Parlamentario Vasco (PNV), que también ha sido defendida; las enmiendas
49 a 53, del Grupo Parlamentario de Coalición Canaria, y si en el curso
del debate se incorpora el señor Mardones, le daremos la palabra para su
defensa; y las enmiendas 83 a 86, del Grupo Parlamentario Socialista.

Para la defensa de estas enmiendas 83 a 86, por el Grupo Parlamentario
Socialista, tiene la palabra el señor Suárez Pertierra.




El señor SUAREZ PERTIERRA: Son las últimas enmiendas, en efecto, al
título V. Nos quedaría todavía la exposición de motivos, pero en
cualquier caso son las últimas



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enmiendas del Grupo Parlamentario Socialista al texto de este proyecto de
ley.




El señor PRESIDENTE: Si me permite, señor Suárez Pertierra, le resta una
a la adicional, la 87.




El señor SUAREZ PERTIERRA: Ciertamente. Luego anunciaría, señor
Presidente, que la retiramos, pero, en cualquier caso, lo diré luego.

Algunas de estas enmiendas, señor Presidente, han sido aludidas en mi
primera intervención en términos genéricos. Se mantienen; son las que se
refieren, por ejemplo, como la enmienda 83, a determinados artículos.

Ahora quisiera citar solamente las enmiendas 85 y 86. La número 85 la
creemos justificada por la vigencia del principio de publicidad
constitucional, sobre todo en lo que se refiere a aquellas disposiciones
que afecten a terceros, que es un concepto introducido en ese texto de
nuestra enmienda. Y en la enmienda 86, al artículo 26, abordamos un
aspecto que es ciertamente importante en este proyecto de ley. Dicho
artículo, a nuestro parecer, no contiene las debidas matizaciones. Es un
artículo sin los suficientes matices desde el momento en que establece la
posibilidad de impugnación ante la jurisdicción
contencioso-administrativa de todo tipo de actos emitidos por el
Gobierno, ya se trate de actos puramente administrativos, ya se trate de
actos propiamente de Gobierno. La ausencia de matices, en nuestro
criterio, produce una doble confusión. En primer lugar, en lo que se
refiere a la necesidad de distinguir estos dos tipos de actos, que
dependen del ejercicio de dos potestades diversas, por parte del
Gobierno, y que así entendemos que están reconocidas en la Constitución;
en segundo lugar, y sobre todo, una confusión entre el ejercicio de sus
competencias por parte del conjunto de los poderes del Estado. El
Gobierno debe ser responsable de sus actos. Cuando son actos
administrativos y cuando ejerce, por consiguiente, potestades
administrativas, que, ya se ha dicho, el Gobierno también ejerce, son
actos que deben estar plenamente sometidos a la jurisdicción contenciosa.

Aun cuando se trate de actos propios de la potestad directiva del
Gobierno han de estar sometidos al control de la jurisdicción en sus
aspectos reglados, en lo que tienen justamente de administrativo. Pero
nos parece que los actos propiamente de Gobierno, que no son actos de
potestad reglamentaria o los actos que exigen un control de la legalidad
de la actuación administrativa, obedecen a otro tipo de criterios, a
criterios que son eminentemente políticos, a criterios de oportunidad,
que el Gobierno debe, legítimamente, valorar, y creemos que valorar en
exclusiva, sin perjuicio de las funciones que en nuestra enmienda por
supuesto se asignan, de control político sustancial al Parlamento, a uno
de los poderes, pero no a los tribunales de la jurisdicción. Entendemos
que el Parlamento no debe compartir esta función con otro poder del
Estado, que debe ejercer en exclusiva ese control políticos de los actos
de la potestad directiva del Gobierno, de los actos llamados de gobierno,
porque, si no, correríamos el riesgo de que quedara sin contenido esta
función de control político por parte del Gobierno. Creemos que los
tribunales de la jurisdicción contenciosa se encontrarían con problemas a
la hora de determinar la legalidad de este tipo de acto, de la misma
manera que entendemos también que el Gobierno no puede hacer dejación de
sus propias responsabilidades. De ahí que hayamos incluido en el texto de
nuestra enmienda, con la declaración de sujeción de toda la actuación del
Gobierno a la Constitución, de todos los actos y omisiones del Gobierno
al control político de las Cortes Generales en la forma que determinen
los reglamentos de las Cámaras, al control de los actos de gobierno por
parte del Tribunal Constitucional en los términos que determina la Ley
orgánica reguladora de dicho Tribunal, pero nos parece que los actos de
gobierno y de los órganos de colaboración sometidos al Derecho
administrativo, sólo éstos, y en los términos en que se introducen en ese
punto 4 del artículo 26, son los que deben quedar sometidos a la
jurisdicción contencioso-administrativa.




El señor PRESIDENTE: Para la defensa de sus enmiendas números 49, 50, 52
y 53, tiene la palabra el señor Mardones, en nombre del Grupo
Parlamentario de Coalición Canaria.




El señor MARDONES SEVILLA: La enmienda número 49 la vamos a mantener,
salvo enmienda transaccional por parte del Grupo Parlamentario Popular.

Nosotros proponemos: «Los reglamentos no podrán regular materias objeto
de reserva de ley, ni infringir normas con dicho rango. No podrán
tipificar delitos, faltas o infracciones administrativas, establecer
penas o sanciones, tributos, cánones ni cualesquiera cargas o
prestaciones patrimoniales de carácter público.» Hemos visto que la
enmienda número 32, del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió)
estaba dentro de este mismo orden de ideas.

La enmienda número 50, relativa a las cuestiones del trámite de audiencia
a los ciudadanos, propone una modificación que nosotros entendemos que da
más seguridad jurídica y que es una mejora técnica en el entendimiento
del precepto legislativo.

En cuanto a la enmienda número 51, me pareció entender, señor Presidente,
que fue recogida en el texto de la ponencia.




El señor PRESIDENTE: No la he enunciado, señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: En ese caso, no se someterá a votación.

En la enmienda número 52 proponemos la supresión del apartado 3 del
artículo 24, porque su redacción nos parece muy discrecional. No nos
parece muy aceptable atribuir estas facultades, sobre todo normas
reglamentarias que pudieran afectar al orden constitucional de
distribución de competencias, en su caso, de comunidades autónomas.

Nosotros entendemos que son funciones más propias del Consejo de Estado.

Finalmente, señor Presidente, la enmienda número 53, al artículo 26.3, es
una pura precisión terminológica. En el informe de la ponencia se dice:
«Los actos del Gobierno y



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de los órganos y autoridades regulados en la presente Ley...» Proponemos
modificar «de los» por «sus», porque estamos hablando de los actos del
Gobierno y de sus órganos y autoridades regulados.




El señor PRESIDENTE: Para defender el informe de la ponencia, por el
Grupo Parlamentario Popular, doña Mercedes Fernández tiene la palabra.




La señora FERNANDEZ GONZALEZ: En primer término y toda vez que no se han
mantenido enmiendas vivas al artículo 21, que constituye en su integridad
el título IV del proyecto de ley del Gobierno, en nombre del Grupo
Parlamentario Popular quisiera hacer alguna breve referencia a lo que a
nuestro juicio constituye una de las importantes novedades que se
contienen en este proyecto de ley. Así, en el artículo 21 se desarrolla
un precepto constitucional, concretamente el artículo 101 de la
Constitución española de 1978, y nos parece que con la redacción que se
contiene en el artículo 21 se completa y se establecen una serie de
requisitos y limitaciones, en el entendimiento de tener un tratamiento
coherente de lo que es la fiducia quebrada entre las Cortes Generales y
un Gobierno en funciones y la no pervivencia de determinados órganos de
control que permitan establecer un equilibrio inestable. Respecto a la
regulación del Gobierno en funciones, con las limitaciones que se
establecen en el propio artículo 21 (y hemos de decir que recogemos con
satisfacción una cierta unanimidad doctrinal acerca de qué limitaciones
un Gobierno en funciones no debe nunca invadir y, por tanto, debe
circunscribirse, dentro de la lealtad constitucional obligada, a la
tramitación de la gestión ordinaria de las cuestiones que competen a los
ciudadanos), queremos subrayar la novedad que incorpora este artículo 21
y, concretamente, el título IV de este proyecto de ley. Habían sido
presentadas cuatro enmiendas y, en el trámite de ponencia, todas ellas
fueron incorporadas: la del Grupo Parlamentario Popular, la del Grupo
Parlamentario de Coalición Canaria y dos del Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió) al apartado 5.

Al título V, que incluye los artículos 22, 23, 24, 25 y 26, existen
algunas enmiendas vivas, a las que han aludido los diversos portavoces
parlamentarios que han procedido a su defensa. Yo comenzaré haciendo
referencia a la única enmienda que permanece viva del Grupo Parlamentario
Vasco (EAJ-PNV) y a las que no han sido retiradas, como la número 5 y la
número 7. La enmienda número 6, que es la que se mantiene como enmienda
viva y que plantea una modificación del artículo 23, pretendiendo añadir
un apartado 4, no se acepta desde el Grupo Parlamentario Popular porque
encontramos que dicho principio de inderogabilidad singular de los
reglamentos está ya debidamente tratado en el artículo 52, párrafo
segundo, de la Ley de régimen jurídico de las administraciones públicas y
del procedimiento administrativo común. Entendemos que se trata de una
regulación suficiente y que la sede normativa es más adecuada.

Ese es el criterio por el cual el Grupo Parlamentario Popular rechaza la
enmienda número 6 defendida por el Partido Nacionalista Vasco.

El Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya
mantiene vivas seis enmiendas al título V de este proyecto de ley, a las
que me referiré seguidamente, tratando de justificar la negativa del
Grupo Parlamentario Popular a su aceptación.

La enmienda número 12 es una enmienda de modificación que hemos de decir
que podría entenderse aceptada in fine, toda vez que ha sido aceptada la
enmienda número 30, que recoge específicamente la mención al Senado. Por
tanto, aunque en la votació será rechazada, el texto y el espíritu, como
se puso de manifiesto en la ponencia, aparecen recogidos e inspirando el
contenido y el articulado del proyecto de ley al que estamos haciendo
referencia.

La enmienda número 13, que presenta Izquierda Unida y que defiende en
este trámite parlamentario, es una enmienda de modificación al artículo
24, apartado 1, letra c), en su primer párrafo. Esta enmienda no la
aceptamos desde el Grupo Parlamentario Popular, precisamente porque
entendemos que la naturaleza de determinadas normas, como por ejemplo las
disposiciones organizativas, es la razón que justifica la dispensa del
trámite de audiencia en aras a conseguir una mayor y más pronta eficacia
en la gestión.

La enmienda número 14 del propio Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya pretende suprimir el artículo 24, apartado
1, letra c), en su último párrafo. Se trata, como decía, de una enmienda
de supresión, y entendemos que no es ajustada la incorporación de la
misma, por lo que planteamos su rechazo, ya que abreviar el trámite de
audiencia tiene su justificación cuando por razones en todo caso
debidamente motivadas así se requiere. En este sentido, la omisión de
dicho trámite, toda vez que se pretende suprimir, tiene justificación en
la salvaguarda del interés general y siempre en virtud de razón motivada
y de razón explícita. El proyecto de ley del Gobierno introduce en este
punto, a nuestro juicio, cautelas suficientes para evitar
discrecionalidades indebidas e injustificadas.

La enmienda número 15 del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida al
artículo 24, apartado 1, es una enmienda de adición, y planteamos también
su rechazo. En relación con la consulta a las comunidades autónomas se
reitera la justificación que en enmiendas anteriores ya esgrimió este
grupo parlamentario.

Por lo que se refiere a las enmiendas números 16 y 17, del Grupo
Parlamentario de Izquierda Unida, planteamos la no aceptación. En cuanto
a la 16, el informe de administraciones públicas entendemos que es la
garantía de que la norma reglamentaria, en la medida en que pudiese
afectar o transgredir el orden constitucional de distribución de
competencias entre el Estado y las comunidades autónomas, se ajusta,
tanto en su elaboración como en su contenido, al propio ordenamiento
jurídico. Finalmente, en cuanto a la 17, que plantea también una
modificación, entendemos que no debe ser aceptada, toda vez que el diseño
que establece el proyecto de ley respecto al control de los actos del
Gobierno, a los que me referiré posteriormente en relación a una enmienda
que plantea el Grupo Parlamentario Socialista, aparece mejor tratado,
desde el punto de



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vista doctrinal, de detalle y de matiz, en el proyecto de ley que
presenta el Gobierno y que apoya el Grupo Parlamentario Popular.

Respecto a las enmiendas presentadas y defendidas por el señor Suárez
Pertierra, en nombre del Grupo Parlamentario Socialista, se ha centrado
específicamente, creo recordar, en las enmiendas números 85 y 86. Las
enmiendas 83 y 84, en base a las razones que esgrimíamos en los propios
trabajos de la ponencia, las rechazaríamos, porque no entendemos que
aporten ninguna mejora técnica ni ninguna garantía argumental adicional,
tal como se pretende exponer en la justificación de la 83. Tampoco la 84,
a nuestro juicio, introduce ninguna mejora técnica.

La enmienda número 85, del Grupo Parlamentario Socialista, no la
aceptamos porque entendemos que, siendo bueno y novedoso este proyecto de
ley, tampoco queremos incurrir en un reglamentismo excesivo, y por tanto
entendemos que las resoluciones administrativas se han de notificar
directamente a los interesados o en su defecto han de ser publicadas
conforme se establece en la Ley 30/1992. Por tanto, entendemos que el
afán, el espíritu y la filosofía que persigue la enmienda número 85 del
Grupo Parlamentario Socialista no son correctos y desde luego no se
acomodan al denominador común que presenta el proyecto del Gobierno y que
apoya el Grupo Parlamentario Popular.

La enmienda 86, sin duda alguna, es quizá la enmienda más importante.

Estamos hablando, señorías, de algo novedoso , de algo importante desde
el punto de vista doctrinal y también importantísimo desde el punto de
vista jurisprudencial. No hay más que hacer un estudio pormenorizado de
la jurisprudencia del Tribunal Supremo en la materia. Estamos hablando,
señorías, de los controles que se han de establecer al Gobierno, estamos
hablando de lo que supone y de lo que ha de entenderse por los actos
políticos. Entendemos que la redacción que se propone en el proyecto de
ley es más adecuada que la redacción alternativa que plantea el Grupo
Parlamentario Socialista. El proyecto de ley establece, como no pude ser
de otra forma, una serie de controles a los que me referiré de forma muy
somera y rapidísima, pero creo que la importancia del precepto justifica
una intervención más particularizada dentro de este proyecto de ley. El
Gobierno, señorías, como no podía ser de otra forma, está sujeto a la
Constitución y al resto del ordenamiento jurídico en toda su acción, y en
particular en toda su actuación. Este es el texto que mantiene el párrafo
primero del proyecto de ley del Gobierno. Hay una pequeña discrepancia de
matiz, acción o actuación, respecto a la enmienda que introduce el Grupo
Parlamentario Socialista. Nosotros creemos que el término «en toda su
acción» es una forma muchísimo más genérica, compendiada y perfectamente
precisa, desde el punto de vista político y jurídico, que lo que queremos
con este proyecto de ley.

En el párrafo segundo, donde podíamos tener una aproximación, y así lo
hemos puesto de manifiesto en los trabajos realizados en la ponencia, la
enmienda del Grupo Socialista establece: «Todos los actos y las omisiones
del Gobierno estarán sometidos, sin exclusión, al control político de las
Cortes Generales en la forma determinada por los reglamentos de las
Cámaras de éstas.» Nosotros planteábamos unas pequeñas modificaciones
para poder aceptar este segundo párrafo de la enmienda socialista,
excepcionando la expresión «sin exclusión» y también, por una mejora
gramatical, quitando del texto del proyecto, donde se dice «de las
Cámaras de éstas», la última expresión, «de éstas». Entendemos que en
estos términos sería muy aproximado el texto del Gobierno, que apoya el
Grupo Parlamentario Popular, y este párrafo segundo que plantea en su
enmienda de modificación el Grupo Parlamentario Socialista.

«Los actos de Gobierno» --dice el Grupo Parlamentario Socialista en el
párrafo 3-- son impugnables ante el Tribunal Constitucional en los
supuestos y en los términos de la Ley orgánica reguladora de dicho
Tribunal». Nosotros planteábamos en el párrafo cuarto que «la actuación
del Gobierno es impugnable ante el Tribunal Constitucional en los
términos de la Ley orgánica reguladora del mismo». En definitiva, creemos
que es una mejor redacción, y desde luego una garantía por igual, porque
no cabe ninguna duda de que existe esa posibilidad, por regulación de la
propia Ley orgánica del Tribunal Constitucional y por remisión del propio
texto constitucional a la misma, al control constitucional al que, como
no puede ser de otra forma, se someten los actos del Gobierno, que por
tanto pueden ser impugnables. Pero donde viene la dificultad de conciliar
las posturas, y yo diría la divergencia política en la interpretación, es
en el párrafo cuarto de la enmienda de sustitución que plantea el Grupo
Parlamentario Socialista con respecto a la redacción material que
establece el proyecto de ley del Gobierno, que dice: «Todos los actos y
omisiones del Gobierno están sometidos al control político de las Cortes
Generales.

«3.Los actos del Gobierno y de los órganos y autoridades regulados en la
presente Ley son impugnables ante la jurisdicción
contencioso-administrativa, de conformidad con lo dispuesto en su ley
reguladora.»
Sin duda alguna, señorías, estamos hoy hablando del proyecto de ley del
Gobierno, pero creo que es obligado hacer una mención, en la tramitación
parlamentaria de este proyecto de ley, a otra tramitación y otra
discusión parlamentaria importantísima que se producirá, esperamos, en
breve plazo de tiempo. Me estoy refiriendo al proyecto de ley reguladora
de la jurisdicción contencioso-administrativa. La ley vigente, del año
1956, en su artículo 2 establecía una serie de exclusiones, y por tanto
daba carta de naturaleza a lo que la doctrina dio en determinar los actos
políticos. Con este elenco, con esta lista, con esta enumeración
exhaustiva y cerrada de determinados actos excluidos, por entenderse que
eran actos políticos, se produjo una divergente y errática, en ocasiones,
jurisprudencia del Tribunal Supremo. Finalmente, en una sentencia
importantísima que SS. SS. sin duda alguna conocen y constatan su
relación con este debate --me estoy refiriendo a la del año 1993 en
relación al nombramiento del fiscal General del Estado--, se produjo una
remodelación de la doctrina del Tribunal Supremo, donde se establecían
una serie de criterios novedosos y donde se reconducía lo que hasta la
fecha era doctrinalmente configurado como los actos políticos.




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Es decir, aquellos móviles políticos que traerían causa de la doctrina
francesa, que fue heredada por la española y trasladada a nuestra
legislación, y seguida e interpretada por nuestros tribunales, al hilo
del texto constitucional; estamos hablando de la Ley Jurisdiccional de
1956, un texto preconstitucional, y entendemos que es importante colmar
esa laguna. Y una de las novedades y de las evidencias que establece esta
ley del Gobierno es fijar que existen controles en nuestro texto
constitucional, no solamente enlazando el artículo 97 de dirección
política del Gobierno, sino refiriéndonos a los artículos 103.1 y al 24
de tutela judicial efectiva, y a otros textos constitucionales que
compendian la garantía que deben tener todos los ciudadanos y el
sometimiento a control jurisdiccional de los actos que puedan tener
contenidos formales y, por tanto, susceptibles de control. Toda vez que
dentro de un orden constitucional y democrático el fondo es muy
importante pero la forma y la adecuación de procederse a la adopción de
determinados criterios y actuaciones también lo es, entendemos que es
importantísima esta divergencia que se establece. Yo, sintéticamente, la
simbolizaría en la expresión de la enmienda socialista que dice: los
actos de Gobierno y de los órganos de colaboración sometidos al derecho
administrativo son impugnables ante la jurisdicción de lo
contencioso-administrativo.

Nosotros creemos que planteamos una innovación. Algunos autores
importantes, como el profesor Enterría o el profesor Tomás Fernández,
plantean que al día de hoy y con los preceptos constitucionales no
procede doctrinalmente hablar ya del acto político y que todo es
susceptible de control jurisdiccional. Creemos que dentro de este diseño
la ley de Gobierno, posteriormente la ley reguladora de la jurisdicción
contencioso-administrativa, ayudará, sin duda alguna, a establecer
claridad, a establecer sometimiento a los controles, desde luego a los
políticos, a los parlamentarios, a los jurisdiccionales y a los del
Tribunal Constitucional. Mediante este proyecto de ley y de su
articulado, pretendemos que no existan esferas vacías o huérfanas de
controles que puedan llevar a la arbitrariedad innecesaria o a la falta
de tutela judicial efectiva que en muchos casos se puede invocar.

Finalmente, voy a hacer una referencia somerísima a las enmiendas que se
mantienen vivas por parte del Grupo de Coalición Canaria, que son las
números 49, 50, 52 y 53. Hemos hecho referencia en los trabajos de la
ponencia a las razones que nos llevaban desde el Grupo Parlamentario
Popular al rechazo de estas enmiendas. La enmienda 50, que es de
modificación, no la admitimos. Hemos dado ya argumentaciones
complementarias en otras enmiendas similares.

En la enmienda 52 entendemos que esta supresión del artículo 24.3
perjudicaría y perturbaría lo que es el esquema argumental de todo el
proyecto de ley y, por tanto, planteamos su rechazo.

La enmienda 53 tampoco la aceptamos, ya que hay órganos, como es el caso
de los secretarios de Estado, que no son del Gobierno, sino de
colaboración del Gobierno pero que no forman parte del mismo. En este
sentido es preciso también tener en cuenta el tratamiento que de los
secretarios de Estado se establece en al Ley 6/1997, de 14 de abril, de
organización y funcionamiento.

Con esto creo que he contestado de forma quizá muy apresurada, pero
tratando de hacer pormenorizadamente un razonamiento de las causas que
llevan al Grupo Parlamentario Popular a rechazar las enmiendas que se han
mantenido vivas en este trámite parlamentario.




El señor PRESIDENTE: Señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor Presidente, anuncio que retiramos las
enmiendas números 49 y 50 (la 51 estaba aceptada). Y mantenemos en sus
propios términos para votación, aunque las rechace el Grupo Popular, las
enmiendas 52 y 53, porque además los argumentos que se han dado para
rechazar la enmienda 53 ni se nos alcanzan, por muy breve y telegráfico
que haya sido el mensaje de la portavoz del Grupo Parlamentario Popular,
porque estamos hablando de los actos del Gobierno y de los órganos --dice
aquí--, y nosotros decimos: y sus órganos y autoridades regulados en la
presente ley. No excluye el alegato que se ha hecho sobre las secretarías
de Estado. Por tanto, entendemos, señor Presidente, que debemos
mantenerla.

Resumo diciendo que quedan vivas para votación las enmiendas 52 y 53.




El señor PRESIDENTE: Señor Suárez Pertierra.




El señor SUAREZ PERTIERRA: Señor Presidente, si me permite consumiré un
brevísimo turno en relación justamente con el artículo 26 al que se ha
referido la señora Fernández.

Es ciertamente un precepto importante, pero yo no quisiera que quedase
flotando la idea de que se pretende algún tipo de ausencia de control.

Todo lo contrario. De lo que se trata es de aplicar a todos los actos
emitidos por el Gobierno, sean actos administrativos o no, el control más
adecuado a cada uno de ellos. De ahí la insistencia justamente en uno de
los párrafos de nuestra enmienda de que todos los actos del Gobierno, sin
exclusión, estén sometidos al control político del Parlamento, sin
perjuicio de aquellos de entre los actos administrativos del Gobierno que
puedan estar sometidos al control de los tribunales.

Lo que pretendemos con nuestra enmienda es organizar el sistema de
controles de tal manera que se evite la confusión entre los poderes del
Estado, que nos parece un tema de mucha entidad, con respecto de su
tratamiento en esta ley. La doctrina con respecto a esta cuestión no es
conforme, sin perjuicio de que haya autores de nota que adoptan una u
otra postura. Incluso los autores que adoptan una postura más cercana al
texto del proyecto de ley, más alejada por consiguiente de nuestra
enmienda, siempre admiten la posibilidad de que haya alguna excepción que
se pueda atribuir a los actos del Gobierno en el ejercicio de su función
directiva. Tampoco lo es la jurisprudencia. Hace poco tiempo hemos sido
testigos de los esfuerzos de alguna sala del Tribunal Supremo para
intentar aplicar una serie de criterios y someter, por consiguiente,
actos de Gobierno



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al control jurisdiccional. En definitiva, de lo que, en mi opinión, se
trata es de situar los actos del Gobierno, todos ellos, sin exclusión,
controlables por los otros poderes del Estado, en los términos más
adecuados, tanto en el ámbito del Legislativo, que pretendemos por
supuesto incluso potenciar, cuanto en el ámbito del Poder Judicial.

Por lo demás al manejar el proyecto de ley de muy reciente entrada en
este Congreso de los Diputados, que regula la jurisdicción
contencioso-administrativa y al hablar del ámbito de aplicación del
mismo, en su primer artículo que es el que se refiere siempre a estas
cuestiones, sujeta la posibilidad de actuación de los juzgados y
tribunales de la jurisdicción contencioso-administrativa a aquellas
actuaciones de las administraciones públicas --cito literalmente--
sujetas al derecho administrativo.

Esta es la idea que nosotros queremos trasladar con nuestra enmienda al
artículo 26.




El señor PRESIDENTE: Entre los grupos no enmendantes me tiene solicitada
la palabra el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), y el
señor Silva en su nombre.




El señor SILVA SANCHEZ: Señor Presidente, también con mucha brevedad,
pero no querríamos que nuestro silencio fuese interpretado como
consentimiento al planteamiento que ha efectuado aquí la portavoz del
Grupo Parlamentario Popular.

Mi grupo entiende que hay actos del Gobierno y de los órganos de Gobierno
que no están sometidos a la jurisdicción contencioso-administrativa, bien
sea porque sean actos de relación con otros poderes del Estado. No nos
imaginamos a un ciudadano interponiendo recurso
contencioso-administrativo contra un previsible decreto del señor Aznar
disolviendo esta Cámara, de la misma manera que no concebimos tampoco
recursos contencioso-administrativos --y no es ejemplo propio pero es
perfectamente aceptable-- contra un acuerdo de envío de unas tropas a
cualquier punto del orbe.

Por tanto, pura y simplemente, en lo que podría entenderse como fijación
de posición, intervengo para manifestar que el silencio no es
asentimiento ante ese planteamiento, y que desde luego si este artículo
no ha sido enmendado es porque contiene una remisión a la ley reguladora
de la jurisdicción contencioso-administrativa, que en estos momentos
entiende que hay actos políticos del Gobierno. Desde luego, en la medida
de nuestras fuerzas parlamentarias, nos ocuparemos de que siga diciendo
algo parecido en la próxima ley.




El señor PRESIDENTE: Señora Fernández, en su fijación de posición
respecto a la enmienda 86 del Grupo Parlamentario Socialista, si bien no
ciertamente respecto al aspecto nuclear del epígrafe 26.4, ha creído
entender esta presidencia que ofrecía una modificación de la redacción
aproximativa a los términos de la enmienda del Grupo Socialista. ¿Estaría
en condiciones de hacerla llegar a esta Mesa? Si bien entiende
sobradamente esta Presidencia que esa mejora no significa satisfacción de
la pretensión política y jurídica expuesta por el señor Suárez Pertierra
en la defensa de su enmienda y, en todo caso, sería votada. Pero si
mejoramos técnicamente la redacción del 26.2, en virtud de la admisión de
la propuesta del señor Suárez Pertierra, eso que llevaríamos ganado.

¿Está en condiciones el Grupo Parlamentario Popular, por favor, de hacer
llegar a la Mesa esa redacción modificada?



La señora FERNANDEZ GONZALEZ: Sí, señor Presidente. La duda que se nos
estaba planteando es que --y el señor Suárez Pertierra seguramente nos
podrá ayudar a despejar el interrogante-- como quiera que este debate y
esta oferta por nuestra parte se había producido ya en los trabajos de
ponencia, al final no sabemos muy bien si fue aceptado por el Grupo
Socialista y, por tanto, incorporado, o si procedería ahora hacer alguna
manifestación en el sentido de voto respecto al grupo parlamentario que
plantea la enmienda 86 en su conjunto.




El señor SUAREZ PERTIERRA: Señor Presidente, yo creo que en el trámite de
ponencia no se aceptó ese planteamiento por parte de nuestro grupo
parlamentario.




El señor PRESIDENTE: En tal caso, someteremos a votación la enmienda en
su conjunto sin mayores complejidades.

Vamos a proceder a las votaciones de las enmiendas concernientes a los
títulos IV y V. En primer término, enmienda número 6 del Grupo
Parlamentario Vasco.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, dos; en
contra, 34.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Enmiendas, salvo petición de algún portavoz de votación separada, números
12, 13, 14, 15, 16 y 17, suscritas por el Grupo Parlamentario de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, tres;
en contra, 33.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmiendas números 52 y 53 de Coalición Canaria.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, cuatro;
en contra, 32.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Por último, enmiendas números 83, 84, 85 y 86 del Grupo Parlamentario
Socialista. (El señor Alcaraz Ramos pide la palabra.) ¿Señor Alcaraz?



El señor ALCARAZ RAMOS: Señor Presidente, pido votación separada de la
enmienda 86.




El señor PRESIDENTE: En consecuencia, enmiendas números 83, 84 y 85 del
Grupo Parlamentario Socialista.




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Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 17; en
contra, 18; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmienda 86 del Grupo Parlamentario Socialista.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 14; en
contra, 21; abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Vamos a proceder a votar el articulado del proyecto conforme al informe
de la ponencia. En primer lugar, correspondiente al título IV, el
artículo 21, sobre el que no había versado ninguna enmienda viva.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.

Solicito de los señores portavoces las peticiones de votación separada
con respecto a los artículos 22, 23, 24, 25 y 26. (El señor Suárez
Pertierra pide la palabra.) El señor Suárez Pertierra tiene la palabra.




El señor SUAREZ PERTIERRA: Votación separada del artículo 22.2, 24.2, 25
y 26.




El señor PRESIDENTE: ¿No hay ninguna otra petición de votación separada?



El señor MARDONES SEVILLA: Votación separada de los artículos 24.3 y
26.3.




El señor PRESIDENTE: Del artículo 26 se ha producido la petición global
de votación separada por parte del Grupo Parlamentario Socialista.

¿Quiere a su vez desagregar el sentido del voto?



El señor MARDONES SEVILLA: Mi enmienda estaba dirigida solamente al punto
3 del artículo 26, el resto lo vamos a apoyar.




El señor PRESIDENTE: De acuerdo, señor Mardones.

En consecuencia, sometemos en primer lugar a votación los artículos 23 y
24.1.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 35;
abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Quedan aprobados.

A continuación, sometemos a votación los artículos 22, 24.2, 25 y 26.1, 2
y 4.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 22; en
contra, 14; abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Quedan aprobados.

Por último, sometemos a votación los epígrafes 24.3 y 26.3.

Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 21; en
contra, 15; abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Quedan aprobados.

A la disposición adicional ha sido presentada la enmienda número 87, del
Grupo Parlamentario Socialista.




El señor SUAREZ PERTIERRA: Se retira, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Sobre la disposición derogatoria no versan
enmiendas. En consecuencia, sometemos a votación, en primer término, la
disposición adicional.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobada por unanimidad.

Votamos la disposición derogatoria.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobada por unanimidad.

A la exposición de motivos permanece la enmienda número 36, del Grupo
Parlamentario de Coalición Canaria.




El señor MARDONES SEVILLA: Está retirada, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Sometemos a votación en su conjunto, la exposición
de motivos.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobada por unanimidad.

En consecuencia, queda dictaminado el proyecto de ley del Gobierno.




--COMPARECENCIA DEL SEÑOR PRESIDENTE-DIRECTOR DE LA AGENCIA EFE (GOZALO
SAINZ), PARA INFORMAR SOBRE LA SITUACION DE LA AGENCIA. A SOLICITUD DEL
GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA.

(Número de expediente 212/000619.)



El señor PRESIDENTE: La Comisión Constitucional entra en el punto 2.º del
orden del día, relativo a la comparecencia del señor Director General de
la Agencia Efe, solicitada por el Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya.

Señorías, la Comisión Constitucional acoge en su seno al señor
Presidente-Director de la Agencia Efe don Miguel Angel Gozalo, a quien
quiero expresarle las disculpas de la Comisión por la larga espera a que
le hemos sometido



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como consecuencia de la obligada primacía de la tarea legislativa.

Su comparecencia, señor Presidente de la Agencia Efe, fue solicitada en
su día por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. Es cláusula de estilo, aunque no tenga acogimiento
reglamentario estricto, que estas comparecencias, a criterio del propio
compareciente, comiencen directamente por la formulación de preguntas por
parte del señor portavoz que ha solicitado su presencia ante la misma o
bien que esté precedida de una exposición inicial a cargo del señor
compareciente. De suerte que, si ése es su deseo, daríamos la palabra a
don Miguel Angel Gozalo para explayar su informe sobre la situación de la
Agencia que dirige.

El señor Gozalo tiene la palabra.




El señor PRESIDENTE-DIRECTOR DE LA AGENCIA EFE (Gozalo Sainz): Señores
diputados, deseo expresar mi satisfacción por encontrarme ante esta
Comisión Constitucional del Congreso y tener la oportunidad de explicar a
SS. SS., representantes de la soberanía nacional, la situación de la
Agencia Efe, que es uno de los primeros y más eficaces instrumentos de
comunicación de que dispone este país y un vehículo de inmensa capacidad
para la difusión de la lengua, la cultura y la información de España en
todo el mundo. Poder aclarar cómo nos encontramos y recabar los apoyos
precisos para que la Agencia Efe siga desarrollando sus tareas con plenas
garantías --apoyos que tradicionalmente hemos encontrado en esta Casa--
constituirá el eje mi primera declaración en esta comparecencia, seguida
de cuantas puntualizaciones juzguen ustedes necesarias.

No voy a hablar de algo que SS. SS. no conozcan. Efe necesita poca
presentación. Mis predecesores al frente de la Agencia han pasado por
esta misma Comisión en años y legislaturas anteriores y han explicado
pormenorizadamente, como consta en el «Diario de Sesiones», el largo
camino recorrido por esta empresa al servicio de los intereses de España.

La Agencia Efe es el proyecto informativo más ambicioso acometido por
nuestro país --y casi me atrevería a decir por la comunidad hispánica--
en el último medio siglo. De agencia nacional de noticias, fundada al
final de la Guerra Civil, en 1939, sobre los rescoldos dejados por la
agencia Fabra, filial de la francesa Havas, que a su vez se convertiría
en France Presse, ha pasado a ser la primera agencia en el ámbito hispano
hablante y la cuarta agencia mundial. Implantada con medios propios en
más de un centenar de ciudades de todo el mundo, Efe sirve diariamente
2.500 noticias y 230 fotografías a más de 1.300 medios de comunicación en
organizaciones diversas y se mueve ya con experiencia contrastada en el
campo audiovisual. Además de difundir la información en castellano, tiene
servicios de noticias en catalán, en inglés y en árabe. La Agencia Efe es
estatutariamente una sociedad anónima de capital enteramente estatal y
ahora está ante el reto de consolidar su presencia en el mundo como
multimedia y primer supermercado de la información de lengua española.

Un proyecto de esta magnitud, desarrollado en un sector de creciente
competencia, está soportado, sin embargo, por una estructura empresarial
débil que ocasiona un no deseable déficit de explotación que se acentuará
en los años venideros de no tomarse las oportunas medidas correctoras. De
ahí que en mi comparecencia ante esta Comisión desee transmitir a SS. SS.

una idea esencial: que Efe es una empresa solvente, informativamente
poderosa, con grandes posibilidades de futuro en un mercado muy
competitivo, pero que necesita garantizar sus fuentes y su vinculación
con su accionista principal, el Estado.

La Agencia Efe no nos la hemos acabado de inventar ahora, las agencias de
prensa no son algo que nazcan todos los días. De hecho, en los últimos
tiempos sólo Efe ha conseguido colocarse en el pódium de las agencias
mundiales, donde estaban históricamente las dos grandes norteamericanas,
AP y UPI, la francesa France Presse y la inglesa Reuters, además de la
Agencia Tass, expresión informativa de lo que antes era el mundo
soviético.

Tanto Tass como UPI se han caído del cartel, al menos en lo que era su
concepción anterior, y las otras agencias cercanas a nosotros geográfica
y culturalmente, la italiana Ansa, la portuguesa Lusa, la alemana DPA,
las árabes Map y Mena), no pueden competir con Efe ni en volumen de
información publicada, ni en implantación geográfica. De ahí que estemos
en el pelotón de cabeza y, como ustedes pueden comprobar echando un
vistazo a los medios informativos nacionales o dándose una vuelta por
Iberoamérica, la presencia de Efe es, desde hace varios años, firme,
continua y muy apreciada en el ámbito de nuestra influencia. La Agencia
Efe tiene las dos cosas que necesita una agencia de prensa si quiere
triunfar: capacidad de informar desde el origen de la noticia y
credibilidad.

La pregunta que nos podemos hacer es por qué una agencia de prensa de
España tiene que codearse con las grandes si nosotros somos sólo una
potencia de tipo medio. Pues bien, cuando me la formula algún colega
respondo: si se tiene detrás una comunidad de 400 millones de personas en
más de una veintena de naciones unidas por la lengua y la cultura,
naturalmente que sí. Efe tiene sentido.

Además de vigoroso proyecto nacional y de vehículo cultural informativo
del mundo hispánico, Efe tiene que ser una empresa sometida a las reglas
del mercado, al juego de la oferta y la demanda y a lo que el economista
Schumpeter definió como riesgo y característica del escenario
empresarial: la destrucción creadora. Una empresa, incluso cuando está
movida por intereses superiores y puede presentar como valor esencial de
su cuenta de resultados el servicio a la colectividad, es un ser vivo que
ha de renovarse y someterse a la dura disciplina de la eficacia. Es
sabido que no hay que dividir las empresas en públicas y privadas, sino
en eficientes y no eficientes. La Agencia Efe tiene que ser --y lo es sin
duda, en la mayor parte de sus aspectos-- una empresa eficiente, con
independencia de quien posea sus acciones o de quien tenga la
responsabilidad de gestionarla.

Me ha tocado a mí, tras la alternancia política producida en España hace
algo más de un año, dirigir esta empresa de tan brillante historial en la
vida española. Ya digo que Efe



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no ha nacido ayer. Ha crecido con los españoles de la posguerra, ha
trabajado y salido al mundo con ellos, con todos nosotros, ha vivido la
transición --como se puede apreciar, por cierto, en esa exposición sobre
el 15-J que se presenta en este mismo Palacio y que es una de las
actividades institucionales de la Agencia-- y ahora vive, como España, el
estimulante reto del futuro: un futuro democrático, plural, estable y
esperanzador.

Para un profesional de la comunicación como yo, que no ha hecho otra cosa
en su vida que dedicarse al periodismo en todas sus variantes posibles,
presidir la Agencia Efe constituye un altísimo honor, pero también un
desafío. Por ello, una de las primeras medidas que tomé fue rodearme de
un eficaz equipo de gestores (el cargo de gerente llevaba sin cubrirse
algunos años) que corrigiese el déficit de gestión que era perceptible
con sólo mirar el balance y la cuenta de resultados, al tiempo que, una
vez diagnosticado el estado real de una empresa con 1.200 trabajadores en
su plantilla, prestaba especial atención al producto esencial de la casa,
las noticias, con el nombramiento de un nuevo director de información. De
hecho, esos dos han sido los únicos nombramientos de personal ajeno a la
plantilla y con ellos, más algunos retoques lógicos en una casa de estas
características, con colaboradores y empleados repartidos por todo el
mundo, ha sido posible, a lo largo de este año, auditar la situación real
de la empresa, repensar los proyectos ya en marcha, que era preciso
dimensionar adecuadamente y trazar las líneas maestras de actuación ante
el futuro.

Dicho brevemente, la información en Efe marcha. E la nave va, que dicen
los italianos. No tengo la menor duda sobre la capacidad y la solvencia
periodística de la Agencia, pues tenemos una presencia constante en la
prensa iberoamericana y atendemos fielmente a los periódicos españoles.

Al hilo de esta afirmación quiero dar hoy a conocer aquí, puesto que es
un marco muy adecuado, una información que nos ha llegado hoy que da la
medida de la importancia de la Agencia Efe. Un estudio del Centro
Universitario de Ciencias de la Información del CEU San Pablo, de
Valencia, con un equipo de trabajo en el que han participado 57
estudiantes dirigidos por los profesores Angel Castaños Martínez y Elvira
de Torres, que analiza 22 diarios de los 128 existentes en España
correspondientes a los días 11, 12 y 13 de febrero de 1997, prueba que la
importancia de la Agencia en la prensa española es esencial, pues los
periódicos analizados publicaron en esas fechas 1.338 noticias
procedentes de Efe.

De la totalidad del material informativo --son datos que quiero adelantar
y que serán noticia de la Agencia mañana--, que publicaron los diarios
analizados, procede de Efe un 69,5 por ciento de la sección de
internacional, un 62,5 por ciento en la sección de nacional y un 35,4 por
ciento en la sección de deportes. De las noticias procedentes de Efe, el
73 por ciento se atribuyen expresamente a la Agencia, mientras que otras
noticias también procedentes de Efe o no se firman o se camuflan bajo la
denominación genérica de agencias.

Efe compite muy ventajosamente con nueve agencias seguida por Colpisa, en
nacional y deportes, y por France Presse en internacional, con arreglo al
siguiente cuadro: Colpisa, 3,2 por ciento en internacional, 21,7 por
ciento en nacional, 15,6 por ciento en deportes; Efe, 75,8 por ciento en
internacional, 67 por ciento en nacional y 81 por ciento en deportes;
Europa Press, un 4,2 por ciento en internacional y un 7,7 por ciento en
nacional; Mencheta, sólo en deportes; OTR, un 1,7 por ciento sólo en
nacional; Servimedia, un 1,3 por ciento en nacional; Reuters, un 1,6 en
internacional; Associated Press, 0,5 por ciento en internacional y France
Presse, 14,7 por ciento en internacional. No quiero abrumarles, pero la
dependencia de los medios analizados en relación a Efe se aproxima al 70
por ciento en la sección internacional, al 65 por ciento en nacional, y
al 36 en deportes. Efe se configura así como la principal fuente de
noticias de los diarios, seguida de fuentes propias de estos diarios y de
otras agencias de información.

Para venir a esta comparecencia he repasado, además, los casos de
conflicto legal de la Agencia en toda su historia, y son mínimos.

Nuestras informaciones no son casi nunca objeto de protesta o de
rectificación. Puede haber errores, cómo no, en nuestros despachos, pero
no inclinaciones partidistas o mala fe.

Lo que es información es intendencia. De eso vengo a hablar aquí, con
permiso de sus señorías. Mi primera obligación hoy es proclamar la
necesidad de garantizar, para el futuro, el apoyo del Estado. Para ello
hemos diseñado un completo plan que en seguida les detallaré. Ninguna
agencia de estas características y ambiciones es posible en el mundo
actual sin un contrato de prestación de servicios que asegure, al menos,
el 50 por ciento de sus ingresos. En el caso de Efe, el actual contrato
con el Estado cubre sólo el 38 por ciento y de ahí derivan algunos de
nuestros actuales problemas.

El porcentaje que históricamente y hasta 1988 representaba el contrato de
servicios con el Estado en el hotel de los ingresos era superior al 58
por ciento. Desde 1987 esta participación se fue reduciendo hasta
alcanzar el mínimo histórico en el año 1993. Esta situación se debió al
concurso de dos procesos de carácter opuesto. Por un lado, durante el
período 1987-1993, el contrato permaneció congelado, cuando no disminuido
y, por otro, en el período 1989-1992, la venta de servicios se multiplicó
casi por tres debido a la favorable coyuntura económica, a su incidencia
en los medios de comunicación y, sobre todo, a la repercusión que sobre
los ingresos de la Agencia tuvo el inicio y despegue de la actividad de
televisión.

Aunque del capítulo audiovisual hablaré más adelante, el contrato que Efe
suscribió con Telemadrid tuvo un primer aspecto positivo, que se reflejó
en nuevos ingresos para la cuenta de resultados. Pero ha tenido también
dos efectos perniciosos posteriores: por un lado, congeló el contrato de
servicios con el Estado; por otro, al no haberse establecido cláusulas de
indemnización para el supuesto de la ruptura contractual (lo que ha
ocurrido este año, con la marcha de Telemadrid de nuestras instalaciones
de la calle Espronceda, 32 y 34), se ha producido un súbita pérdida de
ingresos y, lo que es peor, el tener que asumir como personal fijo de la
Agencia el que había sido contratado de hecho



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sólo para poder atender los requerimientos de la televisión autonómica
madrileña.

Pero volvamos al contrato esencial, el que nos proporciona la parte
fundamental de nuestros ingresos. La experiencia histórica reflejada en
la contabilidad, así como la fórmula de financiación de las agencias
internacionales del entorno (France Presse, Ansa, DPA), reflejan, como he
dicho antes, que la estructura de ingresos no ha podido alejarse de una
participación de 50 por ciento para mantener el equilibrio que permita la
viabilidad económica a medio plazo. Cualquier desviación de estas
necesidades sólo ha generado deterioro patrimonial y creciente
endeudamiento, salvo situaciones coyunturales, con el consiguiente riesgo
en el proyecto de la Agencia.

¿Qué ha habido que hacer para convivir con el déficit? Endeudarse, como
es natural. Pero la evolución del endeudamiento bancario se correlaciona
directamente con la acumulación de pérdidas e, inversamente, con las
ampliaciones de capital, exceptuando la utilizada para la financiación de
la compra del edificio en el que actualmente tiene Efe su sede central,
lo que muestra con claridad la dependencia financiera de la empresa a las
aportaciones de sus accionistas. Permítanme que insista en esta cuestión.

A pesar de los incrementos en el contrato de 1994-1995, el importe para
el año 1996 fue congelado como consecuencia de la prórroga de los
Presupuestos Generales del Estado. El contrato para 1997 ha sufrido un
recorte de 414 millones con lo que, en base a los ingresos
presupuestados, el porcentaje se reducirá al 37,5 por ciento.

Como hay que recordar continuamente, todas las agencias internacionales
de noticias reciben aportaciones económicas bajo distintas formas. El
caso más claro lo constituye la agencia francesa France Presse, por
cuanto la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional francesa fija cada
año el importe de la aportación estatal bajo la fórmula de abonos
oficiales, con la denominación Contrat d'abonnement. El contrato
d'abonnement con el Estado de 1996 supuso un 47 por ciento de su cifra
total de negocio, aproximadamente 15.200 millones de pesetas.

Por otra parte, otras agencias próximas a nuestro ámbito, como Ansa, de
Italia, y Lusa, de Portugal, reciben subvenciones de considerable
cuantía, justificadas por su cobertura internacional, en apoyo de los
intereses económicos y sociopolíticos nacionales y como defensa de las
culturas italiana y portuguesa en los lugares de emigración histórica de
su población. La aportación del Estado a la Agencia Ansa, por ejemplo,
supuso 5.900 millones de pesetas en 1996. A título de información, les
diré que también los gestores de la Agencia italiana se encontraron con
restricciones presupuestarias, como nosotros, pero al final el Parlamento
italiano consideró el valor estratégico de la aportación del Estado y
mantuvo las cifras al nivel solicitado.

Las dos grandes agencias mundiales, Reuters y Associated Press, también
se benefician de sus relaciones con el Foreign Office y la Secretaría de
Estado respectivamente. La mayor justificación de la aportación económica
que reciben es el suministro de sus servicios a todas las
representaciones diplomáticas de estos países, a precios convencionales.

Insisto en esto, señorías, porque el ejercicio de 1997 está marcado por
unos Presupuestos Generales del Estado de austeridad, tendentes a
permitir la consecución de los objetivos de convergencia establecidos en
el Tratado de la Unión Monetaria Europea. Ello ha llevado, como he dicho,
a una reducción en el importe del contrato de servicios con el Estado
para 1997 en 414 millones de pesetas, netos de IVA, lo que aleja la cifra
considerablemente de lo solicitado, que era, según cálculos hechos en
virtud de las necesidades objetivas, de 7.157 millones netos.

Además, se ha producido este año ese hecho especialmente grave para
nuestra cuenta de explotación, la salida de nuestras instalaciones de la
televisión autonómica madrileña, que durante ocho años había mantenido un
contrato de servicios plenos con nosotros. Si al recorte presupuestario,
que agrava la pérdida estructural que procede del diferencial existente
entre los costes en que Efe incurre para cumplir con las obligaciones que
el Estado le impone en el contrato y la contraprestación que en el mismo
se recoge, se añade la marcha de Telemadrid, estamos ante una cuenta de
resultados forzosamente insatisfactoria. Luchar contra esto ha sido el
objetivo central de mi trabajo en este primer año. Otros contratos con
empresas de televisión, como Tele 5, también han finalizado, pero se han
abierto nuevas perspectivas. Los mercados audiovisuales viven en un
proceso de cambio acelerado, lo que necesariamente afecta a la Agencia
Efe y a su departamento de televisión.

En este mismo año se están abriendo nuevas oportunidades de negocio, y
nadie duda de que en este campo, con las posibilidades de incremento de
la oferta de televisión en todos los órdenes, con los canales temáticos y
de veinticuatro horas de información, una agencia de noticias de
televisión --y algunos competidores ya lo están probando-- tiene un
futuro lleno de expectativas. Efe aspira a ser proveedora de cuantos lo
soliciten, también de Telemadrid, por supuesto, aunque nuestra
colaboración sea ahora de menor cuantía que antes y su marcha haya
liberado recursos humanos, técnicos y de espacio que permiten y obligan a
la Agencia a redimensionar y redefinir el departamento de televisión,
orientándolo hacia lo que debe ser su vocación natural, que es, como
digo, la de agencia de noticias de televisión.

La evolución de los últimos meses, que previsiblemente se acentuará en
los próximos ejercicios, confirma la fuerte presencia de las empresas
españolas en Iberoamérica y refleja claramente que nuestro interés
nacional está en esa zona. Efe, que es allí la primera agencia mundial,
deberá responder a esa realidad incrementando su presencia en las
noticias económicas y en el campo audiovisual. De ahí los proyectos en
curso que hemos acometido, como Efecom-CMA, a desarrollar en Brasil,
Argentina, Colombia, Venezuela y Chile, con intención de ampliarlos a
toda Iberoamérica. Y aunque corresponde al Estado la valoración última
del servicio realizado hasta ahora por la Agencia Efe y la importancia de
tener una voz que cuente los acontecimientos desde la perspectiva
hispana, mi obligación es manifestar aquí mi confianza en un proyecto en
el que creo y que es la expresión de una ambiciosa capacidad nacional.

Efe tiene que seguir siendo la primera agencia de noticias



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del ámbito hispanohablante, debe poder mantener sus servicios en inglés y
en árabe, ha de aspirar a completar su presencia en los principales focos
informativos del mundo y, además, debe completar su servicio tradicional
a través del hilo con información gráfica y con noticias para la
televisión y para la radio.

La dirección de Efe comparte la política de austeridad del Gobierno, pero
tiene que subrayar la singularidad de las condiciones del mundo de la
información y de los riesgos de no afrontar algunos de los proyectos en
marcha que acabo de enumerar Esto supone introducir dos consideraciones.

La primera, que la pertenencia a un sector, el de la información, cuya
demanda es creciente y central en el desarrollo económico de los países,
singulariza el futuro de la Agencia en relación con otros sectores en
reconversión, acuciados por una crisis de demanda. En este contexto, la
Agencia tiene necesariamente que abordar nuevos proyectos que contemplen
América como su mercado natural y los soportes multimedia como los
adecuados a las nuevas solicitudes informativas.

Consciente del contexto económico general, la Agencia asume que estos
proyectos deben realizarse con el mínimo de recursos y el máximo de
control. Pero estando casi el 70 por ciento de nuestros costes vinculados
a personal --que es una peculiaridad propia de los medios informativos,
frente a otras características de producción que son menos intensivas en
este capítulo-- es difícil, a pesar de realizar un gran esfuerzo,
compaginar nuevas actuaciones con menos recursos.

La segunda consideración es que estos proyectos se pueden abordar de dos
formas, sobre la base de ser exclusivamente financiados por el mercado,
por tanto suspendidos cuando no fuera así, o bien contemplarse dentro de
la perspectiva de un proyecto de Estado en el que la financiación pública
tiene por objeto compensar las carencias de dicho mercado.

Efe es un proyecto de Estado y, por eso, en un contexto de presencia
creciente de las empresas españolas en el continente americano, me voy a
permitir formular ante ustedes algunos interrogantes. Por ejemplo, ¿debe
la Agencia acompasar esa nueva presencia con las actuaciones que la nueva
realidad aconseja? ¿No es cierto que los apoyos comunicacionales son
imprescindibles para neutralizar otras influencias mediáticas de signo
opuesto? ¿Puede separarse una presencia líder en la América hispana con
una escasa presencia en Brasil, por ejemplo, país cuyo PIB supone el 50
por ciento de toda Latinoamérica, cuando éste se integra como una pieza
fundamental en la economía de Sudamérica y las empresas españolas
penetran en ese país-continente? ¿Debe Efe suspender su servicio de
árabe, que permite una comunicación directa con el norte de Africa,
porque genere un déficit de algunos millones al año? ¿Puede Efe
sobrevivir con su actual financiación en el mundo hispano si no aborda
informativamente el colectivo de 28 millones que reside en Estados
Unidos?
Cuando los medios de comunicación atraviesan períodos de crisis suelen
prescindir de los proveedores que no cubren todos sus requerimientos.

¿Puede Efe seguir estando en esta situación de riesgo para su liderazgo
informativo sin un servicio de telefotografía como el que ya proporcionan
a nuestros clientes latinoamericanos nuestros grandes competidores? Por
último, en un contexto de dominio de la información audiovisual que
provoca el 80 por ciento de los impactos comunicacionales, ¿debe Efe
suspender su aspiración de constituirse en agencia de voz y televisión?
Todas estas preguntas subrayan la dimensión de Efe como proyecto de
Estado y justifican el contrato de servicios, cuyo incremento, en mayor o
menor medida, tenemos la obligación de reclamar quienes dirigimos la
Agencia. La definición de un marco estable de financiación para Efe, que
propicie una política expansiva adecuada a los nuevos retos, no significa
falta de rigor en la gestión ni ésa es la disposición de sus gestores. El
equilibrio entre escasez de recursos y desarrollo de un proyecto
informativo admite una tensión que se asume como lógica en los tiempos
actuales, pero la Agencia Efe desea que esta tensión no impida
desarrollar la función asignada a la empresa.

De ahí que la acción comercial prevista para 1997, diseñada incluso antes
del nuevo plan, pretenda posicionarse con nuevos productos en los canales
de comunicación, como Internet y CD-Rom, destinados a los mercados
domésticos y profesionales, y potencie, aprovechando la creación de la
dirección de economía, la realización de servicios de contenido
empresarial y seguir el ritmo de penetración en el mercado de los
productos ya existentes. Nuestra pretensión es que las cuentas sean
limpias, austeras y razonables. El presupuesto de los costes para 1997 se
caracteriza por el crecimiento moderado del gasto, incrementándose sólo
en un 2,8 por ciento, que incluye el coste de la puesta en marcha de
nuevos proyectos como la Agencia de noticias TV, sin la cual el
crecimiento del gasto previsto sería sólo de un 1,2 por ciento. Esto se
está consiguiendo con la reducción, de forma importante, de todas las
otras partidas de gasto, a excepción de los costes de personal, que sólo
tienen crecimiento vegetativo, y a aquellos gastos cuya disminución
incide de manera directa en la calidad de la información.

Discúlpenme que siga con aclaraciones presupuestarias, pero tenemos que
continuar con los números. Los periodistas somos especialistas en
cuestiones generales y a mí me toca ahora especializarme en un asunto muy
concreto, a pesar de su complejidad: cuadrar las cuentas de la Agencia
Efe, cuadrarlas para el futuro. El patrimonio neto al 31 de diciembre de
1996 representaba el 47 por ciento del capital social, lo que ha
obligado, para dar cumplimiento a lo establecido en los artículos 163 y
260 de la Ley de Sociedades Anónimas, a realizar una disminución de
capital social por el importe necesario para restablecer el equilibrio
patrimonial. El acuerdo de la junta general, que se ha celebrado en mayo,
ha sido el de practicar una reducción de capital por importe de 1.958
millones. A pesar de ello, las pérdidas previstas para el ejercicio de
1997 llevarán a una nueva situación en la que el patrimonio neto
represente un 10 por ciento del capital social. Esta nueva circunstancia
hará otra vez necesario restablecer el equilibrio patrimonial a través,
al menos, de una disminución de capital de tal volumen que dejaría el
capital social en un importe



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aproximado de 624 millones. El cash flow negativo que se originará por
las pérdidas del ejercicio de 1997 y las necesidades de inversión del
período conllevarán un aumento de las necesidades de financiación
bancaria, por lo que la posición final de endeudamiento se elevará a unos
6.900 millones de pesetas. La empresa va a transformar durante el año
1997 la parte principal de su deuda con entidades bancarias del corto al
largo plazo, lo que provocará una relativa estabilidad temporal en sus
compromisos de reembolso de créditos. La situación patrimonial y el
déficit estructural obligan a establecer un plan de la sociedad, recogido
en un acuerdo marco con el Estado, en el que se regulen los mecanismos
que permitan en un medio y largo plazo corregir los tres desequilibrios
de la Agencia que están en su cuenta de resultados, en su patrimonio y en
la situación financiera, siendo el primero, la cuenta de resultados, la
causa de los dos últimos.

La situación patrimonial antes comentada y la necesidad de fortalecer la
empresa como tal suponen la búsqueda y la aceptación de medidas
correctoras que modifiquen la tendencia actual. Estas medidas
correctoras, que se concretan a lo largo del plan, han de contemplar
tanto aspectos de índole económica (ampliaciones de capital o una
revisión del contrato de servicios con el Estado) como aquellas de tipo
estructural y organizativo que conduzcan, en conjunto y de forma
determinante, a sentar unas bases sólidas de pervivencia de la Agencia
que garanticen su futuro a medio y largo plazo. ¿Por qué este plan ahora?
Porque las circunstancias en el mundo de la comunicación se están
transformando de forma acelerada y Efe tiene que anticiparse a los
acontecimientos. La gestión futura tendrá que ver poco con la actual y
muy poco con la pasada, aunque, como mis predecesores, yo sea hijo de una
historia compartida y no deje de considerar que el principal activo de la
Agencia Efe es un capítulo intangible que se llama servicio público.

Desde que a finales de mayo del año pasado fui designado para la
presidencia y dirección general de la Agencia he dedicado a todo esto la
mayor atención, sin descuidar, como es natural, lo que constituye el
centro de mi trabajo, mi primera obligación, que es que la Agencia siga
siendo un punto ineludible de referencia informativa, caracterizada por
su dinamismo y su credibilidad.

Para el plan de actuación futura de la empresa hay que acomodar sus
actuales medios a los objetivos informativos, siempre esenciales. Pero no
podemos olvidar ese hecho capital de que Efe es la primera empresa
nacional del sector de las agencias y tiene una especial proyección en el
mundo iberoamericano. Ello obliga a mantener una presencia constante y
activa en el ámbito de la comunicación, tan necesitado de inversiones
tecnológicas, pero además ha de hacerlo tratando de ajustar sus
compromisos informativos, costosos y complejos, de tecnología sofisticada
y personal cualificado al rigor presupuestario exigido por las actuales
circunstancias españolas, caracterizadas por la austeridad.

Como ustedes saben, una agencia de este tipo --y en el contexto europeo,
como hemos visto tenemos varios ejemplos que lo confirman-- sólo puede
resultar rentable si en el lenguaje de los números incluimos ese
intangible que he mencionado antes, que es su tarea institucional, su
labor vertebradora de los intereses colectivos y su servicio a la causa
de la proyección exterior del país. Efe es una sociedad anónima propiedad
del Estado y, por tanto, una empresa pública, pero, como ya he dicho,
mejor que clasificar las empresas en públicas o privadas prefiero hablar
de empresas eficaces y no eficaces. En ese sentido, deseo afirmar que la
Agencia Efe busca sobre todo la eficacia y que si, como las agencias de
esta envergadura que compiten con ella en el mundo, necesita que el
Estado la compense por las cargas que asume en el contrato de servicios
con el Estado, lo que la mantendrá al margen de avatares, no pretende ser
algo especialmente gravoso para los intereses del país. Al contrario,
quienes estamos al frente de la Agencia creemos que las actuales
dificultades presupuestarias (una diferencia entre gastos e ingresos que
obliga a acentuar, si cabe, nuestra agresividad comercial) podrían
haberse superado de haberse cumplido el plan diseñado para los últimos
años por la Agencia y que por razones que ignoro no se llevó a cabo.

Cuatro años sin acometer nuevos proyectos y sin acomodar otros a la
realidad del mercado, y sobre todo sin adecuar la infraestructura
empresarial a los nuevos tiempos, han sido suficientes para debilitar el
proyecto de Efe. La única salida es abordar ese plan de acción que
incorpore las nuevas perspectivas multimedia y fortalezca la presencia
informativa de Efe en el mundo de habla hispana. Este escenario permitirá
que en los primeros años del próximo siglo vislumbremos un horizonte de
equilibrio. Su factibilidad radica en la anticipación de esos recursos,
en su vinculación a proyectos concretos y en abordar con prontitud las
inversiones necesarias.

A estas alturas de mi intervención no creo que sea necesario insistir
ante los miembros de esta Comisión en qué ha sido la Agencia Efe, en qué
es y sobre todo en qué aspira a ser. La Agencia Efe es hoy un instrumento
democrático al servicio de todo el país, al margen de las batallas
políticas, y su valor no es estrictamente mercantil. Nuestro negocio está
en la libertad, en el servicio a la verdad, en contribuir a la mejora de
la información de los españoles, en difundir por todo el mundo la
realidad cambiante de España y en articular, en el ámbito de la comunidad
iberoamericana, una cultura y una manera de ser común a todos nuestros
pueblos. Naturalmente, todo esto hay que hacerlo en el marco de la plena
normalidad administrativa, con las cuentas transparentes y buscando los
resultados económicos correctos. Entre otras cosas tenemos que armonizar
las nuevas posibilidades tecnológicas con los actuales productos para
configurar nuevas ofertas informativas. Nos estamos concentrando en el
desarrollo de productos de valor añadido (banco de datos, archivos
gráficos, etcétera) y en la sectorialización de los actuales servicios
informativos para favorecer su comercialización entre nuevos abonados a
bajo coste, con el desarrollo de nuevas ofertas en los ámbitos de la
fotografía y del sector audiovisual. Del mismo modo, Efe favorecerá
aquellas alianzas con otras empresas que le permitan poner en valor sus
productos y sistemas operativos, ya sea en el ámbito de la producción, en
el de la comercialización o en el de los desarrollos tecnológicos. En
este sentido, estamos muy satisfechos del acuerdo alcanzado



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entre Efe y la multinacional de servicios económicos Bloomberg, por el
que Efe percibirá 260 millones de pesetas al año a cambio de posibilitar
la realización y difusión de sus servicios en España e Iberoamérica. Y
quiero anunciar que en estos momentos tenemos ofertas de colaboración y
prestación de servicios con otras destacadas empresas de televisión, como
Televisión Española, Televisa y Sogecable.

Por otra parte, y además de proseguir la línea de contención de los
gastos corrientes, la dirección de la Agencia tiene previsto reacomodar
sus recursos humanos y técnicos para ganar flexibilidad y competitividad
en unos mercados informativos cada vez más exigentes pero también más
abundantes. En el horizonte del año 2000, Efe quiere comparecer como lo
que es: la primera agencia informativa del espacio hispánico y la cuarta
del mundo, con una cobertura internacional comparable a la de aquellas
que la preceden y con una oferta de elaboración propia que garantiza la
autonomía informativa de las naciones de habla hispana. No nos faltan
ideas --créanme-- ni tampoco voluntad de llevarlas a cabo. Efe continuará
siendo, si se le dota de medios, el primer instrumento de provisión
informativa internacional en el mundo hispanohablante y el mayor agente
de vertebración informativa entre los países iberoamericanos y muy
especialmente entre éstos y España. El objetivo de la Agencia es atender
las necesidades informativas de esta comunidad de naciones y lograr, en
los ámbitos gráfico, radiofónico y televisivo, la misma posición de que
gozamos con los servicios escritos. En 1966, Efe no existía como agencia
internacional. Treinta años después ocupa el primer puesto en su espacio
idiomático e inicia, con servicios en inglés y en árabe, la expansión al
resto del mundo, con una información concebida en origen en español y
portadora de nuestra visión del mundo y de nuestras preocupaciones
culturales. Ha sido largo el recorrido, pero lograr que Efe siga su
marcha en un ámbito multimedia es el desafío irrenunciable de los nuevos
tiempos. A ello dedicaremos nuestros mejores esfuerzos y la más correcta
ordenación de nuestros recursos, si seguimos contando, como deseamos, con
el apoyo de ustedes y de quienes dirigen los destinos de esta nación.

Muchas gracias por su atención.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Gozalo.

Por el grupo parlamentario solicitante de la comparecencia y al que
corresponde, en consecuencia, formular en primer término sus preguntas al
señor Presidente-Director de la Agencia Efe, Grupo Parlamentario de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, el señor Alcaraz Ramos tiene la
palabra.




El señor ALCARAZ RAMOS: Señor Presidente, ante todo quiero agradecer al
señor Gozalo su presencia hoy aquí y también que haya esperado
pacientemente la hora de intervenir, pero tras este agradecimiento he de
manifestarle que difícilmente puedo compartir ese tono generalmente
triunfalista que ha impregnado toda su intervención. Triunfalismo que,
por otro lado, contrasta --y usted mismo ha tenido que incluir algunas
alusiones, como no podía ser de otra manera-- con una situación económica
bastante grave, con problemas que han aparecido y que se están reiterando
y con descontentos que se producen entre los trabajadores de la Agencia.

Por lo tanto, nos encontramos con una situación en la que parece que la
narración de la --entre comillas-- gloriosa historia de la Agencia Efe
acaba desembocando en un momento en que precisamente hay una situación de
bastante crisis. Voy a citar un simple episodio, si se quiere anecdótico
pero seguramente para las personas afectadas no tanto. Según se quejaba
hace un momento el comité de empresa de la Agencia Efe, se rompía hoy una
tradición mantenida en otras comparecencias, en períodos anteriores, por
la cual la Agencia acreditaba a algún periodista miembro del comité de
empresa para que pudiera estar en esta Comisión. Según se cuenta, esta
vez no ha sido así, no se ha querido que fuera así. Quizá esto fuera un
índice más de malas relaciones laborales en el seno de la Agencia Efe, al
menos desde el cualificado punto de vista de los sindicatos y del comité
de personal. Por cierto que en este tema hay algunas cuestiones
pendientes o que han planeado y planean generando algunos problemas sobre
rescisiones de contratos. Como primera pregunta para ampliación de la
comparecencia me gustaría saber si existe algún plan de futuro de
mantenimiento de la plantilla o, en su caso, de ampliación, en qué
condiciones, etcétera. Primera cuestión de ámbito laboral.

Cuando nos encontramos con una comparecencia de este tipo siempre hay un
problema, y es que seguramente el compareciente debe cargar con algunas
críticas que no son solamente suyas, y en ese sentido no se le oculta al
señor Gozalo que podemos criticar, y en ocasiones deberemos hacerlo, su
gestión como Presidente-Director de la Agencia Efe, pero entendemos que
la Agencia Efe es parte de una política informativa global del Gobierno.

Ha aludido --y no podemos por menos que coincidir-- a que la Agencia Efe
debe responder a un criterio de política de Estado, porque debe haber y
seguramente hay un consenso entre todas las fuerzas parlamentarias en que
la importancia de la Agencia Efe desde el punto de vista informativo,
cultural, de tarjeta de visita de España ante otros Estados,
fundamentalmente Latinoamérica, es muy grande. Compartimos ese criterio,
compartimos que debe ser política de Estado, pero condición para que la
actuación de la Agencia Efe como parte integrante de una política general
dirigida por un gobierno concreto sea política de Estado es que esa
política del Gobierno sea en su conjunto, y en el caso concreto de la
Agencia Efe, plural, en la medida de lo posible consensuada y que
obedezca a criterios de interés común y no de una parte o de una política
informativa del Gobierno que en su conjunto no satisface a las fuerzas de
la oposición. En el mes de julio del año 1995, cualificados
representantes del Partido Popular decían que Efe tenía que ser un
proyecto estratégico del Estado, especialmente en su vertiente
internacional, que era necesario un estatuto público de la Agencia, que
era necesario que el consejo de administración fuera profesional y no un
reducto para que determinados altos cargos cobrasen sobresueldos. Se
decía eso entonces. No está claro si con la llegada del Partido



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Popular al Gobierno se han cumplido todos los requisitos que cuando se
estaba en la oposición se pedían. A nuestro modo de ver no se ha avanzado
demasiado en estas materias.

En cualquier caso, seguramente el problema que más preocupa en este
momento --estoy convencido de que al señor Gozalo le preocupa más que a
nadie-- son las pérdidas económicas, las restricciones presupuestarias,
la restricción en el contrato de servicios, esos 414 millones de
restricción para este año que el señor Gozalo dijo asumir sin dramatismo
en una cita textual. Yo no voy a pedirle nunca que se tome la vida con
dramatismo, pero quizás fuera útil que aportara un mayor optimismo
defendiendo, incluso en los términos que hoy ha expresado aquí, la
necesidad de que la inversión pública no se restrinja en la Agencia
pública. Luego me referiré con más detenimiento a esta cuestión. Lo que
se está produciendo es una sensación, no sé si de manera interesada o por
otras razones, de una cierta cesión de terreno en el mercado de las
noticias a otra agencia, a una agencia privada, y no está claro qué
medidas empresariales de futuro se van a plantear. Lo cierto es que las
pérdidas previstas para el año 1997 venían a ser algo así como las
producidas en el año 1996, que es una cifra por sí misma muy preocupante
que me gustaría que el señor Gozalo analizara y pudiera hacer una
valoración de las necesidades presupuestarias de cara a los próximos
Presupuestos Generales del Estado para evitar que la bola de nieve de las
pérdidas se siga acumulando, como se produce en otros medios de
comunicación dentro de la actividad pública.

Se ha referido a los diversos avatares producidos en torno a la relación
de la Agencia Efe con Telemadrid, en lo que no voy a insistir, pero sí me
gustaría que contestara a una noticia que ha aparecido en cuanto a
posibles relaciones con Sogecable. Parecía que existía un proyecto de
desarrollo de tres canales temáticos que podía significar el puesto de
trabajo para ciento ochenta personas, pero se tiene la sensación de que
hay un parón, de que eso no está yendo adelante. Entenderá que, aunque no
es estrictamente una acusación pero sí una sospecha en relación con
muchas cosas que han venido ocurriendo en este país con esa política
informativa, se pueda creer que ese parón se produjo por razones
políticas y no atendiendo a criterios de rentabilidad informativa, social
o empresarial. En definitiva, esto nos lleva a uno de los temas
fundamentales, y es cuál debe ser el status de una agencia pública. Yo
estoy de acuerdo con usted en que la empresa pública debe ser eficaz,
pero siempre y cuando se entienda también que los criterios de eficacia,
es decir, la relación de medios afines no son los mismos cuando se presta
un servicio público como es la información que cuando se debe atender a
otros criterios de rentabilidad fundamentalmente económica. Por tanto,
una definición más estricta de cuáles son los fines, más allá de todo eso
que decimos de mantener servicios externos, etcétera, está por hacer, y
está por definir una nueva etapa. De hecho, las preguntas que usted
formulaba --si me permite-- de una forma entiendo que bastante retórica,
porque son las típicas preguntas que todos podemos suponer la respuesta,
si está en condiciones de formularlas suponen implícitamente algún tipo
de queja, incluso --y espero que no sea utilizado en su contra-- algún
tipo de crítica al Gobierno, porque el Gobierno, que debe asegurar unos
presupuestos, será el que deberá responder a esas preguntas. ¿Cómo vamos
a negarnos los que aquí estamos a mantener una penetración en Brasil o a
mantener un buen contacto con el mundo árabe? Desde ese punto de vista
retórico son críticas a una situación de inestabilidad.

Por tanto, asegurar el criterio de rentabilidad pública desde
determinados parámetros tales como el pluralismo, la existencia del
consejo de redacción, si fuera posible, etcétera, serán elementos que se
ajusten mejor a las previsiones constitucionales y que, por tanto,
determinarán la razón de ser última de una agencia de noticias pública
que no puede ser igual y no puede atender a los mismos criterios que una
privada. Desde este punto de vista --y usted ha hecho alguna alusión
curándose en salud-- entenderá las críticas que le han llovido por el
contrato del señor Platón cuando había ochocientos periodistas en la
casa. Se entenderá que es difícil aceptar eso, lo cual no significa una
crítica a la ideología del señor Platón o a los medios de comunicación
donde antes trabajara, etcétera, pero sí es difícilmente explicable
recurrir a personal externo cuando existen ochocientos periodistas
cualificados y que además concurran una serie de circunstancias. El uso
de la Agencia para un desmentido personal, que afectaba a una situación
personal, del 16 de mayo, nos pareció a todas las fuerzas de la oposición
singularmente preocupante y fuera de lugar en una agencia pública.

Por consiguiente, el balance global nos aleja en buena medida de ese tono
triunfalista que usted usaba. Compartimos con usted, sin ninguna duda, el
interés por el futuro de la Agencia, por garantizar su eficacia en la
gestión, siempre y cuando sea desde esa visión de empresa pública. Y una
empresa no es --en este caso una agencia de noticias-- más pública porque
se repita continuamente que tiene que ser pública, sino atendiendo a
algunos criterios que la diferencien de las privadas. Compartimos con
usted la necesidad de la intervención en otros sectores de noticias,
fundamentalmente la televisión, pero ¿cómo se va a hacer eso? ¿Cómo se
está haciendo? ¿Qué planes hay? Y compartimos con usted la necesidad de
su suficiencia económica. Pero insisto en lo que antes decía: no acabamos
de ver claro el futuro económico y nos tememos que se pueda repetir el
desaguisado de las deuda de Televisión Española. Por tanto,
agradeciéndole sus palabras y el tono de su intervención, para que en el
futuro podamos creerle va a tener que convencernos con hechos y no con
estas simples palabras. Entenderá usted que le diga esto desde la
amabilidad pero con una cierta contundencia.




El señor PRESIDENTE: Para responderle tiene la palabra el señor Gozalo.




El señor PRESIDENTE-DIRECTOR GENERAL DE LA AGENCIA EFE (Gozalo Sainz):
Señor Alcaraz, realmente yo soy el que estoy agradecido por su tono y
porque veo que tiene usted una visión de la Agencia que en



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lo fundamental compartimos. Me decía usted al final de su intervención:
compartimos con usted esto y esto. Compartimos casi todo. Es mucho más lo
que compartimos que lo que no compartimos. Lo que no compartimos son
anécdotas, como lo del señor Platón, que con mucho gusto aclararé, o las
relaciones con el comité de empresa, que naturalmente forman parte del
menú del día del reglamento. Usted conoce, mejor que yo probablemente,
las situaciones laborales en este tipo de empresas un poco mastodónticas
que arrastran circunstancias pasadas no suficientemente clarificadas. Le
aseguro que en lo personal no tengo el menor problema con el comité de
empresa. Al contrario, siento que ese asunto no se haya podido arreglar
hoy. No sé qué habrá pasado. En cualquier caso, no tengo ninguna
diferencia ni ninguna mala relación con el comité de empresa. Lo que
sucede es que hay un convenio y hay una manera de actuar en la casa,
heredera de prácticas pasadas, que me he encontrado. Yo les garantizo,
como dije el primer día, que la gestión es transparente. No hay nada que
se le oculte. Todo lo que el comité de empresa debe saber lo sabe. He
dado instrucciones muy precisas para que no haya la menor equivocación.

De ninguna manera se puede incurrir en un descuido en ese asunto. Por lo
demás, si usted conoce los comunicados del comité de empresa son, como he
dicho alguna vez cuando me han preguntado los periódicos, un poco a piñón
fijo. Hay una constante reivindicación y apelación a la mala gestión
pasada, pero, como las herencias no se reciben a beneficio de inventario,
he asumido la empresa enteramente con sus defectos. Muchas de las cosas,
como usted ha dicho también, que se nos puedan reprochar a los que
estamos ahora al frente de la gestión vienen de atrás, pero tenemos la
obligación de tirar para adelante y eliminar los conflictos cuando
realmente son artificiales. Le aseguro que lo de las malas relaciones
laborales del comité de empresa es un tópico. En la Agencia Efe las cosas
van razonablemente bien y van a ir mejor. No he usado ningún tono
triunfalista. Es mi carácter y mi manera de ser. Yo lo veo así. Creo en
la Agencia Efe. Como usted, creo que es un proyecto que los españoles
tenemos que atender y ésa es justamente mi batalla. Yo he venido hoy aquí
encantado de poder explicar ante ustedes que lo que necesitamos es
arreglar de una vez --si se me permite la broma-- la espada de Damocles
que tenemos encima los que estamos en la Agencia Efe. Periódicamente se
plantea que la Agencia va muy bien y efectivamente tiene una presencia
enorme. En Iberoamérica, por los datos que he dado en primicia, según el
estudio del CEU de San Pablo de Valencia, y por la lectura de los
periódicos todos los días, se confirma la potencia de tiro que tiene la
Agencia. Sin embargo, los déficit están ahí, y para arreglar esas cuentas
es para lo que estamos haciendo esta gestión tan rigurosa que creo que va
a dar resultados.

Me pregunta usted qué pasa con la plantilla en el plan de futuro.

Naturalmente, si queremos seguir haciendo cosas --yo no he formulado de
manera retórica las preguntas, lo que pasa es que en algunas cuestiones
no depende de mí elegir o no, como lo del árabe--, eso cuesta dinero,
cuesta unos millones, y puede que al ver los presupuestos haya que cortar
por algún lado, pero si los proyectos en marcha se mantienen no habrá por
qué tocar la plantilla para nada.

El estatuto excede a mi capacidad; respecto a que el consejo de
administración sea más profesional, le diré que son cuestiones pasadas
que siempre se plantean. Creo que se podrá discutir más adelante, pues no
es lo más esencial en este momento. Lo fundamental es que esas dos
circunstancias que he señalado que se han producido, una de ellas la
disminución de un 8,5 por ciento en el contrato con el Estado, 414
millones, las asumí sin dramatismo. ¿Qué quería usted que hiciera? Luché
con todas mis fuerzas y el comité de empresa lo sabe. Hice todas las
gestiones que estuvieron en mi mano en la Comisión de Presupuestos de
esta Cámara, pero empezando por los funcionarios otros muchos españoles
también se sacrificaron. Nosotros dijimos que lo asumíamos sin dramatismo
porque acenturíamos nuestra agresividad, acentuaríamos el plan de ahorro
que está en marcha, y nos hemos ido defendiendo. Pregunta usted qué cifra
es exactamente. Ese es el meollo del plan que estamos discutiendo con la
Dirección General de Patrimonio del Estado. Precisamente hemos presentado
un plan ambicioso que vamos a discutir la próxima semana y que pretende
una única ampliación de capital y después una subida razonable del
contrato de servicios del Estado. Como usted ha visto en los papeles que
yo traía escritos y que he leído, nosotros habíamos pedido más de 7.000
millones, que era lo que hubiera sido de haber seguido el plan anterior
que estaba congelado y de no haber incidido incluso la disminución. El
orden de las cifras lo tendremos pronto. Yo no tendré inconveniente en
mandarlo a esta Cámara, si ustedes me lo solicitan por escrito. Será una
cuantía razonable que permita eliminar la incertidumbre por una larga
temporada.

Respecto a cuál debe ser el status de una agencia pública, ya digo que
Efe es una sociedad anónima estatal. No me parece que esa discusión tenga
que cerrarse ahí. Se pueden buscar fórmulas. Pudiera ser un ente autónomo
u otra cosa, pero tiene que ser lo que es en el orden profesional: una
agencia que yo le aseguro a usted que, frente a esas cosas que a veces se
dicen --yo no me meto en lo que puedan opinar las distintas fuerzas
políticas--, en términos generales --y el personal de la casa lo
confirma--, es muy plural, es muy profesional, y el nivel de conflicto,
de rectificación, de error, es mucho más bajo que el de otras empresas.

Dice usted --es una nota que también el comité de empresa acentuó-- que
se estaba intentando favorecer a una agencia de la competencia.

Sinceramente no lo creo. Las cifras que hoy he leído aquí lo desmienten
terminantemente. Este es un libre mercado, muy competitivo, y no podemos
negar a los demás competidores la posibilidad de venir aquí y sacar una
noticia. Eso es lo que está pasando. Pero la potencia de tiro de Efe no
es comparable con la de las otras. Además, cuando los colaboradores míos
ven una noticia y discuten, se pelean y se irritan porque alguien les da
un pisotón, yo les recuerdo que es ley de vida, es ley de oficio, que los
demás también tienen derecho a hacer sus informaciones y no seremos
nosotros quienes se lo neguemos. Ahora bien, nosotros sinceramente
estamos en una



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posición muy adelantada respecto a los demás y no tengo la menor
preocupación en ese sentido. O sea, que esa alarma me consta que no es
tal.

Respecto a Sogecable, fue una conversación absolutamente informal con
algunos de los responsables de la televisión, de Efe con otros señores,
en línea con lo que es una agencia de venta de servicios como la nuestra,
que tiene que hablar con cualquier cliente. Pero se dedujeron unas cifras
que no eran en modo alguno reales, eran pura especulación, y que yo tuve
ocasión de aclarar directamente con los responsables de Sogecable. Las
conversaciones siguen. Una vez que se fue Telemadrid, teníamos un
precontrato con Televisión Española, con la directora general anterior,
doña Mónica Ridruejo, y en ello seguíamos. Se han retrasado mucho todas
estas negociaciones con Televisión Española por causas que usted conoce
perfectamente. Es un tema que está todavía en discusión. Están
preparándose las plataformas. Televisión Española, que quiere colaborar
con nosotros y que ya nos acepta algún tipo de informaciones como agencia
de noticias de televisión --ya le vendemos algún producto-- no ha
concretado nada, pero eso no ha cerrado ninguna otra negociación. Como he
dicho al comité de empresa, también he negociado con Telecinco y con la
CNN, nada menos; una persona ha venido expresamente de Nueva York a ver
nuestras instalaciones, ha estado en nuestra casa para ver qué tipo de
cosas se podían hacer con Efe. Con Bloomberg ya hemos llegado a un
acuerdo. Y por qué no con Sogecable y Televisa. Con Televisa ya estamos
colaborando en el canal económico, ya le hacemos algún tipo de trabajo.

Con Sogecable estamos pendientes de concretar. En virtud de lo que
tengamos que hacer para los demás veremos qué podemos hacer con
Sogecable. Le quiero anticipar que no ha habido ninguna razón política,
ni nadie me ha dado ningún tipo de instrucción. Nadie se ha interesado
por este asunto, salvo el comité de empresa, al que le ha parecido que
era un asunto de incidencia política. No hay ninguna indicencia política.

Efe vende fotos e informaciones a todos los medios de comunicación de
este país y del mundo y a todo el que los compre. Sería absurdo y suicida
que no intentase hacer negocio con todo el que nos pueda interesar. No
hay restricción y haremos lo que convenga para los intereses de la casa,
que son los que estamos defendiendo; intereses generales y no intereses
particulares.

En cuanto al nombramiento del director de información, es una
competencia, como usted sabe muy bien, de la Dirección General de la
casa. Es una de las etapas de la Agencia Efe en la que menos
nombramientos ha habido. De hecho, lo he mencionado. No había gerente,
cosa que me sorprendió alarmantemente, porque es una empresa con 14.000
millones de presupuesto y 1.200 personas de plantilla y no tenía una
gerencia como es debido. Me explicaron que había habido pero que
surgieron conflictos, se había eliminado, etcétera. Son cosas que pasan
en todas las empresas. Nombramos un gerente y la persona que se ocupaba
de la información hasta ese momento tenía cometidos diferentes a los
específicamente de director de información. No cabe duda que de entre los
profesionales de la casa se hubiera podido encontrar, naturalmente, pero
no teníamos tiempo, y yo tenía una enorme urgencia en solucionar ese
problema, que era el problema central. Decidí contratar a una persona con
la que ya había tenido contactos. Es el mínimo que se le puede conceder
al nuevo presidente-director general: llevar una persona de su total
confianza y profesional con una solvencia periodística indudable. Para su
tranquilidad, debo decirle que ha sido acogido en la casa con gran
satisfacción, y está poniendo un orden muy necesario en una casa tan
complicada, donde la información es la materia prima que nosotros tenemos
que fabricar de la mejor manera posible, para que el buen nombre que
tiene Efe, para esa credibilidad que mantenemos y esa eficacia sigan en
los años venideros. Ese es el sentido de este nombramiento que no oculta
nada. Es sencillamente una persona que, debo decirlo, no me fue fácil
convencerla, pero que se interesó por un proyecto que es muy estimulante
para todos.




El señor PRESIDENTE: Para formular las repreguntas u observaciones que la
intervención del señor presidente de la Agencia Efe le haya suscitado,
tiene la palabra el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ RAMOS: Trataré de ser breve por la más elemental
cortesía.

Entenderá que discrepe de que algunas cosas son anécdotas. No lo son
cuando pueden delatar determinada forma de entender las cosas. Decía
usted que el comité funciona a piñón fijo. No sé si ésta es la expresión
más adecuada o respetuosa hacia un órgano de esas características. En
cualquier caso, decía que funcionaba a piñón fijo en cuanto a apelación a
la mala gestión pasada. Probablemente fuera así en otras épocas en que yo
no era Diputado y no hacía un seguimiento de estas cosas. Sí le puedo
decir, como sabe perfectamente y podría sacar unos cuantos ejemplos que
están en esta carpeta, que si hay piñón fijo es una apelación a la mala
gestión presente. Desde ese punto de vista, yo no digo que el comité de
empresa tenga razón en todo lo que diga, sería absurdo; pero no cabe duda
que en muchos casos las críticas que formulan están demostrando ser fruto
de una gran responsabilidad, de un gran interés por el funcionamiento de
la Agencia Efe, y en algunas de las previsiones que han formulado,
desgraciadamente han acertado, fundamentalmente en cuanto a la gestión
económica.

Decía usted que las malas relaciones laborales son un tópico. Nadie se
alegra más que yo de que sea un tópico, algo que se le ha ocurrido a
alguien y que de pronto se difunde. Sin embargo, también existen datos
contrastados y ya ha habido episodios suficientes para entender que
alguna mala relación laboral se está produciendo. Es un dato objetivo que
a nadie nos gusta. Seguramente a usted es al que menos le agrada, pero no
es bueno objetivamente. Reconducir unas relaciones laborales adecuadas en
una gran empresa, y más siendo una empresa pública, parece un requisito
muy importante. Espero que de cara al próximo año se solucionen algunos
problemas que ha habido, aunque hacerlo va a ser difícil teniendo en
cuenta el plan futuro de plantilla que pretende. Quizá le haya entendido
mal, pero ha condicionado el mantenimiento estricto de las plantillas



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al mantenimiento de proyectos que ha enunciado aquí. Cuando los proyectos
están en globo (si me permite la expresión coloquial, y no es por alusión
a la televisión brasileña) la preocupación de los trabajadores puede
crecer. Si el problema es que el mantenimiento de las plantillas está en
función de la penetración en el mundo árabe, pues la cosa se complica.

Por tanto, yo creo que la preocupación, en el caso del grupo que yo
represento, no se ha despejado con su intervención en este punto concreto
al menos, y me temo que en el caso de los trabajadores tampoco va a verse
despejada.

En cuanto a las cifras, esperaremos con atención, y estoy seguro que el
señor Presidente pedirá que se tramiten y que se nos haga llegar la
documentación pertinente. Entiendo que son siempre cuestiones farragosas,
pero lo cierto es que no ha dado ni una sola cifra; es decir, ninguna de
las preguntas que yo concretamente le formulaba en cuanto a situación
actual de pérdidas, previsiones para el año siguiente, formulación o
previsión que usted puede hacer para el próximo Presupuesto General del
Estado, no ha aparecido en su intervención, lo cual es un elemento más de
insatisfacción.

La referencia a otras agencias --y ha estado aquí muy breve-- obviamente
no se lo imputaba a usted. No creo que usted quiera favorecer a otras
agencias; lo decía en relación a otras acusaciones que se han formulado,
que incluso han aparecido en cuanto a otorgar exclusivas a otras
agencias, etcétera. En fin, lo he dejado caer dentro de ese bloque que yo
hacía en mi intervención de la política de la Agencia Efe como parte
integrante de una política informativa general, y no quiero insistir más,
porque entiendo que, desde luego, no es el momento ni el foro adecuado
para ello.

En cuanto a Sogecable, no sé si estamos en condiciones de acabar de saber
sobre ese encuentro informal, porque tal y como ha ido el país --el
Estado español quiero decir-- en estos últimos meses, van siendo
problemáticos estos encuentros informales, porque según hayan sido un día
o dos antes de Navidad, pueden tener unas implicaciones terribles. Por
tanto, no sé cómo está la cuestión.

También me gustaría que insistiera en el tema del precontrato con
Televisión Española, porque si parece adecuado (desde luego también
trasladaremos esta inquietud a la Comisión de control de Radiotelevisión
Española, no sé si tratando de ayudar o haciendo una oposición
constructiva al menos en este punto) y bastante lógico que en el momento
actual, tanto de la Agencia Efe como de Televisión Española, la
colaboración se produzca.

Por lo que se refiere al nombramiento del señor Platón, obviamente no
quiero insistir. Es un tema que creo que a nadie nos agrada, sobre todo
cuando tenemos que nombrar a personas concretas, pero me ha dejado un
poco perplejo cuando usted decía que en la casa había suficientes
personas para ese puesto, sólo que era un problema de tiempo. Yo creo que
hay que ser un poco más cautos en este tipo de afirmaciones.

En cuanto a que ha sido acogida en la casa con gran satisfacción,
entenderá que lo que usted hace es pedir un acto de fe. En ese caso no
haré ningún juego de palabras entre acto de fe y auto de fe, pero
dejaremos aquí, diré simplemente que, siendo benévolo, me temo que no
todo el mundo coincidiría con la afirmación que usted ha hecho. No ha
aclarado ese uso particular para un desmentido, pero entiendo, como digo,
que es un tema desagradable y no insistiré.




El señor PRESIDENTE: Ruego al señor presidente-director de la Agencia Efe
que tome nota de la petición documental que ha sido formulada para que
haga llegar a la Comisión por escrito la documentación que ha sido
requerida por el señor solicitante de la comparecencia.

¿Otros grupos que desean intervenir? (Pausa.)
Si les parece, con permiso del señor solicitante de la comparecencia,
vamos a dar la palabra a los portavoces de los restantes grupos que
desean intervenir, y concluirá la sesión con la respuesta conjunta del
señor Gozalo a las preguntas del señor Alcaraz y a las manifestaciones de
los grupos Popular y Socialista.

En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la señora
Conde.




La señora CONDE GUTIERREZ DEL ALAMO: Señor presidente de la Agencia Efe,
ante todo quiero darle la bienvenida y agradezco, como no podía ser de
otra manera, su presencia aquí; agradezco además sus palabras sobre la
Agencia que usted preside, porque el grado de preocupación de mi grupo
parlamentario por lo que en su casa sucede es alto. He de decirle que
después de sus palabras mi preocupación ha disminuido algo, pero no del
todo. Por eso, aunque intentaré ser breve, voy a apuntarle algunas de las
preocupaciones que tiene mi grupo y que las tiene no porque la situación
sea excesivamente mala todavía, sino porque creemos que hay elementos
suficientes para pensar que hay cosas a corregir y que deberían de ser
corregidas en seguida. Espero que después de esta comparecencia y de las
intervenciones de los distintos portavoces usted corrija algunos
elementos de preocupación que tiene mi grupo, que veo son también
elementos de preocupación del grupo de Izquierda Unida.

Aunque no se ha establecido en esta Cámara un control de la Agencia que
usted preside como el que hay en la radio y televisión pública, mi grupo
se propone, y quiero que lo sepa, hacer un seguimiento de la Agencia Efe,
porque entiende que ha sido hasta ahora una de las mejores agencias del
mundo, como usted muy bien ha dicho, sobre todo la mejor de habla hispana
y creo que debe seguir siéndolo. En ese sentido le digo que si como veo
también en su deseo encontrará en nosotros toda la colaboración.

El primer elemento de preocupación, como no podía ser de otra manera, es
el económico. Ya ha hablado usted de ello pero yo voy a exponerle cuál es
mi posición. En relación al contrato de servicios con el Estado en los
años 1995 y 1996 suponía una cantidad líquida de unos 4.839 millones de
pesetas y esto, como bien ha dicho, ha sufrido en el año 1997 una merma
de 414 millones, quedando por tanto un contrato de servicios reducido en
un momento importante a 4.426 millones de pesetas, si estoy bien
informada, que por lo que ha dicho creo que sí. Esta es la primera medida



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que se toma después de que usted se hace cargo de la presidencia de la
Agencia y se toma, a mi juicio, en un año difícil, en el que se ha ido,
como bien ha explicado Telemadrid y, además, había programas de
expansión. Por tanto, el recorte se hace a contrapelo de lo que debía ser
el presupuesto de este año.

Me preocupa, señor Gozalo, que mientras las grandes empresas mundiales
afrontan programas de expansión, en unos casos, como Associated Press,
con programas de expansión en televisión, y en otros, como por ejemplo,
Reuter, con mejoras en todos los servicios, la Agencia Efe, en su primer
año de gestión al menos, parece abocada a cerrar servicios, como se han
cerrado parte de teletexto, de radio o una parte de televisión. No se le
escapará, señor Gozalo, que una cosa así es preocupante, pues puede
desconectar a Efe de la primera línea de sus competidores, aunque de sus
palabras no se deduce eso, pero mi preocupación permanece.

Llegar a tener el prestigio que ha tenido la Agencia Efe ha costado
muchos años y muchas horas de esfuerzo, pero usted sabe que desandar lo
andado puede hacerse en un momento. Usted sabe mejor que yo que cuando
una agencia se descuelga empieza a tener problemas y cae con mucha
rapidez. No querría que ése fuera el futuro de la Agencia Efe.

Pero los problemas económicos no vienen sólo, a mi juicio, de la
disminución del contrato de servicios con el Estado en 414 millones,
también tiene que ver con la estructura del capital y de esto no ha
hablado usted. La Agencia se encuentra, según la información que tiene mi
grupo en este momento, en una situación de patrimonio neto por debajo del
que establece la Ley de Sociedades Anónimas lo que obliga ahora a una
reducción de capital de 1.958 millones aproximadamente. A esto hay que
añadir unas pérdidas en el ejercicio de 1997, que hoy también, según mis
noticias, pueden estimarse en unos 2.500 millones de pesetas. Sabe que
los ingresos han disminuido con la ruptura del contrato con Telemadrid y
también por otros aspectos.

Entonces, estos conceptos definen, a mi juicio, una situación bastante
mala desde el punto de vista económico para la Agencia Efe. Nos preocupa
porque con esas cifras se está borrando el perfil de agencia mundial o al
menos corre el peligro de borrarse. Hasta ahora con ninguno de los
anteriores directores de la Agencia, desde el legendario Luis María Ansón
hasta Alfonso Palomares nunca se había producido una desviación de esta
vocación mundial de la Agencia. Querría que me confirmara, señor Gozalo,
si los datos económicos que le he dado son ciertos y si pese a ellos
--como creo por sus palabras que es así, pero insisto-- continúa esa
vocación mundial de la Agencia. Querría que me dijera si sigue aspirando
a tener una agencia mundial, es decir, con capacidad de comprar y vender
en todo el mundo y sobre todo una agencia multimedia. Me gustaría que me
dijera si cree que este modelo casa con la reducción, como parece ser que
ha hecho, de departamento de radio y televisión.

Me da la sensación, señor Gozalo, de que en este momento las dificultades
económicas hacen que no se sepa muy bien en qué modelo estamos. Me
gustaría saber en ese sentido qué piensa el Gobierno. A mi juicio con las
cifras actuales es inviable este proyecto del que usted ha hablado y del
que estoy hablando de televisión multimedia y de agencia mundial. Estimo,
señor Gozalo, que tiene las cuentas peores --en eso ha tenido mala
suerte-- de la historia de Efe. Por ello me gustaría que me dijera qué va
a hacer con ellas para impedir que exista el peligro del que yo estoy
hablando.

La preocupación por la situación económica enlaza con otra gran
preocupación de mi grupo, y es que la Agencia Efe, por lo que estamos
viendo en este primer año, parece que no tiene un proyecto definido. De
sus palabras se deduciría que sí, pero sigo pensando y me gustaría que me
aclarara si realmente tiene un proyecto definido.

La Agencia Efe a lo largo de su historia, sea cual fuere su presidente o
su presidente-director, siempre ha tenido un proyecto muy claro y
definido; un proyecto que la ha llevado a ser la mayor agencia de
noticias del mundo en lengua hispana, como usted ha dicho, con una
cobertura mundial, que si no está mal informada Internet como yo he visto
en estos momentos, llega a 137 ciudades, en 102 países --me parece que es
una cobertura importante--, contando en España con 23 delegaciones y con
una plantilla de 1.145 personas.

He leído también un informe de su Agencia, que se titula «Los objetivos a
medio plazo, 1995-1997», que pone de manifiesto lo ambicioso del proyecto
de la casa que uste preside. Mis preguntas serían las siguientes. ¿Es ése
su proyecto o su proyecto es otro? ¿En qué medida ha cambiado su proyecto
en relación a la línea que mantenía anteriormente? Me gustaría saber
cuáles son sus proyectos de futuro. ¿Cómo quiere usted que sea la Agencia
dentro de tres o cuatro años y dónde la quiere llevar? ¿Qué medidas va a
adoptar si sigue la reducción de ingresos, si en los presupuestos del
próximo año no consigue un aumento en su contrato con el Estado?
Me gustaría, señor presidente-director de la Agencia Efe, que defina sus
proyectos muy claramente aquí en sede parlamentaria. Para mi grupo es
importante saber qué quiere hacer el Gobierno, si es que el Gobierno
quiere hacer algo con la Agencia Efe; no sólo lo quiere hacer usted, sino
también lo que quiere hacer el Gobierno. Han sido, como decía antes,
muchos años de trabajo y esfuerzo de buenos profesionales --usted sabe
que la Agencia tiene buenos profesionales-- y este proyecto no se puede
venir abajo por falta de atención del Gobierno. Me temo, señor Gozalo,
que el Gobierno tiene sus prioridades y su prioridad es la radio y la
televisión pública. No parece --se lo digo con todo respeto y sabe que
con todo afecto-- que a usted le hagan mucho caso; me temo que no le
están haciendo mucho caso. A veces, tal y como se está desarrollando la
información, parece que el Gobierno está tratando de hacer que la Agencia
Efe pierda peso o pierda fuerza. Las primicias, como decía también el
portavoz de Izquierda Unida, en algunos casos se las están dando a Europa
Press, incluso ha habido una importante entrevista con el presidente del
Gobierno que no se le ha dado a Efe, sino a Europa Press. Lo cierto es
--y sobre ello hay una preocupación en mi grupo por la información que
recibimos--



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que desde la llegada del Partido Popular al Gobierno han subido las
contrataciones con Europa Press; no tengo nada contra que suban, pero sí
contra que pierda la Agencia Efe. Lo cierto es, señor Gozalo, que Europa
Press está cogiéndole mercado o al menos ésa es la información; no tengo
datos concretos --usted me los puede facilitar--, pero la información que
tengo me preocupa. En ese sentido, quisiera saber cuál es la actitud del
Gobierno frente a la Agencia Efe, porque se dice que mi sucesor en la
portavocía del Gobierno, don Miguel Angel Rodríguez, no tiene unas
relaciones extremadamente buenas con usted. Esto es una anécdota, no hace
falta que me conteste a esta pregunta, pero sí quisiera que me dijera
cuál es la actitud del Gobierno en relación a la Agencia. Lo mismo que me
preocupa la manipulación que el Gobierno hace de televisión, me preocupa
que el Gobierno no se ocupe excesivamente por la Agencia que usted
preside. Ni una cosa ni otra, al menos eso es lo que piensa mi grupo.

El prestigio de la institución que usted dirige está cayendo en este
sentido o en algún otro, al menos eso es lo que circula por los medios de
comunicación, en beneficio de otras agencias, más concretamente de la
agencia antes citada, y usted sabe mejor que nadie que la pérdida de
prestigio trae la caída de una agencia. No se puede permitir ese lujo,
señor Gozalo.

Hay mucha inquietud dentro de su casa, y de esto no ha hablado usted,
pero sabe que yo conozco a bastantes periodistas y tengo buenas
relaciones con muchos, en algunos casos relaciones de amistad y veo que
hay inquietud en su agencia. En la agencia que usted preside hay una
conciencia, cada día más generalizada, de que no hay proyecto, al menos
ésa es la información que a mi grupo le llega, y que el proyecto que
había se debilita cada día más. La percepción es de descuido de un
proyecto. Eso no se deduce de sus palabras, pero sí del contacto con
personas que trabajan en su Agencia, con personas que continuamente están
recogiendo información en los distintos foros políticos. Hay problemas
con un proyecto que hasta ahora vertebraba --usted lo ha dicho muy bien--
informativamente España y que, en acción exterior, era el número uno en
toda América.

Esta percepción de falta de proyecto dentro de la Agencia trae consigo
desconcierto, desánimo y cierta desincentivación. Esto es peligroso en
una agencia de noticias, donde la rapidez y la inmediatez de la noticia
son la norma. No sé si lo sabe, pero en la Agencia Efe incluso se dice
que allí el único que está realmente contento es usted. Me gustaría
pensar que hay mucha más gente contenta en la Agencia Efe.

Paso al tercer elemento de preocupación de mi grupo en relación a la
Agencia. Aunque usted ha dicho aquí lo contrario y yo tiendo a creerle,
debo expresarle mis preocupaciones, y mis preocupaciones son que la
Agencia no está ganando credibilidad, sino que más bien la está
perdiendo. Como usted sabe mejor que yo, una agencia de noticias se basa
en el crédito. Hasta ahora se había conseguido que la Agencia Efe no
estuviera en el debate, en la lucha política y, consiguientemente, esto
le reportaba respeto en toda España, y prueba de ello no es sólo la
amplitud de su mercado, de los mercados de la Agencia Efe, sino también
los premios que la Agencia Efe ha recibido, entre ellos, el muy
prestigioso premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.

Hay un hecho, que ha citado el portavoz de Izquierda Unida, que para
muchos ha sido un elemento de preocupación en relación con esta toma de
partido de la Agencia en el debate político. Este hecho ha sido --y lo
digo con todo afecto, porque personalmente le tengo mucho respeto-- el
nombramiento de don Miguel Platón, e insisto en que no es nada personal,
sino la inquietud que me produce la información que va llegando al Grupo
Parlamentario Socialista. A juicio del Grupo Parlamentario Socialista,
este nombramiento, que se hace el pasado día 10 de marzo, rompe con una
trayectoria ya secular en la casa: que el director de información sea un
profesional --éste desde luego lo es-- sin connotaciones políticas
especiales. Usted mismo, cuando llega a la Agencia, parece que mantiene
esta misma línea y, de hecho, confirma al director de información. Luego
lo cesa y, después de algunos cambios, acaba por nombrar al señor Platón.

Es decir, esa línea dura poco porque no sólo cambia al director de
información sino que también se cesa a don Jesús Fonseca, jefe de
nacional, que según la información que yo tengo es un excelente
profesional y, desde luego, fuera de toda la lucha partidista. A mí me
gustaría que usted me dijera si realmente cree que el señor Platón está
fuera de esta lucha partidista. Yo me temo que no. El señor Platón viene
de una revista con una connotación partidista clara. Digamos que su
trayectoria profesional es absolutamente respetable, pero a mi grupo le
puede ocasionar alguna preocupación que venga de una revista con una
connotación partidista tan clara en este momento de la vida política
española como es la revista Epoca. En ese sentido, el señor Platón nunca
ha sido neutral y, además, y es legítimo, nunca ha tratado de
disimularlo, ha mantenido siempre sus posiciones. Informativamente se ha
situado --creo yo, por algunos indicios-- en uno de los bandos en la
batalla del Gobierno con el grupo Prisa por la televisión digital. No
tengo que recordarle, porque usted lo sabe como yo, que el señor Platón
publicó en la revista Epoca un informe, al parecer encargado por un
secretario de Estado, aunque esto no está confirmado, informe que,
también al parecer, facilitó a la Moncloa y ha servido de base a las
denuncias que hoy tiene ante los tribunales a la empresa Sogecable y a
sus directores. Esto son hechos que están ahí, en la vida política, y que
causan alguna preocupación a mi grupo parlamentario y también a algunos
trabajadores de la casa que usted preside. Hablando de Sogecable, me
gustaría plantearle también la pregunta que ha hecho mi antecesor en el
uso de la palabra, el portavoz de Izquierda Unida, porque la información
que tiene mi grupo es que realmente usted inicia negociaciones con
Sogecable que hubieran permitido no sólo utilizar las instalaciones de
Telemadrid, sino que también hubieran dado la oportunidad de no perder
casi 200 puestos de trabajo. Sin embargo, estas negociaciones, que
estaban muy avanzadas, se rompen por algo que a mí se me escapa. Usted ya
ha contestado, pero le insisto porque me gustaría que me dijera qué ha
pasado realmente con este contrato y



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si la información que yo tengo es correcta, que me gustaría no lo fuera.

Usted sabe que este contrato, aunque tenga otros con distintas empresas,
hubiera sido enormemente beneficioso para la casa. ¿Cuáles han sido las
razones que le han llevado a no firmar este contrato? ¿Quién le ha dado
la orden para que lo interrumpa? Ya sé, porque lo ha dicho, que
políticamente no se la ha dado nadie y le creo; sin embargo, tengo que
insistirle porque quiero que en sede parlamentaria queden claras las
preocupaciones de mi grupo. Le digo además que sólo son elementos de
preocupación, no estoy acusándole en ningún caso de una serie de errores
que no tienen posibilidad de mejora.

Comprenda que mi grupo parlamentario está preocupado porque ¿cómo puede
mantenerse el crédito en una agencia oficial que toma claramente partido
sobre un bando, aunque en el 90 por ciento de su información no sea así?
De hecho, yo sigo constantemente la información de la Agencia y puedo
decirle que en términos generales no se puede hablar, como en Televisión
Española, de manipulación; no obstante, hay algunos elementos que me
preocupan. Por ejemplo, sigo todas las publicaciones que se hacen sobre
encuestas electorales y en las que publica la Agencia Efe hay dos
elementos de preocupación, dos luces que se van encendiendo: una, cuando
se publican encuestas en los medios de comunicación, ustedes reproducen
sólo las de El Mundo que casualmente suelen ser las que favorecen más al
Gobierno y atacan más a la oposición. Además, si se producen dos
informaciones en un mismo día sólo al final se da cuenta de otra
encuesta.

Lo que me parece más preocupante, aunque puede ser un error de
información y no podamos ir a más, es cuando se publican las encuestas
del CIS, ahí no diría que hay manipulación, pero sí un arrimar las ascuas
a una sardina. Mi opinión, y es un consejo, se debería ser un poco más
objetivo cuando se dan algunas informaciones sobre las encuestas, tema
que sigo con asiduidad.

Hay un último elemento que me preocupa, después de hablar con bastantes
personas que trabajan en su casa. Me dicen que se está empezando a
producir --y se lo digo en voz baja-- cierta autocensura. La gente está
inquieta, hay algún tipo de inquietud y el origen de esa inquietud puede
ser la destitución del jefe de sociedad, don José Martínez Velasco, que
se produjo nada más llegar usted, porque publicó una información que al
parecer no gustó al Secretario General de Educación, señor Nasarre.

Desde ese momento hay cierta inquietud en la casa y también tengo la
confirmación de que el señor Platón no está sobre las personas que hacen
la información, motivando que se haga de una determinada manera, pero
todo esto me lleva a pensar que hay cierta autocensura y cierta inquietud
en muchos trabajadores de la casa. De hecho, hay un indicador claro de
que no yendo mal las cosas no acaban de marchar del todo. La información
que tengo es que nadie quiere hacerse cargo de la sección de política y
creo que por algo será. Ahora hay un interino que es Juan Carlos Zamora,
pero nadie quiere hacerse cargo de esta responsabilidad o al menos no se
cubre desde hace tiempo.

Tiene usted una casa potente, como ha dicho bien, con profesionales muy
cualificados, pero no ha acabado de marchar durante este año. Mi grupo
está preocupado por cuanto le acabo de decir. Hay demasiados elementos de
preocupación en este primer año y me gustaría que respondiera no tanto a
mis preguntas, que no le he hecho muchas, como a mis inquietudes y que
intentara hacer un balance no tan grandioso, sino algo más realista, de
lo que ha sido este primer año.

Quisiera que en su respuesta, señor Gozalo, me demostrara que no llevo
razón. Sabe de mi colaboración personal y de la de mi grupo, si las cosas
marchan bien, pero mi obligación como responsable del principal partido
de la oposición es decir a esta Cámara, en los controles al Gobierno o a
las personas que cubren algunas instituciones importantes, y apuntar los
elementos de preocupación o las luces rojas que se van encendiendo. Yo
veo algunas, tengo confianza en usted y su gestión, pero espero que en su
contestación me deje un poco más tranquila que cuando hemos empezado esta
comparecencia.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, el señor Trías
Sagnier tiene la palabra.




El señor TRIAS SAGNIER: En esta comparecencia del señor Presidente de la
Agencia Efe, al que agradezco muy sinceramente su presencia y el
aquilatado y brillante informe que nos ha leído, voy a tratar de elevarme
de lo que son las anécdotas a lo que son las categorías. Entrar ahora,
nuevamente, en el debate al que pretenden llevarnos algunos grupos de si
la revista Epoca defiende determinadas posiciones, de si el grupo Prisa
está siendo relegado, llegando incluso al chisme, es decir, si usted
tiene o deja de tener amistad con determinado secretario de Estado, o
llegando incluso al sectarismo --lo siento y que me perdone la señora
portavoz del Grupo Parlamentario Socialista--, al calificar al señor
Anson ahora precisamente de hombre legendario, cuando fue
inmisericordemente vapuleado y criticado, sobre todo por su gestión al
frente de la Agencia Efe, agencia que, sin duda, le debe la gran potencia
que ahora tiene y que posteriormente, en lo que es la gestión económica,
ha dejado una herencia a la que ustedes saben, señorías, que a mí no me
gusta referirme, porque ésta se acepta a beneficio de inventario, pero
esa herencia no es nada brillante ni nada halagüeña, aunque yo confío y
nuestro grupo confía muy sinceramente en que don Miguel Angel Gozalo la
está dirigiendo y gestionando adecuadamente, y a ello me referiré a
continuación.

El proyecto de la Agencia Efe, tal como nos lo ha referido su Presidente
y Director General, es un proyecto realista, nada triunfalista, es un
proyecto de Estado, es un proyecto y una gestión de un servicio público.

Así se deduce de sus palabras, esencialmente por esa potenciación que se
pretende hacer, como nos ha manifestado, como paladín de la lengua y de
la cultura española sobre todo en el mundo hispánico, y también con las
ramificaciones en el mundo del norte de Africa, donde España tiene una
determinada influencia, y en otros sectores; cultura hispánica que le
lleva incluso --y yo realmente me congratulo de ello-- a dar noticias en
mi lengua vernácula, que es el catalán.




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Yo creo que esa posición de la Agencia Efe que nos ha relatado el señor
Presidente y Director General está en perfecta consonancia con lo que en
determinadas y variadas ocasiones ha definido el Presidente del Gobierno
don José María Aznar, ya que España no es una gran potencia en el orden
militar y es una potencia media-alta, de las que quince o veinte más
importantes del mundo en el orden industrial, y de lo que no cabe la
menor duda es de que en el aspecto cultural y de la lengua es una de las
primeras potencias del mundo y, por tanto, la gestión de la Agencia Efe
nunca podrá ser analizada o simplemente enjuiciada en sus aspectos
positivos, que también tiene la crítica, y en sus aspectos negativos por
criterios puramente económicos.

Es esa agencia del Estado que en diversas ocasiones mi compañera doña Ana
Mato manifestó en anteriores legislaturas que no está estrictamente, como
ha dicho también su Presidente y Director General, al servicio de un
gobierno determinado, y en ese sentido yo creo que debe entenderse el que
su presidente y algunos miembros de su gobierno también ofrezcan
declaraciones en orden a mantener esa pluralidad a otras agencias
informativas, que no es la agencia de servicio de una empresa cuyas
acciones pertenecen en su integridad al patrimonio del Estado.

Por otro lado, creo que esa insinuación de cesión de terreno, tal como
nos ha manifestado su propio Presidente y Director General, es
absolutamente improcedente. Yo comprendo que sea una preocupación,
preocupación que probablemente han tenido algunas personas, pero a la
vista de los datos que nos ha ofrecido, 2.500 noticias, 230 fotografías
diarias, me parece que el señor Presidente y Director General ha disipado
toda preocupación en ese sentido. Desde luego, yo le animo a que siga esa
política de expansión de nuestra lengua y nuestra cultura.

Quiero recordarle la anécdota que publiqué recientemente en un artículo
del hasta ahora legendario director del diario ABC, don Luis María Anson,
donde me refería a que si el Teatro Nacional de España hubiese seguido
los dictados de don José María Martínez Ruiz, que entonces estaba todavía
a caballo entre ser Airman o Azorín, nunca habría existido a no ser por
el ex Alcalde de Madrid, y entonces Diputado, el señor Francos Rodríguez,
que dijo que la lengua española y la cultura están por encima de
criterios puramente económicos y hay que potenciarlas.

También quiero hacer referencia al inmenso y competentísimo equipo de
profesionales que hay en la Agencia Efe, que ya había en la Agencia Efe,
en esa agencia que no nace ayer, no nace con nosotros, sino que nació en
una situación muy especial y que ha ido progresando a lo largo de los
años. Que ahora se tenga una determinada preocupación porque en su etapa,
señor Presidente y Director General, se ha contratado a dos personas, me
sugiere una leve sonrisa porque, sinceramente, no lo entiendo cuando el
pluralismo de la Agencia está más que garantizado. Yo soy testigo en
Cataluña de los nulos o mínimos cambios que se han hecho, por ejemplo, en
la delegación, donde permanecen las mismas personas, profesionales de
gran prestigio y gran objetividad informativa --y puedo decirlo como
testigo en situaciones especialmente difíciles para nuestro grupo-- que
ahí continúan. Deseamos sinceramente, como está haciendo su Presidente y
Director General, que todas las incorporaciones, dos en este caso, se
hagan por los criterios profesionales que él mantiene.

Quiero hacer especial hincapié, porque a mí me parece importante, en esos
mínimos conflictos legales que hay en la Agencia. Creo que es un dato
importante. Por lo que nos ha dicho, prácticamente no tiene demandas al
amparo de la Ley de protección del honor ni querellas de ningún tipo, lo
cual significa una veracidad, a la que también se ha referido, y una
credibilidad de sus informaciones. Consideramos que debe continuar en esa
línea que, hay que reconocerlo, mantuvieron sus antecesores.

Es cierto que España estaba ante un reto muy importante, como era el
cumplir los tan traídos y llevados requisitos para entrar en la primera
velocidad de la Unión Europea. Eso ha requerido enormes recortes
presupuestarios. El propio Presidente y Director General ya se refirió a
ellos y se quejó, entre comillas, ante la Comisión de Presupuestos; la
realidad es como es. Pero ello viene agravado porque existía un contrato
con Telemadrid, fruto, no lo dudo, de buenísimas intenciones, un contrato
que ha sido muy útil, pero, como dice el refrán, significa pan para hoy y
hambre para mañana, porque se tuvo una cierta improvisación, ya que, por
lo que ha dicho el propio Presidente y Director General, no existieron
cláusulas de indemnización cuando Telemadrid decidió denunciar el
contrato y trasladar sus instalaciones a otro lugar. Quiero hacer
hincapié, para que no piensen que se firmó durante el Gobierno del
Partido Popular en la Comunidad Autónoma de Madrid, en que el contrato
con Telemadrid se firmó cuando estaba en el Gobierno el señor Leguina.

Como no existían esas cláusulas de indemnización, al cambiar Telemadrid
su lugar de residencia y adquirir su autonomía, con lo que se queda la
Agencia Efe --supongo-- es con un pasivo en términos económicos que es el
pasivo laboral, pero sin el activo, que son los contratos, que le
producían unos determinados e importantes beneficios. Por tanto, lo que
hace, como nos ha referido ahora el Presidente y Director General --y
creo que es lo más atinado y me congratulo por esas buenas relaciones a
que ha hecho referencia, no exentas de algunos problemas, con el comité
de empresa-- es intentar recolocar a todo ese personal, sin duda
excedente, en otros servicios, en otros proyectos que va teniendo la
Agencia.

Además de eso, ocurre que el Estado rebaja hasta el 37,5 --si mi cifra no
me baila-- el contrato que tenía con la Agencia, con lo cual
efectivamente se producen unos desequilibrios en las cuentas a las que él
ha hecho referencia y hay una disminución de capital --y por eso yo me
atrevo a calificar su informe de realista y aquilatado--, que viene
determinada por la Ley de Sociedades Anónimas, para ajustar el capital a
lo que es el patrimonio neto de la empresa.

En síntesis, y para no alargar más mi intervención en esta comparecencia,
diré que creo que es un informe realista; que el actual Presidente y
Director General está gestionando una situación económica no creada
durante su etapa, pero que asume a beneficio de inventario en lo bueno y
en lo menos bueno; que tiene una serie de proyectos que nos ha
manifestado y que yo, en nombre de mi



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grupo parlamentario, le animo a seguir en ellos, especialmente en lo que
es la potenciación de la lengua y la cultura española. Queremos que el
Presidente y Director General de la Agencia Efe sepa que en esa línea
tiene nuestro total apoyo.




El señor PRESIDENTE: Para responder a las preguntas o formular cualquier
observación o comentario a la segunda intervención del señor Alcaraz y a
las manifestaciones de doña Rosa Conde y del señor Trías, tiene la
palabra el señor Presidente-Director de la Agencia Efe.




El señor PRESIDENTE-DIRECTOR GENERAL DE LA AGENCIA EFE (Gozalo Sainz):
Efectivamente voy a contestar a los tres. Reitero mi gratitud por estar
aquí. Me he sentido muy a gusto. Me ha interesado mucho todo lo que
ustedes me han dicho, que sirve para lo que yo estoy haciendo, que es
mejorar la situación de la Agencia Efe.

El señor Alcaraz ha dicho al final que no se queda tranquilo. Ahí tenemos
el tema de Platón. Parecemos filósofos griegos. Lo quiero aclarar de una
vez y ya lo hago también para doña Rosa Conde, a la que de entrada le
agradezco su confianza en mí. Yo también confío en que usted me crea y le
aseguro que esas inquietudes que a usted le cuentan no son para tanto. Me
encanta que digan que soy el más contento de la Agencia. Soy el que más
madruga y el que más trasnocha. Pertenezco a las dos Españas, a la que
trasnocha y a la que madruga. Creo que la gente está razonablemente
satisfecha.

Incidentalmente, a título de anécdota, he de señalar que lo que ha pasado
con el tema del director de política es que la directora de política,
doña Ana Vaca de Osma, se ha marchado a otro empleo. Estaba muy a gusto
en la Agencia pero le han hecho una oferta mejor y se ha producido una
vacante que naturalmente hemos cubierto con otra persona de la casa. Y
con esto enlazo con lo del señor Platón. Yo no digo que de las 800
personas de la casa cualquiera hubiera podido cubrir ese puesto. No he
querido decir eso. Si usted lo ha entendido así me ha entendido mal.

Quería decir que hubiéramos podido cubrir esa vacante con gente de la
casa, como en el Barcelona van a cubrir la vacante de Ronaldo con otro
jugador, si pueden. Las plantillas son lo que son y yo he buscado --ésa
es una circunstancia que se me permite, está dentro de mis atribuciones--
una persona que me ofreciera todas las garantías profesionales. Lo que
quiero decir es que, habiendo tanta gente en la plantilla, con mucho
tiempo se puede encontrar, pero no podemos hacerlo apresuradamente.

Lo mismo pasa en la sección de nacional. Efectivamente, tenemos otra
persona, que se llama Juan Carlos Zamora, que es el jefe --lo ha
mencionado doña Rosa Conde-- designado para la sección de nacional.

Naturalmente, se ha encontrado, como nos ha pasado a todos, como yo
mismo, el señor Platón y los gestores y cuantos trabajamos en la casa,
con problemas serios y dificultades. El quiere más personal y más medios.

Esas han sido las razones de su inquietud, por usar su misma palabra.

Pero a Juan Carlos Zamora le hemos garantizado que se le darán los medios
dentro de nuestras posibilidades, y está tan encantado y feliz como yo
mismo para seguir en ese puesto, que es muy importante.

Sobre la noticia del señor Platón, la aclaración que hizo fue para
verificar que una información era errónea. La Agencia Efe tiene la
obligación de ser veraz. Yo creo sinceramente en la credibilidad de la
Agencia Efe. Agradezco mucho a doña Rosa Conde que al hablar de
manipulación haya dicho que en Efe no la hay. No hay manipulación en la
Agencia Efe, no existe manipulación. Ahora aclararé lo de las encuestas.

En Efe contamos todo lo que pasa. Nos limitamos a ser modestos notarios,
entre comillas, porque es una pretensión exagerada definir así a los
periodistas, a mi modo de ver. Pero nos limitamos a contar lo que pasa, y
lo que pasaba en ese momento era que una emisora de radio, en una
pregunta al portavoz del Gobierno, había hecho unas imputaciones al señor
Platón decididamente falsas. El hecho de que el señor Platón proceda de
una revista... Todos tenemos nuestro pasado a estas alturas del partido
y, naturalmente, el señor Platón tiene todo el derecho a trabajar donde
haya querido. Pero en la Agencia Efe se le ha contratado para que se
dedique a la información y a eso se está dedicando, sin preguntar
demasiado qué tipo de información hacía antes o cuál dejaba de hacer o
cuál era el medio. Estoy de acuerdo y le agradezco al señor Trías que
haya dicho que eso es entrar en la crónica rosa del periodismo.

Nosotros en la Agencia Efe nos limitamos a considerar lo que es noticia,
sabiendo que hay una frase célebre de un juez norteamericano que dice que
la libertad de expresión no ampara al que grita fuego en un cine lleno.

Es decir, que nosotros no metemos el dedo en el ojo de la gente; nosotros
estamos a favor de las cosas y creemos que la información y la verdad nos
hará libres. Ese es nuestro objetivo y a eso nos dedicamos, y
naturalmente lo hacemos con los profesionales que consideramos
capacitados, y yo les aseguro que el señor Platón ha sido contratado por
mí porque me parecía que era la persona más capacitada en este momento
para llevar adelante la Agencia.

El hecho de que él diera una aclaración que era muy pertinente, confirma
el papel de la Agencia Efe como primer vehículo de comunicación de este
país.

Después, doña Rosa me ha querido hacer cómplice de su enemistad con el
Gobierno, cosa que naturalmente entiendo, porque ella es una avezada
política, pero yo no soy político. Yo soy sólo un profesional de la
información. Los periodistas somos el eco del ruido del mundo y yo estoy
aquí de eco de la Agencia Efe nada más. Doña Rosa, yo voy a intentar
tranquilizarla. Me alegra que usted se encuentre al final de mi
intervención un poco más tranquila, aunque no del todo. Ha dicho: no
yendo mal, no acaba de marchar bien del todo. Bien del todo es muy
ambicioso; por mucho optimismo que le echemos, todo bien no va. Pero las
cosas van bien, van razonablemente bien. Van con las dificultades propias
de una empresa complicada que, naturalmente, como ha recordado el señor
Trías y yo también, no se ha inventado ayer.

Usted dice que le preocupan las cuentas, la reducción del contrato. Pero
¿qué me dice usted del bloqueo que



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hubo de los contratos anteriores por parte de la Administración
socialista? Eso me lo he encontrado. El señor Sobrado Palomares, con el
que tengo una excelente relación , me ha contado las dificultades que él
pasó en esos tiempos. Hubo un momento en que por el espejismo, ya lo he
mencionado, ante el contrato de televisión, se pensó que no hacía falta
subir el contrato, se paralizó ese plan y se congelaron unas
subvenciones, mejor dicho, unas cantidades --no subvenciones, porque
dicha palabra no la debemos emplear en relación con la Agencia Efe,
porque no lo es en modo alguno--, lo que contribuyó a la actual
situación.

Me ha hablado usted de las cifras --yo ya había dado algunas--, que van a
ser muy malas, que voy a hacer --dice-- las cuentas peores de la historia
de Efe --si me toca, lo asumiré con ánimo-- y me pregunta qué voy a hacer
con ellas. Yo voy a hacer lo que he enunciado aquí. Estamos luchando, y
puedo manifestar que la Dirección General de Patrimonio nos ha
facilitado. Yo presenté al consejo de administración ese plan de
actuación de la empresa, que es un plan muy voluminoso, es un plan que
estamos discutiendo y no tengo ningún inconveniente en desvelar las
líneas maestras, pero no me parece correcto porque están en trámite de
negociación. Lo que queremos es cuadrar, de una vez por todas, ese
proyecto en perspectiva que es la Agencia Efe, aunque las cifras, si las
comparamos con otras magnitudes que se mueven hoy en la vida española,
son modestas.

En cuanto al déficit, aunque se quiera compensar con ese intangible que
es el servicio público y la labor que hace Efe en el terreno de la
cultura, por supuesto, a mí no me apetece que haya déficit. ¡Claro que
no! Pero seamos realistas. Este negocio de las agencias de prensa no es
negocio en ningún sitio del mundo; ya lo he dicho. No es fácil que un
pequeño despacho publicado en uno de esos periódicos que recogen un
setenta y tantos por ciento de información de Efe que he enumerado,
compense el tener una oficina en Tokio, en Hong Kong, en Manila,
etcétera. Y eso es así.

Nosotros somos una agencia mundial. Pregunta usted si ese proyecto sigue.

No sigue el proyecto de ese plan de empresa que usted ha leído
últimamente porque ese proyecto termina desde el momento en que el
contrato de servicios con el Estado, en los últimos años del Gobierno
socialista, está congelado, y el ver que este año tenemos que hacer
frente a unas mayores dificultades derivadas de la marcha de Telemadrid y
de la reducción presupuestaria, nos obliga a plantearnos el futuro de la
Agencia de otra manera. El proyecto existe. ¡Claro que existe el
proyecto! El proyecto en lo que se refiere a agencia mundial, sin duda, y
el proyecto en lo que se refiere a nuevas iniciativas en materia de
información, también. Ya he mencionado cómo uno de los objetivos
estratégicos de la Agencia no estar al margen del mundo audiovisual. El
telediario es el periódico que leemos todos, y no queda más remedio que
estar ahí. De la misma manera que vemos en la CNN un recuadrito, arriba,
en la esquina, que dice Reuter o AP, nosotros aspiramos a que ahí ponga
alguna vez Efe, y en esa dirección estamos trabajando. Naturalmente, eso
requiere inversiones, requiere paciencia y requiere tenacidad, y eso es
lo que yo creo que nosotros estamos poniendo en este momento. Y sobre
todo requiere el apoyo --que creemos que sí lo tenemos-- de ustedes, por
supuesto, del Gobierno y de nuestro principal accionista, que es la
Dirección General de Patrimonio.

Dice usted que se está borrando el perfil de la Agencia Efe . No, no veo
dónde; sinceramente, no lo veo. La Agencia Efe es la misma agencia que ha
habido siempre. Si acaso, con un dato muy revelador de estos últimos diez
años de gestión de mi predecesor: de 600 personas que componían la
plantilla, hemos pasado a ser 1.200. Por eso entiendo al señor Alcaraz
cuando dice que qué va a pasar con la plantilla. La plantilla hay que
utilizarla --eso justifica el proyecto en el que estamos metidos-- y lo
que vamos a hacer es lo que los economistas llaman reasignación de
recursos. Es posible que eso haya producido alguna inquietud. Usted dice:
en teletexto. En teletexto trabajan 19 personas. La tecnología moderna
permite que, con una maquinaria adecuada, al tiempo que un redactor hace
una noticia, prácticamente ese mismo redactor la traslade ya a teletexto
y, con muy poco personal, eso tenga una utilización. Las personas que
creemos que sobran en teletexto no van a ser despedidas. Algunas van a
ser dadas al señor Zamora para que haga información política. Eso es lo
que estamos haciendo. Yo no creo que pueda decirse que eso provoca
inquietud o que se cambia el perfil de la Agencia o que no hay proyecto
en la Agencia.

Me pregunta usted, doña Rosa, que cómo quiero que sea la Agencia dentro
de tres años. Exactamente, lo he dicho. Esto es un mundo cambiante. La
Agencia está en el corazón de un producto que cambia constantemente como
es la información, en un mundo que no deja de cambiar. Ya somos la aldea
global, por usar el tópico de McLuhan, pero que es cierto, viendo la CNN,
y nosotros tenemos que seguir esa carrera; la tecnología nos obliga a
seguir en esa carrera.

Le voy a contar un secreto: por ejemplo, sobre las cámaras fotográficas
que hay ahora. Para hacer las fotografías en tiempo real, con fotografía
digital, que se pueden enviar con un teléfono digital cualquiera (desde
cualquier hotel, una persona que ha tomado esta imagen inmediatamente la
tienen en el periódico) cada una de esas cámaras cuesta dos millones y
medio de pesetas. En este momento, la sustitución de nuestra flota de
cámaras es una inversión seria. Poner las herramientas de gestión en
condiciones también lleva tiempo, y eso es lo que estamos haciendo. Lo
que estamos haciendo en la Agencia, y ése es el proyecto del que me
siento sinceramente satisfecho, es poner orden en una vocación sin duda
legítima, que yo comparto, de hacer de la Agencia algo grande, pero tiene
que ser hecha, como ha dicho el señor Trías, con realismo, y yo creo que
ése es nuestro objetivo.

Vamos a poner orden en algunas cosas y, por ejemplo, el servicio de
inglés, nos sentimos muy orgullosos de que lo tenga la Agencia Efe. ¿Cómo
no va a tener una agencia mundial un servicio en inglés? Pero se hacía en
Manila; yo no tengo nada contra Filipinas, pero está un poco lejos; como
lo estamos haciendo ahora, desde Miami, es más manejable. Ahí hay un
proyecto clarísimo más realista,



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que además se combinará con el proyecto de información para los núcleos
hispanos de Estados Unidos.

Su tercera pregunta es ¿qué va a hacer si sigue la reducción de ingresos?
Si sigue la reducción de ingresos, lo primero que haré será rezar, y,
después de rezar, le insistiré al Gobierno que no puede seguir la
reducción de ingresos. Eso es lo que estamos tratando de arreglar en esa
negociación con Patrimonio del Estado.

Me alegra que usted no crea que hay manipulación. No hay manipulación
alguna en la Agencia Efe, la inquietud del personal de la Agencia no la
veo, yo hablo con mucha gente, y usted también habla con gente de la
Agencia, pero le garantizo que yo hablo con más todos los días, y la
gente lo que quiere son medios y que la Agencia siga en el alto nivel en
que está sin perder ni gota de credibilidad, que ésa no la ha perdido.

Quiere que le aclare lo de Sogecable. Lo de Sogecable es muy sencillo.

Esas negociaciones a las que ha aludido del comité de empresa, de las que
ha hablado el señor Alcaraz, no han existido, fueron sólo unos contactos,
pero es una relación comercial muy habitual en este tipo de negocios; es
normal, nosotros estamos todos los días como en una tienda abierta, y,
naturalmente, en un momento dado, se estableció ese contacto y sin duda
algunos de los responsables de la casa, con mayor o menor buena voluntad
y acierto entendieron que eso podría..., pero no se ha traducido en
ninguna oferta concreta, no ha habido cifras (como ha sacado el comité de
empresas en sus comunicados), cifras de las que se pueda hablar, y yo he
intervenido directamente después en esas negociaciones.

El señor Alcaraz me preguntaba también qué pasaba con Televisión
Española. Queremos hacer algo en Televisión Española; de hecho, ya lo
estamos haciendo, pero es un mundo que está moviéndose muy aceleradamente
estos días, y yo creo que dentro de unas pocas semanas tendremos a
nuestros nuevos clientes allí instalados, sean los que sean, y en el
mayor número posible, pero no hay ninguna razón política, lo he dicho y
quiero que quede claro en sede parlamentaria, nadie me ha dicho que no se
podría. Yo tengo afortunadamente la capacidad para decidir y no me he
sentido obligado a preguntar a nadie, como no le pregunto a nadie si esa
foto que sale hoy en los periódicos del señor González y del señor
Almunia saludándose cordialmente, que ha hecho un redactor nuestro, se le
puede vender a un periódico o no. Se la vendemos a todo el mundo.

Respecto a las encuestas, nosotros somos objetivos doña Rosa; le aseguro
que somo objetivos y que lo seremos en lo sucesivo. Podemos equivocarnos,
pero yo le aseguro que no se recogen encuestas de ningún periódico, de
ninguna manera, porque nosotros tenemos que servir a ese mismo periódico
y a los de la competencia. ¿Qué sentido tendría que Efe recogiera sólo
las encuestas que hace un periódico y no las de otro periódico que
también es nuestro cliente? Nosotros somos del Madrid y del Atlético, del
Barça y del Español, de la Real Sociedad y del Athletic de Bilbao.

Tenemos que ser de todos a la vez, no nos queda más remedio.

Ha mencionado usted un pequeño incidente que yo quiero aclarar, que es el
del señor Martínez de Velasco. Ahí lo que pasó fue una cosa muy sencilla.

No creo que haya autocensura, como usted ha dicho. Yo no quiero que haya
autocensura de ninguna manera, pero sí quiero que haya rigor en la casa.

El señor Martínez de Velasco --un excelente redactor, por cierto--
cometió una equivocación exagerada en una información de la Agencia, y
fue un error que invalida a una persona para seguir en ese mismo
cometido; alguna medida había que tomar, y no pasó nada más que eso. El
señor Martínez de Velasco fue trasladado a otra sección, donde está
haciendo una labor excelente, pero no a título de ejemplo ni de medida
sancionadora. Sencillamente esto estaba mal hecho, porque las noticias
hay que contrastarlas; no se puede dar una noticia de una manera ligera,
sin contrastar, porque puede originar problemas y quitar credibilidad a
la Agencia. En razón de eso hubo un movimiento absolutamente elemental,
cordial, sin ánimo ejemplarizante, sino sencillamente con el fin de poner
a una persona que haga esto bien y que no nos cree estos problemas. No
pasó más que eso, no pasa nada porque se cambien esas personas en una
plantilla de 1.200 personas. Lo mismo le diría del anterior director de
información, que ha sido mencionado aquí. Este señor sencillamente no
cumplía, pasa en cualquier puesto de trabajo; no es obligatorio que todo
el mundo rinda a satisfacción de sus responsables inmediatos. Este señor
no rendía en lo que se le había encomendado, no llevaba la redacción como
es debido y hubo que tomar algunas medidas y proceder a esos cambios,
entre los cuales está también la necesidad de reordenar la casa
mínimamente, como ha recordado el señor Trías, en función de las
necesidades objetivas de las redacciones respectivas y de la eficacia de
la gestión. Los criterios que priman son los de eficacia. Hable usted con
la gente de Efe y le dirán que no hay castigados, no hay premios, no hay
postergados; la gente está moderadamente satisfecha y está haciendo lo
que quiere hacer y queremos que esté cada vez más motivada.

Para terminar, quiero dar las gracias a doña Rosa por su amabilidad y al
señor Trías por lo que ha dicho de la cultura y del equipo de
profesionales de esta casa. Yo creo que eso es verdad, Efe tiene una
excelente plantilla. Hay una frase que dice: lo que heredaste de tus
padres conquístalo para poseerlo. Esto no es una herencia, es una carrera
de relevos. La Agencia Efe, como no nos cansamos de decir, no ha nacido
ayer y no va a morir mañana. Los que tenemos ahora la responsabilidad de
gestionarla debemos saber recibir esa herencia y conquistarla para
poseerla, y es lo que estamos haciendo. Estamos intentando que las cosas
se vayan arreglando, como usted nos ha concedido, un poquito mejor cada
vez. Desgraciadamente este año tenemos ese enorme handicap de Telemadrid,
que es lo más preocupante, porque, como ha recordado el señor Trías, al
no haber cláusulas indemnizatorias --y no quiero criticar a los
anteriores responsables, cada uno en su momento hace lo que puede-- y al
hacerse con unos criterios no demasiado buenos para el futuro de la
Agencia, pues se contrató mucho personal y se contrataron instalaciones y
ahora tenemos este agujero. Por eso tenemos proyectos, y lo queremos
utilizar no como el que se sirve de los restos del naufragio,



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sino como quien piensa detenida y rigurosamente un proyecto y dice cuál
es el papel de la Agencia Efe en materia de televisión, por ser una
agencia de noticias de televisión. Vamos a hacerlo, vamos a intentar que
eso se haga y de lo que aquí tenemos vamos a ver qué podemos aprovechar y
qué no. En esa batalla estamos. Confío, y les agradezco mucho su
comprensión, en que nos ayudarán y convencerán al Gobierno, cuando haga
falta, para que el objetivo de mantener Efe al excelente nivel en que ha
estado en los últimos tiempos sea uno de los objetivos permanentes de la
casa. (La señora Conde Gutiérrez del Alamo pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Atiendo la petición de palabra de la señora Conde
por espacio de tres minutos, recordándole que habilita una intervención
posterior del señor Gozalo.




La señora CONDE GUTIERREZ DEL ALAMO: Quiero agradecer al señor Gozalo su
contestación y amabilidad porque debe de entender que yo, como
responsable del principal partido de la oposición y como portavoz de mi
grupo, debo expresarle las preocupaciones que tenemos, no con ánimo de
agresividad, en absoluto, en mis palabras nunca la ha habido, sino con
ánimo de que usted conozca cuáles son nuestras preocupaciones y se
intenten salvar.

Al hacer una referencia al señor Platón, al que respeto mucho
profesionalmente, no he querido entrar en la crónica rosa, pero había
indicios que nos preocupaban por la neutralidad que debería tener. Admito
su respuesta. Entiendo que el señor Platón ha podido tener una
trayectoria profesional que le ha hecho tomar partido y que ahora está en
otra en que debe asumir más la neutralidad. Por tanto, no se trata de
entrar en la crónica rosa, sino de expresar una preocupación que no es
sólo de mi grupo, sino también de otros grupos parlamentarios.

Usted me dice que quiero hacerle cómplice de mi enemistad con el
Gobierno. Lo primero que le tengo que decir es que, ni en mi caso ni en
mi grupo hay enemistad con el Gobierno. El Partido Popular es nuestro
adversario político, nunca nuestro enemigo. No le quiero hacer cómplice,
pero sí le quiero decir una cosa: me preocupa que el Gobierno no se
interese excesivamente por los problemas económicos de la Agencia Efe.

Creo que se interesa mucho por Televisión, lo mantengo, y que se preocupa
menos por su Agencia. En eso no le quiero hacer cómplice, sino sólo
expresarle mi preocupación porque creo que sus dificultades económicas
serían menos si hubiera una mayor comprensión del Gobierno.

Evidentemente, dificultades económicas ha habido en la época anterior, no
sólo en la suya. A mí no me preocupa tanto la situación económica como
que se ligue a la falta de proyecto. Este era el sentido de mis palabras.

No querría que en ningún momento esas dificultades económicas pusieran en
riesgo esa mundialización de la Agencia y esa empresa multimedia que
tiene que ser la Agencia Efe en el futuro.

Le agradecería que no echara en saco roto mis palabras ya que han sido
fruto de una información bastante seria. Entiendo que en algunas cosas me
ha contestado razonablemente y en otras tengo que darle mi voto de
confianza. Quiero que sepa que nuestra preocupación por la situación
económica es grande; que nuestra preocupación por el proyecto político e
informativo de la Agencia es muy importante y, sobre todo, creemos que la
Agencia debe de mantener la credibilidad que ha conservado a lo largo de
todos estos años.




El señor PRESIDENTE: Estoy seguro que interpreto el sentir del señor
Director-Presidente de la Agencia Efe si le digo que, lejos de echar en
saco roto sus intervenciones, señora Conde, serán para el señor Director
de la Agencia Efe de la máxima utilidad.

Nos aproximamos a las cinco horas de sesión. Es el momento de expresar
nuestra gratitud a don Miguel Angel Gozalo por su comparecencia ante
nosotros, de expresar nuestro reconocimiento a las señoras taquígrafas, a
los señores representantes de los medios de comunicación que nos han
acompañado en esta larga sesión y a las señoras y señores diputados por
su diligencia, atención y laboriosidad. Gracias y hasta el próximo
período de sesiones, porque no es verosímil razonablemente que esta
Comisión celebre nuevas reuniones en lo que resta de período de sesiones.

Se levanta la sesión.




Eran las nueve y cuarenta minutos de la noche.