DS. Congreso de los Diputados, Pleno y Dip. Perm., núm. 75, de 27/11/2012
cve:
DSCD-10-PL-75
CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
PLENO Y DIPUTACIÓN PERMANENTE
Año 2012 X Legislatura Núm. 75
PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JESÚS POSADA MORENO
Sesión plenaria núm. 71
celebrada el martes
27 de noviembre de 2012
ORDEN DEL DÍA:
Juramento o promesa de acatamiento de la Constitución por nuevos señores
diputados ... (Página4)
Toma en consideración de proposiciones de ley:
- Del Grupo Parlamentario Socialista, de universalización del derecho a la
asistencia sanitaria pública. "BOCG. Congreso de los Diputados", serie B,
número 79-1, de 29 de junio de 2012. (Número de expediente 122/000063)
... (Página4)
- De los grupos parlamentarios de IU, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural y
Mixto, orgánica sobre convocatoria de referéndum consultivo en el caso de
decisiones políticas que afecten sustancialmente a derechos económicos,
sociales y laborales. "BOCG. Congreso de los Diputados", serie B, número
91-1, de 27 de julio de 2012. (Número de expediente 122/000075) ... (Página18)
Proposiciones no de ley:
- Del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, sobre elaboración de una
cartera básica de servicios para las víctimas de violencia de género en
materia social. "BOCG. Congreso de los Diputados", serie D, número 152,
de 28 de septiembre de 2012. (Número de expediente 162/000431) ... (Página37)
- Del Grupo Parlamentario Socialista, sobre medidas para el apoyo y
asistencia a los hijos e hijas de las víctimas mortales de la violencia
de género, en particular cuando son menores. "BOCG. Congreso de los
Diputados", serie D, número 179, de 16 de noviembre de 2012. (Número de
expediente 162/000463) ... (Página45)
Toma en consideración de proposiciones de ley. (Votación) ... (Página53)
Proposiciones no de ley. (Votación) ... (Página54)
Juramento o promesa de acatamiento de la Constitución por nuevos señores
diputados ... (Página4)
Toma en consideración de proposiciones de ley ... (Página4)
Del Grupo Parlamentario Socialista, de universalización del derecho a la
asistencia sanitaria pública ... (Página4)
Defiende la toma en consideración la señora Jiménez García-Herrera, en
nombre del Grupo Parlamentario Socialista.
En turno de fijación de posiciones intervienen el señor Quevedo Iturbe, la
señora Pérez Fernández y el señor Iñarritu García, del Grupo
Parlamentario Mixto; los señores Olabarría Muñoz, del Grupo Parlamentario
Vasco (EAJ-PNV); Cantó García del Moral, del Grupo Parlamentario de Unión
Progreso y Democracia; Llamazares Trigo, del Grupo Parlamentario de IU,
ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural; la señora Tarruella Tomàs, del Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) y el señor Cervera Taulet,
del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso.
De los grupos parlamentarios de IU, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural y
Mixto, orgánica sobre convocatoria de referéndum consultivo en el caso de
decisiones políticas que afecten sustancialmente a derechos económicos,
sociales y laborales ... (Página18)
Defienden conjuntamente la toma en consideración de la proposición de ley
la señora Fernández Davila, del Grupo Parlamentario Mixto y el señor Lara
Moya, del Grupo Parlamentario de IU, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural.
En turno en contra interviene el señor Martínez Gorriarán, del Grupo
Parlamentario de Unión Progreso y Democracia.
Replican la señora Fernández Davila y el señor Lara Moya y duplica el
señor Martínez Gorriarán.
En turno de fijación de posiciones intervienen los señores Olabarría
Muñoz, del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV); Xuclà i Costa, del Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió); Jáuregui Atondo, del Grupo
Parlamentario Socialista y Gil Lázaro, del Grupo Parlamentario Popular en
el Congreso.
Del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, sobre elaboración de una
cartera básica de servicios para las víctimas de violencia de género en
materia social ... (Página37)
Defiende la proposición no de ley la señora González Vázquez, en nombre
del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso.
En defensa de las enmiendas presentadas intervienen las señoras Fernández
Davila, del Grupo Parlamentario Mixto y Ros Martínez, del Grupo
Parlamentario Socialista.
En turno de fijación de posiciones intervienen los señores Olabarría
Muñoz, del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV); Cantó García del Moral,
del Grupo Parlamentario de Unión Progreso y Democracia; las señoras
García Álvarez, del Grupo Parlamentario de IU, ICV-EUiA, CHA: La
Izquierda Plural y Ciuró i Buldó, del Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió).
A los solos efectos de aceptación o rechazo de las enmiendas presentadas
interviene la señora González Vázquez.
Del Grupo Parlamentario Socialista, sobre medidas para el apoyo y
asistencia a los hijos e hijas de las víctimas mortales de la violencia
de género, en particular cuando son menores ... (Página45)
Defiende la proposición no de ley la señora Álvarez Álvarez, del Grupo
Parlamentario Socialista.
En defensa de las enmiendas presentadas intervienen las señoras Ciuró i
Buldó, del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) y Heredia
Martín, del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso.
En turno de fijación de posiciones intervienen la señora Enbeita Maguregi,
del Grupo Parlamentario Mixto; el señor Olabarría Muñoz, del Grupo
Parlamentario Vasco (EAJ-PNV); las señoras Lozano Domingo, del Grupo
Parlamentario de Unión Progreso y Democracia y De las Heras Ladera, del
Grupo Parlamentario de IU, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural.
A los solos efectos de aceptación o rechazo de las enmiendas presentadas
interviene la señora Álvarez Álvarez.
Toma en consideración de proposiciones de ley. (Votación) ... (Página53)
Sometida a votación la toma en consideración de la proposición de ley del
Grupo Parlamentario Socialista, de universalización del derecho a la
asistencia sanitaria pública, se rechaza por 144 votos a favor, 176 en
contra y 3 abstenciones.
Sometida a votación la toma en consideración de la proposición de ley de
los grupos parlamentarios de IU, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural y
Mixto, orgánica sobre convocatoria de referéndum consultivo en el caso de
decisiones políticas que afecten sustancialmente a derechos económicos,
sociales y laborales, se rechaza por 123 votos a favor, 182 en contra y
18 abstenciones.
Proposiciones no de ley. (Votación) ... (Página54)
Sometida a votación la proposición no de ley del Grupo Parlamentario
Popular en el Congreso, sobre elaboración de una cartera básica de
servicios para las víctimas de violencia de género en materia social, se
aprueba por 182 votos a favor, 135 en contra y 3 abstenciones.
Sometidos a votación separada los 12 puntos de la proposición no de ley
del Grupo Parlamentario Socialista, sobre medidas para el apoyo y
asistencia a los hijos e hijas de las víctimas mortales de la violencia
de género, en particular cuando son menores, se aprueban los puntos 1, 2
y 12 y se rechazan los puntos 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 y 11.
Se suspende la sesión a las nueve y diez minutos de la noche.
JURAMENTO O PROMESA DE ACATAMIENTO DE LA CONSTITUCIÓN POR NUEVOS SEÑORES
DIPUTADOS.
El señor PRESIDENTE: Se abre la sesión.
Con carácter previo al examen del orden del día, vamos a proceder al
juramento o promesa de acatamiento de la Constitución conforme al
artículo 20.1.3º del Reglamento. En sustitución de don Francisco Caamaño
Domínguez, pregunto a doña María Paloma Rodríguez Vázquez si jura o
promete acatar la Constitución.
La señora RODRÍGUEZ VÁZQUEZ: Sí, prometo.
El señor PRESIDENTE: Doña María Paloma Rodríguez Vázquez ha adquirido la
condición plena de diputada. Enhorabuena. (Aplausos).
Antes de comenzar con el orden del día, quiero decir a los señores
diputados cómo va a desarrollarse este Pleno y el Pleno posterior que
tendremos el jueves. Según lo acordado en la Junta de Portavoces, y
repitiendo algo que ya había iniciado mi antecesor, en las sesiones de
los martes -empezando por la del día de hoy- y en aquellas semanas en que
haya Pleno martes, miércoles y jueves, no se comenzará el debate de
ningún punto más allá de las nueve de la noche. Con ello puede casi
asegurarse que a las diez habremos terminado el debate, y en algún caso
será incluso antes. Los puntos que no se debatan el martes se debatirán
el miércoles después de las interpelaciones y se votarán el jueves antes
de llevar a cabo las votaciones de final de Pleno. Así actuaremos esta
semana y les anuncio que inmediatamente después de la votación final del
jueves iniciaremos el otro Pleno convocado, del que sus señorías también
tienen el orden del día, que incluye un solo punto: Dictámenes de
Comisiones sobre iniciativas legislativas. Proyecto de ley orgánica de
medidas de eficiencia presupuestaria en la Administración de Justicia,
por la que se modifica la Ley orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder
Judicial. Debatiremos ese punto y, a continuación, se votará.
TOMA EN CONSIDERACIÓN DE PROPOSICIONES DE LEY:
- DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA, DE UNIVERSALIZACIÓN DEL DERECHO A LA
ASISTENCIA SANITARIA PÚBLICA. (Número de expediente 122/000063).
El señor PRESIDENTE: Vamos a pasar al punto I del orden del día, relativo
a la toma en consideración de proposiciones de ley. Comenzamos con la
proposición de ley del Grupo Parlamentario Socialista, de
universalización del derecho a la asistencia sanitaria pública. Para
presentar la iniciativa, tiene la palabra la señora Jiménez.
La señora JIMÉNEZ GARCÍA-HERRERA: Muchas gracias, señor presidente.
Señorías, sanidad pública, universal y gratuita, este es el objetivo de la
proposición de ley que hoy presentamos en esta Cámara. (Aplausos). Yo sé
que todos ustedes son conscientes de lo que hoy debatimos, pero conviene
recordarlo de vez en cuando. España ha tenido hasta el momento uno de los
sistemas públicos de salud más fuerte, más sólido y de mejor calidad
asistencial, con un alto grado de nivel de excelencia; un modelo que ha
sido copiado en muchos lugares del mundo y con los mejores indicadores de
salud, entre los primeros del mundo. Señorías, siendo esto así, desde el
pasado mes de abril, en que el Partido Popular empieza a tomar decisiones
sobre la sanidad, nuestra sanidad empieza a caer en picado, y lo que
ocurre hoy es que ya nuestra sanidad no es universal, ha empezado a dejar
de ser gratuita y, desde luego, cada día parece menos pública. Esta es la
situación que tenemos hoy; ese real decreto del pasado mes de abril lo
que hace es consolidar un modelo que pasa del sistema que teníamos antes,
que era un sistema universal, al llamado aseguramiento. Esto de lo que
algunos dicen que solamente quedan excluidos ciertos colectivos es algo
que tiene una extraordinaria trascendencia. La universalidad es mucho más
que atender a más o menos ciudadanos, que también, la universalidad es un
modelo, el modelo que hemos venido consolidando en los últimos treinta
años de nuestra sanidad. Esto supone que todas las personas, por su
condición de ciudadanos, podrán acceder a la sanidad, mientras que el
modelo que impone el Partido Popular de forma unilateral y sin debate
alguno en este Parlamento nos convierte
en asegurados, algo radicalmente en contra de lo que nosotros concebimos
como ciudadanos y como sanidad pública.
Este sistema de aseguramiento no solamente deja fuera a determinados
colectivos, como son los inmigrantes irregulares, sino que además deja
abierta la puerta a que la ruptura del modelo vaya avanzando cada día más
hasta cargarse el que hemos conseguido en estos últimos años. Desde
luego, no les puede resultar indiferente, señorías, sobre todo al
Gobierno y al Partido Popular, que sean en este momento las
organizaciones profesionales, los colegios profesionales, los
profesionales sanitarios, quienes hayan tomado la iniciativa para
defender la universalidad de la salud, y no les puede resultar
indiferente porque gracias a los profesionales sanitarios la sanidad
mantiene el nivel de calidad y excelencia que hemos tenido en los últimos
años. No podemos descargar sobre los profesionales ese nivel de calidad
asistencial sin proveerles de los instrumentos necesarios para consolidar
eso en lo que hemos venido trabajando en estos últimos treinta años. Son
ellos los que han tomado la iniciativa, junto con organizaciones y grupos
políticos, para defender la sanidad universal, y hoy se encuentran aquí,
en la tribuna de este Congreso, para apoyar, con su presencia, este
concepto y este modelo, que es nuestra sanidad universal, pública y
gratuita. (Aplausos).
Quiero recordar algunas cosas. La universalidad se consagra en 1986 en la
Ley General de Sanidad, se consolida y se vuelve a reafirmar en la Ley de
Cohesión en el año 2003 y se pone en marcha la consolidación del modelo
definitivo el 11 de octubre con la Ley General de Salud Pública. Por
tanto, quien rompe el modelo, quien rompe el consenso sobre la
universalidad es el Partido Popular, y de manera unilateral, en un real
decreto-ley. Además, como decía, ya no es una sanidad gratuita; ha
empezado a dejar de serlo. En este real decreto-ley el Partido Popular
hace que por primera vez los pensionistas tengan que pagar sus medicinas,
por primera vez en la historia de los treinta años de nuestro modelo de
sanidad universal y gratuita. Los pensionistas tienen que pagar sus
medicinas en un momento económico especialmente grave, especialmente
difícil y con especial dificultad. Pero no solamente eso; se establecen
diferentes carteras que lo que hacen es consolidar un modelo de
diferenciación entre aquellos que pueden pagar una cartera y los que no
pueden pagar esta cartera. ¿Qué ocurre? Que se abre la puerta a la
introducción de más copagos en el futuro: la prestación ortoprotésica,
los productos dietéticos, también el transporte sanitario no urgente. Y
lo que es más preocupante para el Grupo Socialista es que, a partir de
este momento, se consolida una ruptura de modelo, que no solamente cambia
la universalidad por el aseguramiento, sino que deja las puertas abiertas
para que, paulatinamente, se vayan introduciendo copagos y más copagos,
ahora en la prestación farmacéutica, que es un copago sanitario, y dentro
de muy poco el de otros servicios que ya están anunciados por este
Gobierno.
¿Qué ocurre además de esto? Además de que la sanidad deja de ser universal
y gratuita, lo que quiere inmediatamente el Partido Popular es que deje
de ser pública. Este es el gran problema que nos estamos encontrando hoy,
con una privatización creciente de hospitales públicos que funcionan con
grandes profesionales, con un alto grado de excelencia y con un gran
nivel de eficiencia. (Aplausos). Nadie explica por qué se están
privatizando estos hospitales. Se nos dice que hay que hacerlos
sostenibles, pero yo me pregunto, señorías, ¿si no fueran sostenibles por
qué los va a querer coger una empresa privada? Claramente es que es un
negocio, y un negocio muy rentable. No estamos dispuestos a dejar que la
sanidad se convierta en un negocio. Es un derecho, es sostenible y es
eficiente. (Aplausos). ¿Quién ha dicho que por el hecho de privatizar la
sanidad vaya a ser más barata? ¿Dónde están los números? ¿Dónde están
esas propuestas? Se ha hecho todo con tal grado de opacidad, con tanta
falta de transparencia, sin contar con nadie, desde luego con nadie en
esta Cámara, pero tampoco con las organizaciones profesionales y
sindicales, que realmente no nos creemos nada, más bien lo contrario. La
historia nos demuestra que la privatización al final degenera en una
sanidad de menos calidad, menos eficiente y, desde luego, más cara. Eso
es lo que nos demuestra lo que está sucediendo en estos últimos años.
Nos preocupa lo que ocurra en Madrid. Madrid siempre ha sido la capital
donde había una mayor concentración de profesionales, una mayor
concentración de centros de referencia, con un altísimo grado de
especialización, un modelo para todo el mundo, y en este momento con la
propuesta que ha hecho el Gobierno regional de privatizar los cinco
grandes hospitales de Madrid, aquellos que han convertido la sanidad
madrileña en una sanidad de referencia, se corre un grave riesgo. Han
conseguido, señores del Partido Popular, que con esta propuesta se unan
todos los profesionales, se unan todos los sindicatos médicos, algo
inédito hasta ahora, porque tienen un altísimo grado de compromiso con
una sanidad universal, pública y gratuita. Dicen que no es sostenible,
pero les puedo asegurar que es sostenible y que hay fórmulas para hacerla
más sostenible.
Cuando yo era ministra de Sanidad y Política Social conseguimos rebajar el
coste de la sanidad en más de 6.000 millones de euros. Por cierto, cuando
dicen que dejamos una deuda hay que recordarles a los señores del Partido
Popular que la deuda de la sanidad es la deuda individual de todas las
comunidades y que es, precisamente, la deuda de la Comunidad Valenciana
la más alta en sanidad, y que eso tiene que ver con decisiones que toma
un presidente que prefiere gastar el dinero en Fórmula 1 que en
hospitales. (Aplausos). Es sostenible si se toman decisiones acordadas
con los profesionales y se trata de recortar cuando es necesario con
motivo de la crisis económica. No me digan que en este sistema de
aseguramiento que han creado se incorporan otros colectivos como nunca se
había hecho antes, que ya lo he oído algunas veces. Les diré que dejan
fuera a los inmigrantes irregulares, que representan muy poco,
representan un coste muy pequeño; pero sí que tiene un significado de
carácter ético y político que me parece una cicatería política; una
cicatería política. Hasta los médicos, de nuevo, les han criticado
alegando y poniendo sobre la mesa su código deontológico, que les obliga
a atender a todas las personas que llegan a sus consultas y no dejarlos
tirados en la puerta por el hecho de no tener papeles. Ya habíamos
consolidado con consenso, por cierto, señorías, con el consenso básico de
esta Cámara habíamos consolidado el desarrollo en la Ley General de Salud
Pública de la universalidad a todos los colectivos. Por tanto, no tiene
ahora explicación alguna que volvamos a retroceder treinta años volviendo
a lo que existía antes de la Ley General de Sanidad.
Por cierto, como también estoy oyendo decir en varias ocasiones a los
dirigentes del Partido Popular que el modelo de privatización está
consolidado y establecido en toda España, les diré que es radicalmente
falso. Donde se está privatizando, modelo avanzado, es en Valencia; donde
se está privatizando, modelo avanzado, es en Madrid; donde se está
privatizando y empezando es en Castilla-La Mancha, en Extremadura y en La
Rioja. Les puedo dar los nombres de los hospitales que han sido ya
licitados en concurso público. Son hospitales públicos, pagados con
dinero público y sostenidos por todos los españoles, y se están
entregando en manos privadas. Ya me dirán si es sostenible o no es
sostenible cuando están deseando los grupos privados hacerse con ellos.
Son más que sostenibles. ¿Y sabe lo que va a ocurrir al final? Lo que va
a ocurrir al final es que la sanidad perderá calidad y, sobre todo, y eso
es más grave, la sanidad dejará de ser pública pero siendo todavía más
cara, como nos demuestra la gestión que se viene realizando en los
últimos años.
Señorías, estamos ante una situación crítica y de extraordinaria gravedad.
Lo más importante que tenemos en nuestras manos en este momento, el
servicio público más apreciado por los ciudadanos: la sanidad pública,
puede generar una mayor incertidumbre, el miedo ante la enfermedad.
Estamos ante el modelo quizá que ha unido un mayor consenso entre los
ciudadanos en los últimos treinta años, que es un modelo de excelencia,
un ejemplo para todo el mundo, pero estamos ante una situación crítica.
Si no somos capaces de reaccionar, la verdad es que daremos un mal
ejemplo a las generaciones venideras. Si no somos capaces de defender lo
que hemos logrado, sobre todo en un momento de crisis y de dificultad, es
que no tenemos la menor sensibilidad de lo que supone proveer servicios
públicos a la ciudadanía. Hablemos de ciudadanos y no de asegurados.
Hablemos de derechos y no de beneficios. Hablemos de prestaciones
públicas y no de sanidad privada. Tengamos muy claro que si lo hemos
conseguido hace treinta años, que teníamos un producto interior bruto más
bajo, que teníamos menos recursos, que teníamos menos de todo y, sin
embargo, los profesionales construyeron con su esfuerzo, con su trabajo,
todos los profesionales, junto con los grupos políticos, algo de tanta
calidad, algo que funciona, ¿por qué nos lo vamos a cargar ahora? Si se
trata de hacerlo sostenible, hagámoslo sostenible entre todos, pero no
digamos que simplemente por entregarlo a manos privadas vamos a conseguir
hacerlo sostenible. Entregándolo a manos privadas lo que hacemos es darle
negocio a unos pocos. Entregándolo a manos privadas lo que hacemos es
establecer una dualidad entre aquellos que pueden pagar una sanidad y los
que se quedarán con la sanidad pública con mínima atención y calidad
asistencial. Eso es lo que tenemos que defender. (Aplausos).
Señorías, hoy la gente nos está mirando. Hay una huelga en la sanidad
pública en Madrid, hoy y mañana, y la semana que viene. Todos hemos
tenido por razones personales o familiares que acudir alguna vez a un
centro hospitalario, a un centro de salud. Todos hemos visto el grado de
entrega, de dedicación, de profesionalidad y todos hemos visto también
cómo en estos últimos días se nos han acercado para pedirnos, por favor,
que defendamos el sistema público de salud, el que hemos creado entre
todos. Creo que merece la pena que seamos capaces de rectificar y al
Partido Popular les pido que rectifiquen, que volvamos al modelo al que
todos los grupos políticos -estoy segura- darán su confianza, que es el
modelo universal, público y gratuito.
En turno de fijación de posiciones, por el Grupo Mixto, que va a compartir
su tiempo, tiene la palabra en primer lugar el señor Quevedo.
El señor QUEVEDO ITURBE: Gracias, señor presidente.
Señorías, intervengo en nombre de los nacionalistas canarios, Coalición
Canaria-Nueva Canarias, para apoyar la toma en consideración de la
proposición de ley que ha defendido la representante del Grupo Socialista
anteriormente. Uno de los hitos del ingreso del Estado español, entre las
que se podrían denominar sociedades desarrolladas, fue un conjunto de
normas, de principios, de derechos, de reconocimientos que comenzaron con
la Constitución española y continuaron con otras leyes, entre las cuales
he de destacar la Ley 14/1986, General de Sanidad, que vino a suponer ni
más ni menos que el reconocimiento del derecho a la salud, la
responsabilidad pública frente al principio de responsabilidad individual
en el reconocimiento del derecho a la salud, y vino a compensar en parte
la incertidumbre que se nos había generado a aquellos que defendíamos la
necesidad de un sistema sanitario público bien desarrollado en el Estado
español, y vino a compensar una cierta indefinición de la Constitución
española que en su artículo 43 de verdad reconoce el derecho a la
protección de la salud, pero no lo hace en el capítulo de los principios
fundamentales o de los derechos fundamentales, lo hace en el capítulo de
los principios rectores de la política social y económica. Se incorpora
así el Estado español en el club de aquellos Estados, de aquellos países,
que reconocen que los ciudadanos tienen que tener garantizado un mínimo
básico, un mínimo de dignidad ciudadana básica que está relacionada,
entre otras, sin duda con ese principio del reconocimiento a la salud, y
ese principio para ser un principio de carácter general y superar de
verdad el principio de responsabilidad individual, no puede estar
recogido de otra manera que como venía en la Ley General de Sanidad, que
es el principio de universalidad y gratuidad; un principio de gratuidad
que hemos defendido a lo largo de muchos años, que ha sido una conquista
de la mayoría de la ciudadanía del Estado español y que, en consecuencia,
nosotros creemos que hay que volverlo a defender. Nada justifica que vía
real decreto-ley se haya dado un golpe en la línea de flotación al
derecho a la salud que tenía reconocida la ciudadanía del Estado español.
Menos aún en un momento de recesión económica grave en la que los
colchones, los amortiguadores sociales para garantizar la dignidad de las
personas, entre otros, pasan por el reconocimiento de este derecho sin
restricciones; y también como se ha señalado aquí, para finalizar, cuando
se demuestra que el sistema público sanitario español en relación con la
media de los países de la OCDE o con la inmensa mayoría genera más salud
con menos costo, menos repercusión sobre el PIB, un sistema absolutamente
eficiente y necesario. Por tanto, pedimos a los señores del Partido
Popular que reconsideren esta medida. Ya sabemos que lo que está detrás
de esto es la ideología, pero, sinceramente, creemos que es el momento de
que se reconsidere esta proposición de ley y se corrija semejante agravio
contra la gente que peor lo pasa, que más sufre en este momento en el
Estado español.
Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Quevedo.
Señora Pérez Fernández.
La señora PÉREZ FERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.
Señorías, es cierto, tal y como se reconoce en la propia proposición de
ley que debatimos y tal y como reconocen también desde los profesionales
de la sanidad hasta sus usuarios, que hay un antes y un después de la
aprobación del Real Decreto-ley 16/2012. Señora Jiménez, usted y su grupo
ponen de manifiesto con esta proposición de ley su rechazo al Real
Decreto-ley 16/2012, rechazo que desde el Bloque Nacionalista Galego
compartimos claramente. Con la salvedad de la Ley 15/1997, de nuevas
formas de gestión de la sanidad, que facilitó la privatización de la
gestión y provisión de servicios sanitarios, es este Real Decreto-ley
16/2012 de este Gobierno el que introduce cambios fundamentales en el
sistema sanitario público que atentan contra la universalidad, la
accesibilidad, la equidad y el carácter redistributivo. Desde luego, la
posición ultraliberal que considera, como usted antes dijo, que cada
quien debe acceder a los servicios sanitarios que pueda costearse, queda
entusiásticamente expresada en este real decreto y dista mucho de lo que
organizaciones políticas como la nuestra defienden. El BNG entiende la
sanidad como uno de los pilares esenciales del Estado del bienestar,
apuesta por la atención sanitaria como un derecho de los ciudadanos y
promueve el acceso a los servicios de forma universal y gratuita. El Real
Decreto-ley 16/2012 se sustenta en un argumentario absolutamente falaz:
por un lado, la insustentabilidad
del actual sistema sanitario y, por otro, que la gestión privada de la
sanidad es más eficiente que la pública.
La crisis económica, no provocada precisamente por las ciudadanas y
ciudadanos usuarios de la sanidad pública, vuelve a valer como excusa al
actual Gobierno y a los de muchas comunidades autónomas gobernadas por el
PP para realizar profundos recortes que están produciendo un severo
impacto en la calidad asistencial y también en las condiciones laborales
del personal sanitario. El objetivo real no es reducir el gasto público,
sino conseguir la desviación de parte de los presupuestos para los
bolsillos privados. El Real Decreto-ley 16/2012 es, a nuestro juicio, la
vela de proa de la política sanitaria del Partido Popular, orientada a
recortar el derecho a la salud para transformarlo en una mercaduría. A
pesar de que la Constitución y la Ley General de Sanidad de 1986
reconocen la asistencia sanitaria como derecho ciudadano vinculado a la
residencia en el Estado, este real decreto lo vincula a la cotización a
la Seguridad Social con la finalidad de dejar sin este derecho a los que
no hayan cotizado. Es decir, se deja a las personas sin asistencia por
motivos económicos. Si este hecho ya es grave, resulta además que muchos
de los asegurados que tienen derecho a asistencia sanitaria están
sometidos al copago o lo que nosotros mejor llamamos repago por servicios
y prestaciones sanitarias. Este real decreto obliga a pagar una parte de
los medicamentos a los pensionistas, o por ejemplo, las prótesis, el
transporte en ambulancia no urgente y los alimentos especiales, mientras
que las actuaciones sobre la industria farmacéutica...
El señor PRESIDENTE: Señora diputada, tiene que acabar.
La señora PÉREZ FERNÁNDEZ: Termino, señor presidente.
Mientras que las actuaciones sobre la industria farmacéutica son
testimoniales y de escaso impacto económico.
En los últimos treinta años -acabo, señor presidente- esta es una norma,
como otras dictadas por el Gobierno del Partido Popular en este último
año, también de fuerte carácter recentralizador e intromisor respecto a
las competencias de las comunidades autónomas. Por cierto, periodo -los
últimos treinta años- en el que la esperanza de vida de los españoles ha
aumentado sensiblemente, y desde luego en forma contraria a lo que
establece el Real Decreto 16/2012.
Gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Pérez.
Señor Iñarritu.
El señor IÑARRITU GARCÍA: Muchas gracias, señor presidente.
Señorías, en primer lugar, desde Amaiur consideramos que la asistencia
sanitaria debe ser un derecho universal para todas las personas,
independientemente de que coticen a la Seguridad Social o de que cuenten
con la residencia. Creemos y defendemos que un Estado social, un Estado
de bienestar debe tener como pilar fundamental la sanidad pública y
universal. La accesibilidad universal a los sistemas de salud, a los
centros sanitarios es la garantía de un servicio de salud equitativo. Si
no hay equidad en la atención, se colabora en la profundización de las
desigualdades sociales y supone la pérdida de la cohesión social en
cualquier territorio, y esto es peligroso tanto para la convivencia como
para la solidaridad. A día de hoy, por medio del decreto del Partido
Popular se ha restringido el acceso a la asistencia sanitaria a los
inmigrantes sin regularizar, justamente aquellas personas que están
sufriendo especialmente la crisis. Señorías, ha costado cien años lograr
un sistema de salud como el actual y se lo están cargando de un decretazo
al considerar la salud y su atención un nicho de negocio. El decreto del
Partido Popular establece varios niveles de aseguramiento. Esto es
peligroso pues, al establecer niveles distintos de prestaciones
sanitarias según los distintos niveles de copago o de aseguramiento, se
crean las bases para que los seguros privados entren en la película más
pronto que tarde. Señorías, es contradictorio exigir el derecho al
aseguramiento a la Seguridad Social para tener el acceso a la sanidad
cuando el sistema de salud es financiado en el ámbito del Estado español
con los impuestos de todos y todas.
En segundo lugar, consideramos que desde una concepción de extensión de
derechos y solidaridad básicos es conveniente homogeneizar las carteras
de prestaciones, ajustándose, eso sí, a las peculiaridades y demandas
sanitarias de cada territorio. Y desde luego reclamamos para nuestro
país, para Euskal Herria, que se gestione su sanidad soberanamente, con
sus recursos propios y sin interferencias estatales para así poder dar el
mejor servicio posible a todas las personas.
En tercer lugar, queremos subrayar que estamos radicalmente en contra de
las estrategias de privatización de la sanidad del Gobierno del PP. Las
empresas privadas responden a intereses de beneficio económico, no han
demostrado una mayor eficiencia y su implantación se hace a costa de
empeorar la calidad del servicio y deteriorar los derechos tanto de los
usuarios como de los trabajadores del sistema sanitario público. Por
cierto, enviamos un abrazo solidario a los trabajadores de la sanidad
pública de la Comunidad de Madrid, que están en huelga por una demanda
justa.
En definitiva, desde Amaiur defendemos un sistema de asistencia sanitaria
público, universal, de calidad y gratuito. Por todo ello apoyaremos esta
proposición del Grupo Socialista.
Muchas gracias, presidente.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Iñarritu.
Por el Grupo Parlamentario Vasco (PNV) tiene la palabra el señor
Olabarría.
El señor OLABARRÍA MUÑOZ: Señor presidente, señorías, señora Jiménez, en
el frontispicio de su intervención ha hecho una proclamación que
compartimos en sus propios términos: Sanidad universal, pública y
gratuita. No tiene dudas: requerimiento constitucional. Contenido
esencial del artículo 43 de la Constitución, irrefutable para un partido
constitucionalista, para un partido que pretenda defender los preceptos
constitucionales y su contenido esencial, preceptos ya desarrollados por
prolija jurisprudencia constitucional. No podría invocar su condición de
constitucionalista un partido que niegue estas características o estos
perfiles del derecho a la asistencia sanitaria. Pero no solo lo impone
así y con estas características, con este perfil, con esta categorización
la Constitución española, lo hace la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, artículos 15 a 17: sistema sanitario universal, público
y gratuito. Pero lo haría -ya que se ha estado invocando recurrentemente
a los profesionales sanitarios- el juramento hipocrático, que obliga a
atender a cualquier persona -mediante una fórmula que no es menester
reproducir aquí pero que cualquiera de los médicos que forman parte de
este hemiciclo la conocen perfectamente- que padezca cualquier quebranto
de salud, cualquiera que sean sus circunstancias jurídico-administrativas
o personales. Estamos totalmente de acuerdo.
No es -tengo que decirlo- el contenido material de la proposición de ley
que han presentado el problema de la privatización, problema que sí
contradice los requerimientos constitucionales y la jurisprudencia
constitucional. Si la sanidad se está privatizando -eufemísticamente se
comenta que se está privatizando la gestión sanitaria, pero lo que se
está privatizando es la prestación sanitaria-, dejémonos y olvidémonos de
eufemismos o de reflexiones perifrásticas que no conducen más que a la
confusión. Se están incumpliendo los requerimientos de la Constitución en
la definición del sistema sanitario del Estado español y de las
comunidades autónomas, que tienen sus propios sistemas sanitarios en
virtud de las competencias habitualmente o normalmente de desarrollo
legislativo y ejecución de la legislación básica del Estado; pero no solo
los requerimientos de la Constitución, se están incumpliendo los
requerimientos de toda la legislación previgente al Real Decreto-ley
16/2012, que son los que ustedes refutan y nosotros refutamos en su día,
y los volvemos a refutar hoy, por razones prestacionales, por razones de
concepción de modelo y por razones competenciales. Porque este Real
Decreto-ley 16/2012 vulnera las competencias autonómicas en materia de
asistencia sanitaria, vulnera las prestaciones del catálogo previgente en
virtud de distintas leyes, como la primera Ley General de Sanidad, del
año 1986; como la Ley de Presupuestos que amplificaba, desvinculando la
atención sanitaria de la condición de asegurado, a la condición de
ciudadano; como el Real Decreto del año 1989, el Real Decreto 1088/1989,
que seguía avanzando en ese tracto ajustado a los requerimientos
constitucionales jurisprudencial y perfectamente marcados por el Tribunal
Constitucional de universalidad, vinculando al concepto de ciudadanía no
al concepto de aseguramiento la prestación sanitaria; como la Ley de
Presupuestos ya citada de 1999 y, por fin, como la Ley General de Salud
Pública, de 2011, así como la Ley anterior, del año 2003, de cohesión y
calidad del Sistema Nacional de Salud.
Ustedes pretenden una operación quirúrgica -vamos a utilizar esta
expresión porque parece pertinente en un debate de estas características-
de derogar el Real Decreto-ley 16/2012 y recuperar la legislación
previgente, pero además limando algunas de las aristas que nos hacían
renuentes en relación con la legislación previgente, que tenía un cierto
carácter centralizador, una cierta inspiración jacobina, estableciendo
que en materia de definición de las carteras, de lo que se denomina
técnicamente categorización de las carteras, la cartera común que ustedes
preconizan en su proposición de ley será la definida por las comunidades
autónomas siempre que las comunidades autónomas mantengan por lo menos la
cartera prestacional del Estado español. Nos parece bien, entre otras
cosas, porque la mayoría,
o por lo menos algunas comunidades autónomas como la que yo represento
-represento a todas, pero particularmente me siento más afectado
sentimentalmente respecto a una, como cualquiera puede comprender-,
tienen una cartera prestacional de servicios mucho más amplia que la
prevista para el Estado español. Con lo que se excluyó en el Real Decreto
16/2012 -transporte, productos dietéticos y ortoprotésicos- tenemos un
serio problema desde una perspectiva de salud en este país con relación a
las prótesis y a los problemas ortoprotésicos, sobre todo cuando afectan
a la infancia. Las familias que tienen hijos con problemas de
ortoprótesis, que un real decreto de desarrollo del Real Decreto 16/2012
ya les ha limitado y les obliga a pagar prótesis carísimas, que pocos
ciudadanos pueden permitirse el lujo de pagar, para que sus hijos tengan
una vida razonablemente normal o convencionalmente normal. Ese real
decreto lo tenemos que refutar con la misma intensidad que estamos
refutando el Real Decreto 16/2012. Desde esa perspectiva, compartimos la
recuperación de la legislación previgente y la categorización de la
cartera de servicios prestacional que ustedes establecen en esta
proposición no de ley con relación al respeto de las competencias de las
comunidades autónomas y lo que prevé el artículo 18 del Estatuto de
Autonomía de Euskadi en lo que concierne a mi grupo parlamentario.
En cuanto a su discurso, basado en la privatización, les diré que la
privatización del sistema sanitario es la antítesis del contenido
esencial del artículo 43 de la Constitución y su desarrollo por prolija
jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Es un acto antijurídico, es
un acto que se podría recurrir a los tribunales por lesividad, que se
podría recurrir al Tribunal Constitucional por ser manifiestamente
inconstitucional. Mediante los elementos de legitimación que prevé la Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional ustedes, que poseen 50 diputados,
podrían haber recurrido este real decreto-ley, como han recurrido otros,
entre ellos la reforma laboral. Es un acto que yo tengo la absoluta
convicción moral, aunque no la podré probar nunca, de que la propia
ministra de Sanidad está convencida de que contradice los requerimientos
constitucionales, los requerimientos de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos y los requerimientos del juramento hipocrático.
Señora Jiménez, cuando se empieza privatizando la sanidad se abre una
espita peligrosa para privatizar cualesquiera otros servicios públicos.
¿Qué acredita este fenómeno? Una patología con la que llevamos demasiado
tiempo conviviendo, desde que empezó la crisis: la pérdida de soberanía
económico-social del Estado español en pro de las -iba a decir, expresión
impropia, recomendaciones- imposiciones de instituciones comunitarias que
imponen una cierta forma de concebir, mediante la utilización e
implementación de mecanismos de ahorro y de recorte, la prestación de los
servicios públicos. Indirecta y tácitamente el siguiente paso, inevitable
mediante un mecanismo de tracto sucesivo que está consignado en el
artículo 31 del Memorándum de entendimiento, lleva a un principio de
privatización que se puede generalizar si no se corta a tiempo esta
peligrosa extensión -nunca mejor utilizada la expresión- de esa
patología.
Desde esa perspectiva, señora Jiménez, vuelvo a reiterar, aunque no es lo
que consta en el contenido material de su articulado, ni siquiera de su
exposición de motivos, nuestra oposición más rotunda a la privatización y
nuestro apoyo a la recuperación del carácter universal, gratuito y
público de la prestación de la sanidad; a que la prestación de la
sanidad, cuando se habla de universalidad, afecte a los extranjeros. Este
real decreto-ley cometió una manifiesta operación antijurídica, cual es
la de, sin tener rango normativo suficiente, modificar una ley orgánica,
la Ley Orgánica de Extranjería, la Ley 4/2000, una ley del Partido
Popular, donde ya se reconocía la asistencia a los extranjeros
empadronados en el Estado español mediante una reinterpretación
jurisprudencial del Supremo y del Tribunal Constitucional. Un real
decreto-ley no puede modificar una ley orgánica por un problema de
carencia de rango normativo suficiente.
Por estas razones y otras muchas que podríamos decir, por requerimientos
elementales de justicia social, sí a la atención de los extranjeros
empadronados, sí a la atención de las personas que han agotado la
prestación y el subsidio de desempleo, sí a la prestación de las personas
que nunca cotizaron, sí a la atención a los trabajadores autónomos que,
mediante organizaciones configuradas mediante la Ley de Ordenación del
Seguro Privado, tienen fórmulas diferentes de ser atendidos en el ámbito
sanitario. Sí a la atención de estos, aunque luego las mutuas a las que
pertenezcan tengan que reponer a la sanidad pública los gastos
ocasionados por su atención sanitaria. Sí a la atención, en definitiva,
de los ciudadanos, señora Jiménez, y no a la atención de los asegurados.
Este elemento de restricción no solo es inconstitucional, sino
materialmente injusto.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Olabarría.
Por el Grupo Parlamentario de Unión Progreso y Democracia, tiene la
palabra el señor Cantó.
El señor CANTÓ GARCÍA DEL MORAL: Gracias, señor presidente.
Doña Trinidad Jiménez, votaremos a favor de esta toma en consideración
porque nos parece fundamental poder debatir aquí, en sede parlamentaria,
acerca de otro de los grandes frentes que se nos presentan hoy en día en
estos momentos de crisis, el frente de la sanidad. El Partido Popular,
pero no solamente el Partido Popular, también Convergència i Unió en
Cataluña o incluso también el Partido Socialista -y ahora explicaré por
qué lo digo- nos han abocado a un cambio de modelo y la excusa para
llevarlo a cabo la mayor parte de las veces es la de la herencia
recibida. Es algo que hemos oído aquí muchísimas veces. Es cierto,
señores del Partido Popular, que la situación económica que ustedes han
heredado no es envidiable, pero también es cierto que ustedes hacen
política y hacen una elección clara de dónde quieren ahorrar y dónde
quieren dejar de hacerlo. También es cierto que el cambio de modelo,
según nosotros, según Unión Progreso y Democracia, señora Jiménez, viene
de atrás y que, por lo tanto, el Partido Socialista Obrero Español tiene
una parte importante de responsabilidad (Rumores). Ahora explicaré por
qué creemos que es así. (Protestas). Ahora explicaremos por qué creemos
que es así, paciencia. Hemos hablado a menudo en sede parlamentaria del
ahorro que supondría hacer lo mismo en las administraciones públicas que
estamos obligando a que hagan las familias y las empresas de este país,
es decir, adecuar los gastos, adecuar la estructura a la nueva situación
económica. Nosotros no sabemos lo que ustedes, señores del Partido
Popular, pretenden ahorrar con los cambios que están efectuando en
nuestro sistema sanitario, y no lo sabemos porque ni siquiera son capaces
de transmitirnos, de presentarnos unos estudios económicos medianamente
fiables. Pero si sabemos, por ejemplo -lo hemos repetido numerosas veces
en sede parlamentaria- que aplicando los criterios de las comunidades
autónomas más eficientes al resto de las comunidades autónomas, acabando
con privilegios fiscales de Navarra y País Vasco, eliminando
diputaciones, fusionando ayuntamientos, eliminando fundaciones y
sociedades públicas ustedes serían capaces de ahorrar ni más ni menos que
más de 35.000 millones de euros al año, pero no quieren hacerlo; no
quieren hacerlo. Señores del Partido Popular, ustedes prefieren hacer
recortes sociales; es decir, para que quede claro el titular, el Partido
Popular decide ahorrar a costa de la sanidad. Esto para nosotros además
es especialmente preocupante porque está sucediendo un auténtico y
profundo cambio de modelo. Ya lo hemos oído antes, un modelo que por
primera vez hace que aparezca en nuestro país la figura del asegurado.
Esto es para nosotros lo preocupante, un modelo que deja, por lo tanto,
de ser universal; un modelo, señores diputados, por el que éramos y por
el que seguimos siendo envidia de muchísimos países de este mundo; un
modelo que corre peligro y que poco a poco se está deshaciendo.
Pero este es un modelo -no debemos dejar de hablar de ello- que ya estaba
herido. La señora Jiménez ha citado aquí algunos hitos para ella
importantes de cómo se ha mejorado el modelo, pero algunos de esos hitos
que usted ha mencionado para nosotros son unas pruebas preocupantes de
cómo comenzó la decadencia de este modelo. El Partido Popular y el
Partido Socialista, según nosotros, señora Jiménez, según Unión Progreso
y Democracia, han permitido que quien proclama los derechos no tenga ya
las herramientas necesarias para hacerlos efectivos. Esto para nosotros
es especialmente grave y ha generado multitud de problemas que afectan a
cosas tan sencillas, señora Jiménez, señores del Partido Popular, como la
movilidad de nuestros ciudadanos, cuyas recetas o cuyas tarjetas
sanitarias no valen lo mismo en todo el territorio nacional. Ha tenido
algunos efectos tan desastrosos como que existan distintos derechos,
tratos o ventajas de nuestros ciudadanos -hablo de sanidad- dependiendo
del lugar de España donde uno resida; impide la movilidad de nuestros
trabajadores que, por ejemplo, por motivos como la lengua no pueden
acceder a determinados trabajos públicos. ¿Dónde está esa igualdad que se
proclama desde el Partido Popular o esa igualdad que ahora intenta pedir
o reivindicar el Partido Socialista? ¿Dónde existe? No existe, ya no
existe en nuestro país. Ahora mismo en algunas zonas de nuestro país, en
algunas zonas de España, las farmacias tardan en cobrar dos meses y pico
el dinero que les deben las administraciones públicas. En mi comunidad,
en la Comunidad Valenciana, señores del Partido Popular, las farmacias
están tardando seis meses y medio en cobrar el dinero, lo que está
obligando a los valencianos a hacer peregrinaciones por toda la Comunidad
Valenciana para encontrar fármacos en las pocas farmacias que están
abiertas, porque ahora mismo se lleva a cabo una huelga desde hace ya
varias semanas para intentar reivindicar el dinero que sus compañeros del
Partido Popular de la Comunidad Valenciana les deben. Los valencianos se
ven obligados a eso o a salir de la Comunidad Valencia, porque en Murcia
o en Castilla-La Mancha no existe el mismo problema. Existen
prestaciones, señores del Partido Socialista, señores del Partido
Popular, tan importantes como algunas vacunas, que son gratuitas en unas
comunidades autónomas y que valen bastante dinero en otras. Según la OCU,
la diferencia entre las listas
de espera en nuestro país puede llegar a ser de ochenta y cinco días, son
los que varían entre los veinte días de lista de espera media en Baleares
y los ciento cinco en Canarias. ¿Qué igualdad es esta?
Quisiéramos hablar también -por eso apoyamos esta proposición- de todos
los cambios que se están produciendo, y además a una velocidad inusitada,
en lo que significa una privatización del modelo. En lugares como las
comunidades autónomas de Madrid y Valencia se está haciendo muy
rápidamente. El proceso en Cataluña, señores de Convergència i Unió, fue
diferente; el modelo era diferente, pero nos encontramos con los mismos
vicios. Se comienzan a abrir hospitales privados, confiando en una
financiación privada que permite llevarlos a cabo con mucha rapidez,
aunque sospechosamente coinciden con ciertas fechas electorales, y además
con cláusulas abusivas. Por ejemplo, aquí en Madrid, ahora tenemos un
problema fundamental. En el Hospital de Valdemoro de Madrid, que lleva la
famosa empresa Capio, se consigue una actualización de pago a un 2 %
anual, lo que significa que dentro de treinta años el coste de la sanidad
a través de ese hospital será el triple de lo que es ahora. En la
Comunidad Valenciana, cuando las cuentas no les salen, señores del
Partido Popular, con esos hospitales privados que han permitido que se
abran ustedes no tienen ningún problema, cogen clientes -y quiero usar
esta palabra adrede, clientes, porque creemos que es así como están
tratando ustedes ahora mismo a los valencianos-, cogen clientes de
hospitales públicos y los reasignan a ese hospital privado, volviendo a
permitir que sea rentable y poniendo en peligro a ese hospital público
que queda casi vacío, y además entrando en una dinámica perversa que hace
que vuelvan a justificar los problemas de la sanidad pública por todas
esas medidas que están haciendo ustedes favoreciendo a la sanidad
privada. ¿Para quién trabajan ustedes, señores del Partido Popular? A
veces es un poco complicado averiguarlo. En Cataluña, en 1995 el 15 % del
dinero público se destinaba a la sanidad privada; en 2010 es el 50 %. Los
trabajadores de los hospitales privados son tratados mucho peor que los
de la sanidad pública. Los pacientes, repito de nuevo y esto es lo
dramático, se transforman en clientes.
Todo el sector, y esto debería hacernos pensar, absolutamente todo el
sector está en contra de lo que ustedes están llevando a cabo, señores
del Partido Popular. Además, es una privatización que se lleva a cabo sin
que nadie nos dé datos; el otro día usted me decía, señor Cervera, que me
iba a aportar datos concretos de cuáles son las ventajas económicas del
cambio de modelo. No existen tales datos; no existen, no son capaces de
proporcionárnoslos. En lugares como el Reino Unido se nos dice que es
mentira, que es absolutamente falso, que no es verdad que gestionando de
una forma privada la sanidad se consiga hacer una gestión más eficiente
que la pública. Por cierto, en lugares como el Reino Unido se llevan a
cabo cosas tan increíbles y que uno mira con tanta envidia desde aquí,
desde España, como que se dedique casi media hora de la ceremonia de
apertura de los Juegos Olímpicos a hacer una loa de la sanidad pública.
¡Qué envidia me da, como español, ver un espectáculo semejante y qué
lejos estamos aquí de hacer algo igual! En Madrid hablan de reducir
costes para justificar esa privatización y de que van a reducir de 600 a
440 en el Hospital Valdemoro de nuevo, cuando en otros hospitales que
quieren privatizar ya se está atendiendo a gente por menos, por 351, por
ejemplo, en el Infanta Leonor.
En fin, queremos hablar de todas esas cosas, por eso apoyamos esta
proposición, pero quisiera decir dos cosas para terminar. Tenemos unos
máximos y tenemos unos mínimos. Los máximos, nos estamos acostumbrando a
que ustedes nos los retiren una y otra vez y nos digan de todo. Pues
nuestros máximos pasan precisamente por intentar que el Estado vuelva a
asumir una competencia como la sanidad, no solamente para gestionar de
una forma más eficiente, señores del Partido Socialista, señores del
Partido Popular o señores de Convergència i Unió, sino sobre todo para
garantizar algo que consideramos que es esencial, para garantizar la
igualdad de todos los españoles. Pero también tenemos unos mínimos, unos
mínimos que yo como diputado no consigo entender cómo no somos capaces de
conseguir; unos mínimos que pasan, por ejemplo, por algo tan sencillo,
señores del Partido Popular, como encontrar algún mecanismo para que el
Gobierno pueda obligar a que alguno de los pagos que estamos efectuando a
las comunidades autónomas sean de carácter finalista. No puedo entender
cómo no somos capaces de garantizar que el dinero que estamos enviando,
por ejemplo, a la Comunidad Valenciana para cubrir el gasto de las
farmacias se termine utilizando en aeropuertos vacíos, o como he leído
hoy en las noticias en una deuda del Fútbol Club Valencia, o en políticas
identitarias, como ocurre en Cataluña. Me parece increíble que no seamos
capaces ni siquiera de garantizar algo tan obvio.
Para terminar, queremos evitar aquí, en sede parlamentaria, que socavemos
un derecho que nos hemos ganado, que hemos pagado, y quiero repetirlo.
Usted empezó en su intervención hablando de gratuidad. No hay tal
gratuidad, lo hemos pagado, lo estamos pagando. Todos los españoles nos
hemos
ganado ese derecho y lo hemos pagado. Señores del Partido Popular, en
sanidad y en muchas otras cosas -ya hablaremos de educación, etcétera-
nos negamos a ser tratados como clientes.
Gracias, señor presidente. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Cantó.
Por el Por el Grupo Parlamentario de IU, ICV, EUiA, CHA: La Izquierda
Plural, tiene la palabra el señor Llamazares.
El señor LLAMAZARES TRIGO: Gracias, señor presidente.
Señorías, pertenezco a una familia de sanitarios y si yo le preguntase a
mi padre hoy si quiere volver al Instituto Nacional de Previsión, me
diría: majo, tú no lo conociste. La historia de la sanidad centralizada
en este país es una historia de fracaso, señorías, no busquemos
argumentos falaces frente a problemas reales. Sin embargo, la historia de
la descentralización sanitaria y educativa en nuestro país es una
historia de éxito. Cuando yo comencé a estudiar la referencia era el
Sistema Nacional de Salud inglés. Ahora la referencia no es el Servicio
Nacional de Salud británico, la referencia es el Sistema Nacional de
Salud español. Esa es la diferencia. Ambos sistemas, para información de
la Cámara, son sistemas descentralizados, que han evolucionado en
paralelo, que han evolucionado en momentos diferentes, pero que
garantizan a los ciudadanos la sanidad como un derecho. Hoy, señorías,
estamos ante lo que podríamos denominar el asalto al Estado del
bienestar, el asalto a la sanidad pública española; en definitiva,
recordando a Steinbeck, Las uvas de la ira. Decía Steinbeck: cuidado con
asaltar las pequeñas propiedades, porque se unirán y se volverán contra
vosotros. Yo quiero decirle al Partido Popular: cuidado con tocar el
Pacto social del Estado del bienestar, porque se están uniendo y están
yendo contra vosotros por romper ese pacto.
Señorías, mi grupo parlamentario va a respaldar esta iniciativa. Sin
maximalismos, porque en esta materia no tenemos maximalismos. Hace
veinticinco años en este país se aprobó la Ley General de Sanidad y ya
entonces nosotros, que coincidíamos con los términos generales de la ley,
criticamos dos cosas: por una parte, que se vinculase la universalidad de
la ley a la situación económica y, por otro lado, que se dejase en una
nebulosa la financiación pública del sistema sanitario. Han tenido que
pasar muchos años para que en 1999 se financiase el sistema sanitario con
cargo a impuestos y para que muy recientemente, en la legislatura pasada,
consiguiésemos aprobar en la Ley de Salud Pública la efectiva
universalización del sistema sanitario español. Por tanto, sin
maximalismos pero, señorías, con total contundencia y rotundidad decimos
que las medidas que adopta el Partido Popular en esta materia cambian
radicalmente nuestro modelo. Podríamos decir que nos retrotraen a la
movida madrileña, si hablásemos de época, pero seríamos más exactos si
dijéramos que nos retrotraen a la mordida madrileña, señorías, porque
estamos no solamente ante el cambio de un sistema sanitario universal por
un sistema de seguro, de un sistema sanitario de mayor calidad por un
sistema sanitario peor y de menor cobertura, estamos fundamentalmente
ante un oportunismo. ¿Saben ustedes lo que es un oportunismo a veces
miserable? Aprovechar la debilidad de la gente para hacer negocio y en
estos momentos se está aprovechando la vulnerabilidad del país y de los
ciudadanos para buscar áreas de negocio en el sistema sanitario público
español. Además, señorías, se hace bordeando -si no sobrepasando- la ley,
porque este tipo de iniciativas de colaboración público-privada son todo
menos colaboración. Es subordinación, es suplantación o, mejor dicho,
malversación de fondos públicos, como ocurre en muchas comunidades
autónomas de este país donde familias del Gobierno y familias de las
empresas privadas se entrelazan para acabar con el derecho a la salud y
para convertirlo en un mercado y en un conflicto de intereses
inaceptable. (Aplausos). Ante eso se rebelan hoy los ciudadanos y los
sanitarios de este país, y bien harían en tomar nota de ello.
Pero, señorías, también han adoptado otro tipo de iniciativas y bien
estaría que nos dijeran cuál ha sido el resultado de esas iniciativas a
lo largo de estos meses. Han cambiado el modelo universal por un modelo
de seguro, sobre todo porque ustedes actúan con complejo. En estos
momentos su dependencia del imperio alemán les lleva a replicar hasta lo
que Alemania no tiene como ejemplo, porque el modelo sanitario alemán no
es un ejemplo, señorías; no lo es en términos de salud -tiene mucho
peores indicadores que nosotros- y no lo es en términos de eficiencia,
porque es mucho menos eficiente que nuestro sistema sanitario. Ustedes,
que son tan duros con los débiles, son muy flojos con los fuertes y
quieren mostrarle a Alemania que tiene en España una réplica y que al
menos nuestro sistema sanitario no va a tener ni un derecho más que el
sistema sanitario alemán. Flaco favor al país y flaco favor al sistema
sanitario.
Pero no solamente adoptan medidas de regresión en materia de modelo
sanitario, sino que han puesto en marcha recortes y repagos. Bien estaría
que nos dijeran en este momento cuál es el resultado de todo eso. El
resultado de los recortes en este momento son: más listas de espera, paro
sanitario en crecimiento y una pérdida de calidad del sistema. ¿Y el
resultado de los repagos? El resultado de los repagos es un flujo
financiero desde los sectores más desposeídos de la sociedad española a
favor de los sectores más pudientes. Ustedes vendrán aquí y dirán que van
a sacar 1.700 millones de euros de la aplicación del repago y del euro
por receta. Ustedes saben que 1.000 millones de euros de los que ustedes
sacan del repago y del euro por receta no es porque seamos más eficientes
en el gasto farmacéutico, sino porque los más desposeídos, los
pensionistas y los crónicos están transfiriendo rentas a otra parte mucho
más fuerte del sistema sanitario y de la sociedad española. Esa es la
rentabilidad y el resultado de sus medidas de repago y del euro por
receta. Me gustaría que hoy aquí el Gobierno y el partido que apoya al
Gobierno dijeran a qué carta se quedan en el euro por receta. Dicen que
van a recurrir el euro por receta, pero se dan cinco meses para
recurrirlo ante el Tribunal Constitucional. Permítanme, señorías, que les
diga que son ustedes cínicos desde el punto de vista político. Si tienen
claro que el euro por receta es inconstitucional, recúrranlo. Si no lo
recurren, señorías, es porque ustedes están de acuerdo con el euro por
receta, al igual que han puesto en marcha también el repago en materia
sanitaria. Dirán que no, que es el repago en materia farmacéutica; y los
ciudadanos y yo nos asombraremos de que ahora resulte que lo farmacéutico
no es sanitario. Señorías, ustedes han puesto en marcha un mecanismo de
repago y de copago farmacéutico que hace menos accesible e igualitario
nuestro sistema sanitario.
En tercer lugar, señorías, tienen ustedes guardada en el cajón la cartera
de servicios. Pero algo ya sabemos, ya sabemos que han encargado
determinados estudios en relación con la cartera de servicios y han
creado varias comisiones. ¡Qué curioso es que todas las comisiones que
han creado tienen que ver con la cintura para abajo o tienen que ver
fundamentalmente con los negocios! Ideología y negocios, es lo único que
parece interesarles en relación con la futura cartera de servicios. En
vez de una cartera de servicios, como han dicho, que sea igual para todos
los ciudadanos, lo que pretenden es una cartera de servicios que
introduzca el mercado en el sistema sanitario y que, como he dicho antes,
no vaya en el sentido de la colaboración público-privada, sino en el
sentido de la suplantación del sistema público por un sistema privado en
nuestro país. Señorías, frente a todo esto se está movilizando el sector
sanitario, se están movilizando los ciudadanos, y hoy las fuerzas
políticas vamos a votar a favor de esta iniciativa que intenta reponer lo
mejor de nuestro sistema sanitario, el hecho diferencial universal del
sistema sanitario.
Termino, señorías, con lo universal. Qué vergüenza que para mostrar su
sujeción, su sumisión al Gobierno alemán hayan tenido que excluir a la
parte más débil de la sociedad española -sí, digo sociedad española-,
porque universal es universo, universal no es los ciudadanos de primera y
los ciudadanos de segunda, y ustedes en estos momentos son responsables
no solamente de la exclusión de los inmigrantes sin papeles, sino del
caos que existe en colectivos sociales que no saben si tienen cobertura
sanitaria o no la tienen. Eso está pasando en el conjunto de las
comunidades autónomas, en la propia Seguridad Social, que da órdenes
contradictorias a las comunidades autónomas, y en definitiva eso
significa no solamente un asalto al sistema sanitario sino una
desestabilización del sistema sanitario.
Asalto al sistema sanitario público y desestabilización de la sanidad
pública. ¿Por qué? Por ideología y por intereses; por ideología
ultraliberal que no puede demostrar la mayor eficacia del sistema
sanitario privado, sino al contrario, y por intereses; los intereses de
conseguir que los 60.000 millones del sistema sanitario público se
conviertan en una fuente de negocio, pero esos intereses son contrarios a
los derechos de los ciudadanos, son contrarios a la sanidad pública y son
contrarios a la calidad de la atención. Estas medidas tienen cara y ojos,
tienen víctimas. La privatización de la sanidad produce más enfermedad y
más mortalidad, y esas víctimas tienen responsables.
Muchas gracias. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Llamazares.
Por el Grupo Catalán de Convergència i Unió, tiene la palabra la señora
Tarruella.
La señora TARRUELLA TOMÀS: Muchas gracias, señor presidente.
Señorías, Convergència i Unió va a apoyar esta proposición de ley por dos
motivos. Desde luego, ninguno de ellos coincide con los de UPyD, como
lógicamente se pueden imaginar, pero queremos explicar y matizar bien
estos dos motivos por los que vamos a apoyar esta proposición de ley. El
primer motivo es
porque desde punto de vista conceptual estamos de acuerdo, en términos
generales, con casi todo lo que pone en esta proposición de ley de
universalización del derecho a la asistencia sanitaria pública presentada
por el Grupo Parlamentario Socialista y porque además se acerca muchísimo
al modelo que tenemos en el marco de la Ley 15/1990, de Cataluña. Algunos
grupos parece ser que no se han enterado de cómo funciona el modelo
catalán, ya que esta Ley de Ordenación Sanitaria de Cataluña ordena
nuestro sistema público de acuerdo con los principios de
universalización, integración de servicios, racionalización, eficacia y
eficiencia en la organización sanitaria, descentralización y
sectorización de la atención sanitaria y participación.
Estamos de acuerdo en que en la situación actual hemos de matizar algunos
aspectos de la proposición de ley que han presentado, como el de regular
la asistencia sanitaria por parte de extranjeros que vienen a hacer aquí
turismo sanitario -estamos totalmente de acuerdo en que no es lo mismo
que la asistencia a los inmigrantes-, modelo que hemos optado por poner
en práctica en Cataluña. Desde Convergència i Unió hemos criticado
reiteradamente este Real Decreto 16/2012, porque se salta la condición de
ciudadano y la cambia por la de asegurado. Esta condición no nos gusta,
lo hemos denunciado una y mil veces y lo continuaremos denunciando.
Cuando nos posicionamos aquí respecto de este real decreto lo
denunciamos, presentamos al Gobierno un texto alternativo y le pedimos
por activa y pasiva que lo tramitara como proyecto de ley para poder
hacer las modificaciones y las aportaciones que consideramos
imprescindibles. Quiero decir también aquí que coincidimos con la señora
Jiménez en la falta de transparencia que hay en los reales decretos que
se han ido sucediendo a lo largo de este año.
Se puede generar un problema de salud importante en nuestro país al no
atender a colectivos de inmigrantes con algunas enfermedades infecciosas
-tal y como está este real decreto-, y nos preocupa. Hay otros puntos en
los que no coincidimos, pero el segundo motivo por el que decimos que
vamos a apoyar esta proposición de ley es porque somos partidarios de que
estas cuestiones se presenten en este hemiciclo como proposiciones de
ley, como proyectos de ley, para que podamos debatir, para que podamos
aportar y para que podamos consensuar entre todos. Nos gustan las
proposiciones de ley y los proyectos de ley, y no nos gusta esta gran
cantidad de reales decretos que en estos momentos se presentan uno tras
otro y que se nos imponen. Este es el segundo motivo por el que nosotros
lo apoyaríamos, porque aun no estando de acuerdo al cien por cien, hay
pequeños matices que nos gustaría aportar y además estamos seguros de que
podríamos llegar a consensos a lo largo de su tramitación.
Voy a hacer referencia a otros aspectos que no nos gustan del real decreto
y que, por tanto, nos gustaría poder modificarlos en la tramitación de
este proyecto de ley. Esta mañana en la Comisión de Discapacidad de este
Congreso, si en una cosa hemos coincidido ha sido en criticar otra vez
este real decreto. Hoy tocaba la parte de las aportaciones que tienen que
hacer los ciudadanos por los materiales ortoprotésicos. Es muy injusto, y
aquí lo hemos dicho por activa y por pasiva, que los tramos para las
aportaciones sean tan grandes, tan desiguales para todas las familias;
que se haga aportar lo mismo a las familias que ganan 18.000 euros que a
las que ganan 99.999; que a las familias que tienen pacientes crónicos,
personas con discapacidad y que además necesitan servicios de
rehabilitación se les paga el triple, tres veces por lo mismo, y tienen
que aportar lo mismo que las personas que no tienen a nadie a su cargo.
Esto es una tremenda injusticia y aunque se nos dice que esto se
modificará, que se arreglará, en el tema de los ortoprotésicos, por
ejemplo, ha salido ya el decreto y se aplican los mismos tramos que para
la prestación farmacológica; según los ingresos de estas personas,
tendrán que pagar su material ortoprotésico, mucho de él desfasado, por
cierto, porque las nuevas incorporaciones no están todavía en el
catálogo, y si las ponen y aplican estos tramos, muchísima gente que los
necesita no va a poder llegar. Se nos dice que ahora, mediante una orden,
se van a poner topes máximos, pero esta orden tendría que haber salido el
mismo día o al día siguiente que se hizo el decreto de desarrollo del
Real Decreto 16/2012, porque este decía que entraba en vigor al día
siguiente de su presentación, y así estamos. Menos mal que, a pesar de
que dicen algunos que hay tanta desigualdad en las comunidades autónomas,
mientras tanto se está cubriendo y aportando desde las comunidades
autónomas, cada una con lo que pueda -unas quizá más que otras-, la
diferencia para que no les sea tan gravoso a las personas con problemas
de discapacidad o, haciendo excepciones, les ayudan a proveerse del
material ortoprotésico que está necesitando.
Conocen la diferencia del sistema sanitario catalán respecto del de otras
comunidades autónomas; diferencia de colaboración y de convenios. Por lo
tanto, cuando aquí se habla de la sanidad totalmente pública, siempre lo
matizamos: salvaguardando las competencias que tienen las comunidades
autónomas y salvaguardando los modelos sanitarios que funcionan y que
funcionan bien. A nosotros no nos gusta que
se traigan a debatir aquí problemas que existen en una comunidad
determinada y concreta, que creemos que tendrían que debatirse en los
parlamentos de esas comunidades, si es que se cree en ellos, claro. Pero
de esto, lo que menos nos gusta es que con un real decreto se carguen las
competencias que muchas comunidades autónomas tienen en muchos aspectos,
y se nos obligue a esa gran uniformación, cuando algunas podrían ayudar
más si no se hiciera así. En este aspecto, quiero referirme a lo que ha
dicho el compañero Olabarría, del Partido Nacionalista Vasco. Ellos
tienen una cartera de servicios mucho más amplia. Si pueden llegar, ¿por
qué se lo vamos a impedir? Lo que se tiene que pedir es que haya unos
mínimos exigibles para todos; unos mínimos importantes y exigibles. Si
alguno puede más, tampoco se lo deberíamos impedir. A pesar de todo, he
dicho que hay muchísimas más coincidencias que diferencias en este
proyecto de ley y, por esta misma razón, nuestro grupo parlamentario,
Convergència i Unió, va a apoyar esta proposición de ley.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Tarruella.
Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor Cervera Taulet.
El señor CERVERA TAULET: Señor presidente, señoras y señores diputados,
señora Jiménez, hoy el Partido Socialista ha presentado una proposición
de ley sobre universalización de la atención sanitaria. La Ley General de
Sanidad ya establecía que la asistencia se extendiera a toda la población
española de forma progresiva; y la Ley General de Salud Pública de 2011
extiende el derecho de asistencia sanitaria pública a todos los españoles
residentes en el territorio nacional a los que no se les pudiera haber
sido reconocido por aplicación de otras normas de ordenamiento jurídico,
tanto para los que han finalizado su prestación por desempleo como para
el resto de colectivos, fundamentalmente los que ejercen actividad por
cuenta propia. En esta proposición de ley usted hace una crítica
contundente a nuestro real decreto de medidas urgentes para garantizar la
sostenibilidad del sistema sanitario, para garantizar de forma directa e
inequívoca el derecho de todos los españoles a la asistencia sanitaria.
Ahí creo que radica el error de su diagnóstico. El Partido Popular está
absolutamente a favor y va a trabajar día a día para dar a los españoles
una sanidad y un sistema sanitario público, universal, gratuito, de
calidad y también sostenible. (Aplausos).
En el "Diario de Sesiones", señora Jiménez, hoy podremos leer -cuando
acabe la jornada- que usted ha dicho: Puedo asegurar que el sistema
sanitario es sostenible. Lo ha dicho usted. Pero cinco minutos después ha
dicho: Si queremos o tenemos la idea de hacerlo sostenible, trabajemos
juntos. Ese es el error de su diagnóstico. El sistema sanitario o es
sostenible o no es sostenible, y usted ha afirmado las dos cosas en el
mismo discurso. El sistema sanitario, como usted sabe como ex ministra de
Sanidad, no es sostenible. Quedaron sin pagar 16.000 millones de euros.
(La señora Jiménez García-Herrera hace gestos al orador). Sí, señáleme a
mí, lo acepto; soy una de las diecisiete comunidades autónomas que
dejaron de pagar 16.000 millones. Uno de ustedes el otro día dijo que la
mitad eran comunidades del PP y la otra mitad comunidades del PSOE. El
problema no es de dónde es la comunidad que ha dejado de pagar a los
proveedores, señora Jiménez. El problema es que ustedes durante ocho años
no han sabido o no han querido dar las herramientas necesarias a las
comunidades autónomas para poder gestionar mejor. Usted sabe
perfectamente que durante los años que ha sido ministra, las comunidades
autónomas del PSOE, del PP y las nacionalistas les pidieron que les
dieran medidas y herramientas para poder gestionar realmente un
presupuesto sanitario, y por las circunstancias no lo hicieron. Este
Gobierno y este ministerio han dado las herramientas a las comunidades
autónomas, coordinadas con ellas, para que el presupuesto a 31 de
diciembre sea muchísimo más real que lo era el año pasado. Esa es la
única razón. De esas medidas del real decreto ya se están obteniendo una
serie resultados que hace en estos momentos mucho más sostenible el
sistema que hace un año. Esa es la realidad. No es una cuestión de
derechas ni de izquierda, ni de ideología, es una cuestión de realidades,
de números.
Ustedes no mejoraron la universalidad. Nosotros lo que hemos hecho es dar
recorrido a la universalidad y en estos momentos hay más ciudadanos
españoles atendidos por el Sistema Nacional de Salud que había hace un
año; hay colectivos de profesionales que están atendidos y que hace un
año no lo estaban. Ustedes no mejoran la equidad y en estos momentos, en
situaciones de esfuerzo -dolorosamente tenemos que tomar esas medidas
porque ustedes dejaron un agujero que hay que reparar y que Europa y los
mercados financieros nos exigen reparar-, tomamos medidas que, aunque
dolorosas, siguen el principio de progresividad y quien más tiene, más
aporta. Ustedes han amenazado constantemente con que cuando llegáramos
nosotros al poder íbamos a generar el copago sanitario, y no lo hemos
generado.
En estos momentos la atención sanitaria no tiene ningún copago y lo que
hemos hecho, señora Jiménez, señor Olmos, es redistribuir los esfuerzos
dependiendo de la renta, porque era necesario tomar esta medida, no
porque nos gustara tomarla. Ustedes no han mejorado la cohesión. Un mes
antes de irse del Gobierno, dos comunidades autónomas se peleaban porque
no querían tratar a un paciente en una -entre comillas- frontera entre
estas dos comunidades. Nosotros, con el nuevo presupuesto y el nuevo
Fondo de compensación, generamos la cohesión necesaria para que los
desplazados tengan los mismos servicios en cualquier comunidad autónoma.
Pero fundamentalmente ustedes no mejoraron la eficiencia y la
sostenibilidad. Y hay un diagnóstico de déficit de sostenibilidad, y se
lo digo al resto de los grupos, a quienes no lo saben o a quien sale
aquí, al atril, a decir que no hay un problema de sostenibilidad. Dos
miembros bien conocidos de su partido, dos ex ministros de Sanidad, en
dos informes independientes hablan de que se echa de menos introducir
medidas racionales que indiquen una mejor planificación y gestión a largo
plazo, porque si no el sistema no es sostenible. Esto lo dice el señor
Soria. Y el señor García Vargas dice que el Sistema Nacional de Salud no
puede continuar evolucionando sin una dirección clara, sin ausencia de
liderazgo y sin tomar las medidas coste-beneficio necesarias para dar un
sistema sanitario de calidad a los españoles. No es un problema de la
bancada que apoya al Gobierno, entre otras cosas, a esta bancada la
apoyaron 10 millones de personas en unas elecciones democráticas hace un
año y nos pidieron que gestionáramos con responsabilidad, que
gestionáramos con cabeza y que les sacáramos del apuro. (El señor Campos
Artesero pronuncia palabras que no se perciben.- Rumores).
El señor PRESIDENTE: Un momento, señor diputado.
Señor Campos, le ruego silencio.
El señor CERVERA TAULET: Yo he escuchado y no he dicho una palabra
mientras ustedes hablaban. Yo les he escuchado porque de todos ustedes yo
aprendo; porque de la señora Jiménez yo aprendí cuando fue ministra y fui
un leal consejero con ella; del señor Olabarría, del señor Cantó, de
todos aprendo y escucho. Ustedes lo que hacen mientras uno habla es
criticar en voz alta para intentar distraer, y no nos vamos a distraer de
la acción de apoyo al Gobierno en momentos tan complicados. (Aplausos).
En el real decreto hemos resuelto un problema diagnosticado por el
Tribunal de Cuentas que ustedes no pudieron resolver: 1.000 millones de
ineficiencia en la gestión a los europeos. Nosotros hemos conseguido que
los españoles sean tratados en Europa como los europeos son tratados en
España desde el punto de vista sanitario y que los países de origen se
hagan cargo de la atención sanitaria para regenerar ese agujero de más de
1.000 millones de euros. ¿Han tomado ustedes algún tipo de medidas para
hacer creíble el sistema sanitario? Además, entiendo que hay medidas de
esfuerzo y de ajuste que en otro momento no se habrían tomado, pero aun
así -y se lo digo- las medidas que afectan a las personas que vienen por
aquí en situación irregular nos convierten en uno de los países europeos
más sociales. (El señor Llamazares Trigo hace gestos negativos). Elijan
ustedes algún país europeo -señor Llamazares, se lo digo con todo el
cariño- que tenga más recorrido social en la atención sanitaria a
extranjeros con situación irregular y no lo encontrarán; no lo
encontrará, señor Llamazares. Una vez más, se equivocan, porque no se
trata de demonizar los planteamientos del Partido Popular. Aquí no se
demoniza, aquí hay consejeros en cada comunidad autónoma y Gobiernos
antes, ahora y después, que tratan de seguir manteniendo un sistema
sanitario de calidad. Demonizar actuaciones según vengan los Gobiernos de
una dirección política u otra, es habitual en ustedes.
Señora Jiménez, usted es diputada por Málaga y en esa provincia hay
clínicas privadas que atienden a más de 300.000 ciudadanos de Málaga por
un concierto privado de la Junta de Andalucía con esas clínicas.
(Aplausos). ¿Eso está bien o está mal? ¿Quién lo dice? ¿Es usted la que
dice lo que está bien y lo que está mal? ¿Castiga usted a Madrid, a
Valencia, a Castilla-La Mancha o a Cataluña y dice que está mal y a
Andalucía la pone bien? ¿La lista de buenos y malos, como pasaba en el
colegio hace años? (Rumores). Parece que situarse electoralmente a la
izquierda les da a ustedes el marchamo, el título de defensores de lo
social y de lo público, y que los que no participamos en este espectro
nos quedamos fuera de la defensa de lo social. Se equivocan una vez más.
Nuestra obligación es ser realistas, y realismo es dotar a los sistemas
autonómicos de salud; por cierto, señor Cantó, la descentralización
sanitaria es fundamental para dar la mejor cobertura sanitaria a los
ciudadanos de cualquier comunidad autónoma. Tenemos que aplicar las
reformas necesarias, lo estamos haciendo y estamos consiguiendo
garantizar lo que ustedes hacen de boquilla. Queda bien la barra libre
que usted ofrece; queda bien la pancarta detrás de la cual se pone usted;
queda bien la soflama
política de que aquí estamos nosotros y los demás quieren dejar
descubierta a la gente en su atención sanitaria. Queda fenomenal en este
hemiciclo, pero la realidad no es esa; la realidad es que tenemos que
proteger el sistema sanitario para las próximas generaciones y usted sabe
perfectamente que el día que abandonó el despacho el sistema estaba
desprotegido porque no se pagaba a los proveedores. (La señora Jiménez
García-Herrera hace gestos negativos). ¡Pero no me señale a mí! (La
señora Jiménez García-Herrera hace gestos negativos). Está fenomenal,
señáleme a mí. ¿Y a la señora Montero en Andalucía? Y al tripartito en
Cataluña y luego a Convergència i Unió en Cataluña, ¿también los señala?
¿Qué consigue señalando? ¿Qué consigue yendo en contra de cualquier
informe independiente? Porque usted los tiene todos y se los sabe; usted
se los sabía, el único problema es que no les daban a ustedes las
herramientas para poder hacerlo. ¿Qué consigue usted señalando? No
consigue nada. Los proveedores han cobrado todo a 31 de diciembre de 2011
con el esfuerzo de todos pero con el trabajo de un Gobierno responsable.
El Gobierno está poniendo las medidas necesarias...
El señor PRESIDENTE: Señor diputado, tiene usted que acabar.
El señor CERVERA TAULET: Gracias, presidente; un minuto.
... a través del Fondo de liquidación autonómica y a través de un nuevo
Plan de pago a proveedores para seguir haciendo finalista ese pago,
porque ese pago es finalista para pagar a las farmacias, para pagar a los
proveedores sanitarios. (El señor Cantó García del Moral hace gestos
negativos). Sí, señor Cantó, sí. El problema que han tenido las
comunidades autónomas durante todos estos años es que tenían una
provisión de ingresos equivocada, tenían una liquidación que no era la
que ellas pensaban y además no tenían ningún tipo de herramienta para
gestionar; de ahí, el agujero sanitario, y lo que está haciendo este
Gobierno es poner los cimientos para que ese agujero desaparezca. El
Partido Popular apuesta por una sanidad universal, de calidad y gratuita,
pero no apuesta detrás de una pancarta, no apuesta detrás de una soflama,
no apuesta detrás de un dedo indicando o señalando despectivamente,
apuesta cada día trabajando con la gente de las comunidades autónomas,
con los proveedores, y fundamentalmente con los profesionales para que
día a día esta sanidad no sea sostenible solo hoy, sino que sea
sostenible también al cabo de los años.
Gracias. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Cervera.
- DE LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS DE IU, ICV-EUiA, CHA: LA IZQUIERDA PLURAL Y
MIXTO, ORGÁNICA SOBRE CONVOCATORIA DE REFERÉNDUM CONSULTIVO EN EL CASO DE
DECISIONES POLÍTICAS QUE AFECTEN SUSTANCIALMENTE A DERECHOS ECONÓMICOS,
SOCIALES Y LABORALES. (Número de expediente 122/000075).
El señor PRESIDENTE: Proposición de ley orgánica de los grupos
parlamentarios de IU, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural y Mixto, sobre
convocatoria de referéndum consultivo en el caso de decisiones políticas
que afecten sustancialmente a derechos económicos, sociales y laborales.
En primer lugar, para la presentación de esta iniciativa tiene la palabra
la señora Fernández Davila.
La señora FERNÁNDEZ DAVILA: Gracias, señor presidente.
Presentamos esta proposición de ley conjuntamente con Izquierda Plural el
24 julio pasado, después de que el día 11 de ese mismo mes el presidente
del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciase la solicitud de un rescate de la
Unión Europea, un rescate para salvar a la banca, pero un rescate al fin
y al cabo que implicó e implica la adopción de duras medidas, de recortes
que están recayendo sobre las espaldas de las mayorías sociales. (La
señora vicepresidenta, Villalobos Talero, ocupa la Presidencia).
Señorías, estas decisiones políticas no solo provocan y provocarán un
grave impacto económico y social, sino que atacan directamente al corazón
del modelo de Estado, un Estado social, tal como se define en la propia
Constitución, que debería tener vocación de garantizar el bienestar de
los ciudadanos.
Estamos ya cansadas y cansados de escuchar decir a los defensores del
neoliberalismo que hay que acabar con lo que denominan el Estado
protector, y en esas andan ustedes, los del Grupo Popular, los del
Gobierno de Mariano Rajoy. Sus políticas de austeridad, consisten en
masivos recortes impuestos por la Unión Europea, pero ustedes los aplican
con un alto grado de complacencia porque comparten la filosofía, la línea
ideológica y el propósito de sustituir el denominado por el
neoliberalismo Estado protector por un Estado, señorías, de ciudadanos
desprotegidos. El hecho de que tengan una mayoría absoluta no les
legitima democráticamente para llevar a cabo tanta destrucción, máxime
cuando han conseguido la mayoría absoluta a base de engañar a la
ciudadanía con un programa de gobierno falso. ¿No es un engaño acaso,
señorías del Grupo Popular, que digan en campaña electoral que no van a
subir impuestos y mucho menos el IVA, y a renglón seguido aprueben las
subidas del IVA más altas que se recuerdan? Eso sí, a los de arriba, a
los que más tienen no les tocan su fiscalidad. ¿No es un engaño que
afirmen que no van a tocar la sanidad y la educación públicas pero a día
de hoy estén haciendo precisamente todo lo contrario, destruyendo y
desmantelando los pilares del Estado del bienestar? ¿No es un engaño
afirmar que van a reducir el paro cuando en su primer año de Gobierno se
han incrementado en más de 600.000 las personas paradas? Desde criterios
puramente democráticos no es concebible que se adopten decisiones de esta
envergadura sin que los ciudadanos y ciudadanas se manifiesten al
respecto. Por eso demandamos en nuestra proposición de ley la
convocatoria de un referéndum en las situaciones en las que el Gobierno
vaya a adoptar decisiones como las que ha aprobado en su primer año de
gobierno a golpe de real decreto-ley.
Señores del Grupo Popular, señores del Gobierno que no están presentes en
la tarde de hoy, el rescate financiero no fue gratis, no fue una mera
línea de financiación a interés bajo, como pretendieron convencernos el
ministro de Economía y el presidente Gobierno; no fue un préstamo a
interés bajo y con unas condiciones muy ventajosas, como estamos
comprobando en la actualidad. En este sentido cabe mencionar los
presupuestos generales para el ejercicio 2013: duro con los cimientos del
Estado del bienestar, con recortes en educación, sanidad, dependencia;
duros con los salarios de los empleados públicos, que pierden poder
adquisitivo a velocidad de crucero; parcos, señorías, con los
pensionistas, que también pierden poder adquisitivo. Recortes sociales y
económicos en lo fundamental para pagar los intereses de la deuda. Solo
políticas destinadas al engorde de la banca, esa banca que nos trajo esta
crisis financiera, esa banca que desaloja a familias sin piedad y sin
contemplaciones, esa banca que niega créditos a pequeñas y medianas
empresas, pero a la que hay que salvar a toda costa. Un rescate para la
banca pero que pagan los ciudadanos y las ciudadanas. Esa es la medicina
que nos da el Gobierno. Se sanea a la banca henchida de activos tóxicos
inmobiliarios a costa de sacrificar el bienestar y los derechos de la
ciudadanía. Han tenido, eso sí, una virtud gobernando, señores del Grupo
Popular; han tenido una virtud que se la reconocemos, que es la de sacar
a la calle a todo el mundo.
Señorías, es tal el calibre de destrozo social que está perpetrando este
Gobierno que han logrado, señorías, que jueces, abogados, personal
sanitario, profesores y educadores, estudiantes, trabajadores y empleados
públicos unan sus voces mostrando su malestar y su disconformidad por las
medidas de gobierno que tienen en su haber solo consecuencias
perjudiciales: bajadas de salarios, incrementos desmesurados del IVA,
precarización del trabajo, dependientes sin ayudas y condenados a la
exclusión social, un paro en cifras récord, familias y ciudadanos que se
quedan en la calle sin casa por la usura de los bancos, despidos y ERE en
curvas crecientes, tasas judiciales con incrementos que suponen la
conculcación del derecho de tutela, copagos farmacéuticos, etcétera.
Podríamos seguir pero la lista de menciones que ya hemos hecho nos parece
lo suficientemente penosa como para justificar lo que demandamos en esta
proposición de ley. No hay derecho, señores del Gobierno del Partido
Popular. Ustedes son fuertes con los débiles, pero débiles con los
fuertes. Mano de hierro en puño de seda para las mayorías sociales, pero
puro caramelo con los poderes financieros y los oscuros señores de negro
que les marcan el paso.
No hay derecho a que hayan engañado a la ciudadanía diciendo y prometiendo
cosas en campaña electoral para ahora hacer precisamente todo lo
contrario. Han engañado y mentido a la ciudadanía que ahora debería poder
decidir en situaciones que les está comprometiendo el futuro, que les
está despojando de derechos laborales, sociales y económicos que costó
muchísimos años de lucha conseguir. Ustedes saben que gobernar a golpe de
real decreto-ley -recurso excepcional muy bien regulado en la
Constitución- es un abuso en toda regla, un abuso antidemocrático. Hemos
contado, señorías, veintisiete reales decretos-leyes y seguramente nos
olvidamos de alguno en apenas un año de gobierno. No es una manera de
gobernar normal por mucho que lo disfracen con mil argumentos. La mayoría
absoluta no les da el derecho a gobernar de este modo, por mucho que en
ocasiones se consideren una teocracia y su poder emane de la divinidad,
que realmente, señorías del Grupo Popular, a veces es lo que parece
cuando ustedes nos traen aquí muchas de las propuestas del Gobierno, y
las traen además a través de estos reales decretos-leyes, como decimos.
Parece que ustedes tienen una mayoría absoluta y que eso les permite
absolutamente todo, y nosotros -ya se lo hemos dicho en muchas ocasiones-
no estamos de acuerdo para nada con esa filosofía.
Han empeorado -y sigo dirigiéndome al Grupo Popular ante la ausencia del
Gobierno- las condiciones de vida de la gente con sus veintisiete reales
decretos-leyes, con su reforma laboral, que aumenta los ERE por minuto,
que rebaja salarios. El último informe del que tenemos conocimiento y que
se ha hecho recientemente nos indica que el 73 % de las empresas han
hecho un ERE de alguna de las diferentes formas que se contemplan en la
reforma laboral. El 46 % de estas modificaciones que se han hecho al
amparo de la reforma laboral están relacionadas con la modificación de
las condiciones laborales, y concretamente con las condiciones
salariales. Por eso decimos que se rebajan los salarios hasta límites
asfixiantes. Se abarata el despido hasta el punto de que despedir se ha
convertido casi en un gesto a aprovechar para contratar más barato. Han
precarizado el mercado de trabajo para regocijo de la patronal, que ha
conseguido sus objetivos. Lo decía recientemente la ministra de Trabajo,
esta reforma laboral es muy buena para las empresas.
Sus medidas tributarias han sido la amnesia pura y dura: amnistías
fiscales para los ricos mientras aumentaron el IVA y el IRPF; han
racionalizado -como les gusta decir eufemísticamente- el ámbito
educativo, y por tocar incluso se han atrevido con el acceso universal a
la sanidad -hace un momento hemos hablado de esta misma cuestión-, la han
restringido y han introducido el copago farmacéutico, perjudicando sobre
todo a enfermos crónicos y pensionistas, han aprobado la privatización de
los servicios ferroviarios, han aumentado de manera alarmante los peajes,
han endurecido el derecho a la prestación por desempleo, y han
reestructurado el sector financiero para crear auténticos oligopolios
bancarios y defender a los grandes banqueros. ¿No les parecen razones
suficientes para que reivindiquemos un referéndum?
Los rescates, señores del Grupo Popular, sean o no financieros, vienen
acompañados de un pliego de condiciones que, por lo que podemos observar,
parecen no tener fin. Estas medidas y otras muchas que seguro adoptarán
-y supongo que en eso no nos defraudarán y continuarán con el
empecinamiento del mundo del recorte- deben ser consultadas, sobre todo
cuando estamos seguros de que los ciudadanos no les otorgaron la mayoría
absoluta para hacer y deshacer a su antojo, en contra de lo que habían
prometido. La mayoría absoluta no le otorga legitimidad al Partido
Popular para aplicar unas medidas que no cuentan con el aval democrático
de las y los electores, puesto que no estaba contemplado en el programa
electoral con el que el Partido Popular se presentó a las elecciones de
2011. Recordamos que alguna de las medidas adoptadas, como el incremento
de los tipos del IVA, contradicen abiertamente los compromisos
electorales con los que el Partido Popular se presentó en las pasadas
elecciones. Los ciudadanos tienen derecho a pronunciarse sobre el
programa de recortes o el plan de ajustes -como prefieran- que el
Gobierno está aplicando.
Lo que hemos relatado no pone fin, como hemos dicho también en otros
momentos de este discurso, a las decisiones que ha de tomar el Gobierno
para calmar la voracidad de la troika, de los hombres de negro, de la
señora Merkel o como le queramos llamar, y la cosa continúa porque ayer
mismo nos desayunábamos con la exigencia de la Unión Europea de eliminar
miles de puestos de trabajo en las entidades bancarias intervenidas
-Novagalicia Banco y Bankia, por ejemplo- a cambio de los 40.000 millones
de euros de rescate. ¿Es gratis? ¿Es ventajoso, como los miembros del
Gobierno han dicho? Mucho nos tememos que no, y si no que se lo pregunten
a las más de ocho mil personas de estas entidades bancarias que ya han
perdido el trabajo y a las ocho mil que lo van a perder, sin olvidar como
hemos dicho cuántos miles de puestos de trabajo se han eliminado en estas
entidades en los últimos meses. La pregunta es si terminará algún día
esta destrucción masiva de puestos de trabajo, y no solamente en el
sector bancario, sino en todo el sector empresarial en general.
Mientras nos desayunamos con esta posición sobre la reducción de
trabajadores en estas entidades bancarias, también conocíamos otra
noticia después de que los afectados por las preferentes visitaran
diferentes organismos de la Unión Europea. ¿Qué pasa con la estafa de las
participaciones preferentes? Pues que la Unión Europea lo despacha con
viento fresco y lo remite a la vía judicial. La Unión Europea no se hace
ni siquiera eco de las reivindicaciones de los colectivos de estafados
por las entidades bancarias. No exageramos, señoría, cuando decimos que
se quiere sustituir el Estado protector por un Estado de ciudadanos
desprotegidos, la desprotección que sufren los ciudadanos es la realidad
que se impone, y hemos dado datos que así lo indican. Reivindicamos por
lo tanto la celebración de un referéndum que permita a la ciudadanía
pronunciarse sobre unas medidas que están empeorando sus derechos más
elementales. Es ya un clamor social la necesidad de abrir nuevos canales
de participación directa de los ciudadanos en la toma de decisiones,
desarrollando el derecho fundamental a participar directamente en los
asuntos públicos recogido en el artículo 23 de la Constitución española,
para avanzar hacia una
democracia participativa que ponga a los ciudadanos en el centro de la
política. La democracia debe avanzar también, debe evolucionar
positivamente en lugar de experimentar la actual regresión o el actual
retroceso que estamos viviendo en las democracias europeas, sometidas a
los dictados de organismos y entes supraestatales.
Además el artículo 92 de la Constitución española establece la posibilidad
de que las decisiones políticas de especial trascendencia puedan ser
sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos. Es el momento
por lo tanto de aplicar más democracia, dejando que sean los ciudadanos
los que tomen la palabra y se pronuncien sobre decisiones vitales que van
a afectar de manera decisiva a su futuro; es el momento de abandonar un
modo de gobernar a golpe de real decreto-ley; es el momento de dejar de
aplicar el rodillo de la mayoría absoluta y contar con los ciudadanos del
Estado español y de incrementar la calidad democrática.
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Señora Fernández Davila,
tiene que finalizar.
La señora FERNÁNDEZ DAVILA: Es el momento, y así lo defendemos con esta
proposición de ley, de convocar un referéndum consultivo de los
ciudadanos que permita pronunciarse sobre el plan de recortes aprobado
por el Gobierno.
Muchas gracias, señora presidenta.
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Gracias, señora Fernández.
Para la defensa de la misma proposición de ley orgánica, por el Grupo de
La Izquierda Plural, tiene la palabra el señor Lara.
El señor LARA MOYA: Gracias, señora presidenta.
Señorías, hemos agotado nuestro cupo de dos proposiciones de ley, las que
nos corresponden para este semestre, porque creemos en la importancia
democrática de someter a referéndum asuntos de especial interés cuando
son económicos, sociales y laborales. El motivo para presentar la
proposición de ley nos lo dio el propio presidente del Gobierno cuando el
pasado 11 de julio vino a explicarnos el último Consejo Europeo, y se
descolgó con una batería de medidas de ajuste y de recortes a cada cual
más duro y más injusto. Aquel día le pedimos que convocara un referéndum
para que el pueblo español se pronunciara sobre esas medidas que no
figuraban en el programa electoral del Partido Popular. Hoy insistimos
aún con más razones, con nuestra propuesta de modificación legislativa.
La imagen que todos recordamos de aquel día es una imagen muy triste, es
la imagen de la bancada popular aplaudiendo el paquete más duro de
recortes del periodo democrático; aplausos como si hubiera algo que
festejar, cuando el propio presidente reconocía el daño que provocarían
aquellas medidas; aplausos que contrastaban con las lágrimas de la
ministra de Trabajo italiana cuando tuvo que presentar un plan de
recortes a los pensionistas en el Parlamento italiano. Fue el día de la
incalificable frase de una diputada, aquel día se anunciaba un plan de
ajuste y recorte de 65.000 millones para dos años y medio, que después se
incrementarían en 102.000 millones de euros en el llamado Plan bianual
que envió el Gobierno a la troika para que contara con su bendición.
Aquellos aplausos acompañaron el anuncio de medidas como reducir la
prestación a los parados del 60 al 50 % a partir del sexto mes, recortar
la democracia reduciendo el 30 % el número de concejales en los
ayuntamientos, suprimir la paga de Navidad a los trabajadores de la
Administración pública, reducirles días de asuntos propios, recortar la
Ley de Dependencia o subir el IVA 3 puntos. Nada de eso figuraba en el
programa electoral del Partido Popular. Lo de aquel día fue toda una
declaración de intenciones que no empezaba ahí, ya que los recortes y las
políticas de ajuste venían de lejos, y tampoco terminaban ahí, porque
después han continuado por la misma senda que tanto daño está haciendo a
las economías individuales y colectivas del país. Ese día ustedes mismos
colmaron el vaso de su credibilidad y desde entonces no han hecho otra
cosa que perderla a chorros. Es por eso que en las últimas encuestas del
CIS el 84 % de los ciudadanos afirman que tienen poca o ninguna confianza
en el señor Rajoy, desaprueban a todos los ministros y algunos obtienen
una calificación similar a la del bono basura. Los ministros Wert, De
Guindos, Montoro, Mato y Báñez han violando flagrantemente su programa
electoral y se han tenido que desdecir en numerosas ocasiones de aquello
que un día afirmaron. Se lo dijimos ese día 11 de julio al presidente y
lo vuelvo a recordar ahora.
En el debate de investidura pregunté al señor Rajoy si iba a crear el
banco malo. La respuesta fue directamente que no estaba a favor de
crearlo; en cambio la realidad ha sido que sí ha constituido el banco
malo con ese nombre de camuflaje, como es Sareb, donde vamos a pagar con
los impuestos de los ciudadanos la fiesta y la especulación de unos
cuantos.
Afirmó el señor Rajoy en la campaña electoral que no iba a abaratar el
despido; la realidad es que con su reforma laboral, la más dura y
regresiva de la democracia, le ha hecho el mayor regalo de la historia a
la CEOE, a los empresarios, que han despedido y despiden a trabajadores a
mansalva con las indemnizaciones más bajas de toda la etapa democrática,
miles de millones de euros que están quedando en las cuentas de los
empresarios y que no han recibido los más de 500.000 trabajadores que han
ido al paro desde la aplicación de la reforma, muchos de ellos con edades
que les impedirán encontrar otro empleo, condenándoles a la marginación.
Por eso los sindicatos convocaron la huelga general de marzo y las
movilizaciones posteriores que apoyamos, presentaron una ILP para que se
retirara la reforma laboral, que no ha cumplido ninguno de los objetivos
con los que se justificó; la huelga era justa, en legítima defensa, para
que no robaran más derechos al trabajo por obedecer las recomendaciones
de la troika y de la CEOE en cuanto a la desregulación laboral teorizada
por las políticas neoliberales del Consenso de Washington, hace ya mucho
tiempo. Se montó una campaña de rebelión por el PP ante la subida del IVA
del Gobierno de Zapatero, se hartaron de criticar la injusta subida, y se
afirmó hasta la saciedad que subir el IVA era el sablazo que el mal
gobernante les pegaba a sus compatriotas, que era perjudicial para la
crisis económica y para la recuperación del empleo en España, que era
injusta, profundamente injusta, que era un disparate que afectaba
fundamentalmente a parados y pensionistas y que afectaría negativamente
al consumo. Ustedes volvieron a faltar a sus compromisos electorales y
aumentaron el IVA sin pudor del 18 al 21 %.
El señor Rajoy afirmó solemnemente al comienzo de la campaña electoral que
no iba a tocar la sanidad, ni la educación, ni las pensiones. Si la cosa
no fuera tan grave sería como para tomarlo a broma, una broma de mal
gusto por supuesto; pero son ustedes los que han subido el precio de las
medicinas, faltando así a esa palabra, porque se ha quitado poder
adquisitivo real a los pensionistas, incumplen lo prometido cargándose la
sanidad pública allí donde gobiernan, como en la Comunidad Valenciana,
Castilla-La Mancha o Madrid, ya se ha hablado mucho de eso aquí esta
tarde. Ahí está esa marea blanca de profesionales de la sanidad pública
de Madrid movilizándose en contra de su privatización y de unos recortes
que afectan sobre todo a la salud de los propios ciudadanos, y con la
salud no se debería comerciar. Díganselo ustedes a esos aprendices de
brujo que tienen al frente de la privatización de los hospitales de la
Comunidad de Madrid, a esos que quieren imponer el euro por receta, que
por cierto de acuerdo con el Consejo de Estado es inconstitucional
presumiblemente. Espero que impidan que se aplique en la Comunidad de
Madrid y que se recurra de manera urgente el de Cataluña. La sanidad
pública es más barata -es una obviedad, también se ha dicho aquí esta
tarde- que la privada y la gestión pública también es más eficaz, y
hablando de salud esto es crucial. Tampoco se iba a tocar la educación
pública y vuelven a incumplir las promesas electorales. El ministro Wert
se ha ganado a pulso todas y cada una de las críticas y protestas que se
han hecho contra su gestión. Aquí la lista también es larga: reducción de
becas, segregación de alumnos, aumento de tasas, hasta excesos verbales
ha tenido en esta Cámara. Todo un rosario de recortes frente a los que la
marea verde educativa también está ejerciendo una oposición ejemplar.
Afirmó el señor Rajoy también en campaña que a los bancos no les iba a dar
ni un euro público. Está escrito, está en vídeo. La realidad, la puñetera
realidad siempre es diferente, manda la banca, miles de millones de
avales, recursos público directos y garantía del Estado para el rescate a
la banca, mientras siguen ejecutando desahucios de ciudadanos que no
pueden pagar la hipoteca, algunos de los cuales han llegado hasta el
suicidio, como todos sabemos. ¿Cuántos empleos se podían haber creado con
ese dinero? ¿Cuántos dramas se podían haber evitado?
¿En qué parte del programa electoral del Partido Popular dice que se iba a
aprobar una ley de tasas en la justicia, para dificultar e impedir el
acceso a la misma a muchos conciudadanos con menos recursos? La forma de
desatascar los juzgados no camina por ahí, va por incrementar plantillas.
Han conseguido también que haya una marea de togas, de jueces, de
abogados y de funcionarios de la Administración de Justicia que defienden
sencillamente una justicia de calidad para todos los ciudadanos. Decía
Quevedo que donde hay poca justicia es un peligro tener razón. Parece que
con estas reformas, casi cuatro siglos después, vamos a tener que darle
la razón a Quevedo.
Señorías, la lista de los incumplimientos electorales de este Ejecutivo es
larga, demasiado larga, pero puede sintetizarse bien si decimos que este
Gobierno utiliza el guante de seda con los fuertes y el puño de acero con
los débiles. Con esto me refiero a la amnistía fiscal puesta en marcha
por ustedes. El señor
Rajoy afirmó que no iba a hacer amnistías fiscales. Esto también lo afirmó
antes, en la campaña electoral, y afirmó que iba a luchar contra el
fraude fiscal. ¿Con qué autoridad moral se les va a exigir a los
ciudadanos que cumplan con sus obligaciones fiscales, cuando desde el
mismo Gobierno se patrocina ese incumplimiento? Pero si el mismo Gobierno
les está enseñando cómo realizar esa evasión, si se les está metiendo
prisa para que regularicen su fraude a un cómodo 10 %, incluso el 1 % en
alguno de los casos, cuando por las rentas del trabajo estamos tributando
hasta el 56 %. ¿Por qué no se aplica la ley de manera rotunda contra esas
grandes fortunas que tienen su dinero en Suiza y en otros paraísos
fiscales? Cada vez más ese empieza a ser un clamor popular. Ya lo dijo
también Voltaire: si alguna vez se ve saltar por la ventana a un banquero
suizo, salte detrás, seguro que hay algo que ganar. Son todas esas
promesas incumplidas y sus políticas contra la mayoría ciudadana las que
han colmado el vaso de su deslegitimación. No es legítimo gobernar
faltando sistemáticamente a la palabra dada a los españoles, y
especialmente a sus votantes. Un Gobierno que aplica un programa
radicalmente diferente al que concurrió a las elecciones tiene la
legalidad, sí, pero no la legitimidad para seguir aplicando esas medidas
si no son ratificadas por los ciudadanos. Se está produciendo una inmensa
estafa electoral que deteriora a la propia democracia.
Y es desesperanzador también el futuro. Está ya trazado con el ajuste de
los recortes de 39.000 millones de euros en el presupuesto de 2013, y con
los 50.000 millones de más ajuste y recortes que tienen aprobados por la
troika para el presupuesto de 2014. Así no se lucha contra el déficit y
contra la deuda, recortando el gasto público y gravando sobremanera las
rentas del trabajo, sin tocar los beneficios del capital, porque al final
lo que se consigue es restringir el consumo, que se degraden y deterioren
los servicios públicos y que cada vez haya más recesión, más paro, más
precariedad, más pobreza y más desesperanza. No es verdad lo que dijo el
señor Rajoy el 11 de julio de que al final del sacrificio nos espera la
recompensa. ¿Quién sabe eso? Aquí sí es seguro que hay sacrificio para
muchos y altas recompensas para algunos. Por eso los sindicatos le
convocaron la segunda huelga general al Gobierno de Rajoy el 14 de
noviembre, que apoyamos justamente. Se produjeron las mayores
manifestaciones conocidas de los últimos tiempos, porque están faltando a
la palabra dada a demasiada gente, a parados, a médicos, a enfermeros,
profesores, padres y madres, alumnos de colegios, jueces, abogados y
trabajadores. En fin, la lista es inmensa. Algunos ese día también nos
ausentamos de este Congreso y estuvimos en la calle con los trabajadores
y trabajadoras en la huelga y en las manifestaciones. Entendimos que ese
día era ahí donde había que estar. Por eso le piden y le pedimos un
referéndum, para que el pueblo tome la palabra y dé su opinión sobre
estas medidas, y no se cansen afirmando que no existe más camino que el
del recorte de gastos, porque no es verdad. No es cierto y están
engañando a los ciudadanos.
Hay decenas de miles de millones de euros ocultos tras el fraude y la
evasión fiscal; miles de millones de euros con los que se podría enjugar
perfectamente el déficit. Pongan en marcha otras políticas fiscales para
gravar más las rentas del capital y a las grandes fortunas; y no lo que
están haciendo ahora aumentando los impuestos que pagamos todos los
españoles, independientemente del nivel de renta que tengamos. En lugar
de perseguir el fraude y ayudar a las familias, a los trabajadores y las
pymes, lo que ustedes hacen es volver a incumplir sus compromisos
ayudando a la banca, que cada vez se parece más a la de los casinos
porque, hagamos lo que hagamos, siempre gana. Hasta nos ha marcado con su
comunicado el decreto sobre el tema de los desahucios. No hay dinero para
rescatar a las personas, pero sí para rescatar a los bancos. Y encima se
nos niega la posibilidad de tener una comisión de investigación sobre el
sistema financiero español en esta Cámara. ¿Qué queda de la transparencia
que prometieron?
Señorías, no dejan ustedes de atacar lo público, cuando es en lo público
donde está la clave para salir de esta crisis. Decía un historiador
romano que el pastor esquila las ovejas, pero no las devora y ustedes
están devorando lo público y el Estado del bienestar. Pero en lo público
y en el Estado del bienestar es donde están las mejores herramientas para
salir de este atolladero. Los ciudadanos se lo han dicho y se lo van a
seguir diciendo a través de sus protestas y sus movilizaciones, porque
los ciudadanos se movilizan en respuesta a unas políticas que están
quitándoles sus derechos más básicos. Se manifiestan contra unos recortes
que constituyen una agresión continuada al Estado del bienestar y se
movilizan contra un Gobierno que está incumpliendo sistemáticamente su
programa electoral, el contrato con el que se comprometió con los
ciudadanos.
Señorías, pedimos hoy aquí que se dé un paso al frente en nuestra
democracia, un paso adelante en la transparencia y en la participación
ciudadana. No creemos en el despotismo, ni en el ilustrado ni en ningún
otro. Creemos en la democracia de los ciudadanos. Las medidas y reformas
llevadas a cabo por su Gobierno requieren una consulta al pueblo
soberano. Los ciudadanos españoles tienen derecho a pronunciarse sobre
unas políticas que atentan y afectan sustancialmente a sus derechos
económicos,
sociales y laborales. Por eso es hora de reivindicar el poder de la
política sobre el poder financiero. Por eso traemos a esta Cámara esta
proposición de ley y pedimos el voto favorable de sus señorías.
Muchas gracias, señora presidenta. (Aplausos).
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Gracias, señor Lara.
Se ha solicitado un turno en contra y, para su defensa, tiene la palabra
el señor Martínez Gorriarán.
El señor MARTÍNEZ GORRIARÁN: Gracias, señora presidenta.
Mientras oía a los portavoces de los grupos que han presentado esta
proposición de ley, he de decirles que no ha dejado de sorprenderme el
tipo de discurso que nos han presentado, porque tiene poco que ver -o eso
me ha parecido a mí; espero no haberles entendido mal- con el contenido
de su proposición de ley. Hemos pedido un turno de intervención en contra
porque, aunque creemos que está llena de buenas intenciones, nos parece
un grave error de concepción -y es lo que voy a tratar de explicar- en lo
que deberían ser las reformas políticas de fondo que hay que hacer sin
duda alguna para mejorar una democracia que está resultando fallida en
muchos e importantes aspectos de la existencia de los ciudadanos. A este
respecto, he de reiterar que me sorprende -no sé muy bien cómo lo
justifican ustedes, aunque les he escuchado con atención- que hayan hecho
una descripción de hechos objetivos que en gran parte compartimos -paro,
desempleo, fraude fiscal, pérdida de derechos y de calidad democrática- y
que, según ustedes, todo eso parece que se resuelve con una ley que
reforme la Ley Orgánica de Referéndum y cambiando el sistema político
parlamentario que tenemos por un sistema político de tipo plebiscitario,
en el cual este Parlamento -como voy a explicar inmediatamente-
prácticamente acabaría perdiendo sus funciones y no solamente el
Parlamento como tal, puesto que la función legislativa en última
instancia y de una manera prácticamente rutinaria y habitual pasaría al
referéndum o al plebiscito, sino que los propios partidos políticos que
estamos aquí y que hemos sido elegidos para defender programas -y no solo
para defender programas, sino para negociarlos y para adaptarlos a la
realidad y a los cambios de situación- estaríamos sobrantes. Seríamos una
especie de teatro bastante caro que no tendría mucha justificación
mantener.
Como les decía a los grupos que presentan esta proposición, compartimos la
preocupación por buscar maneras de mejorar el funcionamiento de la
democracia, pero también les digo -y este es el resumen- que su
proposición de convertir el referéndum en el modo habitual y
prácticamente ordinario de legislación nos parece un grave error, y voy a
explicar por qué. Para empezar, consideramos que habría que adoptar
medidas proactivas -algunas de las cuales hemos presentado nosotros, y
también ustedes-, como reformar la Ley Electoral para hacerla más
equitativa y representativa; mejorar de una manera considerable la
separación de poderes y la capacidad de la Administración de Justicia
para intervenir; reformar la estructura territorial del Estado en sentido
federal para que los derechos ciudadanos no estén limitados, por
supuesto, a los derechos de los territorios; profundizar en la
constitución europea para que las decisiones de la Comisión Europea
tengan un verdadero aval democrático; políticas realmente exigentes de
transparencia y dación de cuentas; lucha contra la corrupción y el
despilfarro exigente; limitación del poder también de los aparatos de los
partidos políticos, sindicatos, patronales, etcétera, con más exigencias
de transparencia, democracia interna y responsabilidad como persona
jurídica y demás para que no vuelvan a ocurrir sucesos como el que
justamente ha arruinado a Bankia y a las demás cajas de ahorros de este
país, por muy públicas que fueran en sus orígenes, lo cual no las ha
preservado de la mala utilización y de la perversión de sus fines
precisamente por estos agentes políticos. A nosotros eso nos parece
crucial y fundamental para mejorar la calidad de la democracia.
Frente a esto -quizás no frente a esto, pero de una manera alternativa a
esto-, ustedes proponen que adoptemos un sistema distinto en su
proposición de ley: que se recurra al referéndum -voy a leer literalmente
lo que ustedes dicen- cuando se trate de decisiones políticas que afecten
sustancialmente a derechos económicos, sociales y laborales. Llama
primero la atención a nuestro grupo que ustedes dejen de lado los
derechos civiles, que son desde luego tan importantes como los demás; no
deja de ser curioso que ahora resulte -será consecuencia de la crisis-
que solamente importa el empleo, que sin duda es importantísimo, pero no
tenga ninguna importancia, por ejemplo, el matrimonio gay o cosas
parecidas. ¿Por qué tenemos que dejar de lado toda la decisión que tiene
que ver con las libertades personales y con derechos civiles?
En fin, vamos a lo que ustedes proponen y no a lo que nosotros pensamos
que deberían haber propuesto, que es desde luego una cosa completamente
diferente y además no tienen ustedes por qué hacernos el menor caso. Lo
que sí queremos hacer es explicarles por qué nos parece una mala
propuesta,
una mala idea de por dónde deberíamos ir en la reforma y en la mejora de
nuestro sistema democrático. Para empezar, lo que ustedes proponen exige
una reforma constitucional, y nos parece un tanto lamentable presentarlo
de una manera ya tradicional, viciada, que comenzó con la reforma de los
estatutos de autonomía para reformar la Constitución por la puerta de
atrás, en este caso mediante una modificación de ley orgánica. Convertir
el referéndum en un instrumento obligatorio para decidir si se aprueba o
no una ley que afecte a todos los casos que ustedes han enumerado, es
decir, economía, trabajo y derechos sociales, francamente convertirían el
80 % o el 90 % de las leyes que ahora mismo estamos discutiendo en objeto
de ese referendo popular. Si ustedes creen que eso es mejor -desde luego,
nosotros nos opondremos-, si creen que esto es lo mejor y lo progresista,
debería hacerse una reforma constitucional como es debido, en forma.
En segundo lugar, nosotros estamos de acuerdo, como lo está cualquier
demócrata, en que los referendos son en muchas ocasiones insustituibles,
imprescindibles para determinadas decisiones políticas, pero para
decisiones políticas verdaderamente especiales y transcendentales, al
menos en la mayor parte de las democracias. Es verdad que hay otras
democracias, como Estados Unidos y Suiza -no sabía yo que estaban ustedes
por esos derroteros geográficos, pero es interesante tomar nota de ello-,
donde el referendo es una forma muy habitual de aprobar todo tipo de
cosas. No hace mucho en California, coincidiendo con las elecciones
presidenciales, se sometió a referéndum, por ejemplo, la permanencia de
la pena de muerte y salió aprobado popularmente que sí. No sé si ustedes
consideran -desde luego, nosotros no- que el hecho de que la mayoría de
la sociedad esté a favor de la pena de muerte convierte a esa pena, que
nos parece aberrante, en algo más democrático; es un ejemplo también de
falacia sobre la que llamamos la atención y con la que hay que tener
cuidado. Como digo, una cosa son referendos insustituibles,
transcendentales y cuya aplicación sea necesaria, por ejemplo, para una
reforma constitucional de fondo, o como la pedimos también en su momento
cuando se trajo aquí en la legislatura pasada la reforma exprés del
artículo 135, y otra es que el referéndum sea la forma habitual de
legislar sustituyendo al Parlamento y vaciándolo por completo de
competencias. Por otro lado, se refieren a un artículo de la ley que
habla de refrendos consultivos. Nosotros consideramos que si se celebran
referéndum -y no se preocupen, haremos también propuestas de referéndum-
deben ser en todo caso vinculantes; lo demás, si no, es paternalismo y es
considerar que, en fin, se oye la opinión del pueblo, de ese sujeto
colectivo que al parecer tiene una sola voz y una sola voluntad, cosa que
tampoco compartimos, pero que por lo demás su voluntad y su expresión no
va a ninguna parte.
Además, su ley tiene una serie de problemas técnicos verdaderamente
llamativos, por ejemplo el problema de la iniciativa legislativa. ¿Quién
decide qué ley debería considerarse sustancial y someterse a referéndum?
¿El Gobierno, la mayoría parlamentaria, los dos? ¿Para qué sirve una
mayoría parlamentaria que puede decidir que una ley se tiene que someter
a referéndum pero no puede aprobarla, aunque haya sido aprobada en
elecciones para que haga eso? Es decir, ¿para qué quiere la ciudadanía
votar listas que presentan los partidos políticos o candidatos
independientes si después no se les va a dejar decidir nada y se va a
trasladar la decisión a sus votantes otra vez? ¿Qué ocurre con aquellas
leyes que salgan del Parlamento pero que no hayan sido propuestas por el
Gobierno ni por la mayoría parlamentaria, cosa que también ocurre cuando
hay un Gobierno que no tiene mayoría absoluta? ¿Esas leyes deberían ser
refrendadas o no en referéndum?
Ustedes nos han presentado aquí una especie de ocurrencia, que les
parecerá ingeniosa e interesante, pero nos parece -se lo voy a decir sin
ninguna aspereza o lo intentaré- una ocurrencia en la línea de este
revival que estamos ahora viviendo del asambleísmo, de los plebiscitos,
de ese intento de confrontar las instituciones democráticas, como lo es
este Congreso, con un pueblo que, al parecer, no tiene nada que ver -lo
cual nunca he entendido y espero que me lo expliquen si quieren ustedes
en la réplica- con los que nos han votado a nosotros. Ya me dirán qué
pueblo es ese, porque si los que estamos aquí sumamos 15 o 20 millones de
votos, ¿el pueblo qué es, los que no nos han votado a ninguno de
nosotros, el que tiene que confrontarse con nosotros y tiene que
sustituirnos en la aprobación de las leyes? Esta es una cuestión
importante que no puede quedar sin respuesta por su parte.
Respecto al ámbito de aplicación, ya les he dicho que ustedes no tratan
para nada la cuestión de los derechos civiles, que como no están tan
afectados o lo parece, aunque sí lo están, por la crisis, comenzando por
la propia igualdad jurídica, la propia equidad, etcétera, pues no
deberían ser sometidos a referéndum.
Ustedes proponen una fórmula de democracia plebiscitaria presentada con el
pretexto de las medidas anticrisis del Gobierno, pero su propia
argumentación recoge disparates. He de decirlo, aunque no seamos del
Gobierno y seamos muy críticos con ellos y se lo digamos en cada proyecto
de ley que presentan o
prácticamente en todos ellos. No se puede sostener la idea de que el
Gobierno no tiene legitimidad democrática para aprobar decretos-leyes ni
para aprobar luego con mayoría parlamentaria iniciativas suyas
legislativas. Esto es absurdo. Claro que pueden, lo que ocurre es que
para eso estamos los partidos de la oposición, para hacer crítica
política, para presentar alternativas, para tratar de llegar a acuerdos
con ellos. Ya sabemos que eso es a veces prácticamente una misión
imposible, pero eso no deja de ser la lógica democrática profunda. La
idea de que aquí lo que hace la oposición no sirve para nada no es otra
cosa que una manera de deslegitimar a la propia oposición y llevar a la
calle -eso que llaman ustedes la calle, sea lo que sea- el mensaje de que
no se preocupen, que lo que vamos a hacer es trasladar a esas asambleas
el poder de decisión legislativa y se lo vamos a quitar al Parlamento.
En este sentido, han introducido ustedes dos falacias, ya muy conocidas y
clásicas. Una de ellas es la de la voz del pueblo, o sea, que la
democracia es que se oiga la voz del pueblo. La voz del pueblo, por usar
esa metáfora de antiguo recorrido, está presente en cada convocatoria
electoral. ¿O no lo ha estado ahora en Cataluña este domingo? ¿Ahí no se
ha expresado la voz de la sociedad catalana? ¿Hubiera sido mejor un
plebiscito aunque han sido unas elecciones que todos estábamos de acuerdo
en que han sido plebiscitarias? ¿Qué es, entonces, la voz del pueblo? ¿El
arrinconar y sustituir a las instituciones democráticas? ¿Eso es lo que
se pretende? Creo que, en parte, sí y, desde luego, es preocupante. Me
parece un grave error que nos lleva a modelos que de democráticos solo
tienen el nombre. No está de más recordar que las dictaduras también
utilizan mucho plebiscitos y referéndums precisamente para
autolegitimarse. Franco celebró, al menos que yo recuerde, dos
referéndums, y eso jamás convirtió su supuesta democracia orgánica en una
democracia digna de tal nombre.
En segundo lugar, han introducido ustedes otra falacia interesante, que es
la de la obligatoriedad del programa político. Si el programa que
presenta un partido político fuera obligatorio en términos de un contrato
comercial, lo que ocurriría es que habríamos introducido un mandato
imperativo, es decir, los que estamos aquí no podríamos ni deliberar, ni
discutir, ni tratar de llegar a acuerdos, porque estaríamos atados por un
compromiso previo con determinados votantes que nos obligaría a no
cambiar de posición nunca bajo ninguna circunstancia. Y aunque es verdad
lo del viejo adagio latino tan incumplido de pacta sunt servanda, el
adagio también se completa diciendo: los pactos son servidumbre, pero
hasta que cambian las circunstancias. Evidentemente, la realidad es
dinámica, es plástica y también hay que adaptarse a ella, y los programas
políticos no pueden pretender -esto sería propio de un programa
totalitario- encerrar en su textualidad toda la complejidad y todos los
cambios y todas las circunstancias y azares que se dan en la realidad,
sea la económica, sea la política o sea cualquier otra. Esto me parece
que es tan evidente que parece mentira que se pretenda esta idea de que
el programa político es un texto sagrado como las Tablas de Moisés y que
salirse de ahí es pecado y, por tanto, al pecador se le castiga
retirándole su poder legislativo. Además, si el programa político fuera
obligatorio y el mandato fuera imperativo, en contra, por cierto, de lo
que dice la Constitución, que explícitamente excluye el mandato
imperativo, sería imposible la deliberación, puesto que no tendríamos
nada que discutir; todos sabríamos lo que tendríamos que votar en cada
caso, de hecho no haría falta ni que viniéramos aquí a votar. Es verdad
que algunos días yo también comparto ese pensamiento melancólico, pero,
desde luego, no se puede presentar como un principio democrático.
Por otra parte, iría también en contra del principio -es verdad, ignorado
por algunas de sus señorías- de que aquí todos representamos a todos y no
a territorios ni a votantes ni a partidos y que, por lo tanto, nuestra
obligación -y para eso se nos ha elegido en una democracia
representativa- es tratar de llegar a acuerdos. Y si no podemos llegar a
acuerdos dirimir el desacuerdo mediante votaciones con mayorías que,
además, son cambiantes. No son mayorías perpetuas, pueden modificarse.
Evidentemente, no hay ideas absolutas, pero en el futuro, en la próxima
legislatura, esa mayoría absoluta -yo lo espero así- puede pasar -y
espero que pase- a ser minoría. Para eso soy de un partido político
diferente, y supongo que ustedes también.
Para acabar y no alargarme demasiado, el principal problema con todo esto
es que no solamente ustedes ignoran cuáles son las normas de la
democracia representativa más elementales, pretendiendo que el Parlamento
sea un decorado donde meramente se decida qué se somete a referendo y a
plebiscito de una manera, por supuesto obligatoria, pero casi permanente.
El problema de todo esto es que, además, las minorías quedan
absolutamente desprotegidas, porque cuando se pretende que el pueblo es
un organismo unánime que tiene una única voz y que la voz de la mayoría
de ese pueblo es la voz de todos, la voz de la unanimidad, lo que estamos
haciendo es ni más ni menos que privar del derecho de iniciativa política
a las minorías y a aquellos que no están de acuerdo con la mayoría.
Tengan ustedes cuidado con
lo que proponen, porque esto, desde luego, les afectaría también a ustedes
de una manera más que evidente.
En resumidas cuentas, nosotros les vamos a apoyar y espero que nos apoyen
cuando presentemos propuestas de mejora de la democracia tales como
cambio de la Ley Electoral, oponernos al aumento de las tasas judiciales,
mejorar la autonomía de la justicia, aprobar una ley de transparencia
digna de tal nombre y muchas otras, pero no nos propongan esta cosa, que
sí que es demagógica, de que los que estamos aquí en realidad sobramos
porque no tenemos ningún derecho a ejercer, justamente, aquellas
funciones para las que nos han elegido y por las que, por cierto, nos
hemos presentado.
Muchas gracias. (Aplausos).
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Gracias, señor Martínez
Gorriarán.
Para la réplica, en primer lugar, tiene la palabra la señora Fernández
Davila.
La señora FERNÁNDEZ DAVILA: Gracias, señora presidenta.
Vamos a aprovechar este turno de réplica a este turno en contra de nuestra
propuesta para aclarar algunas cuestiones que, seguramente, no quedaron
suficientemente claras en nuestra primera intervención. Señorías, señor
portavoz de UPyD, déjeme que vuelva a tener una ocurrencia esta tarde
además de presentar esta proposición de ley, y es decirle que, de verdad,
me esperaba que el Grupo Popular, el grupo que apoya al Gobierno,
presentara una oposición a la propuesta que nosotros presentamos; lo que
no me esperaba -y no digo que no tengan derecho ustedes a hacerlo- es que
un grupo de la oposición lo hiciera, sobre todo, con esos argumentos que
usted ha esgrimido, hablando de la ocurrencia con muchísimas más
ocurrencias que a usted se le han ocurrido esta tarde. Lo digo porque es
inexplicable, por mucho que las encuestas digan que UPyD está engrosando
los votos que va dejando el Partido Popular. Sinceramente, ya no sé qué
nos espera escuchar del Partido Popular en la tarde de hoy.
Dicho esto, señor portavoz de UPyD, no sé si usted leyó bien la
iniciativa. Realmente, nuestra ocurrencia es que le ha dado a usted una
creatividad tremenda de ocurrencias, entre ellas pedir un turno en contra
de nuestra propuesta para acabar usted diciendo que nos va a apoyar.
¿Usted qué dijo que nos va a apoyar o que está en contra de la propuesta?
Si usted dijo que nos iba a apoyar y esperaba que nosotros les apoyáramos
a ustedes, yo creo, señores de UPyD, que a ustedes tiene que ocurrírseles
saber qué quieren, saber qué representan, saber qué están diciendo.
Nosotros no estamos diciendo que la calle sustituya a las instituciones
que están dotadas para la representación popular. No estamos diciendo
esto. Estamos diciendo que se escuche a la calle; y lo estamos diciendo
no solamente cuando presentamos esta iniciativa, sino en el momento que
la estamos defendiendo, cuando el Gobierno toma decisiones que van en la
línea de flotación de algo tan fundamental como es el modelo de Estado.
Ya sé que a ustedes les preocupa mucho el modelo de Estado de las
autonomías, que quieren modificarlo para recentralizarlo. Nosotros
queremos modificarlo para socializarlo, para garantizar a los ciudadanos
sus derechos, para garantizar a los ciudadanos una sanidad en
condiciones, una educación en condiciones, unos servicios sociales en
condiciones y creación de empleo. Y esto es lo que queremos hacer con
esta iniciativa. Queremos que los ciudadanos hablen y hablen en las
urnas. No estamos diciendo para nada que queremos implantar ya esa
cultura consultiva de Suiza, que, por cierto, no les va nada mal, no
estamos diciendo eso. Estamos diciendo que cuando el Gobierno decide
cosas tan importantes que modifican no solamente cuestiones económicas,
sino aquellas cuestiones sociales que le restan derechos a la ciudadanía,
debe hacer una consulta, porque no es algo baladí, sino que es algo que
va al corazón del Estado. Yo decía: acabar con ese Estado protector que
el neoliberalismo está tan empeñado para dejar un Estado de ciudadanos
desprotegidos.
Hicimos un repaso de toda la política destructiva de este año de Gobierno,
precisamente porque son políticas que están dejando desamparados, están
dejando sin protección a los ciudadanos. Por eso no entendemos, cuando
ustedes a veces dicen que quieren regenerar la democracia, la política,
etcétera, qué nos quieren decir. Yo he dicho hoy alguna cuestión en ese
sentido. A veces ustedes, cuando hacen demagogia con las ocurrencias que
tienen, nos atribuyen a los políticos, a los diputados, derechos que no
tenemos. Pero, en fin, allá ustedes, eso no será demagogia. (Rumores).
Sí, alguna vez se ha debatido en esta Cámara desde esta tribuna que los
diputados tenemos un especial sistema de Seguridad Social y yo estoy en
el régimen general de la Seguridad Social. No sé ustedes, pero yo estoy
en el régimen general de la Seguridad Social desde hace cuarenta y tres
años, por cierto. Por lo tanto, señorías, nos parece muy legítimo, nos
parece muy democrático que ustedes se posicionen frente a esta iniciativa
que nosotros presentamos porque entendemos que el Gobierno está aprobando
unas políticas que van contra la línea
de flotación del Estado de bienestar. Entendemos que ustedes estén en
contra, pero les agradecería que nos aclararan si, además de estar en
contra, lo van a apoyar o no, porque al final de la intervención del
señor portavoz entendimos -no solamente yo- que nos iban a apoyar, aunque
esperaban que les apoyáramos a ustedes, no sabemos en qué.
Muchas gracias, señora presidenta. (Aplausos).
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Gracias, señora Fernández.
Señor Lara.
El señor LARA MOYA: Yo estoy sorprendido también porque no sabía que tenía
el Partido Popular una sucursal en UPyD, y tengo una sorpresa importante.
(Aplausos).
Nos ha dejado perfectamente claro cuál es su concepto de la democracia; su
concepto de la democracia acaba con las elecciones cada cuatro años.
Algunos tenemos un concepto de la democracia que va mucho más allá, es la
democracia participativa donde en casos excepcionales y extraordinarios
que se pueden estar produciendo en un país los ciudadanos, más allá de
los parlamentarios y parlamentarias que estemos aquí, tienen el derecho
de opinar y de decidir porque aquí se está decidiendo el futuro de
millones de ciudadanos para nuestros hijos, para nuestros nietos y además
se están vulnerando de una manera sustancial lo que ha sido el Estado del
bienestar que hemos conocido y que hemos conquistado a lo largo de
muchísimos años. Por tanto, nuestro concepto de democracia va más allá de
las puertas estrictas de este Parlamento, que también respetamos de una
manera profunda.
Parece que estamos toda la vida de referéndums. Que recordemos dos
referéndums se han hecho en España en la etapa democrática: el referéndum
de la Constitución y el referéndum de la OTAN. Ni tan siquiera se hizo el
referéndum para modificar el artículo 135 de la Constitución española, y
eso sí era grave para la sociedad española. (Aplausos). Se podía haber
hecho un referéndum y consultarle al pueblo, porque les va a afectar a
los ciudadanos. Nosotros hablamos de participación directa porque además
está recogido en el artículo 23 de la Constitución española, no solamente
la participación representativa, también la participación directa de los
ciudadanos y el referéndum es un mecanismo que permite esa cuestión.
Nosotros no estamos planteando reformar la Constitución española, estamos
planteando modificar en concreto un artículo de la Ley 2/1980, no de la
Constitución española, que es perfectamente modificable. Si usted pensaba
que la propuesta debería ser vinculante, nos habría gustado que hubiera
hecho la propuesta -un añadido, una enmienda- para haber añadido la
vinculación y no únicamente el referéndum de consulta; ha perdido una
oportunidad de oro para haberse marcado un tanto desde el punto de vista
democrático.
Lo que está pasando en este país es muy grave, y tanto en la intervención
de la representante del Grupo Mixto como en la nuestra hemos denunciado
-es obvio- que se está produciendo una violación, un incumplimiento
flagrante del programa electoral con el que un partido se presentó a las
elecciones, y sus modificaciones no son fruto de que tenga que estar
negociando con otras formaciones políticas de esta Cámara y con otros
grupos parlamentarios. No es eso, tiene la mayoría absoluta, por tanto,
si se está violando el programa electoral, la palabra dada a los
ciudadanos, tienen la responsabilidad cuando menos de consultar a los
ciudadanos -consultar a los ciudadanos; no es tan grave- y podrán decir
que no están de acuerdo con la política que nos marca la troika, que hay
que hacer otra política distinta. El Gobierno podría tomar nota de lo que
opina la calle perfectamente en ese referéndum e intentar reconducir la
situación, pero, ¿por qué se tiene que gobernar de espaldas a los
ciudadanos? Eso sería incluso positivo hasta para el propio Gobierno. No
estamos planteando un plebiscito Rajoy, sí; Rajoy, no. Lo que ocurre es
que si no se plantea finalmente la consulta al pueblo, si esto continúa
por este camino, al final lo que se pedirá será otra cosa y no una
modificación desde el punto de vista de un referéndum.
El programa no da igual, no puede dar igual, porque el programa es el
compromiso que adquirimos los políticos con los ciudadanos cuando nos
vamos a presentar a unas elecciones, es un contrato que se establece con
los ciudadanos, y cuando se falta a ese contrato, cuando se viola ese
contrato, se falta a la palabra dada y se falta a algo sagrado contraído
con la gente. No es extraño que después la gente desconfíe de la política
y que sienta desafección y que haya gente que se meta con los políticos.
Por cierto, no sé por qué su grupo ataca permanentemente a los políticos
y a las políticas, como si algunos de su grupo no llevaran toda la vida
en política, mucho más tiempo que yo, por ejemplo, en los parlamentos.
(Aplausos).
Lamento que no haya podido ser con el que tiene mejores portavoces,
incluso portavoces bis, que el portavoz de UPyD y no haber podido
confrontar o hacer dialéctica sobre la propuesta que hemos
presentado para la citada modificación y poder llevar a cabo un
referéndum, porque no se trata de hacer un referéndum cada día, sino
cuando haya condiciones extraordinarias. Y si hoy no se entiende que en
este país hay condiciones excepcionales, extraordinarias para hacer una
consulta al pueblo, es que no se entiende qué está pasando en nuestro
país.
Muchas gracias, señora presidenta. (Aplausos).
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Gracias, señor Lara.
Señor Martínez Gorriarán.
El señor MARTÍNEZ GORRIARÁN: Señorías, me voy a ceñir a la proposición de
ley que han presentado y me da la impresión de que no se la han leído;
creo que no se han leído ustedes lo que han presentado aquí. Nos han
pegado un repaso respecto a que todo el mundo, excepto ustedes, es
culpable de todos los males del país y proponen solucionarlo mediante una
fórmula de pensamiento mágico que consiste en dar la palabra al pueblo
para que el pueblo se exprese y eso cambia la realidad. Es decir, el
pueblo dice: Pleno empleo, y ¡plas! pleno empleo. El pueblo dice: No
queremos subida de impuestos; no hay ningún problema, no se suben los
impuestos. El pueblo dice cosas que son obvias y evidentes, y por otra
parte, es tratar a la gente como a menores de edad, cosa que tampoco me
extraña, porque, si ustedes son incapaces de entender una frase coloquial
tan normal como decir que les apoyaríamos si o les apoyaríamos cuando y
dicen que he dicho que les apoyaremos, es muy complicado entenderse con
ustedes, porque hace falta un mínimo bagaje común de lenguaje común para
entenderse. O que como la deliberación no les importa y no les interesa,
como han dejado claro en la respuesta a las cosas que yo he dicho, y
ustedes me han atribuido cosas que yo no he dicho, mientras no han
contestado a las que sí he dicho, estamos en el mismo círculo vicioso.
Igual habría que hacer un referendo al respecto, aunque parece que no
sería muy útil.
Señorías, cuando hablan del programa y dicen que es sagrado e importante,
me dejan todavía más desconcertado. Ustedes llevan casi un año gobernando
en Andalucía. ¿Cuándo van a presentar la reforma de la Ley Electoral en
Andalucía? ¿Cuándo lo van a hacer? (Aplausos.-El señor Sixto Iglesias
pronuncia palabras que no se perciben). No lo han hecho; no hay ningún
compromiso por su parte para hacerlo. ¿Habría que recusarles? ¿Habría que
hacer un referéndum para ponerles en la calle? Sean coherentes. Ustedes
dicen que el programa es sagrado y no sé qué cosas más, así que
aplíquenlo, sean coherentes. También dicen que nosotros atacamos a los
políticos. Señorías, no digan cosas absurdas. Pedirle a un concejal que
se baje de un coche oficial que no necesita y no está justificado, ¿es
para usted atacar a los políticos? Es atacar una idea absolutamente
insostenible de qué es la política, que es un servicio público, oiga, no
usar la política al servicio privado. Y eso lo hacen ustedes también y lo
han hecho en las cajas de ahorros y lo hacen en los ayuntamientos y en
comunidades autónomas, y luego, cuando nuestros representantes plantean
estas propuestas, habitualmente votan en contra. ¡Qué quieren que le
hagamos! Si lo quieren despachar diciendo que son ataques a los políticos
y a la política, explíquenle ustedes a la gente cómo entienden la
política.
Como han dado muy pocos argumentos, es complicado, como les digo, avanzar
en un nuevo camino. Yo no he expuesto una posición de partido sobre qué
es la democracia representativa ni deliberativa; lo que he dicho es el
abecé de la democracia representativa y deliberativa desde que se empezó
a hablar de ella. Lo que ustedes proponen como cosas que son grandes
avances son en gran parte -se lo tengo que decir- verdaderas antiguallas.
Esto de que el Gobierno propone y el pueblo habla solo cuando se le
pregunta y no tiene capacidad de iniciativa ni de enmendar ni de
deliberar ya existía en ciertas épocas de la República romana -¡fíjense
ustedes qué moderno y qué avanzado!- cuando el Senado mandaba a los
comicios una consulta sobre si estaban de acuerdo con que se aprobara tal
o cual cosa, y nada más, no podían hacer otra cosa, ni reunirse por su
propia iniciativa, ni presentar enmiendas por supuesto, ni presentar
propuestas de ley. Esto es tan avanzado, no sé cómo decirles a ustedes,
como la pana. Ahora, si les parece que eso es muy avanzado, ¡qué le vamos
a hacer nosotros!
Insisto, he hablado en contra de su proposición de ley porque nos parece
mala para la democracia, no porque sea mala para el Gobierno. A ver si lo
entienden. Yo no hablo ni a favor ni en contra del Gobierno. Lo que yo he
expuesto vale igual para cualquier Gobierno, aunque fuera un Gobierno de
Izquierda Plural o del BNG, es lo mismo, de eso se trata. Nos parece una
propuesta que efectivamente es una ocurrencia, porque cuando se examina
no tiene el menor rigor y ustedes mismos son incapaces de defenderla si
no es con ataques ad hominem y con ataques que incluyen acusaciones de
cosas que yo no he dicho ni nosotros hemos dicho como partido. ¡Qué
quieren que les digamos! Si ustedes no están de acuerdo con
la democracia parlamentaria, es legítimo. Díganlo, explíquenlo, cuéntenlo
y qué proponen como alternativa, pero no me vengan diciendo que si el
abuelo no sé qué y que el Gobierno fuma en pipa. Con esto no vamos a
ninguna parte y sencillamente esta es la razón por la que vamos a votar
en contra de la toma en consideración.
Para finalizar, es que encima que no saben ni cómo son los procedimientos
parlamentarios más elementales, señor Lara. Yo no puedo proponer una
enmienda a una toma en consideración. Solo si se aprueba la toma en
consideración podré enmendar su proyecto de ley. ¡Parece mentira, hombre!
Muchas gracias. (Aplausos).
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Gracias, señor Martínez
Gorriarán.
En turno de fijación de posiciones, en primer lugar por el Grupo Vasco,
señor Olabarría.
El señor OLABARRÍA MUÑOZ: Gracias, señora presidenta, señorías.
Señor Lara, señora Fernández Davila, si era complicado comprender la
naturaleza de la proposición de ley orgánica que ustedes han presentado,
la utilización de este turno en contra nos ha sumido en una confusión
rayana en la patología intelectual. Estamos hablando de estas
proposiciones de ley, orgánica nada menos, que a uno le provocan
pulsiones de signo contradictorio o, por decirlo de otra manera, una
posición política casi esquizofrénica. Ustedes se han regodeado o han
especulado con pertinencia sobre la radiografía de lo que justifica la
exposición de motivos, su pedimento, la parte dispositiva. Podemos estar
de acuerdo -incluso con el señor Martínez Gorriarán, lo cual es otra
novedad, que yo pueda estar de acuerdo en algunos aspectos de su
argumentación, lo digo como anécdota- en buena parte de su radiografía,
prácticamente en su totalidad. Evidentemente aquí hay motivos que
justifican la declaración de que un programa electoral está siendo
incumplido prácticamente en su totalidad, in toto, que se están
produciendo regresiones en materia de derechos -algunos de carácter
fundamental- de forma universal, mediante una transversalidad casi sin
excepciones, que afectan -como ustedes bien han dicho- a la materia
laboral, a la reforma laboral, que descausaliza la contratación,
descausaliza la extinción, la suspensión, la modificación de condiciones,
multiplica los ERE; que afecta a una reforma educativa que impide el
acceso al sistema educativo de muchos niños y jóvenes, que encarece la
enseñanza y dificulta u obstaculiza la calidad de la enseñanza; a una
reforma judicial que incorpora tasas a un procedimiento o al servicio
público de la justicia, que tiene que ser, por su propia naturaleza y por
imperativo constitucional, gratuito, como último instrumento de amparo de
los derechos ciudadanos; afecta a una suspensión de la Ley de la
Dependencia, que es incomprensible además de injusta. Podríamos seguir
con una larga retahíla de incumplimientos del programa electoral.
El señor Martínez Gorriarán tenía razón en que efectivamente la
Constitución no impone el mandato imperativo o el cumplimiento estricto
del programa electoral, porque esto supone la negación del debate
parlamentario, y el ajuste del programa electoral da una situación que
es, por su propia naturaleza, cambiante y evolutiva, y los legisladores,
los políticos que representamos a la soberanía popular tenemos que
adaptarnos a dichos cambios. El programa electoral evidentemente y su
cumplimiento estricto, petrificado y en sus propios términos sería la
negación del debate parlamentario. Por lo tanto, está prohibido el
mandato imperativo por dos preceptos que no ha citado el señor Martínez
Gorriarán, pero se los cito yo: los artículos 92 y 112 de la
Constitución. No formará parte de sus intenciones modificar o vulnerar el
contenido esencial de estos dos preceptos constitucionales. Ya el 112 les
provee de una fórmula que podría ser utilizada para lo que ustedes
preconizan, no sin fundamento ni legitimidad, porque el programa con el
que el Partido Popular concurrió a las elecciones ha sido vulnerado en su
totalidad prácticamente: la cuestión de confianza prevista en el 112 por
incumplimiento del programa electoral. Lo que pasa es que es a petición
del presidente del Gobierno y previa aprobación del Consejo de Ministros.
Ahí podríamos establecer un tipo de mejora que no desnaturalizara las
esencias, el fundamento ontológico de la democracia representativa, una
modificación estableciendo que esa autorización se traslade a las Cortes
Generales del Estado y que no sea una decisión discrecional del Gobierno
someterse o no a la cuestión de confianza.
Pero lo que ustedes pretenden, que es la introducción de un referéndum en
todas las leyes que afecten -y reproduzco textualmente el contenido del
artículo único de su proposición de ley orgánica- a los derechos
económicos, sociales y laborales -así es como ustedes definen la
afectación o la necesidad de recurrir a la fórmula refrendataria que
ustedes denominan consultiva-, esta omnicomprensión -porque todas las
leyes son o económicas o afectan a la economía, o son sociales o afectan
a la sociedad o a algún aspecto de la sociedad, o son laborales o afectan
a las estructuras del mercado de trabajo-,
que se refiriera a todas las leyes sin excepción nos obligaría a
incorporar la fórmula refrendataria al procedimiento legislativo, al íter
legislativo y nos obligaría a modificar los artículos 81 y siguientes de
la Constitución, que son los que configuran el procedimiento legislativo
en estas Cámaras. Tampoco creo que forme parte de su intención modificar
el procedimiento legislativo; sí la invocación -que podemos confirmar- a
fórmulas de participación popular, a fórmulas de democracia directa o que
se aproximen a la democracia directa, todavía no muy bien desarrollada y
con algunas reservas intelectuales severas que a mi grupo le generan, las
fórmulas que se han conocido y se han experimentado, sobre las que hay
experiencias o aproximaciones empíricas de representación o de democracia
directa.
Les voy a contar lo que sucedió en el Ayuntamiento de Bristol. En el
Ayuntamiento de Bristol se sometió el futuro de la ciudad a las asambleas
de ciudadanos por barrios, en asambleas constituidas por cien o más
personas, estableciendo seis objetivos en relación con el futuro del
ayuntamiento, con los problemas que afectaban al municipio de Bristol.
¿Saben qué ocurrió? La experiencia fue terriblemente desastrosa, hasta el
punto de que no se ha vuelto a repetir nunca más en la historia ni en el
Reino Unido ni en ningún otro país. Al final quienes estaban mejor
organizados, los lobbies, quienes tenían estructuras económicas y
posibilidad de contratar a personas con capacidad argumentativa
suficiente, impusieron sus pretensiones e intereses bastardos y ajenos a
los intereses de la ciudad, y cuando eso se comprobó otra serie de
municipios, ingleses también, que iban a acometer una fórmula de
representación o de democracia directa pura, abandonaron esta pretensión.
Hay que ser terriblemente cuidadoso con ese tipo de formulaciones, señor
Lara, señora Fernández Davila.
Sin perjuicio de eso, también la Constitución prevé otras fórmulas de
representación o de actuación de democracia que se aproxima a la
democracia directa: el derecho de petición, el derecho de referéndum, la
iniciativa popular, que se podría atenuar en sus requerimientos de
legitimación formal para posibilitar que la iniciativa legislativa
popular fuera más fácil de articular por los ciudadanos; y la
participación política, que no tiene que articularse necesariamente a
través de partidos políticos, sino que mediante las previsiones de la
Loreg se puede hacer a través de agrupaciones de ciudadanos.
Para no regodearme ya en las deficiencias que aprecio de naturaleza
normativa o técnico-jurídica en su proposición, estableciendo una suerte
de modificación del íter o del procedimiento legislativo, incorporando el
referéndum como una especie de dicho íter, de un trámite más,
convirtiendo lo que ustedes denominan falsa o inadecuadamente referéndum
consultivo en un referéndum preceptivo, cuyas consecuencias en este
momento son imposibles de discernir, son imposibles de determinar, le
tengo que decir que lo que a mi grupo le preocupa -y donde focaliza su
atención- es lo que usted ha planteado como instrumento de
democratización de la participación o de la política: el referéndum
precisamente y la articulación del referéndum en el artículo 92 de la
Constitución.
Ustedes preconizan o reivindican el referéndum para las leyes que afecten
a los derechos económicos, sociales y laborales. ¿Se están ustedes
refiriendo a todos? Porque hay muchos referéndums y muchos objetivos que
pueden ser objeto de referéndum. Efectivamente, la fórmula es excepcional
en el Estado español. Usted ha dicho que han existido dos y han sido
cuatro: el de la Constitución, el de los estatutos de autonomía en su
ámbito territorial, el de la adhesión a la Alianza Atlántica y el de la
Constitución europea, en virtud de un real decreto-ley de 2005. ¿Ustedes
estarían de acuerdo en esa omnicomprensión del concepto de la
legitimación para acudir a un referéndum sobre la determinación o la
autodeterminación, para la decisión del futuro, del destino de un pueblo
de los que configuran un Estado plurinacional, como es el Estado español?
¿Estarían de acuerdo en un referéndum dentro de esa omnicomprensión de
las locuciones que ustedes utilizan -derechos económicos, sociales y
laborales-, un referéndum vinculante sobre los derechos consagrados por
el título preliminar de la propia Constitución, los valores superiores,
los principios rectores u ordenadores del resto del texto constitucional?
¿Estarían ustedes de acuerdo en un referéndum sobre los derechos
fundamentales, que son, como saben perfectamente, los consignados entre
los artículos 14 y 29 de la Constitución? ¿Cuáles excluyen? ¿Cuáles
integran? Si integran o excluyen todos o parte o aceptan todos, entonces
tendríamos que ponernos de acuerdo ustedes y yo sobre una reformulación
del artículo 92 de la Constitución y una reconstrucción del concepto de
referéndum como institución jurídica vinculada a la democracia
representativa, no a la democracia directa, a la democracia
representativa, y aquí cabría todo, señor Lara, señora Fernández Davila,
aquí cabría también un referéndum autodeterminista, cabría un referéndum
sobre el futuro y el destino político de los pueblos, sobre su capacidad
de decidir y sobre cuestiones a las cuales usted no se ha referido.
Me da la impresión, analizando con mucha atención el discurso de ambos, de
que su pretensión quizá no era esta, no era darle un sentido de
omnicomprensión de tal naturaleza o una extensión de tal
naturaleza, pero puesto que ustedes plantean el referéndum como fórmula de
regeneración democrática, de mejora de la calidad democrática de las
instituciones, nosotros vamos a afrontar y a focalizar no lo que ustedes
plantean en este momento y que nosotros compartimos, la radiografía
apocalíptica...
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Señor Olabarría, tiene que
finalizar.
El señor OLABARRÍA MUÑOZ: Acabo ya, señora presidenta.
... la radiografía apocalíptica de la situación económico-social en la que
nos encontramos, sino otras cuestiones que son tan legítimas como las que
ustedes han citado como elemento justificante de su proposición de ley
orgánica, otras cuestiones que son las que otros grupos políticos hemos
preconizado y forman parte de nuestro fenotipo, forman parte de nuestro
ADN, forman parte de las esencias de nuestro acervo y bagaje cultural.
Desde esa perspectiva, señora presidenta, yo no quería decirlo, pero
cuando se plantea la locución y la expresión referéndum se entra en un
terreno resbaladizo.
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Señor Olabarría, tiene que
finalizar.
El señor OLABARRÍA MUÑOZ: Con esto acabo, señora presidenta.
Me extrañan las reflexiones apologéticas del referéndum como institución
en otros contextos del señor Martínez Gorriarán, cuando simultáneamente
doña Rosa Díez la semana pasada pidió la tipificación como delito de
quienes convoquen referéndums no previstos en el ordenamiento jurídico.
Es un terreno muy resbaladizo, señor Lara, señora Fernández Davila. Vamos
a focalizar el tema en el referéndum como institución democrática ahora y
no hagamos un discurso político...
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Señor Olabarría, lo siento,
se acabó su tiempo.
Por el Grupo de Convergència i Unió, tiene la palabra el señor Xuclà.
El señor XUCLÀ I COSTA: Muchas gracias, señora presidenta.
Señorías, señores proponentes, señora Fernández Davila, señor Lara, voy a
fijar posición propiamente sobre el objeto de esta proposición de ley,
que quiero recordar, para volver a centrar un poco el debate, que es una
proposición de ley para modificar la Ley de Referéndum, y fijar nuestra
posición sobre lo que ustedes nos plantean y nos traen a votación.
Por una parte, nosotros somos partidarios y defensores, como todos
ustedes, compañeros de hemiciclo, diputados y diputadas, de la democracia
representativa, de este proceso deliberativo de las Cortes que, después
de deliberar, después de discutir, adopta decisiones a través de la
votación de las mayorías y de las minorías y de un principio incorporado
también en los reglamentos de las Cámaras, como es la protección de las
minorías en un parlamento, especialmente cuando existe mayoría absoluta.
A la vez, señorías, que nosotros somos partidarios de ese sistema de
democracia representativa -no de un sistema que uno de los dos
proponentes en su defensa desde esta tribuna ha defendido como el sistema
más eficaz: el de la democracia directa o de la democracia asamblearia en
algunos casos-, también somos partidarios de la consulta al pueblo.
Nosotros también somos partidarios del ejercicio de aquello que contempla
la legislación constitucional, de aquello que se contempla también en el
marco autonómico -voy a hacer referencia a ello- de dar la voz al pueblo,
de que el pueblo ejerza su derecho a decidir sobre un conjunto de
materias.
Precisamente el señor Olabarría hace un momento hacía referencia a las
pocas veces que en España se ha consultado al pueblo, en que se han
sometido a consideración de la ciudadanía varios aspectos, desde el
referéndum de la OTAN hasta un tratado europeo que, de forma no
vinculante ni necesaria, fue sometido a referéndum, la mal llamada
Constitución europea, que era un tratado por el cual se instituía una
constitución para Europa, y también respecto a los estatutos de
autonomía. Algunos, muchos catalanes somos especialmente sensibles ante
el hecho de que, después de haber refrendado el Estatuto de Autonomía
vigente del año 2006, una sentencia del Tribunal Constitucional, de
acuerdo con la arquitectura constitucional pero con un error de
apreciación política extremo, amputara precisamente aquello que había
sido refrendado por el pueblo. Por lo tanto, señorías, nosotros somos
defensores de la democracia representativa y defensores de incrementar la
consulta a la ciudadanía. Es por esto por lo que en estos momentos quiero
recordar que en Cataluña existe una ley de consultas populares y que al
final de la IX Legislatura se estaba tramitando este proyecto de ley de
consultas populares no refrendarias. Señorías, también es bueno recordar,
en aras de un cierto rigor en el debate político, en el debate
parlamentario, que la Constitución española expresamente reserva y deja
fuera del ámbito del referéndum,
fuera de la esfera de consulta a la ciudadanía aquellas materias que sean
o puedan ser objeto de modificación presupuestaria, de incremento o
reducción del gasto respecto del presupuesto presentado por parte del
Ejecutivo. Nosotros queremos ser coherentes con este principio que se
manifiesta en la Constitución, pero también coherentes con la enmienda
que el Grupo Parlamentario de Convergència i Unió presentó en el
Parlament de Catalunya en la tramitación de esta ley de consultas
populares no refrendarias, cuando la enmienda 39, que ha decaído con el
final de la legislatura, también dejaba fuera del objeto del referéndum o
de las consultas populares las materias referidas a la planificación
general de la actividad económica de la Generalitat o que tuvieran un
coste económico para los presupuestos públicos. Señorías, hay esta
reserva que excluye del ámbito de los referéndums los incrementos o
reducciones de gasto presupuestario y también en la ley de consultas
populares no refrendarias de Cataluña se contempla esta salvedad que a
nosotros nos parece oportuna y queremos ser coherentes con la misma.
Para terminar, haré dos reflexiones finales. Estamos ante una toma en
consideración y nosotros, ante una toma en consideración en la que creo
que les he expuesto los pros y los contras, vamos a hacer una votación de
abstención, que no es una abstención de desentendernos de su propuesta,
sino que es la síntesis de los pros y los contras. Y, señorías, en los
contras también debemos reconocer que el texto, desde un punto de vista
de pulcritud jurídica, en una facultad de Derecho podría ser un ejemplo
de aquello que se llama concepto jurídico indeterminado, porque leo la
propuesta de modificación del artículo 6: En todo caso, el presidente del
Gobierno deberá proponer un referéndum sobre las políticas que afecten
sustancialmente -sustancialmente- a derechos económicos, sociales y
laborales. Fin de la cita. Es evidente que habría un gran problema, que
cae de lleno en lo que podríamos denominar un concepto jurídico
indeterminado: definir aquellas materias que afectan sustancialmente a
derechos económicos, sociales y laborales.
Finalmente, señorías, varios portavoces han subido a esta tribuna para
expresar queja e indignación, cada uno desde su sensibilidad social, que
creo que es compartida por parte de los portavoces de los distintos
grupos parlamentarios. Nosotros también queremos expresar nuestra queja y
nuestra indignación, como la de otros grupos parlamentarios, por un doble
rasero a la hora de afrontar por ejemplo la reducción del déficit que
impacta directamente sobre las políticas sociales que tienen que
gestionar las distintas administraciones. Ustedes saben perfectamente,
señorías, que hay un doble rasero de exigencia: respecto a la reducción
del déficit de la Administración General del Estado y respecto a la
reducción del déficit de las comunidades autónomas. Ustedes también saben
perfectamente que el grueso de las competencias que impactan directamente
sobre los servicios sociales y sobre la educación, sobre la sanidad,
sobre las políticas sociales, más necesarias hoy que nunca, más hoy que
nunca, son prestadas por parte de unas comunidades autónomas a las que el
actual Gobierno ha decidido, de forma política, de forma legítima y de
forma, a nosotros nos parece, absolutamente injusta y arbitraria, exigir
mayor reducción del déficit, sin tener en cuenta que son aquellas las que
tienen que gestionar políticas que directamente tienen un impacto sobre
la fragilidad social que en estos momentos estamos viviendo con un 25 %
-y con unas muy malas previsiones de la OCDE que han salido hoy- de paro
en el conjunto de la población y un 50 % de paro entre el sector de la
juventud.
Señorías, he fijado nuestra posición. Nuestra abstención no significa
desentendernos de la propuesta del Grupo Mixto y del Grupo de La
Izquierda Plural, sino que es la síntesis de los pros y los contras que
les he intentado detallar en mi intervención.
Muchas gracias, señora presidenta.
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Gracias, señor Xuclà.
Por el Grupo Socialista, señor Jáuregui.
El señor JÁUREGUI ATONDO: Muchas gracias, señora presidenta.
Señorías, nuestro grupo va a votar favorablemente esta proposición de ley.
Tenemos tres razones. La primera es un deber de respeto a una propuesta
de la oposición para que se tramite una proposición de ley, una posición
de solidaridad con una pretensión reformista de nuestro entramado
legislativo, que, por cierto -quiero llamar la atención sobre ello-, a lo
largo de esta legislatura, de este año, no ha sido aceptada en ningún
caso hasta la fecha. Son, señoras y señores diputados del Partido
Popular, veinte las proposiciones de ley que hemos gestionado y hasta la
fecha el Partido Popular no ha aceptado ninguna. Creemos que es nuestro
deber desde la oposición facilitar su aceptación y así se explica en
parte nuestro voto.
También se explica porque ciertamente la Ley de Referéndum, la ley del año
1980, es una ley que nació en un contexto y para una explicación política
que quizás olvidamos. En el año 1980 esta ley en gran parte surgió para
regular los refrendos estatutarios en las comunidades autónomas.
Estábamos poniendo en marcha el Estado autonómico y había que establecer
un procedimiento de ratificación popular de los estatutos, y la ley en
gran parte pretendía esto, pero ciertamente es factible, es razonable que
una ley nacida en ese contexto, treinta años después, pueda ser objeto de
debate, aunque ya me apresuro a decirles, señorías, especialmente, señora
Fernández Davila y señor Lara, proponentes de esta proposición, que haré
a continuación algunas precisiones sobre lo que es el referéndum y sobre
lo que es la democracia directa en opinión del Grupo Socialista.
En tercer lugar, se explica porque la naturaleza del trámite también
corresponde. Entiendo que conviene recordar que estamos simplemente
tomando en consideración una proposición de ley para luego debatirla, más
allá de nuestra coincidencia con su contenido. Me apresuro a decir, señor
Lara, señora Fernández Davila, que nosotros no compartimos el contenido
literal de su propuesta y ahora me explico. Es verdad que en sus
explicaciones ustedes han hablado más bien de la convocatoria del
referéndum a raíz de un contexto político. Incluso en sus argumentaciones
se ha explicado que falta legitimación política por parte del Gobierno
para adoptar medidas en relación con lo que ha ocurrido este último año.
Pero no estamos discutiendo aquí, me apresuro también a matizarlo, si se
debe convocar un referéndum para ratificar o no lo que el Gobierno ha
venido haciendo estos últimos meses. No, su petición quiere cambiar la
ley, la ley de convocatoria del referéndum. Eso ya nos plantea un
problema, porque probablemente no son despreciables las argumentaciones
que reivindican la modificación de la propia Constitución para reformar
de esta manera la Ley de Referéndum del año 1980, pero en cuanto a su
contenido, señorías, no puedo por menos que recordarles que ustedes
pretenden literalmente que el presidente del Gobierno esté obligado a
convocar referéndums cada vez que se adopte una decisión política que
tenga una repercusión sustancial en los aspectos económicos, sociales y
laborales.
Mi primera pregunta, señor Lara, es si no es verdad que a lo largo de un
año, pongamos por caso, un Gobierno no adopta múltiples decisiones
políticas que afectan sustancialmente al contenido económico, social o
laboral de los derechos. Es así. Pongamos por caso la ley más importante
que afecta sustancialmente a derechos, el presupuesto. ¿Debiera ser
objeto de referéndum? Díganme un solo país en el mundo, uno, donde el
presupuesto es objeto de referéndum. La interpretación literal de su
propuesta, y no es una interpretación extrema, nos lleva a una
provocación generalizada de convocatorias de referéndums y nosotros no
compartimos esta posición, en la perspectiva de que aplicada solo a los
derechos sociales, económicos y laborales, también podría luego aplicarse
a otros muchos derechos de otro orden. Por ejemplo, también podríamos
reivindicar un referéndum contra lo que llamamos ya, y bien llamado, el
tasazo judicial, que afecta a derechos fundamentales, como es el derecho
de acceso a la justicia. Es otro orden, no es un orden económico, social
y laboral, es el orden civil. O por ejemplo, también podríamos hacerlo
con otras cuestiones de orden moral.
El problema de los referéndums es que además nos lleva a veces a plantear
resoluciones sobre materias en las que objetivamente no resulta fácil
obtener lo que llamaríamos la conciencia ciudadana. Imagínese usted,
señor Lara, que un día gobernáramos juntos. Imagínese usted que queremos
proponerle al país una reforma fiscal profunda, con toda la progresividad
que usted quisiera, pero llena de buen sentido y de buenas intenciones
políticas. Es muy probable que no decidiéramos convocar un referéndum
para aprobar previamente una reforma fiscal. En el fondo, señorías,
tenemos que ser conscientes de que la apelación permanente a la consulta
o al refrendo ciudadano previo a la propia elaboración de la ley rompe
los principios fundamentales de funcionamiento de un Gobierno, que
lógicamente tiene que funcionar con la capacidad decisoria y solo tiene
que acudir a una consulta o a un refrendo cuando tratamos de cuestiones
que verdaderamente conforman marcos jurídico-políticos convivenciales
fundamentales.
Señorías, si hablamos de la democracia representativa y de la democracia
directa, también tenemos que hacer alguna precisión. Nosotros, como todos
ustedes, estamos reflexionando sobre lo que llamamos la crisis de nuestro
sistema político. Compartimos, y creo que compartimos bien, el criterio
de que España está atravesando múltiples crisis, desde luego la
económica, por supuesto la social, también la territorial, por qué no
reconocerlo, una crisis política importante, porque hay mucha gente que
ha dejado de creer en nosotros, en los partidos, en los políticos, en las
instituciones. A veces me preocupa que hayan dejado de creer incluso en
estamentos democráticos básicos. Todos nos planteamos cómo afrontar ese
camino de recuperación y de regeneración -si ustedes quieren llamarlo
así- del proceso democrático de nuestro
país. Solo me preocupa una cosa: que hagamos un diagnóstico equivocado y
que encontremos soluciones que no lo son, o falsas soluciones. Digo esto
porque a veces hay una corriente de fondo que reivindica la democracia
directa como una forma superior de la democracia. Quiero dejar bien claro
que no comparto ese criterio. Nosotros creemos -ustedes también- en la
democracia representativa. Nos eligen a los que gobiernan para que
gobiernen y a nosotros para decidamos, para que gobernemos, para que
legislemos -porque esa es nuestra función representativa-, para que
deliberemos y para que construyamos los consensos y las soluciones
políticas a problemas complejos que no queremos bipolarizar entre
posiciones binarias del sí o del no. Esa es la política representativa y
para eso estamos. Me preocupa que regeneremos la democracia con las
soluciones de verdad. Por supuesto que hay que incorporar más a la
ciudadanía al proceso legislativo y quizá tengamos que establecer la
figura llamada, diputado 351, para que esté aquí más presente. ¿Tendremos
que revisar la ILP para que con menos firmas haya más capacidad para
reformar nuestras leyes? Yo creo que sí. ¿Tendremos que establecer
mecanismos que abran más los partidos? Sí. Tendremos que establecer
muchas reformas de transparencia y de recuperación de confianza pero, por
favor, no nos equivoquemos apelando a la supuesta democracia directa, que
no es más democracia que la democracia representativa ni tiene más
calidad ni es mejor democracia que la democracia representativa.
(Aplausos).
Claro que se pueden hacer referendos, y me parece muy importante que
contemplemos esa posibilidad. Aceptamos, por tanto, la proposición con la
idea no de aceptar esa propuesta, sino de revisar una ley que forma parte
de nuestro entramado democrático porque regula una cuestión fundamental
que queremos mejorar, como es el referéndum. Pero advertimos que nuestra
propuesta en esa reforma será la de admitir los referendos de manera
puntual y para que sirvan siempre como complemento y no como sustitución
de la democracia representativa. Me parece fundamental que dejemos esto
claro. Aceptamos los referendos, querremos consultar al pueblo y
pediremos a la ciudadanía que participe en aquellos casos en que la
participación democrática se refiera a decisiones jurídicopolíticas
-reforma de la Constitución, ratificación estatutaria, grandes acuerdos
políticos que requieran esa participación-, pero no debemos devaluar ni
banalizar la importancia del refrendo convirtiéndolo en una peligrosa
rutina. Esta es la posición del Grupo Parlamentario Socialista que nos
lleva a votar sí a esta propuesta con estas matizaciones.
Muchas gracias. (Aplausos).
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Gracias, señor Jáuregui.
Por el Grupo Parlamentario Popular, señor Gil Lázaro.
El señor GIL LÁZARO: Muchas gracias, señora presidenta.
A la vista de cómo se ha sucedido el debate, conviene recordar que el
objeto de esta iniciativa no es si la Cámara insta o no al Gobierno a
convocar un referéndum, sino si se produce o no se produce conforme a las
pretensiones de los proponentes la modificación del artículo 6 de la Ley
de Referéndum. (El señor presidente ocupa la Presidencia). El artículo 6
de la Ley de Referéndum desarrolla lo previsto en el artículo 92 de la
Constitución y, por tanto, se trata de saber si esta iniciativa tiene o
no anclaje en el espíritu del artículo 92 de la Constitución. Este es
exactamente el fondo del debate que hoy corresponde hacer. Me voy a ceñir
a eso pero, no obstante, señor presidente, en virtud de lo que he
escuchado con mucha atención y respeto a lo largo de este debate, no me
resisto a hacer cuatro consideraciones previas. En primer lugar, me
resulta ciertamente curioso el reciente descubrimiento de algunos, que
ahora, después de estar ocho años en la inopia por lo visto, han
descubierto que es un deber -así lo han calificado, un deber- apoyar,
tomar en consideración las iniciativas de la oposición. En segundo lugar,
lo que no estaba contemplado en el programa electoral del Partido Popular
ni en ningún sitio es que sobre un déficit público insostenible además el
Gobierno saliente ocultara un déficit adicional de 40.000 millones de
euros. En tercer lugar, cuando ha sucedido en este país lo que ha
sucedido en el periodo 2007-2011 y lo que algunos han hecho directa o
indirectamente apoyando las políticas que en ese periodo se han
ejecutado, parece cuando menos chocante -por utilizar un término acorde
con la cortesía parlamentaria- que esos mismos se suban a esta tribuna y
hablen de engaño, paro, destrozo social y estafa. (Aplausos). Y en cuarto
lugar, nuestro poder -por utilizar la expresión que han utilizado los
proponentes, porque no nos gusta hablar de poder sino de representación-
no emana de la divinidad, como nos han dicho; jamás nos hemos creído que
nuestro poder sea teocrático; nuestro poder emana del pueblo y de las
urnas, y quien trate de cuestionar directa o indirectamente esa
legitimidad lo único que está haciendo es cuestionar la esencia misma de
la democracia. (Aplausos).
Entro ya en el verdadero asunto de fondo que nos ocupa. El Grupo
Parlamentario Popular va a oponerse a la toma en consideración de esta
proposición de ley. Lo vamos a hacer por entender que esta iniciativa
carece de lógica jurídica y es en el orden técnico muy deficiente; y lo
haremos también porque nos parece políticamente inaceptable en virtud de
su propia literalidad, puesto que implica a nuestro juicio un menoscabo
del principio representativo como fundamento y núcleo de toda sociedad
democrática. Desde un punto de vista jurídico esta iniciativa choca
frontalmente con la voluntad del legislador constituyente al pretender
convertir la convocatoria de referéndum consultivo en obligatoria cuando
se trate de decisiones políticas gubernamentales que afecten a derechos
económicos, sociales y laborales. Toda la doctrina coincide en señalar
que el referéndum consultivo previsto en el artículo 92 de la
Constitución tiene una naturaleza necesaria y esencialmente facultativa.
Como señala el profesor Jorge De Esteban -cito textualmente-, se consulta
al cuerpo electoral porque se quiere, no porque haya una obligación
jurídica de hacerlo. Esta es la interpretación que el profesor Jorge De
Esteban da del contenido al artículo 92. Frente a esto los grupos
proponentes pretenden promover de hecho una modificación de la
Constitución por vía de ley orgánica tratando, de recuperar un sucedáneo
de los referendos de ratificación legislativa y abrogatorio que fueron
expresamente rechazados en el proceso constitucional. Democracia
participativa nos dicen, y lo curioso, señorías -conviene recordarlo-, es
que esas dos modalidades de referéndum previstas en el anteproyecto de la
Constitución y mantenidas en el informe de la ponencia fueron finalmente
suprimidas en el dictamen de Comisión como consecuencia de una enmienda
in voce presentada por el Partido Comunista de España a través de su
portavoz, señor Solé Tura, argumentando entonces que esas dos figuras
abrían una extraña posibilidad de que la soberanía del Parlamento fuera
absolutamente menoscabada -dijo el señor Solé Tura-.
El profesor Cruz Villalón al valorar el alcance del éxito de la enmienda
del señor Solé Tura, dice que se optó por incorporar la consulta popular
con carácter facultativo para que esta no interfiriera en la naturaleza
representativa de nuestra democracia ni sobre todo en el funcionamiento
del régimen parlamentario. Ese carácter facultativo esencial se reforzó
además, como recuerda el profesor Linde Paniagua, confiriendo a la
iniciativa de este tipo de referéndum de forma exclusiva al presidente
del Gobierno, quien libremente decide si pone en marcha o no el
procedimiento de la consulta, de manera que -concluye este autor- se
trata de un acto personalísimo que no precisa siquiera del acuerdo previo
del Consejo de Ministros. Además, como afirma el profesor Araujo, los
constituyentes consagraron conscientemente un concepto jurídico-político
indeterminado, la referencia a decisiones políticas de especial
trascendencia, y lo hicieron para evidenciar el deseo de dejar en el
convocante un margen de libertad de extraordinaria amplitud, como también
reconoce el ya citado profesor Linde Paniagua. Por todo eso, y en
consonancia con la posición generalizada de la doctrina, el profesor
Torres del Moral concluye advirtiendo que el referéndum consagrado en el
artículo 92 de la Constitución no puede utilizarse para aprobar proyectos
de ley ni para derogar leyes en vigor, aunque estos contengan decisiones
políticas de especial trascendencia. Es obvio, pues, que la pretensión de
esta iniciativa carece de anclaje posible en nuestro ordenamiento
jurídico constitucional, ni siquiera lo tuvo en los precedentes más
inmediatos de la Constitución española de 1931. El artículo 66 de la
misma sí establecía el referéndum sobre leyes que no incorporó la
Constitución de 1978, pero aun haciéndolo dejaba expresamente fuera de
él, entre otras cuestiones, las leyes tributarias, que son por definición
las que tienen un alcance más sustancialmente económico y social,
incluso, si usted me permite, por utilizar su propia terminología, hasta
laboral.
Señor presidente, señorías, amén de lo dicho que resulta determinante para
rechazar esta iniciativa, la misma es además una auténtica chapuza desde
el punto de vista de la técnica legislativa; basta ver la confusión que
introduce en tan solo sus dos únicos párrafos respecto de cuál tendría
que ser la mayoría parlamentaria requerida para obtener la autorización
previa del Congreso de los Diputados necesaria para convocar la consulta.
En efecto, el párrafo primero de la iniciativa es trasposición literal
del artículo 6 de la vigente Ley de Referéndum, que exige obtener la
previa autorización por mayoría absoluta del Congreso de los Diputados
para efectuar la convocatoria. El nuevo párrafo segundo, que establece la
obligatoriedad de la convocatoria en los casos ya señalados, habla
únicamente de mayoría. Se pretende establecer dos graduaciones distintas.
¿Cómo se explica que el referéndum facultativo, el del párrafo primero,
exija mayoría absoluta y, en cambio, el nuevo, el obligatorio, el del
párrafo segundo, tan solo una mayoría que, conforme a la dicción literal
del texto, hay que interpretar como mayoría simple? Por si esto fuera
poco, la llamada exposición de motivos es un puro panfleto carente de la
más mínima formalidad jurídica, una proclama que introduce valoraciones
inaceptables para mi grupo, ya no solo por razones de índole partidista,
sino porque chocan frontalmente con conceptos vertebrales de toda
sociedad democrática. Tal
vez a los grupos proponentes les cueste entenderlo, pero en democracia no
hay más legitimidad representativa que aquella que concede las urnas. No
cabe contraponer una supuesta legitimidad de la calle que uno se arroga a
su capricho a aquella legitimidad contrastada y real que libremente los
ciudadanos han configurado con su voto. No cabe menoscabar el papel
esencial de las instituciones democráticas simplemente porque en ellas no
se tiene la mayoría. No cabe azuzar la crispación social mediante el uso
irresponsable de la demagogia y la mentira y no cabe olvidar las propias
responsabilidades.
Ustedes y otros, por ejemplo los sindicatos, han sido copartícipes
directos o indirectos de una política nefasta practicada durante los
últimos años y que ha llevado a este país a la ruina y a millones de
españoles al paro y a la desesperación. Ahora le corresponde a este
Gobierno enderezar la situación para que España vuelva a la senda del
crecimiento económico y del empleo y, con ello, al pleno disfrute de las
políticas públicas de bienestar social. Este grupo parlamentario sabe que
esta ha sido, es y será una tarea difícil, dura y compleja, pero es la
que impone cumplir lealmente con nuestro deber. Hemos cumplido y
seguiremos cumpliendo con ese deber con toda dedicación, con toda
humildad y con toda legitimidad, y en su momento las urnas nos juzgarán,
aunque, señorías, a la vista de lo que hemos escuchado hoy y del tenor de
esta proposición algunos parece que a estas alturas aún no lo asimilan,
pero en eso consiste exactamente la sencillez sublime de la democracia.
Muchas gracias. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Gil Lázaro.
PROPOSICIONES NO DE LEY:
- DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO, SOBRE ELABORACIÓN DE UNA
CARTERA BÁSICA DE SERVICIOS PARA LAS VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO EN
MATERIA SOCIAL. (Número de expediente 162/000431).
El señor PRESIDENTE: Entramos en el II punto del orden del día relativo a
proposiciones no de ley. En primer lugar, por el Grupo Parlamentario
Popular se ha presentado una proposición no de ley sobre elaboración de
una cartera básica de servicios para las víctimas de violencia de género
en materia social. Para su defensa tiene la palabra la señora González
Vázquez.
La señora GONZÁLEZ VÁZQUEZ: Gracias, señor presidente.
Señorías, el pasado domingo se conmemoró en todo el mundo el Día
internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres; un
día en el que se hace un esfuerzo muy especial para concienciar a la
sociedad en su conjunto de la necesidad de apoyar a las mujeres que son
víctimas de este gravísimo problema y, además, se recuerda también la
necesidad de acabar con este mal en nuestra sociedad. El 25 de noviembre
pasado recordamos con emoción a todas las mujeres que han perdido la vida
en lo que va de año; 44 ahora, al tener conocimiento hoy mismo del último
asesinato que se ha producido precisamente hoy en Álava. Además, animamos
a todas aquellas que sufren violencia en el seno de la pareja a denunciar
su situación. Para todas ellas, para ayudarlas en su decisión, esa
conmemoración no debe limitarse a una enumeración de cifras de víctimas y
denuncias. Tres de cada cuatro mujeres que declaran haber sido víctimas
de violencia han salido de esta espiral recuperando una vida autónoma y
sin maltrato. Esta cifra positiva debe ser dada a conocer por el
Gobierno, por el Parlamento y por nuestros medios de comunicación para
enviar un mensaje diferente a la ciudadanía; un mensaje de esperanza y de
optimismo para todas aquellas mujeres que tienen la valentía y la
fortaleza de denunciar la situación que viven y, mediante esa denuncia,
pedir ayuda a las administraciones públicas que tienen a su vez el deber
y el conocimiento preciso para ayudarlas.
Hace ya nueve años, el 1 de agosto de 2003, se publicó en el Boletín
Oficial del Estado la Ley 27/2003 reguladora de la orden de protección a
las víctimas de violencia doméstica avalada por el consenso y la
unanimidad de todos los grupos parlamentarios en el Congreso y en el
Senado, como muestra de la preocupación del Gobierno y de las Cámaras
legislativas por la problemática de la violencia de género. Se creaba así
el primer instrumento integral frente a la violencia de género tal y como
se define en el texto de la ley: un instrumento que transformaría de
manera radical la respuesta jurídica y social a un problema que llevaba
muchos siglos afectando muy sensiblemente a la sociedad española. La
orden de protección se constituyó en la columna vertebral de la Ley
Orgánica 1/2004 de medidas de protección integral contra la violencia de
género aprobada el año siguiente, y ambas continúan siendo hoy el armazón
de un amplio
sistema de protección para las mujeres que sufren violencia por parte de
sus parejas o exparejas y que se ha ido construyendo a posteriori desde
las comunidades autónomas.
Hoy, finalizando ya 2012, nos encontramos con un panorama en el que tanto
el Gobierno central como las administraciones autonómicas y las locales
no han escatimado esfuerzos para poner en marcha la asistencia social
integral a las víctimas en el ámbito de sus respectivas competencias. Una
asistencia que la legislación exige pero en la que ha faltado, por parte
del Gobierno central, una labor de coordinación que permita asegurar un
estándar mínimo de protección en todo el territorio español con el fin de
que el objetivo único de la ley, erradicar la violencia de género, se
consiga lo antes posible. Así, se dan situaciones muy diferentes en las
distintas comunidades autónomas que hacen que existan desigualdades en la
protección y atención a las víctimas según la zona del país en la que
residan. Aunque es un hecho positivo que las diferentes comunidades hayan
desarrollado su propia legislación y programas, es preciso que la labor
armonizadora del Gobierno central refuerce la necesaria coordinación en
conceptos, criterios, medidas, siempre evidentemente con el consenso de
todas las administraciones involucradas en aras de la seguridad y la
recuperación de las mujeres y sus hijos e hijas.
El Grupo Parlamentario Popular considera que el Gobierno debe trabajar
intensamente por conseguir una mayor coordinación entre todas las
administraciones y agentes implicados con el mismo objetivo, que fluya la
información, que se limiten las disfunciones y que se actúe con la mayor
rapidez y eficacia posible en beneficio de las víctimas.
Por esta razón, presentamos hoy en el Pleno de la Cámara esta proposición
no de ley que pretende instar al Gobierno a que elabore en el seno de la
Conferencia Sectorial de Igualdad una cartera básica de servicios que
suponga un mínimo general en el concepto de atención integral que las
comunidades autónomas, con el consenso del Gobierno central, implementan.
Con este objetivo de coordinación podrían desaparecer situaciones de
desigualdad que se dan hoy en día en función de los territorios donde
residen las víctimas de violencia de género y sus hijos e hijas. El
Gobierno está trabajando ya en esta línea, creando una red nacional de
unidades de coordinación y de violencia sobre la mujer dependientes de
las delegaciones del Gobierno de las comunidades autónomas y de las
subdelegaciones del Gobierno y direcciones insulares, una red que podrá
materializar esta tarea de coordinación. Asimismo en la Conferencia
Sectorial de Igualdad se aprobó la creación de un grupo de trabajo con
las comunidades autónomas y las ciudades autónomas para la elaboración de
una propuesta común, para la mejora de la coordinación y la puesta en
marcha del Plan personalizado para las víctimas de violencia de género y
los menores a su cargo. Es precisamente en el seno de este grupo donde
creemos que debe trabajarse este acuerdo de establecimiento de una
cartera básica de servicios en materia de atención integral.
Señor presidente, señorías, no hay sociedad civilizada si da cobijo en su
seno a cualquier forma de violencia contra las mujeres. Nuestro grupo
parlamentario reafirma su compromiso por la erradicación de la violencia
de género, instando al Gobierno a seguir trabajando incansablemente y
redoblar sus esfuerzos en esta materia. Es momento de poner todo nuestro
empeño en hacer funcionar de manera perfecta todo aquello que se ha
creado en estos nueve años pasados con tanto esfuerzo. Con voluntad
política, y uniendo las voluntades de todos, del Grupo Parlamentario
Popular, de los otros grupos de la Cámara, de las mujeres y de los
hombres.
Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora González Vázquez.
A esta proposición no de ley se han presentado enmiendas. En primer lugar,
para defender la suya, y por el Grupo Mixto, tiene la palabra la señora
Fernández Dávila. (Pausa). Voy a darle la palabra a la interviniente,
pero quiero dejar claro y pedirle disculpas a ella porque su nombre es
Fernández Davila, no Dávila, como yo me he empeñado reiteradamente en
decir. (Risas).
Señora Fernández Davila, tiene usted la palabra.
La señora FERNÁNDEZ DAVILA: Gracias, señor presidente.
Señorías, presentamos esta enmienda a esta proposición no de ley del Grupo
Popular con una serie de puntos, porque entendemos que en estas
propuestas que nosotros hacemos es donde está la raíz fundamental del
problema que tenemos, que es la falta de fondos para que los servicios
sociales funcionen adecuadamente.
En primer lugar, permitan que reconozca que quizás es la primera vez que
podemos compartir alguna cuestión concreta con el Grupo Popular, como ha
dicho doña Marta González, que la valoración de las políticas contra la
violencia de género no solamente las podemos entender o ceñir a aquellas
cuestiones
relacionadas con más o menos muertes, sino realmente si actúan con la
posibilidad de que mujeres que vivan en situaciones de violencia de
género puedan salir de ese círculo y puedan reducir efectivamente la
violencia de género en la sociedad. Es la primera vez que ese valor se
reconoce por el Grupo Popular en un día como el de hoy, cuando se habla
de una propuesta en relación con este tema y sobre todo después del 25 de
noviembre. Dicho esto, señora González, queremos manifestarle que nos ha
sorprendido la propuesta que nos hacen de instar al Gobierno a coordinar
el tema de los servicios sociales, etcétera.
Nuestro grupo, durante la tramitación de la Ley 1/2004, ley que conocemos
como Ley de Violencia, tuvo muchísimo empeño en que la ley recogiera en
los servicios sociales un pilar fundamental para actuar contra esa
violencia de género, porque además entendemos que las medidas de
protección de las víctimas tienen que empezar a actuar incluso antes de
la denuncia policial o del proceso judicial. Las políticas de protección
deben comenzar en el momento en que los servicios sociales tienen
conocimiento y empiezan a actuar en el grupo o la persona que padece esa
violencia. Lo decimos porque nos parece fundamental que la prevención,
sobre todo en su extremo más álgido, se haga a través de algo tan básico
como son los servicios sociales que se trasladan a los ciudadanos a
través, por ejemplo, de los ayuntamientos. Este empeño nuestro siempre ha
tocado de frente con un problema grave que es la financiación de los
servicios sociales, y por tanto las posibilidades de que estos estén
dotados suficientemente tanto de personas como de medios para hacer
frente a todo lo que se recoge en el artículo 19 de la ley. Si lo que se
dice en ese artículo 19 funciona adecuadamente por parte de los servicios
sociales básicos, por los servicios sociales primarios, estaríamos
actuando de manera preventiva y no solamente paliativa en las situaciones
de violencia de género.
Por eso digo que nos sorprende que el Grupo Popular nos presente esta
enmienda en un momento en que en los Presupuestos Generales para 2013 se
hace una reducción de fondos a los servicios sociales de manera que es
imposible que estos puedan mejorar las deficiencias; ni siquiera es
posible que los servicios sociales puedan actuar de acuerdo a las
necesidades que en este momento existen porque, teniendo en cuenta que
socialmente se han incrementado los usuarios de los servicios sociales en
un 40 %, es imposible que estos puedan dar ese servicio que en el
referido artículo 19 se contempla. (La señora vicepresidenta, Villalobos
Talero, ocupa la Presidencia). Por eso hablamos de que se transfieran a
los servicios sociales de las comunidades autónomas los fondos económicos
necesarios para que estos puedan dar las prestaciones adecuadas en los
casos de violencia de género. Por eso hablamos de que el Gobierno active
con urgencia y de acuerdo a lo que se establece en el artículo 19, los
mecanismos de coordinación con todas las comunidades autónomas para que
los servicios se puedan prestar por igual en todos los territorios, pero
no podemos evitar que algunos territorios, algunas naciones, algunas
comunidades autónomas puedan legislar en un sentido más amplio de lo que
puedan hacer otras. En todo caso, coordinar para llegar a alcanzar el
máximo posible. Y, señora González, permítame que les diga que esto
también me sorprende dado que en Galicia el Gobierno del Partido Popular
ha eliminado, algo que existía hasta hace unos meses, y que era una
prestación económica para que aquellas mujeres que vivían en situación de
violencia pudieran independizarse y enfrentarse a una vida fuera de ese
círculo de maltrato.
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Señora Fernández, tiene que
acabar.
La señora FERNÁNDEZ DAVILA: Es la famosa prestación conocida como salario
de la libertad, independientemente de que el nombre pueda gustar o no.
Señora González, lo fundamental es que el Gobierno dote de fondos
suficientes los servicios sociales para que se pueda hacer frente a esas
prestaciones y a esos servicios que es necesario dar, porque es más
posible evitar los asesinatos cuando se actúa con antelación a la
agudización del problema y porque entendemos que la violencia de género
hay que atajarla desde la prevención, algo que se debe hacer a través de
los servicios sociales. Por eso presentamos estas enmiendas, porque su
propuesta es como no decir absolutamente nada.
Muchas gracias. (Aplausos.-La señora García Álvarez: ¡Muy bien!)
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Gracias, señora Fernández.
Para la defensa de las enmiendas del Grupo Socialista, tiene la palabra la
señora Ros Martínez.
La señora ROS MARTÍNEZ: Gracias, señora presidenta.
Comienzo solidarizándome con los familiares de la última víctima de
violencia de género de hoy. Señorías, para el Partido Socialista, Día
contra la violencia de género son los 365 días al año. Erradicar esta
lacra social es una prioridad pasada, presente y futura en nuestra hoja
de ruta. Estemos donde
estemos, oposición o gobierno, por responsabilidad y convencimiento, nos
encontrarán con la mano tendida para el consenso y el diálogo, pero con
hechos reales, porque las víctimas merecen que tomemos medidas que les
permitan sentirse seguras y protegidas, amparadas y defendidas por las
administraciones públicas. Ahí encontrarán la colaboración y apoyo del
Grupo Socialista, pero ni un paso atrás, de lo dicho hay que pasar a los
hechos, porque desde que gobierna el Partido Popular, las políticas
públicas para la igualdad de oportunidades se han reducido a la mitad. Se
está haciendo un ajuste ideológico con los derechos de las mujeres que
está colocando en situación marginal la igualdad de oportunidades, el
empleo, el tejido asociativo y también la lucha contra la violencia de
género, que fue una prioridad para el Gobierno socialista y hoy ha dejado
de serlo para el del Partido Popular.
Prueba de su irresponsabilidad, indiferencia y falta de compromiso es la
reducción en los Presupuestos Generales del Estado de un 27 % de las
partidas dirigidas a luchar contra esta lacra social; o en comunidades
donde gobiernan, como Castilla-La Mancha, que ha reducido el presupuesto
en más del 40 %; o en la Comunidad Valenciana, donde acaban de aprobar
una ley integral con 30.000 euros de presupuesto. (Aplausos). O en
Castellón, donde la portavoz socialista en el ayuntamiento denuncia
reiteradamente el cierre de la casa tutelada y el inminente cierre de la
casa de acogida por impago de la Generalitat Valenciana. Por el
contrario, la Junta de Andalucía ha aumentado un 9 % el presupuesto
destinado a ayudar a mujeres víctimas de la violencia de género.
Señorías, la violencia de género no admite recortes, porque incrementa el
riesgo de las mujeres y de sus hijos. Por eso exigimos el compromiso
firme de todas las administraciones para que no haya ninguna reducción en
políticas para prevenir, combatir y apoyar a las mujeres que la sufren. Y
hoy el Partido Popular pretende cubrir el expediente con una proposición
vacía de compromisos económicos y legales, puro cinismo político, una
justificación para salir del paso de la catarata de críticas y reproches
que organizaciones de mujeres y el Observatorio contra la violencia de
género han manifestado ante los recortes de derechos y cambios
legislativos en detrimento de la igualdad de oportunidades.
También en esta proposición mencionan a los menores. Señorías del Grupo
Popular, los menores no son propiedad de ningún partido político sino que
se defienden y se protegen por todos. A ustedes se les llena la boca a la
hora de hablar de ellos, y lo primero que han hecho es recortar en un 20
% la única partida presupuestaria específica en la que están presentes.
Un millón de euros menos, eso sí que es demagogia. La Ley integral contra
la violencia de género es el punto de partida que tiene que ir acompañado
de sensibilización, prevención, información y protección efectiva para
que no tengamos que seguir lamentando muertes y agresiones. Nos da un
mensaje positivo: la violencia de género no queda impune y las víctimas
no están solas. Al Grupo Socialista nos preocupa, y mucho, la baja
intensidad que ustedes están dando a las campañas de prevención. Está
demostrado que la información, la sensibilización y la conciliación
social son básicas para luchar contra la violencia machista. En el
presupuesto pasado y en este se burlaron diciendo que lo llevarían a cabo
a través de las nuevas tecnologías y de las redes sociales y, a fecha de
hoy, nada de nada. En el camino contra la violencia de género es clave el
consenso y la unidad, pero con recortes no puede haber consenso y para
colmo en los últimos días, un nuevo ataque a la igualdad: las tasas
judiciales. Denunciar malos tratos no tendrá coste, pero romper el lazo
con el agresor mediante el divorcio o el reparto de bienes matrimoniales
será ahora más caro y, por tanto, un obstáculo a que las mujeres víctimas
de violencia se atrevan con procesos judiciales. En esta proposición no
de ley que presentan instan al Gobierno a desarrollar un catálogo básico
y mínimo de servicios sociales que incluya a las víctimas de violencia de
género en materia social, pero la realidad es que ustedes, señorías del
Grupo Popular, dicen una cosa y hacen otra. Los recortes les delatan.
El Grupo Socialista ha presentado una enmienda de sustitución donde les
pedimos que haya compromisos reales, una concreción y que, en el plazo de
seis meses, realicen este catálogo de servicios, que cuenten con la
colaboración y la participación de la sociedad civil, como es el
Observatorio estatal de violencia sobre la mujer y el Consejo de
participación de la mujer. Es necesario el control de este Parlamento,
porque la ministra está desaparecida, y queremos que se comprometan con
dotaciones presupuestarias y con servicios especializados. Por ello,
señorías, en materia de violencia de género hay que ser contundentes,
tajantes, actuar con determinación, claridad y concreción. Si de las
buenas intenciones vacías de compromisos económicos y de los brindis al
sol, como pretenden con esta proposición no de ley, quieren pasar a los
hechos y a los compromisos, acepten nuestra enmienda y voten a favor en
la próxima proposición no de ley que presenta el Grupo Socialista.
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Gracias, señora Ros
Martínez.
En turno de fijación de posiciones, en primer lugar, por el Grupo del PNV
tiene la palabra el señor Olabarría.
El señor OLABARRÍA MUÑOZ: Señora presidenta, quiero que sean mis primeras
palabras de condolencia y solidaridad con la familia de la mujer
asesinada hoy en Araia, un municipio alavés que es precisamente mi
circunscripción electoral. Hace la número 44 este año, un número
dramático. Dramatismo de la patología que intentamos combatir. Lo
manifestó con lucidez la directora del departamento de Salud Reproductiva
de la Organización Mundial de la Salud, Marleen Temmerman, cuando afirmó
antes de ayer precisamente que nada menos que una de cada tres mujeres
que mueren lo hacen a manos de su pareja. Esto nos da una dimensión del
fenómeno, una dimensión de la patología realmente abrumadora, realmente
aberrante. Los 44 casos de asesinatos y las miles de diligencias penales
practicadas en todos los juzgados, especializados o no, del Estado
español acreditan que este fenómeno no se termina de atajar -se reduce,
pero se reduce de forma muy paulatina, muy modesta- y que hacen falta
medidas, pero no solo medidas, sino quizás una actitud más proactiva al
consenso.
He sentido cierta desazón oyendo la terrible discrepancia manifestada por
la portavoz del Grupo Popular y la portavoz del Grupo Socialista. Medidas
de esta naturaleza sin consenso político entre los dos grupos, donde uno
percibe o intuye sutilmente cierto rictus electoralista a veces en
algunas de las manifestaciones -no sin perjuicio de que también intuye,
ve u observa las deficiencias o los déficits que en las políticas en
relación con la lucha contra esta patología también existen-, no nos
satisface. Desde esta perspectiva haría una invocación al consenso en un
problema que nos afecta a todos, y cuando digo a todos me refiero a todos
los ciudadanos, seamos hombres o seamos mujeres, a todos los ciudadanos,
y más a los que tenemos la responsabilidad de legislar, y más a los que
tenemos responsabilidad de articular medidas que se incardinen en el
ordenamiento jurídico para afrontar, reprimir y atenuar, cuando se ha
causado el daño, las situaciones provocadas por la violencia de género.
Le he escuchado, señora González, con atención en su glosa sobre la
exposición de motivos de su proposición no de ley. Me ha parecido
brillante honestamente, digna de la facundia con la que usted se suele
manifestar en todas sus exposiciones, pero absolutamente contradictoria
-y quizás yo ya me esté contradiciendo a mí mismo cuando hacía esa
invocación al consenso anterior- con el pedimento, con la parte
dispositiva de la proposición. Me parece muy bien lo que se ha hecho
hasta ahora y el entramado institucional que se ha configurado al
socaire, utilizando como elemento troncal la Ley 1/2004, pero también
otras anteriores de distintas reformas del Código Penal, distintas
reformas de la Ley de Asistencia Social, leyes autonómicas, distintas
medidas en el ámbito del acceso preferente a la vivienda de las personas
que sufren esta patología, esta lacra social, medidas cautelares
adoptadas por los jueces mediante reformas de leyes procesales; una
multitud de un ordenamiento jurídico de aluvión un tanto confuso que
provoca cierta desorientación pero que existe. Precisamente por su
desorden no produce los efectos que debía producir y no resulta tan
eficiente para reprimir el fenómeno al que nos estamos enfrentando. Pero
lo que no vamos a aceptar, señora Álvarez -se lo digo honestamente-, es
que sin ningún título competencial habilitante usted intente introducir
en esta Cámara un catálogo nacional o estatal de servicios, en definitiva
una recentralización de políticas que funcionan bien con la estructura
competencial con la que están configuradas, tanto el ordenamiento
jurídico autonómico o estatal como los instrumentos o administraciones
competentes que actúan contra este fenómeno. No he podido yo apreciar que
haya falta de armonía en la actuación conjunta de las instituciones
estatales con las autonómicas y viceversa, una coordinación que no
requiere de medidas consistentes en la incorporación de preceptos
básicos, que no tienen habilitación competencial en nuestro ordenamiento
jurídico, en el bloque de constitucionalidad, y de catálogos estatales de
servicios, que no pueden ser estatales en tanto en cuanto los catálogos
de servicios o están vinculados a competencias estatales en unos casos o
en otros casos están vinculados a competencias autonómicas. Si lo que
usted preconiza es una reforma del Código Penal, serán las Cortes
Generales del Estado las que la tendrán que acometer; la ley de tasas, el
Estado la tendrá que acometer; determinadas leyes que corresponden a la
competencia exclusiva del Estado, el Estado las tendrá que acometer, pero
en materia de asistencia social, en lo que afecta a los menores, la
problemática de los menores, que en un porcentaje altísimo han observado
los malos tratos entre los cónyuges -de la pareja masculina a la mujer-,
en este ámbito de la política asistencial, las competencias son
exclusivas de las comunidades autónomas. En materia de política de
vivienda y las preferencias para
alquiler, en materia educacional y los refuerzos educativos de algunas
personas, en materia de asistencia psicológica a las víctimas de
violencia de género, estamos hablando de competencias autonómicas.
No me parece bien -con esto acabo, señora presidenta- que se haga una
invocación abstracta a la pertinencia de establecer un catálogo estatal
de prestaciones sin decir cuáles son, sin decir cuál es la habilitación
competencial, sin decir qué preceptos del ordenamiento jurídico o del
bloque de constitucionalidad les legitiman a ustedes para establecer un
catálogo nacional o estatal de prestaciones, para establecer principios
básicos que el bloque de constitucionalidad no prevé...
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Señor Olabarría, tiene que
finalizar.
El señor OLABARRÍA MUÑOZ: Acabo, señora presidenta.
Sin perjuicio de esto, haré de nuevo una reiteración de la necesidad o la
pertinencia del consenso en estas materias, pero un consenso articulado
sobre propuestas razonables y ajustadas a los requerimientos del
ordenamiento jurídico, del ordenamiento constitucional. Esta, por razones
competenciales, nos obliga a abstenernos, y la abstención no es un no,
porque nosotros vamos a intentar -nosotros sí- luchar por el consenso en
una materia tan relevante como la que estamos analizando.
Gracias, señora presidenta.
La señora VICEPRESIDENTA (Villalobos Talero): Gracias, señor Olabarría.
Por el Grupo Parlamentario de Unión Progreso y Democracia, tiene la
palabra el señor Cantó.
El señor CANTÓ GARCÍA DEL MORAL: Gracias, señora presidenta.
La Ley integral a las víctimas de violencia de género nos parece la
principal aportación de la Ley 1/2004, de medidas de protección integral
contra la violencia de género. Como bien indica el Grupo Popular en la
exposición de motivos, la ley recoge el derecho a una asistencia social
integral, y a tenor de su propuesta a día de hoy no existe una cartera de
servicios básicos común para todas las autonomías. Yo no quisiera dejar
pasar la oportunidad de decir algo, porque en la tarde de hoy he
escuchado prácticamente a todos los grupos parlamentarios negar la
desigualdad que nosotros denunciamos continuamente que ha creado el
sistema autonómico, y ahora la mayoría nos trae aquí una proposición no
de ley para corregir una desigualdad que nos niega repetidamente. Esto es
una locura un poco rara que quería recordarles a ustedes y al resto de
los grupos, porque además algunos de los grupos han hecho lo mismo, han
enmendado, no han negado la mayor. Es decir, acuden a nuestro discurso y
reconocen que esa desigualdad creada por el sistema autonómico existe.
Bienvenidos al discurso, sea como sea. Aunque sé que es inútil, quiero
aclarar que cuando nosotros hablamos de asumir competencias lo hacemos
solamente para garantizar la igualdad, esa igualdad que no existe y que,
por tanto, ustedes denuncian con esta proposición no de ley, no la
gestión, que seguiría, como siempre decimos y repetimos -pero no nos
hemos de cansar de hacerlo, hagamos pedagogía, como no puede ser de otra
forma-, en manos de comunidades, ayuntamientos, etcétera.
Pero voy a lo que nos ocupa. La atención integral a las víctimas de
violencia de género, que es lo que nos trae aquí, es la parte de la ley
que compartimos; por ello vamos a votar a favor. Pero por lo demás
quisiéramos repetir lo que ustedes ya saben. Discrepamos en aspectos tan
esenciales de la misma como la asimetría penal para la misma conducta
violenta entre hombres y mujeres. Discrepamos en que se dejen fuera casos
tan sangrantes como la trata de mujeres con fines de explotación sexual,
que sí es incluida por la Unión Europea en la lucha contra la violencia
de género. Discrepamos de que se deje fuera el asunto de la violencia
entre homosexuales. Discrepamos de que se deje fuera a los hombres cuando
sufren violencia en pareja, y también discrepamos de que se dejen fuera
además consecuencias nefastas de la aplicación de esta ley como las
denuncias falsas o como la situación de grave indefensión que sufren
muchos hombres que se ven arruinados y sin la posibilidad de ver a sus
hijos cuando sufren esas denuncias falsas. Hemos repetido muchas veces
que no creemos que pueda funcionar nunca una igualdad que se construya
contra los hombres. Y pido tranquilidad, pido responsabilidad, y en esto
me uno y agradezco las palabras que ha dicho el señor Olabarría, pido
responsabilidad y tranquilidad a un número importante de diputadas del
Partido Socialista, del Partido Popular también y de La Izquierda Plural
para que construyamos juntos un ambiente en el que podamos hablar de
estos temas sin que tengamos que recordar casi inmediatamente que estamos
-como no puede ser de otra forma, porque es obvio- muy preocupados
también por la lacra de la violencia de género, por la mujer que ha
muerto hoy, por las 44 mujeres que han muerto durante este año. Estamos
deseando encontrar soluciones, soluciones que hemos de recordar
todavía no llegan, a pesar de las políticas que ustedes han aplicado en
nuestro país. Dicho esto, consideramos además que en la sociedad actual
las instituciones debemos afrontar el grave problema de la violencia
intrafamiliar. La Unión Europea con sus programas Daphne está poniendo
especial énfasis en este tipo de violencia doméstica que afecta a
menores, que afecta a mayores, a padres, a madres y que socava las bases
de una sociedad europea digna y democrática, con especial preocupación
por la violencia sobre los menores, muchas veces indirecta en casos de
violencia de género, pero en otras muchas de forma directa de familiares
sobre estos menores.
Nuestra segunda razón es uno de los leitmotiv de nuestro partido aquí en
la Cámara. El desmadre -permítaseme la expresión- de las comunidades
autónomas nos lleva a una propuesta así ocho años después de la
aprobación de esta ley; un desmadre que, no nos cansaremos de repetir, ha
creado duplicidades, despilfarro, pero sobre todo ha provocado que los
ciudadanos españoles no tengamos los mismos derechos a servicios sociales
básicos en función de la autonomía donde residamos. Resulta -permítanme
decírselo, señores diputados- inaudito que los dos partidos mayoritarios
que han gobernado España no sean garantes de derechos y garantías iguales
para todos los ciudadanos. El reciente dictamen del Comité Económico y
Social Europeo sobre el tema Erradicar la violencia doméstica contra las
mujeres, aprobado el 18 de septiembre de 2012 y de obligada lectura para
todos nosotros, recomienda a las instituciones europeas y a los Estados
miembros de la Unión Europea garantizar políticas básicas de protección.
Tras ocho años de que ustedes, señores del Partido Popular, y ustedes,
señores del Partido Socialista, gobiernen en el poder central y
autonómico, nos proponen hoy que haya criterios comunes para los
servicios sociales a las mujeres víctimas de violencia de género. Nunca
es tarde. Tienen nuestro apoyo, esperamos que no se quede en papel
mojado, así como déjenme decirles que esperamos que no tengan que
escuchar esta tarde toda la sarta de descalificaciones que escuchamos
nosotros cada vez que denunciamos las desigualdades que se han creado a
través del sistema autonómico. (El señor presidente ocupa la
Presidencia). También les invitamos a profundizar en este problema que
descubren hoy que también se produce en ámbitos tan importantes como la
sanidad, la educación o con las desigualdades que han creado la
financiación vasca, navarra, etcétera. Bienvenidos a esta cordura,
señores del Grupo Popular, aunque tememos que sea una cordura puntual,
temporal y, por lo tanto, me temo que no permanente.
Gracias, señor presidente. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Cantó.
Por el Grupo Parlamentario de IU, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural,
tiene la palabra la señora García Álvarez.
La señora GARCÍA ÁLVAREZ: Señor Cantó, permítame que le diga algo en lo
que voy a incluir quizás a todos los diputados y diputadas que estamos
aquí, me voy a permitir ese lujo: no se preocupe usted, estamos muy
tranquilos y muy tranquilas, a pesar de lo que usted dice. Muy tranquilos
todos los diputados y todas las diputadas de todo el abanico
parlamentario que estamos hoy aquí. (Aplausos).
Señorías, hoy lamentamos una muerte más, una mujer más asesinada por su
pareja. Como ya han dicho otros compañeros y otras compañeras, con la de
hoy son 44, y todos y todas los que estamos aquí estamos en contra de la
violencia y de la utilización de la misma, la utilización de la misma en
este marco parlamentario. Yo quiero creer -he sido y he estado en el
movimiento feminista durante muchos años de mi vida- que eso es así y
estoy convencida de que eso es así. Por eso a veces que se hagan
determinadas cuestiones en el marco del 25-N y luego pasen a mejor vida,
nos llama poderosamente la atención.
Señorías, le guste a uno o no, la violencia es una constante en la vida de
las mujeres en el ámbito privado, pero también en el laboral y en el
social. La propia Ley 1/2004, de 28 de diciembre, ya mencionada aquí,
reconoce en su exposición de motivos que la violencia de género no es un
problema que afecte solo al ámbito de lo privado, sino que es el símbolo
más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. La violencia
contra las mujeres es un signo de dominio, de relaciones de poder entre
hombres y mujeres, por eso desde los poderes públicos debemos ir más allá
de denunciar o lamentar las letales consecuencias de la violencia
ejercida contra las mujeres. Hay que avanzar en un modelo de sociedad de
iguales y lo primero es llamar a las cosas por su nombre, y tan violencia
es la que se ejerce en el ámbito de lo privado como la que se realiza en
la vida social o laboral. Eso lo dice también la ley ya mencionada.
El Grupo Popular nos trae una proposición no de ley que está referenciada
al título II de la mencionada ley, donde se recoge lo siguiente: el
derecho a una asistencia integral a la mujer víctima de la violencia.
Luego se habla de respeto a las competencias de las diferentes
administraciones y se solicita finalmente
la elaboración de un catálogo básico y mínimo de servicios sociales.
Aparentemente no hay nada que decir a ello, ¿verdad? Pero aquí surge la
pregunta del millón en nuestro grupo: si la ley ya recoge que las mujeres
víctimas de violencia de género tienen derecho a la asistencia social
integral y además da una serie de pautas a seguir, ¿cómo es posible que
la iniciativa que estamos debatiendo sea tan ambigua? Y más aún, ¿cómo es
posible que se vaya reduciendo el presupuesto destinado a violencia de
género, este año un 24 % menos, y que en muchas comunidades autónomas
-como también se ha dicho aquí- se cierren recursos destinados a las
víctimas, aquí en esta propia comunidad donde está ubicado este
Parlamento? ¿Cómo es posible también que desde el Ministerio de Justicia
se apruebe el cobro de tasas de manera indiscriminada, dejando en la
práctica indefensión a millones de personas, y luego salga la señora
ministra Mato diciendo que las mujeres víctimas de violencia no tendrán
que pagarla? Pues probablemente sea así, ¿pero están ustedes seguros de
que va a ser así? Lo digo porque la iniciativa de la que ustedes hablan
no dice tampoco absolutamente nada; ustedes no han dicho absolutamente
nada al respecto, y ya hay pocas cosas que creerse de las que dicen
ustedes, señorías. Y eso sí, si solo nos referimos a las denuncias por
maltrato, si ya hablamos de las que también dice la ley que es violencia
pero que se esconden tras los eufemismos de agresión sexual, en el caso
sexual, o acoso en el caso laboral, ahí ya nuestras posibilidades de
denuncia no existen, es más, las feministas ya están denunciando que del
Código Penal ha desaparecido el término violencia de genero. Por lo
tanto, no utilicen ustedes la violencia mal utilizada porque no es
positivo para todos y para todas. Señorías, nos podremos lamentar año
tras año de lo que ocurre, podremos traer iniciativas también año tras
año, podemos hacerlas en el marco del Día internacional, del 25 de
noviembre, o en otro momento, diremos que queremos acabar con esta lacra,
pero si hacemos políticas como por ejemplo subvencionar la segregación
por sexos, si no avanzamos en igualdad reconociendo que la violencia es
una cuestión de dominación, de relaciones de poder de un sexo sobre otro
y además lo trasladamos todo ello al ámbito educativo, señorías, nos
estamos haciendo un flaco favor, y ustedes de eso no hablan, al
contrario, actúan y aprueban que se segregue.
Deberían haber tenido en consideración las enmiendas presentadas y haber
hecho una transaccional, porque todas ellas están en el marco de ley,
salvo que ustedes no se crean la ley vigente todavía; claro, si ustedes
no se creen la ley, entonces sí entiendo cuál es la intención de la
proposición no de ley. Señorías, no podemos votar a favor de esta
proposición no de ley, porque entendemos que es una declaración de
intenciones, no tiene nada más detrás, es un salvar los papeles y
nosotros, mi grupo parlamentario quiere concreciones, queremos que el
debate no acabe hoy, que el debate continúe, que en la Comisión
respectiva se hable de violencia de género, y se hable de violencia de
género en todos sus aspectos y evidentemente profundizando más en esta
lacra que nos lleva a estas muertes. Queremos algo tan sencillo como que
se cumplan las normas, algo tan sencillo, pero parece que tan difícil de
poner en práctica. Y queremos que cuando hablemos de políticas, hablemos
de presupuesto, porque si no, señorías, estaremos nuevamente lanzando
cortinas de humo ante una situación grave, seria, preocupante para la
sociedad, para todos nosotros y todas nosotras. Todos los hombres y todas
las mujeres que estamos en este Parlamento debemos contribuir a que esto
desaparezca. Con la utilización de la violencia para determinadas
cuestiones, desde luego no acabaremos nunca con ella. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora García Álvarez.
Por el Grupo Catalán de Convergència i Unió, tiene la palabra la señora
Ciuró.
La señora CIURÓ I BULDÓ: Muchas gracias, señor presidente.
Las primeras palabras en nombre de mi grupo parlamentario quiero que vayan
dirigidas a condenar y mostrar nuestra solidaridad con la familia de la
última víctima mortal por causa de la violencia de género, acaecida
precisamente hoy. La segunda referencia que quería hacer va dirigida a la
conmemoración el pasado domingo, 25 de noviembre, del Día internacional
contra la violencia de género. La violencia ejercida sobre las mujeres,
el máximo exponente de la desigualdad, adopta múltiples formas y se
ejerce de formas muy diversas, a veces hasta de forma sutil, mediante
terror psicológico, abusos sexuales en el ámbito de la pareja, muchas
veces sin dejar marcas físicas, pero sí hondas y ocultas a todos los
ojos, marcas psicológicas que limitan y cercenan la libertad y la
voluntad de las víctimas. Convergència i Unió quiere manifestar nuestra
solidaridad con las víctimas y revalidar aquí hoy nuestro compromiso con
la erradicación de esta lacra, mediante el impulso de políticas
estructurales en aquellas competencias que son propias del Estado español
y desarrollando las que no son propias desde la Generalitat de Catalunya;
Administración, por otra parte, más cercana a las víctimas y además
reconocida por ellas, al menos en Cataluña, como la principal prestadora
del servicio de atención, seguimiento y apoyo y desde el
convencimiento también de que la colaboración, la información y la
coordinación de las políticas existentes entre todas las instituciones y
administraciones implicadas es vital para su desarrollo con éxito.
En este sentido, defendemos que los recursos para atender esta lacra
social deben ser optimizados para el fin al que se destinan y entendemos
que la injerencia competencial no es la mejor forma para ello. La
colaboración, la coordinación, la fluidez de la información consideramos
que deben ser básicas. Ahora bien, discrepamos profundamente del
contenido de la proposición no de ley, más que nada por su incongruencia.
El título de la proposición no de ley no casa con la proposición
propiamente dicha. El título dice: proposición no de ley para la
elaboración de una cartera básica de servicios para las víctimas de
violencia de género, mientras que en el texto de la proposición, lo que
se aprueba en definitiva, dice: un catálogo básico y mínimo de servicios
sociales que incluya a las víctimas de violencia de género en materia
social. Con lo cual no sabemos si contempla en un poco o en un mucho a
las víctimas a las que teóricamente va dirigida esta proposición no de
ley. Por otro lado, discrepamos también de esta proposición por lo que
supone de injerencia en las competencias de las comunidades autónomas
-aquí se ha dicho-, y la muletilla de condición básica no equivale a
decir que el Estado pueda soslayar el ámbito competencial de forma
recurrente y por ello entrar a conocer y regular en materias en las que
las competencias se encuentran transferidas a las comunidades autónomas.
La muletilla de condiciones básicas no puede ser una especie de cajón de
sastre a utilizar según las ansias recentralizadoras del Gobierno de
turno, puesto que lo único que aporta es inseguridad jurídica.
Para terminar, quiero decirle, señoría, que además dudamos de la
oportunidad y de la efectividad de esta medida, puesto que, en caso de
que se lleve a cabo, quiero recordarle, y se ha dicho, que los servicios
sociales que ustedes pretenden uniformizar en todo el territorio español
lo que no hacen es ir acompañados de una dotación económica, con lo cual
incurren ustedes en la misma trampa que el anterior Gobierno socialista
mediante la Ley de la Dependencia, es decir, promueven y reconocen
derechos, pero estos derechos no van acompañados de la suficiente
prestación económica, cargando una vez más a la espalda de las
comunidades autónomas la financiación de estas políticas sociales, que
por otro lado recortan en los Presupuestos Generales del Estado en un
millón de euros este año. Por tanto, como decimos, no encontramos
oportuna ni efectiva la medida. Y tampoco además por otro tema, porque
esta medida desatiende el paso previo, que no tenemos resuelto. Solo en
2012 se han producido, con la de hoy, 44 víctimas mortales por causa de
violencia de género -un dato estremecedor en sí mismo-, pero debemos
poner atención en cuántas de esas mujeres habían denunciado. Según los
últimos datos, solo 7; ninguna había retirado la denuncia y, al final,
acabaron muriendo a manos de su pareja. Por tanto, los servicios públicos
no fueron capaces ni pudieron detectar que casi un 70 % de estas víctimas
podían serlo con las máximas consecuencias negativas. Esto es alarmante.
Imagínense todos aquellos casos de violencia latente, psicológica, menos
contundente físicamente pero igual de lacerante, que quedan camuflados
por la incapacidad de la denunciante de dar ese paso. ¿Qué quiero decir
con ello? Que conviene poner el acento en los protocolos y las alarmas a
fijar para que los profesionales de los centros educativos, sanitarios,
laborales e incluso sociales sean capaces de detectar la existencia de
violencia de género y de denunciarla. Todos los catálogos que quieran
ustedes impulsar no servirán para nada excepto para primar criterios
políticos frente a criterios de efectividad. Señorías del Grupo
Parlamentario Popular, con esta proposición no de ley priman las
políticas de escaparate. Se preocupan más de quién hace qué que de qué se
hace y cómo para detectar el problema y poder atenderlo. Se trata de
mujeres víctimas de violencia. Deberíamos ser un poco más rigurosos al
respecto.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Ciuró.
Señora González, ¿acepta alguna de las enmiendas presentadas?
(Denegación). No acepta ninguna. Entonces esta proposición no de ley se
votará en sus propios términos.
- DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA, SOBRE MEDIDAS PARA EL APOYO Y
ASISTENCIA A LOS HIJOS E HIJAS DE LAS VÍCTIMAS MORTALES DE LA VIOLENCIA
DE GÉNERO, EN PARTICULAR CUANDO SON MENORES. (Número de expediente
162/000463).
El señor PRESIDENTE: Proposición no de ley del Grupo Parlamentario
Socialista sobre medidas para el apoyo y asistencia a los hijos e hijas
de las víctimas mortales de la violencia de género, en particular cuando
son menores. Tiene la palabra la señora Álvarez.
Acabamos de debatir sobre una abstracción; vamos a debatir ahora sobre
varias cosas concretas. Señorías, solo en 2010 las mujeres asesinadas
dejaron 80 huérfanos, de los cuales 40 eran menores. Es sobre la
situación de este colectivo sobre la que versan la mayoría de las
propuestas concretas que hoy vamos a plantear al Gobierno, aunque alguna
de ellas hace referencia al conjunto de las personas afectadas por la
violencia machista. Si ustedes preguntasen cuántos huérfanos deja el
machismo criminal y cuáles son sus circunstancias económicas, educativas
y psicosociales para tratar de conocer el perfil y su situación, más allá
del dato que acabo de proporcionarles no encontrarían mucho más. Ese es
el motivo de que la proposición coloque como primera cuestión incorporar
a las bases estadísticas de la Delegación del Gobierno para la Violencia
de Género indicadores que nos permitan conocer número y circunstancias de
estos huérfanos para poder delimitar adecuadamente cuáles son sus
necesidades. El caso de la calle Sarriá de Madrid, donde fue asesinada
una mujer de veintisiete años con posterior suicidio del victimario
dejando tras la tragedia a 3 niñas huérfanas, es paradigmático de
situaciones que reclaman que abordemos la regulación de prestaciones
específicas y de la necesidad de ampliar la protección social de estos
menores. Son imprescindibles ajustes que permitan que algunos derechos
adquiridos por las víctimas, como la preferencia de acceso a vivienda
protegida, puedan ser ampliados a quienes asumen la patria potestad,
tutela o acogimiento familiar de los huérfanos. Huelga decirles a sus
señorías que a las secuelas en menores expuestos a la violencia, cuando
esta exposición incluye un suceso tan traumático como es el asesinato de
la madre -evento que en ocasiones puede haber sido presenciado-, han de
sumarse todos los efectos asociados al duelo y al posible estrés
postraumático en el que pueden quedar sumidos. Señorías, es
responsabilidad del Estado que los hijos de aquellas a quienes no fue
capaz de proteger no se vean también condenados al fracaso de sus vidas,
y especialmente es responsabilidad del Estado que no se malogre su vida
académica para que no se malogre su futuro. Por eso, es responsabilidad
del Estado establecer un sistema de atención pedagógica y educativa
especial que ha de incluir la designación de profesores de apoyo, que ha
de hacer extensivo a los huérfanos el ya reconocido derecho de exención
de tasas académicas para las víctimas de la violencia de género y sus
hijos, que debe contemplar la previsión de la prestación de atención
psicopedagógica en el Sistema Nacional de Salud, que ha de asegurar la
oportuna concesión de ayudas de estudio y, por supuesto, y dada la
traumática situación que viven y que les aboca a la disminución del
rendimiento escolar con muchas posibilidades de pérdida del curso, es
imprescindible que se establezca durante un plazo mínimo de dos años la
exención de los clasistas requisitos de umbral académico exigidos para la
concesión de las becas y ayudas. No menos importante es hacer previsión
normativa de exención de obligaciones fiscales a menores víctimas de la
violencia de género, tal y como se propone en el punto 10 de nuestra
proposición no de ley, y la ampliación del plazo -esta es una cuestión
importante- garantizando la información y, sobre todo, el cambio de los
protocolos para dar apoyo técnico en la solicitud de las ayudas a
víctimas de delitos violentos, dado que la mayoría de los beneficiarios
las desconocen.
He querido dejar para el final la imprescindible exención de la tasa para
la interposición de demanda y presentación de ulteriores recursos en los
procedimientos civiles que las víctimas tramiten en los juzgados de
violencia sobre la mujer. Los socialistas estamos convencidos de que la
ley en su conjunto supone un atropello a los derechos fundamentales y a
la propia Constitución; la recurriremos en su totalidad. Pero verán, con
la Ley 1/2004 hemos garantizado el acceso de iure y de facto a garantías
y protecciones judiciales que se tambalean con la Ley de Tasas, una ley
que, sumada a la reforma judicial, laboral, sanitaria y educativa,
inhabilita los avances conseguidos, aboca a la indefensión a las
víctimas, desprotege los derechos que les reconoce la ley, dificulta la
reparación del daño e inutiliza las estrategias preventivas; todo ello,
señorías, alienta la impunidad y dificulta la salida de las relaciones
violentas. La Ley de Tasas supone poner en cuestión la respuesta judicial
efectiva, ya que queda cuestionado que gran parte de la población pueda
acceder a los recursos judiciales y se convierte, por tanto, en un
elemento de discriminación, pero también en un elemento de indefensión.
Para todos los ciudadanos, es verdad, pero especialmente para las mujeres
y, particularmente, para las mujeres víctimas de violencia. No nos vale
la parcialidad que ha anunciado la ministra de excepcionar a las mujeres
con hijos menores. ¿Por qué motivo el Estado desprotegería a las mujeres
sin hijos? ¿Acaso valen menos sus vidas? Desde el Partido Popular este
fin de semana se han hecho muchas declaraciones, se ha pedido entre otras
cosas un consenso en materia de violencia. Señorías, pídannos consensos
para avanzar, pero no nos pidan consensos para desandar lo conseguido
hasta ahora. (Aplausos). El consenso lo rompen ustedes; no nos pidan
consenso para que soportemos impasibles recortes que pondrán en situación
de riesgo a las
mujeres y a sus hijos. Llevan un año gobernando y lo único que han hecho
han sido anuncios, anuncios y más anuncios, y todo esto teniendo en
cuenta que no hacen absolutamente nada, solo el anuncio; no sé si vamos a
tener que demandarles por publicidad engañosa. El consenso que les
proponemos se construye sobre el compromiso con las víctimas, y aquí
tienen una oportunidad, doce medidas concretas; ni una sola abstracción,
doce medidas concretas. Voten favorablemente estas medidas y no se
conviertan en un obstáculo más en el catálogo de dificultades que las
mujeres encuentran para salir de la violencia.
Muchas gracias. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Álvarez.
Se han presentado a esta proposición no de ley algunas enmiendas. En
primer lugar, por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió),
tiene la palabra la señora Ciuró.
La señora CIURÓ I BULDÓ: Gracias, señor presidente.
En Convergència i Unió saludamos la iniciativa que nos trae hoy a debate
el Grupo Socialista porque contribuye a prestar atención a uno de los
efectos más dramáticos y menos tratados de la violencia de género, que es
el impacto de la misma sobre los hijos e hijas de las víctimas, hijos e
hijas que son víctimas a su vez del impacto de la violencia de género y
que padecen de forma grave secuelas psicológicas por el hecho de estar o
haber estado expuestos a esta violencia. No estamos ante meros testigos
de la violencia del maltratador. Así, y según datos del propio Ministerio
de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, prácticamente el 70 % de las
mujeres víctimas afirma que sus hijos e hijas eran menores o estaban
presentes cuando se producía el maltrato.
La Ley de medidas de protección integral contra la violencia de género
reconoce en su exposición de motivos que las situaciones de violencia
sobre la mujer afectan también a los menores que se encuentran en el
ámbito familiar; sin embargo, el desarrollo de la ley y de los recursos
generados para su aplicación han provocado una importante preocupación
acerca de la protección y atención que reciben los menores de las
víctimas de violencia de género, dado que el objeto de esta norma se
centra únicamente en la actuación contra la violencia ejercida sobre las
mujeres. En Convergència i Unió siempre hemos reivindicado replicar el
modelo de la Ley catalana 5/2008, de 24 de abril, sobre el derecho de las
mujeres a erradicar la violencia machista, aprobada por unanimidad de la
Cámara, que considera a los hijos e hijas de las víctimas objeto de la
propia ley, con lo que se despliega un amparo legal que deriva en
coberturas sociales derivadas de la aplicación de la propia ley. Pero si
bien de la Ley de medidas de protección integral contra la violencia de
género resulta la certeza generalizada de que los menores son víctimas de
esta violencia de género, ello contrasta con una intervención
administrativa escasa en relación con varios ámbitos en lo que a los
hijos se refiere. Se apunta, por ejemplo, a la invisibilidad de estos
niños y niñas, a la ausencia de datos estadísticos que permitan conocer
el número de afectados, a la insuficiencia de recursos y a la
inespecificidad para atender adecuadamente a dichos menores, entre otras
cosas. Los menores son, pues, víctimas del maltrato ejercido hacia sus
madres y la violencia contra la mujer suele ir acompañada de violencia
contra los hijos, perpetuándose así un ciclo de comportamientos
destructivos y modelos de conducta negativos en el niño que crece en
presencia de estos episodios. Unicef asegura que los hijos de las mujeres
que sufren malos tratos tienen quince veces más posibilidades de sufrir
agresiones físicas y psicológicas directas por parte del maltratador,
incluidos abusos sexuales. Se habla, además, de que la infancia es
víctima indirecta, no solo por el hecho de ser testigo de la violencia
existente en su entorno, sino porque vive la violencia como una pauta de
conducta que aplican y aplicarán en el futuro. A pesar de ello,
actualmente el sistema de protección de las mujeres no contempla a los
menores como víctimas independientes de la violencia de género, de forma
que su atención se garantiza a través del apoyo ofrecido a las mismas y
no mediante programas o recursos específicos adaptados a sus
características y necesidades. Ello lleva a pensar en la carencia de un
reconocimiento de los menores como víctimas individualizadas e
independientes, siendo percibidos como parte del problema de la mujer
víctima de la violencia de género. De ahí el sentido de nuestra enmienda,
promover su reconocimiento como víctimas individualizadas e
independientes y no como víctimas añadidas a las medidas de atención
destinadas a la mujer. La voluntad es que lleguen a constituirse acciones
independientes y de entidad propia.
La subcomisión para el estudio y funcionamiento de la Ley integral de
medidas contra la violencia de género, aprobada por el Congreso de los
Diputados en noviembre de 2009, confirmaba que la centralidad de género
no es obstáculo para priorizar la necesaria atención a los hijos e hijas
de las mujeres maltratadas, en el sentido de reforzar los programas de
asistencia social. Así, la subcomisión fijó la necesidad de darles apoyo
a través de servicios de atención primaria y la puesta en marcha de
protocolos específicos de atención
especializada. De hecho, el Pleno del Congreso de los Diputados en fecha 1
de diciembre de 2009 instó al Gobierno a impulsar, en colaboración con
las comunidades autónomas, la elaboración y aplicación de un protocolo de
intervención específicamente destinado a la atención de los niños y niñas
que sufren la exposición a la violencia de género en el ámbito de la
convivencia. Además, se instaba a incorporar en el protocolo referido y a
instancias de Convergència i Unió las recomendaciones que hacen
referencia a los menores víctimas directas o indirectas de la violencia
de género. Para Convergència i Unió la prioridad era que los menores
fuesen objeto de la ley, eso era lo óptimo, pues es muy distinto el plus
de protección que otorga la ley al que otorga un compendio de buenas
prácticas. Pero como lo mejor suele ser enemigo de lo bueno, votaremos a
favor de esta iniciativa para trabajar en este sentido que ustedes
proponen.
Muchas gracias. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Ciuró.
Por el Grupo Popular tiene la palabra, para la defensa de su enmienda, la
señora Heredia.
La señora HEREDIA MARTÍN: Gracias, señor presidente.
Señorías, subo a esta tribuna para defender la posición del Grupo
Parlamentario Popular en relación con la proposición no de ley que el
Grupo Parlamentario Socialista ha presentado en materia de protección de
los hijos e hijas de las víctimas mortales de la violencia machista.
Quiero comenzar mi intervención con un sincero recuerdo y mis
condolencias a las familias de las 44 mujeres asesinadas este año y a los
menores que han sufrido las terribles consecuencias de esta lacra. Por
desgracia, cualquiera de nosotros ha vivido de cerca un episodio de
violencia y sabe y conoce la dificultad que supone para una víctima dar
el paso de la denuncia. Pero hoy centramos la mirada en los hijos e hijas
de las víctimas. Hoy tenemos el deber de evolucionar en la misma
dirección que los actuales estudios e investigaciones, con nuevos
espacios de intervención desde los servicios sociales, desde nuestros
ayuntamientos y también, por qué no, desde nuestros centros escolares. Y
es que, a pesar de los avances en la materia, los grandes olvidados han
sido siempre los menores. Se lo digo al Partido Socialista, que durante
ocho años en el Gobierno bien olvidados los tenían. (Rumores.-Aplausos).
Me gustaría ponerles como ejemplo, como referencia, a mi comunidad,
Andalucía. Pocos son los recursos que existen en Andalucía articulados
para socorrer a las víctimas, y en este caso a los menores -lo conozco
muy de cerca-, si no fuera por la flexibilidad de los ayuntamientos y de
muchísimas organizaciones sociales que hay en mi comunidad, que ayudan
muy de cerca y que soportan parte del verdadero peso que tienen que
sostener las asistencias de estos casos. Necesitamos mejorar la
asistencia con el catálogo que bien ha defendido mi compañera Marta
González, y que durante mucho tiempo hemos solicitado como una de las
principales reivindicaciones del Grupo Parlamentario Popular en la
anterior legislatura. Tengo también que decirles a los señores
socialistas que entonces no les preocupaba este asunto. Entonces
rechazaban todas y cada una de las proposiciones que se les presentaban
por parte de mi grupo parlamentario. (La señora Montón Giménez: Falso,
falso). No, solamente tienen que recordar; recordar iniciativas
presentadas por nuestro grupo, como la del 20 de octubre de 2010, cuando
pedíamos explícitamente que se incorporara a los menores para su
protección como víctimas directas. Y tienen que saber que ustedes votaron
en contra. Y además tienen que recordar cuando eliminaron del presupuesto
1,5 millones de euros destinados a atender a esos menores. (La señora
Montón Giménez: ¡Eso es mentira!-La señora Álvarez Álvarez: ¡No se puede
mentir!). Recuérdenlo también. (Aplausos).
Hoy nos sorprenden trayendo a esta Cámara un tema tan delicado como es la
atención a los menores como cosa nueva; lo venden como si nunca se
hubiera traído a esta Cámara. La verdad es que llegan tarde, señorías;
llegan nuevamente tarde, dos meses tarde. Y lo hacen porque nosotros
acabamos de presentar dos meses antes, el 28 de septiembre, la
proposición no de ley que ha defendido mi compañera Marta González, con
líneas generales de intervención para estructurar la asistencia en las
comunidades autónomas. Con esta proposición no de ley pedimos al Congreso
de los Diputados que inste al Gobierno a desarrollar un catálogo básico y
común de los servicios sociales que incluya a las víctimas de violencia
de género y a sus menores, con el fin de establecer criterios comunes en
el tratamiento que ofrecen las distintas comunidades autónomas. Asimismo,
tienen que recordar que en la Comisión de Igualdad de 17 de mayo de 2012
aprobamos también una proposición en esta misma línea, en la que instamos
al Gobierno a tener en cuenta la situación de los menores expuestos a
situaciones de violencia en todas las iniciativas que se lleven a cabo en
este ámbito y especialmente en el marco de la estrategia nacional para la
erradicación de la violencia contra las mujeres. Señora Álvarez, se le ha
olvidado a usted explicar aquí por
qué ahora sí le interesa defender a los menores y antes no. Ustedes
gobernaron durante ocho años, mire si tenía fácil presentar todas esas
propuestas que hoy quiere aquí defender. Ya conoce usted las enmiendas
que ha presentado el Grupo Parlamentario Popular. Espero que lleguemos a
un buen acuerdo, porque de ello dependerá el voto afirmativo a cada una
de ellas.
Quiero despedirme, señorías. Por mi condición de mujer y gitana creo en la
no violencia. La tarea que tenemos quienes creemos en la no violencia no
es una tarea fácil, pero ninguna dificultad puede abatir a las mujeres y
a los hombres que tienen fe en ese fin.
Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Heredia.
En turno de fijación de posiciones tiene la palabra en primer lugar la
señora Enbeita, por el Grupo Mixto.
La señora ENBEITA MAGUREGI: Gracias, señor presidente.
Señorías, hoy han vuelto a matar a otra mujer, una más. Tenemos un número
más para engordar las estadísticas y tenemos otro titular
sensacionalista: mujeres, hombres, maridos, etcétera. Sin embargo, la
violencia de género no es algo que ocurre tan solo en la intimidad, donde
habitan un hombre malo y una mujer que ha elegido mal a su pareja; la
violencia de género es algo estructural y la padecemos todas nosotras.
Porque es verdad que es violencia que un hombre pegue a su mujer, pero
también es violencia que una mujer cobre menos que un hombre por el mismo
trabajo; y también es violencia que los medios de comunicación socialicen
a la mujer como un objeto; y también es violencia que no podamos decidir
sobre nuestros derechos reproductivos. Y aunque sea más sutil, también es
violencia que nos pregunten constantemente a qué huelen las nubes, por no
decirnos lo mal que nos huele aquello.
Desde que los machos se socializan como hombres y las hembras como
mujeres, los roles están bien repartidos: objetos y sujetos, víctimas y
verdugos, fuertes y débiles. Por eso este es un problema estructural y
por eso este problema tiene que ver con el orden establecido. Por lo
tanto, cumplir cualquiera de las doce medidas que esta PNL propone es lo
mínimo que las instituciones podemos hacer. Pero lo mínimo, señorías,
porque lo que debemos hacer, lo necesario, sería educar y prevenir para
que estos casos de violencia no ocurran. Deberíamos pensar en el modelo
educativo que tenemos y, en lugar de obcecarnos en españolizar a los
alumnos, pensar en educar a personas dejando de separar todo el rato los
roles de los hombres y de las mujeres. También nos serviría reconocer
todos los tipos de violencia de género que padecemos, de lo contario las
mujeres agredidas siempre estarán marcadas y solas ante el peligro y las
generaciones futuras seguirán pensando que la violencia de género es algo
que está ahí y que a algunas les puede tocar y a otras no. Al final,
acabaremos llenando las cárceles con hombres malos y los centros de
acogida con mujeres buenas y en los mejores casos con sus hijos. Pero por
ejemplo, los casos no denunciados nadie los atiende y se seguirán sin
considerar violencia de género miles de agresiones que se padecen fuera
de casa. Tenemos un problema mucho más complejo de lo que parece. Esto no
son unos cuantos hombres que se vuelven locos porque beben y pegan a sus
mujeres dejando huérfanos; esto es una sociedad que durante siglos ha
asumido que la mujer es inferior al hombre y eso es lo que hemos
interiorizado desde que tenemos consciencia y lo que hay que cambiar
desde casa, desde la escuela o desde la política. Apoyaremos esta
proposición no de ley porque es lógica y creemos que es absolutamente
necesaria, pero no queremos olvidar que de nada servirá proteger a los
huérfanos y huérfanas de la violencia machista si no somos capaces de
asegurar a estos hijos e hijas que en un futuro esto dejará de suceder.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Enbeita.
Por el Grupo Parlamentario Vasco, tiene la palabra el señor Olabarría.
El señor OLABARRÍA MUÑOZ: Señor presidente, señorías, señora Álvarez, la
verdad es que es difícil ubicarse en la defensa de esta iniciativa
parlamentaria porque entre la elevación del nivel del debate a aspectos
ontológicos y esenciales como el carácter estructural de la violencia
contra la mujer -reflexión que podemos debatir pero que está muy alejada
del contenido material de la proposición no de ley- y el intercambio de
reproches entre el grupo mayoritario y el Grupo Socialista, que nos aleja
del consenso que nosotros invocábamos en la intervención anterior como
necesario para avanzar en la lucha contra esta lacra social, que se ha
incrementado hoy desafortunadamente con otra mujer asesinada precisamente
en
mi circunscripción electoral, en Araia, a uno no le queda más remedio que
hacer algo que, siendo lo reglamentariamente correcto, parece una
extravagancia y que es defender la iniciativa en sus propios términos y
no dedicarnos a contextualizaciones estructurales o filosóficas, que
pueden ser pertinentes para un debate en la academia, para un debate
especulativo. Y ya anuncio que vamos a apoyar la enmienda de Convergència
i Unió.
Señora Álvarez, la iniciativa que han presentado es muy pertinente porque
focaliza la atención en el personaje invisible de esta patología social
con la que convivimos, que son los descendientes, los hijos e hijas que
han asistido a episodios de violencia que pueden desencadenar un
asesinato, que pueden desencadenar lesiones o que pueden desencadenar una
situación insostenible para la mujer que padece violencia muchas veces de
forma sumisa. No es impertinente la invocación que ha hecho a las
dificultades de acceso a la justicia por el incremento pavoroso de las
tasas judiciales, un 167 % de incremento, lo cual previsiblemente va a
inhibir de recurrir al amparo judicial a muchas mujeres que podrían
buscar este amparo. Existen elementos metaculturales, como la falta
creciente de espíritu de denuncia, pero que la crisis económica dificulta
en tanto en cuanto -y hay estudios sociológicos fundados que lo
acreditan- la mujer está dispuesta a resignarse muchas veces por mor de
una situación económica donde no ve expectativas o destinos ante la
insuficiencia de los métodos o de los mecanismos asistenciales
existentes, como los pisos de acogida, como las residencias, como la
preferencia para el acceso a la vivienda de protección oficial, para
obtener indemnizaciones, para obtener reparaciones. Y, como usted se
refería, los hijos, hijos que observan los episodios de violencia en un
porcentaje altísimo. Usted cita en la exposición de motivos un dato que
ha pasado desapercibido pero que nos parece particularmente relevante. En
el año 2009, de los 41 asesinatos sentenciados por tribunal del jurado o
por las audiencias provinciales, en un 71 % de los casos los hijos
presenciaron dichas agresiones, lo cual evidentemente perturba, quebranta
tanto física como anímicamente la salud de un niño que observa una
circunstancia familiar tan brutal. Le afecta de por vida seguramente, le
traumatiza permanentemente y hay que establecer medidas de reparación
multidisciplinares, las que ustedes han comentado. Me hubiese gustado que
las hubiese comentado más detenidamente, en vez de iniciar una dialéctica
de reproches o de invocaciones sobre lo mal que lo hacen otros grupos
parlamentarios o el Gobierno y lo bien que lo hacen ustedes. Pero sus
indicaciones y sus propuestas son muy razonables, buscar el perfil
individualizado de estos hijos que han observado y se han traumatizado
con estas agresiones o asesinatos es importante a efectos incluso de las
bases estadísticas de las delegaciones de Gobierno y del acceso a los
registros de violencia de género. Es muy pertinente esta invocación que
ustedes hacen. Contemplar las necesidades de atención sanitaria
específicas para estos niños es una propuesta muy pertinente y nos parece
muy bien que ustedes lo propongan. Establecer el resarcimiento por el
Estado de los gastos de reparación terapéutica psicológica, o incluso
psiquiátrica en ocasiones, que no se atienden por los servicios
asistenciales tal como están configurados o con las dotaciones
presupuestarias que poseen en la actualidad, me parece una invocación muy
pertinente. Aquí sí hay que hacer un reproche al partido gobernante,
evidentemente. Nada ayuda la reducción en un 24 % de los presupuestos en
esta materia a esta propuesta que usted plantea, con pertinencia como le
digo. Incorporar como un derecho de preferencia en el acceso a las
viviendas de protección oficial a los que asuman situaciones de tutela,
de guarda o de curatela en relación con los niños que sufren o son
testigos de este tipo de agresiones, nos parece pertinente. La
exoneración de las tasas académicas a la escolarización de estos niños
nos parece muy pertinente. Podría leerles todas, hasta las doce que
ustedes comentan. En concreto, la última, la décimo segunda, nos parece
también adecuada: promover órganos de cooperación con las comunidades
autónomas para atender esta patología.
Las propuestas están bien formuladas y merecen el voto afirmativo de mi
grupo parlamentario. Lo que nos parece que empieza a estar peligrosamente
desestructurado, desformulado o desintegrado son las posibilidades de
consensos políticos en esta Cámara, y el consenso político es un valor
esencial para afrontar esta patología. De nada sirve, sería una posición
manifiestamente maniquea, atribuir la falta de voluntad de consenso al
otro. Todos provocamos la ausencia de consenso con unas posiciones a
veces dogmáticas y, en el peor de los casos, incluso electoralistas. Se
provoca el mal hacer del Gobierno en muchos aspectos de la lucha contra
la violencia de género en su carácter multidisciplinar, pero también
mediante un reproche que muchas veces parece obedecer más a razones
electorales que a razones de mejora en la prestación de determinados
servicios que se están prestando mal.
Voy a acabar mi intervención, señor presidente, como acabé en la anterior,
en la que presentó el Partido Popular de naturaleza similar. Voy a acabar
mi intervención haciendo una invocación al consenso en esta materia.
Hablar de pacto de Estado en esta legislatura es una extravagancia
absoluta, pero hablar
de un intento de aproximación de posturas que hagan referencia al respeto
de las competencias autonómicas, a la coordinación con las comunidades
autónomas, a los mejores servicios prestacionales, a depurar los tipos
penales -que todavía no están suficientemente depurados, a pesar de que
el Código Penal ha sufrido ya cuatro reformas en relación con este
delito-, a mejorar y a aligerar los procedimientos, a adoptar en las
leyes procesales medidas cautelares más intensas en cuanto a las órdenes
de alejamiento, que se incumplen sistemáticamente, a tantas y tantas
cosas que se pueden hacer en cuanto a las víctimas, pero tantas y tantas
más que se pueden hacer en cuanto a los hijos de estas víctimas, es algo
que nos debería inquirir a todos, que debería apelar a la conciencia de
todos los que ostentamos responsabilidades políticas en esta Cámara.
Lamentablemente, de nuevo, la falta de consenso en esta materia va ser un
obstáculo adicional a mejorar las prestaciones de las leyes, las
prestaciones de la actuación administrativa, las prestaciones atinentes a
acabar o a reducir la dimensión de una patología que resulta abrumadora.
Señor presidente, acabo con estas palabras. Como le he dicho,
desafortunadamente, falta consenso, sobran reproches, sobra dialéctica
electoralista y, en definitiva, sobran también las múltiples víctimas que
la ineficiencia de todos los poderes públicos están acreditando por las
razones que he comentado.
Señor presidente, muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Olabarría.
Por el Grupo de Unión Progreso y Democracia, tiene la palabra la señora
Lozano.
La señora LOZANO DOMINGO: Muchas gracias, presidente.
Señorías, la mujer asesinada hoy presuntamente por su marido no es la
número cuarenta y cuatro de este año, es -o era- Teresa Egurrola. Ese es
su nombre. Decía Huawa Ibrahim, la abogada nigeriana que recibió el
Premio Sájarov del Parlamento Europeo en el año 2005: Si te nombran, te
protegen. Y ya que no la hemos podido proteger, al menos creo que debemos
nombrarla para de esa manera reforzar el compromiso de todos -y creo que
es firmemente de todos los grupos parlamentarios de esta Cámara- con la
lacra de la violencia machista.
Sin embargo, tengo que sumarme a las admoniciones que les ha hecho el
señor Olabarría respecto a la necesidad de buscar ese consenso. Creo
francamente que están muy alejados los dos grupos mayoritarios. Si bien
nosotros, desde nuestro grupo, haremos lo posible para facilitarlo, sí
creo que se les puede pedir al menos que se pongan de acuerdo en no
incurrir en un debate de tan baja calidad, porque este asunto no lo
merece. Cuando vengan aquí presenten sus propuestas, discrepen sobre
ellas, pero al menos en este tema no caigan en algo tan bajo y tan
frecuente como el reproche constante, el y tú más, el haber quién se
cuelga una medalla que no le corresponde a nadie y que es obligación de
todos nosotros, de todos los que nos sentamos en esta Cámara. (Rumores).
El señor PRESIDENTE: Perdóneme un momento, señora diputada.
Ruego silencio, por favor, para que se pueda oír a la interviniente.
Continúe.
La señora LOZANO DOMINGO: Muchas gracias, señor presidente.
Lo relevante en cualquier caso es el contenido de esta proposición no de
ley. Hablamos de evitar o paliar en la medida de lo posible las
consecuencias que la violencia de género tiene sobre los hijos en el caso
de las víctimas mortales. Es importante subrayar que esta proposición no
de ley se refiere solo a los hijos y las hijas de las víctimas mortales
porque, como ha señalado la señora Álvarez, es un número muy pequeño de
afectados. Ella ha dado la cifra de cuarenta menores -me refiero a los
menores solamente- en el año 2010. Por lo tanto, el compromiso que se le
está pidiendo al Gobierno en este asunto exclusivamente, y que creo que
debería estudiar seriamente y que debería recapacitar sobre su postura,
es que en torno a esa cifra de cuarenta menores garantice que pueden
salvaguardarse y pueden protegerse de los recortes, que pueden protegerse
sus derechos, algunos de ellos tan elementales como la atención
psicológica, el acceso a la vivienda, la mejora en sus condiciones de
acceso a la educación; también hay aspectos judiciales, aspectos
relativos a una elemental confección de una base de datos. Porque,
señorías, el asesinato es el último peldaño en la cadena de los malos
tratos, generalmente. Los hijos... (Rumores). Créanme que lamento
interrumpir tantas conversaciones privadas interesantes como están
teniendo lugar en este momento. Créanme que lo lamento, pero es mi turno
de intervención. He estado escuchando toda la tarde a todos los
intervinientes...
El señor PRESIDENTE: Señora diputada, permítame. Tiene razón la señora
diputada porque no le prestan atención. Les ruego que el que quiera
hablar salga al bar o salga fuera, pero si no, que presten atención a lo
que está diciendo la señora diputada.
Continúe.
La señora LOZANO DOMINGO: Muchas gracias, presidente.
Decía que esta proposición no de ley se circunscribe a los hijos de
víctimas mortales, pero cuando llega ese momento del asesinato, que es el
último peldaño, hay una cadena previa de violencia y de malos tratos que
por sí sola ya deja secuelas psicológicas graves, y simplemente les
quiero enumerar la lista de los trastornos que distintos estudios han
detectado que se dan de manera mucho más persistente en niños que viven
en familias donde hay violencia de género: retraso en el crecimiento,
menor desarrollo de habilidades motoras, insomnio, anorexia, bulimia,
inapetencia, ansiedad, ira, aislamiento, depresión, baja autoestima,
estrés postraumático, trastornos del apego, retrasos del lenguaje,
crueldad, inmadurez, conductas autodestructivas. La lista continúa,
podría extenderme, pero creo que lo importante es subrayar que las
consecuencias de los malos tratos contra las madres para los hijos
también provocan precariedad económica en la familia y por tanto
empobrecen a esos menores y perjudican a su igualdad de oportunidades.
Creo que en este momento de crisis, en el que la vulnerabilidad económica
ya es muy marcada para una gran parte de la población, es especialmente
importante tener esto en cuenta.
Este catálogo de medidas sencillas, insisto, atiende solo a ese último
momento en que ya se ha producido una víctima mortal. Ni siquiera estamos
hablando de abordar las consecuencias que sufren quienes han sido
calificados por el Comité Económico y Social Europeo, en una reciente
resolución del mes de septiembre, no como testigos de esa violencia, sino
como víctimas indirectas. Hablamos de una pequeña parte, y creo que el
Gobierno tiene la obligación de proteger a esos menores y de garantizar
aquí que van a estar a salvo de los recortes. Eso en lo que respecta al
presente, señorías, porque aquí hablamos también del futuro y nos jugamos
el futuro. Está demostrado que las niñas cuya infancia transcurre en un
contexto de violencia hacia su madre tienen muchas más probabilidades de
ser maltratadas como mujeres adultas y, por su parte, los niños cuyos
padres han sido maltratadores también tienen muchas más probabilidades de
ser maltratadores ellos mismos. Legislar para protegerlos hoy de ese
sufrimiento es también prevenir los malos tratos y la violencia de
mañana, y no hacerlo no solo equivaldría a privarles de esa protección
que la sociedad les debe ahora, sino que también sería alimentar nuestro
fracaso como sociedad mañana.
Muchas gracias. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Lozano.
Por el Grupo de Izquierda Unida, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural, tiene
la palabra la señora De las Heras.
La señora DE LAS HERAS LADERA: Gracias, presidente.
Señorías, la lacra que supone la violencia contra las mujeres, la
violencia sexista y machista, muestra de manera cruel y evidente la
incapacidad de nuestra sociedad para avanzar hacia la igualdad efectiva
entre mujeres y hombres. Mientras las mujeres sigamos teniendo menores
salarios en iguales trabajos que los hombres, dobles y triples jornadas
laborales, mayor índice de pobreza, menos oportunidades, trabajos
precarios, la carga y la responsabilidad de los cuidados, y tasas ínfimas
de representación en los puestos de decisiones relevantes, difícilmente
podremos avanzar hacia la igualdad real y acabar con la lacra que supone
la violencia de género. Pero además sigue siendo imprescindible y urgente
avanzar en la adopción de medidas políticas eficaces en cuanto a
prevención, concienciación y sensibilización social, reforzando los
recursos sociales, económicos y jurídicos que favorezcan la
visibilización y la denuncia de la violencia de género.
No parece que el camino pueda ser otro, y sin embargo nos encontramos con
el grave y negativo impacto de género que tendrán los recortes impuestos
por la troika y llevados a cabo por el Gobierno en los presupuestos de
2013, tanto en políticas de igualdad entre hombres y mujeres como en la
lucha contra la violencia de género. La excusa de la crisis está
sirviendo para retroceder en derechos y en materia de igualdad. Los
efectos perversos de las políticas de ajuste duro precarizan las
condiciones de vida y trabajo, incrementan las bolsas de desigualdad y
pobreza y causan un doble impacto en las mujeres, que tienen que cargar
con los cuidados familiares y la atención a la dependencia. Por eso, que
el Gobierno dé un giro de 180 grados a sus políticas y apueste por un
pacto de Estado sin instrumentalización partidista, un pacto
de Estado que pueda garantizar que desde las instancias administrativas y
gubernamentales se establezcan e implementen los medios económicos,
personales y políticos para que la violencia de género deje de formar
parte estructural de la sociedad, es el compromiso que hoy pedimos al
Gobierno y al resto de grupos parlamentarios. No nos vale desde La
Izquierda Plural la excusa de la crisis como pretexto para no seguir
avanzando en la lucha contra la violencia de género en sus múltiples
caras. Por eso, no podemos olvidar que la violencia contra las mujeres
cuando se produce en el ámbito familiar multiplica el dolor y el daño si
existen hijos e hijas que la sufren como testigos directos, y
especialmente aquellos que han quedado huérfanos de madre por haber sido
asesinadas a manos de sus padres. Los niños y niñas en estas
circunstancias padecen secuelas en muchos casos irreversibles -ya se ha
dicho aquí- y ante esta realidad demasiadas veces oculta y poco atendida,
es urgente e imprescindible articular medidas preventivas y paliativas en
todos los ámbitos.
Los informes elaborados al respecto no dejan lugar a dudas en cuanto a la
necesidad de abordar el problema y el atentando que sobre los derechos de
la infancia supone la violencia de género. Organizaciones como Save the
Children, en su informe de febrero de 2011, llega a dos conclusiones de
calado que no podemos obviar: una, los niños y las niñas son víctimas de
la violencia de género ejercida sobre sus madres; y dos, que el sistema
de protección de la mujer víctima de la violencia machista trata a los
hijos y las hijas como objetos de protección y no como titulares cuyos
derechos se ven vulnerados al ser expuestos a esta violencia. En esta
dirección vemos acertada la enmienda presentada por Convergència i Unió,
que apoyaremos. Hay que añadir que la falta de datos que permitan conocer
la verdadera entidad de este problema es también una cuestión en la que
coinciden los diferentes informes y estudios planteados. Hoy no existen
apenas recursos especializados en el conjunto del Estado para la atención
integral de estos niños ni existe una regulación en la materia. Es, por
tanto, necesario que se desarrollen de manera inmediata las medidas
previstas ya en la Ley contra la Violencia de Género en cuanto a
educación, asistencia social, tutela judicial y asistencia jurídica
gratuita, que garanticen y protejan los intereses de los niños y las
niñas huérfanos como consecuencia de la violencia machista. Por eso,
porque creemos acertada y oportuna la proposición no de ley presentada
por el Grupo Socialista en este aspecto, vamos a votar a favor.
Gracias. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora De las Heras.
Pregunto a la señora Álvarez: ¿Acepta alguna de las enmiendas presentadas?
La señora ÁLVAREZ ÁLVAREZ: No, y solicitamos la votación punto a punto.
El señor PRESIDENTE: Repítame, por favor, que no he entendido.
La señora ÁLVAREZ ÁLVAREZ: No aceptaremos las enmiendas y solicitaremos la
votación punto a punto.
El señor PRESIDENTE: ¿De los doce puntos?
La señora ÁLVAREZ ÁLVAREZ: Sí.
El señor PRESIDENTE: Interpretándome a mí mismo, que he dicho que después
de las nueve no entraría en ningún otro punto, dado que son las nueve
menos diez, no me parece apropiado que entre en ningún otro punto. Por lo
tanto, suspendemos unos minutos la sesión y a las nueve en punto votamos.
(Pausa).
TOMA EN CONSIDERACIÓN DE PROPOSICIONES DE LEY. (VOTACIÓN).
- DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA, DE UNIVERSALIZACIÓN DEL DERECHO A LA
ASISTENCIA SANITARIA PÚBLICA. (Número de expediente 122/000063).
El señor PRESIDENTE: Vamos a pasar a las votaciones. Comenzamos con la
toma en consideración de la proposición de ley orgánica del Grupo
Parlamentario Socialista, de universalización del derecho a la asistencia
sanitaria pública.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 323; a
favor, 144; en contra, 176; abstenciones, 3.
El señor PRESIDENTE: No será tomada en consideración.
- DE LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS DE IU, ICV-EUIA, CHA: LA IZQUIERDA PLURAL Y
MIXTO, ORGÁNICA SOBRE CONVOCATORIA DE REFERÉNDUM CONSULTIVO EN EL CASO DE
DECISIONES POLÍTICAS QUE AFECTEN SUSTANCIALMENTE A DERECHOS ECONÓMICOS,
SOCIALES Y LABORALES. (Número de expediente 122/000075).
El señor PRESIDENTE: Votamos ahora la toma en consideración de la
proposición de ley orgánica de los Grupos Parlamentarios de La Izquierda
Plural y Mixto, sobre convocatoria de referéndum consultivo en el caso de
decisiones políticas que afecten sustancialmente a derechos económicos,
sociales y laborales.
Comienza la votación. (Pausa).
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 323; a
favor, 123; en contra, 182; abstenciones, 18.
El señor PRESIDENTE: No se toma en consideración.
PROPOSICIONES NO DE LEY. (VOTACIÓN).
- DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO, SOBRE ELABORACIÓN DE UNA
CARTERA BÁSICA DE SERVICIOS PARA LAS VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO EN
MATERIA SOCIAL. (Número de expediente 162/000431).
El señor PRESIDENTE: Proposición no de ley del Grupo Parlamentario Popular
en el Congreso sobre elaboración de una cartera básica de servicios para
las víctimas de violencia de género en materia social. Se vota en sus
propios términos.
Comienza la votación. (Pausa).
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 320; a
favor, 182; en contra, 135; abstenciones, 3.
El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.
- DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA, SOBRE MEDIDAS PARA EL APOYO Y
ASISTENCIA A LOS HIJOS E HIJAS DE LAS VÍCTIMAS MORTALES DE LA VIOLENCIA
DE GÉNERO, EN PARTICULAR CUANDO SON MENORES. (Número de expediente
162/000463).
El señor PRESIDENTE: Proposición no de ley del Grupo Parlamentario
Socialista sobre medidas para el apoyo y asistencia a los hijos e hijas
de las víctimas mortales de la violencia de género, en particular cuando
son menores. Se va a votar en sus términos y, a petición del Grupo
Parlamentario Socialista, se va a votar punto por punto. Son doce puntos,
así que comenzamos por el punto número 1.
Comienza la votación. (Pausa).
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 322; a
favor, 322.
El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.
Punto número 2.
Comienza la votación. (Pausa).
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 323; a
favor, 315; abstenciones, 8.