DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 567, de 12/07/2018
cve: DSCD-12-CO-567
CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 2018 XII LEGISLATURA Núm. 567
DE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN DE LOS ACUERDOS DEL PACTO DE TOLEDO
PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SR.ª D.ª CELIA VILLALOBOS TALERO
Sesión núm. 27 (extraordinaria)
celebrada el jueves,
12 de julio de 2018
ORDEN DEL DÍA:
Comparecencia de la señora ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad
Social (Valerio Cordero):
- A petición propia, para informar sobre las líneas generales de la
política de su departamento. (Número de expediente 214/000091) ... (Página2)
- Para que explique las líneas generales de actuación de su departamento.
A petición del Grupo Parlamentario Ciudadanos. (Número de expediente
213/001033) ... (Página2)
- Para informar sobre las líneas generales de la política de su
departamento en materia de pensiones. A petición del Grupo Parlamentario
Popular en el Congreso. (Número de expediente 213/001071) ... (Página2)
Se abre la sesión a las tres y cincuenta y cinco minutos de la tarde.
La señora PRESIDENTA: Buenas tardes a todos y a todas. Bienvenidos a esta
reunión de la Comisión del Pacto de Toledo.
Tenemos el honor y el placer de recibir a la señora ministra de Trabajo,
Migraciones y Seguridad Social. En primer lugar, quiero darle la
bienvenida a la ministra, que todos conocemos, por lo menos los que
llevamos un tiempo aquí, puesto que ha sido diputada de este nuestro
Parlamento.
Como todos ustedes saben, la Comisión se desarrollará de la siguiente
forma: la señora ministra intervendrá por el tiempo que considere
oportuno; inmediatamente después daremos la palabra a los grupos de menor
a mayor; la señora ministra volverá a intervenir y, finalmente, daré un
segundo turno a los diputados para aquellas preguntas que consideren que
deben ser contestadas.
Bienvenida, señora ministra. La palabra es suya.
La señora MINISTRA DE TRABAJO, MIGRACIONES Y SEGURIDAD SOCIAL (Valerio
Cordero): Muy buenas tardes, señora presidenta, señorías.
Es para mí un honor volver a comparecer en esta Comisión de Seguimiento y
Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo a la que tuve el gusto y
la suerte de pertenecer en la X Legislatura. Es para mí un honor porque
el Pacto de Toledo es el gran acuerdo político y social de referencia, un
ejemplo, dentro y fuera de nuestro país, de gobernanza adecuada y de
buenas prácticas en la acción relativa a una política social fundamental,
que es mantener un sistema público de pensiones. Es un honor también
estar aquí, porque esta comparecencia me permite hablar de este sistema
público de pensiones; un sistema del que depende nada más y nada menos
que una de cada tres familias españolas; un sistema que ha permitido que
el grupo de edad de mayores de sesenta y cinco años sea en todos los
estudios socioeconómicos el que refleja mayor equidad interna y menos
desigualdades; un sistema que se constituye en el tronco central de la
protección social de nuestro país. Como ministra de Trabajo, Migraciones
y Seguridad Social, a través del diálogo social y en el marco de esta
Comisión, me comprometo a adoptar las medidas de impulso necesarias para
garantizar su viabilidad y solvencia, tomando, por supuesto, como
referencia el marco constitucional.
El Pacto de Toledo fue una apuesta muy importante de un Gobierno que,
acompañado de una oposición constructiva y responsable, fue capaz de
diseñar con altura de miras un futuro para la Seguridad Social. Nosotros,
veinte años después, tenemos la obligación de seguir haciéndolo realidad.
El Pacto de Toledo es un ejemplo para otras áreas de la acción pública
que se inspiran en él para trazar acuerdos sólidos y estables, acuerdos
que permitan reformas, con independencia de las alternancias políticas, y
que garanticen la continuidad de los derechos y el bienestar de los
españoles y las españolas. Vayan por delante, pues, mi agradecimiento a
los firmantes del Pacto de Toledo y mi confianza en los grupos
parlamentarios que hoy tienen encomendada la tarea de la renovación de
sus recomendaciones y la reformulación de propuestas que permitan
continuar con esa estela, que es también una auténtica fortaleza para
nuestro sistema.
Durante esta legislatura y en este mismo ámbito, la Comisión del Pacto de
Toledo ha ido avanzando en lograr determinados consensos respecto al
sistema de la Seguridad Social, que van desde la consolidación de la
acción protectora del sistema, hasta la continuación de la separación de
fuentes de financiación, la necesidad de buscar nuevos recursos que
complementen los ingresos procedentes de las cotizaciones sociales, la
conveniencia de seguir en el proceso de simplificación de regímenes y la
adecuación de las bases de cotización. Señorías, nos queda mucho camino
por andar aún en orden a poder renovar por tercera vez el inicial Pacto
de Toledo, adecuando sus conclusiones y recomendaciones a las
circunstancias actuales, a las demandas sociales y a las exigencias
derivadas de las necesidades financieras, pero buscando siempre, como
hemos hecho en las ocasiones precedentes, la mejora de la protección en
un marco de sostenibilidad económica y de consenso social. Me consta que
en esta Comisión son muchos los meses que se lleva trabajando,
especialmente en reuniones de la Mesa y portavoces del Pacto de Toledo.
Han sido muchas las comparecencias y muchos los debates, y yo creo que
ahora es obligación de esta Cámara -y desde luego cuentan ustedes con el
total apoyo y ánimo del Gobierno desde fuera- de dar por renovadas cuanto
antes estas recomendaciones que van a ser tremendamente útiles para que,
unidas al diálogo social, el Gobierno de España pueda adoptar medidas y
decisiones en relación con la sostenibilidad social y financiera del
sistema público de pensiones.
Para el Gobierno, el trabajo es un elemento nuclear del Estado del
bienestar. Un mercado laboral digno, un modelo económico productivo y un
sistema de protección social son la garantía de un Estado
del bienestar sólido. Por ello, recuperar la centralidad del trabajo y del
diálogo social supone hacer de estas cuestiones el eje integrador tanto
de la protección social como de nuestras relaciones económicas y sociales
para reforzar su sostenibilidad. Ello implica una nueva redefinición del
principio de solidaridad intergeneracional, la cual es ya hoy
bidireccional. Pensiones y mercado laboral deben ir unidos
indefectiblemente; a mí me gusta decir que son caras de la misma moneda o
vasos comunicantes. Si se daña el mercado de trabajo, ineludiblemente se
está dañando la recaudación de la Tesorería General de la Seguridad
Social y, por ende, el sistema público de pensiones. La sociedad, los
poderes públicos y los agentes sociales y económicos debemos implicarnos
en sostener las pensiones a la vez que un mercado laboral digno y
solvente. Eso es, a nuestro juicio, signo de cohesión social.
Hemos estado más de seis años con un Gobierno interviniendo en dirección
contraria a las necesidades de nuestro sistema. Ha llegado el momento de
rectificar, y la manera de hacerlo es con diálogo social y sacando
adelante un nuevo Pacto de Toledo. Teniendo en cuenta este marco de
trabajo, permítanme que tome como referencia la memoria sobre la
situación económica y laboral de España 2017 aprobada por el CES, por el
Consejo Económico y Social, donde se establece que, pese a la mejora de
la situación económica, la situación del sistema de Seguridad Social se
ha deteriorado. Cito textualmente algunos párrafos de la memoria: A pesar
de la paulatina recuperación del empleo y, en consecuencia, de la
afiliación desde el año 2014, los ingresos por cotizaciones sociales han
venido registrando crecimientos muy moderados hasta 2017, debido a
factores como las menores bases de cotización, en línea con la evolución
de los salarios, la elevada tasa de desempleo, la segmentación del
mercado laboral en términos de temporalidad y parcialidad o el importante
crecimiento registrado en los últimos años por las reducciones en las
cuotas a ingresar a la Seguridad Social. Ejemplo de ello es que en 2015,
mientras que la afiliación al régimen general crecía un 4,4%, la base
media mensual de cotización cayó un 0,5%, cuando en los años previos a la
crisis ambas variables crecían a tasas similares de en torno al 4%. Como
ven, es un diagnóstico no demasiado complaciente con la situación que
vivimos y con la propia acción del Ejecutivo del Partido Popular que
hemos tenido en estos últimos años. Dentro de una valoración ponderada,
es evidente que la mejora del empleo supone un buen punto de partida para
la adopción de las medidas necesarias. Sin embargo, esta mejora no se ha
reflejado en la situación económica del sistema de protección, sino al
contrario, ha sido insuficiente para revertir el deterioro financiero
creciente en que se encuentra el mismo. Al respecto, les recuerdo que en
diciembre del año 2017 el número de cotizantes se situó en 18 460 200
frente a los 17 229 922 en el mes de diciembre del año 2011, es decir, 1
230 288 cotizantes más a diciembre de 2017 que en diciembre de 2011. No
obstante, a pesar de este incremento, la recaudación de 109 037 millones
de euros por cotizaciones sociales en el año 2017 se situó por debajo de
las cifras obtenidas en el año 2011, año en el que, aunque se registró
una recaudación de 105 311 millones de euros, esa cifra debemos
actualizarla con arreglo al IPC, por tanto, se situó en 110 365 millones
de euros, es decir, una recaudación de 1328 millones de euros menos que
en 2011, a pesar de tener 1 230 288 cotizantes más. Esto ha sido debido
fundamentalmente a que la cotización media anual por cotizante ha
disminuido en 210 euros. En el año 2011 fue de 6112 euros/año y en 2017
ha sido de 5902 euros/año.
Consecuencia de este evidente deterioro de la situación financiera del
sistema, hemos pasado de tener un déficit de 487,29 millones de euros en
el año 2011 a casi 18 800 millones de euros de déficit a 31 de diciembre
del año 2017; déficit que se ha paliado gracias al Fondo de Reserva de la
Seguridad Social, más conocido por la ciudadanía de a pie como la hucha
de las pensiones. Esta hucha de las pensiones, que a 31 de diciembre del
año 2011 estaba dotada con 66 815 millones de euros, hoy se sitúa en 8050
millones de euros. Desde el año 2012 hasta el año 2017 se procedió a
eliminar un límite que existía del 3% para uso de esos fondos, máximo 3%
anual. Se eliminó el límite y se han detraído de este fondo 74 438
millones de euros, habida cuenta de que se han gastado también una buena
parte de sus réditos, cantidad a la que si le sumamos los 8621 millones
de euros del fondo de contingencias profesionales, conocido vulgarmente
como el fondo de excedentes de las mutuas patronales -llamadas antes
mutuas patronales de accidentes de trabajo de enfermedad profesional y
ahora mutuas de la Seguridad Social-, más los 10 192 millones de euros
del crédito que hubo de solicitarse al Tesoro Público por parte de la
Tesorería General de la Seguridad Social el año 2017, sumando estas tres
cantidades, da una cantidad total de 93 251 millones de euros adicionales
a las cotizaciones durante estos seis años que se han necesitado para
poder hacer frente al pago de las prestaciones contributivas de nuestro
sistema de Seguridad Social. Asimismo, constatamos que la última
auditoría de nuestra situación financiera desarrollada por el Tribunal de
Cuentas muestra que el neto patrimonial de las entidades gestoras
públicas
del sistema de la Seguridad Social tiene, por primera vez desde la
aprobación del Pacto de Toledo, un saldo negativo de 13 725,61 millones
de euros. Si esta situación hubiera sido compatible con la mejora y el
crecimiento de la acción protectora por decisiones del Poder Ejecutivo,
tal vez hubiera merecido el aplauso unánime de esta Cámara y de la
sociedad española, pero lo cierto y verdad es que ha crecido el déficit a
pesar de que ha crecido el empleo cuantitativamente y a pesar de la
práctica congelación de las pensiones que, en teoría, debería haber
servido para moderar gastos.
Como les dije el pasado martes en mi comparecencia ante la Comisión de
Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, aunque hablamos de números,
estamos hablando de personas, de millones de personas, algunas de las
cuales lo pasan a veces muy mal. Así lo pone de manifiesto la encuesta de
condiciones de vida hecha pública por el Instituto Nacional de
Estadística para el año 2017, donde se señala que desde el año 2015 la
población en riesgo de pobreza en los mayores de sesenta y cinco años,
que había descendido aceleradamente desde el año 2004, se ha
incrementado, pasando del 11,4% al 14,8%, situación que también se ha
puesto de manifiesto en el último informe del Defensor del Pueblo.
Querría hacer una mención a los efectos causados por la Ley 23/2013, de 23
diciembre, reguladora del factor de sostenibilidad y del índice de
revalorización del sistema de pensiones de la Seguridad Social. Esta ley
se aprobó como no se deben aprobar nunca las leyes que afectan a tantos
millones de personas, presentes y futuras. Cualquier ley que vaya a
reformar de manera importante el sistema público de pensiones debe seguir
una metodología para su aprobación, y la metodología que nos dimos desde
el año 1995 es sumar el diálogo social -diálogo del Gobierno con los
agentes sociales y económicos- e intentar el diálogo y a ser posible el
acuerdo político en el seno del Pacto de Toledo. Pues bien, los primeros
pasos de esta ley ya fueron negativos. ¿Por qué? Porque se quebró la
metodología; se aprobó de manera unilateral por los diputados y diputadas
del Partido Popular y con el voto en contra de todos los demás grupos
parlamentarios de esta Cámara. Se hizo sin el acuerdo con los agentes
sociales y económicos; no existía acuerdo en la mesa del diálogo social
y, además, se aprobó con un informe bastante demoledor y muy crítico del
Consejo Económico y Social de este país. Se han hecho muchas reformas
legislativas de la Seguridad Social a lo largo de la historia -en la
democracia algunos muy potentes, como la del año 1985 y sucesivas, la
última, anterior a la de 2013, la Ley 27/2011- y en la mayoría de ellas
se ha intentado el diálogo social y tener en cuenta, sobre todo desde el
año 1995, el Pacto de Toledo. Ha habido una norma en todas ellas que ha
sido no afectar a las pensiones presentes, a los pensionistas de ese
momento, de tal manera que todas las normas han establecido unos períodos
transitorios bastante dilatados en el tiempo para que no se viesen
afectadas la vida y las expectativas de las personas que ya tenían muy
próxima su jubilación. Pero no ocurrió así en la Ley 23/2013; por primera
vez se afectó de manera muy dura, sobre todo con el índice de
revalorización de la subida del 0,25%, a personas que ya estaban
percibiendo su pensión de jubilación. Se afectó a los que cobraban
pensiones no contributivas, a las personas que están cobrando pensiones
de clases pasivas aunque no se paguen con cotizaciones y también al resto
de los pensionistas de los demás regímenes, tanto el general como el
resto de los regímenes especiales. También de manera unilateral se
decidió un factor de sostenibilidad que tampoco tuvo los parabienes de
esta Cámara, salvo los del Partido Popular. De hecho, esta ley ha sido
cuestionada a lo largo de estos años en multitud de iniciativas como
proposiciones no de ley, proposiciones de ley, etcétera. Algunas de estas
proposiciones no de ley han sido aprobadas no por unanimidad pero sí por
una mayoría de esta Cámara.
Sinceramente, esta decisión de la subida de las pensiones del 0,25%
establecida en esta ley ha provocado que los pensionistas españoles no
solo no hayan participado del crecimiento económico, sino que han sido
ellos a los que se les ha obligado a apretarse el cinturón para actuar
como garantes del mismo, pese a que en muchos casos sus rentas son
escasas. En todo caso, han tenido que soportar decisiones del Gobierno
del Partido Popular que anteriormente los pensionistas no las habían
vivido en este país, como son recortes en la Ley de dependencia, el
copago farmacéutico, el 'medicamentazo', las subidas del impuesto de
bienes inmuebles que muchos ayuntamientos han tenido durante este tiempo
-hay un porcentaje muy importante de nuestros pensionistas que tienen
alguna vivienda en propiedad-, las subidas de la energía que han dado
lugar a que algunas de nuestras personas pensionistas y en general
algunos mayores no hayan podido poner la calefacción -ya se ha hablado de
la pobreza energética durante estos años- durante el invierno, lo cual es
a veces muy dramático, sobre todo tratándose de personas que lo pasaron
muy mal de niñas y que pasaron mucho frío y muchas penurias; que ahora
hayan tenido que volver a pasar esas penurias no dice mucho de una
sociedad del siglo XXI. Además, han tenido que ayudar a hijos e hijas, a
nietos y nietas, por eso ha subido el índice de pobreza
en las personas mayores fundamentalmente; se ha notado sobre todo en los
hogares, en los que los mayores han tenido que ayudar a sus
descendientes.
Señorías, no puedo aceptar desde mi responsabilidad como ministra de
Trabajo, Migraciones y Seguridad Social que nuestro sistema público de
pensiones se vea empeorado por la situación económica, por ser más débil,
por ofrecer menos seguridad y menos esperanza a la ciudadanía española, y
que haya sido el sector de los pensionistas, hombres y mujeres de este
país, el que haya tenido que soportar sobre sus espaldas muchas
situaciones negativas en esta época de crisis. El Gobierno del presidente
Pedro Sánchez tiene un firme compromiso para que la Seguridad Social sea
partícipe también del desarrollo económico. Si somos un país en
crecimiento económico, que por supuesto nos congratulamos de ello, ese
crecimiento económico también se tiene que notar en el sistema público de
pensiones y en la Seguridad Social de este país. Por ello, frente al
deterioro financiero de los últimos años del sistema, estamos obligados a
adoptar medidas que ayuden a restablecer su equilibrio financiero en el
marco del diálogo social y de esta Comisión de seguimiento y evaluación
de los acuerdos del Pacto de Toledo. En este sentido, uno de los
objetivos de la acción de Gobierno es reforzar el equilibrio financiero
del sistema. Ya les aviso que en ningún caso lo haremos a costa del
retroceso en las pensiones o de una merma en la cuantía de las mismas.
Quiero recordar que el gasto en pensiones está por debajo de la media de
la Unión Europea y de países de nuestro entorno; Portugal está por encima
del 13% del PIB -nosotros estamos en torno al 10,5%-, Italia del 15,3%,
Grecia del 13,6%, Austria del 14,5%... En definitiva, no estamos con un
gasto disparado ni muchísimo menos. Tenemos que asegurar -tenemos esa
obligación- que cuando las cohortes del baby boom accedamos al sistema
-me incluyo en ellas- debemos tener garantizada una pensión digna, por
ello, desde hoy tenemos que adoptar todas las medidas que podamos y que
avancen en la búsqueda de un equilibrio financiero del sistema, porque si
comparamos las que se pagaban en diciembre del año 2017, en torno a los
9,5 millones de pensiones, con las que tendremos que pagar en el año
2050, que serán, aproximadamente, 14,4 millones de pensiones, eso
significa que vamos a tener que pagar casi 5 millones de pensiones más de
las que estamos pagando en estos momentos. Así que tenemos la obligación
de equilibrar el sistema de aquí a 2022-2023 para que cuando llegue el
impacto que van a generar en la jubilación las generaciones del baby boom
tengamos un sistema lo más saneado posible. Quiero recordar un pequeño
dato que creo que la mayoría de ustedes conocen porque están en la fase
de renovación de las recomendaciones del Pacto de Toledo; si se leen las
recomendaciones del Pacto de Toledo que se aprobaron en el mes de enero
del año 2011, en el preámbulo se dice que para aguantar el impacto en
cuanto al incremento del número de pensiones en los cinco primeros años
de impacto del baby boom -2022-2023 a 2028-2029- se iba a utilizar el
Fondo de reserva. Se pensaba llegar a ese momento con un Fondo de reserva
bastante nutrido, pero lo cierto es que lo tenemos a 8000 millones de
euros en estos momentos y que prácticamente lo hemos agotado diez años
antes de lo que estaba previsto; es decir, en vez de agotarlo en el año
2027 o 2028, prácticamente lo tenemos agotado en 2018. Por eso, aún más
si cabe, tenemos ese plus de responsabilidad, de intentar reorientar el
sistema en estos momentos para que cuando llegue ese impacto, como me
temo que no vamos a tener ese Fondo de reserva, esa hucha tan nutrida
como inicialmente pensábamos, seamos capaces de garantizar el futuro de
las pensiones, de pensiones dignas, porque pensión se va a cobrar
siempre, por supuesto, en un sistema de reparto, pero de lo que se trata
es de que sea una pensión digna que siga lo que está previsto en el
artículo 50 de la Constitución española.
Asimismo, es necesario estabilizar la acción protectora, mejorándola en
aquellas situaciones de mayor vulnerabilidad o desigualdad que precisen
un plus de protección. Al respecto, debo señalar que, en nuestra opinión
y discrepando con el anterior Ejecutivo, la estabilidad debe conseguirse
desde el lado de los ingresos y no solo actuando en la línea del recorte
de gastos, intentando hacernos creer que los gastos son excesivos.
Deseamos reforzar el equilibrio del sistema, pero aspiramos a que se
fundamente en mayor calidad y mayores ingresos para una mayor y mejor
acción protectora. Tenemos que afrontar algunas mejoras de la acción
protectora. Creo que son bastante claras; algunas han estado presentes en
las decisiones que ha adoptado el Congreso en estas últimas semanas y
son, obviamente, parte de los trabajos que se están llevando a cabo y que
continuarán en el marco de esta Comisión. Permítanme que las haga
propias. Este Gobierno comparte como objetivos con esta Comisión -y así
lo llevará a cabo su acción ejecutiva- garantizar la suficiencia y la
adecuación de las pensiones en todo momento, atendiendo al mandato
constitucional al que anteriormente me refería, es decir, garantizar el
poder adquisitivo de las mismas. Es preciso promover medidas normativas
que reequilibren la brecha de protección entre hombres y mujeres,
absolutamente fundamental. No debemos olvidar que hay una brecha salarial
actualmente del
22,3% entre hombres y mujeres, pero es que esta brecha salarial entre
hombres y mujeres se incrementa aún más en materia de pensiones, donde
existe un 36,6% de brecha entre la cuantía de las pensiones que cobran
las mujeres y los hombres. Se debe atender especialmente a los colectivos
más vulnerables, entre otros, los pensionistas que se han convertido en
sustentadores de sus familias, así como las personas huérfanas víctimas
de violencia de género. También debemos mejorar la carrera de cotización
de quienes están generando menores derechos y que, de no adoptar medidas
correctoras, continuarán discriminados tras su jubilación con pensiones
más bajas. Debemos dar pasos hacia una completa integración del sistema
especial para empleadas del hogar en el régimen general de la Seguridad
Social -hablo de empleadas porque son tan mayoritariamente mujeres que
mejor hablo de empleadas-, sin olvidarnos de la necesaria modificación de
las condiciones de prestación de cese de actividad de los trabajadores
autónomos, a lo que también hay que dar una vuelta. Por ponerles un
ejemplo, en el año 2017 se recaudaron 135 millones de euros por
cotizaciones para esta prestación de cese de la actividad, pero solamente
se concedieron prestaciones por importe de 18 millones de euros; un
desequilibrio bastante evidente.
Estos objetivos son claros y el Gobierno los acometerá con determinación,
pese a que la situación que hemos encontrado no es la más propicia, ya
que partimos de un déficit creciente y de unos ingresos menguantes, como
les decía al principio. Señorías, trabajaremos para la mejora de la
acción protectora pero, al mismo tiempo, aportando al sistema los
ingresos necesarios para que la puesta en marcha de las mejoras no genere
mayores déficits. Reforzar el equilibrio financiero del sistema exige,
entre otras actuaciones, la reordenación de los ingresos y los gastos. El
sistema público de pensiones no debe asumir gastos que no le
corresponden, por ejemplo, gastos impropios derivados de la gestión del
propio sistema público de pensiones: gastos de personal, gastos
corrientes, inversiones... Me refiero al capítulo 1, capítulo 2, capitulo
6. Asimismo, tampoco debe renunciar a ingresos que sí le corresponden.
Desde esta línea de trabajo existen numerosas posibilidades a explorar,
pero me gustaría destacar la que se refiere a las reducciones de
cotizaciones y tarifas planas; estamos hablando de políticas activas de
empleo, de políticas de fomento del empleo, de políticas de fomento del
autoempleo que deberían financiarse vía Presupuestos Generales del
Estado, tal como establece la recomendación número 1 del Pacto de Toledo.
Les recuerdo que entre los años 2012 y 2017 la Seguridad Social dejó de
ingresar 8093 millones de euros por reducciones de cuotas. Solo en el año
2017 esta cifra ascendió a 1644,44 millones de euros, cifra ciertamente
alarmante si tenemos en cuenta que la revalorización de las pensiones del
0,25 supone un gasto de 300 millones de euros y hemos estado -no
nosotros, pero sí el anterior Gobierno- manteniendo la tesis de que las
pensiones no se podían subir más del 0,25% porque no había margen
presupuestario de maniobra para poderlo hacer. Por cierto, luego hemos
visto en el proyecto de presupuestos de 2018 que parece que sí que era
posible, y en aras de sacar adelante ese presupuesto, el anterior
Gobierno llegó a un acuerdo con el PNV y con Ciudadanos para subir las
pensiones según el IPC, todas en general, e incluso subir un poquito más
las pensiones mínimas y empezar a cumplir con la previsión de la
adicional número treinta de la Ley 27/2011 en cuanto a la subida gradual
del porcentaje a aplicar a la base reguladora de la pensión de viudedad.
El propio Partido Popular terminó haciendo una enmienda a la totalidad de
devolución de la Ley 23/2013, cuestionando la misma y posponiendo también
la entrada en vigor, hasta como máximo el año 2023, del factor de
sostenibilidad. Por tanto, no es razonable que con un sistema de
Seguridad Social en déficit se estén utilizando recursos, ya no del
sistema de las cotizaciones sino dinero del Fondo de reserva, renunciando
a ingresos vía reducciones de cuota y tarifas planas. Eso perfectamente
podríamos pagarlo con Presupuestos Generales del Estado, impuestos, con
la correspondiente transferencia al presupuesto de la Seguridad Social,
como se están pagando algunas bonificaciones de contratos o los
complementos a mínimos o las pensiones no contributivas.
Por supuesto, para incrementar la recaudación de la tesorería y para
mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras de
este país -que tiene esa doble virtualidad-, tenemos que adoptar medidas
para combatir el fraude a la Seguridad Social y el fraude laboral, el
empleo irregular, porque, como digo, esto está afectando a los derechos
de las personas trabajadoras pero también está afectando a las personas
que cobran una pensión porque está provocando una merma de ingresos en el
sistema. También está afectando el fraude a la Seguridad Social y el
empleo irregular a los empresarios que cumplen con sus obligaciones, que
son la mayoría, y están siendo lesionados por una competencia desleal que
está suprimiendo o minimizando los costes que ellos sí asumen en su
totalidad porque tienen un espíritu cívico y de respeto de las leyes, que
es lo que debería tener absolutamente todo el mundo. Esta lucha ha de
concretarse contra el empleo sumergido, contra la falta de cotización de
los días festivos
y vacaciones producidos por el reiterado encadenamiento de contratos
tantas veces sancionado por las actas de la Inspección de Trabajo y
Seguridad Social y también por las sentencias de los tribunales de
justicia. Pero también ha de actuarse con el máximo rigor contra las
actuaciones que vulneran la situación de los trabajadores autónomos, que
ha dado lugar a una nueva figura, comúnmente conocida como falsos
autónomos. Señorías, como ustedes saben, en breve el Gobierno va a
aprobar un plan director contra la explotación laboral para el periodo
2018-2020, un plan que incluirá actuaciones de la Inspección de Trabajo y
Seguridad Social para combatir la precariedad y erradicar la explotación
laboral que lastran nuestro mercado de trabajo, consecuencia directa de
la reforma laboral aprobada por el Gobierno del Partido Popular en el año
2012. Este plan abordará la lucha contra los falsos autónomos, aunque la
lucha no es contra ellos, la lucha es contra los empresarios que abusan
de ellos, contra los que, de manera abusiva, utilizan la figura del falso
autónomo restando derechos laborales y de Seguridad Social a esos
trabajadores y trabajadoras. También se va a luchar contra la
temporalidad fraudulenta, la infracotización en los trabajos a tiempo
parcial, la brecha salarial entre hombres y mujeres, las horas
extraordinarias no pagadas, las falsas cooperativas, los falsos becarios
y las malas prácticas de determinadas empresas multiservicios, entre
otras actuaciones.
Estas medidas, como decía anteriormente, van a redundar en mejorar las
condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras de este país,
pero también implicarán más ingresos para la Tesorería de la Seguridad
Social. Estas actuaciones de racionalización y de lucha contra el fraude
han de combinarse también con la recuperación de cotizaciones que en los
últimos años han ido desapareciendo. Sin tener intención de ser
exhaustiva, permítanme que les indique algunas que, a nuestro juicio, son
bastante significativas. En primer lugar, queremos que se cotice lo mismo
con independencia de la duración del contrato, de tal manera que no se
penalice la contratación indefinida frente a los contratos de corta
duración, por ejemplo, contratos de una semana. En estos momentos, los
procedimientos de imputación de festivos y vacaciones no trabajadas no
garantizan a los trabajadores y trabajadoras que estas jornadas sean
tenidas en cuenta, perjudicando su vida laboral, disminuyendo los
ingresos del sistema e incluso planteándose como un incentivo perverso la
precariedad laboral, al ser más barato cotizar por contratos de duración
exigua que por otros más permanentes.
En segundo lugar, queremos restituir a las trabajadoras y a los
trabajadores desempleados la acción protectora que se les retiró en el
año 2012, es decir, la cotización para aquellas personas que hubieran
agotado sus prestaciones contributivas a partir de los cincuenta y dos
años. Recuerdan ustedes que se elevó el requisito de edad para el derecho
a percibir este subsidio de cincuenta y dos años a cincuenta y cinco. Se
condicionó el derecho a la percepción de este subsidio a las rentas
familiares y no a las rentas personales. En mi comparecencia en la
Comisión de Trabajo comenté que hay una reciente sentencia del Tribunal
Constitucional que ha anulado una parte del Real Decreto-ley 5/2013, de
manera que ahora mismo esta consideración de que se exigen rentas
familiares y no rentas personales debe ser requisito y ya ha sido
declarado nula de pleno derecho. No es posible revisar las situaciones
donde ya es cosa juzgada y, según dice la sentencia, tampoco las
resoluciones firmes, pero en estos momentos esa previsión es nula de
pleno derecho, según esta sentencia del Tribunal Constitucional. Para
ello, también es fundamental recuperar la base de cotización del 125% del
salario mínimo o de la base mínima, que va a redundar en un incremento en
la condición de esas personas que cobran el subsidio porque van a tener
mejores bases de cotización para su jubilación, pero va a redundar
también en beneficio de la Tesorería General de la Seguridad Social.
En tercer lugar, queremos reponer la cotización para las cuidadoras no
profesionales en el sistema nacional de atención a las situaciones de
dependencia o falta de autonomía personal. Hablo de cuidadoras porque que
en este caso, al igual que las empleadas del hogar, suelen ser en una
inmensa mayoría mujeres. Permítame un leve paréntesis. En las familias de
mi generación, y creo que también de las sucesivas, no han cambiado tanto
las cosas, me temo. Hemos conocido con frecuencia cómo una persona
sacrificaba su vida personal, sus proyectos familiares o laborales para
cuidar a otros familiares enfermos o personas con discapacidad o personas
dependientes a tiempo completo o a tiempo parcial, muchas de ellas a
tiempo completo. Muchas veces estas personas llegaban a la tercera edad
sin haber cotizado lo suficiente para tener acceso a la acción
protectora. Señorías, coincidirán conmigo en que es injusto seguir
privando a estas personas de la mínima consideración que supone una
cotización para que cuando ellas ya no puedan seguir cuidando a los
demás, la sociedad les garantice una vida digna.
En cuarto lugar, queremos extender la acción protectora a los becarios y
becarias, estudiantes de grado y posgrado cuando realizan prácticas en
empresas para evitar que una situación formativa pueda enmascarar
explotación laboral sin cobertura alguna.
En quinto lugar, queremos posibilitar la suscripción de convenio especial
para aquellas personas que han llegado a una edad adulta con importantes
carencias en la cotización durante los años de la crisis. Puede resultar
incomprensible que modifiquemos la configuración de la acción protectora
haciendo más exigentes los periodos requeridos para generar derechos, a
la vez que generaciones enteras de españoles se vean privadas por falta
de trabajo de poder generar pensiones dignas cuando se conviertan en
beneficiarios de prestaciones. Estas medidas, que suponen la reposición
de ingresos a la caja de la Seguridad Social, de las que nunca debieron
ser privadas, son imprescindibles, por supuesto, como lo es la creación
de empleo, porque cuanto más empleo, mejor. Eso sí, empleos de calidad,
con retribuciones dignas. El otro día comentaba -quiero recordarlo hoy en
esta Comisión- que el acuerdo que acaba de ser suscrito entre las
organizaciones sindicales y empresariales más representativas -UGT,
Comisiones Obreras y CEOE-Cepyme- al inicio de este mes de julio es una
manera de entrar en una senda de recuperación de cuantía de los salarios
y de mejores condiciones de vida para los trabajadores y trabajadoras
presentes, pero también de recuperar cotizaciones para la Tesorería
General de la Seguridad Social. Sin embargo, a pesar de todas estas
medidas que estoy comentando, incluida la creación de más empleo y de más
calidad, sabemos que esto no va a ser suficiente porque partimos de una
situación complicada. No quiero cargar las tintas, pero es la realidad.
Es complicada. En este sentido, les anuncio que buscaremos alternativas a
la situación actual, caracterizada por un crecimiento de los gastos y sin
el correspondiente incremento de los ingresos.
El Gobierno del Partido Popular durante estos años no ha articulado
ninguna medida para incrementar los ingresos del sistema. Es más, ha
suplido esta merma de ingresos acudiendo a diversos préstamos. El año
pasado un préstamo de diez mil y pico millones de euros y este año de
trece mil y pico. Es una solución cortoplacista, que ha agravado la
situación financiera del sistema. Así lo han manifestado instituciones de
referencia, como el Tribunal de Cuentas, el Consejo Económico y Social,
la Comisión Europea y la OCDE. En estos momentos, los ministerios
económicos del Gobierno de España -ayer tuvimos ocasión de escuchar en
esta casa en sus respectivas comparecencias a la ministra de Hacienda y
anteayer a la ministra de Economía- están estudiando la configuración de
los instrumentos legales necesarios para sustituir esta apelación a los
préstamos por recursos tributarios del Estado. Sabemos que no es fácil y
se ha hablado en estos últimos tiempos, en los que unos y otros hemos ido
poniendo encima de la mesa posibilidades, como por ejemplo crear
impuestos especiales finalistas, como el impuesto sobre la banca o sobre
las transacciones financieras. El anterior Gobierno puso encima de la
mesa la posibilidad de regular la tasa Google o la tasa a las
tecnológicas. En fin, puede haber discusión sobre si debe ser con
impuestos finalistas o con impuestos ad hoc creados para sumar impuestos
a cotizaciones para garantizar la sostenibilidad social y económica del
sistema público. A mí siempre me gusta recordar el artículo 109 del texto
refundido de la Ley General de la Seguridad Social -no estamos inventando
la pólvora-, que prevé que las prestaciones contributivas del sistema
básicamente se financiarán con cotizaciones -con cotizaciones, con
intereses obtenidos de la gestión del patrimonio de la Seguridad Social,
con recargos o multas cuando no se pagan o se pagan tarde las
cotizaciones-, pero también con Presupuestos Generales del Estado para
situaciones concretas, atenciones especiales. Es decir, que ya nuestra
propia ley prevé que se puedan sumar a las cotizaciones Presupuestos
Generales del Estado, impuestos, para poder afrontar el pago de todas las
prestaciones contributivas. En cualquier caso, como decía, no es
razonable prever sistemáticamente que una magnitud creciente, como es el
gasto en pensiones, se financie exclusivamente con cotizaciones
vinculadas a una magnitud decreciente, como es el peso del trabajo en la
renta nacional, aunque tenemos claro que debería ir subiendo este peso
del trabajo en la renta nacional. Desde luego, no haríamos ni más ni
menos que lo que están haciendo algunos países de nuestro entorno, como
Francia o Alemania. Por ejemplo, en Francia decidieron establecer un
impuesto ad hoc, la contribución social generalizada, que no solamente
sirve para pensiones, sino también para gasto social, para sanidad. Creo
recordar que el año pasado ingresaron por esa vía unos 90 000 millones de
euros. O también se puede completar con imposición general, como hacen
países de nuestro entorno como Alemania y algunos otros.
Permítanme que en esta intervención también aborde, aunque sea muy
resumidamente, algunas cuestiones de interés para la organización de la
Seguridad Social. Como ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad
Social del Gobierno de España quiero hacer una mención especial a los
empleados y a las
empleadas públicas del ministerio, que con rigor, transparencia y
profesionalidad realizan una gestión responsable de los recursos del
sistema de la Seguridad Social. Quiero poner en valor el hecho de que la
Administración española de Seguridad Social es una de las que mejor
funcionan del mundo, si no la mejor -aquí me van a permitir ustedes que
saque también mi vena de funcionaria de la Seguridad Social, que en mi
vida civil es lo que soy-, así como el orgullo que en estos momentos me
produce haber podido comprobar como ministra recién llegada que no se
haya parado la gestión de la Seguridad Social ni del ministerio en
general porque haya habido un cambio de Gobierno. Tengo que decir -no me
importa decirlo públicamente- que hasta que he tenido mi propio equipo en
el ministerio -parte de ellos me acompañan aquí esta tarde, encabezados
por el secretario de Estado de la Seguridad Social, don Octavio Granado-
he contado con la colaboración de la ministra Báñez y del anterior
equipo, que han hecho una transición como se debe hacer, porque al final
esto es de todos y es absolutamente fundamental que no haya quiebras, que
un cambio de Gobierno se encaje con normalidad y las cosas sigan
funcionando. Así que gracias a ese, yo no creo que detalle, sino la
responsabilidad que tenemos todas las personas que ocupamos u ostentamos
en un momento un cargo público, y gracias en especial a todos los
empleados y empleadas públicas, funcionarios y laborales de la Seguridad
Social, del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, pues
todo ha funcionado a la perfección y no ha habido ninguna quiebra en la
gestión. Como digo, quiero acordarme de ellos, quiero darles las gracias
por su buena organización, por su formación, por su profesionalidad,
porque gracias a ellos hemos conseguido cotas crecientes de eficiencia,
de ahí la obligación de asegurar también una buena gestión de estos
recursos humanos. En este sentido, me gustaría recordar a esta Comisión
que en la etapa final de los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero se
elaboró un proyecto de agencia de la Seguridad Social que debía unificar
los organismos de la Seguridad Social en la gestión de la misma. Tal
proyecto fue anulado, no se tuvo en cuenta pero, si ustedes lo consideran
pertinente, tal vez sea necesario que en el informe de renovación de los
acuerdos del Pacto de Toledo se vuelva a abordar esta cuestión de nuevo.
Una de nuestras líneas de actuación será la mejora en la atención e
información a la ciudadanía acorde con los tiempos en los que vivimos,
apostando por un servicio de calidad, de proximidad y eficiente. Hay que
mejorar la atención presencial para que aquellas personas que se acerquen
a nuestras oficinas reciban una atención especializada que les resuelva
las demandas que planteen, sin olvidar la mejora del servicio telefónico.
Hay muchas personas que ya acuden también a los servicios telemáticos,
pero a mí me consta que tenemos todavía hombres y mujeres pensionistas
-sobre todo los de mayor edad- que todavía no tienen una costumbre de uso
de estos medios telemáticos, con lo cual es muy importante también la
atención telefónica y la atención presencial.
Permítame asimismo que dedique unas breves palabras para abordar algunos
avances en la gestión del sistema, por ejemplo el procedimiento
recaudatorio, que es un sistema esencial para garantizar la
sostenibilidad del sistema de la Seguridad Social. Por ello, uno de los
objetivos estratégicos de la tesorería consiste en introducir mejoras que
favorezcan su eficacia. Un factor básico para ello es reducir su tiempo
de tramitación, de forma que cuanto menor sea el plazo necesario para la
identificación de una deuda con el sistema de la Seguridad Social,
mayores serán las posibilidades de cobro. También quería comentarles que
una de las tareas que ya está abordando el ministerio es la de dar
cumplimiento a la nueva Ley de Presupuestos Generales del Estado en dos
de los aspectos de mayor incidencia en el ámbito de actuación del
ministerio que tengo el honor de liderar en estos momentos. En primer
lugar, quería comentarles que se está trabajando en todas las acciones
que hay que llevar a cabo para garantizar la revalorización de las
pensiones; se están dando todos los pasos burocrático-administrativos y
de gestión económica para poder efectuar el pago del incremento del 1,35%
de las pensiones una vez abonado ya el incremento del 0,25% que se empezó
a pagar desde principios de año. Esto va a alcanzar a los 9,5 millones de
pensiones que se están cobrando en estos momentos. También hay que hacer
efectivo el 2,75% del pago adicional que corresponde al incremento de las
pensiones mínimas, que alcanzará casi 2,5 millones de pensiones, y de las
pensiones del Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez, de SOVI,
aproximadamente unas 300 000, y de las PNC, las pensiones no
contributivas, en torno a 500.000. También el abono de los atrasos
correspondientes al periodo de enero a julio de este año por surtir
efecto la revalorización de las pensiones, el incremento de las pensiones
mínimas desde el 1 de enero del año 2018. Quiero anunciarles que el pago
de esta paga -valga la redundancia- de atrasos se va a efectuar en torno
al día 27 de julio; o sea, está bastante próximo. Asimismo, estamos
trabajando en el abono que supone el incremento del porcentaje de la
pensión de viudedad -como saben ustedes, el incremento del 52% al 56%-,
aplicable a la base reguladora de la pensión de viudedad, con efectos del
1 de agosto del año 2018, en aquellas
pensiones cuyos titulares no tengan rentas de trabajo y reúnan
determinados requisitos de edad e ingresos, una mejora que alcanzará,
aproximadamente, a 850 000 pensiones. En segundo lugar, y en relación con
el cumplimiento de las previsiones de la Ley de Presupuestos Generales
del Estado del año 2018, he dado ya las instrucciones para que se cumpla
lo que contempla la Ley de Presupuestos Generales del Estado respecto a
la tarjeta social universal. Como saben ustedes, esta es una tarjeta
donde van a figurar todas las prestaciones, vengan de donde vengan, de
ayuntamientos, de comunidades autónomas, de Seguridad Social, etcétera,
que cobre una persona.
Para terminar, me gustaría resaltar que la Seguridad Social es hoy en día
una de las instituciones más importantes de nuestro Estado social y
democrático de derecho. La ciudadanía la percibe como una de los
referentes de lo que somos como país. Es fruto del esfuerzo que muchas
generaciones han hecho para poder construir una sociedad más justa y más
solidaria. Así pues, somos herederos de una institución histórica, que ha
sufrido mucho para llegar a donde ha llegado y que requiere que velemos
por ella y, en definitiva, por los derechos que reconoce, por las
personas que contribuyen o que son beneficiarias de las prestaciones que
el sistema ofrece. Desde que en 1908 se alumbró la creación del Instituto
Nacional de Previsión, pasando por las leyes de derechos de los
trabajadores de la II República, la aprobación de la Ley de Bases de la
Seguridad Social en el año 1963, las sucesivas reformas democráticas y,
cómo no, la aprobación del Pacto de Toledo, todos estos momentos han
estado caracterizados por la fuerza con que se han superado los
obstáculos para seguir mejorando la vida de la ciudadanía española. Apelo
a su generosidad, en la confianza de que la crítica no esté reñida con la
colaboración y que esta colaboración nos permita, como les indicaba al
principio, lograr una reactualización del Pacto de Toledo. Estoy y estaré
siempre a disposición para todo aquello en lo que podamos coadyuvar a
mejorar la calidad de vida y el bienestar social de las españolas y los
españoles. Ahora, en el marco de esta colaboración, pasaré a escuchar
atentamente todas las suge mnrencias y planteamientos que me quieran
hacer.
Muchas gracias. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Gracias, señora ministra.
Efectivamente, acompaña a la señora ministra su equipo. Por un lado, su
jefa de gabinete, vieja conocida de esta casa, y el conjunto de su
gabinete, pero sobre todo lo que más nos interesa, que es el equipo de la
Seguridad Social, encabezado por Octavio Granado, viejo conocido de esta
casa -viejo conocido de la casa, no he dicho otra cosa, Octavio-. Sobre
todo, quiero dar las gracias a Francisco Borja Suárez, que también estuvo
con nosotros en las reuniones previas y estoy convencida de que también
asistirá a todas nuestras reuniones como director general para
iluminarnos, ayudarnos y colaborar en ese planteamiento que ha hecho la
ministra y que compartimos todos, que es un buen Pacto de Toledo y que
finalice lo antes posible.
Tiene la palabra el señor Barandiaran, del Grupo Parlamentario Vasco, PNV.
El señor BARANDIARAN BENITO: Muchas gracias, señora presidenta.
Muchas gracias, señora ministra, por su exposición, que ha sido bastante
clara e instructiva. Hay aspectos con los que coincidimos en lo
fundamental, otros con los que somos más críticos, pero que también se
pondrán en valor por el ofrecimiento de colaboración que usted ha
manifestado, y otros que contienen aspectos que quiero que me aclare, no
porque crea que yo lo necesite, sino el sistema como tal. Le decía que me
ha gustado sobre todo que haya empezado su intervención haciendo un
planteamiento de necesidad de colaboración para actualizar entre todos el
Pacto de Toledo, porque precisamente de eso se trata. Se trata de que el
Gobierno tome la iniciativa para que en el seno del Pacto de Toledo se
pueda llegar a los acuerdos necesarios, no solo para que el sistema pueda
recuperar la fidedignidad que a lo largo del tiempo ha tenido, sino
también para que los pensionistas y los ciudadanos vuelvan a recobrar la
confianza que hasta ahora han mantenido en un sistema de pensiones, que,
como usted ha dicho, ha sido eje vertebrador de la recuperación económica
y ha otorgado a muchísimos millones de personas la posibilidad de
desarrollar su vida de forma más o menos adecuada en unos tiempos de
crisis.
Ha hecho usted una lectura de la situación por supuesto distinta de la que
hacía la anterior ministra de Empleo, e imagino que tanto ella como usted
tienen datos que poder manejar. En ese aspecto, creo que usted ha sido
algo más elocuente, en el sentido de que ha reflejado una situación de
déficit real y estructural, cuestión que es básica. Es decir, ha hecho
mención a que de aquí al año 2023 haría falta recuperar cierto grado de
consolidación del sistema, porque el año 2023 será cuando se calcula que
llegue la generación del baby boom, con lo cual, aquellas partidas que
estaban previstas en el Fondo de Reserva para sustentar ese gasto
extraordinario de tener a más gente en el sistema ya han desaparecido,
por lo que se nos crea un serio problema. En ese sentido, usted ha hecho
referencia a varias cuestiones. Por una parte, a la garantía de un
determinado sistema o a una mejora en la acción protectora, que ha
traducido en diferentes medidas que piensa implementar, pero, por otra
parte, también ha hablado de que hace falta reordenar el sistema de
ingresos y gastos -sobre todo el de ingresos- entendiendo que el problema
del sistema no es tanto los gastos que se han asumido, sino el de
procurar que los ingresos aumenten o que desaparezcan aquellos que son
impropios o indebidos. En ese sentido, coincido con su diagnóstico y con
su valoración. No obstante -y este es el punto en el que quiero ser algo
más crítico-, no ha manifestado cuál es la fórmula de reducción de gastos
a través de la eliminación de algunos ingresos indebidos, si va a ser
suficiente o no para alimentar el sistema de aquí al año 2023, y mucho
menos -salvo la referencia a la existencia de algún tipo de estudio en el
seno de su Gobierno- para estudiar qué tipos fiscales o qué tipos
tributarios van a alimentar el sistema futuro, así como cuáles van a ser
los sistemas de ingresos ordinarios que evidentemente se van a sostener
en el artículo 109.2 del actual texto refundido de la Ley General de la
Seguridad Social, porque lo permite por ser suficientemente amplio. Hará
falta precisar de forma efectiva cuáles son. Dicho de otro modo, estamos
hablando de mantener un sistema de gasto que existe, mantener una oferta
de prestaciones que existe, reducir gastos indebidos pero sin saber a qué
escenario nos van a conducir, y proponer un sistema de ingresos
estructurados para atender a un déficit estructural que todavía -aquí
viene la crítica que le quiero hacer- no ha definido. Hace falta que lo
haga, porque la situación del sistema que usted ha comentado de 10 000
millones de préstamo en el año 2016 y de 13 000 en 2017, no conduce a
esperar que la situación vaya a revertirse, sino que conduce a entender
que posiblemente, si no se toman medidas inmediatas, vaya a aumentar, y
2023, como usted ha citado, está demasiado cerca.
Vuelvo a repetir que coincido con su diagnóstico y con las garantías que
usted también ha señalado que debe prestar el sistema, así como con que
hay determinados elementos que se pueden tomar en cuenta a la hora de
eliminar gastos impropios del sistema y respecto de los que vamos a
coincidir en lo fundamental -seguro que habrá alguna cuestión en la que
no, pero en la mayoría vamos a coincidir-, pero hace falta definir cuál
es el sistema, cuál es la elección del Gobierno respecto al sistema
complementario de ingresos que pretende proponer tanto al sistema como al
propio Pacto de Toledo, y en ese sentido le voy a pedir, por tanto -no sé
si hoy lo va a poder hacer-, que asuma un compromiso de Gobierno de que
se va a producir cuanto antes y de que será lo suficientemente claro como
para ser aceptado por todos.
No voy a terminar sin hacer una referencia -para algo soy representante
del Grupo Vasco y pertenezco al Partido Nacionalista Vasco- a una
cuestión endémica más que histórica, y es la reivindicación del
cumplimiento de la ley, del Estatuto de Autonomía del País Vasco, de la
transferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social
que, no durante mucho tiempo sino durante cuarenta años, se ha negado, se
ha encubierto en un criterio de un principio contable, como es el de la
caja única. Pero en una situación como esta en la que hay déficit
estructural y la prevalencia de las cotizaciones -incluso para las
prestaciones meramente contributivas- no llega a ser suficiente,
pretender reivindicar la imposibilidad del cumplimiento de la ley en la
elevación a categoría jurídica de un principio contable como el de la
caja única, es desde luego una decisión política, siempre lo ha sido,
pero hoy, más aún, ha perdido no solo sentido sino también absoluta
vigencia. Por lo tanto, le ruego, señora ministra, que, en la medida de
lo posible, le den una vuelta para que contemplen que esa posibilidad ni
siquiera es desvertebradora del sistema de caja única que ustedes
anuncian y que no existe de forma normativa, es simplemente una forma más
de colaboración, de solidaridad de un sistema autonómico de
descentralización del Estado, que puede tener diferentes fórmulas y que
le ruego que estudie y que traslade al Gobierno para poder compatibilizar
diferentes sensibilidades, también en el ámbito nacional.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias.
Por el Grupo Parlamentario Mixto, en primer lugar, el señor Candela.
El señor CANDELA SERNA: Gracias, señora presidenta.
Buenas tardes, señora ministra. En primer lugar, quería manifestarle
nuestra plena disposición al diálogo, al pacto y a la cooperación porque
precisamente si votamos a favor de la moción de censura era porque
estábamos hartos de retroceder y queríamos empezar a avanzar. Entramos en
una fase política donde ustedes y nosotros compartimos objetivos
políticos, como es la expansión y recuperación del Estado del bienestar,
pero quizás es en los medios donde vaya a estar un poco la dificultad.
Ha propuesto tres grandes ítems que influyen de manera fundamental en la
salud de la caja de la Seguridad Social. Ha puesto en el centro el mundo
del trabajo, la centralidad del trabajo, y yo estoy totalmente de acuerdo
en esa recuperación del mundo del trabajo. Ha señalado tres cuestiones
fundamentales: salarios, impuestos y mejora de la gestión del sistema de
la Seguridad Social. Me gustaría centrarme en las dos primeras porque
creo que son de plena actualidad. En primer lugar, la recuperación de los
salarios o, como usted dice, de un mercado laboral digno, creo que tiene
dos patas: una, las relaciones laborales y, dos, la estructura
productiva. En cuanto a las relaciones laborales, y dado que la ministra
de Economía habló de una nueva reforma laboral pensando en el siglo XXI,
quería saber si más o menos la tenían ya elaborada o habían pensado por
dónde debería ir. Usted, a continuación, cuando establece toda una serie
de medidas contra los efectos de la reforma laboral del Partido Popular,
habla fundamentalmente de los aspectos que son fraude de ley, pero no del
grueso de la reforma, que tiene un objetivo claro, que es bajar salarios,
la masa salarial; de hecho, la cotización media anual ha bajado.
En segundo lugar, respecto al modelo productivo, ya sé que va más allá de
sus competencias, pero ninguna ministra de las que ha comparecido en esta
semana me ha sabido contestar a la siguiente pregunta: ¿Cómo se va a
cambiar? ¿Qué resortes se tienen para ello? ¿Hacia dónde vamos?
En tercer lugar -voy terminando para no quitar tiempo a mi compañero-...
La señora PRESIDENTA: Señor Candela, no se preocupe porque tiene todo su
tiempo.
El señor CANDELA SERNA: Muchas gracias, presidenta.
Respecto a la cuestión de los impuestos progresivos, nos gustaría que nos
avanzara alguna cosa más o que profundizara más en ello de lo que lo ha
hecho. Una pregunta muy concreta: ante la amenaza de la CEOE de que si
hay una subida de impuestos eso va a tener una traslación en el pacto
salarial, ¿cuál es la posición del Gobierno? Desde luego nosotros no
estaremos a favor de ese chantaje.
Segunda cuestión. Estoy muy de acuerdo con usted cuando ha dicho que en el
pacto de Toledo en 2013, es decir, la reforma de pensiones del Partido
Popular, se quebró la metodología. Muy de acuerdo. Precisamente ese es el
problema de fondo en que estamos ahora en el seno del Pacto de Toledo:
ante la quiebra de la metodología, ante la quiebra del consenso del
Partido Popular, qué hacer, si superar la reforma de 2013 o blanquearla.
Me gustaría saber si usted tiene alguna opinión al respecto sobre qué
camino tomar, porque nos ayudará.
Termino con dos preguntas muy concretas. Una es referente a una cuestión
de justicia social que tiene que ver con los emigrantes retornados. Creo
que usted sabe que desde 2010 a 2013 Montoro empezó una cacería contra
este colectivo y lo que quiero preguntarle es si el Gobierno o usted van
a impulsar que termine esa discriminación fiscal hacia este colectivo. De
hecho, el Parlamento ya ha aprobado sendas proposiciones no de ley -en
este caso creo que del Partido Socialista- en este sentido. Por último,
me gustaría saber si se tiene pensamiento de modificar los requisitos
para la adquisición de la pensión no contributiva, fundamentalmente en
aquello relativo a un mínimo de dos años cotizados en los últimos quince.
Creo que esa medida ha dejado a mucha gente fuera de las no
contributivas. Por último, le agradezco el tono y quedo a su plena
disposición.
Gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Candela.
En segundo lugar, por el mismo grupo, el señor Campuzano.
El señor CAMPUZANO I CANADÉS: Gracias, señora presidenta.
Doy también la bienvenida a la señora ministra, que efectivamente conoce
bien el funcionamiento de esta Comisión, y eso seguro que va a ayudar
también a los trabajos de renovación del Pacto de Toledo.
Con el Partido Socialista y con el Gobierno, visto el diagnóstico que
usted ha formulado, compartimos elementos sustanciales, tanto en
positivo, con relación a la importancia del sistema público de pensiones,
a sus necesidades, a sus perspectivas, a la lógica del Pacto de Toledo en
el fondo y en la forma, como en negativo, donde compartimos ustedes y
nosotros la crítica a las reformas del año 2013. Ese es un primer
elemento que yo querría destacar.
En segundo lugar, su intervención ha sido extremadamente prudente con
relación a la situación financiera del sistema de la Seguridad Social y
con relación también al catálogo de medidas que inicialmente piensan
desplegar para hacer frente a los problemas de déficit del sistema de la
Seguridad Social. Ahí querría plantear una primera pregunta. Ante ese
conjunto de medidas -cotización de las
cuidadoras, ampliación del subsidio de mayores de cincuenta y dos años,
mejoras de las coberturas de becarios, convenios especiales, etcétera-,
¿tiene cuantificado el impacto que puede tener este conjunto de medidas
con relación al aumento de los ingresos del sistema a la Seguridad
Social? Sería bueno que supiésemos qué perspectivas tiene el Gobierno con
este conjunto de medidas, porque, ante la magnitud del déficit del
sistema, probablemente frente a esas medidas vamos a quedar lejos de
empezar a reducir de manera sustancial el déficit.
Hay una segunda posición que por mi parte he planteado a sus antecesores
del anterior Gobierno en esta materia, y es si ustedes consideran que en
la perspectiva de la recuperación del empleo -si las cosas continúan en
el camino de los últimos años se va a continuar produciendo en los
próximos tiempos-, la reducción del desempleo, llegar a los veinte
millones de cotizantes al sistema de la Seguridad Social, vamos a
corregir el déficit del sistema a la Seguridad Social o, a pesar del
crecimiento del empleo y de alcanzar esa cifra de veinte millones de
afiliados a la Seguridad Social, estamos irremediablemente ya en un
déficit del sistema que va a obligar a movilizar más recursos desde los
Presupuestos Generales del Estado para hacer frente a ese déficit. Me
gustaría conocer las perspectivas del Gobierno a medio plazo en relación
con el déficit y la evolución del mercado de trabajo.
Usted ha sido muy prudente en el planteamiento de separación de fuentes de
la Seguridad Social. Entiendo que esa prudencia se deriva de la necesidad
de permitir que el Pacto de Toledo sea capaz de avanzar en compromisos en
esa materia. Ha situado básicamente las cuestiones vinculadas a algunos
gastos impropios del sistema, aunque no ha entrado en mucho detalle en
qué considera gastos impropios del sistema. En cambio, sí ha coincido en
un elemento que es canónico en el Pacto de Toledo: que las políticas
activas de empleo no pueden financiarse a cargo de las cotizaciones a la
Seguridad Social, pero nos gustaría conocer, en relación con la
separación de fuentes de financiación, si el Gobierno tiene propuestas
más concretas para trasladarnos al conjunto de los grupos parlamentarios.
Usted ha puesto en valor -y es normal que sea así- la centralidad y la
importancia del mercado de trabajo. Ahí le quiero trasladar una
preocupación que ya le trasladé en su comparecencia en la Comisión de
Trabajo pero que entonces no me pudo contestar. Me refiero a la
preocupación por la discriminación por razones de edad en nuestro mercado
de trabajo, la discriminación de aquellas personas desempleadas mayores
de cincuenta y cinco años, de aquellos empleados mayores de cincuenta y
cinco años. ¿Cómo piensa el Gobierno abordar las cuestiones de
discriminación por razones de edad? Lo digo, entre otras cuestiones,
porque en un contexto de prolongación de la vida activa de los
trabajadores garantizar esas largas carreras de cotización probablemente
exige también mejorar nuestro marco legal en esa materia. ¿El Gobierno ha
analizado la posibilidad de ampliar y mejorar nuestra protección legal
para evitar la discriminación de los trabajadores más maduros? Me parece
un elemento relevante a tener en cuenta en estas discusiones, situando el
foco en materia de mercado de trabajo.
Desde el punto de vista de la suficiencia del sistema, sería bueno conocer
cuál es la posición del Gobierno respecto a lo incorporado en el
presupuesto del año 2018 en relación con el mantenimiento del poder
adquisitivo de los pensionistas y la mejora de las pensiones más bajas.
Asimismo, si el Gobierno piensa presentar un presupuesto para el año
2019, me gustaría saber si piensa mantener ese compromiso en relación con
el índice de precios al consumo y si piensa mejorar las cuantías de las
pensiones mínimas más allá de la evolución de los precios al consumo. Nos
gustaría conocer qué posición política tiene el Gobierno en relación con
las pensiones mínimas, sobre todo en un contexto de incremento del riesgo
de pobreza de las personas mayores que tan solo podemos corregir a través
del incremento del conjunto de las pensiones mínimas. Esto me parece un
elemento relevante a tener cuenta. Desde este punto de vista, el acuerdo
que el Partido Popular alcanzó con el Partido Nacionalista Vasco postergó
hasta 2023 la entrada en vigor del denominado factor de sostenibilidad.
Me gustaría saber si el Gobierno tiene una posición política fijada en
relación con el factor de sostenibilidad; si simplemente vamos a situar
la pelota en 2023 o si el Gobierno entiende que está en su
responsabilidad promover esa revisión del factor de sostenibilidad.
Cuando estaban en la oposición incluso llegaron a ser más exigentes de lo
que éramos inicialmente nosotros llegando a pedir suprimir, derogar el
factor de sostenibilidad. Por eso quiero conocer el criterio del Gobierno
en relación con esta cuestión. Además, creo que compartimos la
preocupación por la cuestión de fondo, los elementos demográficos. Me
alegro de que ahora que han vuelto al Gobierno compartan con nosotros la
preocupación por la demografía; en la etapa de oposición tendieron a
minimizar el reto demográfico que tiene planteada nuestra sociedad, pero
es lógico que cuando ejercen responsabilidades de Gobierno asuman esa
dimensión. En este sentido quiero hacer tres consideraciones en relación
con el reto demográfico. Uno: me gustaría saber qué políticas piensa el
Gobierno promover
para mejorar nuestras tasas de fertilidad y natalidad. Son decisiones que
no se han tomado adecuadamente durante los últimos cuarenta años y todo
el retraso que llevamos en las decisiones condiciona todavía más el
futuro. Aquí me gustaría conocer la posición del Gobierno. Dos: en esa
visión de los retos demográficos que tiene el sistema ¿qué encaje tienen
las políticas de inmigración? Me gustaría conocer si el Gobierno tiene
doctrina en relación a esta cuestión. Y tres: si efectivamente el factor
de sostenibilidad es reformado, es derogado, querría saber si piensan
recuperar las previsiones contempladas en la reforma del año 2011 que
acordamos y por lo tanto introducir un factor de sostenibilidad más justo
y más equitativo que el que se introdujo en la reforma de 2013.
Termino ya, señora presidenta. Yo he notado en su intervención la falta de
referencias a la necesidad de promover los sistemas complementarios,
especialmente los sistemas complementarios de empleo que creo que son
fundamentales en un sistema completo; he echado a faltar compromisos
explícitos en cuanto a la necesidad de dar cumplimiento a nuestra
legislación sobre la necesidad de informar a los trabajadores en relación
con su pensión futura; el Gobierno anterior no cumplió con ese mandato y
hay una referencia específica en la ley. Y finalmente, coincidiendo con
el portavoz del Grupo Parlamentario Vasco, también le exigimos el
cumplimiento del artículo 165 del Estatuto de Autonomía de Cataluña, cuyo
redactado fue pactado con el señor Octavio Granado, secretario de Estado
en la etapa en que se tramitó en esta Cámara el Estatuto de Autonomía de
Cataluña. Por lo tanto, las previsiones de cumplimiento del artículo 165
del Estatut.
Gracias, señora ministra, y gracias, señora presidenta, por su
flexibilidad en el uso del tiempo.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Campuzano.
Vamos a tener la gran suerte de tener al secretario de Estado en la
primera semana de septiembre para que nos amplíe todas las cuestiones que
lógicamente la ministra no puede abarcar porque los papeles de cada cual
son diferentes, como todos sabemos.
Por el Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana tiene la palabra el
señor Salvador.
El señor SALVADOR I DUCH: Gracias, presidenta. Bona tarda a tothom.
Gracias, señora ministra, por venir otra vez aquí. Van a disculparme los
compañeros de la Mesa y los demás diputados y diputadas porque voy a
repetir tesis y cosas que me han oído muchísimas veces; pero, como la
ministra es nueva, tengo que explicárselas también a ella.
Primero de todo y como socialista quiero recordar que el sistema social es
fruto de las conquistas de los trabajadores a lo largo de muchos años de
nuestra historia y que el dinero de la Seguridad Social -no lo olvidemos-
es de sus cotizantes, de sus afiliados; es una caja, que es suya, y que
el Estado tiene el deber, la obligación de preservar, de mimar, de
revalorizar por mandato constitucional. A partir de esta premisa, si la
asumimos como socialistas o como gente que creemos en esto, ya no hay
déficit de la Seguridad Social, ya no lo hay, es una auténtica mentira,
es una crisis inducida. Ese sistema no tiene déficit; se ha inducido un
déficit, y voy a explicarlo porque para mí, como socialista, explicar
estas cosas es el abecé. El sistema de pensiones tiene dos mecanismos
para garantizar su sostenibilidad y la posibilidad de revalorizarse; ese
dinero, que es nuestro, que se pueda revalorizar y que encima se puede
emplear cuando haga falta a la gente que ha contribuido. Uno de los
mecanismos es la constitución de un fondo de reserva, creado con los
superávits de las aportaciones, que durante muchos años han sido muchos
superávits. El otro mecanismo es la obligación del Estado de cubrir las
carencias de las cotizaciones; obligación.
Empezamos por el primero: el fondo de reserva y los superávits de la
Seguridad Social. Es importantísimo recordar que hasta la fecha todos,
todos los superávits en la historia de la Seguridad Social fueron
destinados a suplir las faltas de ingresos del Estado y utilizados para
políticas que nada tenían que ver con la Seguridad Social. Pero nosotros,
nuestro dinero -el de los cotizantes- no lo dábamos en forma de préstamo,
no era un préstamo; ahora sí. Si unos nos dan un préstamo y nosotros lo
hacemos a transferencia directa, estamos hablando de un expolio. Según
uno de los comparecientes que vinieron aquí, existe una deuda histórica
-a mí me impresionó mucho- que está calculada en medio billón de euros,
según Comisiones Obreras; eso es lo que el Estado debería a la Seguridad
Social, a la cajita de nuestras cotizaciones, que es la que parece que
está en crisis dentro del Estado. Bien: medio billón de euros. Al mismo
tiempo, Esquerra Republicana ha defendido aquí durante dos años y medio
que ya en el actual sistema de pensiones muchas partidas que se pagan con
el dinero de los cotizantes van a objetivos de interés general. ¿Por qué
tenemos que pagarlo nosotros y no se paga una parte importante con los
beneficios del capital que, por cierto, cada vez tienen más peso dentro
de la renta nacional? No sé si me
explico. (La señora ministra hace gestos afirmativos). Bien. Porque en
cuanto a las aportaciones que comentábamos el otro día yo le hablaba ya
de una cifra de más de 23 000 millones de euros que estábamos pagando
nosotros a partidas de interés general y que se podían discutir. Estamos
hablando -poca broma- de más de 23 000 millones de euros. Si tenemos en
cuenta la deuda histórica, si tenemos en cuenta que los complementos a
mínimos que tenía que haber pagado el Estado y que no se pagaron de 72
000 millones de euros también fueron transferencias de la Seguridad
Social a presupuestos del Estado, la cosa coge una magnitud importante.
Por eso me hacen mucha gracia cuando dicen que nos dan préstamos. De
préstamos nada. Me parece que no es correcto. Entonces, la primera
pregunta está aquí: ¿va a continuar su Gobierno traspasando deuda del
Estado a la Seguridad Social, que es como yo entiendo estos préstamos,
cuando siempre que el dinero de la Seguridad Social, de nuestras
cotizaciones, ha ido a otros fines no ha sido en forma de préstamo? Esta
es la primera pregunta concreta. Si no fuera así -vuelvo a lo primero-,
incumpliría una vez más la obligación de suplir con aportaciones del
Estado las carencias de cotizaciones que tenemos en la actualidad. Además
esto es posible -y usted ha dado una pista- teniendo en cuenta que el
Reino de España está muy por debajo en gasto en pensiones sociales, ya
volviendo a la renta del Estado. Usted ha dicho que hay varios países que
están por encima del 13 %, países con un PIB similar al nuestro, y en
cambio nosotros estamos en el 10% en pensiones. Pero el dato más
escandaloso y que demuestra que las tesis que aquí defendemos son
posibles es cuando hablamos de que el gasto social del Estado español
está muy por debajo de la media europea. Si hablamos de gasto social,
concretamente se dedica el 23,7% del PIB, casi 5 puntos menos que la
media europea; luego también hay margen por ahí o debería haberlo si el
Estado quiere ser social y si hay delante un Partido Socialista.
Si aún así se ven incapaces de mantener la sostenibilidad del sistema de
pensiones, tienen dos soluciones: mejoren su sistema fiscal, que hay
margen -es un sistema fiscal que puede mejorar muchísimo, que tiene un
amplio margen de mejora- o recorten otros gastos de los Presupuestos
Generales del Estado menos prioritarios desde una óptica socialista. La
gente podría decir: ¿por qué está en crisis mi cajita de pensiones y no
está en crisis la partida del Ejército? ¿Por qué está en crisis mi cajita
de pensiones y unos quieren comprar un submarino que a lo mejor ni flota?
A lo mejor, si preguntamos, la gente prefiere que no haya tantos
portaviones ni tantos submarinos, porque yo no veo una inminente invasión
de los países de nuestro alrededor. O quizá le tiene que decir usted al
señor Trump que el acuerdo al que llegó con el señor Rajoy de aumentar en
un 80% los gastos militares no lo puede cumplir porque usted quiere pagar
pensiones y revalorizarlas. No sé si me explico bien.
Quede claro que en Esquerra Republicana consideramos que el sistema de
pensiones es tremendamente sostenible; lo es. A lo mejor lo que no es
sostenible son otras partidas presupuestarias, o a lo mejor no es
sostenible porque el modelo productivo de este país es una porquería,
hablando mal, o por la legislación laboral que usted mismo ha criticado
aquí. Por cierto, ayer me decepcionó cuando dijo que no se iba a derogar
y que iba a ser un proceso lento la nueva reforma laboral y el nuevo
Estatuto de los Trabajadores. Si usted, de entrada, lo deroga de un
plumazo, sería coherente con lo que usted dice sobre la perversidad de
algunos puntos muy importantes de la reforma laboral. Y ya lo tendríamos
solucionado, si es que cree en esto. Lo derogamos y nos ponemos a
trabajar, porque si no va a ser muy lento, y mientras esto sea tan lento,
los trabajadores y trabajadoras van a tener un marco laboral
tremendamente perjudicial. Y si la gente tiene un marco laboral
perjudicial y los salarios continúan bajando, porque en cierta manera la
devaluación salarial se explica a través de estas reformas laborales, si
la gente tiene salarios bajos, si hay gente que, aun trabajando, está
dentro de los índices de pobreza, lógicamente tendrá pensiones de
pobreza, no hay más. Yo no iría lento en el tema de cambiar la
legislación laboral, sino todo lo contrario, iría bastante rápido, si
realmente coincidimos en ese diagnóstico, porque hay gente que se puede
permitir que vaya lento pero otra no porque lo está pasando muy mal.
También hay una contradicción importante. Yo entiendo por qué se induce al
déficit a la Seguridad Social y es porque tiene que ver con algo que
usted no ha dicho, que es el pacto del artículo 135 de la Constitución,
que hace que se limiten los gastos del Estado o el déficit público. Eso
es importante y por eso es más interesante pasar en forma de préstamos el
déficit a la Seguridad Social, porque así escapamos al artículo 135 de la
Constitución, luego la soberanía de este país depende en gran medida de
la troika, ese es el gran drama y uno de los principales problemas que
usted va a tener que afrontar como Partido Socialista y pelearse con
otros miembros de su Gobierno, que no la van a dejar hacer lo que yo le
estoy pidiendo, que son aportaciones directas a la Seguridad Social, que
encima son justas y de obligado cumplimiento.
Voy acabando. En cualquier caso -lo esencial creo que ha quedado
expuesto-, mientras estudian cómo pagar con justicia y con aportaciones
del Estado el mal llamado déficit de la Seguridad Social, hay medidas muy
concretas sobre las que muchos de los que estamos aquí coincidimos en que
como mínimo deberían estudiarse. Evidentemente, la reforma fiscal -esto
tendrá que hablarlo con la ministra de Hacienda- es importante para que
pueda pagar todo esto que estoy diciendo. Es muy importante la
sensibilidad con las personas mayores, y esta es una de esas cosas que no
pueden esperar. Como ya le dije en la Comisión de Trabajo, las personas
que tienen más de cincuenta y dos años y que a lo mejor no van a poder
incorporarse nunca más al sistema laboral pueden ser futuros pensionistas
de miseria.
Veo que hay una luz encendida; se me acaba el tiempo y me quedan varias
cosas: destopar las cotizaciones máximas, ¿qué piensa sobre ello? El tema
de la brecha salarial, sobre el que ha hablado muy ampliamente; elevar el
salario mínimo interprofesional a más de 1000 euros también sería
interesante, como dice la Carta Social Europea y como le dije el otro
día; el sistema bancario. La luz está roja y yo paro.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Salvador.
Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, señor Gómez.
El señor GÓMEZ BALSERA: Gracias, señora presidenta. Buenas tardes,
señorías.
Señora ministra, muchas gracias por su comparecencia. Felicidades por su
nombramiento; sea usted bienvenida otra vez a esta Comisión que bien
conoce, le deseo sinceramente mucha suerte en el desempeño de sus
funciones, así como acierto. Creo que va a necesitar esa suerte porque se
ha incorporado usted a un Gobierno temporal, a un Gobierno interino del
que vamos conociendo poco a poco sus intenciones, básicamente a través de
los titulares de la prensa, antes incluso de que el presidente Sánchez
haya comparecido en esta Cámara para explicarnos su programa, si es que
lo tiene. Y eso es empezar la casa por el tejado, algo que ya hemos visto
también en esta semana con la Radiotelevisión Española, votando a sus
consejeros antes incluso de convalidar el decreto. Usted forma parte de
un Gobierno socialista, que sustenta un partido que en esta legislatura
ha sido en algunas ocasiones desleal con el Pacto de Toledo, cuyo sentido
originario, como bien conoce, fue que los partidos estaban de acuerdo en
no utilizar las pensiones como un arma electoral o política, y el señor
Sánchez ha utilizado las pensiones como una herramienta más para hacer
oposición. Lo ha dicho usted misma: durante esta legislatura el Partido
Socialista ha traído a debatir en el Pleno de esta Cámara, fuera de la
Comisión del Pacto de Toledo, algunas iniciativas que han torpedeado y
embarrado los trabajos de esta Comisión, lo cual tampoco nos sorprende
porque es el mismo señor Sánchez que también ha roto el pacto por la
educación, el concurso público de la RTVE y que se negó a despolitizar el
órgano de gobierno de nuestros jueces rompiendo también el pacto por la
justicia. Parece que el señor Sánchez no solo es adicto a los dedazos,
sino que también es adicto a romper los consensos. Así que la primera
pregunta sería: ¿qué actitud va a tener su Gobierno respecto a los
trabajos de esta Comisión? Nos gustaría saber si van a esperar a las
recomendaciones del pacto o van a tomar decisiones de manera urgente,
porque si el Gobierno pretende dar la espalda al consenso y recurrir a
los dedazos y a los decretazos, al menos debería contar con el respaldo
de las urnas, al menos debería consulta a la ciudadanía.
Todo esto ha contribuido de alguna manera a generar una preocupación, una
cierta alarma social que acabó con nuestros pensionistas manifestándose
en las calles, pero es que ustedes han llegado al Gobierno y siguen
provocando la alarma social. Ustedes han cambiado la alarma social que
había con el Partido Popular por la alarma social del Partido Socialista,
porque entre unos y otros han liquidado la confianza de los ciudadanos en
el sistema público de pensiones. Las primeras declaraciones de su
secretario de Estado han sido: Las pensiones caminan hacia la quiebra. A
mí esto me parece de una irresponsabilidad terrible. La persona que usted
ha puesto al frente de la Seguridad Social dice que vamos hacia la
quiebra del sistema de pensiones. ¿Comparte usted estas declaraciones,
señora ministra? Por otra parte, no nos sorprende que el señor Granado
diga que vamos hacia la quiebra, ya que fue el responsable, durante el
Gobierno de Zapatero, de la única congelación de las pensiones -el año
2010- y de la mayor destrucción de empleo de la historia, 2,6 millones de
empleos perdidos durante su anterior etapa al frente de la Seguridad
Social. Así que espero que su actualización de las pensiones no sea pasar
de la congelación de Zapatero a la quiebra de Sánchez. Incluso dijo el
señor Granado que usted le había convertido en reincidente. Ojalá que no,
señora ministra, porque si su secretario de Estado, el señor Granado,
reincide en su mala gestión, la convertirá a usted en cómplice del
desastre de la Seguridad
Social. Mire, los portavoces de esta Comisión, incluidos los portavoces
del Partido Socialista, siempre tratamos de trasladar un mensaje de
confianza a la ciudadanía, un mensaje de tranquilidad, de que nuestro
sistema público de pensiones no está en riesgo y de que el debate está en
si las pensiones del futuro van a ser o no suficientes, no que sea un
sistema insostenible o que vaya a quebrar. Por eso yo la única
explicación que le encuentro a que su Gobierno contribuya a esta falsa
alarma social es la de buscar una justificación, una excusa para subir
los impuestos a todos los españoles. Actúan como un Gobierno pirómano,
provocan el fuego anunciando la quiebra de las pensiones y ahora
pretenden apagarlo subiendo los impuestos. Y en esto nos van a tener
ustedes en frente. Nosotros llevamos dos años negociando bajadas
consecutivas de impuestos que han ayudado a la recuperación de la clase
media y trabajadora, y se lo hemos demostrado también al Gobierno
socialista de la Junta de Andalucía. En 2017 se recaudó más, a pesar de
la bajada de dos puntos del tramo autonómico del IRPF y de la bajada del
impuesto de sucesiones. Ustedes, el PSOE, estaban en contra, pero les
demostramos que la recaudación aumenta cuando la presión fiscal baja
porque es bueno para la economía que la gente tenga más dinerito en el
bolsillo.
En cambio, su Gobierno quiere implantar una tasa a los bancos o
transacciones bancarias. ¿No cree usted que se marcharán, que se llevarán
las operaciones a otros países y que no se recaudará lo pretendido o de
verdad se cree usted que no lo repercutirán a los ciudadanos, a sus
clientes, porque son buenos y solidarios, como ha declarado? Ustedes
quieren gravar a las empresas tecnológicas -la tasa Google-, ¿quieren
gravar aún más a las empresas responsables de la creación de los puestos
de trabajo del futuro, del mañana? ¿Para qué? ¿Para que se vayan de
España? ¿Para que nuestros jóvenes tengan que seguir saliendo en busca de
empleo?
Quieren subir e igualar el impuesto de sucesiones. A ver si lo entiendo:
subir e igualar un impuesto es cohesionar, pero que todos los
trabajadores de la Seguridad Social tengan la misma tarjeta sanitaria eso
no, eso es retrógrado, eso es recentralizador. ¿O es que el PSOE solo
quiere la igualdad para igualar hacia arriba en los impuestos a todos los
españoles?
Hoy no lo ha dicho, pero en la prensa también se ha referido usted a
destopar las cotizaciones. ¿Cómo piensa hacerlo? Porque si esto se hace
acompañado de una correlativa subida de las pensiones, hay estudios que
demuestran que en tres años dejaría de ser rentable al sistema y que se
pagaría más de lo que se recauda y que si se hace sin esa correlativa
subida de las pensiones se convierte en un impuesto confiscatorio, es
decir, se le quita al ciudadano una parte de su salario sin ninguna
contrapartida en su pensión futura.
Al PSOE, señora ministra, le preceden sus impuestos. El Gobierno de
Sánchez se despierta cada mañana y se pone a imaginar cosas, a lanzar
ocurrencias al vuelo, y el resto del día se lo pasa pensando cómo van a
pagarlo y la verdad es que no piensan mucho porque solo tienen una
ocurrencia: impuestos, más impuestos. Mire, yo comparto parte del
diagnóstico que ha hecho hoy. El Partido Popular decía que con 20
millones de trabajadores se resolvería el déficit de la Seguridad Social;
ya hemos llegado a 19 millones sin que las cotizaciones cubran las
prestaciones contributivas. Pero eso es solo la mitad del diagnóstico; la
otra mitad es culpa del Partido Socialista, porque ello se debe a la
precariedad laboral, al fracaso de las políticas de empleo del
bipartidismo durante todos estos años. Y lo que no podemos compartir de
ninguna manera son las soluciones que nos proponen ahora para garantizar
el futuro de las pensiones: subir los impuestos y mantener el modelo de
precariedad laboral del Partido Popular, si es que no lo deroga, o como
mucho regresar al modelo, igualmente fracasado, del señor Zapatero.
Se ha referido al Fondo de Reserva de la Seguridad Social y conviene
recordar que ese fondo se creó porque un Gobierno socialista dejó en 1996
un agujero en la Seguridad Social de 500 000 millones de las antiguas
pesetas, cantidad nada despreciable entonces. Y también conviene recordar
que durante el Gobierno de Zapatero, según puso de manifiesto un informe
de la Intervención General de la Seguridad Social, los 15 000 millones de
euros de superávit acumulados de los años 2008 y 2009 no se ingresaron en
la hucha de las pensiones, sino que se desviaron para cubrir otras
políticas públicas. Así que, más allá de la crítica a la gestión, no nos
ha dicho qué va a hacer con el Fondo de Reserva. ¿Va a poner un tope
mínimo indisponible o va a poner un máximo anual de disponibilidad como
había antes?
Voy concluyendo. Sea valiente, señora ministra. Si ya sabemos lo que no
funciona, hagamos cosas diferentes. Abandonemos la senda de los recortes
del gasto en pensiones. En eso la vamos a apoyar. Centrémonos en
incrementar los ingresos del sistema, pero no friendo a impuestos a los
ciudadanos. Cambiemos el modelo de relaciones laborales, acabemos con la
dualidad y con la precariedad. Esa es nuestra apuesta para garantizar el
futuro de las pensiones. Conoce usted las medidas que proponemos:
contrato único, mochila austriaca, bonus a las empresas que menos
despiden. No puede haber pensiones dignas si no hay trabajo digno.
Muchas gracias. Le reitero mi felicitación por su nombramiento y mucha
suerte en su gestión futura.
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Gómez.
Por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En
Marea tiene la palabra la señora Vidal.
La señora VIDAL SÁEZ: En primer lugar, señora ministra, quiero felicitarla
por su nueva responsabilidad, no solo por la importancia de gestionar
probablemente uno de los pilares más importantes del Estado del
bienestar, sino también por haber contribuido a echar a un partido
corrupto y tremendamente ineficaz al frente de la Seguridad Social;
injusto e ineficaz. Es un descanso dejar de oír ese delirante
triunfalismo al que nos tenía acostumbrados la anterior ministra y
escuchar por fin cifras ciertas, que todas y todos conocíamos, pero era
importante que desde su posición les diera voz. Su tarea no va a ser
fácil. Va a tener muchísimos retos y vamos a necesitar una ministra
valiente al frente de todos ellos.
Sabe que la Seguridad Social debería ser una fuente de tranquilidad y
seguridad, pero desgraciadamente hoy no lo es. Si hiciéramos una foto de
la situación actual, probablemente los conceptos que mejor definirían la
situación en la que nos encontramos serían la pobreza, la pérdida de
poder adquisitivo, la incertidumbre y la perdida de confianza en el
sistema. La suficiencia no es un concepto que nos hayamos inventado
nosotros, sino que forma parte del mandato constitucional y hoy en España
hay 1 291 000 personas que perciben una pensión de menos de 600 euros y
seis de cada diez perciben una pensión de 800 euros o menos. Sufrimos
además un sesgo de género brutal, pues las pensionistas perciben, como
usted bien sabe, un 38% menos de pensión que sus compañeros. Los, y sobre
todo las, pensionistas son pobres y se encuentran mayoritariamente en una
situación de grave desprotección y vulnerabilidad gracias, en este caso,
a las medidas mayoritariamente del Partido Popular, situación que no es
inevitable, que es deliberada y fruto, por supuesto, de ciertas
decisiones políticas. Miren, las cotizaciones deben ser utilizadas
exclusivamente para el sistema de Seguridad Social, son al fin y al cabo
salario diferido, pero si con ellas no es suficiente para cubrir las
necesidades básicas de los y las pensionistas, el Estado debe asumir la
responsabilidad que le toca y utilizar las herramientas que tiene en su
mano para garantizar pensiones justas y dignas. El desequilibrio
presupuestario del que adolece hoy la Seguridad Social no tiene su origen
en un exceso de gasto en pensiones -usted misma lo decía y compartimos
absolutamente su diagnóstico-, sino en los insuficientes ingresos, tanto
contributivos como fiscales del sistema. Nuestro problema no es que se
gaste mucho en pensiones, de hecho España dedica a protección social un
3,5% menos del PIB que la media de la Unión Europea, y dedica además a
pensiones uno de los porcentajes del PIB más bajos de toda la eurozona.
Todas las proyecciones que hace la Unión Europea sitúan la evolución del
gasto en pensiones a un nivel inferior a la media de la Unión Europea, y
siempre además en términos asumibles para la economía española. El
problema de la Seguridad Social está perfectamente identificado, y es la
caída de los ingresos contributivos y las insuficientes aportaciones
fiscales.
España tiene unos ingresos tributarios que están 7 puntos por debajo del
PIB en la media de la Unión Europea de los Veintisiete, y además tiene
unos ingresos por cotizaciones un 6,9% por debajo del PIB de la media de
la Unión Europea de los Veintisiete. Entendemos que es en esta dirección
de aumento de los ingresos en la que debemos actuar y además de manera
urgente, señora ministra. La situación actual no es fortuita, como le
decía tiene su origen en las grandes irresponsabilidades principalmente
del primer Gobierno de Rajoy y del Partido Popular, pero también en
algunas de las decisiones -permítame que se lo diga- que tomó el
Ejecutivo de Zapatero. El combo de las dos últimas reformas laborales ha
destrozado los derechos y las garantías de los trabajadores y las
trabajadoras en este país, su incentivo permanente a la precariedad
laboral es el origen de la caída de los ingresos por cotización. Por eso,
señora ministra, no es posible una solución real a la Seguridad Social
sin una derogación de la reforma laboral, y nos preocupa que empiece
usted su mandato descartando un objetivo tan importante como el que
tenemos nosotras. Porque revertir la reforma laboral, señora ministra,
entendemos que es la mejor garantía del futuro de las pensiones.
Hoy gozamos de un modelo de relaciones laborales que fomenta la
inestabilidad, la precariedad, la parcialidad, la destrucción de la
negociación colectiva y los bajos salarios, busca básicamente el
empobrecimiento de la clase trabajadora, y conlleva que más cotizantes no
signifique más ingresos, como usted bien ha detallado. La hemos oído
pronunciarse a favor, por ejemplo, de recuperar en este caso la
prevalescencia del convenio de sector frente al de empresa; es una muy
buena noticia, pero comprenderá que no es suficiente. Como usted bien
sabe actualmente tenemos muchísimas iniciativas bloqueadas en esta
Cámara, una de ellas hace referencia en este caso al salario mínimo
interprofesional, no solo a su incremento, sino en este caso a la
armonización conforme a los criterios de la Carta Social Europea. Nos
gustaría saber si este Gobierno piensa abordar esta cuestión.
Nuestro grupo parlamentario además hace ya casi un año presentó una
valiente y ambiciosa proposición de ley en materia de pensiones, una
proposición que supera en este caso la reforma 23/2003, del Partido
Popular, que regula el factor de sostenibilidad y el IRP, y también la
27/2011, del Gobierno de Zapatero, que afectó además a los principales
parámetros de la pensión de jubilación, como la edad o la base
reguladora. En nuestro grupo, ministra, defendemos volver a la regulación
anterior a la Ley 27/2011, fijando la edad ordinaria de jubilación a los
sesenta y cinco años, y debo reconocerle que fue para nosotras una gran
decepción escucharla el martes en este caso en a Comisión de Trabajo
decir claramente que no se planteaba reducir la edad de jubilación a los
sesenta y cinco años; decepcionante y, si me lo permite, incomprensible,
pues usted además lo argumentaba en función de un consenso social, pero
un consenso social que se ha producido en todo caso y de forma muy
generosa en 2011, no en 2018, año en que las movilizaciones de miles y
miles de pensionistas han sido absolutamente protagonistas, no solo por
su masiva presencia en las calles, sino además por el éxito de sus
reivindicaciones, que llevaron al mismísimo Gobierno de Rajoy en este
caso a rectificar por ejemplo en torno a la revalorización prevista de
las pensiones. Hay nuevos consensos, señora ministra, y creo que sería
bueno que los escuchara y que los introdujera en este caso en sus
propuestas.
No son hoy los mismos tiempos que corrían en 2011. Nuestra tasa de
desempleo actual se sigue situando por encima de los dos dígitos, un
16,74%. Encabezamos todos los rankings europeos con peores datos de
desempleo, y lo más alarmante es que la tasa de desempleo entre las
personas menores de veinticinco años llega a un 36,3%. Somos el quinto
país de la Unión Europea por la cola en las peores estadísticas. Yo me
pregunto cómo puede justificar usted mantener la edad de jubilación a los
sesenta y siete y no bajarla a los sesenta y cinco cuando tenemos estas
tasas de desempleo. Si la propuesta es que los jóvenes estén en desempleo
y que nuestros abuelos y abuelas sigan trabajando a nosotros nos resulta
un poco chirriante por lo menos. Y eso sin entrar en el factor social del
trabajo. Sabe usted perfectamente que no es lo mismo llegar a los sesenta
y cinco años cuando uno ha trabajado, por ejemplo, en una oficina
bancaria que cuando ha estado trabajando doblada fregando escaleras.
Una de las cuestiones que le queríamos hacer en la Comisión de Trabajo,
pero que también afecta a la Seguridad Social, es cómo piensa este
Gobierno abordar la urgencia de la tramitación de los coeficientes
reductores de los diferentes sectores, pues a día de hoy no hay ningún
expediente aprobado. Le recuerdo tres de los colectivos que están ahora
mismo en esta situación, el de las auxiliares de ayuda a domicilio, el de
los bomberos forestales o el de los trabajadores afectados por el
amianto. ¿Qué hará este Gobierno al respecto?
Si antes hablábamos de aumentar los ingresos, vía cotizaciones,
dignificando nuestro mercado de trabajo, también creemos que se debe
actuar en los ingresos de naturaleza fiscal. Usted ha hecho algunos
apuntes al respecto. Como bien sabe, la Seguridad Social española es una
de las que menos ingresos fiscales recibe del espacio europeo, pese a que
el artículo 9 de la Ley General de la Seguridad Social contempla la
posibilidad de ayudar a financiar al sistema público de pensiones con
impuestos. Nuestro grupo defiende la creación de impuestos como el de la
banca o el de las transacciones financieras, así como la participación de
los presupuestos generales en los mismos. El lunes usted declaró que se
mostraba convencida de que los bancos en España iban a ser solidarios con
el sistema público de pensiones. No quisiera parecer en este caso
descreída, pero la confianza con los bancos le voy a reconocer que es un
poco escasa. Por tanto me gustaría saber por dónde están intentando
orientar esta propuesta que usted lanzaba en la radio. ¿Cómo piensan
llevar a cabo esta reforma, con un rediseño del impuesto aplicado a la
banca, estableciendo, por ejemplo, un tipo mínimo efectivo o con la
subida actual de los tipos? Su compañera de Hacienda, la ministra
Montero, declaró a su vez que quiere que las grandes empresas contribuyan
a pagar la subida de las pensiones. Le pediría de nuevo que ampliara esta
información, pues nos parece de gran interés y sería bueno que la
puntualizaran.
Hablemos también de la pérdida del poder adquisitivo, pues es una de las
cuestiones más importantes que nos preocupan a día de hoy y pensando
también en el futuro. Su grupo parlamentario ha sido hasta ahora muy
claro sobre el nefasto índice de revalorización de las pensiones del
Partido Popular, no tanto en lo que se refiere al factor de
sostenibilidad pero sí con el IRP. Me pregunto si ustedes van a
revalorizar
las pensiones de acuerdo con el IPC o de acuerdo con el 1,6, pues todo
parece apuntar a que vamos a superar ese 1,6 con creces. ¿Cuál es la
intención del Gobierno en este caso? Nosotros creemos que centrarse en el
envejecimiento de la población, obviando que somos mucho más productivas
a día de hoy, es una trampa mortal. Nosotras hemos sido muy claras en
este aspecto. Exigimos la derogación, que no reforma, del factor de
sostenibilidad, y tenemos dudas de lo que piensa su grupo respecto a esta
cuestión, que entendemos legítimas, pues el concepto, que no la fórmula,
nace de la reforma de 2011. ¿Qué harán, ministra, derogarán ese factor de
sostenibilidad o esperarán a que llegue 2023 para, así como hizo el
Partido Popular, volver a dar una patada adelante y quitarse así el
marrón de encima?
Ministra, nuestro sistema de pensiones es tan fuerte que incluso ha
resistido al Partido Popular, lo cual tiene muchísimo mérito, pero
creemos que este no es el momento de resistir o sobrevivir, sino de poder
tirar adelante, guardar en un cajón estos tiempos oscuros y empezar no a
sobrevivir, sino a vivir con dignidad. Además nuestros mayores se lo
merecen. Necesitamos una Seguridad Social fuerte, una Seguridad Social
económica y socialmente sostenible -un término del que nos hemos olvidado
muy a menudo- y unas pensiones públicas dignas. Le anuncio que nuestro
grupo no va a rendirse para alcanzar este objetivo, y esperamos contar
con este Gobierno al lado de tales objetivos.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Vidal.
Por el Grupo Parlamentario Socialista, señora Perea.
La señora PEREA I CONILLAS: Gracias, presidenta.
Le doy la bienvenida en nombre del Grupo Parlamentario Socialista a esta
Comisión del Pacto de Toledo, que es su Comisión -imagino lo que debe
sentir-. Es un orgullo tenerla aquí. Tiene una gran responsabilidad. Le
decía la compañera Aina Vidal que es un placer el cambio de aires que se
ha producido, y no solo en esta Comisión, sino también en el Congreso. Se
ha producido un cambio radical en las políticas del Ministerio de Trabajo
de hoy. Si hacemos referencia al Ministerio de Empleo desde 2011 la
verdad es que el cambio ha sido considerable. Hemos pasado del
inmovilismo -les recuerdo que hoy se pagan más y mejores pensiones- a la
realidad de un sistema de protección social que en muchos países de
nuestro entorno pueden envidiar, pero lo cierto es que se encuentra en
una situación delicada a nivel económico y financiero, como lo es el
hecho de que haya un 30% de pensionistas que se encuentran en el umbral
de la pobreza. Por ello, y como ha dicho la diputada Aina Vidal de forma
clara, entendemos valiente por su parte venir a hablar de la propuesta de
un sistema que el Partido Socialista viene defendiendo desde el inicio de
esta legislatura, y desde luego desde el 8 de enero, momento en el que el
hoy presidente Sánchez presentó la propuesta alternativa de nuestro
sistema público de pensiones.
Como no podría ser de otra manera estamos de acuerdo con usted, pero
además compartimos la base, y es que hoy mercado laboral, modelo
económico y sistema de protección social tienen que ir indefectiblemente
unidos. Aquí me gustaría pedirle, ministra, que se esfuerce -en catalán
decimos as merci- por conseguir que esta Comisión del Pacto de Toledo
acabe con un acuerdo sobre un nuevo modelo de sistema público de
pensiones. Lo digo así porque hoy estamos ante un punto de partida
diferente; hoy se está planteando de una forma clara el mantenimiento del
poder adquisitivo; hoy se está diciendo aquello que multitud de
comparecientes han dicho y a lo que el Gobierno del Partido Popular se ha
resistido: que hemos de dotar de más ingresos al sistema, en lugar de
machacar el gasto en pensiones. Por tanto consideramos que el
planteamiento que ha venido a realizar a esta Comisión evidentemente se
adecua al del Partido Socialista.
Asimismo nos alegramos de que se remita al diálogo social, algo que hemos
echado en falta en los debates de la Comisión del Pacto de Toledo. Desde
febrero del año pasado el Gobierno del Partido Popular no se había vuelto
a reunir en la Mesa del diálogo social, por lo que nos alegra que ustedes
lo hayan retomado de una forma activa. Quiero recordar a los miembros de
la Comisión y al resto de los diputados de este Congreso que llevamos un
mes y poco más de Gobierno del señor Sánchez, con lo cual ya llevamos un
camino recorrido. Ya se ha empezado a reunir la Mesa del diálogo social
en términos de mercado laboral, y en este sentido nos congratulamos de
que el día de la firma del pacto entre agentes sociales y patronal
estuviera el Gobierno presente y estuviera también doña Fátima Báñez.
Tengo que reconocer que una tiene que ser señora, y este es un ejemplo de
ello. Usted misma ha dicho que el traspaso de funciones por parte del
ministerio de la señora Báñez hacia su persona fue exquisito, y yo creo
que usted también lo fue al permitir que ella estuviera presente, porque
tenía que ser así. No podía ser de otra manera, porque esto lo había
estado negociando ella desde el mes de junio. Las cosas hay
que reconocerlas y no nos tienen que doler prendas. (La señora
Sánchez-Camacho Pérez y el señor Merino López hacen gestos afirmativos).
Las cosas se han de decir si son verdad; no pasa nada. (Aplausos).
Ha hecho referencia a una situación complicada de desequilibrio económico
y financiero del sistema. No ha descubierto la pólvora, porque esto lo
sabemos todos; tampoco el señor Granado ha dicho nada fuera de órbita. Y
yo, señor Gómez, le digo que me esperaba otra posición por su parte. No
acabo de entender que continúen con la rémora de vamos al titular
mediático, vamos al relato, vamos a... sin decir nada a cambio, sin hacer
ni una sola propuesta. No lo acabo de entender, me esperaba otra
intervención por su parte. En cualquier caso lo que ha dicho la ministra
es: señores, tenemos un problema, vamos a adoptar medidas. Un gran número
de comparecientes en la Comisión del Pacto de Toledo han dicho: señores,
adopten medidas por el lado de los ingresos, y no tenemos que rasgarnos
las vestiduras.
Señor Gómez, usted me dice que hay que bajar los impuestos. Pues bien,
explíqueme qué enmienda han propuesto en los Presupuestos Generales del
Estado de 2018, cuando en la disposición adicional quincuagésima segunda
piden expresamente la introducción de un impuesto sobre los servicios
digitales. Cuéntemelo. Es decir, unas veces sí estamos a favor de los
ingresos, otras no, y de tapadillo decimos otras cosas. En definitiva muy
poca coherencia, señor Gómez, y me sabe mal decírselo, porque sabe que yo
con usted tengo una buena relación. En cualquier caso la situación del
sistema es complicada, pero este Gobierno en un poco más de un más ha
venido a proponer medidas desde el lado de la racionalización de los
gastos -capítulo 1, capítulo, 2- lo que se ha dicho mil veces -y hay
acuerdo en el Pacto de Toledo-, para que las políticas activas de empleo
sean sufragadas desde el presupuesto general del Estado -en esto hay
acuerdo por parte del sistema-. Insistimos en que el mercado laboral ha
de revertir los efectos dañinos. Voy a dar unos datos al señor Gómez y a
alguien más que se atreva a comentar alguna cosa parecida. Desde 2006 a
2007, con un incremento de cotizantes de 556 000, hubo unos ingresos de
7861,18 millones de euros; por contra de 2015 a 2016, con un incremento
de 831 755 cotizantes, el ingreso no llegó a 3000 euros; es decir, se
pasó de 8000 a 3000. Esos datos están ratificados por la recaudación de
la Tesorería General de la Seguridad Social; (El señor Camps Devesa hace
gestos negativos). No me los han cuestionado hasta ahora y los llevo
repitiendo un año y medio, con lo cual no sé qué me están contando ahora.
Por eso, señor Gómez, le pediría que fuera más riguroso.
Ministra, compartimos, como no puede ser de otra manera, que nuestro
Estado del bienestar, nuestro Estado social tiene que basarse en el
mercado laboral, en el modelo económico y en el sistema de protección
social. Desde luego hoy creo que ha dado un espaldarazo a la ilusión y a
la tranquilidad de muchos pensionistas, que saben que el Gobierno del
presidente Sánchez está trabajando para que las pensiones mantengan el
poder adquisitivo, y no solo eso, sino también para que haya políticas de
mejora en aquellas situaciones que se han visto empeoradas a lo largo de
esta crisis, y me refiero evidentemente a que hay que recuperar los
convenios de las cuidadoras; esa es una muy buena noticia no solo para la
Tesorería General de la Seguridad Social, para la recaudación, sino
también para generar confianza en nuevos empleos, tal y como ocurrió con
el Gobierno del presidente Zapatero. Evidentemente también hay que
recuperar el subsidio de los mayores de cincuenta y dos años, porque hay
muchas personas que se han quedado colgadas y que han visto cortada su
carrera profesional, al haber endurecido las condiciones aquel Real
Decreto 5/2013 que hoy el Tribunal Constitucional ya ha dicho que es nulo
de pleno derecho. Realmente creo que ha dado un soplo de aire fresco a
los becarios y estudiantes de grado y posgrado que van a verse
reconocidos, y no maltratados, enmascarados por la explotación laboral. Y
hablemos de viudedad: nos alegramos de que el Gobierno esté trabajando
para implementar aquella mejora que el Partido Popular congeló en el año
2012.
Poco más quiero añadir. El Partido Socialista y este grupo en concreto
nunca se han olvidado del problema que puede suponer la demografía en
España. Está en el documento del Partido Socialista, pero además lo hemos
reiterado en muchas ocasiones. En lo que no estamos de acuerdo es en esas
proyecciones fantasmagóricas que se han llegado a hacer, y de las cuales
el propio presidente de la AIReF, el señor Escrivá, dijo recientemente
que eran falsas. Con esas proyecciones demográficas no estamos de
acuerdo, y eso es lo que hemos denunciado a lo largo de todo este tiempo,
porque se trata de generar confianza.
Le pido, ministra, que se implique al máximo en generar confianza y en
volver a recuperar el consenso, que es a lo que estamos obligados los que
hoy estamos en el Pacto de Toledo, para dar una oportunidad, para hablar
de oportunidades. La intervención que usted ha hecho la resumiría al
final diciendo que usted
está volviendo a generar oportunidades a muchos que se han quedado en la
cuneta en esta crisis, y por ello nos alegramos.
Me dirijo ahora al resto de grupos. Joan Manuel Serrat tiene una canción,
Llegar a viejo. Yo la pondría en Internet y la escucharía, porque lo
clava. No nos podemos permitir el lujo de renegar de aquellos que fueron
niños antes que nosotros, porque ellos han hecho ese esfuerzo y hoy
nosotros lo estamos disfrutando. Por tanto quiero mandar un mensaje,
poniendo en valor lo que ha dicho sobre recuperar el principio de
solidaridad intergeneracional bidireccional: los mayores y los jóvenes,
todas las generaciones, tenemos que estar implicados en estas tres patas:
mercado laboral, modelo económico y sistema de protección social.
Por último, por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor
Camps.
El señor CAMPS DEVESA: Gracias, señora presidenta.
Señorías, buenas tardes. Señora ministra, no puedo iniciar esta
intervención sin que mis primeras palabras sean, al igual que las del
resto de portavoces, de bienvenida a esta que es su casa, a esta
Comisión, de felicitaciones por su nombramiento y de esperanzas en el
acierto, porque su acierto al final redundará en una mejora de nuestro
sistema de protección social. Pero mis primeras palabras también tienen
que ser de refrendo una vez más al firme compromiso del Partido Popular
con el sistema público de pensiones. Señora ministra, no ha cumplido
usted todas las expectativas que tenía yo puestas en su comparecencia. Me
ha parecido excesivamente vacua y poco concreta en muchos aspectos que
tendré ocasión de recordarle a lo largo de mi intervención. Pero sí
compartimos con la señora ministra la confianza en los trabajos de esta
Comisión, no solo porque estaría mal dudar de nuestro propio esfuerzo
-los que somos miembros de la Comisión del Pacto de Toledo-, sino también
porque estamos convencidos de que el Pacto de Toledo es el instrumento
básico de la definición del actual modelo de Seguridad Social.
Señora ministra, el Pacto de Toledo es reconocido dentro y fuera de España
como una experiencia muy positiva, la experiencia de la capacidad
institucional de fraguar acuerdos trascendiendo lo inmediato y pensando
en el futuro, lo gestione quien lo gestione, como un modelo que goza de
un altísimo nivel de acuerdo político y social. Más de veinte años ya,
señorías, después de su primera formulación, los principios inspiradores
del Pacto de Toledo siguen plenamente vigentes, y nos estimulan sin lugar
a dudas para refrendar nuevas conclusiones y recomendaciones.
He dicho, señorías, que la señora ministra ha sido, a mi juicio,
excesivamente vacua en su primera intervención en esta Comisión, pero
prefiero que no sea tan concreta respecto a las inexactitudes de otros
grupos parlamentarios. Ya me hubiera gustado, señora Perea, que hubiera
habido un crecimiento interanual en estos años de más de ochocientos mil
afiliados a la Seguridad Social, pero no se ha producido en ninguno de
ellos. Revise usted sus datos, lo más que hemos llegado ha sido a algo
más de seiscientos mil.
Señora ministra, señorías, se cumplen diez años desde el comienzo de la
que ha sido la crisis económica más dura que ha vivido nuestro país.
Usted la ha olvidado completamente en su intervención, y eso a mi juicio
lo que trae consigo es un error de diagnóstico que me parece muy
preocupante cuando estamos hablando de Seguridad Social, y de cuáles son
las causas que han traído consigo ese equilibrio o desequilibrio
económico financiero al que estamos haciendo referencia todos nosotros.
Ustedes, señores socialistas, usted, señora ministra, parecen haber
olvidado, pero estaban ahí, equivocándose, como ya ha reconocido el
propio exvicepresidente, señor Solbes, en este Parlamento; equivocándose,
pero estaban ahí, en una crisis que tuvo un doloroso impacto no solo en
nuestra economía, sino también en el plano social. España destruyó más
empleo y lo hizo más intensamente que los países de nuestro entorno.
España destruyó seis veces más empleo que Reino Unido, once veces más que
Italia o veinte veces más que Francia. Esa pérdida de empleo se vio
reflejada en los indicadores sociales. En esos años la mitad de los
europeos que entraban en riesgo de pobreza lo hacían en España, y la
desigualdad crecía año a año, no ahora, entonces, y como ha dicho la
Organización Internacional del Trabajo el incremento de la desigualdad en
nuestro país tuvo su causa en un 90% en el incremento del paro. Pero,
señora ministra, esa crisis económica y social que usted ya no recuerda
-o no quiere hacerlo; no ha hecho mención alguna, reitero, en toda su
intervención- tuvo un efecto muy importante en nuestro sistema de
Seguridad Social. La destrucción de cuatro millones de empleos derivó en
una rápida disminución de la
recaudación por cuotas, de tal manera -le pongo un ejemplo, los números
son exactos en este caso- que los ingresos del sistema en 2013 fueron 10
500 millones menos que en el año 2008. En ese mismo periodo el incremento
de gasto supuso 24 000 millones de euros más, derivados no solo del
incremento en el número de pensiones, sino también del incremento de las
cuantías de las nuevas pensiones y el aumento de la esperanza de vida.
Por tanto más gastos y menos ingresos, tensión en las cuentas de la
Seguridad Social.
Hay que recordar algunos datos. Casi el 70% del deterioro neto de la salud
financiera del sistema durante esos años de crisis fue derivado de la
pérdida de 3 800 000 puestos de trabajo, bajo su Gobierno, el anterior
Gobierno socialista. No busquen responsabilidades para el desequilibrio
económico y financiero de nuestro sistema donde no las hay. Parte sí que
son lo que usted ha dicho, ministra, pero la parte más sustancial, lo que
es el déficit que no tiene carácter estructural, será el que se derive
del envejecimiento demográfico, porque el que se deriva de la crisis
económica tiene su causa en la crisis económica que bajo un Gobierno
socialista destruyó en este país más de 3 800 000 puestos de trabajo. Es
más, en 2010 con el Gobierno socialista por primera vez las cotizaciones
sociales dejaron de ser capaces de financiar las pensiones contributivas
del sistema. (La señora Perea i Conillas hace gestos negativos). Bien que
lo podría aseverar el señor Granado, que nos acompaña 1. Un déficit que,
sin ayuda de las variables anticíclicas y los intereses del Fondo de
Reserva, hubiera sido como bien saben sus señorías evidente ya en el año
2009. Por cierto, señora ministra -usted lo sabe igual que yo-, eso es lo
que se encontró un Gobierno del Partido Popular. No un país con su PIB
creciendo alrededor del 3%, como ahora, y no con 19 millones de afiliados
a la Seguridad Social, como ahora. Nos encontramos con un escenario de
pensiones congeladas. Por cierto no vuelva a repetir eso de que ustedes
no han hecho una ley en la que se retiraran los derechos de los actuales
pensionistas, porque congelar las pensiones ya me dirá usted qué fue.
Señorías, nos encontramos con el empleo destruyéndose a un ritmo del 2% y
con la amenaza de un rescate sobre nuestro país. Pero subimos las
pensiones, un 1% en 2012 y un 1,5% en 2013. Los pensionistas -por más que
se empeñen en negarlo- mantuvieron su poder adquisitivo durante la
crisis, y además se mejoró sustancialmente la protección social. Usted lo
ha negado hoy aquí, señora ministra, cuando ha dicho que en esos momentos
de crisis no se mejoró la protección social.
Permítanme recordarles algunos datos. Desde 2016 las madres trabajadoras
pueden ver incrementada en un 15% -luego haré referencia de nuevo a esto-
su pensión, el 55% de las nuevas pensiones de jubilación de mujeres
tienen reconocido ese complemento, que a finales de este año alcanzará a
800 000 mujeres. Con esta medida -también debería revisar sus datos la
portavoz de Podemos- la brecha de género en pensiones ha disminuido hasta
el 22,9% -muy lejos del que usted ha dicho- desde el 27,22% de 2014 o el
32,38% en 2011; en ese momento la brecha sí era del 32%, no ahora, en
2011. La pensión de orfandad se percibe ahora durante más tiempo, los
trabajadores a tiempo parcial disfrutan de unas reglas de cálculo de
pensión más equilibradas y adaptadas a su situación laboral, se puede
compatibilizar el salario con la pensión y ya lo hacen más de 50 000
personas en nuestro país, y todas las pensiones tienen garantizada por
ley una cuantía mínima de revalorización anual, aunque ahora veremos qué
pasa con el índice de revalorización de pensiones. Señorías, señora
ministra, ¿va usted a mantener ese complemento de maternidad al que acabo
de hacer referencia? Me gustaría que alejara dudas sobre ello. Ya le he
dicho que son más de 800 000 mujeres las que se van a beneficiar, y que
eso ha hecho que la brecha de género entre los y las pensionistas por
este concepto haya descendido, especialmente en las viudas que han visto
incrementadas sus pensiones gracias a este complemento en un 6%. Por
cierto, señora ministra, esta es una de las cosas que sí ha concretado.
Ha dicho que el 1 de agosto ya estará en vigor el real decreto que va a
desarrollar reglamentariamente la elevación del porcentaje del 52 al 56%
para las viudas. Porque si no sería imposible que lo hiciera. Es un real
decreto que le hemos dejado en los cajones, perfectamente preparado, y
con informe favorable del Consejo de Estado. Solo tienen ustedes que
aprobarlo. Si va a ser el 1 de agosto es obvio que lo tendrán que aprobar
ustedes antes. No quiero pensar que fueran pasando los meses sin que eso
se hiciera y que alguien pudiera pensar -yo no, desde luego- que van a
ahorrar gastos en contra de las viudas de este país.
Señora ministra, no solo hay ese real decreto con informe favorable del
Consejo de Estado, luego le haré referencia a otros dos más, más otros
dos que se han dejado hechos, pero que sí están pendientes de remitirlos
al Consejo de Estado. Pero antes déjeme decirle que España no fue
rescatada en el año 2012 por una decisión del Gobierno del Partido
Popular, por una decisión de don Mariano Rajoy, y por ello las pensiones
no bajaron entre un 15 y un 40%, como ocurrió en Grecia, Irlanda o
Portugal; países a los
1 El señor secretario de Estado de Seguridad Social, Granado Martínez,
que se encuentra en la sala, hace gestos negativos.
que usted ha puesto de ejemplo en gasto, pero no los pondría de ejemplo en
bajada de las pensiones. La tasa de riesgo de pobreza es cierto que en el
último dato ha aumentado algo, pero tendrán que reconocer ustedes conmigo
que en los jubilados mayores de 65 años se redujo en España a la mitad
durante la crisis. En nuestro país la renta de los jubilados es superior
a la media del país en un 6%, lo que no ocurre en la mayoría de los
países de la OCDE.
Señora ministra, España ha pasado de la recesión al crecimiento de 2007 al
2017; o lo que es lo mismo, de un Gobierno socialista a un Gobierno
popular. Esperemos que ahora no pase lo contrario. Pero ha pasado de la
recesión al crecimiento pagando un 15% más de pensiones. Hay pensiones
más altas en un 39% -sí, señora Perea-, más y mejores pensiones. Y el
número de pensionistas se ha incrementado en más de 1 200 000. Las nuevas
pensiones de jubilación del régimen general han alcanzado casi los 1500
euros, el 93% del salario medio en España. La tasa de sustitución entre
pensión y el último salario percibido es superior en 8,4 puntos a la de
Francia, en 15 puntos a la alemana y supera en 20 puntos a la media de
los países de la Unión Europea. España, a pesar de lo que digan algunos
-siempre ha habido voceros del desastre y agoreros-, ha mantenido un
sistema que ofrece una amplia protección social, cuenta con un sistema de
pensiones mínimas y también con un complemento de mínimos que solo tienen
cuatro países de la Unión Europea.
Tenemos un sistema amplio, generoso y fuerte -señora portavoz de Podemos,
fuerte- no resistiendo al Partido Popular, gracias al Partido Popular -y
aquí también tengo que ser justo, como decía la señora Perea- y gracias
al Partido Socialista. (Rumores). Los dos pilares; junto con otros grupos
-no me quiero olvidar de la antigua Convergència i Unió, del PNV, al
señor Candela no lo puedo mirar porque Compromís no estaba por aquí en
esos momentos (risas)-, pero junto con otros grupos son el pilar
fundamental de ese Pacto de Toledo, que es lo que ha traído consigo esa
fortaleza de nuestro sistema de pensiones. Y lo digo, señora ministra,
para que su secretario de Estado duerma tranquilo, él mismo ha declarado
que no concilia el sueño por la situación actual de nuestro sistema de
protección social. (Rumores). Pues el señor Granado debe estar insomne
desde el año 2008, cuando se destruían 1500 empleos diarios. Yo, como
quiero que el señor Granado descanse, y descanse bien para que pueda
tomar decisiones acertadas, le voy a recordar que hoy ya creamos 1700
empleos diarios, que llevamos cincuenta y cinco meses liderando la
reducción de empleo en la zona euro, que a 31 de mayo la Seguridad Social
registra un saldo positivo de 3291 millones de euros, que la recaudación
neta por cuotas aumenta un 5,59% respecto al año anterior, y en junio la
Seguridad Social -como ya he dicho- superó los 19 millones de afiliados
por primera vez en los últimos diez años. Por cierto, señorías, batiendo
récords en el número de mujeres afiliadas a la Seguridad Social: 8 779
129, la mayor cifra de ocupadas jamás registrada en nuestro sistema. Esa
es la herencia que reciben ustedes, señores del Partido Socialista. No a
la que ha hecho usted referencia, señora ministra. Tras seis años de
Gobierno del PP, esta es la verdadera herencia que ustedes reciben. Qué
distinta a la de enero del año 2012. (Rumores).
El empleo es la garantía de las pensiones. Sí, señorías, hoy España crea
empleo intensamente. En 2011 por cada nueva pensión que entraba en el
sistema se destruían tres empleos. Hoy por cada nueva pensión se crean
seis empleos. Pero, señora ministra, si la cantidad de empleo ha tenido
ya mucha incidencia en el sistema de pensiones, en sus ingresos y, por
tanto, en ese camino de vuelta hacia la estabilidad económica del
sistema, la mejora paulatina de la calidad en el empleo también explica
la mejora de la recaudación de cuotas a la Seguridad Social. Señorías, no
es posible mejorar las tasas de recaudación si el empleo creado es
precario. Hoy ya lo reconocen creo que hasta ustedes, y miren que es
sencillo. Si los afiliados al régimen general crecen a un ritmo del 4% y
sus cuotas a un ritmo del 6,2% es porque aumenta la base media de
cotización por trabajador. Por lo tanto, hay mayor calidad en el empleo.
No tengo que hacer ni siquiera referencia a la tasa de temporalidad, que,
por cierto, es ahora más baja que en el año 2011.
Pero, señora ministra, nos preocupa el futuro, empecemos por el inmediato
-y voy acabando ya, señora presidenta-. ¿Para cuándo la aprobación de los
reales decretos -aparte del que ha comentado sobre el nuevo porcentaje de
la base reguladora a aplicar para las viudas- de las actividades
preventivas de las mutuas -que se lo hemos dejado incluso con informe
favorable del Consejo de Estado- y de la gestión financiera de la
Seguridad Social, que también tiene informe favorable del Consejo de
Estado? ¿Para cuándo la remisión al Consejo de Estado de los reales
decretos ya dejados de jubilación de los policías locales -un tema que
hemos debatido en este Parlamento- y de desarrollo de la Ley de mutuas?
Por cierto, no es enmendarle la plana, señora ministra, pero entienda que
se lo tengo que decir. El secretario de Estado que llevó por primera vez
una ley de la agencia de la Seguridad Social a la Comisión
de secretarios y subsecretarios es quien le habla cuando fue secretario de
Estado. No fue al señor Rodríguez Zapatero al que se le ocurrió hacer una
agencia nacional de la Seguridad Social; fue a un Gobierno del Partido
Popular, y yo tuve el honor de poder llevarlo, aunque es cierto que no se
aprobó, ni entonces ni tampoco con el Gobierno del señor Rodríguez
Zapatero.
Al hilo de eso también le haré una consideración respecto a los gastos de
gestión, que usted ha dicho que deben ser asumidos por los Presupuestos
Generales del Estado...
La señora PRESIDENTA: Finalice, por favor.
El señor CAMPS DEVESA: Sí, formulo unas preguntas muy concretas y
finalizo.
Ha dicho usted ya cuando van a pagar las diferencias en lo que llaman
atrasos entre el 0,25 y el 1,6 y el 3% -me alegro de que vaya a ser
pronto-, pero no deberían haber estado ustedes dándose tanta prisa en
cesar a veinticinco directores provinciales, la mayor parte de los
subdirectores generales, porque esto afecta a la gestión en la Seguridad
Social, y es la primera vez que ocurre en un cambio de Gobierno, incluso
cuando ha sido entre nosotros y ustedes.
Señora ministra, ¿van a aumentar ustedes el importe de las pensiones en
función de las variaciones del IPC, como le han preguntado con
anterioridad? ¿Lo van a hacer exclusivamente con el IPC o van a modificar
el actual índice de revalorización de las pensiones? No he acabado de
entender de sus palabras si van a derogar la ley del año 2013 tanto en
orden al IRP como al factor de sostenibilidad, pero si, en todo caso, su
decisión es aumentar cada año en función del IPC, ¿cómo van a soportar el
aumento de gasto que ello supone? Esa consolidación de gasto, sin lugar a
dudas -lo dicen todos los estudios-, va a conllevar un incremento del
mismo muy superior a lo que puede suponer el gasto en pensiones en
relación con el PIB en estos momentos.
Si me deja, señora presidenta, tengo cuatro preguntas más que formular. Es
para darle la opción de responder. Ha sido usted poco concreta, pero ¿lo
van a fiar todo ustedes a la subida de impuestos? No me ha aclarado qué
impuestos, si impuestos ad hoc, si impuestos generales. Hay estudios que
cifran que es necesaria una subida del IRPF del 30% para asumir ese
gasto. Me parece mucha subida de impuestos para los españoles. No ha
dicho nada, y yo tampoco lo voy a decir, sobre el destope de
cotizaciones. Bueno, no ha dicho nada aquí, porque el señor Pedro Sánchez
y usted sí han dicho fuera de aquí que quieren destopar las cotizaciones.
Luego, si puedo, en la segunda intervención le haré una serie de
consideraciones. ¿Las bonificaciones deben eliminarse o deben convertirse
las exenciones y reducciones en bonificaciones? ¿Apuesta la señora
ministra por el envejecimiento activo, por compatibilizar al cien por
cien salario y pensión? ¿Qué determinados gastos de gestión debe ser
asumidos por los Presupuestos Generales del Estado? ¿Solo los de la
gestión de la parte de las prestaciones no contributivas o la totalidad
de ellos?
Como no quiero que las señorías del Grupo Socialista me pongan más caras,
finalizo. Cuando yo me pongo a hablar de pensiones, suelo alargarme.
Termino ya, señorías, con una última reflexión. A las pensiones no les
sientan bien las ocurrencias ni los oportunismos. A las pensiones les
sientan bien las decisiones que refuerzan sus fundamentos económicos y
sociales y no los deterioran, es decir, que atienden a lo prioritario sin
desatender el futuro, que preparan con tiempo y anticipación al sistema
para los cambios que tiene que afrontar y no se dejan atropellar por
ellos. En esa posición siempre encontrará al Partido Popular.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Camps.
Ahora va a tener la palabra para responder a las preguntas la señora
ministra. Lógicamente, después habrá un tiempo para que intervengan.
(Rumores). Lo he dicho desde el principio; el Grupo Mixto ha consumido
veinte minutos, porque a mí me parece que esta comparecencia se merece
una cierta flexibilidad. Otras no, pero esta sí. Por tanto, lo voy a
aplicar con todo el mundo, pero cada cual utiliza el tiempo como
considera oportuno.
Señora ministra, es suya la palabra.
La señora MINISTRA DE TRABAJO, MIGRACIONES Y SEGURIDAD SOCIAL (Valerio
Cordero): Muchas gracias.
Les voy a rogar que no consideren una descortesía que no conteste en este
acto absolutamente a todas sus preguntas entre otras cosas porque, aunque
todavía tengo algún recuerdo de taquigrafía de
cuando aprendí taquimecanografía cuando tenía quince años y he intentado
tomar nota de todo lo que he podido, ha habido alguna cosilla que se me
ha pasado. Por ejemplo, en el caso del señor Campuzano, concretamente, ha
habido alguna cosa que no he podido apuntar. Había un poco de ruido y me
he despistado.
Voy con el señor Camps y me voy a referir a las palabras con las que ha
concluido y es que respecto a la Seguridad Social -estoy totalmente de
acuerdo con usted- no son buenas cosas ni las ocurrencias ni los
oportunismos; estoy totalmente de acuerdo con usted. Por eso, por suerte,
en este país tenemos una Comisión como esta, la del Pacto de Toledo,
donde tienen oportunidad no solamente de hablar y poner encima de la mesa
posibles soluciones a los problemas que tenga en cada momento el presente
del sistema público de pensiones, sino apuntar soluciones de futuro
también, ir avanzando e ir viendo qué puede ocurrir en el futuro, aunque
a veces los visionarios se han equivocado. El otro día puse algún ejemplo
y luego lo volveré a repetir. Sí, a veces se hacen análisis un poco
catastrofistas en cuanto a la evolución demográfica, etcétera, que luego
a veces no se cumplen y siempre hay soluciones. Tiene usted razón. Pero
el Pacto de Toledo tiene mucha responsabilidad porque aquí estamos
representados todos los grupos políticos, todas las personas que han
tenido apoyo en unas urnas y que, en función de los resultados, han
obtenido mayor número de votos, de diputados y de diputadas, pero también
hay una responsabilidad de los Gobiernos: hace nada del Gobierno del
Partido Popular y ahora le puedo garantizar que siento esa carga de
responsabilidad como miembro del Gobierno que lidera don Pedro Sánchez.
No voy a decir que no duerma por las noches -duermo poco desde siempre y
necesito dormir porque ya enfermé en su momento y voy a procurar no
recaer-, pero sí me genera una gran preocupación la situación que tenemos
y como soy más partidaria de ocuparme que de preocuparme, eso es lo que
quiero hacer como ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social:
ocuparme, junto con el Pacto de Toledo y, por supuesto, con la mesa de
diálogo social, en buscar solución a la situación en la que está en estos
momentos el sistema público de pensiones, la Tesorería General de la
Seguridad Social. No quiero caer en el catastrofismo, por supuesto,
porque creo que bastante desconfianza e incertidumbre se ha generado en
la ciudadanía de a pie, pero hay que ser realistas y tenemos un problema.
Me hubiese gustado que el anterior Gobierno también se hubiese tomado en
serio el diálogo social, por ejemplo, si en vez de haber estado sin
reunirse el diálogo social desde la primavera del año pasado se hubiesen
estado ustedes reuniendo con los sindicatos más representativos y con los
empresarios intentando ayudar también a todo lo que se ha estado
debatiendo en esta casa, fundamentalmente en el seno de esta Comisión del
Pacto de Toledo reunida en Mesa y portavoces. He ido siguiendo los
debates parlamentarios y creo que todos los grupos de esta Cámara -el
Grupo Socialista me consta que es así-, de una u otra manera, se han
manifestado en relación con que no estaban de acuerdo con la reforma del
año 2013. No voy a cargar totalmente las tintas en el tema de la reforma
laboral. Es verdad -lo he dicho muchas veces- que la reforma laboral ha
tenido efectos letales en las relaciones laborales porque ha devaluado la
negociación colectiva. La prevalencia de los convenios de empresa frente
a los convenios sectoriales creo que ha desequilibrado el equilibrio
inestable que existe entre los trabajadores y la parte empresarial. La
prevalencia del convenio de empresa ha provocado que ese desequilibrio
sea mayor, luego, al hilo de lo que ha salido aquí esta tarde y salió el
otro día en mi comparecencia en la Comisión de Trabajo, Migraciones y
Seguridad Social, ese es uno de los aspectos de la reforma laboral que
este Gobierno tiene muy claro. Además, el diálogo social va a salir
adelante y vi que había un consenso bastante claro en la mayoría de los
grupos de esta Cámara en que vuelva a haber prevalencia del convenio
sectorial frente al convenio de empresa.
También he visto que hay bastante consenso tanto en los agentes sociales y
económicos como en los grupos de la Cámara para la reforma del artículo
42 del Estatuto de los Trabajadores, de la subcontratación. Creo que los
propios sindicatos más representativos y organizaciones empresariales más
representativas también en ese acuerdo que acaban de suscribir, aparte de
la subida salarial y de la subida del salario mínimo según convenio para
instalarlo en 1000 euros al mes, 14 000 euros al año, vía convenio
colectivo, y también en la ultraactividad de los convenios colectivos,
queda bastante claro que incluso los agentes sociales están de acuerdo.
Luego yo creo que en estos momentos hay consenso suficiente tanto
político como en la mesa de diálogo social; por cierto, que la vamos a
convocar por primera vez antes de que termine el mes de julio para hablar
de reforma laboral futura, nuevo estatuto de los trabajadores, pero no
hay que olvidar que tenemos que hacer reformas al menos para paliar los
efectos más dañinos de la reforma del año 2012 ya, cuanto antes.
Se va a hablar también del sistema público de pensiones, de su situación
presente y de medidas a adoptar. Nos vamos a poner manos a la obra. Esto
es lo que hay que hacer, señor Camps, ponerse manos a la obra.
Usted me ha hecho muchas preguntas. ¿Cómo están los reales decretos? El
Real Decreto -si no recuerdo mal- de gestión del funcionamiento
financiero de la Seguridad Social está ya aprobado en Consejo de
Ministros. No recuerdo si fue en el último Consejo de Ministros o en el
anterior, pero en lo que va de mes ha sido aprobado. El de actividades
preventivas de las mutuas va al Consejo de Ministros del viernes. Ya le
he dicho que se va a pagar el incremento de la base reguladora de
viudedad con fecha 1 de agosto y los atrasos con fecha 27 de julio.
En cuanto a los policías locales, usted sabe que había y hay todavía
informes pendientes y se están revisando todos los informes. En cuanto
esté todo revisado, no se preocupe porque se enviará al Consejo de
Estado.
Respecto al reglamento preventivo de las mutuas, acaba de llegar el
dictamen del Consejo de Estado, si no recuerdo mal o está pendiente. Creo
que está pendiente.
Me ha resultado sorprendente que no me pregunte usted por qué no se ha
presentado todavía en esta Cámara el informe sobre el estado del Fondo de
Reserva de la Seguridad Social. Me ha sorprendido porque aquí sí que
usted me tendría que haber metido prisa porque el anterior Gobierno lo
tuvo que presentar en el primer trimestre de este año. Hay tradición en
esta casa de que el Gobierno de España, el que sea en cada momento
-cuando era el PSOE, era el PSOE, y luego cuando ha sido el PP, el PP; lo
han cumplido ustedes además-, lo presente todos los años en el primer
trimestre del año, como muy tarde a principios de abril. Todos los
Gobiernos, tanto del PSOE como del PP, en los últimos años han presentado
el informe y me he encontrado el informe hecho y sin presentar. (El señor
Camps Devesa: Pero está hecho). Sí, sí, está hecho, pero su Gobierno, el
Gobierno del Partido Popular, no ha venido a presentarlo. No sé por qué,
quizá porque a lo mejor no lo consideraba muy presentable. Lo dejo ahí.
Sin acritud. A lo mejor las cifras no eran muy buenas ni muy halagüeñas y
han decidido que ya lo presentarían después del verano o en el siguiente
periodo de sesiones. Posiblemente sea en el siguiente periodo de sesiones
cuando venga don Octavio Granado a presentarlo.
He pedido cita con la presidenta del Congreso y creo que ya está marcado
antes de fin de mes -no recuerdo exactamente qué día- para venir a
presentárselo por deferencia, que se suele hacer siempre. No presentarlo
en el Registro porque queda como una cosa muy fría, sino presentarlo a la
presidenta y en el Registro. Es normal que usted no se haya percatado de
que no se ha presentado.
Usted ha dicho cosas muy curiosas y tampoco me quiero embarullar con ello.
No me he olvidado de la crisis. ¿Cómo me voy a olvidar de la crisis?
Evidentemente, hemos pasado por una crisis muy dura que ha afectado de
una manera muy grave al mercado de trabajo, que ha afectado a la
Seguridad Social y, lo que es más duro, ha afectado a la vida de muchas
personas en este país para empeorarla. Ha afectado para peor. Pero las
cifras son tozudas, señor Camps. Fuimos capaces de pagar las prestaciones
contributivas del sistema de la Seguridad Social con cotizaciones hasta
el año 2011 incluido, si no recuerdo mal.
No quiero aburrirle, pero me acuerdo que cuando era diputada tenía la
costumbre de enseñar gráficos en mis intervenciones de las preguntas
parlamentarias de los miércoles. Así está la historia (muestra un
gráfico): superávit, superávit, leve déficit en los dos últimos Gobiernos
del PSOE y déficit creciente. Ustedes hablan siempre de la herencia
recibida. Pues lo cierto y verdad es que el señor secretario de Estado,
don Octavio Granado, que es reincidente -he optado por apostar por él
porque fue responsable de la Secretaría de Estado de Seguridad Social en
la etapa del Gobierno de Zapatero-, se ha encontrado con un sistema un
poquito más complejo. Y también nos acompaña Javier Aibar, que fue
director general de la Tesorería en ese momento. Cuando lo dejó había un
leve déficit de cuatrocientos y pico millones de euros y se ha encontrado
con que el año pasado el déficit fue de casi 18 800 millones de euros.
Pues bien, resulta que el crecimiento del déficit se ha producido en un
momento en que estábamos superando la crisis, en un momento en que estaba
creciendo la economía. Algo habrá pasado para que las cotizaciones ya no
puedan hacer frente al pago de las prestaciones y es que ha habido una
devaluación salarial, señor Camps. Esa devaluación la puede achacar usted
a la crisis, pero es que hay una reforma laboral del año 2012, que algún
efecto ha causado también sobre la devaluación de las condiciones de
trabajo, incluida la devaluación salarial. Y, claro, se han encontrado
ustedes con una herencia que no era del PSOE. No, la herencia no era del
PSOE, sino de todos los trabajadores y trabajadoras de este país que en
épocas de bonanza, cuando ha habido superávits -algunos portavoces lo han
dicho-, no todos
fueron utilizados para rellenar el Fondo de Reserva, entre otras cosas
porque se creó en el año 2000 y antes del año 2000 también había
Seguridad Social y cotizaciones en este país. Lo cierto es que en el año
2000 se empezó a llenar el Fondo de Reserva y fue creciendo, creciendo,
hasta llegar a casi 67 000 millones de euros, y luego decreciendo, hasta
llegar a 8095 millones de euros a finales del año pasado. Las cifras son
tozudas.
En algunas charlas que he dado por ahí me han preguntado en qué se ha
utilizado el dinero del Fondo de Reserva. A mí no me gusta mentir ni
cargar las tintas. El dinero del Fondo de Reserva no se ha utilizado para
otros fines. Es verdad que hemos estado con las reducciones de tarifas y
con las tarifas planas y el Fondo de Reserva debería tener más dinero.
Los españoles y españolas, trabajadores y trabajadoras, han estado
ahorrando para llenar el Fondo de Reserva y debería tener más de lo que
tiene, pero fundamentalmente se ha estado utilizando para abonar las
pagas extraordinarias de nuestros pensionistas, hombres y mujeres. Ha
habido personas que me han dicho que se ha utilizado para rescatar las
autopistas. No, hay que ser rigurosos. Es cierto que se ha utilizado para
ello. Y alguien me podría decir: Para eso estaba. Está establecido por
ley y en las recomendaciones del Pacto de Toledo se dice que cuando haya
déficit del sistema, para que no sea necesario bajar las prestaciones ni
subir las cotizaciones, se puede utilizar el Fondo de Reserva, pero con
un límite. Existía un límite, el 3%, y ustedes lo eliminaron en el año
2012. Año tras año, hasta 2017. Es decir, no adoptaron medidas
complementarias para paliar la situación de déficit creciente que había.
Dejaron que el déficit fuera creciendo. Sinceramente, hicieron lo que a
veces hacen los malos gestores de cualquier economía doméstica; lo grave
es cuando uno tiene entre manos la economía de un país y utiliza tácticas
de gestión económica que no son buenas, que es: me han bajado los
ingresos, me están subiendo los gastos... Evidentemente, no subieron los
gastos porque se hayan subido de una manera estratosférica las pensiones.
Si quiere comentamos después la congelación de las pensiones del PSOE,
porque, como lo ha sacado, no voy a dejar de responder al tema, pero lo
cierto es que no han subido de manera abusiva las pensiones. Ha vuelto
usted a decir que tenemos un sistema muy generoso.
Me ha encantado cuando ha dicho usted que tenemos una pensión de
jubilación media de 1500 euros. (El señor Camps Devesa: Las nuevas
pensiones de jubilación que entran en el sistema). Vale, es que le había
entendido eso y, claro, la media del régimen general está en unos 1200
euros si sumamos hombres y mujeres. (El señor Camps Devesa: Suben las
altas). Claro, evidentemente, el efecto sustitución. Está claro que los
pensionistas que están falleciendo tienen pensiones más bajas que los
hombres y mujeres pensionistas que están accediendo a pensión, que por
suerte suelen ser personas con carreras de cotización bastante largas,
algunos de ellos deteriorados en los últimos años como consecuencia de la
crisis, del paro, etcétera, por lo que desgraciadamente hay personas que
han ido a peor, pero es verdad que hay un porcentaje que ha ido a mejor
en sus vidas laborales y han tenido cotizaciones crecientes, lo que
significa bases reguladoras más potentes y carreras largas de cotización.
Por ello está claro que las personas que están accediendo a nueva pensión
tienen pensiones más elevadas que los que están falleciendo y dejando de
cobrar pensión, por eso está habiendo un crecimiento, que no es excesivo,
de las pensiones en torno a un 3% o algo más en los últimos años.
¿Pero qué ocurre? Que ustedes en vez de empezar a adoptar medidas, han
pensado: los ingresos no me cuadran con los gastos, así que tiro de
ahorros, Fondo de Reserva. Y cuando ya ha llegado un momento en que el
Fondo de Reserva ha ido bajando, piensan que no quieren pasar a la
historia como el Gobierno que dejó a cero el Fondo de Reserva, por lo que
deciden dejar algo en el Fondo de Reserva. Si el año pasado no se hubiese
utilizado el préstamo del Tesoro Público, no quedaría nada en el Fondo de
Reserva, porque fueron más de 10 100 millones de euros, o sea, no habría
habido suficiente con lo que había en el Fondo de Reserva, y este año
inicialmente se presupuestaron 15 000 millones de euros y al final han
sido algo más de 13 000 porque vía transferencias han sido más de 1000
millones de euros, por lo tanto, va a bajar un poquito el préstamo.
Claro, ahora hemos tenido que utilizar 7500 millones del préstamo, pero
es que para pagar la paga extra de diciembre tendremos que volver a tirar
de lo que reste del préstamo y tendremos que volver a tirar del Fondo de
Reserva, porque la alternativa es evidentemente peor. Hay que pagar las
pensiones a los pensionistas, hombres y mujeres, y hay que pagar las
extras.
¿Qué es lo que ocurre? Que no fueron precavidos y no pusieron encima de la
mesa alguna medida cuando se empezó a detectar que llevábamos varios años
de déficit; lo hubo en 2012, en 2013 más, en 2014 más, etcétera, es
decir, ha habido seis años de margen de maniobra para haber puesto alguna
medida encima de la mesa. Por lo que estoy viendo en esta Comisión, yo
estoy absolutamente convencida de que existe voluntad política de
intentar llegar a un acuerdo en materia de pensiones en el Pacto de
Toledo. Yo he detectado que hay voluntad de acuerdo en el diálogo social,
luego habrá que ponerse manos a la obra. Como lamentarse del pasado ya no
nos va a resolver el tema, vamos a mirar hacia delante, que es lo que yo
les voy a pedir a todos ustedes, que miremos hacia delante y que pongamos
medidas encima de la mesa para solucionar el problema.
Ha salido el tema de que el PSOE no dotó el Fondo de Reserva algún año,
concretamente lo ha sacado a colación el portavoz de Ciudadanos. Es
verdad que concretamente en el año 2009 no se dotó el Fondo de Reserva,
pero es que hubo acuerdo con sindicatos y empresarios, se pidió a la
Tesorería General de la Seguridad Social de este país. Las empresas
tenían graves dificultades para pagar las cotizaciones y se arbitraron
toda una serie de medidas de aplazamientos, de fraccionamientos de pago,
etcétera. Por ejemplo, se reconocieron diferimientos de pago de
cotizaciones de todas las empresas del sector del transporte aéreo y por
carretera que atravesaban dificultades económicas muy graves a causa de
la crisis. En fin, no me quiero extender en el tema. Otro de los
portavoces ha dicho que aquí ha habido momentos en que se ha utilizado
dinero del superávit de la Seguridad Social para, por ejemplo, pagar
complementos a mínimos, claro que sí. Hasta el año 2013, es cierto. Se
decidió en su momento en el Pacto de Toledo la separación de fuentes. Es
verdad que se fue pasando y, al final, si no recuerdo mal, fue en el año
2013, gobernando el Partido Popular, cuando por primera vez se cumplió,
no voy a decir totalmente pero sí de una manera importante, con la
separación de fuentes: complementos a mínimos y PNC -pensiones no
contributivas- pasan a pagarse con transferencia de Presupuestos
Generales del Estado a la Tesorería. Si no recuerdo mal, para este año en
el que estamos, trece mil y pico millones de euros, más los mil y pico
millones de euros de los que antes he hablado, son casi 15 000 millones
de euros.
Otro tema es cómo reflotamos la situación, porque no he sido muy explícita
en las medidas. Está claro que empleo, cantidad de empleo y calidad del
empleo. Creo -y lo repito- que el acuerdo salarial que ha habido entre
sindicatos y empresarios va a contribuir no solo a que se cree empleo,
sino a que el empleo sea mejor retribuido, lo que también implica que
haya un incremento de las bases de cotización y, por tanto, de la
recaudación. Me preguntaba el señor Campuzano -creo que era él- cuántos
millones de puestos de trabajo, si creía que veinte millones. Vamos a
ver, para que se remontase la situación, con los salarios que hay, no
tendríamos que llegar a los veinte millones, tendríamos que llegar a los
veinticuatro o a los veinticinco millones, como dice un estudio que hay
por ahí. Por eso confiamos en llegar a los veinte, y a los veintiuno, y a
los veintidós; ojalá vayamos remontando. Todavía tenemos tres millones y
pico de parados, así que nuestro objetivo es que desaparezcan esos tres
millones y pico. Fíjese, no veinte, mejor veintidós millones de personas
trabajando. Pero, si somos realistas, solamente con creación de puestos
de trabajo tardaríamos muchos años en conseguir que reflotase el sistema
de la Seguridad Social, sobre todo teniendo en cuenta que, como se ha
dicho, la pensión media va creciendo o teniendo en cuenta el efecto
sustitución.
Me preguntaban ustedes: ¿Qué van a hacer con el índice de revalorización?
A mí me encantaría que hubiese un acuerdo en el Pacto de Toledo para que
se garantizase el poder adquisitivo de las pensiones. Sé que están
ustedes en debate con la recomendación 2. Llevan mucho tiempo con ella
encima de la mesa, y creo que la perspectiva -no me quiero anticipar- es
que estén de acuerdo en que hay que garantizar el poder adquisitivo de
las pensiones y que suban según el IPC. El PSOE, cuando ha gobernado, ha
intentado subir las mínimas más que el IPC. Es verdad que congelamos un
año parte de las pensiones, señor Camps, tiene usted razón. Cualquier
otro, teniendo el Fondo de Reserva repleto, como se tenía, hubiese tirado
del mismo, pero estábamos en la situación que estábamos y, al final, se
decidió congelar parte de las pensiones; pero no se congelaron todas,
solo se congelaron unas cuantas, porque las mínimas, las no contributivas
y las del seguro obrero de vejez e invalidez no se llegaron a congelar
nunca. Además, se había ganado poder adquisitivo en toda esa etapa,
porque hubo un año -si no recuerdo mal, fue el año 2009- en el que el IPC
real fue inferior al IPC previsto y no se pidió a los pensionistas que
devolviesen el dinero; luego, evidentemente, subieron las pensiones. Hubo
una paga compensatoria que ustedes no pagaron -es verdad que el Tribunal
Constitucional les dio la razón, así que no quiero profundizar mucho en
la materia-, pero en el año 2011 sí que se pagó la diferencia entre el
IPC real y el previsto y, por tanto, todos los pensionistas cobraron un
poquito más. En definitiva, lo pasado, pasado está. Lo cierto y verdad es
que ustedes forzaron a que existiese la recomendación 2 en el Pacto de
Toledo -creo que también lo instó el señor Campuzano-, esto es, que
ningún Gobierno volviese a hacer lo que se hizo en el año 2010, que fue,
sin pasar por el Pacto de Toledo, tocar la norma en cuanto a la subida de
las pensiones. Luego, sin acuerdo en el Pacto de Toledo, ustedes hicieron
lo que
consideraron pertinente. Nos dieron ese tirón de orejas -ahí está para los
anales de la historia- pero luego no respetaron lo que nos dijeron que
teníamos que hacer. Pero pelillos a la mar.
Han sido varios los grupos que han puesto medidas encima de la mesa. Por
supuesto, a mí me gustaría tener en cuenta la opinión del Pacto de
Toledo, pero es verdad que durante estos últimos tiempos se ha hablado de
muchas medidas, no solamente por parte del partido que sustenta al
Gobierno, el PSOE, sino también de otros partidos, de sindicatos,
etcétera. Hay muchas medidas posibles encima de la mesa. Lo de más empleo
y de más calidad es obvio. También se ha hablado mucho y en muchas
comparecencias -incluso los anteriores responsables del ministerio lo han
hecho- de los gastos de los capítulos 1, 2 y 6, es decir, todos los
gastos de gestión del sistema de Seguridad Social. El propio Gobierno
hizo un informe en su momento sobre esta cuestión. Dependiendo de si se
meten los gastos de gestión de las mutuas o no se meten, los del Ingesa,
etcétera, eran 1600 o 1700 millones de euros; a lo mejor ahora sería un
poco más. Pues bien, el informe decía que eso se pagase vía transferencia
Presupuestos Generales del Estado. También algún sindicato y algún grupo
político han puesto encima de la mesa otras propuestas. Por ejemplo, hay
una cierta unanimidad respecto a que la cuestión de las reducciones de
cuota y tarifas planas, al igual que se hace con las bonificaciones, se
debería hacer vía transferencia Presupuestos Generales del Estado a la
Tesorería General de la Seguridad Social, lo cual supone otros 1000, 1800
o 2000 millones de euros. No sé si ha sido el señor Camps el que me ha
preguntado qué pensamos hacer con las tarifas planas y las reducciones.
(El señor Camps Devesa: Si las iban a convertir en bonificaciones). Yo
creo que, primero, hay que estudiar su eficiencia y si son útiles o no, y
segundo, si considerásemos que hubiera que mantenerlas, yo creo que
tendrían que ser bonificaciones y transferencia Presupuestos Generales
del Estado.
Se han puesto otras cuestiones encima de la mesa, como la relativa al
destope progresivo de las bases máximas de cotización. El presidente del
Gobierno lo dijo en una entrevista hace poco y yo misma en alguna ocasión
he hablado de ello. El portavoz de Ciudadanos, señor Gómez, decía que eso
era confiscatorio. Señoría, ya hay varios estudios realizados respecto al
destope. El propio ministerio hizo un estudio que habla del destope
progresivo: destopar entre 45 000 y 60 000 euros, si no recuerdo mal,
suponía algo más de 1100 millones de euros; 1500 o 1600 si se destopaban
entre 60 000 y 75 000, y ya entre 75 000 y 90 000 era un poco menos. En
total era, si no recuerdo mal... Veo que el señor Camps tiene delante el
papel. Yo lo tengo aquí, pero no quiero liarme a buscarlo.
La señora PRESIDENTA: Lo tienen todos los portavoces.
La señora MINISTRA DE TRABAJO, MIGRACIONES Y SEGURIDAD SOCIAL (Valerio
Cordero): Lo tienen todos los portavoces, porque se dio en el Pacto de
Toledo, por tanto, lo conocen todos ustedes. No sé si el informe decía
3000, 3400 o 3500 millones de euros. Hay un estudio de Comisiones Obreras
que dice que son 8000. En definitiva, hay estudios sobre el tema, sobre
si es confiscatorio o no lo es. En cualquier caso, en nuestro país no
está regulado qué es confiscatorio o qué no lo es. Está claro lo que dice
la Constitución española, y es que los tributos tienen que ser
progresivos y en ningún caso pueden ser confiscatorios, pero es verdad
que no hay jurisprudencia al respecto y hay opiniones para todos los
gustos. Nuestro sistema es contributivo, pero también es solidario.
Decimos mucho que es un sistema de reparto de solidaridad entre
generaciones, entre sectores y entre territorios; pero también es
solidario entre personas de la misma generación. Existe un tope mínimo y
las pensiones mínimas tiran para arriba, en este caso, con los
complementos a mínimos vía Presupuestos Generales del Estado, pero un
tope máximo significa que el sistema también es solidario entre personas
de la misma generación. Evidentemente, si se destopa progresivamente la
base máxima, tendremos que ponernos a estudiar qué hacemos con la pensión
máxima, eso es evidente. ¿Qué ocurre? Que al final puede resultar que es
más lo que hay que pagar en incremento de pensiones máximas que lo que se
recauda en el destope. ¿Qué les quiero decir con esto? Que es una medida
que se debe estudiar. También han preguntado ustedes qué va a hacer el
Gobierno, si lo va a imponer por decreto-ley. No es nuestra intención, de
verdad, gobernar a golpe de real decreto-ley, aunque recientemente
hayamos aprobado alguno; tampoco vamos a renunciar a hacer uso del real
decreto-ley. Si en un momento de extrema necesidad se necesita hacer uso
del real decreto-ley, se va a hacer, porque es una figura regulada en la
Constitución española. Por cierto, luego hay que traerla a esta casa para
convalidarla, y ustedes saben cómo está la aritmética parlamentaria; no
se lo voy a contar yo, porque somos todos conscientes de cómo está. En
materia de sistema público de pensiones, la voluntad del Gobierno es no
tener que estar utilizando el real decreto-ley, sino intentar llegar a un
acuerdo en el seno del Pacto de Toledo y también en la Mesa del diálogo
social.
También están puestas encima de la mesa otras propuestas. Por ejemplo,
igual que existen las reducciones de cuota y las tarifas planas, que
están restando ingresos al sistema, hay algunos regímenes especiales y
algunos sistemas especiales dentro del régimen general que tienen
reducciones de cuota porque hemos decidido que apoyamos a ciertos
sectores: al agrario, al del mar, a las empleadas del hogar. Esos son
otros mil y pico millones de euros. Si nos ponemos de acuerdo, se podría
ver qué hacemos con eso. Hay medidas que a lo mejor se pueden considerar
como políticas de Estado; por ejemplo, todo el apoyo a la maternidad o a
la paternidad. Esto, en el presupuesto de este año, supone en torno a
2550 millones de euros, así que podemos considerarlo. Al hilo de eso, me
preguntaba algún grupo -no sé si era el señor Campuzano- qué medidas
piensa adoptar el Gobierno para fomentar la natalidad, la fertilidad. Son
políticas de Estado, como es política de Estado, para elevar la cuantía
de las pensiones de las mujeres, el complemento por hijo nacido. Me
preguntaba usted qué vamos a hacer. Pues, por supuesto, mantenerlo y, si
podemos, porque hay consenso, mejorarlo. Miro al secretario de Estado de
Seguridad Social y no me quiero aventurar, porque, si no, luego me puede
decir: Ministra, que hay que cuadrar las cuentas. Por supuesto, vamos a
ver cómo reequilibramos financieramente el sistema, pero no vamos a
quitar ese complemento e incluso vamos a ver si en un momento determinado
se puede mejorar. Todas estas políticas para intentar compensar o paliar
la brecha en pensiones son políticas de Estado, de la misma manera que lo
es todo lo relativo a fomento de la paternidad y de la maternidad. Son
políticas de Estado. ¿Qué ocurre? Que si dejamos de pagar ciertos gastos
con cotizaciones para pagarlos vía Presupuestos Generales del Estado con
impuestos, señor Gómez, es muy difícil que la táctica sea bajar
impuestos. Lo que hay que hacer es una reforma fiscal en este país
progresiva, justa, que, evidentemente, no cargue las tintas para que
tengan que pagar más la clase trabajadora y la clase media de este país.
No me voy a meter en camisas de once varas, porque ayer compareció en
esta casa la ministra de Hacienda y antes de ayer la ministra de Economía
y son ellas las que tienen que liderar todo lo que haya que hacer en
materia de reforma fiscal, pero evidentemente algo tenemos que hacer. Si
queremos descargar a la Tesorería de ciertos gastos y queremos que se
paguen vía Presupuestos del Estado con impuestos, es obvio que hay que
reordenar también el sistema fiscal.
Decía el señor Campuzano algo que está claro. Lo decía el otro día y lo
repito porque algunos de ustedes no estaban en la Comisión. Es verdad que
tenemos una tasa de natalidad baja, un crecimiento vegetativo negativo.
Yo ya decía el otro día que no soy partidaria de hacer análisis
catastrofistas en cuanto a la demografía, y ponía como ejemplo que aquí
hubo estudios que se hicieron en la década de los años ochenta que decían
que el año 2000 el sistema público de pensiones iba a tener un déficit,
si no recuerdo mal, de 3 puntos del PIB, y resulta que en el año 2000
teníamos 500 millones de euros -creo- en el Fondo de Reserva. Nadie
calculó, por ejemplo, una cosa que es muy difícil calcular y que en su
momento no calcularon los demógrafos, que fue la cantidad de inmigrantes
que vinieron entre finales de la década de los años noventa y la década
de 2000 a 2010. Vinieron cuatro millones y pico de personas a este país
porque había trabajo, por el efecto huída de la pobreza y de la miseria y
el efecto llamada del trabajo. Se regularizaron muchas de ellas con unas
políticas de regularización que lideró entonces el PSOE, el ministro
Caldera. Eso no lo calcularon los demógrafos. Está claro que tenemos que
poner en marcha políticas para incentivar la natalidad, para incrementar
la fertilidad, medidas de conciliación de vida laboral, familiar y
personal y remover obstáculos. Está claro que hacen falta políticas de
conciliación y universalización de escuelas de cero a tres años; también
está lo que he puesto encima de la mesa que se va a hacer con las
cuidadoras no profesionales, que va a significar que se va a compensar de
alguna manera a esas personas que van a tener esa labor de dedicación.
Hacen falta planes de igualdad para las empresas y racionalización de
horarios, que creo que es una de las asignaturas pendientes que tenemos
en este país. Hay que fomentar la Ley de la dependencia, hacen falta más
residencias y más atención para las personas con discapacidad y hay que
apostar por la corresponsabilidad doméstica entre hombres y mujeres. Está
claro que todo esto hay que hacerlo. Hay que fomentar que haya más
población activa; está claro que si tenemos menos personas trabajando las
personas que estén en edad de trabajar se tendrán que incorporar al
mercado de trabajo prácticamente en su totalidad. Vamos a tener que
llegar a tasas no solamente de actividad, sino de ocupación muy
importantes tanto en hombres como en mujeres. Hay que remover obstáculos
para que la igualdad real de acceso al trabajo y la permanencia en el
mundo del trabajo entre hombres y mujeres se equipare. En el tema de los
flujos migratorios, está claro, si hay más empleo y no tenemos
trabajadores autóctonos como para cubrir ese empleo tendrán que venir
trabajadores de otros lugares. También se ha dicho aquí que hay que
fomentar la reincorporación al trabajo de los mayores yo diría ya de
cuarenta y cinco años, no de cincuenta o cincuenta y cinco. Hay que
hacer unas políticas de recualificación profesional e itinerarios
personalizados de inserción, pero no solamente para los mayores de
cuarenta y cinco, también para los jóvenes, para las mujeres. Es decir,
son muchos los colectivos que necesitan ese apoyo y vamos a necesitar a
todas esas personas, por ellas mismas, porque la Constitución dice que
hay obligación de trabajar pero derecho al trabajo, pero también porque
el país las va a necesitar a todas ellas conforme vaya decreciendo la
natalidad. Por tanto, queda mucho por hacer.
En cuanto a ingresos fiscales -lo he dicho antes-, el artículo 109 del
texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social prevé que las
cotizaciones básicamente cubrirán las prestaciones contributivas, pero,
si no, tendremos que ir a Presupuestos Generales del Estado. Aquí podemos
hablar de si la tasa Google o a las tecnológicas, del impuesto a la banca
o a las transacciones financieras o de una reordenación del sistema
fiscal para que, con imposición general, se puedan hacer las pertinentes
transferencias a la Tesorería General de la Seguridad Social. Ningún
grupo de esta Cámara tiene mayoría suficiente en estos momentos para
hacer lo que le plazca, eso es obvio, así que es momento de acuerdos, es
momento de consensos, es momento de diálogo, de Mesa de diálogo social y
de Pacto de Toledo. Ahora más que nunca adquiere relevancia esta
Comisión.
Son muchísimas las cuestiones que se han planteado. Voy a intentar resumir
por no dejar de contestar a algunas de las cuestiones, aunque muchas de
ellas ya están contestadas. Tanto el portavoz del PNV como el señor
Campuzano han hecho mención a la gestión de la Seguridad Social. Esto ya
lo respondió el otro día el presidente del Gobierno en la sesión de
control. En estos momentos esto no es una prioridad. Tenemos la situación
como la tenemos y ninguno de los estatutos plantea la quiebra de la caja
única de la Seguridad Social, eso es así. No es momento para plantearnos
que cada uno gestione su parte de Seguridad Social. Sinceramente, ahora
mismo es momento de que todos juntos -todos y todas- de verdad, todos los
grupos políticos pongamos de nuestra parte para apuntar soluciones y
poner propuestas de solución encima de la mesa.
Decía el señor Salvador, de Esquerra, en su intervención que...
La señora PEREA I CONILLAS: Se ha tenido que ir.
La señora MINISTRA DE TRABAJO, MIGRACIONES Y SEGURIDAD SOCIAL (Valerio
Cordero): Se ha tenido que ir. Decía que no había...
La señora PRESIDENTA: Si no te importa, ministra, porque creo que te va a
gustar la explicación que te voy a dar.
El señor Salvador está ahora mismo haciendo la conciliación familiar, y
como estamos todos de acuerdo, lo aprobaremos.
La señora MINISTRA DE TRABAJO, MIGRACIONES Y SEGURIDAD SOCIAL (Valerio
Cordero): Vale, genial. Aprobada la moción. Además, el otro día me
recriminaron mucho que empezara a las seis la Comisión y yo empecé a las
seis porque fue la hora que me dieron. Hoy, por ejemplo, la presidenta me
ha dicho que a las cinco y luego a las cuatro y yo encantada. Hoy lo
mismo conciliamos un poco más.
Decía que era falso el déficit, que no había, que realmente ni hay crisis
en la Seguridad Social ni hay déficit. Pues es verdad. Hay algún experto
que ha dicho que si desde el año 1977 hasta ahora todos los superávits
que ha habido en la Seguridad Social los hubiésemos ido guardando y no
los hubiéramos utilizado ninguno de nosotros para nada más, habría 500
000 o 600 000 millones de euros. Tengo por ahí el cuadrito; seguro que lo
tienen también todos ustedes. Pues vale, está bien, pero como la realidad
no es esa, no tenemos en ningún sitio guardados los 600 000 millones de
euros. Además, podemos entrar a discutir si el déficit es coyuntural o
estructural. Por ejemplo, el señor Camps decía que no era estructural, he
creído entenderle.
El señor CAMPS DEVESA: Una parte coyuntural y una estructural.
La señora MINISTRA DE TRABAJO, MIGRACIONES Y SEGURIDAD SOCIAL (Valerio
Cordero): Vale. Usted considera que es estructural la parte que implica
el tema demográfico, pero es que el tema demográfico en este país todavía
no ha tenido un gran impacto, sinceramente -de hecho, las pensiones están
subiendo una media de algo más de un 3% anual-, el impacto demográfico lo
vamos a notar en 2022 o 2023. Por eso les decía que hay que empezar a
pensar qué hacemos de aquí a 2022-2023 para que cuando lleguen esos años,
cuando empecemos a notar un impacto mayor, hayamos enderezado esto.
Ese tiene que ser nuestro objetivo. Tampoco nos vamos a lamentar del
dinero que podríamos tener en el Fondo de Reserva, esos 600 000 millones
de euros, cuando ahora tenemos 8000. Tenemos lo que tenemos y con lo que
tenemos tendremos que dar una solución al problema.
Señora Aina Vidal, portavoz de Podemos, siento haberles decepcionado tanto
el otro día. Incluso su compañero portavoz el otro día me dijo que echaba
de menos a Fátima Báñez porque le contestaba a todas las preguntas y yo
no, pero, bueno, nos echamos unas risas y ya está. Siento haberles
decepcionado cuando fui muy tajante ante la pregunta de su compañero -que
usted me ha vuelto a hacer hoy- de si vamos a volver a poner la edad de
jubilación a los sesenta y cinco años y en cuanto a la equiparación que
hacen ustedes de la reforma del año 2011 con la del año 2013; digamos que
no les gusta la del 2013, pero tampoco cuestionan totalmente la de 2011.
Yo tuve ocasión de estudiarme en profundidad la proposición de ley que
presentaron ustedes en esta casa y cuestionaban las dos reformas y
quieren volver a antes de 2011. ¡Menos mal que no me dicen ustedes que
quieren volver a antes de 1985!, porque eso ya sería muy grave.
Mire, la reforma del año 2011 fue una reforma que tocó todos los
parámetros tocables del sistema, tiene usted razón. Tocó el número de
años que se necesitan para llegar a conseguir el cien por cien de la base
reguladora; lo elevó. Elevó el número de años con los que se calcula la
base reguladora para luego calcular la pensión, que pasó de 15 a 25 como
en su momento pasó de 2 a 8, de 8 a 15, de 15 a 25 -ahora estamos en un
periodo transitorio, este año a 21-. ¡Ojo!, las personas que han tenido
algunas peculiaridades en sus vidas laborales, despedidos, etcétera, que
cumplen ciertos requisitos pueden calcularlo, si quieren -porque hay
algunos a los que les viene mejor contar más años-, con 25, mientras que
los del lustro anterior podían hacerlo en vez de con 16, con 20; con 16,
17, 18, 19 o 20.
En cuanto a la edad de jubilación, mire, no todo el mundo tiene que
jubilarse a los 67 años, hay un periodo transitorio. Los que tengan
carreras de cotización de 38 años y medio se pueden seguir jubilando a
los 65. Ahora estamos en un periodo transitorio, pero -según datos de
edad media de las altas de jubilación en nuestro país- en el año 2006 la
media era de 63,47 años, y en el año 2007, era de 64,14 años. Es decir,
la edad media de jubilaciones en este país no llega ni a los 65, o sea,
que va a haber algunos que nos vamos a tener que jubilar más tarde de los
65. El otro día yo me ponía como autoejemplo. Yo me voy a tener que
jubilar a los 66 y medio, y decía: Ojalá me aguante la salud para
hacerlo. Es verdad, y yo estoy de acuerdo, que no son lo mismo unos
sectores profesionales que otros, pero también es verdad que no podemos
ponernos a tramitar jubilaciones anticipadas para montones y montones de
colectivos. Ahora mismo está pendiente el de policías locales, por
ejemplo. Ojalá tuviésemos recursos suficientes para poder adaptarlas no
ya a colectivos, sino a circunstancias personales, porque dentro de un
colectivo te puedes ir a una persona que tiene mejor salud o a otra que
tiene peor salud. La acción protectora del sistema implica que puede
haber profesiones que son más duras -no es lo mismo trabajar en una
oficina que trabajar en un tajo; no es lo mismo trabajar en una oficina
que ser camarera de piso, kelly-, y por lo tanto, dependiendo de la
dureza del trabajo, no se llega en las mismas condiciones a cumplir unos
años. Tenemos regímenes especiales que tienen ya edades especiales de
jubilación, como puede ser el de la minería del carbón. O sea, por razón
de la profesión ya hay en nuestro propio sistema edades especiales de
jubilación. Por suerte, la acción protectora del sistema hace que si
tenemos personas que tienen problemas de salud como consecuencia del
trabajo, eso o bien da lugar a una enfermedad común o puede dar lugar a
una enfermedad profesional, si está tipificada, o, ¡cuidado!, puede dar
lugar a un accidente laboral. O sea, una enfermedad común que se agudiza
o aparece con motivo u ocasión del trabajo, según el texto refundido de
la Ley General de la Seguridad Social, se considera accidente laboral.
Existen las IT -las incapacidades transitorias- y existe la posibilidad
de cobrar una pensión de invalidez si en un momento determinado la salud
se ve tan deteriorada que no es suficiente con una baja temporal. Por lo
tanto, siento decepcionarla con el tema de la edad.
Mire, la reforma del año 2011, a diferencia de la reforma del año 2013,
fue dura, lo reconozco, sí, pero fue pactada. Hubo un acuerdo cuasi
unánime en el Pacto de Toledo; bien es verdad que luego, cuando se aprobó
en el Congreso, algunos partidos votaron en contra, por ejemplo, el
Partido Popular, al que le pareció muy dura alguna de las cuestiones, por
ejemplo, el incremento de la edad de jubilación, si no recuerdo mal. Sin
embargo, hubo un acuerdo bastante importante en las recomendaciones del
Pacto de Toledo de enero del año 2011 y también hubo acuerdo social, hubo
un pacto con los sindicatos más representativos y con las organizaciones
empresariales más representativas, cosa que no ocurrió en la reforma del
año 2013. Esto es así.
Soy consciente de que no he contestado a todo lo que me han preguntado,
pero me ofrezco voluntaria a hacerlo por escrito o a que me llamen
ustedes y se lo digo. Como algo le tengo que dejar al secretario de
Estado de Seguridad Social, a Octavio Granados -me lo recordaba antes la
presidenta- para cuando comparezca, pues se lo dejo. Sí tengo que decir
que ha habido una intervención, la del señor Gómez, de Ciudadanos, que me
ha sorprendido; lo quiero decir sin acritud porque ha utilizado tanta que
no quiero yo pagarle con la misma moneda. Ha calificado al Gobierno de
temporal, de interino; ha dicho que es un partido desleal... Vamos a
dejarlo estar porque yo prefiero llevarme bien con usted. El actual
presidente del Gobierno presentó una moción de censura y la ganó,
haciendo uso de un articulito de la Constitución, que es el 113, y ya
está. Es una manera legítima de acceder al Gobierno y, por lo tanto,
ahora estamos gobernando, con humildad, porque somos conscientes del peso
parlamentario que tenemos en esta Cámara. Aquí no tenemos mayoría y en el
Senado tiene mayoría el Partido Popular, así que estamos convocados a
entendernos. Ha sido usted también muy duro con el señor Granados. Ha
dicho poco menos que dejó esto hecho un desastre y que la reincidencia va
a ser negativa. Yo confío mucho en las capacidades de mi equipo en
general, señor Gómez, se lo digo en serio; he procurado fichar a personas
experimentadas y en general experimentadas en acciones buenas. Es verdad
que todo el mundo nos equivocamos y es muy difícil acertar al cien por
cien. Eso es imposible; no seríamos humanos si consiguiésemos el acierto
al cien por cien, pero para una buena parte de mi equipo he decidido no
sé si llamarlo pedir reincidencia, repescar, contar o volver a implicar
para el servicio público a personas que a lo mejor ya estaban viviendo
muy tranquilas en sus vidas privadas y en sus trabajos y que me han dicho
que sí porque les gusta complicarse la vida para velar por que lo público
vaya mejor. En esa línea, don Octavio Granado, que es merecedor de todos
mis respetos, ha accedido una vez más a ser secretario de Estado. Vamos a
darle un margen de confianza. Es verdad que se ha encontrado las cosas en
una situación muy distinta, más complicada, de como las dejo, pero él ha
querido asumir este reto... (Rumores). Sí, un poquito más complicada. El
señor Camps no termina de creérselo, pero el señor Granado se ha
encontrado el Fondo de reserva un poquito menos repleto de como lo dejó;
que no era suyo, que no era el dinero del señor Granado sino de todos los
trabajadores y trabajadoras. No eran 67 000 millones de euros del señor
Granado, como ahora los 8000 que se ha encontrado tampoco son de él ni
del anterior Gobierno. Es lo que tienen en estos momentos los
pensionistas de este país como hucha, y estaba un poquito más llena
cuando llegaron ustedes al Gobierno. No pasa nada; ya está, vamos a mirar
hacia delante y vamos a intentar buscar solución al problema.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Gracias, señora ministra.
Vamos a dar unos minutos a los portavoces para una segunda intervención.
El representante del Grupo Vasco no está. Por el Grupo Parlamentario
Mixto, señor Candela.
El señor CANDELA SERNA: Gracias, presidenta.
Creo que la base de toda su exposición es que usted ha estado trazando,
quizá de manera inconsciente, los límites del actual momento político.
Creo que lo que subyace en su exposición es esto. Hay una parte del nuevo
Gobierno quizá un poco timorato por pensar cuál será la duración del
mismo; por nosotros, no solamente hasta 2020, sino más allá, porque
creemos que estamos en un momento político trascendente en este país para
recuperar el Estado del bienestar. Pero eso necesita valentía; la
valentía va a ser la base de nuestra cooperación, de nuestra coordinación
y de nuestras alianzas. Se lo digo porque usted ha reconocido una cosa
que creo que es un límite económico fundamental; usted ha dicho que
harían falta 24 millones de empleos para equilibrar el sistema con los
actuales salarios. Creo que ese es un límite totalmente cierto que revela
un modelo laboral y una estructura productiva que no ayuda en nada. No me
ha respondido a la pregunta que le he hecho sobre la reforma laboral del
siglo XXI que declaró en una entrevista la ministra de Economía; no hace
falta que lo haga ahora, no hay problema. En segundo lugar, derivado de
esa afirmación, usted se fija en la reforma fiscal como un elemento de
complementariedad para que haya sostenibilidad -eso está clarísimo-,
además teniendo en cuenta que la masa de beneficios actualmente en la
economía española ha llegado a niveles insultantes, derivados de la
reforma laboral del Partido Popular. Le quiero decir lo de los límites
porque a la pregunta, más bien chulería, amenazando el pacto entre
sindicatos y CEOE, sería bueno que el Gobierno diese un mensaje
contundente de que no vamos a tolerar chulerías e imposiciones de gente
que creo que se ha beneficiado -los datos están ahí- de manera evidente
de la gestión de la crisis. Por último, aunque ya lo he comentado, está
el cambio de modelo productivo. Creo que estamos en un momento político
clave para
consensuar entre muchísimos actores cuál tiene que ser el modelo de este
país, porque sin un modelo de país sostenible no va ser posible.
Gracias.
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Candela.
Por el mismo grupo, señor Campuzano, tiene tres minutos.
El señor CAMPUZANO I CANADÉS: Gracias, señora presidenta.
Me voy de la Comisión con un cierto punto de preocupación, si me permite,
señora ministra, porque la magnitud del reto a corto y a medio plazo que
afronta el sistema de Seguridad Social quizá exigiría que hoy la señora
ministra hubiese dibujado más claramente cuáles son las prioridades del
Gobierno, cuáles son las medidas que el Gobierno contempla, más allá de
las que ha anunciado en su primera intervención. El conjunto de los
portavoces le hemos planteado bastantes preguntas y creo que la mayoría
han quedado sin responder. En materia de separación de fuentes de
financiación, le he planteado una cuantificación de las medidas más
concretas que ha anunciado y qué impacto de aumento de ingresos
contemplaban y no me ha respondido. Por tanto, me iré con un punto de
preocupación. Espero que la comparecencia del secretario de Estado y los
trabajos del Pacto de Toledo en relación con las posiciones que mantenga
su grupo parlamentario me ayuden a disipar esa preocupación. En algunas
cuestiones concretas como el destope, que no ha aparecido en su primera
intervención, quiero reclamarle que en cualquier medida de destope usted
debe contemplar y recordar que el sistema contributivo y el destope de
las cotizaciones debe implicar también un correspondiente aumento de la
pensión máxima y alerta de que en función de cómo se articule ese destope
que no afecte a la creación de empleo de calidad. Algunos portavoces
hemos tenido ocasión de compartir este tema con algunas empresas
extranjeras con presencia importante en España y han observado con
preocupación esas primeras informaciones. Por tanto, ahí un punto de
prudencia.
Sobre la cuestión de las mutuas que ha anunciado, quiero recordarle que el
artículo 165 del Estatuto de Autonomía de Cataluña contempla que, en
materia de coordinación de la prevención de riesgos de las mutuas, la
competente es la Generalitat de Catalunya y espero que con el Gobierno de
Cataluña mantengan el diálogo correspondiente para evitar un conflicto de
competencias en esta materia. Quiero recordarle que en materia de
natalidad y fecundidad hay una prestación que depende del Ministerio de
Trabajo, que es la prestación por hijo a cargo de la Seguridad Social,
291 euros al año para familias con ingresos inferiores a los 11 000
euros, alejada de cualquier tipo de prestación similar en el resto de
Europa; eso depende de su ministerio.
Finalmente, un último comentario, señora presidenta. Como actitud al menos
de este portavoz -invito al conjunto de los portavoces y a la propia
ministra a ello- está que en los debates que vamos a realizar en las
próximas semanas y meses no quedemos atrapados mirando el retrovisor sino
que seamos capaces de mirar hacia el frente y construir los consensos
sobre las reformas, que es aquello que caracteriza el ADN del Pacto de
Toledo. Ahí nos va a encontrar en una posición proactiva y positiva.
No voy a poder escuchar su respuesta porque voy a perder el tren.
Gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Campuzano.
Antes de intervenir el portavoz de Ciudadanos, vamos a dar la palabra a la
'portavoza' del Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú
Podem-En Marea, señora Vidal, porque creo que también tiene que coger
otro tren y conciliar.
La señora VIDAL SÁEZ: Si no también lo pierdo.
No le niego, señora ministra, su capacidad en este caso a la hora de
hablar ni tampoco su habilidad por encontrar, y no es poca cosa, en este
caso acuerdos o puntos en común entre los diferentes grupos y de forma
bilateral con algunos de ellos y su incuestionable capacidad pedagógica,
pero lo cierto es que yo no le preguntaba su opinión como Magdalena
Valerio, sino cuál es la pretensión que tiene este Gobierno, en concreto
su ministerio, a la hora de abordar los retos que tiene la Seguridad
Social, y me voy con el mismo regusto en este caso que expresaba el
portavoz del PDeCAT. Tengo la sensación de que usted no ha sido capaz de
contestar a ninguna de las preguntas que le hemos hecho y tengo la
incertidumbre en este caso de saber cuáles van a ser las líneas maestras
de este Gobierno en materia de Seguridad Social. Usted nos ha enumerado
en todos y cada uno de los debates que hemos tenido y las opciones que
hay
en materia de Seguridad Social, que no son pocas, demostrando así su
conocimiento, que se agradece, pero creo que también conviene que
tengamos la posibilidad de escuchar y de saber, en este caso de su
persona, cuáles van a ser las líneas maestras y cuáles son las acciones y
las políticas que van a llevar a término, cosa que, por lo menos en esta
comparecencia, usted no ha contestado.
Nos decía que nosotros cuestionamos la reforma de 2011 y 2013, por
supuesto que sí, pero le diré una cosa, a mí no se me ocurriría meterlas
en el mismo saco por una cuestión de respeto. No tiene nada que ver sacar
una reforma pactada que una reforma sin ningún tipo de consenso. Eso es
básico. Tiene que ver con una cuestión de respeto democrático básico y
eso lo comparto absolutamente con usted. Nosotros no pretendíamos
devolver el sistema de Seguridad Social al año 1985, lo que pretendíamos
era devolverlo al año 2018 y a los retos que tenemos a día de hoy, porque
entendemos que tanto una reforma como la otra no los abordan y no van en
la línea correcta para poder hacer frente a los mismos.
Hay un par de cositas por las que sí le quería preguntar porque soy una
optimista de fe y voy a seguir preguntando aun sin saber exactamente si
me va a responder o no. Tengo interés en saber por dónde va a respirar en
este caso su ministerio. Usted se ha referido al fraude a la Seguridad
Social y lo ha vinculado especialmente al ámbito de la inspección de
trabajo. Usted ha hecho gala, y yo creo que es una cuestión muy
inteligente en este caso, de cooperar y de trabajar de forma transversal
con diferentes ministerios. Ponía el ejemplo antes de Igualdad. Me
preguntaba si va a hacer lo mismo, por ejemplo, con el Ministerio de
Hacienda, ya que cuando hablamos en términos de fraude a la Seguridad
Social ha habido una tendencia general a culpabilizar en este caso a la
clase trabajadora y a los trabajadores y trabajadoras de este país,
tupiendo en este caso una especie de cortina de humo para evitar
centrarse exactamente en dónde está la inmensa bolsa de fraude, que es en
las grandes empresas. Me pregunto si va a trabajar conjuntamente con
Hacienda con tal de que no suceda como pasa hoy, que es que el mayor
volumen de su cuerpo de trabajadores se dedica a buscar dónde está el
pequeño fraude de los trabajadores y no de las grandes empresas, que es
donde creo que deberían centrarse.
En segundo lugar, se lo ha comentado el portavoz del Partido Popular, y a
mí también me gustaría saber su opinión al respecto de uno de los pilares
que la anterior ministra tenía, que es aquello que les gustaba tanto
llamar a ellos el envejecimiento activo o la capacidad, en todo caso, de
compatibilizar trabajo y pensión. Nuestro grupo no es favorable a esta
medida y tenemos curiosidad por saber si su ministerio va a adoptar una
línea diferente.
La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Vidal.
Por el Grupo Ciudadanos, señor Gómez.
El señor GÓMEZ BALSERA: Gracias, presidenta.
Muchas gracias, señora ministra, por su respuesta.
Creo que debo pedirle perdón. No era mi intención robarle algo de
protagonismo a su comparecencia, al menos en lo que respecta a la
intervención del Grupo Socialista, que prácticamente me la ha dedicado
por completo en lugar de interpelarla a usted, y un poco por compensar el
tono de la primera intervención, simplemente voy a usar esta para
desearle suerte y acierto en su gestión a usted, a todo su equipo y al
señor Granado, por supuesto. Encontrará una actitud proactiva de mi
grupo, del Grupo Parlamentario Ciudadanos, para todo aquello que sea
garantizar el futuro de las pensiones.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Gómez.
Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la señora Perea.
La señora PEREA I CONILLAS: Intentaré ser muy breve y no haré mención al
tiempo que ha utilizado el señor Camps, que se piensa que está todavía en
el Gobierno. Me voy a abstener porque la señora presidenta...
La señora PRESIDENTA: Un momento, señora Perea. Yo he dado a todos los
grupos el tiempo que han querido y tiene usted cinco minutos como
mínimo...
La señora PEREA I CONILLAS: No se preocupe. Igual ni los agoto.
La señora PRESIDENTA: ... porque creo que usted forma parte del grupo que
apoya al Gobierno y punto.
La señora PEREA I CONILLAS: Gracias, señora presidenta.
La señora PRESIDENTA: Estamos en otro momento también en esta Comisión.
La señora PEREA I CONILLAS: Era una broma, tómeselo así.
La señora PRESIDENTA: Hay bromas que no hay que gastarlas, porque la
responsable soy yo.
La señora PEREA I CONILLAS: Muy bien.
Señor Camps -lo ha dicho la señora ministra y creo que también el señor
Campuzano-, podemos estar mirando al retrovisor tanto como queramos, pero
aquí quienes han gobernado han sido el Partido Popular y el PSOE, y nos
habremos equivocado en cosas y habremos acertado en otras. Yo creo que
ustedes no han sido leales en muchas cosas, pero es una opinión que me
voy a abstener ahora de dar. Lo que no le voy a pasar ya hoy es lo
siguiente. Le traigo un informe del ministerio, que la señora Báñez tiene
que conocer, que dice cuánto hubo de pérdida de poder adquisitivo en los
años 2007 y 2011, y añadiré algo que la ministra ha dicho. En aquel
periodo hubo una pérdida de poder adquisitivo del 1,2%. Ustedes -en
concreto, el señor Rajoy- dijeron por activa y por pasiva que no iban a
congelar las pensiones y lo primero que hicieron fue hurtar la desviación
de la pensión del año 2012. Señor Camps, si usted quiere insistimos en el
tema, aunque creo que no hace falta porque ha quedado suficientemente
claro, pero hoy es que le traigo el informe para que se lo lea, y se lo
facilito. (El señor Camps Devesa: Lo tengo). Perfecto.
Hubo una pérdida de poder adquisitivo, se dieron unas circunstancias
excepcionales, pero a estas alturas, señor Camps, decir que la culpa del
mundo es de Zapatero... Tendríamos que empezar a limitar las cosas. La
crisis por la que ha pasado básicamente España y muchos países del mundo
tiene términos financieros, lo que pasa es que la economía española no
fue capaz de aguantar. Usted dice que aquí nos equivocamos. Nos podemos
equivocar todos, pero achacar al señor Zapatero la culpa del mundo
mundial... La tasa más elevada de paro se produjo en el primer trimestre
de 2013. (El señor Camps Devesa: En julio). Vale, después de una reforma
laboral del año 2012. Y le diré más. Usted hoy ha dicho que no, pero los
ingresos por cotizaciones en el año 2011 eran suficientes para pagar las
prestaciones contributivas. Nos retamos mutuamente y lo demostramos.
Ingresos por cotizaciones contributivas a prestaciones contributivas.
¿Eso qué quiere decir? Que en aquel momento, 2011, cuatro años después de
una dura crisis, el mercado laboral generaba suficientes ingresos para
cubrir las prestaciones contributivas.
Dicho esto, le voy a afear una cosa, la pregunta que ha hecho a la
ministra sobre cómo está el tema de los policías locales. Fue un acuerdo
de su Gobierno que tenía que haber salido en noviembre, pero lo
retrasaron, y hasta que esta portavoz no lo denunció en el Pleno de
presupuestos -los representantes de los sindicatos estaban arriba, en el
hemiciclo- ustedes no aportaron la enmienda para incluir a los policías
locales, una enmienda que era del Grupo Socialista. Que hable de los
policías locales exactamente un mes y doce días después de que el señor
Pedro Sánchez ha tomado posesión, con un presupuesto que se acaba de
publicar, me parece bien. En cualquier caso, la ministra le ha contestado
cómo está el procedimiento, que es lo que le corresponde.
Y déjeme que le afee otra cosa que ayer me pareció muy curiosa, señor
Camps, permítamelo. Con el señor Gómez no me meto porque la última
intervención que ha hecho... Señora ministra, el señor Gómez es una
persona encantadora, un buen diputado, un diputado conciliador, pero
vamos con el argumentario de Ciudadanos y nos hemos pasado de frenada,
pero puede confiar en que llegaremos a un acuerdo. Además, ha dicho que
quiere mantener el poder adquisitivo, lo ha dicho con la boca pequeña
pero lo ha dicho, y eso es un gran paso. Señor Camps, sale ayer una
noticia en un periódico de tirada nacional que dice: el Partido Popular
va a presentar una proposición no de ley para que se abonen pensiones no
contributivas de orfandad para menores que se han encontrado huérfanos.
Oiga, han tenido siete años. Me parece bien que lo hagan, porque estamos
hablando de esas mejoras de prestaciones que le estaba planteando la
ministra, me parecen bien, pero cuando menos me parece fea la
presentación y venir a esta comparecencia... No miremos más por el
retrovisor y construyamos. Y ahí le digo, ministra -y ahora sí que acabo
porque tengo la luz roja-, que a juicio de esta portavoz y del Grupo
Parlamentario Socialista esta legislatura empezó mal, hemos vivido una
legislatura en el Pacto de Toledo complicada porque veníamos de una
reforma del año 2013 que no fue consensuada ni en el diálogo social ni en
el Pacto de Toledo, con lo cual, se generó una desconfianza entre los
propios componentes del Pacto de Toledo que ha impedido llegar a
acuerdos, motivo por el que hemos tenido que llevar tantas iniciativas al
Pleno del
Congreso, que se han aprobado aunque Ciudadanos se haya puesto de perfil,
pero se han aprobado porque Ciudadanos se ha abstenido. En cualquier
caso, hay una mayoría que marca ese camino, y esa era la propuesta del
gran número de grupos de esta legislatura en este Pacto de Toledo. Hay
acuerdo en mantener el poder adquisitivo, hay acuerdo en que el IPC sea
troncal, estamos a punto de llegar a un acuerdo -estamos ahora en stand
by, pero creo que podremos alcanzarlo- que trata de generar confianza en
la ciudadanía, en los pensionistas y en los jóvenes. Me remito otra vez a
lo que usted ha comentado de poner en valor el principio de solidaridad
intergeneracional; creemos que no ha sido fácil. Estamos -usted lo ha
dicho- en una aritmética parlamentaria muy complicada, de ello somos
absolutamente conscientes, pero también le digo que yo creo que en el
Pacto de Toledo hay un aire diferente y que vamos a ser capaces no de
tocar el cielo -eso no lo sé en este momento-, pero sí que va a ver
muchas ganas para que pueda fructificar. El Partido Socialista se va a
empeñar a tope en conseguir ese pacto, pero creo que lo mejor que podemos
hacer, y cuanto antes, es generar confianza -de ahí que inste al resto de
grupos a hacerlo con el Grupo Parlamentario Socialista- en que los
pensionistas van a mantener su poder adquisitivo, que hemos de confiar en
el sistema público de pensiones, que va a generar un poder adquisitivo
adecuado para que las personas puedan desarrollar sus proyectos de vida y
que para eso tenemos que esforzarnos todos en que el equilibrio del
sistema sea ajustado y acorde con las posibilidades de este país, de este
gran país. Me quedo ahí. Le agradezco de nuevo su predisposición. Tengo
el último tren, con lo cual hice una previsión de que la cosa se podía
alargar, pero me puedo quedar con usted aquí si quiere.
Muchas gracias, ministra.
La señora PRESIDENTA: Lo que está claro es que aquí todo el mundo tiene
que coger un tren.
Por último, por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor
Camps.
El señor CAMPS DEVESA: Gracias, señora presidenta.
Señora ministra, yo también tengo que coger un tren, pero a las 21:10, con
lo cual tengo tiempo. Eso no quiere decir que me vaya a alargar en mi
intervención; intentaré que no sea así.
La señora PRESIDENTA: El señor Camps querrá ampliar su tiempo, pero yo no
se lo voy a permitir.
El señor CAMPS DEVESA: Lo daba por hecho, presidenta.
Si bien he manifestado preocupación ante la primera intervención de la
señora ministra, se lo tengo que decir, después de su segunda
intervención mi preocupación es menor. Ha explicado y concretado usted
cosas que pueden coincidir con lo que pensamos en el Grupo Parlamentario
Popular, con lo cual nos encontrará en esa oferta de diálogo y mano
tendida que usted hacía, porque nosotros siempre estamos por el diálogo,
y más en un tema como el de las pensiones en el marco del Pacto de
Toledo. De su segunda intervención veo más posibilidades de que eso sea
así que de la primera. La señora ministra no ha contestado a todas las
cosas que le he preguntado; algunas se le pueden haber pasado, pero a
otras no ha querido contestar. Se lo seguiremos preguntando, aunque ahora
no voy a incidir en ello, hasta que podamos tener una respuesta. Coincido
con usted en que no hablemos tanto del pasado, pero cuando dice que la
culpa de lo que está pasando en el sistema de la Seguridad Social, del
desequilibrio económico y financiero es del Partido Popular o solo del
Partido Popular, hay que acotar esa responsabilidad, porque no es cierto.
No me ha acabado de contestar si va a derogar la reforma del año 2013,
pero coincido con usted en que la reforma del año 2011 fue dura. La AIReF
dice que el 75% de la reducción del gasto, que en realidad es menor
crecimiento de gasto -no ha estado muy técnico el señor representante de
la AIReF-, es de la reforma de 2011 y el 25% de la reforma de 2013. Por
tanto, no demonicemos tanto la reforma de 2013, porque sigue la línea de
la de 2011 y supone mucha menos minoración del crecimiento de gasto que
la anterior reforma. Por cierto, al hilo del diálogo social y de su
legitimación respecto de los acuerdos políticos, le diré que aquí ha
habido acuerdos en materia de pensiones de todo tipo, orden y condición,
que yo recuerde. A veces solo lo ha habido con los sindicatos, a veces
con un sindicato y la patronal, y a veces puede no haberlo habido, pero
eso no deslegitima el acuerdo político. La reforma del año 2013 fue
votada por más diputados que la reforma del año 2011 (Rumores.-Una señora
diputada: Porque teníais mayoría absoluta), aunque fueran menos grupos
políticos, pero la representación de esta Cámara es por mayoría de
diputados.
Le quiero hacer una consideración, coincidiendo en cuanto al Fondo de
reserva. Ya sabemos el Fondo de reserva que hay, pero, a no ser que usted
discrepe, en cuanto a la utilización de reserva, señora ministra,
nosotros no hemos hecho más que seguir las indicaciones que daban ustedes
en un documento del año 2013, de sostenibilidad de las pensiones
públicas, del Partido Socialista, que, literalmente, dice: Lo que
carecería de sentido es que durante periodo de auge en los excesos de
ingresos se acumulen en el Fondo de reserva y que durante la crisis, en
lugar de utilizarlos, se planteara una reducción en la cuantía de las
pensiones o en su utilización anual. Todo ello nos lleva a concluir que
la alternativa consecuente con la situación actual y con la propia
función de la reserva no debe ser otra que utilizar las dotaciones del
Fondo de reserva para la cobertura de los desequilibrios cíclicos del
sistema de pensiones. PSOE dixit. Estoy completamente de acuerdo. Eso es
lo que ha hecho el Gobierno del Partido Popular.
Por último, respecto a la recomendación número 2, señoría, le diré que la
misma no dice que el IRP esté fuera del Pacto de Toledo. Es más, hay un
párrafo -se lo iba a leer, pero usted lo conoce- que habla de la
utilización de otros indicadores aparte del IPC a la hora del
mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas, que es el IRP.
Pero me queda una duda. Esta pregunta no se la pensaba hacer, pero al
hilo de la intervención de la señora Perea -yo no le afeo nunca a la
señora Perea absolutamente nada-, que ha hablado otra vez de IPC como
troncal en el mantenimiento del poder adquisitivo...
La señora PRESIDENTA: Señor Camps, la discusión entre los grupos políticos
en el Pacto de Toledo no tiene nada que ver con la comparecencia de la
ministra. Si la señora Perea ha dicho algo respecto a nuestros acuerdos,
le ruego a la señora ministra que se abstenga, igual que le pido a usted
que se abstenga. Ese es un debate entre grupos políticos, no con el
Ministerio de Trabajo. El Ministerio de Trabajo tiene sus competencias y
sus responsabilidades y el Pacto de Toledo es un acuerdo de partidos, de
grupos políticos, no con el ministerio. Así que, le pido, por favor, que
no le pida a la ministra que precise su opinión sobre la recomendación
número 2, que analizaremos entre nosotros.
El señor CAMPS DEVESA: Y yo sigo sus instrucciones al pie de la letra...
La señora PRESIDENTA: Más le vale.
El señor CAMPS DEVESA: ... señora presidenta, como siempre. Con lo cual,
finalizo.
Señora ministra, para el Partido Popular -finalizo como empezaba esta
intervención- lo verdaderamente relevante es preservar el modelo de
Seguridad Social, con sus fundamentos y sus características
diferenciales, y dotarle de los mecanismos que sirvan para salvar una
situación complicada, como tenemos ahora, en lo que coincidimos tanto
ustedes como nosotros. Las reformas emprendidas por todos hasta la fecha
nos han parecido siempre una garantía de perdurabilidad del sistema de
protección social, pero el envejecimiento y los cambios tecnológicos, a
los que hemos hecho también referencia, no van a detenerse mientras
nosotros discutimos por cuestiones puntuales. Estamos ante un proceso que
durará décadas y cuya dimensión económica, social y demográfica es de tal
naturaleza que pasará por encima de cualquier posición a corto plazo o de
cualquier tentación de hacer prevalecer lo inmediato, que, por cierto, es
lo que han mantenido ustedes en estos últimos años. Me alegro del cambio
de posición.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Camps.
Por último, señora ministra, si quiere usted hacer alguna puntualización,
adelante.
La señora MINISTRA DE TRABAJO, MIGRACIONES Y SEGURIDAD SOCIAL (Valerio
Cordero): Muchas gracias, señora presidenta.
La verdad es que algunos de los portavoces a los que tenía que responder
se me han marchado, pero como esto va a quedar recogido en el Diario de
Sesiones, no hay ningún problema.
El señor Candela me pedía que le aclarase qué significa esto de la reforma
laboral del siglo XXI. El otro día, en la reunión que mantuvimos los
agentes sociales y económicos, UGT, Comisiones Obreras, CEOE-Cepyme, el
presidente Pedro Sánchez y yo misma, se pusieron encima de la mesa toda
una serie de asuntos sobre los que llegar a un acuerdo tripartito. Aparte
de presentar el documento de acuerdo salarial y de negociación colectiva,
nos plantearon toda una serie de aspectos: subcontratación, igualdad
salarial y de pensiones entre hombres y mujeres, dar una vuelta
importante a todo lo relativo a la formación, la formación para el
empleo, la formación dual, la formación profesional, en coordinación con
Educación. Señorías, la formación es absolutamente fundamental si queremos
ser un país potente en este siglo XXI que tenemos entre manos.
En cuanto a la reforma laboral -lo ha dicho también el presidente
Sánchez-, es verdad que nosotros teníamos una posición de máximos, que
era derogar la reforma laboral. Somos conscientes de que la aritmética
parlamentaria no nos acompaña, pero sí hay un cierto consenso -y vuelvo a
repetirlo-, incluso con los agentes económicos y sociales, para hacer una
serie de modificaciones en algunos aspectos de la reforma laboral del año
2012. En este sentido, me refiero al tema de las subcontratas, artículo
42, la ultraactividad de los convenios, que primen los convenios
sectoriales frente a los de empresa y algunas otras cuestiones que
podríamos sacar adelante; incluso alguna de ellas, como la reforma del
artículo 42, se encuentra ya en esta casa en fase de ponencia. Pero esto,
que serían unos objetivos a corto plazo, se va a unir a otro objetivo más
a medio plazo. Tenemos un Estatuto de los Trabajadores que nació en el
año 1980. Es un poquito más joven que la Constitución española, cuyo 40.º
aniversario vamos a celebrar este año, pero no mucho más, y está muy
retocado; se han hecho decenas de reformas a lo largo de estos treinta y
ocho años. Por tanto, nos vamos a plantear ir trabajando en un nuevo
Estatuto de los Trabajadores, en un Estatuto de los Trabajadores del
siglo XXI, y ese es uno de los temas que vamos a plantear en la mesa del
diálogo social, que, como digo, se va a reunir de aquí a final de mes.
Por supuesto, los grupos de esta Cámara también están invitados a hacerlo
-esta Comisión tiene otro objetivo-; ya dije el otro día en la Comisión
de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social que queremos contar también
con los grupos políticos, con los sindicatos y con los empresarios.
El señor Candela decía que no le he contestado respecto al cambio de
modelo productivo. No voy a decir aquí que este no sea mi negociado,
porque, siendo la ministra de Trabajo, considero que el hecho de que haya
un modelo productivo del siglo XXI es fundamental para los trabajadores y
trabajadoras de este país, para que los que están parados encuentren
empleo, los que tienen empleo mejoren la calidad del mismo y su
situación. Está claro que hay que apostar por nuevas tecnologías, por
I+D+i, por un modelo económico sostenible y por la sostenibilidad
medioambiental. Creo que en el ámbito de la dependencia hay muchas
posibilidades de nuevos empleos. Asimismo, es importante la
reindustrialización de este país. Está claro que no podemos apostar por
una economía que solamente se base en el turismo, y, ojo, no tengo nada
en contra del turismo de sol y playa, que es verdad que es un sector muy
potente. No debemos volver a la construcción -y tampoco tengo nada en
contra del mundo de la construcción, y menos viniendo de una familia por
parte de madre de albañiles-; no podemos volver otra vez a poner todas
nuestras esperanzas en que reaccione otra vez el mundo de la construcción
y volver a construir por todos los sitios del país. Por lo tanto, hay que
apostar por ese nuevo modelo productivo. Es verdad que en su momento,
durante el último Gobierno de Zapatero, se aprobó una Ley de Economía
Sostenible que al final tampoco ha tenido un desarrollo en la realidad,
en la práctica. Para eso está mi compañera de Industria, Comercio y
Turismo, que es la responsable de todo el tema energético y
medioambiental. Evidentemente, este ministerio va a poner de su parte
todo lo que sea posible para contribuir a este mercado laboral, a este
Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI y a ese nuevo modelo
productivo, que es fundamental.
Me dirijo ahora al señor Campuzano, que se me ha ido. Es verdad que a lo
mejor he sido muy prudente en esta comparecencia. Creo que debo serlo,
porque este Gobierno lo que no quiere es imponer por decreto-ley
-¡cuidado!, que luego tendríamos que venir a convalidarlo- toda una serie
de medidas en materia de Seguridad Social, espero que no tengamos que
llegar a eso. Yo creo que están sentadas las bases y una vez más yo me
voy con buena sensación de esta Comisión, igual que me fui con buena
sensación en su momento, y eso que a veces teníamos diatribas. Para mi,
la Comisión del Pacto de Toledo -lo dije la primera vez que intervine en
ella, allá por el año 2011- ha sido siempre un lugar mítico. Yo contaba a
mis alumnos la existencia de la Comisión del Pacto de Toledo, pero nunca
había vivido en vivo y en directo qué era la Comisión del Pacto de
Toledo, y cuando tuve ocasión de estar allí fue muy emocionante. El día
que tomé posesión como diputada fue muy emocionante, pero tengo que decir
que mi primer día en la Comisión del Pacto de Toledo también lo fue,
porque es el lugar donde siempre se ha practicado una metodología de
trabajo que se debería haber practicado en todas las materias, en todas,
y es el reducto donde queda más claro ese espíritu de diálogo, de intento
de consenso, que yo el otro día recordaba que venía de la época de los
inicios de la Transición, de los Pactos de la Moncloa. Nos dimos cuenta
de que no estuvo bien la reforma de las pensiones que hicimos en el año
1985; nos costó una huelga general. Este sistema afecta a tantos millones
de personas presentes y futuras, que merece la pena dedicarle un tiempo,
aunque sea mucho tiempo, presidenta, porque me consta que ha habido
muchas, muchas reuniones. Cuando me preguntan si se reúne el Pacto de
Toledo, yo respondo que es el que más se reúne; no se reunirá en
Comisión, pero en cuanto a la Mesa y portavoces ¡no será por reuniones
que habéis tenido! Entonces, me voy hoy con esa buena sensación. Es
verdad -y es normal- que todos en nuestras intervenciones miramos hacia
atrás: yo hice esto, tú hiciste lo otro. Somos humanos y es así.
Señor Gómez, yo me alegro de verdad de esta segunda intervención suya. Sé
que a veces es muy difícil no poner encima de la mesa una serie de
cuestiones, porque están ahí. Su primera intervención me ha parecido
dura; no la comparto, pero le puedo decir que hasta la entiendo. Esta
segunda me ha gustado mucho más porque veo, como decía Mercè Perea, que
es usted buen parlamentario y buena persona. También el señor Camps ahora
me decía que le había gustado más mi segunda intervención porque había
concretado más, que cree que hay una base para poder conseguir un pacto;
hablaba de la reforma del año 2011, del informe de la AIReF, de la
intervención del señor Escrivá, que siempre me la suelo leer con mucho
interés, y es verdad que planteaba esto. Fue una reforma para hacer
sostenible, económicamente hablando, el sistema público de pensiones,
pero sin perder la base de la sostenibilidad social. Los sistemas
públicos de pensiones, para que realmente pervivan, tienen que ser
sostenibles económicamente, pero también sostenibles socialmente porque,
si no, no respetaríamos el artículo 50 de la Constitución en cuanto a
tener pensiones adecuadas, periódicamente actualizadas y suficientes. La
sostenibilidad jurídica y el respeto de la Constitución son
fundamentales. También tienen que ser sostenibles políticamente. Hemos
visto cómo una reforma que ha generado ampollas en la ciudadanía, en la
sociedad civil, ha sido contestada. Por tanto, tenemos que velar -todos
nos dedicamos a la política, formamos parte de partidos políticos- por un
sistema que sea sostenible en el tiempo desde todos los aspectos que
acabo de comentar.
Voy a terminar con un dato del último CIS. La verdad es que la ciudadanía
de a pie ha tenido siempre bastante confianza en el sistema público de
pensiones y ha estado más preocupada por otras cuestiones. En su momento
por el terrorismo, en todo caso por el paro, por la corrupción política,
siempre tienen preocupaciones importantes en estos aspectos, pero hay una
cosa que empieza a ser un poco preocupante, que, aunque no son muchísimos
los que están preocupados por el futuro del sistema público de pensiones,
sí que se va incrementando el porcentaje. En noviembre del año 2011 solo
dos de cada cien personas incluían entre sus tres principales
preocupaciones el sistema de pensiones. Pues en junio de 2018 del 2% ha
pasado al 11%. ¿Qué significa esto? Que tenemos entre manos algo muy
gordo, una obligación, que es entre todos y todas, sumando Pacto de
Toledo y diálogo social, utilizando esa metodología que quisimos darnos a
nosotros mismos y que cuando la hemos practicado siempre ha dado buenos
resultados, volver a practicarla con intensidad, y tenemos que intentar
convertir esa incertidumbre, esa desesperanza que tienen en estos
momentos muchos ciudadanos y ciudadanas en el sistema público de
pensiones, en certidumbre y esperanza; la desconfianza en confianza, y ya
no solamente porque se lo debemos a nuestros padres que están ahora
cobrando pensión -algunos de los que estáis aquí, que sois más jóvenes,
incluso a vuestros abuelos-, a nuestros abuelos, a nuestros padres, a
nuestros hijos y a nuestros nietos. No quiero que cuando llegue a casa mi
hija o las hijas o hijos de los amigos y amigas me vuelvan a preguntar si
van a llegar a cobrar pensión. No me gusta esa pregunta. No me gustaría
que me la volviesen hacer más, por nuestros hijos, nuestras hijas,
nuestros nietos y nuestras nietas y por nosotros mismos, los que ahora
estamos trabajando, que también legítimamente aspiramos en algún momento
a que nos llegue la edad de la jubilación. En definitiva, lo que yo
quiero es que el sistema público de pensiones no pierda el tren del
futuro, y espero que ninguno de ustedes pierda el tren que les va a
llevar ahora a sus casas, o el avión. (Risas).
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Gracias, señora ministra.
Se levanta la sesión.
Eran las siete y cincuenta minutos de la tarde.
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